Hacia una red nacional de casas de acogida

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Encuentro nacional
de casas de acogida
para mujeres víctimas
de violencia de género.
Extremadura 2012
«Hacia una red
nacional de casas
de acogida»
Encuentro nacional
de casas de acogida
para mujeres víctimas
de violencia de género
Extremadura 2012
53
MADRID
2013
Catálogo de publicaciones de la Administración General del Estado
http://publicacionesoficiales.boe.es
Coordinación:
M.ª José Ordoñez Carbajal
M.ª Josefa Dolores Vázquez Rafael
M.ª Isabel García Trigo
Pilar Bonilla Manzano
Edita: Instituto de la Mujer (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad)
C/ Condesa de Venadito, 34
28027 Madrid
correo electrónico: [email protected]
Diseño de portada: Carlos Sendín & Asociados
Maqueta y realiza: Estilo Estugraf Impresores, S.L.
Imprime: Estilo Estugraf Impresores, S.L. – Ciempozuelos (Madrid)
NIPO: 685-13-017-0
Depósito Legal: M-20873-2013
índice
PRESENTACIONES
Págs.
DIRECTORA GENERAL PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y DEL INSTITUTO
DE LA MUJER
Carmen Plaza Martín .....................................................................................................7
Directora General DEL Instituto de la Mujer de Extremadura
M.ª José Ordóñez Carbajal ............................................................................................
9
JORNADA DE INAUGURACIÓN
(Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012)
INTERVENCIÓN DE LA MINISTRA DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD
Ana Mato Adrover .........................................................................................................12
Intervención del presidente del Gobierno de Extremadura
José Antonio Monago Terraza .......................................................................................15
Intervención del Consejero de Salud y Política Social del Gobierno
de Extremadura
Luis Alfonso Hernández Carrón ....................................................................................17
Intervención del Presidente de la Diputación Provincial de Cáceres
Laureano León Rodríguez .............................................................................................17
Intervención de la SUBDELEGADA DEL GOBIERNO EN CÁCERES
Jerónima Sayagués Prieto .............................................................................................18
Intervención de la Alcaldesa DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE CÁCERES
Elena Nevado del Campo ...............................................................................................21
CASAS DE ACOGIDA
(Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012)
LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN UNA SOCIEDAD DESIGUAL
Mª Elena Simón Rodríguez ............................................................................................25
LAS CASAS DE LA MUJER DE BADAJOZ Y CÁCERES
M.ª Isabel García Trigo y Mª Josefa Dolores Vázquez Rafael ........................................32
3
Índice
SISTEMA CANARIO INTEGRAL DE PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN
DE LAS MUJERES CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Mª Concepción Garrido Martín ......................................................................................37
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN EN CANTABRIA
Isabel Gómez-Barreda García .......................................................................................44
CENTROS DE MUJER Y RECURSOS DE ACOGIDA EN CASTILLA-LA MANCHA
M.ª Teresa Novillo Moreno ............................................................................................46
SERVICIO DE ATENCIÓN INTEGRAL Y ACOGIDA DE MUJERES VICTIMAS
DE VIOLENCIA DE GENERO Y SUS HIJAS E HIJOS DE LA CIUDAD DE CEUTA
Viviane Berros Medina ..................................................................................................47
CASA DE LA MUJER. ESPACIO DE PROTECCIÓN, RECUPERACIÓN Y ATENCIÓN
PARA LA SALUD INTEGRAL
M.ª Esther González Toril, M.ª Isabel Collado Boyero, Mercedes Gutiérrez Arévalo,
Carlos González Blanco .................................................................................................54
Unidades de violencia. La respuesta institucional ante la violencia
de género
Milagrosa Ortega Rodríguez ..........................................................................................60
SITUACIÓN ACTUAL DE LOS RECURSOS DE ACOGIDA EN CASTILLA-LA MANCHA
Ana M.ª Artiaga Fernández y Ángela Muñoz Giménez...................................................63
CASAS DE ACOGIDA. ADAPTÁNDONOS AL CAMBIO
Isabel García-Salazar Castañeda y María de Miguel Iglesias ........................................68
DE VÍCTIMA A SUPERVIVIENTE COMO AGENTE DE CAMBIO SOCIAL
Ana Bella Estévez Jiménez de los Galanes ....................................................................76
Con Red y Sin Violencia. Servicio de Atención psicosocio-educativa
Mercedes Reyna
M.ª Elena Valverde Morán .............................................................................................84
ATENCIÓN PSICOLÓGICA ITINERANTE A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE
GÉNERO
Mª José Ortí Porcar .......................................................................................................88
EL PROGRAMA DE ATENCIÓN A MENORES VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
EN LOS ESPACIOS DE ACOGIDA DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA
Nieves Calderón Aguza ..................................................................................................98
CONCLUSIONES
(Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012)
CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO NACIONAL DE CASAS DE ACOGIDA PARA
MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
.......................................................................................................................................102
4
Presentaciones
• Carmen Plaza Martín. Directora General para la Igualdad de
Oportunidades y del Instituto de la Mujer
• M.ª José Ordoñez Carbajal. Directora General del Instituto de la
Mujer de Extremadura
Este libro recoge las ponencias y los resúmenes de las experiencias y reflexiones en torno
al presente y futuro de los espacios de acogida expuestos en el Encuentro Nacional de
Casas de Acogida para mujeres víctimas de
violencia de género, celebrado en Cáceres en
octubre de 2012.
Las personas que se adentren en su lectura comprobarán que las distintas intervenciones, independientemente de si tienen un
origen institucional, político, técnico, académico, etc., tienen un denominador común:
coinciden en señalar la necesidad de crear
una red de Casas de Acogida a nivel estatal
como uno de los recursos imprescindibles en
la asistencia a las mujeres que sufren violencia y a los menores a su cargo.
Tal y como se indica a lo largo del manual,
una casa de acogida es una especie de “muro
de contención” que protege y ayuda temporalmente a las víctimas. Lo deseable es que
no existiesen. Su existencia nos recuerda que
esa lacra social que es la violencia de género,
sigue viva. Sin embargo, y mientras no hayamos sido capaces de erradicarla, estos espacios son necesarios para aquellas mujeres
que carecen de recursos y apoyos sociales y
familiares y que necesitan protección, seguridad y tratamiento tanto ellas como sus hijas
e hijos, hasta conseguir la normalización de
sus vidas.
El trabajo del Encuentro de Cáceres, que se
refleja en estas páginas, se ha centrado en tres
dimensiones relativas a las Casas de Acogida.
En primer lugar se ha hecho un análisis de
la realidad en materia de violencia de género
de la que se parte en cada caso. En segundo lugar se ha expuesto la prioridad que las
distintas administraciones públicas otorgan a
estas políticas, y que no sólo se plasman en el
impulso de iniciativas legislativas y en la implantación de políticas específicas, sino en los
presupuestos asignados a las mismas. Y finalmente, en tercer lugar, se han dado a conocer
las diferentes prácticas de trabajo, experiencias y enfoques con las que las Comunidades
Autónomas abordan el trabajo contra la violencia que sufren las mujeres a través de sus
respectivas Casas de Acogida.
En este sentido, y centrándome en los compromisos institucionales y políticos, cabría
poner de manifiesto la prioridad que supone
la lucha contra la violencia de género para
todas las administraciones, y muy especialmente para el Gobierno de España, el cual lo
ha situado como un objetivo prioritario dentro de su agenda política.
En línea con dicho compromiso, señalar algunas de las medidas que se están impulsando,
como la Reforma del Código Penal, la puesta
en marcha de una Estrategia nacional para
la Erradicación de la Violencia de Género
recientemente aprobada por la Conferencia
Sectorial, o la implementación de un mapa
de recursos y servicios para la asistencia personalizada a las víctimas y que incluirá –por
primera vez- una Red Nacional de Casas de
Acogida interconectadas. Una Red que facilite “la movilidad de las mujeres que quieran
o necesiten alejarse de su entorno”. Ya que
tal y como señalaba la ministra Ana Mato en
sus palabras de inauguración del Encuentro:
“Una casa de acogida es, para muchas víctimas de malos tratos, un recurso fundamental
para garantizar su seguridad y que supone el
inicio de una nueva etapa en su vida” en la
que las y los profesionales les ayudan a “tender puentes para salir del infierno”.
Por tanto, la creación de esta futura Red no
sólo favorecerá la movilidad de las mujeres y
7
los menores que necesiten mayor seguridad y
protección, sino que a través de ella se podrá
generar una estrategia de trabajo coordinada
-tanto vertical como horizontalmente- impulsando la colaboración interinstitucional, y la
optimización y racionalización de los recursos
tanto personales como materiales, así como
el intercambio de información y buenas prácticas en los sistemas de actuación. Es decir, se
trataría de establecer un modelo público de
gestión común que aglutine buenas prácticas
ya detectadas y testadas. De hecho ya existen
algunos ejemplos de buenas prácticas en diferentes Comunidades Autónomas y que nos
permiten afirmar que la actuación conjunta
y coordinada entre las diferentes administraciones es fundamental a la hora de diseñar
nuevas formas de intervención y prevención
de la violencia ejercida contra las mujeres.
Finalmente, y en cuanto a las lecciones a extraer de las experiencias descritas en este libro, cabe señalar que este Encuentro Nacional ha sido –sobre todo- un espacio de toma
8
de contacto con la realidad y las diferentes
experiencias y enfoques con las que varias
Comunidades Autónomas abordan el trabajo
en el ámbito de la igualdad de oportunidades
y contra la violencia que sufren las mujeres, y
en el que ha quedado de manifiesto que más
allá de los compromisos institucionales y políticos, y por encima de las asignaciones presupuestarias, los diferentes estilos de gestión,
etc., son los y las profesionales quienes con
su esfuerzo y compromiso diario hacen que
las Casas de Acogida sean realmente lo que
son, un espacio en el que las mujeres víctimas
de malos tratos puedan sentirse protegidas y
seguras y de este modo volver a creer en sí
mismas y en que “HAY SALIDA”…
Carmen Plaza Martín
Directora General para la Igualdad
de Oportunidades y del Instituto de la Mujer
Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad
Parece que han pasado siglos desde que algunas mujeres se veían obligadas a maquillar
sus rasguños y señales de golpes tras el velo
de los disimulos. Hasta que, arrastradas por
las turbulencias de los desenfrenos de un mal
elegido compañero de viaje que se olvidó de
serlo y se convirtió en enemigo, caían, desfallecidas en el abismo de la depresión, de la
tristeza, de la apatía, del desfallecimiento, o,
en algunos casos, del eterno sueño que se tornaba reparador tras los atropellos sufridos en
el día a día. Pero siempre, de puertas adentro, en un hogar que se tornaba en mazmorra
y en convivencia con su guardián.
