“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2012” FISCALÍA PRIMERA DEL MINISTERIO PÚBLICO ANTE EL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA EN SALA PLENA Y ANTE LAS SALAS CONSTITUCIONAL, POLÍTICO-ADMINISTRATIVA Y ELECTORAL 1.- DEPENDENCIA: 2.- TIPO DE DOCTRINA: DERECHO CONSTITUCIONAL 3.- TEMA: GARANTÍA DEL DEBIDO PROCESO (TUTELA JUDICIAL EFECTIVA/JUEZ NATURAL) 4.- MÁXIMA POR SER LA COMPETENCIA DE ORDEN PÚBLICO, RESULTA VERIFICABLE EN CUALQUIER ESTADO Y GRADO DE LA CAUSA, EN ARAS DE PRESERVAR LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA Y EL PRINCIPIO DEL JUEZ NATURAL, DE MODO QUE EL JUEZ DE ALZADA DEBIÓ CONSIDERAR ESTE ASPECTO ANTES DE PRONUNCIARSE SOBRE LA EXTEMPORANEIDAD O NO DE LA APELACIÓN, POR SER AQUELLA UNA CUESTIÓN DE MAYOR ENTIDAD CONSTITUCIONAL. 5.- CONTENIDO 5.1.- NÚMERO DE ESCRITO 5.2.- FECHA: FPTSJ-2012-019 20/03/2012 5.3.- RESUMEN “…el Tribunal Superior solo se pronunció acerca de la extemporaneidad de la apelación interpuesta por la representación judicial de la Alcaldía del Municipio Iribarren del Estado Lara y el Instituto Municipal de la Vivienda del precitado Municipio contra la sentencia de primera instancia, dictada el 29 de julio de 2008, por el Tribunal Primero de Primera Instancia con competencia en materia civil de la Circunscripción Judicial del Estado Lara, cuando lo que correspondía era pronunciarse acerca de una cuestión de mayor entidad constitucional, como es la competencia, por cuanto al ser de orden público resulta verificable en cualquier estado y grado de la causa, en aras de preservar la tutela judicial efectiva y el Principio del Juez Natural. / En cuanto a la competencia en casos como el de autos, la Sala Político-Administrativa ha establecido –en principio- que son los Tribunales Superiores de lo Contencioso Administrativo regionales, los competentes para conocer de causas relacionadas con la interpretación, cumplimiento, caducidad, nulidad, validez o resolución de los contratos administrativos celebrados por autoridades municipales sobre ejidos, en los siguientes términos: / ‘A la vez, dado el grado de desarrollo alcanzado por la jurisdicción contencioso administrativa bajo la vigencia del instrumento que todavía transitoriamente la gobierna, el criterio de interpretación literal del ordinal 14 artículo 42 de la Ley Orgánica que rige las funciones de este Alto Tribunal, ya no es sostenible y, antes bien, resulta reñido con la racionalidad que debe caracterizar la organización de toda jurisdicción, pues dada la experiencia ganada con el funcionamiento de los tribunales contencioso administrativos regionales, lo que ha motivado su reorganización cada vez más especializada en once circunscripciones judiciales (Resolución N° 235 del 24 de abril de 1995 del Consejo de la Judicatura); permite sostener que no existen ya fundamentos válidos para que los jueces revisores de la legalidad de actos unilaterales emanados de personas político territoriales distintas de la República, no conozcan también de aquellos actos de naturaleza bilateral que emanan de esos mismos entes, y que por la naturaleza de los intereses debatidos, no susceptibles de incidir de manera grave y directa en la colectividad, no ameriten el examen del más Alto Tribunal. Por el contrario, estima la Sala que la cercanía con el acontecer local y con los justiciables, en cuyas esferas de derechos inciden directamente tales actos, es una razón adicional que aconseja, como regla general, que sean los jueces superiores regionales de lo contencioso-administrativo quienes conozcan en primera instancia de los problemas suscitados con el cumplimiento, caducidad o nulidad de los contratos administrativos relacionados con ejidos. En fin, que la suma de consideraciones antes expuestas así como el nuevo ordenamiento constitucional, entendido de acuerdo al principio de interpretación progresiva de la Ley, invocado en otras oportunidades