1 Cuaderno de desarrollo humano: Convivir es mejor: estudiantes hablan sobre el barrio, la casa y el cole Derechos de propiedad intelectual © 2011 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - Costa Rica (PNUD-Costa Rica) Está autorizada la reproducción total o parcial de esta publicación con propósitos educativos y sin fines de lucro, sin ningún permiso especial del titular de los derechos, con la condición de que se indique su fuente. PNUD-Costa Rica agradecerá que se le remita un ejemplar de cualquier texto basado en la presente publicación. Las designaciones empleadas y las presentaciones no denotan en modo alguno la opinión del PNUD-Costa Rica, o de las organizaciones contribuyentes con respecto a la situación jurídica de un país, territorio, ciudad o área, o de sus autoridades, o con respecto a la delimitación de sus fronteras o límites. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Costa Rica Informe Nacional de Desarrollo Humano / Red Nacional de Desarrollo Humano Dirección: Oficentro La Virgen 2, de la Embajada Americana 300 m. sur y 200 m. sureste, Pavas, San José, Costa Rica. Teléfono (506) 2296-1544, Fax (506) 2296-1545 http://www.pnud.or.cr - E-mail: [email protected] 303.441 P96457c Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Cuaderno de desarrollo humano. Convivir es mejor: Estudiantes hablan sobre el barrio, la casa y el cole / PNUD. – 1 ed. – San José, C.R. : Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2011. 94 p. ; 22 X 28 cm. ISBN: 978-9968-794-57-2 1. Desarrollo Humano. 2. Jóvenes. I. Título. La portada y contraportada de esta publicación corresponden a una ilustración tomada de una parte del mural del parque central de Zarcero, elaborado durante el 2010 y el 2011 por los y las integrantes del Comité de la Persona Joven de esta comunidad, con el apoyo de Amalia González y Loida Pretiz, en el marco de las acciones de la Red Nacional de Desarrollo Humano del PNUD. Portada: Diseño de César Acuña Producción editorial y diagramación: Roberto Burgos S. - San José, Costa Rica Impreso en Editorama - San José, Costa Rica 2 Informe Nacional de Desarrollo Humano / Red Nacional de Desarrollo Humano Comité Directivo Luiza Carvalho Representante Residente del PNUD Equipo técnico Lara Blanco Rothe Coordinadora de Desarollo Humano Representante Residente Auxiliar del PNUD Johnny Madrigal Pana Estadístico Consultor Gabriela Mata Marín Economista Gerald Mora Muñoz Estadístico Alonso Villalobos Jimenéz Investigador Colaboradores Dyaláh Calderón Viceministra Académica Ministerio de Educación Rigoberto Astorga Coordinador de Programas UNICEF Gabriela Valverde Directora Promoción y Protección de los Derechos Ministerio de Educación Iván Rodriguez Unidad de Programas UNICEF Gonzalo Elizondo Breddy Asesor en Derechos Humanos Redacción del informe Johnny Madrigal Pana Rodrigo Soto Revisión filológica y estilo 3 4 ÍNDICE PRESENTACIÓN - PNUD/UNICEF ................................................................................................. 7 PRESENTACIÓN - Ministerio de Educación Pública ...................................................................... 9 I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................................... 11 II. DESARROLLO HUMANO Y CONVIVENCIA EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA ..............13 La población estudiantil de secundaria ...........................................................................13 El sistema educativo y la convivencia .............................................................................15 III. METODOLOGIA PARA INVESTIGAR LA CONVIVENCIA ...................................................... 18 Objetivo y generalidades ................................................................................................ 18 Delimitación de la población estudiantil ........................................................................ 18 El cuestionario sobre la calidad de la convivencia ......................................................... 20 La muestra de estudiantes y recolección de la información ............................................ 22 Las sesiones grupales ...................................................................................................... 24 IV. CARACTERÍSTICAS GENERALES ............................................................................................ 25 Características socio-demográficas ................................................................................. 25 Autovaloración del desempeño y de posibilidades de deserción ................................... 27 Aspiraciones estudiantiles ............................................................................................... 29 V. INTERACCIONES SOCIALES DE LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL ........................................... 32 Satisfacción con las relaciones ........................................................................................32 Espacios de encuentro .....................................................................................................34 Las relaciones sociales a través de las TIC ...................................................................... 35 VI. SOCIABILIDAD....................................................................................................................... 38 Confianza interpersonal ..................................................................................................38 Civilidad ..........................................................................................................................40 Disposición al diálogo ....................................................................................................41 Conflictividad interpersonal ............................................................................................ 43 Conflictividad en los hogares .......................................................................................... 48 VII. DIVERSIDAD .........................................................................................................................51 Actitudes hacia la igualdad de derechos en hombres y mujeres .....................................51 Actitudes hacia los derechos de afro-costarricenses e indígenas .................................... 53 Los límites a la diversidad ................................................................................................ 54 Víctimas de discriminación ............................................................................................. 55 5 VIII. INSTITUCIONALIDAD ......................................................................................................... 57 Preferencia por el sistema político .................................................................................. 57 Expectativas estudiantiles sobre el futuro del país ........................................................... 59 Interés por la participación en decisiones políticas ......................................................... 60 Participación estudiantil en diversas actividades ............................................................62 Obligaciones y cercanía con el colegio ..........................................................................62 IX. AFILIACIÓN ............................................................................................................................67 Sentido de pertenencia ....................................................................................................67 Sentido de protección .....................................................................................................69 X. ENTORNOS SEGUROS ............................................................................................................71 La seguridad estudiantil ...................................................................................................71 Drogas y armas en los colegios .......................................................................................74 XI. CONCLUSIONES .................................................................................................................... 79 ANEXO 1: CUESTIONARIO ......................................................................................................... 84 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................96 6 PRESENTACIÓN - PNUD / UNICEF De acuerdo con el enfoque de desarrollo humano, cada persona, sin distinción alguna, tiene un potencial cuyo despliegue depende del desarrollo de capacidades en las que pueda apoyarse para concebir y concretar un proyecto de vida. Estas capacidades no pueden reducirse a una lista cerrada de habilidades o destrezas, sino que son contextuales y dependen de las características de las personas y de sus entornos. Una buena convivencia es fundamental para el desarrollo humano por su impacto sobre las posibilidades de las personas de adquirir y hacer uso de sus capacidades, y es también valiosa y deseable en sí misma. En su sentido más amplio, la convivencia se refiere a las relaciones que sostienen las personas entre sí, ya sea en su trato directo o mediante instancias más complejas, como las instituciones. De allí que el análisis de la convivencia llame a incluir las interacciones entre las personas y los arreglos sociales escogidos para regular la vida en común, es decir, los sentimientos, actitudes y comportamientos que las personas y grupos de una sociedad desarrollan entre sí y con las instituciones, y la capacidad de éstas para regular la vida en común. Sostener relaciones satisfactorias con otras personas, sentirnos aceptados por los demás, participar y decidir junto con otros asuntos de interés común, forjar arreglos sociales solidarios, contar con apoyo cuando lo necesitamos, son cuestiones que las personas tendemos a valorar. Pero además de su valor intrínseco, constituyen mecanismos para la creación y distribución de oportunidades, así como para la reducción de los obstáculos que puedan existir para su aprovechamiento. Este estudio forma parte de una serie publicaciones realizadas en el marco de la investigación para el próximo Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH) sobre el tema de Convivencia y Desarrollo Humano en Costa Rica. Analiza la convivencia de estudiantes de secundaria con sus compañeros y compañeras de colegio, sus profesores, sus familiares y amistades y otras personas con quienes se relacionan, desde la perspectiva del desarrollo humano. La población colegial se encuentra en una etapa en la que empieza a visualizar sus proyectos de vida – los cuales pueden sin duda variar a lo largo del camino – y adquiere capacidades importantes para poder desarrollarlos. Los logros que puedan alcanzar los y las estudiantes de secundaria a lo largo de su vida dependen de muchos factores, incluyendo las habilidades que desarrollen en esta etapa y el apoyo que encuentren en sus comunidades, hogares y colegios. Las múltiples oportunidades que la educación secundaria ofrece a la juventud, benefician no solo a los y las jóvenes en sus proyectos de vida, sino también al país. El paso por el sistema educativo tiene un impacto en cada joven que participa en él, pero también en el ámbito colectivo o social, pues los hábitos de convivencia que ahí se desarrollen y fomenten, ejercerán su papel en la construcción de la Costa Rica que deseamos. 7 Conscientes de ello, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en alianza con el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica (MEP), trabajaron de manera conjunta en la realización de la Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08). Esta encuesta fue dirigida a estudiantes de secundaria con el objetivo de conocer cómo se desarrolla la convivencia de la población estudiantil en los colegios del país, así como con sus familias y comunidades. Es importante señalar que, cuando se realizó este estudio, PNUD y UNICEF adelantaban junto con el MEP esfuerzos para implementar el proyecto «Ética, estética y ciudadanía», entre cuyos objetivos se cuenta mejorar la convivencia en los centros educativos. A partir del año 2008 se inicia el programa conjunto «Construcción de la Paz: redes para la convivencia, comunidades sin miedo», apoyado por el Gobierno de España a través de su fondo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Mileno (MDGs Fund, por sus siglas en inglés) y desarrollado por agencias del Sistema de las Naciones Unidas (PNUD, UNICEF, UNESCO, UN-Habitat) y el Gobierno de Costa Rica. Este proyecto, tal como su nombre lo indica, tiene entre sus objetivos mejorar la convivencia y reducir la inseguridad. En este marco, los centros educativos se convierten en un espacio fundamental para dirigir esfuerzos hacia la prevención de la violencia y el fortalecimiento de prácticas positivas. Este documento nos invita a reflexionar sobre la calidad de la convivencia que tiene lugar en los centros educativos y entre los y las estudiantes y sus familias y comunidades. Constituye una fuente de información que puede ser utilizada para apoyar y diseñar iniciativas, programas y acciones que busquen mejorar la convivencia. Es nuestra aspiración que este estudio sea de la mayor utilidad para estudiantes, autoridades educativas, cuerpo docente y público en general, con el objetivo de fomentar dinámicas de convivencia positivas dentro y fuera de las aulas. Seija Toro Representante Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia 8 Luiza Carvalho Representante Residente Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PRESENTACIÓN - Ministerio de Educación Pública La convicción entre las autoridades educativas del país de que la convivencia es un elemento fundamental para el desarrollo integral de las personas es un asunto de larga data. Sin embargo, es en la última década en donde se explicita con mayor claridad y como propósito final de la educación, mejorar la convivencia en los centros educativos. La necesidad de establecer acciones dirigidas particularmente a fortalecer y fomentar las buenas relaciones entre las distintas personas que interactúan en los centros educativos se hizo evidente tras un incremento de situaciones problemáticas especialmente en colegios, en los últimos años. Así, en el 2006 se inició una reforma educativa denominada Educación en Ética, Estética y Ciudadanía, cuya finalidad última es mejorar la convivencia en la educación secundaria. Con esta iniciativa, mediante la revisión de la pertinencia –para el estudiantado- de contenidos y la transformación de las metodologías de enseñanza para propiciar una mayor interacción entre el estudiantado y los profesores –convertidos en facilitadores del proceso de enseñanza y aprendizaje- se iniciaron las acciones concretas con ese fin. Además, se replantearon o se impulsaron nuevas actividades extra curriculares para fomentar mayor participación estudiantil en acciones artísticas, deportivas o políticas de los centros educativos para estimular el arraigo y la identificación del estudiantado con sus colegios. Posteriormente, en el 2008 se estableció como uno de los pilares fundamentales de la política educativa en Costa Rica, la noción de Centro Educativo de Calidad como eje de la educación, según la cual, la convivencia constituye un elemento central para la construcción del centro educativo de calidad y por ende la definición de acciones concretas dirigidas a su fortalecimiento se constituye en una tarea permanente del sistema educativo. Entendemos por convivencia el proceso social mediante el cual nos relacionamos con otros y a través del cual se forja la identidad, la independencia y la libertad de cada persona. Este proceso comprende cada uno de los actos de las vidas de las personas, es de todos los días e implica que solo en relación con los demás es que tienen sentido los actos y pensamientos de las personas. Son elementos centrales para que este proceso sea positivo reconocer y disfrutar las diferencias entre las distintas personas, con respeto y afecto, desarrollar la solidaridad, el diálogo, la participación y la inclusión de cada una de las personas. Por eso, la información que nos suministra el estudio que aquí se presenta nos apoya en esa dirección. Sus hallazgos nos indican una gran oportunidad para realizar acciones para el fortalecimiento y promoción de la convivencia. Por un lado, nos confirman que entre las aspiraciones de nuestras y nuestros estudiantes están incluidos los principios básicos para lograr una mejor convivencia: el respeto, la solidaridad y la inclusión tanto en lo social como en lo político están en la base de éstas. Por otro, refleja una gran mayoría que no solo aspira sino que actúa en concordancia con las mejores prácticas de convivencia: utilizan el diálogo para dirimir sus diferendos, reconocen el derecho de los 9 que son distintos, participan en distintas actividades sociales dentro del colegio. Es decir, nuestro estudiantado tiene el interés y la disposición necesarios para relacionarse mejor con los demás y esto nos da un terreno fértil para nuestro accionar. Pero los resultados de este estudio también nos señalan los aspectos en los que debemos estar alerta y por tanto, aquellos en los cuales debemos ser más cuidadosos a la hora de diseñar estrategias y programas para mejorar la convivencia en los centros educativos. Tres de ellos son de particular importancia: existe entre nuestros adolescentes un nivel importante de desconfianza hacia los demás, incluso hacia sus pares; hay debilidades en cuanto a la aceptación de algunos de los derechos de las personas de otras nacionalidades o de otras orientaciones sexuales; los o las docentes no son vistos como personas cercanas al estudiantado, el que reclama que no lo escuchan y no lo toman en cuenta en las decisiones. Una de las principales prioridades para el Ministerio de Educación en los próximos años es lograr un salto cualitativo en la convivencia en los centros educativos. No cabe duda de que este estudio será uno de los insumos más importantes para el diseño de nuevas estrategias o programas con ese fin. Dyaláh Calderón Viceministra Académica Ministerio de Educación Pública 10 I. INTRODUCCIÓN Este documento forma parte de una serie de publicaciones realizadas en el marco de la investigación para el Informe Nacional de Desarrollo Humano «Convivencia y Desarrollo Humano» que se entregará próximamente a la sociedad costarricense. La serie incluye el informe, un Atlas de desarrollo humano y este documento que resume los resultados de la Encuesta de Convivencia en Colegios, aplicada en el proceso de investigación. El estudio de convivencia en colegios fue conducido por el equipo coordinador del informe, pero contó, adicionalmente con el apoyo de un equipo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Ministerio de Educación Pública (MEP). Una de las principales razones para realizar este estudio radica en que la población colegial -cuya edad oscila entre los 13 y 17 años1empieza a tomar decisiones propias y a visualizar sus proyectos de vida. Dicho proyecto estará determinado, en buena medida, por el conocimiento y las habilidades que adquieran en esta etapa de sus vidas. El pasaje de los y las jóvenes por los centros educativos no solo los dota con capacidades y destrezas para desarrollar, sus planes de vida, sino que dichos proyectos serán concretados provechosamente en tanto se adquieran hábitos de convivencia que les permitan llevar una vida plena. Si bien los centros educativos constituyen espacios donde la juventud puede fortalecer o desarrollar valores, actitudes, habilidades y conductas para incentivar normas de convivencia provechosas, esta responsabilidad no recae únicamente en el sistema de educación formal, sino también en las familias de los y las estudiantes. La familia es el centro de socialización primario; durante la niñez se inicia ahí el aprendizaje y la interiorización de normas, valores y formas de percibir la realidad que luego dotan a los y las jóvenes de los conocimientos y habilidades para establecer sus relaciones. Sin embargo, los centros educativos constituyen espacios donde la juventud emplea las estrategias aprendidas y desarrolla otras nuevas, pues es ahí donde invierten gran parte de su tiempo. En los colegios, las interacciones entre estudiantes y con sus profesores son intensas y cotidianas; la confianza, la civilidad, el diálogo, el respeto a las normas y muchas otras conductas centrales para la convivencia se desarrollan en el ámbito educativo. 1- La mayoría de los y las estudiantes ingresan a la educación secundaria con 12-13 años y la completan con 17-18 años. Sin embargo, hay un número significativo que permanece en el sistema, por diferentes razones, con edades superiores al cosiderado para su nivel. 11 Las múltiples oportunidades que la educación secundaria ofrece a la juventud benefician no solo a los y las jóvenes en sus proyectos de vida, sino también al país. En las aulas están ahora las mujeres y los hombres que perfilarán la Costa Rica del mañana: líderes, comerciantes, profesionales que fomentarán nuevos valores, innovadores de la tecnología y protagonistas de la base del bienestar material, social y cultural del país. En esta juventud se encuentran también los padres y las madres de las próximas generaciones, quienes perpetuarán prácticas de convivencia que, tienen potencial de favorecer el crecimiento y la satisfacción personal, además de fortalecer el tejido social que hace posible el desarrollo humano. En suma, el paso por el sistema educativo tiene impacto en cada joven que participa de él, pero también en el ámbito colectivo o social, pues los hábitos de convivencia que ahí se desarrollan y fomentan ejercen ya su papel en la construcción de la Costa Rica del mañana. En las páginas siguientes se revelan los principales resultados obtenidos de la Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08). Esta iniciativa permitió brindar a las autoridades educativas y educadores, padres y madres, así como a la juventud estudiantil y al país en general, un panorama sobre la forma como convive esta parte de la sociedad costarricense. Desde la perspectiva del desarrollo humano, la pregunta básica que se buscó responder fue: ¿Cómo transcurre la convivencia de la población estudiantil en los colegios del país, así como sus familias y comunidades? Particularmente importante resulta interpretar los resultados de la encuesta desde la óptica del proyecto «Ética, Estética y Ciudadanía» que impulsa actualmente el MEP con el apoyo del PNUD, UNICEF y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), pues como se verá enseguida, los resultados pueden concebirse como una línea de base para monitorear y evaluar en el futuro los resultados del proyecto en mención. En el presente informe optamos por ofrecer resultados generales y descriptivos, comparando entre estudiantes de sétimo y undécimo año. No obstante, cuando se consideró conveniente, se rescató información por sexo, nacionali- 12 dad o valoración del estudiante sobre la situación económica de la familia. Estos resultados fueron complementados, en algunas temáticas particulares, con información cualitativa obtenida de una serie de grupos focales realizados para profundizar sobre el tema de la convivencia entre colegiales. Debe tenerse presente que, durante el año 2008, también se realizó la Encuesta Nacional de Convivencia (ENCON-08) como parte del Informe Nacional de Desarrollo Humano «Convivencia y Desarrollo Humano» (INDH), la que investigó sobre el mismo tema en una muestra representativa de personas adultas entre 18 y 69 años a nivel nacional. Algunos temas indagados en ambas encuestas se comparan en el documento. En estos casos se hace referencia a la ENCON-08 o a la «encuesta en la población adulta», cuyos resultados estarán descritos con amplio detalle en el INDH que será publicado este año. Adicionalmente, cuando fue posible, los resultados fueron complementados con otras fuentes de información provenientes de diversas instituciones. El documento utiliza el mismo marco conceptual preparado para el INDH. La información está ordenada en 11 secciones, incluyendo la presente. En la segunda se aborda, desde la óptica del desarrollo humano, el concepto de convivencia, tomando en consideración que la encuesta fue desarrollada entre estudiantes de colegio. También se proporciona una síntesis del tratamiento que se le brinda a la convivencia en el sistema educativo costarricense. En la tercera sección se realiza un resumen de la metodología utilizada en la ENCOL-08 y en los grupos focales. Aquí se explica con algún detalle el procedimiento utilizado para medir la convivencia en la población estudiantil. Posteriormente, en la cuarta, se presentan las características principales del cuerpo estudiantil. De la quinta a la novena sección se muestran los resultados ordenados de acuerdo con la forma en que se entiende la convivencia en el INDH (iniciando con las interacciones sociales y continuando con la sociabilidad, la diversidad, la institucionalidad y la afiliación, respectivamente). La décima sección está dedicada a la seguridad del entorno en el que se desenvuelven los y las estudiantes, como un factor que condiciona e impacta a la vez las formas de convivencia que se practican dentro de los colegios. Una última sección presenta las principales conclusiones obtenidas del estudio. II. DESARROLLO HUMANO Y CONVIVENCIA EN LOS COLEGIOS Esta sección ofrece una breve explicación sobre los conceptos de desarrollo humano, convivencia, la relación que existe entre ambos2 y el abordaje del tema de la convivencia en la educación secundaria en el país. La población estudiantil de secundaria Se dice que el desarrollo humano tiene como propósito fundamental la expansión de las libertades de las personas. ¿Pero qué significa esa afirmación? Con ella se alude al hecho de que, ampliándose las libertades de las personas, se incrementan las posibilidades que éstas tienen de emprender o concretar acciones o proyectos que consideren valiosos para su existencia. El centro de atención del desarrollo humano son las personas, y su objetivo es ampliar, en igualdad de condiciones (con independencia del género, la raza, el credo, la nacionalidad o la identidad, entre otras características), las posibilidades que tienen ellas de concretar acciones que beneficien sus vidas. El desarrollo humano sostiene que a las personas deben brindárseles posibilidades de crear, aprovechar o disfrutar las capacidades que les permitan alcanzar sus metas. En la literatura se mencionan básicamente tres capacidades que son consideradas fundamentales, aunque en realidad no son todas las que podrían tomarse en cuenta. Una es la de disfrutar de una vida larga, saludable y creativa; es decir, la capacidad de gozar de buena salud. Otra es la de adquirir conocimientos individual y socialmente valiosos, lo que puede verse como el equivalente a la educación. Asimismo está la capacidad de obtener y hacer uso de bienes y servicios para disfrutar de un nivel de vida digno, esto es, la capacidad de producir niveles materiales adecuados, lo que generalmente es equivalente a ingresos suficientes para alcanzar nuestros fines. Existen al menos tres aspectos adicionales que sobre este tema es necesario mencionar. 2- Esto se hace siguiendo el marco de referencia que proporciona el INDH; dicho documento ofrece una explicación más detallada de ambos conceptos. 13 Se asume que la convivencia potencia o inhibe las capacidades de las personas, de tal forma que si la calidad de la convivencia es buena, tendrá un impacto favorable en el fortalecimiento de las capacidades que promueven el desarrollo humano, y si, por el contrario, la convivencia se desarrolla bajo un marco de relaciones perjudiciales, su impacto será negativo sobre dichas capacidades. Uno es que el desarrollo humano no solo aboga porque las personas dispongan de las capacidades antes mencionadas, sino también porque de éstas emerjan las oportunidades reales para alcanzar sus metas. En otras palabras, se supone que las personas aprovecharán las capacidades, como la educación, la salud y los ingresos, y de ellas surgirán las oportunidades para que las personas concreten lo que consideran valioso para su bienestar y el de los demás. Un segundo aspecto, relacionado con el anterior, es que el desarrollo humano promueve también la remoción de obstáculos que impiden a las personas expandir sus libertades. Dichos obstáculos son con frecuencia producto de la discriminación, la exclusión, o el rechazo de las personas debido a diferencias de género, nacionalidad, etnia, credo o preferencias sexuales, y dan origen a las desigualdades que socavan las posibilidades de acceder en igualdad de condiciones a los beneficios que pueden mejorar sus vidas. El tercer aspecto a comentar se refiere al papel que juega la convivencia dentro del enfoque de la presente investigación. Se asume que la convivencia potencia o inhibe las capacidades de las personas, de tal forma que si la calidad de la convivencia es buena, tendrá un impacto favorable en el fortalecimiento de las capacidades que promueven el desarrollo humano, y si, por el contrario, la convivencia se desarrolla bajo un marco de relaciones perjudiciales, su impacto será negativo sobre dichas capacidades. De esta forma, tal y como se afirma en el INDH, una buena calidad de la convivencia es inherente al desarrollo humano, pues este no puede darse a margen de una convivencia sana o positiva. Aunque la literatura sobre el desarrollo humano es muy amplia, la síntesis anterior ofrece la línea de pensamiento general que acompañó la realización del presente estudio. Básicamente, la investigación sobre la convivencia en los centros de educación secundaria toca el cora- zón de una de las capacidades que promueve el desarrollo humano: la educación. A esta se la concibe como uno de los medios más valiosos para la juventud. Protagonistas de nuestro estudio son pues la población estudiantil de secundaria y todo el personal que se ocupa de ella, así como los centros educativos y el sistema de educación pública costarricense. El elemento fundamental a investigar es la calidad de la convivencia que practica esta población, la que para efectos del presente informe se entenderá como: «las dinámicas sociales que la juventud colegial establece dentro de un marco en el que prevalecen la confianza, la cordialidad y la cooperación, disfrutando de sus derechos y oportunidades en igualdad de condiciones, y sintiéndose parte de su entorno». De esta forma, se asume que formas de convivencia más positivas en el estudiantado potencian las posibilidades de alcanzar los propósitos que orientan el desarrollo humano. No se nos escapa el hecho de que no toda la juventud está inmersa en la educación secundaria. Información proporcionada por el MEP revela que de los 422.493 hombres y mujeres jóvenes con edades para asistir a la secundaria (entre 13 y 17 años) durante el año 2008, se matricularon 300.472 estudiantes, considerando los colegios públicos, privados y subvencionados, lo que representa una tasa neta de escolaridad del 71,1%3 (Cuadro 1). En otras palabras, del total de jóvenes que deberían estar matriculados en los colegios en el 2008, cerca del 29% no lo estaba. Más aún: mientras que el primer nivel de secundaria (sétimo año) cubrió al 80,5% de la juventud que debió estar matriculada, el último (undécimo año) captó tan solo al 34,4%. Esto significa que casi el 20% de la juventud que debió asistir a sétimo año no lo hizo, y que la cifra aumenta a 66% cuando se considera el undécimo año. Este número de estudiantes de secundaria fuera del sistema educativo se nutre de la deserción, que para el 2008 alcanzó una magnitud de 12,1%, siendo de 20,3% en sétimo año y de 4,4% en undécimo4. 3 - Esta estimación se obtiene se obtiene dividiendo la matrícula en un grupo de edad dado (edad oficial que corresponde a ese grupo) para un nivel educativo determinado y la población que corresponde a ese mismo grupo de edad. Ministerio de Educación Pública. Dirección de Planificación Institucional. Departamento de Análisis Estadístico. Boletín 08-0-09. Pgs. 4 y 5. 4 - Cifras suministradas por el Departamento de Estadística del Ministerio de Educación. 