La pintura religioso-popular del altiplano chileno

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LA PINTURA RELIGIOSO-POPULAR
DEL ALTIPLANO CHILENO
LUIS MEBOLD K.
Contemplar
interior de la
el
capilla
damente
país
al
dicho
chileno, donde
altiplano
La
templo.
de
pictórico
de
razón
entorno, de
en nuestro
o
llega del
sensibilizado,
un
Pari-
de
nacota es toda una sorpresa para quien,
debi
del
centro
se encuentra
la carencia,
fenómeno plástico
los
Lo
similares.
características
circunda.
Mientras
algunos evo
can admirablemente el adusto entorno que
rodea,
parco en
en virtud
complemento
mas
cromías
y
bien
de
dinámicas for
sus
contrastantes,
llamativas
las
con
los
otrps prefieren ser su
colores,
acordes
vestimentas
más
de los
las lejanías de la puna pare
florales de vividos colores en mo
que en
naturales,
cen capullos
—llamado
levanta
Los
ello es
interesante es que el hecho se reitera en otros
lugares distantes de aquél, no sólo por razones
geográficas, sino, también, cronológicas.(l)
Un aspecto de particular interés es el papel
que juegan estos conjuntos en relación con el
medio que
atrio—, circun
y un espacio abierto
dado de muros con capillas posas en sus cua
tro ángulos. Adosada a la muralla oriental se
una maciza torre exenta.
ocupan
murales
(4)
frontón de la facha
el
da, las paredes interiores laterales del evange
lio y de la epístola, y la correspondiente al pie
de la Iglesia, o coro.
El conjunto programático gira en torno a
sujetos que debieron ser de especial significa
ción para
dos
los
sencillos creyentes que
centurias
en romería.
can,
Por los
deduce
se
ese
a
atrás,
pequeño
él
motivos que en
que
énfasis
el
acudían,
santuario
se
recae en
desta
las imá
de devoción, hipótesis que se refuerza al
las áreas ocupadas y la ubicación
preferencial de dichas imágenes. Se perciben,
genes
considerar
también, atisbos de género costumbrista
la avasalladora ornamentación en clave
entre
me's-
tizo-andina.
vimiento.^)
Los
ciclos
cuenta,
se
y Sotoca,
Dichos ciclos
ta
tantes
de
de los
murales
encuentran
en
la
en
región
se cuentan
damos
Parinaco-
1.1 Mural del frontón:
de Arica y Tarapacá.
entre los más impor
todo el altiplano,
estudio que sobre ellos se
que aquí
Pachama,
lo
que
justifica
el
haga.
Su
permanencia
los
entre
mural
y
1. LOS MURALES DE SAN ANDRÉS
ha
de la
ción
a su
El
El
templo con el caserío,
ubica
la
en
hoy deshabitado,
de San Andrés. Sin
pasados este lugar de la
quebrada
embargo, en tiempos
p recordillera fue animado
de las recuas que unían Arica
punto
de
encuentro
con el valle
de
Azapa.(3)
El
(1)
tímpano
(2)
(3)
En
pequeña
el
religioso
Juan Benavides
C,
comprende
el
Rodrigo Márquez de la
templo
Plata,
León
Altiplano, Caseríos y
Villorrios Ariqueños, Editorial Universitaria, Santiago,
Chile, 1977, págs. 73-87.
José de Mesa y Teresa Gisbe'rt, Holguín y la Pintura
Virreinal en Bolivia, Librería -Editorial Juventud, La Paz,
Bolivia, 1977, págs. 289-295.
Luis Urzúa U., Arica Puerta Nueva, Editorial Andrés Be
llo, Santiago, Chile, 1969, pág. 142.
V.,
Arquitectura del
a
gracias
sobre
el
único
del
la
prolonga
la fachada exterior
sur que defiende la
triangular
área
central
ventana,
se
divide
se
y bajo
pintó
en
tres
el vano
una
de
imagen
de la Virgen, al parecer la Candelaria de Copacabana. Su manto acampanado
y el pedestal
sobre
el
cual
deriva de la
indican
posa
imagenería,
manera curiosa
recinto
Rodríguez
una
posible
cubierta
caso
conservación
de la intemperie.
secciones.
se
La
orientación, hacia
pintura
DE PACHAMAMA
sido
un
constituye
registrados.
de "naturaleza
lado izquierdo del
patrono principal
to, San
Pedro,
(4)
Benavides
Juan
inspiración
una
mu erta"(5).
Al
San Andrés,
yen lado opues
paño aparece
de la
con
el
iglesia,
inconfundible
atributo
C, Rodrigo Márquez de la Plata Y.,
León Rodríguez V.:
(5)
que su
constituyendo
op.
cit.,
pág.
73.
José de Mesa y Teresa Gisbert, Historia de la Pintura
Cuzqueña, Buenos Aires, 1962, pág. 189.
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano Chileno
de las llaves. Completan la
ornamentación
ele
dispuestos
y ornitomorfos,
vegetales
mentos
63
los bordes laterales del frontón. (6)
en
da. Este
co con
enmarcado
entre
ta
con
siendo posible
El
estampados.
comienza
distinguir
en
él
A
causa
abruptamente,
tres sectores.
la decora
de las dos capi
constituido
está
primero
por
del acceso a la primera
llas levantadas en el lado del evangelio. Lo ar
tesanal del trabajo y la utilización del adobe
hacen que el pequeño arco de entrada presen
ción
te una
entre
forma
el
algo
ambigua,
él
a
se
de
a mitad
medio punto peraltado
En torno
y
desarrollan los
camino
el elíptico.
elemento
más
utilizados
motivos que
indispensable
en
conjuntos murales
de Pachama,
Pari-
y Sotoca
del Altiplano
'destacados
los
se cuentan entre
más
el
sólo
no
flamencas y las
Collao,
la
de
exorna
recursos ornamentales
pintura parietal
del
siglo
que enfrentan
las
pinturas
grabadas
sobre
las leyendas
siete
peñascos
la iglesia
de
las
con
locales,
verde
que;
azulados
transformacio
esa serpiente
la única en Pachama que aborda el
de la impetración ante el mal, encarnado
Es imposible
contenido
con
Demonio, del
el
del
tema
el
no es
de
se
siete cabezas
versiones
de siete cabezas y
Dragón de San Jorge (8). Esta imagen
nes pétreas
el
con
con
identifican los
con
Dragón de
sino que también es posible establecer
convergencias
temple
el
muro
no advertir
San Jorge
tema
en el
la semejanza
del
vencedor
incluso con
Ángel de la Guar
opuesto,
correspondiente al
e
da (9). Desde este perspectiva más global, las
imágenes de la iglesia de Pachama significa
rían la interpretación pictórica de la temática
de la Diablada, ballet del folclore religioso
nortino y del altiplano(lO).
dro,
recuadro
idea dado
siguiente
de la
patrono
de los
nacota
en
San Miguel y
relaciona
El
Los
de los
y
una
es
XVIII (7).
maligno.
de la decoración del
constituyen
el
centro
simulación
de dovelas
área, consistente en la
cuales falta la del
y cuadrifolias, entre las
eje, llamada clave,
pues es uno
ción,
papeles
mural
el
ello,
No
novedad encontrarse con este tipo
seguridad
cubierta
de
salomónicas
pareadas
barroco-mestiza.
evangelio
la decoración se iniciaba a
bordes
del retablo, en el pres
los
partir de
biterio, zona que en la actualidad se presen
Con
de San Miguel y San Isidro,
temas
decoración
1.2 Mural del lado del
dípti
sector pudiera considerarse un
los
gente
se
reservó
de
a
campo.
San Isi
Acertada
el carácter prevalentemente agrario
oasis
precordilleranos
irrigables de la
zona.
El
santo
y de los
agricultor,
valles
ergui
do y bien plantado, muestra a sus devotos
colegas los instrumentos de trabajo: una gran
chileno.
de las faenas campesinas, y un
de tapas negras. Como fruto
de ese orar y trabajar, se despliega en torno
suyo la "Bendición de Dios", patente en los
feraces andenes que lo rodean. La elocuente
pala, símbolo
librito
los
medios puntos
tendencia de los
de
piedra.
Ello
la
interpre
corrobora
pintores populares a
efigie
piadoso
trae
vida que
por
asociación
todo buen
monje
aquella
norma
muy
trabaja,
tar subjetivamente
presente:
so pudo ser
expresada aquí plásticamente como una
cos
kilómetros.
El
segundo
berninianos
(6)
la realidad, que en este ca
la portada de Belén, distante po
tramo
que
Luis Mebold
no
tación
e
se
asoman
Isabel
Cruz,
inicia
en la
los fustes
enjuta izquier-
Pinturas Murales del Altipla
Chileno, Diario "El Mercurio",
mer artículo
con
agosto
et
cristiano
labora",
común,
reza
y
exor-
concretamente
al
humilde campesino, indígena o mestizo. La
figura de San Isidro lleva, además, toques de
(7)
de 1981. Pri
específico, aunque de divulgación sobre los
de Pachama, Parinacota y Sotoca en que el
autor del presente estudio proporcionó informaciones
acerca del tema, luego de la investigación "in situ".
murales
al
"ora
de
tiene siempre
(8)
(9)
José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguín. Op. cit., pág.
289. José de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit., pág. 144.
Luis Urzúa U.: op. cit-, pág. 143.
