I -. ff No país. juzgo que la Gomision ha procedido por dolo peio una piedad mal enten. en su ultima modificación,- puede exponer dida, Congreso al cbar hoy modos están á mi alcance. N<^ tos pudieron estar establecidos, WPI República Las voces que se el que dejado después solo, establecido que continua hasta pretérito, cien. y conteste se haber establecidos, no Estaban . participio E\ cidos. mañana. inñniío los sofismas; asi los impido de cuan* Temo la ridiculo de de8e« al una proposición, y sancionarla es, establo un explica presente sininterrup* agregaron fueron un pretexto repepara abrir una nueva discusión sobre un punto admite por la lido. Es muy posible que si este no se Cosa es de otro. sostituja se mayoría, inmediatamente mucho dar poderío para hacer leyes. riesgo Roma perdió su libsrtad, que recobró por un atroz exceso. A nosotros nos limita la nuestra yéndose la tuir los artículos desechados. no Repito por que he dicho lo taleiitos Eito el fin. libertad. dia de antes de ayer, no corresponden a mi amor excesivQ /No hay la patria. el un esto lo hace donde no hay igualdad no hay es igualdad-, y que mis Cuando su proyectóse reserva para lepresentanie, M comisión, atribu- la autoridad exclusiva dé modificar y sosti- debate en que no me halle coa saber deeste vacío/ /Q:ué desconsuelo, concebir y no su ^-ran en ponerlas á seprollar las ideas, no a;Ceriar de punto vista/ Socorredrafi, P. C. La patria perece, examen si auxiliadnae} protejedme Ips españoles se elevan s¡« i la dignidad de ciudadanos. Concluyó nues- ¿Quie'n quep», tra íiberíad, con^lujopara no recuperarse. rá sobrevivir á cuenciag. sejos de No ui), tc^n trajico sijcesp,? Meditad ksqonse» oigáis vuestro corazón: escuchad los con- espíritu firme, recto, ímparcial. Si moa, /que responsabilidad, que remOí-dimieií^Oí, acusación pública é interna! Desechad erra- qm P. C^. el articulo. 18. MANIFIESTO PRIMERO QUE PRESENTA AL PUEBLO EL CIUDADANO MANUEL DE VIDAURRE DEL ATENTADO CONTRA LA SEGURIDAD PERSONAL, HABIÉNDOLO SACADO DE SU CASA PRESO CON SOLDADOS, EL MARTES 25 DE DICIEMBRE PRIMERO DE PASCUA, á la una y media del día, por orden del Presidente de la República, expedida por el ministro de la guerra don Juan Salazar, ^^ - Se agrega al fin _ -::' un discurso sobre f los de* rechos de ciudadanía. LIMA 1827: IMPRENTA REPUBLICANA VEJ, CONCHA l?«M m PRIMERA PARTE, Depüis la rccolulion ilustres citoyens. Después de zado á los , chaqué faciion a déchire ees Cheatub'rian. la ilustres revolución, cada facción ciudadanos. ha destro* *^ ioaf loa' ix^'^W ív-*"w ^°52SO^OÍo&o; ^x» *5CT IJXT Tvr- JlTítai ít%oras, S los pu el divino Pitaderas, el amante de Dios hombres, fué acusado de conspiración contra ¡a .ca. Censuraba ,a vida de lo. inicuos, predicaba "^"^";7'^'- ^-"rukd rTdadsnl supenor á ellas. Tuvo que cando ..lo ent.e bestias leyes, y ninguna autohuir á los monfes, busferoces : no lo dañan na ca me mord.o n. p.có ningún insecto ponzoñoso. Mis -melantes, mis amigos, -mis favorecidos, de ellos soa heridas que no me incitan ala venganza, y que son un estimulo para beneficiarlos de nuevo Pi tagoras pudo huir de sus perseguidores, jo no huiré l^n su s.glo no se conocia esa delicadeza de honra que es la mejor guardia en la presente. ¿Quien no prefe.irá el cadalso que ve levantarse por la impostura y la calumnia auna fuga, qne aunque provocada por la certidumbre de un atentado, deja para siempre en duda la inocencia? El caso lo hubo en mi familia Ll rencoroso Jesuíta sostuvo causa injusta contra mi pariente don José de Antequera. Los medios eran ¡numerables y seguros para escapar del poder y la ambición. Murió asesinado, y las mas remotas generaciones han de venerar su memoria. Sea esta mi suerte. No merecerá asenso la acusación, conociéndome, y conociendo á los delincuentes. Herid d calumniador cok ~es3. :é heridlo, digo yo, patentizanvergas, decia Charondas: la negra nube de !a maqu.iv rompe Se do lu calumnia. esplendor la inocencia. nación, y aparece en su HISTORIA En todo DEL PROCESO. proceso criminal el sabio y experto raa- que ha de ecsarainar es el origen iistrado,lo primero delito. De otro modocausa, cuyo efecto fué el de la la entidad, ni instruirimposible que sepa mensurar cualidades. En un homicise de las circunstancias y en un r6bo, la preparación; dio, la anterior enemistad; es En los tu- anticipadas. en un adulterio, las relacioaes requiere el talento, la dismultos mas que en todo, ee ha de íijar la vista ea la imparcialidad. No se crecion, los anteriores. Es uu hecho presente, sin indagar gobernado en justicia, donde el dogma: ningún pueblo segudonde el individuo goza en el mérito se premia; del hombre y del ciudadalidad los sagrados derechos buenas y fielmente ejecutadas, no- donde las leyes son Esta es la filosofía de no'bay azonadas ni sublevaciones. la jurisprudencia. discurso, ducido si Y es raí por esto que poco valdna proha que la semilla antes uo presentase frutos serán este árbol falal, cuyo, mas dañosos intereses. que á mi houor, vida é Carta, quisa la formar comisión encargada de actualmen. que ciudadanos á los godos á la república, La introducir te ^ como todos aquellos ecsisiian en el estado, y i que fueron se por su gusto. Para esto expelidos, ó que emigraron voz la de o o articulo 4. y en lugar altero el caso 4. '•'""' áatii desde se puso ocurrió ai hasta. (1) El diputado efugio de haber sido Protestó qué aquel fué siempre Si atendemos á sion. debate, conoceremos dio en el intermedio la errata la que Gómez Sanche^ un error de imprenta. el parecer de la comi- fecha del proyecto y á la del la excusa es inverosímil Se un papel de adiciones: advertida de imprenta, debió entonces haberse enmen-, dado. Nada mas extraordinario, que esperarse sancionasen otros articuios, manifestando al Congreso el defecto al tiempo de discutirse el caso y sin anticipada prevención. Esto es propiamente una sorpresa. El señor Alvares miembro de la comisión aseguró, que fo« dos se habian convenido en el articulo como se halla impreso. Extrañó mucho que se hubiese alterado, sia darle noticia de elío. Reconvención tan justa debía ruborizar á sus compañeros. Viendo mi patria la tribuna (1) Los al borde del precipicio, tomé y hablé mas como un furioso, que como ua artículos se sujetaron á debate en el o>- den que sigue. ® Los extranjeros establecidos en la Uepühlica anano de 1820, primero de la independencia, cotí tal que se inscriban en el registro público. 2. o 1. tes del Los ex* iranjeros estableados desde el año de 1821 primero de la independencia, con tal que se inscriban en el regís* tro público. 3. ru desde cia, d con tal Los extranjeros avecindados en el Pe* año de 20 primero de nuestra independenque no hayan abandonado el país á => caun sa del sistema, y que se trascriban en el registro respectiva mmicipalidad. 2 de ía lift ©raaor no ? mi discurso algún ol)stalite, aparecerá di a impreso. La América toda sabe, cuales sen mis sentimientos de amor á la libertad, de odio á los españoescandalosa sostiíucion fué descebada por 70 vo- La les. contra cuatro. tos Se sujetó a debate inmediatámeníe estaba en como sechado. Nada, nada el caso se el projecto, y fué también de. quiere de godos, ni con go'" ' dos. (2) Obstmados en sn deseo de los señores comisión la Esto dio dos repelidos. formaron un articulo de mérito al debate mas acalorado que tuvo jamás los á tener. greso, ni qne volverá hablar muchas veces que la Conseguí después de ánimos no estaban tan conformes como bras. El dia diez lunes en que alcancé la ¡os Los sentimientos de mi banco han mejicanos, como consta Con- comisión cediese. Peio los (2) el del las pala- victoria, sido los de capitulo de carta si- guiente. Acápite de carta de Veratruz de Jlqm cada dia nan caliendo mas 18 de julio, los gachupines-^ encontraron de resultas de las ramifc aciones gue se decreto por un dio Arenas, se padre en la causa del el Soberano Congreso, en qve se quitaba el mando de la federación; cut/o decreto a todos los gachupines que hasta los guardas se ha cumplido tan á la letra, se han quitado. El estado de Feracruz ha recibido hecho una •nmy mal este decreto, por lo que le ha de nada pero guerra de papeles al gobierno terrible; que traesfuerzos, y han tenido al fin \an valido sus garlof xk: apenas había bajado tribuna, cuando en iMejia. Siendo bía armas Luna Pizarro en las sala la muy interior fui insultado repetidos los recibido traté de retirarme para Puse tregué á un nuevo tuve Ni insulto del agresor, para los orden el diputados doiide mas que tal vez demasiado terminante. al me advirtió que No por aquel lugar. no hay por la barra.- podian: entran y salen po« acomoda. les De que salir en- el su. fué no expo- ello presidente ni ningún diputado el la interior pasé el para podia darle una contestación era contra y refiriéndole de palabra razón que ha. no volver mas» secretaria, ¡a de hacerlo por vez La "barra: nerme presidente, al En ceso. una nota en efecto al por que ultrajes ía pueblo vio que me salía, me siguió, Le increpé aquel movimiento de un modo muy grave. Mas al contemplar que mis razones rio eran suficientes para el aquietarlo, me restituí á la sala y á mi silla. modo hasta que concluyó la sesión. 'Permanecí de ese Mé entonces a mi diriji ver mas al El martes once vilca. el que Me ponderó me se rae presentó la iisjuria me habia dicho que yo no casa con ánimo de no vol- Congreso. oí, y que ahora me cia. Me enemigos, qae se hallaba la efreció que me si me añadió persuado fué una im- Hablamos de de los que defendieron á el peligro en infame Nina- daría de patadas; «xpresioa postura para encender mi ánimo. posiciones el de Mejia, y las pro- los españoles, libertad é y independen- quería sostenerme contra mis entregaría el cuartel de Santa Catalina y algunas tropas. Mi el modo de perder la contestación fué: este república, ¿Quiere si seria ü. obscu- en gloriosas recer sus acciones Estado con favor del Ruborizado inmediatamente una revolución? pide. No andio absolutamente bruto, sin edacacioQ des- se con habia motivo á largas discusiones íiti princi- ni pios. En Keferi tomé mi calesa y me acto el La-Mar general al fui á palacio. lance de Mejia, la causa el porque habia salido por la barra, las ofertas qu6 se une acababan de hacer del cuartel y gente armada, aunque sin decirle el nombfc de la persona, lo que tampoco me preguntó. porte para Chile, y si Le me rogué quería nombrase plenipotenciario. Jamas que no hice una le mismo mi ruego. No fuese este El miércoles doce pasé una ocho días la glamento. Apenas la al habia remitido cuando se dias antes diciendome, rito qu3 se hallaba sin á S. E. para que lo sumí que venia por que no era ese ^ju Delgado que tengo Inmediatamente di aparecen del me me el Pre. ejército. me dijo entregó uaa carta de Me despavorizé al leerla. contestación en los términos que asistir al determiné á quebrantar mi muy me apa- Tranqué á hablarle borrador que tengo presentado. materia es los re- al habia presenta. contestación, cuando ecsibida. viéndome antes con lesta Me destino. habia hecho ánimo de no acto me acomodase en la que que era un capitán benemé- objeto: la iniquidad» Congreso conforme reció un indio á quien Ninavilca do la avisando de mi salud, y que á indisposición daría cuenta nota, visita, negaia S. E. lo Sabia que mis enemigos eran diestros en continuaba m; pasa- diese mandarme con honor me el general grave. Le propósito; La-Mar. Le lei Aunque Congreso, en la caita, pero dije; y la el ya coa- JA " -"TáilTi- 9 Le testa'cíon.'f^) los de llevarme electores lón de que tenia noticia que queiian con banderas y múaica al mi ánimo era evitar toda sesiones: que bullas. crificio ana'di Le expuse que atique era grande sa- clase el sa- de concurrir á una asamblea donde había sido tantas veces ofendidoj no habría alguno que no higiese por mi patria y por él. El jueves y viernes ya mi salida por multo. Se preparó en que se ra« comenzó á se bullir que barra habia tenido por objeto un tu- ia el espíritu comparaba á público con comunicados Se me calumniaba Catilina. pueblo con diez y ocho onzas. los sensatos; pero que teniaa para Ideas despreciables de haber corrompido relación con y su fría el al golpe que se preparaba. tiempo nos desengañará.: yo, con la espada de ha dado el si Me vi con E. S, Manuel Lorenzo; respuesta fué; señor don ei hubiese algún desorden^ las facultades extraordinarias me y con la mía en Lima en sangre. Ble Congreso en una mano, la otra, inundaré las calles de que me entreguen los autos se impriLa carta después de elogiarme mirán ambas como al único defensor del pais ofrece quinientos hom^ bres; y dice, que todo está dispusslo como me diría (3) Cuando se piezas. el coronel Kinavilca^ Mi contestación: taba armas que debian unirse contra que yo cia á solo inspirarla los majistrados: el que no necesi* general Simón: sumisión á las leyes y obedien' que sentía haber dado mérito, retirándome del congreso & aquellas ofertas: que lo reme* diaria restituyéndome inmediatamente allí aunque habia hecho proposito ds no "úoher mas* 10 quedé que alguna grande aucedido, y desde alli intriga ministerial estaba ya formada. cierto Medité tranquilamente que estos eran dos déla oposición que habia hecho de llenar resulta- los horroroso al plan Perú, y aun el cuerpo lejisiativo de espa- Mariátegui en fioles. me el en mi casa lo Referí contestarle. sin despedí cuasi misma mesa la habia increpado sobre Me ello. del presidente que habia. dicho ill eran muy honrados y que pondría notas á mi útiles: En verdad no han apa- discurso contra ellos. recido, pero* si un diluvio de insultos por que son menor duda obra sin la prensaj la Se hallan en suya. y que aun ha repetido ellos palabras señaladas, te la& notas delan»- de S. E. Ei veinticinco de diciembre dio mi habitación cuas, entra en ;pos con cuatro soldados, cirme la orden, y me: Entonces le contestó, dije y que me sacaría un mandato por de la el á dar pas- salir mayor don Mateo Cam» orden verbal de condu- la de policia.. cuartel al y máquina su la Preparado mi carruaje paia estallido. Le pregunté que del fiscal de quien era de la causa. que de ningún modo podía obedecer; bayonetazos^ 6. República. escrito Le no si me rubricado por manifestaba el presidente hice ver mis derechos como ciu- dadano, y como- presidente de la; corte suprema. Se convenció de mi& razones, y desde alli hizo la. consulta. Se absolvió en los términos que yo deseaba, la rubrica de La-Mar y la guerra, tomé en el momento y convine en que se dije otras palabras á siguen. Hace mucho me firma del mi. bastón y condujese á mi muger y mis tiernpo y viendo ministro de la mi sombrero, No la prisión. hijos,, que que esperaba, un las que gran: '^^<:> 11 0olpe de mis muchos 1/ feroces enemigos. Es preciso' que todos mantengan la serenidad en que me hallo. J^ada de lágrimas, mucho menos de súplicas ni rupgQS á tiranos 1/ opresores. El cadalso no infamadla me hará posteridad Mi piritu; justicia: semblante manifestaba mantuve aan lo ministros de estado en riarse el vencimiento. Interpuse rtiva. l.Q0caso4.'