Lucharon, algunas aisladas; otras vinculadas
a la fuerza del grupo que compartía ansiedades, y juntas, dando mordiscos a la tradición, a las costumbres y al recurrente “así ha
sido siempre y así tiene que ser”, tuvieron un
sueño, crecieron e hicieron crecer a la sociedad, moldeando poco a poco un entorno de
libertades y de respetos. Son esas frecuente
e injustamente denostadas feministas que
supieron luchar con ahínco por una ilusión,
aún cuando los entornos se resistían a ello de
manera recalcitrante.
Desde los años ochenta, ha cambiado sustancialmente en nuestro país la situación social,
jurídica y profesional de las mujeres en general y de las mujeres víctimas de violencia de
género en particular. La nomenclatura inicial
de “mujeres maltratadas” identificativa de un
reducto casi inexistente, fue ganando terreno
hasta que los programas políticos y en consecuencia el ordenamiento legal, pensó en ellas,
y con ellas, en recursos y medidas que apoyaran las demandas de las mujeres víctimas de
violencia de género, promovieran su seguridad física y la de sus hijos, y potenciaran su
libertad y su dignidad. Los silencios cómplices, la impunidad de los agresores y la soledad de las víctimas han ido desapareciendo.
Hablamos de considerables cambios y avances nutridos de experiencias que se han desenvuelto a lo largo y ancho de nuestro país
en estos 40 años, desde que el artículo 14 de
la Carta Magna del 78 marcó el inicio de las
políticas de igualdad. Ya NO es necesario esconderse bajo muros de silencio ni disfrazarse con mantos de resignación.
Las mujeres, HOY, saben que la espiral de la
violencia de género NO es un laberinto, que
hay salida, que hay alternativas. Que tienen
el apoyo de una sociedad que señala con el
dedo al agresor y de una administración que
dispone los medios para propiciar e impulsar
esa salida.
Pues bien, habida cuenta de que los Espacios
de Acogida de Mujeres Víctimas de Violencia de Género han sido testigos esenciales de
esos cambios producidos, han pasado de ser
el único recurso a ser casi el último recurso,
desde el Instituto de la Mujer de Extremadura decidimos organizar este ENCUENTRO
NACIONAL DE CASAS DE ACOGIDA, como
base e intercambio de experiencias tanto en
la gestión como en la intervención. Los perfiles de las mujeres acogidas han cambiado, los
menores son también considerados víctimas
directas de violencia de género, los servicios
se han especializado, el personal técnico se
ha incrementado y diversificado…
Justamente esos cambios que han ido experimentado los Espacios de Acogida son los que
han impulsado este foro. Queremos conocer
lo que existe, deseamos relacionarnos con
otras experiencias, aspiramos a intercambiar buenas prácticas, en definitiva, avanzar
9
y ajustar los servicios a las demandas que la
sociedad actual exige de los recursos puestos
a disposición de las mujeres víctimas de violencia de género.
Dar pasos adelante, aunar intereses, coordinar desde los ámbitos público y privado los
recursos existentes, seguir luchando con la
aspiración de obtener una consensuada RED
NACIONAL DE CASAS DE ACOGIDA que facilite, apoye e impulse para las mujeres vícti-
10
mas de violencia de género, así como la de los
menores que conviven con ellas, la normalización y recuperación de sus vidas.
M.ª José Ordóñez Carbajal
Directora General del Instituto
de la Mujer de Extremadura
Consejería de Salud y Política Social
Gobierno de Extremadura
Jornada de inauguración
Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012
• Ana Mato Adrover. Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
• José Antonio Monago Terraza. Presidente del Gobierno
de Extremadura
• Luis Alfonso Hernandez Carrón. Consejero de Salud y Política Social
del Gobierno de Extremadura
• Laureano León Rodríguez. Presidente de la Diputación Provincial
de Cáceres
• Jerónima Sayagués Prieto. Subdelegada del Gobierno en Cáceres
• Elena Nevado del Campo. Alcaldesa del Excelentísimo Ayuntamiento
de Cáceres
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
INTERVENCIÓN DE LA MINISTRA DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD
Presente y futuro de los Espacios
de Acogida
Ana Mato Adrover
Quisiera que mis primeras palabras fueran
para recordar a las 38 mujeres víctimas de
violencia de género que han perdido la vida,
en lo que va de año, a manos de sus parejas o ex parejas y condenar rotundamente
esta lacra social carente de sentido que atenta contra los derechos fundamentales de las
personas.
Presidente, quiero felicitar a la Junta de Extremadura por la organización de este encuentro nacional de casas de acogida, que espero sea el primero de muchos
porque consigue sumar el interés de todas las
administraciones por conseguir una sociedad
libre de violencia de género.
En el mes de mayo, la Directora General del
Instituto de la Mujer de la Junta de Extremadura propuso en Conferencia Sectorial la celebración de este encuentro, y recuerdo que
me pareció, desde el primer momento, una
extraordinaria iniciativa en la que el Ministerio tenía que participar.
Principalmente porque pone en valor un recurso, como es la casa de acogida, imprescindible en la protección de las víctimas; un recurso que significa para muchas mujeres y sus
hijos el inicio de una nueva etapa en su vida.
Tanto por las cuestiones que se van a abordar, como por la participación de los profesionales y por el alto nivel de las expertas
que intervendrán en estas jornadas, estoy
segura de que será una iniciativa de gran repercusión.
Que hoy estén en Cáceres todas las casas
existentes en España es un valor añadido por
lo que supone de coordinación y asegura de
por sí el éxito de este Encuentro.
12
En la lucha contra la violencia de género,
nuestra postura es clara y responde a una firme voluntad política: tolerancia cero con los
maltratadores y protección integral para las
víctimas.
Junto a esta voluntad, se asienta el convencimiento de que una sociedad libre de violencia
sobre las mujeres es posible en la España del
siglo XXI.
Los recursos de acogida ofrecen un espacio
de seguridad, tranquilidad e inicio de cambio de vida fundamental para la recuperación integral de las mujeres y de sus hijos
menores.
Para el mantenimiento de estos servicios, el
Estado participa a través de las transferencias que se realizan a las Comunidades Autónomas y ha colaborado en la construcción de
alguno de los centros. Por ejemplo, la contribución a la Casa de la Mujer en Badajoz con
un millón de euros.
Muchas de las mujeres que acuden a una casa
de acogida, presentan problemáticas añadidas a la del maltrato como es la precariedad
económica, la dependencia cuasi crónica de
los servicios sociales o la escasa o nula experiencia laboral.
Por eso si queremos que las mujeres además
de abandonar a su maltratador, empiecen
una nueva vida lejos de la violencia y tengan
una nueva oportunidad, es igualmente necesario, como hacen las casas de acogida, tener
en cuenta otros aspectos como los psicológicos, formativos y de apoyo.
Quiero reconocer la inmensa labor que desempeñan los profesionales de las casas de
acogida. Con su trabajo diario en contacto
directo con las mujeres, son las personas que
más les asisten en un momento crucial de su
vida.
Son los que más saben y por eso de su valiosa
participación en este Encuentro todos vamos
a aprender cómo ayudar mejor a las mujeres
a salir de la violencia.
Confío en que en estas jornadas se pueda
crear una Red Nacional de Casas de Acogida
interconectadas que facilite, entre otros aspectos, la movilidad de las mujeres que quieren o
necesitan alejarse de su entorno habitual.
Por supuesto, el principal objetivo, es que las
víctimas no tengan que abandonar sus domicilios. Es el maltratador el que tiene que marcharse. Si bien, se pueden dar circunstancias,
socioeconómicas, personales o la garantía de
su seguridad, en la que sea inevitable.
Los datos disponibles y en concreto en relación con el silencio muestran que:
• Aumentan las mujeres que han sufrido
maltrato alguna vez en la vida pero, al mismo tiempo, aumentan las mujeres que han
conseguido salir de esta situación;
• El número de denuncias presentadas se ha
estabilizado en los últimos años;
• Más del 70% de las víctimas mortales no
habían denunciado la situación de maltrato
que sufrían.
• Un alto porcentaje de las mujeres que denuncian, son apoyadas por sus familias,
pero también persisten actitudes de recriminación en algunas familias.
Se han producido notables avances que deben hacernos sentir orgullosos tanto a organizaciones como a instituciones y sobre todo
a las mujeres que son las que consiguen superar esta tremenda injusticia.
Los dispositivos electrónicos para el seguimiento de las medidas de alejamiento han experimentado un progresivo incremento desde
su puesta en marcha.
Hay una demanda constante de información
como reflejan las 5.000 llamadas mensuales
que atiende el 016.
Y en relación con la utilización de las medidas
del ámbito laboral y de Seguridad Social se
observa una tendencia creciente en los últimos años.
Unos avances que sin embargo no han evitado situaciones de mayor vulnerabilidad que
me preocupan de manera muy especial.
• Los menores. Tres de cada cuatro mujeres
que sufren violencia tienen hijos menores
que viven expuestos a esta situación o son
víctimas directas del maltrato;
• Los adolescentes, porque más de una quinta parte justifica, en cierta medida, la violencia como reacción a una agresión;
• Y las mujeres mayores de 65 años que son
significativamente las que menos denuncian.
Coincidirán conmigo que esta realidad nos exige mayor eficacia en la sensibilización social, la
prevención de nuevos casos y la respuesta institucional a las mujeres que han sufrido violencia
y a los menores expuestos a ella.
