LA PINTURA RELIGIOSO-POPULAR DEL ALTIPLANO CHILENO LUIS MEBOLD K. Contemplar interior de la el capilla damente país al dicho chileno, donde altiplano La templo. de pictórico de razón entorno, de en nuestro o llega del sensibilizado, un Pari- de nacota es toda una sorpresa para quien, debi del centro se encuentra la carencia, fenómeno plástico los Lo similares. características circunda. Mientras algunos evo can admirablemente el adusto entorno que rodea, parco en en virtud complemento mas cromías y bien de dinámicas for sus contrastantes, llamativas las con los otrps prefieren ser su colores, acordes vestimentas más de los las lejanías de la puna pare florales de vividos colores en mo que en naturales, cen capullos —llamado levanta Los ello es interesante es que el hecho se reitera en otros lugares distantes de aquél, no sólo por razones geográficas, sino, también, cronológicas.(l) Un aspecto de particular interés es el papel que juegan estos conjuntos en relación con el medio que atrio—, circun y un espacio abierto dado de muros con capillas posas en sus cua tro ángulos. Adosada a la muralla oriental se una maciza torre exenta. ocupan murales (4) frontón de la facha el da, las paredes interiores laterales del evange lio y de la epístola, y la correspondiente al pie de la Iglesia, o coro. El conjunto programático gira en torno a sujetos que debieron ser de especial significa ción para dos los sencillos creyentes que centurias en romería. can, Por los deduce se ese a atrás, pequeño él motivos que en que énfasis el acudían, santuario se recae en desta las imá de devoción, hipótesis que se refuerza al las áreas ocupadas y la ubicación preferencial de dichas imágenes. Se perciben, genes considerar también, atisbos de género costumbrista la avasalladora ornamentación en clave entre me's- tizo-andina. vimiento.^) Los ciclos cuenta, se y Sotoca, Dichos ciclos ta tantes de de los murales encuentran en la en región se cuentan damos Parinaco- 1.1 Mural del frontón: de Arica y Tarapacá. entre los más impor todo el altiplano, estudio que sobre ellos se que aquí Pachama, lo que justifica el haga. Su permanencia los entre mural y 1. LOS MURALES DE SAN ANDRÉS ha de la ción a su El El templo con el caserío, ubica la en hoy deshabitado, de San Andrés. Sin pasados este lugar de la quebrada embargo, en tiempos p recordillera fue animado de las recuas que unían Arica punto de encuentro con el valle de Azapa.(3) El (1) tímpano (2) (3) En pequeña el religioso Juan Benavides C, comprende el Rodrigo Márquez de la templo Plata, León Altiplano, Caseríos y Villorrios Ariqueños, Editorial Universitaria, Santiago, Chile, 1977, págs. 73-87. José de Mesa y Teresa Gisbe'rt, Holguín y la Pintura Virreinal en Bolivia, Librería -Editorial Juventud, La Paz, Bolivia, 1977, págs. 289-295. Luis Urzúa U., Arica Puerta Nueva, Editorial Andrés Be llo, Santiago, Chile, 1969, pág. 142. V., Arquitectura del a gracias sobre el único del la prolonga la fachada exterior sur que defiende la triangular área central ventana, se divide se y bajo pintó en tres el vano una de imagen de la Virgen, al parecer la Candelaria de Copacabana. Su manto acampanado y el pedestal sobre el cual deriva de la indican posa imagenería, manera curiosa recinto Rodríguez una posible cubierta caso conservación de la intemperie. secciones. se La orientación, hacia pintura DE PACHAMAMA sido un constituye registrados. de "naturaleza lado izquierdo del patrono principal to, San Pedro, (4) Benavides Juan inspiración una mu erta"(5). Al San Andrés, yen lado opues paño aparece de la con el iglesia, inconfundible atributo C, Rodrigo Márquez de la Plata Y., León Rodríguez V.: (5) que su constituyendo op. cit., pág. 73. José de Mesa y Teresa Gisbert, Historia de la Pintura Cuzqueña, Buenos Aires, 1962, pág. 189. La Pintura Religioso-Popular del Altiplano Chileno de las llaves. Completan la ornamentación ele dispuestos y ornitomorfos, vegetales mentos 63 los bordes laterales del frontón. (6) en da. Este co con enmarcado entre ta con siendo posible El estampados. comienza distinguir en él A causa abruptamente, tres sectores. la decora de las dos capi constituido está primero por del acceso a la primera llas levantadas en el lado del evangelio. Lo ar tesanal del trabajo y la utilización del adobe hacen que el pequeño arco de entrada presen ción te una entre forma el algo ambigua, él a se de a mitad medio punto peraltado En torno y desarrollan los camino el elíptico. elemento más utilizados motivos que indispensable en conjuntos murales de Pachama, Pari- y Sotoca del Altiplano 'destacados los se cuentan entre más el sólo no flamencas y las Collao, la de exorna recursos ornamentales pintura parietal del siglo que enfrentan las pinturas grabadas sobre las leyendas siete peñascos la iglesia de las con locales, verde que; azulados transformacio esa serpiente la única en Pachama que aborda el de la impetración ante el mal, encarnado Es imposible contenido con Demonio, del el del tema el no es de se siete cabezas versiones de siete cabezas y Dragón de San Jorge (8). Esta imagen nes pétreas el con con identifican los con Dragón de sino que también es posible establecer convergencias temple el muro no advertir San Jorge tema en el la semejanza del vencedor incluso con Ángel de la Guar opuesto, correspondiente al e da (9). Desde este perspectiva más global, las imágenes de la iglesia de Pachama significa rían la interpretación pictórica de la temática de la Diablada, ballet del folclore religioso nortino y del altiplano(lO). dro, recuadro idea dado siguiente de la patrono de los nacota en San Miguel y relaciona El Los de los y una es XVIII (7). maligno. de la decoración del constituyen el centro simulación de dovelas área, consistente en la cuales falta la del y cuadrifolias, entre las eje, llamada clave, pues es uno ción, papeles mural el ello, No novedad encontrarse con este tipo seguridad cubierta de salomónicas pareadas barroco-mestiza. evangelio la decoración se iniciaba a bordes del retablo, en el pres los partir de biterio, zona que en la actualidad se presen Con de San Miguel y San Isidro, temas decoración 1.2 Mural del lado del dípti sector pudiera considerarse un los gente se reservó de a campo. San Isi Acertada el carácter prevalentemente agrario oasis precordilleranos irrigables de la zona. El santo y de los agricultor, valles ergui do y bien plantado, muestra a sus devotos colegas los instrumentos de trabajo: una gran chileno. de las faenas campesinas, y un de tapas negras. Como fruto de ese orar y trabajar, se despliega en torno suyo la "Bendición de Dios", patente en los feraces andenes que lo rodean. La elocuente pala, símbolo librito los medios puntos tendencia de los de piedra. Ello la interpre corrobora pintores populares a efigie piadoso trae vida que por asociación todo buen monje aquella norma muy trabaja, tar subjetivamente presente: so pudo ser expresada aquí plásticamente como una cos kilómetros. El segundo berninianos (6) la realidad, que en este ca la portada de Belén, distante po tramo que Luis Mebold no tación e se asoman Isabel Cruz, inicia en la los fustes enjuta izquier- Pinturas Murales del Altipla Chileno, Diario "El Mercurio", mer artículo con agosto et cristiano labora", común, reza y exor- concretamente al humilde campesino, indígena o mestizo. La figura de San Isidro lleva, además, toques de (7) de 1981. Pri específico, aunque de divulgación sobre los de Pachama, Parinacota y Sotoca en que el autor del presente estudio proporcionó informaciones acerca del tema, luego de la investigación "in situ". murales al "ora de tiene siempre (8) (9) José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguín. Op. cit., pág. 289. José de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit., pág. 144. Luis Urzúa U.: op. cit-, pág. 143. Teresa Gisbert: Iconografía y Mitos Indígenas Arte, Editorial Gisbert, La Paz, Bolivia, 1980, (10) Teresa Gisbert: op. cit. pág. 87. pág. en 96. el 64 Luis Mebold actualidad. De cabeza a pies viste conforme a cativos. la moda borbona, según el bando de Car los III: tricornio, chaqueta, calzones hasta la tríptico calzas sujetas con cintas rodilla, tacón y senta, como así, criollo o y zapatos con hebilladas. San Isidro orejillas un mestizo agricultor más que lo español, viene abonado por sus características baja estatura Con y brevedad de dos línea nasal.