14 Cuadro 1 Tasa Neta de Escolaridad en III Ciclo y Educación Diversificada por año cursado Dependencia: Pública, Privada y Subvencionada. Año 2009 Matrícula1 Población2 Tasa Neta Total 300.472 422.493 71,1 Sétimo año Octavo año Noveno año Décimo año Undécimo año 66.877 48.807 39.459 38.709 29.395 83.117 84.160 84.505 85.144 85.567 80,5 58,0 46,7 45,5 34,4 Año cursado 1 - Para 7° se considera solamente la matrícula de 12 y 13 años, en 8° de 13 y 14 años, en 9° de 14 y 15 años, en 10° de 15 y 16 años y en 11° de 16 y 17 años. 2 - Para 7°° se considera la población de 13 años, en 8° de 14 años, en 9° de 15 años, en 10° de 16 años y en 11° de 17 años. Fuentes: Departamento de Análisis Estadístico, Ministerio de Educación Pública. Centro Centroamericano de Población, Estimaciones Agosto, 2008. Estos datos sobre la inclusión de la juventud en la educación secundaria revelan que no toda esta población puede aprovechar las oportunidades educativas ofrecidas por el país y llama a reflexionar sobre el destino de estos miles de jóvenes, hombres y mujeres, que, de manera voluntaria o no, consciente o inconsciente, pierden la oportunidad de incrementar sus capacidades a través de este medio. Incluida o no dentro del sistema educativo, la juventud tendrá siempre un papel trascendental para el futuro del país. Desde el punto de vista personal, tendrán mayores posibilidades de concretar proyectos de vida deseados quienes participen del proceso educativo, lo que a su vez repercute, desde muy tempranas edades, sobre el incremento de las desigualdades. El Equipo Coordinador del INDH es consciente de que la inclusión de estudiantes de secundaria en la investigación no representa fielmente a toda la juventud nacional. Aún así, por ahora, la atención se centra en ellos. El sistema educativo y la convivencia El sistema educativo costarricense está llamado a promover una convivencia de calidad entre la población estudiantil que constituye su razón de ser y objeto de atención. Una muestra de la filosofía que rige el tema de la convivencia en la educación costarricense, se desprende del Consejo Superior de Educación, que en el año 1994 aprobó la Política Educativa Hacia el Siglo XXI, entre cuyas consideraciones encontramos la siguiente: «La Política Educativa, amparada al Marco Jurídico vigente, propicia la búsqueda y concreción de un costarricense del siglo XXI que, consciente de las implicaciones éticas del desarrollo, sea PERSONA con rica vida espiritual, digna, libre y justa; CIUDADANO formado para el ejercicio participativo de la democracia, con identidad nacional, integrado al mundo, capaz de discernir y competir, auto-realizado y capaz de buscar su felicidad; PRODUCTOR para sí mismo y para el país desde el punto de vista de su condición de trabajador, lo que comporta el incremento de sus habilidades, el aprendizaje de destrezas y la búsqueda del conocimiento; SOLIDARIO por experimentar como propias las necesidades de los demás y, en consecuencia, con aptitud para buscar formas de cooperación y concertación entre sectores, velar por la calidad de vida de todos los ciudadanos y de las futuras generaciones, a partir de un desarrollo sustentable, ecológico y socialmente y CAPAZ DE 15 COMUNICARSE CON EL MUNDO DE MANERA INTELIGENTE de tal manera que, a partir de la valoración de lo que lo identifica como costarricense, tome las decisiones que lo relacionen con otras culturas desde un punto de vista de pensador independiente, flexible y crítico, teniendo por guía los derechos y los deberes humanos.» (Consejo Superior de Educación, 1994). La formación como persona justa, participativa, con identidad nacional, integrada al mundo, solidaria, cooperadora, comunicadora, capaz de relacionarse con otras culturas y consciente de los derechos y deberes humanos, entre otros aspectos, denota la formación de un estilo de convivencia que potencia personas sociables, respetuosas de la diversidad y la institucionalidad, así como integradas a la sociedad de la que forman parte. A ello debe agregarse el enfoque concreto que utiliza el MEP para tratar el tema de la convivencia entre sus estudiantes. Sobre esto debe mencionarse que en los colegios del país existen normas de convivencia aplicables al comportamiento diario de las personas que participan en el sistema educativo: estudiantes, docentes, administrativos, directores, orientadores, etc. Generalmente, estas normas toman la forma de reglamentos, en los que se estipulan los deberes y derechos de quienes participan, para regular aspectos académicos y conductuales, entre otros. Sin pretender realizar un análisis de dichos instrumentos de regulación, resulta evidente que su contenido guarda relación directa con la convivencia que desarrolla el estudiantado dentro y fuera de los colegios. No obstante, para el sistema educativo costarricense el tema de la convivencia trasciende los reglamentos y se incorpora como un fin del proceso educativo al que está sujeta la población estudiantil. Lo anterior se corrobora en uno de los esfuerzos más recientes liderados por el MEP para mejorar la calidad del sistema educativo costarricense, a través del denominado «Proyecto de Ética, Estética y Ciudadanía». Dicho proyecto contempló la elaboración de nuevos programas de estudio para las asignaturas de Educación 16 Cívica, Artes Plásticas, Educación Musical, Educación Física, Artes Industriales y Educación para el Hogar. Se dice que este esfuerzo guarda una relación directa con la convivencia, pues implicó la modificación de los programas de estudio para que las materias permitieran canalizar esfuerzos hacia una convivencia de mayor calidad, mediante el aprendizaje de reglas, el respeto, el estímulo a la excelencia, la comprensión de las diversas capacidades y gustos y, en especial, el disfrute del compañerismo. Esta iniciativa, que es apoyada por el PNUD, UNICEF y UNESCO, inició en el año 2006 y dio sus primeros frutos en el 2009, con la publicación de los primeros tres programas de estudio. Tal y como lo afirma el Ministro Leonardo Garnier en la presentación de estos documentos, la convivencia es el fin último de esta nueva iniciativa: «No podemos educar ni en los valores inmutables de los conservadores ni en la cómoda ambigüedad de los relativistas, sino en la búsqueda de qué es lo que nos permite vivir juntos, con respeto, con simpatía, con solidaridad, con afecto; reconociéndonos y aceptándonos en nuestra diversidad y entendiendo nuestra responsabilidad para la preservación de éste, nuestro único entorno natural, al que estamos indisolublemente ligados» (MEP, 2009). Más concretamente, luego indica sobre el proyecto: «La propuesta educativa que aquí se expone parte de un referente filosófico sobre el fin último de la educación: la educación es para la vida y la convivencia» (MEP, 2009). La pregunta que surge es ¿qué tienen que ver la ética, la estética y la ciudadanía con la convivencia? La respuesta se desprende de los mismos programas de estudio elaborados para tal fin. Por una parte, la ética implica comprender por qué en determinado contexto se consideran correctas o aceptables ciertas conductas o normas en nuestra relación con otras personas. Por esta razón, la ética es fundamental para contribuir con la convivencia social y política. Entre los principios éticos que funcionan como criterios orientadores de la acción están los principios de igualdad, de justicia, de solidaridad, de reciprocidad, de responsabilidad, de cuidado, de respeto y de cooperación (MEP, 2009). Por otra parte, a diferencia de la ética, la estética no se concibe de manera normativa, pues lo bello es definido por quien lo aprecia o crea, en un contexto determinado. Un elemento central de este enfoque es la aplicación del arte como herramienta de extensión social. Se asume que el arte tiene un impacto en las relaciones sociales, pues durante su enseñanza crea un enlace entre estudiantes y docentes, quienes comparten en un aula abierta y creativa, en la que se estimulan nuevas vías de acercamiento a la realidad de las comunidades y se estimula su sensibilidad para crear ambientes de tolerancia y de solidaridad, en un contexto estéticamente concebido (MEP, 2009). Sobre la relación entre ciudadanía y convivencia, se parte del concepto de ciudadanía en democracia, es decir, de una ciudadanía que reconoce, fundamentalmente, la igualdad de los derechos y deberes de todos y todas, el respeto mutuo y el respeto a las reglas legítimamente establecidas. Quien ejerce la ciudadanía se concibe, idealmente, como una persona comprometida con la democracia. Este compromiso implica considerarla como el mejor sistema para gobernar y dirimir diferencias o conflictos, a tra- vés del engranaje legal e institucional que consolida y permite el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. También significa considerar que en la democracia el gobierno es de las mayorías, pero hay respeto formal y real de estas hacia las minorías y viceversa (MEP, 2009). Se deduce de lo anterior que tanto la ética, como la estética y la ciudadanía, establecen normas que rigen la conducta humana y contribuyen a alimentar positivamente el amplio espectro que conforma la convivencia. Existen otras iniciativas que resaltan la importancia de la convivencia en el sistema educativo costarricense, como la coordinada con la Fundación Omar Dengo (FOD) mediante el «Proyecto Constructores de Democracia», de la que surgieron los manuales de Educación para la Ciudadanía Activa (FOD, 2009), que también contó con el apoyo del PNUD a través del Fondo Fiduciario para la Democracia (UNDEF). Seguidamente se presentan los principales aspectos metodológicos utilizados para esta investigación. 17 III. METODOLOGÍA PARA INVESTIGAR LA CONVIVENCIA A continuación se ofrece una descripción de la metodología utilizada para realizar la ENCOL-08. Se enuncia el objetivo general que guió la investigación, se describe la población de estudiantes tomada en cuenta para la encuesta, el proceso de construcción del cuestionario, la selección de la muestra de estudiantes y, finalmente, las sesiones grupales realizadas. Objetivo y generalidades La investigación tuvo como objetivo general conocer sobre la calidad de la convivencia que desarrolla la población estudiantil de secundaria en los centros educativos, con sus familias y en sus comunidades, para determinar hasta qué punto esta inhibe o fortalece las condiciones que promueven el desarrollo humano. Se considera que dicha información es básica para trazar iniciativas que tiendan a crear, modificar o fortalecer procesos que beneficien a la población estudiantil. Para realizar el estudio se desarrolló una encuesta por muestreo probabilístico en colegios, con cobertura nacional y aplicando un cuestionario auto-administrado a grupos de estudiantes, bajo supervisión de personal calificado. También se realizaron sesiones grupales para profundizar en algunos aspectos relacionados con la convivencia. En la Tabla 1 se presenta una síntesis de la metodología aplicada 18 para realizar la encuesta; los detalles se describen seguidamente. Delimitación de la población estudiantil La población de interés incluyó a estudiantes de colegios diurnos (públicos, privados y subvencionados), hombres y mujeres, nacionales y extranjeros, matriculados únicamente en sétimo y undécimo año. Esta forma de definir la población de interés tuvo ventajas en lo que respecta a simplificar la organización del trabajo de campo y su duración, y también redujo los costos del estudio. Además, debe destacarse que al considerar únicamente estudiantes de primer y último nivel, la estrategia está centrada en analizar si los aspectos relacionados con la convivencia varían con la edad. Si bien es cierto que la estrategia escogida ofrece ventajas, también deben señalarse al menos tres precauciones importantes. En primer lugar, desde el punto de vista del análisis, debe mencionarse que al seleccionar únicamente estudiantes de sétimo y undécimo año, se está dando prioridad a la comparación entre niveles. En otras palabras, el interés está centrado en tabular información para comparar entre sétimos y undécimos. Pese a ello, y aunque no fue lo que se buscó con la encuesta, el interés podría estar dirigido a juntar ambos niveles para Tabla 1 Detalles metodológicos de la Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008, ENCOL-08 Entidades patrocinadoras: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Ministerio de Educación Pública (MEP) Entidad de apoyo: Unidad de Servicios Estadísticos (USES), Escuela de Estadística, Universidad de Costa Rica (trabajo de campo y archivo de datos final). Objetivo general: Conocer sobre la calidad de la convivencia que está desarrollando la población estudiantil de secundaria en los centros educativos para determinar hasta qué punto están inhibiendo o fortaleciendo las aspiraciones que promueve el desarrollo humano en el país. Población de interés: Estudiantes matriculados en sétimo y undécimo año en colegios diurnos (públicos, privados y subvencionados). Prueba piloto: Prueba de cuestionario haciendo 25 entrevistas a un grupo de estudiantes de sétimo año. Tamaño y cobertura: 1.907 entrevistas a estudiantes de secundaria en todo el territorio nacional: comprende 1.022 estudiantes de sétimo y 885 de undécimo. Margen de error: 5 puntos porcentuales para las principales variables de la encuesta. Tipo de muestreo: Muestreo estratificado (colegios públicos y privados) y bietápico. En la primera etapa fueron seleccionados colegios con probabilidad proporcional al tamaño (matrícula inicial) usando selección sistemática. En la segunda etapa fue seleccionado un grupo de sétimo y otro de undécimo en cada colegio seleccionado. Trabajo de campo: Del 29 de setiembre al 10 de octubre del 2008. Recolección de la información: Visitas a los dos grupos seleccionados en cada colegio de la muestra y aplicación de un cuestionario auto-administrado a todos los y las estudiantes presentes. La duración media del llenado del cuestionario varió entre 30 y 40 minutos por grupo. Procesamiento: Los cuestionarios fueron sometidos a un proceso de crítica y codificación, y posteriormente fueron digitados. Esta tarea estuvo a cargo de la USES-Escuela de Estadística. obtener estimaciones totales. Si este fuera el caso la muestra debe ponderarse adecuadamente, aspecto que será abordado más adelante5. Una segunda precaución surge de los problemas de interpretación que pueden resultar de asumir el efecto edad o el efecto cohorte. Habida cuenta del atractivo de comparar los resultados de sétimos con undécimos, y si se quiere, estos a su vez con los de la población adulta (ENCON-08), es preciso entender que, desde un punto de vista práctico, el hacer dichas comparaciones es como poseer una única encuesta de corte transversal que incluyera una muestra de sétimos, una de undécimos y otra de personas adultas. Esto es importante porque durante la interpretación de los resultados los efectos cohorte y edad podrían confundir6. Para ilustrar esto puede tomarse como ejemplo hipotético la satisfacción que experimenta el estudiantado con sus compañeros y compañeras. Podría suponerse, solamente con fines ilustrativos, que al realizar la encuesta, el 80% de los entrevistados en sétimo respondió que sentían mucha satisfacción en sus relaciones, que en undécimos el porcentaje fue de 60% y 5- El archivo de datos contiene una ponderación que proporciona a todos los estudiantes en la muestra iguales probabilidades de haber sido seleccionados, lo que significa que pueden obtenerse estimaciones combinadas para ambos niveles de estudio. 6 - Sobre las dificultades para discriminar entre esos dos efectos, véase el artículo de Hellevik, Ottar (2002) en la bibliografía. 19 que en la población adulta esa magnitud alcanzó 40%. En este caso hipotético, el efecto edad indicaría que, por diferentes motivos, quienes cursan sétimo año sienten más satisfacción con los amigos y amigas, pero que con el transcurrir de los años terminarán sintiendo lo mismo que las personas adultas. Se considera, entonces, que tal comportamiento es parte del ciclo de vida de la persona y que el resultado cambiará con el tiempo. No obstante, el efecto cohorte estaría indicando que, con el paso de los años, la satisfacción con los amigos y amigas aumentará de tal manera que cuando los más jóvenes lleguen a la vida adulta, su satisfacción con amigos y amigas será mayor a la que manifestaron las personas adultas en ese momento. Asumir un efecto edad o de cohorte con una sola encuesta de corte transversal sería un error de interpretación. En el mejor de los casos, para hacerlo, debe poseerse una colección de encuestas y tabular la variable de interés por edad7. Por ejemplo, una encuesta que se realizara cada cinco años podría tabularse por grupos quinquenales de edad para observar la evolución de las variables de interés y, así, tratar de detectar cuál es el efecto más importante8. La tercera precaución a tomar en cuenta está relacionada con las comparaciones entre sétimos y undécimos, pues necesariamente va a ser afectada por la deserción. Esto es importante, pues las respuestas de quienes tienen más edad provienen de un grupo de estudiantes que avanzó cinco años de estudio, se mantuvo en el proceso educativo y, por ello, constituye un grupo más selecto y homogéneo. Lo justo sería, entonces, comparar las respuestas de los y las estudiantes de undécimo con las que brindan en sétimo año, pero incluyendo entre estos últimos únicamente a quienes terminarán la secundaria, aspecto que es imposible de garantizar debido a la deserción. Por esta razón, las comparaciones deben realizarse con los debidos cuidados, tomando en cuenta estas cuestiones que podrían afectarlas. El cuestionario sobre la calidad de la convivencia La siguiente pregunta que surge es: ¿cómo medir la calidad de la convivencia entre estudiantes de secundaria? Para hacerlo se siguió el enfoque conceptual adoptado en el INDH «Convivencia y Desarrollo Humano»9, adaptándolo a la población estudiantil de interés. Para indagar sobre el tema, se estableció que la convivencia hace referencia a las dinámicas sociales que sostiene la población estudiantil y que regulan su vida en sociedad. Estas relaciones incluyen las interacciones individuales o de tú a tú (es decir, las que tienen lugar «viviendo con» o «estando al lado de»), pero también contemplan otras más complejas como las que establecen con su entorno. El reconocimiento de las interacciones sociales es importante pues remite a compartir con otras personas o a vivir experiencias de manera conjunta, en espacios y momentos determinados. Lo que interesó para el estudio fue la calidad de esas interacciones, por lo que fueron establecidas cuatro grandes áreas de interés. Una fue la sociabilidad, es decir, las formas como se relacionan los estudiantes. Otra fue la diversidad, es decir, la aceptación o rechazo de las diferencias identitarias entre los estudiantes. También se incluyó la institucionalidad o su adhesión o afinidad hacia las formas de organizar la vida en una sociedad democrática. Por último, fue tomada en cuenta la afiliación, es decir, los vínculos que establecen los y las estudiantes con el entorno en el que se desarrollan. Esta fue la base para diseñar el cuestionario, que incluyó, para cada una de las cuatro áreas antedichas, una indagación sobre diferentes temas relacionados, como se describe a continuación: 7 - Para consultar sobre este tópico puede leerse el libro de Inglehart citado en la bibliografía. 8 - En este caso aparece otro efecto no menos importante: el efecto tiempo. Este efecto es el resultado de fenómenos sociales, económicos, políticos o de cualquier otra índole que tengan un impacto importante en el fenómeno de estudio. 9 - En el INDH se proporciona una explicación amplia de la revisión literaria que se realizó en temas como anomia, exclusión social, capital social, cohesión social, civilidad y coexistencia, entre otros, para llegar a establecer estas dimensiones. 20 O Sociabilidad P Confianza generalizada e interpersonal P Actitudes hacia la civilidad P Percepción de actitudes hacia la disposición al diálogo P Conflictividad entre pares, con personal administrativo y en el hogar O Diversidad P Actitudes hacia la igualdad de derechos de hombres y mujeres P Actitudes hacia los derechos de personas afrocostarricenses e indígenas P Actitudes hacia los derechos de personas extranjeras, gays y lesbianas P Sentimientos de discriminación O Institucionalidad P Preferencia por el sistema político P Opiniones sobre la democracia P Expectativas estudiantiles hacia el futuro del país P Participación estudiantil P Percepciones sobre el cumplimiento de normas y obligaciones en los centros educativos P Calificación a aspectos relacionados con los centros educativos O Afiliación P Sentimientos de pertenencia a grupos y ámbitos mayores P Sentimientos de protección por parte de personas, grupos y ámbitos mayores El cuestionario incluyó, además, otros temas, como el de las interacciones sociales, donde no solo se incluyen las relaciones que establecen directamente, sino también las que desarrollan a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). El instrumento también contempló un módulo pequeño que exploró la magnitud en que se presentan situaciones que afectan la seguridad dentro de los colegios, en aspectos como las percepciones de inseguridad, la victimización y la presencia de drogas lícitas e ilícitas, así como de armas de fuego. Las características demográficas y sociales, así como algunas autovalora-ciones sobre el desempeño académico y las posibilidades de deserción también formaron parte del instrumento confeccionado. No está de más mencionar que muchas preguntas fueron redactadas indagando sobre las actitudes del estudiantado hacia los diversos atributos que describen la calidad de la convivencia. Se menciona esto porque, si bien es cierto lo que interesa son los comportamientos o prácticas que desarrolla el estudiantado, se sabe que las actitudes son elementos valiosos para la predicción de las conductas. Más concretamente, aunque las actitudes no siempre determinan una conducta específica, ayudan a comprender y anticipar comportamientos asociados con la convivencia. Así por ejemplo, es de esperar que estudiantes con actitudes negativas hacia ciertas opciones o razgos identitarios eviten relacionarse con las personas que las ejercen o poseen y, por el contrario, quienes carezcan de prejuicios no tendrán inconveniente en relacionarse con las demás personas. De igual manera, es de esperar que un estudiante que considere como ineficaces los esfuerzos de su colegio para mejorar los servicios que brinda, posea una motivación menor para participar en ciertos eventos que quienes los conciban más favorablemente. En otras palabras, las actitudes afectan la disposición de las personas para encarar situaciones reales, es decir, que influyen en el comportamiento. No obstante lo anterior, otros temas fueron indagados mediante preguntas que describen hechos, como la participación estudiantil, la resolución de conflictos y la discriminación, entre otros. El cuestionario así construido fue desarrollado inicialmente por el Equipo Coordinador del INDH del PNUD y por el personal de enlace de UNICEF, y fue discutido con las y los funcionarios que destacó el MEP para este fin. De este proceso se obtuvo un primer borrador del instrumento, que fue sometido a prueba con 25 estudiantes de sétimo año durante la primera semana de setiembre del 2008. De ahí surgieron diversas sugerencias que fueron tomadas en cuenta. Posteriormente fue consensuado un cuestionario final de nueve páginas de extensión, incluyendo una de instrucciones. Este cuestionario fue diseñado para que la muestra de estudiantes seleccionada lo completara por su propia cuenta (auto-administrado) en un tiempo de entre 30 y 40 minutos por grupo (ver Anexo). 21 La muestra de estudiantes y recolección de la información Para seleccionar la muestra de estudiantes el Departamento de Estadística del MEP proporcionó un listado de los colegios de secundaria en formato Excel, con la información pertinente para definir el diseño muestral. La información de dicho listado mostró un total de 125.050 estudiantes (90.790 de sétimo y 34.260 de undécimo), después de excluir los colegios nocturnos y aquellos con una matrícula inferior a 20 estudiantes en ambos niveles de estudio10. Es importante anotar que las exclusiones realizadas no tuvieron impacto importante en la encuesta debido a que representan apenas el 1,6% del total de estudiantes en secundaria (Cuadro 2). La ENCOL-08 tuvo cobertura nacional, es decir, incluyó estudiantes de secundaria de todo el país. Para ello se confeccionaron dos estratos estadísticos, uno de colegios públicos y otro de colegios privados, y en cada uno de ellos se seleccionó una muestra bietápica. En la primera etapa de selección se escogieron 27 colegios públicos y 16 privados (un total de 43 colegios en todo el país)11, utilizando PPT (probabilidades proporcionales al tamaño, usando como tamaño la matrícula inicial) y selección sistemática. Posteriormente, en una segunda etapa, para cada colegio en la muestra se escogió al azar un grupo de sétimo y otro de undécimo, lo que produjo una muestra final de 1.022 estudiantes iniciando la secundaria y 885 terminándola (1.907 estudiantes en total) (Cuadro 3). El procedimiento utilizado para seleccionar la muestra de estudiantes implica dos particularidades. La primera es que al seleccionar un grupo de sétimo y otro de undécimo para cada colegio, se está seleccionando un número mayor de estudiantes de undécimo del que debería estar en la muestra. La segunda es que para garantizar una mejor representatividad de estudiantes de la educación privada, se incrementó su número en la muestra. Debido a estas dos particularidades, la muestra final hubo de ponderarse, motivo por el cual el análisis de los datos se realiza con 1.384 estudiantes de sétimo y 522 de undécimo, lo que garantiza una representatividad acorde con la proporcionada por el Departamento de Estadística del MEP (Cuadro 3). Dicho proceso de ponderación es Cuadro 2 Estadísticas para colegios y estudiantes excluidos e incluidos en el marco muestral Número de colegios Promedio de estudiantes por colegio Suma de estudiantes Porcentajes Total Sétimos Undécimos Total 740 740 — 124,5 47,2 — 92.108 34.954 127.062 100 100 100 Total de excluidos Sétimos Undécimos Total 128 128 — 10,3 5,4 — 1.318 694 2.012 1,4 2,0 1,6 Total de incluidos Sétimos Undécimos Total 612 612 — 148,3 56 — 90.790 34.260 125.050 98,6 98,0 98,4 Descripción Fuente: Datos generados a partir del marco muestral suministrado por el Departamento de Estadística del Ministerio de Educación Pública. 10- Los colegios que tienen una matrícula menor 20 estudiantes generalmente se encuentran alejados del centro del país y se corría el riesgo de obtener un número pequeño de entrevistas al visitarlos. 11 - Dos colegios privados se negaron a dar permiso para recolectar la información, por lo que la no respuesta fue de cuatro grupos (dos de sétimo y dos de undécimo). 22 indispensable para disminuir la importancia relativa de los colegios privados y poder realizar las comparaciones por niveles de estudio. También, si se desea, pueden juntarse ambos niveles de estudio para obtener estimaciones de totales. Debe mencionarse que el presente informe excluye tabulaciones entre colegios públicos y privados, pues así fue convenido con el MEP, para evitar estigmatizar actitudes o conductas por tipo de colegio. La recolección de la información fue realizada entre el 29 de setiembre y el 10 de octubre del 2008 por la Unidad de Servicios Estadísticos (USES) de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica. Para ello, un grupo de siete estudiantes universitarios fue debidamente capacitado y visitó los 45 colegios de la muestra en todo el país. Para realizar las entrevistas se contó con el permiso del MEP. Dicho ministerio también facilitó el acceso a los establecimientos de enseñanza mediante una carta de apoyo a la encuesta dirigida a la dirección de cada centro educati- vo. Dada la fecha en que se realizó la encuesta, surgieron algunos problemas para recolectar la información, pues particularmente quienes cursaban undécimo año estaban en proceso de realizar los exámenes de admisión a las universidades públicas. Sin embargo, la información fue finalmente recolectada y solamente dos colegios de la muestra se rehusaron a brindar el permiso para realizar las entrevistas. Para garantizar la calidad de la información durante la recolección de la información en los colegios, se hizo énfasis en que los y las estudiantes no debían anotar su nombre en el cuestionario, que la información era confidencial y que el llenado de los cuestionarios se hacía en forma individual y en silencio. Además, se instruyó al grupo de entrevistadores acerca de cómo proceder si se presentaban dudas o situaciones que alteraran la calidad de la información, como bromas entre estudiantes, responder preguntas en voz alta o falta de concentración. Sobre estos últimos aspectos no se reportaron casos que atentaran contra la calidad de la información recabada. Cuadro 3 Detalles básicos de la muestra ponderada y sin ponderar según tipo de colegio y sexo Tipo de colegio/sexo Muestra ponderada por nivel de estudios y tipo de colegio Muestra sin ponderar Sétimos Undécimos Total Sétimos Undécimos Total 1.022 885 1.907 1.384 523 1.907 Tipo de colegio Público Privado 658 364 563 1.221 322 686 1.256 128 429 94 1.685 222 Sexo Hombre Mujer NR 467 545 10 412 879 463 1.008 10 20 636 735 13 243 273 7 879 1.008 20 Distribución porcentual 100 100 100 100 100 100 Tipo de colegio Público Privado 64,4 35,6 63,6 36,4 64,0 36,0 90,8 9,2 82,2 17,8 88,4 11,6 Sexo Hombre Mujer NR 45,7 53,3 1,0 46,6 52,3 1,1 46,1 52,9 1,0 46,0 53,1 0,9 46,6 52,3 1,3 46,1 52,9 1,0 Número de estudiantes Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) 23 Mientras la información era recolectada en los colegios, la USES de la Escuela de Estadística destacó personal para revisar los cuestionarios llenados, se confeccionó un manual para cerrar las preguntas abiertas y se procedió a establecer el programa de entrada de datos para la digitación. Un 20% de los cuestionarios fue digitado nuevamente para controlar la calidad de la digitación. nes o vacíos que solamente pueden complementarse con información cualitativa para aclarar relaciones o proporcionar explicaciones más amplias de los hechos investigados. Los temas a profundizar durante los talleres cualitativos fueron los siguientes: O Mecanismos existentes en los colegios para resolver conflictos con sus pares, docentes y otros. ¿Cuenta el colegio con mecanismos establecidos para estos casos? ¿Son conocidos estos mecanismos? ¿Los usan? ¿Por qué? ¿De qué forma prefieren resolver sus conflictos y por qué? O Participación dentro del colegio. ¿Cómo se toman las decisiones en el colegio? ¿Qué mecanismos de participación ofrece la institución al cuerpo estudiantil? Aquí fue importante hacer énfasis en el cuerpo docente, pues la relación con ellos fue un poco ambivalente (los valoran muy positivamente en algunos casos y muy negativamente en otros). O Visualización y valoración de la institución familiar. ¿Cuál es su opinión sobre el estado actual de la familia? ¿A qué proyecto de familia aspiran en el futuro? Estos temas se plantean porque, como se verá, la familia es el principal pilar de apoyo e identidad del estudiantado (principalmente la madre), pero es también un espacio que genera conflictos y, dentro de ella, la figura del padre, por ejemplo, no es valorada tanto como la de la madre. Las sesiones grupales12 Las sesiones grupales fueron realizadas durante el año 2009, una vez conocidos los resultados preliminares de la ENCOL-08. Dichas sesiones fueron desarrolladas en marzo, es decir, al inicio del ciclo lectivo de ese año. Tomando en cuenta que durante el 2008 participaron en la encuesta estudiantes de sétimo año, los talleres fueron desarrollados con estudiantes de octavo, con el objetivo de brindarle seguimiento a esta población. Para undécimo año se dio la dificultad de que ya la mayoría no estaría en el colegio por haber obtenido el bachillerato y, por este motivo, se decidió incluir, de todas maneras, a quienes estaban cursando el undécimo año. Por otra parte, también se tuvo el cuidado de incluir únicamente colegios que participaron en la encuesta. Con el afán de limitar el tiempo de trabajo se incluyeron tres: uno público rural, otro público urbano y, adicionalmente, uno privado urbano. En cada uno de ellos se formaron dos grupos, uno con estudiantes de octavo y otro con estudiantes de undécimo, escogiéndose al azar 16 estudiantes en cada nivel (8 hombres y 8 mujeres) en todas las secciones de octavo y de undécimo existentes en cada colegio (96 estudiantes). Para decidir sobre las temáticas a incluir en estas sesiones, se tomaron en consideración los resultados preliminares de la encuesta. Dicha información permitió acercarse a algunas conclusiones importantes, aunque se sabe que el carácter cuantitativo conlleva algunas limitacio- Para introducir los temas, en cada sesión se conversó sobre lo que se entiende por desarrollo humano, convivencia y otros tópicos relacionados. Los talleres fueron desarrollados con una metodología participativa, estableciendo un espacio de confianza y de expresión para quienes participaron. La duración de cada sesión fue de aproximadamente 120 minutos. Los resultados de todo el esfuerzo metodológico realizado (encuesta y sesiones grupales) se muestran a continuación. 