Manifiesto primero que presenta al pueblo el ciudadano Manuel de

Anuncio
I
-.
ff
No
país.
juzgo que la Gomision ha procedido por dolo
peio una piedad mal enten.
en su ultima modificación,-
puede exponer
dida,
Congreso
al
cbar hoy
modos están á mi alcance. N<^
tos
pudieron estar establecidos,
WPI
República
Las voces que
se
el
que
dejado después
solo,
establecido
que continua hasta
pretérito,
cien.
y
conteste
se
haber
establecidos, no
Estaban
.
participio
E\
cidos.
mañana.
inñniío los sofismas; asi los impido de cuan*
Temo
la
ridiculo de de8e«
al
una proposición, y sancionarla
es,
establo
un
explica
presente sininterrup*
agregaron fueron un pretexto
repepara abrir una nueva discusión sobre un punto
admite por la
lido. Es muy posible que si este no se
Cosa es de
otro.
sostituja
se
mayoría, inmediatamente
mucho
dar poderío para hacer leyes.
riesgo
Roma
perdió su libsrtad, que recobró por un atroz exceso.
A
nosotros nos limita la nuestra
yéndose
la
tuir los
artículos desechados.
no
Repito
por
que he dicho
lo
taleiitos
Eito
el fin.
libertad.
dia de antes de ayer,
no corresponden a mi amor excesivQ
/No hay
la patria.
el
un
esto lo hace
donde no hay igualdad no hay
es igualdad-, y
que mis
Cuando
su proyectóse reserva para
lepresentanie,
M
comisión, atribu-
la
autoridad exclusiva dé modificar y sosti-
debate en que no
me halle
coa
saber deeste vacío/ /Q:ué desconsuelo, concebir y no
su ^-ran
en
ponerlas
á
seprollar las ideas, no a;Ceriar
de
punto
vista/
Socorredrafi,
P. C. La patria perece,
examen
si
auxiliadnae} protejedme
Ips
españoles se elevan s¡«
i la dignidad de ciudadanos.
Concluyó nues-
¿Quie'n quep»,
tra íiberíad, con^lujopara no recuperarse.
rá sobrevivir á
cuenciag.
sejos
de
No
ui),
tc^n
trajico sijcesp,?
Meditad ksqonse»
oigáis vuestro corazón: escuchad los con-
espíritu firme, recto,
ímparcial.
Si
moa, /que responsabilidad, que remOí-dimieií^Oí,
acusación pública é interna! Desechad
erra-
qm
P. C^. el articulo.
18.
MANIFIESTO
PRIMERO
QUE PRESENTA AL PUEBLO
EL CIUDADANO MANUEL DE VIDAURRE
DEL ATENTADO CONTRA LA SEGURIDAD
PERSONAL,
HABIÉNDOLO SACADO DE SU CASA
PRESO CON SOLDADOS,
EL MARTES 25 DE DICIEMBRE PRIMERO
DE PASCUA,
á la una y media del día, por orden del Presidente de la República, expedida por el ministro
de la guerra don Juan Salazar,
^^
-
Se agrega al
fin
_
-::'
un discurso sobre
f
los
de*
rechos de ciudadanía.
LIMA
1827:
IMPRENTA REPUBLICANA VEJ, CONCHA
l?«M
m
PRIMERA PARTE,
Depüis
la rccolulion
ilustres citoyens.
Después de
zado á
los
,
chaqué faciion a déchire ees
Cheatub'rian.
la
ilustres
revolución, cada facción
ciudadanos.
ha
destro*
*^
ioaf
loa'
ix^'^W ív-*"w
^°52SO^OÍo&o;
^x»
*5CT
IJXT
Tvr-
JlTítai
ít%oras,
S
los
pu
el divino
Pitaderas, el amante de
Dios
hombres, fué acusado de
conspiración contra ¡a
.ca. Censuraba
,a vida de lo. inicuos,
predicaba
"^"^";7'^'- ^-"rukd
rTdadsnl
supenor á ellas. Tuvo
que
cando
..lo ent.e
bestias
leyes,
y ninguna autohuir á los monfes,
busferoces : no lo dañan
na
ca me mord.o n.
p.có ningún insecto
ponzoñoso. Mis
-melantes, mis amigos, -mis
favorecidos, de ellos
soa
heridas que no me
incitan ala venganza,
y que son un estimulo para beneficiarlos de nuevo
Pi
tagoras pudo huir de sus
perseguidores, jo no huiré
l^n su s.glo no se conocia
esa delicadeza de
honra
que es la mejor guardia en
la presente.
¿Quien no
prefe.irá el cadalso que
ve levantarse por la
impostura
y la calumnia auna fuga, qne aunque provocada
por la certidumbre de un
atentado, deja para siempre
en duda la inocencia? El
caso lo hubo en mi familia
Ll rencoroso Jesuíta sostuvo
causa injusta contra mi
pariente don José de
Antequera. Los medios eran ¡numerables y seguros para
escapar del poder y la ambición. Murió asesinado,
y las mas remotas generaciones
han de venerar su memoria.
Sea esta mi suerte. No
merecerá asenso la acusación,
conociéndome, y conociendo á los delincuentes.
Herid d calumniador cok
~es3.
:é
heridlo, digo yo, patentizanvergas, decia Charondas:
la negra nube de !a maqu.iv
rompe
Se
do lu calumnia.
esplendor la inocencia.
nación, y aparece en su
HISTORIA
En
todo
DEL PROCESO.
proceso criminal
el
sabio y experto raa-
que ha de ecsarainar es el origen
iistrado,lo primero
delito. De otro modocausa, cuyo efecto fué el
de
la
la entidad, ni instruirimposible que sepa mensurar
cualidades. En un homicise de las circunstancias y
en un r6bo, la preparación;
dio, la anterior enemistad;
es
En
los tu-
anticipadas.
en un adulterio, las relacioaes
requiere el talento, la dismultos mas que en todo, ee
ha de íijar la vista ea
la imparcialidad. No se
crecion,
los anteriores. Es uu
hecho presente, sin indagar
gobernado en justicia, donde el
dogma: ningún pueblo
segudonde el individuo goza en
el
mérito se premia;
del hombre y del ciudadalidad los sagrados derechos
buenas y fielmente ejecutadas,
no- donde las leyes son
Esta es la filosofía de
no'bay azonadas ni sublevaciones.
la jurisprudencia.
discurso,
ducido
si
Y
es
raí
por esto que poco valdna
proha
que
la semilla
antes uo presentase
frutos serán
este árbol falal, cuyo,
mas dañosos
intereses.
que á mi houor, vida é
Carta, quisa
la
formar
comisión encargada de
actualmen.
que
ciudadanos á los godos
á la república,
La
introducir
te
^
como
todos aquellos
ecsisiian en el estado, y i
que fueron
se
por su gusto. Para esto
expelidos, ó que emigraron
voz
la
de
o
o articulo 4.
y en lugar
altero el caso 4.
'•'""'
áatii
desde se puso
ocurrió
ai
hasta. (1) El diputado
efugio de haber
sido
Protestó qué aquel fué siempre
Si atendemos á
sion.
debate,
conoceremos
dio en el intermedio
la errata
la
que
Gómez Sanche^
un error de imprenta.
el
parecer de
la
comi-
fecha del proyecto
y á la del
la
excusa es inverosímil Se
un papel de adiciones: advertida
de imprenta, debió entonces haberse
enmen-,
dado. Nada mas extraordinario, que
esperarse sancionasen otros articuios, manifestando al
Congreso el defecto al tiempo de discutirse el
caso y sin anticipada
prevención. Esto es propiamente una
sorpresa. El señor Alvares miembro de la comisión
aseguró, que fo«
dos se habian convenido en el articulo
como se halla
impreso. Extrañó mucho que se
hubiese alterado, sia
darle noticia de elío.
Reconvención tan justa debía
ruborizar á sus compañeros.
Viendo mi patria
la tribuna
(1)
Los
al borde del precipicio,
tomé
y hablé mas como un furioso, que como ua
artículos se sujetaron
á debate en el o>-
den que sigue.
® Los extranjeros establecidos en la
Uepühlica anano de 1820, primero de la
independencia, cotí
tal que se inscriban en el registro
público. 2. o
1.
tes
del
Los ex*
iranjeros estableados desde el año de
1821 primero de
la independencia, con tal que se
inscriban
en el regís*
tro público. 3.
ru desde
cia,
d
con tal
Los extranjeros avecindados en el
Pe*
año de 20 primero de nuestra
independenque no hayan abandonado el país
á
=>
caun
sa del sistema,
y
que se
trascriban en el registro
respectiva mmicipalidad.
2
de ía
lift
©raaor
no
?
mi discurso algún
ol)stalite,
aparecerá
di a
impreso. La América toda sabe, cuales sen mis sentimientos de amor á la libertad, de odio á los españoescandalosa sostiíucion fué descebada por 70 vo-
La
les.
contra cuatro.
tos
Se sujetó a debate inmediatámeníe
estaba en
como
sechado. Nada, nada
el
caso
se
el
projecto,
y
fué también de.
quiere de godos, ni con go'"
'
dos. (2)
Obstmados en sn deseo
de
los señores
comisión
la
Esto dio
dos repelidos.
formaron un articulo de
mérito al debate mas acalorado que tuvo jamás
los
á tener.
greso, ni qne volverá
hablar muchas veces que
la
Conseguí después de
ánimos no estaban tan conformes como
bras. El dia diez lunes en que alcancé la
¡os
Los sentimientos de mi banco han
mejicanos, como consta
Con-
comisión cediese. Peio
los
(2)
el
del
las pala-
victoria,
sido los de
capitulo de
carta
si-
guiente.
Acápite de carta de Veratruz de
Jlqm cada
dia
nan caliendo
mas
18 de julio,
los
gachupines-^
encontraron
de resultas de las ramifc aciones gue se
decreto por
un
dio
Arenas,
se
padre
en la causa del
el
Soberano Congreso, en qve se quitaba
el
mando
de la federación; cut/o decreto
a todos los gachupines
que hasta los guardas
se ha cumplido tan á la letra,
se
han quitado.
El
estado de
Feracruz ha recibido
hecho una
•nmy mal este decreto, por lo que le ha
de nada
pero
guerra de papeles al gobierno terrible;
que traesfuerzos, y han tenido al fin
\an
valido sus
garlof
xk:
apenas había bajado
tribuna,
cuando en
iMejia.
Siendo
bía
armas Luna Pizarro en
las
sala
la
muy
interior fui insultado
repetidos
los
recibido traté de retirarme para
Puse
tregué
á
un nuevo
tuve
Ni
insulto del agresor,
para
los
orden
el
diputados
doiide mas
que tal vez
demasiado terminante.
al
me
advirtió que
No
por aquel lugar.
no hay
por la
barra.-
podian:
entran y salen po«
acomoda.
les
De que
salir
en-
el su.
fué no expo-
ello
presidente ni ningún diputado
el
la
interior pasé
el
para
podia darle una contestación
era contra
y
refiriéndole de palabra
razón que
ha.
no volver mas»
secretaria,
¡a
de hacerlo por
vez
La
"barra:
nerme
presidente,
al
En
ceso.
una nota en
efecto
al
por
que
ultrajes
ía
pueblo
vio que me salía, me siguió,
Le increpé aquel movimiento de un modo muy grave.
Mas al contemplar que mis razones rio eran suficientes
para
el
aquietarlo,
me restituí á la sala y á mi silla.
modo hasta que concluyó la sesión.
'Permanecí de ese
Mé
entonces a mi
diriji
ver mas
al
El martes once
vilca.
el
que
Me
ponderó
me
se rae presentó
la
iisjuria
me
habia dicho
que yo no
casa con ánimo de no vol-
Congreso.
oí,
y que ahora
me
cia.
Me
enemigos,
qae
se hallaba la
efreció que
me
si
me
añadió
persuado fué una im-
Hablamos de
de los que defendieron á
el peligro en
infame Nina-
daría de patadas; «xpresioa
postura para encender mi ánimo.
posiciones
el
de Mejia, y
las
pro-
los españoles,
libertad é
y
independen-
quería sostenerme contra mis
entregaría el cuartel de Santa Catalina
y algunas tropas. Mi
el modo de perder la
contestación fué: este
república, ¿Quiere
si
seria
ü. obscu-
en
gloriosas
recer sus acciones
Estado con
favor del
Ruborizado inmediatamente
una revolución?
pide.
No
andio
absolutamente bruto, sin
edacacioQ
des-
se
con
habia motivo á largas discusiones
íiti
princi-
ni
pios.
En
Keferi
tomé mi calesa y me
acto
el
La-Mar
general
al
fui á palacio.
lance de Mejia, la causa
el
porque habia salido por la barra, las ofertas qu6 se
une acababan de hacer del cuartel y gente armada,
aunque sin decirle el nombfc de la persona, lo que
tampoco
me
preguntó.
porte para Chile, y
si
Le
me
rogué
quería
nombrase plenipotenciario. Jamas
que no
hice una
le
mismo mi ruego. No
fuese este
El miércoles doce pasé una
ocho
días
la
glamento. Apenas
la
al
habia remitido cuando se
dias antes diciendome,
rito qu3 se hallaba sin
á
S.
E.
para que
lo
sumí que venia por
que no era
ese
^ju
Delgado que tengo
Inmediatamente di
aparecen
del
me
me
el
Pre.
ejército.
me
dijo
entregó uaa carta de
Me
despavorizé
al leerla.
contestación en los términos que
asistir
al
determiné á quebrantar mi
muy
me apa-
Tranqué á hablarle
borrador que tengo presentado.
materia es
los
re-
al
habia presenta.
contestación, cuando
ecsibida.
viéndome antes con
lesta
Me
destino.
habia hecho ánimo de no
acto
me
acomodase en
la
que
que era un capitán benemé-
objeto:
la
iniquidad»
Congreso conforme
reció un indio á quien Ninavilca
do
la
avisando
de mi salud, y que á
indisposición
daría cuenta
nota,
visita,
negaia S. E.
lo
Sabia que mis enemigos eran diestros en
continuaba
m; pasa-
diese
mandarme con honor me
el
general
grave.
Le
propósito;
La-Mar. Le
lei
Aunque
Congreso, en
la caita,
pero
dije;
y
la
el
ya
coa-
JA
" -"TáilTi-
9
Le
testa'cíon.'f^)
los
de
llevarme
electores
lón de
que
tenia
noticia que queiian
con banderas y múaica al
mi ánimo era evitar toda
sesiones: que
bullas.
crificio
ana'di
Le expuse que
atique
era
grande
sa-
clase
el
sa-
de concurrir á una asamblea donde había sido
tantas veces ofendidoj no habría alguno que no higiese
por mi patria y por
él.
El jueves y viernes ya
mi
salida
por
multo. Se preparó
en que se
ra«
comenzó á
se
bullir
que
barra habia tenido por objeto un tu-
ia
el espíritu
comparaba á
público con comunicados
Se me calumniaba
Catilina.
pueblo con diez y ocho onzas.
los sensatos; pero que teniaa
para
Ideas despreciables
de haber corrompido
relación con
y su
fría
el
al
golpe que se preparaba.
tiempo nos desengañará.: yo,
con
la
espada de
ha dado
el
si
Me
vi
con
E.
S,
Manuel Lorenzo;
respuesta fué; señor don
ei
hubiese algún desorden^
las facultades extraordinarias
me
y
con la mía en
Lima
en sangre. Ble
Congreso en una mano,
la otra, inundaré las calles de
que
me entreguen los autos se impriLa carta después de elogiarme
mirán ambas
como al único defensor del pais ofrece quinientos hom^
bres; y dice, que todo está dispusslo como me diría
(3)
Cuando
se
piezas.
el coronel Kinavilca^
Mi
contestación:
taba armas que debian unirse contra
que yo
cia á
solo inspirarla
los
majistrados:
el
que no necesi*
general Simón:
sumisión á las leyes y obedien'
que sentía haber dado mérito,
retirándome del congreso & aquellas ofertas: que
lo
reme*
diaria restituyéndome inmediatamente allí aunque habia
hecho proposito ds no "úoher mas*
10
quedé
que alguna grande
aucedido, y desde
alli
intriga ministerial
estaba ya formada.
cierto
Medité tranquilamente que
estos eran
dos déla oposición que habia hecho
de llenar
resulta-
los
horroroso
al
plan
Perú, y aun el cuerpo lejisiativo de espa-
Mariátegui en
fioles.
me
el
en mi casa lo
Referí
contestarle.
sin
despedí cuasi
misma mesa
la
habia increpado sobre
Me
ello.
del presidente
que
habia. dicho
ill
eran
muy
honrados y
que pondría notas á mi
útiles:
En verdad
no han apa-
discurso contra
ellos.
recido, pero* si
un diluvio de insultos por
que son
menor duda obra
sin
la
prensaj
la
Se hallan en
suya.
y que aun ha repetido
ellos palabras señaladas,
te
la& notas
delan»-
de S. E.
Ei veinticinco de diciembre dio
mi habitación
cuas, entra en
;pos con cuatro soldados,
cirme
la orden,
y me:
Entonces
le
contestó,
dije
y que me sacaría
un mandato por
de
la
el
á dar pas-
salir
mayor don Mateo Cam»
orden verbal de condu-
la
de policia..
cuartel
al
y
máquina su
la
Preparado mi carruaje paia
estallido.
Le pregunté
que
del
fiscal
de quien era
de
la
causa.
que de ningún modo podía obedecer;
bayonetazos^
6.
República.
escrito
Le
no
si
me
rubricado por
manifestaba
el presidente
hice ver mis derechos
como
ciu-
dadano, y como- presidente de la; corte suprema. Se
convenció de mi& razones, y desde alli hizo la. consulta.
