MITOS Y REALIDADES DEL RECICLADO Barbieri Carlos Guillermo*, Ros Felisa del Carmen, Venini Eduardo Alfredo GRUPO ANALISIS ENERGETICO - Fac. Cs. Ex. Ing. y Agr. - U.N.R. Avda. Pellegrini 250 - 2000 Rosario - ARGENTINA - Email: [email protected] RESUMEN Este trabajo tiene por objeto principal, aclarar que el empleo de una técnica como la del reciclado, requiere un conocimiento cabal con el fin de evaluarla convenientemente. El reciclado, como cualquier técnica, plantea cuestiones tales como: ¿cuánto cuesta?, ¿qué eficacia tiene?, ¿en qué medida beneficia al medio ambiente?. Estos Interrogantes, como otros, no han sido respondidos en la mayoría de los lugares donde se la utiliza. Por otra parte, tampoco se ha contemplado que en aquellos países que la emplean, involucra costos que deben absorber los contribuyentes. Además, se considera como porcentajes de reciclado aquel que se retira de la masa de residuos, cuando en realidad deben representar aquellas cantidades de material que usan las industrias. Todas, o casi todas, estas inquietudes han sido consideradas en este trabajo, de modo tal de reducir el número de dudas que giran alrededor del reciclado. Se concluye que para disminuir la cantidad de residuos enviados al relleno, se requerirá un cambio fundamental en el comportamiento de la industria, del comercio y de los propios consumidores, dando prioridad a la reducción, junto con la necesidad de poseer rellenos sanitarios reglamentarios donde depositar aquellos residuos que no pueden ser utilizados y los hogareños peligrosos. Palabras clave: reducción, reciclado, disposición final, medio ambiente La degradación del medio ambiente ha estado recibiendo más y más atención en los últimos años, fundamentalmente porque nos estamos percatando que es nuestro lugar en la Tierra, allí donde producimos y consumimos, el que está amenazando por nuestro rechazo o desconocimiento de los sistemas naturales. La supervivencia del hombre, actual elemento de estos sistemas, pasa obligatoriamente por la conservación de la naturaleza en un estado tal que favorezca la existencia de la vida humana. Uno de los tantos problemas que contribuye a incrementar tal degradación es la generación de residuos sólidos domiciliarios, o basuras, en cada uno de los hogares, todos los días y por todos los moradores. Se genera una cantidad de residuos nada despreciable, desde unos pocos gramos, como los habitantes de ciertas regiones de países muy pobres, hasta algunos kilos por día, propio de los países altamente industrializados, cantidad que va en constante aumento año tras año. La Tabla 1 (Warmer Bulletin Nº 44 - Febrero 1995) permite conocer la cantidad de residuos generados en algunos países industrializados. En ella puede observarse que en la mayoría de los países se ha incrementado el volumen, tal cual se ha mencionado anteriormente, con excepción de Alemania, donde se ha producido una disminución principalmente por las leyes imperantes en el tema del envasado y el nivel de educación ambiental alcanzado por sus habitantes. La tendencia en los países del Cono Sur (Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay y Argentina), de acuerdo a los datos aportados durante la Segunda Reunión del Cono Sur y Simposio Sobre Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (Noticias CEAMSE Nº 8 - Septiembre 1995), es similar a la de los países industrializados. Hace treinta años cada ciudadano latinoamericano generaba entre 0,200 a 0,500 kg de residuos por día, mientras que hoy día oscila entre 0,500 a 1,000 kg/día. Volúmenes de residuos urbanos - 1980 / 90 (Kgs / habitantes) País Alemania Austria Bélgica Canadá EE.UU. España Francia Gran Bretaña Grecia Holanda Italia Japón Luxemburgo Noruega Portugal Suecia Suiza (1) Situación antes del 3/10/1990 (2) 1989 1980 1990 348 (1) 222 (6) 313 524 723 270 (7) 260 319 259 489 (5) 249 355 351 416 214 302 351 318 (4) 320 343 601 803 322 (3) 328 398 296 497 348 408 448 472 287 374 441 (3) 1988 (4) 1987 (5) 1982 (6) 1979 (7) 1978 Fuente: Eurostat Tabla 1 Con el correr del tiempo, el hombre ha ido desarrollando diferentes técnicas para tratar de solucionar los distintos problemas que planteaban y plantean esta clase de residuos. La principal ha sido, sin lugar a dudas, trasladarlos hasta algún lugar alejado de su hábitat, en lo posible escondido, y allí tirarlos sin ningún tipo de precaución. Esta práctica, que debería ser desterrada, sin embargo aún sigue siendo empleanda en la mayoría de las poblaciones de la Argentina y del mundo entero. Con respecto a las diferentes técnicas para disminuir los efectos negativos que ocasionan esta clase de residuos, la Fig. 1 muestra cuales son, según su orden jerárquico: Figura 1 Los procesos mencionados son útiles, pero todos adolecen de limitaciones y ninguno puede proporcionar una solución por sí solo, hecho que algunos proponen muy a menudo. La Tabla 2 (Warmer Bulletin Nº 44 - Febrero 1995) muestra las técnicas empleadas en distintos países industrializados y los porcentajes respectivos. Rutas