(ll) díptico. El úl inexistente, se divide su extensos dantes en hoy casi frisos muy deteriorados, elementos botánicos, pero abun en los faltan otros de carácter geométrico o inspirados en la fauna andina, tales como el motivo del mascarón de puma, de los cuales no que sólo quedan dos, y los cuadrilátero blanco, destinado, en a recibir mente, óleo de un probable dimen regulares salomónidas, y separadas un paño con re decorados de flores y mascarones de (14) Los dos sectores enfrentan a otros similares El en del lado tríptico opuesto. una unidad plástica es tres compartimentos, genes predilectas de los por ocupados dividida las imá romeros. El Ángel de la Guarda es la primera de las figuraciones sacras. A nuestro juicio, ya lo hemos con el rida a dicho, desplazamientos riesgosos a de arrieros El y centro del tríptico emparenta su en condición visibles sólo el rompimien de Gloria, fragmentos del las leyendas santo debe asunto locales, según se riormente.(15) El último compartimento La al San dañado. corresponde temple seriamente felinas del dragón. El con se pastores. Jorge y el Dragón, De él permanecen to advocación esta San Miguel del lado opuesto, pero refe la situación de muchos romeros, sujetos Cristóbal. siones. secciones: un devoción, cuadros pájaros que asoman en las fruteras con plátanos, cocos y otros pro ductos tropicales.(12) Una de las áreas menos destruidas del seg mento indicado se encuentra hacia el extremo del mural, donde llama la atención un espacio distinguen dos se imágenes de con pareadas puma. que raciales, este motivo se cierra el timo segmento, en se pre acomodado, por En él tradición se y las indicó destinó cuenta garras relacionarse que ante- a San Jesús los restos existentes, el panel debió decorado en toda su extensión según la práctica mestiza del siglo XVIII, que sentía Por estar rechazo al vacío. (13) 1.3 Mural del lado de la epístola Los El jante una muló Sobre la base del vos de en ascenso, rombos que resalte, superiores. y el en al tiempo que mural. roleos cubren Hojas las Encima de 2,40 x zócalo dos ellas establecen (1 2) moti que corre de un conti los espa y diminutos ambas. extenso los temas más friso de signifi- José de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit. pág. 188. Pablo Maceras: Otro Mural de Tadeo Escalante, La Para no sucumbir con su preciosa pero pesa dísima carga, San Cristóbal se apoya en un sustituido crea del Mundo. Revista 7 días, Lima, Perú, 1 0 de enero de 1975 José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. de peso a medida que el fornido iba adentrándose en la corriente, con el fin de hacerle comprender que llevaba al Creador del mundo, condición significada por la esfera que Jesús porta en sus manos. aumentaba vadeador bastón, por que una en Pachama ha lozana emergido por milagro Cit., pág. 290. José de Mesa y Teresa Gisbert, Op. cit., pág 45 (14) (15) José de Mesa y Teresa Luis Urzúa U.: Op. cit., palmera en medio ción (13) realidad. Siempre resistente (11) de la cual no cierta unidad en repetición con representación subjetiva el ciclo mural guardas superficies 15,30 mts., seme con núan más arriba sirven para enmarcar cios, la a de apreciable de los registros cinta recorre Las tienden populares cinta una separa el totalidad. su fragmentos otros geométricos. sigue Dicha es muro se si de zócalo, de la pintura sino pequeños quedan en decoración programa para esta al anterior. pintores 143. ha de la furiosa Gisbert; Holguin, pág. sido que pág 290. Altiplano Chileno La Pintura Religioso-Popular del El devoto correntada. hecho desde el "presencia" en visión simultánea ve toda desarrolla sobre el agua. Allí tagonistas y llas acuáticas, dor, al y, ño de La tica peculiar: escena que están los dos detalle de las se pro aveci revoloteando y nadando alrede los peces bajo las tiempo, las aguas en todas direccio dise parece un vez el es posible de Pachama es común en la plás Ya Basilio de Santa Cruz trató el siglo XVII, en el Cuzco. Una visión colonial. tema en procedente del Alto Perú. La de San Cristóbal sencia igual que la zona, de como cuadro, con salomónicas de peste. marcan la con habitantes muchos tiempo pre relacionarse, también no excluía el sele protector en Dos pudiera en el primer itinerante dición de tela se conserva en el obispado en Copiapó, 1 Mural del .4 coro de invocár (16) trozo el dable ciñe al base de sa esquema general, Ello con arquería más la diferencia de que aquí se del Altiplano murales aprecian, con correspondien función la en de medios carácter Siglo XVIII y principios quierdo, un sacra, la decoración característica según "narrar la práctica mestiza de vacío" al las dos franjas en las que se franja superior está diseñada sobre la base de áreas rectangulares de igual altura pero distinto ancho, rellenadas, todas sin excepción, con motivos fitomorfos de for La mas variadas. La franja inferior da vuelta por las tres paredes, a manera de friso, y presenta las conocidas alternancias de hojas enroscadas, con fruteras variadas (16) que contienen aves y frutos de una al en y frente trastos viejos en como derecho, la pero dos son las a capillas de Tarapacá. sierra los protagonistas son, esta de niños. La y y capas denota la baja temperatura ambiente. Las escenas se sienten, cuatro: de ser un par adultos ponchos extraordinariamente tante subdivide. interpreta acompañada cuadro semejante vuelve a presentarse al presencia así, mayor claridad, es él. del instrumento guarda estrecha con las arpas que todavía suelen altiplano lado se su por originales forma vez, total, que su como ele baranda esta La del Pero En la del lado iz mestizo cantante la podría coro. representaciones arpa por otro músico sentado Un muestran sobre del semejanza del XIX por preciosas la exten interpretativo interesa costumbrista, melodía la que puntos, baranda de y desarrollo. concepción sobre organizado de la obra, de los motivos. Inmediatamente de composición sé estructura encuadre arrumbarse al Su acceso, escenas se evidencia en como una su aspecto que sobre el exquisitas registros. considerarse del A continuación se inicia, sin pausa la segunda sección, que se emparenta último segmento del mural opuesto, despliega que se contemplar marcado sabor pueblerino. mento límite el En es de el tes pero de los través genes sagradas. alguna, Los a que unen estructuralmente las paredes de los énfasis marcados por las columnas y salomónicas de los cinco recuadros con imá desenvuelven dos con lógica su orden, frisos tríptico. con sin aparente y apreciar abigarrado aparezca conjunto para nuestro gusto estructura actual. réplica al la La forma de tratamiento nes. muy mismo surcando ondas, el simpático el Tal observador situación una 65 los inmediatas, sin realizadas pintores entre efecto, el por indígena de entonces, Su principio era el obs populares.(17) En era desconocido común trabajo al no práctica modelo, natural manierismo. al igual que el que el arte es del espíritu.(18) De ahí que su obje fundamental fuese crear formas que sólo producto tivo indirectamente se emparentaran dad. Para apoyar sus invenciones maestros. En Europa serán con la reali los Miguel Ángel, Ra acuden a fael o Durero. En Lima, Cuzco dichos maestros serán sustituidos o Potosí, por Bitti clases. Pablo Macera: Los Murales de Acomayo. Revista 7 días, Lima, Perú, 20 de diciembre de 1974, pág. 50. (17) (18) José de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit. pág. 146. au Greco. Albert Skira, Lionello Venturi: De Leonard Ginebra, 1956, pág 229. 