Teresa Gisbert:
Iconografía y Mitos Indígenas
Arte, Editorial Gisbert, La Paz, Bolivia, 1980,
(10)
Teresa Gisbert:
op. cit. pág.
87.
pág.
en
96.
el
64
Luis Mebold
actualidad.
De
cabeza a pies viste conforme a
cativos.
la moda borbona, según el bando de Car
los III: tricornio, chaqueta, calzones hasta la
tríptico
calzas sujetas con cintas
rodilla,
tacón
y
senta,
como
así,
criollo
o
y
zapatos con
hebilladas. San Isidro
orejillas
un
mestizo
agricultor
más
que
lo
español,
viene abonado por sus características
baja
estatura
Con
y brevedad de
dos
línea nasal.(ll)
díptico. El úl
inexistente, se divide
su
extensos
dantes
en
hoy
casi
frisos muy deteriorados,
elementos
botánicos,
pero
abun
en
los
faltan otros de carácter geométrico o
inspirados en la fauna andina, tales como el
motivo del mascarón de puma, de los cuales
no
que
sólo quedan
dos, y los
cuadrilátero
blanco, destinado,
en
a recibir
mente,
óleo de
un
probable
dimen
regulares
salomónidas, y
separadas
un paño con re
decorados de flores y mascarones de
(14) Los dos sectores enfrentan a otros
similares
El
en
del lado
tríptico
opuesto.
una unidad plástica
es
tres compartimentos,
genes predilectas
de los
por
ocupados
dividida
las imá
romeros.
El Ángel de la Guarda es la primera de las
figuraciones sacras. A nuestro juicio, ya lo
hemos
con el
rida a
dicho,
desplazamientos
riesgosos
a
de
arrieros
El
y
centro
del tríptico
emparenta
su
en
condición
visibles
sólo el rompimien
de Gloria, fragmentos del
las leyendas
santo
debe
asunto
locales,
según se
riormente.(15)
El último compartimento
La
al San
dañado.
corresponde
temple seriamente
felinas del dragón. El
con
se
pastores.
Jorge y el Dragón,
De él permanecen
to
advocación
esta
San Miguel del lado opuesto, pero refe
la situación de muchos romeros, sujetos
Cristóbal.
siones.
secciones: un
devoción,
cuadros
pájaros que asoman en
las fruteras con plátanos, cocos y otros pro
ductos tropicales.(12)
Una de las áreas menos destruidas del seg
mento indicado se encuentra hacia el extremo
del mural, donde llama la atención un espacio
distinguen dos
se
imágenes de
con
pareadas
puma.
que
raciales,
este motivo se cierra el
timo segmento,
en
se pre
acomodado,
por
En él
tradición
se
y las
indicó
destinó
cuenta
garras
relacionarse
que
ante-
a
San
Jesús
los restos existentes, el panel debió
decorado en toda su extensión según la
práctica mestiza del siglo XVIII, que sentía
Por
estar
rechazo al vacío.
(13)
1.3 Mural del lado de la
epístola
Los
El
jante
una
muló
Sobre la base del
vos
de
en
ascenso,
rombos
que
resalte,
superiores.
y
el
en
al
tiempo que
mural.
roleos cubren
Hojas
las
Encima de
2,40
x
zócalo
dos
ellas
establecen
(1 2)
moti
que
corre
de
un
conti
los
espa
y diminutos
ambas.
extenso
los temas
más
friso de
signifi-
José de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit. pág. 188.
Pablo Maceras: Otro Mural de Tadeo Escalante, La
Para no sucumbir con su preciosa pero pesa
dísima carga, San Cristóbal se apoya en un
sustituido
crea
del Mundo. Revista 7 días, Lima, Perú, 1 0 de enero
de 1975 José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op.
de
peso a medida que el fornido
iba adentrándose en la corriente,
con el fin de hacerle comprender que llevaba
al Creador del
mundo, condición significada
por la esfera que Jesús porta en sus manos.
aumentaba
vadeador
bastón,
por
que
una
en
Pachama ha
lozana
emergido por milagro
Cit.,
pág.
290.
José de Mesa y Teresa
Gisbert, Op.
cit., pág
45
(14)
(15)
José de Mesa y Teresa
Luis Urzúa U.: Op. cit.,
palmera
en medio
ción
(13)
realidad.
Siempre
resistente
(11)
de la
cual no
cierta unidad
en repetición
con
representación subjetiva
el ciclo mural
guardas
superficies
15,30 mts.,
seme
con
núan más arriba sirven para enmarcar
cios,
la
a
de apreciable
de los registros
cinta recorre
Las
tienden
populares
cinta
una
separa el
totalidad.
su
fragmentos
otros geométricos.
sigue
Dicha
es
muro se si
de zócalo, de la
pintura
sino pequeños
quedan
en
decoración
programa para esta
al anterior.
pintores
143.
ha
de la furiosa
Gisbert; Holguin,
pág.
sido
que
pág 290.
Altiplano Chileno
La Pintura Religioso-Popular del
El devoto
correntada.
hecho desde
el
"presencia"
en visión
simultánea ve
toda
desarrolla
sobre el agua.
Allí
tagonistas
y
llas acuáticas,
dor,
al
y,
ño de
La
tica
peculiar:
escena que
están
los dos
detalle de las
se
pro
aveci
revoloteando
y nadando alrede
los
peces bajo las
tiempo,
las aguas en todas direccio
dise
parece un
vez
el
es
posible
de Pachama es común en la plás
Ya Basilio de Santa Cruz trató
el siglo XVII, en el Cuzco. Una
visión
colonial.
tema
en
procedente
del Alto Perú. La
de San Cristóbal
sencia
igual
que
la zona,
de
como
cuadro,
con
salomónicas
de
peste.
marcan
la
con
habitantes
muchos
tiempo
pre
relacionarse,
también no excluía el
sele protector en
Dos
pudiera
en el primer
itinerante
dición
de
tela se conserva en el obispado
en
Copiapó,
1
Mural del
.4
coro
de
invocár
(16)
trozo
el
dable
ciñe
al
base de
sa
esquema
general,
Ello
con
arquería
más
la diferencia de
que aquí se
del Altiplano
murales
aprecian,
con
correspondien
función
la
en
de
medios
carácter
Siglo XVIII y
principios
quierdo,
un
sacra,
la
decoración
característica
según
"narrar
la
práctica
mestiza
de
vacío"
al
las dos franjas
en
las
que
se
franja superior está diseñada
sobre la base de áreas rectangulares de igual
altura pero distinto ancho, rellenadas, todas
sin excepción, con motivos fitomorfos de for
La
mas variadas.
La franja inferior da
vuelta por
las tres paredes, a manera de friso,
y presenta
las conocidas alternancias de hojas enroscadas,
con
fruteras
variadas
(16)
que
contienen
aves
y frutos de
una
al
en
y
frente
trastos viejos en
como
derecho,
la
pero
dos
son
las
a
capillas
de Tarapacá.
sierra
los
protagonistas
son,
esta
de
niños. La
y
y capas denota la baja
temperatura ambiente. Las escenas se sienten,
cuatro:
de
ser
un par
adultos
ponchos
extraordinariamente
tante
subdivide.
interpreta
acompañada
cuadro semejante vuelve a presentarse al
presencia
así,
mayor claridad,
es
él.
del instrumento guarda estrecha
con las
arpas
que todavía suelen
altiplano
lado
se
su
por
originales
forma
vez,
total,
que
su
como ele
baranda
esta
La
del
Pero
En la del lado iz
mestizo
cantante
la
podría
coro.
representaciones
arpa por otro músico sentado
Un
muestran
sobre
del
semejanza
del XIX
por
preciosas
la
exten
interpretativo interesa
costumbrista,
melodía
la
que
puntos,
baranda de
y desarrollo.
concepción
sobre
organizado
de la obra,
de los motivos.
Inmediatamente
de
composición sé
estructura
encuadre
arrumbarse
al
Su
acceso,
escenas
se evidencia en
como una
su aspecto
que
sobre el
exquisitas
registros.
considerarse
del
A continuación se inicia, sin pausa
la segunda sección, que se emparenta
último segmento del mural opuesto,
despliega
que se
contemplar
marcado sabor pueblerino.
mento
límite
el
En
es
de
el
tes
pero
de los
través
genes sagradas.
alguna,
Los
a
que unen estructuralmente las paredes
de
los
énfasis marcados por las columnas
y
salomónicas de los cinco recuadros con imá
desenvuelven dos
con
lógica
su
orden,
frisos
tríptico.
con
sin aparente
y
apreciar
abigarrado
aparezca
conjunto
para nuestro gusto
estructura actual.
réplica
al
la
La forma de tratamiento
nes.
muy
mismo
surcando
ondas,
el
simpático
el
Tal
observador
situación
una
65
los
inmediatas,
sin
realizadas
pintores
entre
efecto,
el
por
indígena de entonces,
Su principio era
el
obs
populares.(17) En
era desconocido
común
trabajo al
no
práctica
modelo,
natural
manierismo.
al
igual
que
el
que
el
arte
es
del espíritu.(18) De ahí que su obje
fundamental fuese crear formas que sólo
producto
tivo
indirectamente
se
emparentaran
dad. Para
apoyar sus
invenciones
maestros.
En Europa
serán
con
la
reali
los
Miguel Ángel, Ra
acuden a
fael o Durero. En Lima, Cuzco
dichos maestros serán sustituidos
o
Potosí,
por
Bitti
clases.
