EL EFECTO MULTIPLICADOR KEYNESIANO Y LAS ÚLTIMAS POLITICAS ECONOMICAS, FISCALES ADOPTADAS EN EL PERU 2015 INTRODUCCION El efecto Multiplicador fue originalmente introducido por R. F. Kahn, un aumento de la inversión eleva la producción y el empleo; un descenso los reduce, el efecto multiplicador; a un incremento de la inversión, pero en forma multiplicada, el Producto Nacional Bruto crece en mayor cantidad que la invertida toda se centra. Es un juego disminución de la inversión y crecimiento de la misma. Bajo el modelo de una economía simplificada, el PNB es igual a la Renta Nacional. El multiplicador adquiere particular relevancia al considerar el efecto que puede tener como factor de estímulo a la demanda agregada en una economía. El modelo de Keynes alcanza la plena madurez de su pensamiento en materia económica en momentos en que el mundo se encontraba sumiso en la gran depresión de los años 30. En el mundo Keynesiano, la economía puede presentar largos períodos de persistente desempleo, el profundizar en el tema de los mecanismos e instrumentos. El efecto multiplicador es referido al aumento sobre la economía ya que permitirá un aumento de las rentas de los factores de la industria de bienes de inversión. Ciertos factores pueden operar para restringir la amplitud del proceso de multiplicación, lo que resulta en una reducción del valor multiplicador en relación con la cifra normal o en una cifra normal comparativamente más baja. Un crecimiento en los gastos del estado incrementa la producción y lógicamente una reducción en la compra de bienes y servicios reduciría su nivel de equilibrio. Es aquí donde el efecto multiplicador juega un papel importante en la economía. En todos los modelos se corrobora el principio de demanda efectiva según el cual, en economías donde existe un sector productor de bienes de capital, la inversión genera su propio ahorro a través de cambios en el ingreso. O, en otras palabras, los capitalistas ganan lo que gastan, mientras los trabajadores gastan lo que ganan. KEYNES Y LA TEORÍA DEL EFECTO MULTIPLICADOR Para Keynes, las economías capitalistas no están limitadas por el lado de la oferta, sino por el lado de la demanda. Por esta razón, el desempleo, para él, es consecuencia del gasto insuficiente en bienes y servicios. Cambios en la demanda agregada dan lugar a cambios en las cantidades ofertadas y no en los precios. En otras palabras, se hace énfasis en los ajustes por cantidades y no en los ajustes por precios. De este modo la economía puede alcanzar un nivel de producto de equilibrio por debajo del nivel que correspondería al de pleno empleo. El objetivo de la teoría del empleo de Keynes es ofrecer una solución para los períodos de desempleo excesivo (recesión). Esta solución está ligada a la idea de que el empleo depende de lo que las empresas necesitan producir, y su nivel de producción, a su vez, depende de lo que piensan comprar los ciudadanos y las empresas: esto es lo que Keynes denomina gasto agregado. Por ejemplo durante la gran depresión (años 30), la gente temía gastar. Las empresas eran reticentes a emplear trabajadores porque no esperaban ningún aumento en las ventas, especialmente en los sectores dominantes de la economía, como el del automóvil. GASTO AGREGADO O DEMANDA AGREGADA El gasto agregado (en la opinión de Keynes) es la clave de la actividad económica, es decir, lo que las familias, los negocios y el gobierno piensan comprar determina lo que las empresas acabarán produciendo. En la primera etapa del análisis, un modelo simplificado excluye al gobierno, supone que no existe un sector extranjero, y que el nivel de renta o ingreso real (y no los precios) es el determinante principal del gasto agregado. COMPONENTES DEL GASTO AGREGADO El gasto agregado (GA) es la suma de lo que las familias planean comprar (o consumo C) y lo que las empresas planean comprar como capital (o inversión I): GA=C+I CONSUMO Es la parte del ingreso que las economías domésticas destinan a la adquisición de bienes y servicios (excepto la adquisición de viviendas). Es el mayor componente del producto nacional y el que presenta un comportamiento más estable a