La ganadería competitiva en campo mixto - RAF 2015

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XV REUNIÓN ANUAL DE FORRAJERAS
La ganadería competitiva en campo mixto
INTA
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
Centro Regional Buenos Aires Norte
Estación Experimental Agropecuaria Pergamino
“Ing. Agr. Walter Kugler”
Área de Investigación en Producción Animal
19 de agosto de 2015
Centro Regional Buenos Aires Norte
Estación Experimental Agropecuaria Pergamino
ÍNDICE
PRÓLOGO
............................................................................................................................................ 1
CICLO COMPLETO EFICIENTE.
Equipo ganadero Centro Regional Buenos Aires Norte (CRBAN) .......................................... 2
EL MEJORAMIENTO GENÉTICO DE AGROPIRO ALARGADO Y LOTUS TENUIS.
Acuña, M.; Affinito, A.; Maciel, M.; Diaz Paleo, A.; Andrés, A. ............................................ 6
SUPLEMENTACIÓN INFRECUENTE CON ENSILAJE DE MAÍZ EN AVENA DE PASTOREO.
Camarasa, J.N.; Pacente, E.; Mattera, J.; Barletta, P.; Bertín, O.D. ..................................... 20
SECUENCIAS DE CULTIVOS ANUALES Y PASTURA PERENNE PARA FORRAJE EN SUELO
AGRÍCOLA.
Bertín, O.D.; Barletta, P.; Pacente, E.; Mattera, J.; Beribe, M.J.; Camarasa, J.N................... 23
Prólogo
La disminución de los precios relativos de los granos respecto a la carne bovina le ha otorgado
recientemente una mayor competitividad a la ganadería, que genera una perspectiva positiva para
aumentar la siembra y mejorar el manejo de pasturas y cultivos para forraje.
Lo señalado indicaría que los productores están dispuestos a intensificar la producción de forraje en
sistemas mixtos, tanto en suelos con mejor aptitud, a través de cultivos y pasturas de alto potencial, como
también en aquellos suelos con limitantes mediante el empleo de cultivares superiores de especies
recomendadas para esos ambientes. En el primer caso existen alternativas para lograr el objetivo y dos
serán discutidas: una es encontrar la secuencia de cultivos-pasturas para maximizar en forma sustentable
la producción de forraje y otra es suplementar, en el caso de los verdeos de invierno, con forraje
conservado. Estos dos casos serán tratados visitando a campo experimentos con secuencias de cultivos
anuales con alfalfa y un experimento de producción animal, evaluando el silaje de maíz suplementando a
un verdeo de avena en pastoreo con diferentes frecuencias de suministro semanal.
En el segundo caso, en los sistemas mixtos, donde los cultivos para grano ocupan los mejores
ambientes, la ganadería utiliza los suelos con restricciones. Cuando hay limitantes para altos rendimientos
agrícolas es especialmente más complejo la elección de las especies forrajeras que integran la mezcla y es
donde existe menor información a nivel internacional, sin embargo a nivel local hay más estudios en pos
de obtener mejores especies adaptadas a esos ambientes. Para estos suelos con limitantes por
sodicidad/salinidad y/o anegamientos temporarios se están mejorando especies tales como agropiro
alargado y Lotus tenuis cuyos programas de mejoramiento genético están en marcha para lograr
cultivares capaces de producir y persistir durante el ciclo de producción en este tipo de suelos.
Todos estos temas enmarcados en la concepción de un modelo de ciclo completo eficiente que le
otorga al sistema flexibilidad y adaptación al mercado, agrega valor al comercializar animales terminados,
se complementa con la agricultura, disminuye riesgos, diversifica la producción y ayuda a la
sustentabilidad en su visión integral y buscando que la ganadería sea lo más competitiva posible.
1
Ciclo Completo Eficiente
Equipo Ganadero CRBAN
[email protected]
El Ciclo Completo, como alternativa productiva para los pequeños y medianos ganaderos viene
ganando terreno frente a otras actividades como la cría pura -poco factible económicamente- y la
tradicional invernada –riesgosa sin propia producción. El INTA pretende incorporar estos cambios
promoviendo su implementación, mediante un programa de actividades de investigación y capacitación a
largo plazo basado en la interacción de los distintos actores que componen la cadena de la carne bovina.
Desde la década del ’90 se viene dando en todo el ámbito de la regional Norte de Buenos Aires un
fuerte incremento de la actividad agrícola, con diferente intensidad según la zona. A pesar de ello, esta
región continúa siendo clave al mantener el 13.63 % del stock y 15% de la producción ganadera bovina
nacional.
En todo el norte de la provincia de Buenos Aires se viene dando un proceso de intensificación de la
actividad ganadera. La relación novillo + novillito/vaca se modificó en las distintas zonas, mostrando una
tendencia a disminuir en las típicas de invernada y a aumentar en las zonas de cría. Es el Ciclo Completo
el que viene ganando terreno frente a otras actividades como la cría pura -poco factible económicamentey la tradicional invernada –riesgosa sin propia producción.
Las ventajas del Ciclo Completo Eficiente
La opción del Ciclo Completo se sustenta en una serie de ventajas que este planteo ofrece a
pequeños y medianos productores ganaderos de esta región:

Flexibilidad: ofrece diversas alternativas para adaptarse a los requerimientos variables del mercado. Le
otorga al productor diferentes opciones para terminar sus animales según las exigencias del mercado.
Aporta también ventajas competitivas, respecto de planteos de invernada pura, como es la capacidad
que tiene la vaca de producir carne en ambientes marginales.

Valor agregado: al comercializarse animales terminados, el productor logra un mejor valor que con la
venta exclusiva de los destetes.
 Sustentabilidad: la validación durante un buen número de años avalan su sustentabilidad técnica y
económica para un espectro grande de precios. Ofrece ventajas económicas comparativas
manteniendo un nivel de ingresos aceptable (superior al de un planteo de Cría mejorado) y con muy
buena estabilidad a lo largo del tiempo, frente a otros planteos ganaderos que muestran con marcada
variabilidad y estacionalidad (invernada de compra).

Sinergia: no compite sino que se potencia y complementa con la agricultura, al utilizar de forma
eficiente ambientes limitantes para altos rendimientos agrícolas. La sinergia entre ambas actividades se
extiende a su vez a los recursos humanos disponibles, y a la posibilidad de hacer más eficiente el
trabajo.
2

Diversificación: la inclusión del ciclo completo permite la transformación del grano o parte de él en
carne, atenuando los riesgos a los que se enfrenta el productor.
Además, el Ciclo Completo Eficiente ofrece ventajas económicas comparativas (Gráficas 1 y 2),
manteniendo un nivel de ingresos aceptable (superior al de un planteo de Cría mejorado) y con muy
buena estabilidad a lo largo del tiempo, frente a otros planteos ganaderos que muestran una marcada
variabilidad y estacionalidad (invernada de compra).
MARGEN BRUTO
u$s/ha
350
300
250
200
150
100
50
0
INVERNADA
CRIA
INTENSIVA
CICLO
COMPLETO
INTENSIVO
Gráfico 1: Margen bruto (u$s/ha) de planteos de cría, invernada y ciclo completo para el norte de BA a precios de
2015.
3
Claves para lograrlo
Si bien existen diferencias entre establecimientos y zonas, para mejorar la eficiencia productiva de los
planteos de Ciclo Completo se hace indispensable tener en cuenta al menos cuatro aspectos
fundamentales: mejorar la base forrajera y la eficiencia de utilización, incorporar el destete anticipado,
introducir la suplementación a campo de la recría con reservas, e implementar el encierre de terminación.