de eliminación de los residuos (Expresadas como % del peso de los RSU) País Alemania Austria Bélgica Canadá Dinamarca EE.UU. España Finlandia Francia Gran Bretaña Grecia Holanda Irlanda Italia Japón Luxemburgo Noruega Portugal Suecia Suiza Cantidad Incineración Vertido Compostaje Reciclaje Ktons/año 25,000 2800 3500 16,000 2600 177,500 13,300 2500 20,000 30,000 3150 7700 1100 17,500 50,000 180 2000 2650 3200 3700 36 11 54 8 48 16 6 2 42 8 0 35 0 16 75 75 22 0 47 59 46 65 43 80 29 67 65 83 45 90 100 45 97 74 20 22 67 85 34 12 2 18 0 2 4 2 17 0 10 0 0 5 0 7 5 1 5 15 3 7 16 6 3 10 19 15 13 15 3 2 0 16 3 3 * 2 7 0 16 22 * Los Niveles de RSU en Japón están calculados con posterioridad a la rertirada de los materiales reciclables Fuente: TNO, OECD, IWM (algunas cifras han sido redondeadas) Tabla 2 Del análisis de esta tabla puede afirmarse que la técnica más empleada en la mayoría de estos países continúa siendo la del vertido o relleno sanitario, le sigue la incineración, el reciclado y el compostado. En el resto de los países, aquellos que no se encuetran en el listado, la única hasta el momento es el vertido, y en particular, el vertido sin control alguno. De los métodos mencionados, el que más impulso y aprobación por parte de los habitantes ha recibido en los últimos años es el RECICLADO. No hay país que no haya elaborado alguna propuesta en este sentido, incluida la Argentina. Según el Diccionario de la Naturaleza, Hombre, Ecología, Paisaje de Espasa, edición 1987, la definición de la palabra “ reciclado” es la siguiente: RECICLADO: Utilización como materia prima de materiales que de otra forma serían desechos, .... En una palabra, el reciclado es la elaboración de un producto, o varios, a partir de una materia prima considerada como residuo por parte de su generador. Por ejemplo, la masa de papel que forma parte del caudal de los residuos sólidos domiciliarios, puede ser retirada y transportada hasta una industria que la utilizará como materia prima para producir nuevamente papel, cartón, u otro producto. De este modo, esa masa de papel estará siendo reciclada. Se ha creído conveniente, previo a continuar ampliando conceptos sobre esta técnica, aclarar que significa específicamente la misma, ya que en muchas ciudades hemos visto la realización de distintas campañas, tales como: “ campaña de reciclado de papel” , “ reciclemos papel en la escuela” , “ campaña de reciclado en el barrio tal o cual” . También se ha podido comprobar el hecho que algunos municipios han invertido cierta cantidad de dinero en proyectos que incluyen plantas de reciclado, como así también ciertos pliegos de bases y condiciones para los llamados a licitaciones públicas, donde incluyen la instalación de algún tipo de planta de reciclado. Realmente deberían llamarse campañas de recolección diferenciada, plantas de clasificado, etc., ya que su único objetivo es obtener esa masa de materia prima destinada al reciclado. Otro aspecto a tener muy presente, además del mencionado previamente, es el referido a la masa que debe ser considerada como reciclada. Vale la pena hacer esta reflexión, puesto que se ha podido comprobar durante algunas visitas a ciudades donde se pusieron en marcha programas de recolección diferenciada, que el material separado a partir de campañas de recolección diferenciada han terminado en depósitos o galpones, a la espera de algún mercado consumidor. Por lo tanto se considerar que la masa realmente reciclada es aquella masa utilizada por las empresas o industrias, y no aquella masa de posible materia prima retirada del caudal de residuos sólidos domiciliarios generados por una ciudad determinada. Esta es una cuestión a tener presente, ya que de nada vale retirar una gran cantidad de productos de la masa de residuos, los que por una u otra causa no llegan a la industria recicladora y permanecerán depositados sin uso alguno, dando lugar a distintos problemas. Lo anterior lleva a considerar la necesidad de contemplar, previo a lanzar cualquier campaña de recolección selectiva, la existencia de un mercado consumidor (o receptor) de los productos a seleccionar, de manera que no ocurra lo mencionado precedentemente, es decir, que no sean utilizados. Otra cuestión que también debe ser puesta a consideración es el costo que ocasiona llevar a cabo tal recolección selectiva. En general se ha comprobado que, en las experiencias llevadas a cabo principalmente en los países industrializados, los costos involucrados en la recolección selectiva superan holgadamente los costos de disposición final y que los fondos destinados a tales campañas procedían de subvenciones aportadas por diferentes sectores del estado. En una palabra, que los costos de tales experiencias están a cargo de los contribuyentes. En general, se pretende cubrir tal diferencia económica indicando que el reciclado posee una gran importancia desde el punto de vista ambiental, como ser la reducción del uso de materia prima virgen, la menor generación de residuos, el menor consumo