66 Luis Mebold Medoro, Rubens, bable los Quispe Tito u Holguin. Es pro de estos murales, ade más de los señalados, hayan agregado a sus con géneres de Carahuara de Carangas o Arequipa. Se que da, lar creadores entonces, en estos cuadritos una singu formas reales, pero son productos de la imaginación y de la imitación. Por eso calza bien la línea abstracta, firme y paradoja parecen sostenida, casi sin modulaciones. dibujos coloreados, los asemejarse a sus colegas Lo cios. del grupo dicho vale En estos llegan hasta de los hipogeos egip músicos especialmente arpista con el cantante. para Sus el rostros cuerpos de perfil, pero con los ojos de fren te, los acercan extrañamente a los murales de los faraones. Sin embargo, se aprecian marca das diferencias. Entre las más notorias, figura y el que atuendo, se identifica con el utilizado los últimos años del siglo XVIII y princi del XIX. La chupa, prenda ceñida al tron co, semejante a un chaleco, la visten los cua tro músicos. Los calzones hasta la rodilla y las calzas corresponden a las utilizadas por el pueblo a fines del 700. Es curioso consta tar la capa corta y oscura, prenda propia de Conforme a un bando de gente, humilde. Carlos III, ésta debía "ser de una cuarta entre los subditos sin para llegar al títulos nobiliarios (Bando del 10 de mayo de 1766). (19) Y para completar el traje, la clá sica manta andina, presentada de lado y fronen pios tarias expresan justeza la con Este trozo de mural carente de artificio, dad las características que modestia de la humilde. clase acudían al ofrece, así, una visión que resume con autentici de los diversos santuario, y señala la época del grupos indirecta del 700—, lo la decoración, que inserta varios elementos propios de esa épo ca: fustes berninianos, fauna y flora autóctomente mural —fines sería corroborado por que na.(20) La ornamentación del muro los flancos del acceso, tes recuadros, dispuestos en aparato la completa, sobre el consabido decorativo barroco-mestizo. En izquierda, de de la centro el una confusa escena posible se dos interesan con de de lucha, im los descascarillados animales en por apreciar el composición es de claridad a la pintura. Sin embar ha go, permanecido, hasta el día de hoy, el entorno con el poblado, las extrañas iglesias y la planicie desértica cuyo límite superior sirve de base a un templo de torres pareadas. que privan No menos tanto ta, o sorprendente más dañada la es otra pinturi- la descrita. Por que suelo" talmente, ornada con franjas de color o ban das con sencilla ornamentación de lazos bor dados. Los . niños cubren se con similar algo a las chombas nuestras y con unos calzones hasta las rodillas, a los que se agrega un curio so segundo par, de color blanco. Separan estos grupos unas formas que po drían interpretarse como bulbos vegetales y dos graciosos loros. No termina aquí la músi ca y la fiesta. Más arriba, dos pregones ele gantes se enfrentan tocando sus instrumen tos, nan corno sus y todo si se jes del tenidos respectivamente. Ador largas pelucas, reservadas a las El estado deplorable del muro en apreciarlas desplante sobre corneta cabezas altas. clases impide el y plano detalle. Salta arrogancia los estos compara con inferior, y sencillas, de los a la vista jóvenes, persona cuyos movimientos con pero funcionales indumen Los personajes y en el a coro, escenas de la interpretación más local de San Isidro, mural: fines del permanecen paisaje, cuyo con gran panas, tan del la a motivo la que de otro se al protagonista que asunto proporciona por un del templo cam borde superior incluyen escenas de religiosa, con músicos, trumentistas. En todos estos arpa—, es numerosas vida rece gran parte excede el También recuadro. vista principal campanario alto la época del señalan setecientos. fortuna un representados muy cantantes e episodios particular atracción e ins apa —el interés las peculiaridades de su forma, idéntica todas las veces que se conservada casi (19) Enciclopedia Universal pág 704.. Ilustrada, Espasa-Cape Tomo 63, (20) José deMesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit. 289-290. Chileno La Pintura Religioso-Popular del Altiplano incluso... representada, en los 67 adornos con ca bezas de felino y de aves de rapiña dibujados del clavijero. Todo esto hace en el .extremo presumir las todas en de cubierta reservado los centros urbanos de murales cierta algún Llaman la atención en el Tito, jes nada En ellos se ven agujas tienen que ver das pendientes, Cuzco los cuyos con cuadros fondos de paisa los del Altiplano. de góticas, techos acusa extraordinariamente campos de frondosos y altos árbo de Flandes o Bravante, que el pin feraces, les, propios poblados tor reprodujo Plantin fenómeno el de que los pinturas grabados En editados Pachama, en por cambio, muy diferente. No cabe duda y lugares que muestran las es espacios se aunque relacionan, entorno el con de los Moretus.(21) idealizados, en andino, y consecuencia, también, de algún modo, con el autor de la obra. La aridez está presente en los dos paisa jes comentados, en tanto que el sistema de y posible conjeturar la circunstancial, del autor en del Alto Perú, Cuzco o Collao. núcleo llega una conclusión semejante se var otros son las elementos No torres. emplazamientos de Diego Quispe es relevancia, exclusiva casi construcciones al menos estadía, A de Pachama. santuario de los autor música jugaba importante un papel del actividades 1.5 El para que ciertamente la el pintor tipo mente a un como sus alturas corresponden los de la con al obser arquitectónicos, zona y precordi- llerana del altiplano ariqueño, pues las exis tentes en dichos lugares son de baja altura y exentas. (22) En cambio, la forma de estos campanarios su y ubicación templo se avienen con donde estas adosadas espaciosas estructuras están las iglesias y a o Potosí, precisamente poseen adornos ventanas; respecto al con los de Chacra de cuerpos con cornisas pi y náculos. Estos alcances, de rias conjugados con pueden acércanos a mural, serían interesantísimo este al Carangas, Carabuco, del el estilo las fuentes origina cuales mural, Alto Perú y Collao: Carahuara de en las cercanías de Oruro, o bien próximo al sibles relaciones con Cuzco, sin descartar po Arequipa.(23) 1.6 Estilo Envuelven los La autoría de los temples de San Andrés pre más podría un atribuirse a modesto y anóni maestro conocedor de oscuras que blancos de fondo Sus mo vos del Altiplano y Arequipa. y precisan y a la los los detalles definidas, planos de comprendidos color entre se gradúan conforme a grosores relevantes ubicación preferencias ciclos murales sujetos particulares, líneas continuas, los en ellos, contornos. los siem y los ellas. moti recibiendo sus Como acontece en dibujo es fuerte y popular, no falto de preponderante, ingenuidad, lo que puede apreciarse en el muro del coro. Tam bién aflora con frecuencia la planimetría, toda pintura el que se evidencia en los entornos de las figuras y en las arquitecturas. Por lo expuesto, se desprende la subordinación del peculiaridad cultivo por andenes se menciona en de San Isidro. De es el paisaje gran urbano del coro, donde la interés la imagen para nuestro caso la derecha del mural de las cubiertas simplificación del techo en estilización no corresponde a una con paja brava do. Esto significaría que el muralista al menos debió haber teja a similar, estado era material las (21) o de condiciones en sino más bien al teja localidades donde la color al tura trazo, que es otra constante En todo caso, popular. ostensible. La el color es en efectos de su manera más corriente plano, pero es posible claroscuro yuxtaposición tonal logrados que de la pin presencia es de aplicar distinguir mediante proceden de la los uso corriente en atención climáticas. Siendo, además, José A. Lavalle, Ernesto Sarmiento, Pintura Virreynal. Banco de Crédito del Perú, 1973, Lima, Perú, pág 141. (22) Juan Benavides C, Rodrigo Márquez de la Plata Y., León Rodríguez V. Op. cit. passim. (23) José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit. 282/286 291/294. José A. Lavalle, Ernesto Sarmiento: Op. cit. pág. 183/184. Luis Mebold 68 negros de o de cromías escasa luz. También mayor obtenidos mediante la luminosidad se las a matices perciben de pig combinación mentos. que la a técnica se de agua sobre el enlucido de cal.