COSTA RICA HISTORIA DE LA GESTIÓN DEPORTIVA MUNICIPAL EN COSTA RICA (1904-1973) _______ HISTÓRIA DA GESTÃO DESPORTIVA MUNICIPAL NA COSTA RICA (1904-1973) Chester Urbina Gaitán Profesor Centro de Estudios Generales Universidad Nacional de Costa Rica Licenciado en Historia y Maestría en Ciencias Sociales Correo electrónico: [email protected] Chester Urbina Gaitán 0. GLOSARIO CANTÓN. Jurisdicción territorial de la municipalidad (1). Cantón puede ser sinónimo del término “municipio” en otros países Iberoamericanos. DEPORTE (2). Ejercicio físico: a) donde se dan simultáneamente movimientos reflejos, automáticos e intencionales, b) realizado en cualquier Espacio Deportivo, c) durante el tiempo libre (salvo en deportistas profesionales), d) denominado así por convención cultural generalizada en un determinado territorio (mundial, nacional, regional o local), e) donde su practicante lo disocia subjetivamente de las obligaciones cotidianas de tipo laboral, escolar, y/o domésticas (salvo en deportistas profesionales), y f) le atribuye objetiva o subjetivamente una significativa duración y/o intensidad. Las motivaciones para la práctica del deporte son múltiples, si bien actualmente la principal la constituye la salud. ESPACIO DEPORTIVO (3). Lugar o conjunto de ellos donde se da una Situación de Práctica Deportiva (al menos, un deportista ejercitándose). Para un gestor, el Espacio Deportivo no es sinónimo de “equipamiento deportivo”, pues esto último es lo que se añade al espacio arquitectónico o virtual para posibilitar determinadas prácticas deportivas. De hecho, etimológicamente “equipar” proviene del francés équiper y éste a su vez del nórdico skipa, con el significado de equipar un barco. Para un gestor, los espacios deportivos se equipan (con equipamiento deportivo); en cambio, para un arquitecto, la ciudad o pueblo se equipa de espacios deportivos (con “equipamientos deportivos”). Los 212 . distintos enfoques explican el uso frecuente desde el ámbito de la arquitectura, del término “equipamiento deportivo” como sinónimo de “espacio deportivo”. GESTIÓN DEPORTIVA MUNICIPAL (4). Conjunto de acciones y efectos de planificar y comunicar Situaciones de Intervención Deportiva (“gestiones”) por parte de una municipalidad dirigidas a los elementos del Sistema Deportivo Local. “Gestión Deportiva Municipal” puede entenderse como sinónimo del término “Gestión Deportiva Cantonal”. MUNICIPALIDAD. Persona jurídica estatal compuesta por un alcalde, su respectivo suplente y un Concejo Municipal o cuerpo deliberativo (5), para la administración/gestión de los intereses de un municipio, entre los que se encuentra el deporte. Municipalidad puede ser sinónimo del término “Ayuntamiento” en otros países Iberoamericanos. MUNICIPIO. Conjunto de vecinos residentes en un mismo cantón, que promueven y administran sus propios intereses por medio del gobierno municipal (6) que emana desde la municipalidad. Historia de la gestión deportiva municipal en Costa Rica (1904-1973) / História da gestão desportiva municipal na Costa Rica (1904-1973) 1. LA GESTIÓN DEPORTIVA MUNICIPAL EN COSTA RICA 1904-1948 . Producto de la europeización cultural de la burguesía nacional, las políticas sociales del Estado se concentraron en controlar, vigilar, civilizar y supervisar a los diferentes sectores subalternos, con el fin de popularizar y vulgarizar los valores y prácticas burguesas. Esto se debía a que se consideraba – de acuerdo con el ideario liberal – que dichas prácticas eran las que podrían llevar al país el progreso. Esta forma de pensar era, a su vez, producto de la cultura secularizante y cosmopolita en la que se desenvolvía dicho sector desde mediados del siglo XIX (7 ) . Según Francisco Enríquez, la diversificación de la diversión pública estimuló una mayor presencia del Estado en la regulación de la vida cotidiana de los habitantes. Por ello, se observa durante el período liberal la promulgación de un mayor número de leyes, reglamentos y disposiciones que tienden a regular normar la vida de la población en una serie de campos (8). A nivel general el control sobre el teatro (9), el