Solo así conseguiremos aumentar la confianza de la sociedad y de las mujeres en el sistema, garantizando la cercanía de las administraciones y el apoyo de la sociedad.
Con este propósito hemos participado conjuntamente con el Ministerio de Justicia en el
Anteproyecto de Reforma del Código Penal.
El nuevo código tipificará el delito de matrimonio forzado y castigará los actos reiterados
de hostigamiento, como llamadas telefónicas
continuas, que afectan a la libertad y el sentimiento de seguridad de la víctima. Además,
hasta los dieciséis años se considerará abuso
sexual cuando exista engaño o se abuse de una
posición de confianza, autoridad o influencia.
Ante la masiva utilización de Internet, el Gobierno quiere establecer medidas que fortalezcan los espacios de protección de las menores
de edad, especialmente en lo que se refiere a los
delitos cometidos a través de Internet.
En ese sentido, considero imprescindible reforzar la prevención del acoso en las diferentes redes sociales y mejorar la seguridad de
los datos personales, porque los menores de
edad deben contar con una especial protección.
Asimismo estamos ultimando la Estrategia
Nacional 2012-2015 para la erradicación de
cualquier forma de violencia ejercida sobre
las mujeres.
13
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Hemos contado con la participación de las
Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias, otros ministerios, así como asociaciones y grupos representados en el Observatorio Nacional para
la Violencia contra la Mujer.
Quiero mencionar los cuatro objetivos prioritarios de la Estrategia.
Primer objetivo: la ruptura del silencio
Queremos “romper el silencio cómplice del
maltrato”, tanto de las mujeres como de sus
entornos y de la sociedad en general. Con
sensibilización y formación dirigidas a lograr
que lo oculto salga a la luz.
Segundo objetivo: aumentar el conocimiento sobre la violencia de
género
Queremos mejorar el conocimiento sobre la
lacra de la violencia y sobre su magnitud.
Porque sabemos que cuanto más exacto es
el diagnóstico de la realidad de la violencia
de género, mejor podemos hacerle frente con
eficacia.
Tercer objetivo: mejorar la coordinación
Porque la eliminación de la violencia sobre
las mujeres es una tarea conjunta de toda la
sociedad que requiere una actuación unida y
la máxima cooperación en los esfuerzos que
se desarrollan porque existen recursos.
Queremos “poner a España en Red contra la
violencia de género”.
Con una red nacional de las unidades dependientes de las Delegaciones del Gobierno en
las Comunidades Autónomas y de las Subdelegaciones y Direcciones Insulares. Justamente sobre esta cuestión voy a mantener una reunión con la Vicepresidenta y los Delegados
14
en próximas fechas, en la que abordaremos
las posibilidades de duplicar los efectivos disponibles en las delegaciones de gobierno.
Con las Comunidades Autónomas estamos
trabajando en una propuesta de plan personalizado para las víctimas de la violencia de
género y sus hijos.
En el ámbito local, hemos firmado un convenio
con la FEMP para la formación on-line de policías municipales y el mantenimiento y actualización del portal web para Consejos Escolares.
Cuarto objetivo: la asistencia a
las mujeres que sufren violencia
y a los menores a su cargo
Y el cuarto y último objetivo de la Estrategia
es priorizar los servicios y la asistencia directa a las víctimas de forma personalizada.
La Estrategia Nacional para la erradicación
de cualquier forma de violencia ejercida
sobre las mujeres estará en marcha en las
próximas semanas.
El presupuesto para el 2013 para la atención
social integral, con especial referencia a los
menores, asciende a 16,8 millones de euros.
Conseguiremos reforzar así:
• El Servicio de información y asesoramiento jurídico 016, incorporando a aquellas
CCAA que aún no derivaban llamadas.
• El Servicio telefónico de atención y protección
(ATENPRO) que garantiza la accesibilidad a
personas con discapacidad auditiva y/o del
habla.
• Y el sistema de seguimiento por medios telemáticos conocido como “brazaletes” cuyo
uso se potenciará, informando sobre su eficacia a los órganos jurisdiccionales.
Sabemos que las mujeres pueden salir de la
pesadilla que supone la violencia de género.
Resulta del todo imprescindible conseguir, entre todos, que confíen en nosotros, se sientan
protegidas y puedan comenzar una nueva vida
libre de violencia, llena de esperanza y oportunidades
Sabemos que invertir en la protección de
las mujeres y en sus hijos es mejorar su
futuro y por tanto el futuro de toda la sociedad.
Finalizo mi intervención con el deseo de que
el Encuentro cumpla con las expectativas que
nos hemos propuesto y espero recibir las conclusiones de estos intensos días de trabajo.
Saben Ustedes que el gobierno está firmemente comprometido con las mujeres en acabar con la violencia de género. Ellas son las
destinatarias de todos nuestros esfuerzos.
intervención del presidente del Gobierno de Extremadura
ron arrebatarles. Un empeño que no pasa
por transformar palabras sino por acometer
medidas concretas que mejoren la vida de
nuestras mujeres y muy especialmente de
aquellas que necesitan un mayor apoyo.
A nivel estatal se ha aprobado por el Consejo
de Ministros una reforma del Código Penal
que no olvida a las mujeres.
Era necesario garantizar la igualdad y atajar
conductas de violencia contra cualquier mujer. Conductas como el acecho o el uso indebido de datos personales, que también son
violencia, también se utilizan para agredir y
que gracias a la reforma podrán ser tipificadas como delito.
Porque, aunque en los informativos de los
medios de comunicación salgan a la luz casos llamativos de golpes o lesiones físicas,
ésa es sólo la punta del iceberg. Existen muchas otras maneras de denigrar a la mujer
y ninguna de ellas puede ser permitida, ni
el matrimonio forzado, ni la divulgación de
imágenes privadas.
Todas esas actuaciones también son golpes
invisibles que deben ser castigados en el orden penal.
Una última reflexión. No podemos permitir
que las mujeres que se encuentran en estas
casas de acogida piensen que han fracasado. Todo lo contrario. Porque han dado una
lección de vida, han demostrado su valentía
y hoy pueden convertirse en ejemplo para
muchas otras que aún no se han atrevido a
dar el paso.
Pero sé que no sólo es necesario reforzar la
condena de las consecuencias.
José Antonio Monago Terraza
El sexismo, claramente mutilador, tiene consecuencias negativas para todos los individuos, varones y mujeres, porque limita las
expectativas de comportamiento social y de
ciudadanía que existen para cada uno de
ellos y se entromete en el proyecto democrático como una mancha oscura.
Estas palabras que suscribiría algún autor
describen perfectamente los defectos y la ignorancia de una sociedad, que aún podemos
cambiar. Y hoy, desde este acto podemos
marcar el punto de partida para subsanar
mínimamente los errores cometidos. Porque
hoy podemos decirles a todas las mujeres
que sufren que aquí, en este hogar que simbolizan las casas de acogida tienen su salvaguarda.
Jamás debieron existir estas casas de acogida, porque jamás debieron ser necesarias.
Pero dado que el mundo no es como desearíamos, todas las mujeres que estén sufriendo ahora mismo en sus casas, deben saber
que cuentan con un hogar en el que estar
seguras. Ellas y sus hijos.
Porque en esta casa de acogida, en la de Cáceres, en las de Badajoz, en cualquiera a la
que acudan, siempre encontrarán una mano
tendida. La encontrarán también desde la
Administración, donde les aseguro que no
cejaremos en nuestro empeño por ayudarles a confiar en la valía que un día quisie-
15
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Es esencial atajar de raíz cualquier pensamiento, cualquier conducta que considere
inferior a una sola mujer en el mundo por el
simple hecho de serlo. Porque la diferencia
entre los hombres y las mujeres no procede
de la naturaleza sino de la educación, y esa
educación es la que debemos abordar sin
ninguna dilación.
Precisamente para alcanzar la discriminación
cero y que la igualdad sea una realidad cotidiana, desde el Gobierno de Extremadura desarrollaremos un Plan de Igualdad de Oportunidades
para la Mujer en Extremadura, que ya fue presentado en el Consejo de Gobierno Extraordinario y que con 259 medidas tendrá repercusión en la vida económica, política y social.
Una ley de embarazo, nuevas guarderías y
horarios para éstas, eliminación de barreras, en definitiva, actuaciones concretas que
os hagan la vida más fácil y os permitan progresar sin condicionantes.
Y para aquellas mujeres que sufren en este
momento mayor vulnerabilidad, aquellas que
han sido maltratadas o amenazadas. Para
ellas este Gobierno creará la Sociedad Pública
del Alquiler, que dará respuesta no sólo a las
víctimas de violencia de género sino también
a jóvenes y a aquellos extremeños que más lo
necesiten, para que puedan contar con una
vivienda digna donde vivir y realizarse personal y profesionalmente por un alquiler que no
superará nunca los 100 euros.
Construiremos también 22 VPP para mujeres
en situación de acogida para que, tras haber
16
tenido algún problema de violencia de género y después de pasar por la Casa de la Mujer, aquellas que no puedan, tengan una casa
donde vivir durante el tiempo que se aconseje. 6 de ellas estarán aquí en Cáceres, otras 6
en Plasencia y 10 en Badajoz.
Como ven medidas concretas para poder
conseguir, como hacen las casas de la mujer,
como lo hace todo el personal que aquí trabaja, facilitar un poco más el día a día de quien
no lo ha tenido tan fácil.
Porque quiero insistir aquí en que otra vida
es posible. Y aunque sean las mujeres que
están sufriendo quienes deban atreverse,
es responsabilidad de todos los ciudadanos facilitarles ese paso sin que se sientan
desamparadas. La Administración velará
siempre por ellas, que no quepa la menor
duda. Pero cualquier vecino o familiar,
cualquier ciudadano, y también los medios
de comunicación, tenemos que demostrarles que hay esperanza, que se pueden
cambiar las cosas en cualquier momento.
No esperemos a llegar a situaciones límite.
Digamos basta antes. Podemos vencer a la
violencia.
Y como dijo Emilia Pardo Bazán, una pionera de su tiempo: “Aspiro, señores, a que reconozcáis que la mujer tiene destino propio;
que sus primeros deberes naturales son para
consigo misma, que su felicidad y dignidad
personal tienen que ser el fin esencial de su
cultura”.