(24) La delgada capa que pictórica ha utilizado acusa "a la sido procedimiento el Es prima". curioso la falta de arrepentimientos, pues no se descubren correcciones. La técnica descrita no es nueva. Muy semejante a ésta fue la utili zada en las iglesias del altiplano de Oruro y en la sacristía de la Iglesia de la Compañía de observar Arequipa, donde las decoraciones vegetales cubren aves entre los muros y con roleos suben por tropicales y la querubines. cú (25) De incluirse Pachama en esta familia estilísti ca, le cabría, como es obvio, un lugar subsidia rio y dependiente: no hay comparación entre riqueza de de los tica de las formas y la estos modelos variedad cromá con el restringido color de San Andrés, donde el mo desto y anónimo maestro debió echar mano a los pigmentos recogidos en esas serranías, según es tradición entre los lugareños. temples bes alternadas lares dos, a pumas, la según moda en consistente una por pequeños cuadros yuxta interiores lias. Impiden la ingenua interpre una realizada finisecular, cuyos puestos, presbiterio existe yesería, formada retícula empleado el temple al del zona esta tación con mu refiere, ha cha probabilidad se la En temples dieciochesca En lo pula, 2.1 Los se ornan monotonía con mascarones de los de -cabezas cuadrifo de queru de felinos simi flori los de que penden ramos con características parecidas a muy Pachama. Dos altares se alzan cerca laterales hornacinas con sendas del límite del Como presbiterio. de los medios no permitió la cons trucción de retablos, ellos fueron suplidos con pinturas de pilastras, desde cuyos remates aso ángeles en genuflexión que invitan a man la pobreza honrar las imágenes que en ellos se veneran. tinado sus y los pilares que lo des recinto el entre divisoria marcan la ceremonias a las y el de los fieles. Como en El de arco tentan triunfo San Andrés, también el mura aquí lista dividió el estrados en rombos para signifi car las dovelas, inscribiendo en sus espacios in teriores llamativas cuadrifolias. 2. LOS MURALES DE PARINACOTA En puna medio y del sugestivo las sobre por ambiente de cubiertas de la alta brava paja la iglesia de la Natividad de la Virgen, construida con los mismos materiales utilizados en las viviendas de las que aimaraes chozas la Nada la de que adobe turas el salvo se un y su constituyen rio y la de piedra y adobe, de dicha iglesia cubre testero sencillo reparten Colonia en la donde surge retablo. los dos recinto (26) Las ambientes interior: el que 2.2 Las N° 20 al 22. Ed. Iberia S.A. Holguin. Op. José de Mesa y Teresa Gisbert: 122/123. de la nave a duda, los contemplan en esta del distribuye temples área son conjunto programático. en los muros y en el mando una verdadera serie. mejante a parietales que los las series de más coro, Dicha cuadros al intere El tema se confor serie es se óleo sobre de tela, enmarcados y transportables, que exornan los templos y conventos del Cuzco, Quito, Lima o Santiago, con la dife rencia que los recuadros de Parinacota forman soportes cit. pag. 23. Márquez de la Plata Y, León Juan Benavides C, Rodrigo U. : Op. cit. Rodríguez V.: Op. cit, pág 87. Luis Urzúa pág pinturas Sin lugar y descripciones, Arequipa, Perú. (26) existente en el país. presbite -José nota de la época de la completo pin Cuzqueña y su Roberto Samanez A. La Pintura Mural "El Ingeniero Civil". Lima, Perú, Pág 48. Maldonado S.J., La Compañía de Arequipa. Lá -Cfr. programa altar Conservación. 295 el de los un nave. minas es anuncia totalidad santes (25) más mural se (24) de Parinacota cielo paja. en el exterior policromía muros, de muros circundan: con techumbre El asoma un todo indivisible del soporte parietal al que del Altiplano Chileno La Pintura Religioso-Popular fijos adhieren, en sus relaciones de la congéneres serie y en su dispuestas rativas inusual la para cuando de adquisición El entorno. pinturas Potosí. o Hay pueblo era sólo un punto otros método recursos óleo al dentes de los talleres de la Ciudad Chuquisaca los con las formas deco faltaban los era' no con 69 proce Imperial, que pensar que este de encuentro de los transportaban, a lomo de Cerro Rico, Potosí, al desde la plata, muía, de puerto Arica.(27) 2.2.1 El dulaciones. los repasar ponsable del catcquesis en mento de la en asuntos presentes la advierte se turas, preocupación por programa la torno a confesión. Por las se XVIII, siglo la a pintura mestiza como las de la de fines del lugares existente en otros el res ros, fruteras de una ras en y Parinacota, pin al sacra esos objetivos apun del Camino de juicio, tan, la Cruz; la presencia de la devoción de la Virgen de los Dolores; la figura de San Jeró de contricción profunda por nimo los pecados, no obstante su alta dignidad car denalicia— y, sobre todo, la meditación de las los a nuestro mo otorgar para señaladas, los temples características adscriben las entregar penitencia A utiliza carnaciones. en Al se limitadas hay y rectas, color del altiplano, sea Callapa o Copacabana, del departamento de Oruro. Tanto en éstas como temático contenido El diversa calidad a los trazos y como fondo de los distintos temas. Los pigmentos utilizados se asemejan a los del presbiterio: negro, gris, índigo, verde oliva y esmeralda, tierra de siena tostada, amarillo ocre y rosa pálido para las que arrieros pobres quiebres angulares pasos motivos como al renacimiento 2.3 Temple máscaras pilares y de floreros, precedentes y barroco: nicas, diseños de ornamentadas. dan hispánico y origen cuyos postizas, se precolombinos, puma pája arquitectu remontan se columnas salomó con arcos dovelas (29) mural del lado izquierdo —ejemplo Damos la preocupación por se advierte entregar una catc en torno al ascetismo y la. peni rios el está panel del mejor coro. la de cinta inferior siendo el registros, sector tencia. el de la pared, donde inclusive el blanco de cal forma parte de la composi ción, a manera de fondo. Al igual que en Pachama, se distinguen va En las totalmente repintado. quesis en pintura abarca el oblongo entero de Parinacota la secuen desubica preferentemente, del lado derecho. La mural pinturas no obstante aparentes discernibles, ciones En las prioridad a este paño por temática, cia zócalo, hoy superiores, salvo preservado, En la cual un zonas en el zona más alta corre una penden simulados colgajos y borlas. Entre esta cinta y el registro inferior se dispuso la zona de mayor impor los cuadros de la tancia, en la que textiles "cuelgan" postrimerías y las escenas sacramentales con penitentes y confesores que se ubicaban en el muro del pintura coro. Como vemos, se trata de una flores y cionan tivo. programática.