fútbol (10), el cine (11), las peleas de gallos y las corridas de toros (12) demuestran que dentro del proyecto político-cultural gubernamental existía toda una intención por homogeneizar la cultura. De esta manera, su visión particular del mundo prevalecía imponiéndose a las demás agrupaciones sociales, asumiéndolas éstas para la unidad de los fines económicos y políticos y para la unidad intelectual y moral. El inicio de la gestión deportiva municipal en Costa Rica ocurre en 1904, con la Municipalidad de San José (Véase imagen 1), entonces presidida por el Lic. Cleto González Víquez. En una sesión del concejo municipal capitalino, entre otros aspectos, se decidió financiar al Polo Club con la suma de quinientos colones para unas fiestas que iba a organizar, además de otorgarle una autorización para cobrar una tarifa de cincuenta centavos por cada asiento que se pusiera a disposición del público, en el partido de polo que se efectuaría en La Sabana (Véase imagen 3). Lo anterior puede evidenciar la posible influencia que tenía el Polo Club sobre el citado cuerpo municipal, ya que este centro deportivo estaba formado por algunos miembros de los sectores privilegiados de la capital, por lo que no es extraño que la municipalidad en cuestión le ofreciera su financiación. Además, se acordó dar un premio de doscientos colones a los clubes de fútbol y la concesión de otro de ciento cincuenta colones a los jugadores de pelota vasca, si lograban organizar un partido (13). 213 Chester Urbina Gaitán Historia de la gestión deportiva municipal en Costa Rica (1904-1973) / História da gestão desportiva municipal na Costa Rica (1904-1973) Imagen 2. Lic. Cleto González Víquez. Presidente de la República (1906-1910) y (1928-1932) Fuente: Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Cleto_Gonz%C3%A1lez_V%C3%ADquez.jpg) La actitud asumida por don Cleto González Víquez con respecto a la conversión de La Sabana en un parque era de esperarse, ya que fue uno de los elementos utilizados por los gobernantes costarricenses de principios del siglo XX, para evitar la práctica de los juegos prohibidos y, por lo tanto, la consecuente tragedia material de ver cómo los trabajadores desperdiciaban todo su salario en los mismos juegos. Por otra parte, era la manera en la que los gobernantes hacían evidente su interés en fomentar los espectáculos y las diversiones públicas que elevaran el nivel moral y la higiene de los sectores populares. 215 Chester Urbina Gaitán Imagen 3. La Sabana Fuente: Foro SkyscraperCity (http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=241460) El miércoles 28 de diciembre de 1904, la Municipalidad de Heredia conoce un informe de los trabajos que se realizarían por encargo suyo, entre los cuales sobresale la compra de una plaza en esa localidad, que llevaría el nombre del Dr. Juan J. Flores y sería utilizada para las corridas de toros, juegos deportivos y demás entretenciones (16). Con respecto al nombre de esta plaza de deportes en la ciudad de Heredia, hay que destacar que fue un homenaje a la figura del filántropo y destacado político herediano Dr. Juan J. Flores, fundador y candidato presidencial del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 1898. Dicha candidatura le valió ser expulsado del país junto con otros dirigentes de ese mismo partido, por el entonces Presidente de la República Rafael Iglesias Castro, quien se apoyó para esa decisión en el “supuesto” rumor de que aquellos dirigentes políticos habían dirigido un intento de golpe de Estado contra su gobierno (17). En cuanto al origen de la plaza de deportes, se encuentra en el sistema de fundación urbanístico que los españoles instituyeron durante la colonia, donde el cuadrante central de una comunidad lo constituía una manzana de terreno. Vale la pena aclarar que la manzana, es una medida de superficie, que equivale a un área correspondiente a un cuadrado de 100 varas, es decir 10 000v² (10 mil varas cuadradas). Ésta era de uso comunitario, y servía como punto de referencia para la construcción de los principales edificios de la localidad, tales como la iglesia, que casi siempre se ubicaba al este, y el cabildo, al oeste del mismo terreno público. 