C ompa ñ ía N ac io nalde D anza C ompa ñ ía N ac io

Anuncio
! " # ! $
#
'
% " " &
# (
) *
+
-
,
/
-
.
Compañía Nacional de
Danza
La Compañía Nacional de Danza fue
fundada en 1979 con el nombre de Ballet
Nacional de España Clásico, y tuvo como
primer Director a VíctorUllate. En febrero
de 1983 se hizo cargo de la Dirección de los
Ballets Nacionales - Español y Clásico María de Ávila, quien encargó coreografías
a Ray Barra, bailarín y coreógrafo
norteamericano residente en España,
ofreciéndole posteriormente el cargo de
Director Estable que desempeñó hasta
diciembre de 1990. En diciembre de 1987
fue nombrada como Directora Artística del
ballet, Maya Plisetskaya.
La incorporación del renombrado
coreógrafo y bailarín Nacho Duato como
Director Artístico de la Compañía Nacional
de Danza, en junio de 1990, supuso un
cambio innovador en la historia de la
formación. Duato estaba decidido a hacer
del ballet una compañía con identidad
propia, en la que, sin olvidar los preceptos
clásicos, se derivara hacia un estilo más
contemporáneo. Con este fin se incluyen en
el repertorio de la compañía nuevas
coreografías creadas específicamente para
ella, junto con otras de contrastada calidad
reconocida en numerosas compañías
internacionales. Asimismo, Nacho Duato
aporta a la Compañía Nacional de Danza su
trabajo como coreógrafo, alabado por la
crítica mundial y premiado por los
especialistas.
Nacho Duato
Nació en Valencia. Comenzó su formación
profesional en la Rambert School de
Londres, amplió sus estudios en la Mudra
School de Maurice Béjart en Bruselas y
completó su formación en Nueva York en
The Alvin Ailey American Dance Centre.
En 1980 Nacho Duato firmó su primer
contrato profesional con el Cullberg Ballet
(Estocolmo) y, un año después, de la mano
de Jirí Kylián, ingresó en el Nederlands
Dans Theater, compañía de la que fue
nombrado Coreógrafo Estable, junto a Hans
van Manen y Jirí Kylián, en 1988. Por sus
éxitos como bailarín recibió en 1987 el
VSCD Gouden Dansprijs (Premio de Oro
de la Danza). Su primera coreografía, Jardí
Tancat (1983), con música de María del
Mar Bonet, ganó el primer premio en el
Internationaler Choreographischer
Wettbewerb (Concurso Coreográfico
Internacional) de Colonia.
Sus ballets forman parte del repertorio de
las más prestigiosas compañías de todo el
mundo, entre las que se encuentran el
Cullberg Ballet, Nederlands Dans Theater,
Les Grands Ballets Canadiens, Ballet de la
Ópera de Berlín, Australian Ballet, Stuttgart
Ballet, Ballet Gulbenkian, Finnish Opera
Ballet, San Francisco Ballet, Royal Ballet y
American Ballet Theatre. La coreografía
White Darkness forma parte del repertorio
del Ballet de la Ópera de París desde
noviembre de 2006.
En 1995 recibió el grado de Caballero de
la Orden de las Artes y las Letras que
concede la Embajada de Francia en España.
En 1998, el Consejo de Ministros le
galardonó con la Medalla de Oro al Mérito
de las Bellas Artes.
En abril de 2000 recibió en la Ópera de
Stuttgart el Premio Benois de la Danse, en
su IX edición, que otorga la International
Dance Association, por Multiplicidad.
Formas de Silencio y Vacío (1999). Es
Premio Nacional de Danza 2003 en la
modalidad de Creación.
Desde junio de 1990, invitado por el
Instituto Nacional de las Artes Escénicas y
de la Música del Ministerio de Educación y
Cultura español, Nacho Duato es Director
Artístico de la Compañía Nacional de
Danza.