(28) entre serie, grandes ornamentales conjunto al Los bodegones fruteras, jarrones con luminarias, que propor un ambiente con fruta y fes inspirados alegre están la realidad, notándose en ellos la presencia de frutos procedentes de los valles calientes y cocos—, como también las exóti en 2.2.2 Estilo —plátanos Más aún que en Pachama, domina aquí, in- contrarrestado, el dibujo. En la interpretación de la línea, que es sinuosa y carente casi de (27) Ver nota(2). (28) José de Mesa 279-296. cas can, (29) y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit. págs. uvas aclimatadas americanas. a Ver Las por lámparas, nuestro juicio, las nota (14) y pág 296. el colono en tierras por noches su parte, evo de jolgorio en 70 Luis Mebold entre real Huerto" de la "Oración en el con-su entorno decorativo. "La Flagelación ', Jesús maniatado (detalle). "La Crucifixión". "La Defensa del Santísimo Sacramento". Particular del Monarca y del león "La Adoración Eucarística". "El Infierno", detalle del "Juicio Final". PARINACOTA. los El soldados ''cuadro" Chileno La Pintura Religioso-Popular del Altiplano las fiestas las en cristiano-autóctono, tizo, de religioso-populares 71 figura carácter mes faltan que no libaciones, como es común hasta el día de hoy. Estos bodegones, con sus líneas cos generosas de curvas marcos co, exornados exigiera se si que del Los el para imágenes de del crucis devoción, y en del pie de la iglesia, un San Jorge y una Dolorosa. El santo Caballero vencedor del Demonio está presentado conforme al modelo de Pachama, lo por que el indudable la es encuentra, perfectas en estar podría sin El temple, aparece atado al colonizador, igual que las A rismo, se tal al El Jesús de la interpretación proporcionales, mediana representación vez cual tinuamente, arcaizante la de Cristo un de se manie pintura colonial vuelve con la de todo sobre El po que estatura, resabio raigambre mesti paño mural concluye con Penitente". que relaciones un aquí esbelto, en aunque cuestas", juicio, nuestro a cae, lo convencional, con una iterada del "Cristo con la bastante sucede la to el dete por la de su área superior, afectando rioro incluso las facciones del santo incrustación de un entablado para el coro, a delataban en talidad ámbito de pular. que condiciones, destrozado embargo, Jesús amarrada siguiente pintura el cruz fuente de común inspiración iconográfica. (30) Flagelación", referencia al versión a partir conjunto, his argolla La son que grotes caracteres exagerados el que los en el cuadro anterior. en esta pared. que Encabezan la como constituyen vía "penden" "pinturas" las descritos tres escenas paso y una soga que, de la columna, le oprime el cuello hasta provocarle heridas sangrantes. En este paso vuelven los rasgos exagerados para tipifi car a los esbirros, lo que podría interpretarse a poco que ver con el con antes elementos tantas otras En "La conjunto. entorno de soldados, al con con gruesas cuerdas flores de lis y roleos, aun coherencia, las evocaciones tienen que encarnan tenido con imagen símbolo, se identificaría pánicos. y contracurvas, se adaptan bien a barrocos del conjunto programáti los como conquistador que relato "San Jerónimo hasta este punto primitivamente no existía. La Dolorosa es la interpretación de muy difundido be como imagen de bulto tando, así, una pintura de en el siglo sobre el tema un XVIII. Se la conci altar, bodegón.(31) Los pasos del Vía Crucis y los resul En la que ' misma iglesia, este con dos óleos to. La temple puede ser comparado cuzqueños sobre el mismo asun presencia de esta pintura motivos acompañan barrocos ser puede la sustituyen inscritos a las en marcos de cua grandes con series "proemio" a los tres pasos interpretada como del vía crucis que vienen a continuación, y al cuadro de la Crucifixión del panel opuesto. "Cristo cuadro de dros transportables de los ventos e iglesias coloniales. maniatado" al primer corresponde este Camino de la Cruz. La compo destaca a Jesús llevado por dos solda los cuales, por sus retorcidos bigotes, sición dos, denotan en el español. lo caricaturesco, perfil, Señor, afeado en estrecha por cambio, frente, Los rasgos de éstos, rayan de sobre todo el que rrtira una descomunal con aparece su escasa más El nariz. estatura cercano al y abo rigen. Su aureola provista de al sol incaico. Son significativas, también, rayos se asemeja sus manos, grandes y rudas como corresponden a las de un trabajador de la tierra. Todos estos rasgos inclinan (30) Ver nota (15). (31) José de Mesa Cuzqueña. Op. obviamente y Teresa cit. pág. a considerar esta Gisbert, Historia de la Pintura 189. fluía verá sin dificultad a retomar el Crucifixión del se interrumpe, y hilo hasta parietal ya no vol el recuadro opuesto. La de la pintura Santo despojado de sus hábitos cardena licios y descubierta su cabeza del capelo, sím bolo de su alta dignidad, con el fin de lacerar se el pecho con una dura piedra, obedeciendo ve al la voz de la conciencia, significada en un ángel que descarga el potente sonido de la trompeta del Juicio de Dios sobre sus oídos. Es tal la vehemencia del aire expulsado por el a 72 Luis Mebold instrumento la luenga barba del plios sea de paso "cardenal", lo fue, siendo esta interpretación una tura, que arrastra penitente nunca dicho que ocurrencia se que muy posterior.(32) En la época colonial, la devoción a este santo anacoreta, que huye del siglo para estudiar la Escritura y meditar, se relacionaba con la penitencia, uno dice, en de este temple los objetivos Estando ciclo. del secuencia la crucis, en el presente intercalado tema este vía finalidad, misma dio de perseguidos que entre la también conlleva nos parece como un exor carácter plástico explícito y directo. vegetación del lado derecho mural la cuella en la con fixión el la recién en de estructura tercio, en los —enmarcados barrocos— son los poco de es semejante ya las una variante motivos conocidos por marcos Postrimerías, En este dispuestos delo do, tam de los acontecimientos o de la lógica temática, lo que refuerza, a nuestro entender, al orden "La Crucificción" es donde aprecia mestizo con los e la identidad de Jesús indígena, y de la para su temple mucho inversa, descripción programa. se mejor con el soldadezca junto ubicado al comenzando con a partir del toral, por ser intentarlo a la la pintura sobre las arco consecuente menos En todo caso, procederá el al colocar a primer de Cristo". En Bautista se han todo (32) al él, se reservó simplificado al abordar Enciclopedia "Bautismo las figuras del Señor y del cuadro el desnudo, al máximo, tratado sobre en am Católica. Cittá del Vaticano. Editrice G.C. Sansoni, Florencia, Italia, 1951. pág 662. del "Cristo un en Jesús acompañado sólo imagen esta se retoma el mo "La Flagelación", hasta el de reproducir las llagas y moretones de en de clara muestra reivindicación cual podría ser un eco llegó su a climax del las en sentir aprecia oprimi por Tupac-Amaru,(33) aquellas del criollo año, en Jacinto Oruro— , racial, lo popular, rebeliones dirigidas de que 1781, seguidas por Rodríguez —el levantamiento cuyo lanzas, frontalmente la posición lateral de sus plantas. Sólo aquel de la extrema de recha se dirige al Condenado, pero únicamen te con el propósito de mofarse de él sacándole con grosería su lengua. El entorno es casi inexistente, pero en la con sus espectador, zona superior tanto a tres se vuelven no y derecha que no se gloria obstante en el con de bambalinas. Su en todos los tra hipótesis algo izquierda, del sin lateral, se aprecian importancia, con rompimientos parecido presencia pasos tercio primer como a identificarían sino ha a de cortinajes sido constante De ahí nues de una posible vía crucis. aventurada acerca de un auto sacramental la pasión, destinado a impac tar en forma directa a ese pueblo sencillo, en extremo sensible a las emociones. El conjunto continúa con "La Oración del evocación verdades eternas. El de índole muestra aquí una variante ondulaciones, aparentemente del de debió tener hondas repercusiones entre los po bladores de la puna.