216 Historia de la gestión deportiva municipal en Costa Rica (1904-1973) / História da gestão desportiva municipal na Costa Rica (1904-1973) A mediados de marzo de 1905, el Club Sport Limón procedió a la remodelación de una plaza pública para así disponer de una instalación donde realizar sus prácticas deportivas. Debido a que la obra tenía un coste muy elevado, la Municipalidad de Limón acordó financiar parte de la obra. Dicha ayuda fue notable, ya que lo que originariamente era un pantano impenetrable, se convirtió en una manzana de terreno de suelo endurecido, cubierto de zacate (hierba), apropiado para las carreras y otros ejercicios atléticos (18). Esa municipalidad y el Club Sport Limón llegaron a un acuerdo por medio del cual se obligaba a los miembros de esa asociación a mantener en perfecto estado de limpieza el campo deportivo. Lo anterior dará inicio a un proceso nacional, en el que las comunidades junto con sus respectivas municipalidades se interesarían por la conservación de sus plazas y campos deportivos, y por ende, en la promoción del fútbol. Las municipalidades también pagaban las filarmonías o bandas musicales para que amenizaran los partidos, lo cual era una forma sutil de mantener el control social en esta clase de espectáculos. Sin embargo, no siempre las municipalidades promovían la preservación de las plazas de deportes y la identificación comunal que este espacio generaba. Durante el gobierno del Lic. León Cortés Castro (1936-1940), la Municipalidad de Limón implementó una serie de medidas segregacionistas contra los afrocaribeños en lugares públicos, como la de no permitir su acceso al balneario municipal que había sido recientemente inaugurado en Puerto Limón, alegando que su presencia reduciría la rentabilidad del negocio por alejar a las personas blancas. Asimismo, pretendía impedir los desplazamientos masivos de la comunidad afrocaribeña hacia el Valle Central o al resto del país, especialmente con destino hacia el Pacífico, para que no consiguieran trabajo en la Compañía Bananera que se había mudado hacia esa zona. El interés de los sucesivos gobiernos costarricenses en la provincia de Limón estuvo guiado fuertemente por la cuestión económica y de accesibilidad, entendida ésta en términos de obras públicas y medios de comunicación, que sirvieran a los intereses de la producción nacional y la economía de exportación. La falta de presencia e injerencia política en dicha provincia alimentó, en los sucesivos gobiernos, un proteccionismo nacionalista a ultranza, desplegado a través de dispositivos que impidieron a la población afrocaribeña naturalizarse, y con ello llegar a convertirse en parte de la ciudadanía nacional (19). El 21 de febrero de 1938, ciento setenta y dos vecinos de Puerto Limón escribían al presidente Cortés para manifestarle su júbilo ante la construcción de un hospital y administración propios, durante mucho tiempo anhelados por la ciudad. Sin embargo, estas personas se oponían a que la plaza donde se habían practicado, durante más de un cuarto de siglo, el béisbol, fútbol, baloncesto, así como celebrado las corridas de toros se empleara para la edificación del hospital. Los vecinos no querían que se repitiera en Puerto Limón lo sucedido en La Sabana, que perdió una parte considerable de terreno destinado a la práctica deportiva a consecuencia de la construcción del aeropuerto internacional. En ese momento, Limón contaba con las siguientes organizaciones deportivas balompédicas: Limón Sport, Limón Junior, Vesubio, Gimnástica Limonense, Heredia y Barcelona; de beisbol: Cubs Motive Power, Caribe, Surtidora, Unifruit Co. y Pathfinder. También existían tres equipos de cricket y varios de baloncesto. Estas asociaciones 217 Chester Urbina Gaitán ejecutaban partidos con equipos formados por la tripulación de barcos que visitaban el puerto antes mencionado (20). La plaza de deportes en mención fue inaugurada el 15 de septiembre de 1905, y se hizo mediante el trabajo de la Municipalidad de Limón al disecar un pantano. Entre los