lo largo del tiempo. Los gastos en consumo se pueden dividir en tres categorías: bienes duraderos (televisores, automóviles) bienes perecederos (alimentos, vestidos) servicios (transporte, servicios sanitarios) El determinante principal del consumo es la voluntad o tendencia a utilizar la renta real para adquirir bienes y servicios. Así, el consumo y la renta están directamente relacionados. Otros determinantes del consumo son el nivel de precios, la riqueza, la cantidad de bienes duraderos, el grado de endeudamiento y las expectativas que se tengan sobre el futuro. La voluntad de utilizar una proporción de los ingresos (Y) para el consumo (C) se conoce como Propensión Media a Consumir (o al consumo) (PMeC): PMeC=C/Y. Cuando los ingresos aumentan, la propensión media a consumir disminuye. Un ejemplo de ello es el hecho de que las personas adineradas consumen una proporción menor de sus ingresos que los individuos más pobres, que pueden verse obligados a recibir dinero de otros. Por ejemplo si los ingresos de una familia son 50.000 $ al año y esa familia gasta 45.000 $, la Propensión Media a Consumir es PMeC = 45.000/50.000 = 0,9 o 90% La propensión marginal al consumo (PMaC) es la proporción de consumo adicional (dC) que tiene lugar por un aumento de ingresos (dY): PMaC=dC/dY La PMaC es la pendiente de la línea de consumo. Es constante, reflejando una pauta estable de consumo en nuestra sociedad. Por ejemplo si los ingresos de una familia aumentan en 1.000 $ y la familia decide comprar otra televisión que cuesta 600 $ con los ingresos extra, la propensión marginal al consumo es PMaC = 600/1000 = 0,6 o 60%. AHORRO El ahorro es lo que queda de los ingresos después de descontar el consumo. El determinante principal del ahorro es el nivel de renta real. Cuanto más altos sean los ingresos, mayor será la capacidad y el deseo de ahorrar. El ahorro permite consumir en el futuro. En la sociedad actual, una gran parte del ahorro es institucional. Por ejemplo, las cotizaciones a la Seguridad Social y las deducciones de los planes de pensiones son una forma de ahorro. Las empresas también ahorran cuando reservan fondos para reponer sus bienes de capital (depreciación acumulada). La disposición de las personas a ahorrar (S) una parte de sus ingresos se denomina propensión media a ahorrar (PMeS): PMeS=S/Y. Por ejemplo si una familia gana 50.000 $ y ahorra 5.000 $ al año, la propensión media a ahorrar es PMeS = 5.000/50.000 = 0,1 o 10%. La propensión marginal al ahorro (PMaS) es la proporción de dinero adicional que se ahorra (dS) de los ingresos suplementarios (dY): PMaS=dS/dY. Si representamos la función del ahorro como una recta S= -a + (1-b)Y, la pendiente (1-b) representa la PMaS (observe que b sigue representando la PMaC). Como los ingresos solamente pueden gastarse o ahorrarse, la suma de las propensiones marginales a consumir y ahorrar es 1: PMaC+PMaS=1. Por ejemplo si una familia recibe un aumento de ingresos de 1.000 $ y decide ahorrar 400 $ de ese aumento, la propensión marginal al ahorro es PMaS = 400/1.000 = 0,4 o 40%. INVERSIÓN La inversión está determinada por la tasa de rendimiento de distintos proyectos factibles y por el coste de los préstamos (o tipo de interés). La pauta de la tasa de rendimiento revela la demanda de inversión (también conocida como eficacia marginal de la inversión): es inversamente proporcional a los tipos de interés. El coste de un préstamo o tipo de interés se determina en el mercado de valores y es resultado de la política monetaria. La mayoría de las empresas elaboran sus planes de inversión en curso con ayuda de planes a largo plazo y del cálculo de un presupuesto de capital. Los pronósticos de ventas son los determinantes principales de estos cálculos, es decir que un aumento en las ventas puede generar la necesidad de invertir en bienes de capital para poder responder a la nueva demanda. INESTABILIDAD DE LA INVERSIÓN Además de la tasa de rendimiento, la demanda de inversión está determinada por el estado de la tecnología, el mantenimiento y el nivel del capital existente, así como las expectativas de futuras ventas. Algunos de estos factores son muy