12 - El material fue obtenido del Informe de Consultoría presentado por el Lic. Juan Carlos Zamora, citado en la bibliografía. 24 IV. CARACTERÍSTICAS GENERALES Para iniciar, es oportuno dar a conocer algunas características generales de los y las estudiantes. Entre ellas se contemplan las tradicionales socio-demográficas, así como también algunas otras relacionadas con la autovaloración que hacen de su desempeño académico, de las posibilidades de deserción y de sus expectativas y aspiraciones de cara al futuro. persisten en los centros educativos, en los hogares y en la sociedad, actitudes y comportamientos que colocan a las últimas en situación de desventaja con respecto a los varones. Aunque predominan las desigualdades de género en muchos campos de la vida nacional, al menos ambos sexos participan en magnitudes similares en el sistema de educación formal, lo que muestra mayor compromiso con los derechos a la educación de las mujeres. Características sociodemográficas Otro tema relevante para la convivencia es la nacionalidad del conglomerado estudiantil. Estimaciones derivadas de la Encuesta Nacional de Identidades y Convivencia 2007 (ENIC07) y de la ENCON-08 indican que aproximadamente el 7% de la población adulta del país está compuesta por personas extranjeras. Dicha situación se refleja en la población estudiantil, donde magnitudes cercanas al 4% mencionaron una nacionalidad diferente a la costarricense. Se sabe también que entre la población más joven (sétimo año) el 11,1% tiene una madre extranjera y el 12,4% un padre con esa característica. A edades más avanzadas estas magnitudes son menores, (8,7% y 7,1%, respectivamente). Las encuestas anteriormente mencionadas también estimaron que la afluencia de extranjeros es principalmente de nicara- Un primer aspecto a considerar es la composición por sexo de la población estudiantil (Cuadro 4). Aunque la diferencia es pequeña, debe destacarse una proporción mayor de mujeres en ambos niveles educativos (53% y 47% en promedio, para mujeres y hombres, respectivamente). Este resultado constituye una evidencia de la importancia que se otorga en el país a la educación de las mujeres. Sería equivocado, sin embargo, extraer de ello alguna conclusión acerca de la existencia de una igualdad real entre ambos sexos, pues como se verá más adelante, 25 Cuadro 4 Características generales de estudiantes de colegio según nivel de educación Características Sétimos Undécimos Diferencia Total 100 100 — Sexo Hombre Mujer 46,4 53,6 47,1 52,9 0,7 -0,7 Nacionalidad Costarricense Extranjeros 94,9 5,1 96,9 3,1 2,0 -2,0 Nacionalidad de la madre Costarricense Extranjeros 88,9 11,1 92,9 7,1 4,0 -4,0 Nacionalidad del padre Costarricense Extranjeros 87,6 12,4 91,3 8,7 3,7 -3,7 Convivencia en el hogar con …mama y papá …mamá y sin papá …otros arreglos 69,6 24,7 5,7 67,6 25,3 7,1 -2,0 0,6 1,4 68,1 8,8 14,6 5,6 2,9 67,9 7,3 13,6 3,6 7,5 -0,2 -1,5 -1,0 -2,0 4,6 Realiza algún trabajo pagado o sin que le paguen Sí No 10,2 89,8 18,5 81,5 8,3 -8,3 El ingreso familiar… Tienen grandes dificultades Tienen dificultades Sin grandes dificultades Pueden ahorrar 5,6 12,1 41,4 40,9 5,7 22,3 42,3 29,6 0,1 10,2 0,9 -11,3 Persona que asiste a reuniones del colegio Su mama Su papa Ambos Otro miembro del hogar Nadie 1 1- Para el cálculo no son tomados en cuenta quienes no tienen mamá o papá. Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) güenses, quienes constituyen tres cuartas partes de la población inmigrante en el país. Como se verá más adelante, los estereotipos que circulan sobre esta y otras poblaciones extranjeras, también tienen efectos sobre las dinámicas entre la población colegial. La presencia o ausencia en el hogar del padre y de la madre fue otro aspecto indagado. Desde la perspectiva que aquí interesa, dicha 26 presencia asegura más apoyo al proceso educativo de los y las jóvenes, particularmente cuando no recae solamente en uno de ellos. Sin embargo, se sabe que uno de los roles sociales que generalmente ejercen exclusivamente las mujeres, es el cuido y la educación de sus hijos e hijas. Los resultados sobre esta temática muestran que prácticamente el 70% de quienes cursan sétimo y undécimo conviven en el hogar con sus progenitores y que aproximadamente en una cuarta parte de los hogares el padre está ausente. Otros arreglos familiares, donde no está la madre pero sí el padre o donde los jóvenes conviven con otros familiares, es de aproximadamente el 6%. Un síntoma del papel desigual que desarrollan padres y madres en el proceso educativo de sus hijos e hijas se obtiene al preguntar por la persona que asiste regularmente a las reuniones del colegio. Sobre esto, aproximadamente el 68% en ambos niveles respondió que era su mamá, y solamente el 8% dijo que era el padre. Además, el 14% respondió que lo hacen ambos. Es claro que la asistencia a las reuniones no es evidencia suficiente para afirmar que las madres participan más en la educación de sus hijos, no obstante constituye un indicador de peso. Otro aspecto fundamental en la juventud que cursa la secundaria es su dedicación exclusiva al estudio, aunque ello no elimina la posibilidad de realizar otras actividades que contribuyan al desarrollo de sus capacidades. Se considera que esta etapa educativa es una preparación para proseguir estudios universitarios o insertarse en el mercado laboral. Concretamente, la asistencia a los centros educativos de secundaria no es compatible con la actividad laboral, pues se supone que el tiempo invertido en estas actividades, lucrativas o no, resta posibilidades de éxito en la educación formal. Es de esperar además que, tratándose de personas jóvenes y sin capacitación suficiente, se verán expuestos a condiciones laborales poco propicias para su bienestar. Al preguntar si, además de estudiar realizan algún tipo de trabajo pagado o no, el 10% en sétimo y el 18,5% en undécimo respondió afirmativamente. Tabulaciones obtenidas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), muestran que 1,9% de los estudiantes que asisten al colegio con edades entre 13 y 14 años, trabaja, en tanto la cifra es de 4,6% entre los 15 y 17 años. Es probable que la mayor magnitud reportada por la ENCOL-08 se explique porque, como pudo corroborarse, algunos estudiantes incluyeron como trabajo las labores del hogar o el cuido de hermanos o hermanas menores, aspectos que lamentablemente aún no son considerados como trabajo dentro de la definición formal aplicada por el INEC. Independientemente de cuál estimación es la válida, debe tomarse en cuenta que en el país el Código de la Niñez y la Adolescencia prohíbe el trabajo antes de los 15 años (Código de la Niñez y la Adolescencia); después de esa edad es permitido siempre y cuando se cuente con un permiso laboral y no haya riesgo para la salud física, mental y emocional de los y las jóvenes, ni perjudique su asistencia regular al centro educativo (Código de la Niñez y la Adolescencia). Resulta evidente que, a pesar de las diferencias encontradas entre la ENCOL-08 y la EHPM, la situación económica de los hogares obliga a una pequeña parte de la población estudiantil a recurrir al trabajo para contribuir con el sustento del hogar. Por esta razón no es de extrañar que casi el 6% de la población estudiantil admita que su familia tiene grandes dificultades con el ingreso familiar mensual que reciben. Autovaloración del desempeño y de posibilidades de deserción Otro aspecto de interés es la autovaloración que los y las jóvenes hacen de su desempeño académico y, también, de las posibilidades de deserción que consideran enfrentar. Para abordar el primer tema se preguntó: «¿Cómo se autocalificaría Usted mismo(a) en sus estudios?». Las respuestas son positivas, pues la mayoría (67,7% en sétimos y 73,5% en undécimos) consideró como bueno, muy bueno o excelente su desempeño. Por el contrario, menos del 6% respondió negativamente sobre lo mismo (Cuadro 5). Este resultado es importante, pues es de esperar que la autoimagen positiva sobre el propio desempeño académico sea un estímulo para prosperar en el proceso educativo. Es útil contrastar estos datos con los disponibles sobre la deserción. Sobre las posibilidades de abandonar los estudios, aproximadamente el 63% en ambos niveles afirmó que no lo hará. No obstante, existe un grupo de muy alto riesgo, pues 6,4% en sétimo y 1,8% en undécimo respondió que las posibilidades son altas o muy altas. Si se suman quienes dijeron tener posibilidades regulares, altas y muy altas, las cifras de riesgo alcanzan 16,9% en sétimos y 7,5% en undécimo, es decir, 27 porcentajes más cercanos a lo ocurrido con la deserción colegial en el 2008, cuando fue de 20,3% en sétimos y de 4,4% en undécimos. Un tema que llama la atención es que aún cursando el último año de estudios, el 7,5% perciba posibilidades importantes de abandonar los estudios. go de abandonar sus estudios, en tanto la cifra es tres veces mayor entre quienes tienen grandes dificultades económicas (51,0%). Para undécimo estas magnitudes son de 3,7% entre quienes tienen una situación económica favorable y de 21,9% para quienes tienen una desfavorable (seis veces mayor). Como es de suponer, la situación económica que reportan los y las estudiantes en sus hogares constituye un factor influyente en la percepción sobre las posibilidades de deserción de los estudios. Tabulaciones adicionales mostraron que el 17,3% de quienes en sétimo año tienen una condición económica favorable en sus hogares también expresaron tener alto ries- Información que ofreceremos más adelante revela que otro motivo para abandonar el colegio es la violencia13. Los resultados de este estudio muestran que el 17% de quienes cursan sétimo año respondieron que tienen posibilidades altas o muy altas de abandonar los estudios por la violencia en su colegio, cifra que resultó de 6,3% en undécimos. Cuadro 5 Autocalificación académica y posibilidades de abandonar los estudios según nivel (distribuciones porcentuales) Variables Sétimos Undécimos Diferencia Total 100 100 — Autocalificación en los estudios Pésimo Muy malo Malo Regular Bueno Muy bueno Excelente 1,6 1,3 3,0 26,4 35,7 18,3 13,8 0,6 0,8 1,5 23,6 41,8 24,8 7,0 -1,0 -0,5 -1,4 -2,8 6,1 6,5 -6,8 Resumen Pésimo+malo+muy malo Regular Bueno+muy bueno+excelente 5,9 26,4 67,7 2,9 23,6 73,5 -3,0 -2,8 5,8 Posibilidades de abandonar el estudio No va a salir Muy bajas Bajas Regulares Altas Muy altas 61,2 12,7 9,1 10,5 3,6 2,8 65,8 16,4 10,2 5,8 0,8 1,0 4,6 3,7 1,1 -4,7 -2,9 -1,8 Resumen No va a salir Bajas+muy bajas Regulares Altas+muy altas 61,2 21,9 10,5 6,4 65,8 26,6 5,8 1,7 4,6 4,8 -4,7 -4,7 Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) 13- Esta información se desprende de la sección relacionada con el entorno colegial, cuando se preguntó sobre las percepciones de inseguridad y las posibilidades de abandonar los estudios por ese motivo. La información se encuentra en el Gráfico 22. 28 De lo anterior es claro que ya a estas edades cierta parte de la juventud colegial experimenta la desigualdad de oportunidades que le depara la situación económica que vive su familia y la violencia que experimentan en sus colegios. En lo que se refiere a la situación económica esta situación es reconocida en las sesiones grupales pues coincidieron en que el principal factor que limita el desarrollo humano es la desigualdad de oportunidades, que ligaron principalmente con la insuficiencia de recursos económicos para acceder a la educación, la vivienda, la salud y la alimentación. Con frecuencia se escuchó lo que una estudiante expresó en los siguientes términos: El desarrollo humano no se da por la falta de oportunidades para llegar a ser alguien; hay gente que tiene menos oportunidades. O como lo argumentaron otros: Hay gente que económicamente no está bien y quiere estudiar, pero no pueden. Se escuchó a menudo la idea que transmitió uno de los participantes: No es el hecho de eliminar la clase baja o la clase alta, sino de dar igualdad de oportunidades. Aún más específicamente, otra persona se refirió al asunto de la siguiente manera: Puede haber muchos chicos que quieren estudiar, pero no tienen cómo comprar los zapatos, los bolsos o cosas así. la situación económica ni el ámbito geográfico de los participantes. Habida cuenta de ellos, era de esperar que la educación, como una capacidad que genera oportunidades en el presente y el futuro, resultara altamente valorada. Así lo confirman los siguientes resultados. Estos argumentos sobre la desigualdad de oportunidades y el acceso a la educación fueron generales, sin importar el nivel educativo, Es importante destacar que aproximadamente tres cuartas partes de la población estudiantil posee una visión del éxito en la vida Aspiraciones estudiantiles Entre las características contempladas, se consideró de importancia examinar la noción de «éxito» que poseen los y las estudiantes de secundaria. Si bien el término es aplicable a lo largo de la vida y no es utilizado exclusivamente para la juventud, también lo es que, por su naturaleza, ejerce mayor influencia sobre las personas que están formándose para el desempeño de las actividades laborales. Se justifica, por tanto, que la juventud se manifieste altamente interesada en el éxito (Campos, 2005). Para abarcar esta temática se preguntó: ¿qué es lo más importante para tener éxito en la vida? Las respuestas muestran que las dos menciones más valoradas son la educación (54,7% en sétimos y 47,4% en undécimos), y ser trabajador (22,4% y 22,9%, respectivamente) (Gráfico 1). ...ya a estas edades cierta parte de la juventud colegial experimenta la desigualdad de oportunidades que le depara la situación económica que vive su familia y la violencia que experimentan en sus colegios. Para abarcar esta temática se preguntó: ¿qué es lo más importante para tener éxito en la vida? Las respuestas muestran que las dos menciones más valoradas son la educación (54,7% en sétimos y 47,4% en undécimos), y ser trabajador (22,4% y 22,9%, respectivamente) 29 acorde con lo que en la práctica están realizando: el estudio y el esfuerzo (ser trabajador). Es positivo que en su opinión no sean otros factores los que lo determinen, tales como pertenecer a una buena clase social y las conexiones o la suerte. De una u otra forma, esta juventud ha interiorizado que está aprendiendo el camino para alcanzar el éxito en la vida y, desde ya, lo ha emprendido. Lo anterior explica por qué graduarse del colegio y de la universidad son las aspiraciones a las que se asigna más importancia (magnitudes superiores a 93% en ambos niveles) (Gráfico 2). Estas pretensiones académicas se ven fortalecidas al asignarle mucha importancia al aprendizaje de otros idiomas (86,7% y 80,7% en sétimos y undécimos, respectivamente). Entre las respuestas obtenidas también resultó importante el anhelo por tener una familia estable (89,5% y 83,8% en sétimos y undécimos, respectivamente). En resumen, las aspiraciones más importantes para los jóvenes de colegio son el fortalecimiento académico y constituir una familia estable. 30 Ganar mucho dinero es una aspiración importante para aproximadamente el 60% de los y las jóvenes entrevistados, lo que resulta de interés pues de alguna manera revela un distanciamiento para un porcentaje importante de la ecuación ideológica «éxito=dinero», recogiendo la idea de que el dinero es un medio y no un fin (Campos, 2005). Otras aspiraciones tienen menor protagonismo. Ser empresario o empresaria, así como tener hijos o hijas, son calificadas como muy importantes en magnitudes que rondan entre el 40 y 50%. El resto de las opciones presenta porcentajes más bajos. Entre ellas cabe observar que solamente el 18% le asigna mucha importancia a trabajar en el sector público costarricense, mientras que la participación en la política solo constituye una aspiración para el 7% del estudiantado. Aunque este último tema no fue abordado directamente en las sesiones grupales, resulta de interés mencionar que cuando se conversó sobre el desarrollo humano, los participantes concordaron, con bastante inconformidad, en que los políticos constituyen una clase que promueve las desigualdades. Por ejemplo, una estudiante de undécimo expresó: No es lo mismo que llegue un presidente al hospital o que llegue cualquiera. Incluso, tal vez sin reflexionar sobre las consecuencias de su supuesta acción, un estudiante afirmó: Si [se hace] un hueco en la calle frente a la Casa Presidencial, lo arreglarían inmediatamente. Además, compartieron la siguiente idea: No van a poner a alguien de un colegio como el de XXX a ser diputado por su educación o como habla, siempre van a existir clases sociales. Estos argumentos muestran que, más que falta de interés por la política, entre los estudiantes prevalece el malestar por sentir que se les niega la posibilidad de disfrutar en igualdad de condiciones de los beneficios a los que otras personas acceden por su rango. En síntesis La revisión de las características de la población estudiantil revela que un porcentaje ligeramente mayor de mujeres participa de la educación secundaria (57 y 43% en promedio, para mujeres y hombres, respectivamente) y que son, principalmente, costarricenses (96% en promedio). Además, aunque la mayoría de estudiantes vive con sus padres, cerca de una cuarta parte no cuentan con la presencia del padre, lo que recarga los esfuerzos del cuido y educación de sus hijos en las madres. También se encontró que el 6% afirma tener grandes dificultades en el hogar con el ingreso mensual que recibe su familia, por lo que es de esperar que una magnitud de estudiantes alterne sus estudios con el trabajo, principalmente en undécimos años. Por otra parte, el estudiantado valora favorablemente su desempeño académico, pues magnitudes superiores al 65% en ambos niveles así lo indicaron. No obstante, también se detecta un grupo que percibe posibilidades regulares, altas o muy altas, de abandonar los estudios, incluso entre quienes ya están finalizando su educación secundaria (4,5% en undécimo año). Esta problemática de acceso a los estudios es ampliamente reconocida por el estudiantado y tanto la situación económica de las familias como el temor que experimentan por la violencia en los colegios, contribuyen a ello. Una de las metas más anheladas por los y las estudiantes es graduarse del colegio y de una universidad; sin embargo, también es un anhelo importante tener una familia estable. Esto es consecuente con la visión de éxito que manifestaron, pues al respecto la educación y ser trabajador fueron los elementos más mencionados para alcanzarlo. Bajo este panorama general es que se desarrolla la convivencia entre estudiantes de colegio. Ahora es necesario considerar algunos aspectos de las interacciones sociales en la juventud colegial. Esto permitirá conocer el tipo de relaciones más frecuentes y el papel que en ellas tienen diferentes actores. 31 V. INTERACCIONES SOCIALES DE LA POBLACIÓN ESTUDIANTIL En la vida cotidiana, tanto en el hogar y el colegio como en los espacios públicos, el estudiantado interactúa constantemente con diferentes personas. Además, actualmente también establece relaciones mediante las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC), entre otros medios, por la Internet y los teléfonos celulares. En esta sección se consideran las relaciones que mantienen los y las estudiantes con las personas que los rodean, los lugares públicos que visitan y el uso de las TIC como mecanismo para establecer y mantener relaciones sociales. Satisfacción con las relaciones Para abordar la satisfacción en las relaciones sociales se preguntó a los y las estudiantes con quiénes tienen buenas o muy buenas relaciones en su diario vivir. Los resultados muestran que la persona con quienes las y los encuestados mantienen mejores relaciones es con la mamá, principalmente entre quienes cursan el sétimo año (92,1% en sétimos y 85,8% en undécimos) (Gráfico 3). En cambio, con el papá tienen relaciones menos satisfactorias, 32 particularmente quienes cursan undécimo año (81,9% en sétimos y 66,4% en undécimos). Entre las posibles explicaciones para una diferencia de esta magnitud se puede considerar el hecho de que son, generalmente, las madres quienes habitan con sus hijos, pues como ya se mencionó, cerca de una cuarta parte de los y las jóvenes no viven con sus padres. Por otro lado, llama la atención que la relación con la madre, pero particularmente con el padre, sea mejor calificada por quienes tienen menos edad, tanto así que la diferencia de puntos porcentuales entre sétimos y undécimos es la más alta entre todas las personas consideradas (-15,5). La encuesta no ofrece una explicación para esto, pero puede mencionarse el hecho de que quienes tienen menos edad están apenas iniciando su juventud, mientras que quienes cursan undécimo están plenamente inmersos en ella. Esto tiene diferentes implicaciones en la relación con el padre, pues es de esperar que, especialmente, quienes tienen más edad, hombres o mujeres, también deseen más libertades para llevar sus relaciones sociales, generándose mayores tensiones con el padre. Durante las sesiones grupales se hizo evidente que la población estudiantil experimenta en sus hogares falta de apoyo y de espacios de formación sana, particularmente cuando se trata de educación sexual. Aunque sobre esto se volverá cuando se aborde el tema de la conflictividad, es importante mencionar aquí que, generalmente, cuando surgieron quejas fueron contra el padre, como lo ilustran varios estudiantes: A veces a algunos papás no les importa lo que uno haga, a veces los papás dan mal ejemplo. Sin embargo, acerca de la relación con el padre no solo expresaron quejas sino también el deseo y la necesidad de establecer relaciones más cercanas: Yo digo que el padre tiene que tener comunicación con sus hijos, ya que si no lo hace los perjudicados son los hijos. Contra las madres no se produjeron estos reclamos, pues ellas son visualizadas principalmente como personas de confianza, si bien algunas estudiantes anotaron que a las madres no les gusta abordar temas de sexualidad. cente existen buenas relaciones (casi 80%) y con compañeros del colegio. Sobre esto último, en undécimo año manifiestan mejores relaciones con sus pares (84,4%) que en sétimo (74,9%), lo que probablemente se explique porque quienes tienen mayor edad también tienen más años de compartir en el colegio. Con las personas adultas del vecindario las relaciones son aceptables, pero es con este grupo con quienes los y las estudiantes expresaron tener las relaciones menos satisfactorias. Esto puede explicarse por la limitada comunicación con estas personas, o bien a la censura y estigmatización de las conductas juveniles por parte de las personas adultas. Por otra parte, las relaciones con hermanos y hermanas son aceptables (aproximadamente 82% dice que son buenas o muy buenas), así como con las personas de su misma edad fuera del colegio (82%). Incluso, con el cuerpo do- Espacios de encuentro La temática de las relaciones será retomada más adelante, circunscribiéndonos aquí a la alta interacción de la población estudiantil, dentro y fuera de los colegios, tomando en cuenta algunos atributos que serán considerados a continuación. Una perspectiva interesante sobre las interacciones sociales de los y las estudiantes la proporciona la concurrencia a diversos espa- 33 34 cios de encuentro (Gráfico 4). De las actividades indagadas, la más frecuentemente mencionada es la participación en actividades con familiares, con magnitudes del 90% que reportan lo hacen regular u ocasionalmente. Las visitas a piscinas, plazas y zonas de deporte también son frecuentes (84% o más), así como a playas, montañas o ríos (aproximadamente 87%) y la participación en desfiles o actividades patrias, propias de la edad colegial (cerca del 85% asiste). Los centros comerciales se perfilan como un espacio de encuentro concurrido (aproximadamente 87%), de modo que puede afirmarse que la cantidad de espacios a los que acuden en secundaria es grande y variada. Entre las actividades indagadas, la visita a teatros o a museos es la menos frecuente (46,3% en sétimo año y 53,8% en undécimo). nidades de esparcimiento y de contacto con otras personas. Las cifras anteriores dan pie a un par de comentarios. El primero es que al comparar estos resultados con los obtenidos entre la población adulta, corroboramos su similitud. Como consecuencia, y a esto se refiere el segundo comentario, ello demuestra que la demanda por espacios de encuentro es importante. Además, tanto jóvenes como personas adultas confirman la necesidad de espacios que ofrezcan oportu- El panorama cambia cuando se hace referencia a las actividades con miembros del hogar. Aunque conversar, compartir, salir y jugar son las actividades más mencionadas, lo hacen en magnitudes menores (aproximadamente 68% en ambos niveles). Ver televisión o películas se convierte en una actividad importante, pues es practicada por el 40,4% en sétimo año y el 48,9% en undécimo. Como complemento a la información sobre interacciones se preguntó por las actividades de entretenimiento o pasatiempo que realizan en diferentes ámbitos (Cuadro 6). La pregunta fue abierta y se permitían dos respuestas. Los resultados muestran que las actividades más practicadas con compañeros y compañeras de colegio son conversar, compartir, salir, hacer fiestas y jugar. Esto lo hace la totalidad de estudiantes de undécimo y la mayoría de sétimo. El resultado es previsible y confirma una vez más la alta interacción que practica la juventud colegial. Otra de las actividades frecuentes es la práctica de deportes (41,7% en sétimos y 31,9% en undécimos). Cuadro 6 Actividades de entretenimiento o pasatiempo que realiza en diferentes ámbitos según nivel de estudios (porcentajes de respuesta múltiple sobre dos menciones) Actividades Con compañeros(as) de colegio Séti- Undé- Difemos cimos rencia Conversar, compartir, salir, jugar 95,0 Deportes varios 41,7 Estudiar, leer, tareas, trabajos 15,4 Escuchar música, ir a conciertos, bailar 8,8 Labores del hogar 4,3 Computadora, internet, chats, blogs, foros 6,0 Jugar video juegos 4,1 Ver TV, películas 1,5 Practicar música, arte, canto 1,5 Descansar, estar en familia 0,5 100,0 31,9 9,3 13,5 8,7 2,1 4,8 5,3 0,9 0,4 5,0 -9,8 -6,1 4,7 4,4 -3,9 0,8 3,7 -0,7 -0,1 Con miembros del hogar Cuando está solo en su tiempo libre Séti- Undé- Difemos cimos rencia Séti- Undé- Difemos cimos rencia 69,3 29,4 3,1 12,6 6,1 3,2 11,0 40,4 2,1 5,6 — 41,1 15,6 31,3 2,6 14,4 18,5 39,0 5,5 4,1 66,8 23,4 1,6 16,3 11,5 2,4 9,8 48,9 1,8 5,7 -2,5 -6,0 -1,5 3,7 5,4 -0,9 -1,2 8,5 -0,2 0,2 — 34,4 13,5 45,4 2,5 14,0 12,1 36,4 9,2 5,3 — -6,7 -2,1 14,1 -0,1 -0,4 -6,4 -2,5 3,7 1,2 Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) En cuanto al empleo del tiempo libre, la indagación revela que las actividades son diversas. Una importante en sétimo año, es practicar deportes (41,1%); para undécimos, escuchar música (45,4%). En ambas existe una alta posibilidad de compartir con otros jóvenes de sus edades. Otras actividades mencionadas fueron jugar video juegos (18,5% en sétimos y 21,1% undécimos) o estar con la computadora, usar la Internet, participar en chats, blogs o foros (14%). Información tabulada adicionalmente muestra que existen diferencias importantes en las actividades que practican si se toma en cuenta el sexo. Al calcular los promedios de sétimo y de undécimo para hombres y mujeres por separado, se encontró -para mencionar tan solo las diferencias más significativas- que actividades como conversar, compartir, salir a fiestas y jugar, son prácticas que realizan todas las mujeres y tres cuartas partes de los varones. Por el contrario, practicar deportes es una actividad más mencionada por los varones (cerca del 63%) que por las mujeres (17%). Si se trata de las actividades realizadas con otros miembros del núcleo familiar, las mujeres mencionan conversar, compartir, salir o jugar (77% en promedio), un porcentaje más alto que el de los varones (58,5%). Los deportes, nuevamente, son más mencionados por los hombres (42%) que por las mujeres (15,2%). Durante el tiempo li- bre, cuando están solos, ver televisión o películas es preferido por ellas (48,6%) más que por ellos (26,9%), en tanto los video juegos son más frecuentados por los hombres (32,5%) que por las mujeres (3,1%). Como se observa, estos resultados evidencian diferencias de género relevantes. Es necesario mencionar que algunas de estas diferencias acaso puedan explicarse por las dificultades de las mujeres para acceder a espacios deportivos o la discriminación que ellas pueden experimentar cuando hacen deporte y a la existencia de menores estímulos para que ellas los practiquen. Las relaciones sociales a través de las TIC Una nueva modalidad de interacción social se desarrolla por medio de las TIC, particularmente por la Internet y los teléfonos celulares. Por esta razón, la encuesta incluyó algunas preguntas básicas sobre el uso de estos medios. Los resultados revelan que un contingente importante de estudiantes posee al menos una computadora en su casa (55,0% en sétimos y 68,1% en undécimos), y que magnitudes similares usan la Internet (51,0 y 67,2%, respectivamente) (Gráfico 5). Esto no significa que todas 35 las viviendas de la población estudiantil que poseen computadora también tengan conexión a Internet, pues solamente el 27,2% posee esta facilidad en su casa. De esto se deduce que un número importante de estudiantes recurre a espacios como los «café internet» y al mismo colegio, entre otros, para conectarse a la Red. En cuanto a los teléfonos celulares, el 34,4% de quienes tienen menor edad lo poseen, incrementándose la cifra a 55,7% entre quienes tienen más edad. Con respecto al uso de la Internet y del teléfono celular, existen algunas diferencias de género que conviene examinar. Mientras el uso de la Internet es casi igual entre hombres y mujeres (57,2 y 54,4%, respectivamente), el del celular es mayor entre mujeres que entre hombres (42,6 y 37,4%, respectivamente). Además, su uso entre los estudiantes costarricenses es mayor que entre los extranjeros para ambos medios de comunicación (para Internet las magnitudes son de 56,1% en costarricenses y 48,6% en extranjeros, y para celular son 40,4% y 34,6%, respectivamente). No obstante, la característica que produce mayores diferencias, como es de esperar, es la situación económica familiar que reportan en sus hogares. Mientras el uso de la Internet alcanza el 26,8% de quienes manifiestan tener grandes problemas eco- 36 nómicos, la cifra se eleva a 67,7% entre quienes tienen una situación económica favorable. Algo similar ocurre con la posesión de teléfono celular (24,9% y 51,6%, respectivamente). Tales diferencias revelan que existe una brecha digital importante entre estudiantes de secundaria, particularmente por razones socioeconómicas. Tomando en cuenta esta brecha, una tabulación adicional, de carácter general, corrobora las posibilidades de establecer relaciones sociales por dichos medios, al estimarse que, en promedio para ambos niveles de estudio, el 67,2% de los y las estudiantes utiliza la Internet, el celular o ambos medios para comunicarse, y que el restante (32,8%) no lo hace. Sería conveniente conocer en qué magnitud son utilizadas las TIC para establecer relaciones sociales. Aunque la encuesta no indagó sobre esta temática, existe un estudio ejecutado en el año 2007 por el Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (PROSIC), de la Universidad de Costa Rica, que proporciona un panorama sumamente amplio sobre esta y otras temáticas entre estudiantes de secundaria. Del estudio en mención se obtiene que el uso del «chat», entendido como la existencia de salas virtuales de conversación, es uno de los mecanismos más empleados para relacionarse virtualmente, ya que el 50,8% lo utiliza muy frecuentemente. Tal y como se establece en el estudio «El uso del chat representa una manera de enviar y recibir mensajes que hace de la práctica de escribir y leer un proceso simultáneo de charla virtual e interactiva con otros usuarios, razón por la cual constituye una de las revoluciones más importantes de los medios de comunicación tecnológicos» (Cuevas y Alvarez, 2009; p. 139). El «Messenger», que es un complemento de los «chat», también es de uso frecuente entre estudiantes, pues el 52,0% lo utilizan. Las llamadas por la Internet (12,4%), los foros de discusión (5,9%) y los «blogs» o sitios Web que recopilan textos (8,2%), son medios virtuales utilizados con menor frecuencia. Sobre los teléfonos celulares, el estudio de PROSIC muestra que su uso está principalmente destinado a realizar y recibir llamadas de familiares y de amigos o amigas, así como para utilizar la mensajería instantánea (SMS), es decir, para enviar y recibir mensajes de texto. Estos usos los realiza aproximadamente el 83% del estudiantado (Cuevas y Alvarez, 2009, p. 142-143). De los resultados anteriores se desprende que la Internet y los celulares, pese a su desarrollo relativamente reciente, son tecnologías ampliamente utilizadas por la juventud colegial. Cuando acceden a ellas, las utilizan intensivamente y amplían así el horizonte de sus relaciones sociales a los espacios virtuales. Esto supone una serie de beneficios para la pobla- ción estudiantil, que adaptándose a las nuevas tecnologías adquiere también nuevas habilidades de comunicación. En el mejor de los casos dichas interacciones, como cualesquiera otras, deben ser supervisadas por sus padres y madres. En síntesis Los resultados obtenidos muestran altos niveles de interacción de la población colegial con diferentes personas y en diferentes espacios. Predominan, por una parte, las buenas relaciones con la mayoría de personas que los rodean, particularmente con la madre y menos intensamente con el padre. En general, también mantienen buenas relaciones con compañeros, compañeras y cuerpo docente. Por otra parte, manifiestan una alta disposición a establecer relaciones en diferentes ámbitos, principalmente con la familia, así como también en múltiples espacios de encuentro público. Además, desarrollan intensas interacciones en los centros educativos. Aunque hombres y mujeres realicen actividades diferentes, los colegios son un espacio de convivencia de incuestionable importancia. Por otro lado, el empleo de las TIC abre puertas para que las interacciones se intensifiquen por medio de la Internet y de la telefonía celular. La pregunta que surge es ¿bajo qué parámetros de calidad se desarrolla esta convivencia? Específicamente, y para seguir con algo más concreto ¿cuán sociables son los y las estudiantes de colegio? Ello nos lleva a indagar sobre diferentes aspectos relacionados con la sociabilidad. 