(34) De los cuatro soldados que laceran a Jesús colonizadores. el origen popular ín y la de la soldadesca, con los colonizado De esta manera, nos encontraríamos ante una al se es de y la Cruci sacramento al siguiente La temática mismo En ubicación presbiterio concerniente adoptado punto res. conforme el un de San Juan los azotes, siendo aquí donde, mejor se la identidad de Jesús con el indígena amplia ciclo mano podría sugerir una referencia En de profuso asoma entre su pulgar e entre bautismo. El recuadro elaborada una un gobelino. recuadros están a lo frondas. Des grandes la gran sol entorno de bautizar. La acto pedagógica inusitada donde los en sustituidos composición sobre a semejanza obra Sólo tiene estudiada. tercer su esta el trópico por sus y en composición por guardias. La del venera que cruz". 2.4 Temple continúan paisaje evocador su de trazos siguiendo ondulantes sobre el (33) (34) Teresa Teresa plástica tema de Gisbert, Iconografía. Op. Gisbert, Iconografía. Op. cit. pág 208. cit, pág. 213. La Pintura Religioso-Popular del Altiplano Chileno Huerto", tema que, 73 lugar. Pensamos pintado en duda la serie que habría hubiera si este sujeto se de la Dolorosa, recuadro el en ganado sin En claridad. todo caso, la manera de visualizar el episodio es diferente a la iconografía del asunto. En lo alto, en rompimiento de gloria, aparece el Pa dre Eterno ha que para que acepte do bras, Jesús, sino lo Por ultrajaron. dad. que mensaje en pala presentando a una oración, enorme la tiempo ha nos desgracia, esta sección dañada a causa de la hume imposible discernir los sujetos tan casi es un Este inconve componían. también, de apreciar de Pedro, privado, totalidad el sabroso conjunto en su Santiago y Juan, sumidos en cuyos fragmentos se hayan al profundo pie la- serie El último temple de del sueño, es mural— se una corno ha dedicado ma Bajo un columnas zanas dibujo y juicio el sobre coloreado final, enmarcado flores de lis. en La zona superior dañada de parte inclusión de existían al murales. un de es y de de la sido un vano ejecución en la por no que de los de Pachama exclusivo tema apocalíptico, bien ha obra irreparable manera coro momento No esta este que en otros casos se al infierno, como ocurre en Huaro o en la Iglesia de la Compañía, de Quito. (36) Con certeza el motivo central y eje de toda la pintura debió ser un Cristo en rompimiento la Virgen y San de gloria, tal vez rodeado gran cuadro de Diego Quiscomo en el Juan, pe Tito, en el Convento de San Francisco del limita de' Cuzco. Pero ción, pues almas dentro ubica esto la en realce es queda como simple suposi de' actualidad un San el personaje Miguel, y derrotando al demonio, en la áurea del temple. (3 7) las pesando grupo que se enmarcado salomónicas indígenas, cariátides En "La Adoración rozagantes cuyas su interpretación la libre inferior el espacio aparecen arrodillados los donantes de la obra. Buscando una explicación Eucarística" cabe una ambivalente, por cuanto rai gambre autóctona. tre ellas, postrimerías Eucaris facciones y desnudos bustos denotan Eñ esquema. sección un vasto las lateralmente por destaca un rico osten sorio, flanqueado por dos floreros con ramos floridos. El todo lo sostienen, de un modo que raya en lo inverosímil, dos robustas y lo tía. dosel separata a Jesús— el "Las que esta pintura aparece un cambio Se concluye con el diseño de los marcos aparatosos, entre bodegones de frutas y floreros, para introducir en esta últi en mayor cuadro. —ya Postrimerías" del envia los instrumentos de los futuros los azotes, la cruz y la caña con la se encuentra niente El con suplicios: que el Hijo a su muerte. y de objetos, en arrodillado canasta que través a ángel enviado un pasión transmite no celestial la Después de al relato evan conforme gélico, no correspondería mencionarlo en este identificaba custodia se con el sol, en que se abre en los tal que vez de los el sentir autóctonos andinos. son rencia" llegó se pretación a la autóctonos andinos, ba la Dios es igual custodia"(35). quen con nitidez del la círculo magnifique aparte rronas de que los de una sol al Tal de que cuya "Cristo imagen vez por eso se en está desta rayos amarillos alrededor cobija la sobremanera que los identifica sagrada el forma y objeto parecen se litúrgico, ciertas veladas expresiones sonrisas inter para efecto, custodia se con el sol en el sentido cuanto en En ambivalente. "irreve esta a posibilidad aflorar de soca aquí y último cuadro, la línea es, si cabe, minuciosa y detallista, lo cual obedece la escasa magnitud de los personajes, que En este más a llegan casi del mural, a la se miniatura. da la Como máxima en el prioridad resto a la línea, quedando el color relegado a los fon dos, aunque se aplica también para trazar los sujetos, otorgando, de lidades al trazo esta suerte, diversas ca del diseño. allá... (35) Teresa Gisbert, Iconografía. Op. cit., pág. 30. José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 29 1. (36) José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit., 90. (37) Teresa Gisbert: Iconografía. Op. cit., pág. 87. pág. Luis Mebold 74 Junto descrito al grupo tres tum aparecen bas abiertas con resucitados para significar el día del Juicio Final. Cerca de estos sujetos y hacia el extremo izquierdo del cuadro, se ubicó el Purgatorio. Los Elegidos, sufren entre las llamas, pero tranquilos están orden esperando en turno su Unos un reptil cargas apetecidas pa mujeres recen ser entre expresiones identifica fuera, vez de ella de pirca cuya ya salvas, el cayado Como a un corral, se reúne a otras compañeras, para engrosar el electo rebaño de se parábola se en celestes conducirla piedra se encuentra suspendida Allí entre nubes. espíritus otros para ángel un amable plástica, pastor. una sugestiva lica muy a la medida de las practicas pastoriles locales. Sin embargo, el camino al cielo es difícil y todavía no llega a su término. Porque desde este punto, se yergue una larga escalera por donde van subiendo trabajosamente las en reunidas almas Entre nubes, redil. el se clave de alusiones de los de tema y pinturas del al este cielo, fin donde das de ornamentadas el iglesias dota torres cuajadas de cam árboles, y lo que se echa de menos en la aridez de la desolada puna. Hasta la antesala de este idílico lugar ha llegado por fin una cielo que de rodillas implora a candidata al panas, y frondosos que altos es precisamente San Pedro, con que le facilite el sus lado otros a rapiña. el grandes ojos y de manos ter Entre los supli de la rueda o potro, el re especialmente europeos, Purgatorio, aquí desorden. (39) Es la sección más la superior jores condiciones, la tarima esta es del dañada de la obra. Su se encuentra en me que difícil pero de apreciar coro que obstruye su visual. pintura por permanecen día de hoy, dos el milagro, es primero cerca pequeño del dintel de la tablado el un sujetos del coro. motivo puerta de que se acceso, La descripción figu fraile, que por sus hábitos dominico, escuchando desde su los portales, las faltas de cuyos una penitente arre pecados van saliendo expulsa dos de su boca en formas de batracios, cule bras y lagartos. En la escena, por supuesto, no falta el demonio, que derrotado, vuelve las espaldas al tiempo que tapa su cabezota. La deliciosa por su ingenuidad, importa intención concreta de carácter ascético escena, una debe relacionarse con el cuadro apocalíp descrito y con los episodios del Vía Cru que tico cis: es breve, tivo. como casi un punto insignificante, final, pero un muy colofón, significa (40) acceso. Simultáneamente opuesto llaves junto y parte confesionario aparece de rativa muestra a un altiplano. explanada una vilo, 2.5 Mural del Coro ubica grabados representado por preciosas en los infiernos coloniales, grabados sólo reina el caos pentida, abre faltar todos podría ser un europeos de garras flamencos. A diferencia del bajo impactante en presente felino cuatro cuernos puede no cios El las frecuentes levantan de gran inte rés: La Buena Confesión y La Disputa del Santísimo Sacramento. Postrimerías" local, de en minadas