Jamás olvidemos eso.
INTERVENCIÓN del Consejero de Salud y Política Social del Gobierno
de Extremadura
Luis Alfonso Hernandez Carrón
Es para mí un honor, como Consejero y como
extremeño, haber acogido en esta Comunidad Autónoma el Primer Encuentro Nacional
de Casas de Acogida.
Porque las políticas públicas en materia de igualdad y violencia de género no pueden limitarse a
repetir de forma incesante los logros obtenidos
en cualquier foro público, volviendo a errores del
pasado que no nos permitían ver la realidad.
La realidad de la violencia de género, esa
lacra social, es que sigue lamentablemente
viva, y es nuestra labor como responsables
públicos atenderla.
intervención DEL presidente de la
diputación provincial de cáceres
Laureano León Rodríguez
Buenos días... Ministra, presidente y demás
autoridades de la región. Buenos días a todos
los asistentes a este Encuentro Nacional de
Casas de Acogida.
Permítanme, en primer lugar, que en nombre
de la Diputación de Cáceres, les de la bienvenida a las instalaciones de este Complejo
Cultural San Francisco, uno de los espacios
más singulares y con más historia de esta
institución. Antiguo monasterio, desde 1980
el complejo funciona como Centro Cultural y
es sede habitual de congresos y jornadas de
todo tipo. Es mi deseo que, a lo largo de estos dos días de encuentro, dispongan aquí de
los medios necesarios y del mejor entorno de
trabajo para estudiar buscar soluciones a una
de las principales lacras sociales que, en la
Y que mejor disposición de recursos para
ello que la que nos une y nos coordina en
la lucha contra este fenómeno, atendiendo
de forma específica a sus víctimas con estas
Casas de Acogida, fruto del trabajo conjunto
y la concienciación de las administraciones
públicas.
Desde aquí quiero mostrar mi compromiso
con esta iniciativa, con esta Red Nacional de
Casas de Acogida encabezada por esta Comunidad, en la que continuaremos trabajando
para consolidarla y mejorarla en el cumplimiento de sus fines, pero con el firme deseo
de que un día no sean necesarias, al menos
para esta causa.
Mi reconocimiento también para todos los
profesionales involucrados en la lucha contra
la violencia de género y en la atención a sus
víctimas. Sin ellos, sería imposible.
actualidad, arrastra este país: la violencia de
género contra la mujer.
Confío en que durante estas jornadas se avance en materias esenciales como la prevención
y la conciencia social, así como en la protección integral a la mujeres víctimas y a sus hijos. En este sentido, es fundamental poner en
valor, entre otros, recursos como las casas de
acogida, un espacio seguro donde se ofrece a
la víctima la atención personalizada y el apoyo necesario para recuperar la confianza en sí
misma y afrontar, así, una nueva etapa vital.
Espero, además, que tengan la oportunidad de
conocer de primera mano el funcionamiento
de la Casa de Acogida de Cáceres y la excelente
labor de los profesionales que en ella trabajan.
No me gustaría despedirme sin antes transmitir todo mi reconocimiento, y el de la institución que presido, a este tipo de iniciativas
que no tienen otro objetivo que el de devolver
a la mujer aquellos derechos humanos que un
día le fueron arrebatados.
17
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
intervención de la Subdelegada
del Gobierno en Cáceres
Jerónima Sayagués Prieto
En primer lugar, quisiera manifestar desde
aquí mi más rotunda condena por los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o
ex parejas que se han producido en lo que va
de año.
Quisiera también manifestar el absoluto rechazo del Gobierno y de toda la sociedad ante
estos crímenes, cuya total erradicación, impulsa la acción del poder público.
En segundo lugar, quisiera expresar mi reconocimiento a todos los profesionales que
desde distintos ámbitos trabajan de manera perseverante, por la erradicación de la
violencia, el apoyo y la recuperación de las
mujeres supervivientes, y por la promoción
de una sociedad libre de violencia en el futuro.
En tercer lugar, quisiera manifestar que
el Gobierno de España reitera cada día su
compromiso para trabajar por la erradicación de la violencia que sufren las mujeres
en general, y de la violencia de género, que
ejercen contra ella sus parejas o exparejas
en particular. Esta determinación, así como
la realización de acciones para lograr la
efectiva igualdad entre hombres y mujeres
conforme dispone el artículo 14 de la Constitución, constituyen una prioridad decisiva
para la sociedad y el Gobierno de nuestro
país. Esta tarea resulta prioritaria porque
se trata de una cuestión de derechos humanos y de democracia. Se trata, por tanto, de
conseguir una sociedad libre de violencia,
en la que ciudadanos y ciudadanas libres,
puedan desarrollar su personalidad y desenvolverse plenamente en todos los ámbitos de la vida, con respecto a su dignidad
y derechos fundamentales, sin más limites
que el respeto a los derechos de los otros.
La España del siglo XXI apuesta firmemente
18
por la construcción de una sociedad libre de
esta forma de violencia.
Desde la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género estamos trabajando para lograr este objetivo.
En primer lugar y aplicado a todas las actuaciones que desarrollamos, contar con todos,
comunidades autónomas, y las entidades locales. Con las asociaciones especializadas. Con
organizaciones no gubernamentales. Con las
distintas instituciones y poderes del Estado.
Con los profesionales que trabajan en ámbitos en los que se puede detectar, prevenir
y proteger: fuerzas y cuerpos de seguridad,
profesionales del ámbito sanitario, operadores jurídicos, ámbito educativo. Pero esto no
es suficiente tenemos que contar con las familias, con los vecindarios, con la ciudadanía,
sin cuya participación activa en la prevención,
acompañamiento no será posible la erradicación de este problema, pues la violencia ejercida contra las mujeres y la violencia de género no tienen una naturaleza privada sino que
son problemas eminentemente políticos, nos
afectan a todos como ciudadanos responsables de una sociedad democrática.
En este marco, se están articulando una serie
de actuaciones que giran en torno a un principio fundamental y seis ejes de actuación.
El principio fundamental es la igualdad como
base para evitar la violencia de género: las
actuaciones para combatir la violencia de
género son el vértice de una pirámide que
tiene su base en las políticas de igualdad.
Cuanto más se avance en la consecución de
una sociedad en igualdad entre hombres y
mujeres, sin discriminación por razón de
sexo, más evitaremos la violencia que sufren
las mujeres.
Los ámbitos de actuación para la erradicación
de la violencia contra las mujeres se estructuran fundamentalmente en los siguientes seis
ejes. Todos ellos se incluyen, además, en una
Estrategia Nacional para la Erradicación de
la Violencia contra las mujeres que está ya en
fase de conclusión y verá la luz próximamente, tras su aprobación en los órganos correspondientes (Conferencia Sectorial de Igualdad, Observatorio Estatal de Violencia sobre
la Mujer y Consejo de Ministros).
En primer lugar, promover la ruptura del silencio cómplice del maltrato: tanto de la mujer, de
su familia, su entorno y la sociedad en general.
Se trata de implicar de manera proactiva a toda
la sociedad, para que, colaboren en la detección
y apoyo en casos de malos tratos y se promueva el total rechazo social y deslegitimación de
cualquier conducta de este tipo. Se utilizarán
para ello todos los medios de concienciación
y sensibilización tradicionales y también otros
nuevos: digitales, redes sociales, redes existentes, empresas, testimonios positivos, ámbito deportivo, ámbito sanitario. Con este fin se
están realizando multitud de acciones de sensibilización y concienciación, entre las que destacan la impartición de formación a profesionales (como la policía local), el mantenimiento de
las campañas de sensibilización tradicionales
en los medios de comunicación, la utilización
de las nuevas tecnologías, el lanzamiento de la
iniciativa “Empresas por una sociedad libre de
violencia de género” el pasado mes de junio: se
trata de una iniciativa a la que se han adherido 34 empresas, y otras muchas están a la
espera de adherirse, y consiste en la firma de
convenios a través de los cuales las empresas
se comprometen a llevar a cabo acciones de
sensibilización entre su clientela y empleados,
cada uno en el marco de sus posibilidades, difundiendo los logos, información y campañas
contra la violencia de género, el lanzamiento
de una próxima campaña de concienciación y
sensibilización con motivo del día internacional
contra la violencia de género, la convocatoria
en colaboración con el INJUVE de los Premios
de Periodismo Joven.
En segundo lugar, proporcionar una asistencia personalizada a las mujeres que sufren
violencia y a los menores a su cargo. Es fundamental que las mujeres puedan seguir sin-
tiendo confianza en el sistema. Ellas y sus hijos son una prioridad para el Gobierno y para
toda la sociedad. La competencia para la asistencia social integral corresponde a las Comunidades Autónomas, no obstante el Estado
colabora en la misma con los servicios 016,
el servicio ATENPRO de tele asistencia cuya
nueva licitación prevé significativas mejoras
en su accesibilidad orientadas a satisfacer las
necesidades de las personas con discapacidad, y su funcionamiento técnico, ampliando el ámbito de cobertura, los brazaletes a
maltratadores para garantizar las medidas
de alejamiento, las ayudas del artículo 27 de
la Ley Orgánica 1/2004. Asimismo no puedo
dejar de mencionar que en la reforma del anteproyecto de ley Orgánica del Código Penal
se incluye como nuevo delito la inutilización
o perturbación del funcionamiento normal de
los dispositivos técnicos dispuestos para controlar el cumplimiento de las penas, medidas
de seguridad o medidas cautelares. Además,
en el pasado mes de mayo, el Estado repartió
5 millones de euros entre las Comunidades
Autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla para
apoyarlas en el ejercicio de esta competencia.
Al amparo de la iniciativa “Empresas por
una sociedad libre de violencia de género”,
ante mencionada, las principales empresas
de este país están firmando convenios por los
que se comprometen a insertar laboralmente
a las mujeres víctimas de violencia de género. Nuestro ordenamiento jurídico contempla
un sistema de bonificaciones para ellas. Estas
empresas, a través de estos convenios y de la
colaboración del Servicio Público de Empleo,
insertarán laboralmente a las mujeres y por
tanto, les darán la oportunidad de romper la
dependencia económica de su maltratador.