Se
absolvió en los términos que yo deseaba,
la rubrica de
La-Mar
y
la
guerra, tomé en el
momento
y convine en que
se
dije otras palabras á
siguen.
Hace mucho
me
firma
del
mi. bastón y
condujese á
mi muger y mis
tiernpo
y viendo
ministro de la
mi sombrero,
No
la prisión.
hijos,,
que
que esperaba, un
las
que
gran:
'^^<:>
11
0olpe de mis muchos 1/ feroces enemigos. Es
preciso'
que todos mantengan la serenidad en que
me
hallo.
J^ada de lágrimas, mucho menos de súplicas ni rupgQS á tiranos 1/ opresores. El cadalso no
infamadla
me hará
posteridad
Mi
piritu;
justicia:
semblante manifestaba
mantuve aan
lo
ministros de estado
en
riarse
el
vencimiento.
Interpuse
rtiva.
l.Q0caso4.'=
la
Llegué
y fuhdé mi
No
al sitio
declinatoria.
á\ce: conocer de todas
mi
clarar Jqsta
solicitud. Solo
juzgarme. Par-a convencer
destinado,
de recibirme
era menester sino la
de los
balcón para glo-
al
mínales que se promoviesen contra
^eno.
de mi es-
risa insultante
que salieron
pocos minutos se trató
á. los
lo tranquilo
ver
al
y
instruc-
la
El articulo
causas cri^
las
los individuos
de su
simple lectura para decorte
la
la ilegalidad
suprema podía
con que
se pro-
cedió privándome del fuero que me corresponde
presidente (le; ese tribunal, no se necesita ser
como
un sá-
:bio en derecho.
Es mi ánimo que
jerasse convensan de
ajada mi
El
Expuso
en
SI
era
circunstancias
al
sido
imprescindible el
que callana con
el
renglones esta parte de
tres
.
aiii,
que
la
una sesión
patria estaba en gran
momento no
se perdía
ne
es
ministro Mariátegui pidió
comprometido en
se* el
me
el;
gustOo.
Pongamos en
toria .
naciones estran-
temeridad con que ha
Por esto
persona.
esclarecer algunas
mayor
la
¡as
se
la
la his-
secreta.
riesgorque
desaforaba á un diputado que
sublevación, entre
una provincia: que
no podia
una hora
descubrir-
sumario;
porque su- publicación dejarid impudelincuente
ó condaciria á que se realizase
,
eli
«rimen.»
Que
el
designio
no era contra
el ejecutivo'
y
contra
si
el
presentase de
don Esíevan
un modo
todo
Como esta
un modo muy obscuro,
Congreso.
le
que
ecsijió
terminante,
si
última parte
señor Llosa
el
la esclareciese,
el delito
diciendo
de
meditado era contra
Congreso, ó contra una parte de
el
k
él.
Expresó
que entre ambos había una distancia infinita. Eníón*
que era contra
ees el ministro afirmó y aun repitió
iodo
Congreso: asi debe
el
Pidió
resultaba
que
ministro e¡ desafuero de un diputado que
cóoiplice; pero se había formado la red en
el
me
se
constar del agía.
debía tomar.
traían escrita
la
Llosa Benavides y Mejia
proposición: que sean desaforados el
cómplices. Esto se
diputado ó diputados que resulten
sin fuero. Si se
sancionó quedando todo el Congreso
conocimiento déla
hubiese desaforado antes de tener
representantes, la mayoría era decausa á uno ó muchos
el remedio de que podía
lincuente. Cuasi no alcanzamos
esa mayoría con el ejecuusarse en ese caso. Unida
otro recurso
pueblo era tiranizado: no quedaba
tivo, el
que
cepto del
Creta y de Inglaterra.
la continuación
para
a
Por dicha, el conno
Congreso /M^ desaforar parala prisión,
lale;j:de
del juicio, que siempre se reservo
reglamento.
tribunales señalados por el
aquella sorPrivado del fuero de diputado con
los
•''¿resa,
me quedaba
el
de presidente de
la
Corte Su-
una
forma
"prema- Para resolver la declinatoria se
hacia de
que
individuo
ía, la que se compuso del
'
jtfn«
pre^
interino de la superior
sidente don José Cabero, del
de una y otra cordon JosS de Armas, de los fiscales
don Nicolás Ara,
te '^don'ignadÓ- Ortiz''Ceval!og, y
^Tiene
Pregunto.
y'deios mimfetros de estado.
nivaH
tobien
facultades el presidente
de
la
República pa-
Jg
T-g^.:-...
ra formar tribunales especiales?
Si Jas tiene, somos tan
esclavos como en tiempo de los españoles
y de Boiivar; el nombre de los tiranos ha variado;
pero los
hor-
ribles
principios de la tiranía permanecen.
He procu-
rado omitir personalidades,
y purificar mi esii'o en oíanto sea posible. Ni don Ignacio
0.tiz Cevallos, ni don
Nicoías Aranivar,
don José Cabero,
ni
de E.taio podan
tros
mado
ser
ni ¡os
minis.
H ibia
imparci ales-
decla-
contra vitalicios
y godo>i htibsa solicitado la eslos unos, la no admisión
de los otros.
pulsión de
tos
ampiará
blico
te
Es-
eran golpes de muerte contra los
estas
ideas.
La
fiscales;
presidencia
de
supiema no podía perderla, sino por un
mo
mo
no
del
un enemigo tan público mío, que
es
Cor-
delito; era
bien que lo figurase el que aspira á
succederme.
míegui
pú-
el
la
Ma-
misnegarlo. Salazar lo es por pri^
vice-preíidente; concurre alguna
otra circunsel
se atreverá á
tancia. Morales sabe con evidencia,
q^e con repeticioa
Congreso que se debe separar del
ministerio de Hacienda por inepto.
Le apoyado en
el
Vista la disposición de esa junta,
tribut
seria,
las
no sé
razone»
el
.
titulo
Esto
es
diputado quedaron
dente; falso;
si
asi
mas
le
fuese,
desicivo.
de
la
Como
república.
ó ase-
Primero, que por
mk
fueros
de pr
sí-
ninguno almiUiia una comipresidente de
corresponde en toda función
al j fe
al,
corresponda, ecsaminemos
en suspenso
sión que degradaba.
me
que
el
la
asiento
Suprema
que sigue
JNingnno está obligado á
s^er-
mv con
perdida de sus prerogativas, distinciones
y rentas. Presidente déla Suprema
Corte soy este d¡a,co.
mo
lo
fui el veinte
y seis de enero del año de J827.
Segunda fundamento; que gozando del
fuero de di-
im
14
putado. q'Je es superior
no
po^lia
existir
la
Corte Suprema, ya'
Respondo: atubos
este.
pro
Eo pueden gozarse/
de
al
á
un tiempo
perdida el uno Ojueda
el
otro.
Para que se perdiesen ambos, era menesCer una ley que.
Donde la ley no determina el juez no pue":
de aibitrar, Ea Us repúblicas, á diferencia de las me
lo
dijese.
no decide
Barquías,
hombre, sino
el
la
Y
ley.
¿quiert
fuero de los diputados es superior al
ha dicho que el
de la Supiema? Nadie
lo creerá ari.
Es g-rande
la dis-
magistrados de
tancia en ser juzgado por los primeros
que absolutapersonas
la república, a serlo por unas
mente pueden
igualarlos.
fundamento,- que en
El tercer
plazas y castillos no se
mar
tas causas
corresponden
al
el
proyecto de
goza fuero; pues que
consejo de guerra
¿Y
to.
es--
cual
trataba de tomar? ¿El cuares la plaza ó castilla que se
Sta. Catalina son casla policía, ó el parque de
tel
de
sentencia absuida, es
ó plazas fuertes? Esta es una
de hallar razointerpretación maligna, es un de^eo
tillos
una
nes aparentes para dar colorido
al atentado.
Pero su-
esa clase, el
pongamos que los cuarteles entrasen en
dice; que las leyes a n.
articulo 121 de la Constitución
tig.uas
solo
permanezcan en cuanto no
lo establecido
Constitución
por
está
la
Constitución.
declarado
el
Es
apongan á
se
que por
asi,
f,.ero á los
la
que ro.rpo.
las carnal criminales;
nen la Corte Suprema en todas
tiene l-.gar para c».»
luego esa ordetianza militar no
chocante que ser juzírado porM.n
ellos. ¿Qué cosa mas
consf/o
de guerra
siendo su
fiscal
un
el
presidente de
la
Sujjrema Cortef
jóvén militar.' El jeneral
S.mon na
que
privó del mismo fuero á don Jaan de Berindoaga
crimen,
había sido miüietro de Eéfado, tratándose del
15
no de
enfreg'ar
comprendiendo
una plaza ó ciuhdel.i, sino
menos arbitrariedad que
actual presidente.
el
por eso, que era nulo cuanto
adelante
se actuare;
y que
tir,
protesta
Era consiguiente, que
otro
á la
actuaba, y cuanto en
que no cesaré de repei'Ci/
(4)
una tropelía acompaña'"
á
me pone incomunicado
de cinco varas con dos
coa
Alegué
se
repetirán mis üitimos nietos.
sen otras. Se
el Jílítida-
Bolívar, pues procedió
los castillos:
(5) en un cuarto
uno á
centinelas,
ventana y
cuarto ea
la
puerta. Repiten estos el a/er¿a de
cuarto de hora en la noche, (6)
La voz podia
decirse,?
líili'
(4)
El
día
ira el justo
Arellano^
que informo don Nicolás Jranivar
cori'
y buen patriota don Rafael Uumirez
como verdad
asento
incontestable^
que
de
las le-
yes españolas contrarias á nuestros principias no de'
iefi
ser alegadas.
iui'O .presente al
clinatoria!'
¿Y como
esta
el color
la declaración instructiva.
si
como debía
La
ser.
de-
el la-
trece dios; diez deS'
pasé una nota, para que se
casa por cárcel,
la
se^un
la luz.
Permanecí incomunicado
pues de tomarme
da
no la
tiempo de dar su dictamen en
Los tornasoles varían
do por donde reciben
{b)
máxirna
esta santa
no se
me ponia
respuesta
me
Verifica^
conctdicse
mi
en entera libeüad
fué trasladarme á /«
Inquisición.
(6)
J\f.e
ronsdb la primera noche
Caries Esíuart.
El
la
memoria de
veJaba en su triste prisión^ no
de los asesinos
con-
queda-
sintiéndole el sueño
los pasos
lan vueltas por
corredores. \Que útil es la hist&'
ria\
los
La secunda no
oí Jas
,
alertas jf.como no se
o^mi
16
qoe
se
me daba
al oído.
con uUrajes, opresión, humillasiones.
•¥sda
conseguido. Siendo
cient
me
ia,
el
he dormido
alerta ni
mejor soporífero
siete
la
No
se
la
ha
buena con-
horas seguidas sin recordar,
Cómo
clarines.
f
'
Se premeditaba quitarme
con
mejor apetito, y mi
el
genio festivo en oposición de los coléricos melancólicos,
nunca
se maniftsió mejor en las conversaciones
miliar.
Este mismo pwpel es prueba de
alma,
jni
vivir
y de
la
para recoger
dencia, porque
Este es
el
y
trato fa-
la
serenidad de
robustez de mi físico.
Aun he de
fruto de esa libertad é indepen-
el
tanto he trabajado.
origen de la cauaa, examinemos la na*
turaleza del delito.
CUERPO DEL DELITO SEGÚN EL
PROCEsO.
La
conversación entre cuatro ó seis miserables, de-
ducida á que
mar
en
el
se juntasen
la administración,
expeler
que volaron en favor de
s.up!entes para
tores
las
doscientos
hombres para
cuartel de Santa Catalina. Dejar
los
á
los
que completasen
y llamar á
Congreso, Los
principales figuraron, para atraer
campanas de un
relox.
do tan inecente como
yo,
to-
ejecutivo
cuarenta diputados
godos,
el
al
los
aa-'f-
á su partido,
Si el principe hubitra si:
no se hubiera turbado
su
reposo.
La
ley
11 tU.
ftiodidod o molestia
los
^odos mas
2d.
part.
7
prohibe toda inco'
que pueda cavsarse á
humams
.
que nosatroí,
-
los feos.
£ran
•i' -.^" ;.
,
:
17
*¡qiie
estaban convenidos en
como cabeza,
Cruz,
ria
y
el
los
jeneral
el
movimiento, Vidaurre
La-mar,
el gran mariecal Sta.
coronel Jaramillo, el comandante de artille-
oficiales.
.
(7)
NATURALEZA DEL DELITO.
Un
en
el
ciudadano puede
ser
criminal contra
la
pa-
de alta traÍ9Íon de dos modos. Primero; por proponerse trastornar los principios liberales
tria
el delito
y
(7)
Este es el gran fantasma con que se asusta
es el tumulto que dio motivo á cerrar
la ciudad; este
las
portadas
y
cuadruplicar las patrullas; este
es
el
que hizo velar al jeneral La-Mar muchas noches en las calles,' este es el plan por el cual supu*
ejercito
so Mariategui al Congreso , que la República se iba
á perder dentro de una hora. Si tantos temores de
y cholos, ¿Qué será del Perú, si se
catorce negros
acercan ejércitos enemigos}
LISTA
DE LOS
PJRESOS.
—
Coronel Ninavilca, Indio montonero.
Coronel Huati'
^ue^ negro chino montonero.
Teniente coronel Deh
gado., cholo montonero.
José Grimaldo, cholo pulpe"
ro
José Sánchez.) indio montonero y ladrón de caí
minos.
José Litardo, (a) Gabucha, pulpero y barbero,
Paraisaman^ (a) Ctierditas, zambo, sarjento de
policía.'- Juan Dávalos, zambo
zapatero. ~^ José Gon«ales, indio herrador.-' Custodio Lira, indio petatere-*
/llgorta^ negro montonero.—* Josc Vilela, negro, crin'
do de la señora Guisln.— Prudencio Florian, indio
torero., y curnicero — Chuquiarqui, indio montonero.—
Gabriela^ india canicera. <— Muerto frió, zambo saca'
muelas.— Pérez Huerta, negro montonero» —Ma-^zano
cholo montonero.— Samian
indio pelatcroi'-i Cwlos
—
—
—
—
—
,
Mancoj
indio sastre,
5
'
;'i*'.!'
'
18
-
un señor f 8^; 2. ® por calumniar coii
gobierno para mudar las personas y sosti-
sujetar el estado á
el
injusticia
tuirse á
Todos
ellas.
reglas generales.
en estas dos
eiidos
Es
delirante
el
han de estar corapren-
los casos
proyecto que da mérito á este
proceso, los infelices reos llevados de un zelo mal enten
•
dido, determinaban hacerse de algunas fuerzas, no para
variarlos principios ni remover ei gobievíio,
para que
si
se separasen del Congreso aquellos diputados, que habién-
modo mas escandaloso
dose esplicíido del
en favor de los
godos, ya no merecian, ni debian merecer la conüonzade
sus constituyentes. Soy inviolable por mis opiniones; soy
diputado. El articulo 57 no se Umita á las manifes.
un
tadas en
en
tribuna,
la
sino
tiempo del desempeño de
el
la
como hoy.
tan precisa mi palabra
mi
á todas las que se espresen
patria, sino desenróllase los
mas
Jaraag
comisión.
un traidora
Seria
altos
conocimientos
de derecho público.
Quiero proceder con un método rigorosamente ma-
Vice presidente, á
blica, al
rado mi pérdida.
claro
No
:
que
abiertas,
orgullo,
[8;
á
chocando con
el
miedo,
I
desconfianza.
I
M
Am por
-
-
la
dispo-
tal
modo
hasta el fondo de sus corazones.
el
sobíesalto, la
el in*
agí»
Solo estrano los remordimien-
..r!os perdieron; los
,1
estando
venganza, la ambición,
tos,
Mas
Aumento
la
lacion, la
I
crimen?
nada temo.
cuyas tocas están de
fieras,
registro
el
Repú-
han ju-
envidia,
Alli veo la
teres,
tengo contra mi
Mantengo mi
de unas
sición
¿No
la
ministros que
los
soy criminal Pues
número.
el
contra mi al presideaíe de
Tengo
temático.
perdieron para siem«
-
,
segunda tUulo g part^ 7
se
prueba.
V
f
irfiWT^V
19
son
pre:
de obrar
incapaces
no
bien,
el
lo
obraran
cunea.
Dato 1.° En
absoluta;
los
pueblos libres no hay autoridad
todas son condicionales,
mantener j defender
los
con
la calidad
de
derechos dé) hombre.
Dato 2.° Los diputados son apoderados, sugetos
df
responsabilidad, criminales
disposiciones de
sus comilentés,
si
se
ecseden de
mas criminales
si
las
las
contradicen [9].
Dato
3.
*^
La
soberanía está
en
el
Qongreso poE
represeatacion; en el pueblo por realidad.
Daío
4.
® Sobre
la
autoridad del Congreso, egta la
autoridad del pueblo (10).
Dato
5, ®
Siempre que
persuadido de que
rir al ejecutivo
el
el
Congreso
pueblo esté firmemente
lo traiciona,
debe ocur*
para que lo disuelva, y se proceda á nue«
Tas elecciones de hombres próvidos, fieles y honrados.'
Eslos mismos principios están en el discurso quQ
(g)
pronuncié contra el arzobispo y obispos nombrados por
el consejo de gobierno. Los que los celebraron enton*
ees los respetarán hoy.
flO) Ei visconde de Cheatubriand, que ninguna
tendrá por republicano, asienta no obstante, como un
principio incuestionablcf que iodo poder viene del pueblo^ que él puede reasumir sus derechos, y variarla
Constitución: esto es lo que hizo Atenas aboliendo la de*
y restituyéndola después. Los moderados n»
lo que hacen es, hechor un velo religioso sobre ellos.