37 VI. SOCIABILIDAD La sociabilidad es entendida aquí como una característica o atributo que denota el acercamiento entre estudiantes con sus pares y con otras personas, examinando características como la confianza, la civilidad, la solidaridad, la disposición al diálogo y la conflictividad. ¿Cómo se manifiestan estas características en las relaciones que sostiene la población colegial? En resumen, en esta sección examinamos la medida en que los y las estudiantes gustan del trato y las relaciones con los demás. 38 Confianza interpersonal Para abordar el tema de la confianza se preguntó: «¿Cree que la mayoría de la gente se aprovecharía de Usted si se le presenta la oportunidad o tratarían de ser justos con Usted?». Las respuestas indican que la expectativa por relaciones de confianza es pobre, pues en promedio, en ambos niveles de estudio, solamente el 27% consideró que la gente trataría de ser justa (Gráfico 6). La desconfianza que revelan las respuestas «se aprovecharían si pudieran» es mayor en undécimo (31,6% en sétimos y 43,5% en undécimos). Incluso podría interpretarse que la población colegial tiene dudas profundas sobre la confianza, ya que más del 30% así lo sugiere con la respuesta «no sabe o no responde». En la encuesta a personas adultas, una cuarta parte manifestó que esperaría un trato justo y cerca del 64% respondió que las personas se aprovecharían. Así pues, a la luz de esta pregunta parece claro que las relaciones sociales desarrolladas tanto por personas jóvenes como por las adultas tienen un componente de desconfianza. Cabe señalar también que este rasgo resulta más claro y definido entre los adultos que entre los jóvenes. No obstante, la interpretación de estas respuestas debe hacerse bajo la perspectiva de la pregunta realizada, toda vez que preguntar por «la mayoría de la gente», lleva a pensar en diversas posibilidades, protagonistas y causas, que podrían explicar las respuestas (la inseguridad ciudadana, las personas desconocidas, etc.). Por esta razón se impone ser cautos en cuanto a que las respuestas revelan una desconfianza generalizada. Para esclarecer el punto se realizó una pregunta adicional sobre la confianza que sienten los y las estudiantes frente a diversas personas. Esta indagación muestra que la población colegial siente mucha confianza en la familia (supera niveles de 70%), siendo en sétimos mayor que en undécimos (Gráfico 7). No obstante, esta cae abruptamente cuando se menciona a cualquier otra persona; por ejemplo, tan solo una cuarta parte respondió que siente mucha confianza hacia los amigos y amigas fuera del colegio, y la confianza disminuye aún más hacia los compañeros y compañeras (17% en promedio). Hacia sus profesores, a pesar haber declarado tener buenas relaciones con ellos y ellas, también es baja, pues solamente el 21,9% de quienes están en sétimo y el 11,3% en undécimo dijo tenerles mucha confianza (diferencia de -10,6 puntos). Hacia los vecinos, extranjeros y personas desconocidas, es sumamente baja. ...parece claro que las relaciones sociales desarrolladas tanto por personas jóvenes como por las adultas tienen un componente de desconfianza. Así pues, la familia resulta ser el foco fuerte de la confianza, y la misma se hace más difusa conforme se abarcan otros círculos más alejados de la vida cotidiana de los y las estudiantes. Esto último con la salvaguardia de que los y las entrevistados manifestaron tener grupos con quienes comparten en el día a día, pero miran con recelo al resto de sus pares. En las sesiones grupales fue común escuchar... Yo ando con mis amigas y hay personas que se sienten superiores a nosotras y nos hacen sentir mal. Por ello mismo se comparte ampliamente la idea de que: 39 la convivencia en el cole se da nada más entre los que se conocen. Incluso hubo quien los segregó en diferentes grupos sociales: ...También se dan los grupos sociales: los que tienen plata, los que parecen tica linda, están los que hacen «despelote», los «nerdos» y los rechazados. La desconfianza se manifiesta de diversas maneras: Siempre al principio se van a dar roces, porque no nos conocemos y uno primero «enjacha», o bien: Hay roces dentro del cole, porque mucha gente se lleva ley o envidia. La desconfianza es tal que una estudiante de undécimo afirmó: Muchas veces uno se siente mal y llega gente a preguntarle si se siente bien, hay veces que es con buena intención, otras veces es por ir con el chisme. Este resultado sobre la desconfianza es revelador aunque no inesperado. La desconfianza hacia quienes nos rodean se constituye en una estrategia para protegerse. Tabulaciones obtenidas de la ENIC-07 permiten estimar que casi el 70% de padres y madres piden frecuentemente a sus hijos o hijas menores de 18 años no conversar con personas desconocidas. Entre quienes tienen hijos o hijas menores de 10 años solamente el 27,0% permite que sus niñas o niños jueguen frecuentemente en la casa de algún vecino y 30,1% acepta que otros y otras lleguen con igual frecuencia a jugar a la casa. Si fuera posible comparar estos resultados con los que se habrían obtenido de una encuesta 40 realizada, digamos, 40 años atrás, es fácil imaginar que las respuestas serían muy diferentes, aunque por otro lado haya indicios de que la población del país siempre ha experimentado un fuerte sentimiento de desconfianza. Con lo dicho aquí no queremos sugerir que las estrategias de prevención que practican padres y madres sean erradas o que deberían eliminarse, sino que las causas sociales que han dado origen a esas estrategias tienden a obstaculizar una convivencia más sana. Civilidad La encuesta también indagó si las relaciones sociales de la población estudiantil se enmarcan en un ambiente de civilidad, es decir, en un conjunto de buenas prácticas, expresadas con respeto y cortesía hacia las demás personas. El tema se abordó con cuatro preguntas que proponen, de alguna forma, situaciones particulares que se presentan a los y las estudiantes en su diario vivir y reflejan diversas actitudes hacia las buenas costumbres. Los resultados, como se verá, son variados. Se indagó sobre la posibilidad de colarse en una fila para conocer las actitudes hacia el respeto y la cortesía. Aquí se revela que en undécimo año estarían más dispuestos que en sétimo a hacerlo (51,5% y 39,6%, respectivamente) (Gráfico 8). Aunque existe una diferencia entre ambos niveles (11,9 puntos de diferencia), las magnitudes reflejan actitudes poco deseables hacia la civilidad, particularmente entre quienes tienen mayor edad. Entre las personas adultas solamente el 24,1% se manifestó de acuerdo con tal acción, por lo que también hay que tomar en cuenta que, probablemente, las respuestas de los colegiales reflejen un comportamiento transitorio. Sin embargo, tampoco puede descartarse la posibilidad de que estas prácticas perduren en el tiempo. La segunda pregunta fue «¿Ser servicial con todos los compañeros y compañeras es un riesgo porque se aprovechan?». Aunque la redacción de la pregunta invita a concebir de diferentes maneras lo que significa «se aprovechan», se incluyó porque describe relaciones que se desarrollan dentro de un marco de cortesía y amabilidad hacia los pares. Los resultados muestran que el 40,1% de quienes están en sétimo año y el 34,2% en undécimo estuvieron de acuerdo con la aseveración. Esto significa que más de un tercio del estudiantado en secundaria anticipa de sus compañeros o compañeras el abuso o el engaño cuando se es servicial. Aunque la magnitud no es muy alta, la actitud de desconfianza que se desprende de ella es evidente. En las personas adultas la cifra es aún mayor, pues el 62,2% respondió estar de acuerdo con la misma afirmación. Si bien las preguntas no son exactamente comparables (pues en la población colegial se tomó en cuenta a «compañeros y compañeras» mientras que en las personas adultas se consideró a «todas las personas»), cabe la posibilidad de que esta actitud se deteriore conforme se amplía el rango de personas considerado. Por otra parte, la situación que describe la disposición a copiar en un examen para sacar buena nota ilustra el respeto a las reglas y las normas que se aspira en los colegios. Esta acción es más apoyada entre estudiantes de undécimo (37,6%) que de sétimo (20,7%), y las magnitudes reflejan una baja, aunque no insignificante, disposición a hacerlo. Esto podría explicarse porque existe un compromiso real con el estudio o porque los y las estudiantes son conscientes de las consecuencias que traería tal acción en caso de ser sorprendidos por un miembro del cuerpo docente. La última situación, «quedarse callado si le cobran menos en una soda», permite analizar actitudes hacia la honestidad. A diferencia de las otras respuestas, dicha disposición no es ampliamente apoyada y solamente una cuarta parte se manifestó de acuerdo. Este resultado refleja, además, una situación particular de solidaridad hacia las personas que realizan su trabajo diario en este tipo de establecimientos. Entre las personas adultas la magnitud fue todavía menor (16,4%). Pese a la diferencia, es importante observar que existe una baja disposición hacia este tipo de acciones entre colegiales y también entre personas adultas. Debe considerarse que este tipo de preguntas invita a responder bajo los términos de la deseabilidad social, por lo que las magnitudes podrían estar subestimadas. Sin embargo, esta posibilidad fue menor entre estudiantes, pues el ejercicio de completar el cuestionario se llevó a cabo de manera individual. En las personas adultas, con un cuestionario cara a cara, las preguntas fueron realizadas cuando ya se había establecido un ambiente de mayor confianza, por lo que de haberse presentado es de esperar que no fuera tan alto. Disposición al diálogo La entrevista exploró la disposición al diálogo que establece una actitud positiva para intercambiar ideas bajo un esquema de respeto mutuo entre estudiantes. Esto exige conocer, entre otros aspectos, las prácticas de la comunicación efectiva. Para indagar al respecto se exploraron las opiniones sobre las situaciones que perciben u observan los y las estudiantes en su colegio. Por ello, una idea inicial se obtuvo de la calificación del trato que observan entre estudiantes y profesores. Sobre el particular se encontró una opinión aceptable del trato que brindan el profesorado a sus estudiantes (68% así lo manifestó) (Gráfico 9). No obstante, la camaradería entre estudiantes es menor, particularmente entre quienes cursan sétimo año, ya que el trato con sus pares fue calificado como bueno y muy bueno por el 49,0%. Contrario a ello, en undécimo califican mejor sus relaciones (57,6% dijo bueno y muy bueno). Como se verá posteriormente, esto ayuda a explicar por qué en sétimo año se presenta un nivel de conflictividad mayor que 41 ... según el estudiantado, generalmente reciben un buen trato del cuerpo docente, admiten que el ofrecido por ellos y ellas a sus profesores no es igualmente correspondido, y que existen síntomas de relaciones conflictivas, principalmente entre quienes cursan sétimo año. en undécimo. También se tomó en cuenta el trato que brindan quienes estudian a sus profesores, obteniéndose que aproximadamente la mitad lo califica positivamente. Estos resultados brindan un panorama sobre cómo se perciben en los colegios del país, donde, según el estudiantado, el 50% recibe un buen trato del cuerpo docente, admiten que el ofrecido por ellos y ellas a sus profesores no es igualmente correspondido, y que existen síntomas de relaciones conflictivas, principalmente entre quienes cursan sétimo año. Es importante señalar que si bien el trato de docentes hacia estudiantes es percibido de manera más positiva que negativa por el estudiantado, este ve en aquellos una figura que en ocasiones abusa de su poder. Durante las sesiones grupales los estudiantes fueron claros en que existen docentes que los respetan y escuchan, así como otros que no lo hacen y toman decisiones arbitrarias, amparados en su autoridad. El tema será abordado posteriormente, con los resultados sobre la conflictividad interpersonal y el papel que juega el cuerpo docente como mediador en la resolución de esos conflictos. Por otra parte, se abordó el tema de la disposición a comunicarse en caso de conflicto con los pares. Como en el tema anterior, se preguntó 42 por lo que observan en sus colegios de la siguiente manera: «Cuando sus compañeros o compañeras tienen algún conflicto o problema, por lo general ¿conversan y tratan de entenderse?, ¿expresan sus sentimientos mientras conversan?» y otras preguntas relacionadas con el tema. Los resultados evidencian un ambiente medianamente aceptable de disposición a dialogar, pues las respuestas que muestran una comunicación efectiva entre compañeros y compañeras oscilan entre 50% y 70% (Gráfico 10). Una de las situaciones más positivamente percibidas, es que en caso de conflicto los compañeros y compañeras conversan y tratan de entenderse (promedio de 70% dice estar de acuerdo o muy de acuerdo). Igualmente, un porcentaje importante está de acuerdo con que se expresan los sentimientos mientras conversan (promedio de 63% en ambos niveles). No obstante, pareciera que el talón de Aquiles de la comunicación radica en que, en caso de conflicto, hay dificultad para ponerse en la posición de la otra persona (promedio de 50%). Contrario a este resultado obtenido entre estudiantes, en la población adulta del país estas percepciones no están tan difundidas, pues en respuesta a las mismas preguntas las magnitudes oscilaron entre el 40% y el 50%, aproximadamente. Esta situación es bien conocida por los y las estudiantes, quienes en los grupos focales expresaron que: la solución es hablar con esa persona para saber los problemas, o como manifestaron en relación con un problema particular: Yo digo que el problema no fueron las muchachas, el problema fueron los hombres que les metieron chisme, entonces lo que yo digo es que las cosas se resuelven hablando. Conflictividad interpersonal Es de interés conocer el grado en que se presenta la conflictividad interpersonal, pero aún más interesa saber cómo se resuelven los conflictos. Por esta razón, y para abordar el tema, se formuló una pregunta abierta para que los entrevistados mencionaran qué les disgusta que les digan o les hagan sus compañeros y compañeras. Los resultados muestran que el irrespeto es lo que más les disgusta (51,6% entre quienes cursan sétimo año y 39,1% en undécimos). Esto significa que el estudiantado rechaza situaciones de abuso de confianza, burlas, críticas, ofensas, bromas o comentarios ofensivos, así como los tratos discriminatorios (Gráfico 11). Como puede observarse, esto es especialmente claro en edades menores. Otros hechos que causan disgusto son las acciones deshonestas (10,3% en sétimos y 19,2% en undécimos). Estas acciones incluyen las mentiras, la hipocresía, hablar mal a espaldas de la otra persona y los chismes. El resto de menciones presentó magnitudes menores. Relacionado con esto, es necesario mencionar que al iniciar las sesiones grupales se definieron las reglas de conducta que debían prevalecer. Dichas reglas pueden ser visualizadas como lo que gusta y disgusta al estudiantado del trato que reciben, tanto por parte de sus compañeros y compañeras, como de amigos y amigas en general, de sus docentes y de otras personas. Del trato que les gusta recibir mencionaron generalmente, y de primero, el respeto: las menciones de: con respeto, y otras como... sin hipocresía, sin juzgar y con amor, que no nos estén mintiendo y que no se burlen de mis opiniones, ilustran esta situación. No obstante, también evocaron otras relacionadas con la solidaridad, como: que sean solidarios, amigables, con amor, con confianza, con comprensión, con compañerismo, sentirse aceptados y «tuanis». Otras opciones de buen trato que les gusta recibir están centradas en la igualdad de derechos: con igualdad de derechos, que me traten igual que los demás, que me hagan parte del grupo. Y otra tomada en cuenta fue la no discriminación: sin 43 discriminación, que me acepten como soy, sin burlarnos de los demás, con tolerancia, sin humillación, que me traten bien por la forma de ser mía, que tengan una mente abierta, que tomen en cuenta nuestras opiniones, gustos, etc. Entre las formas de trato que no les gusta recibir mencionaron aspectos relacionados con el irrespeto: con ofensas, insultos, gritos, malas intenciones, hipocresía y arrogancia. También rechazan el trato violento: la agresión, que me peguen, las patadas y los golpes. Otra conducta rechazada es el trato discriminatorio: que me hagan sentir menos que las demás personas, que no me tomen en cuenta, que se burlen de mi estatura y de mi apariencia y que me vean con desprecio. Al establecer las reglas de conducta en el taller, fue evidente también que los chismes, entendidos como los comentarios que tienden a indisponer a unas personas con otras, son la mayor causa de disgusto entre el estudiantado. Esta situación la describe una de las estudiantes al decir: No se dan tiempo de conocer a las personas, simplemente hablan por lo que escucharon de otra persona, luego prosigue... si se hace la loca y deja que pase el chisme, la gente dice: ah, tiene razón». Su conclusión es... aquí se expande el chisme en cuestión de treinta segundos. Para complementar este punto, se preguntó sobre la forma en que reaccionan cuando algún 44 compañero o compañera dice o hace algo que los disgusta. Los resultados indican que tornarse violento es una de las reacciones más esperadas (35% aproximadamente en sétimos y undécimos) (Gráfico 12). Se entiende en este contexto que una reacción violenta es gritar, vengarse, mostrar agresión e incluso golpear a la otra persona. No obstante, una magnitud similar indica que trata de conversar sobre el problema. Otra estrategia utilizada para enfrentar situaciones de este tipo es evitar a la otra persona (promedio de 16% en ambos niveles); es decir, admiten que puede enojarse pero evitan compartir y hablar con las personas que causan molestias. En resumen, cerca de una tercera parte admite tener reacciones violentas para enfrentar los desacuerdos, pero son más quienes adoptan otras estrategias. Análisis adicionales mostraron que estas reacciones esperadas guardan relación con la situación económica en sus hogares. Principalmente entre quienes tienen más edad y provienen de hogares con grandes dificultades económicas, es mayor el porcentaje que admite reaccionar con violencia ante las molestias de sus compañeros y compañeras (48,1%), frente al 33,1% quienes manifiestan una situación económica favorable. Por el contrario, tratar de conversar es una práctica más común entre quienes provienen de familias con una situación económica familiar favorable (40,3%) que desfavorable (29,6%). Ambas relaciones también se cumplen entre estudiantes de sétimo, aunque las diferencias son menores. Puede que estas reacciones sean producto de una percepción de discriminación por parte de peronas de niveles socioeconómicos menores. Como se observa, hasta aquí hemos examinado aspectos relativos a la conflictividad en los colegios: el trato que experimentan en la institución, las percepciones sobre la disposición al diálogo entre estudiantes, las reacciones esperadas ante situaciones de disgusto que ocasionan sus pares y las acciones que producen más disgusto. Ahora es preciso indagar más sobre los conflictos y, especialmente, sobre las formas en que los abordan y solucionan. Como en cualquier ámbito en el que se practiquen las relaciones sociales, los conflictos interpersonales están presentes en los colegios. Para ahondar sobre el punto, se preguntó durante la entrevista si alguna vez, durante el presente año, había tenido problemas con algún compañero o compañera. Las respuestas muestran que en sétimo año experimentaron más conflictos con sus compañeros y compañeras (52% promedio de hombres y mujeres) que en undécimo (42% promedio de hombres y mujeres) (Cuadro 7). Un aspecto que caracteriza a quienes han vivido algún conflicto es que, por lo general, los hombres los tienen con hombres y las mujeres con mujeres. Esto se cumple, en promedio, para el 66% de los varones y el 61% de las mujeres. Esta característica se observa con mayor frecuencia en los hombres y las mujeres de sétimo año (71,9% en hombres y 78,2% en mujeres). Una explicación a esta diferencia podría ser que en esa edad las interacciones se desarrollan más con personas del mismo sexo, por lo que los conflictos también se presentan con mayor intensidad de esta manera. En undécimo año las relaciones entre hombres y mujeres se incrementan, por lo que también es de esperar que los conflictos se presenten en mayor proporción con personas del sexo opuesto. Tal y como ya fue comentado, muchos conflictos se originan en la falta de respeto y solidaridad con otras personas. La falta de respeto la ilustra una estudiante de undécimo, quien en una de las sesiones grupales manifestó: A mí me decían [nombre] y todavía me siguen diciendo, y a mí no me gusta. O bien en este otro comentario: Aquí vino una nueva y la empezaron a molestar, le dicen «güeisa», pero ella cae demasiado bien. La falta de solidaridad y respeto se refleja en una situación que motivó a la reflexión de un grupo de undécimo, donde uno de los jóvenes presentes recordó que a una de las estudiantes.... no la pueden ver unas chamacas de quinto (undécimo) porque le llevan hambre, ella trabaja para ganarse las cosas, pero la tratan [mal]; le dicen «Costrosa» porque se ensucia trabajando, recogiendo latas con el abuelo, pero se gana las cosas con el sudor de la frente. 45 Cuadro 7 Conflictos interpersonales en el ámbito colegial según nivel educativo controlando por sexo de los y las estudiantes (distribuciones porcentuales) Descripción Total Hombres UndéSétimos cimos 100 100 Diferencia — 100 Mujeres Undécimos 100 Diferencia — Sétimos Ha tenido problemas con algún compañero(a) durante el presente año No ha tenido problemas Sí ha tenido problemas NR 49,3 49,8 0,9 57,8 41,4 0,8 8,5 -8,4 -0,1 45,4 54,0 0,5 55,8 43,4 0,7 10,4 -10,6 0,2 ¿Con quién? 1 Con un compañero Con compañera Con campañero y compañera 71,9 7,9 20,2 47,5 21,8 30,7 -24,4 13,9 10,5 20,5 78,2 26,5 19,8 68,3 29,7 -0,7 -9,9 3,2 El problema fue una discusión o una pelea 1 Discusión Pelea Ambos 52,5 25,5 22,0 74,5 9,8 15,7 22,0 -15,7 -6,4 77,8 7,0 15,3 89,8 4,2 5,9 12,1 -2,8 -9,3 ¿Cómo lo resolvió? 1 Conversando No hizo nada, se resolvió solo No está resuelto Mediante profesor u otra persona Peleando o con gritos Otras respuestas NS/NR 43,2 8,4 5,0 9,6 15,8 6,2 11,8 53,5 18,8 5,9 1,0 5,0 4,0 11,9 10,3 10,4 1,0 -8,6 -10,9 -2,3 0,1 45,5 12,4 9,7 16,9 2,2 3,2 10,0 50,4 16,0 12,6 3,4 0,0 3,4 14,3 4,9 3,5 2,9 -13,6 -2,2 0,1 4,3 Ha tenido problemas con algún profesor o con personal administrativo durante el presente año No, con ninguno de ellos Sí, con un profesor Sí, con personal administrativo Sí, con ambos NS/NR 78,0 15,7 2,0 2,7 1,6 70,0 18,1 4,9 5,3 1,6 -8,0 2,4 2,9 2,7 0,1 78,8 16,9 0,7 2,0 1,6 78,3 15,4 1,5 3,7 1,1 -0,5 -1,4 0,8 1,6 -0,5 1- Incluye únicamente a estudiantes que tuvieron algún problema. Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) Un detalle de interés sobre los conflictos entre estudiantes es conocer si estos derivaron en una discusión, en una pelea o en ambos. Sobre este particular es claro que para las mujeres los problemas toman más la forma de una discusión (promedio de 80%), principalmente entre las de mayor edad (89,8% en undécimo y 77,8% en las de sétimo). Las peleas se presentan en magnitudes modestas (7,0% en las de sétimo y 4,2% en las de undécimo). Sin embar- 46 go, al tomar en cuenta a quienes discutieron y pelearon durante el conflicto, las cifras anteriores llegan a 22,3% en las de sétimo y a 10,1% en las de undécimo. Para los varones, aunque predomina también la discusión como la forma como se desencadenan los conflictos, aparecen con mayor intensidad las peleas. Esto es especialmente importante entre quienes tienen menos edad, pues una cuarta parte admite que peleó, mientras en undécimo esta práctica es menor (9,8%). Cuando se toma en cuenta a quienes discutieron y pelearon a la vez, el panorama empeora, pues lo hace el 47,5% de los varones de sétimo y el 25,5% de los de undécimo. Si no entienden con palabras, entienden por los golpes, expresó un joven estudiante al referirse a la solución de los conflictos y, además, agregó... Yo prefiero agarrarme que quedar [mal]. En este sentido, es claro que la solución violenta está presente: En realidad no hablan, solo hay golpes, u otro que manifestó que: Arman pandillas para arreglar el problema. Sin embargo, aunque entre las mujeres la violencia es menor, también existe, pues incluso hubo quienes afirmaron: Se arman los (golpes) más entre las mujeres. El temor a ser agredido es evidente cuando un estudiante comenta... Hay que tenerles respeto porque son los que saben volar (golpes); si usted les dice algo lo agarran en medio del colegio y no les importa si los agarra el director o la orientadora. Un aspecto de interés en el ámbito de los conflictos, como se comentó anteriormente, es la forma en que éstos son resueltos. Una revisión general muestra que los problemas se resuelven, principalmente, conversando, pues aproximadamente la mitad de las mujeres y un poco menos de los hombres así lo informó. Otra forma de hacerlo es dejando que se resuelven solos, sin hacer nada al respecto (cerca del 10% en sétimos y 17% en undécimos). La intervención de un docente u otra persona también es una estrategia utilizada, principalmente por las personas más jóvenes (14% en sétimos y 1,5% en undécimos), aunque en magnitudes sensiblemente menores. Sobre esto último debe comentarse que, en las sesiones grupales, fue frecuente escuchar que los y las estudiantes están enterados y conocen el derecho a denunciar los conflictos ante sus profesores y directores del colegio. No obstante, son pocos quienes recurren a ello, pues manifiestan que no son escuchados y que prefieren resolverlos por su propia cuenta. Por esta razón, en caso de conflicto la mayoría de las veces la solución queda en sus manos, como lo comentó un estudiante de undécimo año: a veces uno habla con los directores y profesores y nada... entonces hay que hacerlo por nuestros propios medios. Durante las sesiones grupales, los participantes comentaron, además, que los mecanismos de resolución de conflictos utilizados en sus colegios se basan principalmente en sanciones emitidas al estudiante infractor, mediante una boleta que afecta su nota. El estudiantado manifiesta no ser escuchado ni tomado en cuenta para buscar soluciones a los conflictos, constituyendo las boletas el único instrumento existente. Además, las boletas se visualizan, en ocasiones, como amenaza, represión o abuso de poder por parte del personal docente. Una estudiante lo comenta de esta manera: Estaban jugando naipes, yo estaba a la par y me hicieron la boleta a mí... Otro afirmó: Hay un profesor que disfruta haciendo boletas. Aún más, mencionan que se maneja un doble discurso entre su actuar y la relación con los y las estudiantes, lo que justifican diciendo... Yo no entiendo, pues si usted está diciendo vulgaridades va la boleta, pero ellos en la Sala de Profesores solo vulgaridades dicen... O, en la misma línea, este otro comentario: El profesor de religión, el año pasado, veía que era tarde y decía ¡ay [...] es tarde! De los resultados se desprende que aproximadamente la mitad de los y las estudiantes resuelve sus problemas con sus compañeros y compañeras mediante el diálogo. La intermediación de profesores u otras personas del colegio también es una alternativa, aunque menos empleada, pues generalmente se traduce en sanciones. La solución de los problemas utilizando como medio las peleas o con gritos es practicada por una minoría (8,2% en sétimos y 2,2% en undécimos), aunque destacan los varones de sétimo, quienes más lo hacen para solucionar sus diferencias (15,8%). Asimismo, conviene destacar que, en promedio, el 8% de los y las estudiantes no resuelve sus problemas. Aunque sería deseable una cifra más baja, parece una meta difícil de alcanzar, por lo que el resultado puede considerarse aceptable. Aquí cabe resaltar que las mujeres, tanto de sétimo como de undécimo, presentan más problemas sin resolver (promedio de 11%) que los hombres (cerca del 5%). En la población adulta, la intensidad de los conflictos es menor que en la juventud colegial. La comparación es algo injusta puesto que para los primeros la conflictividad fue medida 47 ...si bien es importante la magnitud de los problemas, también lo es la forma en que los solucionan ...de las sesiones grupales fue fácil constatar que esta juventud desea ser escuchada, tomada en cuenta y tratada con respeto. en diversos ámbitos (hogar, calle, trabajo o lugar de estudio y comunidad) y para la población colegial nada más se tomó en cuenta a los compañeros y las compañeras del colegio. Pese a ello, la comparación se realiza para