Resulta esencial que otras administraciones
impulsen este tipo de acuerdos pues la inserción laboral de la víctima es, en muchos casos, la culminación de su proceso de recuperación integral y plena reincorporación a una
vida normalizada sin violencia.
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
En tercer lugar, poner a España en red contra la violencia de género: existen recursos y
un sistema público y privado para combatir
la violencia y atender a las mujeres y menores que la sufren; es importante maximizar el
sistema, apostando por la coordinación entre
los distintos agentes, entre las distintas administraciones y fomentando el intercambio de
información y buenas prácticas. En España,
en los últimos años, se ha creado un sistema de detección, sensibilización, protección,
asistencia en caso de malos tratos. No obstante, ahora el paso imprescindible es lograr
que todos los profesionales, servicios, administraciones y organizaciones implicados
lleven a cabo un trabajo coordinado, en red,
para lograr la respuesta más eficaz posible y
maximizar todos los esfuerzos.
En cuarto lugar, profundizar el conocimiento científico y “radiografiar” la magnitud y
dimensiones de la violencia sobre las mujeres: mejorando la recogida y tratamiento
de datos estadísticos, potenciando las investigaciones sobre la materia, y promoviendo
el seguimiento continuo de las actuaciones
y medidas adoptadas. Y también la difusión,
en virtud del principio de transparencia y
acceso a la información, a todas las personas
con responsabilidad o interés en la materia
para que pueda enfocar sus actuaciones de
la manera más eficaz. Se habla mucho de
violencia de género, pero el ocultamiento
de esta lacra y la recogida reciente de datos
hacen que no se conozca de verdad toda su
envergadura y magnitud. Por eso se va a hacer un especial esfuerzo en lograr conocerla más y en difundir este conocimiento, en
virtud del principio de transparencia y buen
gobierno, para que se pueda conocer y, con
ello, lograr llevar a cabo las actuaciones más
eficaces. En este sentido, como avances, destacan la elaboración de un boletín estadístico mensual, colgado en la página web, en
donde, por vez primera, se recogen todos los
datos que obran en poder de la Delegación y
20
que están disponibles para todo el público,
la mejora de las estadísticas en materia de
violencia de género, incluyendo no sólo las
víctimas mortales sino también, las mujeres
que han sufrido lesiones graves que precisan hospitalización por esta causa, la procedencia de las denuncias y los datos sobre las
órdenes de protección, la inclusión, en las
estadísticas, de los menores víctimas de la
violencia de género, la elaboración de varios
estudios para tratar de conocer los aspectos
novedosos o más complejos de la violencia:
las nuevas formas de violencia, como el ciberacoso; la mutilación genital, y qué necesitan
las mujeres que están sufriendo violencia de
las administraciones públicas para apoyarlas en su salida de ella.
En quinto lugar, atender específicamente a
las necesidades de los grupos especialmente
vulnerables: hijos menores, mujeres con discapacidad, mujeres del medio rural, mayores
de 65 años, e inmigrantes. Las especiales necesidades o vulnerabilidad de estas personas
no pueden suponer una doble discriminación,
por lo que los poderes públicos deben tener
un especial cuidado en evitar la violencia y
las revictimizaciones en estos supuestos. Con
ello, además, se cumplen las directrices de la
Organización de Naciones Unidas.
Especialmente, en relación con los menores,
se está haciendo un gran esfuerzo, por considerar que, hasta ahora, han sido las “víctimas
invisibles de esta violencia”.
En sexto lugar, visibilizar, cada vez más, otras
formas de violencia sobre las mujeres, como
la trata con fines de explotación sexual, los
matrimonios forzados y la mutilación genital, de modo que se tome conciencia social
acerca de estas graves vulneraciones de los
derechos humanos y, consecuentemente, de
la necesidad de trabajar por su erradicación
y se informe a las víctimas sobre los recursos existentes para atenderlas. A todas ellas
se les dará visibilidad para lograr la máxima
concienciación de la sociedad. En la reforma
del Código Penal se incluyen como delito estos matrimonios forzados, se mejoran las redacciones de los tipos delictivos de acuerdo
con la Directiva 2011/36/UE, de 5 de abril de
2011, relativa a la prevención y lucha contra
la trata de seres humanos y a la protección
de las víctimas, en el ámbito del comiso de
los bienes y efectos pertenecientes a una persona condenada por la comisión de un acto
delictivo, se incluye el delito de trata de seres
humanos; respecto a la trata de mujeres con
fines de explotación sexual, se aprobará, el
próximo año un nuevo Plan de trata, una vez
que termine la vigencia del actual (en diciembre de 2012) y se realice la evaluación de los
resultados del Plan.
El compromiso del Gobierno está presente también en la esfera internacional, sobre la base de
un sólido acervo multilateral, que se manifiesta
en el seno de las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Consejo de Europa entre otras organizaciones. El Gobierno apoya las directrices de
la UE en materia de lucha contra la violencia de
género, que incluyen la promoción de la igualdad de género y la lucha contra la discriminación, la recolección de datos sobre violencia de
género, la elaboración de estrategias efectivas y
coordinadas, la lucha contra la impunidad y el
acceso de las víctimas a la justicia. España va a
organizar en abril, un encuentro europeo para
el intercambio de buenas prácticas y la promoción en el ámbito comunitario de la lucha
contra la violencia ejercida contra las mujeres.
En el marco del Consejo de Europa, España
es parte del Convenio sobre la lucha contra la
Trata de Seres Humanos y está en proceso de
ratificación de la Convención para la lucha y la
prevención de la violencia contra las mujeres
y la violencia doméstica. Finalmente, en materia de lucha contra los asesinatos por motivos
de género en varios países de Iberoamérica, y
en línea con las Resoluciones de 2007 y 2010
del Parlamento Europeo, España está apoyando, en coordinación con los países afectados, la
elaboración por parte de la sociedad civil y las
instituciones de las NNUU de un Protocolo de
lucha contra esta lacra.
Con el apoyo de toda la sociedad y los poderes
públicos y el desarrollo de un intenso trabajo, que incluya medidas como las que se han
mencionado, se podrá seguir avanzando en la
consecución de una sociedad más respetuosa
con los derechos fundamentales y en igualdad entre hombres y mujeres y se logrará que
la violencia contra las mujeres sea una lacra
de un pasado que queda para siempre atrás.
INTERVENCIÓN DE LA ALCALDESA DEL
EXCMO. AYUNTAMIENTO DE CÁCERES
en general, sin distinción de sexos, y en la que
todos debemos trabajar para su erradicación.
Para mí es un honor poder estar en este acto
de hoy por mi triple condición: como alcaldesa, como mujer y como madre, además a
un mes de celebrar el Día Internacional Contra la Violencia de Género.
Siempre que se celebra un día internacional de algo es porque existe un problema y
lo ideal es que no tuviéramos que hacerlo,
pero la realidad es que la violencia contra la
mujer está ahí y desde las administraciones
Elena Nevado del Campo
Ministra de Sanidad, Presidente del Gobierno
de Extremadura, Presidente del Parlamento
Regional, Delegado del Gobierno, presidente
de la Diputación, autoridades, buenos días a
todos y a todas.
Digo a todos y a todas porque la violencia de
género es un problema que afecta a la sociedad
21
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
tenemos que poner todas las herramientas
para luchar contra esta mácula social.
Un problema que, por suerte, cada día se combate con más fuerza, que se ha visualizado en
la sociedad, sin los tabúes de otras épocas,
pero que todavía sigue castigando a las mujeres y también a sus hijos.
Ahí es donde las casas de acogida juegan un
papel fundamental, como entorno seguro en
el que generar confianza, protección y sobre
todo autoestima.
Entre todos tenemos que luchar y concienciar
a la sociedad para que estas casas, en un futuro más próximo que lejano, no sean necesarias.
Y uno de los principales factores para conseguirlo es el de la Educación. Conceptos como
el de la igualdad real entre hombres y mujeres
y el más rotundo rechazo a la violencia doméstica se deben interiorizar, se deben inculcar
desde la más tierna infancia para evitar males
en el futuro: en las aulas, en los hogares, pero
también en todo lo que nos rodea, como los
medios de comunicación, que son generadores
de roles sociales que en muchos casos distorsionan la imagen real de nuestro entorno.
Es cierto que en los últimos años se han logrado
importantes reformas legislativas y una mayor
concienciación social, pero todavía nos queda
mucho por hacer, más si cabe cuando estamos
comprobando que los casos de maltrato se empiezan a dar a edades más tempranas.
Como decía, la coordinación y la optimización de recursos es fundamental. Desde el
22
ayuntamiento trabajamos con las distintas
administraciones, ya sea local, provincial,
regional o nacional. Un ejemplo es la Casa
de Acogida de nuestra ciudad, un hogar
para mujeres de toda Extremadura en donde iniciar una nueva etapa, un nuevo camino, compartir experiencias y hacerse más
fuertes, porque nadie ni nada puede con las
mujeres.
Precisamente, para aumentar estas fortalezas
hoy les anuncio aquí que el ayuntamiento de
Cáceres está preparando un Taller de Defensa
Personal para Mujeres, con el objetivo de dar a
conocer a las participantes las técnicas básicas
de defensa personal. Unas técnicas y entrenamientos que no solo mejorarán la autoprotección y la defensa, sino que ayudarán a mejorar
la forma física, pero sobre todo la autoestima y
la confianza de las mujeres.
Conceptos como autoestima y confianza que
son vitales puesto que la parte psicológica es
fundamental para salir adelante, para reaccionar, para ser firmes ante situaciones de violencia, no solo física, sino emocional o ejercida
sobre terceros, en muchas ocasiones los más
desprotegidos.
Como les decía, para la ciudad de Cáceres
es un honor acoger este encuentro nacional
de Casas de Acogida y espero, como mujer,
que logremos seguir avanzando para que
este tipo de hogares pasen a la historia más
pronto que tarde porque la igualdad de género sea una realidad social, no una aspiración global.