Pablo Macera: Los Murales de Acomayo. Revista 7 días,
Lima, Perú, 20 de diciembre de 1974,
pág.
50.
(17)
(18)
José
de Mesa y Teresa Gisbert: Op. cit. pág. 146.
au Greco. Albert
Skira,
Lionello Venturi: De Leonard
Ginebra, 1956, pág 229.
66
Luis Mebold
Medoro, Rubens,
bable
los
Quispe Tito u Holguin. Es
pro
de estos murales, ade
más de los señalados, hayan agregado a sus con
géneres de Carahuara de Carangas o Arequipa.
Se
que
da,
lar
creadores
entonces,
en estos
cuadritos una singu
formas reales, pero son
productos de la imaginación
y de la imitación.
Por eso calza bien la línea abstracta, firme
y
paradoja parecen
sostenida,
casi
sin
modulaciones.
dibujos coloreados, los
asemejarse a sus colegas
Lo
cios.
del
grupo
dicho
vale
En
estos
llegan hasta
de los hipogeos egip
músicos
especialmente
arpista con el cantante.
para
Sus
el
rostros
cuerpos de perfil, pero con los ojos de fren
te, los acercan extrañamente a los murales de
los faraones. Sin embargo, se aprecian marca
das diferencias. Entre las más notorias, figura
y
el
que
atuendo,
se
identifica
con el utilizado
los últimos
años del siglo XVIII
y princi
del XIX. La chupa, prenda ceñida al tron
co, semejante a un chaleco, la visten los cua
tro músicos. Los calzones hasta la rodilla y
las calzas corresponden a las utilizadas por
el pueblo a fines del 700. Es curioso consta
tar la capa corta
y oscura, prenda propia de
Conforme a un bando de
gente, humilde.
Carlos III, ésta debía "ser de una cuarta
entre los subditos sin
para llegar al
títulos nobiliarios (Bando del 10 de mayo de
1766). (19) Y para completar el traje, la clá
sica manta andina, presentada de lado y fronen
pios
tarias expresan
justeza la
con
Este trozo de
mural
carente
de artificio,
dad las
características
que
modestia
de la
humilde.
clase
acudían
al
ofrece, así, una visión
que resume con autentici
de los diversos
santuario, y señala
la época del
grupos
indirecta
del 700—, lo
la decoración, que
inserta varios elementos propios de esa épo
ca:
fustes berninianos, fauna y flora autóctomente
mural
—fines
sería corroborado por
que
na.(20)
La ornamentación del
muro
los flancos del acceso,
tes recuadros, dispuestos
en
aparato
la
completa,
sobre
el
consabido
decorativo barroco-mestizo. En
izquierda,
de
de la
centro
el
una confusa escena
posible
se
dos interesan
con
de
de
lucha, im
los descascarillados
animales en
por
apreciar
el
composición es
de claridad a la pintura. Sin embar
ha
go,
permanecido, hasta el día de hoy, el
entorno con el poblado, las extrañas iglesias
y la planicie desértica cuyo límite superior
sirve de base a un templo de torres pareadas.
que privan
No
menos
tanto
ta,
o
sorprendente
más
dañada
la
es
otra
pinturi-
la descrita. Por
que
suelo"
talmente, ornada con franjas de color o ban
das con sencilla ornamentación de lazos bor
dados. Los
.
niños
cubren
se
con
similar
algo
a las chombas nuestras y con unos calzones
hasta las rodillas, a los que se agrega un curio
so segundo par, de color blanco.
Separan estos grupos unas formas que po
drían interpretarse como bulbos vegetales y
dos graciosos loros. No termina aquí la músi
ca
y la fiesta. Más arriba, dos pregones ele
gantes
se enfrentan tocando sus instrumen
tos,
nan
corno
sus
y
todo si se
jes del
tenidos
respectivamente.
Ador
largas pelucas, reservadas a las
El estado deplorable del muro
en
apreciarlas
desplante
sobre
corneta
cabezas
altas.
clases
impide
el
y
plano
detalle. Salta
arrogancia
los
estos
compara con
inferior,
y sencillas,
de
los
a
la
vista
jóvenes,
persona
cuyos movimientos con
pero
funcionales indumen
Los personajes y
en
el
a
coro,
escenas
de la interpretación
más
local de San Isidro,
mural:
fines del
permanecen
paisaje,
cuyo
con
gran
panas, tan
del
la
a
motivo
la
que
de
otro
se
al
protagonista
que
asunto
proporciona
por
un
del
templo
cam
borde superior
incluyen escenas de
religiosa, con músicos,
trumentistas. En todos estos
arpa—,
es
numerosas
vida
rece
gran parte
excede el
También
recuadro.
vista
principal
campanario
alto
la época del
señalan
setecientos.
fortuna
un
representados
muy
cantantes e
episodios
particular
atracción
e
ins
apa
—el
interés
las peculiaridades de su forma,
idéntica todas las veces que se
conservada casi
(19)
Enciclopedia Universal
pág 704..
Ilustrada, Espasa-Cape Tomo 63,
(20) José deMesa y
Teresa Gisbert, Holguin. Op.
cit.
289-290.
Chileno
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano
incluso...
representada,
en
los
67
adornos con ca
bezas de felino y de aves de rapiña dibujados
del clavijero. Todo esto hace
en el
.extremo
presumir
las
todas
en
de
cubierta reservado
los
centros urbanos
de
murales
cierta
algún
Llaman la
atención en el
Tito,
jes
nada
En
ellos se ven agujas
tienen
que ver
das pendientes,
Cuzco los
cuyos
con
cuadros
fondos de
paisa
los del Altiplano.
de
góticas, techos
acusa
extraordinariamente
campos
de frondosos y altos árbo
de Flandes o Bravante, que el pin
feraces,
les, propios
poblados
tor reprodujo
Plantin
fenómeno
el
de
que
los
pinturas
grabados
En
editados
Pachama,
en
por
cambio,
muy diferente. No cabe duda
y lugares que muestran las
es
espacios
se
aunque
relacionan,
entorno
el
con
de los
Moretus.(21)
idealizados,
en
andino, y
consecuencia,
también, de algún modo, con el autor de la
obra. La aridez está presente en los dos paisa
jes comentados, en tanto que el sistema de
y
posible
conjeturar
la
circunstancial, del autor en
del Alto Perú, Cuzco o Collao.
núcleo
llega
una conclusión semejante se
var
otros
son
las
elementos
No
torres.
emplazamientos
de Diego Quispe
es
relevancia,
exclusiva
casi
construcciones
al menos
estadía,
A
de Pachama.
santuario
de los
autor
música jugaba
importante
un papel
del
actividades
1.5 El
para
que
ciertamente
la
el pintor
tipo
mente a
un
como
sus alturas
corresponden
los de la
con
al obser
arquitectónicos,
zona
y
precordi-
llerana del altiplano ariqueño, pues las exis
tentes en dichos lugares son de baja altura y
exentas.
(22) En cambio, la forma de estos
campanarios
su
y
ubicación
templo
se avienen con
donde
estas
adosadas
espaciosas
estructuras
están
las iglesias y
a
o
Potosí,
precisamente
poseen
adornos
ventanas;
respecto al
con
los de Chacra
de
cuerpos
con
cornisas
pi
y
náculos.
Estos alcances,
de
rias
conjugados con
pueden acércanos a
mural,
serían
interesantísimo
este
al
Carangas,
Carabuco,
del
el estilo
las fuentes
origina
cuales
mural,
Alto Perú y Collao: Carahuara de
en las
cercanías de Oruro, o bien
próximo al
sibles relaciones con
Cuzco,
sin
descartar
po
Arequipa.(23)
1.6 Estilo
Envuelven los
La
autoría
de los
temples
de San Andrés
pre más
podría
un
atribuirse a
modesto
y
anóni
maestro
conocedor
de
oscuras que
blancos de fondo
Sus
mo
vos
del Altiplano y Arequipa.
y
precisan
y
a
la
los
los detalles
definidas,
planos
de
comprendidos
color
entre
se gradúan conforme a
grosores
relevantes
ubicación
preferencias
ciclos murales
sujetos
particulares, líneas continuas,
los
en
ellos,
contornos.
los
siem
y los
ellas.
moti
recibiendo sus
Como
acontece en
dibujo es fuerte y
popular,
no
falto
de
preponderante,
ingenuidad, lo que
puede apreciarse en el muro del coro. Tam
bién aflora con frecuencia la planimetría,
toda pintura
el
que se evidencia en los entornos
de las figuras y en las arquitecturas. Por lo
expuesto, se desprende la subordinación del
peculiaridad
cultivo por
andenes se menciona en
de San Isidro. De
es
el paisaje
gran
urbano
del coro, donde la
interés
la imagen
para nuestro caso
la derecha del mural
de las cubiertas
simplificación del techo
en
estilización
no corresponde a una
con paja
brava
do. Esto
significaría que el muralista al menos
debió haber
teja
a
similar,
estado
era material
las
(21)
o
de
condiciones
en
sino más
bien
al
teja
localidades donde la
color al
tura
trazo,
que es otra constante
En todo caso,
popular.
ostensible.
La
el color es en
efectos
de
su
manera más corriente
plano,
pero es posible
claroscuro
yuxtaposición
tonal
logrados
que
de la
pin
presencia
es
de aplicar
distinguir
mediante
proceden
de
la
los
uso corriente en atención
climáticas.
Siendo,
además,
José A. Lavalle, Ernesto Sarmiento, Pintura Virreynal.