actos de inauguración sobresalía el partido de fútbol entre el Limón Sport Club y el Club Sport Costarricense de San José. De los hechos relatados conviene destacar cómo los vecinos de Puerto Limón se opusieron a la construcción del hospital en la plaza de deportes, en pro de la conservación de un espacio destinado a la recreación popular y que, además, simbolizaba la identidad comunal de dicha población. Ante todo lo anterior es que se afirma que, los vecinos de Puerto Limón al oponerse a la construcción del hospital en la plaza de deportes, pretendían conservar un espacio para la recreación popular y que era alentador de la identidad comunal de esa población. 2. LA GESTIÓN DEPORTIVA MUNICIPAL EN COSTA RICA 1949-1973 . Después de finalizada la Guerra Civil de 1948, el Estado adopta una serie de medidas reformistas que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de amplios sectores de la población. Como consecuencia, se manifiesta un constante crecimiento de la matrícula, sobre todo en la enseñanza primaria, pero también en la secundaria y la universitaria; aumenta la esperanza de vida y disminuye la mortalidad infantil; se mejoran las redes de agua potable y alcantarillado, lo que trae una mejora de las condiciones higiénicas de la población; y se produce un crecimiento constante de los salarios reales, así como una distribución del ingreso más equitativa, sobre todo en los sectores medios de la población, que aumentó del 34% al 44% (21). La posición del Estado sobre la promoción y el control del deporte en el período de análisis se manifiesta en 1966 con la emisión de la Ley Orgánica de la Dirección General de Educación Física y Deportes. Esta entidad controlaría la actividad deportiva del país y estaría compuesta por un consejo nacional, por un director general de educación física y deportes, y por los comités cantonales de deportes. Los clubes, federaciones, asociaciones, ligas, juntas, comisiones y organizaciones deportivas de índole similar se debían registrar en la dirección mencionada. Ésta, además, estudiaría la aprobación de sus estatutos, reglamentos y programas, además de fiscalizar sus actividades, regular las relaciones entre unos y otros. Igualmente, aseguraría las condiciones higiénicas de los eventos que organizaran, y resolvería los conflictos que se produjeran entre ellos o entre sus respectivos programas (22). También en 1966 se emite el Reglamento para la creación y funcionamiento de los comités cantonales de deportes, los cuales organizarían, dirigirían y estimularían en cada cantón la educación física y los deportes en todos sus aspectos. Funcionarían como delegaciones de la Dirección General de Educación Física y Deportes (23). Posteriormente se comienza a notar la pérdida de espacios deportivos, sobre todo del balompié. Esta medida se da por la falta de planificación urbanística y el interés estatal por promover la 218 Historia de la gestión deportiva municipal en Costa Rica (1904-1973) / História da gestão desportiva municipal na Costa Rica (1904-1973) expectación de este deporte en los estadios y consolidar a nivel general su actividad comercial. Sin embargo, lo que no se previó fue la incidencia que la pérdida de este espacio de sociabilidad comunal tendría en la calidad de vida de los municipios costarricenses, en lo que algunos gobiernos municipales han tenido su cuota de responsabilidad (24). Lo anterior se ilustra con las disposiciones que autorizan a las municipalidades de Desamparados en 1960 (25), y a las de Escazú (26) y Puriscal (27) en 1969 a que convirtieran la plaza de deportes en un parque. Imagen 4. Templo de Puriscal concluido en los años sesenta. Véase al frente del templo la desaparecida plaza de deportes. Fuente: Blog Andrés Fernández –Andfer(http://andferblog.blogspot.com/2009/10/el-templo-de-santiago-apostol-en.html) Sobre la gestión deportiva municipal durante este período de estudio destacan las declaraciones de don Wilbur Rojas G. quien, en 1956, al preguntarle por el decaimiento de la actividad deportiva en Quepos, respondió que la culpa de esto había que repartirla entre la comunidad, los