Casas de acogida
Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012
La violencia de género en una sociedad desigual
M.ª Elena Simón Rodríguez
Las Casas de la Mujer de Badajoz y Cáceres
M.ª Isabel García Trigo y M.ª Josefa Dolores Vázquez Rafael
Sistema canario integral de prevención
y protección de las mujeres contra
la violencia de género
M.ª Concepción Garrido Martín
Análisis de la situación en Cantabria
Isabel Gómez-Barreda García
Centros de mujer y recursos de acogida
en Castilla-La mancha
M.ª Teresa Novillo Moreno
Servicio de atención integral y acogida
de mujeres víctimas de violencia de genero
y sus hijas e hijos de la ciudad de Ceuta
Viviane Berros Medina
Casa de la Mujer. espacio de protección,
recuperación y atención para la salud integral
Mª Esther González Toril, Mª Isabel Collado Boyero,
Mercedes Gutiérrez Arévalo y Carlos González Blanco
Unidades de violencia. La respuesta
institucional ante la violencia de género
Milagrosa Ortega Rodríguez
Situación actual de los recursos
de acogida en Castilla-La Mancha
Ana M.ª Artiaga Fernández y Ángela Muñoz Giménez
Casas de acogida. Adaptándonos al cambio
Isabel García-Salazar Castañeda y María de Miguel Iglesias
De víctima a superviviente como agente de cambio social
Ana Bella Estévez Jiménez de los Galanes
Con red y sin violencia. Servicio de atención
psicosocioeducativa Mercedes Reyna
M.ª Elena Valverde Morán
Atención psicológica itinerante a mujeres
víctimas de violencia de género.
Mª José Ortí Porcar
El programa de atención a menores victimas de violencia
de género en los espacios de acogida de la Comunidad
Autónoma de Extremadura
Nieves Calderón Aguza
LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN UNA SOCIEDAD DESIGUAL
M.ª Elena Simón Rodríguez
INTRODUCCIÓN
La violencia contra las mujeres en nuestro
mundo
Todos los asuntos que conciernen a una situación negativa y a un perjuicio evidente
para las mujeres en su conjunto, tienden a
interpretarse de forma inadecuada, como
síntomas aislados, pero no como síndrome
permanente. La causa de esta errónea interpretación tan generalizada es cuando menos
sospechosa: todas las sociedades están aún
organizadas bajo una marcada influencia
patriarcal, –unas mucho más que otras, evidentemente– que no permite pensar y actuar
de forma libre de prejuicios esencialistas.
“Casi” todo es así por naturaleza o por la culpa de alguien en particular. O no tiene remedio o alguien tendrá la culpa de que así sea,
sobre todo si son las mujeres. Recordemos
que aún se nos culpa de nuestras circunstancias negativas. Casi siempre se achacan a
alguna falta o debilidad. Si a esto añadimos
las modas neoliberales de achacar la culpa
de lo que le ocurre a la gente perjudicada,
podremos tener algún elemento más para
comprender por qué el asunto de la violencia
de género ejercida contra mujeres concretas,
aplicada como castigo ejemplar para doblegar y sujetar a todas ellas a una postura de
subordinación “voluntaria”, no acaba de ver
una luz certera para su erradicación.
Con hablar de “lacra” incomprensible en el
siglo XXI ya tenemos bastante y, ni siquiera
los medios de información y comunicación
dedican una mínima parte de sus reportajes, tertulias, estudios o documentos a profundizar en ello y a hacer pedagogía de lo
que ocurre al respecto, sin tremendismos ni
sensacionalismos que hagan sangre. Apenas
una noticia, siempre seguida de un número,
cuando se produce algún asesinato machista
y por causas de género y tintada las más de
las veces de un punto de morbo y casi siempre de intriga, perplejidad o extrañamiento
de la acción. A pesar de saberse que la causa
de muerte no natural y más frecuente entre
las mujeres del mundo entre 18 y 45 años es
ésta: el asesinato machista y misógino.
¿Por qué decimos de género? Porque ser mujer de cualquier clase, edad y condición, en
todo el mundo, coloca en situación de riesgo
para poder llevar una vida libre de violencia
sexista, refiriéndonos con ello también a las
manifestaciones más difusas o confusas de la
misma, como son las presiones psicológicas,
el maltrato económico, la expropiación intelectual, la apropiación indebida de los trabajos reproductivos y de cuidados, el acoso y el
asalto sexual y la misógina consideración de
disvalor respecto a los varones.
Las mujeres siempre estamos bajo sospecha:
algo habrá hecho, es que es muy floja, es que
se deja, es que pretende privilegios, es que, es
que… sólo por ser mujer, no por tener ciertas
conductas y características de personalidad
determinadas, por ser humana y libre.
Por otra parte, la libertad de las mujeres resulta incómoda para el sistema social, organizado todavía al estilo patriarcal: dicotómico
y jerárquico. La libertad de las mujeres no
resulta aceptable cuando se trata de la reproducción, del intercambio sexual, de las relaciones familiares, del empleo de espacios y de
tiempos. En suma: del ejercicio personal de
elecciones vitales, cuestión que los hombres
con poder se concedieron a ellos mismos en
los albores de la modernidad y consolidaron
más tarde para otros sin poder, como alianza
básica, para engrasar el engranaje patriarcal.
En los lugares del mundo donde no ha llegado o ha sido rechazado el modelo democrático, basado en los valores compartidos
de Libertad, Igualdad y Justicia para toda
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
la población, también los varones con poder
han organizado patriarcalmente las sociedades, reservándose para sí y para sus iguales
varones las categorías y los bienes más preciados para mantener el orden patriarcal al
que llaman natural: riquezas, poder, influencia, conocimiento, coacción. A los varones
más desfavorecidos les alcanzan estos bienes
de manera muy diluida: salarios bajos, pero
percibidos por ellos, poder e influencia, legitimando la coacción marital y paterna en
el seno de su familia y conocimientos escasos pero reconocidos por las comunidades
donde viven y por supuesto, por todas “sus”
mujeres. “Palabra de hombre” quiere decir
mucho: que él lo dijo, que lo cumplirá y que
nadie se lo saltará so pena de recibir castigo.
Así hemos vivido durante siglos y sin contestación significativa. Bien es verdad que el
sistema de control y de contención de las iniciativas innovadoras, revolucionarias o simplemente originales, estuvo y sigue estando
muy bien construido, blindado y vigilado por
leyes y costumbres dictadas aún y de nuevo
por hombres con poder, para que el círculo
siempre permanezca cerrado y sin fisuras.
VOCES FEMINISTAS Y DEMOCRACIAS
Pero todo tiene su talón de Aquiles y en todo
sistema cerrado pueden penetrar Caballos de
Troya. Es ésta la razón por la que las mujeres pudieron irse colando por las rendijas de
los principios “universales” de Igualdad, Libertad y Justicia y una vez dentro, vindicar
fuertemente su condición humana plena para
llegar a ejercer derechos y deberes como ciudadanas libres e iguales.
Así es que nos encontramos en un cruce de
culturas: por un lado: la cultura misóginamachista, legitimada por tradiciones, inercias y normalización de costumbres, modas
y modos de vida estereotipada en cuanto a
posiciones, roles y modelos masculinos y femeninos y, por otro lado, un potente discurso
26
igualitarista, libertario y de justicia, de derechos humanos y de equidad, en las oportunidades y en el trato, equiparables en mujeres
y en hombres, cuya condición diferencial no
debe ser más que la biológica, sexual y reproductiva. Este cruce de culturas, producto de
la evolución, se ha convertido en un choque
de culturas, que produce cataclismos.
La violencia machista y misógina ejercida
contra las mujeres tiene milenios de duración
y se ha mantenido gracias a la legitimación
legal, social y cultural y a sistemas dogmáticos binarios de creencias innatistas, impuestas por la fuerza del aleccionamiento y de la
coacción. Pero es ahora cuando los discursos de libertad, igualdad y justicia, deslegitiman, e incluso sancionan como delictivas e
ilegales, las acciones contra las mujeres, las
injusticias, el trato discriminatorio negativo,
la privación de libertad, la coacción, el abuso
sexual o reproductivo o la apropiación indebida de sus capacidades, como delitos, una vez
que los ordenamientos jurídicos patriarcales
se han abierto un poco a la reforma, por no
incurrir en incorrecciones políticas evidentes.
Este es el verdadero choque de culturas: la
machista-misógina y la igualitarista-humanista. La primera está deslegitimada, pero goza
de salud de hierro, la segunda está elevada a
categoría de discurso oficial y reglamentario
pero carece de alimento para su crecimiento
y normalización y, por tanto, languidece. Y es
ahí donde se han producido algunas iniciativas para “paliar” los efectos indeseables de la
violencia ejercida contra las mujeres, sobre
todo de la violencia física, visible, escandalosa y vergonzosa para nuestra cultura actual
que hace gala de modernidad.
Como en todos los avances en derechos y
oportunidades para las mujeres, han sido las
feministas las que levantaron la liebre e iniciaron, contra viento y marea, la vindicación,
primero testimonial y luego efectiva y, muchas veces en un plano privado, privadísimo,
hasta de recursos, de legitimidad, de profe-
sionalidad, de tiempo y de espacios propios.
Las feministas enseñaron en secreto a niñas
a leer y a escribir, organizaron la planificación reproductiva y la salud sexual de forma
marginal o clandestina, acogieron a las que
huían de la violencia machista, abrieron vías
de discusión, presionaron para que se cambiaran las leyes, se introdujeron en ámbitos
prohibidos para ellas, emboscadas, disfrazadas. Las feministas no sólo fueron ni son
mujeres blancas de clase media culta, como
ahora se pretende hacer ver. Las feministas
están y han estado en y por todas partes y
gracias a ellas algunas generaciones de hijas
no han tenido que pasar por lo que pasaron
sus madres y antepasadas.