Banco de Crédito del Perú, 1973, Lima, Perú, pág 141.
(22)
Juan Benavides C, Rodrigo Márquez de la Plata Y.,
León Rodríguez V. Op. cit. passim.
(23)
José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit. 282/286
291/294. José A. Lavalle, Ernesto Sarmiento: Op. cit.
pág.
183/184.
Luis Mebold
68
negros
de
o
de
cromías
escasa
luz. También
mayor
obtenidos
mediante
la
luminosidad
se
las
a
matices
perciben
de pig
combinación
mentos.
que
la
a
técnica
se
de
agua sobre el enlucido
de cal.(24) La delgada
capa
que
pictórica
ha
utilizado
acusa
"a la
sido
procedimiento
el
Es
prima".
curioso
la falta de arrepentimientos, pues no
se descubren correcciones. La técnica descrita
no es nueva. Muy semejante a ésta fue la utili
zada en las iglesias del altiplano de Oruro y en
la sacristía de la Iglesia de la Compañía de
observar
Arequipa, donde las decoraciones
vegetales cubren
aves
entre
los
muros
y
con roleos
suben por
tropicales y
la
querubines.
cú
(25)
De incluirse Pachama en esta familia estilísti
ca, le cabría, como es obvio, un lugar subsidia
rio y dependiente: no hay comparación entre
riqueza
de
de los
tica
de las formas y la
estos
modelos
variedad cromá
con el restringido color
de San Andrés, donde el mo
desto y anónimo maestro debió echar mano a
los pigmentos recogidos en esas serranías,
según es tradición entre los lugareños.
temples
bes
alternadas
lares
dos,
a pumas,
la
según
moda
en
consistente
una
por pequeños cuadros yuxta
interiores
lias. Impiden la
ingenua interpre
una
realizada
finisecular,
cuyos
puestos,
presbiterio
existe
yesería,
formada
retícula
empleado el temple al
del
zona
esta
tación
con mu
refiere,
ha
cha probabilidad se
la
En
temples
dieciochesca
En lo
pula,
2.1 Los
se ornan
monotonía
con mascarones
de los
de
-cabezas
cuadrifo
de
queru
de felinos
simi
flori
los de
que penden ramos
con características
parecidas a
muy
Pachama.
Dos
altares
se alzan cerca
laterales
hornacinas
con sendas
del límite del
Como
presbiterio.
de los medios no permitió la cons
trucción de retablos, ellos fueron suplidos con
pinturas de pilastras, desde cuyos remates aso
ángeles en genuflexión que invitan a
man
la
pobreza
honrar las imágenes
que en ellos se veneran.
tinado
sus
y los pilares que lo
des
recinto
el
entre
divisoria
marcan la
ceremonias
a las
y el de los fieles.
Como
en
El
de
arco
tentan
triunfo
San Andrés,
también el mura
aquí
lista dividió el estrados en rombos para signifi
car las dovelas, inscribiendo en sus espacios in
teriores llamativas cuadrifolias.
2. LOS MURALES DE PARINACOTA
En
puna
medio
y
del
sugestivo
las
sobre
por
ambiente
de
cubiertas
de la
alta
brava
paja
la iglesia de la
Natividad de la Virgen, construida con los
mismos materiales utilizados en las viviendas
de las
que
aimaraes
chozas
la
Nada
la
de
que
adobe
turas
el
salvo
se
un
y
su
constituyen
rio y la
de
piedra
y adobe,
de dicha iglesia
cubre
testero
sencillo
reparten
Colonia
en
la
donde
surge
retablo.
los dos
recinto
(26)
Las
ambientes
interior:
el
que
2.2 Las
N°
20
al
22. Ed. Iberia S.A.
Holguin. Op.
José de Mesa y Teresa Gisbert:
122/123.
de la
nave
a
duda, los
contemplan en esta
del
distribuye
temples
área
son
conjunto programático.
en
los
muros
y
en el
mando una verdadera serie.
mejante
a
parietales que
los
las
series
de
más
coro,
Dicha
cuadros al
intere
El tema
se
confor
serie es se
óleo
sobre
de tela, enmarcados y transportables,
que
exornan
los templos y conventos del
Cuzco, Quito, Lima o Santiago, con la dife
rencia que los recuadros de Parinacota forman
soportes
cit. pag.
23.
Márquez de la Plata Y, León
Juan Benavides C, Rodrigo
U. : Op. cit.
Rodríguez V.: Op. cit, pág 87. Luis Urzúa
pág
pinturas
Sin lugar
y descripciones,
Arequipa, Perú.
(26)
existente en el país.
presbite
-José
nota
de la época de la
completo
pin
Cuzqueña y su
Roberto Samanez A. La Pintura Mural
"El Ingeniero Civil". Lima, Perú, Pág 48.
Maldonado S.J., La Compañía de Arequipa. Lá
-Cfr.
programa
altar
Conservación.
295
el
de los
un
nave.
minas
es
anuncia
totalidad
santes
(25)
más
mural
se
(24)
de Parinacota
cielo
paja.
en el exterior
policromía
muros,
de
muros
circundan:
con techumbre
El
asoma
un todo
indivisible del
soporte parietal al que
del Altiplano Chileno
La Pintura Religioso-Popular
fijos
adhieren,
en sus relaciones
de la
congéneres
serie
y
en
su
dispuestas
rativas
inusual
la
para
cuando
de
adquisición
El
entorno.
pinturas
Potosí.
o
Hay
pueblo era sólo un punto
otros
método
recursos
óleo
al
dentes de los talleres de la Ciudad
Chuquisaca
los
con
las formas deco
faltaban los
era'
no
con
69
proce
Imperial,
que pensar que este
de
encuentro
de los
transportaban, a lomo de
Cerro Rico, Potosí, al
desde
la
plata,
muía,
de
puerto
Arica.(27)
2.2.1 El
dulaciones.
los
repasar
ponsable
del
catcquesis
en
mento
de la
en
asuntos presentes
la
advierte
se
turas,
preocupación
por
programa
la
torno a
confesión.
Por las
se
XVIII,
siglo
la
a
pintura mestiza
como
las de
la
de fines del
lugares
existente en otros
el
res
ros, fruteras de
una
ras
en
y
Parinacota,
pin
al sacra
esos objetivos apun
del Camino de
juicio,
tan,
la Cruz; la presencia de la devoción de la
Virgen de los Dolores; la figura de San Jeró
de contricción profunda por
nimo
los pecados, no obstante su alta dignidad car
denalicia—
y, sobre todo, la meditación de las
los
a nuestro
mo
otorgar
para
señaladas, los temples
características
adscriben
las
entregar
penitencia
A
utiliza
carnaciones.
en
Al
se
limitadas
hay
y rectas,
color
del altiplano, sea Callapa o Copacabana, del
departamento de Oruro. Tanto en éstas como
temático
contenido
El
diversa calidad a los trazos y como fondo de
los distintos temas. Los pigmentos utilizados
se asemejan a los del presbiterio: negro, gris,
índigo, verde oliva y esmeralda, tierra de siena
tostada, amarillo ocre y rosa pálido para las
que
arrieros
pobres
quiebres angulares
pasos
motivos
como
al
renacimiento
2.3 Temple
máscaras
pilares
y
de
floreros,
precedentes
y barroco:
nicas, diseños de
ornamentadas.
dan
hispánico y
origen
cuyos
postizas,
se
precolombinos,
puma
pája
arquitectu
remontan
se
columnas salomó
con
arcos
dovelas
(29)
mural
del lado izquierdo
—ejemplo
Damos
la
preocupación
por
se advierte
entregar
una
catc
en
torno
al
ascetismo
y la.
peni
rios
el
está
panel
del
mejor
coro.
la
de
cinta
inferior
siendo el
registros,
sector
tencia.
el
de la pared, donde inclusive
el blanco de cal forma parte de la composi
ción, a manera de fondo.
Al igual que en Pachama, se distinguen va
En las
totalmente repintado.
quesis
en
pintura abarca el
oblongo
entero
de Parinacota
la secuen
desubica
preferentemente,
del lado derecho. La
mural
pinturas
no obstante aparentes
discernibles,
ciones
En las
prioridad a este paño por
temática,
cia
zócalo,
hoy
superiores,
salvo
preservado,
En la
cual
un
zonas
en
el
zona más alta corre una
penden
simulados
colgajos
y borlas. Entre esta cinta y el registro
inferior se dispuso la zona de mayor impor
los cuadros de la
tancia, en la que
textiles
"cuelgan"
postrimerías y las escenas sacramentales con
penitentes y confesores que se ubicaban en el
muro
del
pintura
coro.
Como vemos,
se
trata
de
una
flores y
cionan
tivo.
programática.(28)
entre
serie,
grandes
ornamentales
conjunto
al
Los bodegones
fruteras, jarrones con
luminarias, que propor
un ambiente
con
fruta
y fes
inspirados
alegre
están
la realidad, notándose en ellos la presencia
de frutos procedentes de los valles calientes
y cocos—, como también las exóti
en
2.2.2 Estilo
—plátanos
Más
aún que en
Pachama, domina
aquí,
in-
contrarrestado, el dibujo. En la interpretación
de la línea, que es sinuosa y carente casi de
(27) Ver nota(2).