1. Mejorar la base forrajera y eficiencia de utilización:
Un planteo ganadero competitivo requiere de una mejora en la producción de pasto y su utilización,
la herramienta más económica para aumentar la producción y el resultado total de la empresa. Algunos
aspectos a tener en cuenta para alcanzar esta mejora son:
a) Caracterizar los ambientes, para conocer el potencial y las restricciones de los suelos: es
recomendable contar con la descripción del tipo de suelo donde se implantarán las pasturas, la
profundidad y calidad de la napa, el tipo de ascenso freático (libre o confinado) y el riesgo de
anegamiento. Las propiedades químicas de este tipo de suelos son igualmente importantes. Para
conocerlas, es necesario recurrir a un profesional de confianza.
b) Analizar estado del pastizal ya implantado: es necesario evaluar la composición y condición de las
especies del pastizal para saber si es ventajoso o no reemplazarlo por pasturas implantadas.
c) Evaluar diferentes alternativas: es necesario optar por la mejor combinación en cuanto a las
opciones de fertilización, el manejo del pastoreo y la siembra en caso de sustitución del campo natural
d) Siembra: si es necesario reemplazar el pastizal natural, es clave analizar cuáles pasturas sembrar y
cómo manejarlas. Existen especies que se adaptan a estos ambientes, como agropiro alargado, lotus
tenuis, melilotus, maíz de guinea, entre otras.
2. Destete precoz:
El destete precoz le aporta al sistema la posibilidad de optimizar la carga y ganar campo. Con su
implementación se logra aumentar el número de vientres en la misma superficie, disminuir los
requerimientos de la vaca y mejorar su eficiencia como alimentadora.
Aunque existen diferentes alternativas para destetar, el momento recomendado es a los 60 días,
cuando el ternero comienza a consumir forraje y comienza a descender una caída en la curva de aporte
de leche por parte de la vaca.
El impacto de la implementación del destete precoz en el sistema se da simultáneamente en dos
niveles:
. Sobre el rodeo: reducir el tiempo entre el primer celo y la próxima parición, concentrar los celos y
generar períodos de servicios más cortos y pariciones más concentradas. Esto se explica en parte debido al
efecto que esta técnica ejerce sobre el estado corporal (EC) de la vaca.
. Sobre el campo: liberar superficie que permite aumentar la carga general y de vacas, mejorar la
nutrición de vaquillonas y vacas CUT.
4
3. Recría en pastoreo con silo:
La recría es la etapa clave de un planteo de Ciclo Completo Eficiente. Se realiza en base a pasto y es la
que más kg produce y en forma más eficiente, tanto física como económicamente.
La incorporación de la suplementación en recría se realiza para aumentar la producción individual y/o
por unidad de superficie, mejorar la eficiencia de utilización de los nutrientes, aumentar la utilización del
forraje y prevenir enfermedades nutricionales y trastornos digestivos.
A través del uso de silaje se pueden equilibrar las fluctuaciones de la producción de pasto manejando
cargas altas constantes. De esta manera se mejora la eficiencia del pastoreo al equilibrar el crecimiento y
el consumo de pasto.
Teniendo en cuenta que el suministro es una de las limitantes para la adopción de esta práctica, el
autoconsumo se presenta como la mejor alternativa pudiendo optarse por la modalidad de bolsa con reja,
bolsa con ventanas ó silo puente con eléctrico.
4. Engorde a corral:
La incorporación de corrales en el planteo de Ciclo Completo permite lograr un producto de calidad
en el momento adecuado. Al finalizar el ciclo a campo -a los 12 meses- se logra liberar el campo para los
próximos destetes.
Para introducir esta tecnología es indispensable tener en cuenta algunas de sus limitaciones, tales
como: un mayor costo de alimentación por kg ganado, de estructura de personal y administración, y de
producción, junto a un menor margen bruto por kg ganado y una rentabilidad sensible a variaciones de
precios.
Para realizar un uso estratégico de los corrales es recomendable manejar un período de encierre que
no supere los 60 días. Alcanzar una buena eficiencia de conversión dependerá también del peso de
encierre elegido:
El INTA pretende incorporar estos cambios como parte de las alternativas productivas para los
pequeños y medianos ganaderos de toda la región. Por ello, promueve la implementación del Ciclo
Completo Eficiente mediante un programa de actividades de investigación y capacitación a largo plazo
basado en la interacción de los distintos actores que componen la cadena de la carne bovina.
5
El Mejoramiento Genético de Agropiro Alargado y Lotus Tenuis
Acuña, M.1,2; Affinito, A.1,3; Maciel, M.1,3; Diaz Paleo, A.1,2; Andrés, A.1,2
1
INTA, 2 UNNOBA, 3 CIT-NOBA
[email protected]
Introducción
Se estima que la superficie de pasturas cultivadas a nivel mundial duplica la de los cultivos de grano.
Las pasturas son el pilar fundamental de la ganadería, pero también proveen de alimento a la fauna
silvestre. Además, desempeñan un rol destacado en la conservación y la recuperación de los suelos,
puesto que los ciclos de rotación cultivo-pastura son necesarios para asegurar la sustentabilidad de los
agro-ecosistemas. Asimismo, son estratégicas para las economías nacionales, pues pueden ser cultivadas
en tierras menos aptas para cultivos de grano.
En Argentina, las pasturas cultivadas constituyen uno de los componentes principales en la
alimentación de la ganadería, la que en los últimos años fue reordenada en ambientes de menor potencial
productivo por efecto de la expansión agrícola. La densidad ganadera del país es de 0,17 cab/ha, es decir,
una carga animal de casi 6 has/cabeza; las mayores concentraciones de hacienda se registran en las
provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. Estas mayores concentraciones de hacienda
se corresponden en las provincias donde la producción y calidad de los recursos forrajeros deben sostener
una alta carga animal para alcanzar niveles de rentabilidad competitivos con la producción agrícola.
En el NOA la principal actividad productiva es la cría y recría extensiva de bovinos sobre pastizales
naturales de crecimiento estival con escasa incorporación de pasturas cultivadas. A pesar de que existe un
manejo deficiente de los recursos forrajeros —además de la fragilidad de los ecosistemas y la limitada
disponibilidad de agua para bebida animal—, el número de cabezas creció en los últimos años.
En el NEA la ganadería se basa en la utilización de pastizales naturales con nula, escasa o abundante
presencia de montes naturales e implantados, lo que da origen a diferentes categorías de sistemas silvopastoriles. Las pasturas cultivadas con forrajeras perennes representan una parte mínima de la superficie
dedicada a esta actividad y el mal manejo, la falta de agua de bebida, los problemas sanitarios y la sequía
de los últimos años ha producido un importante descenso del stock ganadero.
Como consecuencia de la gran expansión agrícola en todo el territorio argentino, se han definido
nuevos escenarios productivos para la ganadería, que exigen, por un lado, la intensificación en el uso de
los recursos forrajeros y, por el otro, la necesidad de ofrecer tecnologías específicas para la producción de
pasturas en condiciones marginales. La genética es una de las herramientas para mejorar la productividad
y adaptabilidad de las pasturas a los escenarios ambientales variables.
El mejoramiento genético de especies forrajeras
El mejoramiento genético de las especies forrajeras es relativamente reciente: se sistematizó solo a
comienzos del siglo XX, período en el cual muchos cultivares de especies forrajeras fueron desarrollados y
liberados al mercado sobre la base de investigaciones desarrolladas en genética, pero también por la
mejora de plantas recolectadas por el mundo, probablemente, de ambientes pastoriles reales. Los
cultivares liberados en el siglo XX se caracterizan por su mejor valor nutritivo, mejor rendimiento y una
mayor persistencia.
6
Si bien el aporte realizado por el mejoramiento genético de numerosos cultivos en el incremento de la
producción agrícola de los últimos cincuenta años oscila entre el 30% y el 50%, en el caso de las especies
forrajeras, la tasa promedio de ganancia genética ha sido sustancialmente inferior (4% década -1 vs. 13,5%
década-1). Algunas de las causas que ocasionaron esta situación son producto, entre otros motivos, de (i)
la aplicación de ciclos largos de selección debido a que la mayoría de las especies forrajeras son perennes;
(ii) los escasos avances en el índice de cosecha logrado debido a que en las pasturas se cosecha en su
totalidad la parte aérea (hojas y tallos), compitiendo por los recursos fotosintéticos que la planta destina al
crecimiento de las raíces; (iii) la escasa explotación genética que se realiza sobre la heterosis en la
aplicación de los métodos de mejoramiento y (iv) la importancia de otros caracteres además del
rendimiento total de materia seca de los cultivos forrajeros.