En en que no un como premunido hasta evovan, de fauces del ofidio, que no es otra cosa sino la entrada al infierno del que se aprecia su inte rior con lujo de detalles. (38) Allí Lucifer se por "Las las a que vomita disimulado sadismo, finalmente en las llameantes arrojarlas sabios ha introducido en esta imagen bucó se observa, bajo caprino y intensas llamaradas. Las Una cargan puma de humanos para garras y colas hasta las caza descomunales fauces de para con la sus entre conducirlos de la purificación. Y precisamente ese fin, ha descendido un ángel, que, so lícito, tiende una resistente cuerda hasta el alma que ha cumplido con la pena temporal. salir para híbridos de extraños están empeñados en del con estas escenas, temple mural, se acontecimientos en el desarrollan de muy distinto signo. (38) (39) (40) José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op.cit., pág. 91. José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 94. José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 94. Chileno La Pintura Religioso-Popular del Altiplano 75 La Disputa del Santísimo Sacramento apa poco más abajo del par y nudillo de la 3. LOS MURALES DE SOTOCA rece techumbre a atiene se y del cielo de arpillera. El sujeto la iconografía tradicional sobre el la derecha, un corpulento moro trata de volcar la Custodia con el Santísimo, desde el altar donde está expuesta, al tiempo el dola español rey de palaciega fines del XVIII : monarca defensa la borbona de viste nobleza según de bo casaca abierta adornada blancas, medias ocres, Muestra negros. ser un individuo casi disminuido y débil delante del adolescente, imponente caída acudiendo a su la calzones tonaduras, zapatos y El mano. en espada su evita cinta una con moda moro, colocado más adelante y defen desafiante. Por lo tanto un de la religión y de la fe que deja muchas dudas... ¿Se trataría de Fernando VII?... Hay detalles que no se pueden pasar por alto como los arrepentimientos en la. ubica actitud en sor de la Custodia (se ción haber ridad por del ra se pormenor que tales), "Castilla, que siempre jamás encima Esta tres gerencias puntas se del real la la norte, Alfredo Benavides desierto y, luego de internarse por la angosta quebrada de Tarapacá, ubicó en ese accidentado valle y en otros de la misma atravesó el tizo las como Pero gama. su de retablo capillas uno como la otra Husma- templos que más con tallada madera descubrió mural de los barroco-mes- del de Huaviña y fue Sotoca, atención bién reliquias verdaderas región, su atrajo excepcional y dorada. Allí tam de la pintura existencia expresión valiosa del alma "Sólo hemos visto las pin fresco de Sotoca, pero se nos ha ase que también las había-en Mocha antes religioso-popular: turas al gurado del incendio y que aún existen en Cariquima o Isluga. Son evidentemente obras ingenuas, producto del folklore regional, pero extraordi nariamente interesantes". (43) Este alto testimonio ha todo, quedado con sin poder corroborarse en su mayor parte. En de por "La así, pletórica interés, Disputa del Santísimo" con su socio-racial situación presencia del de su imberbe rey ataviado a la usanza borbona porque apunta a y el símbolo del león puma coronado el mo como denotan la cronología tardía (S. XVIII/ estilo mestizo-popu bordea XIX) los finales del siglo XVIII o principios siglo XIX, lo que se confirma, por otra parte, por ser una pintura de transfondo ideológico, valiosa como documento de alcance histórico efecto, lar, las iglesias y (41) presenta mayor sentir también el ha de esbozo, con una que no le sienta mucho permanecido la historia del entero conjunto mural. El análisis de las formas decorativas, do de es zona estudiar y estado sus orejas. obra lugar del león en también en interesante por conocer de la pueblo inconclusa la pintu elemento ' de de de ella dos pedes destaca con toda cla ven quedado Otro altar. dibujo del puma, corona Curioso A asunto. que 3.1 Temples del Presbiterio nos acercan a una cronología que y la mestiza raigambre del asunto. del ycultural.(42) El autor del popular, ha Además, ca por conjunto, como en toda obra permanecido la presencia es el una anonimato. línea estilísti posible que provenga uniforme, En todo caso, sola mano. ausencia total en de es de inscripciones de los más sujestivos y llegado hasta nosotros. uno de una de lamentar la en el cuando Roberto Montandón, siguien do las huellas de su colega, sube hasta esa misma localidad (Cfr. Roberto Montandón: "El Barroco en la Sierra de Tarapacá") (44) ya Isabel Cruz, Luis Mebold K., Ver notas: 2, 12,33,34. aludidos habían sufrido serias nos Benavides y al documento fotográfico atenemos al estudio de publi- conjunto, completos que op. cit. murales si han (43) Alfredo Benavides R., La Arquitectura en el Virreinato la Capitanía General de Chile, Ed. Andrés Bello, Santiago, Chile, 1961, pág. 255. Roberto Montandón, El Barroco en la Sierra de Tarapa cá. Anales de la Universidad de Chile. Año CXXV, San tiago de Chile, 1967, N°s. 141-144, pág. 80, lam. 13. del Perú y (44) (41) (42) los mutaciones en : Luis Mebold 76 PACHAMA. Mural frontón, pie de la iglesia lado del- extemo; Templo del coro; paisaje con iglesia y mú Mural del coro, pie de la iglesia, lado sicos. interno. SOTOCA. Pormenor de los templos del intradós del arco derecho del presbiterio. crucero, siglo El Sol, intradós del arco izquierdo del crucero, siglo XVIII. La Luna, XVIII. : &M V i Altiplano Chileno La Pintura Religioso-Popular del aquél. cado por (45) En efecto, 77 según el regis don Alfredo, las imágenes tro Pedro Apóstoles de los y Pablo deberían ocu pintado en el lado del recuadro par el último evangelio, junto al pilar que divide el presbite por entregado del aula, lo cual es muy verosímil por ser de la iglesia con la Virgen de la Candelaria. Sin embargo, en la lámina aparece, tal a por vez citado la serie Benavides, cita ellos patronos pormenores cambio, un tema extraño, siendo su motivo se gios de lugareños, cuyos vesti hasta hoy. Tampoco en el continúa hacia el testero, hay atribución. Si salvo error de una pareja principal conservan que recuadro coincidencias, del listado debería figurar para el autor lugar una Anunciación, las fotos 1967 y las en obtenidas el en ese publicadas en presente estudio, muestran, por el contrario, una mártir con bro, y torre, palma atributos en que li parte Santa Bárbara. Ni siquiera existe acuerdo en el número del conjunto que para Benavides son catorce en vez de los diez a corresponden motivos actuales. A estas de 1975, intervenciones que más valiosos con acabó del norte, se suma el uno por no de los decir incendio retablos el mejor, bles. No no son expresiones de Sotoca presbiterio marcada santo hieráticas, Iidad. El las con referencias sólo cir a las corrientes estilísticas ochocientos. canon es tallos gruesos tilización destrucción de carillados de los restantes, amplias zonas y como descas pérdidas de in tensidad tonal. Entre las escasas pinturas vadas al y que puede citar ble pertenecen la imagen de San Rafael, sal se identifica- derecha, San Miguel, por el pez que muestra su mano aunque en el elenco (45) original ciclo figure como la siguiente: San Isidro, La Purísima, San San Lorenzo, La Anunciación, San Pedro y San Pablo (lado izquierdo desde el altar). San José, la Muer La achaparrado de las de y fronta- acuerdo a razas autóctonas aima- de imaginería esta a una especie en cada con evo pintura grecas que geométricas domina, incontrarrestada, la de tercera de brazos. Res aún más escaso que en Pari podría deberse a los efectos hay aunque esbozos en algunos escorzos pero ello En toda siniestro. esta sobriedad se en 800 están rozagantes alejándose este con para adoptar mayor la decoración. Con ello, acercan vemos mural arquitectónicas. y los follajes pájaros comprometerse pervivencias serie simulaciones