Pero a las feministas todavía nos falta mucho
poder feminista y mucha voz propia. La pequeña parcela que hemos obtenido a base de
evidenciar la injusticia de la privación de poder, debida a la falta de redistribución, de reconocimiento y de representación, no acaba
de articularse de forma potente y eficaz, porque es un poder desempoderado, del que hay
que pedir permiso o perdón en su ejercicio
y que se deslegitima por cualquier razón sin
peso. Porque lo que tenemos, en el mejor de
los casos, es poder vicario, delegado, secundario, y voz de obediencia y lealtad debidas
a quienes manejan los nombramientos. Así
es que por eso las cosas no cambian a ritmo
adecuado y no se oyen, se difunden ni se estudian las cosas que conciernen a los derechos
y oportunidades de las mujeres de manera
profunda y amplia.
Para ilustrar esta afirmación nos haremos
algunas preguntas: ¿Quién conoce bien las
causas del maltrato, el abuso y la violencia
contra las mujeres por el mero hecho de serlo? ¿Quién lo explica, lo difunde y tiene la
oportunidad de que sus ideas se publiciten?
La ignorancia social al respecto es enorme,
pues nunca se aprendió y, además, se pasa
un poco por encima, como si fuera peligroso o sospechoso el hacerlo. Con un poco de
suerte, en torno al 25 de noviembre, tenemos
la ocasión de escuchar a alguna persona experta decir alguna frase de lo que sabe. Pero
una inmensa mayoría continúa desconociendo qué es la violencia contra las mujeres y por
qué sigue reproduciéndose como por esporas
y creciendo con una salud de hierro.
LAS CASAS DE ACOGIDA COMO MURO DE
CONTENCIÓN
De lo anteriormente dicho podemos deducir
el por qué de la aparición de casas de acogida, centros, refugios, viviendas tuteladas, etc,
para mujeres maltratadas. Ya sabemos que,
por todo el mundo, existen múltiples modelos, orientaciones, estilos, razones y situaciones respecto a estas instituciones. Pero todas
ellas han nacido y subsisten para paliar los
efectos del peligro inminente de muerte o de
lesiones físicas graves, propiciadas por un varón misógino y machista violento, contra una
mujer concreta. Bueno, por muchos contra
muchas.
Por eso, existen múltiples estilos e ideologías
acogedoras de estos espacios, recursos diversos, iniciativas complementarias. Según pensemos que la violencia ejercida contra una
mujer concreta ha sido casual, social, familiar o personal, por causa de la vulnerabilidad
de su carácter o de su economía, porque es
débil o dependiente, no sabe defenderse ni
autoprotegerse, se autoengaña, es demasiado confiada o ingenua, no valora el riesgo, se
aferra a un clavo ardiendo para no caer en
soledad, etc…
También podemos considerar al agresor y
maltratador como psicópata, desviado de la
norma social, frustrado, enloquecido, airado, celoso, provocado, etc… Casi todas estas ideologías: psicologicistas, asistenciales,
caritativas o familiaristas son patriarcales y
acríticas, sin revisión y, por tanto irán al síntoma, no al síndrome de “dominio-sumisión”,
en el que se hallan encerradas muchísimas
27
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
personas por el mero hecho de haber nacido
machos o hembras de la especie humana y
haber interiorizado la idea de superior-masculino e inferior-femenino.
Y, claro, echamos de menos que los espacios de acogida y refugio para las mujeres ya
violentadas o en riesgo duro de serlo, amenazadas y acorraladas por el machismo y la
misoginia, no sean espacios específicamente
feministas para que puedan introducir en su
seno la idea de la igualdad, de la justicia y de
la libertad de las mujeres para elegir diversas
formas de vida.
Las políticas feministas de defensa de las
mujeres para que puedan vivir libres de violencia sexista, son integrales y globales y, por
tanto, complejas y costosas, pues requieren
de prioridad política, presupuesto económico
y preparación profesional, con el fin de zarandear al patriarcado para deslegitimarlo
primero, neutralizarlo más tarde y hacerlo
desaparecer como objetivo último.
Las casas de acogida son sólo “tiritas” para
tapar y aliviar personalmente heridas visibles
y superficiales de un daño social interno y
muy grave. Por dentro sigue la infección haciendo camino. Las tiritas pueden ser de buena o de mala calidad, las podemos poner bien
o mal, pueden proteger o tapar un sitio inadecuado o correcto, las podemos poner con
fé y confianza, pero la infección que supone
contagio machista, misógino y sexista, sigue
riendo y haciendo su curso.
Por eso las casas de acogida estarán siempre
en profunda crisis: para crear nuevas, para
dictar normas, para ampliar o disminuir
sus recursos, cambiar de lugar, negociar el
funcionamiento. Siempre estarán en crisis
mientras las sociedades estén organizadas
de forma patriarcal y una enorme cantidad
de varones de toda clase y condición sigan
pretendiendo que una gran cantidad de mujeres de toda clase y condición se pongan a su
disposición y les presten servicios muy apreciados e imprescindibles para ellos: sexuales,
28
reproductivos, domésticos, de cuidados personales, de calidad de vida personal y social,
etc… Siempre estarán en crisis, porque somos todas las mujeres del mundo –vivamos
donde vivamos– las que estamos conceptualizadas como dependientes de la autoridad de
los varones, aunque ya no lo notemos tanto
en esta parte del mundo y podamos algunas
escapar de este destino, insoslayable para
otras. Porque esta violencia es simbólica sobre todo y se basa en prejuicios, aprendizajes de género, creencias, clichés. Mientras los
varones en su conjunto no entiendan que lo
femenino es humano y que les concierne y
que lo masculino como superior ya no tiene
lugar en este mundo, que la igualdad es una
ventaja también para ellos y que las mujeres
son seres humanos equivalentes a ellos que,
además, tienen la capacidad de reproducir
la vida dentro de sus cuerpos, como un valor
añadido y no restado, no desaparecerá la violencia que subyuga a mujeres de toda clase y
condición, origen y situación.
SORORIDAD Y ALIANZAS ENTRE MUJERES
La “casa de acogida” por excelencia es el
feminismo, la sororidad, el “tú como yo”, el
género “devaluado” como seña de identidad,
como categoría de análisis, como sistema de
empoderamiento y como motor de transformación contundente. ¿Por qué digo devaluado? ¿Qué tenemos o no tenemos las mujeres,
de más o de menos, para no ser consideradas
libres e iguales sin más condiciones que la
humana de coexistir y habitar con nuestros
pares los varones?
Esa es la gran oferta del feminismo para la
humanidad: el camino hacia la eliminación
de las categorías dicotómicas y jerárquicas de
lo masculino y de lo femenino.
Para lograr más claridad en este análisis que
acabo de hacer, propongo hacer un ejercicio
de imaginación retrospectiva y deslocalizada
de nuestro ahora y de nuestro aquí:
Imaginemos o recordemos una sociedad patriarcal pura y dura, sin fisuras ni escapatorias, sin contaminación. Creo que no tenemos que imaginar tanto: la hemos tenido en
nuestros zonas rurales hasta no hace tanto,
la tenemos aún en determinadas familias,
en comunidades gitanas o en grupos étnicoreligiosos instalados en cualquier barrio de
cualquier ciudad, a nuestro lado. También tenemos algunas películas que muestran estos
ambientes y algunos sucesos recientes: recordemos aquí cómo a un maltratador de su mujer la justicia democrática le rebaja la pena
por haber participado en misiones militares
en Afganistán, por ejemplo.
En este tipo de grupos humanos, ¿cómo funciona la violencia ejercida contra las mujeres
y para qué sirve?
Cuando una mujer convive con un hombre
peligroso y violento contra ella, ¿qué tipo
de consejos y razones recibe de su entorno?
¿Alguien la acogería para esconderla de su
agresor? ¿Se la culpabiliza a ella del maltrato que sufre? ¿Se habla de mala suerte?
¿Alguien con más poder sacaría la cara por
ella? ¿Estigmatizarían y aislarían al agresor,
lo juzgarían como peligroso socialmente, lo
considerarían delincuente? ¿Le aconsejan a
ella que aguante, que Dios lo ha querido así,
por sus hijos, por el qué dirán, para conservar la aceptación del grupo o el honor de la
familia?… La violencia que se ejerce contra
mujeres concretas por parte de varones concretos, de forma bastante impune, muestra
una imagen de terror para las otras y de conformismo si no les pasan cosas tan graves,
para lograr obediencia y sumisión en origen,
de forma autoregulada por ellas mismas.
Esta propuesta de imaginar “otra” situación
la hago aquí precisamente para que podamos
entender que muchas de estas actitudes y
creencias aún residen en muchas conciencias
y mentalidades de personas que son ciudadanas y no súbditas, es decir, sujetos de derechos y deberes. Estas viejísimas actitudes
y mentalidades –también enraizadas en muchos hombres “modernos” con poder– chocan frontalmente con las propuestas feministas de Igualdad, Libertad y Justicia para las
mujeres al igual que para los varones.
Entre las propuestas feministas se hallan sin
duda las políticas activas de compensación de
las desigualdades y discriminaciones de género, entre las que las Casas de Acogida tienen un papel relevante.
Feministas fueron las que crearon los primeros refugios para defender la libertad de las
mujeres amenazadas y maltratadas. Feministas de distintas orientaciones, formación o especialidad; incluso las que llamamos feministas espontáneas, que no se reconocen como
tales ni están organizadas, pero actúan, piensan y sienten como feministas. Pues se tiene
que ser feminista para poder comprender que
las mujeres que necesitan los refugios no son
reincidentes ni inconscientes, ni masoquistas, flojas dependientes, aprovechadas o enamoradizas patológicas y para saber a ciencia
cierta que no han hecho nada para merecer
eso. Se necesita saber que estas mujeres se
han convertido en bonsais de lo humano, a
base de ser recortadas continuamente e inmovilizadas en ámbitos de relación empobrecidos por círculos viciosos de dominiosumisión. Y también se necesita saber que
esta violencia no es comparable a otras, pues
se ejerce sólo para conservar el estatus superior como varón, sea éste de la clase, origen y
condición que sea. Y hay que saber también
que esta conducta se sigue insertando en el
estilo vigente de socialización de todos los varones: la idea errónea de que por haber nacido machos de la especie tienen garantizado
el status de superior, el privilegio de ser servido y seguido por las mujeres de su vida y el
aprendizaje en serie de que por la fuerza y la
coacción se consiguen relaciones rentables y
beneficios personales. Muchos hombres también practican esto con sus iguales varones
pero, sobre todo, con sus iguales mujeres, a
29
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
sabiendas de que ellas no han sido socializadas para autodefenderse y que no consideran
la violencia como una forma rentable y exitosa de relación y, por tanto, existen muchas
posibilidades de que no pongan ese motor en
marcha, de que no se la devuelvan.