ilustrar un hecho de interés, a saber, la magnitud de los conflictos y su resolución. Específicamente, en la población adulta se encontró que cerca del 18% tuvo algún conflicto durante los últimos 12 meses. Aparte de eso se sabe que el promedio de problemas no resueltos fue, aproximadamente, del 40% y solamente el 35% recurrió al diálogo para solucionar sus diferencias. Por su lado, en la población estudiantil la situación es muy diferente, pues cerca de la mitad tuvo problemas durante el curso lectivo, es decir, un porcentaje bastante más alto, pero con la diferencia de que la juventud presenta una cifra baja de problemas no resueltos, aproximadamente del 8%. Además, recurrieron más al diálogo para resolver sus conflictos (cerca de la mitad). Con esto desea enfatizarse que, si bien es importante la magnitud de los problemas, también lo es la forma en que los solucionan. Debe de tomarse en cuenta que tanto entre la población adulta como en la colegial, los conflictos sin resolver generan tensión entre las partes. Al permanecer latente el conflicto, su intensidad puede incrementarse hasta convertirse en uno más grave, dando pie a soluciones más drásticas o violentas. Entre colegiales, las situaciones no resueltas son menores, aunque los problemas se presentan más frecuentemente que en la población adulta. Esto permite visualizar un estilo de convivencia donde los y las estudiantes desarrollan mecanismos propios para la resolución de sus conflictos. También fue abordado el tema de la conflictividad entre estudiantes y profesores. Este tipo de problema puede tornarse más complejo por mediar una relación de poder. Sobre esta temática, la mayoría reportó no haber tenido problemas con los profesores o con el personal administrativo de los colegios durante el año de la encuesta, pues así lo indicaron magnitudes superiores al 70% de estudiantes. Las diferencias por sexo revelan que los varones de undécimo son quienes más reportan estos conflictos (28,3%). Sobre el particular, no se profundizó en la naturaleza o las causas del problema, así como tampoco si el mismo fue resuelto. Lo importante es destacar que en los 48 centros educativos se viven conflictos entre estudiantes, pero también con el personal administrativo y, especialmente, con los profesores. La magnitud de conflictos, cercana al 20% (promedio de ambos niveles), no es desdeñable aunque tampoco alarmantemente alta. Lo deseable sería que el grado de resolución de conflictos fuese alto para que estudiantes y profesores puedan continuar con el proceso educativo y se mantenga un ambiente de convivencia positivo dentro de los colegios. Con base en las sesiones grupales puede decirse que, en general, los y las estudiantes visualizan las relaciones con sus docentes atravesadas por el temor y el abuso de autoridad, lo que genera desconfianza ante posibles injusticias, particularmente por el envío de las boletas. Sin embargo, también es justo decir que se reconoce la existencia de profesores que respetan y escuchan a sus estudiantes. Así por ejemplo fue común escuchar: Aquí hay profesores que quieren hacer las cosas bien y no los dejan, o bien: A mí me parece excelente la labor que está haciendo el Director actual y no me parece justo que se retroceda el avance del colegio. Otra muestra de esta postura es: el Director se está preocupando por techar un espacio para quienes juegan ping pong o también: Antes los servicios olían a marihuana, pero ahora no. En general, de las sesiones grupales fue fácil constatar que esta juventud desea ser escuchada, tomada en cuenta y tratada con respeto. Conflictividad en los hogares Otro ámbito en el que se desarrollan conflictos son los hogares. Tal y como se hizo respecto del cuerpo docente, únicamente se indagó la frecuencia de los conflictos en ese ámbito y con quién los tuvieron los y las estudiantes. Un primer resultado es que quienes cursan undécimo, de ambos sexos, manifestaron haber tenido más conflictos en sus hogares (51,0% hombres y 61,6% mujeres) que quienes cursan sétimo (36,8% hombres y 44,9% mujeres) (Cuadro 8). Además, tanto en sétimo como en undécimo las mujeres manifestaron tener más problemas en sus hogares, algo particularmente importante entre las de undécimo, pues el 61,6% así lo reportó. Cuadro 8 Conflictos interpersonales en el ámbito familiar según nivel de estudios (en porcentajes) Problema Hombre Sétimos Mujer Diferencia Hombre Undécimos Mujer Diferencia Algún problema 36,8 44,9 8,1 51,0 61,6 10,6 Con papá Con mamá Con hermano(a) Con otro familiar Con otro que no es familiar 9,0 9,1 18,1 6,9 10,3 12,5 13,6 20,6 9,3 12,2 3,5 4,5 2,5 2,4 1,9 19,1 19,7 23,2 9,6 12,8 26,3 31,4 30,1 8,3 9,9 7,2 11,7 6,9 -1,3 -2,9 Se presentan situaciones de agresión o violencia con alguna frecuencia 1 26,7 23,8 -2,9 30,9 29,1 -1,8 1- En sétimos, para ambos sexos, 14,3% dijo rara vez, 7,2% dijo algunas veces, 1,7% con cierta frecuencia y 1,7% continuamente. En undécimos, para ambos sexos, las cifras fueron de 19,7%, 7,4% 1,7% y 1,4%, respectivamente. Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08). En ambos niveles y para los dos sexos, los problemas se dan principalmente con los hermanos y hermanas (cerca del 20% en sétimos y 27% en undécimos). No obstante, también son importantes los problemas con el padre y la madre, especialmente en undécimos y, en mayor grado, entre las mujeres. Las mujeres de undécimo reportaron más problemas con el papá (26,3%) y, especialmente con la mamá (31,4%), mientras que el resto los presenta en magnitudes menores (de 20% o menos). Otros protagonistas de problemas en los hogares son menos frecuentes. Los resultados anteriores suscitan al menos dos comentarios. El que hombres y mujeres de undécimo año reporten mayores magnitudes de problemas en los hogares hace pensar que esta situación es producto de la edad, pues entonces tanto hombres como mujeres viven nuevas experiencias y relaciones con sus pares y demandan mayor flexibilidad, libertades y oportunidades de sus padres. Fiestas, bailes, reuniones, paseos, cine, festivales o simplemente ir a la casa de un amigo o amiga, constituyen nuevas experiencias que la juventud desea aprovechar. Sin embargo, en los hogares suele existir preocupación por las tareas, la hora de llegada, el dinero que deben invertir y los diversos riesgos a los que se exponen hijos e hijas por causa, entre otras, de la inseguridad ciudadana, las drogas y el incipiente ejercicio de la sexualidad. El segundo comentario nos lleva a conjeturar por qué las mujeres, en ambos niveles de estudio, reportaron más conflictos en el hogar que los varones, particularmente entre las de undécimo y, especialmente, con la madre. En esta explicación las diferencias de género cobran sentido. Por una parte, ante la mayor frecuencia de conflictos reportados por las mujeres podría esperarse que, en los hogares, las libertades y oportunidades que padres y madres otorgan difieran dependiendo del sexo de sus hijos e hijas. Como se sabe, tradicionalmente a las mujeres se les han adjudicado más responsabilidades hogareñas. Además, la aprehensión de padres y madres por la sexualidad de sus hijas suele ser mayor, por razones culturales que se conocen bien. Ello no significa que padres y madres no se preocupen por la sexualidad de sus hijos varones, ni que el ejercicio de la sexualidad no pueda también tener consecuencias negativas para ellos. Por otra parte, el que sea la madre la principal protagonista de los problemas en el hogar con sus hijos e hijas, confirma que, efectivamente, las madres tienen mayor responsabilidad que los padres en la crianza y educación. 49 «¿Con qué frecuencia se presentan en su casa situaciones de agresión o de violencia?». Las magnitudes no son despreciables y aproximadamente el 30% en undécimo afirmó que esta situación se presenta en sus hogares, ya sea rara vez (19,7%), algunas veces (7,4%), con cierta frecuencia (1,7%) o continuamente (1,4%). Un ámbito de especial importancia de los conflictos en los hogares surge cuando se presentan situaciones de agresión o de violencia. Si bien este tema es de difícil abordaje en un cuestionario auto-administrado como este, las cifras recabadas ofrecen ideas al respecto. La pregunta realizada fue: «¿Con qué frecuencia se presentan en su casa situaciones de agresión o de violencia?». Las magnitudes no son despreciables y aproximadamente el 30% en undécimo afirmó que esta situación se presenta en sus hogares, ya sea rara vez (19,7%), algunas veces (7,4%), con cierta frecuencia (1,7%) o continuamente (1,4%). No está de más insistir en que la violencia en los hogares constituye una circunstancia que afecta profundamente la convivencia en todos los ámbitos en los que los y las jóvenes se desenvuelven, particularmente en sus colegios. En las sesiones grupales, durante las representaciones de conflictos con la familia, se visualizó la violencia como un eje fundamental, en algunos casos haciendo énfasis en la agresión psicológica y en otros en la física. En síntesis Un balance del atributo de la sociabilidad muestra que el acercamiento entre estudiantes, y entre estos y las demás personas, está marcado por una escasa confianza interpersonal, que se irradia hacia todos quienes los rodean, ex- 50 ceptuando la familia. La civilidad, en cambio, presenta actitudes variadas, en donde algunas favorecen una convivencia más positiva y otras la afectan negativamente. Otra área de la sociabilidad, que facilita la comunicación entre las personas, muestra percepciones medianamente aceptables sobre la disposición al diálogo entre estudiantes, lo que constituye un buen principio para establecer acuerdos. Ello no obsta para que los conflictos estén presentes, pues cerca de la mitad reportó haber tenido problemas durante el presente curso lectivo. No obstante, la magnitud de problemas no resueltos es baja, aproximadamente el 8%, y cerca de la mitad recurre al diálogo como mecanismo de resolución de las diferencias. Entre los diversos resultados llamativos destaca el que las mujeres, en ambos niveles de estudio, reportasen más conflictos en el hogar que los varones, particularmente las de undécimo y, especialmente, con la madre. Es probable que la explicación a este hecho esté relacionada con los roles que asumen madres y padres en los hogares, e invita a pensar hasta qué punto los y las estudiantes están interiorizando los patrones que imponen las diferencias de género. Aún más, invita a meditar, de manera más general, hasta qué punto están asimilando discursos que hacen depender las dinámicas de las relaciones y las características particulares de sus semejantes. Esto constituye un tema de trascendencia particular para la convivencia y, por ello, será abordado seguidamente. VII. DIVERSIDAD La diversidad alude a la existencia de múltiples identidades o rasgos propios que caracterizan a los y las estudiantes. Género, edad, clase social, etnia, lugar de origen y preferencias sexuales, son ejemplos de estos rasgos identitarios, entre otros muchos. El panorama que ofrece el estudio de la diversidad de identidades en Costa Rica es una realidad amplia y compleja, por lo que la investigación incluyó una de las múltiples facetas que pueden desarrollarse en torno al tema: el reconocimiento de la diversidad por el estudiantado. Este se entiendió como la capacidad para entender las identidades como características de una realidad que debe ser respetada, protegida y aprovechada, y no como causa de discriminación. El cuestionario fue delimitado exclusivamente a los temas de género, afro-costarricenses, indígenas, extranjeros, gays y lesbianas, y fueron indagadas las actitudes hacia estas identidades para determinar hasta qué punto el estudiantado favorece la igualdad de derechos. Actitudes hacia la igualdad de derechos en hombres y mujeres Sobre el tema del género fueron elaboradas preguntas relacionadas con el derecho al trabajo, la educación y la sexualidad de hombres y mujeres. Considerando los porcentajes que respondieron «de acuerdo» y «muy de acuerdo», los resultados indican que existen más actitudes favorables que desfavorables hacia la igualdad de derechos de hombres y mujeres en secundaria, pues no más de una cuarta parte favoreció las desigualdades entre ambos sexos (Gráfico 13). Este resultado puede tenerse como positivo, si se considera que la magnitud que no apoya la igualdad de derechos es relativamente baja. Sin embargo, también puede verse como negativo, si se considera que la igualdad de derechos en hombres y mujeres debe tener un apoyo total, por lo que el rechazo de una 51 cuarta parte revela que todavía falta un camino importante por recorrer. Sobresale que en undécimo año manifestaron actitudes más igualitarias que en sétimo. Por ejemplo, a la afirmación «si el desempleo es alto se le debe dar prioridad para trabajar a los hombres» el 26,6% de quienes cursan sétimo año se manifestó de acuerdo o muy de acuerdo, mientras que solamente el 2,9% de undécimo se manifestó a favor (-23,6 puntos de diferencia). Algo similar ocurrió con la igualdad ante la educación universitaria para hombres y mujeres (-15 puntos de diferencia). Otro aspecto importante a tomar en cuenta, son las diferentes actitudes que manifestaron hombres y mujeres. Información tabulada adicionalmente muestra que, en ambos niveles de estudio, los varones se otorgan más derechos que las mujeres en todas las preguntas consideradas. Las diferencias entre hombres y mujeres se encuentran entre 8 y 16 puntos porcentuales, por lo que no son despreciables. Para citar un ejemplo, mientras en undécimo año el 26,4% de los varones está de acuerdo o muy de acuerdo con darle prioridad en el trabajo a los hombres si el desempleo es alto, solamente el 14,0% de las mujeres respondió de igual manera. Pese a ello, en las sesiones grupales se encontró que las estudiantes son conscientes de su papel dentro del proceso educativo en el que participan, particularmente las de undécimo año, pues como lo afirmó una: diay, porque nos estamos preparan- 52 do para algo mejor, o como otra contundentemente afirmó: De hecho, las mujeres ya pueden ser presidentes. Adicionalmente, en las sesiones grupales se encontró evidencia de diferentes discursos que favorecen más los derechos sexuales de los hombres que de las mujeres, particularmente entre los varones más jóvenes. Así, se escucharon frases como: Yo digo que el hombres es hombre; el hombre llega, come (tiene relaciones sexuales) y jala (se va). En su lenguaje también revelan otros discursos sexistas, como quien opinó: hay hombres que llegan y le dicen a las mujeres ¡te quiero!, y ellas ya se van en todas, lo que ilustra conciencia sobre las manipulaciones usadas por los hombres frente a las mujeres, y la vulnerebilidad de estas. Pese a ello, debe mencionarse que también hubo expresiones de igualdad y solidaridad, como la de un estudiante que, a propósito de la vestimenta de las mujeres, afirmó: Está en uno si piensa en sexo, que la mujer se ponga lo que quiera, hay que respetarla. Estos resultados muestran, en forma conjunta, que en la población estudiantil, una mayoría apoya la igualdad de derechos para hombres y mujeres. A pesar de ello, todavía existe una cuarta parte de estudiantes que no lo hace, y los varones se siguen adjudicando privilegios sobre las mujeres en lo que atañe al trabajo, el estudio y la sexualidad. Este último detalle no debe pasar inadvertido, aunque tampoco invalida las actitudes positivas encontradas, particularmente en los undécimos años. Esto se corrobora al compararse los resultados obtenidos con los de las personas adultas en las dos preguntas que es posible hacerlo (el trabajo y el estudio), pues sus respuestas son más parecidas a las que proporcionaron en sétimo año, que favorecen menos la igualdad de derechos. Actitudes hacia los derechos de afro-costarricenses e indígenas En el estudio de las actitudes hacia las personas afro-costarricenses e indígenas se indagó por el apoyo del estudiantado al respeto de los derechos de estas poblaciones. Sobre este tema se encontró que, para ambos casos, tanto en sétimo año como en undécimo, se favorece medianamente que el sistema educativo contribuya a que mantengan su cultura (magnitudes entre 45% y 55% en ambos niveles de estudio) (Gráfico 14). Además, el derecho a mantener la cultura propia es más apoyado en undécimo año, pues refiriéndose a las personas afro-costarricenses, solo un bajo porcentaje considera que de- ben adaptarse más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de costarricenses, y una magnitud similar afirmó que deberían tratar de hablar más español y menos su idioma para adaptarse mejor (9,4%). Entre estudiantes de sétimo año estas cifras alcanzan 40,2% y 30,9%, respectivamente, por lo que es evidente que, a menor edad, menor apoyo concita el derecho a mantener la cultura propia. Para el caso de las personas indígenas la situación es similar. Algo parecido sucede cuando se aborda el derecho a residir en cualquier parte del territorio nacional, pues refiriéndose tanto a personas afro-costarricenses como indígenas, solo un 4% de quienes está cursando undécimo año apoyan que vivan aparte para respetar las diferencias con el resto de la población. Entre estudiantes de sétimo esta opción es apoyada por una quinta parte. Aunque la temática de las personas indígenas no fue abordada en las sesiones grupales, la identificación con esta población fue explícita cuando se conversó sobre las oportunidades que tienen las diferentes personas para alcanzar mayores niveles de bienestar. El ejemplo que proporcionó una estudiante de undécimo año 53 fue apoyado por el grupo, cuando mencionó: y también como los indígenas, que viven en la montaña y mueren porque tienen que caminar mucho para llegar a un hospital. El apoyo a los derechos de las personas afrocostarricenses e indígenas es pues importante entre estudiantes de undécimo, y disminuye entre quienes tienen menor edad. Queda pendiente saber si con el paso de los años los más jóvenes adoptarán actitudes más favorables hacia esta temática o si mantendrán las actuales. Por esta razón, lo más conveniente sería continuar fortaleciendo los esfuerzos realizados para obtener resultados en este sentido. Por otra parte, las opiniones de las personas adultas son más parecidas a las obtenidas entre quienes cursan sétimo año. La interpretación positiva de este resultado hace pensar que el paso por el sistema educativo favorece el respeto a las diferencias, y que los programas dedicados a cumplir este propósito han tenido un impacto favorable. Tabulaciones adicionales mostraron algunas diferencias entre las actitudes de hombres y mujeres hacia las personas afro-costarricenses e indígenas, pero no tan sistemáticas y marcadas como para obtener conclusiones generales. 54 Los límites a la diversidad Las actitudes hacia los derechos de personas en virtud de su nacionalidad o su orientación sexual cambian el panorama que venía mostrándose sobre el reconocimiento de la diversidad. En el caso de las personas extranjeras, tanto estudiantes de sétimo como de undécimo apoyan mayoritariamente darle preferencia a los costarricenses en el trabajo cuando el desempleo es alto (70% aproximadamente) (Gráfico 15). Además, el aporte que realiza la población extranjera a la sociedad, con nuevas ideas y culturas, es algo que se valora medianamente entre estudiantes de sétimo (48,8%), más no así en undécimos (29,9%). Lo mismo sucede con la igualdad de derechos entre costarricenses y extranjeros, ya que mientras el 44,8% de quienes están en sétimo año está de acuerdo con tener los mismos derechos, solamente el 35,5% en undécimo apoya esta afirmación. Entre las personas adultas, la única pregunta que indagó este asunto reveló que el 41,6% está de acuerdo con brindarles los mismos derechos a las personas extranjeras en el país. Es decir, a este respecto el estudiantado y las personas adultas piensan de manera similar. Si el apoyo a los derechos de las personas extranjeras da pie a un llamado de alerta, más lo hace el contundente rechazo que manifestaron hacia la igualdad de derechos de personas homosexuales y lesbianas. La única situación con la que está de acuerdo la mitad de la población estudiantil es cuando se indaga sobre la posibilidad de que gays y lesbianas puedan dar clases en escuelas y colegios. Para el resto de las situaciones incluidas en el cuestionario la aprobación de la igualdad algunos derechos es negativa. Por ejemplo, adoptar o criar niños es algo con lo que está de acuerdo el 29,4% en undécimo año y el 19,8% en sétimo. La unión legal de gays y lesbianas es apoyada aproximadamente por una cuarta parte en ambos niveles de estudio. Manifestar públicamente expresiones de cariño es algo con lo que está de acuerdo aproximadamente el 20%. En este ambiente mayoritariamente homofóbico existen también quienes apoyan los derechos de esta población. El tema fue abordado en las sesiones grupales cuando algunos estudiantes expresaron: No tienen que juzgarme por mis gustos, todo ser humano sigue siendo una persona, vamos a tener siempre el corazón igual, ...Las diferencias no van a cambiar lo que son por dentro o... no vamos a perder un amigo o un hermano por sus preferencias sexuales. Sobre este tema de derechos de gays y lesbianas debe decirse que aunque se observan algunas diferencias entre personas adultas y estudiantes de colegio, prevalece la tendencia del rechazo, de lo que se concluye que las actitudes de rechazo hacia los derechos de estas identidades sexuales están bastante extendidas en la sociedad costarricense. Tanto los resultados obtenidos para las personas extranjeras como los descritos para gays y lesbianas muestran debilidades hacia el reconocimiento de la diversidad. Desafortunadamente, estas actitudes son el ingrediente que desencadena prácticas discriminatorias hacia identidades que, como cualquier otra, también están presentes en las aulas de los colegios donde diariamente comparten los y las estudiantes. Víctimas de discriminación El tema de la discriminación es complejo, pues existen múltiples formas de discriminación que, en ocasiones, ni siquiera son percibidas como tales por quienes las sufren. Pese a ello, y con el afán de conocer algunos aspectos relacionados con el disfrute de los derechos, se abordó el tema de la discriminación, para lo que se preguntó: «Y hablando de lo que sucede en el colegio ¿siente que otros(as) estudiantes lo(a) hacen sentirse inferior o lo(a) tratan de manera injusta por…», y se indagaron diferentes alternativas. El primer resultado que llama la atención es la alta magnitud de estudiantes que se sienten discriminados en los colegios del país, pues el 62,9% en sétimo y el 41,5% en undécimo admite que por algún motivo sus pares lo hacen sentir inferior o lo tratan de manera injusta (Gráfico 16). En la encuesta dirigida a personas adultas esta magnitud apenas alcanzó el 26,8%. El sentimiento de discriminación es diferencial entre sétimos y undécimos (diferencia de -21,4 puntos porcentuales). Específicamente, en sétimo año se sienten discriminados, principalmente, por el año que cursan (38,3%), su físico (30,0%), su manera de ser (24,5%) y su edad (19,1%). En undécimo año resultaron más importantes, pero en menor magnitud, el sentimiento de discriminación por la forma de ser (22,0%) y el físico (15,6%). Aunque la encuesta no indagó las causas del por qué en sétimo año la población estudiantil se siente más discriminada que en undécimo, es probable que, siendo más jóvenes, sientan menos fortaleza para enfrentar el trato que reciben en el colegio por parte de estudiantes de mayor edad. En los talleres realizados fue común escuchar que muchas veces se discrimina de diferentes maneras y se agrede a otras personas, y se creó un espacio de reflexión sobre el tema:. Por más que sea gorda o flaca no hay que discriminar, ....Uno tiene que ver el lado de adentro de cada persona. Otras situaciones también son vividas como discriminatorias pero se presentan en magnitudes menores. Llama la atención que tener una discapacidad sea motivo de discriminación para el 11,7% de quienes cursan sétimo año; tam- 55 bién llama la atención que ser costarricense o extranjero sea el motivo de discriminación más bajo encontrado, lo que se explica porque la mayoría de estudiantes son costarricenses (aproximadamente 96%) y no extranjeros (cerca del 4%). Sin embargo, cuando se analiza esta información tomando en cuenta únicamente a los y las estudiantes del extranjero, el asunto cambia, pues el 41,5% en sétimo año y el 10,0% en undécimo admiten sentirse discriminados por su nacionalidad. Desafortunadamente, esta población, particularmente en sétimo año, también se siente discriminada por otros motivos, entre los que destacan su color de piel o por su raza (30,0%), el lugar donde vive (33,3%) y su forma de ser (40,8%). En síntesis El balance de resultados sobre el reconocimiento de la diversidad ofrece aspectos positivos y negativos para la convivencia. En 56 general, lo positivo está en la afirmación de derechos que otorga la población estudiantil a la educación y el trabajo de hombres y mujeres por igual, aunque todavía una cuarta parte no favorece esta igualdad y persisten las diferencias por sexo. El apoyo a los derechos de las personas afro-costarricenses e indígenas podría considerarse como mediana-mente positivo entre estudiantes de undécimo año y negativo entre sétimos. La faceta más negativa del reconocimiento de la diversidad radica en el apoyo a los derechos de las personas extranjeras y, principalmente, de gays y lesbianas. En general, el apoyo a los derechos de las diversas identidades abordadas en la encuesta podría estar deteriorando las relaciones entre el estudiantado, toda vez que los y las estudiantes se sienten discriminados en sus colegios, por diferentes motivos, por parte de compañeros y compañeras. Atención especial merecen quienes provienen del extranjero e inician la secundaria, pues son quienes se sienten más discriminados. VIII. INSTITUCIONALIDAD Bajo el tema de la institucionalidad se recogen los atributos de la convivencia relacionados con las instituciones creadas para sustentar la convivencia en democracia. El interés por incluir esta área como parte del estudio fue analizar las relaciones sociales bajo la perspectiva de los procesos que generan las instituciones. Por este motivo, interesó indagar la opinión del estudiantado en aspectos como la preferencia por la democracia, expectativas hacia el futuro del país, interés por participar en decisiones políticas y en asociaciones civiles, y lo que perciben del respeto hacia las normas y obligaciones, entre otros. Preferencia por el sistema político Costa Rica constituye la democracia más antigua de Latinoamérica y, por ello, resulta de interés brindar, en primera instancia, una idea del sentimiento de orgullo por vivir bajo el sistema político del país. Este orgullo constituye un indicador del apoyo a la comunidad política, en el sentido tradicional de identidad nacional, pues expresa un apego o adhesión a la nación, más allá de las instituciones de gobierno, y se supone que va de la mano con la disposición para la cooperación política conjunta (Rodríguez y otros, 2003). Los resultados muestran, sumando las respuestas de quienes se sienten «orgullosos» y «muy orgullosos», que predomina un sentimiento positivo hacia el sistema político costarricense, aunque éste es mayor entre estudiantes de sétimo (71,9%) que en undécimo (65,1%) (Cuadro 9). Ante esta diferencia, cabe preguntarse si este sentimiento de adhesión al sistema político se deteriora conforme avanza la edad o si es un nuevo elemento que se está fortaleciendo en quienes tienen menos edad. Si bien la encuesta no proporciona la respuesta, en la población adulta del país existe suficiente evidencia del desgaste que en poco más de 10 años ha sufrido este sentimiento de orgullo, pues al comparar los resultados de una encuesta nacional (Rodríguez y otros, 1998) con la ENCON-08, el sentirse «muy orgulloso» pasó de 48,4% en 1997 a 21,4% en el 2008, es decir, una disminución de casi 27 puntos. Para la población estudiantil no se dispone de información comparable para determinar la evolución de este sentimiento, aunque es de esperar que esta información sirva de base para establecer iniciativas que tiendan a fortalecerlo. Una alternativa más específica para conocer las actitudes hacia el sistema político en la 57 Cuadro 9 Actitudes hacia aspectos relacionados con la democracia (distribuciones porcentuales) Respuestas Sétimos Undécimos Diferencia Total 100 100 — Sentimiento al vivir bajo el sistema político de Costa Rica Muy orgulloso Orgulloso Poco orgulloso Nada orgulloso NS/NR 22,2 49,7 17,5 4,8 5,8 12,8 52,3 22,6 3,8 8,4 -9,4 2,6 5,1 -1,0 2,6 56,5 71,9 15,4 15,5 8,8 -6,7 12,0 16,0 7,5 11,9 -4,5 -4,1 Preferencia por el sistema La democracia es preferible a cualquier forma de gobierno A veces un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático A la gente como yo le da lo mismo un gobierno democrático que uno no democrático NS/NR Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) secundaria se obtiene cuando se indaga, concretamente, la preferencia por la democracia en relación con otras formas de organización política. Este tema muestra que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno para el 56,5% de quienes están en sétimo año y para el 71,9% en undécimo, lo que revela un apoyo importante, principalmente entre quienes cursan undécimo año. Sobre el particular cabe realizar al menos tres comentarios. El primero es que, aunque el sentimiento de adhesión al sistema político (el orgullo) decrece de sétimos a undécimos, el de preferencia por la democracia muestra una tendencia inversa. Una posible explicación para esto es que, quizás, quienes tienen más edad comprenden mejor los problemas por los que atraviesa el país en muchos campos (desigualdad, crimen, pobreza, droga, etc.), lo que los hace sentir menos orgullosos de nuestro sistema político. No obstante, también es de esperar que al tener más edad comprendan mejor los beneficios que trae la democracia como forma de organización política. Por el contrario, es probable que en sétimo año expresen una posición más benevolente e idealista sobre el sistema político costarricense y, simultáneamente, posean menos información sobre la dinámica de la democracia como forma de gobierno. 