= la Llegué y fuhdé mi No al sitio declinatoria. á\ce: conocer de todas mi clarar Jqsta solicitud. Solo juzgarme. Par-a convencer destinado, de recibirme era menester sino la de los balcón para glo- al mínales que se promoviesen contra ^eno. de mi es- risa insultante que salieron pocos minutos se trató á. los lo tranquilo ver al y instruc- la El articulo causas cri^ las los individuos de su simple lectura para decorte la la ilegalidad suprema podía con que se pro- cedió privándome del fuero que me corresponde presidente (le; ese tribunal, no se necesita ser como un sá- :bio en derecho. Es mi ánimo que jerasse convensan de ajada mi El Expuso en SI era circunstancias al sido imprescindible el que callana con el renglones esta parte de tres . aiii, que la una sesión patria estaba en gran momento no se perdía ne es ministro Mariátegui pidió comprometido en se* el me el; gustOo. Pongamos en toria . naciones estran- temeridad con que ha Por esto persona. esclarecer algunas mayor la ¡as se la la his- secreta. riesgorque desaforaba á un diputado que sublevación, entre una provincia: que no podia una hora descubrir- sumario; porque su- publicación dejarid impudelincuente ó condaciria á que se realizase , eli «rimen.» Que el designio no era contra el ejecutivo' y contra si el presentase de don Esíevan un modo todo Como esta un modo muy obscuro, Congreso. le que ecsijió terminante, si última parte señor Llosa el la esclareciese, el delito diciendo de meditado era contra Congreso, ó contra una parte de el k él. Expresó que entre ambos había una distancia infinita. Eníón* que era contra ees el ministro afirmó y aun repitió iodo Congreso: asi debe el Pidió resultaba que ministro e¡ desafuero de un diputado que cóoiplice; pero se había formado la red en el me se constar del agía. debía tomar. traían escrita la Llosa Benavides y Mejia proposición: que sean desaforados el cómplices. Esto se diputado ó diputados que resulten sin fuero. Si se sancionó quedando todo el Congreso conocimiento déla hubiese desaforado antes de tener representantes, la mayoría era decausa á uno ó muchos el remedio de que podía lincuente. Cuasi no alcanzamos esa mayoría con el ejecuusarse en ese caso. Unida otro recurso pueblo era tiranizado: no quedaba tivo, el que cepto del Creta y de Inglaterra. la continuación para a Por dicha, el conno Congreso /M^ desaforar parala prisión, lale;j:de del juicio, que siempre se reservo reglamento. tribunales señalados por el aquella sorPrivado del fuero de diputado con los •''¿resa, me quedaba el de presidente de la Corte Su- una forma "prema- Para resolver la declinatoria se hacia de que individuo ía, la que se compuso del ' jtfn« pre^ interino de la superior sidente don José Cabero, del de una y otra cordon JosS de Armas, de los fiscales don Nicolás Ara, te '^don'ignadÓ- Ortiz''Ceval!og, y ^Tiene Pregunto. y'deios mimfetros de estado. nivaH tobien facultades el presidente de la República pa- Jg T-g^.:-... ra formar tribunales especiales? Si Jas tiene, somos tan esclavos como en tiempo de los españoles y de Boiivar; el nombre de los tiranos ha variado; pero los hor- ribles principios de la tiranía permanecen. He procu- rado omitir personalidades, y purificar mi esii'o en oíanto sea posible. Ni don Ignacio 0.tiz Cevallos, ni don Nicoías Aranivar, don José Cabero, ni de E.taio podan tros mado ser ni ¡os minis. H ibia imparci ales- decla- contra vitalicios y godo>i htibsa solicitado la eslos unos, la no admisión de los otros. pulsión de tos ampiará blico te Es- eran golpes de muerte contra los estas ideas. La fiscales; presidencia de supiema no podía perderla, sino por un mo mo no del un enemigo tan público mío, que es Cor- delito; era bien que lo figurase el que aspira á succederme. míegui pú- el la Ma- misnegarlo. Salazar lo es por pri^ vice-preíidente; concurre alguna otra circunsel se atreverá á tancia. Morales sabe con evidencia, q^e con repeticioa Congreso que se debe separar del ministerio de Hacienda por inepto. Le apoyado en el Vista la disposición de esa junta, tribut seria, las no sé razone» el . titulo Esto es diputado quedaron dente; falso; si asi mas le fuese, desicivo. de la Como república. ó ase- Primero, que por mk fueros de pr sí- ninguno almiUiia una comipresidente de corresponde en toda función al j fe al, corresponda, ecsaminemos en suspenso sión que degradaba. me que el la asiento Suprema que sigue JNingnno está obligado á s^er- mv con perdida de sus prerogativas, distinciones y rentas. Presidente déla Suprema Corte soy este d¡a,co. mo lo fui el veinte y seis de enero del año de J827. Segunda fundamento; que gozando del fuero de di- im 14 putado. q'Je es superior no po^lia existir la Corte Suprema, ya' Respondo: atubos este. pro Eo pueden gozarse/ de al á un tiempo perdida el uno Ojueda el otro. Para que se perdiesen ambos, era menesCer una ley que. Donde la ley no determina el juez no pue": de aibitrar, Ea Us repúblicas, á diferencia de las me lo dijese. no decide Barquías, hombre, sino el la Y ley. ¿quiert fuero de los diputados es superior al ha dicho que el de la Supiema? Nadie lo creerá ari. Es g-rande la dis- magistrados de tancia en ser juzgado por los primeros que absolutapersonas la república, a serlo por unas mente pueden igualarlos. fundamento,- que en El tercer plazas y castillos no se mar tas causas corresponden al el proyecto de goza fuero; pues que consejo de guerra ¿Y to. es-- cual trataba de tomar? ¿El cuares la plaza ó castilla que se Sta. Catalina son casla policía, ó el parque de tel de sentencia absuida, es ó plazas fuertes? Esta es una de hallar razointerpretación maligna, es un de^eo tillos una nes aparentes para dar colorido al atentado. Pero su- esa clase, el pongamos que los cuarteles entrasen en dice; que las leyes a n. articulo 121 de la Constitución tig.uas solo permanezcan en cuanto no lo establecido Constitución por está la Constitución. declarado el Es apongan á se que por asi, f,.ero á los la que ro.rpo. las carnal criminales; nen la Corte Suprema en todas tiene l-.gar para c».» luego esa ordetianza militar no chocante que ser juzírado porM.n ellos. ¿Qué cosa mas consf/o de guerra siendo su fiscal un el presidente de la Sujjrema Cortef jóvén militar.' El jeneral S.mon na que privó del mismo fuero á don Jaan de Berindoaga crimen, había sido miüietro de Eéfado, tratándose del 15 no de enfreg'ar comprendiendo una plaza ó ciuhdel.i, sino menos arbitrariedad que actual presidente. el por eso, que era nulo cuanto adelante se actuare; y que tir, protesta Era consiguiente, que otro á la actuaba, y cuanto en que no cesaré de repei'Ci/ (4) una tropelía acompaña'" á me pone incomunicado de cinco varas con dos coa Alegué se repetirán mis üitimos nietos. sen otras. Se el Jílítida- Bolívar, pues procedió los castillos: (5) en un cuarto uno á centinelas, ventana y cuarto ea la puerta. Repiten estos el a/er¿a de cuarto de hora en la noche, (6) La voz podia decirse,? líili' (4) El día ira el justo Arellano^ que informo don Nicolás Jranivar cori' y buen patriota don Rafael Uumirez como verdad asento incontestable^ que de las le- yes españolas contrarias á nuestros principias no de' iefi ser alegadas. iui'O .presente al clinatoria!' ¿Y como esta el color la declaración instructiva. si como debía La ser. de- el la- trece dios; diez deS' pasé una nota, para que se casa por cárcel, la se^un la luz. Permanecí incomunicado pues de tomarme da no la tiempo de dar su dictamen en Los tornasoles varían do por donde reciben {b) máxirna esta santa no se me ponia respuesta me Verifica^ conctdicse mi en entera libeüad fué trasladarme á /« Inquisición. (6) J\f.e ronsdb la primera noche Caries Esíuart. El la memoria de veJaba en su triste prisión^ no de los asesinos con- queda- sintiéndole el sueño los pasos lan vueltas por corredores. \Que útil es la hist&' ria\ los La secunda no oí Jas , alertas jf.como no se o^mi 16 qoe se me daba al oído. con uUrajes, opresión, humillasiones. •¥sda conseguido. Siendo cient me ia, el he dormido alerta ni mejor soporífero siete la No se la ha buena con- horas seguidas sin recordar, Cómo clarines. f ' Se premeditaba quitarme con mejor apetito, y mi el genio festivo en oposición de los coléricos melancólicos, nunca se maniftsió mejor en las conversaciones miliar. Este mismo pwpel es prueba de alma, jni vivir y de la para recoger dencia, porque Este es el y trato fa- la serenidad de robustez de mi físico. Aun he de fruto de esa libertad é indepen- el tanto he trabajado. origen de la cauaa, examinemos la na* turaleza del delito. CUERPO DEL DELITO SEGÚN EL PROCEsO. La conversación entre cuatro ó seis miserables, de- ducida á que mar en el se juntasen la administración, expeler que volaron en favor de s.up!entes para tores las doscientos hombres para cuartel de Santa Catalina. Dejar los á los que completasen y llamar á Congreso, Los principales figuraron, para atraer campanas de un relox. do tan inecente como yo, to- ejecutivo cuarenta diputados godos, el al los aa-'f- á su partido, Si el principe hubitra si: no se hubiera turbado su reposo. La ley 11 tU. ftiodidod o molestia los ^odos mas 2d. part. 7 prohibe toda inco' que pueda cavsarse á humams . que nosatroí, - los feos. £ran •i' -.^" ;. , : 17 *¡qiie estaban convenidos en como cabeza, Cruz, ria y el los jeneral el movimiento, Vidaurre La-mar, el gran mariecal Sta. coronel Jaramillo, el comandante de artille- oficiales. . (7) NATURALEZA DEL DELITO. Un en el ciudadano puede ser criminal contra la pa- de alta traÍ9Íon de dos modos. Primero; por proponerse trastornar los principios liberales tria el delito y (7) Este es el gran fantasma con que se asusta es el tumulto que dio motivo á cerrar la ciudad; este las portadas y cuadruplicar las patrullas; este es el que hizo velar al jeneral La-Mar muchas noches en las calles,' este es el plan por el cual supu* ejercito so Mariategui al Congreso , que la República se iba á perder dentro de una hora. Si tantos temores de y cholos, ¿Qué será del Perú, si se catorce negros acercan ejércitos enemigos} LISTA DE LOS PJRESOS. — Coronel Ninavilca, Indio montonero. Coronel Huati' ^ue^ negro chino montonero. Teniente coronel Deh gado., cholo montonero. José Grimaldo, cholo pulpe" ro José Sánchez.) indio montonero y ladrón de caí minos. José Litardo, (a) Gabucha, pulpero y barbero, Paraisaman^ (a) Ctierditas, zambo, sarjento de policía.'- Juan Dávalos, zambo zapatero. ~^ José Gon«ales, indio herrador.-' Custodio Lira, indio petatere-* /llgorta^ negro montonero.—* Josc Vilela, negro, crin' do de la señora Guisln.— Prudencio Florian, indio torero., y curnicero — Chuquiarqui, indio montonero.— Gabriela^ india canicera. <— Muerto frió, zambo saca' muelas.— Pérez Huerta, negro montonero» —Ma-^zano cholo montonero.— Samian indio pelatcroi'-i Cwlos — — — — — , Mancoj indio sastre, 5 ' ;'i*'.!' ' 18 - un señor f 8^; 2. ® por calumniar coii gobierno para mudar las personas y sosti- sujetar el estado á el injusticia tuirse á Todos ellas. reglas generales. en estas dos eiidos Es delirante el han de estar corapren- los casos proyecto que da mérito á este proceso, los infelices reos llevados de un zelo mal enten • dido, determinaban hacerse de algunas fuerzas, no para variarlos principios ni remover ei gobievíio, para que si se separasen del Congreso aquellos diputados, que habién- modo mas escandaloso dose esplicíido del en favor de los godos, ya no merecian, ni debian merecer la conüonzade sus constituyentes. Soy inviolable por mis opiniones; soy diputado. El articulo 57 no se Umita á las manifes. un tadas en en tribuna, la sino tiempo del desempeño de el la como hoy. tan precisa mi palabra mi á todas las que se espresen patria, sino desenróllase los mas Jaraag comisión. un traidora Seria altos conocimientos de derecho público. Quiero proceder con un método rigorosamente ma- Vice presidente, á blica, al rado mi pérdida. claro No : que abiertas, orgullo, [8; á chocando con el miedo, I desconfianza. I M Am por - - la dispo- tal modo hasta el fondo de sus corazones. el sobíesalto, la el in* agí» Solo estrano los remordimien- ..r!os perdieron; los ,1 estando venganza, la ambición, tos, Mas Aumento la lacion, la I crimen? nada temo. cuyas tocas están de fieras, registro el Repú- han ju- envidia, Alli veo la teres, tengo contra mi Mantengo mi de unas sición ¿No la ministros que los soy criminal Pues número. el contra mi al presideaíe de Tengo temático. perdieron para siem« - , segunda tUulo g part^ 7 se prueba. V f irfiWT^V 19 son pre: de obrar incapaces no bien, el lo obraran cunea. Dato 1.° En absoluta; los pueblos libres no hay autoridad todas son condicionales, mantener j defender los con la calidad de derechos dé) hombre. Dato 2.° Los diputados son apoderados, sugetos df responsabilidad, criminales disposiciones de sus comilentés, si se ecseden de mas criminales si las las contradicen [9]. Dato 3. *^ La soberanía está en el Qongreso poE represeatacion; en el pueblo por realidad. Daío 4. ® Sobre la autoridad del Congreso, egta la autoridad del pueblo (10). Dato 5, ® Siempre que persuadido de que rir al ejecutivo el el Congreso pueblo esté firmemente lo traiciona, debe ocur* para que lo disuelva, y se proceda á nue« Tas elecciones de hombres próvidos, fieles y honrados.' Eslos mismos principios están en el discurso quQ (g) pronuncié contra el arzobispo y obispos nombrados por el consejo de gobierno. Los que los celebraron enton* ees los respetarán hoy. flO) Ei visconde de Cheatubriand, que ninguna tendrá por republicano, asienta no obstante, como un principio incuestionablcf que iodo poder viene del pueblo^ que él puede reasumir sus derechos, y variarla Constitución: esto es lo que hizo Atenas aboliendo la de* y restituyéndola después. Los moderados n» lo que hacen es, hechor un velo religioso sobre ellos. Los verdaderos filósofos sü' can esta consecuencia. El pueblo puede hacerlo, pera no le convendrá hacerlo sin causas muy granes, que lo estimulen á ello» A los diputados se han de respetar, pero no hasta el estremo 4^ respetarlos inas que la sü" mocracia, niegan estos acsiomas, lui de la patria, I 20 Dato lii « Si 6. ejecutivo está implicado en la trau el justo ocurrir clon, es á la ley de Creta. La nece- sidad de salvarla patria, hace que cesen todas las leyes. Dato 7. ° En una repdblica no kay ley que no es» fundada en los derechos del hombre. té COROLAllIOS. I, en ® El pueblo debió atender á lo que se practicaba Congreso, examinar el las opiniones, meditarlas; alg'una era opuesta á ía si g. ° Habiendo en dos contra !a patria, el ver libertad é indepen dencia. Congreso diputados decidí- pudo y debió denunciar sus opi» niones al fasen, porque no quedaba un numero suficiente para ejrcutivo, no al Congreso, en caso que triun- componerlo. Estas por proposiciones, que son las siguientes conducen á 1. consecuencias no pueden contestarse sino «* la tiránicas y servidumbre. La autoridad del Qongreso está sobre la autoridad del pueblo. 