Romeo y Julieta
Un ballet en dos actos
Coreografía: Nacho Duato
Música: Sergei Prokofiev
Grabación musical: Orquesta Sinfónica
de Bohemia, director, Pedro Alcalde
Escenografía: Carles Pujol y Pau Rueda
Idea original de Figurines,
Escenografía y Diseño de Luces: Nacho
Duato
Figurines: Lourdes Frías
Diseño de Luces: Nicolás Fischtel
(A.A.I) –sobre un primer trabajo de
Miguel Ángel Camacho
Estrenado por la Compañía Nacional de Danza
en el Palacio de Festivales de Cantabria el 8 de
enero de 1998
Romeo y Julieta es una de las obras más
populares de William Shakesperare. Su
densidad emotiva es, probablemente, la
causa de la fascinación que ha ejercido a lo
largo de todos los tiempos. La coexistencia
en ella de elementos líricos y trágicos
anuncia un nuevo estadio de la evolución
dramática de su autor. Cuatro conceptos son
determinantes en Romeo y Julieta: el
destino, los presagios que preludian un fin
trágico; la acción, propiciada por la
enemistad de las dos familias y la
precipitación en las decisiones; el amor, en
continuo contraste con el odio; y la muerte
como única forma de perpetuar un amor
que tan sólo encuentra obstáculos a su paso.
De entre todas las obras de Shakespeare la
que se ha visto transportada más veces a
ballet ha sido Romeo y Julieta.
Para dar con la primera escenificación del
ballet hay que retroceder hasta 1785, en que
la estrenó un tal Eusebio Luzzi en Venecia.
Sin embargo, la mayoría de estas obras han
sido creadas durante los últimos treinta
años. El responsable de esto no es
Shakespeare sino Prokofiev. La partitura que él compuso antes de la guerra y que el
Kirov estrenó en Leningrado, con
coreografía de Leonid Lavrovsky - es un
auténtico prodigio de música escrita para
ballet del siglo XX.
Siguiendo la más genuina tradición del país,
la vinculación de los primeros compositores
rusos con la danza ha sido permanente.
Resulta extremadamente difícil que algún
compositor ruso no nos haya dejado
inolvidables partituras de ballet. Sergei
Prokofiev (1891-1953) fue uno de los niños
prodigio de fines del pasado siglo. A sus 9
años de edad, había compuesto ya una
ópera. En 1914, cuando el compositor tenía
23 años, Diaghilev le encarga el que será su
primer ballet. La Gran Guerra, sin embargo,
impedirá su estreno, aunque sobreviva su
música bajo la forma de Scyrbian Suite. De
ahí que conste Chout (1915) como primer
ballet del joven compositor, estrenado en
1921 por los Ballets Russes con coreografía
y diseños de Slavinsky Larionov. El año
1918 marca el inicio del destierro de
Prokofiev, primero en Estados Unidos.
Durante esta etapa continúa la colaboración
con Diaghilev. En 1933, Prokofiev, siempre
con nostalgia por su país, regresa a la Unión
Soviética, donde creará partituras para
películas del nuevo cine ruso. Es en esta
época que el compositor empieza a trabajar
con la que será su gran partitura de ballet:
Romeo y Julieta. Las primeras
conversaciones sobre la posibilidad de un
ballet basado en la tragedia de Shakespeare
tuvieron lugar con la ópera y el ballet del
Teatro Kirov de Leningrado. A pesar de
ello, fue el Teatro Bolshoi el que
concretaría el encargo. Prokofiev
compondría durante el verano de 1935 la
mayor parte de la música de su ballet, pero
finalmente surgieron varias dificultades, y
el estreno quedó pospuesto. La exaltación
del amor, de la comprensión y de la paz que
traduce la música de Prokofiev elevará la
discutida composición a la categoría de
obra universal y al nivel que reclamaba la
historia de William Shakespeare. Entre los
años 1935 y 1937, algunos fragmentos
musicales de dicha partitura se interpretan
como suites o en transcripción para piano.
El ballet se estrena por fin en Brno
(Checoslovaquia) en diciembre de 1938. El
libreto es de Lavrosky, Radlov y el propio
Prokofiev, y la coreografía es de Ivo Psota.