58 El segundo aspecto a comentar es que la pregunta indaga por la preferencia de la democracia como forma de gobierno, por lo que es válido preguntarse qué entiende por democracia la población estudiantil. Aunque la encuesta no ahondó al respecto, un estudio previo realizado en los colegios del país proporciona información valiosa. Al preguntarse «¿Para Usted qué es democracia?» (Gómez y Madrigal, 2003), los resultados obtenidos muestran que en los colegios se visualizan tres componentes esenciales: la libertad (el más mencionado), las elecciones libres y la protección de los derechos. Estos tres elementos acaparan la mayoría de las respuestas en sétimos (46%) y, principalmente, en undécimos (79%). Otro elemento a mencionar es que un grupo importante de estudiantes tomó en cuenta, dentro del concepto, vivir en paz, en armonía, sin guerras y sin armas, y una proporción similar simplemente identifica la democracia con nuestra forma de vida y el amor a la patria, respuesta que en esa encuesta dieron el 21% de los estudiantes de sétimo y el 15% de undécimo. En ese mismo estudio el porcentaje de quienes no respondieron o brindaron respuestas más ambiguas o emocionales fue mayor entre los estudiantes de sétimo año. Un tercer comentario refiere al hecho de que la preferencia por la democracia en la pobla- ción adulta alcanzó el 76,3%, por lo que esta magnitud es más cercana a la que brindaron en undécimo año (71,9%). Vale mencionar que en la población adulta esta preferencia se ha erosionado con los años. Así se concluye de la comparación de las encuestas mencionadas previamente, según las cuales dicha preferencia disminuyó de 89,5% en 1997 a 76,3% en el 2008 (aproximadamente 13 puntos). Aunque este resultado no tiene, necesariamente, implicaciones entre los colegiales, queda la interrogante de si en sétimo año dicha preferencia se incrementará tanto en el futuro como para alcanzar la magnitud que se presenta en undécimo, o si, efectivamente, asistimos a un desgaste de esta adhesión abstracta a la democracia. En resumen, el grado en que los y las estudiantes comparten la adhesión al sistema político y la preferencia por la democracia indica que los ideales nacionales se mantienen en niveles favorables, aunque las opiniones de la población adulta invitan a considerar si efectivamente esta situación se mantendrá en el futuro. Expectativas estudiantiles sobre el futuro del país Ligado al tema de la preferencia por el sistema político está el de las expectativas de los y las estudiantes sobre el futuro del país. A propósito del tema se plantearon tres preguntas sobre el futuro de la democracia, el desarrollo del país y la existencia del ejército. La población estudiantil considera que Costa Rica puede dejar de ser un país democrático, pues así lo considera casi la mitad en undécimo año y un poco menos en sétimo (43,8%) (Cuadro 10). Las expectativas por continuar siendo un país democrático en el futuro son compartidas por alrededor del 40% en ambos niveles de estudio. El resultado anterior es diametralmente opuesto del que arroja la población adulta del país, que visualiza una Costa Rica democrática en el futuro (66,9%) y el porcentaje que opina Cuadro 10 Expectativas de colegiales sobre el futuro del país según nivel de estudios (en porcentajes) Expectativas Sétimos Undécimos Diferencia1 ¿En su opinión Costa Rica será siempre un país con un sistema de gobierno democrático o puede dejar de serlo en algún momento? Siempre será democrático Puede dejar de serlo No es democrático NS/NR 40,1 43,8 2,2 13,8 37,4 49,0 2,5 11,1 -2,8 5,2 0,3 -2,7 ¿Y piensa que Costa Rica llegará a ser un país desarrollado o que siempre seguirá siendo subdesarrollado? Será desarrollado Seguirá subdesarrollado Ya es desarrollado NS/NR 55,5 27,9 6,4 10,2 33,0 54,0 1,3 11,7 -22,6 26,1 -5,0 1,5 ¿Y piensa que Costa Rica seguirá sin tener ejército o podría volver a tenerlo? Seguirá sin ejército Podría volver a tenerlo Ya tiene ejército NS/NR 52,6 38,3 1,6 7,6 65,4 26,8 1,3 6,5 12,8 -11,5 -0,3 -1,1 1 - Diferencia de undécimos menos sétimos Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) 59 que puede dejar de serlo es menor (28,9%). El pesimismo sobre el futuro, más extendido entre la población estudiantil que entre los adultos, lleva a pensar en varias posibilidades. Una es que para la población colegial no pasan inadvertidos los múltiples problemas que sufre el país actualmente. La desigualdad, la inseguridad, las drogas, la corrupción y muchos otros problemas sociales, quizás funcionan como una barrera emocional que les impide visualizar una democracia estable y consolidada en el futuro. Aunque desde luego estos problemas también son evidentes para la población adulta, la juventud apenas empieza a experimentarlos. Además, cabe pensar que la población adulta está en mejor posición para valorar los beneficios que supone vivir en democracia. Por otra parte, las expectativas sobre el desarrollo ofrecen diferencias marcadas entre sétimos y undécimos. Mientras el 55,5% de quienes cursan sétimo año espera que el país sea desarrollado, solo el 33,0% de quienes lo hacen en undécimo opina igual; inversamente, en undécimo son más quienes piensan que el país seguirá subdesarrollado (54,0% y 27,9% en sétimos). En resumen, quienes tienen más edad son más pesimistas sobre el desarrollo futuro del país. A este respecto, quienes cursan sétimo año opinaron de forma más parecida a la población adulta. El otro aspecto indagado es el ejército. La abolición del ejército en Costa Rica en 1948 se ha perfilado con los años como una característica que enorgullece a la población costarricense, y se considera que una eventual presencia futura de esa institución sería un retroceso para la convivencia democrática del país. Así lo visualiza el 52,6% en sétimo año y el 65,4% en undécimo, quienes opinan que en el futuro el país seguirá sin ejército. Un aspecto de interés sobre este resultado es que en la población adulta esta postura es aún mayor (78,4% consideró que el país seguirá sin ejército). Estos resultados muestran una juventud colegial con cuestionamientos importantes sobre la sostenibilidad de la democracia en el país, opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá Costa Rica en el futuro y la esperanza siempre viva de que el país continuará sin ejército. Una visión positiva sobre estos re- 60 sultados llevaría a pensar que conforme los y las estudiantes crezcan aumentará su conciencia de las bondades de la democracia, el desarrollo y la ausencia del militarismo. No obstante, los resultados podrían tornarse negativos si la incertidumbre que embarga al estudiantado no es adecuadamente canalizada en el futuro por las instituciones del sistema político. Interés por la participación en decisiones políticas La institucionalidad democrática se fortalece con la participación ciudadana. Para analizar este aspecto, la participación fue entendida de dos formas: la electoral, que constituye un ejercicio de los derechos políticos, y la incidente, que nace del activismo que busca hacer valer los intereses ante el Estado. Esta última categoría incluye el ejercicio de mecanismos legalmente establecidos como el referéndum, aunque también toma en cuenta los informales, como la movilización a favor de diferentes causas. Ambas formas de participación son importantes para la convivencia, pues mediante las instituciones respectivas el poder popular emite decisiones determinantes para la vida en sociedad y reduce las posibles arbitrariedades en el ejercicio de la autoridad pública, aportando soluciones que protegen los valores de equidad y justicia. Desde la perspectiva de la convivencia, el ejercicio del voto es uno de los derechos políticos que en el futuro utilizarán quienes cursan la secundaria. Por esta razón, se preguntó a los y las colegiales cuánta importancia tendrá en el futuro votar en las elecciones nacionales y en las de alcaldes y alcaldesas. Los resultados que engloban las respuestas «importante» y «sumamente importante» revelan que el 47,2% y el 57,3% en sétimo año y en undécimo, respectivamente, valoran positivamente la participación electoral cuando se refiere a las elecciones nacionales (Gráfico 17). En menor magnitud lo hacen cuando se refiere a la elección de alcaldes y alcaldesas (33,4% y 36,8% en sétimos y undécimos, respectivamente). Este primer resultado puede considerarse más bajo a lo esperado, pues la tradición electoral que históricamente ha caracterizado al país destaca y respeta la elección popular de los dirigentes nacionales. Es necesario mencionar que en undécimo año le otorgan más importancia al ejercicio del voto, principalmente cuando se refiere a las elecciones nacionales. Esto lleva a pensar que, probablemente, conforme los y las jóvenes crezcan comprenderán la importancia de ejercer los derechos políticos y prestarán mayor interés a este tipo de participación. No obstante, es claro que la importancia expresada por los y las estudiantes también constituye un reflejo del incremento del abstencionismo que durante los últimos años ha registrado el país en las elecciones nacionales, que para el año 2006 alcanzó una cifra récord de 35%. También resulta oportuno preguntarnos por las razones de la juventud colegial al responder si el voto es importante o no lo es. Aunque la encuesta no recogió información sobre esta temática, se sabe que quienes le asignan poca o ninguna importancia al voto, aducen básicamente dos motivos (Gómez y Madrigal, 2003). El primero es que manifiestan una visión negativa de la eficacia del voto, expresada en la opinión de que votar no cambia nada (32,4% y 30,4%, en sétimo y undécimo año, respectivamente) y un desinterés por la política (13,8% y 23,4%, respectivamente). Ambas respuestas representan el 46% en sétimo año y 54% en un- décimo. El segundo motivo es la desconfianza hacia los políticos, críticas a su forma de manejar el gobierno y a su falta de honestidad, respuestas que representan el 53% en sétimo año y 45% en undécimo. Por el contrario, quienes conceden mucha importancia al voto lo justifican con dos razones. La primera es su condición de derecho básico, de deber cívico, la responsabilidad de hacer uso de él y el hecho de que al votar ejercen el derecho a elegir (66% en sétimo y 42% en undécimo). La segunda razón es la oportunidad que brinda a la ciudadanía de participar en la democracia y de mejorar el país (39% en sétimo y 42% en undécimo). La única pregunta relacionada con la participación para la incidencia en las decisiones del Estado fue la importancia otorgada a votar en un referéndum como el realizado el 7 de octubre del 2008, sobre el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Sobre esta forma de participación, el 47,1% en sétimo año y el 67,6% en undécimo lo visualizaron como importante. El hecho de que la importancia otorgada en undécimo sea mayor (20 puntos más que en sétimo), invita nuevamente a pensar que, en el mejor de los casos, el interés puede crecer con la edad. Además, debe tomarse en cuenta que dicho referéndum se realizó durante el trabajo de campo de la encuesta a colegiales, por lo que pudo haber acaparado su atención, principalmente entre quienes tienen más edad. Este referéndum no solo fue el primero que se reali- 61 zó en el país, sino que ocupó la atención nacional por las muchas polémicas que desató entre la población. vidades también frecuentes son bailes (18%), actividades musicales (14%) y grupos juveniles (13%). Un balance general de estas tres formas de participación indica un modesto interés de la población estudiantil por participar en las decisiones políticas del país. El efecto que tendrán estas actitudes para la convivencia es relevante, pues de estarse erosionando el deseo de participar, esto podría traducirse en la formación de personas más individualistas, en las que la importancia de la colectividad empieza a perder sentido. Como era de esperar, la participación del estudiantado en grupos o actividades, dentro o fuera de los establecimientos educativos, es amplia. Esto se considera positivo, pues este tipo de participación en deportes, música, cultura y religión, supone interacciones sociales que enriquecen la vida física, social, intelectual y emocional del estudiantado. Participación estudiantil en diversas actividades En la encuesta también se consideró relevante analizar las formas de asociación que favorecen la convivencia. La participación en grupos y actividades muestra que aproximadamente tres cuartas partes de la población estudiantil asiste a algún grupo o efectúa alguna actividad dentro o fuera de su colegio (Cuadro 11 en la página siguiente). Al hacer referencia a la participación en grupos organizados dentro del colegio, los colegiales de sétimo año se perfilan como más activos que los de undécimo (42,3 y 25,6%, respectivamente). Tomando solamente en cuenta a quienes participan en grupos organizados dentro de los colegios, lo hacen principalmente en los deportivos (59,2% en sétimos y 64,4% en undécimos) y, en segundo lugar, en la banda del centro educativo o bien tocando algún instrumento (38,5% en sétimos y 22,4% en undécimos). Los grupos artísticos y de baile también son actividades mencionadas en magnitudes que rondan el 10% de los y las estudiantes. Aproximadamente la mitad de la población en ambos niveles acostumbra participar en actividades diversas dentro del colegio. Bailes, festivales y ferias científicas son las actividades que más comparten, en magnitudes superiores al 30%. Fuera del colegio, las actividades son diversas. Destacan nuevamente las de carácter deportivo (promedio de 44%), pero también existe una asistencia importante a iglesias, grupos religiosos o pastorales (42%). Otras acti- 62 No obstante lo anterior, debe señalarse la falta de participación en actividades que declaró una cuarta parte de la población estudiantil. Aunque muchas conjeturas pueden plantearse al respecto, lo importante es que este grupo no está respondiendo a las propuestas institucionales de participación, por lo que su interacción queda limitada a las aulas, donde necesariamente tienen que permanecer con sus compañeros y compañeras durante las lecciones. Obligaciones y cercanía con el colegio Un último atributo tomado en consideración dentro del ámbito de la institucionalidad tiene que ver con el mismo colegio en el que los y las estudiantes reciben lecciones. Por ello se consideró necesario incluir las percepciones respecto de las obligaciones dentro de los colegios. Se optó por indagar las percepciones del cumplimiento de las normas por parte de sus compañeros y compañeras. Analizando la magnitud de estudiantes que respondió «se cumplen mucho», se obtienen varios resultados de interés (Gráfico 18). En primer lugar, es claro que las percepciones hacia el tema del cumplimiento son modestas. De sumarse las respuestas «mucho» y «algo», las magnitudes serían mayores. No obstante, se supone que el cumplimiento de las normas debe darse en magnitudes importantes para favorecer la convivencia dentro de los colegios, por lo que se prefirió dejar las respuestas que revelan mucho respeto. En segundo lugar, resulta claro que esta percepción de respeto es mayor entre estudiantes de sétimo que de undécimo. En sétimo año, específicamente, la percepción del respeto ha- Cuadro 11 Participación de los y las estudiantes en diferentes ámbitos y actividades en las que participa según nivel de estudios 1 Ambito de participación y actividades en las que participa Sétimos Undécimos Diferencias Participación en grupos organizados dentro del colegio Deportivos (Football, Taekwondo, etc) Banda (tocar instrumento) Grupos artísticos / Drama / Actuación Bailes (típicos, danza, coreografía) Escolta / abanderados Grupos musicales Tribunal electoral / Asamblea de Representantes Grupos de limpieza Grupos de studio Grupos de fiesta 42,3 59,2 38,5 12,1 9,1 8,3 3,9 2,1 1,2 0,7 0,7 25,6 64,4 22,4 14,4 12,0 6,6 7,4 1,8 0,6 2,4 0,2 -16,7 5,2 -16,1 2,3 2,9 -1,7 3,5 -0,3 -0,6 1,7 -0,5 Participación en actividades diversas dentro del colegio Bailes / Bailes típicos Festivales Ferias científicas Actividades deportivas Actos cívicos Banda / Escolta / Desfiles Teatros / Mimos / Obras Talent shows Días familiars Bingos / Recaudación de fondos 48,7 47,3 39,0 34,6 7,1 3,9 3,2 1,7 1,8 0,8 1,1 52,9 48,3 48,2 33,8 5,7 3,5 1,0 2,1 1,5 1,9 0,6 4,2 1,0 9,2 -0,8 -1,4 -0,4 -2,2 0,4 -0,3 1,1 -0,5 Participación en actividades fuera del colegio Deportivos (ajedrez, tennis, football, etc) Iglesia / Grupos religiosos / Pastorales Baile / danza / coreografías / ballet Música / banda / grupos musicales Grupos juveniles / Sociedad de jóvenes Teatro / Mimos Grupos de juego (juegos de video) Grupo de canto Organización política 47,6 45,9 39,0 18,8 14,3 13,6 1,6 0,9 0,6 0,3 46,6 41,7 45,0 16,7 14,9 13,1 1,2 0,4 0,2 -1,0 -4,2 6,0 -2,1 0,6 -0,5 -0,4 -0,9 -0,2 -0,1 100 25,4 29,9 25,5 19,2 100 28,3 33,1 23,9 14,7 — 2,9 3,2 -1,6 -4,5 Número de ámbitos en los que participan Total 0 1 2 3 1- Las actividades en las que participan no suman el 100% porque podían proporcionar hasta dos respuestas (respuesta múltiple) Fuente: PNUD/UNICEF/MEP-Costa Rica. Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) 63 cia los profesores como una obligación que se cumple alcanza el 42,3% de los y las entrevistados. Según la percepción del estudiantado de este nivel, el cumplimiento de las obligaciones académicas, como estudiar para los exámenes (31,8% respondió que se cumple mucho) y hacer las tareas (26,6%), se cumple en magnitudes menores. Además, existe la percepción de que algunos problemas dentro de los colegios son poco denunciados, puesto que alrededor de un tercio respondió que se cumple la denuncia sobre la tenencia de armas, la venta y el consumo de drogas. Aspectos relacionados con la conducta son los que se perciben como menos respetados por los y las estudiantes de sétimo. Entre estos se incluyen mantener una buena conducta (28,2%), denunciar daños contra el colegio (26,1%), respetar a los compañeros y compañeras (23,0%), y contribuir a mantener limpio el colegio (21,3%). En undécimo año, las respuestas sobre estos mismos temas varían entre 8 y 22%, por lo que evidentemente las percepciones sobre el cumplimiento de normas y obligaciones son bastante menores. Sobre este asunto del respeto a las normas y obligaciones, particularmente cuando se trata del respeto hacia el cuerpo docente, el estudiantado percibe contradicciones importantes entre 64 las reglas y las prácticas. De una u otra manera, lo que están diciendo es que quienes educan proporcionan ejemplos contradictorios con algunas reglas impuestas: que ni pelo largo, ni aretes, ni traer uñas pintadas, ni piercing. Pero por otra parte mencionan: Aquí hay profesores con el pelo largo. La directora puede ser muy directora, pero anda toda pintada. Hay profesores que ponen apodos. Vea al Ministro, tiene el pelo largo. Otro aspecto relacionado con el respeto a los profesores surge cuando en los grupos focales se mencionó que hay docentes con marcadas preferencias por los y las de undécimo: Si son de cuarto o quinto los dejan venir en jeans y no les hacen boletas. Yo tengo un amigo que anda con «dreds» y no le dicen nada, pues está en quinto. No obstante, también se dice que quienes cursan undécimo en ocasiones intimidan o ignoran a algunos docentes: Los quintos no se dejan de los profesores, entonces se meten con nosotros. O los mismos estudiantes de undécimo cuando dicen: «Los profesores se cansan de decirle a uno, pero no les hacemos caso». El tema del respeto al cuerpo docente y el cumplimiento de las normas también se pone de manifiesto en las injusticias que describen a su alrededor. Esto se presenta particularmente en undécimo año, en expresiones como: Hay profesores muy ratas, porque hay gente que no se esfuerza por pasar y siempre pasan. ...Yo tengo una compañera que se lleva de lo más bien con el profe y siempre pasa, le pasa diciendo que vaya a la soda y le traiga cosas, al viejo verde ese. ...Si Usted tiene un profesor que le cae bien tiene todas las de ganar y si lo tiene entre ojos tiene todas las de perder. La vez pasada dieron puntos a los que compraron entradas para el baile. Estos resultados indican que el estudiantado percibe dentro de los colegios un ambiente en el que las obligaciones académicas, conductuales y de denuncia contra armas y drogas son poco valoradas. Aunque no debe dejarse de lado que la juventud colegial atraviesa una etapa de su vida en la que la experimentación y la actividad que desarrollan están llenas de energía, en donde la búsqueda es importante, los resultados constituyen una llamada de atención sobre el entorno en el que tienen lugar las relaciones sociales dentro de los colegios. Debido a lo anterior, también se consideró importante investigar sobre la satisfacción que sienten con su colegio. Se pretendía determinar si los y las estudiantes experimentan satisfac- ción y cercanía con su centro educativo. Desde el punto de vista de la convivencia esto es deseable, porque el colegio se convierte así en un espacio apreciado, valorado y respetado por quienes asisten a él. Para indagar sobre este tema se pidió a los y las estudiantes que calificaran diferentes aspectos relacionados con profesores, programas y actividades, e infraestructura de los colegios. De los resultados obtenidos se observa, en primer lugar, que las magnitudes que califican como bueno y muy bueno los diferentes factores considerados son relativamente altas, al menos mayores a la percepción que expresaron sobre el ambiente de respeto a las normas y obligaciones (Gráfico 19). En segundo lugar, nuevamente, en sétimo año se califican más favorablemente los diversos aspectos relacionados con la institución. En ambos niveles de estudio la calificación que brindaron los estudiantes al interés que despiertan sus profesores es la más alta obtenida entre todos los elementos considerados (67,8% en sétimos y 54,3% en undécimos). Este resultado es relevante, pues los y las estudiantes expresan aquí un grado de satisfacción importante con la instrucción que imparte el cuerpo do- 65 cente. El factor que recibió las calificaciones más bajas fue el estado de las sillas y pupitres, es decir, del mobiliario utilizado (aproximadamente 27% en ambos niveles). Entre los dos extremos anteriores existen opiniones diversas. Para quienes cursan sétimo año, las magnitudes que califican favorablemente la limpieza del colegio, los programas culturales, los lugares y actividades para recreación, la tecnología con que cuenta el colegio y el estado de la infraestructura, rondan entre 45 y 57%, por lo que puede considerarse que los califican medianamente bien. Estos mismos factores son calificados de manera menos positiva por quienes cursan undécimo año (las magnitudes rondan entre 24 y 41%). El que se valore relativamente bien el interés que despierta el cuerpo docente constituye un factor del proceso de aprendizaje importante para cultivar y desarrollar las capacidades de los y las estudiantes en un ambiente de satisfacción. Es claro que sobre este tema, y casi todos los demás, quienes están en undécimo año son más críticos, particularmente cuando se hace referencia a los programas culturales, lugares y actividades de recreación. Probablemente, ello se debe a que los colegios ya no brindan en sus espacios la satisfacción que experimentan quienes tienen menos edad y sean otros lugares fuera de los colegios los más atractivos. En síntesis Una visión general de esta parte permite afirmar que la adhesión al sistema político y la preferencia por la democracia ofrecen resulta- 66 dos positivos. No obstante, a pesar de mantenerse vivas las expectativas por continuar siendo un país sin ejército, se cuestiona el futuro de la democracia y existen opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá el país en el futuro. Se percibe, en este sentido, un grado de incertidumbre importante. Sumado a ello, el interés por participar en las decisiones políticas del país es modesto, lo que anticipa un escenario de ciudadanos medianamente comprometidos con la participación en los procesos de decisión. En cuanto a la participación en grupos y actividades, dentro o fuera de los colegios, una magnitud importante de estudiantes las realiza (tres cuartas partes). En este sentido, los colegios están canalizando adecuadamente la participación estudiantil. Pese a este alto nivel de participación en actividades diversas, se percibe dentro de sus colegios un ambiente en el que las obligaciones académicas, conductuales y de denuncia contra armas y drogas son poco valoradas y, a pesar de calificar de diferentes maneras los servicios e infraestructura de los colegios, el elemento mejor valorado fue el interés que despiertan las y los docentes, lo que constituye un factor positivo para que el proceso de aprendizaje sea satisfactorio. El elevado nivel de participación del estudiantado en diferentes grupos o actividades, así como las diferentes calificaciones que brindaron a los servicios e infraestructura con que cuenta el colegio, invitan a pensar hasta qué punto se sienten parte de su colegio. Es claro que dicha pregunta puede trascender los colegios y conduce a preguntarnos por aquellas instancias e instituciones de las que el estudiantado se siente partícipe. Este tema se aborda en la siguiente sección. IX. AFILIACIÓN El término «afiliación» remite a los vínculos que se desarrollan entre personas y colectividades. Dos características importantes de conocer desde esta perspectiva son el sentido de pertenencia y el sentido de protección. Examinemos el primero. Sentido de pertenencia El sentido de pertenencia refiere al grado de adhesión que experimenta el estudiantado entre sí, a otro u otros grupos o una colectividad. Para indagar sobre el tema, en el cuestionario se preguntó: «A veces las personas se sienten parte de algo o no se sienten parte de algo. Por ejemplo, una persona puede sentirse parte de un grupo de amigos(as) o puede no sentirse parte de ese grupo. De esto tratan las siguientes preguntas. Hasta qué punto Usted se siente parte de…» y se mencionaron diversos grupos o colectividades, desde algunos muy concretos y específicos, como el hogar, hasta otros más difusos, como la sociedad costarricense. Los resultados obtenidos son diversos. Tanto en sétimos como en undécimos, el sentido de pertenencia más fuerte lo manifestaron hacia el hogar (magnitudes superiores a 80%) y hacia la familia en general (77,0% y 64,4%, respectivamente) (Gráfico 20). Este resultado es similar al obtenido entre la población adulta. En el extremo opuesto se encuentran las comunidades virtuales como «Hi5», «Myspace» y «Facebook», entre otras, de las que el 29,1% en sétimo año y el 18,0% en undécimo manifestaron sentirse parte. Obsérvese que, nuevamente, con algunas excepciones, quienes cursan sétimo año manifiestan mayor sentido de pertenencia. Los resultados incluyen varios aspectos que resulta oportuno comentar. Uno es el sentimiento de pertenencia a la sociedad costarricense: el 46,8% en sétimo año y el 55,1% en undécimo se sienten parte de ella. Que cerca de la mitad de los y las estudiantes no se identifique plenamente con la sociedad costarricense significa que visua-lizan o sienten fracturas en su relación con la sociedad, lo que puede traducirse en una menor disposición a colaborar por el bien común. En la población adulta esta magnitud fue del 62,3%, lo cual podría reflejar que dicho sentimiento se incrementa con la edad. Por otro lado, llama la atención también el sentido de pertenencia a grupos de amigos y 67 amigas, dentro y fuera del colegio, pues -en promedio- poco menos de la mitad declaró sentirse parte de estos grupos, cifra menor a la obtenida entre la población adulta (64,4%). Esto significa que aproximadamente la mitad no se identifica plenamente con sus grupos de amigos y amigas. Algo similar ocurre con el colegio, pues menos de la mitad manifestó un alto sentido de pertenencia hacia su centro educativo. Sobre la falta de sentido de pertenencia hacia el colegio, de las sesiones grupales se desprende que existen quienes no se sienten tomados en cuenta: En el cole nos ignoran, hay que traer a Repretel para que nos hagan caso. Otros son más claros cuando afirman: En este colegio se puede hablar todo lo que quiera, pero uno no tiene elección, es demasiado injusto, o cuando relatan que: El problema de voz y voto no es tanto de los compañeros, sino de la institución, pues hay demasiadas cosas que no me parecen y siempre dicen ¡no, así son las reglas! Una estudiante comentó: Si Usted tiene un problema lo sacan a hablar y a quejarse, pero no cambia nada, se pierde el tiempo porque no cambia nada. Si van a abrirse espacios para eso que sean bien utilizados. 68 Un aspecto que probablemente influye en la baja identificación con los colegios es la escasa participación que dicen tener los y las estudiantes en la toma de decisiones. Una estudiante comentó: Yo hice una carta contra la fiebre porcina, el Guía me ayudó, pero el Director nunca puso toallas ni jabón en los baños. Otro estudiante mencionó: Yo he querido hacer campañas de reciclaje, ya hay apoyo de la Kimberly Clark, pero el cole dice que es muy difícil y que no hay plata, siempre dice sí un día y al otro nada. Un comentario adicional merece el resultado sobre las comunidades virtuales, pues estas son las instancias que menos sentido de adhesión despiertan, lo que se explica, al menos en parte, porque la estimación incluye a estudiantes que usan y no usan internet. Una tabulación adicional que considera únicamente a estudiantes que usan la Internet indica que el 36,4% en sétimo año y el 22,9% en undécimo experimentan un fuerte sentido de pertenencia a alguna comunidad virtual. Dado que el estudio de PROSIC señala que solamente la mitad de estudiantes utilizan los «chat» (Cuevas y Alvarez, 2009; p. 139), el resultado de identificación cae dentro de los límites esperados. Sentido de protección El sentido de protección revela el apoyo que siente el estudiantado de los grupos o colectividades con los que se relaciona. Concretamente, el sentido de protección se refiere a la seguridad que tienen los y las estudiantes de que contarán con apoyo si se encuentran en una situación de amenaza. Ante tales circunstancias, es importante que confíen en las redes de apoyo y en los mecanismos institucionales de protección, se debe tener en cuenta que se trata de una valoración subjetiva de lo que puede suceder. Para indagar sobre el tema se preguntó: «Suponiendo que Usted tuviera algún problema ¿cuánto apoyo piensa que podría recibir de...?». Los resultados muestran relación con el sentido de pertenencia, pues perciben apoyo cuando se trata del entorno familiar. No obstante, dentro del entorno familiar, el apoyo lo perciben, principalmente, de la madre (85% y más dicen que tendría mucho apoyo) (Gráfico 21). Por parte del padre declaran que recibirían apoyo en menor grado que la mamá, aunque fue mayor en sétimos que en undécimos (73,6 y 59,9%, respectivamente). Igual sucede con los hermanos o hermanas (69,7% y 62,3%, respectivamente) y, en menor cuantía, con otros familiares (58,4% y 40,1%). El que la persona de la que más apoyo esperan sea la madre, particularmente cuando se compara con el papá, es una consecuencia de muchas y complejas situaciones que experimentan los y las jóvenes estudiantes. Las madres son quienes en general, más se ocupan de la crianza y educación de los hijos e hijas y también es con ellas con quienes más interactúan, lo cual puede atribuir a desarrollar más el sentimiento de apoyo. Además, recuérdese que una cuarta parte de los y las jóvenes entrevistados no conviven con sus padres, lo que refuerza la figura de la madre como principal fuente del apoyo que pueden esperar los y las estudiantes en caso de problemas. Con respecto a los amigos y amigas dentro y fuera del colegio, 40% en promedio espera mucho apoyo de ellos en caso de tener problemas. Con sus docentes, el sentido de protección es menor, principalmente en undécimo año 69 (20,3%). Llama la atención que el interés que despierta el profesorado durante las lecciones no se traduzca en un sentimiento de confianza, en el sentido de que puedan esperar protección cuando la necesiten. Esto muestra que el interés que despiertan sus profesores es más académico que vivencial. Algunas frases expresadas en las sesiones grupales lo confirman: A veces salen ciertos profesores que se toman las cosas muy personales, de que digamos a un profesor le cae mal un alumno y le baja puntos, o sea ¡cero que ver!, o esta otra: Lo que pasa es que aquí los profesores se juntan en puñitos y si uno tiene problemas con uno, ya tiene problemas con los otros. ...Yo digo que el profesor tiene que trabajar a favor del alumno, pero muchas veces se da que si le cayó mal desde el principio entonces se encarga de dejarlo y por más inteligente que sea le baja puntos ¡porque es un vago! Si del profesorado no se espera apoyo, aún menos de los vecinos y vecinas de las comunidades (22,9% y 9,7% en sétimo y undécimo, respectivamente). Es decir, la juventud colegial no visualiza en su vecindad redes de apoyo importantes en caso de problemas. Las dos figuras de las que menos apoyo se espera en caso de problemas son la sociedad (17,1% y 5,0% en sétimos y undécimos, respectivamente) y el gobierno (11,2% y 1,8% en sétimos y undécimos respectivamente). Esta 70 situación llama poderosamente la atención y revela que la imagen de la sociedad y del gobierno generan un sentimiento de confianza y protección entre el estudiantado. Es justo mencionar que las preguntas sobre el sentido de protección no toman en cuenta el problema o los problemas concretos en que los y las estudiantes pensaban cuando se formularon las preguntas. Pese a ello, la lejanía que sienten con ambos es clara. En síntesis Los resultados sobre la afiliación muestran un panorama en donde el sentido de pertenencia y de protección se deposita en la familia, más en la madre que en el padre. Aunque los y las estudiantes reconocen hacia sus círculos de amigos y amigas un modesto sentimiento de afiliación, no lo experimentan en la magnitud que se esperaría. Llama la atención que, aunque se identifican medianamente con la sociedad costarricense como grupo de pertenencia, no esperarán mucho de ella en caso de problemas y, menos aún, del gobierno. El impacto de estos resultados para la convivencia no es menor, pues lo deseable es que el estudiantado, y la población en general, se sienta partícipe de la sociedad, sin menoscabo de su adhesión a grupos más específicos. X. ENTORNOS SEGUROS Esta última sección aborda el tema de la seguridad en el entorno colegial, es decir, el ambiente estudiantil: lo que rodea a los y las estudiantes y las circunstancias en las cuales establecen sus relaciones sociales. En este caso, la indagación se enfocó en la seguridad que experimenta el estudiantado dentro del colegio, así como en la presencia de armas y de drogas lícitas e ilícitas. nos lleva a concebir el entorno como causa y efecto de la calidad de la convivencia, pues proporciona elementos que retroalimentan y transforman la convivencia de acuerdo con las particularidades que se presentan. Dichos fenómenos no pueden pasar desapercibido en un estudio sobre la convivencia entre colegiales, pues su presencia tiene efectos importantes en la educación, en la salud y, en general, en la calidad de vida de los y las estudiantes. El Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005: Venciendo el temor. (In)seguridad ciudadana y desarrollo humano en Costa Rica (INDH-2005) adoptó una definición sobre la seguridad ciudadana. Ahora, tratándose de estudiantes de colegio, se adopta la misma definición ubicándola en el entorno colegial. Así pues, se concibe la seguridad estudiantil como la condición personal, subjetiva y objetiva, de encontrarse libre de violencia, amenaza de violencia o despojo intencional por parte de otros en los centros educativos. Aquí la violencia denota el uso o amenaza de uso de la fuerza física o psicológica por parte de quienes los rodean en los colegios con el fin de causar daño o doblegar la voluntad, y el despojo remite al acto de privar ilegítimamente de sus pertenencias a los y las estudiantes. Conceptualmente hablando, el entorno no constituye un atributo más de la convivencia, más bien puede considerarse un factor asociado a ella, pues puede modificar la sociabilidad, el reconocimiento de la diversidad, la institucionalidad y la afiliación. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que también podría tratarse como parte del impacto que produce la convivencia, pues es claro que las formas como se desarrollan las dinámicas sociales tienen un impacto sobre el entorno en que ocurren. Esto La seguridad estudiantil 71 Aunque se sabe que las percepciones de inseguridad pueden tener múltiples consecuencias, se preguntó directamente por las posibilidades de abandonar los estudios por motivo de la violencia. Sobre este tema, el 17,3% en sétimo año y el 6,3% en undécimo respondieron que esa posibilidad es alta o muy alta. Desde esta perspectiva pueden investigarse dos vertientes de la seguridad estudiantil. Una es la percepción, o el componente subjetivo de la seguridad, y la otra es la victimización, es decir, el componente objetivo. Para el componente subjetivo se decidió medir y analizar la percepción de inseguridad, interpretada como el riesgo atribuido a la ocurrencia de hechos violentos y de despojo. Para la dimensión objetiva se midió la victimización, entendida como el acontecimiento real de esos hechos dentro de los colegios. Se considera que medir la percepción es tan importante como los hechos reales, dado que la amenaza percibida, aún sin un fundamento objetivo, puede generar alteraciones visibles, frecuentemente negativas, en el comportamiento individual y social de quienes estudian en los colegios. La percepción de inseguridad que registra el estudiantado dentro de los colegios fue indagada mediante varias preguntas. Para ello, la introducción planteada fue la siguiente: «Ahora quisiera conocer sobre la seguridad que siente en su colegio. Dentro del colegio ¿cuál es la posibilidad de...» y se preguntaron cuatro aspectos básicos sobre el despojo de pertenencias, ataques físicos, agresión emocional y sexual. Una última pregunta, consecuencia de las anteriores, indagó por las posibilidades de abandonar el colegio por motivos de violencia. 72 Los resultados muestran que sufrir daños, robos o vandalismo contra los objetos o pertenencias es lo que más se teme dentro del colegio (Gráfico 22). Aproximadamente el 36% en ambos niveles de estudio manifestó que esa posibilidad es alta o muy alta. Las posibilidades de sufrir una agresión emocional también fueron consideradas de esta forma por poco más de una cuarta parte en ambos niveles de estudio (27%). El temor de sufrir agresiones físicas, siendo golpeado o atacado violentamente, se presenta con una intensidad menor y crece entre estudiantes de sétimo, pues mientras el 23,8% de quienes tienen menos edad dice que esa posibilidad es alta o muy alta, el 16,3% con más edad lo considera así. Las posibilidades de sufrir una agresión sexual son el menor de los temores y se presentan en el 10,8% de quienes cursan sétimo y el 6,1% de quienes lo hacen en undécimo, magnitudes que sin embargo no son despreciables. Aunque se sabe que las percepciones de inseguridad pueden tener múltiples consecuencias, se preguntó directamente por las posibilidades de abandonar los estudios por motivo de la violencia. Sobre este tema, el 17,3% en sétimo año y el 6,3% en undécimo respondieron que esa posibilidad es alta o muy alta. Tabulaciones adicionales mostraron que esta apreciación es igualmente válida para hombres y mujeres en ambos niveles. Obsérvese que los temores experimentados por la población estudiantil de los colegios no alcanzan niveles que puedan considerarse alarmantes, aunque este debería ser un espacio donde las personas se sientan enteramente libres de temor. En la Encuesta de Seguridad Ciudadana realizada por el PNUD en 2006 (ENSCR-06, Madrigal, 2007) entre personas de 18 a 69 años, el 39,7% consideró «altas» las posibilidades de que se produzcan robos en su casa, pero al tomar en cuenta otras situaciones como el robo de vehículo o ser asaltado en la calle, las magnitudes fueron mayores (47,6 y 60,0%, respectivamente). Es decir, aunque el temor de sufrir daños, robos o vandalismo está presente en los colegios del país, no es tan alto como el temor que experimenta la población adulta. Algo similar ocurre cuando se considera la integridad física, pues en la ENSCR-06 el temor a ser golpeado violentamente fuera de la casa fue una posibilidad considerada alta o muy alta por el 46,1% de los adultos, en tanto en estudiantes de sétimo año alcanzó como máximo 23,8%. El temor a la agresión emocional y sexual presenta magnitudes similares en ambas encuestas. En resumen, el estudiantado experimenta cierto grado de temor en los colegios, principalmente por el robo de sus pertenencias, aunque la sensación es mayor en personas adultas. El resultado alarmante es que 17,3% de los y las estudiantes de sétimo y el 6,3% de aquellos de undécimo, digan estar considerando abandonar el colegio por motivos de violencia. Para indagar sobre la victimización, se tomaron en cuenta los mismos elementos considerados en la percepción, y se preguntó por lo sucedido dentro del colegio durante el presente año. Los resultados muestran que el 38,7% en sétimo año y el 26,5% en undécimo fue victimizado de alguna manera (Gráfico 23). El tipo de victimización que más padecen quienes estudian es el robo o daño de sus cosas personales, pues así le sucedió al 28,2% en sétimo año y al 14,7% en undécimo. En segundo lugar está la agresión emocional, la cual fue padecida, aproximadamente, por el 16% en ambos niveles de estudio. Las agresiones físicas como ser golpeado o atacado violentamente, se presentaron en magnitudes menores (6,6% y 2,3%, en sétimo y undécimos, respectivamente), y las agresiones sexuales o intentos de este tipo de agresión no son comunes, aunque existen, pues así lo manifestó el 3,2% en sétimo año y el 1,9% en undécimo. Información adicional mostró que entre estudiantes de sétimo año el robo o daño de las pertenencias personales, así como las agresiones físicas, son más comunes en hombres que en mujeres, por diferencias cercanas a cinco puntos. 73 A diferencia de la población adulta del país, entre quienes las percepciones de inseguridad son mayores a los índices de victimización, en el estudiantado de los colegios ambos aspectos tienden a acercarse. Además, debe mencionarse que la victimización experimentada en los colegios no es despreciable y que, en promedio, es bastante similar a la obtenida en la población nacional. En 2008 el INEC con el apoyo del PNUD analizó en la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples un módulo sobre victimización. Aunque la información no es estrictamente comparable, pues el módulo del INEC contempló más situaciones de victimización relacionadas con el patrimonio, el resultado general indica que durante los doce últimos meses el 28% de los hogares del país había sido victimizado. Esto revela que los problemas de inseguridad que viven las personas adultas en su diario vivir también son padecidos por los y las estudiantes en sus colegios. Los resultados de la próxima sección contribuyen a confirmar la anterior aseveración. 74 Drogas y armas en los colegios Un componente que complementa la información sobre la seguridad estudiantil es la presencia de drogas y armas en los colegios. El consumo o venta de drogas lícitas -como el tabaco y el licor- o ilícitas -como la marihuana y la cocaína, entre otras-, fomenta la creación de ambientes menos seguros en los colegios. Tomando como base las respuestas de quienes cursan undécimo año, se encontró que en el transcurso del año el 67,6% había visto estudiantes fumando dentro del colegio o en sus alrededores, el 66,3% los había visto ingiriendo licor y el 35,9% consumiendo algún tipo de droga (Gráfico 24). También, el 26,0% vio alguna persona que, sin ser estudiante, vendía drogas dentro del colegio o en sus alrededores. Además, el 14,6% declaró haber visto estudiantes haciendo lo mismo. Por otra parte, en los colegios las armas no son extrañas, pues así lo afirmó el 16,2%. Estas magnitudes son menores en estudiantes de sétimo año, particularmente las primeras cuatro situaciones descritas. Además, información adicional señala que estos comportamientos son más visualizados por los varones de undécimo que por las mujeres del mismo nivel. Las sesiones grupales confirman todo lo arriba dicho. En ellas, un estudiante mencionó que: en los baños del colegio hay personas fumando marihuana y ahí están mis primos. Otra estudiante afirmó: a veces las personas se prostituyen y los profesores no se dan cuenta. Otros cuentan sus propias aventuras cuando narran que: A veces, en vacaciones, decimos que vamos para el cole y en realidad nos vamos para un puesto (puesto significa recolecta de dinero para comprar licor y drogas). Algunos estudiantes lo justifican de la siguiente manera: A veces, a algunos papás no les importa lo que uno haga. ...A veces los papás dan mal ejemplo. ...A veces uno actúa de esa manera porque en la casa le enseñan eso. Sin embargo, también manifestaron: Yo digo que el padre tiene que tener comunicación con sus hijos, ya que si no pone comunicación los perjudicados son los hijos. Estos resultados ponen en evidencia una realidad sobre la seguridad del entorno en el que se desarrolla la convivencia dentro de los colegios. Sin embargo, es justo mencionar que este informe no es el único en la materia. El mismo MEP, a través del estudio de Casos de Violencia en los Centros Educativos 2008 (MEP, 2008) indica, por ejemplo, que en el 2008 se encontraron 65 estudiantes con armas de fuego y 980 estudiantes con arma blanca. Con respecto al consumo de drogas, lícitas o ilícitas, el Instituto de Farmacodependencia (IAFA) es pionero en el tema. Sirviéndose de diversas encuestas dirigidas a estudiantes de colegio, ofrece un panorama más completo sobre el particular. Cuando se observan los resultados de la última encuesta realizada en el 2009 (Cuadro 12), se entiende por qué una magnitud importante ha visto estudiantes fumando, tomando y, en menor escala, consumiendo drogas. De acuerdo con la encuesta del IAFA en undécimo año el 80% de hombres y mujeres ha consumido bebidas alcohólicas alguna vez, el 45,5% de los hombres y el 39,3% de las Cuadro 12 Prevalencia del consumo de drogas lícitas e ilícitas en Costa Rica, 2009 (datos en porcentajes) Prevalencia Fumado Bebidas Consumo de Consumo tabaco alcohólicas marihuana de cocaína Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Ha consumido alguna vez Sétimo Undécimo 21,7 45,5 15,5 39,3 34,8 80,5 32,2 79,3 6,2 18,5 3,7 10,6 2,4 3,2 1,3 1,3 Consumo durante los últimos 12 meses Sétimo Undécimo 8,4 25,6 6,8 17,9 16,2 66,6 17,9 62,5 3,9 12,8 3,3 6,1 0,9 1,8 0,6 0,8 Consumo durante los últimos 30 días Sétimo Undécimo 6,0 14,5 5,3 11,6 7,2 46,2 11,1 38,9 3,1 5,3 2,5 3,2 0,7 0,5 0,6 Fuente: Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia. Encuesta sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria. Segunda Encuesta Nacional. Costa Rica, 2009. Datos preliminares. 75 mujeres han fumado y el 18,5% de los varones y el 10,6% de las mujeres han consumido marihuana. El consumo de cocaína (alguna vez) es de 3,23% y 1,33%, para hombres y mujeres, respectivamente. Los datos de consumo durante los últimos doce meses evidencian que la ingesta de bebidas alcohólicas es importante (64% en promedio de hombres y mujeres), le sigue el fumado (22% en promedio de hombres y mujeres), el consumo de marihuana (aproximadamente 9% en hombres y mujeres) y el de cocaína (alrededor del 1%). El consumo durante los últimos 30 días, o lo que se conoce como consumo activo, también arroja cifras importantes. Como puede observarse, con excepción de las bebidas alcohólicas, los varones generalmente superan a las mujeres en el consumo. Cabe mencionar que los datos proporcionados por el IAFA no se refieren al consumo de estas sustancias dentro de los colegios. Sin embargo, tal y como fue de- 76 mostrado anteriormente, el consumo se da tanto fuera como dentro de la institución. En síntesis En resumen, los resultados de la encuesta revelan que algunos estudiantes han experimentado problemas en los colegios relacionados a la violencia y la inseguridad. Se percibe además la presencia de armas, de drogas y el consumo de sustancias lícitas e ilícitas, que pueden ser perjudiciales para el desarrollo integral de las personas. Desde la perspectiva de la convivencia y del desarrollo humano, se debe fortalecer las redes de apoyo y proveer un entorno seguro para que los y las estudiantes puedan desarrollar sus capacidades sin la presencia de obstáculos e inseguridades. Claro está que dicha meta trasciende a los colegios y es extensiva a cualquier ámbito. XI. CONCLUSIONES Para introducir las conclusiones sobre la calidad de la convivencia en los colegios del país, debe de tomarse en cuenta que el presente estudio se centró en las dinámicas sociales que se desarrollan ahí, así como entre estudiantes y sus familias y comunidades, en un marco en el que idealmente los y las estudiantes deberían realizarlas con confianza, cordialidad y cooperación, disfrutando de sus derechos y oportunidades en igualdad de condiciones y sintiéndose parte de grupos y colectividades. La premisa básica fue que las relaciones fructíferas potencian las capacidades y las oportunidades para alcanzar los propósitos fundamentales que orientan el desarrollo humano. Esto significa, en otras palabras, que una convivencia positiva es necesaria para que los y las estudiantes fortalezcan capacidades y destrezas para desarrollar y alcanzar sus proyectos de vida. Además, se consideró también que una sana convivencia es indispensable para formarse como personas, con hábitos que les permitan llevar una vida plena consigo mismos y con los demás. Para diagnosticar la calidad de la convivencia entre colegiales fueron abordados cuatro grandes temas o área de estudio: la sociabilidad (la forma en que se relacionan entre sí los y las estudiantes), la diversidad (aceptación por el estudiantado de la diversidad humana en algunas de sus expresiones), la institucionalidad (afinidad hacia la organización y disposición a participar en la vida democrática) y la afiliación (vínculos que establecen con grupos y colectividades). De cada una de estas áreas de estudio se consideraron diversos temas que proporcionaron el material básico para confeccionar un cuestionario. Este instrumento fue aplicado a una muestra aleatoria nacional de 1.022 estudiantes de sétimo y 885 de undécimo (1.907 en total) a finales del 2008. El balance de la situación que se describirá seguidamente revela resultados mixtos. Se considera que, para que la convivencia favorezca el desarrollo humano, deben cumplirse ciertos requisitos en cada una de las áreas de estudio. Bajo esta línea de pensamiento se ofrece un 77 balance de lo que se espera de la convivencia y de los resultados encontrados. Desde la perspectiva de la sociabilidad, se espera que los y las estudiantes: O O O O sientan confianza hacia quienes los rodean y sientan la seguridad de que no les harán daño. practiquen la civilidad con todas las personas, con quienes comparten en espacios públicos o tienen encuentros esporádicos. expresen sus opiniones y escuchen a los demás, abriendo las puertas a una comunicación efectiva, que propicie la celebración de acuerdos. resuelvan disputas sin recurrir a la violencia y empleando medios pacíficos. Los resultados obtenidos muestran, en promedio, para ambos niveles de estudio solamente el 27% considera que si la gente tuviera la oportunidad, trataría de ser justa con él o con ella. Este sentimiento se extiende a todas las personas del entorno, exceptuando a la propia familia. Evidentemente el resultado muestra por la incertidumbre y recelo de lo que puede esperarse de la personas, lesionan la capacidad de establecer relaciones más cordiales y fructíferas para la convivencia. Por otro lado, la juventud colegial admite que en su mayoría recibe del cuerpo docente un buen trato (casi 70% respondió así), pero afirma que el ofrecido por los y las estudiantes al cuerpo docente no es igualmente correspondido (aproximadamente 50%), y que existen síntomas de relaciones conflictivas entre ellos, principalmente en sétimo año (57,6% respondió así en este nivel). Sobre el tema de la civilidad se encontraron resultados variados, que dependieron de las situaciones a las que se hizo referencia. Por ejemplo, cuando se indagó sobre la posibilidad de colarse en una fila, para conocer actitudes hacia el respeto y la cortesía, se encontró que en undécimo año están más dispuestos a hacerlo que en sétimo (51,5% y 39,6%, respectivamente), lo que refleja actitudes poco deseables hacia la civilidad, particularmente entre quienes tienen más edad. No obstante, al indagar actitudes hacia la honestidad, mediante la acción de permanecer en silencio si le cobran de menos en una soda, tan solo una cuarta parte se manifestó de acuerdo, resultado que refleja, 78 además, una situación particular de solidaridad hacia las personas que realizan su trabajo diario en este tipo de establecimientos. La comunicación y celebración de acuerdos entre estudiantes revela que la disposición al diálogo entre pares es medianamente aceptable. Esto se afirma porque al preguntarse sobre las prácticas que observan entre sus compañeros y compañeras en caso de conflicto, las respuestas que reflejan una comunicación efectiva oscilan entre 50 y 70%. Es probable que estas magnitudes contribuyan a explicar por qué aproximadamente la mitad reportó haber tenido al menos un problema durante el curso lectivo. Esta cifra es alta, pero también debe tomarse en cuenta que cerca de la mitad de quienes tuvieron conflictos recurrieron al diálogo como mecanismo de resolución de las diferencias, y que la cifra de problemas no resueltos es baja, aproximadamente del 8%. De los diversos resultados obtenidos sobre el tema de la conflictividad, sobresale lo que sucede en los hogares, donde las mujeres, en ambos niveles de estudio, reportaron tener más conflictos que los varones, especialmente las de undécimo y, especialmente, con la madre. Es probable que la explicación a este hecho esté inmersa en los roles que desarrollan madres y padres cuando tratan de regular el comportamiento que se espera de un hijo o de una hija. Sin embargo, es importante reconocer que si hay mayor conflictividad con las madres es también porque con ellas es con quienes más interactúan los y las jóvenes estudiantes. Además, pudo constatarse que una cuarta parte de los hogares tiene un padre ausente, lo que recarga las responsabilidades de cuido y estudio en las madres, y que son ellas las personas de quienes más apoyo esperan en caso de problemas. La segunda área de estudio abordada fue la diversidad, cuyo término alude a la existencia de la variedad, lo diferente o lo heterogéneo. Desde la perspectiva de la investigación, el término adquiere una connotación especial, pues trae a colación que las interacciones sociales entre estudiantes se dan entre personas distintas, quienes representan múltiples identidades o rasgos propios que los caracterizan frente a los demás. Para el estudio de la diversidad se tomó en cuenta un elemento básico desde la perspectiva de una convivencia positiva en la secundaria: el reconocimiento de la diversidad. Este se concibe como la capacidad de los y las estudiantes de reconocer que todas las personas deben tener los mismos derechos, y así promover una convivencia acorde con el desarrollo humano. Por ello, en relación con el reconocimiento de la diversidad, de los y las estudiantes se esperaba que: O O reconocieran los derechos de todas las personas, independientemente de su identidad, para que puedan obtener, en igualdad de condiciones, las capacidades y oportunidades de concretar sus proyectos de vida. practicaran el trato igualitario hacia todas las personas, garantizando un disfrute de derechos elementales iguales y eliminando toda manifestación de discriminación hacia cualquier persona. Los resultados obtenidos en este apartado revelan que todavía existe un cuarto de la población estudiantil que no está de acuerdo con esta posición, y que más hombres que mujeres, en ambos niveles de estudio, favorecen las desigualdades (las diferencias rondan entre 8 y 16 puntos porcentuales favoreciendo a los varones). Es decir, si bien es cierto que las actitudes en general son positivas hacia la igualdad de derechos de hombres y mujeres, también lo es que algunos hombres se adjudican mayores derechos que las mujeres. Además, las actitudes hacia la igualdad de derechos de las personas afro-costarricenses e indígenas no son óptimas, particularmente en lo relativo al derecho a mantener las propias costumbres y a residir donde quieran. Además, se favorece medianamente que el sistema educativo contribuya a que mantengan su cultura (magnitudes entre 45% y 55% en ambos niveles de estudio) quienes cursan sétimo año quienes menos apoyan la igualdad de derechos hacia ambos grupos culturales. La parte más negativa del reconocimiento de la diversidad está en las actitudes hacia los derechos de las personas extranjeras y, principalmente, hacia homosexuales y lesbianas. En el caso de las personas extranjeras, el resultado que ilustra mejor la situación es la actitud hacia la igualdad de derechos entre costarricenses y extranjeros, ya que mientras el 44,8% de quienes cursan sétimo año está de acuerdo, solamente el 35,5% lo está en undécimo. En el caso de las actitudes hacia homosexuales y lesbianas, no más del 30% en ambos niveles de estudio apoya su derecho a adoptar o criar niños o niñas, la unión legal de gays y lesbianas, y el derecho a manifestar públicamente expresiones de cariño. Una visión de conjunto de estos resultados permite establecer que las actitudes hacia la igualdad de derechos son ambivalentes de cara a una sana convivencia, pues existe la posibilidad de que se generen conductas intolerantes, irrespetuosas y discriminatorias de la diversidad, erosionándose la convivencia sana y democrática a la que aspira el desarrollo humano. Probablemente esto contribuya a explicar por qué el 62,9% en sétimo año y el 41,5% en undécimo admitieron que sus compañeros o compañeras los hacen sentir inferiores o los tratan de manera injusta. En este contexto, la población extranjera de estudiantes de sétimo año merece especial atención, pues son quienes más se sienten discriminados por su nacionalidad (41,5%). La tercera área de estudio fue la institucionalidad, es decir, el conjunto de atributos que caracteriza a las relaciones con las instituciones creadas para sustentar la convivencia democrática. De las instituciones interesan los procesos que de ellas se derivan, como las leyes, la participación en las decisiones políticas, la rendición de cuentas, las oportunidades que brindan (en empleo, salud y educación, por ejemplo) y muchos otros aspectos relativos a su funcionamiento. El tema se consideró de interés para la convivencia porque permite analizar las relaciones sociales bajo la perspectiva de los procesos institucionales establecidos para que las personas desplieguen, en un ambiente de igualdad de oportunidades, sus capacidades. Sin embargo, debe de tomarse en cuenta que analizar el impacto de todos los procesos que se derivan de la existencia de las instituciones se convertiría en trabajo que supera los alcances del presente esfuerzo. Por esta razón, y tomando en consideración que el tema fue analizado con la población colegial, interesó contemplar algunos elementos que proporcionaran una idea del grado en que los y las estudiantes comparten los procesos que tienen su origen en la institucionalidad. Específicamente, de la institucionalidad se esperaba que los y las estudiantes: 79 O O O O compartieran la visión del sistema político democrático. participaran activamente en la vida estudiantil y social, y se interesasen e involucrasen en asuntos que les incumben o atañen, para que deliberen sobre normas y políticas que les producen beneficios. compartan las obligaciones que organizan la vida colegial. experimentasen cercanía a sus centros educativos al encontrar en estos respuestas satisfactorias a sus demandas y solicitudes. Los resultados referentes a la visión del sistema político y sus aspiraciones indican que la adhesión al sistema, medida por el orgullo que sienten de vivir bajo el sistema político costarricense, es positiva, aunque mayor entre estudiantes de sétimo (71,9% se siente orgulloso o muy orgulloso) que de undécimo (65,1%). Algo similar ocurre con la preferencia por la democracia, aunque en esta ocasión la relación por nivel educativo es inversa, pues el 56,5% en sétimo año y el 71,9% en undécimo revelan un apoyo importante. Un tema con resultados menos positivos es las expectativas sobre el futuro del país. A pesar de mantenerse viva la esperanza de continuar viviendo en un país sin ejército, pues así lo visualiza la mayoría (52,6% en sétimo y 65,4% en undécimo), se cuestiona el futuro de la democracia del país (casi 50% en undécimo y el 43,8% en sétimo), y existen opiniones divididas sobre el grado de desarrollo que tendrá el país en el futuro (54% en undécimo año y 27,9% en sétimo piensa que el país seguirá subdesarrollado). Obsérvese que las posiciones más pesimistas las expresan quienes cursan undécimo año, por lo que se detecta en este grupo un grado de incertidumbre importante sobre el futuro del país. En el tema de la participación estudiantil se encontró, por una parte, que el interés es modesto cuando se refiere a involucrarse en los procesos nacionales de decisión. Esto se afirma porque las respuestas (importante y muy importante) revelan que el 47,2% y el 57,3% en sétimo y en undécimo, respectivamente, valoran positivamente la participación en las elecciones nacionales, y en menor magnitud lo hacen cuando se refiere a la elección de alcaldes y alcaldesas (33,4% y 36,8% en sétimos y undécimos, 80 respectivamente). Votar en un referéndum fue la actividad a la que asignaron mayor importancia, pues así lo manifestó el 47,1% en sétimo año y el 67,6% en undécimo. En cuanto a la participación en grupos y actividades, dentro o fuera de los colegios, una magnitud importante de estudiantes las realiza (tres cuartas partes). Otro aspecto contemplado en el apartado de la institucionalidad fueron las obligaciones que organizan la vida colegial. Al respecto se encontró que se respira en el ambiente estudiantil una baja valoración del cumplimiento de normas y obligaciones. Básicamente, los estudiantes perciben en sus colegios un ambiente en el que las obligaciones académicas, conductuales y de denuncia contra armas y drogas son poco practicadas, particularmente en undécimo año, pues no más del 20% respondió que se respetan mucho las diferentes alternativas mencionadas. Además, hay un evidente reclamo por la falta de participación en la toma de decisiones. La población colegial siente cercanía hacia la institución por el interés que despiertan sus profesores por las materias de estudio. Este fue el elemento mejor valorado, entre una serie de aspectos relacionados con infraestructura, limpieza, tecnología y programas colegiales, y fue calificado como bueno o muy bueno por el 68% en sétimo año y el 54% en undécimo. Es probable que parte de la escasa cercanía que experimenta el cuerpo estudiantil con sus colegios se explique porque manifiestan que sus demandas no son bien atendidas y que, en ocasiones, los educadores no dan el ejemplo, aunque reconocen también que hay profesores que los escuchan y tratan de entenderlos. La cuarta área de interés para la convivencia fue la afiliación. El término refiere a los vínculos que se desarrollan socialmente con personas y colectividades. En cuanto a la afiliación se esperaba que los y las estudiantes: O O experimentaran un sentido de pertenencia hacia la sociedad y hacia otros grupos como su colegio, que les permitiera concebirse integrados al entorno social en el que se desarrollan. experimentaran un sentido de protección, al considerar que ante una situación de amenaza dispondrían de apoyo para contender contra la adversidad. Es de interés recordar que el sentido de pertenencia está centrado en la familia (magnitudes superiores a 80%), y medianamente hacia la sociedad, el colegio y los amigos y amigas. Llama la atención lo referente a los círculos de amigos y amigas, dentro y fuera del colegio, pues el sentido de pertenencia a algún grupo de estos fue apenas de la mitad de los y las estudiantes. Además, la identificación con la sociedad costarricense es mediana (50% en promedio se siente parte) y, aunque era de esperar un grado de identificación mayor hacia el colegio, solamente el 44% dijo sentirse parte de él. Por otra parte, el sentido de protección lo depositan principalmente de la familia, más por parte de la mamá que del padre. De amigos y amigas, así como de sus profesores, lo esperan medianamente. De la sociedad y del gobierno tienen bajas expectativas de apoyo, pues solamente el 10% esperaría de la primera mucho apoyo en caso de problemas y el 6% del segundo. Estos resultados llaman a la reflexión, pues sería deseable que el estudiantado se sintiera parte de la sociedad en la que conviven y confiara en recibir apoyo de ella en caso de problemas, sin dejar de valorar la importancia de sentirse igual ante grupos más específicos como los que representan su colegio o grupos de amigos y amigas. Una síntesis de estos resultados se presenta en el cuadro de la siguiente página. Aunque los cuatro temas de estudio guiaron la realización de la investigación, no pueden dejar de mencionarse los resultados obtenidos sobre la seguridad del entorno colegial. Se asume que los colegios del país deberían ser espacios libres de temor y de violencia para que el ambiente favorezca la convivencia pacífica y democrática del estudiantado. Por una parte, en el diario vivir de los y las estudiantes, está presente el temor a padecer robos, agresiones físicas, emocionales o sexuales, en diferentes magnitudes. La posibilidad de sufrir daños, robo o vandalismo dentro del colegio, es la más mencionada (36% en ambos niveles de estudio respondió que esa posibilidad es alta o muy alta). La agresión emocional es calificada de igual manera por poco más de una cuarta parte en ambos niveles de estudio. El temor de sufrir agresiones físicas es una posibilidad considerada alta o muy alta por el 23,8% en sétimo año y el 16,3% en undécimo. Y el temor por la agresión sexual es menor, aunque no despreciable (10,8% en sétimo y el 6,1% en undécimo). Al temor debe sumársele que la victimización, o