2. de "* tal En el caso de dar el pueblo modo sugeto, que en ningún la Soberanía. S. "* Loque sus poderes, queda caso puede usar de (II) la mayoría dispone en un Congreso ha de obedecerse, sea justo ó injusto. Cll) Grocio queriendo probar la justicia del absolutismo de los reyes.) se funda en que los pueblos como las personas pueden ceder sus derechos, quedando en servidumbre ú obediencia pasiva. Esta seria la doctrina de los que dijesen, que el pueblo trasmitió sus derechos en el Congreso, de modo, que en ningún ca^ 30 pudiera usar ds dios aunque se viese íiramaad»'^ 21 APLICACIONES AL PROCESO. h^ Los diputados que defendieron a ios espanoles como á sus padres, sus amio^og; siis conüdentes, sus maestros de morai v dé re ' sospechosos á ia patria. ,^^í'V«e'^^^f T'^' c" logrado vencer el debate. ^]T'''''f' .1 t ui el puebJo debía Haber ocurrido al ejecutivo para que disolviese el Congreso j llamase nnel vos diputados. ^°^^^^^^'|^« en^su^s iH^n!''^n'^.T ^"^ cediesen bió e.tar a a mira de su conducía, y velar sobre los artículos que .e iban sanci^oLndo' EíiROR DE LOS HEOS. es tia. Haber querido hacer por sí lo que solo a los que estañen la última angus- licito DISCULPA DE ESOS INFELICES. Son indios, negros, personas estúpidas que oyen la voz de la naí^uraíeza que l^peíe La ignorancia ha ocurrido á una diüincion frivola S. que no es lo mismo democracia oí ^nci püfular rtpresentativo. Sabed mis ^r ahíJ. ^^ f^^' La democracia aLsoJutel^^^^^^^^ blo todo lo decreta en masa: democriZ^ZnrLfn^ tira cuando obra por apoderados. ErZriZTflTl la s^^nia esta en el ¡ueUo^y no dice, h l/lí Mcios /.S'r./: 7 derechos: no saben las 4 la defensa de los nosotros. Pocos son entre establecidas reglas los discipiilosi de Locke. estas apliEstos datos, estos corolarios, miserables á escandalosas caciones piirecerán anelan que servidumbre, y acostumbrados á la teiique aquellos no á restituirse á ella; por lo que vale y puede un pueb a que sepan distinguir la aquellos fibre: no á la obediencia, y colínea donde ha ds acabar lejítima; no a aquellos líienzar la resistencia nacioinstruidos del idioma délas íráu idea ane • de estén Dios esta colocado S€s, donde á los pie? de el Ídolo de la libertad. hizo del En la defensa que Mr. Erskine oe especie esta justifica deán de Asaph se quiere rey el si hacerse diálogo. ¿Que debe dar feyes por si solo, ^-^/^^^':^^^^^^y,^^; f,^^, ¿Y si tiene las placer? Deberá ser espelido Si usa déla ;rmas y miiicias á su arbitrio? armarse esta con ra fuerza contra la nación, dejará de ser estado él, si no se hace así ha permitido se Bendito sea el Señor, que para que con mi mi, forme esta causa contra los principios y establecidos defensa queden adelante distingan cuales ínis compatriotas en obligaciones. No renunTon sus derechos y consientan que se los usurcien á aquellos, no coa cumplimiento ¿e estas admirable equi^fdículos pretestos. Teoría depende a í b o divL, de él ciudadanos uno de los ^-^^ffjl' Beral, y la de cada yo en temeré así. ¿y En In Jaterra se habla pen, ni falten el al Peró hablar y escribir del f^-^^^^'^^^l hace esta pre En la misma obra citada se encargados y le^ gunta. ¿Que si los grandes STVíi^r^ 23 aisladores de la nación abusan de la confianza y cruelmente injurian, en lugar de servir con fidelidad al publico.? ¿qué se hará en este caso^ Ocurrir ba áe al rey para removerlos y hacer prueManíesquieu parece que había oh'Qs. dicho lo rnísmo. Aseguro que al leer estas unos tiemblan, otros se irritan v sabios las tienen por peligrosas e inoÍ clausulas, aun los por tu ñas (13). Bien conozco que á un pueblo que fuQ esclavo cuando sale de ía servidumbre, es ciso pre- dando las ideas de ia libertad del mismo modo que se haría con la luz á un ciento de irle nacimiento, sise lograba ponerle es, pediía ia vista: ia discreción era en esíremo necesaria, Un golpe fuerte de luz, unos principios absolutos de libertad, no preparando antes lo uno n, lo otro, podían causar males niuy considerablQs. iMis proposiciones son vedades eternas en la pohíica. Empero hubiera sido nruy bueno disponer los ánimos con otras intenneaias menos fuertes, para que fuesen recibidas estas con más utilidad. Cuando critique con estudiada delicadeza el papel del b^emerito patriota D. D. Rafael nLirez de Areilano, no dije que sus macsimas eran contrarias a las mías, Únicamente manifesté cuales podían ser los efectos. Hoy se me violenta a^ separarme del sistema que habia adoptado, i^o lo hago por miVel motivo principal es que ecsisíen ciertos diputados, no solo con ideas españolas, sino irracionalínente coí!£rlr,?tn¡f'' t¿fíe yo fiQ es<:riio. "^^^^ deferentes ai i'>\q^' 'osiimen proposiciones 24 tan grave; fííeeutlvo [l4].La enfermedad es naturaleza la en detenernos podemos que no está la iedel remedio. Si en sus coraz'-nes -vadara antigua, fomes del despotismo, ¿como no instruiré al pueblo? Si uo lo hago, seré perverso cnmo mis perseguido? es. Ellos tan quisieran á todos ignorar4es, para mantenerlos ilustreu á todos esclavos. Yo quiero que se rodilla la inquen que para que sean libres: de un tiá la ley, v el puñal en el pecho donde BoVmgwlie: Locke de y rano. El dogma tiranía. Deíendala comienza la leyfinalisa, mos las autoridades, si ellas nos defienden y protejen. ,. , que los diputados que procedieron patrocinaron la causa de España que tomalos de Hablo por error de opinión. a teoloen opiniones ron la tribuna. Habrán las pueno naturales; ciencias Ño puede , decirse, , gía, en todas las en los den haber en las matemáticas puras, maes todo elementos de la política. Que el m contiene yor que su parte, que un semicírculo Que un cuestionable. áos ángulos rectos, no es segunsu a propender estado debe ante todo tan evidente como y exterior, «« su vida, t.1 mas conservar el hombre ha de bárbaro, el que Hitonso, el mas rudo, el mas dad que interior las selvas, salido de los montes y el tiene otra ilustración que DO ha no manejo y qiie del ar- Constant, que si enco enemigos, consienten tre chozas ó cortes se a ««« t;^^^" sucumbir el peligro es eminente de no ¿Cual proyectos. zas, á su astucia, á sus y de la red, sabe [I4j titucion. como Reprobara cuando trate del proi/(Cto de cm- £<ySg^ 25 será el delito de hombres instruidos, que se escogieron por apoderados de los pueblos? ¿Los sentimientos de esos diputados son los de sus provincias ? Infelices de nosotros, EXAMINAR LA CONDUCTA DE LOS DIPUTADOS. ¿Es un delito examinar la conducta de los diputados y sus proposiciones? Sería un acío dice Paine, de despotismo^, de poder arbitrario hacer una ley, prohibiendo investigar los principios, buenos o malos sobre los cuales esa ley ó alguna otra es fundada. Si esta es ana sentencia, que únicamente repugna á los tiranos, ella me induce á asentar la que sigue. El cuerpo legislativo será despótico y arbitrario, si no se consiente ecsamipar la conducta é intenciones de los diputados que proponen y sostienen proyectos de leyes que directamente tienden á la ruina del estado. Aun hay una diferencia clasica; una ley aunque mala es una cosa sagrada. Se ha de obedecer mientras se revoca: la paz pública así lo exige. Un proyecto es un ente de razón que aun no tiene existencia: conviene reconocer los labios de donde sale, si son manchados ó puros, Empiezen á entender, que el carácter (le representantes no hace inviolables las opiniones destructivas de la sociedad. Burke dijo en una carta á sus constituyentes: la dependencia no se mantiene en estos tiempos con nombres y humano prejuicios. están abiertos. Los ojos del ¡enero hay otro vinculo No con la comunidad, que el visible y sólido interés: nosotros no podemos olvidarla; muerte de nuestros derecho», por un abuso delanterior . li. 26 congreso. El renovó una autoridad dictatorial, cuando debía haberse dado por concluida. Nosotros no nos espondrémos á que se haga de modo, que seamos esclavos de los españoleSt Pueblo peruano; coteja los hechos de los delincuentes, y la conducta de los diputados, La justicia me dirije, no el ínteres de mi defensa. En nada he concurrido: no hay coníra mí la mas pequeña prueba: mi complicidad hubiera hecho estremecer la república. El proyecto de constitución preparaba ]a monarquía. Proposición tan «^rave no es d"e arriesgarse sin dar incontinenti la prueba, Si el puebla contem¡^la sólidos y legales mis raciocinios, los aprobará. Si la pasión los pondera por venganza ó resentimiento^ decláreme por un calumniante, No hay sentencia mas justa que la opinión general. Nunca se engaña^ cuando los datos son seoruros é incuestionables. Las premisas^ sí no hay sofismas, dan las precisas consecuencias. ¿Y cuales serán mis datos? los mismos artículos. En ellos se verá disminuir al cuerpo legislativo de mi>do que se pudiese fácilmente corromper; abrir la puerta á los españoles para que ocupasen los bancos; aumentarla influencia del egecutivo: alease. Art, 4, ® Caso 4 ° reíormado. Los extratt' geros establecidas en la república hasta el año de 21 primero déla independencia, con tal que se inscriban en el registro nacional. La palabra extrangeros se entendió aquí por españoles. Asi se manifestó en los discui*sos de ambos bancos. No queda duda de ello después que Cuadros imprimid el suyo. Ingresaban como ciudadanos treinta mil peninsulos, hechos á dominar, ricos, orgullosos, constantes, generosos Qn Ja ocasión, y con mil ramificaciones 27 Puñalada mortal á la república. Para que no tiibiesen muchos eompetidores, el caso quinto y el séptimo del artículo suspendían los derechos de la ciudada6, ^ nía á los deudores, que no habían pagado a los sirvientes domésticos, á los peones jornaleros, á los soldados del ejército y armada, á los marineros. ( 15; En una misma mañana proen el estado. nuncié dos discursos de oposición, y aunque se el caso 6 ° fué desechado enterameno De estos dos discursos el primero te el 7 está impreso, y el segundo por los Otiles principios que contiene lo agrego ai fin de este tengí entendido mi patria y todo papel. aprobó . Y mundo conocido, que fué la fecha el 14 de diciembre, cuando ya se me trataba de un Catilína, cuatro dias después del lance de Mejia. Disminuido el número de ciudadanos, lo fué mucho mas el de diputados. Por el arr tículo 15 debían ser elegidos á razón de uno por cado treinta mil. Siendo nuestra poblacioa de un mülon doscientas sesenta mil almas, solo habían cuarenta y dos representantes; por consiguiente la mayoría absoluta eran veinte y dos, /Con que facilidad podían comprarse estos por el ejecutivo, poderosísimo en todo estado, y mucho mas poderoso según la carta que se quería formar! permítaseme que pase al artículo 23 que dice. El spnado se compondrá de tres senadores por cada dipartamenío. Resulta que son 21 y su mayoría once. El artículo 32 que le daba al vice presidente la prer sidencia del senado, lo aseguraba eu favor dé el ( \b) de Cridas para ciiií^ai^anQs* tiranhur disminuyo , d nímerQ j. Ip: 'Ü! ese poder tremendo; de ese podérselo sufrí» ble por necesario; de ese poder de quien siempre ha de desconfiar el estado qne quiere ser libre; de ese poder que para hacerlo in viola;* tambiea variado por mí, ble, el artículo 2 concedia á la cámara de diputados el derecho esclusivo de acusar á las principales autoridades. Debiendo concurrir el voto de las dos tercias partes del senado para que la acusación sea admitida contra el ejecutivo, isegun el artículo 3o, es declararlo tácitamente inviolable: dos tercias partes de veintiuno, son cael senado el presidente torce. Con tener en 1 •fíí!! sagrada inviolabilidad, ¿No tendría ese número.^ la impudencia se atreverá á negarlo? no; por un voto se conduce, á un ciudadano particular al suplicio. /Que de ocho amigos goza de requisitos hI la para solo abrir el proceso al hom- bre mas poderoso! los crímenes se cometen con tanta mayor facilidad cuanta es la esperanza de quedar impugnes, y espeditos los medios de cometerlos. Este solo artículo merécela mas agria censura ¡en que poco se distingue este proyecto de la carta que dio Bolívar/ bien está mi separación de la tribuna. El congreso, ese pequeñísimo congreso podía autorizar extraordinariamente al poder ejecutivo en caso de invasión de enemigos ó sedición. Es decir, en tiempo de guerra habrá siempre un dictador, y en tiempade paz, cuando lo tenga por conveniente el gefe de la república. Nada mas fácil que figurar una sedi-; cion, El egemplo es la presente causa. Un sueño, un atolondramiento, una locura de cuatro miserables hombres que amaban la patria, pero no sabían amarla, se ha ponderado mas que en Atenas el ejército y armada de Per' ,'»'*^^-'"\V g9 ¡Cómo sia, en llora mi corazón no haber estad»' congreso y en la tribuna, para combatir el caso 23 artrrulo 27 que puede y debe sernos muy funesto. El veto del artículo 54 aseguraba al ejeel cutivo contra toda ley que no fuese de su ag-raEra menester que concurriesen dos tercios para sancionar contra su voluntad. ¿Y cuando se reunirán dos tercias partes contra el ejecutivo.^ jamas. La palabra del ejecutivo vendría hacer la ley. Por no hacerme fastidioso y repetir unas mismas ideas, no sig-o tratando de do demás artículos correspondientes á ese veLos publicistas conocen que el presidente de la república quedaba en la clase de un rey^ Se fué tomando en el proyecto de todas las constituciones lo mas análogo al fin que los to. me parece se proponían los señores de la comisión. Asi es que agradó mucho el poder ser reelegida una misma persona: este es el articulo 83. [I6j ¡Ocho años un presidente conun congreso en que las mayorías solo habiaa^ de ascender á 83 personas! ¿Dejaría voluntariamente el puesto á los ocho eños^ ;No tomaría todos los medios porque la presidencFari se hiciese vitalicia? JVo sucede, esto en los Esta" dos Unidos. Malditas sean las comparaciones y ejemplos. Esta fué siempre la respuesta de uno^^ de los déla comisión. (17) Nosotros no hemos> sido educados como los Anglo americanos. Maquiavelo y Montesquieu están conformes era^ la diferencia que hay entre un pueblo que (^G) Y& desgraciadamente sancionado^ ^17) Gómez Sánchez no ha otro modo. sabido contestar dé 30 ""mkí fué esclavo y consigue la libertad, y el libre tjiie la perdid y la restaura. Los Anglo americaíios fueron libres desde los principios de la colonisacion. ¿que hicieron sino perfeccionar su libertad? Nosotros hemos sido siervos, acostumbrados y bien avenidos por tres siglos á la servidumbre. Entre nosotros las cautelas deben ser cien veces mayores para no caer de nuevo en estado tan miserable y espantoso. En tiempo del jeneral San Martin, se pensd traer un soberano de Europa. Bolivar lo quiso ser el mismo. ¿No lo proyectará algún otro? No diré que La-Mar: se jwzgaría que era desafecto por el atentado cometido contra mí- Será su succesor ó un tercero, esto es indiferente. No se negará que es mas fácil aspirar á la ocho años de posesión mando, que con solos cuatro.