inestables, como los nuevos inventos e innovaciones y los cambios en las expectativas sobre futuras ventas. Por eso no es práctico diseñar un modelo de inversión que incluya esos factores. Es suficiente utilizar la demanda de inversión y el tipo de interés. Históricamente, el componente de la inversión en el gasto agregado y el producto nacional bruto ha sido el más errático. En períodos de desaceleración económica, suele ser negativo, pero vuelve a crecer tan pronto mejoran las expectativas de ventas futuras. PRODUCCIÓN AGREGADA Recuérdese que el PNB también es la suma del ingreso nacional (o sea, el ingreso que reciben quienes aportaron recursos a las empresas), los impuestos indirectos y la depreciación (asignación por el desgaste de los bienes de capital utilizados). Si descontamos la depreciación obtenemos el PNN, o sea, el producto nacional neto, que en el modelo keynesiano se puede representar gráficamente como una diagonal. EQUILIBRIO DE KEYNES El equilibrio se produce donde el gasto agregado (GA) es igual a la producción real agregada (PNN): GA= PNN, es decir, cuando la demanda agregada es igual a la oferta agregada. Si las empresas producen más, se verán forzadas a reducir la producción debido a exceso de existencias. Si producen menos, tendrán que aumentar la producción porque sus existencias se agotarán. El equilibrio puede darse por debajo del nivel de producción con pleno empleo. Entonces: El efecto multiplicador M procede del hecho de que un cambio positivo en el gasto previsto por las familias o las empresas requerirá un cambio en la producción que creará nuevos puestos de trabajo. Esto dará lugar a nuevos ingresos que, a su vez, causarán de nuevo un incremento en la demanda agregada. Las fases sucesivas se suman, por lo que un pequeño cambio en la demanda agregada (dDA) causa un cambio múltiple (M) en el Producto Nacional Neto (dPNN). M=dPNN/dDA ¡Piense por cuántas manos ha pasado el dinero que tiene en su billetera! Un pago por una compra adicional no acabará ahí, sino que creará ingresos para varias personas sucesivamente. Cada persona, en este proceso, decidirá qué hacer con este ingreso, de acuerdo con su propia propensión marginal al consumo o al ahorro. Ése es el efecto multiplicador. MARCO MACROECONÓMICO MULTIANUAL 2015-2017 Actualmente la economía mundial se encuentra en una fase de transición gradual hacia un nuevo equilibrio caracterizado por menores precios de materias primas, mayores costos financieros y, con ellos, un menor crecimiento de las economías emergentes. Tal como se ha evidenciado en los últimos meses, es probable que este proceso de transición esté acompañado de periodos de alta volatilidad. La economía peruana crecerá 5,7% en el 2014, iniciando un proceso de aceleración de crecimiento en torno a 6,4% en el periodo 2015-2017; con ello, se posicionará como una de las economías de mayor crecimiento en el mundo. La aceleración de la actividad económica peruana estará apoyada en cinco motores de crecimiento que permitirán tener una base de crecimiento diversificada: i) La recuperación gradual de la economía mundial, en particular, de las economías avanzadas como EE.UU. y la Zona Euro; ii) La mayor exportación tradicional ante el inicio de producción de importantes proyectos mineros que, hacia el 2017, duplicarán la producción de cobre del 2013 (estos proyectos aportarán, en promedio en el periodo 2014-2017, 0,5 puntos porcentuales en el crecimiento anual del PBI); iii) La mejora y consolidación de las expectativas de los agentes económicos; iv) La inversión en megaproyectos de infraestructura bajo la modalidad de Asociaciones Público Privadas (en el 2013, PROINVERSION adjudicó cerca de US$ 5 mil millones, récord histórico, y para el 2014-2015 tiene una cartera de proyectos de más de US$ 10 mil millones, incluyendo la Línea 2 del Metro de Lima, recientemente adjudicada); y, v) Proceso de convergencia en sectores no transables con tamaños de mercado aún reducidos en comparación a otros pares regionales y que, por lo tanto, plantean importantes retornos para la inversión, en un contexto de dinamismo del consumo interno. LINEAMIENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA Mayor inclusión social: reducción de la pobreza, disminución de la inequidad, igualdad de oportunidades, mayor presencia y eficacia del Estado en las zonas rurales del país. (Promover la protección y el bienestar de los niños y adultos mayores). El crecimiento económico sostenido es indispensable para reducir la pobreza y generar los ingresos fiscales permanentes que aseguren la expansión del gasto social focalizado a favor de los más pobres del país. Crecimiento con Estabilidad: Los grandes lineamientos de la política económica se mantienen, garantizando un manejo prudente y responsable de las cuentas macroeconómicas. Asegurar la estabilidad macroeconómica resulta un objetivo prioritario puesto que permite: i) alcanzar mayores tasas de crecimiento sostenido, elemento central para seguir generando empleo y reducir la pobreza; ii) generar los espacios necesarios para poder aplicar una política fiscal que atenúe eventos coyunturales desfavorables; iii) atraer importantes flujos de inversión privada; y iv) sostener el grado de inversión y mejorar en nuestra calificación crediticia, para reducir el costo de financiamiento del sector público y privado, así como ampliar las fuentes de financiamiento. El objetivo de asegurar la estabilidad macroeconómica es pre requisito para que los otros objetivos señalados se logren en forma sostenida. Mejorar la productividad y competitividad de nuestra economía: i) la mejora sustancial del capital humano; ii) la reducción de la brecha de infraestructura y de servicios sociales a través de Asociaciones Público-Privadas; iii) la simplificación administrativa para fomentar la inversión y facilitar la formalización y el desarrollo empresarial; iv) el impulso a la ciencia, tecnología e innovación; v) la diversificación de la oferta productiva en base a una estrategia de mayor valor agregado, mediante el fomento de la calidad, nuevos instrumentos de desarrollo productivo y fomento de la libre competencia e internacionalización, vi) la mayor profundización financiera y el desarrollo del mercado de capitales; y vii) el adecuado diseño y aplicación de acciones para la sostenibilidad ambiental. Aumentar los ingresos fiscales permanentes: i) la racionalización de las exoneraciones y beneficios tributarios que generan gastos tributarios por aproximadamente 2,1% del PBI, además de distraer esfuerzos de la administración tributaria que podrían destinarse a su función recaudatoria, ii) el ataque frontal contra la evasión fiscal (cerca de 33% en el IGV y mayor a 50% en el Impuesto a la Renta), iii) la reducción del contrabando (cerca de 1,3% de las importaciones); iv) la integración de nuevos contribuyentes mediante mecanismos que promuevan una mayor formalización y el incremento de las actividades de fiscalización, v) el énfasis en transacciones electrónicas que no sólo facilitan el cumplimiento tributario y aduanero sino generan mejor y mayor oportunidad en la información, vi) la recuperación de la deuda en cobranza, vii) los sistemas de fiscalización y control basados en análisis de riesgo, y viii) la optimización, entre otros, del Impuesto Predial, Impuesto de Alcabala e Impuesto al Patrimonio Vehicular, con la finalidad de permitir el fortalecimiento de la gestión de los Gobiernos Locales sin afectar la equidad del sistema tributario, a través de la promoción del uso de tecnologías de la información. Mejorar la calidad del gasto público a través del Presupuesto por Resultados: En un contexto de crecimiento económico y mayores ingresos fiscales, el gasto no financiero del Gobierno General se habrá más que triplicado y pasará de S/. 34 mil millones en el 2000 a S/. 162 mil millones en el 2017. Aún cuando se encuentran mejoras en ciertos indicadores agregados, se siguen manteniendo brechas importantes en las zonas más pobres y excluidas del país, particularmente en la provisión de bienes y servicios públicos con calidad. Entre los principales factores que explican esta desvinculación entre el incremento del gasto público y los resultados se puede destacar: i) la ausencia de un enfoque hacia resultados, ii) la falta de claridad en las entidades públicas respecto a cuál es el producto que entregan o deben entregar al ciudadano para alcanzar los objetivos prioritarios en el marco de las políticas y sus funciones, iii) los muchos actores con capacidades y visiones heterogéneas, iv) las actividades de control por sobre las actividades de orientación y asesoría, v) la limitada información y escaso análisis sobre el desempeño de las intervenciones públicas, vi) la predominancia de un criterio inercial de asignación del presupuesto, y vii) la débil planificación y claridad sobre las prioridades. Para implementar este objetivo, es necesario avanzar en los siguientes aspectos: i) la profundización de la metodología de PpR, a través del mecanismo de Programas Presupuestales, ii) la ampliación gradual de la cobertura programática del presupuesto público, iii) la generación y uso de la información de desempeño para una asignación más eficaz y eficiente de los recursos públicos, iv) la construcción de una cultura de rendición de cuentas que retroalimenta la gestión, v) afianzar la programación multianual del gasto, vi) el mejoramiento de la articulación entre gasto corriente y de capital, y vii) el fortalecimiento de la articulación territorial. Finalmente, es importante mencionar que esta administración tiene como objetivo: i) la modernización de la gestión de las empresas públicas a través de la mejora del gobierno corporativo y eventual participación del capital privado, ii) la mayor transparencia en los procesos de compras públicas, y iii) la generación de un sistema único de planillas en el sector público, el cual incluye no solo la parte remunerativa sino previsional para un mejor manejo de los recursos del Tesoro Público teniendo en cuenta que casi el 40% del Presupuesto se destina a estos dos rubros. DECLARACIÓN DE POLÍTICA FISCAL Brindar mayor predictibilidad y estabilidad al gasto público, desvinculándolo de la fuente más volátil de ingresos públicos, en un contexto de precios de exportación por encima de sus niveles de mediano plazo pero con una tendencia decreciente. Esta estrategia presupuestal bien articulada con los objetivos y las reglas del marco macro fiscal potenciará la priorización, diseño y ejecución del presupuesto público, respetando siempre el principio general de una política fiscal que asegure permanentemente la sostenibilidad fiscal y la responsabilidad macro fiscal, ingrediente necesario de una gestión por resultados. Continuar con la reducción sostenida de la deuda. Las proyecciones del presente Marco Macroeconómico Multianual son consistentes con una reducción de la deuda pública bruta (neta) de 19,8% (3,6%) del PBI en el 2013 a 17,5% (2,6%) del PBI en el 2017. Evitar una posición fiscal demasiado procíclica. El nuevo marco macro fiscal, al basarse en un ejercicio estructural ex ante, plantea una posición más acíclica de la política fiscal; adicionalmente, de una forma simétrica, reserva el uso discrecional de la política fiscal como herramienta contracíclica para casos en que se anticipen desviaciones de 2% o más respecto del PBI potencial de largo plazo. Un pre requisito para poder implementar una política fiscal contracíclica es ahorrar los ingresos transitorios durante los períodos de elevadas cotizaciones de las materias primas que exportamos. Aumentar los ingresos fiscales permanentes. A pesar del contexto de caída de los precios de nuestros principales productos de exportación, en el año 2013 la presión tributaria se mantuvo en 16,5% del PBI, 3,7 puntos porcentuales del PBI por encima a la registrada en el año 2000 (12,8% del PBI). No obstante, ésta aún se mantiene por debajo del nivel promedio de países con ingresos medios como el nuestro (18,1% del PBI). Por lo tanto, se viene implementando medidas orientadas a ampliar la base tributaria de manera permanente a través de: i) la racionalización de las exoneraciones y beneficios tributarios que generan gastos tributarios por aproximadamente 2,1% del PBI, además de distraer esfuerzos de la administración tributaria que podrían destinarse a su función recaudatoria, ii) el ataque frontal contra la evasión fiscal (cerca de 33% en el IGV