La producción soviética, con coreografía de
Lavrosky, estrenada en el teatro Kirov el 11
de diciembre de 1940, será durante muchos
años modelo a seguir por la mayor parte de
producciones posteriores. En años
sucesivos, el ballet se difundió
irresistiblemente y entró en el repertorio de
todas o casi todas las compañías soviéticas.
Reflexiones del coreógrafo sobre su
concepto de la obra
El 8 de enero de 1998 estrené, con la
Compañía Nacional de Danza, Romeo y
Julieta, ballet sobre música de Sergei
Prokofiev en versión de dos actos. Mi
objetivo fue que la coreografía se ciñera
fielmente al drama de Shakespeare, pero,
sobre todo, intenté montarla respetando al
máximo la partitura de Prokoviev.
Romeo y Julieta supuso sin duda un reto
para mí como coreógrafo, así como para
todos los implicados en su realización. La
idea de realizar un ballet sobre el drama de
Shakespeare me había perseguido durante
muchos años. El tema de Romeo y Julieta
ha sido tratado por numerosos coreógrafos,
incluso al margen de la música de
Prokoviev. En mi caso he querido dar un
enfoque más humanista a la historia de los
amantes de Verona, acercándola de alguna
manera -siempre a través del movimientoal hombre contemporáneo. Mi trabajo se
centra en la expresión del drama de
Shakespeare a través de la danza en sí
misma, intentando despojar la obra de todo
lo superfluo que pudiera relegar a un plano
secundario lo que siempre ha sido mi
prioridad: la expresión a través del
movimiento. Intento producir un lenguaje
directo y humano, de modo que la historia
conmueva rápidamente, desarrollándose
con creciente interés hasta su trágico final.
Este Romeo y Julieta no quiere quedarse en
la anécdota particular de aquellos dos
amantes, sino que quiere hablar al
espectador de algo más universal, que
siempre estuvo en el drama de Shakespeare:
la historia que nos cuenta cómo la pasión y
el amor pueden vencer terribles obstáculos,
superando muros de odio e incomprensión
que se alzan a menudo entre los seres
humanos. Pretende ser pues una coreografía
que hable al hombre contemporáneo de su
propia realidad.
Diez años después…
El 30 de mayo de 2008, diez años después
de su estreno en Santander, pero también de
su presencia entonces en muchas otras
ciudades entre las que se incluye Sant
Cugat del Vallés, Romeo y Julieta vuelve a
este Teatre-Auditori de Sant Cugat para
celebrar su décimo aniversario. Fue en sus
talleres donde se realizó la escenografía de
la obra, la cual idearon Pau Rueda y Carles
Pujol, técnicos habituales de este teatro. La
relación de la Compañía Nacional de Danza
y del Teatre-Auditori se intensifica aún más
con esta reposición en la que todos los
implicados - bailarines, técnicos,
repetidores, escenógrafos... - han trabajado
con una entrega y una ilusión encomiables.
Permitidme también un recuerdo cariñoso
para alguien que no está más con nosotros,
Lourdes Frías, que realizó un maravilloso
trabajo con el diseño de vestuarios de
Romeo y Julieta. Después de Sant Cugat, la
obra viajará a Génova y Japón (Tokyo y
Biwako), entre otros destinos.
Nacho Duato
Pedro Alcalde
Director de Orquesta
Nacido en Barcelona, estudió en su ciudad natal
piano, flauta, violín, composición, además de
licenciarse en Filosofía en la Universidad de
Barcelona. Realizó estudios de dirección de
orquesta en la Columbia University de Nueva
York, donde obtuvo el título de Master of Arts.
Estudió dirección después en la Hochschule für
Musik de Viena con el profesor Karl
Österreicher. En 1988 se doctoró en
Musicología y en Filosofía en la Freie
Universität de Berlín.
En 1984 ganó el premio del concurso
internacional de directores de orquesta
celebrado en Bad-Wiessee. Ese mismo año
dirigió la Historia del soldado de Stravinsky en
el Horace Mann Auditorium de Nueva York. Ha
trabajado como segundo director en la Opera de
Viena. En 1990 fue director asistente de la
Filarmónica de Viena y de 1991 a 1996 de la
Filarmónica de Berlín con Claudio Abbado. Ha
dirigido numerosas orquestas europeas como las
de Berlín, Frankfurt, Leipzig, Roma, Bolonia,
Ferrara, Madrid y Barcelona. En 1996 inició una
serie de grabaciones experimentales en la Radio
de Berlín (SFB) con las últimas sonatas para
piano de Beethoven. Actualmente está grabando
para la SFB las últimas piezas de piano de
György Kurtág. Pedro Alcalde ha interpretado
obras de destacados compositores actuales como
Sotelo, Goyette, Kurtág, Rihm o Nono. De
Alberto Iglesias ha dirigido, además de su ballet
Self con la coreografía de Nacho Duato, la
música de la película de John Malkovich The
Dancer Upstairs.
Desde 1998 colabora regularmente con Duato y
la Compañía Nacional de Danza. Junto con
Sergio Caballero ha compuesto la música de las
coreografías de Nacho Duato para la CND:
Herrumbre (2004), 17 (2005) y Alas (2006).
Lourdes Frías
Diseñadora de Vestuario
Nació en Madrid en 1957, ciudad en la que
falleció en 2006. Estudió Diseño de Interiores
pero posteriormente su carrera se desarrolló
hacia el Diseño de Moda.
En 1986 se trasladó a Londres donde estudió en
la prestigiosa escuela de Diseño Central Saint
Martins College of art and Design. En esta
ciudad trabajó para el diseñador japonés Koji
Tatsuno y con la danesa Anne Lise Kjäer. Más
tarde trabajó en la realización de sus propios
diseños en su estudio de Notting Hill Gate.
En 1995 regresa a España invitada por el
diseñador Adolfo Domínguez para trabajar en
su firma.
En 1997, Nacho Duato, coreógrafo y Director
Artístico de la Compañía Nacional de Danza le
ofreció la realización del diseño de vestuario de
su última producción: el ballet Romeo y
Julieta.
White Darkness supone la segunda
colaboración entre ambos artistas.
Nicolás Fischtel
Diseñador de Iluminación
Ha cursado estudios de diseño de iluminación y
sonido en la Real Academia de Arte Dramático
de Londres (RADA), teniendo como profesores
a Neil Fraser y Francis Reid entre otros. Como
becario Fullbright continuó su formación
académica en la Escuela de Arte Dramático de
Yale (Connecticut-USA) bajo la supervisión de
Jenniffer Tipton y William Warfel.
Desde 1984 colabora como iluminador con
el Teatro SANPOL en Madrid (Aladino,
Castillos en el Aire, El Mago de Oz, Piratas a
babor, El Principe rana, Los Músicos de
Bremen, Los Fantástikos, etc.).
Desde 1991 hasta 1996 fue Diseñador de
Iluminación residente y Director Técnico de la
Compañía Nacional de Danza dirigida por
Nacho Duato, donde realizó la iluminación de
14 coreografías estrenados por la Compañía.
También ha realizado los diseños de
iluminación de coreografías de Nacho Duato
para las siguientes compañías: Nederlands Dans
Theater (Holanda), Berlín Ópera Ballet, Les
Grands Ballets Canadiens, Australian Ballet,
Gulbenkian Ballet (Portugal), Sttutgart Ballet,
Ballets de Montecarlo, Pacific Northwest Ballet
(Seattle), Hubbard Street Dance Co. (Chicago),
Ballet Ópera Finlandia, Asami Maki Ballet
(Tokio).
Recientemente ha trabajado para el San
Francisco Ballet, Compañía Nacional de Danza
2, Joan Lluis Bozzo, Daniel Bohr, Juan Pedro de
Aguilar, Victor Conde, Ramón Oller, Junior
Ballet del Conservatorio de Danza de París,
Jesús Cracio, Ricard Reguan, Thaiku Teatro,
Washington Ballet, Tulsa Ballet, Compañía
Flamenco Vivo, Compañía Andaluza de Danza,
Ballet Nacional de España, etc. Además ha
seguido realizando trabajos de Nacho Duato
para la Compañía Nacional de Danza como son
Remansos y Romeo y Julieta, Txalaparta y
L’ Amoroso.