^ /Cuantos jeneraíes y jefes amigos/ /cuantos empleados de la mayor influencia/ /cuantas creaturas en jeneral! La primera garantía del estado, es hacer de modo que el sistema no esté espuesto á variaciones. tiranía concediéndose en el Estas disposiciones se sellan con el artículo 166. „Todo ciudadano tiene derecho de presentar peticiones al Cong-reso ó al poder ejecutivo, con tal que sean suscritas individualmente.,, ¿Y por qué no se firmarán por ciento o por mili* Porque para ello son precisas reuniones. ¿Y en algún pueblo libre sé, han prohibido las reuniones? ¿Otros que los tiranos han impedido que los hombres se jun- Otros que los tiranos temen estas asociaEl señor Luna Pizarro, que por la modificación del artículo 107 propuesta por el muy digno diputado don Estevan Uosa pro- ten.'' nes. ^^¥: :JÉ. 31 t€stó SU voto, por frma un absurdo no querer autorizar con su palabras que profirió en púque nadie me hfirá vaque Ja caue;a única de mi prisión es haberme opuesto á su proyecto monárquico: si el e& ubre en sus opiniones, yo lo soy en las mias. 8i se me impide la triblico; tenga entendido riar en el concepto de buna no se me impedirá la imprenta. Cuando ambas cosas se me impidan, sabrán mis constituyentes que los defendí hasta donde alcanzaron mis fuerzas. Tenía íambiea el presidente la facultad de nombrar el de la suprema conforme al artículo 108. EHo no solo le daba una inñuenciaL infinita en el primer tribunal de la nación.^ sino que la hacía inviolable. Ea su iageeso nombraba uno. que sean cuales fueren Ia¿ i-estricciones en su autoridad^ siempre es supíerior a la de los demás vocales. ¿Pera estos, tmfo^ no debían lisonjearlo? A los cuatrín atos-, mm^ día el presidente ser reefeji<l% y le agradase. en la No suprema había al ©l:ejiiral:€|iie de ®!©gír Individua, ¿^«¿ti ©bliga^eiosis mismo no tendría aspirariones? Si bay tanlasi k hof para derrocar al fundador^ al que dio libe i!« tad á la patria, al que ha heclm sacrlílcios inumerables desde el año de diez, ¿q-ue no* sería separado este? Unía el ejecutivo su poder al judicial, y nos veríamos tiránicamente gobernados según el concepto de Montesquieu. No contii úo porque era formar una crítica jeneral del proyecto, lo que no corresLo dicho convencerá que el pueblo debió alarmarse con el proyecto, y fijar uii ojo inamovible sobre los autores de un código político, que si no se creen crimií- ponde k í?«aü esta obra. 3^ ^^ ^1181 rlT fíales verdaderos lo eran presuntuosos. Estaban en cierto modo apoyados por el ejecutivo. El presidente La-Mar y el ministro Mariátegui públicamente y con el mayor ardor liabian manifestado el deseo quetenian de que se alijerasen y conclnyesen lasdiscuciones- La imprenta insultaba álos que hacían oposición á los artículos. El jeneral La-Mar pensó pasar en persona al Congreso para reconvenir sobre la concUicion de la carta. Lo propuso en lamosa y le convencí de que era un grande error: no por eso han cesado las sujestiones. Se puede decir que después que me separaron, el proyecto apenas fué discutido. Se quería que fuese un sagrado donde no debía tocarse. Mucho se ha conseguido con impedirme la asistencia; pero yo protesto de cuanto se ha sancionado sin mi voto á nombre de mi provincia. ¿Y que me aprovechará la protesta? La Verdad y la justicia jamas triunfarán. Prueba contra mí. La declaración 2 ^ de Ninaviica. Digo la sola declaración de Ninavilca, en ella finje, que yo le había dicho que era preciso escarmentará los 40 diputados que votaron por los godos, llamar á los suplentes; que para el efecío, debían juntarse doscientos hombres, y tomar el cuartel de Santa Catalina: QuQ al presidente d€ la República se lé debia mantener para hacer frente al jeneral mano, el día qué afirmado que no hay otra declaración, porque aunque algunos reos mientan mi nombre, ó son referentes al misino Ninavilca, ó á Elias Sánchez que no ha sido preso, ó á Delgado que confiesa que Bolívar.* que le apreté lo condujeron preso. nunca me saludó. He la *^*«'-'"'"^ 33 Datos para entrar en la cuestión de derecho. El delator no indica mi nombre ni directa, ni indirectansente: el coronel Jaramillo, á quien Ninavilca habló sobre la materia, preguntado por don Tomas Erdrighe, si habia mentado al señor Vidaurre, contesto, que no. Ejntre las carias sciprcndidas por el teniente coronel Herrero no hny ninguna para mí. Todas son díri.idas á esas desgraciadas jentes. Preguntas que se me hicieron en la instruc" iiva ¿Si halda dicho que con doscientos hombres se podia tomar el cuartel de Santa Catalina? Respondo; que el proyecto no puede ser de Vidaurre. Formar iMm revolución con doscien,tos hombres, ha' iendo diez mil sobre las armas, y teniendo la movilidad por los mares, es una locura. Con presentarse el presidente de la Republií^a en medio de la piaza, se le hubieran unido dos mil ciudadanos honrados con armas^ en una población de sesenta mil personas. y oficiales.^ Respondo; que honor de que me visite nin¿^uno. El fiscal de esta causa me honraba en na tiempOj pero ha mucho que se retiró. (16) El teniente coronel don Miguel de Riofrio come en mi mesa con frecuencia, pero no parece ima gran cosa para esta empresa. Mis tertulios son unos ancianos. [í7] Nia^-uno mejor que don Cayetano Heredia confidente de Lu¿Si ofrecí jefes no tengo (16) los t^m Desde que comenzó satélites (17) papel. el el Congreso fué uno de del plantía conlrario. Xoí nombres no se repiten por no dilatar el U\ m 34 y para quien mis puertas estubieron abierpodrá decir quienes me visitan. Siempre na, tas, me baila ó leyendo, ó escribiendo. ¿Si dije era preciso escarmentar á los diputados que votaron por ios españoles.^ Res- se pondo; que no lo dije, y es la prueba, que ahora lo digo. La inviolabilidad de las opiniones no se estiende hasta aquellos que directamente se dirijen á la ruina de ia patria. ¿Si di la mano á ISÜnavilca el dia de su prisión, y se la apreté? Respondo que nó; es- señor Alvarez y salia diciendo: ,,esta es una de las de don Simón, esta es tsna intriga ministerial: que desde que salimos del salón ya se supo, que NinavUca era tuve con el €l diputado que se reclamalDa: que si le hubiera dado la mano, sería una seña de no ser un cómplice, pues un acto semejante en público, no lo practica el que teme: pero que no lo hice. mande ¿Si llamar en alguna ocasión Respondo: que no á me Ninavilca y con quien.^ acuerdo si con respecto á algún asunto de Congreso lo pude llamar alguna vez, pero que me inclino á que no: que con respecto á la materia que se trata nunca lo hice llamar. ( 1 b^ ¿Si soy autor del papel titulado Aviso a conlos pueblos} Respondo: que la pregunta es dijo traria á la ley de imprenta; pero que que prueba francamente que no lo fui. Es la fueresta instructiva contiene verdades mas tes. (19) Recordando en mi memoria he afirmado, que (18; iH 4 nunca ( lo 19; hice llamar. No sé siquiera donde vive. Las he omitido por r anones políticas en este S5 conozco á los inclivicluos de la lista? Respondo: que conozco á Ninavilca, que ha estado en mi casa muy pocas veces: (20) á Muertofrio, que me habló siendo Ministro, para que se le diese el titulo de capitán; á Huavique que me solicitó para que me empeñase con el Presidente, Con el objeto^de levantar uno ó dos escuadrones en Cañete y Chincha: que la Providencia que conduce mis pasos, hizo que le dijese á S. E. Compadre: muchos empeños hago por la docilidad de mi carácter, pero U. no proceda por ellos. De nin^ ¿Si gun modo conviene que se acceda á de Huavique, este parece- un gran la solicitud canalla, hay muchas jentes de estimación en esos lugares, é irá á cometer mil atentados. Que á Delgada puedo haberlo visto una vez, í'21) que me quinientos escribió una carta ofreciéndome que las diciendo, hombres, la que contesté jeneral Simón, el contra armas debian unirse las leyes obediencia á inspiraría que yo solo avergonque me magistrados, los á y respeto zaba, que mi separación del Congreso hubiese dado mérito á esas ofertas; que en el momento me restituía al cuerpo lejislativo: que en verdad asi lo hice, viéndome antes conS. E. el que si no habia informado de estos hechos, no habia procedido ni cristiano, ni papel Puede como honrado, como amigo: (22) que ser que trn ni como lo mis- ohliguen a imprimirlas en el segundo. Solo una le di asiento. (20) man-' (21) Creí que era un indio^ que Nina-oilca TrujiUo donde el jeneral Simón, pero no lo es. tío á (22) Én el acto se llamo al eomandante ¡ampos, S6 hice cuando Ninavilca tel y jente ai-naada. (23; mo me ofreció el cuar- Preguntado si mi salida por la barra debía ser el signo de un tumulto para acometer á los diputados que votaron por los españoles? Respondo: que la pregunta contiene uti error notable. Mi salida fue por la injuria que me hizo Mejía. No podia profetizar que me injuriaría. El cargo envuelve contradicción con el hecho, ¿Si en el momento que vi que el pueblo me seguia me restituí al salón, como podia haber premeditado un tumulto? (24) Leida la sumaria pude haber resistido a la confesión. ¿Pero que adelaníaria?* Una consulta que se hubiera hecho y a que hubieran asistido don Jo&e Cavero, don Nicolás Aranivar, don Ignacio Ortiz Cevallos, y los tres ministros. Ya habría precedido otra secreta del espíritu que anima la máquina. Nueva dila- iM ción, nuevo desaire. Es preciso me resigne a toda clase de humillaciones. 5ufro la confesión y los careos. Catón fué acusado cuarenta y dos veces con injusticia, ¿Que hombre cé- GÍ que entregué la llave de mi escritorio, y trajo la caria y el borrador de la contentación. (23; Ninavilca en la declaración que se le ha hecho decir, pinta el hecho del modo siguiente. Que ?/o pensé que el pueblo se hubiera sublevado el diaque salí por la barra, pero que nada se hahia perdido, pues yo lo tenia de mi parle. Contradicción entre el cargo y la declat ación En el cargo se supone el pueblo prevenido, en la diclaracion que no lo estaba. (24; Estas son las preguntas y respuestas en lo esencial, no precisamente en lo literal^ pues no tengo . el .n preceso á ¿a vista. t\,;\t-^,.j^ TV JJk 37 lehre no pasó por fan terribles combates? Estas amarguras se dulcifican recordando que hoy domingo 27 de enero hace un año que me presenté á la frente de mis conciudadanos para que restaurasen su liberíad e independencia. Ese mismo dia dije en público: e¿ premio será repúblicas la expatriación ó la en razón de los muerte. En las servicios se auseguridad personal, (^b) El verdadero delincuente goza pro- mentan los riesgos que corre que se niega tección, la á la inocencia. Falor de la prueba contra El dicho de un reo procesado no hace prueba. [26] No puede ser testigo el acusado. Tiene un interés en disminuir su crimen atribu- ^ yendo áotro el proyec to. Cree que se minora (2j) X« historia de las repúblicas es la historia ae la ingratitud. No se pueden unir muchos hechos en una nota. En Atenas. Jlcibiades, Sócrates, Solón iy>mon lemistodes, Arhlides, Phocion En Roma C«w//o, Corohano, i ruso. Craso, Lucio, Tara vino í!)icnno Denlato. ¡¿n Cartazo, AnnihalJ]milcar,B anfión: en Feneiia, en Genova, en Olanda, Bernabelef Ulan y Cornelia Wit, Vitelio, Micheli, 2.o Tomas Fregoso Esto es poco: ¿como se escribió contra hintons:? Was. Por 7a leí/ 3, tit. 7. lib. '2.^ del (26) fuero real no vaha el dicho del cómplice, á no ser contra el reu o su -señorío En este caso se reputaba por testigo. ^^•P'''' ^- ^' Vreviní^ que debiá ÍZ?^"^^;'"'darse tormento para que fuese creído. La leu 21 es^ testimonio del compre en P'?^''^'J^ el aeiito, C olon juzgado militar lomo 3, §, 588. %ZTTi mm 38 de los deÜncuen^ numero el creciendo la pena Todos los jurisinfamia. de sindicado tes Está estas ideas, las prueban no filósofos consultos conasientan como principios. Yo las adelanto: presuplicando á una persona de alto carácter, men ó que quedaran impunes á su sombra, aprovechándose de la misma defensa que el haÁ' ó que caerá sobre ella el peso de la acusadelito. Una ración como autor y cabeza del Si la palabra ofrece; me zón mas vigorosa se dignos sa mas hombres los del reo fuese creída, su honor perder de riesgo continuo verían en infinitos enemitienen Ellos V sus vidas. [271 otros por contragos envidiosos de su rango, es mas acásus opiniones. Esta enemistad rios puede decirse que tiva en los estados nacientes: civil y sus guerra la mucho tiempo dura Dor juez enemiEra muy fácil que el mismo ruina, dicen envolver de aquel, que queria efectos. <ro prometiendo a impunidad tase la declaración, ha ejecutado esto.' ¡Ah se :Ah cuantas veces contra Dios y la cuantas veces se hizo mentir tan repetidos como inocencia/ Los hechos son las oasiones abominables. ' ser enteraPara testificar el hombre ha de ¿Esesperar, debe ni temer mente libre. No m Su objeto es sahr del tá en este caso un reo^ Esta vienindiferentes. lance: los medios le son juez dice que al tit. 10 part, 7: o mutilación de muerte á condenar de tiene poder su magtsjradurante acusar ^enlbos/nose le puede razan de su ojie lo. en cometidos delitos Tura sino por en toda su exjencton: la ley se sostenga (27) ha leu 11. Je NodirToue ZrosZ se examinen con que en caso de ser acusado iaZLi ^^D^ JA do la cara al magistrado que le juzga, y pretende adivinar sus últimos deseos para complacerlo (28;. Debe ser despreciada la palabra del criminal, y mucho mas lo será cuando ía acusacien es inconcüiable con la persona á quien se imputa. No se creerá aunque lo aseguren mil bandidos, que uno de los compañeros fué el presidente de la república. Vigorosa la presunción en favor del que se quiere complicar en un robo, es mucho mayor en otros casos. En- un hombre de grande importancia en un estado, de destinos eminentes, de estenso concepto se calumnia por correo de ladrones, canallas, heses del pueblo para formar una revolución, que no le puede traer ningún provecho ni engrandecimiento, y si la ruina de su opinión, de su fortuna, de su casa, de su familia. [29] Hágase el cotejo entre los delincuentes que han confesado su crimen, y el hombre tre ellos, si que escribe su propia defensa. ¿Quien es Vidaurre.? En el antiguo sitema correspondía á una casa ilustre Educado en el convictorio de S. Carlos, donde por entonces solo era admitida la prim.era nobleza. Por el trasBeccaria sobre testigos. Cuand& separaron al generrj ha-Mar déla junta se dijo, que había escrito a los españoles para entregarles el Perú: ¿ Como hubiera clamado, si se le hubiese seguido por esas cartas no reconocidas, o por rumores un proceso? Hoy declaran los criminales que está comprometido en este tumulto^ contra los cuarenta lo mismo que yo? g Por qué no está preso, y se le ha tomado su confesión? ¿^Que]usticia es la que íe distribuye? No hay igualdad ante la ley. (28) (22) ^ torno de sus bienes fue abogado, y en esta profesión, se distinguió y enriqueció. Oidor del rey de España desde el año de diez renunció las distinciones monárquicas para unirse á sus conciudadanos. Fundador de la Corte Superior de Trujiilo, y de la Suprema de la república, ministro plenipotenciario de la grande asamblea americana, ministro de Estado por haber dado la libertad á su patria; es decir un individuo que desde que nació hasta el dia, jamas tuvo lú pudo tener contacto, relación, estreches, amistad, confianza, sino con personas de su clase, dignidad y empleos, ¿Quienes son los delincuentesF negros, chinos, cholos, pulperos, toreros, ladrones de caminos, iníelices que no despreciaría nunca; pero que ellos mismos no se atreverían á acercarse al que veían en una gerarquía tan elevada. ¿ Quién es Vidaurre por sus talentos?