RP: sinrazones y desproporciones

Anuncio
Crisis institucional local en potencia
RP: sinrazones y
desproporciones
ERNESTO ACERO C.
En 2010, una reforma electoral concebida erróneamente por diversas causas, fue echada abajo al menos
en parte. No obstante, se mantuvo vivo el germen que destruye la proporcionalidad de la representación
proporcional y su razón de ser original, para dar pie a la dispersión y a una equidad inconcebible en ese
plano del mandato popular. Lo peor del caso es que eso puede llevar a una crisis institucional al Supremo
Poder del Estado que, como en ocasiones anteriores, sólo se ha resuelto con impunidad y envilecida
amnesia.
Lo advertí en 2010, pero no se quiso escuchar. La disposición se aprobó y en 2011 se aplicó por
primera vez el principio de representación mínima en lugar del de representación proporcional. No pasó
nada por suerte y por las circunstancias, pero la amenaza sigue ahí, como una potencia en espera de
condiciones propicias. Se está a tiempo de conjurar el peligro.
Conviene una previa digresión. Las Legislaturas locales se integran al margen de lo que establece
el texto constitucional en la parte que corresponde del artículo 116, fracción II. La norma dice, en su
primer párrafo, que “El número de representantes en las legislaturas de los Estados será proporcional al
de habitantes de cada uno; pero, en todo caso, no podrá ser menor de siete diputados en los Estados
cuya población no llegue a 400 mil habitantes; de nueve, en aquellos cuya población exceda de este
número y no llegue a 800 mil habitantes, y de 11 en los Estados cuya población sea superior a esta
última cifra”. La norma es inaplicable por arcaica, y a eso deben agregarse los componentes que
corrompen la intención original.
El texto constitucional federal de 1917 ordenaba integrar al menos 15 legisladores en cada
Legislatura local. Eso cambia en 1928, cuando se establece que el número de legisladores locales en
entidades federativas con población como la de Nayarit debe ser de (al menos) siete dado que la
población del estado es menor a los 400 mil habitantes, rango en el que el Texto Constitucional ordena
que una Legislatura debe estar integrada. Recordemos que en 1930, la población de Nayarit era de 167
mil 724 habitantes (V Censo General de Población, INEGI).
La Primer Legislatura se integra con 15 diputados. Eso sigue hasta la IV Legislatura. La V
Legislatura se integra con siete diputados y esa cifra se mantiene hasta la XVI Legislatura, para empezar
con nueve diputados en 1972, en la XVII Legislatura. De ahí en adelante sobreviene una serie de
modificaciones que llevan hasta el escenario actual, con un Congreso integrado por 30 diputados, de los
que 18 son de mayoría relativa y 12 de representación proporcional.
En realidad el número de legisladores locales debió haber sido de nueve a partir de la XIV
Legislatura (1963-1966), pues para esas fechas el estado ya rebasaba los 400 habitantes (la población del
estado era para 1960, de 389 mil 929 habitantes, según el VIII Censo General de Población y Vivienda –
INEGI–). No obstante, la ausencia de altura de miras y de formación política e ideológica ha hecho del
estado barco al garete en materia de desarrollo político, por lo que en Nayarit no ha logrado formar su
propia clase política y menos extraña que no se hagan los ajustes que deben hacerse en diferentes planos,
ni siquiera porque la Ley Fundamental así lo ordena.
Para 1990, la población del estado era de 824 mil 643 (XI Censo General de Población y Vivienda
–INEGI–). Eso significa que es hasta esas fechas que el estado debía haber transitado de 9 a 11 diputados
(cabe señalar la problemática que deriva de las limitaciones lingüísticas, pues en este caso se habla de, al
menos, esa cifra). No obstante, para esas fechas en el Congreso ya había 15 diputados de mayoría y otros
cinco de representación proporcional, o sea, 20 en total. Cabe señalar que para esas fechas, las
oposiciones integradas a la Legislatura se mantenían en un nivel de abyección como quizá nunca volverá
a verse, con expresiones de dos denominaciones “partidistas”, el PPS y el PARM.