(28) José de Mesa
279-296.
cas
can,
(29)
y Teresa Gisbert: Holguin. Op.
cit. págs.
uvas
aclimatadas
americanas.
a
Ver
Las
por
lámparas,
nuestro juicio, las
nota
(14)
y pág 296.
el colono en tierras
por
noches
su
parte,
evo
de jolgorio
en
70
Luis Mebold
entre
real
Huerto"
de la "Oración en el
con-su entorno decorativo. "La Flagelación ', Jesús maniatado
(detalle). "La Crucifixión". "La Defensa del Santísimo Sacramento". Particular del Monarca y del león
"La Adoración Eucarística". "El Infierno", detalle del "Juicio Final".
PARINACOTA.
los
El
soldados
''cuadro"
Chileno
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano
las fiestas
las
en
cristiano-autóctono,
tizo,
de
religioso-populares
71
figura
carácter mes
faltan
que no
libaciones, como es común hasta el
día de hoy. Estos bodegones, con sus líneas
cos
generosas
de
curvas
marcos
co,
exornados
exigiera
se
si
que
del
Los
el
para
imágenes de
del
crucis
devoción,
y
en
del pie de
la iglesia, un San Jorge y una Dolorosa. El
santo Caballero vencedor del Demonio está
presentado conforme al modelo de Pachama,
lo
por
que
el
indudable la
es
encuentra,
perfectas
en
estar
podría
sin
El temple,
aparece
atado
al
colonizador,
igual
que
las
A
rismo,
se
tal
al
El
Jesús de
la
interpretación
proporcionales,
mediana
representación
vez
cual
tinuamente,
arcaizante
la
de
Cristo
un
de
se
manie
pintura colonial vuelve con
la de
todo
sobre
El
po
que
estatura,
resabio
raigambre mesti
paño mural concluye con
Penitente".
que
relaciones
un
aquí
esbelto,
en
aunque
cuestas",
juicio,
nuestro
a
cae,
lo convencional, con una
iterada del "Cristo con la
bastante
sucede
la to
el dete
por la
de su área superior, afectando
rioro incluso las facciones del santo
incrustación de un entablado para el coro,
a
delataban
en
talidad
ámbito de
pular.
que
condiciones,
destrozado
embargo,
Jesús
amarrada
siguiente
pintura
el
cruz
fuente de
común
inspiración iconográfica. (30)
Flagelación",
referencia al
versión
a partir
conjunto,
his
argolla
La
son
que
grotes
caracteres
exagerados
el
que
los
en el cuadro anterior.
en esta pared.
que
Encabezan
la
como
constituyen
vía
"penden"
"pinturas"
las
descritos
tres escenas
paso
y una soga que,
de la columna, le oprime el cuello
hasta provocarle heridas sangrantes. En este
paso vuelven los rasgos exagerados para tipifi
car a los esbirros, lo que podría interpretarse
a
poco que ver con el con
antes
elementos
tantas
otras
En "La
conjunto.
entorno
de
soldados,
al
con
con gruesas cuerdas
flores de lis y roleos, aun
coherencia, las evocaciones
tienen
que encarnan
tenido
con
imagen símbolo,
se identificaría
pánicos.
y contracurvas, se adaptan bien a
barrocos del conjunto programáti
los
como
conquistador
que
relato
"San Jerónimo
hasta
este
punto
primitivamente no existía.
La Dolorosa
es
la interpretación de
muy difundido
be como imagen de bulto
tando, así, una pintura de
en el
siglo
sobre el
tema
un
XVIII. Se la
conci
altar,
bodegón.(31)
Los pasos del Vía Crucis y los
resul
En la
que
'
misma
iglesia, este
con
dos óleos
to.
La
temple puede ser
comparado
cuzqueños sobre el mismo asun
presencia
de
esta
pintura
motivos
acompañan
barrocos
ser
puede
la
sustituyen
inscritos
a
las
en
marcos
de
cua
grandes
con
series
"proemio"
a los tres pasos
interpretada como
del vía crucis que vienen a continuación, y al
cuadro de la Crucifixión del panel opuesto.
"Cristo
cuadro de
dros transportables de los
ventos e
iglesias
coloniales.
maniatado"
al primer
corresponde
este Camino de la Cruz. La compo
destaca a Jesús llevado por dos solda
los cuales, por sus retorcidos bigotes,
sición
dos,
denotan
en
el español.
lo caricaturesco,
perfil,
Señor,
afeado
en
estrecha
por
cambio,
frente,
Los
rasgos
de éstos,
rayan
de
sobre todo el que rrtira
una
descomunal
con
aparece
su
escasa
más
El
nariz.
estatura
cercano
al
y
abo
rigen. Su aureola provista de
al sol incaico. Son significativas, también,
rayos se asemeja
sus
manos, grandes y rudas como corresponden a
las de un trabajador de la tierra. Todos estos
rasgos
inclinan
(30) Ver nota (15).
(31) José de Mesa
Cuzqueña. Op.
obviamente
y Teresa
cit. pág.
a considerar
esta
Gisbert, Historia de la Pintura
189.
fluía
verá
sin
dificultad
a retomar el
Crucifixión del
se
interrumpe, y
hilo hasta
parietal
ya no vol
el recuadro
opuesto.
La
de la
pintura
Santo despojado de sus hábitos cardena
licios y descubierta su cabeza del capelo, sím
bolo de su alta dignidad, con el fin de lacerar
se el pecho con una dura piedra, obedeciendo
ve al
la voz de la conciencia, significada en un
ángel que descarga el potente sonido de la
trompeta del Juicio de Dios sobre sus oídos.
Es tal la vehemencia del aire expulsado por el
a
72
Luis Mebold
instrumento
la luenga barba del
plios
sea de paso
"cardenal",
lo fue, siendo esta interpretación una
tura,
que
arrastra
penitente
nunca
dicho
que
ocurrencia
se
que
muy posterior.(32) En la época
colonial, la devoción a este santo anacoreta,
que huye del siglo para estudiar la Escritura
y
meditar, se relacionaba con la penitencia, uno
dice,
en
de
este
temple
los
objetivos
Estando
ciclo.
del
secuencia
la
crucis,
en
el
presente
intercalado
tema
este
vía
finalidad,
misma
dio de
perseguidos
que
entre
la
también conlleva
nos parece como un exor
carácter plástico explícito
y directo.
vegetación
del lado derecho
mural
la
cuella en
la
con
fixión
el
la
recién
en
de
estructura
tercio,
en
los
—enmarcados
barrocos—
son
los
poco
de
es
semejante
ya
las
una variante
motivos
conocidos
por
marcos
Postrimerías,
En este
dispuestos
delo
do,
tam
de los acontecimientos o de la lógica
temática, lo que refuerza, a nuestro entender,
al orden
"La
Crucificción"
es
donde
aprecia
mestizo
con
los
e
la identidad de Jesús
indígena, y de la
para
su
temple
mucho
inversa,
descripción
programa.
se
mejor
con
el
soldadezca
junto
ubicado
al
comenzando
con
a partir
del
toral, por ser
intentarlo a la
la pintura sobre las
arco
consecuente
menos
En todo caso,
procederá
el
al colocar a
primer
de Cristo". En
Bautista se han
todo
(32)
al
él,
se
reservó
simplificado al
abordar
Enciclopedia
"Bautismo
las figuras del Señor y del
cuadro
el
desnudo,
al
máximo,
tratado
sobre
en
am
Católica. Cittá del Vaticano. Editrice G.C.
Sansoni, Florencia, Italia, 1951. pág 662.
del
"Cristo
un
en
Jesús
acompañado sólo
imagen
esta
se retoma el mo
"La Flagelación", hasta el
de reproducir las llagas y moretones de
en
de
clara muestra
reivindicación
cual podría ser un eco
llegó
su
a
climax
del
las
en
sentir
aprecia
oprimi
por
Tupac-Amaru,(33)
aquellas
del
criollo
año,
en
Jacinto
Oruro—
,
racial, lo
popular,
rebeliones
dirigidas
de
que
1781,
seguidas por
Rodríguez
—el
levantamiento
cuyo
lanzas,
frontalmente
la posición lateral
de sus plantas. Sólo aquel de la extrema de
recha se dirige al
Condenado, pero únicamen
te con el propósito de mofarse de él sacándole
con grosería su lengua.
El entorno es casi inexistente, pero en la
con
sus
espectador,
zona
superior
tanto
a
tres se vuelven
no
y
derecha
que no se
gloria
obstante
en
el
con
de bambalinas. Su
en
todos los
tra
hipótesis
algo
izquierda,
del
sin
lateral,
se aprecian
importancia,
con rompimientos
parecido
presencia
pasos
tercio
primer
como a
identificarían
sino
ha
a
de
cortinajes
sido constante
De ahí nues
de una posible
vía crucis.
aventurada acerca
de un auto sacramental
la pasión, destinado a impac
tar en forma directa a ese pueblo sencillo, en
extremo sensible a las emociones.
El conjunto continúa con "La Oración del
evocación
verdades eternas.
El
de índole
muestra aquí una variante
ondulaciones, aparentemente
del
de
debió tener hondas repercusiones entre los po
bladores de la puna.(34)
De los cuatro soldados que laceran a Jesús
colonizadores.
el origen popular
ín
y la de la soldadesca, con los colonizado
De esta manera, nos encontraríamos ante
una
al
se
es
de
y la Cruci
sacramento
al
siguiente
La temática
mismo
En
ubicación
presbiterio
concerniente
adoptado
punto
res.
conforme
el
un
de San Juan
los azotes, siendo aquí donde, mejor se
la identidad de Jesús con el indígena
amplia
ciclo
mano
podría sugerir una referencia
En
de
profuso
asoma entre su pulgar e
entre
bautismo.