^ Contesten sus obras públicas; anímese la tribuna para dar la respuesta; oíganse á sus mismos enemigos. Ningún proyecto, que no sea muy grande, muy racional y seguro podrá creerse del que á sus luces naturales, á su continuo estudio, á sus viajes en América y en Europa, coinunicando con los hombres mas sabios, une la experiencia de la vejes. El designio según se refiere, es mas una Jtcora, que un tumulto ó revelíon. Apoderarse de uno ó dos cuarteles, y dejar al ejecutivo en el ejercicio de sus funciones es un ente de razón: he dicho mal es la cuadratura 4el circulo en lo político. ;Será este el plan del que tiene á Maquiavelo en la memoria, y sabe mas que él en esa ciencia por los ¡numerables escritos posterioresque se han publicado y ha leydo.^ , JA ,js^:¿ 41 solo capítulo de ese autor reúne los riesgos que se corren en las conspiraciones ys obliga á huir de ellas. Cada uno de estos raciocinios es de mas peso, que cien testigos y documentos Los testigos se compran, los documentos se falcifican; ios convencimientos no son sólidos, sino se fundan en verdades que nadie sé Un atreva á negar. Se precipita el korabre á empresas temerarias, cuando la indigencia le efeíimúla, cuando espera variar de suerte, cuando en los raodos ordinarios y justos no tiene la po^jibilidad de adquirir bienes. Un ambicioso alguna vez sedujo al pueblo para elevarse a la primera dignidad. Ni en el uno ni el otro caso se hallaron en él rol los viejos. Procuran estos \k tranquilidad en sus últimos dias, y no aman los peligros, Vidaurre con una renta de seis ipil " pesos/ presidente de la SuprémaV sin asenso su carrera, con un palacio preciosamente montado/ con cincuenta y cuatro años/con una enfermedad que será sin duda la que lo conduzca al sepulcro, sino se anticipa la sentencia contra Sócrates y Jesu Cristo; no pudo meditar un movimieníp/cnyo tin le hariá perder sin fruto su plaza, sus comodidades, su quietud ¡Cuanto avergüenza tener que hablar mucho y con elogio de si mismo.' Vidaurre stgun sus escritos es un filósífo, que invierte su tiempo en escribir para ilustrar la nación.'' La tiiosofi'a jamas se convino con la guerra Gtvíbñila anar- quía. Honrado como pocos, jamas fué traidora que reconoció. Amante del homautoridades las bre y de la libertad, escribía desde que era oidor del Cuzco, sobre nuestros derechos sagra8 wm 42 dos. Queria que la España g^obernase con arr reg-Io á principios constitucionales, pero sin pro- independencia. Le hablaban los pacon confianza ecsesiva^ sin temer que los delatase. Lloraba en secreto, cuando perdia* mos una acción, y apenas podía disimular la tristeza. Vela con enfado á los sanguinarios cediciosos, insultantes españoles Sus papeles eran antorchas, que incendiaban y alumbraban. Le tenia ese gobierno por el primero de los insurjentes. No lo era, queriendo serlo; como magistrado juré, decia, ser leal al rey, no quebranto el juramenío. Las reflexiones de los Jesuítas casuistas no lo convencían contra sus sentimientos de honor y religión. Un jesuíta nunca tuvo buena moral. Hoy se figuraría insurgente muy antiguo, para merecer el título de funda dor de l¿i libertad: no aspira á io que no es acreedor, Horroriza oir á muchos en cuyos dedos está pegada aún la sangre de sus hermanos, que se atrevan á vanagloriarse de corresponder a los mártires y confesores de nuestra libertad, ¿Si no hizo traición el que representa á un gobierno opresor, injusto, abominable, queria trastornar el que ama? Quería convulcionar uri cuerpo político, que puede decir hijo suyo? íTestimonio público, tu favoreces la inocencia.' teg-er la triotas Por mí La-Mar es presidente, el Congre^so dicta leyes, la patria tiene libertad. No soy Pasuanias para defenderla hoy y venderla mañana. No se tenga por una contradicción: decir que los viejos no se arriesgan, y alegar un hecho en estremo comprometido, cual fué echar á tierra la tiranía. Una pasión noble, una pasión gloriosa, una pasión heroyca hace ai anciano rejuveuecfTj y q^ue su sangre elada 43 se encienda y corra á borbollones del corazón por arterias y venas. El amor á la inmortalidad y á la patria, iguala la juventud de Conde y la vejes de Viilars No así las insurrecciones descabelladas, propias de lin juvenil atolondramiento. Estas son guerras de Peíit-Maitres, la honda, si son entre señores. Si se dirijan por la plebe, son proyectos deambrientos y desnudos. Vidaurre ha dicho con repetición, que ni quería ascender ni bajar. La presidencia de la república se le ofreció el veintiséis de enero, y lo que hizo fué rogar al mariscal Sta, Cruz para que no abandonase el mando. No amará la república, su honor, ni su persona, ei ciudadano no militar, que pretenda el gobier- y de no. Juguete de los enenngos exteriores, ludi'^ brio de los jefes del estado, sin respetabilidad ni fuersa, un dia será el de la elevación, al otro seguirá la caída. Pocos de mas talento, mas activos, de mas recursos, de mejor previsión, que don José de la Kiva Agüero. No había sido militar, el fué sorprendido en su misma casa. /Qué triste papel se representa, ocupando el solio, después un calabozo. La historia no tiene excepciones: la historia es la base de la política de Vídaurre, para su patria y para consigo. He hablado con tanta imparcialidad, que olvidé que estaba tratando de mi mismo. El proceso se ha laido, (^30) ¿Alguno de Usías se me hubiera abanzado á mandarme poner en captura.^ ¿hacerme conducir preso como un salteador al medio dia el primero de pascua. Mu-' (30) mt JS5 habla como haie ser m 44f cho menos debía hacerlo el jeneral La-Mar, E! era el testigo neas solemne de mi inocencia: rae ofrece el cuartel y tropas Ninavilca; en el momento, le doy cuenta. Se; me escribe del modo mas desicivo, preparando una revolución en mi favor, en la misma hora le enseño la carta y la respuesta [31 j /Qué conjurado es este/ Que táctica tan estraña y desconocida. Se que se ha arrojado la maledicencia á vociferar, que di est^s pasos para adormecerlo y descuidarlo. Los ministeriales lo agravian. Es suponerlo un imbécil indigno del mando. El que gobierna nunca pierde noticias de esta clase, üesde el acto en que rae oyó/debia doblar la vigilancia, inquirir, indagar, no dormir esperando un movimiento desordenado. Hay hombres que pueden turbar la tranquilidad pública. ¿Pues reposó úíi temor. ¡Triste consecuencia/ propia de un malTí'do, qu€ después de haber hecho que.se cometa la mayor de las tropelías contra el presidente de la Corte Suprema, contra la segunda autoridad de la república se aterroriza con la inmensa responsabilidad. Para poner en prisión á un individua, ge atiende á su calidad, á su eondut ta, á sus rentas, á sus relaciones. (3^2) La cárcel no es una pena, es una prevenciou para que el reo no huya, y deje burlada la justicia pública. En las naciones libres los acusados permanecen en sus casas bajo de fianza. Ésto trae No ka querido el jeneral LayMar absolver según regla de derecho, esto equihale auna confesión. Regla 2¿S en las partidas. No siempre otor^ ga el que cai/a: pew es cierto no niega lo que oye* (¿2J Leyes áeliit. 3.® Mi- \% del ,ÍJiJestp. C3l) las citas: JA '^^t£¿ Sil en 45 orijen de las repüblicas las antiguasv[33] Aunmonarquías para capturar, á un aoble, se requeriaii tales pruebas, cuales seí'ian> -bastantes para pronunciar la sentencia, condernnatoria. Dos razones liabiao para esta prác-» tica. El honor que oblig-aba al noble áiío desanriparar el juicio, dando motivo á que se le declarase criminal; y los bienes qué se presumía poseía en el estado. En los gobiernos denriocráticos representativos, donde íániá ésfá; en: el pueblo, debe ser franqueza. men Aunque la sobe- mayor la delincueoíe buya, el crino queda impune. Pierde derechos de el Mesíimable precio, que lo asemejan á los reyes y emperadores. Pierde Ja patria; y solo tiene patria el que pertenece á un estado, pp^, pular. Pierde sn familia, cadenas que aprisici* nan mas que los muros y calabozos. Pierde la acción á todos los destinos, que en un sistema racional se coneede á la virtud y él ^ mérito. (34) ,u ;^,^ El juez también 'atiende Ijáiflí pena qiiQ se impondrá en el fin de ia canka; Siempre que no corresponde' la de rrinerte no hay fundamento para la prisión Entiéndase de Jas í)ersoiias circunsíanciadasí de quiieaés estoi tra,. . , ; , . tando. La fuga .noliaríaÉssiMoraüíirJpai^ia ^eotí tencia yJ%U-igecücion,^ ¿No Hqíueda^íi^elvcieliíx^ sin cásti^í^o.^ Sufría el agresor el supremo de Roma. Esa pena que contempla el ng fes mas grave é ignominipsa que el cadalzo. fei se acompaf^áran citas á estos reng'loues no basi '^^ íA "^^ .^V)\--íí-.(S3) Greda 7/^ Roma f34) Pérdia ai¡iie¿los en que estaba m» m posecion^ 4é muchos volümenes. Cuanto repito es el escribieron finúcleo de lo que pensaron y lósofos é ilustres majistrados. (35) El crimen segiin es patente no fué coii# tarian incoado; se estaba previniendo alguna un tumiilta, y se procuraba reunir el ulcorresponde No verificarlo. cente para dehubiese no ministerio el Si suplicio. sumado, fué timo sobedecido por tres veces al Congreso que bases del cóha determinado se impriman las tendria la digo criminal, trabajado por mí, por el aprobados sloria dé citar axiomas ya sea propena la que cuerpo leiislativo. Para razón del porcionada, son dos los datos: la ia sociea resulta que mal delincuente, y el se diso la razón, disminuye dad Cuanto se la pena. Como decrece tanto mal, minuye el en lo no eje. el mal nunca sera el mismo la lejislareahzói se que lo en que cútado, don sería bárbara, No tioos son que no diferenciase nue-tras de los cas- ios Aquí Dra- el cri- ni las del Deuteronoraio. pasos, y un^ sé hallaba en su primeros los reos contra consecuencia sería ia Có'iiPS, men leyes las destierro y confesos. oíse no habrá audaz, ni igtiorante que me mase que ecsijo verdades, combatir estas al leneral nifiesten las firmas de los que asesoran incomunipreso é pusiese qu€ La-Mar para cado al presidente de la corte suprema L'íüJ. convictos Si 3. ° p. 2. cap. 6 hombre ftmrado amnem' un que f36) No es pasible En ^«^^árce/ íÍc gravedad. tanta de materias te en comandante Her^ el por tratado la inquisición he sido No he temdo otra alhago, aprecio ^ decoro, reros con (35) Philangieri tom. ^,^^jí^^¡^^.LlMM.' JaÜ 47 Quiero que declarasen ÍQ^Q^ los reos contra mk Ya S8 ha demostrado que por la decía' ración de uno ó muchos delincuentes no puede ser sentenciado un ciudadano. Coníeste un Vitalicio en compañía de un godo; conteste un infame aspirante ala presidencia que se me' concedió como un premio á mi patriotismo; coateste un nialsin que soló sabe escriBir comunicados infames com© el; digan es cierto que las leyes han determinado que no se crea al correo; pero en los delitos de magestad las pruebas son privilegiadas. Miserables, distinguid la mage tad de un tirano, de la majestad de un pueblo libre. Este no tiene prwebas privilegiadas, las detesta. Por el contrario cuanto mayor sea el delito^ mas circunspección, mas exactitud se ecsrje en e^ juez;, y mayores justificativos para coitden^T. E! ííombre se presume justo. Siendo enorme ercríí ínerií es difícil concebirse que Ib ha-comeliílóo Hay que superar los ríesgosr el ten-íoríí© for fuertes castigos, la> pérdida de Im pmpi^áW des, la separación de los objetos mas amadosi Criminalistas y legisladores antígüos^^^ fberoii unos bárbaros: nuestro siglo es de lá ftlbsofia. La carta que nos rijeaun, ha sancionado que corran por ahora los códigos anterioresy en cuanto no se opongan á nuestros princi* pios [37], Nada mas chocante á ellos que las que la de no estar en mi casa. Visitas de innumerables amigos, una mesa delicada, buenos /£bros, y una conciencia pura^ me han hecho gozar todos los placeres Jisicos y moraks de quQ es capaz uu privación, racional. Í37; wi ^r¿. 12L ptiíeb as privilegiadas Y38]. Reftecsióoemps; ¿era natural qiieeí denunciante que rio me conoce, ni tiene mütivos de afecto silenciase una parte la nías interesante cual era mi nombre.^ ¿Era posible que se ocultase lo mismo que había de ani- mar á la empresa? ¿Invitó al coronel Jara- millo? no debía comenzarse manifestándole mi consentimiento, para que pudiese contar con una persona de carácter en la sedición? iS o se hizo porque era fácil al coronel preguntármelo, y ÍS8) paraban preConfidenies se llamaron los indicíelos que Mesecreticonscius. Fidus conjuración. algmia esperanza recían la confianza que es la seguridad y iodos tomaban Se persona. alguna firme que se tiene tn ios medios propios para que ninguno faltase ájaftpor el -oin.' delídüd: como el juramento se tubo siempre allí vino el nombre él; de de usó se sa^^jado mas culo Para este de conjurado] esto es jurar müluamente. t/ juramento se usaron muchas veces ritos espantosos coestas Son humana san-rre en alguno inlermno la. están al alcansas no reservadas a los sabios, sino que grannegocio Ningún ce de las gentes mas co?nunes. he sido yo ¿ho amigo, ínfimo un & sino de se confia ladrón de euminos y de mnavika? i'P odia serlo dd & decirlo, el püatreverán se no ellos asesinos Sánchez? Jamás tomaron en mi casaufi hlico sabe lo contrario. ellos: laúmca ocaha%o de a^ua; ignoro cual sea la de Ninavika su gra. sión en que pudo manifestarme en el. congreso de mis iitud, quefu^ cuando se iraib la causa que se le su sueldos: votó contra m), Juez en gobierno ái muerte en el senienáado suib V en que fue no solo era incapaz de que ella por conocx terror, del propenso á toda clase de mentira: el -un secreto, siró había comprometido personas que lo beneficiaron y otras no mmj respetables. Si yovo había perdido el jumo, con mihony conjuración vrta de tratase que posible era quien en toda hre en quien ninguno debía confiar, y á mi vida apenas habia hablado seis veces. ]4q desengañará!e:,íle la mentí ca (¡39 )vj .(ta lie e$f:f}iO:áp iMtí^ roqdpífi^ó.sofic.o Sobre el oí(>i^ ' , , í /que puede Aener el áich9í;#,:y|i <}4mt hacjea ,níiUi^]ip3; ¿añqs, nqu?. h^ íenüjjciado a los tratadistas :de aquellos síg-los en que no se conocían Jos derechos, del homl)í'e> me ba rparecido oppftunp el /coasultarIjQ$» Adínírens^ Ip^ ,bucí3o^¿Jciuda¿anps de^iSiis é¡)0y< trinas, /Cuanto di^tají; d-el modo con, qu#i se ha procedido contra ^mí ;Mochps juzgan qué el testimonio debía ser repeüdp. Los itías sif garosos que 4nÍ€amente,daba méritp para inv Vftlór,¿ jAueque (plice. ! dagar [4JO3 vileoiados. Pn l(isi delitos^; q^ceptuados .