Los verdaderos filósofos sü'
can esta consecuencia. El pueblo puede hacerlo, pera
no le convendrá hacerlo sin causas muy granes, que
lo estimulen á ello» A los diputados se han de respetar,
pero no hasta el estremo 4^ respetarlos inas que la sü"
mocracia,
niegan
estos acsiomas,
lui de la patria,
I
20
Dato
lii
« Si
6.
ejecutivo está implicado en la trau
el
justo ocurrir
clon, es
á la ley de Creta.
La
nece-
sidad de salvarla patria, hace que cesen todas las leyes.
Dato
7.
°
En una
repdblica no kay ley que no es»
fundada en los derechos del hombre.
té
COROLAllIOS.
I,
en
®
El pueblo debió atender á lo que se practicaba
Congreso, examinar
el
las opiniones, meditarlas;
alg'una era opuesta á ía
si
g. °
Habiendo en
dos contra
!a patria,
el
ver
libertad é indepen dencia.
Congreso
diputados decidí-
pudo y debió denunciar
sus opi»
niones
al
fasen,
porque no quedaba un numero suficiente para
ejrcutivo, no al Congreso, en caso
que triun-
componerlo.
Estas
por
proposiciones, que son
las siguientes
conducen á
1.
consecuencias no pueden contestarse sino
«*
la
tiránicas
y
servidumbre.
La autoridad del Qongreso
está sobre la autoridad
del pueblo.
2.
de
"*
tal
En el caso de dar el pueblo
modo sugeto, que en ningún
la Soberanía.
S.
"*
Loque
sus poderes,
queda
caso puede usar
de
(II)
la
mayoría dispone en un Congreso ha
de obedecerse, sea justo ó
injusto.
Cll) Grocio queriendo probar la justicia del absolutismo de los reyes.) se funda en que los pueblos como las personas pueden ceder sus derechos, quedando
en servidumbre ú obediencia pasiva. Esta seria la doctrina de los que dijesen, que el pueblo trasmitió sus
derechos en el Congreso, de modo, que en ningún ca^
30 pudiera usar ds dios aunque se viese íiramaad»'^
21
APLICACIONES
AL PROCESO.
h^ Los diputados que defendieron a ios espanoles como á sus padres, sus
amio^og; siis
conüdentes, sus maestros de morai
v dé re
'
sospechosos á ia patria.
,^^í'V«e'^^^f
T'^' c"
logrado vencer el debate.
^]T'''''f'
.1 t
ui
el
puebJo
debía Haber ocurrido al
ejecutivo
para que disolviese el Congreso
j llamase nnel
vos diputados.
^°^^^^^^'|^«
en^su^s
iH^n!''^n'^.T
^"^ cediesen
bió e.tar a a mira
de su conducía, y velar
sobre los artículos que
.e iban sanci^oLndo'
EíiROR DE LOS HEOS.
es
tia.
Haber querido hacer por sí lo
que solo
a los que estañen
la última angus-
licito
DISCULPA DE ESOS INFELICES.
Son indios, negros,
personas estúpidas
que oyen la voz de la
naí^uraíeza
que l^peíe
La
ignorancia ha ocurrido á una
diüincion frivola S.
que no es lo mismo
democracia oí
^nci püfular
rtpresentativo. Sabed mis ^r ahíJ. ^^ f^^'
La democracia aLsoJutel^^^^^^^^
blo todo lo decreta en
masa: democriZ^ZnrLfn^
tira
cuando obra por apoderados.
ErZriZTflTl
la s^^nia esta en
el ¡ueUo^y no
dice,
h
l/lí
Mcios
/.S'r./:
7
derechos: no saben las
4 la defensa de los
nosotros. Pocos son
entre
establecidas
reglas
los discipiilosi de Locke.
estas apliEstos datos, estos corolarios,
miserables
á
escandalosas
caciones piirecerán
anelan
que
servidumbre,
y
acostumbrados á la
teiique
aquellos
no
á
restituirse á ella;
por
lo que vale y puede un pueb a
que sepan distinguir la
aquellos
fibre: no á
la obediencia, y colínea donde ha ds acabar
lejítima; no a aquellos
líienzar la resistencia
nacioinstruidos del idioma délas
íráu idea
ane
•
de
estén
Dios
esta
colocado
S€s, donde á los pie? de
el Ídolo de la libertad.
hizo del
En la defensa que Mr. Erskine
oe
especie
esta
justifica
deán de Asaph se
quiere
rey
el
si
hacerse
diálogo. ¿Que debe
dar feyes por si solo, ^-^/^^^':^^^^^^y,^^; f,^^,
¿Y si tiene las
placer? Deberá ser espelido
Si usa déla
;rmas y miiicias á su arbitrio?
armarse esta con ra
fuerza contra la nación,
dejará de ser estado
él, si no se hace así
ha permitido se
Bendito sea el Señor, que
para que con mi
mi,
forme esta causa contra
los principios y
establecidos
defensa queden
adelante distingan cuales
ínis compatriotas en
obligaciones. No renunTon sus derechos y
consientan que se los usurcien á aquellos, no
coa
cumplimiento ¿e estas
admirable equi^fdículos pretestos. Teoría
depende a
í b o divL, de él
ciudadanos
uno de los ^-^^ffjl'
Beral, y la de cada
yo en
temeré
así.
¿y
En In Jaterra se habla
pen, ni falten
el
al
Peró hablar y
escribir
del
f^-^^^^'^^^l
hace esta pre
En la misma obra citada se
encargados y le^
gunta. ¿Que si los grandes
STVíi^r^
23
aisladores de la nación abusan de la
confianza
y cruelmente injurian, en lugar de servir con
fidelidad al publico.? ¿qué se hará en
este caso^
Ocurrir
ba áe
al
rey para removerlos
y hacer prueManíesquieu parece que había
oh'Qs.
dicho lo rnísmo.
Aseguro que al leer estas
unos tiemblan, otros se irritan v
sabios las tienen por peligrosas
e inoÍ
clausulas,
aun los
por tu ñas (13).
Bien conozco que á un pueblo
que fuQ
esclavo cuando sale de ía
servidumbre, es
ciso
pre-
dando las ideas de ia libertad
del
mismo modo que se haría con la
luz á un
ciento de
irle
nacimiento, sise lograba ponerle
es,
pediía ia vista: ia discreción
era en esíremo
necesaria, Un golpe fuerte de
luz, unos principios absolutos de libertad,
no preparando
antes lo uno n, lo otro,
podían causar males
niuy considerablQs. iMis
proposiciones son vedades eternas en la pohíica.
Empero hubiera
sido nruy bueno disponer los
ánimos con otras
intenneaias menos fuertes, para
que fuesen recibidas
estas con más utilidad.
Cuando critique con estudiada delicadeza
el papel del b^emerito patriota D. D. Rafael
nLirez de
Areilano, no dije que sus
macsimas eran contrarias a las mías,
Únicamente manifesté cuales podían ser los efectos.
Hoy se me violenta
a^ separarme del sistema
que habia adoptado,
i^o lo hago por miVel
motivo principal es que
ecsisíen ciertos diputados,
no solo con ideas
españolas, sino irracionalínente
coí!£rlr,?tn¡f''
t¿fíe yo
fiQ es<:riio.
"^^^^
deferentes
ai
i'>\q^' 'osiimen proposiciones
24
tan grave;
fííeeutlvo [l4].La enfermedad es
naturaleza
la
en
detenernos
podemos
que no
está la iedel remedio. Si en sus coraz'-nes
-vadara antigua, fomes del despotismo, ¿como
no instruiré al pueblo? Si uo lo hago, seré
perverso cnmo mis perseguido? es. Ellos
tan
quisieran á todos ignorar4es, para mantenerlos
ilustreu
á todos esclavos. Yo quiero que se
rodilla
la
inquen
que
para que sean libres:
de un tiá la ley, v el puñal en el pecho
donde
BoVmgwlie:
Locke
de
y
rano. El dogma
tiranía. Deíendala
comienza
la leyfinalisa,
mos las autoridades, si ellas nos defienden y
protejen.
,.
,
que los diputados que
procedieron
patrocinaron la causa de España
que tomalos
de
Hablo
por error de opinión.
a teoloen
opiniones
ron la tribuna. Habrán
las pueno
naturales;
ciencias
Ño puede
,
decirse,
,
gía, en todas las
en los
den haber en las matemáticas puras,
maes
todo
elementos de la política. Que el
m
contiene
yor que su parte, que un semicírculo
Que un
cuestionable.
áos ángulos rectos, no es
segunsu
a
propender
estado debe ante todo
tan evidente como
y exterior, ««
su vida, t.1 mas
conservar
el hombre ha de
bárbaro, el que
Hitonso, el mas rudo, el mas
dad
que
interior
las selvas,
salido de los montes y
el
tiene otra ilustración que
DO ha
no
manejo
y qiie
del ar-
Constant, que si enco
enemigos,
consienten
tre chozas ó cortes se
a
««« t;^^^"
sucumbir
el peligro es eminente de
no
¿Cual
proyectos.
zas, á su astucia, á sus
y de la red, sabe
[I4j
titucion.
como
Reprobara cuando
trate del proi/(Cto de
cm-
£<ySg^
25
será el delito de hombres instruidos, que se
escogieron por apoderados de los pueblos? ¿Los
sentimientos de esos diputados son los de sus
provincias ? Infelices de nosotros,
EXAMINAR LA CONDUCTA
DE LOS DIPUTADOS.
¿Es un delito examinar la conducta de los
diputados y sus proposiciones?
Sería un acío dice Paine, de despotismo^,
de poder arbitrario hacer una ley, prohibiendo investigar los principios, buenos o malos sobre los cuales esa ley ó alguna otra es fundada. Si esta es ana sentencia, que únicamente
repugna á los tiranos, ella me induce á asentar la que sigue. El cuerpo legislativo será despótico y arbitrario, si no se consiente ecsamipar la conducta é intenciones de los diputados
que proponen y sostienen proyectos de leyes
que directamente tienden á la ruina del estado. Aun hay una diferencia clasica; una ley
aunque mala es una cosa sagrada. Se ha de
obedecer mientras se revoca: la paz pública
así lo exige. Un proyecto es un ente de razón
que aun no tiene existencia: conviene reconocer los labios de donde sale, si son manchados ó puros, Empiezen á entender, que el carácter (le representantes no hace inviolables
las opiniones destructivas de la sociedad. Burke dijo en una carta á sus constituyentes: la
dependencia no se mantiene en estos tiempos
con nombres y
humano
prejuicios.
están abiertos.
Los ojos del ¡enero
hay otro vinculo
No
con la comunidad, que el visible y sólido interés: nosotros no podemos olvidarla; muerte
de nuestros derecho», por un abuso delanterior
.
li.
26
congreso. El renovó una autoridad dictatorial,
cuando debía haberse dado por concluida. Nosotros no nos espondrémos á que se haga de
modo, que seamos esclavos de los españoleSt
Pueblo peruano; coteja los hechos de los delincuentes, y la conducta de los diputados, La
justicia me dirije, no el ínteres de mi defensa.
En nada he concurrido: no hay coníra mí la
mas pequeña prueba: mi complicidad hubiera hecho estremecer la república.
El
proyecto de constitución preparaba
]a monarquía. Proposición tan «^rave no es d"e
arriesgarse sin dar incontinenti la prueba, Si
el puebla contem¡^la sólidos y legales mis raciocinios, los aprobará. Si la pasión los pondera por venganza ó resentimiento^ decláreme
por un calumniante, No hay sentencia mas justa que la opinión general. Nunca se engaña^
cuando los datos son seoruros é incuestionables. Las premisas^ sí no hay sofismas, dan las
precisas consecuencias. ¿Y cuales serán mis datos? los mismos artículos. En ellos se verá disminuir al cuerpo legislativo de mi>do que se
pudiese fácilmente corromper; abrir la puerta
á los españoles para que ocupasen los bancos;
aumentarla influencia del egecutivo: alease.
Art, 4, ®
Caso 4 ° reíormado. Los extratt'
geros establecidas en la república hasta el año
de 21 primero déla independencia, con tal que
se inscriban en el registro nacional. La palabra extrangeros se entendió aquí por españoles. Asi se manifestó en los discui*sos de ambos bancos. No queda duda de ello después
que Cuadros imprimid el suyo. Ingresaban como ciudadanos treinta mil peninsulos, hechos
á dominar, ricos, orgullosos, constantes, generosos Qn Ja ocasión, y con mil ramificaciones
27
Puñalada mortal á la república. Para que no tiibiesen muchos eompetidores, el caso quinto y el séptimo del artículo
suspendían los derechos de la ciudada6, ^
nía á los deudores, que no habían pagado a
los sirvientes domésticos, á los peones jornaleros, á los soldados del ejército y armada, á
los marineros. ( 15; En una misma mañana proen
el
estado.
nuncié dos discursos de oposición, y aunque se
el caso 6 ° fué desechado enterameno
De estos dos discursos el primero
te el 7
está impreso, y el segundo por los Otiles principios que contiene lo agrego ai fin de este
tengí entendido mi patria y todo
papel.
aprobó
.
Y
mundo
conocido, que fué la fecha el 14 de
diciembre, cuando ya se me trataba de un Catilína, cuatro dias después del lance de Mejia.
Disminuido el número de ciudadanos, lo
fué mucho mas el de diputados. Por el arr
tículo 15 debían ser elegidos á razón de uno
por cado treinta mil. Siendo nuestra poblacioa
de un mülon doscientas sesenta mil almas, solo habían cuarenta y dos representantes; por
consiguiente la mayoría absoluta eran veinte
y dos, /Con que facilidad podían comprarse
estos por el ejecutivo, poderosísimo en todo
estado, y mucho mas poderoso según la carta
que se quería formar! permítaseme que pase
al artículo 23 que dice. El spnado se compondrá de tres senadores por cada dipartamenío.
Resulta que son 21 y su mayoría once. El artículo 32 que le daba al vice presidente la prer
sidencia del senado, lo aseguraba eu favor dé
el
( \b)
de
Cridas para
ciiií^ai^anQs*
tiranhur disminuyo
,
d
nímerQ
j.
Ip:
'Ü!
ese poder tremendo; de ese podérselo sufrí»
ble por necesario; de ese poder de quien siempre ha de desconfiar el estado qne quiere ser
libre; de ese poder que para hacerlo in viola;*
tambiea variado por mí,
ble, el artículo 2
concedia á la cámara de diputados el derecho
esclusivo de acusar á las principales autoridades. Debiendo concurrir el voto de las dos
tercias partes del senado para que la acusación sea admitida contra el ejecutivo, isegun
el artículo 3o, es declararlo tácitamente inviolable: dos tercias partes de veintiuno, son cael senado el presidente
torce. Con tener en
1
•fíí!!
sagrada inviolabilidad,
¿No tendría ese número.^ la impudencia se atreverá á negarlo? no; por un voto se conduce,
á un ciudadano particular al suplicio. /Que de
ocho amigos goza de
requisitos
hI
la
para solo abrir
el
proceso al
hom-
bre mas poderoso! los crímenes se cometen con
tanta mayor facilidad cuanta es la esperanza
de quedar impugnes, y espeditos los medios
de cometerlos. Este solo artículo merécela mas
agria censura ¡en que poco se distingue este
proyecto de la carta que dio Bolívar/ bien está
mi separación de la tribuna.
El congreso, ese pequeñísimo congreso podía autorizar extraordinariamente al poder ejecutivo en caso de invasión de enemigos ó sedición. Es decir, en tiempo de guerra habrá
siempre un dictador, y en tiempade paz, cuando lo tenga por conveniente el gefe de la república. Nada mas fácil que figurar una sedi-;
cion, El egemplo es la presente causa. Un
sueño, un atolondramiento, una locura de cuatro miserables hombres que amaban la patria,
pero no sabían amarla, se ha ponderado mas
que en Atenas el ejército y armada de Per'
,'»'*^^-'"\V
g9
¡Cómo
sia,
en
llora
mi corazón no haber
estad»'
congreso y en la tribuna, para combatir
el caso 23 artrrulo 27 que puede
y debe sernos muy funesto.
El veto del artículo 54 aseguraba al ejeel
cutivo contra toda ley que no fuese de su ag-raEra menester que concurriesen dos tercios
para sancionar contra su voluntad. ¿Y cuando
se reunirán dos tercias partes contra el ejecutivo.^ jamas. La palabra del ejecutivo vendría hacer la ley. Por no hacerme fastidioso
y
repetir unas mismas ideas, no sig-o tratando de
do
demás artículos correspondientes á ese veLos publicistas conocen que el presidente
de la república quedaba en la clase de un rey^
Se fué tomando en el proyecto de todas
las constituciones lo mas análogo al fin que
los
to.
me parece se proponían los señores de la comisión. Asi es que agradó
mucho el poder
ser reelegida una misma persona: este es el articulo 83. [I6j ¡Ocho años un presidente conun congreso en que las mayorías solo habiaa^
de ascender á 83 personas! ¿Dejaría voluntariamente el puesto á los ocho eños^ ;No tomaría todos los medios porque la presidencFari
se hiciese vitalicia? JVo sucede, esto en los Esta"
dos Unidos. Malditas sean las comparaciones
y
ejemplos. Esta fué siempre la respuesta de uno^^
de los déla comisión. (17) Nosotros no hemos>
sido educados como los Anglo americanos. Maquiavelo y Montesquieu están conformes era^
la diferencia que hay entre un pueblo
que
(^G)
Y& desgraciadamente sancionado^
^17) Gómez Sánchez no ha
otro modo.
sabido
contestar dé
30
""mkí
fué esclavo y consigue la libertad, y el libre
tjiie la perdid y la restaura. Los Anglo americaíios fueron libres desde los principios de
la colonisacion. ¿que hicieron sino perfeccionar su libertad? Nosotros hemos sido siervos,
acostumbrados y bien avenidos por tres siglos
á la servidumbre. Entre nosotros las cautelas
deben ser cien veces mayores para no caer
de nuevo en estado tan miserable y espantoso.