El recuadro
elaborada
una
un gobelino.
recuadros están
a
lo
frondas. Des
grandes
la
gran sol
entorno
de bautizar. La
acto
pedagógica
inusitada
donde los
en
sustituidos
composición sobre
a semejanza
obra
Sólo tiene
estudiada.
tercer
su
esta
el
trópico por
sus
y
en
composición
por guardias.
La
del
venera que
cruz".
2.4 Temple
continúan
paisaje evocador
su
de
trazos siguiendo ondulantes
sobre el
(33)
(34)
Teresa
Teresa
plástica
tema de
Gisbert, Iconografía. Op.
Gisbert, Iconografía. Op.
cit.
pág 208.
cit, pág. 213.
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano Chileno
Huerto",
tema que,
73
lugar. Pensamos
pintado
en
duda la
serie
que
habría
hubiera
si este sujeto se
de la Dolorosa,
recuadro
el
en
ganado
sin
En
claridad.
todo caso, la manera de visualizar el episodio
es diferente a la iconografía del asunto. En lo
alto, en rompimiento de gloria, aparece el Pa
dre Eterno
ha
que
para que acepte
do
bras,
Jesús,
sino
lo
Por
ultrajaron.
dad. que
mensaje en pala
presentando a
una
oración,
enorme
la
tiempo
ha
nos
desgracia,
esta sección
dañada a causa de la hume
imposible discernir los sujetos
tan
casi es
un
Este inconve
componían.
también, de apreciar
de Pedro,
privado,
totalidad el sabroso conjunto
en su
Santiago y Juan, sumidos en
cuyos fragmentos se hayan al
profundo
pie
la- serie
El último temple de
del
sueño,
es
mural—
se
una
corno
ha dedicado
ma
Bajo
un
columnas
zanas
dibujo
y
juicio
el
sobre
coloreado
final,
enmarcado
flores de lis.
en
La
zona
superior
dañada de
parte
inclusión de
existían
al
murales.
un
de
es
y de
de la
sido
un vano
ejecución
en
la
por
no
que
de los
de Pachama
exclusivo
tema apocalíptico, bien
ha
obra
irreparable
manera
coro
momento
No
esta
este
que en otros casos se
al infierno, como ocurre en Huaro o en
la Iglesia de la Compañía, de Quito. (36)
Con certeza el motivo central y eje de toda
la pintura debió ser un Cristo en rompimiento
la Virgen y San
de gloria, tal vez rodeado
gran
cuadro
de Diego Quiscomo
en
el
Juan,
pe Tito, en el Convento de San Francisco del
limita
de'
Cuzco. Pero
ción,
pues
almas
dentro
ubica
esto
la
en
realce
es
queda
como simple suposi
de'
actualidad
un
San
el
personaje
Miguel,
y derrotando al demonio,
en la áurea del temple. (3 7)
las
pesando
grupo que se
enmarcado
salomónicas
indígenas,
cariátides
En "La Adoración
rozagantes
cuyas
su
interpretación
la
libre inferior
el espacio
aparecen arrodillados
los donantes de la obra.
Buscando una explicación
Eucarística"
cabe una
ambivalente,
por
cuanto
rai
gambre autóctona.
tre ellas,
postrimerías
Eucaris
facciones y desnudos bustos denotan
Eñ
esquema.
sección un vasto
las
lateralmente por
destaca un rico osten
sorio, flanqueado por dos floreros con ramos
floridos. El todo lo sostienen, de un modo
que raya en lo inverosímil, dos robustas
y lo
tía.
dosel
separata
a Jesús—
el
"Las
que
esta pintura aparece un cambio
Se concluye con el diseño de
los marcos aparatosos, entre bodegones de
frutas y floreros, para introducir en esta últi
en
mayor
cuadro.
—ya
Postrimerías"
del
envia
los instrumentos de los futuros
los azotes, la cruz y la caña con la
se encuentra
niente
El
con
suplicios:
que
el
Hijo
a su
muerte.
y
de objetos,
en
arrodillado
canasta
que
través
a
ángel
enviado un
pasión
transmite
no
celestial
la
Después de
al relato evan
conforme
gélico, no correspondería mencionarlo en este
identificaba
custodia se
con el
sol,
en
que se abre en
los
tal
que
vez
de los
el sentir
autóctonos andinos.
son
rencia"
llegó
se
pretación
a
la
autóctonos andinos,
ba
la
Dios
es
igual
custodia"(35).
quen con nitidez
del
la
círculo
magnifique
aparte
rronas
de
que
los
de
una
sol
al
Tal
de
que
cuya
"Cristo
imagen
vez por eso
se
en
está
desta
rayos amarillos alrededor
cobija
la
sobremanera
que
los
identifica
sagrada
el
forma y
objeto
parecen
se
litúrgico,
ciertas veladas expresiones
sonrisas
inter
para
efecto,
custodia se
con el sol en el sentido
cuanto
en
En
ambivalente.
"irreve
esta
a
posibilidad
aflorar
de
soca
aquí
y
último cuadro, la línea es, si cabe,
minuciosa y detallista, lo cual obedece
la escasa magnitud de los personajes, que
En
este
más
a
llegan
casi
del mural,
a
la
se
miniatura.
da la
Como
máxima
en
el
prioridad
resto
a
la
línea, quedando el color relegado a los fon
dos, aunque se aplica también para trazar los
sujetos, otorgando, de
lidades
al
trazo
esta
suerte, diversas
ca
del diseño.
allá...
(35)
Teresa Gisbert, Iconografía. Op. cit., pág. 30. José de
Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 29 1.
(36)
José de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit.,
90.
(37)
Teresa Gisbert: Iconografía. Op. cit.,
pág.
87.
pág.
Luis Mebold
74
Junto
descrito
al grupo
tres tum
aparecen
bas abiertas con resucitados para significar el
día del Juicio Final.
Cerca de estos sujetos y hacia el extremo
izquierdo del cuadro, se ubicó el Purgatorio.
Los Elegidos, sufren entre las llamas, pero
tranquilos
están
orden
esperando en
turno
su
Unos
un reptil
cargas apetecidas pa
mujeres
recen
ser
entre
expresiones
identifica
fuera,
vez
de
ella
de
pirca
cuya
ya
salvas,
el cayado
Como
a
un
corral,
se reúne a otras
compañeras,
para engrosar el electo rebaño
de
se
parábola
se en
celestes
conducirla
piedra se encuentra suspendida
Allí
entre nubes.
espíritus
otros
para
ángel
un amable
plástica,
pastor.
una sugestiva
lica muy a la medida de las practicas pastoriles
locales. Sin embargo, el camino al cielo es
difícil y todavía no llega a su término. Porque
desde este punto, se yergue una larga escalera
por donde van subiendo trabajosamente las
en
reunidas
almas
Entre nubes,
redil.
el
se
clave
de
alusiones
de
los
de
tema
y
pinturas
del
al
este
cielo,
fin
donde
das de
ornamentadas
el
iglesias dota
torres cuajadas
de
cam
árboles,
y
lo que se echa de menos en la
aridez de la desolada puna. Hasta la antesala
de este idílico lugar ha llegado por fin una
cielo que de rodillas implora a
candidata al
panas,
y
frondosos
que
altos
es
precisamente
San Pedro, con
que le facilite el
sus
lado
otros
a
rapiña.
el
grandes
ojos
y de manos ter
Entre los supli
de la
rueda
o
potro,
el
re
especialmente
europeos,
Purgatorio,
aquí
desorden. (39)
Es la
sección
más
la
superior
jores
condiciones,
la
tarima
esta
es
del
dañada de la
obra.
Su
se encuentra en me
que
difícil
pero
de
apreciar
coro que obstruye su visual.
pintura
por
permanecen
día de hoy, dos
el
milagro,
es
primero
cerca
pequeño
del dintel de la
tablado
el
un
sujetos
del
coro.
motivo
puerta
de
que
se
acceso,
La descripción figu
fraile, que por sus hábitos
dominico, escuchando desde su
los portales,
las faltas de
cuyos
una penitente arre
pecados van saliendo expulsa
dos de su boca en formas de batracios, cule
bras y lagartos. En la escena, por supuesto, no
falta el demonio, que derrotado, vuelve las
espaldas al tiempo que tapa su cabezota. La
deliciosa por su ingenuidad, importa
intención concreta de carácter ascético
escena,
una
debe relacionarse con el cuadro apocalíp
descrito y con los episodios del Vía Cru
que
tico
cis:
es
breve,
tivo.
como
casi
un
punto
insignificante,
final,
pero
un
muy
colofón,
significa
(40)
acceso.
Simultáneamente
opuesto
llaves junto
y
parte
confesionario
aparece
de
rativa muestra a un
altiplano.
explanada
una
vilo,
2.5 Mural del Coro
ubica
grabados
representado por preciosas
en
los infiernos coloniales,
grabados
sólo reina el caos
pentida,
abre
faltar
todos
podría ser un
europeos
de
garras
flamencos. A diferencia del
bajo
impactante
en
presente
felino
cuatro cuernos
puede
no
cios
El
las frecuentes
levantan
de gran inte
rés:
La Buena Confesión y La Disputa del
Santísimo Sacramento.