Es importante considerar que las estrategias utilizadas para lograr los incrementos productivos de los
cultivos han estado sustentadas sobre métodos tradicionales de mejoramiento genético, dependientes de
la variabilidad que ocurre naturalmente en ecotipos adaptados, en poblaciones naturalizadas y en
cultivares viejos. Algunos de estos métodos comprenden la colecta de plantas, la evaluación de los
recursos genéticos, diversos esquemas de apareamiento, la selección basada sobre el fenotipo
conjuntamente con algunas pruebas de progenies y, finalmente, la regeneración por semilla o
propagación vegetativa. También se han utilizado algunas técnicas más modernas, como la poliploidía y la
mutagénesis.
En la actualidad, las herramientas biotecnológicas, como los marcadores moleculares, la selección
asistida, la regulación de la expresión génica y las transgénesis, han permitido aumentar la variabilidad
genética y la eficiencia de selección en algunos caracteres específicos. Estos métodos indudablemente
aportarán al progreso del mejoramiento genético, pero dependerán de las bases fundamentales de los
métodos tradicionales para comprobar su verdadero potencial.
Algunos objetivos de los programas de mejoramiento genético
En términos generales, los objetivos primarios de los programas de mejoramiento de especies
forrajeras han sido el incremento de la productividad total y/o estacional del forraje en relación con los
requerimientos animales. En Argentina los progresos logrados por selección en especies como festuca
alta, agropiro alargado, alfalfa, pasto ovillo, cebadilla criolla, raigrás anual y lotus tenuis han demostrado
una elevada varianza genética, afectada por la localidad y el ambiente de uso. Adicionalmente el cambio
climático y el desplazamiento de la ganadería hacia ambientes marginales, ha acentuado la falta de
persistencia de las pasturas, debido a una baja tolerancia a diversas condiciones de estrés, tales como
sequía, frío, enfermedades y el pastoreo. La identificación de estos parámetros permite determinar las
prioridades de mejoramiento y obtener cultivares que se adapten a diversas condiciones ambientales.
La tolerancia a los estreses abióticos
Los estreses abióticos, como la salinidad y la sequía, afectan negativamente el crecimiento, la
producción de biomasa y, por ende, el rendimiento de los cultivos forrajeros. Son considerados agentes
estresantes de gran impacto en los cultivos y se manifiestan a través del cambio climático, la degradación
de los suelos y la disminución de la calidad de las aguas. Existen diversas estrategias tendientes a reducir el
impacto sobre la producción agrícola-ganadera, y estas involucran tanto acciones sobre los suelos como
esfuerzos para lograr variedades y cultivares más tolerantes. Esta última estrategia se considera más
sustentable y viable económicamente.
La selección por tolerancia a estrés salino en alfalfa, Lotus tenuis, agropiro alargado, festuca alta y
raigrás anual, ha identificado genes responsables de la tolerancia a la salinidad, sin embargo el progreso
7
en la obtención de cultivares tolerantes ha sido lento y el éxito limitado. Una de las razones más
importantes es que la tolerancia a los estreses abióticos es un carácter cuantitativo complejo que es
influenciado por un gran número de interacciones genéticas y ambientales.
AGROPIRO ALARGADO
El agropiro alargado [Thinopyrum ponticum (Podp.) Berkw. Dewey (= Agropyron elongatum (Host.)
Beauv.)] es la gramíneas forrajera más utilizada en planteos ganaderos extensivos y tiene mayor
importancia en suelos hidromórficos salinos y/o alcalinos, por su elevada rusticidad y excelente producción
de forraje. En general el cultivo de agropiro alargado es de desarrollo inicial lento, luego forma matas
grandes y en condiciones ambientales favorables crece activamente en primavera, verano y otoño,
mientras que en invierno es poco activo por efecto de las bajas temperaturas. Tiene una importante
respuesta al agregado de diferentes nutrientes, y algunos estudios han demostrado que la aplicación de
dosis crecientes de nitrógeno han triplicado la producción de forraje. Similarmente, el agregado de
fósforo produce un importante incremento en la densidad de macollos y en el área foliar del cultivo, lo
que se traduce en incremento de biomasa aérea, principalmente en el período inverno-otoñal.
El INTA Pergamino conduce desde hace años el programa de mejoramiento genético y evaluación de
agropiro con el objetivo de obtener cultivares nacionales que atiendan las demandas productivas del
sector ganadero de carne y promuevan un mercado nacional de semillas protegido y competitivo. Como
producto de varios años de investigación y selección sobre la base de germoplasma colectado en
ambientes salino sódicos, se han desarrollado cinco cultivares: Tobiano INTA; Atahualpa INTA; Pucará PVINTA; Extremo INTA y Ranquel INTA (ver anexo). Todos ellos inscriptos en el Registro Nacional de la
Propiedad de Cultivares y en el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares del INASE y transferidos a
Empresas Semilleras Nacionales.
A continuación se presentan algunos resultados de investigaciones realizadas en agropiro alargado
con el objetivo de avanzar en el conocimiento agronómico de la especie y su comportamiento en suelos
halomórficos y seleccionar genotipos superiores que permitan conformar sintéticas experimentales para
destinar a ambientes restrictivos.
Selección de genotipos de agropiro en sustratos con exceso de sales
Estudio a nivel poblacional:
En un experimento que se realizó en la EEA INTA Pergamino (Acuña et al., 2014), se evaluó el efecto
de diferentes sustratos salinos sobre variables asociadas al crecimiento en una población de agropiro
alargado. Esta población fue colectada en la Depresión del Salado y estuvo representada por 35 genotipos
tomados al azar, que fueron clonados y evaluados en estado de planta adulta. Los tratamientos fueron 4
sustratos (cuadro 1):
Cuadro 1: Sustratos en los que se dispuso el germoplasma evaluado
Sustratos
CE (dS/m)
pH
Control
Sódico
Salino
Salino-Sódico
<4
<4
>4
>4
6,5-7,5
>8,5
<8,5
>8,5
*Según valores USDA
8
Se evaluaron cuatro caracteres de crecimiento por genotipo: número de macollos (15/10) (NMAC);
peso seco (19/11) (PMS); tasa de elongación foliar en el período comprendido entre el 25/10 y 10/11 (TEF:
mm/día) y el área foliar específica (AFE) en peso fresco (cm 2/g). La TEF se realizó cada dos días sobre un
mismo macollo y el AFE al final del periodo mencionado sobre el macollo evaluado. Para todas las
variables en estudio existieron diferencias significativas (p<0,05) entre sustratos (cuadro 2). Los genotipos
lograron una TEF superior creciendo en condiciones no salinas respecto de la lograda en condiciones de
salinidad. El AFE, el NMAC y el PMS alcanzado por los genotipos que crecieron en ausencia de sales fue
significativamente (p<0,005) superior al logrado en el resto de los sustratos (cuadro 2). Estos resultados
son coincidentes con los obtenidos por otros autores en diversas especies forrajeras y demuestran el
efecto de la salinidad en la reducción del crecimiento de las plantas (Pistorale et al., 2003). En este estudio
en particular, el tratamiento salino-sódico fue el que más afectó el crecimiento de las plantas con respecto
a los otros dos sustratos salinos y esto constituye un aporte novedoso sobre el comportamiento de
agropiro alargado en condiciones restrictivas.