ó piiir Afirman que el dicho no ha de recibirse como de un testigo^ siñb como de UB denunciador; 'No* pí*éá^»sér >tes^tigo porque acto de confesar el crimen es infani^ y vil [41]: cilios iriismos enseñan, que si el individuó 'qs de, buena bpinipn, ja cónfesiqíj en el jjei rigp bari , d:eb,e! j&er 4^spréciada en ñola hubiera fee^ho jno; si ¿42^) ., ¿^a, parípj i de concurrir otros indicios, no indicio singular. Aqui entra q^ Pa m, ndagar la espiicaeiPn eti que hace Un autor^ nióderno de los indició^. Es oréque sean, separad oá'1 os unos dé id>$ 6|/^|^ cjiíp riq cpiri prueben un a m ism a qq^'a,", J|íi a^^st^ cisp ^,,.,,\ '-' . ...... , , _^ . A ^ ^^ ,..- r39}' .'JjQS reos' dice^ ,que Elim, Saiich^zs J^s ms^ tr ataba conini¡^.o* ^i,Estq..ind^o^ ^s ase^ino^^, actual ladrón de caminos? Sq;le creerla aitnqtit: (U", jese qu.e había traíalo c o wni-gQ?^ ...iv^. :; .-.-jj ^Vaü V;' i guro que ( . mam 40 ) Ludov.v:o. .Peguera ,^^^ s^^ ÍY\<^(¿49iCrÍf i)fghA9px Ley 8,"í?7.. 16. p, SfYj vvv<^i\ i^ns ^,oí^ 'vV^ citado M^t.^h^.ii^ó\l^si-\i).'iQ-i%\%v.^^ ..Autor .^i^>. [4IJ cóiifl'pofiéb un indicio [43]. NinavilcaaiiHéfl el sistema español, solo sBría' admitido G-din^i urj denunciador vil é iü* fáiiier Si íib hablan fiiidicios contra mí, coinfo no los hay; si mi opinión es buena cual no puede ser mejor; si no ecsiste otra clase de prueba^ e! juez íiscai(44) debía haber proce«tido como si' 140 hubiíera oido mi nómbrei «íOmo si no fuese Gitado por el delincneñtei En el sistema libera], se ha procedido cual nós8 hubiera hecho en la obscura época de la tÍTaríía(45). No es de admirar: se me preguntó en mi instructiva si> habla sido autor del papel caso solo i •j;:)4HÍ i, lí' .60 í>?<;43>! fFilGn§uieri~c^nme& dé- judicatura por. has de ^rmw indicios. Era don Anselmo Quiros* Rtconvmido 'oerbalmeníeporm), el Jis<iaTQui» (4j) T'ósXdia 2b)'^com6' por una declaración de un reo se 7ne ¡labia' pué^io presa?' Dijo que según la ordenanza se debía prender [a- iodo el' ^ue se hallaba indiciados i^c refirió á Colon^ como si hubiese libro para nú es* iraño. Lo que dice el numero 133 es como sigue. „Smctde. muchas, veces que hacienda un proceso, contra un reo^ cre^jsndo ser solo el agresor de un delilo resultan iuegb otros cómplices. En este caso se les asegura en (44 J «¿¿alabozo; haciendo constar poruña diligencia, púes' ia al pie de la declaración que los descubre del modo siguiente^ Dice una declaración pero no decUracioa del reo. Si lo dijese 'procedería contradictorio. Al núm, 588, habia escrito ser invalido en el testimoitio del cómplice. Ad'éiéHase también que habla de soldados, no de ciudadanos 'pciHiéúldres: n» del presideate de una corte íuprema, en huyo fator hay nna fuerte pre-. suneton. meéé Superarse por testimonios mutf auténticos ¿Y si su conciencia lo impefia para prender por una ligera indicación^ por qué no ocurrió al Congreso para que desa/m^ascn al general La-Maréuyo ^ — i!^ JÍMkl <> 51 pueblos (iS). No habiendo titulado-^mso este asunto acusación ni testigo que hablase de de^ crimi%e' conoce que el fiscal trababa sospeciios^ Este hecho solo liace ó. los nalizarme. la actuación. Es de creer,que hubo ÍAfl^íJop^í'^ contraria aja prila declaración de Ninavilca (47 ), E! posterioridad de inera con dos dias t^P^mir también á fué Mariátegui de hermano de policia después de comenzada la de par t^ causa (48). /Que fácil es la seducción pomucho .boy tien^que enemigo de ün al cuartel der, j« i Pero permitamos por un momento, y nada demas que Ninavilea no quedase en ]a clase de testigo, de la nunciador, sino que pasase á rmsmo personerías que nopuede tener á un confesioii tomado haber ttempo.¿sé me podía testimonio qiie el íio habiendo contra mi otro común que se tan doctrina la suyo? (49) Es moderno l^ un FiHpica, curia y halla en la ÍCitú como un principio de práctica mcuestior el señor Qidros fuero es igual al mió"? no podía ser sentarse en I a de honor el tenia aun siendo diputado Catedral á sus espaldas.'.'^"". I en la ordenanza (46J El señor Quiros tan ecsácto la instructiva kan en preguntas las que olvidó como consta de los de sugetarse rigurosamente á lo que 556. nümFormulario autos? tnsepara(i7) Don Anselmo fué cuando diputado, tu y es banco de Luna Pizarra, lo habla de : " del ble . ,. inseparable de el, paisano arequipeño. Un hermano de Mariátegui ha estado dictenao (48) que el depúblicamente que mi causa esta muy mala., ' . lito es probado. y- Ya se ha dicho que los reos se refieren chez á' Delgado y al mismo Ninavilca^ (-49) ¡t.UMI , - a c?«« i^art' m U confesión á tnv, reo" sóbíre ti ri delito ó vario^ tvecééáría ligj^a^edtAra ;^l, W^^ ^émi-plena es jDrtiebariza hab^i^o: ív6meti(ío; bí^ri ^^eá (¡r tista Ó^ cieii¿la cierta mayot dfi nUir testigo de de ..todf;-pcepcitou,Merf de indicien é¿i^ jeputara á Nmavilca :testip mayor de Íf^^;:;^^^^P5'^?"? Aun cyand^^ iepaÁéemik ;de lataüsa nú lo éí;a pOr ¿er i¿dl(C 'pVóPpn^os á^la mentira y al rübcj S^dé' sü lifk]^; ¿^ b ' él'senorSoibr^arm creía, I^ú^i^feíl^^o^^JI siete en todo conformes para que valiesen por iin testigo. Desde la antigua d¡n&ía de los Incas se conpcló 3^'" ^# '^' ' tros decirílos; U. muy inclinación violenta á esos J^ '^#:;oaeiiaba se sálú:;^P^ /e/.g^ buenos. f pueden acusar U. buenUmas^Un^^U S*»*Hf ' "^^ d^ ^i Ú¿i^^r' lestimoiuo^ lega], de la Ninayilca no^sália tattipc^éo ni- ' comd cdmt> ácíísacion él infórn4^ Na ^ ¿1 cóiriplíce d¿í (51). Aun en loürddigoa .antiguos esicon sangre y en los cuates Ja buena ra^n tuvo una parte muy peq^ueña, la pena del lahon fue generalmente admitida: en EsDaña desde el rey .Egica [5.2] el, falso calumniante €ra castigado con ella y mas las. costas del proceso (53). Por un auto acordado se dispuso que las penas contra falsos delatores y testigos.se impongan rigorosamente, no susito criíos [5IJ (52; (m Ley 2. tit. Ley 2. tit. hey 5, tit. o p, 7. o ¿ib, 6 del fuero iuzga,' ^ ^ 13 lib. délas M, 1. 1. .2a2 55 tendiéndolas ni moderándolas bajo de n'ingunP preresto [54]. Se conocían los grandes males «jue- causaban estos insectos viperinos. El criíninal qué complica á otro no teme las faertes- resultas de la calumnia. No se le han de im^ponér'dos penas, porqiVe no tiene dos caer^" '^ ^"" ^^ -2^2 el papa Félix' cu A ffl-'l^'' I aicto este canon.' wo síVwíia ¡etritimo €1 acusadorno se le moleste al acusado Gregorio decreía;r55) al acusado no se le próihueva sin que se conosca á ío menos sumariamenie de la justicia de la acusación. A Niínavilca se le admitid como acusador, testigo y reo. /biglo filosófico ruborisate con causa horrible que la que se siguió contra el mas iuiserable Calas! T .F^^^ ^^ atreve el i: Quiros á decirme ei üiaque me prendieron. £;,m K sumufuen^ ^^ envuelto, es difieil que se desemvede. res* Vonúycomo IcLcamnnia. fiscal U deshace las nubes, asi desliare Le reconvine ejdia que me to- el ^ol i«o la insínrctiva, al oir las frivolas preguni s one me hacia. No pudo contesrarme sino ineaias palabras. Su maestro Luna Pizarro no JO Udbia instruido para este caso. ¿Porque se je^ traro del Callao donde ya estaba para emcotí el objeto de su separ«rí '"f Z^^^'^P'»»racion del congreso.? fué, porque era lo misino que SI Luna Pizarro fue.e el fiscal de la causa, rué porque era un j()ven que desde la tri- Duna de.«pedia rayos y centellas. Eran de opinión Icsjurisconsultosaníio-üns . esos barbaros leguleyos, que en ios delitos atrói ^m (54) J uto ibb\ Cap. acordado único 4. d€ la> Ds. ¿ié, 11. lik 8 54 los socios císimos podían admitirse por testigos requidos del crimen, Eesigian sin embargo probar de pudiese sitos. Primero: que no se con adminiculase se otro modo. Segundo: que pueden indicios. Entre nosotros absolutamente es tormento el dichoque ser admitidos. He no les partida de ley la cual prohibido sin el daba crédito. Hay otra razón mas decisiva- Nmno valiene-un reo puede ser iuramentado, y pqr juramento,, sin testigo un de do el dicho ¿'r con sig-uiente no es testigo. pue^ no proceso, El delito que resulta del entre los atrocisimos. Atrocísimo colocarse de cruel, inhumano en grado super:' es lo fierD, sepaEl objeto de los delincuentes fue publicaque diputados, los rar del congreso á españolea mente se declararon en favor de los culpa. Falla produjo entendido El zelo mal proponían los trata la primera calidad que la segunda. concurría No antiguos. tadistas prueba era escuya aquellos de era delito no de los cortrechamente limitada á la palabra planes, cartas, reos. Podían haber documentos, huque testigos armas y peltrechos acopiados, quiepersonas á reuniones, •biesen sabido de las consentido en el nes hubiesen hablado y no mi opijusufica proceso El mismo lativo. M provecto. cartas remitinión. En él se hallan diversas ellas; luego de una á contestación das V mi delito atrocísimo, ni de aquellos n© 'siendo el que se hacen improbables sino se oye a los nmgun cómplices lo declarado por estos, de mismos, ellos y mulíjodo puede perjudicar ni sugetos cuya conducta acriasociación con solada repele la absurda idea de £sa clase de g-entes, cho menos á los u^ 55 /Cual era lá espectaeion del pueblo el La hora, el inodo^ ,dia que me prendieron/ la persona todo hiick creer que ei delito era de alta traieionj y tales las pruebas que ü.e rne debería reputar por perfectamente cüitvicío. Amigos me han asegurado que creyeron verme en el patíbulo á las 48 horas. Mi dcso* Jada famiiia se mantubo en esa persu ación: yo mismo dije, mi fin vá hacer el de Berindoaga. Los diputados de mi banco enmude» cieron,sobre todo^ al oir la nota del ministra de estado en que me hacía el honor de rotularme, pn«cz)ía/ /«cíor del crimen. Un sueño en que se representaron objetos los mas ingratos para afligir, angustiar, oprimir, atormen*lar; pero uu sueño, que no dejó en la maña* na ni vestijios de las feas y pavorosas imáge-^ nes. Nada mas hay en el proceso, que la declaración tai vez violentada de Ninavika, que no hace féy porque es un hombre de perversas costumbres, porque es reo en la causa^ porque no se le hu dado tormento, porque no ha jurado, j porque el delito aun no es de aquellos que llamaban privilegiados nuestros ignorantes f=r abuelos. ¿<4ue se contestará á la América y á Europa Sobre la justa reconvención que harán los papeles públicos, preguntando que si esta es la justicia que se administra en los pueblos libres? Difícilmente Constantinopla presentará un egempio. Como todo tirano carece de tranquilidad^ no permite que la gozen otros. A todos teme y de todos es temido. A la& conjuraciones y tumultos muchas veces le dá ecsistencia su ajitada imaginación. Forman ejércitos, asaltos, combates á &u solas, y pregunta sobre ello á la m^m «US aduladoras cortesanas» Le confestan con historietas y. ipcní iras forjadas p^ara complacen. Persigue, i'nquieia/vcaptura, y á fuerza de^ iit*prudentes cautelas el mismo ianima las fantasmas. Un pueblo que sabe se le teme y que se Sospecha de^u fidelidad,, desprecia, Jiisulta, y al fin se arma. Nada es bastante para contenerlo: ©1 yence al tirano, aunque* rara vez á; la tiranía. Eq los gobiernos libres, disfrutan de tranquilidad los que maridan; y obedecen. 0nas y=,otros solo temen á la ley. Nadie se subleva porque a nadie se persigue. Pero si en un estadodéí^ inocratico se hayan ios vicios que distinguen el despótico, es preciso asegurar que se disolve» rá prontamente. Cosa alguna puede permane* cer con cualidades que cantradácen su sustan» cia. ¿Los funcionarios públicos confian hoy en e| en los ciudadanos? ¿No temen los ciudadanos los abusos de! poder en los funcionarios públicos? la contestación de estas dos pregun-? tas, será la que resuelva el problema de nuestra felicidad, y de la continuación pacifica ea Perú, que hemos adoptado. ¿Cual es el resultado de mi prisión.'' Que el estado se convence de que no es feliz. No puede serlo, donde el ciudadano no descansa tranquilo en ^1 testimonio de su conciencia, y bajo el amparo de la ley, (56) No es feliz, donde juzg-a que la calumnia valdrá mas que la ino- el sistema cencia. No es feliz donde el ministerio puede hallar camino á la venganza para concluir con el honor y fama de los hombres distinguís dos. ¿Quien dormirá en sosieg-o con el pen¿ 06) Articulo 12U 'íiduiü'J noche puedo verme en un caaun ladrón se indica mi nombre para que diga que soy uno de sus compa- Sarniento, esta labozo, si ñeros? /Cual es nuestro actual estado de desgracia/ Recargados de contribuciones, con una administración de justicia mas desacreditada que la de los españoles: un enemig-o al sur, otro al norte, disponiendo sus exércitos, para caer sobre nosotros con el ímpetu de los mares, cuando rompen los diques que les señala la naturaleza: una sociedad dividida en cinco partidos bien pronunciados: un congreso donde el español tiene muchos votos : un minil^ terio objeto del odio j del desprecio ; un erario exausto por las ineptas manos que lo gobiernan : un presidente diestro en la campaña, desgraciado por los que se le asocian en el gabinete. Desolación, ruina, espanto, servidumbre; esto temo y esto temerá todo hombre que arne verdaderamente á su patria. /Dios eterno^ consúmeme antes que presencie tantos males/ No es mi proceso el que me interesa, es el proceso de la república peruana. En época tan espantosa tengo sed de la Cicuta: imitar quiero a Phocion. Moriré: pero no infamado. He de oprimir á mis enemigros con el torrente de mis razones. hn una carta de Dagueseau de quince de agosto de 1728, aconseja que de ningua modo se proceda por las denuncias, sin exael carácter y facultades del que las hace: que obrar con lijeresa en estas materias es esponerse á una grande responsabilidad <57 Una voca de piedra usando de la .iriinar 1 (iilj LiU ku 27 tit, 1. 10 il?im ° ». 7, Denuncias sola ii. y-m 68 espresion clase necia, No Moníesquieii abierta parra toda de delatores, como se observaba en Vetle sería manifiesto de la tiranía. difícil que se preatentado de ponerme pre- el.si^^no habiendo prevención era cipitasen al enorme y en incomunicación Dor trece dias. No hay contra mí mas en el proceso, que lo que declaró un indio torpe, abominable, cuyos crímenes se cubrieron por el mal que hizo á los españoles. Este es Ninavilca. ¿Quien desmentirá la descripción que hag-o de él.^ No me acusó en la primera declaración, no en la secunda; (58) en una y otra niega cuanto se le pregunta. Fué en una tercera^ ¿En una tercera.^ ¿Quien daría impulso á su palabra? Una ley babia determinado, que la declaración segunda contraria á la primera se tubiese por de ningún valor. Con justicia: el individuo podia haber variado por coacción, seducción, temor, promesas No es esta la única causa; era un perjuro por su anterior dicho: como infame no merecía crédito en el siguiente. Hoy no hay juramento; pero queda el'delito de falsedad, y la infamia de la mentira, ¿Y esta es la prueba para aprisionar á un repusoj $erán admitidas, si el juez conoce qus el denuncia' dor es de buena opinión, y si su dicho se apoya en 'i la 'HOZ piíblica. C58) Cuando se me ha leído d proceso, solo apa* recen dos declaraciones. En la segunda en que me calumnia dice-, mis anteiiores declai aciones. Luego fué' ron mas de una. ¿Y donde eslán'i Serian "¿erbales, ij no se escribieron porque no convenia. Ninguna iieñe 30 lií. IG. p, 3. valor conforme á la ley t\Z blicano respetable? ¿Es esta la seguridad qué se goza en un sistema libre.