Postrimerías"
local,
de
en
minadas
En
en
que
no
un
como
premunido
hasta
evovan,
de
fauces del ofidio, que no es otra cosa sino la
entrada al infierno del que se aprecia su inte
rior con lujo de detalles. (38) Allí Lucifer se
por
"Las
las
a
que vomita
disimulado sadismo,
finalmente en las llameantes
arrojarlas
sabios
ha introducido en esta
imagen bucó
se
observa,
bajo
caprino
y
intensas llamaradas. Las
Una
cargan
puma
de humanos para
garras
y colas hasta las
caza
descomunales fauces de
para
con
la
sus
entre
conducirlos
de la purificación. Y precisamente
ese fin, ha descendido un ángel, que, so
lícito, tiende una resistente cuerda hasta el
alma que ha cumplido con la pena temporal.
salir
para
híbridos de
extraños
están empeñados en
del
con
estas
escenas,
temple mural, se
acontecimientos
en
el
desarrollan
de muy distinto
signo.
(38)
(39)
(40)
José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op.cit., pág. 91.
José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 94.
José de Mesa y Teresa Gisbert, Holguin. Op. cit., pág. 94.
Chileno
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano
75
La Disputa del Santísimo Sacramento apa
poco más abajo del par y nudillo de la
3. LOS MURALES DE SOTOCA
rece
techumbre
a
atiene
se
y del cielo de arpillera. El sujeto
la iconografía tradicional sobre el
la derecha, un corpulento moro
trata de volcar la Custodia con el Santísimo,
desde el altar donde está expuesta, al tiempo
el
dola
español
rey
de
palaciega
fines del XVIII :
monarca
defensa
la
borbona de
viste
nobleza
según
de bo
casaca abierta adornada
blancas,
medias
ocres,
Muestra
negros.
ser un
individuo
casi
disminuido y débil delante del
adolescente,
imponente
caída
acudiendo a su
la
calzones
tonaduras,
zapatos
y
El
mano.
en
espada
su
evita
cinta
una
con
moda
moro,
colocado
más
adelante
y
defen
desafiante. Por lo tanto un
de la religión y de la fe que deja muchas
dudas... ¿Se trataría de Fernando VII?...
Hay detalles que no se pueden pasar por
alto como los arrepentimientos en la. ubica
actitud
en
sor
de la Custodia (se
ción
haber
ridad por
del
ra
se
pormenor que
tales),
"Castilla,
que
siempre
jamás
encima
Esta
tres
gerencias
puntas
se
del
real
la
la
norte, Alfredo Benavides
desierto y, luego de internarse por
la angosta quebrada de Tarapacá, ubicó en ese
accidentado valle
y en otros de la misma
atravesó el
tizo
las
como
Pero
gama.
su
de
retablo
capillas
uno
como
la
otra
Husma-
templos que más
con
tallada
madera
descubrió
mural
de los
barroco-mes-
del
de Huaviña y
fue Sotoca,
atención
bién
reliquias
verdaderas
región,
su
atrajo
excepcional
y dorada. Allí tam
de la pintura
existencia
expresión
valiosa
del
alma
"Sólo hemos visto las pin
fresco de Sotoca, pero se nos ha ase
que también las había-en Mocha antes
religioso-popular:
turas
al
gurado
del incendio y que aún existen en Cariquima
o Isluga. Son evidentemente obras ingenuas,
producto del folklore regional, pero extraordi
nariamente interesantes".
(43)
Este
alto testimonio
ha
todo,
quedado con
sin poder corroborarse en su mayor parte.
En
de
por
"La
así, pletórica
interés,
Disputa
del
Santísimo"
con
su
socio-racial
situación
presencia
del
de
su
imberbe rey
ataviado a
la
usanza
borbona
porque apunta a
y
el
símbolo
del león
puma
coronado
el mo
como
denotan la
cronología
tardía (S.
XVIII/
estilo mestizo-popu
bordea
XIX)
los finales del siglo XVIII o principios
siglo XIX, lo que se confirma, por otra parte,
por ser una pintura de transfondo ideológico,
valiosa como documento de alcance histórico
efecto,
lar,
las iglesias y
(41)
presenta
mayor
sentir
también
el
ha
de esbozo, con una
que no le sienta mucho
permanecido
la historia del entero conjunto mural.
El análisis de las formas decorativas,
do de
es
zona
estudiar
y
estado
sus orejas.
obra
lugar del león
en
también
en
interesante
por conocer
de la
pueblo
inconclusa la pintu
elemento
'
de
de
de ella dos pedes
destaca con toda cla
ven
quedado
Otro
altar.
dibujo del puma,
corona
Curioso
A
asunto.
que
3.1 Temples del Presbiterio
nos acercan a una cronología que
y la
mestiza raigambre
del
asunto.
del
ycultural.(42)
El
autor
del
popular, ha
Además,
ca
por
conjunto, como en toda obra
permanecido
la
presencia
es
el
una
anonimato.
línea
estilísti
posible que provenga
uniforme,
En todo caso,
sola mano.
ausencia total
en
de
es
de inscripciones
de los más sujestivos y
llegado hasta nosotros.
uno
de
una
de lamentar la
en el
cuando Roberto Montandón, siguien
do las huellas de su colega, sube hasta esa
misma localidad (Cfr. Roberto Montandón:
"El Barroco en la Sierra de Tarapacá") (44)
ya
Isabel Cruz, Luis Mebold K.,
Ver notas: 2, 12,33,34.
aludidos
habían
sufrido serias
nos
Benavides y
al
documento fotográfico
atenemos
al
estudio
de
publi-
conjunto,
completos que
op. cit.
murales
si
han
(43)
Alfredo Benavides
R.,
La Arquitectura
en el
Virreinato
la Capitanía General de Chile, Ed. Andrés
Bello, Santiago, Chile, 1961, pág. 255.
Roberto Montandón, El Barroco en la Sierra de Tarapa
cá. Anales de la Universidad de Chile. Año CXXV, San
tiago de Chile, 1967, N°s. 141-144, pág. 80, lam. 13.
del Perú y
(44)
(41)
(42)
los
mutaciones
en
:
Luis Mebold
76
PACHAMA.
Mural
frontón,
pie
de
la
iglesia
lado
del-
extemo;
Templo del coro; paisaje con iglesia y mú
Mural del coro, pie de la iglesia, lado
sicos.
interno.
SOTOCA. Pormenor de los templos del
intradós del
arco
derecho del
presbiterio.
crucero, siglo
El Sol, intradós del
arco
izquierdo del crucero,
siglo
XVIII. La Luna,
XVIII.
:
&M V
i
Altiplano Chileno
La Pintura Religioso-Popular del
aquél.
cado por
(45)
En efecto,
77
según el regis
don Alfredo, las imágenes
tro
Pedro
Apóstoles
de los
y Pablo deberían ocu
pintado
en el lado del
recuadro
par el último
evangelio, junto al pilar que divide el presbite
por
entregado
del aula, lo cual es muy verosímil por ser
de la iglesia con la Virgen de la
Candelaria. Sin embargo, en la lámina aparece,
tal
a
por
vez
citado
la
serie
Benavides,
cita
ellos patronos
pormenores
cambio, un tema extraño, siendo su motivo
se
gios
de lugareños, cuyos vesti
hasta hoy. Tampoco en el
continúa hacia el testero,
hay
atribución. Si
salvo error de
una pareja
principal
conservan
que
recuadro
coincidencias,
del listado debería figurar
para el autor
lugar
una
Anunciación, las fotos
1967 y las
en
obtenidas
el
en ese
publicadas en
presente
estudio,
muestran, por el contrario, una mártir con
bro,
y torre,
palma
atributos
en
que
li
parte
Santa Bárbara. Ni siquiera
existe acuerdo en el número del conjunto que
para Benavides son catorce en vez de los diez
a
corresponden
motivos actuales.
A
estas
de 1975,
intervenciones
que
más valiosos
con
acabó
del norte,
se
suma el
uno
por no
de los
decir
incendio
retablos
el
mejor,
bles. No
no
son
expresiones
de Sotoca
presbiterio
marcada
santo
hieráticas,
Iidad. El
las
con
referencias
sólo
cir
a
las
corrientes
estilísticas
ochocientos.
canon
es
tallos
gruesos
tilización
destrucción de
carillados
de
los restantes,
amplias
zonas
y
como
descas
pérdidas
de in
tensidad tonal. Entre las
escasas pinturas
vadas
al
y
que
puede citar
ble
pertenecen
la imagen de San Rafael,
sal
se
identifica-
derecha,
San Miguel,
por el pez que muestra su mano
aunque en el elenco
(45)
original
ciclo
figure
como
la siguiente: San Isidro, La Purísima, San
San Lorenzo, La Anunciación, San Pedro y San
Pablo (lado izquierdo desde el altar). San José, la Muer
La
achaparrado
de las
de
y
fronta-
acuerdo a
razas autóctonas
aima-
de imaginería
esta
a una especie
en cada
con
evo
pintura
grecas
que
geométricas
domina, incontrarrestada, la
de tercera
de brazos. Res
aún más escaso que en Pari
podría deberse a los efectos
hay
aunque
esbozos
en algunos escorzos
pero ello
En toda
siniestro.
esta
sobriedad
se
en
800
están
rozagantes
alejándose este con
para adoptar mayor
la decoración. Con ello,
acercan
vemos
mural
arquitectónicas.
y los follajes
pájaros
comprometerse
pervivencias
serie
simulaciones
y contracurvas,
junto del barroco-mestizo
el
altar,
de
muy particular. El
uno de los recuadros,
en curvas
en
empla
parecen
incrustaciones de taracea. En todos
dimensión
pues
de
naturaleza
franja
cuadros
temples
,
acertada es
religiosa sobre
suerte,
descansa,
sobre una
sin
bajos
arbustos
follaje,
rectangulares
plintos
sobre
de bodegón, de
estos
por
compacto
y
de la flora local. Las efigies,
las
los
barrocas,
graves en
auténtico.
constituida
escenas,
ausentes
ocasionando
listado San Francisco,
La efigie de
en el
Hay iteraciones, como la constante vista
lateral de los pies, dirigidos en un mismo sen
tido, similar a las interpretaciones del anti
guo Egipto, y las repeticiones de la ornamen
tación vegetal que circunda las imágenes y
del
y daños
sólo
raes.
nacota,
algunos recuadros
que
algunos
apenas reconoci
con mayor esquematismo
pecto al color es
del
bíblicas
escenas
el
ubica
se
planimetría,
cunstanciales
las
a
parecer
proporciones
simulan
independencia
San Juan
en el muro derecho del
del arco de triunfo, que divi
de este recinto del aula.