clubes deportivos y el Comité Deportivo Cantonal de Quepos del cual él era miembro. Asimismo, don Wilbur añadía que pensaba presentar su renuncia a este comité porque no quería ser en él una simple figura decorativa, salvo que esta organización se decidiera inmediatamente a sacar la actividad deportiva del pantano en que estaba metido hasta los hombros (28). Lo cierto es que la responsabilidad de planificar las actividades deportivas a nivel local recaía en el Comité Deportivo Cantonal, lo cual es comprobado con una crónica del periódico quepeño Lucha, quien le sugería a este comité que organizara campeonatos de pesca, ajedrez, billar, tiro al blanco, beisbol y fútbol con el fin de levantar la actividad deportiva de Quepos (29). Esta llamada de atención fue efectiva, ya que el comité de deportes fue reorganizado y se planeó financiar la llegada de los Veteranos del Club Sport La Libertad, como también la llegada del Campeón de los Barrios Capitalinos “Mata Redonda” (30). 219 Chester Urbina Gaitán Historia de la gestión deportiva municipal en Costa Rica (1904-1973) / História da gestão desportiva municipal na Costa Rica (1904-1973) 3. CONCLUSIÓN . Los inicios de la gestión deportiva municipal en Costa Rica se remontan a 1904 cuando la municipalidad de San José se interesa por ordenar las actividades deportivas que se realizaban en La Sabana. Esto dará inicio a que las principales corporaciones municipales del país promuevan, de una manera discrecional, la actividad deportiva sin ninguna normativa legal que las obligue a hacerlo. Esta situación, junto con la falta de planificación urbanística y el interés estatal de promover la expectación del futbol en los estadios para consolidar, a un nivel general, su actividad comercial, harán que se pierdan importantes centros de identificación comunal como las plazas de deportes. No siempre los gobiernos municipales contaban con líderes municipales entusiastas de promover la actividad deportiva, por lo que serán las comunidades las encargadas de solicitarles la apertura de plazas de deportes. No es hasta 1973 cuando se obliga a las municipalidades a subvencionar anualmente a los Comités Cantonales de Deportes y a mantener una política de apoyo constante al deporte. 4. BIBLIOGRAFÍA . 1. COSTA RICA. Código Municipal. Ley No. 7794 de 30 de abril de 1998. La Gaceta nº 94 de 18 de mayo de 1998. Información recogida del Art. 3. 2. MARTÍNEZ AGUADO, Daniel. Nueva gestión deportiva municipal con la educación como perspectiva. España: Editorial Círculo Rojo, 2012. p.52. ISBN 978-84-9991-940-9. 3. Ibid. p.55. 4. Idem. 5. COSTA RICA. Código Municipal. Ley No. 7794 de 30 de abril de 1998. La Gaceta nº 94 de 18 de mayo de 1998. Información recogida del Art. 2 y 12. 6. Ibid. Información recogida del Art. 1. 7. MOLINA JIMÉNEZ, Iván y PALMER, Steven, eds. Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900). San José: Editorial PorvenirPlumsock Mesoamerican Studies, 1992; MOLINA JIMÉNEZ, Iván y PALMER, Steven, eds. El paso del cometa. 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San José: Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1995. p. 38. 22. Ley No. 3656 del 6 de enero de 1966. En: Colección de Leyes y Decretos. En adelante: CLD. 23. Decreto No. 3 del 8 de febrero de 1966. En: CLD. 24. CASTRO SÁNCHEZ, Silvia y GUIDO CRUZ, Francisco. “Ciudades intermedias en Costa Rica. Elementos socioantropológicos para su estudio”. En: Revista de Ciencias Sociales. San José: EUCR. Año 42. No. 88. 2000-II. p.117. 25. Ley No. 2607 del 5 de agosto de 1960. En: CLD. 26. Ley No. 4515 del 24 de diciembre de 1969. En: CLD. 27. Ley No. 4516 del 24 de diciembre de 1969. En: CLD. 28. Lucha. Enero 6 de 1956. p.4. 29. Ibid. Junio 23 de 1956. p.4. 30. Ibid. Diciembre 8 de 1956. p.2. 31. El Costarricense. 20 de setiembre de 1959. Año 1. No.2. p.8. 32. Ibid. 11 octubre 1959. Año I. No.5. p.4. 33. Ibid. Domingo 6 de marzo de 1960. Año II. No.25. p.6. 34. Ibid. Domingo 20 de marzo de 1960. Año II. No.27. p.3. 35. Ibid. Domingo 8 de enero de 1961. Año II. No.68. p.3. 36. Ibid. 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