^ ¿Es nuestra situación mas dichosa que en tiempo de los españoles? £n la revolución del Cusco del año de catorce se les pusieron grillos á todos los ministros de la Audiencia. A mí se me exceptúa, y se me elije presiJente déla junta tuitiva. Corrían por toda la América manuscritos mios, en los que ilustraba al pueblo en sus derechos. Habia escrito al vicey, que los cu2queños no eran insurgentes, si los mandones y jueces denotas y venales. jQue cúmulo de cosas concurrían contra mí/ Se me forma un volumoso proceso, pero durante éb asisto á besamanos y funciones de etiqueta. Se me recibe con decoro, y se guardan todos mis fueros. Esto se hacia con un oidor. Siendo muy joven se me siguió una causa en la iaEste tribunal tenia la vista muy qu'sicion. fija sobre los hombres que se diítinguian de algún modo. Duró tres años, sin que se tocase mi persona. El gobierno español y la inquisición respetaron mas á un oidor y á un abogado que el actual gobierno al presidente de la corte suprema. ¿Cual es la suerte hoy del que iguala al del consejo de Castilla? Carearlo por un simple dicho con la ultima canalla, conducirlo de un cuartel á una cárcel, no tener por bastante su palabra para ponerlo en soltura. /Estremeceo^i autoridades/ la ilusión es concluida: presto se pasará del desprecio á la insubordinación: nada de esto se medita. Desatendible el dicho del indio montonero por su clase, lo era mucho mas por la inverisimilitud ^ que coat^niaa sus palabrasj Reunir 60 doscientos hombres para formar una revolacion, ¿lina revolución con doscientos hombres en, una república que tiene diez mil sobre las ar- mas, y con la movilidad que le dan los buques.^ Doscientos hombres en una población de setenta mil, que con ponerse el presidenteen el medio de la g^ran plaza se le reunirían dos mil ciudadanos virtuosos, honrados^ amantes del orden, y capaces del manejo de las armas ¿Este es el plan que cUó Yiclaurre? No puede ser de Vidaurre dirá la muí^er, el limo, el No puede idiota, mos que desde los Lo conducir preso. niante. [59] {5g) La tigo el preso. 10, leí/ ser; diián los mis- balcones han reido Ya he estaba también al el verme calum- tü. 16, p. 3, no puede ser tesdicho, que el solo dice lo que Esta causa y mi alegación será puede enseñar mucho á los magistrados. Delgado (uno de los reos principales, el que me escribió la carta) en el memento que fu\ preso dijo, que era nna injusticia haberme, capturado^ que estaba inocente, que á él lo habian engañado dieiendole, que yo habia entrado en la rtxclucion, que por eso me escribió y se desengañó con mi contesta' cion. Testigos de esto futran el capitán Gallegos que lo condujo, el comandante de policía Campos, y otros muchos. Se le tomó su instructiva pasadas las horas señaladas por la conslilucion. Confesó los hechos principales. Después aparece una carta. escrita á Mariategui, á MariatejTui, en que le dice que no haj/ duda, que y o induce á la revolución á Sánchez y Ninamica. ¿Y como lo sabe y afirma, cuando el wismo conJiesa que jamas me saludó.^ ¿Como se conviene con haber reconocido su carta y no negado la respuestal Se ha querido alucinar incautos, para los que basta que se señale un nombre, Alerta diputados, que en le agrada el juez ^nuy ütil para lo . futuro', Vi£. 6t Según lo espuesto /Cual ha sido el fundan mentó de mi prisión? Para responder di^na* mente, necesito recorrer aunque á la lig-era muchos hechos anteriores. En el momento que di libertada mi patria, todo mi connato fué, que el Cong-reso se abriese el veinte de mayo en que cumplía cincuenta y cuatro años de edad. Quería solemnizar mi natal, con la función mas gloriosa que se vio en el Perú. Iba á ser el primer Congreso legitimo, compuesto de representantes, libremente elegidos por los pueblos. Escribo un discurso probando, que ningún ministro debia ser elegido diputado. Como esto no separase á mis conciudadanos del entusiasmo en mi favor, y firmemente persuadido, que la mayoría déla nación estaba contra el tolerantismo, escribí sosteniendo esta cuestión política, de un modo que no podia ser agradable» Nada bastó; entro en el Congreso para sufrir los días mas amargos de mi vida. La mahsana de la discordia era la elección de presidente de la república. Me pongo en el jeneral Sía. Cruz, porque crei de muy . buena fe, que era el hombre que mantendría unión: me estremezco cuando preveo los estragos de la anarquía. Convencido por muchas cartas del jeneral La-Mar, y aun por conver- la esa cártama se acusan « varios. Esta causa tiene mucho de la historia de Carlos Magno: el jigante Fierabrás, los doce pares, de Francia. Se supone que quince hombres vestidos de blanco vinieron á acometer la ciudad. ¡ha ciudad de Lima acometida por quince hombres! ¿Contahan con los que estaban adentro} ¿Quienes sonl' iCuaníQ se ha deseado que los reos digan que se trató de malar á los diputadosV m 62 que no admitiría el destino^ sacióles oía con desagrado, que se tratase de una elección, que no habia de tener efecto. No obré por pasión, por esperanza, por deseo de algún provecho: Santa Cruz no era mi amigo. Esprivatlas, ta palabra sagrada amistad, se dice, se escribe, rara vez se pronuncia sin un sacrüejio. No inerecí su confianza en el tiempo de mi ministerio. Mis disgustos ecsedieron á ^as horas. No agracié á persona alguna roo ei mas pequeño empleo. Niug-uno mas de cerra presenció y consoló mi3 males, que Mariátegui á quien descubria mi pecho, y amab.i mas que á mis hicon un sujos. Se tuvo dispuesto desairarme porque anelaba cesor. Supe toda la intriga, y No potro, un se realizase. El palacio me era ambición de destuios, E! señor Luna Pizarro que formaba el partido de La-Mar, tenia constancia de que no renunciaría. Unidas nuestras fuiuilias, y habién- conozco la el mayor decoro, parecía natural que tratase con migo esta materia. Lejos de esto, aunque lo visité muchas veces en su casa, aunque conducía al caso la conversación, el la evadía. Manifesté á don Cayetano Heredia [60] mis opiniones, para que le hablase sobre ellas. Cada dia era mayor su rese forj tiro, disimulo, frialdad. No obstante, me dio que nombres los mó la mesa (61) con dolo recibido con repartí á mis amigos. Se eligió así mismo la comisión de poderes. Se hallará siempre en mí sencilles, candor buena fe; en mis enemigos y [60] C6I) Su confidente. Presidente y secret&rios* astucia, reservas, me dolo. ¿Por qué no instruir- en hechos, que podían variar mi concepto? La respuesta sería dificil al qne no esfé instruido en los misterios de los gabinetes. Pizarro sabia muy bien cnanto me estimaba el je„ rieral La-Mar. No queria que este me quedase reconocido al nombramiento, sino que se íutiere per obra esclusiva suya. Maníenia muy presente ía ofensa, cuando Santa Cruz disolvió la junta que eí habia creado, y colocó en el gobierno á don José de la Riva-Aguero. f63) Sin mas crimen que mi desicion por Santa Cruz, se proponen mí ruina. El primer golpe que se prepara, es rebajar la tercera parte de mi sueldo. El vicepresidente pasa sobre ella una consulta al Congreso por el ministerio de Mariaíegui. ;Que discucion tan encendida.^ No la presencié, ni hablé una sola palabra. Los amigos de la justicia me defendieron. Tuve una mayoría de ocho votos, y es de notar que entre ellos no numero á Ninavilca, que siempre fué contra mí [61]. Apenas habia concluido ésta primera guerrilla,^ cuando se prepara otra mas fuerte. Se rugió que el jeneral La-Mar no admitía. Era [63) Nunca tomo la tribuna en las preparatorias, que no arrojaré fuego y pomovia, repitiendo el hecho. Uno de los motivos de odio contra nú fué, que tilw lúha á Riv a- Agüero gran mariscal. Digan lo que quie* ron es un fundador de nuestra independencia. (Q^) Di']€ á todos mis am)gos, mejor hubiera que» rido me diesen de puñaladas, que presenciar, que este canalla ingrato votase contra mí. Es comíante que me debe la vida. Reconvenido por don José Hela ice sobre tan negro hecho, conleslo: que nada me dubia. m 64 probable esta noticia hallándose á la frente de una insurrección en un pais extran- muy no es mi virtud. Dije sin el Congreso nombrafuese, si que asi embozo que de ningún modo nos presidente; un ría convendriamos con el vice-presidente, E'taba prócsimo el correo de Valles; ¿Y que se hace? Se arma nna facción con corbatas encarnadas la tribuna, en y puñales para asesinarme en el acto que hiciera la moción. Públicamente se dijo esto, y los revolucionarios mantuvieron por muchos dias las insignias. Felizmente el <rero. m El disimulo jeneral La-Mar quería la presidencia; su aceptación y las cartas confidenciales que escribió evitaron mi muerte. Sin duda, aun sabedor del asesinato , no habría variado en mi propósito; el temor no es mi pasión. ¿Quedaría mi sangre sin venganza? /Cuanto se engaña- ban"/ (63; A estos que llamaron grandes golpes, golpes maestros, se uuian otros muchos mas mortificantes. Se conocía mi genio acalorado, y los lances se disponían de modo, que ó me sobreviniese una enfermedad mortal, ó me precipitase á un ecseso. No pasaba un día sin ser insultado, Al volver á mi casa, era la pregunta de mi familia. ¿Qué has tenido hoy? También hacían padecer a estos inocentes. Uno desde {65) Temblemos de una facción desorganizadora. i?eel estado de Atenas después de la expa'ria' cion de Alcibiades: el de la Francia cuando la conven^ ciún, ha tiara, la corona, el bonete de la libertad adornan de diverso modo las cabazas, pero el corazón ' cordémos siempre es d mismo SSSBCSeSBC si se corrompe * 65 que trataba de entregar el estado á don Simón. /.Ser del general Bolívar, el ánico que le hizo frente! ¿Qué parte tomaron contra él mis euemigofe? Porque mandé salir a otro de la sala, siendo presidente, y conforme la tribuna dijo, al reglamefíto, me Waw.ó picaro, canalia, bor- metra haberle dado muerte, pe- racho. Faiii ro era la muerte de época el la patria Desde aquella Congreso hubiera perdido su respe- ar'uas contra nuestra independencia. contesté una síiaba. Fueron mayores las tropelías por haberme empeñado en que se resolviese el expediente, detenido con escándalo, sobre los poderes del diputado Tudela. Se ar- tabilidad: No rojaron dos hombres sobre mí, j^ los vi en ade» ¡Cuánto estudio me fue preciso man de para sujetar mis pasiones/ /Qué sensible me es que mi honor me impela á presentar al público estos hechos/ Juzgué que habría una crisis con la presencia del jeneral La-Mar. Se desvanecieron mis esperanzas. Las distinciones que recibí del presidente, desde el momento de la llegada, aumentaron el temor, !a envidia. Se conoció que merecía su confianza. Mi edad, experiencia, estudio y honrades, le obligarían á consultarme las materias de estado. Esto era iusufríble; la variación de ministerio, era la consecuencia» Me presentaron á sus ojos formando el cuadro del hombre mas perverso. El mismo jeneral me dio aviso de ello con esta espresion; díganme cnanto quieran, yo lo he de amar á U, En una al jeneral Sta, Cruz le repitió lo mismo. JVo es posible que mi compadre sea cual me lo pintan. ¿Y quienes eran los que se acercaban al presidente^ Son bien conocidos; en lugar de visita m nieve á este papel. Omito cirarísea posible las personalidades. El dia del recibimiento de La-Mar, un acaso aumentó mis disgustos. Quise asistir aí templo. Avisé para que se dejase espedita mi silla (66) El señor Cabero, que tenia preparada SU arenga, y que le ha tomado mucho amor á la presidencia de la Corte Strprema, se retiró fingiéndose enfermo, por no toniar el seareriilla liecho to me asieuto. Me vi precisado á formar un elogio de improviso, y sobre mis clausulas se soltaron las furias del infierno. En todo el gundo mun- do civilizado se leerán los comunicados con desdoro nuestro. No respondí á ninguno ni los No decia otra cosa: en todas partes ha'u gusanos: unos llegan a los pies, ot.os sé atreven á acercarse á la cara: pisarlos, o esparta, iarloscon desprecio. (^67) Se criticaba que usase el uniforme de ministro de estado, que hubiese asistido á la catedral siendo representante; otras muchas inepcias, que se me han repetido y "ví. moscas iio %j merecen mi memoria. Las imprentas &0I0 se ocupaban de mí, /Digno objeto.^ entretanto escribía discursos filosóficos constitucionales. Estas eran mis respuestas. Quería que los extrangeros balanceasen el méi'iío mió por obras, y el de mis enemigos por las su* jas. /que cotejo.^ ¿El artículo del proyecto de constitución disponiendo que la presidencia dé mis Eíi Congreso á palacio delan^ recom-ino Mariategui^ por que llevaba el mii forme de ministro, declarado. px)r dS" creta á la Corte Üvprema. [66) te del el transito jeneral (MI ) del La Mar me Esta fué y icrá mi re:olucion. Vs'^iSiA^t* la corte suprema fuese electiva dando la far, cuUad al presidente de la república; artícal que no se conoce en ningún qódigo pQÜíico, S8 dirigía á privarme de! empleo^ y colocar amigo de los que se han declarado conmí. Nada valen las protestas contra los he-¿ a.,.un tra chos. El público está persuadido que ese fue el 'designio y no otro. ¿Y habrá que dudar de la causa de mi prisión^ que el pueblo justo diga si es mas verpsirnilj^'qué Vidaurrese uniese con un enjatnl^re de desgraciados, o que sus enemigos hiciesen que JNmaviica manchase su nombre cori sacrileg-a leng-ua? ellos lian obscurecido el original de mi contestación á Delgado: r68] ellos Es descubierta la maldad perfectamente. El (68) capitán Gallegos dijo en mi prisión delante de todas las personas que me acompañan, q?ie el pensó traer- me y no lo hizo por no hacerse sospechoso^ tubo en su poder. Como yo huÍJiese ófre' cido doscientos pesos al que me la presentase^ el mayor Campos dijo á la muger de ese oficial. Ya tendrá T. un atisilio, con la, oferta del genor Vida urre, fue la' Contestación; más cuenta le ha ten iaV entregarla al gobierno: se le ha prometido un gradp. Prueba de ello que ha teñido preparadas las. cKaretelüs. Otra demos-' tracion clasica. En el momento que fue preso üeigado, confesó la carta, y se allanó á /'entregarlq. El mayor Campos, me dio aviso, y el mismo Gallegos. Et comandante Negreyto's reconvliió a Caívpos díciendbh fue habia hecho th'uij mal en darrñe noticia, pues übia coiíverfido con 'él fiscal Quirps .