Cuadro 2: Valores promedio de tasa de elongación foliar en milímetros por día (TEF), número de macollos por planta
(NMAC), producción de materia seca por planta en gramos (PMS) y área foliar específica en peso fresco en cm 2/g
(AFE) con distintos sustratos salinos
Sustratos
TEF (mm/día)
AFE
NMAC
PMS (g/planta)
Control
Sódico
Salino
1,01
0,58
0,51
23,5
19,6
19,1
103
79
78
7,5
3,05
2,48
Salino-Sódico
LSD
0,23
0,27
17,9
2,34
64
13
1,62
0,31
LSD (diferencias mínimas significativas: α=0,05)
La población de agropiro alargado representada por 35 genotipos demostró un comportamiento
diferencial en todas las variables de crecimiento estudiadas en ausencia de sales (sustrato control),
superando ampliamente el comportamiento respecto del resto de los sustratos. En el sustrato salinosódico, la condición más extrema, el crecimiento de los genotipos fue más afectado que en los restantes
sustratos. Dado que los resultados obtenidos son exploratorios, se sugiere continuar evaluando la
respuesta de los genotipos en condiciones controladas de estrés salino.
El estudio de la interacción genotipo x ambiente (GxA) para el rendimiento de materia seca y la
estabilidad fenotípica de los 35 genotipos clonados de agropiro alargado, es de interés para el
mejoramiento genético de la especie (Acuña et al., 2014). En este sentido se evaluó la interacción
genotipo ambiente del rendimiento promedio de materia seca de tres cortes: 35 (19/10), 65 (18/11) y 95
(18/12) días desde que se aplicaron los tratamientos. Los valores predictivos de las medias genotípicas se
estimaron por BLUP (Robinson, 1991). Los datos de rendimiento de materia seca fueron analizados
utilizando el modelo de interacción multiplicativo (AMMI) (Gauch, 1988), este método permite estimar la
estabilidad y también clasificar ambientes (Crossa et al., 1990).
9
Figura 1: Representación de los 35 genotipos y cuatro ambientes respecto a los dos primeros ejes de componentes
principales del análisis AMMI de la producción de materia seca. Los puntos son los genotipos, los vectores son los
ambientes.
Las dos primeras componentes principales (CP) del modelo AMMI explicaron el 96,1% de la
variabilidad de los datos asociada a la interacción (figura 1). Los ambientes sódico y salino-sódico son
similares para la discriminación de los genotipos, mientras que los ambientes sódico y salino-sódico son
completamente opuestos al ambiente control. El ambiente salino no estuvo correlacionado con los otros
ambientes, a su vez explicó la mayor proporción de la variabilidad de los datos en términos de la CP2. Los
genotipos 17, 23 y 7 son los más adaptados al ambiente control; 17, 23, 18 y 35 los más adaptados al
salino y 17, 18 y 23 son los más adaptados a ambos ambientes (control y salino). Los genotipos 13, 28 y
33 los más adaptados a los ambientes sódico y salino-sódico. Mientras que los más estables o de
adaptación más amplia fueron el 11, 25 y 31. A través del análisis AMMI se pudo determinar la
interacción GxA y agrupar genotipos por su comportamiento en los distintos ambientes.
Estudio a nivel de familias de medio-hermanos:
En dos ensayos realizados bajo diferentes metodologías de evaluación (Maciel et al., 2013, 2014), se
observó una fuerte reducción del área foliar y de la acumulación de materia seca (PSA) ante incrementos
de la salinidad del sustrato. En ambos experimentos se evaluó el comportamiento de 12 familias de
medios hermanos (FMH). El primer experimento se realizó en condiciones de hidroponia con tres
concentraciones diferentes de ClNa: 0mM, 150mM y 300mM. Una vez alcanzada la concentración final se
realizaron muestreos en tres momentos distintos: a los 13 días (62días desde siembra –dds-), 20 días
(69dds) y a los 27 días (76dds) para evaluar el área foliar por planta (cm 2) y peso seco aéreo por planta (g).
El segundo experimento se llevó a cabo en cajones con suelo salino (CE=5dS/m, PH=7,5) y no salino
(CE=0,15 dS/m, PH=6,5), y a los 69dds se evaluaron los mismos caracteres que en el primer experimento.
Los resultados mostraron un fuerte efecto de la salinidad en la reducción del AF y PSA, y como
consecuencia una disminución del crecimiento en cada fecha de muestreo (figuras 2 y 3). En la figura 2 se
observa que la reducción del PSA y del AF por planta respecto del control es mayor, cuanto mayor es el
número de días de exposición a los sustratos salinos.
10
Figura 2: Área foliar (AF) y Peso seco aéreo (PSA) promedio de las 12 FMH de agropiro alargado creciendo en
condiciones control (0mM), 150 mM y 300mM de cloruro de sodio. Las barras indican PSA y las líneas el AF.
Figura 3: Área foliar (AF) y Peso seco aéreo (PSA) promedio de las 12 FMH de agropiro alargado creciendo en el
suelo salino y no salino (control).
La respuesta de las FMH en condiciones de salinidad fue variable (figuras 4 y 5). En la figura 4,
correspondiente a hidroponia, se muestra el AF y el PSA de las 12 FMH en el tratamiento de 150 mM,
este tratamiento permitió una mejor discriminación entre las mismas, no así para el tratamiento de
300mM donde no existieron diferencias significativas para las FMH. En la figura 5 se observa el
comportamiento de las 12 FMH en el suelo salino.
11
300
HIDROPONIA 150mM
2,5
250
2
200
1,5
150
1
100
0,5
cm2
Gramos
3
50
0
0
1
11
7
10
4
9
PSA 76dds
3
2
12
8
5
6
AF 76dds
Figura 4: Área foliar (AF) y Peso seco aéreo (PSA) de las 12 FMH de agropiro alargado creciendo en 150mM de
cloruro de sodio en hidroponia. La línea roja representa la media general para el PSA.
Figura 5: Área foliar (AF) y Peso seco aéreo (PSA) de las 12 FMH de agropiro alargado creciendo en suelo salino. La
línea roja representa la media general para el PSA.
De ambos gráficos se desprenden 3 aspectos importantes:
a) Existió una alta correlación entre el AF y el PSA por planta.
b) Del total de las FMH, el 50% supera la gran media del PSA por planta.
c) Del 50% de las FMH que superan la gran media, el 33% se comportaron de manera
similar tanto en 150mM de hidroponía como en suelo salino.
LOTUS TENUIS
Lotus tenuis Waldst. et Kit (=Lotus glaber Mill), conocida vulgarmente como lotus, trébol pata de
pájaro o lotus de hoja angosta, es una leguminosa forrajera perenne, introducida al país desde Europa en
1930, y adaptada a los ambientes pastoriles de la Pampa Deprimida argentina (Miñón et al, 1990). Por
ser una especie alógama y diploide 2n=2x=12 (Falistocco & Piccirilli, 1989), puede suponerse que durante
el proceso de naturalización en los diversos ambientes de la Pcia de Buenos Aires, se han generado
poblaciones y genotipos con distintos niveles de tolerancia a la alcalinidad y salinidad edáfica. La
identificación de las bases genéticas y fisiológicas de caracteres relacionados con la persistencia productiva
12
de la especie frente a factores abióticos como la salinidad, permite interpretar las respuestas poblacionales
y establecer criterios de selección (Ashraf & Harris, 2004).
En términos generales el desarrollo de cultivares de Lotus tenuis con tolerancia a la salinidad ha
recibido muy poca atención. En los últimos años, se han desarrollado diferentes investigaciones en la
Unidad Integrada UNNOBA-INTA tendientes a la generación de conocimientos y selección de genotipos
tolerantes a la salinidad.
A continuación se presentan algunos resultados de investigaciones realizadas en lotus con el objetivo
de avanzar en el conocimiento agronómico y fisiológico de la especie y su comportamiento en suelos
halomórficos para seleccionar genotipos superiores. Estudios actuales proponen la caracterización
fisiológica y genética (molecular) de las plantas seleccionadas con el propósito de describir los mecanismos
básicos que participan en la tolerancia a sales.
Selección de genotipos de Lotus tenuis tolerantes a salinidad en hidroponia y en suelo sódico
El objetivo de los diversos estudios fue aportar al conocimiento del comportamiento de la especie en
sustrato hidropónico salino y posteriormente seleccionar los genotipos tolerantes para evaluar en campo
con suelo sódico y en laboratorio a nivel molecular.
