I Jurisprudencia al Día - Actualidad Empresarial

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I
Jurisprudencia al Día
Gastos deducibles: Pérdidas extraordinarias
Las pérdidas no serán deducibles cuando exista como documento
probatorio sólo una denuncia policial
RTF Nº 13423-2-2008 (25.11.08)
La Administración Tributaria alega que debe mantenerse el reparo por concepto
de pérdidas extraordinarias, por no cumplir con los requisitos establecidos en
el inciso d) del artículo 37º de la LIR, asimismo señala que se han configurado
las causales establecidas en los numerales 2 y 3 del artículo 64º del Código
Tributario, lo que la habilita a efectuar una determinación sobre base presunta
por haberse verificado que la recurrente lleva una contabilidad que ofrece
dudas respecto a su veracidad desde el ejercicio 1999.
La recurrente manifiesta que para la determinación de la renta neta del ejercicio
2002 realizó una deducción de S/. 44,276.00 registrándolo en la cuenta 689
–pérdidas extraordinarias– y presentando como sustento de dicha deducción
sólo la denuncia policial.
Ante esto el Tribunal Fiscal señaló que la denuncia fue efectuada por un sujeto
que no se encontraba registrado como trabajador del recurrente de acuerdo al
Libro de Planillas, por lo que dicha denuncia no constituía prueba. Agregando
a continuación, que de considerarse que la citada denuncia constituía prueba
alguna la recurrente no había acreditado con la documentación respectiva
que se trataba de una pérdida extraordinaria que pudiera ser aceptada como
gasto, que fuera inútil ejercitar la acción judicial correspondiente o que se
haya probado judicialmente el hecho delictuoso.
Las pérdidas de agua ocasionadas por consumos clandestinos y
por errores en el registro de los medidores califican como pérdidas
extraordinarias deducibles según la Ley del Impuesto a la Renta
RTF Nº 7474-4-2005 (09.12.05)
Como sabemos la LIR en su artículo 37º establece dos situaciones que
permiten deducir las pérdidas ocasionadas en el devenir de las actividades
comerciales a) La primera, que establece que serán deducibles las pérdidas
extraordinarias cuando las mismas surjan por caso fortuito o fuerza mayor de
los bienes productores de renta gravada o por delitos cometidos en perjuicio
del contribuyente o b) El que permite deducir de la renta neta de tercera
categoría las mermas y desmedros debidamente acreditadas.
Con esta resolución se establece que las pérdidas de agua ocasionadas por
consumos clandestinos y por errores en el registro de los medidores serán
deducibles por calificar como una pérdida extraordinaria, según el artículo 37º
inciso d) de la LIR, toda vez que es inútil ejercitar la acción judicial debido a la
dificultad de detectar tales conexiones y a los agentes infractores, e incluso en
el caso que se detectarán dichas conexiones, la demora del proceso judicial y
los gastos por honorarios profesionales en que se incurriría no se justificaría
de acuerdo con el retorno que se obtendría.
Debe entenderse como caso fortuito o fuerza mayor a un evento
inusual independiente de la voluntad del deudor
RTF Nº 06972-4-2004 (15.09.04)
Al no precisarse qué debe entenderse por caso fortuito o fuerza mayor en
nuestra Legislación Tributaria, el Tribunal Fiscal mediante la presente resolu-
N° 200
Primera Quincena - Febrero 2010
ción ha determinado el concepto del mismo estableciendo que caso fortuito
o fuerza mayor es un evento inusual, fuera de lo común e independiente a la
voluntad del deudor que resulta ajeno a su control o manejo, no existiendo
motivos o razones atendibles de que éste vaya a suceder y que imposibilite
el cumplimiento de la obligación por parte del deudor tributario.
En este sentido, el Tribunal Fiscal señaló que la pérdida de la mercadería
sufrida por el recurrente (envase de de gaseosas y cerveza y sus contenidos)
como producto de su caída precipitada del almacén, no constituye un caso
fortuito, toda vez que tal situación resultaba previsible por el recurrente, dado
lo inapropiado del local donde se encontraba la misma y la inexperiencia de
aquel en el apilamiento de cajas y el desnivel del terreno, por tal motivo el
mismo no es deducible como una pérdida extraordinaria.
Jurisprudencia al Día
Área Tributaria
Las pérdidas originadas por robo que cuenten con archivo
provisional del Ministerio Público por falta de identificación del
autor del delito serán deducibles
RTF Nº 05509-2-2002 (20.09.02)
El Tribunal Fiscal declara nula e insubsistente la resolución apelada, dado que
según el artículo 37° inciso d) de la LIR, serán gastos deducibles las pérdidas
extraordinarias sufridas por delitos cometidos en perjuicio del contribuyente
por terceros, en la parte no cubierta por seguros, siempre que se haya probado
judicialmente el hecho delictuoso o se acredite que es inútil ejercer la acción
judicial correspondiente.
En el presente caso la Administración Tributaria manifiesta que el gasto originado por concepto de robo no es deducible para efectos del Impuesto a la
Renta por no contar con una decisión definitiva de los actuados.
Ahora bien, el Tribunal Fiscal manifiesta que la Resolución expedida por
la Fiscalía Provincial que dispone el archivo provisional de la investigación
preliminar por falta de identificación del presunto autor del delito acredita
que es inútil la citada acción en forma indefinida, mientras no se produzca
tal identificación, no siendo razonable supeditar la deducción del gasto al
vencimiento del plazo prescriptorio de la acción penal.
Las pérdidas tributarias deben deducirse en el ejercicio en que se
tenga certeza que es inútil iniciar la acción judicial
RTF Nº 1272-4-2002 (08.03.02)
Mediante la presente resolución, el Tribunal Fiscal confirma la resolución
apelada referente a los reparos realizados por las pérdidas ocasionadas por
la comisión de un delito ocurrido en el año 1997, debido a que el recurrente
realizó la deducción de tales importes en el referido año, no siendo esto
posible, pues, es recién en el año 1998 que se acredita con el Parte Policial
que es inútil iniciar acción judicial por el robo sufrido, por lo que el inciso
d) del artículo 37º de la LIR señala que la pérdidas extraordinarias son
deducibles recién cuando, entre otros supuestos, se acredite que iniciar la
acción judicial es inútil, por ello debió deducirse en el ejercicio 1998 y no
en el ejercicio 1997.
Actualidad Empresarial
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