y contracurvas, junto del barroco-mestizo el altar, de muy particular. El uno de los recuadros, en curvas en empla parecen incrustaciones de taracea. En todos dimensión pues de naturaleza franja cuadros temples , acertada es religiosa sobre suerte, descansa, sobre una sin bajos arbustos follaje, rectangulares plintos sobre de bodegón, de estos por compacto y de la flora local. Las efigies, las los barrocas, graves en auténtico. constituida escenas, ausentes ocasionando listado San Francisco, La efigie de en el Hay iteraciones, como la constante vista lateral de los pies, dirigidos en un mismo sen tido, similar a las interpretaciones del anti guo Egipto, y las repeticiones de la ornamen tación vegetal que circunda las imágenes y del y daños sólo raes. nacota, algunos recuadros que algunos apenas reconoci con mayor esquematismo pecto al color es del bíblicas escenas el ubica se planimetría, cunstanciales las a parecer proporciones simulan independencia San Juan en el muro derecho del del arco de triunfo, que divi de este recinto del aula. El estilo de estos temples difiere de Pacha ma y Parinacota. Aquí, las figuras son más este todo de populares y permanecerían aparece cando, de del Inmaculada" presbiterio cerca piezas templos adjudicables transformado en del Juicio Final, obstante zadas Los "La el cuenta en temples serían Bautista. Respecto rio en hoy tomado Otros original, Isidro" "San haberse no pormenor. al gusto con neo-clásico, este con siglo el XVIII a en esta que favor de los pero fondo, estilo simultáneamente del estos obra continuaron pueblos in dios. (46) nómina es Miguel, te, el Juicio, el Infierno, el Cielo, La Santísima Trinidad, la Creación (lado derecho desde el altar), pág. 255-256. (46) José de Mesa y Teresa 293. Gisbert, Holguin. Op, cit. pág. 78 Luis Mebold 3.2 Las de los pinturas del trancepto arcos interrumpida rio A juicio, nuestro las son interesantes más del conjunto de Sotoca. Ellas ornan el intra dós de estos medios puntos, conservándose en aceptables condiciones Consisten el centro del a faltantes. sus formas barrocas vegetales que en de interés de las superficies cóncavas intradós, enmarcan luna, pese en esto en el es, área de las del representaciones sol claves, de la y guras es obste para sus Pueden ambivalente. imágenes de la como con que antiguas de Dios, sin que los indígenas las relacionen deidades de la gentilidad o, creación de irehismo, se identifique, por Dios con el sol. El caso, hasta el a ejemplo, pero es único es momento, indudable la en nuestra dos que estos de pervivencia contenidos doctrineros del fil y aciertos en También poses. las el expre li con se aprecia de la figura de per difícil de datar aunque en las soluciones manos. La obra es del es probable su proveniencia Después de los que riada muestra XVIII siglo esta murales autores de Sotoca plástica XIX, al XIX. afirmar constituyen una va que desde abarca perteneciente el varios a y de procedencia popular, bastante definidos. cuyos estilos son El siglo podemos reseña, anónimos estado ción y ocultos en XVIII. (4 7) delica y estudio en los pormenores del cuello, tórax y brazos y sus respectivas inserciones y articulaciones. Se podría pensar en la presencia de un plástico con formación académica, a no ser por ciertos andinos siglo por una anatómicos iconografía, pre medio de representados rostros, diversas son observación sujetos mues mitos tercio el Hay trazo. los en completo colombinos aunque mimetizados los de bertad y tomadas ser de rara siones "lapsus" en una suerte tran deza ubicadas respectivamente en el arco que da acceso al lado izquierdo del trancepto y al derecho del mismo. El significado de estas fi en Los torsos desnudos altar. actual de abandono, estas del obras es agudizado por la más emigra de los habitantes del villorrio. El conjunto de Sotoca no es el único en la Región de Tarapacá. Descascarillándose y abandonado a su propia suerte yace el exce- 3.3 Mural de la Capilla Derecha También pertenecen decoraciones de este eso De recinto. sólo sí, columnas cuyos capiteles plumas como de ñandú. La de altar del medio de de Los murales de Sotoca constituyen una altar permanecen, variada muestra plástica que abarca des simulaciones curvos de el Siglo XVIII al XIX de estilos profusamen hojas y hojas de entre flores, y diferentes y muy marcados. acanto o de reconstrucción un amplio este testero tres calles, siendo por mayores el .ornadas imaginarse constituido época, las rodean arcos, frontones grandes juegan panel permitiría misma restos salomónicas de llamativas y te la que esta pintura algunos arquitectónicas, y a parietales dimensiones y la esplen dor.^) lente conjunto de Huasquiña y el deMiñemiñi; las capas de enlucido mientras se esconde tras de Mamiña, como se pudo comprobar descubrir, en el muro derecho del presbite rio, uno de sus tantos sujetos en la representa aquel al 3.4 Mural de la Capilla de las Animas El la espacio anterior En él se encuentra al integrando una especie se encuentran aún restos de lado hoy, opuesto de pese a de crucero. la incuria, Purgatouna curiosa pintura sobre el del "Ángel de la ción Teresa (48) Ver Gisbert, Iconografía. 63. notas 12 y 20. Op. cit., págs. 30-32, 34 y entre pilares y arco. A diferencia de los tres dos, en éstos arquitectura (47) Guarda" con espacios escasas ausencia menores propios programas comenta advierten clásica, ornamentados, cas se imitaciones libres reminiscencias sin de ser barro del fuste berniniano, y por del período republicano, por Chileno La Pintura Religioso-Popular del Altiplano lo que aún, tenecer a la que que Cariquima bien presente centuria por impresionista; local XIX. (49) Más siglo al adjudicarían se creemos la por contrasta presencia no 79 pudiera per la libre línea del entorno obstante en el mismo "exótico" programa con aquel otro de Santa la efigie el habitante del altiplano, que rodea Rosa, del todo extraño para al figurar detrás de la imagen, un paisaje marino nave de humeante chimenea. con gaviotas y Como la conclusión al muestra que de adolece valor de la en cultural realidad de la época, anónimos de apreciable cuanto constituye un religiosa, el ser exponente auténtica por es que aun presentada, de limitaciones, y significación, testimonio trabajo estimamos pintura mural del sin excluir ambiente socio- expresado plásticamente populares de manera ingenua, inmediata y hasta original.(50) «RWÍ Pachama. Detalle decorativo barroco-m estizo con mascarón de puma. (49) José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit. pág. 296. En la pág. 297 se lee: "Por último tenemos la iglesia de Susques que es un ejemplo popular, el cual recoge la tradición barroca modificada por el gusto neoclásico. Es una iglesia humilde pero_ el pueblo perteneció Chile y Argentina. (...) parte correspondiente de hojas Tanto al hoy en la Argentina, sucesivamente altar en la Nave mayor los a Bolivia, como nichos en la están y entre ellos se han pintado fingidos lienzos. Su autor es un artista ingenuo, totalmente alejado de las corrientes pictóricas de su tiempo y nutrido tan solo por la tradi ción. Su nombre es Gregorio Solís y los frescos fueron orlados floreros. En la hechos en pintadas nave 1872". hay (50) Este trabajo ha sido posible gracias a los aportes de la Fundación BHC para la Cultura en la persona de D. César Sepúlveda y de la Vicerrectoría Académica Edi torial Universidad Católica, a través de la señora Gabrie la Echeverría. En Iquique brindaron su apoyo Mons., José del Valle Gallardo; el señor Intendente General Agustín Toro Dávila quien facilitó viajes al interior y, con fraternal acogida, la comunidad Salesiana. En Arica, debemos mencionar a Mons. Ramón Salas Valdés, a la Orden Jesuíta, al señor Alcalde de Arica, al señor Carlos - Solari, Alcalde de Putre Iglesias visitadas. y a los Mayordomos de las