EXTRACTOS CRÍTICAS
ROMEO Y JULIETA
Barcelona
Un montaje (Romeo y Julieta) sobrio y
elegante que pone de manifiesto el alto
nivel de la compañía.
El Periódico - Montse G. Otzet (15/7/2001)
Bailando con pasión
El amor apasionado en todas sus facetas
carnal y filial, como maravillosa
sensación desestabilizadora de los
sentidos, triunfante sobre la
incomprensión humana, moldea
ideológicamente el ballet Romeo y
Julieta de Nacho Duato. El mismo
sentimiento profundo que dispara cada
movimiento de los bailarines de la
Compañía Nacional de Danza (CND) y
que, a través de sus cuerpos, alcanza una
ejecución sublime.
(...) Con talento (Duato), crea una
atractiva disparidad entre la fría elegancia
de la puesta en escena y la voluptuosisdad
del baile, un baile desnudo de la
superficialidad, que se muestra enérgico y
vivaz en las escenas corales, y exquisito
en los pasos a dos.
Este ballet tiene como protagonistas,
además de la pureza y belleza de su
vocabulario coreográfico, a los 30
magníficos bailarines que componen la
CND. Saben ser sutiles y arrogantes
cuando encarnan a la nobleza y
bulliciosos y pendencieros cuando son del
pueblo.
El País – Carmen del Val (15/7/01)
Sevilla
El amor verdadero
Romeo y Julieta, que ha puesto el cartel
de "no hay billetes" en el teatro
Maestranza, es una de los mejores obras
de Duato (...) bailarines que con una
técnica impecable impregnan además de
interpretación cada momento del
espectáculo.
(...)Duato ha sabido "contar" una historia
con el romanticismo y la dulzura de los
quince años de Julieta y la grandeza e
imaginación de una corte medieval: amas,
espadachines, mercaderes, fiestas...
(...)La coreografía de Nacho Duato es
brillante, y al mismo tiempo sobria.
(...)Duato se confirma en el universo
geográfico entrando en la difícil
costelación de los ballets de argumento.
Diario de Andalucia - Marta Carrasco (15/11/98)
Contar sin palabras
Con las localidades agotadas, como
siempre, recibió el público del
Maestranza el pasado viernes a la
Compañía Nacional de Danza que dirige
Nacho Duato.
(...)En Romeo y Julieta el coreógrafo
llena el escenario de giros, de
movimientos, a veces largos y fluidos, a
veces cortos y quebrados, pero siempre
llenos de vitalidad y dinamismo, tanto en
las escenas corales como en los pasos dos
o en los solos.
(...)Todos los bailarines que protagonizan
la historia, hermosos y creíbles,
demuestran el rigor y el altísimo nivel
técnico que Duato ha perseguido siempre
en los trabajos de la Compañía Nacional.
El Correo de Andalucía - Rosalía Gómez
(15/11/98)
El valor de la emoción
Un Romeo y Julieta enternecedor,
humano, y sobre todo cargado de
emoción es la versión que Nacho Duato
ha montado para la Compañía Nacional
de Danza y que se estrenó en la noche del
viernes en Sevilla.
Lleno total, no hay entradas desde hace
varias semanas.(...)El resultado: grandes
aplausos.
(...)El coro de baile está perfectamente
defendido, y Duato no escatima en
recursos para que el lucimiento de todos y
cada uno de los bailarines sea el máximo
posible. Esta Compañía ha conseguido un
nivel técnico y artístico que está al nivel
de los mejores del mundo.
(...)Todas las composiciones donde el
cuerpo de baile aparece están limpias en
cuanto a líneas, homogéneas de estilo y
sobre todo justificadas dentro de todo el
contexto de la obra.(...)La tragedia se está
palpando desde el principio y lleva al
límite el hilo en la escena final de la
muerte de Julieta, que resulta
conmovedora.
ABC - África Calvo (15/11/98)
París
Con ardor
Hace tiempo que cuelga en el Teatro de
Saint-Quentin-en-Yvelines, uno de los
escenarios nacionales más bonitos de la
región parisina, el cartel de "No hay
localidades" para las cuatro
representaciones del Romeo y Julieta de
Nacho Duato.
(...) Nacho Duato sigue fielmente la
partitura de Prokofiev y la coreografía se
adapta a los más pequeños detalles, lo que
crea una versión a la vez muy clásica y
muy personal.
(...) El coreógrafo revive la historia de los
amantes de Verona con gran emoción. La
escena del reencuentro de Julieta y
Romeo es de una poesía arrebatadora. (...)
Nacho Duato muestra una gran ternura en
las escenas de amor, a las que Mar
Baudesson, Julieta, y Kim McCarthy,
Romeo, aportan una sensibilidad
conmovedora, mientras que los duelos y
combates son de una violencia
espectacular, ejecutados de forma
brillante por un cuerpo de baile que
muestra una técnica y una energía que se
ganan la admiración del espectador. El
Tibalt de Patrick de Bana es excepcional,
el Mercutio de Luis Martín Oya y el
Capuleto de Thomas Klein son
extraordinarios.
Nacho Duato ha sabido crear unos
personajes humanos y cercanos al
público. Todo el primer acto refleja una
juventud entusiasta y optimista, miestras
que el segundo se sume en el drama.
(...) El ballet de Nacho Duato es un largo
movimiento de baile lleno de ardor y
pasión. Es decir, Nacho Duato y su
Romeo y Julieta se sitúan en un alto
nivel y en el más alto entre los
coreógrafos actuales.
Le Figaro - René Sirvin (3/10/98)
Madrid
Sobriedad y elegancia
(...)Duato está obsesionado por contar con
claridad la historia de los dos jóvenes
amantes a través del movimiento. Lo
cuenta con sobriedad, describiendo con
elegancia sencilla las diferentes
situaciones, moviendo a los grupos en
función de la creación de climas,
potenciando los elementos del lenguaje,
especialmente en la pareja protagonista.
(...)Cantar, decíamos. Los que cantaron
fueron los cuerpos de los bailarines: la
pareja protagonista; la madre de Julieta,
qué elegancia; los cuerpos de baile de
capuletos y montescos. (...)Por encima de
todo, se percibe la solidez de un trabajo
en equipo.
El País - Juan Ángel Vela del Campo (14/9/98)
Duato, de la mano de Prokofiev
El Teatro Real abrió su segunda
temporada con la versión de Romeo y
Julieta de la Compañía Nacional de
Danza
(...)el director de la Compañía Nacional
de Danza se revela en este Romeo y
Julieta como un creador en plena
madurez y con su talento en total
ebullición. (...)Asentado sobre una
musicalidad impecable (una cualidad que
ha demostrado siempre el coreógrafo
valenciano) y una desnudez que en
ocasiones roza lo abstracto, este Romeo y
Julieta posee una frescura, una
naturalidad y una limpieza que lo
convierten en ejemplar. Duato sabe
coserse a la música para contrastar las
escenas, con un magnífico empleo del
canon y del enfoque. Huye de la
dispersión y sabe dar de lleno en el matiz.
ABC - Julio Bravo (14/9/98)
Ágil, maduro y emocional
(...)Sobresalen, dentro de esta obra de
madurez, la musicalidad y la fuerza
dinámica que marcaron al joven Duato de
los 80, abrochado a la impresionante
partitura de Prokofiev; un reto del que
sale revalorizado logrando una clara,
concisa y ágil narración del drama, en la
que por encima de todo brilla,
absolutamente magnífica, la compañía al
completo.
(...)La escritura duatiana surge con
belleza siempre y despega su creatividad
y contenido expresivo en los solos y dúos
fundamentales, llegando la obra a un
segundo acto impresionante,
curiosamente donde la música es ya un
volcán imparable y la mayoría de los
coreógrafos pierden la batalla de
representar su contenido trágico.
El Mundo - Julia Martín (15/9/98)
Santander
Una visión contemporánea
Romeo y Julieta (...) Sin embargo
ninguna versión contemporánea ha tenido
importancia hasta la de Duato.
(...) Duato es continuista aunque
renovador. Lejos de cortarle las alas, el
hecho de seguir una música llena de
contenidos fijos y un argumento
archifamoso, de los que no se desvía un
ápice, ha ampliado el horizonte creativo
del coreógrafo.
(...) Descubre lo importante, el dúo y el
solo, y transforma la emoción de las
palabras de Shakespeare en acción de
danza.
(...) Mar Baudesson emociona en su
transformación en adolescente que
descubre y se precipita en el amor hasta
abandonarse encima de la daga. Kim
McCarthy es un Romeo entregado pero
más sereno, como debe ser.
Su danza, desde el primer encuentro, está
llena de ideas nuevas y bellísimas
expresiones de forma que, a veces, no
tienen tiempo de disfrutarse y que son
esbozados entre el intenso y continuo
vuelo duatiano.
El Mundo - Julia Martín (10/1/98)
Doble brindis
Duato ha realizado una brillante y
emotiva versión de la historia de los
amantes de Verona, que acerca al hombre
de hoy a través de un rico gesto
contemporáneo, y que estrenó
precisamente el día de su 41º cumpleaños.
(...) Nacho Duato ha creado una
fascinante pieza con dos protagonistas
absolutos, la pureza y belleza de su
lenguaje gestual y los 30 magníficos
bailarines que componen la Compañía
Nacional de Danza; su sólida preparación
técnica y su fuerte personalidad escénica
les permite abordar sin problemas las
dificultades de la estructura coreográfica
y la densidad emotiva que emana de la
obra. Son arrogantes y bellos cuando
encarnan a la nobleza, y alegres y osados
cuando son el pueblo.
El Romeo y Julieta de Duato es ágil,
pasional y humano.
(...) El autor, en éste su primer ballet de
larga duración, utiliza un vocabulario
coreográfico fértil, desnudo de
superficialidad y regido por un profundo
sentimiento, que provoca un expresivo
gesto. es enérgico en las escenas de grupo
y sublime en los pasos a dos, en los que
entabla un intenso diálogo cuerpo a
cuerpo.
El País - Carmen del Val (10/1/98)
"Romeo y Julieta" reviven en una
sensible y sobria versión de Nacho
Duato
Hay que empezar diciendo que en su
estreno el éxito de Romeo y Julieta ha
sido apoteósico, y que el tantas veces frío
público santanderino ovacionó con calor
y entusiasmo a bailarines, coreógrafos y
músicos. Nacho Duato se encuentra
cómodo en la historia y la música de
Romeo y Julieta.
(...) Duato ha buceado en la partitura, ha
bebido en sus melodías. Y sabe encontrar
los acentos adecuados para cada
momento, y sabe coser su coreografía a
las notas que se encuentra.
ABC - Julio Bravo (9/1/98)
El "Romeo y Julieta" de Nacho Duato
triunfa en Santander
Tras el estreno del ballet, el coreógrafo
y los bailarines de la Compañía
Nacional de Danza recibieron una de
las mayores ovaciones que se recuerdan
en el Palacio de Festivales de Cantabria
El ballet Romeo y Julieta de Nacho
Duato, conquistó el jueves, día de su
estreno, al público de Santander, que se
entregó sin condiciones a un espectáculo
vibrante, lleno de emoción y cuidado
hasta el mínimo detalle. Los bailarines de
la Compañía Nacional de Danza,
encabezados por una magistral Mar
Baudesson en el papel de Julieta,
recibieron al finalizar la representación
una de las mayores ovaciones que se
recuerdan en la sala Argenta del Palacio
de Festivales, que registró un lleno total.
(...) Las escenas corales, entusiastas,
llenas de movimientos y con toques
pícaros, se combinan con otras más
íntimas y tiernas como las que
protagonizan Romeo y Julieta o ésta y su
nodriza.
(...) El trabajo de los bailarines queda
realzado por el vestuario, sobrio y
elegante.
La Vanguardia - Ana Gámez (10/1/98)
Descargar