y mayor a 50% en el Impuesto a la Renta), iii) la reducción del contrabando (cerca de 1,3% de las importaciones); iv) la integración de nuevos contribuyentes mediante mecanismos que promuevan una mayor formalización y el incremento de las actividades de fiscalización, v) el énfasis en transacciones electrónicas que no sólo facilitan el cumplimiento tributario y aduanero sino generan mejor y mayor oportunidad en la información, vi) la recuperación de la deuda en cobranza, vii) los sistemas de fiscalización y control basados en análisis de riesgo, y viii) la optimización, entre otros, del Impuesto Predial, Impuesto de Alcabala e Impuesto al Patrimonio Vehicular, con la finalidad de permitir el fortalecimiento de la gestión de los Gobiernos Locales sin afectar la equidad del sistema tributario, a través de la promoción del uso de tecnologías de la información. Mejorar la calidad del gasto público a través del Presupuesto por Resultados. El Ministerio de Economía y Finanzas tiene como objetivo que cerca del 100% del presupuesto programable (excluyendo gasto previsional, financiero y administrativo) sea formulado en programas con una lógica de resultados antes de finalizar este gobierno. El Presupuesto por Resultados es una manera diferente de realizar el proceso de asignación, aprobación, ejecución, seguimiento y evaluación del Presupuesto Público. Implica superar la tradicional manera de realizar dicho proceso, centrado en instituciones (pliegos, unidades ejecutoras, etc), programas y/o proyectos y en líneas de gasto o insumos; a otro en el que eje es el Ciudadano y los Resultados que éstos requieren y valoran. Potenciar la capacidad de absorción del sector público para invertir eficientemente los recursos públicos. Se debe continuar mejorando el sistema actual de inversión pública en todas sus fases (planeamiento y priorización, operación y mantenimiento, y monitoreo y evaluación). Se requiere una amplia estrategia de inversión pública que identifique las necesidades de infraestructura y las restricciones de capacidad tanto a nivel sectorial como territorial, estableciendo prioridades, cuantificando necesidades de financiamiento para su construcción y operación, y generando oportunidades para Asociaciones Público-Privadas en el mediano plazo. De esta forma, se evitará tener una inversión pública atomizada, con escasa conexión sectorial y territorial y baja rentabilidad económica y social. Entonces: El “multiplicador” puede expresarse como toda una gama de impactos positivos de la expansión de un sector productivo, así por ejemplo la exportación de Harina de Pescado en el Norte, provoca que los pescadores vendan más recurso anchoveta, los trabajadores aumentan sus remuneraciones, y el gasto de esos ingresos en los mercados de las ciudades norteñas aumenta la actividad productiva en toda la economía regional; estos impactos generan el efecto “multiplicador”. El modelo formal utilizado para la elaboración de los multiplicadores sectoriales se muestra ampliamente en la literatura especializada. El modelo usa los coeficientes técnicos de producción, los coeficientes de importaciones y consumo y la propensión marginal a consumir. Todos estos coeficientes se obtienen de la TIP 1994. El estudio usa la matriz INEI de 45 sectores productivos expresada a precios de productor, que se ajusta para convertirla en una matriz de transacciones “puras”, considerando la corrección producida por efecto de la producción secundaria. Los multiplicadores del PBI representan el efecto que provoca un incremento autónomo en la demanda final de cada sector sobre el PBI, después de considerar los efectos directos, indirectos e inducidos que el gasto inicial genera. Un ordenamiento de los multiplicadores del PBI muestra que, en general, los multiplicadores de Servicios son mayores que los de Industrias mientras que los Sectores Básicos tienen multiplicadores intermedios. El bajo nivel que muestra el multiplicador de Maquinaria y Equipo es un reflejo del nivel de dependencia en importaciones para bienes de inversión. Algunos sectores se pueden considerar reactivadores porque generan exportaciones (por ejemplo, la Harina de Pescado) mientras que otros son reactivadores porque representan inversiones (por ejemplo, la Construcción). Para tener una idea global del efecto multiplicador que tienen los diferentes tipos de demanda final, el estudio cuantifica los multiplicadores de la inversión y las exportaciones agregadas. El resultado muestra que el multiplicador de las exportaciones es mucho mayor que el multiplicador de los gastos de inversión. Los multiplicadores de empleo sectoriales son similares a los multiplicadores del PBI y también están determinados por una gama de impactos positivos que se generan por un incremento inicial de demanda de un sector. Hay dos tipos de registros del factor mano de obra en la tabla insumo-producto INEI-1994: los gastos en remuneraciones y el personal ocupado o número de empleos. En consecuencia, el estudio deriva ambos tipos de multiplicadores. El estudio muestra que los sectores de la economía que registran mayores multiplicadores de remuneraciones son seis sectores de servicios: Servicios del Gobierno, Servicios Financieros, Servicios No Mercantes prestados a los Hogares, Salud, Electricidad, y Seguros; en un segundo nivel se ubican seis sectores productores de bienes: Minería, Metales No-Ferrosos, Construcción, Bebidas, Calzado, y Maderas. A estos doce sectores les siguen los Servicios prestados a las Empresas, Educación y Transportes. Los sectores con los menores multiplicadores de remuneraciones son los de Maquinaria y Equipo, debido a su gran componente importado. El estudio muestra también, que los sectores de la economía con mayores multiplicadores de empleo son claramente diferentes de los sectores que generan mayores remuneraciones. Entre los quince primeros puestos aparecen diez sectores que no estaban incluidos en los primeros puestos del “ranking” por remuneraciones. Estos sectores son: Agropecuario, Otros Alimentos, Vestidos, Restaurantes y Hoteles, Molinería, Cuero, Comercio, Pesca, Azúcar, Textiles, y Preparados de Pescados. Algunos sectores de Servicios, Maderas y Calzado completan la lista de principales sectores empleadores. Cabe aclarar que los sectores que generan más empleo, no necesariamente implica más remuneraciones, porque son sectores (como Agropecuario y Agroindustrias) que dan empleo marginal pagando los salarios de mercado o el salario mínimo en el mejor de los casos, algunos analistas los consideran sectores generadores de “subempleo”. En el nuevo ranking se echa de menos a los sectores de exportación como la Minería, la Metalurgia y los sectores modernos urbanos como Electricidad, Seguros, Construcción y Bebidas. Estos sectores modernos pagan mayores salarios pero no generan tanto empleo directo e indirecto como los del nuevo ranking. Finalmente, existen cerca de 30 sectores en la TIP que registran un nivel de exportación significativo. Para esos sectores “exportables” se registra el multiplicador de divisas, esto es, el efecto neto sobre la balanza de pagos, descontando de la exportación original las necesidades directas, indirectas e inducidas de importaciones que la exportación original genera. Para este cálculo se requiere definir primero los multiplicadores de importaciones de la economía. Los multiplicadores de las importaciones muestran que hay un relativo alto efecto que tiene un incremento autónomo de las exportaciones, así el estudio muestra que por cada dólar exportado, 40 centavos de dólar son gastados en importaciones para sustentar esa exportación. El estudio muestra que los doce sectores más generadores netos de divisas son Harina de Pescado y Pescado Preparado, Minería y Metales No Ferrosos, Agropecuario y algunas agroindustrias (Molinería, Alimentos, Maderas, Vestidos, Textiles), Productos No Metálicos y Petróleo Crudo. Una conclusión importante del análisis es que existe una diferencia estadística significativa entre los efectos ocasionados sobre PBI y empleo, por un incremento de la demanda en los diferentes sectores de la economía. Por ello, es recomendable utilizar esquemas más perfeccionados que los modelos macro para este tipo de análisis de impacto económico, particularmente, los modelos insumo-producto.