Evaluación en sustrato hidropónico
Se seleccionaron familias de medios hermanos (FMH) de lotus en estado vegetativo creciendo en un
sistema hidropónico, en el que cada familia fue expuesta a 0 y 150mM de NaCl durante 27 días (Franco,
2014). Al final del ensayo se evaluaron caracteres productivos: número de tallos, longitud de tallo
principal, peso fresco aéreo, peso seco aéreo. Por cada carácter se estimó el daño producido por el estrés
salino, y a partir de muestras de tejido fresco se midieron parámetros bioquímicos como contenido de
malondialdehído, concentración de glutatión total, glutatión reducido y glutatión oxidado, como
indicadores de daño oxidativo. De estos estudios se seleccionaron las FMH tolerantes a la salinidad para
continuar con su evaluación agronómica y molecular en condiciones de campo con suelo salino sódico
(Affinito, 2014).
13
1
2
3
4
a b
c d
Ensayo hidropónico de tolerancia a salinidad realizado en IFFIVE. 1. Plántulas 6 días después de la siembra. 2.
Plántulas 11 días después de la siembra. 3. Plantas 35 días después de la siembra. Se llega a la máxima
concentración salina deseada (150 mM de NaCl). 4. Finalización del ensayo 60 días después de la siembra. A.
Familia 3-25 control. B. Familia 3-25 salinizada. C. Individuos tomados al azar para evaluar parámetros
morfológicos. D. Muestras de tejido aéreo y radical utilizadas para evaluar parámetros fisiológicos.
Evaluación en campo con suelo sódico
Las siete familias selectas se germinaron en invernáculo y se mantuvieron sin calefaccionar durante 45
días. Luego fueron trasplantadas a campo experimental de la EEA Pergamino, en un suelo sódico, en
condición de planta espaciada y bajo un diseño experimental en bloques completos al azar con 3
repeticiones. En invernáculo, se registró en forma visual el vigor de crecimiento inicial por planta a los 40
días de la siembra. A campo, se registraron sobrevivencia a lo largo del tiempo del ensayo, vigor de planta
en tres fechas, número de tallos vegetativos en tres fechas y diámetro en tres fechas. Coincidiendo con
trabajos anteriores en la especie (Andrés & Rosso, 2007; Pesqueira, 2008; Franco, 2014), se detectó
variabilidad genética entre las familias para todos los caracteres morfo-fisiológicos evaluados.
14
Ensayo en suelo sódico 1. Plántulas en invernáculo, 30 días después de la siembra. 2. Trasplante a campo. 3- Ensayo a
campo 53 días después del trasplante. 4- Plantas a los 143 días del trasplante.
Evaluación en laboratorio (SSR)
Se evaluaron 5 familias que habían mostrado un comportamiento contrastante a la salinidad en el
estudio a campo (Affinito, 2014). Se caracterizaron mediante marcadores microsatélites (SSR) transferidos
de Lotus japonicus y Trifolium repens. Los métodos de extracción, cuantificación, amplificación de DNA,
corrida y revelado de geles, se realizaron con las modificaciones necesarias según protocolo del
Laboratorio de Biotecnología de la EEA INTA Pergamino. Se determinó la presencia/ausencia de bandas
(alelos). Se detectó variabilidad entre y dentro de las familias. No se encontraron diferencias entre la
variabilidad de frecuencias alélicas en familias consideradas tolerantes y susceptibles luego del estudio a
campo.
La caracterización morfo-fisiológica y molecular de las familias de medios hermanos de Lotus tenuis
tolerantes a salinidad, estudiadas en condiciones experimentales cercanas a las condiciones reales de uso
de la especie, permitió validar resultados obtenidos en condiciones de hidroponia, y detectar elevada
variabilidad genética para aplicar selección.
Ensayos a campo de sintéticas experimentales tolerantes a salinidad
En el marco del Proyecto de Innovación y Transferencia de tecnologías en el Noroeste de la Pcia. de
Buenos Aires (PRITT NOBA) “Desarrollo tecnológico de cultivares de Lotus tenuis”, que se desarrolla entre
la UNNOBA-INTA y la empresa GENTOS S.A., dedicada a la genética y a la comercialización de pasturas, se
están evaluando seis sintéticas experimentales en ambientes reales de uso. El propósito es realizar la
inscripción de nuevos cultivares en el INASE. Para esto, se están realizando dos ensayos a campo en el
noroeste y sudeste bonaerense para evaluar el efecto del ambiente en la productividad primaria y
secundaria de las sintéticas experimentales. También se está evaluando el efecto del ambiente en la
producción de semilla de las mismas.
15
Esta alianza estratégica permite abordar aspectos complementarios del desarrollo de los nuevos
cultivares de Lotus tenuis, y promover la multiplicación de los cultivares superiores y la comercialización en
las regiones marginalmente productivas de la Argentina.
Bibliografía
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realizarse los días 20 al 23 de octubre de 2014, en la ciudad de Buenos Aires.
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16
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17
Anexo
CULTIVARES DE AGROPIRO ALARGADO OBTENIDOS EN LA EEA INTA PERGAMINO
TOBIANO INTA
Esta variedad de Agropiro alargado se caracteriza por tener un elevado vigor de crecimiento inicial y
elevada producción de forraje otoño-inverno-primaveral.
Características destacables:
TOBIANO INTA integra la generación de nuevos cultivares de agropiro alargado desarrollados por
INTA. Es de floración precoz, de hojas de color verde oscuro y espigas más largas que el cv El Vizcachero
INTA. Se caracteriza por tener un elevado vigor de crecimiento inicial y elevada producción de forraje
otoño-inverno-primaveral. Está destinado a ambientes restrictivos por su buen comportamiento en suelos
salino-sódicos. En ensayos de evaluación de forraje TOBIANO INTA superó ampliamente al Vizcachero
INTA, tanto en la producción estacional como en el acumulado anual.
ATAHUALPA INTA
Esta variedad de Agropiro alargado se destaca por su elevado vigor de crecimiento inicial, alta
producción de forraje, elevada digestibilidad otoñal y elevada producción de semilla.
Características destacables:
ATAHUALPA INTA es un cultivar de agropiro alargado seleccionado a partir de germoplasma
naturalizado en la provincia de Buenos Aires. Es de polinización abierta y de floración muy precoz. Su ciclo
es 14 días más corto que el cv El Vizcahero INTA. Sus hojas son de color verde grisáceo y las espigas son
56,6 mm más largas que el cv El Vizcachero INTA. Se destaca por su elevado vigor de crecimiento inicial,
alta producción de forraje, elevada digestibilidad otoñal y elevada producción de semilla. En condiciones
óptimas de producción de semillas logra un peso de mil semillas de 7,43 g. Está destinado a ambientes
restrictivos caracterizados por suelos sódicos y salino-sódicos. En ensayos de evaluación de forraje
ATAHUALPA INTA superó al promedio de los cultivares evaluados tanto en la producción estacional como
en el acumulado anual.
PUCARÁ PV-INTA
Esta variedad de Agropiro alargado se destaca por su elevado vigor de crecimiento inicial y
producción de macollos en condiciones de suelos salino-sòdicos.
Características destacables:
PUCARA PV-INTA es un cultivar de agropiro alargado que deriva de la selección realizada sobre
plantas adaptadas a ambientes salino-sódicos. Su ciclo de floración es intermedio y las espigas son largas y
compactas, con semillas que en condiciones óptimas logran un peso de 1000 semillas de 7,54g. En estado
vegetativo las plantas tienen hojas de color verde intenso y al pasar al estado reproductivo toman color
verde glabro. Se destaca por su elevado vigor de crecimiento inicial y producción de macollos. Los
resultados obtenidos en ensayos de evaluación de producción de forraje conducidos en diversas
18
Estaciones Experimentales del INTA, destacan a PUCARA PV-INTA por su elevada producción y calidad de
forraje en otoño-invierno, superando ampliamente a otros cultivares comerciales.
EXTREMO INTA
Esta variedad de Agropiro alargado presenta un ciclo de floración intermedio a tardío y se destaca por
su elevada y extendida producción de forraje, aún en condiciones ambientales restrictivas.
Características destacables:
EXTREMO INTA es una variedad de polinización abierta derivada del policruzamiento de plantas
selectas, provenientes de una población naturalizada y adaptada a condiciones de suelos salino sódicos de
la Depresión del Salado. Su ciclo de floración es intermedio a tardío. Las espigas son intermedias y
compactas, con semillas que en condiciones óptimas logran un peso de 1000 semillas de 5,96g. En estado
vegetativo las plantas tienen hojas de color verde brillante y al pasar al estado reproductivo toman color
verde azulado. Se destaca por ser tolerante a la salinidad y a la sequía. Los resultados obtenidos en
ensayos de evaluación de producción de forraje conducidos en diversas Estaciones Experimentales del
INTA, destacan a EXTREMO INTA por su elevada y extendida producción de forraje, aún en condiciones
ambientales restrictivas.
RANQUEL INTA
Esta variedad se destaca por su excelente comportamiento en suelos salino-sódicos, tolerancia a
sequía, muy buena producción de forraje y producción de semilla.
Características destacables:
RANQUEL INTA es una variedad de polinización abierta, de floración precoz, derivada de una
población naturalizada recolectada en ambiente con restricciones hídricas. Presenta espigas que son más
largas que el cv Pucara PV-INTA, pero la altura del cultivo al finalizar la floración es inferior al cultivo de
Pucara PV-INTA. El peso de 1000 semillas es de 7,14 g. En estado vegetativo las plantas tienen hojas de
color verde brillante y al pasar a estado reproductivo toman color verde grisáceo. Los resultados
obtenidos en ensayos de producción de forrajera en Pergamino destacan a RANQUEL INTA por lograr
niveles 25% superiores al promedio de los cultivares evaluados en dicho ensayo.
19
Suplementación Infrecuente con Ensilaje de Maíz en Avena de Pastoreo
Camarasa, J.N.1, 2; Pacente, E.1; Mattera, J.1; Barletta, P.1; Bertín, O.D.1
1
INTA, 2 UNNOBA
[email protected]
Introducción
Los sistemas de producción pastoriles de bovinos para carne son cada vez más intensificados, por la
necesidad de mejorar la productividad y la rentabilidad por hectárea. Esto se puede lograr a través de un
aumento en la carga animal y en menor medida por la mayor ganancia de peso vivo individual a lo largo
del año. En los sistemas en los cuales las pasturas templadas constituyen la fuente principal de alimento,
estas presentan oscilaciones a lo largo del año en calidad y cantidad, que genera un desbalance en cubrir
los requerimientos de los animales. Esta es una situación común durante el otoño-invierno, cuando
presentan las menores tasas de crecimiento.
La utilización de verdeos de invierno (VI) es una práctica común y su inclusión en la cadena forrajera
en combinación con forrajes conservados constituye una estrategia de manejo que permiten corregir el
déficit de forraje durante el invierno hasta principios de primavera.
La suplementación en función del tiempo se puede realizar una o más veces por día o con una
frecuencia semanal de menos de una vez por día (suplementación infrecuente, SI). Disminuir la frecuencia
de alimentación puede reducir los costos de mano de obra y aumentar así la rentabilidad, si no hay
disminución en la producción animal (La Manna et al., 2007). Muchos estudios se han basado en la SI de
complementos proteicos con forrajes de baja calidad y no han encontrado ningún efecto negativo en la
producción de carne. Sin embargo, cuando se suplementa con alimentos de alta energía y con valores
altos de carbohidratos solubles a pasturas de baja calidad la suplementación infrecuente produce una
disminución de la ganancia de peso (Drewnoski et al., 2011).
El uso de ensilajes de planta entera de maíz (EM) como forraje conservado sigue creciendo y se estima
que entre un ⅓ y ¼ de la superficie sembrada de maíz se destina a este destino. Es un alimento
interesante desde el punto de vista nutricional cuando se usa como suplemento de un VI, ya que por su
contenido de fibra y almidón balancea al VI que presenta bajo contenido de MS y baja concentración de
carbohidratos solubles. Además el EM atenúa el riesgo de efectos asociativos negativos de los excesos de
almidón de los granos de cereales sobre la digestión ruminal de la fibra (Dixon y Stockdale, 1999). Havilah
y Kaiser (1992) ponen de manifiesto mejoras en la producción de carne por hectárea cercanas al 30%, al
utilizar EM respecto de utilizar sólo grano como suplemento de bovinos en pastoreo. Este aumento se
debe principalmente a mayores cargas que a un aumento en la ganancia de peso, explicada a través de
un incremento en el consumo total de materia seca (Abdelhadi et al., 2001).
Experiencias de dos años en Uruguay sobre campo natural y suplementación con afrechillo de trigo al
0,8% del PV a animales de 198,5 kg durante 113 días, la SI (de lunes a viernes o en autoconsumo dos
veces por semana) no tuvo efectos negativos en la producción de carne, comparado con el suplemento
entregado todos los días (Lagomarsino et al., 2014). Ruggia et al. (2015) en lugar de usar afrechillo de
trigo usaron como suplemento al grano partido de maíz con un consumo de materia seca de 0,7 y 1% del
PV en terneros de 105 kg y tampoco hubo diferencias entre distintas frecuencias de alimentación.
20
La frecuencia de suplementación ha sido estudiada para suplementos proteicos y granos en pasturas
de baja calidad. Existen reportes del efecto de la suplementación infrecuente con granos en pasturas de
buena calidad pero no existen trabajos donde se evalué la frecuencia de suplementación con EM en un
verdeo de avena.
El objetivo del trabajo es estudiar el efecto de distintas estrategias de suplementación de ensilaje de
maíz planta entera sobre la producción de carne en avena en pastoreo.
Palabras clave: novillitos, carga animal, ganancia de peso, producción de carne
Materiales y métodos
El experimento se lleva a cabo en la Estación Experimental Agropecuaria INTA Pergamino (33º 57’ S,
60º 33’ O y 61 m snm), en un suelo Argiudol tipico serie Pergamino (capacidad de uso IIe). La avena fue
sembrada el 25 de abril. Con una densidad de 250 semillas.m -2 y a una distancia entre hileras de 17 cm.
No se aplicó fertilizantes y no fue necesario controlar malezas, enfermedades ni plagas. Se utilizan 7 ha,
que se dividieron en 6 parcelas iguales (unidades experimentales) y fueron sub-divididas en 3 franjas.
Antes y después de cada pastoreo se midió la disponibilidad (1/4 m 2) y la altura de forraje en 3 muestras
en cada unidad experimental, que luego se ajusta para el cálculo de la disponibilidad (kg MS.ha-1) con la
medición de 20 alturas tomadas con un pasturómetro. Luego se toma una alícuota de 250 g del material
de campo y se seca en estufa durante 48 h a 60 °C para estimar el porcentaje de materia seca (MS).
Se utiliza un diseño experimental en bloques completos al azar con dos repeticiones. Los tratamientos
son: 1- suplemento todos los días; 2- suplemento de lunes a viernes; 3- suplemento lunes, miércoles y
viernes. Luego se aleatorizaron los tres tratamientos a las seis parcelas.
Se utilizan 4 animales “fijos” por tratamiento de alrededor de los 200 kg de peso vivo (PV), de razas
británicas y sus cruzas, desparasitados y en buen estado en general. Se dispone de animales volantes para
alcanzar una similar asignación forrajera entre tratamientos, equivalente al 2% del PV animal/día. Los
animales “fijos” son pesados cada 14 días, para ello permanecen sin agua de bebida desde las 16:00 h
hasta las 9.00 h del día siguiente, cuando son pesados. La ganancia diaria de peso vivo (GDPV) es
calculada en cada período de 14 días ((PVf-PVi)/período evaluado en 14 días). Previo al experimento, hubo
un tiempo de acostumbramiento de 28 días, durante el cual los animales permanecieron en cada una de
las 3 franjas en cada tratamiento.
La cantidad de suplemento entregado semanalmente es el mismo para todos los tratamientos, siendo
del 1% del PV. Los animales permanecen dentro de cada parcela 14 días y semanalmente se mide la
disponibilidad de forraje, para ajustar la carga animal con la asignación de forraje (2% PV) y de esta
manera calcular la cantidad de alimento a suplementar.
El suplemento que se utiliza es ensilaje de maíz planta entera, cosechado en abril de 2013, el híbrido
utilizado fue DK 72-10 VT3P con 85.700 plantas a cosecha, en estado de ¾ línea de leche, presenta un
picado medio, 43% MS y 64% de espiga.
Cada 14 días se toman muestras de EM y de avena, las cuales serán analizadas, determinándose fibra
detergente neutro (FDN) según Van Soest et al., (1991), proteína bruta (PB; Kjeldahl) y digestibilidad in
vitro de la materia seca (DIVMS; Van Soest, 1994).
21
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22
Secuencias de Cultivos Anuales y Pastura Perenne
para Forraje en Suelo Agrícola
Bertín, O.D.1, Barletta, P.1, Pacente, E.1, Mattera, J.1, Beribe, M.J.1, Camarasa, J.N12.
1
INTA, 2 UNNOBA
[email protected]
Introducción
Los sistemas de producción ganaderos para ser eficientes y competitivos requieren de la
intensificación del uso de los recursos, luz, agua y nutrientes, para la producción de forraje. La rotación de
cultivos anuales con pasturas perennes es una opción para potenciar el sistema. Según los antecedentes
disponibles bajo riego, se alcanzaron en Australia producciones de 42,3 t MS.ha -1.año-1 con cultivos
anuales otoño-invernales y maíz para ensilaje, comparado con pasturas de 17,3 t MS.ha -1.año-1 (García et
al., 2008). A nivel local se obtuvo bajo riego, en una secuencia de maíz-avena durante 3 años una
producción de forraje de 25,7 t MS.ha-1.año-1 (Camarasa et al., 2014) y en una pastura alfalfa 15,6 t
MS.ha-1.año-1. El objetivo del trabajo fue evaluar la producción de forraje, con dos niveles de
precipitaciones, de distintas secuencias de cultivos de verano para ensilaje y de verdeos de invierno para
corte, complementando a una pastura de alfalfa.
Palabras clave: ensilaje maíz, ensilaje de soja, alfalfa, verdeos de invierno, producción de forraje
Desarrollo del experimento
El experimento se llevó a cabo durante dos ciclos (2013/14 y 2014/15) en la Estación Experimental
Agropecuaria INTA Pergamino (33º 57’ S, 60º 33’ O y 68 m snm), en un suelo Argiudol tipico serie
Pergamino (capacidad de uso IIe). Los cultivos anuales y la pastura perenne de alfalfa monofítica fueron
sembrados en las fechas consideradas óptimas y los manejos adecuados para cada uno de ellos (siembra
directa, fertilizaciones N-P-S-Ca, control de plagas, enfermedades y malezas y fecha apropiada de
cosecha). La variable medida fue la producción de forraje en materia seca (MS) por hectárea (ha-1).
Cultivos anuales: los tratamientos consistieron en una combinación de secuencias de verdeos de
invierno (VI: avena y raigrás anual) y de cultivos de verano (CV: maíz, doble cultivo de maíz y soja), con
dos niveles de precipitaciones (pp): normal (lluvias) y alta (con riego complementario en los períodos de
menores lluvias). Estas secuencias se realizaron sobre una pastura de alfalfa monofítica en los tres años
previos con alta y baja pp, coincidente con la parcela principal de los cultivos anuales. Cada una de las
secuencias se realizó en el mismo sitio durante los dos ciclos. Las lluvias y los riegos complementarios a los
cultivos anuales fueron los indicados en el cuadro 1.
23
Cuadro 1: Precipitaciones (mm) ocurridas durante dos ciclos (2013/14 y 2014/2015) en un experimento de
secuencias de cultivos: lluvias y riegos.
ene
feb
mar
abr
may
jun
jul
ag
sep
oct
nov
dic
año
2013
27 (60)
160 (24)
92
89 (24)
67
7 (12)
2014
280
316
114
135 (24)
121
30
28
(12)
44
2
(36)
8
(24)
32
(48)
83
62
(24)
125
(24)
172
(12)
221
(48)
20
(96)
220
2015
311
41 (12)
83 (36)
98 (48)
72
97
59
54
(12)
36
35
40
55
105
102
106
mes
lluvias
109
109
124
históricas
(1910-2014)
Entre paréntesis riego a los cultivos anuales
Pastura perenne: la producción de forraje de la alfalfa se evaluó durante en el mismo período que las
secuencias de cultivos anuales, realizándose nueve cortes el primer ciclo (2013/14) y diez en el segundo
(2014/15). Como antecesores tuvo a las secuencias anteriormente mencionadas, durante 3 años, a
excepción de la secuencia que incluyó en este trabajo al doble cultivo de maíz que tuvo como cultivo
previo a la moha. Las variables analizadas fueron el recuento de plantas a los 35 días de la siembra (la
densidad de siembra fue de 500 semillas viables.m-2) y la acumulación de forraje, que se midió durante los
dos ciclos. Durante la implantación de la alfalfa se aplicaron 50 mm de riego hasta el primer corte
(septiembre de 2013), luego 150 mm y 100 mm en el primer y segundo ciclo de evaluación
respectivamente.
El diseño experimental fue en sub-parcelas divididas con estructura en bloques al azar (n=3), donde la
parcela principal fue la pp, la sub-parcela el CV y la sub-sub-parcela el VI. Las sub-sub-parcelas fueron de
10 m de largo por 6 m de ancho. Los datos, al igual que en los cultivos anuales, se analizaron mediante
ANVA con el programa estadístico InfoStat (Di Rienzo, 2010) y la comparación de medias a través de
diferencias mínimas significativas (DMS, p ˂ 0,05).
Resultados y Discusión
Ciclo 2013/14
Verdeos de invierno: el cultivo precedente para los VI del año 2013 fue alfalfa. La producción de
forraje en la pp alta fue superior a la pp normal, 6,7 vs 6,2 ± 0,4 t MS.ha-1; media ± error estándar de las
medias (EEM). Los VI fueron afectados según el CV posterior en la secuencia, debido a un distinto número
de cortes realizados, siendo de menor a mayor en el doble cultivo de maíz, maíz y soja, 4,7; 6,1 y 8,6 ±
0,2 t MS.ha-1. La avena tuvo mayor producción de forraje que el raigrás anual, 7,2 vs 5,7 ± 0,2 t MS.ha1
respectivamente; debido posiblemente a un mayor aprovechamiento de la fertilidad durante el otoño que
aportó la alfalfa como antecesor.
Cultivos de verano: en las diferentes secuencias los CV no tuvieron la misma respuesta a las limitantes
hídricas en los meses de setiembre, octubre y diciembre de 2013 (Cuadro 1). El cultivo menos afectado
fue la soja y sin diferencias significativas entre pp. Por el contrario, el maíz como único cultivo tuvo mayor
respuesta a la pp alta, debido a la falta de lluvias del mes de diciembre en plena floración, siendo las
diferencias mayores que para el doble cultivo de maíz, 45 vs 16% respectivamente (Cuadro 2). El primer
cultivo se cosechó antes de la sequía de diciembre y el segundo maíz tuvo elevadas lluvias desde enero a
mayo, aunque se debió demorar la siembra en dos semanas en la pp normal vs alta.
24
Cuadro 2: Producción de forraje (t MS.ha-1) con distintas precipitaciones en los cultivos de verano, evaluados en dos
ciclos.