El estilo de estos temples difiere de Pacha
ma y Parinacota. Aquí, las figuras son más
este
todo
de
populares
y
permanecerían
aparece
cando, de
del
Inmaculada"
presbiterio cerca
piezas
templos
adjudicables
transformado en
del Juicio Final,
obstante
zadas
Los
"La
el
cuenta
en
temples
serían
Bautista. Respecto
rio
en
hoy
tomado
Otros
original,
Isidro"
"San
haberse
no
pormenor.
al
gusto
con
neo-clásico,
este
con
siglo
el
XVIII
a
en
esta
que
favor de los
pero
fondo,
estilo
simultáneamente
del
estos
obra
continuaron
pueblos
in
dios. (46)
nómina es
Miguel,
te, el Juicio, el Infierno, el Cielo, La Santísima Trinidad,
la Creación (lado derecho desde el altar), pág. 255-256.
(46)
José de Mesa y Teresa
293.
Gisbert,
Holguin. Op,
cit.
pág.
78
Luis Mebold
3.2 Las
de los
pinturas
del trancepto
arcos
interrumpida
rio
A
juicio,
nuestro
las
son
interesantes
más
del conjunto de Sotoca. Ellas ornan el intra
dós de estos medios puntos, conservándose en
aceptables
condiciones
Consisten
el centro
del
a
faltantes.
sus
formas barrocas vegetales que en
de interés de las superficies cóncavas
intradós,
enmarcan
luna,
pese
en
esto
en el
es,
área de las
del
representaciones
sol
claves,
de la
y
guras
es
obste
para
sus
Pueden
ambivalente.
imágenes de la
como
con
que
antiguas
de Dios, sin que
los indígenas las relacionen
deidades de la gentilidad o,
creación
de irehismo, se identifique, por
Dios con el sol. El caso, hasta el
a
ejemplo,
pero es
único
es
momento,
indudable
la
en
nuestra
dos
que estos
de
pervivencia
contenidos
doctrineros del
fil y
aciertos en
También
poses.
las
el
expre
li
con
se aprecia
de la figura de per
difícil de datar aunque
en
las
soluciones
manos.
La
obra es
del
es probable su proveniencia
Después de
los
que
riada
muestra
XVIII
siglo
esta
murales
autores
de Sotoca
plástica
XIX,
al
XIX.
afirmar
constituyen una va
que
desde
abarca
perteneciente
el
varios
a
y de procedencia popular,
bastante definidos.
cuyos estilos son
El
siglo
podemos
reseña,
anónimos
estado
ción
y ocultos en
XVIII. (4 7)
delica
y estudio en los pormenores
del cuello, tórax y brazos y sus
respectivas
inserciones y articulaciones. Se
podría pensar en la presencia de un plástico
con formación académica, a no ser por ciertos
andinos
siglo
por
una
anatómicos
iconografía,
pre
medio
de
representados
rostros,
diversas
son
observación
sujetos mues
mitos
tercio
el
Hay
trazo.
los
en
completo
colombinos aunque mimetizados
los
de
bertad y
tomadas
ser
de
rara
siones
"lapsus"
en una suerte
tran
deza
ubicadas respectivamente en el arco que
da acceso al lado izquierdo del trancepto y al
derecho del mismo. El significado de estas fi
en
Los torsos desnudos
altar.
actual
de
abandono,
estas
del
obras es
agudizado por
la
más
emigra
de los habitantes del villorrio.
El conjunto de Sotoca no es el único en la
Región de Tarapacá. Descascarillándose y
abandonado
a
su
propia suerte
yace el
exce-
3.3 Mural de la Capilla Derecha
También
pertenecen
decoraciones
de
este
eso
De
recinto.
sólo
sí,
columnas
cuyos capiteles
plumas
como
de ñandú. La
de
altar
del
medio
de
de
Los
murales
de Sotoca
constituyen
una
altar
permanecen,
variada
muestra
plástica
que
abarca
des
simulaciones
curvos
de
el
Siglo
XVIII
al
XIX de
estilos
profusamen
hojas y
hojas de
entre
flores,
y
diferentes y muy
marcados.
acanto o
de
reconstrucción
un amplio
este
testero
tres calles, siendo
por
mayores
el
.ornadas
imaginarse
constituido
época, las
rodean
arcos, frontones
grandes
juegan
panel permitiría
misma
restos
salomónicas
de llamativas y
te
la
que
esta pintura
algunos
arquitectónicas,
y
a
parietales
dimensiones y
la
esplen
dor.^)
lente
conjunto
de Huasquiña y el deMiñemiñi;
las capas de enlucido
mientras se esconde tras
de Mamiña, como se pudo comprobar
descubrir, en el muro derecho del presbite
rio, uno de sus tantos sujetos en la representa
aquel
al
3.4 Mural de la Capilla de las Animas
El
la
espacio
anterior
En él
se encuentra al
integrando
una especie
se encuentran aún
restos
de
lado
hoy,
opuesto
de
pese a
de
crucero.
la incuria,
Purgatouna curiosa pintura sobre el
del "Ángel de la
ción
Teresa
(48)
Ver
Gisbert,
Iconografía.
63.
notas
12 y 20.
Op.
cit.,
págs.
30-32, 34
y
entre pilares
y
arco.
A diferencia de los tres
dos,
en
éstos
arquitectura
(47)
Guarda"
con
espacios
escasas
ausencia
menores propios
programas comenta
advierten
clásica,
ornamentados,
cas
se
imitaciones
libres
reminiscencias
sin
de
ser
barro
del fuste berniniano, y por
del período republicano, por
Chileno
La Pintura Religioso-Popular del Altiplano
lo
que
aún,
tenecer a
la
que
que
Cariquima bien
presente centuria por
impresionista;
local
XIX. (49) Más
siglo
al
adjudicarían
se
creemos
la
por
contrasta
presencia
no
79
pudiera per
la libre línea
del entorno
obstante en el mismo
"exótico"
programa con
aquel otro
de Santa
la
efigie
el
habitante del altiplano,
que rodea
Rosa, del
todo extraño para
al
figurar detrás de
la imagen, un paisaje marino
nave de humeante chimenea.
con
gaviotas
y
Como
la
conclusión al
muestra
que
de
adolece
valor
de la
en
cultural
realidad
de la época,
anónimos
de
apreciable
cuanto constituye un
religiosa,
el ser exponente auténtica
por
es
que
aun
presentada,
de limitaciones,
y significación,
testimonio
trabajo estimamos
pintura mural
del
sin excluir
ambiente
socio-
expresado plásticamente
populares
de
manera
ingenua,
inmediata y hasta original.(50)
«RWÍ
Pachama. Detalle decorativo barroco-m estizo
con mascarón
de puma.
(49) José
de Mesa y Teresa Gisbert: Holguin. Op. cit. pág.
296. En la pág. 297 se lee: "Por último tenemos la
iglesia de Susques que es un ejemplo popular, el cual
recoge la tradición barroca modificada por el gusto
neoclásico. Es una iglesia humilde
pero_
el
pueblo
perteneció
Chile y Argentina.
(...)
parte correspondiente
de hojas
Tanto
al
hoy
en
la Argentina,
sucesivamente
altar
en
la Nave
mayor
los
a
Bolivia,
como
nichos
en
la
están
y entre ellos se han pintado
fingidos lienzos. Su autor es un
artista ingenuo, totalmente alejado de las corrientes
pictóricas de su tiempo y nutrido tan solo por la tradi
ción. Su nombre es Gregorio Solís
y los frescos fueron
orlados
floreros. En la
hechos
en
pintadas
nave
1872".
hay
(50)
Este trabajo ha
sido posible gracias a los aportes de la
Fundación BHC para la Cultura en la persona de D.
César Sepúlveda y de la Vicerrectoría Académica
Edi
torial Universidad Católica, a través de la señora Gabrie
la Echeverría. En Iquique brindaron su apoyo Mons.,
José del Valle Gallardo; el señor Intendente General
Agustín Toro Dávila quien facilitó viajes al interior y,
con fraternal acogida, la comunidad Salesiana. En
Arica,
debemos mencionar a Mons. Ramón Salas Valdés, a la
Orden Jesuíta, al señor Alcalde de Arica, al señor Carlos
-
Solari, Alcalde de Putre
Iglesias
visitadas.
y
a
los Mayordomos de las
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