el acontecimiento real de hechos violentos, está presente en los colegios. Una medición general de la victimización indica que el 38,7% en sétimo año y el 26,5% en undécimo fuero victimizados de alguna manera durante el año en que se realizó el estudio. Específicamente, el robo o daño de objetos personales es el mayor problema que enfrentaron (28,2% en sétimo año y 14,7% en undécimo). En segundo lugar está la agresión emocional (16% en promedio para ambos niveles). Las agresiones físicas se presentaron en magnitudes menores (6,6% y 2,3%, en sétimo y undécimos, respectivamente) y las agresiones sexuales o intentos de este tipo no fueron comunes, aunque sí se dieron (3,2% en estudiantes de sétimo y 1,9% en undécimo). Para profundizar un poco más en la seguridad del entorno se indagó sobre la presencia de drogas (lícitas o ilícitas) y de armas en los colegios. Tomando como base los resultados que proporcionaron quienes cursan undécimo año, se encontró que durante el curso lectivo el 67,6% había visto estudiantes fumando dentro del colegio o en sus alrededores, el 66,3% los había visto ingiriendo licor y el 35,9% consumiendo algún tipo de droga. También se obtuvo que el 26,0% vio alguna persona que, sin ser estudiante, estaba vendiendo droga dentro del colegio o en sus alrededores, pero también el 14,6% manifestó haber visto estudiantes haciendo lo mismo. Adicionalmente, se encontró que el 16,2% había visto a otros estudiantes con armas. Estos resultados invitan a reflexionar sobre la forma en que se está desarrollando la convivencia de la juventud colegial del país. Pero quizá lo más importante ahora es que las personas interesadas encuentren en este material una fuente de información que apoye iniciativas, programas y acciones que tiendan a mejorar la convivencia en la secundaria, tal y como ya se hace en el marco del «Proyecto de Ética, Estética y Ciudadanía» que desarrolla actualmente el MEP. 81 De los y las estudiantes se espera que.... De la investigación se obtiene que.... Sociabilidad · La confianza hacia la familia es más fuerte y disminuye hacia otras personas. Posean confianza en quienes les rodean y sientan la seguridad de que no sufrirán daño. Practiquen la civilidad, incluso con quienes comparten en espacios públicos o tienen relaciones esporádicas. Expresen sus opiniones y escuchen las de los demás, posibilitando una comunicación efectiva, que propicie la celebración de acuerdos. Las actitudes hacia la civilidad revelan resultados variados, unos más positivos que otros. Las percepciones hacia la disposición al diálogo entre compañeros y compañeras cuando hay conflictos son medianamente aceptables. Cerca de la mitad ha tenido problemas durante el curso lectivo y, de ellos, la mitad los resuelve por medios Resuelvan disputas sin recurrir a la violencia y empacíficos. Cerca del 8% de los y las estudiantes depleando más bien medios pacíficos. clara tener conflictos sin resolver con sus pares. En caso de conflicto, el cuerpo docente no es concebido como mediador por la mayoría. Diversidad Reconozcan los derechos de todas las personas, inSon más extendidas las actitudes hacia la igualdad de dependientemente de su identidad, para que puedan derechos de hombres y mujeres, y menos hacia persoobtener, en igualdad de condiciones, las capacidanas afro-costarricenses e indígenas. Las actitudes hacia des y oportunidades de concretar sus proyectos de la igualdad de derechos de personas según su naciovida. nalidad u orientación sexual son menos positivas. Practiquen el trato igualitario hacia todas las personas, garantizando un disfrute de derechos elementales iguales y eliminando toda manifestación de discriminación hacia cualquier persona. Una magnitud importante de estudiantes se siente discriminada, más en sétimos años que en undécimos. Generalmente se discrimina por el físico o por la forma de ser. Especial atención requieren los y las estudiantes extranjeros de sétimo año, quienes son más discriminados. Institucionalidad Se comparte la visión del sistema político, pero tieCompartan la visión del sistema político democrátinen dudas sobre el futuro del país, tanto en lo que co. respecta al grado de desarrollo que podría alcanzarse como a la sostenibilidad de la democracia. Participen activamente en la vida estudiantil y social, y se interesen e involucren en asuntos que les incumben o atañen, para que deliberen sobre normas y políticas que les produzca beneficios. Existe una importante participación en actividades sociales, dentro y fuera del colegio. No obstante, el interés que despierta la participación en la toma de decisiones políticas es apenas modesto. Compartan las obligaciones que organizan la vida colegial. Las percepciones indican una baja valoración del cumplimiento de normas y obligaciones que organizan la vida colegial. Además, hay reclamos por falta de participación en la toma de decisiones. Experimentan cercanía por el interés que despiertan los y las profesores por las materias de estudio. No obstante, consideran que sus demandas no son bien atendidas y que, en ocasiones, los profesores no dan el ejemplo. Reconocen, también, que algunos profesores escuchan y tratan de entenderlos. Afiliación Experimenten un sentido de pertenencia hacia la soLa afiliación está centrada en la familia y medianaciedad y hacia otros grupos que le permitan concemente en la sociedad, el colegio y los amigos. birse integrados al entorno social en el que se desarrollan. Experimenten cercanía a sus centros educativos al encontrar en estos respuestas satisfactorias a sus demandas y solicitudes. Experimenten un sentido de protección al considerar que, ante una situación de amenaza, dispondrán de apoyo para contender con la adversidad. 82 El sentido de protección lo depositan fundamentalmente en la familia, más de la madre que en el padre. De amigos, amigas y profesores lo esperan medianamente. De la sociedad y del gobierno guardan muy bajas expectativas de recibir apoyo. La conexión entre esta investigación y la propuesta pedagógica incluida en los programas de estudio es amplia y permite establecer una línea de base para monitorear el avance de las iniciativas y evaluar sus efectos para fortalecer la confianza, la civilidad, la participación, la práctica de la democracia, el diálogo, la resolución de conflictos, la cercanía con el entorno y muchos otros elementos clave para alcanzar la aspiración de mejorar la calidad de la convivencia en el país en general y en las instituciones de enseñanza secundaria en particular. 83 ANEXO 1: CUESTIONARIO USO DE OFICINA PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD) FONDO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA (UNICEF) MINISTERIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA - COSTA RICA (MEP) INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO Encuesta de Convivencia en Colegios de Secundaria 2008 (ENCOL-08) CODIGO DE COLEGIO: TIPO: 1 2 3 SECCIÓN:____ NIVEL: 7 11 Estimado(a) estudiante: Este cuestionario está siendo llenado por cientos de estudiantes en todo el país para conocer sobre la forma en que conviven. Los resultados que se obtendrán serán útiles para promover el mejoramiento de la convivencia en los colegios y fuera de ellos. Queremos aclararle que esto no se trata de un examen, por lo que no hay respuestas correctas ni incorrectas. La idea es responder individualmente las preguntas de acuerdo con lo que Usted piensa o cree. Toda la información que nos brinde será confidencial y no tiene que anotar su nombre en ninguna parte de este cuestionario, por lo que nadie podrá enterarse de las respuestas que nos proporcione. Muchas gracias por su colaboración. INSTRUCCIONES: O O O O O O Las preguntas deben responderse sin comentarlas con sus compañeros o compañeras. Para todas las preguntas debe responder marcando una única opción, a menos que se indique lo contrario. Si tiene alguna duda levante la mano para que la persona encargada se la resuelva. Utilice lapicero para llenar el cuestionario. Cuando termine de completar el cuestionario levante la mano para que la persona encargada lo recoja. Además, para responder al cuestionario, por favor tome en cuenta que hay tres tipos de respuestas: Encierre el código de la respuesta que Usted escoge con un círculo. Por ejemplo, a la pregunta... 1. Encierre el código de la respuesta que Usted escoge con un círculo. Por ejemplo, a la pregunta... Actualmente forma parte de algún grupo deportivo? 1. SI 2. NO Si la respuesta es afirmativa, entonces encierre con un círculo el código 1, de la siguiente manera: Actualmente forma parte de algún grupo deportivo? 1. SI 2. NO 2. Escriba la respuesta, anotando un número. Por ejemplo, la pregunta: ¿Cuál es su edad actual? ANOTE EDAD:_________ Si la respuesta es 16 años, entonces debe anotarlo de la siguiente manera: ¿Cuál es su edad actual? ANOTE EDAD: 16 . 3. Escriba la respuesta con una oración. Por ejemplo, la pregunta: ¿Por qué piensa así? RESPUESTA:________________________________________________________________________________________ Escriba lo que piensa sobre el tema que se le está preguntando de la manera más clara posible. Finalmente, si por error marca el código de una respuesta o escribe algo que no quería, puede tachar con una equis grande «X» y proceda a responder nuevamente. Si no sabe cómo contestar una pregunta por favor marque la opción NS/NR que significa NO SABE/NO RESPONDE. Recuerde que si tiene alguna duda puede consultarle a la persona encargada antes de responder GRACIAS.... 84 A1 Para empezar, marque el código correspondiente a su sexo. 1. HOMBRE A2 2. MUJER ¿Cuál es su edad? ANOTE SU EDAD:___________ A3 ¿Cuál es su nacionalidad? 1. COSTARRICENSE 2. NICARAGÜENSE 3. COLOMBIANO(A) 4. CUBANO(A) 8. OTRA NACIONALIDAD A4 En términos generales ¿cómo se siente con su vida? 5. MUY SATISFECHO(A) 4. SATISFECHO(A) 3. INDECISO(A) Ahora unas preguntas generales. ¿Cómo calificaría... 2. INSATISFECHO(A) 1. MUY INSATISFECHO(A) MUY BUENO(A) BUENO(A) REGU MALO(A) -LAR MUY 9.NS/NR NO TIENE NS/NR MALO(A) B1 ...las relaciones con sus compañeros y compañeras de colegio? 5 4 3 2 1 B2 ...las relaciones con personas de su misma edad fuera del colegio? 5 4 3 2 1 B3 ...el ingreso que recibe su familia? 5 4 3 2 1 B4 ...la relación con su mamá? 5 4 3 2 1 B5 ...el estado de la vivienda donde vive? 5 4 3 2 1 B6 ...la relación con su papá? 5 4 3 2 1 B7 ...su estado de salud? 5 4 3 2 1 9 B8 ...las relaciones con personas adultas de su vecindario? 5 4 3 2 1 9 B9 ...las relaciones con sus hermanos(as)? 5 4 3 2 1 B10 ...las relaciones con sus profesores(as)? 5 4 3 2 1 MUY ALGO Y pensando en su futuro ¿cuánta importancia tendrá para Usted... IMPORTANTE IMPORTANTE 9 7 9 9 7 9 9 7 7 9 9 9 POCO NADA IMPORTANTE IMPORTANTE NS/NR C1 ...tener una familia estable? 4 3 2 1 9 C2 ...ser empresario(a)? 4 3 2 1 9 C3 ...tener hijos(as)? 4 3 2 1 9 C4 ...graduarse del colegio? 4 3 2 1 9 C5 ...participar en política? 4 3 2 1 9 C6 ...ser deportista profesional? 4 3 2 1 9 C7 ...trabajar en el sector público costarricenses? 4 3 2 1 9 C8 ...ser artista o modelo profesional? 4 3 2 1 9 C9 ...graduarse en una universidad? 4 3 2 1 9 C10 …ganar mucho dinero? 4 3 2 1 9 C11 ...aprender otro(s) idioma(s)? 4 3 2 1 9 85 D1 ¿Y en su opinión qué es lo más importante para tener éxito en la vida? 1. HABER NACIDO EN UNA BUENA CLASE SOCIAL 5. LA EDUCACIÓN 2. SER TRABAJADOR 6. SER «VIVO»/ LISTO /AVISPADO 3. LAS CONEXIONES 8. OTRO, ANÓTELO_________________ 4. LA SUERTE 9. NO SABE D2 Ahora nos referiremos al país. ¿En su opinión Costa Rica será siempre un país con un sistema de gobierno democrático o puede dejar de serlo en algún momento? 1. SIEMPRE SERÁ DEMOCRÁTICO D3 2. SEGUIRÁ SUBDESARROLLADO 3. YA ES DESARROLLADO 9.NS/NR 2. PODRÍA VOLVER A TENERLO 3. YA TIENE EJÉRCITO 9. NS/NR ¿Y cómo se siente viviendo bajo el sistema político de Costa Rica? 1. MUY ORGULLOSO(A) D6 9.NS/NR ¿Y piensa que Costa Rica seguirá sin tener ejército o podría volver a tenerlo? 1. SEGUIRÁ SIN EJÉRCITO D5 3. NO ES DEMOCRÁTICO ¿Y piensa que Costa Rica llegará a ser un país desarrollado o que siempre seguirá siendo subdesarrollado? 1. SERÁ DESARROLLADO D4 2. PUEDE DEJAR DE SERLO 2. ORGULLOSO(A) 3. POCO ORGULLOSO(A) 4. NADA ORGULLOSO(A) 9. NS/NR ¿Con cuál de las siguientes frases está más de acuerdo? 1. LA DEMOCRACIA ES PREFERIBLE A CUALQUIER FORMA DE GOBIERNO 9. NS/NR 2. A VECES UN GOBIERNO AUTORITARIO PUEDE SER PREFERIBLE A UNO DEMOCRÁTICO 3. A LA GENTE COMO YO LE DA LO MISMO UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO QUE UNO NO DEMOCRÁTICO Cambiemos a otro tema. A veces las personas se sienten parte de algo o no se sienten parte de algo. Por ejemplo, una persona puede sentirse parte de un grupo de amigos(as) o puede no sentirse parte de ese grupo. De esto tratan las siguientes preguntas. ¿Hasta qué punto Usted se siente parte de... MUCHO ALGO POCO NADA NS/NR E1 ...la sociedad costarricense? 4 3 2 1 9 E2 ...de su hogar? 4 3 2 1 9 E3 ...de su familia en general? 4 3 2 1 9 E4 ...de un grupo de amigos(as) dentro del colegio? 4 3 2 1 9 E5 ...de un grupo de amigos(as) fuera del colegio? 4 3 2 1 9 E6 ...de la comunidad o barrio donde vive? 4 3 2 1 9 E7 ...de su colegio? 4 3 2 1 9 E8 ...de alguna comunidad virtual(hi5,myspace,facebook,etc.)? 4 3 2 1 9 86 Suponiendo que Usted tuviera algún problema ¿cuánto apoyo piensa que podría recibir de... MUCHA ALGUNA POCA NINGUNA NO TIENE NS/NR F1 ...de sus compañeros(as) del colegio? 4 3 2 1 9 F2 ...de sus vecinos(as)? 4 3 2 1 9 F3 ...del gobierno? 4 3 2 1 9 F4 ...de su papá? 4 3 2 1 F5 ...de la sociedad? 4 3 2 1 F6 ...de su mamá? 4 3 2 1 F7 ...de personas que no conoce? 4 3 2 1 F8 ...de sus amigos(as) fuera del colegio? 4 3 2 1 7 9 F9 ...de sus hermanos o hermanas? 4 3 2 1 7 9 F10 ...de algún profesor o profesora del colegio? 4 3 2 1 9 F11 ...de algún otro familiar? 4 3 2 1 9 A continuación se presentan algunas frases para que responda si está de acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas. G1 MUY DE ACUERDO DE ACUERDO Obtener una educación universitaria es más importante para un hombre que para una mujer. 5 4 7 9 7 2 9 9 NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO 3 9 1 NS/NR 9 G2 Cuando el desempleo es alto se le debe dar prioridad para trabajar a los hombres. 5 4 3 2 1 9 G3 Las personas jóvenes deben tener derecho a las relaciones sexuales 5 4 3 2 1 9 G4 Los hombres jóvenes deben tener más derecho a las relaciones sexuales que las mujeres jóvenes. 5 4 3 2 1 9 G5 La vida familiar se dificulta cuando la mujer trabaja. 5 4 3 2 1 9 G6 La sociedad costarricense permite que todas las personas tengan iguales oportunidades para salir de la pobreza. 5 4 3 2 1 9 G7 Los pobres son pobres porque desaprovechan las oportunidades. 5 4 3 2 1 9 G8 Los pobres son pobres porque la sociedad los trata injustamente. 5 4 3 2 1 9 G9 En Costa Rica una persona pobre que trabaja duro puede llegar a ser rica. 5 4 3 2 1 9 H1 Hablando de actividades de entretenimiento ¿cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que más realiza Usted solo(a) en su tiempo libre? 1.______________________________________________ 2.______________________________________________ H2 ¿Y cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que más realiza con las personas que viven con Usted? 1.______________________________________________ 2.______________________________________________ H3 ¿Y cuáles son las dos actividades de entretenimiento o pasatiempos que más realiza con sus compañeros o compañeras de colegio? 1.______________________________________________ 2.______________________________________________ 87 Y hablando de los lugares que visita. ¿Acostumbra a ir con alguna frecuencia a.. SI SI, EN NO OCASIONES H10 ...parques? 1 2 3 H11 ...piscinas, plazas o zonas de juego para deportes? 1 2 3 H12 ...playas, montañas o ríos? 1 2 3 H13 ...centros comerciales? 1 2 3 H14 ...eventos culturales (teatros, museos, etc) 1 2 3 H15 Por lo general ¿Usted asiste a ...desfiles o actividades en los días patrios? 1 2 3 H16 ...a fiestas patronales o de fin de año? 1 2 3 H17 ...a actividades religiosas? 1 2 3 H18 ...a actividades con familiares? 1 2 3 H19 Usted conversa con personas desconocidas mientras hace fila, va en autobús o está en algún sitio público como parques o calles? 1 2 3 H20 ¿Acostumbra a jugar o compartir con amigos(as) en la calle de su barrio o comunidad? 1 2 3 A continuación se presentan otras frases para que responda si está de acuerdo o en desacuerdo con cada una de ellas. MUY DE ACUERDO DE ACUERDO NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO NS/NR J1 Cuando el desempleo es alto se le debe dar prioridad para trabajar a los costarricenses. 5 4 3 2 1 9 J2 Los extranjeros mejoran la sociedad costarricense trayendo nuevas ideas y culturas. 5 4 3 2 1 9 J3 Los extranjeros elevan la criminalidad en el país. 5 4 3 2 1 9 J4 Los extranjeros deben tener los mismos derechos que los costarricenses. 5 4 3 2 1 9 Cambiando de tema y hablando de las personas de raza negra o afrocostarricenses. ¿Cuán de acuerdo o en desacuerdo está con las siguientes afirmaciones. J20 La única manera de respetar las diferencias entre los afrocostarricenses y el resto de costarricenses es que cada grupo viva aparte. MUY DE ACUERDO DE ACUERDO NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO NS/NR 5 4 3 2 1 9 J21 Si los afrocostarricenses quieren ser aceptados entonces deben adaptarse más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de los costarricenses. 5 4 3 2 1 9 J22 Nuestro sistema educativo debería promover que los afrocostarricenses mantengan su propia cultura. 5 4 3 2 1 9 Para que puedan adaptarse mejor, los afrocostarricenses deberían tratar de hablar más español y menos su idioma. 5 4 3 2 1 9 J23 Con respecto a las personas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo (gays o lesbianas). ¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con que… MUY DE ACUERDO DE ACUERDO NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO NS/NR J10 ... puedan manifestar expresiones de cariño como besos o abrazos en público? 5 4 3 2 1 9 J11 ...puedan dar clases en las escuelas y colegios? 5 4 3 2 1 9 J12 ...puedan unirse legalmente? 5 4 3 2 1 9 J13 ...puedan adoptar o criar niños o niñas? 5 4 3 2 1 9 88 Y hablando sobre los indígenas costarricenses. ¿Cuán de acuerdo o en desacuerdo está con las siguientes afirmaciones? J30 J31 J32 J33 K1 MUY DE ACUERDO DE ACUERDO NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO NS/NR La única manera de respetar las diferencias entre los indígenas costarricenses y el resto de la población es que cada grupo viva aparte. 5 4 3 2 1 9 Si las personas indígenas quieren ser aceptados entonces deben adaptarse más a las tradiciones y costumbres de la mayoría de los costarricenses. 5 4 3 2 1 9 Nuestro sistema educativo debería promover que las personas indígenas mantengan su propia cultura. 5 4 3 2 1 9 Para que puedan adaptarse mejor, los personas indígenas deberían tratar de hablar más español y menos su idioma. 5 4 3 2 1 9 Abarcando otro tema. ¿Cree que la mayoría de la gente se aprovecharía de Usted si se les presenta la oportunidad o tratarían de ser justos con Usted? 1. SE APROVECHARÍAN SI PUDIERAN 2. TRATARÍAN DE SER JUSTOS ¿Y cuánto cree que puede confiarse en… 9. NS/NR MUCHO ALGO POCO NADA NS/NR K2 …los vecinos de su casa? 4 3 2 1 9 K3 …los compañeros(as) del colegio? 4 3 2 1 9 K4 …los amigos(as) fuera del colegio? 4 3 2 1 9 K5 …en la familia? 4 3 2 1 9 K6 …en los extranjeros? 4 3 2 1 9 K7 …en las personas que no conoce? 4 3 2 1 9 K8 …en los profesores(as)? 4 3 2 1 9 ¿Y Usted qué piensa de las siguientes afirmaciones? L1 MUY DE ACUERDO DE ACUERDO NI DE EN MUY EN ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO NI EN DESACUERDO NS/NR Delatar a un compañero(a) porque hizo algo indebido es un riesgo porque puede vengarse 5 4 3 2 1 9 Si existe la oportunidad de colarse en una fila es mejor hacerlo para ahorrar tiempo 5 4 3 2 1 9 Si existe la oportunidad de copiar en un examen es mejor hacerlo para sacar buena nota 5 4 3 2 1 9 L4 Si por error cobran menos en una soda es mejor quedarse callado 5 4 3 2 1 9 L5 Si una persona desconocida tiene problemas en la calle es mejor ayudarla 5 4 3 2 1 9 Si se desea apoyar a los compañeros(as) hay que hacer un esfuerzo grande 5 4 3 2 1 9 Ser servicial con todos los compañeros(as) es un riesgo porque se aprovechan 5 4 3 2 1 9 L2 L3 L6 L7 89 Y hablando de lo que le sucede en su colegio. ¿Siente que otros estudiantes lo(a) hacen sentirse inferior o lo(a) tratan de manera injusta por... SI NO NS/NR P1 ...su edad? 1 2 9 P2 ...por su físico? 1 2 9 P3 ...por su forma de ser? 1 2 9 P4 ...por su color de piel o por su raza? 1 2 9 P5 ...por sus notas? 1 2 9 P6 ...por tener alguna discapacidad? 1 2 9 P7 ...por el lugar donde vive? 1 2 9 P8 ...por su forma de vestir? 1 2 9 P9 PARA MUJERES: ...por ser mujer? 1 2 9 1 2 9 PARA ESTUDIANTES DE UNDÉCIMO: ...por ser de undécimo? 1 2 9 P12 ...por algún otro motivo? SI LA RESPUESTA ES AFIRMATIVA ANOTE: 1 2 9 PARA HOMBRES: ...por ser hombre? P10 PARA COSTARRICENSES: ...por ser costarricense? P11 PARA EXTRANJEROS: ...por ser extranjero? PARA ESTUDIANTES DE SÉTIMO: ...por ser de sétimo? ¿Cuál?__________________________________________________________________________________________________________ Q1 Ahora se le presentan diferentes grupos de personas. De esa lista ¿con cuál o cuáles personas evitaría relacionarse? PUEDE MARCAR VARIAS RESPUESTAS 1. PERSONAS QUE NO CREEN EN DIOS 2. PERSONAS DE OTRAS RELIGIONES ¿Cuál?____________________________________ 3. PERSONAS CON ORIENTACIÓN SEXUAL DIFERENTE A LA MIA ¿Cuál?____________________________________ 4. PERSONAS DE OTRA NACIONALIDAD ¿Cuál?____________________________________ 5. PERSONAS DE OTRA RAZA ¿Cuál?____________________________________ 6. PERSONAS DE OTRA CLASE SOCIAL ¿Cuál?____________________________________ 8. ME DISGUSTA OTRO GRUPO ¿Cuál?____________________________________ 0. ESTOY DISPUESTO A RELACIONARME CON CUALQUIER PERSONA Ahora quisiera que me diga hasta qué punto se encuentra de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones sobre sus compañeros y compañeras del colegio. Cuando sus compañeros o compañeras tienen algún conflicto o problema, MUY NI DE EN MUY EN DE ACUERDO DE ACUERDO ACUERDO DESACUERDO DESACUERDO por lo general… NI EN NS/NR DESACUERDO Q2 ...conversan y tratan de entenderse. 5 4 3 2 1 9 Q3 …tratan de ponerse en la posición de la otra persona. 5 4 3 2 1 9 Q4 ...no hablan con franqueza. 5 4 3 2 1 9 Q5 ...expresan sus desacuerdos con respeto. 5 4 3 2 1 9 Q6 ...expresan sus sentimientos mientras conversan. 5 4 3 2 1 9 Q7 ...no reconocen sus errores. 5 4 3 2 1 9 Q8 ...asumen la responsabilidad por sus acciones. 5 4 3 2 1 9 90 Q22 Ahora supongamos que otro compañero(a) le dice o le hace algo que a Usted le disgusta ¿cuál es generalmente su reacción? RESPUESTA:_____________________________________________________________________________ Q21 ¿Y qué es lo que más le molesta de las cosas que le hacen o le dicen sus compañeros o compañeras a Usted? RESPUESTA:_____________________________________________________________________________ Q23 ¿Alguna vez, durante el presente año ha tenido problemas con algún compañero o compañera? 1. TUVO PROBLEMA CON UN COMPAÑERO(OS) 2. TUVO PROBLEMA CON COMPAÑERA(AS) 3. TUVO PROBLEMA CON COMPAÑERO(OS) Y COMPAÑERAS(AS) 0. NO HA TENIDO PROBLEMAS Q24 ¿El problema fue de una discusión, fue una pelea o ambas cosas? 1. DISCUSIÓN 2. PELEA 3. AMBOS 0. NO HA TENIDO PROBLEMA Q25 ¿Cómo resolvió el problema? EXPLIQUE:_____________________________________________________________________________ Q26 ¿Alguna vez durante el presente año ha tenido problemas con algún profesor(a) o con personal administrativo del colegio? 1. SÍ, CON PERSONAL ADMINISTRATIVO 2. SI, CON UN PROFESOR(A) 3. SI, CON AMBOS 4. NO, CON NINGUNO DE ELLOS Q27 ¿Alguna vez, durante el presente año, ha tenido problemas con alguna persona que vive con Usted? PUEDE MARCAR VARIOS 1. SÍ, CON PAPÁ 2. SI CON MAMÁ 3. SI, CON HERMANO(A) 5. CON OTRO QUE NO ES FAMILIAR 4. SI, CON OTRO FAMILIAR 0. NO HE TENIDO PROBLEMAS Q28 Y hablando de su hogar. ¿Con qué frecuencia se presentan en su casa situaciones de agresión o de violencia? 5. CONTINUAMENTE 4. CON CIERTA FRECUENCIA 3. ALGUNAS VECES 2. RARA VEZ 1. NUNCA Q29 Y volviendo al colegio ¿alguna vez ha planteado alguna denuncia, un reclamo o una queja ante algún profesor, un orientador o la dirección del colegio? 1. SI 2. NO Q30 ¿Cuántas veces lo ha hecho? NÚMERO DE VECES:_______ 0. NUNCA LO HA HECHO 91 R1 ¿A cuáles grupos organizados asiste dentro del colegio como grupos deportivos, grupos artísticos, banda u otros similares? PUEDE MENCIONAR HASTA DOS GRUPOS 1. _________________________________________________ 2._________________________________________________ 0. NO ASISTE A NINGÚN GRUPO ORGANIZADO DENTRO DEL COLEGIO R2 De las actividades que se realizan dentro del colegio como festivales, bailes, ferias científicas y otras similares ¿en cuáles participa? PUEDE MENCIONAR HASTA DOS ACTIVIDADES 1. _________________________________________________ 2._________________________________________________ 0. NO PARTICIPA EN NINGUNA ACTIVIDAD DENTRO DEL COLEGIO R3 Ahora hablando de las actividades que realiza fuera del colegio. ¿Usted participa en algún grupo juvenil, deportivo, religioso, musical, de baile u otros similares? PUEDE MENCIONAR HASTA DOS GRUPOS 1. _________________________________________________ 2._________________________________________________ 0. NO PARTICIPA EN NINGÚN GRUPO FUERA DEL COLEGIO R4 ¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en las elecciones nacionales? 5. SUMAMENTE IMPORTANTE R5 2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE 9. NS/NR ¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en las elecciones de alcaldes y alcaldesas? 5. SUMAMENTE IMPORTANTE R6 4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE 4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE 2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE 9. NS/NR ¿Cuánta importancia cree que va a tener para Usted votar en los referéndum como el que se hizo para el TLC? 5. SUMAMENTE IMPORTANTE 4. MUY IMPORTANTE 3. IMPORTANTE Ahora quisiera conocer sobre la seguridad que siente en su colegio. 2. POCO IMPORTANTE 1. NADA IMPORTANTE 9. NS/NR MUY ALTAS ALTAS MEDIA BAJAS MUY BAJAS NS/NR Dentro del colegio ¿cuál es la posibilidad... U1 ...de sufrir daños, robos o vandalismo contra sus cosas? 5 4 3 2 1 9 U2 ...de ser golpeado(a) o atacado violentamente? 5 4 3 2 1 9 U3 ...de ser agredido(a) emocionalmente? 5 4 3 2 1 9 U4 ...de ser agredido(a) sexualmente por alguna persona? 5 4 3 2 1 9 U5 ...de abandonar el colegio por motivos de violencia? 5 4 3 2 1 9 REGULAR MALO 3 2 Ahora hablando del colegio. ¿Cómo calificaría... T1 ...la limpieza en su colegio? MUYBUENO BUENO 5 4 MUY MALO NO TIENE 1 NS/NR 9 T2 ...el estado de la infraestructura del colegio? 5 4 3 2 1 9 T3 ...el estado de sillas y pupitres? 5 4 3 2 1 9 T4 ...el trato de los profesores hacia los estudiantes? 5 4 3 2 1 9 T5 ...el trato de los estudiantes hacia los profesores? 5 4 3 2 1 9 T6 ...el trato entre los estudiantes? 5 4 3 2 1 9 T7 ...la tecnología con que cuenta el colegio ? (Internet, computadoras) 5 4 3 2 1 T8 ...el interés que despiertan los profesores por las materias que imparten? 5 4 3 2 1 T9 ...los programas culturales en el colegio? 5 4 3 2 1 7 9 5 4 3 2 1 7 9 T10 ...los lugares y actividades para recreación? 92 7 9 9 ¿Y cuánto cree Usted que sus compañeros y compañeras de colegio cumplen las siguientes normas u obligaciones? MUCHO ALGO POCO NADA NS/NR S1 Respetar a los compañeros(as) 4 3 2 1 9 S2 Hacer las tareas 4 3 2 1 9 S3 Estudiar para los exámenes 4 3 2 1 9 S4 Contribuir a mantener limpio el colegio 4 3 2 1 9 S5 Mantener buena conducta 4 3 2 1 9 S6 Denunciar el consumo de drogas dentro del colegio 4 3 2 1 9 S7 Denunciar daños o vandalismo contra el colegio 4 3 2 1 9 S8 Denunciar la venta de drogas dentro del colegio 4 3 2 1 9 S9 Respetar a los profesores(as) 4 3 2 1 9 S10 Denunciar la tenencia de armas dentro del colegio 4 3 2 1 9 Hablando de las cosas que le han sucedido dentro del colegio durante el presente año. SI NO NS/NR U6 ¿Ha sido víctima de robos o daños a sus cosas personales? 1 2 9 U7 ¿Ha sido golpeado(a) o atacado(a) violentamente? 1 2 9 U8 ¿Ha sido agredido(a) emocionalmente? 1 2 9 U9 ¿Ha sido agredido(a) o han intentado agredirlo(a) sexualmente? 1 2 9 Durante el presente año ha visto algún estudiante.... SI NO NS/NR U20 ...fumando? 1 2 9 U21 ...tomando licor o borrachos? 1 2 9 U22 ...con armas? 1 2 9 U23 ...consumiendo algún tipo de droga o drogados? 1 2 9 U24 ...vendiendo drogas? 1 2 9 U25 ¿Ha visto a alguna persona que no sea del colegio vendiendo drogas dentro o en los alrededores? 1 2 9 Y considerando lo que sucede dentro del colegio y sus alrededores. X1 Para ir terminando ¿cuál es o era la nacionalidad de su papá? 1. COSTARRICENSE X2 2. NICARAGÜENSE 3. COLOMBIANO 4. CUBANO 8. OTRA ¿Cuál es o era la nacionalidad de su mamá? 1. COSTARRICENSE 2. NICARAGÜENSE 3. COLOMBIANA 4. CUBANA 8. OTRA 93 ¿Quiénes viven con Usted en su casa? SI NO X10 ¿Mamá? 1 2 X11 ¿Papá? 1 2 X12 ¿Hermanos(as)? 1 2 X13 ¿Otros familiares? 1 2 X14 ¿Otros que no son familiares? 1 2 X20 ¿Por lo general, quién es la persona de su hogar que va a las reuniones del colegio? 1. SU MAMÁ 2. SU PAPÁ 3. AMBOS 4. OTRO MIEMBRO DEL HOGAR 5. NADIE X21 ¿Quién es la persona que aporta más dinero a su casa? 1. PAPÁ 2. MAMÁ 3. HERMANO(A) 4. ABUELO(A) 5. OTRO FAMILIAR 6. OTRA PERSONA X23 ¿Cuál es el nivel educativo de esa persona? 0. PRIMARIA INCOMPLETA O MENOS 2. SECUNDARIA INCOMPLETA 4. UNIVERSITARIA INCOMPLETA 1. PRIMARIA COMPLETA 3. SECUNDARIA COMPLETA 5. UNIVERSITARIA COMPLETA 9. NO SABE X24 ¿Con qué frecuencia los menores de edad de su casa se quedan solos sin la compañía de una persona adulta? 4. FRECUENTE 3. ALGO FRECUENTE 2. POCO FRECUENTE 1. SIEMPRE ESTÁN ACOMPAÑADOS X25 Además de estudiar, ¿realiza Usted algún tipo de trabajo pagado o sin que le paguen? 1. SI DESCRIBA EL TRABAJO QUE HACE____________________________________________________________ 2. NO X26 Además del español ¿cuál otro idioma domina? 0. SOLO ESPAÑOL 1. INGLÉS 2. FRANCÉS 8. OTRO X27 ¿Cómo se considera a sí mismo(a)? 1.BLANCO(A) 2.AFRODESCENDIENTE 3.NEGRO(A) 4.MESTIZO(A) ¿Actualmente tienen en su casa.... SI NO X30 ...vehículo propio para uso personal? 1 2 X31 ...teléfono residencial o celular? 1 2 X32 ...televisión por cable o satelital? 1 2 X33 ...computadora? 1 2 X34 ¿Usted usa Internet? 1 2 X35 ¿En su casa hay Internet? 1 2 X36 ¿Usted tiene celular? 1 2 94 5.INDÍGENA 6.CHINO(A) 8.OTRO X40 ¿Usted diría que el salario o ingreso total que su familia recibe mensualmente les alcanza o no les alcanza para vivir? 1. NO LES ALCANZA, TIENEN GRANDES DIFICULTADES 3. LES ALCANZA JUSTO, SIN GRANDES DIFICULTADES 9. NO SABE 2. NO LES ALCANZA, TIENEN DIFICULTADES 4. LES ALCANZA BIEN, PUEDEN AHORRAR X41 ¿Tiene una beca o recibe alguna ayuda económica? 1. SI 2. NO X42 ¿Cuáles son las posibilidades de que Usted abandone sus estudios durante el presente año? 5. MUY ALTAS 4. ALTAS 3. REGULARES 2. BAJAS 1. MUY BAJAS 0. NO VA A SALIR X43 ¿Cómo se autocalificaría Usted mismo(a) en sus estudios? 7. EXCELENTE 6. MUY BUENO(A) 5. BUENO(A) 4. REGULAR 3. MALO(A) 2. MUY MALO(A) 1. PÉSIMO(A) X38 ¿En su opinión a quiénes deberían darse clases de religión? 1. A TODOS LOS ESTUDIANTES 2. SOLO A LOS ESTUDIANTES QUE QUIERAN 3. A NINGÚN ESTUDIANTE X39 ¿En su opinión a quiénes deberían darse clases de educación sexual? 1. A TODOS LOS ESTUDIANTES 2. SOLO A LOS ESTUDIANTES QUE QUIERAN 3. A NINGÚN ESTUDIANTE X40 Si tuviera que calificar las relaciones que Usted mantiene con sus compañeros y compañeras ¿qué nota se pondría Usted mismo? De 0=pésimas a 10=excelentes NOTA:________ MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN... 95 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Campos, Armando. Juventud y violencia: mecanismos de socialización y presión social por el éxito temprano. Confeccionado para el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005. Inédito. Cuevas Cordero, Felisa y Vivianne Alvarez Vargas. Brecha digital en la educación secundaria: el caso de los estudiantes costarricenses. Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (PROSIC). Universidad de Costa Rica. Octubre del 2009. 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