de energía, etc.. Todo esto debería ser evaluado convenientemente, pero ¿qué significa ser evaluados convenientemente? Significa que todos los elementos en juego deben ser analizados. No solo desde el punto de vista local, sino también desde el punto de vista global. Por ejemplo, en el caso del papel reciclado hasta el momento se ha escuchado que: “ ... por cada tonelada de papel reciclado se salvan de ser talados alrededor de 17 árboles, se reduce el consumo de energía a la mitad, lo mismo que los residuos generados, etc....” , pero no se escucha nada sobre la reducción de las fuentes de trabajo en la zona boscosa, ni tampoco sobre la disminución de los servicios de transporte y de otros tantos servicios, factores que evidentemente también deberían ser tenidos muy en cuenta. Todo lo mencionado anteriormente indica que el reciclado, como cualquier otra técnica, plantean cuestiones tales como: ¿cuánto cuesta?, ¿qué eficacia tiene?, ¿en qué medida beneficia al medio ambiente?. Estos puntos, como algunos otros, hasta el momento no han sido analizados en profundidad, solamente se han tenido presente los problemas propios de la ciudades, es decir, han contemplado los problemas locales y no todos los elementos involucrados al poner en marcha una técnica dada. Debería hacerse un gran esfuerzo en esta dirección, de manera tal que no ocurra como otras tantas veces, que una técnica considerada inicialmente como excelente, con el correr del tiempo los hechos demuestran lo contrario. También debería realizarse una revisión en las campañas a llevar a cabo, tratando de poner énfasis, más que en el uso del reciclado, en el empleo de técnicas como la de no generar residuos, siguiendo por la de reducir la cantidad de residuos generados, y luego sí la del reciclado. Hasta el momento poco y nada se ha hecho en este sentido. Una acción concentrada para disminuir la cantidad de residuos enviados hacia el relleno y subir en la jerarquía de opciones de gestión de residuos, requerirá un cambio fundamental en el comportamiento de la industria, el comercio y los propios consumidores. Para que dicho cambio tenga lugar, se necesitarán desarrollar medios viables, innovadores y económicamente posibles que puedan competir con los métodos tradicionales de recolección de residuos y su eliminación en vertederos. Como ejemplos pueden sitarse: la imposición de tasas sobre productos con envases no retornables en Dinamarca, sobre las cubiertas usadas en Japón, impuestos sobre materias primas como intentara colocar Bélgica en el caso del papel, etc. Pese a lo mencionado previamente es evidente que la Argentina va en la dirección correcta, pero para lograr los objetivos propuestos por la comisión Brundtland en su informe Nuestro Futuro Común (1989), resumidos en la puesta en práctica de un Desarrollo Sustentable, se necesitará de la colaboración de todos. Para ello se deberá potenciar la educación ambiental, aquella que contemple la prevención de la contaminación y la conservación de los recursos naturales. En el caso particular de los residuos sólidos domiciliarios se debe tener presente además, las conclusiones obtenidas a partir de un trabajo internacional que involucró a 25 países, las cuales se detallan a continuación: • No existe ninguna medida que pueda lograr por sí misma una reducción de residuos sistemática. Una estrategia de gestión de residuos requiere una combinación de medidas diversas. • No existen enfoques correctos o incorrectos; únicamente pueden diseñarse conjuntos de medidas adaptadas a las circunstancias de un país o de una región determinada. • Lo que se necesita es un conjunto de medidas equilibrado, en el que se incluya una o más de cada una de las cinco categorías contempladas anteriormente. También se debe recordar que los distintos tratamientos de esta clase de residuos, incluida la disposición final, producen problemas específicos en cada país, en cada región y en cada localidad. La densidad demográfica, la modalidad cultural, el grado de desarrollo y estructura de la economía, así como las condiciones ambientales tales como el clima, la topografía y la disponibilidad de recursos naturales, entre otros, son factores que caracterizan los problemas y las posibles soluciones a cada caso. Sin descartar que las alternativas empleadas en ciertos lugares no siempre dan los mismos resultados cuando se las utilizan en otros. Además, sería importante que los gobiernos otorguen los apoyos correspondientes para desarrollar y utilizar técnicas que tengan a la reducción a la cabeza de las mismas, seguido por el reciclado. Para finalizar, vale la pena recordar esta frase: “No tendremos perdón si con los actuales avances tecnológicos y bagaje cultural e histórico que poseemos, permitimos que en muy pocos años desaparezca aquello que ha tardado en crearse millones de años y que el propio hombre no ha conseguido destruir en decenas de años”. REFERENCIAS Noticias CEAMSE Nº 8 Septiembre 1995 Pag. 4 y 5 Warmer Bulletin Nº 44 Febrero 1995 Pag. Hoja Informativa