^en'güe se ocultase küberse hallado la carta; Dedúcese de esios hechos el convencimiento de que la segunda declaración de Ninavilca fue sugerida por Quitos^ jj otras personas. IÑe^rems era ^ un hoúhre qué * ine ábo^ la lluego carta, el la ' ' 68 no han cesado de difamarme; ellos no han perdido rriedio, para que la calumnia triunfe. ¿Qiue lograron^ su mismo oprobio, su degradación el odio dé la república toda. Decida el consejo de guerra como quiera, mi patria es mi juez. (69) Para Aterrá-menes no es un asilo el veda sin conocerme; hasta el exeso d& haberle dicho á Campos po7' que habla usado de tanta conde/icenr cia que el rae hubiera sacado de mi casa á bofeto-; nes. Lr. seducion no puede probarse sino por indicios y ningunos mas fuertes^ que los que serecomÍ€n<ian al público. Se falseará mi letra., se pondrá otra car» de todos son capaces fps ta,i se forjaron documenlos., maestr0s y prácticos en la revolución ^Que adelanta, tánf Nflí/fl! l'idüurre no pudo pensar en un movimiento con dscientos hombres: Fidaurre no se adocena con los que se suponen sus compañeros. Las injusticias pueden cometerse violando las f 69) leyes que arreglan el proceso^, o aquellas por las cua» les debe decidirse el caso. Se han quebrantado las pri^ meras desaforándome, y se ha pecado contra el artU culo 117 de la constitución haciéndome saber la cau' sa de mi prisión á los treinta dias: se trabajará porqve la sentencia sea condenatoria Se muy bien que quieren . influir para ^ue rehusen á los generales que son adictos al ministerio Mai/ masi un señor muu poderoso, y de grande influjo ka dichoi absuelto, elpre« ios reos 710 no lo poJrá espatriar^ y privarlo del empleo ^q» virtud de sus altas facultades^? /Que desgraciados serian, mos, si llegase este caso! se repetia t(t scena de ¡os coronóles Tur y Soroa en el gobierno del dictador. Es, «/ principio de Hobbs, la autoridad no lu verdad, es él sidetile fundamento de ¡Hasta cuando habrán fatultq* Las que se concedieron al genet al la ley. des estraordinarias! JLamar solo fueron contra los vitalicios, ya se quie^ y ven hacer generales \Ha que ya soi^ d principal ent^ m.-' >•,' -J . «SrCjB "Ik., sagrado aítar: no co-nsigüe que se Te 'fú^irué' conforme á la ley. La íklsa acusación de Cricías triunfa. Atenas pierde su defensor. Pueblo^ peruano, se nne priva de mi fuero, espero Ik sentencia, no mehorrori/a el fin de los viri tuosos republicanos; el cadalzo d la espátriá-^ Clon me son indiferentes; Dios, la posteridad^ y yo mismo me sostienen y consuelan Entrebreve mi nómbrese repetirá c-)n elogro y reniordimiento. Hace mucho tiempo que aprendí á feufrir. Valgo mas que si hubiese sido siem^ pre dichoso. Si el , hombre como ,^ antiguo Scita se contentase con la miel de sus colmenas y la leche de sus cabras, gozaria entonces délos dulces placeres de la amistad y la familia. En un. estado ^corrompido se amaj^gan por violentas y mordaces pasiones, por deseos que jamas estan satisfechos. Hoy soy la víctima de uno» ambiciosos, mañana^ lo serán otras personaí?^ distinguidas. El demérito físico enjendra los zelos; la persuacion del demerita político hace abomiíaablesaraquellos ciudadanos quiéLpcji^ el ^us talentos y servicios Tijan la átedciixn publi^ ca y son llamados á ló« grandes empleos. AI: que no como los mereee, le tiemblan las piernas estubiese encima de una muy alta columna. El señor Tudela, el señor Alvaréz y yo' hemos sido objetos de s*>bresalto, Ad es qwe: habiendo ijisignuado á S E.íque ningún individuo era mas á proposito para que pasase si í)abki quería ks sobra de ^m un bien y cause un mal. astucia^ ^~-A#'/'^ ^y im ^"^-^ engañé^ «.-í.... .T!«*; 70 t «LeplepipQÍenciarip aíCokarbiaí qmél segundaos por m^. li3Ge§i,-edad,feiripieo,, acrisolado patúor^ tjsmo y carácter fuerie, que nadie ni nada do* bjegara contra la justicia y la república; después de confesar estas ealidadesj salió el nojnbramiento en un Villa joven sin distinción, y ifiuy enfadoso para el general BoUvar. g'Coinoj recibirá esta embajada.? desde ah®ra pronostico que la tendrá por un insulto. Es imposible servir bien al estado queriéndose servir á sí ii)ismpvSi el general La-Mar no muda ministros, la virtud y el mérito sarán los mayores, 'íírínsienés. muclios meses no pude convencer á los que asechaban mis acciones y palabras de' mi firme resolución de no admitir ningún miuisterio aunque quebrantase la obediencia que djebo -íilí s^premoi magisírado,: ¿Que hacia pues j4 - Efl <iesGonSar.?v conciudadanos miüs^. vosotros lo sa- Que en el tiempo de>. mi -adniinistracioa se logró la mas perfecta tranquilidad y orden. Tbeis, inculpado durmió con igual reposo? no" s,€ juzgo seguro en el cenitro de. Ja Merra? ;¿Cuax!¡d'0.l4i (imprenta fue; olvi-i ftiás respetada? ¿ Guíiadd un ministro se que no ss teparientes hijos do de "qiie tenia y y le pro.virtudes las que /Oh nia asi mismo? ducen al hombre efectos, á las mas veces mas ¿Ciiando el; ¿Cuando eíciijíiinai pernicjosíís qufe.los, vicios/ Materialistas con,fesad ia inmortp.lid:ád >dd alma: algún premio S€:íieserva ai justo? y al- iísóceute- La memoria de Jlo que fui de mmisíro de estado me tiene según concibo en esta prisión. Si me fue* sen famíliaf es las bellezas dé A riosto diría que éi¿fa-caá'Sa'-^k%l^atiitIo de la; verdad, D esa pá? , , 71 lecieren ilusiones ridad, libertad, s gnllo, la envidia. ma gi-cás deignaídaafjegtíi' dcseubiióel inicies, e! or- coNCLüsropr ''^":'''g"o 'j'., áo le naca un déla Tracia, cinn-i Wjo, convidaba á sífs para derramar e,,„ eiloscopio.as¡á,r ™°^Í , mas fi,Jos„fos esos bárbaros que nosotros; i"Jíje.ia anS L v" eid la üesiii>«Uo un ser hambre los que por ironía sp (i.,!, dolores; males pem.enós Eí sobre el d«b>l, del astuto sobre el nc uto^ crecen los padecimientos. La iuoratit ,d ftl^ sali5 d^/^vtnVe^de^a'raf:'^ £t atrdr ^" ^' f^^ - 't''""' "" ac^dTá-" -it^- y aesmoionandose mi esírucíura se mp Ka en e medio del dia atravesar ¿on o «n^riT ^•''"«^. ''^ '"¡ patria ;HaV ^ues'n.P'r,''^ qnese mina al ser precipitado de la roc-> fm.'" f-e^a e q„e.a!vó á Ro,na/' Héroe anttoíin SI el decreto tue hrmado p„, „„ aniioo^sú! é ^ "¡e espera? i-Je dp ííKíin.i^. "" P^'"'->-.H« ^« aba mona, mt Patria* V Eatr,a? Ya soj ,„sen.iüle, pues al BronunjS • sn '^ < \ .r ) i 1 i'í' 7§'T ;||j II' 9 1 1 "M i¡' i' no mueroi. E$ preciso: un país donde la seguridad personal de un ciudadano servirtuoso, de un ciudadano envejecido en heroicos, siempre hechos con estado wicios del de un ciudadano que por su mérito ascenun ciudió á la suprema magistratura, de dadano que desempeñó con fidelidad las mas por el simple altas comisiones, está espuesta hombre dicho de un reo convencido, de un educación, su por despreciable por su clase, por sus costumbres; debe ser inmediatamente abandonado. Patria adorada no creas, que esta o por resolución es producida por sobe'rbia la sena yo que supiese Si interés personal. te únicamente, sería lo que ó «Itiraa víctima mis de resto pequeño del sacrificio haría el preveo los maCíébües años. Me retiro porque yo na puedo reles que te esperan y que cometido con mediar. Si este atentado se ha ¿que espera suprema, «I presidente de la corte el honrado, labrador el pobre menestral, el esta clausula justo obscurecido.? faciones tomaron La calumnia, la intriga, ias lugar de la justicia,^ de la Perú, Perú, que rectitud. imparcialidad/dek de esa indepenfrutos los sido tristes te han sangre y tus dencia que comprasíes con tu al.medio día, y al tesoros. Al levantarse e! sol, volviendo la cara ponerse, incado de rodillas y rogaré al Eterno al punto en que estás situado, tanto anporque esos bienes que te el conceda tu carácter dulce, helé, y de queeres digno por a Dios Pem, Lima, Dios íusto y benéfico.-A a Dios desnudos, postergados y i Dios patriotas de --Manuel Úele^. fuisteis amigos los que me Vidaurre, : -^w,^.^-^^:,vWW^ auiiu 73 JVOTA. JMl ainoT á me hizo remitir la patria y a la trcnrquilidaár, el presidente la si^yuiente'' áS. É. carta. Nada hubiera impreso f^i 7r.»i honor 1/ lal defensa de mis (xonciudadanofi no me hu^iespíi obligido á ello. S, E, no se íiignó contestarme ni de palabra: esperé el ecbito seis dias. Excmo Señor D denle de la República, José^de La-JMar, presi^ — Lima entro 24 de Amado compadre: He escrito á U, dos tamiento de exeleiicia, 1828.' carias dándole el traasí debía ser. Me ha- llaba procesado, y no había visito la ropa con que se había vestido la cakimuia Hoy me haní tomado mi confesión, y se me bao leído todas las declaraciones. Resulta que no hs sido denunciado^ acusado, ni delatado, y que no hay" mí otra -cosa que el malévolo dicho del indio Niuavilca. Si él abusó de mi nombre, taml)ien abusó del de U, y del de otras personas respetables. No había mérito para la prisión , pero ni aun para la indagación^ Mi honor me obliga á escribir e imprimir. Esto puede traer terribles consecuencias tJontra honor de U, al decoro del Congreso y á pública, pues nuestros enemigos pueden formar armas de mis palabras. Quiero dar á U, la prueba mas autentica de lo que le amo, como también al suelo en qué nací. Llame ü, al fiscal de la causa, lea ü. con él el proceso, reconosca U. mi inocencia y que se me dé una satisfacción proporcionada. Co- al la seguridad noce U. mejor que nadie que mi carácter no es, el dtíl rencor ni la venganza. Mis enemigos 12 'mm ;' Sil mismos conñesan mi docilidad- Si V. ve con desdetí un medió tan prudente como útil, jamas seré responsable de lo que contengan misr papeles. Deseo con ansia no romper entera- mente con U. y mucho mas deseo que la mas pequeña acción mia no pueda ser perjudicial á la patria. Estos son los fieles sentimientos de su invariable amigo y S, S. Q. B. S. M. Manuel Vidmrre. P. D. El señor Herreros que lleva esta carta me traerá la contestación, y U. y ét responderán ala posteridad. . NOTA. Censuro los artículos sancionados, :...v,.,g^í Es^ muy que escribir contra lo segundo un dedelito, ley. €S la ho primero A la carta se le seciudadano. recho del buen Hala por plazo cinco años. En estos debe ocU" par se la prensa en manifestar sus errores, para que conte&ten, ópara que en la ocasión se reformen. Serán las respuestas cencerros, almireces, matracas, dicterios, apodos, burlas. El necio é ¿gnorantese conocen en su modo de hablar, ¿Pero guien en la América poda no conoce al hombre Á ^uien se ha puesto en ridículo? Es ci&i^ toque muy pocos han oído los nombres de sus ene tni^ gos, JVo hagamos celebre á dnyiopor la muerte distinto desobedecer á la ley ^ ,de Sócrates. Representación al Soberano Congreso. :Señor.=La Soberanía esticen el pueblo. La verdadera traición consiste en usurpar ó disminuir sus derechos. El tirano y sus complícei nacrecen igaal pena. No. hay m^yor ^?S 75, de muerte: esta corresponde á iodos los comprendidos en este delito. Mi silencio me numeraría entre ellos, no ocurriendo al cuerpo legislativo. El adjunto impreso prueba, que se rae ha separado de mi silla, de mi voz,, y de mi voto, al parecer por una convinacioií entre que la ejecutivo y el autor principal del proyecse está discutiendo' Se detestaba la opoluición que hacia. Es probable que se quisiese rai separación sin deteiierse en loa medios. Reclamo las garaiiiías que corresponden á toda ciudadano; su seguridad personal; es la segunda del artículo IgS de la constitución que rije. Reclamo mis privilegios de Representante de la nación: no puedo ser suspenso del egercicio de mis funciones sin causa muy grave y fundada. Digo'deDulidad de cuanto se lia san* el to, que cionado sin mí asistencia, y de lo que en adelante se hiciere. Pido que se traigan los autos y se lean íntegros, sin pasar á comisión. Hoi-a y media será la que pueda invertirse en su lectura Esto no trastorna el drdendeí juicio, ya por- el íiempo, ya porque Ja causa está fuera df .sumario. Se conoj^era, que no pude ser preso, . pero ni aun sugeto ajuicio; se conocerán losffalsos informes de Mariategui, para cQnsegu^r con engaños, un desafuero, sin conocí mienta de causa; se dar4 al público una satísfaccioa que espera, y con ansia etexjto de este asunto. Si no se decretase como suplico, obedeceré íiuíTíildemente la resolución, pero apelaré por la imprenta, ante.todo el universo, y,en,,un segua,.do manifiesto presentaré verdades mas terribles. Corcel de la inquisición y febrero 3 de 1828.;^ : ¿. e m-. xigaune. 76 , _ . Sr díp-fsdo don Mariano Alejo Alvareí? Kombrado V, S. diputado por mi provincia, estafen übli^jícioti dé elevar la adjunta nota ^l; St)'''^eraiio Gongfíso. Somos cuatro, no pilfedo confiar de los oíros dos. A^ S. ha presenciado el rencor ÍBcjiVo de ellos contra mi E! señor Telíe-' ría en las dos emigraciones quedó entre los españoles, y és tio carnal de Mariategui. El Sr. Iluis Dáviía se lia es'pUcádó -en favor de España 'aman mi persodel modo más escandaloso. na ni mis opiniones. Es preciso se tenga una sesión extraordinaria permanente No puede ha- M ber asunto alguno que mas interese. Espero S. lo promoverá, y me conteste para dar que V, publico la resolución. Si la comisión se contempla indispensa* h\e solo deberá ser per horas, y sin la asís* tencia dtímis declarados enemigos, Ellos mismos por delicadeza deberían Separarse. Recuerde U. S. que los. señores Tellería y Cuadros lian hecho dé aciisadores contra mí: que el señor Mejía y el señor Benavides presentaron la proposición para desalo i^ar á todos los diputados, q de resultasen complicados en la causa de que se trata. La sesión deberá ser pública. Todo el pueblo debe oir negocios de esta esal ' pecie, . Después de hacer los óUirhos esfuerzos en favor de los derechos de mis conciudadanos y de los mios, el ccsito .me es indiferente. Hay un juez superior á lodos los juece , que es 3a opinión publica. Abogare ante esta sostenido de mi justicia, sin que me alteren gran- ). 'dés cabalas, ni pequeñas intrigas. honor d« suscribirme de V, S. su Tengo el muy atento, seguro hemáott-^Manud yidaurre. »9- Discimso CUARTO CONTRA EL CASO SÉPTIMO DEL ARTSESTÓ DEL PROYECTO DE CONSTITUCIÓN PRONUNCIADO EN LA TRIBUNA EL DÍA U DE OCw TÜBRE DE 1827 POR EL DIPUTADO ^MANUEL DÉ VIDAURRE. El artículo 25 caso 3.° de la constitución español» está ampliado en el que hoy se sujeta a debate. Eiesjpanol' detia: los derechos del ciudadano se suspenden por el estado de sirviente domestico. El proyecto añade, peón jor- nalero, simple soldado del ejército y la armada, marinero.' La razoa única que se alegará sin duda es, que hay una presunción violenta de que estas personas no procederán por voluntad propia, sino conducidos por aquellos dé quienes inmedia(an>ente dependen. Procedamos por principios. P; G.i vuestros altos cono»' cimientos en el derecho público y constitucional justifican mi laconismo. No se me note de plagiario. Es dificil crear ideas. He dicho muchas veces que el pequeño libro de Locke ha sido mi maestro, después que dejé el Heinecio, cuyo derecho natural y de jentes fué en el convictorio, la seiiii11a preciosa, que se sembró en él árido campo de nrii entendimiento. No he despreciado a Rousseau. Pero en los oradores' ingleses hallé siempre principios mas luminosos. De Ellos haPitt, Fox, Sheridam hice un estudio continuado. blaran por mis labios. Él orden de los raciocinios, será uninicamente mi obra. Ésta advertencia no es inútil, cuando' el orador es un espectáculo a los angeles y los demonios. No éscandalise lo qne diga, todo está escrito por los sabios* Los hombres libres, iguálese independientes por la naturaleza, no^ pueden sujetarse al poder de otro sin su consentimiento. Éste consentimiento es el que fórmala sociedad y la continua. Un disenso jeneral disolveria la sociedad , voN viendo los honibres al estado de la naturaleza. Esta líber. ¥ iü^m^^: