ZONA B: EN LOS MÁRGENES DE EUROPA

Anuncio
10 de marzo - 1 de mayo de 2007
Sábado 10 de marzo, 11 h
Presentación del proyecto a cargo de
Nuria Enguita Mayo, Carles Guerra,
© Ursula Biemann, Angela Melitopoulos y Lisa Parks, 2007.
Ursula Biemann y Angela Melitopoulos.
Miércoles 14 de marzo, 19 h
Visita comentada para los Amigos
de la Fundació Antoni Tàpies
a cargo de Carles Guerra.
Miércoles 21 de marzo, 19 h
Conferencia a cargo de Lisa Parks.
Más información sobre el proyecto en:
www.fundaciotapies.org
Con el patrocinio de:
Con la colaboración de:
ZONA B: EN LOS MÁRGENES DE EUROPA
Zona B: en los márgenes de Europa supone una nueva etapa de un proyecto de
ciopolítico en escenarios arrasados por la guerra, territorios en parte devastados
investigación visual y ensayístico iniciado en 2003 por Ursula Biemann, Angela
por los mismos actores que ahora imponen su dominio desde las ondas.
Melitopoulos y Lisa Parks bajo el título Transcultural Geographies (Geografías Transculturales), centrado en una zona específica delimitada por los
Balcanes, Turquía y el Cáucaso; una zona B, según la denominación de las autoras, en los límites de la Unión Europea, un espacio de tránsito, de transición
y de experimentación de la zona A, la Europa unida.
Los trabajos mencionados enfatizan la necesidad de pensar de una manera diferente,
más compleja y matizada, el asedio al que son sometidos los espacios liminares de
las grandes regiones mundiales –vastas zonas geográficas donde la interconexión
de componentes sociales, económicos, culturales e históricos es más fuerte y acaso
más homogénea, y cuyo potencial de civilización, aunque también de barbarie, es ma-
Cada uno de los proyectos que se presentan en esta exposición sigue la trayec-
yor–. Esa zona B donde se enmarcan los trabajos de Biemann, Melitopoulos y Parks es
toria y la historia tanto visible como oculta de infraestructuras de comunicación
un campo privilegiado de experimentación ubicado en el punto de encuentro de tres
transnacionales, así como sus repercusiones en las múltiples geografías humanas
grandes regiones mundiales: Europa, la Comunidad de Estados Independientes (que
por las que pasan. Black Sea Files (Archivos del Mar Negro), de Ursula Biemann, es
agrupa a la antigua Unión Soviética) y la región denominada Mundo árabe-islámico,
un trabajo de investigación crítico apoyado en imágenes y textos, organizado en
una zona atomizada y sometida a extraordinarias mutaciones, escenario de guerras
10 archivos de vídeo, sobre la construcción del oleoducto BTC (Bakú-Tiflis-Ceyhan).
y de conflictos étnico-religiosos, y uno de los corredores más importantes de materias
El videoensayo Contained Mobility (Movilidad contenida), de la misma autora, ex-
primas y de trabajadores emigrantes con destino hacia una Europa en expansión.
cede este marco y plantea un espacio metafórico con múltiples cuestiones presentes en este proyecto –como son las diferentes geografías íntimas atravesadas
por estructuras transnacionales de poder y de control, en este caso la legislación
internacional en materia de inmigración que genera una masa de desarraigados
siempre en la orilla o en los márgenes de cualquier sistema–. Timescapes (Cronopaisajes) es un trabajo cooperativo que reúne en un banco de imágenes de más de
25 horas materiales diversos sobre el espacio geográfico común de sus autores,
procedentes de Turquía, Serbia, Alemania y Grecia. Dentro de este proyecto destacan los trabajos Corridor X (Corredor X), de Angela Melitopoulos, donde se plantea
una reflexión sobre los espacios de la migración en un territorio preciso, la antigua
Yugoslavia, en relación con el proyecto socialista de desarrollo de infraestructuras; Behind the Mountain (Tras la montaña), de Oktay Ince, y Raw Footage: T[here] I
[t]Here (Vídeo sin editar: Aquí / Allí) del colectivo de activistas VideA, se centran en
la migración forzosa y la presión política ejercida sobre las minorías locales en Turquía. Postwar Footprints (Huellas de posguerra), de Lisa Parks, es un ensayo visual
y textual, presente en la publicación, sobre las «huellas» entendidas como áreas
territoriales dentro de las que pueden recibirse señales de satélite, pero también
como zonas marcadas por una multitud de historias humanas que, en el caso yugoslavo, adquieren una mayor tensión al poner de manifiesto las redes de control so-
Tipografías políticas. Ensayos visuales en los márgenes de Europa es el título
de la publicación que acompaña esta exposición y supone una posible conclusión a las investigaciones iniciadas en B-Zone: Becoming Europe and Beyond
(título de la exposición que tuvo lugar en el KW Institute for Contemporary Art
de Berlín), pues constituye una ampliación de sus resultados en varias direcciones: hacia otras investigaciones visuales en el caso de Ursula Biemann con
el videoensayo Contained Mobility; hacia nuevos análisis y revisiones conceptuales en el caso de Angela Melitopoulos, que plantea la necesidad de un nuevo
régimen de las imágenes como memoria visual y nexo fundamental de unión en
las narraciones de la emigración; y, en el caso de Lisa Parks –mediante el marco teórico definido por el estudio de los sistemas de comunicación por satélite
y su influencia en las denominadas «estructuras del sentimiento»–, en extensión
de su investigación en los Balcanes en un periodo de posguerra hacia sociedades como Turquía y Mongolia, las cuales son a su vez sociedades-puerta, nuevas
zonas B situadas en los márgenes de los grandes centros de influencia, y donde
las superestructuras de poder conviven y crean sus puntos de fricción con las
microestructuras tejidas por millares de historias humanas.
Nuria Enguita Mayo
Timescapes, Angela Melitopoulos
abierta y vinculada a través de un archivo de imágenes susceptibles de ser reordenadas y remontadas. Con respecto a Timescapes, Corridor X –la pieza de Angela Melitopoulos que presenta
más connotaciones personales– no sería más que un itinerario posible, un segmento sustraído de
la multiplicidad de acontecimientos contenidos en el marco de Timescapes. A nivel práctico, el
funcionamiento dialógico de esta estructura colaborativa también invita a considerar Black Sea
Files de Ursula Biemann como un proyecto afín, asimilable a dicha plataforma de investigación.
Y si bien las lógicas de producción de Angela Melitopoulos y Ursula Biemann son distintas, ambas han compartido el marco teórico que propició Transcultural Geographies, en el que también
se incluía la investigación de Lisa Parks sobre las infraestructuras de la comunicación afectadas
por las guerras de los Balcanes.
Negativos de Europa
Las grandes infraestructuras de transporte y comunicación ocupan un lugar central en los trabajos
de Angela Melitopoulos y Ursula Biemann. Los materiales documentales producidos por las dos artistas confluyen en Zona B: en los márgenes de Europa, que resulta de una investigación colectiva
en la que la reestructuración geográfica de Europa y sus márgenes es presentada como un proyecto
a la vez político y estético. Ambas toman como punto de partida importantes arterias a través de las
cuales fluyen personas, bienes y otras formas de capital concentrado, como el crudo energético.
Dichas infraestructuras suelen aparecer codificadas con líneas firmes y bien definidas sobre el
mapa que unen Europa con la región del Cáucaso, Turquía y los Balcanes. Pero a la hora de la verdad, su paso a través del territorio se percibe mejor como una secuencia de espacios semiautónomos, con grandes intervalos, pausas y vacíos entre unos y otros. Las dos artistas contribuyen al
proyecto con itinerarios filmados en los que el montaje final presenta algunas diferencias radicales.
Sobre todo respecto al sentido que cada una de ellas tiene de la cohesión territorial y narrativa.
El resultado de las investigaciones de Angela Melitopoulos queda recogido en una plataforma de
trabajo compartida con diferentes agentes en Belgrado, Atenas y Ankara. Timescapes –tal como
se ha titulado esta compleja red de colaboraciones y aportaciones– no cristaliza en un videoensayo al uso, sino que toma forma en una estructura de cooperación geográficamente dispersa,
El uso recurrente de la doble pantalla en Timescapes/Corredor X y Black Sea Files da fe en todo
momento de la existencia de un intervalo que absorbe las tensiones derivadas de estas condiciones de producción, e impide clausurar el plano de la imagen así como pensar que una representación albergue el potencial de abarcarlo todo. En esos planos escindidos la continuidad de la visión
sufre una interrupción sintomática. La geografía capturada en mapas ya no puede ser experimentada como una forma total, sino como una suma de fragmentos. En última instancia, el recurso
nos recuerda la ansiedad que implica trabajar pasando de la teoría a la acción, de los textos a las
imágenes, de lo singular a lo múltiple y viceversa.
Black Sea Files , Ursula Biemann
Angela Melitopoulos concentra su recorrido a lo largo de un pasillo terrestre que une Alemania
con Tesalónica. La ruta –que tiene una especial significación biográfica para la artista– es más
conocida por la denominación técnica que la sitúa entre las grandes vías de transporte auspiciadas por la Comunidad Europea. El Corredor X ha sido una las prioridades de la red paneuropea
desde los acuerdos de Helsinki, firmados en 1993. En su trazado, que discurre desde Alemania
hasta Grecia, cruza zonas pertenecientes a la antigua Yugoslavia. La conflictividad política de los
Balcanes ha hecho que la existencia de esta vía sea una urgencia añadida. El hecho de que Angela
Melitopoulos siguiera esta ruta en los viajes estivales de retorno a Grecia, como tantas otras familias de emigrantes, otorga al Corredor X una densidad narrativa nada despreciable. Sobre un
delgado surco fluyen aspectos biográficos, históricos, culturales y políticos difíciles de segregar.
Las nuevas modalidades de investigación que Angela Melitopoulos y Ursula Biemann encarnan con
sus vídeos preparan la legitimación de una práctica documental que aspira a tener funciones pedagógicas. Pero la suya no es una pedagogía que imponga enseñanzas, sino que se actualiza mediante
una reorganización social del trabajo que conlleva la fabricación de representaciones. Muchos de los
videoensayos de Angela Melitopoulos y Ursula Biemann, así como las investigaciones de Lisa Parks,
tienen un pie en la sala de exposiciones y el otro en las dependencias de un departamento universitario. Si en el caso de Lisa Parks sus investigaciones ponen en duda la soberanía nacional, en el de
Angela Melitopoulos y Ursula Biemann es la soberanía estética la que se somete al poder de lo social
–con procesos de decisión que impiden alcanzar una forma cerrada, definitiva y estable.
Postwar Footprints, Lisa Parks
cohesión en la Yugoslavia de Tito. La vía fue construida entre 1949 y 1985 con el fin de
unir las repúblicas balcánicas hasta alcanzar la frontera con Grecia. Algunos de los entrevistados por Angela Melitopoulos en esa misma carretera se aventuran a definir aquel
ambicioso proyecto como una ruta cuya última función pudiera ser parecida a la de un
espacio público de encuentro.
Pero a pesar de la gran libertad de movimientos que define los viajes de Angela Melitopoulos
y Ursula Biemann, siempre aparece un hilo conductor, que en Black Sea Files toma cuerpo en
la imponente construcción del oleoducto BTC (Bakú-Tiflis-Ceyhan). Esta vez se trata de una
gigantesca cañería de 1.750 kilómetros que cruza tres países y une el mar Caspio con el Mediterráneo. De la misma manera que Angela Melitopoulos se desliza por el Corredor X filmando
a través del parabrisas de su coche, este oleoducto es para Ursula Biemann el leitmotiv que
encadena una serie de documentos. El control geopolítico sobre la región euroasiática y los
acontecimientos marginales alrededor de esta conducción amplían el grueso de referencias
en torno a dicha infraestructura. El flujo del crudo –siempre en dirección al oeste– se desvela
como una potente línea narrativa que compite con una constelación de escenas locales.
La gama de fuentes que maneja Ursula Biemann abarca desde lo observable a simple
vista hasta secretos retenidos por corporaciones y gobiernos, entrevistas, cifras y vistas de satélite. Pero lo que genera un saber nuevo son las relaciones insólitas entre datos conocidos. Deshacer el efecto de los medios y las diferentes disciplinas que regulan
qué puede relacionarse con qué, ése es el objetivo de una pedagogía colectiva que se
mueve entre imágenes y textos.
Pero lo que no podemos perder de vista es que los dos proyectos a los que nos referimos
aquí, Timescapes/Corredor X y Black Sea Files, aparte de geografías transversales constituyen algo así como el negativo de una Europa constituida y densa en normas. Las infraestructuras o ejes a los que se acogen Angela Melitopoulos y Ursula Biemann funcionan como un
paradigma narrativo con cierto peso histórico concentrado sobre el trazado, en contraste
con la volatilidad, transitoriedad y precariedad que se desprende de la estructura afectiva
de Europa y sus márgenes siempre cambiantes. Los videoensayos de estas artistas prescinden de la creencia en una identidad europea sustentada sobre técnicas administrativas.
Europa no es más que una red basada en un conjunto de proyecciones psicológicas, de las
que las mismas artistas han sido partícipes con sus biografías.
En Corredor X, la recuperación del trazado que formaba la gran Autopista de la Hermandad y la Unidad está teñida de nostalgia por la pérdida de una estructura afectiva que, al
igual que el cine de Dziga Vertov en la Rusia posrevolucionaria, produjo un imaginario de
Pero si hacemos caso de Rem Koolhaas, que ha estado implicado en un gran proyecto
cuya función consistía en producir una representación de la historia de Europa y la Unión
Europea, Europa no produce grandes fantasías en estos momentos. El fracaso de una
iniciativa constitucional significó un importante toque de atención. Después de eso la
máquina de crear imaginarios da la impresión de haberse detenido por un instante. Paradójicamente, en el periodo actual, el primer producto europeo son las normas que determinan la calidad de la comida, la calidad de la comunicación, la calidad de los derechos políticos, la calidad de los derechos de los trabajadores, etcétera. Rem Koolhaas dice estar
convencido de que «esas regulaciones representan la forma que en el futuro adoptarán
los intercambios de poder». Pero lo cierto es que no hace falta esperar tanto. Basta con
ver otro trabajo reciente de Ursula Biemann, Contained Mobility, para darse cuenta de
lo que supone circular por Europa como ilegal. El vídeo recompone la biografía de Anatol
Zimmermann, un hombre que invierte todas sus energías en sucesivas demandas de asilo.
Él es lo que se denomina una figura «jurídicamente inexistente», condenada a vivir en los
intersticios de una legalidad absurda y asfixiante. La decisión de representar su hogar
dentro de un contenedor de mercancías no sólo imprime una sensación claustrofóbica al
retrato de Anatol Zimmermann, sino que pone en evidencia los efectos perversos de una
definición legal del espacio europeo. Todo se convierte en una mercancía estrechamente
vigilada, incluidos los individuos.
En todo caso, la representación de Europa es un problema menor comparado con lo que ocurre
en sus márgenes. Allí la densidad de las imágenes y los testimonios es mucho menor. Pocas
instituciones se ofrecen a restaurar el orden narrativo de esas áreas que han sido objeto de
los excesos de la violencia política exportada desde los centros de poder. Pero aunque hubiera
instituciones y agentes que lo intentaran, nos encontraríamos que tal vez es demasiado tarde
para hacerlo con una base empírica. La memoria, los testimonios y las pruebas de los acontecimientos del pasado han sido neutralizados por sucesivas interpretaciones históricas.
Tal como dijo Felix Guattari en una entrevista realizada por Angela Melitopoulos y Maurizio
Lazzarato a raíz de la Guerra del Golfo en 1991, la homogeneización de la subjetividad es la
víctima principal que se cobra el acceso casi obsceno a los acontecimientos –como el que en
contrapartida explota el actual régimen televisual–. Pero como se ha podido ver, esa obsesión
por capturar el acontecimiento en su forma clásica, y anclado en el tiempo, ha quedado fuera
de las intenciones de los videoensayos discutidos aquí. Las prácticas documentales de Angela Melitopoulos y Ursula Biemann superan los estrechos márgenes que definen una relación
de tipo empírico y factual con los hechos.
Fragmentos del texto de Carles Guerra «Negativos de Europa», Tipografías políticas. Ensayos visuales en los
márgenes de Europa (Barcelona: Fundació Antoni Tàpies, 2007): 143-158.
Descargar