En tiempo del jeneral San Martin, se pensd
traer un soberano de Europa. Bolivar lo quiso
ser el mismo. ¿No lo proyectará algún otro?
No
diré que La-Mar: se jwzgaría que era desafecto por el atentado cometido contra mí- Será
su succesor ó un tercero, esto es indiferente.
No se negará que es mas fácil aspirar á la
ocho años de posesión
mando, que con solos cuatro.^ /Cuantos
jeneraíes y jefes amigos/ /cuantos empleados
de la mayor influencia/ /cuantas creaturas en
jeneral! La primera garantía del estado, es hacer de modo que el sistema no esté espuesto
á variaciones.
tiranía concediéndose
en
el
Estas disposiciones se sellan con el artículo 166. „Todo ciudadano tiene derecho de
presentar peticiones al Cong-reso ó al poder
ejecutivo, con tal que sean suscritas individualmente.,, ¿Y por qué no se firmarán por
ciento o por mili* Porque para ello son precisas reuniones. ¿Y en algún pueblo libre sé,
han prohibido las reuniones? ¿Otros que los
tiranos han impedido que los hombres se jun-
Otros que los tiranos temen estas asociaEl señor Luna Pizarro, que por la modificación del artículo 107 propuesta por el
muy digno diputado don Estevan Uosa pro-
ten.''
nes.
^^¥:
:JÉ.
31
t€stó SU
voto, por
frma un
absurdo
no querer autorizar con su
palabras que profirió en púque nadie me hfirá vaque Ja caue;a única de
mi prisión es haberme opuesto á su proyecto
monárquico: si el e& ubre en sus opiniones,
yo lo soy en las mias. 8i se me impide la triblico; tenga entendido
riar en el concepto de
buna no se me impedirá la imprenta. Cuando ambas cosas se me impidan, sabrán
mis
constituyentes que los defendí hasta donde alcanzaron mis fuerzas.
Tenía íambiea el presidente la facultad
de nombrar el de la suprema conforme al
artículo 108. EHo no solo le daba una
inñuenciaL
infinita en el primer tribunal de la
nación.^
sino que la hacía inviolable. Ea su
iageeso
nombraba uno. que sean cuales fueren Ia¿ i-estricciones en su autoridad^ siempre es supíerior
a la de los demás vocales. ¿Pera estos,
tmfo^
no debían lisonjearlo? A los cuatrín atos-, mm^
día el presidente ser reefeji<l%
y
le agradase.
en
la
No
suprema
había
al
©l:ejiiral:€|iie
de ®!©gír
Individua, ¿^«¿ti
©bliga^eiosis
mismo
no tendría aspirariones?
Si
bay
tanlasi
k
hof
para derrocar al fundador^ al que dio
libe i!«
tad á la patria, al que ha heclm sacrlílcios
inumerables desde el año de diez, ¿q-ue no*
sería separado este? Unía el ejecutivo su
poder al judicial, y nos veríamos tiránicamente
gobernados según el concepto de Montesquieu.
No contii úo porque era formar una crítica jeneral del
proyecto, lo que no corresLo dicho convencerá que
el pueblo debió alarmarse con el proyecto,
y
fijar uii ojo inamovible sobre los autores
de
un código político, que si no se creen crimií-
ponde k
í?«aü
esta obra.
3^
^^
^1181
rlT
fíales verdaderos lo eran presuntuosos. Estaban en cierto modo apoyados por el ejecutivo. El presidente La-Mar y el ministro Mariátegui públicamente y con el mayor ardor
liabian manifestado el deseo quetenian de que
se alijerasen y conclnyesen lasdiscuciones- La
imprenta insultaba álos que hacían oposición á
los artículos. El jeneral La-Mar pensó pasar en
persona al Congreso para reconvenir sobre la
concUicion de la carta. Lo propuso en lamosa
y le convencí de que era un grande error:
no por eso han cesado las sujestiones. Se puede decir que después que me separaron, el proyecto apenas fué discutido. Se quería que fuese un sagrado donde no debía tocarse. Mucho se ha conseguido con impedirme la asistencia; pero yo protesto de cuanto se ha sancionado sin mi voto á nombre de mi provincia. ¿Y que me aprovechará la protesta? La
Verdad y la justicia jamas triunfarán.
Prueba contra mí. La declaración 2 ^ de Ninaviica. Digo la sola declaración de Ninavilca,
en ella finje, que yo le había dicho que era
preciso escarmentará los 40 diputados que votaron por los godos, llamar á los suplentes;
que para el efecío, debían juntarse doscientos
hombres, y tomar el cuartel de Santa Catalina: QuQ al presidente d€ la República se lé
debia mantener para hacer frente al jeneral
mano, el día qué
afirmado que no hay
otra declaración, porque aunque algunos reos
mientan mi nombre, ó son referentes al misino Ninavilca, ó á Elias Sánchez que no ha
sido preso, ó á Delgado que confiesa que
Bolívar.*
que
le
apreté
lo condujeron preso.
nunca
me
saludó.
He
la
*^*«'-'"'"^
33
Datos para entrar en la cuestión de derecho. El delator no indica mi nombre ni directa, ni indirectansente: el coronel Jaramillo,
á quien Ninavilca habló sobre la materia, preguntado por don Tomas Erdrighe, si habia
mentado al señor Vidaurre, contesto, que no.
Ejntre las carias sciprcndidas por el teniente
coronel Herrero no hny ninguna para mí.
Todas son díri.idas á esas desgraciadas jentes.
Preguntas que se me hicieron en la instruc"
iiva ¿Si halda dicho que con doscientos hombres
se podia tomar el cuartel de Santa Catalina?
Respondo; que el proyecto no puede ser de
Vidaurre. Formar iMm revolución con doscien,tos hombres, ha' iendo diez mil sobre las armas, y teniendo la movilidad por los mares,
es una locura. Con presentarse el presidente
de la Republií^a en medio de la piaza, se le
hubieran unido dos mil ciudadanos honrados
con armas^ en una población de sesenta mil
personas.
y oficiales.^ Respondo; que
honor de que me visite nin¿^uno. El fiscal de esta causa me honraba en na
tiempOj pero ha mucho que se retiró. (16) El
teniente coronel don Miguel de Riofrio come
en mi mesa con frecuencia, pero no parece
ima gran cosa para esta empresa. Mis tertulios son unos ancianos. [í7] Nia^-uno mejor
que don Cayetano Heredia confidente de Lu¿Si ofrecí jefes
no tengo
(16)
los
t^m
Desde que comenzó
satélites
(17)
papel.
el
el
Congreso fué uno de
del plantía conlrario.
Xoí nombres no
se repiten
por no dilatar
el
U\
m
34
y para quien mis puertas estubieron abierpodrá decir quienes me visitan. Siempre
na,
tas,
me
baila ó leyendo, ó escribiendo.
¿Si dije era preciso escarmentar á los diputados que votaron por ios españoles.^ Res-
se
pondo; que no lo dije, y es la prueba, que
ahora lo digo. La inviolabilidad de las opiniones no se estiende hasta aquellos que directamente se dirijen á la ruina de ia patria.
¿Si di la mano á ISÜnavilca el dia de su
prisión, y se la apreté? Respondo que nó; es-
señor Alvarez y salia diciendo:
,,esta es una de las de don Simón, esta es
tsna intriga ministerial: que desde que salimos del salón ya se supo, que NinavUca era
tuve con
el
€l diputado que se reclamalDa: que si le hubiera dado la mano, sería una seña de no ser
un cómplice, pues un acto semejante en público, no lo practica el que teme: pero que
no
lo hice.
mande
¿Si
llamar en alguna
ocasión
Respondo: que no
á
me
Ninavilca y con quien.^
acuerdo si con respecto á algún asunto de
Congreso lo pude llamar alguna vez, pero que
me inclino á que no: que con respecto á la
materia que se trata nunca lo hice llamar. ( 1 b^
¿Si soy autor del papel titulado Aviso a
conlos pueblos} Respondo: que la pregunta es
dijo
traria á la ley de imprenta; pero que
que
prueba
francamente que no lo fui. Es la
fueresta instructiva contiene verdades mas
tes.
(19)
Recordando en mi memoria he afirmado, que
(18;
iH
4
nunca
(
lo
19;
hice llamar.
No
sé
siquiera donde vive.
Las he omitido por r anones
políticas en este
S5
conozco á los inclivicluos de la lista? Respondo: que conozco á Ninavilca, que
ha estado en mi casa muy pocas veces: (20)
á Muertofrio, que me habló siendo Ministro,
para que se le diese el titulo de capitán; á
Huavique que me solicitó para que me empeñase con el Presidente, Con el objeto^de levantar uno ó dos escuadrones en Cañete y
Chincha: que la Providencia que conduce mis
pasos, hizo que le dijese á S. E. Compadre:
muchos empeños hago por la docilidad de mi
carácter, pero U. no proceda por ellos. De nin^
¿Si
gun modo
conviene que se acceda á
de Huavique,
este parece-
un gran
la solicitud
canalla,
hay
muchas jentes de estimación en esos lugares, é
irá á cometer mil atentados. Que á Delgada
puedo haberlo visto una vez, í'21) que me
quinientos
escribió una carta ofreciéndome
que las
diciendo,
hombres, la que contesté
jeneral
Simón,
el
contra
armas debian unirse
las
leyes
obediencia
á
inspiraría
que yo solo
avergonque
me
magistrados,
los
á
y respeto
zaba, que mi separación del Congreso hubiese
dado mérito á esas ofertas; que en el momento me restituía al cuerpo lejislativo: que
en verdad asi lo hice, viéndome antes conS. E.
el que si no habia informado de estos hechos, no
habia procedido ni
cristiano, ni
papel Puede
como honrado,
como amigo: (22) que
ser
que
trn
ni
como
lo mis-
ohliguen a imprimirlas en
el segundo.
Solo una le di asiento.
(20)
man-'
(21) Creí que era un indio^ que Nina-oilca
TrujiUo donde el jeneral Simón, pero no lo es.
tío á
(22) Én el acto se llamo al eomandante ¡ampos,
S6
hice cuando Ninavilca
tel y jente ai-naada. (23;
mo
me
ofreció el cuar-
Preguntado si mi salida por la barra debía ser el signo de un tumulto para acometer á los diputados que votaron por los españoles? Respondo: que la pregunta contiene uti
error notable. Mi salida fue por la injuria que
me hizo Mejía. No podia profetizar que me
injuriaría. El cargo envuelve contradicción
con el hecho, ¿Si en el momento que vi que
el pueblo me seguia me restituí al salón, como podia haber premeditado un tumulto? (24)
Leida la sumaria pude haber resistido a
la confesión. ¿Pero que adelaníaria?* Una consulta que se hubiera hecho y a que hubieran
asistido don Jo&e Cavero, don Nicolás Aranivar, don Ignacio Ortiz Cevallos, y los tres
ministros. Ya habría precedido otra secreta del
espíritu que anima la máquina. Nueva dila-
iM
ción, nuevo desaire. Es preciso me resigne a
toda clase de humillaciones. 5ufro la confesión y los careos. Catón fué acusado cuarenta
y dos veces con injusticia, ¿Que hombre cé-
GÍ que entregué la llave de mi escritorio, y trajo la
caria y el borrador de la contentación.
(23; Ninavilca en la declaración que se le ha hecho
decir, pinta el hecho del modo siguiente.
Que ?/o
pensé que el pueblo se hubiera sublevado el diaque
salí por la barra, pero que nada se hahia perdido,
pues yo lo tenia de mi parle. Contradicción entre el
cargo y la declat ación En el cargo se supone el pueblo prevenido, en la diclaracion que no lo estaba.
(24; Estas son las preguntas y respuestas en lo
esencial, no precisamente en lo literal^ pues no tengo
.
el
.n
preceso á ¿a
vista.
t\,;\t-^,.j^ TV
JJk
37
lehre no pasó por fan terribles combates? Estas amarguras se dulcifican recordando
que
hoy domingo 27 de enero hace un año que
me
presenté á la frente de mis conciudadanos
para que restaurasen su liberíad e independencia. Ese mismo dia dije en público:
e¿
premio será
repúblicas
la expatriación ó la
en razón
de
los
muerte.
En
las
servicios
se auseguridad personal, (^b) El verdadero delincuente
goza pro-
mentan
los riesgos
que corre
que se niega
tección,
la
á la inocencia.
Falor de la prueba contra
El dicho de un reo procesado no hace
prueba. [26] No puede ser testigo el
acusado. Tiene un interés en disminuir su crimen
atribu-
^
yendo áotro
el
proyec
to.
Cree que
se
minora
(2j) X« historia de las repúblicas es la historia
ae la ingratitud. No se pueden
unir muchos hechos
en una nota. En Atenas.
Jlcibiades, Sócrates, Solón
iy>mon
lemistodes, Arhlides, Phocion En
Roma
C«w//o, Corohano, i ruso. Craso, Lucio,
Tara vino
í!)icnno Denlato. ¡¿n Cartazo,
AnnihalJ]milcar,B anfión: en Feneiia, en Genova,
en Olanda, Bernabelef
Ulan y Cornelia Wit, Vitelio, Micheli, 2.o
Tomas Fregoso Esto es poco: ¿como se
escribió contra
hintons:?
Was.
Por 7a leí/ 3, tit. 7. lib. '2.^ del
(26)
fuero real
no vaha el dicho del cómplice, á
no ser contra el reu
o su -señorío
En este caso se reputaba por testigo.
^^•P'''' ^- ^' Vreviní^ que debiá
ÍZ?^"^^;'"'darse
tormento para que fuese creído.
La leu 21 es^
testimonio del compre en
P'?^''^'J^
el
aeiito, C olon juzgado
militar lomo 3, §, 588.
%ZTTi
mm
38
de los deÜncuen^
numero
el
creciendo
la pena
Todos los jurisinfamia.
de
sindicado
tes Está
estas ideas, las
prueban
no
filósofos
consultos
conasientan como principios. Yo las adelanto:
presuplicando á una persona de alto carácter,
men ó que quedaran impunes á su sombra,
aprovechándose de la misma defensa que el haÁ' ó que caerá sobre ella el peso de la acusadelito. Una ración como autor y cabeza del
Si la palabra
ofrece;
me
zón mas vigorosa se
dignos sa
mas
hombres
los
del reo fuese creída,
su honor
perder
de
riesgo
continuo
verían en
infinitos enemitienen
Ellos
V sus vidas. [271
otros por contragos envidiosos de su rango,
es mas acásus opiniones. Esta enemistad
rios
puede decirse que
tiva en los estados nacientes:
civil y sus
guerra
la
mucho tiempo dura
Dor
juez enemiEra muy fácil que el mismo
ruina, dicen
envolver
de aquel, que queria
efectos.
<ro
prometiendo a impunidad
tase la declaración,
ha ejecutado esto.' ¡Ah
se
:Ah cuantas veces
contra Dios y la
cuantas veces se hizo mentir
tan repetidos como
inocencia/ Los hechos son
las oasiones abominables.
'
ser enteraPara testificar el hombre ha de
¿Esesperar,
debe ni temer
mente
libre.
No
m
Su objeto es sahr del
tá en este caso un reo^
Esta vienindiferentes.
lance: los medios le son
juez
dice que al
tit. 10 part, 7:
o mutilación de
muerte
á
condenar
de
tiene poder
su magtsjradurante
acusar
^enlbos/nose le puede
razan de su ojie lo.
en
cometidos
delitos
Tura sino por
en toda su exjencton:
la ley se sostenga
(27)
ha
leu
11.
Je
NodirToue
ZrosZ
se examinen con
que en caso de ser acusado
iaZLi ^^D^
JA
do la cara al magistrado que le juzga,
y pretende adivinar sus últimos deseos para complacerlo (28;.
Debe ser despreciada la palabra del criminal, y mucho mas lo será cuando ía acusacien es inconcüiable con la persona á quien se
imputa. No se creerá aunque lo aseguren mil
bandidos, que uno de los compañeros fué el
presidente de la república. Vigorosa la presunción en favor del que se quiere complicar en
un robo,
es
mucho mayor en
otros casos.
En-
un hombre de grande importancia
en un estado, de destinos eminentes, de estenso concepto se calumnia por correo de ladrones, canallas, heses del pueblo para formar una
revolución, que no le puede traer ningún provecho ni engrandecimiento, y si la ruina de su
opinión, de su fortuna, de su casa, de su familia. [29] Hágase el cotejo entre los delincuentes que han confesado su crimen,
y el hombre
tre ellos,
si
que escribe su propia defensa.
¿Quien es Vidaurre.? En el antiguo sitema
correspondía á una casa ilustre Educado en el
convictorio de S. Carlos, donde por entonces solo era admitida la prim.era nobleza. Por el trasBeccaria sobre testigos.
Cuand& separaron al generrj ha-Mar déla
junta se dijo, que había escrito a los españoles para
entregarles el Perú: ¿ Como hubiera clamado, si se le
hubiese seguido por esas cartas no reconocidas, o
por rumores un proceso? Hoy declaran los criminales
que está comprometido en este tumulto^ contra los cuarenta lo mismo que yo? g Por qué no está preso,
y se
le ha tomado su confesión? ¿^Que]usticia es la que íe
distribuye? No hay igualdad ante la ley.