De 1987 a 1990 se desarrolla la XXII Legislatura. Por primera vez se integran 18 diputados por la
vía de la mayoría relativa y otros doce por la de la representación proporcional. Entonces la “cláusula de
gobernabilidad” garantiza al PRI mayoría absoluta, pues en esas fechas ese partido ganaba todos los
distritos uninominales y se aseguraba de tener tres más por la vía de la representación proporcional, para
sumar 21 diputados. En el caso de que el PRI llegase a perder algún diputado en alguno de los distritos
locales, se aseguraba recuperarlo por la vía de la representación proporcional (por tanto, manteniendo
inalterado el número de 21 diputados), dada la presencia de dicho componente legal.
Finalmente podemos concluir en esta esfera de razonamiento, que las Legislaturas locales se
integran por un número de diputados que se explica a partir de razones históricas, políticas y hasta por la
idiosincrasia de cada región signatario del Pacto Federal. Los tres lustros finales, en las dos historias de
México (la del plano federal y la de cada una de las regiones), son pieza clave para comprender las
razones por las que las legislaturas locales integran el número de diputados que poseen. Una de esas
razones cruciales es la aparición de la representación proporcional en las Legislaturas locales, que
coinciden en la concepción de los mecanismos asignación, aunque no así en cuanto a la relación entre el
número de diputados de mayoría relativa y los de representación proporcional. Esto es, existe claridad en
cuanto al concepto de proporcionalidad, aunque no así en el número de diputados que debe haber en la
relación mayoría relativa-representación proporcional. El tema de la “cláusula de gobernabilidad” está,
realmente, tras el tema de esa relación entre una y otra vía de acceso de los partidos o los ciudadanos, a la
representación legislativa.
Más adelante la élite en el ejercicio de poder, cede a las presiones provenientes de diferentes
esferas y se elimina la cláusula de gobernabilidad (primero reduciendo el número máximo de diputados
que podía tener un solo partido, por ambas vías, a 20 solamente), con lo que el partido que lograse
obtener el triunfo en todos los distritos uninominales, perdía automáticamente el derecho de concurrir a la
asignación de diputados por la vía de la representación proporcional.
Eso se mantuvo en relativa estabilidad en Nayarit hasta el año 2010, fecha en la que se procesa una
reforma constitucional local en materia electoral, con la que se pone fin a la existencia de la
proporcionalidad en la representación proporcional. Se da paso, desde esa fecha, a una inviable fórmula
de representación mínima en primera instancia y deja la representación proporcional para una segunda
etapa, con lo que la representación proporcional deja de serlo.
En el mes de octubre de 2010 (miércoles 6), se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno
del Estado de Nayarit, lo que constituye una desmesura que raya en la locura, en una genialidad o
una soberana estupidez. La cuarta explicación de lo que veremos más adelante, simple y llanamente,
podría ser atribuible a la arrogancia que deriva del ejercicio de poder, aunada esta a la ignorancia de los
rudimentos básicos de matemáticas, lo que creo más cercano a la realidad cruda.
En esa fecha se publicó el contenido con la reforma al artículo 27 de la Constitución Local, en
cuya fracción III se disponía que “Cada partido político que obtenga el mínimo de votación” de 1.5%
“tendrá derecho a la asignación de cuando menos un diputado de representación proporcional”. La
norma está vigente y ya ha distorsionado, vulnerándolo, el mandato popular expresado en las urnas en
2011.
Parece intrascendente el texto, pero la amenaza que hasta puede derivar en una crisis de
institucionalidad, podemos percibirla en el horizonte con un pequeño y simple ejercicio de prospectiva.
El 31 de enero de 2013, el Instituto Federal Electoral emitió un comunicado
(http://www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/menuitem.92faac40ea85399517bed910d08600a0/?vgnextoid=a4
e3a1756769c310VgnVCM1000000c68000aRCRD) mediante el que se daba a conocer que ese organismo
había recibido 50 solicitudes para crear partidos políticos. Actualmente ya tienen registro siete partidos:
PAN, PRI, PRD, PT, MC, PVEM y PNA a lo que debe agregarse la existencia de 92 agrupaciones
políticas nacionales.
Con dicha reforma constitucional local, la figura de “representación mínima” desplazó la de la
“representación proporcional”. Eso significaría que cada partido que logre obtener un mínimo de 1.5% de
los votos, tendría derecho a un diputado local.
Ahora bien, a estas premisas debemos agregar otras dos, citando los dispositivos constitucionales
pertinentes. En el numeral 26 de la máxima norma en el estado, se establece que el Congreso se debe
integrar con 18 diputados electos por la vía de la mayoría relativa, provenientes de igual número de
distritos uninominales. Ahí mismo se define un tope para la representación proporcional, “hasta doce” de
ellos. La cláusula de gobernabilidad se mantiene fuera del escenario, dada la disposición que ordena que
ningún partido tenga más de 18 diputados por ambos principios.
Sobre tales premisas, ahora sí podemos empezar a esbozar un escenario hipotético al que habrá
que agregar otros detalles, pero que no nos aleja de una realidad posible. Si pensamos en un escenario con
un nivel de participación de 400 electores, esto es, cerca del 52% (respecto de la Lista Nominal del IFE,
al cierre del 5 de abril de 2013, en el orden de los 769,877 electores, partiendo del supuesto de que el IFE
no manipula los datos, como podríamos suponer dados ciertos indicios de ello).
Escenario Electoral Hipotético con 13 Partidos con
Derecho a Registro y a Representación Legislativa
Partid
o
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
PAN
PRI
PRD
PT
PVE
M
PMC
PNA
PSD
PSM
PDM
PLM
PAR
M
PXXX
Total
Porcentaje
Obtenido (%)
20
40
15
3
2
MR
Rep. Min.
(“RP”)
Rep.
Prop.
2
14
2
0
0
1
1
1
1
1
0
0
0
0
0
4.5
3.5
2
1.5
2.5
2
2
0
0
0
0
0
0
0
1
1
1
1
1
1
1
0
0
0
0
0
0
0
0
18
1
2
100
0
13
∑ MR“RP”
Votación
Absoluta
Con Factor
de Asignación
3
15
3
1
1
80,000
160,000
60.000
12,000
8,000
2.4 (2+1=3)
4.8 (4+1=4)
1.8 (1+1=2)
0.36 (1=1)
0.24 (0=0)
1
1
1
1
1
1
1
18,000
14,000
8,000
6,000
10,000
8,000
8,000
0.54 (1=1)
0.42 (1=1)
0.24 (0=0)
0.18 (0=0)
0.30 (0=0)
0.24 (0=0)
0.24 (0=0)
8,000
400,000
0.24 (0=0)
12
1
0
31
NOTA: Estimaciones propias a partir de una prospectiva electoral en presencia de trece partidos capaces de lograr
el requisito mínimo para obtener una diputación local. El escenario se plantea con un nivel de participación que
considero razonable del 51.96% (respecto de la Lista Nominal del IFE, al cierre del 5 de abril de 2013, en el orden
de los 769,877 electores). En el caso de la columna relativa a la asignación de escaños por la vía de RP, los números
se determinan con las reglas de la proporcionalidad a partir de la definición de un parámetro ponderado como
Factor de Asignación, aunque se reduce a una sola vuelta, sin recurrir al concepto de Resto Mayor, sino al de la
fracción decimal más alta.
A ello agreguemos el supuesto posible de que a los siete partidos actuales se les suman por lo
menos otros diez (el 20%) de las cincuenta organizaciones solicitantes de reconocimiento del estatus
como partido político nacional. Con
PAN
ello, podríamos pensar en un escenario
hipotético local en el que estarían
PRI
participando 17 partidos en el afán de
ganar electores.
PRD
Agreguemos a dicha hipótesis
otro ingrediente. Tras un proceso
PT
0 0 00 0
0
electoral dado, 13 de ellos logran
PMC (1)
PAN
(3)
obtener el 1.5% o más de los votos, pero
PNA (1)
PVE
no los 17 partidos. Más agregados aún:
0
M
partamos del supuesto de que de los
PT (1)
PMC
trece, al menos tres de ellos logran
ganar elecciones en distritos locales,
PRD (2)
PNA
supuesto que no debe descartarse dado
PRI (4)
que en los procesos electorales de los
últimos lustros, en pocas ocasiones un
Elaboración propia con datos de hipótesis planteada en un escenario de
trece partidos con derecho a concurrir a la asignación de diputados de
partido, el PRI, ha logrado ganar todos
"representación proporcional".
los distritos electorales. En el peor de
los casos, para colmar el supuesto que aquí es el tema central, podríamos partir hacia una prospectiva con
13 partidos obteniendo al menos el 1.5% de los votos y uno de ellos perdiendo en al menos un distrito
local.
Dicho en otros términos, en ese escenario hipotético los trece partidos tienen derecho a concurrir a
la asignación de diputados por la vía de la representación proporcional, y a que les sea asignado cuando
RP asignada con criterio
de proporcionalidad
(Diputados por cantidad…
menos un diputado dado que satisfacen el requisito constitucional citado en el artículo 27 y en los
artículos 21 y 22 de la Ley Electoral local.
Y es aquí donde surge un problema grave: la Constitución local establece que el límite máximo de
diputados de representación proporcional es doce. El mínimo para que a un partido le sea asignado un
diputado por esa vía, es de 1.5%. Esto es, son trece partidos con derecho a un diputado y solamente doce
escaños para repartir. Pero más grave todavía, pues el sentido de proporcionalidad se extravía, dado que si
un partido en ese escenario logra obtener un 40%, un 20% o un 15%, lo mismo quedaría representado en
la Cámara por la
citada vía. En un
1 PAN
escenario así, un
partido que logre
2 PRI
obtener el 20% de
los votos, pero que
3 PRD
no haya logrado
4 PT
ganar la elección
en ninguno de los
5 PVEM
1
1
distritos
uninominales,
1
1
6 PMC
tendría derecho a
un diputado, igual
7 PNA
1
1
que un partido que
8 PSD
haya logrado el
1.5% de los votos.
9 PSM
1
1
Es el mismo caso
para un partido
10 PDM
que haya logrado
1
1
11 PLM
obtener un 15 por
ciento y para el
1
1
12 PARM
1
que haya logrado
sumar el 4.5% de
13 PXXX
los sufragios. En
RP asignada por Representación
Mínima
(Diputados con mínimo de votación)
un
absurdo
Elaboración propia con datos de hipótesis planteada en un escenario de trece partidos con
escenario en tales
derecho a concurrir a la asignación de diputados de "representación mínima".
términos, solamente
habría una primera fuerza y los demás partidos serían segunda fuerza, por igual. Eso es una forma de
ocultar la verdadera fuerza de los partidos y más grave, es una forma de mutilar el mandato popular
expresado en las urnas sin esa absurda equidad a la que se pretende dar el sello de apertura a las
expresiones minoritarias.
Pero toda esa problemática es la menor que puede registrarse en el escenario. El problema mayor
se daría en el caso de que los trece partidos reclamen su diputado de “RP” conforme a lo que establece la
Constitución local. Si solamente hay doce curules, y trece partidos o ciudadanos demandando un espacio
en el Congreso, ¿habría que violar consensualmente el texto constitucional local e instalar, otra vez, una
legislatura con 31 diputados, si no más? En todo caso, ¿habría que evitar la instalación de la Legislatura?
En el caso de que realmente existiese voluntad por abrir las puertas a las expresiones minoritarias,
habría que hacer flexible el número de diputados que integren cada legislatura en el futuro, lo que me
parece inviable por diversas razones que no viene al caso detallar. La otra salida implicaría eliminar la
representación por mayoría relativa y hacer todas las diputaciones, las 30 actualmente, de representación
proporcional y aún así, el número de legisladores tendría que ser flexible de mantenerse el criterio de
1.5% de los votos como requisito para tener un diputado en el Congreso local.
Creo que existen salidas serias, razonables y sostenibles en torno a las que pueden construirse
acuerdos. Acuerdos que se sostengan a lo largo del tiempo, y que no den lugar a una reforma electoral
cada tres años. Lo importante para el caso, es saber preguntar. Pero para eso, es necesario hacer política,
mucha política. Antes de que sobrevenga una crisis de institucionalidad de grandes proporciones, que
siente el precedente de la ilegitimidad del Poder, que haga de la Constitución víctima de violación
tumultuaria, más allá de lo dicho por Gonzalo N. Santos. Por eso se requiere el dialogo. Dialogo, dialogo
y dialogo. (Tepic, Nayarit. Martes 23 de abril de 2013).
Descargar