Producción de forraje
Precipitación
Cultivo de verano
ciclo 2013/14*
ciclo 2014/15
normal
soja
6,7
e
6,9
c
alta
soja
9,1
e
6,4
c
normal
maíz
13,3
d
26,0 b
alta
maíz
19,3 c
28,0 ab
normal
maíz-maíz
29,4 b
26,6 ab
alta
maíz-maíz
34,2 a
29,8 a
EEM
0,4
0,8
EEM: error estándar de la media. Letras en la misma columna no son estadísticamente diferentes (p > 0,05). * la
interacción fue significativa (p < 0,05).
Alfalfa: no hubo diferencias estadísticas entre tratamientos en el número de plantas logradas a los 35
días desde la siembra, 324 ± 9 plantas.m-2, siendo la eficiencia de logro próxima a dos tercios de las
semillas sembradas.
El ordenamiento de la acumulación de forraje según los antecesores (CV y VI) fue distinto dentro de
cada nivel de pp (Cuadro 3). En la pp normal la acumulación de forraje de la alfalfa con moha como
antecesor de verano y cualquiera de los dos VI fue mayor al resto, excepto cuando el CV antecesor fue
soja y el VI fue raigrás anual, que no difirió estadísticamente. Estos resultados coinciden los antecedentes
que señalan a la moha como un adecuado antecesor de pasturas de alfalfa (Fontanetto et al., 1998). La
acumulación de forraje en la pp alta fue mayor a todos los tratamientos con pp normal, pero la respuesta
a la mayor pp fue diferente según los antecesores. La combinación de antecesores moha y raigrás anual
fue la que más produjo, diferenciándose del resto, exceptuando en la secuencia de maíz y avena, que no
difirió estadísticamente. Cabe destacar que esta última combinación de antecesores había sido la menos
productiva en pp normal. No se observó un patrón claro del efecto del antecesor sobre la acumulación de
forraje de alfalfa cuando la pp fue alta, y el efecto fue de menor magnitud que en la pp normal.
Cuadro 3: Efecto de la precipitación (pp), el cultivo de verano (CV) y el verdeo de invierno (VI) como antecesores
sobre la producción de forraje (t.MS.ha-1) del primer ciclo (total de 9 cortes; 2013/14) de pasturas de alfalfa.
Precipitación
Cultivo de verano (CV)
Verdeo de invierno (VI)
maíz
normal
soja
moha
maíz
alta
soja
moha
13,4
raigrás anual
14,9
avena
14,2
raigrás anual
15,7
de
avena
16,4
d
raigrás anual
16,4
d
avena
19,4
raigrás anual
18,3
bc
avena
17,8
c
raigrás anual
18,1
c
avena
18,5
bc
raigrás anual
20,3
Letras distintas indican diferencias significativas (DMS; p<0,05); EEM: 0,4.
25
Alfalfa
avena
g
ef
fg
ab
a
Ciclo 2014/15
Verdeos de invierno: el cultivo de soja con pp alta generó condiciones desfavorables para el desarrollo
de los dos VI, tanto avena como raigrás anual, comparado con la pp normal, 9,4 vs 9,8 ± 0,1 t MS.ha -1
respectivamente. No hubo diferencias entre pp alta y normal con el maíz como doble o único cultivo
antecesor, debido a que la pp normal correspondió a un ciclo primavero-estival con elevadas lluvias
(Cuadro 1).
Cultivos de verano: el doble cultivo de maíz con pp alta fue 4,5 veces mayor a la soja con las dos pp,
29,8 vs 6,7 ± 0,8 t MS.ha-1 respectivamente, 15% mayor al maíz con pp normal, 29,8 vs 26,0 ± 0,8 t
MS.ha-1 respectivamente, y sin diferencias con el maíz pp alta y al doble cultivo de maíz con pp normal
(Cuadro 2). Por consiguiente, en un año de lluvias elevadas no se justifica el doble cultivo de maíz.
Alfalfa: el único efecto significativo sobre la acumulación de forraje fue la pp, 18,7 vs 15,0 ± 0,4 t
MS.ha-1, pp alta y baja respectivamente. En el segundo año de producción no se encontró efecto de los
cultivos antecesores, lo que indicaría, que con una implantación adecuada, no quedan efectos residuales
de los cultivos previos.
Las secuencias de cultivos anuales y la pastura de alfalfa en los dos ciclos: el efecto pp en los cultivos
anuales fue significativo en el ciclo 2013-14, 27,7 vs 22,5 ± 0,5 t MS.ha-1, para pp alta y normal
respectivamente. El efecto de la secuencia se indica en la figura 1A, donde se observa que las que
incluyen el doble cultivo de maíz fueron de elevada productividad, superando las 35 t MS.ha -1, con un
escaso aporte de los VI. Por el contrario en las secuencias con soja, que fueron las menos productivas, los
VI aportaron más de la mitad de la producción total de forraje.
En 2014-15, la interacción pp*secuencias fue significativa (Figura 1 B). En un ciclo de elevada
precipitaciones en la secuencia que contenía soja no hubo diferencia entre pp alta y normal. En las
secuencias con maíz la respuesta a la pp alta no tuvo un efecto marcado como en el ciclo anterior, ya que
la secuencia más productiva: raigrás anual-maíz con pp alta no se diferenció de avena-maíz con pp alta y
normal, ni con raigrás anual-doble cultivo de maíz con pp alta.
Al analizar la producción total acumulada de alfalfa en los dos ciclos sólo se halló un efecto
significativo del factor pp, 37,4 vs 30,2 ± 1,1 t MS.ha-1 para pp alta y normal respectivamente. Los efectos
de los antecesores y las interacciones no fueron significativos, por lo que la respuesta hallada en el primer
ciclo de acumulación de forraje fue amortiguada por lo ocurrido en el segundo ciclo, resultando en
similares niveles productivos.
26
Figura 1: Acumulación de forraje de secuencia de cultivos anuales en dos ciclos productivos.
A- Ciclo 2013/14
B- Ciclo 2014/15
t.MS.ha-1.año-1
t.MS.ha-1.año-1
40
a
35
4,7
CV
VI
35
30
a
8,6
30
b
25
20
15
40
6,0
5
0
8,05
ab
b
4,2
3,8
b
CV
VI
c
7,6
3,5
25
c
31,9
10
ab
20
15
8,6
16,3
7,9
d
28,7
27,1
29,7
30,1
25,2
10
5
26,6
9,6
6,7
0
Letras distintas para un mismo ciclo indican diferencias significativas (DMS; p<0,05).
Conclusiones
Las secuencias que incluyen al maíz para ensilaje fueron las de más mayor producción de forraje. En
un año con elevadas lluvias las secuencias con maíz como único cultivo no se diferenciaron del doble
cultivo, en cambio en un año de lluvias normales el doble cultivo de maíz tuvo una mayor productividad.
En situaciones de escasas precipitaciones esta última secuencia debe ser evaluada, ya que podría ser
altamente riesgosa.
Las secuencias anuales de soja para ensilaje más los verdeos invernales tuvieron una producción de
forraje equivalente a la alfalfa. No obstante ello, otras son las razones de su inclusión en los sistemas
ganaderos, principalmente considerando las desventajas de la sustentabilidad ambiental y económica que
pueden tener los cultivos anuales respecto a los perennes.
Bibliografía
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anuales para maximizar la producción de forraje en el norte de la provincia de Buenos Aires. Rev. Arg.
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2010. Grupo InfoStart, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
FONTANETTO, H.; KELLER, O. 1998. La siembra directa de alfalfa; TABLADA, M. sobre diferentes
cultivos antecesores. Información Técnica para Productores 1997-1998. Publicación Miscelánea Nº 89.
http://rafaela.inta.gov.ar/productores97_98/p5.htm. 05/08/2015.
GARCÍA, S.C.; FULKERSON, W.S.; BROOKES, U.S. 2008. Dry matter production, nutritive value and
efficiency of nutrient utilization of a complementary forage rotation compared to a grass pasture system.
Grass and Forage Science 63: 284-300.
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