(28)
(22)
^
torno de sus bienes fue abogado, y en esta profesión, se distinguió y enriqueció. Oidor del rey
de España desde el año de diez renunció las
distinciones monárquicas para unirse á sus conciudadanos. Fundador de la Corte Superior de
Trujiilo, y de la Suprema de la república, ministro plenipotenciario de la grande asamblea
americana, ministro de Estado por haber dado
la libertad á su patria; es decir un individuo
que desde que nació hasta el dia, jamas tuvo
lú pudo tener contacto, relación, estreches, amistad, confianza, sino con personas de su clase,
dignidad y empleos, ¿Quienes son los delincuentesF negros, chinos, cholos, pulperos, toreros,
ladrones de caminos, iníelices que no despreciaría nunca; pero que ellos mismos no se atreverían á acercarse al que veían en una gerarquía tan elevada. ¿ Quién es Vidaurre por
sus talentos?^ Contesten sus obras públicas; anímese la tribuna para dar la respuesta; oíganse á sus mismos enemigos. Ningún proyecto, que no sea muy grande, muy racional y
seguro podrá creerse del que á sus luces naturales, á su continuo estudio, á sus viajes en
América y en Europa, coinunicando con los
hombres mas sabios, une la experiencia de la
vejes. El designio según se refiere, es mas una
Jtcora, que un tumulto ó revelíon. Apoderarse
de uno ó dos cuarteles, y dejar al ejecutivo en
el ejercicio de sus funciones es un ente de razón: he dicho mal es la cuadratura 4el circulo en lo político. ;Será este el plan del que
tiene á Maquiavelo en la memoria, y sabe mas
que él en esa ciencia por los ¡numerables escritos posterioresque se han publicado y ha leydo.^
,
JA
,js^:¿
41
solo capítulo de ese autor reúne los riesgos
que se corren en las conspiraciones ys obliga
á huir de ellas. Cada uno de estos raciocinios
es de mas peso, que cien testigos y documentos Los testigos se compran, los documentos
se falcifican; ios convencimientos no son sólidos, sino se fundan en verdades que nadie sé
Un
atreva
á
negar.
Se precipita el korabre á empresas temerarias, cuando la indigencia le efeíimúla, cuando espera variar de suerte, cuando en los raodos ordinarios y justos no tiene la po^jibilidad
de adquirir bienes. Un ambicioso alguna vez
sedujo al pueblo para elevarse a la primera
dignidad. Ni en el uno ni el otro caso se hallaron en él rol los viejos. Procuran estos \k
tranquilidad en sus últimos dias, y no aman los
peligros, Vidaurre con una renta de seis ipil
"
pesos/ presidente de la SuprémaV sin asenso
su carrera, con un palacio preciosamente montado/ con cincuenta y cuatro años/con una enfermedad que será sin duda la que lo conduzca al sepulcro, sino se anticipa la sentencia
contra Sócrates y Jesu Cristo; no pudo meditar un movimieníp/cnyo tin le hariá perder
sin fruto su plaza, sus comodidades, su quietud
¡Cuanto avergüenza tener que hablar mucho y
con elogio de si mismo.' Vidaurre stgun sus
escritos es un filósífo, que invierte su tiempo
en escribir para ilustrar la nación.'' La tiiosofi'a
jamas
se
convino con
la
guerra Gtvíbñila anar-
quía.
Honrado como pocos, jamas fué traidora
que reconoció. Amante del homautoridades
las
bre y de la libertad, escribía desde que era oidor del Cuzco, sobre nuestros derechos sagra8
wm
42
dos. Queria que la España g^obernase con arr
reg-Io á principios constitucionales, pero sin pro-
independencia. Le hablaban los pacon confianza ecsesiva^ sin temer que
los delatase. Lloraba en secreto, cuando perdia*
mos una acción, y apenas podía disimular la
tristeza. Vela con enfado á los sanguinarios cediciosos, insultantes españoles Sus papeles eran
antorchas, que incendiaban y alumbraban. Le
tenia ese gobierno por el primero de los insurjentes. No lo era, queriendo serlo; como magistrado juré, decia, ser leal al rey, no quebranto el juramenío. Las reflexiones de los Jesuítas casuistas no lo convencían contra sus sentimientos de honor y religión. Un jesuíta nunca
tuvo buena moral. Hoy se figuraría insurgente
muy antiguo, para merecer el título de funda
dor de l¿i libertad: no aspira á io que no es acreedor, Horroriza oir á muchos en cuyos dedos
está pegada aún la sangre de sus hermanos,
que se atrevan á vanagloriarse de corresponder
a los mártires y confesores de nuestra libertad,
¿Si no hizo traición el que representa á un gobierno opresor, injusto, abominable, queria trastornar el que ama? Quería convulcionar uri
cuerpo político, que puede decir hijo suyo?
íTestimonio público, tu favoreces la inocencia.'
teg-er
la
triotas
Por mí La-Mar es presidente, el Congre^so dicta leyes, la patria tiene libertad. No soy Pasuanias para defenderla hoy y venderla mañana.
No se tenga por una contradicción: decir
que los viejos no se arriesgan, y alegar un hecho en estremo comprometido, cual fué echar
á tierra la tiranía. Una pasión noble, una
pasión gloriosa, una pasión heroyca hace
ai
anciano rejuveuecfTj y q^ue su sangre elada
43
se encienda
y corra
á borbollones
del corazón
por arterias y venas. El amor á la inmortalidad y á la patria, iguala la juventud de Conde y la vejes de Viilars No así las insurrecciones descabelladas, propias de lin juvenil atolondramiento. Estas son guerras de Peíit-Maitres,
la honda, si son entre señores. Si se dirijan por la plebe, son proyectos deambrientos
y desnudos. Vidaurre ha dicho con repetición,
que ni quería ascender ni bajar. La presidencia
de la república se le ofreció el veintiséis de
enero, y lo que hizo fué rogar al mariscal Sta,
Cruz para que no abandonase el mando. No
amará la república, su honor, ni su persona, ei
ciudadano no militar, que pretenda el gobier-
y de
no. Juguete de los enenngos exteriores, ludi'^
brio de los jefes del estado, sin respetabilidad
ni fuersa, un dia será el de la elevación, al
otro seguirá la caída. Pocos de mas talento,
mas activos, de mas recursos, de mejor previsión, que don José de la Kiva Agüero. No había sido militar, el fué sorprendido en su misma casa. /Qué triste papel se representa, ocupando el solio, después un calabozo. La historia no tiene excepciones: la historia es la base
de la política de Vídaurre, para su patria y
para consigo.
He hablado con tanta imparcialidad, que
olvidé que estaba tratando de mi mismo. El
proceso se ha laido, (^30) ¿Alguno de Usías se
me
hubiera abanzado á mandarme poner en captura.^ ¿hacerme conducir preso como un salteador al medio dia el primero de pascua. Mu-'
(30)
mt
JS5
habla como haie ser
m
44f
cho menos debía hacerlo el jeneral La-Mar, E!
era el testigo neas solemne de mi inocencia: rae
ofrece el cuartel y tropas Ninavilca; en el momento, le doy cuenta. Se; me escribe del modo
mas desicivo, preparando una revolución en
mi favor, en la misma hora le enseño la carta
y la respuesta [31 j /Qué conjurado es este/ Que
táctica tan estraña y desconocida. Se que se ha
arrojado la maledicencia á vociferar, que di est^s pasos para adormecerlo y descuidarlo. Los
ministeriales lo agravian. Es suponerlo un imbécil indigno del mando. El que gobierna nunca pierde noticias de esta clase, üesde el acto
en que rae oyó/debia doblar la vigilancia, inquirir, indagar, no dormir esperando un movimiento desordenado. Hay hombres que pueden
turbar la tranquilidad pública. ¿Pues reposó úíi
temor. ¡Triste consecuencia/ propia de un malTí'do, qu€ después de haber hecho que.se cometa la mayor de las tropelías contra el presidente de la Corte Suprema, contra la segunda autoridad de la república se aterroriza con
la inmensa responsabilidad.
Para poner en prisión á un individua, ge
atiende á su calidad, á su eondut ta, á sus rentas, á sus relaciones. (3^2) La cárcel no es
una pena, es una prevenciou para que el reo
no huya, y deje burlada la justicia pública.
En las naciones libres los acusados permanecen en sus casas bajo de fianza. Ésto trae
No
ka querido el jeneral LayMar absolver
según regla de derecho, esto equihale auna
confesión. Regla 2¿S en las partidas. No siempre otor^
ga el que cai/a: pew es cierto no niega lo que oye*
(¿2J Leyes áeliit. 3.® Mi- \% del ,ÍJiJestp.
C3l)
las citas:
JA
'^^t£¿
Sil
en
45
orijen de las repüblicas
las
antiguasv[33] Aunmonarquías para capturar, á un aoble,
se requeriaii tales pruebas, cuales seí'ian> -bastantes para pronunciar la sentencia, condernnatoria. Dos razones liabiao para esta prác-»
tica. El honor que oblig-aba al noble áiío
desanriparar
el juicio, dando motivo á que se
le
declarase criminal; y los bienes qué se presumía poseía en el estado. En los gobiernos
denriocráticos representativos, donde
íániá ésfá; en: el pueblo, debe ser
franqueza.
men
Aunque
la
sobe-
mayor
la
delincueoíe buya, el crino queda impune. Pierde derechos de
el
Mesíimable precio, que lo asemejan á los reyes y emperadores. Pierde Ja patria; y solo
tiene patria el que pertenece á un estado,
pp^,
pular. Pierde sn familia, cadenas que aprisici*
nan mas que los muros y calabozos. Pierde
la acción á todos los destinos, que en un sistema racional se coneede á la virtud y él
^
mérito. (34)
,u
;^,^
El juez también 'atiende Ijáiflí pena qiiQ
se impondrá en el fin de ia canka; Siempre
que no corresponde' la de rrinerte
no hay
fundamento para la prisión Entiéndase de Jas
í)ersoiias circunsíanciadasí de quiieaés estoi tra,.
.
,
;
,
.
tando.
La
fuga .noliaríaÉssiMoraüíirJpai^ia
^eotí
tencia yJ%U-igecücion,^ ¿No Hqíueda^íi^elvcieliíx^
sin cásti^í^o.^ Sufría el agresor el supremo de
Roma. Esa pena que contempla el ng fes mas
grave é ignominipsa que el cadalzo. fei se
acompaf^áran citas á estos reng'loues no basi
'^^ íA "^^ .^V)\--íí-.(S3) Greda 7/^ Roma
f34) Pérdia ai¡iie¿los en que estaba
m»
m
posecion^
4é
muchos volümenes. Cuanto
repito es el
escribieron
finúcleo de lo que pensaron y
lósofos é ilustres majistrados. (35)
El crimen segiin es patente no fué coii#
tarian
incoado; se estaba previniendo
alguna
un tumiilta, y se procuraba reunir
el ulcorresponde
No
verificarlo.
cente para
dehubiese
no
ministerio
el
Si
suplicio.
sumado,
fué
timo
sobedecido por tres veces al Congreso que
bases del cóha determinado se impriman las
tendria la
digo criminal, trabajado por mí,
por el
aprobados
sloria dé citar axiomas ya
sea
propena
la
que
cuerpo leiislativo. Para
razón del
porcionada, son dos los datos: la
ia sociea
resulta
que
mal
delincuente, y el
se diso
la
razón,
disminuye
dad Cuanto se
la pena. Como
decrece
tanto
mal,
minuye el
en lo no eje.
el mal nunca sera el mismo
la lejislareahzói
se
que
lo
en
que
cútado,
don
sería bárbara,
No
tioos
son
que no diferenciase
nue-tras
de
los cas-
ios
Aquí
Dra-
el cri-
ni las del Deuteronoraio.
pasos, y un^
sé hallaba en su primeros
los reos
contra
consecuencia
sería ia
Có'iiPS,
men
leyes
las
destierro
y confesos.
oíse
no habrá audaz, ni igtiorante que
me
mase
que
ecsijo
verdades,
combatir estas
al leneral
nifiesten las firmas de los que asesoran
incomunipreso
é
pusiese
qu€
La-Mar para
cado al presidente de la corte suprema L'íüJ.
convictos
Si
3. ° p. 2. cap. 6
hombre ftmrado amnem'
un
que
f36) No es pasible
En ^«^^árce/ íÍc
gravedad.
tanta
de
materias
te en
comandante Her^
el
por
tratado
la inquisición he sido
No he temdo otra
alhago,
aprecio
^
decoro,
reros con
(35)
Philangieri tom.
^,^^jí^^¡^^.LlMM.'
JaÜ
47
Quiero que declarasen ÍQ^Q^ los reos contra
mk Ya S8 ha demostrado que por la decía'
ración de uno ó muchos delincuentes no puede ser sentenciado un ciudadano. Coníeste un
Vitalicio en compañía de un godo; conteste
un infame aspirante ala presidencia que se me'
concedió como un premio á mi patriotismo; coateste un nialsin que soló sabe escriBir comunicados infames com© el; digan es cierto que
las leyes han determinado que no se crea
al
correo; pero en los delitos de magestad las
pruebas son privilegiadas. Miserables, distinguid la mage tad de un tirano, de la majestad de un pueblo libre. Este no tiene prwebas privilegiadas, las detesta. Por el contrario cuanto mayor sea el delito^ mas circunspección, mas exactitud se ecsrje en e^ juez;,
y mayores justificativos para coitden^T. E! ííombre se presume justo. Siendo enorme ercríí
ínerií
es difícil concebirse
que
Ib ha-comeliílóo
Hay que
superar los ríesgosr el ten-íoríí© for
fuertes castigos, la> pérdida de Im pmpi^áW
des, la separación de los objetos mas amadosi
Criminalistas y legisladores antígüos^^^ fberoii
unos bárbaros: nuestro siglo es de lá ftlbsofia. La carta que nos rijeaun, ha sancionado
que corran por ahora los códigos anterioresy
en cuanto no se opongan á nuestros princi*
pios [37], Nada mas chocante á ellos que las
que la de no estar en mi casa. Visitas de
innumerables amigos, una mesa delicada, buenos /£bros, y una conciencia pura^ me han hecho gozar todos los placeres Jisicos y moraks de quQ es capaz uu
privación,
racional.
Í37;
wi
^r¿.
12L
ptiíeb as privilegiadas Y38].
Reftecsióoemps; ¿era natural qiieeí denunciante que rio me conoce, ni tiene mütivos
de afecto silenciase una parte la nías interesante cual era mi nombre.^ ¿Era posible
que se ocultase lo mismo que había de ani-
mar
á la empresa?
¿Invitó al
coronel Jara-
millo? no debía comenzarse manifestándole mi
consentimiento, para que pudiese contar con
una persona de carácter en la sedición? iS o se hizo porque era fácil al coronel preguntármelo, y
ÍS8)
paraban
preConfidenies se llamaron los indicíelos que
Mesecreticonscius.
Fidus
conjuración.
algmia
esperanza
recían la confianza que es la seguridad y
iodos
tomaban
Se
persona.
alguna
firme que se tiene tn
ios medios propios para que ninguno faltase ájaftpor el -oin.'
delídüd: como el juramento se tubo siempre
allí vino el nombre
él;
de
de
usó
se
sa^^jado
mas
culo
Para este
de conjurado] esto es jurar müluamente.
t/
juramento se usaron muchas veces ritos espantosos
coestas
Son
humana
san-rre
en alguno inlermno la.
están al alcansas no reservadas a los sabios, sino que
grannegocio
Ningún
ce de las gentes mas co?nunes.
he sido yo
¿ho
amigo,
ínfimo
un
&
sino
de se confia
ladrón de euminos y
de mnavika? i'P odia serlo dd
& decirlo, el püatreverán
se
no
ellos
asesinos Sánchez?
Jamás tomaron en mi casaufi
hlico sabe lo contrario.
ellos: laúmca ocaha%o de a^ua; ignoro cual sea la de
Ninavika su gra.
sión en que pudo manifestarme
en el. congreso de mis
iitud, quefu^ cuando se iraib
la causa que se le su
sueldos: votó contra m), Juez en
gobierno
ái muerte en el
senienáado
suib V en que fue
no solo era incapaz de
que
ella
por
conocx
terror,
del
propenso á toda clase de mentira: el
-un
secreto,
siró
había comprometido personas que
lo
beneficiaron
y
otras
no
mmj respetables. Si yovo había perdido el jumo,
con mihony
conjuración
vrta
de
tratase
que
posible
era
quien en toda
hre en quien ninguno debía confiar, y á
mi
vida apenas habia hablado seis veces.
]4q
desengañará!e:,íle la mentí ca (¡39 )vj
.(ta
lie
e$f:f}iO:áp
iMtí^
roqdpífi^ó.sofic.o
Sobre el
oí(>i^
'
,
,
í
/que puede Aener el áich9í;#,:y|i <}4mt
hacjea ,níiUi^]ip3; ¿añqs, nqu?. h^
íenüjjciado a los tratadistas :de aquellos síg-los
en que no se conocían Jos derechos, del homl)í'e> me ba rparecido oppftunp el /coasultarIjQ$»
Adínírens^ Ip^ ,bucí3o^¿Jciuda¿anps de^iSiis é¡)0y<
trinas, /Cuanto di^tají; d-el modo con, qu#i se
ha procedido contra ^mí ;Mochps juzgan qué
el testimonio debía ser repeüdp. Los itías sif
garosos que 4nÍ€amente,daba méritp para inv
Vftlór,¿
jAueque
(plice.
!
dagar [4JO3
vileoiados.
Pn l(isi delitos^; q^ceptuados .ó piiir
Afirman que el dicho no ha de
recibirse como de un testigo^ siñb como de
UB denunciador;
'No* pí*éá^»sér >tes^tigo porque
acto de confesar el crimen es infani^
y vil [41]: cilios iriismos enseñan, que si el
individuó 'qs de, buena bpinipn, ja cónfesiqíj
en
el
jjei rigp
bari
,
d:eb,e!
j&er
4^spréciada en
ñola hubiera fee^ho
jno; si
¿42^)
.,
¿^a, parípj
i
de concurrir otros indicios, no indicio
singular.
Aqui entra
q^
Pa m, ndagar
la espiicaeiPn
eti
que hace
Un autor^ nióderno de los indició^. Es oréque sean, separad oá'1 os unos dé id>$ 6|/^|^
cjiíp riq cpiri prueben un a m ism a qq^'a,", J|íi a^^st^
cisp
^,,.,,\
'-'
.
......
,
,
_^
.
A
^
^^
,..-
r39}' .'JjQS reos' dice^ ,que Elim, Saiich^zs J^s ms^
tr ataba conini¡^.o* ^i,Estq..ind^o^ ^s ase^ino^^,
actual ladrón de caminos? Sq;le creerla aitnqtit: (U",
jese qu.e había traíalo c o wni-gQ?^ ...iv^. :; .-.-jj ^Vaü
V;'
i
guro que
(
.
mam
40 )
Ludov.v:o. .Peguera ,^^^
s^^ ÍY\<^(¿49iCrÍf i)fghA9px
Ley 8,"í?7.. 16. p, SfYj vvv<^i\ i^ns ^,oí^ 'vV^
citado M^t.^h^.ii^ó\l^si-\i).'iQ-i%\%v.^^
..Autor
.^i^>.
[4IJ
cóiifl'pofiéb un indicio [43].
NinavilcaaiiHéfl el sistema español, solo
sBría' admitido G-din^i urj denunciador vil é iü*
fáiiier Si íib hablan fiiidicios contra mí, coinfo
no los hay; si mi opinión es buena cual no
puede ser mejor; si no ecsiste otra clase de
prueba^ e! juez íiscai(44) debía haber proce«tido como si' 140 hubiíera oido mi nómbrei
«íOmo si no fuese Gitado por el delincneñtei
En el sistema libera], se ha procedido cual
nós8 hubiera hecho en la obscura época de la
tÍTaríía(45). No es de admirar: se me preguntó
en mi instructiva si> habla sido autor del papel
caso solo
i
•j;:)4HÍ
i,
lí'
.60
í>?<;43>! fFilGn§uieri~c^nme& dé- judicatura por.
has de
^rmw
indicios.
Era don Anselmo Quiros*
Rtconvmido 'oerbalmeníeporm), el Jis<iaTQui»
(4j)
T'ósXdia 2b)'^com6' por una declaración de un reo se
7ne ¡labia' pué^io presa?' Dijo que según la ordenanza
se debía prender [a- iodo el' ^ue se hallaba indiciados
i^c refirió á Colon^ como si hubiese libro para nú es*
iraño. Lo que dice el numero 133 es como sigue. „Smctde. muchas, veces que hacienda un proceso, contra un
reo^ cre^jsndo ser solo el agresor de un delilo resultan
iuegb otros cómplices. En este caso se les asegura en
(44 J
«¿¿alabozo; haciendo constar poruña diligencia, púes'
ia al pie de la declaración que los descubre del modo
siguiente^ Dice una declaración pero no decUracioa
del reo.
Si
lo dijese
'procedería contradictorio.
Al núm,
588, habia escrito ser invalido en el testimoitio del
cómplice. Ad'éiéHase también que habla de soldados,
no de ciudadanos 'pciHiéúldres: n» del presideate de
una corte íuprema, en huyo fator hay nna fuerte pre-.
suneton.
meéé Superarse por testimonios mutf
auténticos
¿Y si su conciencia lo impefia para prender por una ligera indicación^ por qué no ocurrió al
Congreso para que desa/m^ascn al general La-Maréuyo
^
—
i!^
JÍMkl
<>
51
pueblos (iS). No habiendo
titulado-^mso
este asunto
acusación ni testigo que hablase de
de^ crimi%e' conoce que el fiscal trababa
sospeciios^
Este hecho solo liace
ó.
los
nalizarme.
la actuación. Es de creer,que
hubo
ÍAfl^íJop^í'^
contraria aja prila declaración de Ninavilca
(47 ), E!
posterioridad
de
inera con dos dias
t^P^mir
también
á
fué
Mariátegui
de
hermano
de policia después de comenzada la
de par t^
causa (48). /Que fácil es la seducción
pomucho
.boy
tien^que
enemigo
de ün
al cuartel
der,
j«
i
Pero permitamos por un momento, y nada
demas que Ninavilea no quedase en ]a clase de
testigo,
de
la
nunciador, sino que pasase á
rmsmo
personerías que nopuede tener á un
confesioii
tomado
haber
ttempo.¿sé me podía
testimonio qiie el
íio habiendo contra mi otro
común que se
tan
doctrina
la
suyo? (49) Es
moderno l^
un
FiHpica,
curia
y
halla en la
ÍCitú
como un
principio de práctica mcuestior
el señor Qidros
fuero es igual al mió"? no podía ser
sentarse en I a
de
honor
el
tenia
aun siendo diputado
Catedral á sus espaldas.'.'^"". I
en la ordenanza
(46J El señor Quiros tan ecsácto
la instructiva kan
en
preguntas
las
que
olvidó
como
consta de los
de sugetarse rigurosamente á lo que
556.
nümFormulario
autos?
tnsepara(i7) Don Anselmo fué cuando diputado,
tu y es
banco de Luna Pizarra, lo habla de
:
"
del
ble
.
,.
inseparable de el, paisano arequipeño.
Un hermano de Mariátegui ha estado dictenao
(48)
que el depúblicamente que mi causa esta muy mala.,
'
.
lito
es
probado.
y-
Ya se ha dicho que los reos se refieren
chez á' Delgado y al mismo Ninavilca^
(-49)
¡t.UMI
,
-
a
c?««
i^art'
m
U
confesión á tnv, reo" sóbíre ti ri delito
ó vario^
tvecééáría ligj^a^edtAra
;^l, W^^ ^émi-plena
es
jDrtiebariza
hab^i^o: ív6meti(ío; bí^ri
^^eá
(¡r tista Ó^ cieii¿la cierta mayot
dfi
nUir testigo
de
de
..todf;-pcepcitou,Merf de indicien é¿i^
jeputara á Nmavilca :testip mayor
de
Íf^^;:;^^^^P5'^?"? Aun cyand^^
iepaÁéemik
;de lataüsa nú lo éí;a pOr ¿er
i¿dl(C 'pVóPpn^os á^la mentira y al rübcj
S^dé' sü lifk]^;
¿^
b
'
él'senorSoibr^arm creía, I^ú^i^feíl^^o^^JI
siete en todo conformes para
que valiesen por
iin testigo. Desde la antigua
d¡n&ía de los
Incas se conpcló
3^'" ^#
'^'
'
tros decirílos;
U.
muy
inclinación violenta á esos
J^ '^#:;oaeiiaba se sálú:;^P^
/e/.g^
buenos.
f
pueden acusar
U.
buenUmas^Un^^U
S*»*Hf
'
"^^ d^
^i
Ú¿i^^r'
lestimoiuo^ lega],
de
la
Ninayilca no^sália
tattipc^éo
ni-
'
comd
cdmt> ácíísacion
él infórn4^
Na
^ ¿1 cóiriplíce d¿í
(51). Aun en loürddigoa .antiguos
esicon sangre y en los cuates Ja
buena ra^n tuvo una parte muy peq^ueña, la pena del
lahon fue generalmente admitida: en
EsDaña
desde el rey .Egica [5.2] el, falso
calumniante
€ra castigado con ella
y mas las. costas del
proceso (53). Por un auto acordado
se dispuso que las penas contra falsos
delatores y
testigos.se impongan rigorosamente,
no susito
criíos
[5IJ
(52;
(m
Ley
2.
tit.
Ley
2.
tit.
hey
5,
tit.
o p, 7.
o ¿ib, 6 del
fuero iuzga,'
^
^
13 lib. délas M,
1.
1.
.2a2
55
tendiéndolas ni moderándolas bajo
de n'ingunP
preresto [54]. Se conocían
los grandes males
«jue- causaban estos
insectos viperinos. El criíninal qué complica
á otro no teme las faertes- resultas de la
calumnia. No se le han de im^ponér'dos penas, porqiVe no
tiene dos caer^"
'^ ^"" ^^ -2^2 el papa
Félix'
cu A ffl-'l^''
I
aicto este canon.' wo síVwíia ¡etritimo
€1 acusadorno se le
moleste al acusado
Gregorio decreía;r55) al
acusado no se le próihueva sin que se conosca
á ío menos sumariamenie de la justicia de la
acusación. A Niínavilca se le
admitid como acusador, testigo
y
reo. /biglo
filosófico ruborisate con causa
horrible que la que se siguió
contra el
mas
iuiserable Calas!
T .F^^^ ^^ atreve el
i:
Quiros á decirme
ei üiaque me
prendieron. £;,m K sumufuen^
^^ envuelto, es difieil que se desemvede.
res*
Vonúycomo
IcLcamnnia.
fiscal
U
deshace las nubes, asi desliare
Le reconvine ejdia que me to-
el ^ol
i«o la insínrctiva,
al oir las frivolas preguni s one
me hacia. No pudo contesrarme sino
ineaias palabras.
Su maestro Luna Pizarro no
JO Udbia instruido
para este caso. ¿Porque se
je^ traro del
Callao donde ya estaba para emcotí el objeto de su separ«rí
'"f Z^^^'^P'»»racion
del congreso.? fué, porque
era lo misino
que SI Luna Pizarro
fue.e el fiscal de la causa, rué
porque era un j()ven que desde la tri-
Duna de.«pedia rayos
y centellas.
Eran de opinión Icsjurisconsultosaníio-üns
.
esos barbaros leguleyos,
que en ios delitos atrói
^m
(54)
J uto
ibb\
Cap.
acordado único
4. d€ la> Ds.
¿ié,
11.
lik
8
54
los socios
císimos podían admitirse por testigos
requidos
del crimen, Eesigian sin embargo
probar
de
pudiese
sitos. Primero: que no se
con
adminiculase
se
otro modo. Segundo: que
pueden
indicios. Entre nosotros absolutamente
es
tormento
el
dichoque
ser admitidos. He
no
les
partida
de
ley
la
cual
prohibido sin el
daba crédito. Hay otra razón mas decisiva- Nmno valiene-un reo puede ser iuramentado, y
pqr
juramento,,
sin
testigo
un
de
do el dicho
¿'r
con sig-uiente no es testigo.
pue^
no
proceso,
El delito que resulta del
entre los atrocisimos. Atrocísimo
colocarse
de
cruel, inhumano en grado super:'
es lo fierD,
sepaEl objeto de los delincuentes fue
publicaque
diputados,
los
rar del congreso á
españolea
mente se declararon en favor de los
culpa. Falla
produjo
entendido
El zelo mal
proponían los trata la primera calidad que
la segunda.
concurría
No
antiguos.
tadistas
prueba era escuya
aquellos
de
era
delito no
de los cortrechamente limitada á la palabra
planes,
cartas,
reos. Podían haber documentos,
huque
testigos
armas y peltrechos acopiados,
quiepersonas
á
reuniones,
•biesen sabido de las
consentido en el
nes hubiesen hablado y no
mi opijusufica
proceso
El mismo
lativo.
M
provecto.
cartas remitinión. En él se hallan diversas
ellas; luego
de
una
á
contestación
das V mi
delito atrocísimo, ni de aquellos
n© 'siendo el
que se hacen improbables
sino se
oye a
los
nmgun
cómplices lo declarado por estos, de
mismos,
ellos
y mulíjodo puede perjudicar ni
sugetos cuya conducta acriasociación con
solada repele la absurda idea de
£sa clase de g-entes,
cho menos á
los
u^
55
/Cual era lá espectaeion del pueblo el
La hora, el inodo^
,dia que me prendieron/
la persona todo hiick creer que ei delito era
de alta traieionj y tales las pruebas que ü.e rne
debería reputar por perfectamente cüitvicío.
Amigos me han asegurado que creyeron verme en el patíbulo á las 48 horas. Mi dcso*
Jada famiiia se mantubo en esa persu ación:
yo mismo dije, mi fin vá hacer el de Berindoaga. Los diputados de mi banco enmude»
cieron,sobre todo^ al oir la nota del ministra
de estado en que me hacía el honor de rotularme, pn«cz)ía/ /«cíor del crimen. Un sueño
en que se representaron objetos los mas ingratos para afligir, angustiar, oprimir, atormen*lar; pero uu sueño, que no dejó en la maña*
na ni vestijios de las feas y pavorosas imáge-^
nes. Nada mas hay en el proceso, que la declaración tai vez violentada de Ninavika, que
no hace féy porque es un hombre de perversas
costumbres, porque es reo en la causa^ porque
no se le hu dado tormento, porque no ha jurado, j porque el delito aun no es de aquellos
que llamaban privilegiados nuestros ignorantes
f=r
abuelos. ¿<4ue se contestará á la América y á
Europa Sobre la justa reconvención que harán los papeles públicos, preguntando que si
esta es la justicia que se administra en los
pueblos libres? Difícilmente Constantinopla presentará un egempio.
Como todo tirano carece de tranquilidad^
no permite que la gozen otros. A todos teme
y de todos es temido. A la& conjuraciones y
tumultos muchas veces le dá ecsistencia su
ajitada imaginación. Forman ejércitos, asaltos,
combates á &u solas, y pregunta sobre ello á
la
m^m
«US aduladoras cortesanas» Le confestan con
historietas y. ipcní iras forjadas p^ara complacen.
Persigue, i'nquieia/vcaptura, y á fuerza de^ iit*prudentes cautelas el mismo ianima las fantasmas.
Un pueblo que sabe se le teme y que se Sospecha de^u fidelidad,, desprecia, Jiisulta, y al fin
se arma. Nada es bastante para contenerlo: ©1
yence al tirano, aunque* rara vez á; la tiranía.
Eq los gobiernos libres, disfrutan de tranquilidad los que maridan; y obedecen. 0nas y=,otros
solo temen á la ley. Nadie se subleva porque
a nadie se persigue. Pero si en un estadodéí^
inocratico se hayan ios vicios que distinguen el
despótico, es preciso asegurar que se disolve»
rá prontamente. Cosa alguna puede permane*
cer con cualidades que cantradácen su sustan»
cia. ¿Los funcionarios públicos confian hoy en e|
en los ciudadanos? ¿No temen los ciudadanos los abusos de! poder en los funcionarios
públicos? la contestación de estas dos pregun-?
tas, será la que resuelva el problema de nuestra felicidad, y de la continuación pacifica ea
Perú,
que hemos adoptado.
¿Cual es el resultado de mi prisión.'' Que
el estado se convence de que no es feliz. No
puede serlo, donde el ciudadano no descansa
tranquilo en ^1 testimonio de su conciencia, y
bajo el amparo de la ley, (56) No es feliz, donde juzg-a que la calumnia valdrá mas que la ino-
el
sistema
cencia. No es feliz donde el ministerio puede
hallar camino á la venganza para concluir con
el honor y fama de los hombres distinguís
dos. ¿Quien dormirá en sosieg-o con el pen¿
06)
Articulo
12U
'íiduiü'J
noche puedo verme en un caaun ladrón se indica mi nombre
para que diga que soy uno de sus compa-
Sarniento, esta
labozo,
si
ñeros? /Cual es nuestro actual estado de desgracia/ Recargados de contribuciones, con una
administración de justicia mas desacreditada
que la de los españoles: un enemig-o al sur,
otro al norte, disponiendo sus exércitos, para
caer sobre nosotros con el ímpetu de los mares,
cuando rompen los diques que les señala la
naturaleza: una sociedad dividida en cinco
partidos bien pronunciados: un congreso donde el español tiene muchos votos : un minil^
terio objeto del odio j del desprecio ; un erario exausto por las ineptas manos que lo gobiernan : un presidente diestro en la campaña,
desgraciado por los que se le asocian en el
gabinete. Desolación, ruina, espanto, servidumbre; esto temo y esto temerá todo hombre
que arne verdaderamente á su patria. /Dios
eterno^ consúmeme antes que presencie tantos males/ No es mi proceso el que me interesa, es el proceso de la república peruana.
En época tan espantosa tengo sed de la Cicuta: imitar quiero a Phocion.
Moriré: pero no infamado. He de oprimir
á mis enemigros con el torrente de mis razones. hn una carta de Dagueseau de quince
de agosto de 1728, aconseja que de ningua
modo se proceda por las denuncias, sin exael carácter y facultades del que las
hace: que obrar con lijeresa en estas materias es esponerse á una grande responsabilidad <57
Una voca de piedra usando de la
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1
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1.
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7,
Denuncias
sola
ii.
y-m
68
espresion
clase
necia,
No
Moníesquieii abierta parra toda
de delatores, como se observaba en Vetle
sería
manifiesto de la tiranía.
difícil que se preatentado de ponerme pre-
el.si^^no
habiendo prevención era
cipitasen al
enorme
y en incomunicación Dor trece dias. No
hay contra mí mas en el proceso, que lo que
declaró un indio torpe, abominable, cuyos crímenes se cubrieron por el mal que hizo á los
españoles. Este es Ninavilca. ¿Quien desmentirá la descripción que hag-o de él.^ No me
acusó en la primera declaración, no en la secunda; (58) en una y otra niega cuanto se
le pregunta. Fué en una tercera^ ¿En una
tercera.^ ¿Quien daría impulso á su palabra?
Una ley babia determinado, que la declaración
segunda contraria á la primera se tubiese por
de ningún valor. Con justicia: el individuo
podia haber variado por coacción, seducción,
temor, promesas No es esta la única causa;
era un perjuro por su anterior dicho: como
infame no merecía crédito en el siguiente.
Hoy no hay juramento; pero queda el'delito
de falsedad, y la infamia de la mentira, ¿Y
esta es la prueba para aprisionar á un repusoj
$erán admitidas, si el juez conoce qus el denuncia'
dor es de buena opinión, y si su dicho se apoya en
'i
la 'HOZ piíblica.
C58) Cuando se me ha leído d proceso, solo apa*
recen dos declaraciones. En la segunda en que me
calumnia dice-, mis anteiiores declai aciones. Luego fué'
ron mas de una. ¿Y donde eslán'i Serian "¿erbales, ij
no
se escribieron
porque no convenia. Ninguna iieñe
30 lií. IG. p, 3.
valor conforme á la ley
t\Z
blicano respetable? ¿Es esta la seguridad qué
se goza en un sistema libre.^ ¿Es nuestra situación mas dichosa que en tiempo de los
españoles? £n la revolución del Cusco del año
de catorce se les pusieron grillos á todos los
ministros de la Audiencia. A mí se me exceptúa, y se me elije presiJente déla junta
tuitiva. Corrían por toda la América manuscritos mios, en los que ilustraba al pueblo en
sus derechos. Habia escrito al vicey, que los
cu2queños no eran insurgentes, si los mandones y jueces denotas y venales. jQue cúmulo
de cosas concurrían contra mí/ Se me forma
un volumoso proceso, pero durante éb asisto
á besamanos y funciones de etiqueta. Se me
recibe con decoro, y se guardan todos mis
fueros. Esto se hacia con un oidor. Siendo
muy joven se me siguió una causa en la iaEste tribunal tenia la vista muy
qu'sicion.
fija sobre los hombres que se diítinguian de
algún modo. Duró tres años, sin que se tocase mi persona. El gobierno español y la
inquisición respetaron mas á un oidor y á un
abogado que el actual gobierno al presidente
de la corte suprema. ¿Cual es la suerte hoy
del que iguala al del consejo de Castilla? Carearlo por un simple dicho con la ultima canalla, conducirlo de un cuartel á una cárcel, no tener por bastante su palabra para ponerlo en soltura. /Estremeceo^i autoridades/ la
ilusión es concluida: presto se pasará del desprecio á la insubordinación: nada de esto se
medita.
Desatendible el dicho del indio montonero
por su clase, lo era mucho mas por la inverisimilitud
^
que coat^niaa
sus palabrasj Reunir
60
doscientos hombres para formar una revolacion,
¿lina revolución con doscientos hombres en,
una república que tiene diez mil sobre las ar-
mas, y con la movilidad que le dan los buques.^ Doscientos hombres en una población
de setenta mil, que con ponerse el presidenteen el medio de la g^ran plaza se le reunirían
dos mil ciudadanos virtuosos, honrados^ amantes del orden, y capaces del manejo de las
armas
¿Este es el plan que cUó Yiclaurre?
No puede ser de Vidaurre dirá la muí^er, el
limo,
el
No puede
idiota,
mos que desde
los
Lo
conducir preso.
niante.
[59]
{5g)
La
tigo el preso.
10,
leí/
ser;
diián los mis-
balcones han reido
Ya he
estaba
también
al
el
verme
calum-
tü. 16, p. 3, no puede ser tesdicho, que el solo dice lo que
Esta causa y mi alegación será
puede enseñar mucho á los
magistrados. Delgado (uno de los reos principales,
el que me escribió la carta) en el memento que fu\
preso dijo, que era nna injusticia haberme, capturado^
que estaba inocente, que á él lo habian engañado dieiendole, que yo habia entrado en la rtxclucion, que
por eso me escribió y se desengañó con mi contesta'
cion. Testigos de esto futran el capitán Gallegos que
lo condujo, el comandante de policía Campos, y otros
muchos. Se le tomó su instructiva pasadas las horas señaladas por la conslilucion. Confesó los hechos
principales. Después aparece una carta. escrita á Mariategui, á MariatejTui, en que le dice que no haj/ duda, que y o induce á la revolución á Sánchez y Ninamica. ¿Y como lo sabe y afirma, cuando el wismo conJiesa que jamas me saludó.^ ¿Como se conviene con
haber reconocido su carta y no negado la respuestal
Se ha querido alucinar incautos, para los que basta
que se señale un nombre, Alerta diputados, que en
le agrada el juez
^nuy ütil para lo
.
futuro',
Vi£.
6t
Según lo espuesto /Cual ha sido el fundan
mentó de mi prisión? Para responder di^na*
mente, necesito recorrer aunque á la lig-era muchos hechos anteriores. En el momento que di
libertada mi patria, todo mi connato fué, que
el Cong-reso se abriese el veinte de mayo en
que cumplía cincuenta y cuatro años de edad.
Quería solemnizar mi natal, con la función mas
gloriosa que se vio en el Perú. Iba á ser el
primer Congreso legitimo, compuesto de representantes, libremente elegidos por los pueblos.
Escribo un discurso probando, que ningún ministro debia ser
elegido diputado.
Como
esto
no separase á mis conciudadanos del entusiasmo en mi favor, y firmemente persuadido, que
la mayoría déla nación estaba contra el
tolerantismo, escribí sosteniendo esta cuestión política, de un modo que no podia ser
agradable»
Nada bastó; entro en el Congreso para sufrir
los días
mas amargos de mi vida.
La mahsana de
la discordia era la elección de presidente de la república. Me pongo
en el jeneral Sía. Cruz, porque crei de muy
.
buena
fe, que era el hombre que
mantendría
unión: me estremezco cuando preveo los estragos de la anarquía. Convencido por muchas
cartas del jeneral La-Mar, y aun por conver-
la
esa cártama se acusan « varios. Esta causa tiene mucho
de la historia de Carlos Magno: el jigante Fierabrás, los
doce pares, de Francia. Se supone que quince hombres vestidos de blanco vinieron á acometer la ciudad.
¡ha ciudad de Lima acometida por quince hombres!
¿Contahan con los que estaban adentro} ¿Quienes sonl'
iCuaníQ se ha deseado que los reos digan que se
trató de malar á los diputadosV
m
62
que no admitiría el destino^
sacióles
oía con desagrado, que se tratase de una elección, que no habia de tener efecto. No obré
por pasión, por esperanza, por deseo de algún
provecho: Santa Cruz no era mi amigo. Esprivatlas,
ta palabra sagrada amistad, se dice, se escribe,
rara vez se pronuncia sin un sacrüejio. No
inerecí su confianza en el tiempo de mi ministerio. Mis disgustos ecsedieron á ^as horas. No
agracié á persona alguna roo ei mas pequeño
empleo. Niug-uno mas de cerra presenció y
consoló mi3 males, que Mariátegui á quien descubria mi pecho, y amab.i mas que á mis hicon un sujos. Se tuvo dispuesto desairarme
porque
anelaba
cesor. Supe toda la intriga, y
No
potro,
un
se realizase. El palacio me era
ambición de destuios,
E! señor Luna Pizarro que formaba el partido de La-Mar, tenia constancia de que no renunciaría. Unidas nuestras fuiuilias, y habién-
conozco
la
el mayor decoro, parecía natural que tratase con migo esta materia. Lejos de esto, aunque lo visité muchas veces en
su casa, aunque conducía al caso la conversación, el la evadía. Manifesté á don Cayetano
Heredia [60] mis opiniones, para que le hablase sobre ellas. Cada dia era mayor su rese forj
tiro, disimulo, frialdad. No obstante,
me
dio
que
nombres
los
mó la mesa (61) con
dolo recibido con
repartí á mis amigos. Se eligió así mismo la
comisión de poderes. Se hallará siempre en mí
sencilles, candor buena fe; en mis enemigos
y
[60]
C6I)
Su
confidente.
Presidente y secret&rios*
astucia, reservas,
me
dolo.
¿Por qué no instruir-
en hechos, que podían variar mi concepto? La respuesta sería dificil al qne no esfé instruido en los misterios de los gabinetes. Pizarro sabia muy bien cnanto me estimaba el je„
rieral La-Mar. No queria que este
me quedase reconocido al nombramiento, sino que se
íutiere per obra esclusiva suya. Maníenia muy
presente ía ofensa, cuando Santa Cruz disolvió
la junta
que eí habia creado, y colocó en el
gobierno á don José de la Riva-Aguero.
f63)
Sin mas crimen que mi desicion por
Santa Cruz, se proponen mí ruina. El primer
golpe que se prepara, es rebajar la tercera parte de mi sueldo. El vicepresidente
pasa sobre
ella una consulta al Congreso
por el ministerio de Mariaíegui. ;Que discucion
tan encendida.^ No la presencié, ni hablé una
sola palabra. Los amigos de la justicia me
defendieron.
Tuve una mayoría de ocho votos, y es de notar que entre ellos no numero á
Ninavilca, que
siempre fué contra mí [61].
Apenas habia concluido ésta primera guerrilla,^ cuando se prepara otra mas
fuerte. Se
rugió que el jeneral La-Mar no admitía. Era
[63) Nunca tomo la tribuna en las preparatorias,
que no arrojaré fuego
y pomovia, repitiendo el hecho.
Uno de los motivos de odio contra nú fué, que tilw
lúha á Riv a- Agüero gran mariscal. Digan lo que
quie*
ron es un fundador de nuestra independencia.
(Q^) Di']€ á todos mis am)gos, mejor hubiera que»
rido me diesen de puñaladas, que presenciar, que
este
canalla ingrato votase contra mí. Es comíante
que me
debe la vida. Reconvenido por don José Hela ice
sobre
tan negro hecho, conleslo: que nada me dubia.
m
64
probable esta noticia hallándose á la
frente de una insurrección en un pais extran-
muy
no es mi virtud. Dije sin
el Congreso nombrafuese,
si
que
asi
embozo
que
de
ningún modo nos
presidente;
un
ría
convendriamos con el vice-presidente, E'taba
prócsimo el correo de Valles; ¿Y que se hace?
Se arma nna facción con corbatas encarnadas
la tribuna, en
y puñales para asesinarme en
el acto que hiciera la moción. Públicamente
se dijo esto, y los revolucionarios mantuvieron
por muchos dias las insignias. Felizmente el
<rero.
m
El disimulo
jeneral La-Mar quería la presidencia; su aceptación y las cartas confidenciales que escribió
evitaron mi muerte. Sin duda, aun sabedor del
asesinato , no habría variado en mi propósito; el temor no es mi pasión. ¿Quedaría mi
sangre
sin
venganza? /Cuanto
se
engaña-
ban"/ (63;
A estos
que llamaron grandes golpes, golpes maestros, se uuian otros muchos mas mortificantes. Se conocía mi genio acalorado, y los
lances se disponían de modo, que ó me sobreviniese una enfermedad mortal, ó me precipitase á un ecseso. No pasaba un día sin ser insultado, Al volver á mi casa, era la pregunta
de mi familia. ¿Qué has tenido hoy? También
hacían padecer a estos inocentes. Uno desde
{65) Temblemos de una facción desorganizadora. i?eel estado de Atenas después de la expa'ria'
cion de Alcibiades: el de la Francia cuando la conven^
ciún, ha tiara, la corona, el bonete de la libertad
adornan de diverso modo las cabazas, pero el corazón
'
cordémos
siempre
es
d mismo
SSSBCSeSBC
si
se
corrompe *
65
que trataba de entregar el estado á don Simón. /.Ser del general Bolívar, el
ánico que le hizo frente! ¿Qué parte tomaron
contra él mis euemigofe? Porque mandé salir a
otro de la sala, siendo presidente, y conforme
la tribuna dijo,
al reglamefíto,
me Waw.ó
picaro, canalia,
bor-
metra haberle dado muerte, pe-
racho. Faiii
ro era la muerte de
época
el
la patria
Desde aquella
Congreso hubiera perdido su respe-
ar'uas contra nuestra independencia.
contesté una síiaba. Fueron mayores las
tropelías por haberme empeñado en que se resolviese el expediente, detenido con escándalo,
sobre los poderes del diputado Tudela. Se ar-
tabilidad:
No
rojaron dos hombres sobre mí, j^ los vi en ade»
¡Cuánto estudio me fue preciso
man de
para sujetar mis pasiones/ /Qué sensible me es
que mi honor me impela á presentar al público estos hechos/
Juzgué que habría una crisis con la presencia del jeneral La-Mar. Se desvanecieron mis
esperanzas. Las distinciones que recibí del presidente, desde el momento de la llegada, aumentaron el temor, !a envidia. Se conoció que
merecía su confianza. Mi edad, experiencia,
estudio y honrades, le obligarían á consultarme las materias de estado. Esto era iusufríble; la
variación de ministerio, era la consecuencia»
Me presentaron á sus ojos formando el cuadro
del hombre mas perverso. El mismo jeneral me
dio aviso de ello con esta espresion; díganme
cnanto quieran, yo lo he de amar á U, En una
al jeneral Sta, Cruz le repitió lo mismo.
JVo es posible que mi compadre sea cual me lo
pintan. ¿Y quienes eran los que se acercaban
al presidente^ Son bien conocidos; en lugar de
visita
m
nieve á este papel. Omito cirarísea posible las personalidades.
El dia del recibimiento de La-Mar, un acaso aumentó mis disgustos. Quise asistir aí templo. Avisé para que se dejase espedita mi
silla (66) El señor Cabero, que
tenia preparada
SU arenga, y que le ha tomado mucho amor
á la presidencia de la Corte Strprema, se retiró fingiéndose enfermo, por no toniar
el seareriilla liecho
to
me
asieuto. Me vi precisado á formar un
elogio de improviso, y sobre mis clausulas
se
soltaron las furias del infierno. En todo el
gundo
mun-
do civilizado se leerán los comunicados
con
desdoro nuestro. No respondí á ninguno ni los
No
decia otra cosa: en todas partes ha'u
gusanos: unos llegan a los pies, ot.os sé
atreven á acercarse á la cara: pisarlos, o esparta,
iarloscon desprecio. (^67) Se criticaba que
usase
el uniforme de ministro de estado, que
hubiese
asistido á la catedral siendo representante; otras
muchas inepcias, que se me han repetido
y
"ví.
moscas
iio
%j
merecen mi memoria. Las imprentas &0I0
se ocupaban de mí, /Digno objeto.^ entretanto escribía discursos filosóficos constitucionales. Estas eran mis respuestas. Quería
que los
extrangeros balanceasen el méi'iío mió por
obras, y el de mis enemigos por las su*
jas. /que cotejo.^ ¿El artículo del proyecto de
constitución disponiendo que la presidencia dé
mis
Eíi
Congreso á palacio delan^
recom-ino Mariategui^ por
que llevaba el mii forme de ministro, declarado. px)r
dS"
creta á la Corte Üvprema.
[66)
te del
el transito
jeneral
(MI )
del
La Mar me
Esta fué y icrá mi re:olucion.
Vs'^iSiA^t*
la corte suprema fuese electiva dando la far,
cuUad al presidente de la república; artícal
que no se conoce en ningún qódigo pQÜíico,
S8 dirigía
á
privarme de! empleo^ y colocar
amigo de los que se han declarado conmí. Nada valen las protestas contra los he-¿
a.,.un
tra
chos. El público está persuadido que ese fue
el 'designio y no otro.
¿Y habrá que dudar de la causa de mi
prisión^ que el pueblo justo diga si es mas verpsirnilj^'qué Vidaurrese uniese con un enjatnl^re de desgraciados, o que sus enemigos hiciesen que JNmaviica manchase su nombre cori
sacrileg-a leng-ua? ellos lian obscurecido el original de mi contestación á Delgado: r68] ellos
Es descubierta la maldad perfectamente. El
(68)
capitán Gallegos dijo en mi prisión delante de todas
las personas que me acompañan, q?ie el pensó traer-
me
y no lo hizo por no hacerse sospechoso^
tubo en su poder. Como yo huÍJiese ófre'
cido doscientos pesos al que me la presentase^ el mayor Campos dijo á la muger de ese oficial. Ya tendrá
T. un atisilio, con la, oferta del genor Vida urre, fue
la' Contestación; más cuenta le ha ten iaV entregarla
al
gobierno: se le ha prometido un gradp. Prueba de ello
que ha teñido preparadas las. cKaretelüs. Otra demos-'
tracion clasica. En el momento que fue preso üeigado, confesó la carta, y se allanó á /'entregarlq. El
mayor Campos, me dio aviso, y el mismo Gallegos. Et
comandante Negreyto's reconvliió a Caívpos díciendbh
fue habia hecho th'uij mal en darrñe noticia, pues
übia coiíverfido con 'él fiscal Quirps .^en'güe se ocultase küberse hallado la carta; Dedúcese de esios hechos el convencimiento de que la segunda declaración
de Ninavilca fue sugerida por Quitos^ jj otras
personas.
IÑe^rems era ^ un hoúhre qué * ine ábo^
la
lluego
carta,
el
la
'
'
68
no han cesado de difamarme; ellos no han perdido rriedio, para que la calumnia triunfe. ¿Qiue
lograron^ su mismo oprobio, su degradación
el odio dé la república toda. Decida el consejo de guerra como quiera, mi patria es mi
juez. (69) Para Aterrá-menes no es un asilo el
veda
sin conocerme; hasta el exeso d& haberle dicho
á Campos po7' que habla usado de tanta conde/icenr
cia que el rae hubiera sacado de mi casa á bofeto-;
nes. Lr. seducion no puede probarse sino por indicios
y ningunos mas fuertes^ que los que serecom̀n<ian
al público. Se falseará mi letra., se pondrá otra car»
de todos son capaces fps
ta,i se forjaron documenlos.,
maestr0s y prácticos en la revolución ^Que adelanta,
tánf Nflí/fl! l'idüurre no pudo pensar en un movimiento con dscientos hombres: Fidaurre no se adocena con los que se suponen sus compañeros.
Las injusticias pueden cometerse violando las
f 69)
leyes que arreglan el proceso^, o aquellas por las cua»
les debe decidirse el caso. Se han quebrantado las pri^
meras desaforándome, y se ha pecado contra el artU
culo 117 de la constitución haciéndome saber la cau'
sa de mi prisión á los treinta dias: se trabajará porqve
la sentencia sea condenatoria Se muy bien que quieren
.
influir
para ^ue rehusen
á los generales que
son adictos al ministerio Mai/ masi un señor muu
poderoso, y de grande influjo ka dichoi absuelto, elpre«
ios reos
710
no lo poJrá espatriar^ y privarlo del empleo
^q»
virtud de sus altas facultades^? /Que desgraciados serian,
mos, si llegase este caso! se repetia t(t scena de ¡os
coronóles Tur y Soroa en el gobierno del dictador. Es,
«/ principio de Hobbs, la autoridad no lu verdad, es él
sidetile
fundamento de
¡Hasta cuando habrán fatultq*
Las que se concedieron al genet al
la ley.
des estraordinarias!
JLamar solo fueron contra los vitalicios, ya se quie^
y
ven hacer generales \Ha que ya soi^ d principal ent^
m.-'
>•,'
-J .
«SrCjB
"Ik.,
sagrado aítar: no co-nsigüe que se Te 'fú^irué'
conforme á la ley. La íklsa acusación de Cricías triunfa. Atenas pierde su defensor.
Pueblo^
peruano, se nne priva de mi fuero,
espero Ik
sentencia, no mehorrori/a el fin de
los viri
tuosos republicanos; el cadalzo d la
espátriá-^
Clon me son indiferentes; Dios, la
posteridad^
y yo mismo me sostienen y consuelan Entrebreve mi nómbrese repetirá c-)n elogro
y reniordimiento. Hace mucho tiempo que
aprendí á feufrir. Valgo mas que si
hubiese sido siem^
pre dichoso.
Si
el
,
hombre como
,^
antiguo Scita se
contentase con la miel de sus colmenas
y la
leche de sus cabras, gozaria entonces
délos dulces placeres de la amistad
y la familia. En un.
estado ^corrompido se amaj^gan
por violentas
y mordaces pasiones, por deseos que jamas estan satisfechos. Hoy soy la víctima
de uno»
ambiciosos, mañana^ lo serán otras
personaí?^
distinguidas. El demérito físico enjendra
los
zelos; la persuacion del demerita
político hace abomiíaablesaraquellos ciudadanos
quiéLpcji^
el
^us talentos y servicios Tijan la átedciixn
publi^
ca y son llamados á ló« grandes empleos.
AI:
que no
como
los mereee,
le
tiemblan
las
piernas
estubiese encima de una muy alta
columna. El señor Tudela, el señor Alvaréz
y
yo' hemos sido objetos de s*>bresalto,
Ad es qwe:
habiendo ijisignuado á S E.íque ningún individuo era mas á proposito para que pasase
si
í)abki quería
ks sobra de
^m
un bien y cause un mal.
astucia^
^~-A#'/'^ ^y
im
^"^-^
engañé^
«.-í....
.T!«*;
70
t
«LeplepipQÍenciarip aíCokarbiaí qmél segundaos
por m^. li3Ge§i,-edad,feiripieo,, acrisolado patúor^
tjsmo y carácter fuerie, que nadie ni nada do*
bjegara contra la justicia y la república; después de confesar estas ealidadesj salió el nojnbramiento en un Villa joven sin distinción, y
ifiuy enfadoso para el general BoUvar. g'Coinoj
recibirá esta embajada.? desde ah®ra pronostico
que la tendrá por un insulto. Es imposible
servir bien al estado queriéndose servir á sí
ii)ismpvSi el general La-Mar no muda ministros, la virtud y el mérito sarán los mayores,
'íírínsienés.
muclios meses no pude convencer á
los que asechaban mis acciones y palabras de'
mi firme resolución de no admitir ningún miuisterio aunque quebrantase la obediencia que
djebo -íilí s^premoi magisírado,: ¿Que hacia pues
j4
-
Efl
<iesGonSar.?v
conciudadanos miüs^. vosotros
lo sa-
Que en el tiempo de>. mi -adniinistracioa
se logró la mas perfecta tranquilidad y orden.
Tbeis,
inculpado durmió con igual reposo?
no" s,€ juzgo seguro en el
cenitro de. Ja Merra? ;¿Cuax!¡d'0.l4i (imprenta fue;
olvi-i
ftiás respetada? ¿ Guíiadd un ministro se
que
no
ss
teparientes
hijos
do de "qiie tenia
y
y
le
pro.virtudes
las
que
/Oh
nia asi mismo?
ducen al hombre efectos, á las mas veces mas
¿Ciiando
el;
¿Cuando
eíciijíiinai
pernicjosíís qufe.los, vicios/ Materialistas con,fesad ia inmortp.lid:ád >dd alma: algún premio
S€:íieserva ai justo? y al- iísóceute- La memoria de Jlo que fui de mmisíro de estado me
tiene según concibo en esta prisión. Si me fue*
sen famíliaf es las bellezas dé A riosto diría que
éi¿fa-caá'Sa'-^k%l^atiitIo de la; verdad, D esa pá?
,
,
71
lecieren ilusiones
ridad,
libertad, s
gnllo, la envidia.
ma gi-cás deignaídaafjegtíi'
dcseubiióel inicies,
e! or-
coNCLüsropr
''^":'''g"o
'j'.,
áo le naca un
déla Tracia, cinn-i
Wjo, convidaba á sífs
para derramar e,,„ eiloscopio.as¡á,r
™°^Í
,
mas fi,Jos„fos esos bárbaros
que nosotros;
i"Jíje.ia
anS
L
v"
eid
la
üesiii>«Uo un ser
hambre
los
que por
ironía sp (i.,!,
dolores; males pem.enós
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sobre el d«b>l, del
astuto sobre el nc
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crecen los padecimientos.
La iuoratit ,d ftl^
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y aesmoionandose mi esírucíura se mp Ka
en e medio del dia
atravesar ¿on o «n^riT
^•''"«^.
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mina al ser precipitado
de la roc-> fm.'"
f-e^a e q„e.a!vó
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SI el decreto tue
hrmado p„, „„ aniioo^sú!
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Patria* V
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i¡'
i'
no mueroi. E$ preciso: un país
donde la seguridad personal de un ciudadano
servirtuoso, de un ciudadano envejecido en
heroicos,
siempre
hechos
con
estado
wicios del
de un ciudadano que por su mérito ascenun ciudió á la suprema magistratura, de
dadano que desempeñó con fidelidad las mas
por el simple
altas comisiones, está espuesta
hombre
dicho de un reo convencido, de un
educación,
su
por
despreciable por su clase,
por sus costumbres; debe ser inmediatamente
abandonado. Patria adorada no creas, que esta
o por
resolución es producida por sobe'rbia
la
sena
yo
que
supiese
Si
interés personal.
te
únicamente,
sería
lo
que
ó
«Itiraa víctima
mis
de
resto
pequeño
del
sacrificio
haría el
preveo los maCíébües años. Me retiro porque
yo na puedo reles que te esperan y que
cometido con
mediar. Si este atentado se ha
¿que espera
suprema,
«I presidente de la corte
el
honrado,
labrador
el pobre menestral, el
esta clausula
justo obscurecido.?
faciones tomaron
La calumnia,
la intriga, ias
lugar de la justicia,^ de la
Perú, Perú, que
rectitud.
imparcialidad/dek
de esa indepenfrutos
los
sido
tristes te han
sangre y tus
dencia que comprasíes con tu
al.medio día, y al
tesoros. Al levantarse e! sol,
volviendo la cara
ponerse, incado de rodillas y
rogaré al Eterno
al punto en que estás situado,
tanto anporque
esos bienes
que
te
el
conceda
tu carácter dulce,
helé, y de queeres digno por
a Dios Pem,
Lima,
Dios
íusto y benéfico.-A
a Dios
desnudos,
postergados
y
i Dios patriotas
de
--Manuel
Úele^.
fuisteis
amigos los que me
Vidaurre,
:
-^w,^.^-^^:,vWW^
auiiu
73
JVOTA.
JMl ainoT á
me
hizo remitir
la
patria y a la trcnrquilidaár,
el presidente la si^yuiente''
áS. É.
carta. Nada hubiera impreso f^i 7r.»i honor 1/ lal
defensa de mis (xonciudadanofi no me hu^iespíi
obligido á ello. S, E, no se íiignó contestarme
ni de palabra: esperé el ecbito seis dias.
Excmo Señor
D
denle de la República,
José^de La-JMar, presi^
— Lima entro 24 de
Amado compadre:
He escrito á U, dos
tamiento de exeleiicia,
1828.'
carias dándole el traasí
debía ser.
Me
ha-
llaba procesado, y no había visito la ropa con
que se había vestido la cakimuia Hoy me haní
tomado mi confesión, y se me bao leído todas
las declaraciones. Resulta que no hs sido denunciado^ acusado, ni delatado, y que no hay"
mí otra -cosa que el malévolo dicho del
indio Niuavilca. Si él abusó de mi nombre,
taml)ien abusó del de U, y del de otras personas respetables. No había mérito para la
prisión , pero ni aun para la indagación^
Mi honor me obliga á escribir e imprimir. Esto puede traer terribles consecuencias
tJontra
honor de U,
al decoro del Congreso y á
pública, pues nuestros enemigos
pueden formar armas de mis palabras. Quiero
dar á U, la prueba mas autentica de lo que
le amo, como también al suelo en qué nací.
Llame ü, al fiscal de la causa, lea ü. con él
el proceso, reconosca U. mi inocencia
y que
se me dé una satisfacción proporcionada. Co-
al
la seguridad
noce U. mejor que nadie que mi carácter no
es, el dtíl rencor ni la venganza. Mis enemigos
12
'mm
;'
Sil
mismos conñesan mi
docilidad-
Si
V. ve con
desdetí un medió tan prudente como útil, jamas seré responsable de lo que contengan misr
papeles. Deseo con ansia no romper entera-
mente con U. y mucho mas deseo que la mas
pequeña acción mia no pueda ser perjudicial
á la patria. Estos son los fieles sentimientos
de su invariable amigo y S, S. Q. B. S. M.
Manuel Vidmrre.
P. D.
El señor Herreros que lleva esta carta
me traerá la contestación, y U. y ét responderán ala posteridad.
.
NOTA.
Censuro
los artículos
sancionados,
:...v,.,g^í
Es^
muy
que escribir contra
lo segundo un dedelito,
ley.
€S
la
ho primero
A
la carta se le seciudadano.
recho del buen
Hala por plazo cinco años. En estos debe ocU"
par se la prensa en manifestar sus errores, para
que
conte&ten, ópara que en la ocasión se reformen. Serán las respuestas cencerros, almireces,
matracas, dicterios, apodos, burlas. El necio é ¿gnorantese conocen en su modo de hablar, ¿Pero
guien en la América poda no conoce al hombre Á
^uien se ha puesto en ridículo? Es ci&i^ toque
muy pocos han oído los nombres de sus ene tni^
gos, JVo hagamos celebre á dnyiopor la muerte
distinto desobedecer
á
la ley
^
,de Sócrates.
Representación al Soberano Congreso.
:Señor.=La Soberanía esticen el pueblo. La
verdadera traición consiste en usurpar ó disminuir sus derechos. El tirano y sus complícei nacrecen igaal pena. No. hay m^yor
^?S
75,
de muerte: esta corresponde á iodos
los comprendidos en este delito. Mi silencio
me numeraría entre ellos, no ocurriendo al cuerpo legislativo. El adjunto impreso prueba, que
se rae ha separado de mi silla, de mi voz,, y de
mi voto, al parecer por una convinacioií entre
que
la
ejecutivo y el autor principal del proyecse está discutiendo' Se detestaba la opoluición que hacia. Es probable que se quisiese
rai separación sin deteiierse en loa medios. Reclamo las garaiiiías que corresponden á toda
ciudadano; su seguridad personal; es la segunda del artículo IgS de la constitución que rije. Reclamo mis privilegios de Representante
de la nación: no puedo ser suspenso del egercicio de mis funciones sin causa muy grave
y
fundada. Digo'deDulidad de cuanto se lia san*
el
to,
que
cionado
sin mí asistencia, y de lo que en adelante se hiciere. Pido que se traigan los autos
y se lean íntegros, sin pasar á comisión. Hoi-a
y media
será la que pueda invertirse en su lectura Esto no trastorna el drdendeí juicio, ya
por- el íiempo, ya porque Ja causa está fuera df
.sumario. Se conoj^era, que no pude ser preso,
.
pero ni aun sugeto ajuicio; se conocerán losffalsos informes de Mariategui, para cQnsegu^r
con engaños, un desafuero, sin conocí mienta
de causa; se dar4 al público una satísfaccioa
que espera, y con ansia etexjto de este asunto.
Si no se decretase como suplico, obedeceré íiuíTíildemente la resolución, pero apelaré por la
imprenta, ante.todo el universo, y,en,,un segua,.do manifiesto presentaré verdades mas terribles.
Corcel de la inquisición y febrero 3 de 1828.;^
:
¿.
e
m-.
xigaune.
76
,
_
.
Sr díp-fsdo don Mariano Alejo Alvareí?
Kombrado V, S. diputado por mi provincia,
estafen übli^jícioti dé elevar la adjunta nota ^l;
St)'''^eraiio Gongfíso. Somos cuatro, no pilfedo
confiar de los oíros dos. A^ S. ha presenciado el
rencor ÍBcjiVo de ellos contra mi E! señor Telíe-'
ría en las dos emigraciones quedó entre los españoles, y és tio carnal de Mariategui. El Sr.
Iluis Dáviía se lia es'pUcádó -en favor de España
'aman mi persodel modo más escandaloso.
na ni mis opiniones. Es preciso se tenga una
sesión extraordinaria permanente No puede ha-
M
ber asunto alguno que mas interese. Espero
S. lo promoverá, y me conteste para dar
que V,
publico la resolución.
Si la comisión se contempla indispensa*
h\e solo deberá ser per horas, y sin la asís*
tencia dtímis declarados enemigos, Ellos mismos por delicadeza deberían Separarse. Recuerde U. S. que los. señores Tellería y Cuadros
lian hecho dé aciisadores contra mí: que el
señor Mejía y el señor Benavides presentaron
la proposición para desalo i^ar á todos los diputados, q de resultasen complicados en la causa
de que se trata. La sesión deberá ser pública.
Todo el pueblo debe oir negocios de esta esal
'
pecie,
.
Después de hacer
los óUirhos esfuerzos
en
favor de los derechos de mis conciudadanos y
de los mios, el ccsito .me es indiferente. Hay
un juez superior á lodos los juece , que es
3a opinión publica. Abogare ante esta sostenido de mi justicia, sin que me alteren gran-
).
'dés
cabalas,
ni
pequeñas
intrigas.
honor d« suscribirme de V,
S. su
Tengo el
muy atento,
seguro hemáott-^Manud yidaurre.
»9-
Discimso
CUARTO CONTRA EL CASO SÉPTIMO DEL ARTSESTÓ DEL PROYECTO DE CONSTITUCIÓN PRONUNCIADO EN LA TRIBUNA EL DÍA U DE OCw
TÜBRE DE 1827 POR EL DIPUTADO ^MANUEL
DÉ VIDAURRE.
El artículo 25
caso
3.°
de la constitución
español»
está ampliado en el que hoy se sujeta a debate.
Eiesjpanol'
detia: los derechos del ciudadano se suspenden por el estado de sirviente domestico.
El proyecto añade, peón jor-
nalero, simple soldado del ejército y la armada, marinero.'
La razoa única que se alegará sin duda es, que hay una
presunción violenta de que estas personas no procederán por
voluntad propia, sino conducidos por aquellos dé quienes
inmedia(an>ente dependen.
Procedamos por principios. P; G.i vuestros altos cono»'
cimientos en el derecho público y constitucional justifican
mi laconismo. No se me note de plagiario. Es dificil crear
ideas.
He dicho muchas veces que el pequeño libro de Locke ha sido mi maestro, después que dejé el Heinecio, cuyo
derecho natural y de jentes fué en el convictorio, la seiiii11a preciosa, que se sembró en él árido campo de nrii entendimiento.
No he despreciado a Rousseau. Pero en los oradores' ingleses hallé siempre principios mas luminosos. De
Ellos haPitt, Fox, Sheridam hice un estudio continuado.
blaran por mis labios.
Él orden de los raciocinios, será uninicamente mi obra. Ésta advertencia no es inútil, cuando'
el orador es un espectáculo a los angeles y los demonios.
No éscandalise lo qne diga, todo está escrito por los sabios*
Los hombres libres, iguálese independientes por la naturaleza, no^ pueden sujetarse al poder de otro sin su consentimiento.
Éste consentimiento es el que fórmala sociedad y la
continua.
Un disenso jeneral disolveria la sociedad , voN
viendo los honibres al estado de la naturaleza. Esta líber.
¥
iü^m^^:
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