por la Sala Político-Administrativa, conforme al cual debe el órgano jurisdiccional interpretar el sentido y alcance de las leyes adaptándolas a la sensibilidad, al pensamiento y a las necesidades de los nuevos tiempos, con el fin de ponerlas a tono con el ordenamiento jurídico ahora establecido, debiéndose rechazar los criterios anacrónicos que se opongan o dificulten la efectiva vigencia y fundamento del sistema jurídico; todo lo cual obliga a adaptar la interpretación de la norma comentada a los principios recogidos expresamente en el nuevo texto fundamental. Concluye entonces la Sala que una interpretación coherente del ordinal 14 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, con los principios contemplados en la nueva Constitución y el sentido original de ese texto legal como instrumento destinado a organizar transitoriamente la jurisdicción contencioso administrativa, conduce a sostener que el conocimiento de causas relacionadas con la interpretación, cumplimiento, caducidad, nulidad, validez o resolución de contratos administrativos celebrados por autoridades municipales sobre terrenos ejidos, corresponde a los Tribunales Superiores de lo Contencioso Administrativo regionales. Así se declara.’ (Sala PolíticoAdministrativa. Sentencia N° 392 del 5 de marzo de 2002. Caso Otilia Josefina Gallardo Carúpano contra el Municipio Francisco de Miranda del Estado Guárico). / De la jurisprudencia señalada se desprende claramente la competencia –como medida de la jurisdicción- asignada a los Tribunales Regionales en la materia, y que al no advertir la sentencia recurrida, que debía revisar la competencia del A Quo, ello condujo fatalmente a la violación de la garantía al debido proceso. / En cuanto a la vulneración de la garantía al debido proceso, esa Sala Constitucional ha expresado en sentencia de fecha 24 de enero de 2001, lo siguiente: ‘...el derecho a la defensa y al debido proceso constituyen garantías inherentes a la persona humana y en consecuencia, aplicable a cualquier clase de procedimiento. El derecho al debido proceso ha sido entendido como el trámite que permite oír a las partes, de la manera prevista en la Ley, y que ajustado a derecho otorga a las partes el tiempo y los medios adecuados para imponer sus defensas...’. / En este sentido ha establecido esa Sala Constitucional, que es suficiente para que proceda el amparo, ‘...que exista una infracción por acción u omisión a una norma constitucional, sea ésta realizada mediante desconocimiento, mala praxis, o errada interpretación de normas legales o sub-legales, siempre que ella enerve el goce y ejercicio pleno de un derecho constitucional...’. (Sala Constitucional: Sentencia N° 828 del 27-07-2000; Conf. Sentencia N° 475 del 05-03-2003). / Todo lo expuesto anteriormente conduce al Ministerio Público a sostener, que resulta inconstitucional la conclusión que sirvió de fundamento al juzgador para dictar la sentencia, sin observar la competencia del A Quo, siendo ésta de orden público y por ende, no puede ni convenirse, ni relajarse; y, que además, tal conclusión –la improcedencia del recurso de apelaciónproyecta una inevitable violación de la garantía constitucional al debido proceso, consagrada en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; vulnerando además, el derecho a la tutela judicial efectiva, consagrado en el artículo 26, cualquiera sea la entidad que revista la indefensión. / V / CONCLUSIÓN / En fuerza de las razones que anteceden, el Ministerio Público solicita a ese Máximo Tribunal, declare CON LUGAR la acción de amparo para la protección de intereses colectivos, interpuesta por la representación judicial de la ALCALDÍA DEL MUNICIPIO IRIBARREN DEL ESTADO LARA y el INSTITUTO MUNICIPAL DE LA VIVIENDA DEL MUNICIPIO IRIBARREN DEL ESTADO LARA, contra el fallo dictado por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Centro Occidental, el 23 de marzo de 2009.”