Así es que mientras tanto… vamos a describir sucintamente una casa de acogida feminista, sabiendo de antemano que será descalificada, como todo lo que las feministas han
intentado a lo largo de la historia, pero que
finalmente se ha conseguido para todas de
forma normalizada: el voto, la educación superior, las profesiones, el cuidado de la salud,
la alimentación, la libertad de movimientos,
la voz pública. Todo esto, normalizado en la
actualidad, pasó por un proceso que iba de lo
rechazado como impensable a lo real y legal.
Una casa de acogida feminista ha de proponer activamente la superación de los modelos
de mera asistencia, beneficiencia y familiarismo. Los objetivos de las casas de acogida
feministas son transformadores, críticos, dialécticos. Las mujeres entran muy graves, por
urgencias, pero tienen que salir “otras”: sanadas, autónomas, empoderadas, dueñas de
sus proyectos de vida.
Para ello tiene que producirse la deconstrucción del círculo vicioso y sesgado de dominio
(masculino)+sumisión (femenina) para ser
reemplazado por el virtuoso y equitativo de
libertad (femenina y masculina) +igualdad
(femenina y masculina). Y para ello se necesitan profesionales feministas o profesionales
con una buena formación feminista en género
e igualdad. Y también se necesitan políticas y
gestoras feministas que apuesten por la libertad e igualdad de forma prioritaria, decidan
invertir en ello y tengan suficiente poder para
conseguirlo.
Las casas de acogida feminista serían espacios saludables y sostenibles de libertad,
conocimiento y sororidad. Y, sobre todo, las
casas feministas de acogida no tendrían que
ser nunca espacios de encierro físico ni sim30
bólico, sino de apertura hacia otros horizontes, porque las maltratadas, abusadas y amenazadas de muerte tienen que librarse de los
vínculos tóxicos e iniciar o, reiniciar en su
caso, una representación de sí mismas como
seres humanas libres e iguales.
Y, ¿cómo se hace esto sin poder feminista? Sólo
conocemos una fórmula, que ha dado resultado históricamente: “Contra viento y marea”:
insistiendo, resistiendo, formando alianzas
estratégicas y tácticas, poniendo en marcha
el Caballo de Troya, difundiendo ideas, cultivando conciencia de género, sensibilizando a
la población con y sin poder, provocando la
necesidad y el deber de justicia hacia las mujeres y arrancando presupuestos y recursos a
los hombres con poder. Como siempre hasta
ahora. Pero no habrá un cambio cualitativo
visible y llamativo hasta que no se gestionen
las políticas de igualdad con estilo feminista,
que no es ni más ni menos que el humanista,
inclusivo y compensatorio de las desigualdades heredadas en razón del sexo y del género
adjudicado a unas y a otros.
La mayoría de casas de acogida no se podrían
definir como feministas, aunque algunas
tengan sus esfuerzos y trabajos firmados por
feministas en su seno. Las mentalidades que
llevan a otros modelos de casas de acogida
tienen mucho más poder real y fáctico: tratar a las maltratadas, abusadas y amenazadas de muerte como víctimas, responsables
o culpables de su situación, desahuciadas y
marginadas, débiles, frágiles, dependientes,
incapaces y, por ello, “especialmente vulnerables”, es algo que las sociedades actuales
sí están dispuestas a admitir, tratando las
casas de acogida como simple recurso social asistencial, como casa de beneficencia,
de reposo o de salud, con tratamiento de
las patologías que se cree han provocado la
situación: alcoholismo, enfermedades mentales, adicciones, secuelas de abusos sexuales, marginación o desestructuración familiar, etc… considerando a un tiempo que los
maltratadores y potenciales asesinos están
temporalmente privados de humanidad, de
compasión y de racionalidad y que pueden
cambiar respecto a ellas. Y por eso decía al
principio que las casas de acogida estarán
siempre en crisis, porque no se suele hacer
el diagnóstico adecuado de las causas del sexismo social que han llevado ahí a la mujer
y, por tanto, se hace muy difícil la aplicación
del tratamiento adecuado.
Pero mientras tanto… tenemos que seguir
presionando sin tregua, para transformar
las políticas de igualdad y los estudios profesionales. Sin la orientación feminista las
casas de acogida se pueden convertir en encierros inmerecidos, como exilios impuestos
de la vida cotidiana, como lugares de normas ajenas a la experiencia de cada una de
las residentes. Pero la orientación feminista
es exigente y no podrá tolerar –ni siquiera
pasivamente– el colaboracionismo con la misoginia patriarcal ni con el machismo de él
resultante.
Para dar tinte feminista a las casas de acogida, éstas tendrían que ser a la vez escuelas de aprendizaje feminista de la violencia
que se ejerce sobre las mujeres, lugares de
prácticas de estudiantes, de investigaciónacción, de I + D + I. Lo que podemos proponernos –en teoría aún– es convertir las
casas de acogida en centros de residencia
y estudio para quienes deseen especializarse en estas materias, interaccionando.
Lo mismo que se hace con las aulas de la
naturaleza, donde estudiantes, profesionales y escolares hacen sus observaciones y
estudios y aprenden qué cosas provocan
los desastres y cómo evitarlas y donde se
organizan estancias de personas de otros
países para conocer de primera mano las
realidades.
A las abusadas, maltratadas y amenazadas
de muerte no hay que privarlas de libertad,
esconderlas o privatizarlas, hay que reconocerlas y apoyarlas para que puedan contra-
rrestar el síndrome del bonsai o del gusano
y empoderarse, sabiendo que la humanidad
avanzará a medida que su propio caso se resuelva y avance.
Para terminar diré que la construcción de un
nuevo tipo de relaciones entre los sexos es
una asignatura pendientísima de todas las
democracias modernas, que no se aprende
sola, que requiere de esfuerzos grandes, de
prioridades políticas y económicas, de conocimientos, investigaciones y estudios, pero
que será la única manera de pasar la página
de la llamada de forma conformista “lacra
social” por todo el mundo, pero con despreocupación de las fórmulas para su erradicación. Fórmulas que tendrán que pasar, sin
duda, por la extirpación de las ideas erróneas correlacionadas de superior = masculino e inferior = femenino.
Todas las ideas y propuestas feministas
son complejas y han pasado por etapas de
incomprensión social y cultural e, incluso,
de persecución, deslegitimación o ridiculización. Recordemos lo que se dijo y se hizo
contra las sufragistas. Todas pretenden eliminar las raíces del patriarcado, por eso son
radicales, y son insurgentes porque surgen
para la transformación y la vindicación de
los cambios necesarios. Las casas de acogida
no lo son menos. En otros tiempos a las mujeres en dificultades –y, entre ellas las maltratadas, abusadas y perseguidas en razón
de su sexo– no se las acogía sino que se las
lapidaba, se las hacía culpables de su situación, se las repudiaba, se las exiliaba, se las
expulsaba del seno de sus grupos sociales y
familiares.
Así es que os invito a que pensemos en clave
de presente: en clave de presión continua, de
esfuerzo productivo y de vindicación colectiva. Las cosas han cambiado mucho, pero
no han cambiado tanto las cosas como para
abandonar la presión sobre quienes manejan poder y recursos.
Ahí estamos ya, pero aún estamos ahí.
31
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
LAS CASAS DE LA MUJER DE BADAJOZ
Y CÁCERES
M.ª Isabel García Trigo
Directora de la Casa de la Mujer de Cáceres
M.ª Josefa Dolores Vázquez Rafael
Directora de la Casa de la Mujer de Badajoz
RESUMEN
En 1985 se creó la Casa de la Mujer de Cáceres y más tarde, en 1998 la de Badajoz.
A pesar de que hay una Casa en Badajoz y otra
en Cáceres, podemos hablar como de una sola
ya que están totalmente coordinadas y se trabaja en ambas con la misma estructura y objetivos, actuando como órganos dinamizadores
de programas concretos para avanzar hacia
un cambio social cualitativo en la igualdad de
oportunidades de mujeres y hombres.
En la Casa de la Mujer se dispone de tres espacios diferenciados: espacio de información,
orientación y documentación; espacio de formación, encuentros y participación y espacio
de acogida.
Las líneas de intervención que se trabajan son:
1. Sensibilización y formación, para reducir la
violencia contra las mujeres, tratando de cambiar las normas y valores que las toleran y fomentan, actuando sobre todo en áreas como
la Educación, Área de Salud, Área de Fuerzas
de Seguridad del Estado y Área Jurídica. 2.
Coordinación, desarrollando mecanismos de
intervención y coordinación entre los distintos
Servicios como Sanidad, Justicia, Seguridad,
Servicios Sociales, Instituto de Medicina Legal,
realizando jornadas de intercambio de experiencia y creando Comisiones. 3. Metodología:
intentando conseguir un Centro abierto y flexible, realizando una gran cantidad de actividades dentro y fuera del Centro.
Actualmente por la implantación de la Ley Integral y por las medidas adoptadas, el Espacio
de Acogida va siendo menos necesario ya que
a las mujeres se les da solución a su problema
32
antes de llegar a la situación de acogimiento,
gracias a la gran coordinación existente entre
los distintos organismos y entidades que componen la Red contra la violencia de género.
En un futuro pretendemos seguir trabajando
desde la prevención y la sensibilización, incidiendo principalmente en tres puntos de actuación: espacio asistencial, espacio de salud
y espacio de sensibilización y formación.
En Mayo de 1985 se crea en Cáceres el Centro Regional de Atención a la Mujer (CRAM).
Ésta Casa de Acogida para mujeres víctimas
de malos tratos fue el inicio en Extremadura
de las políticas de igualdad.
El 7 de Junio de 1988 se creó la Asesoría Ejecutiva de la Mujer cuyo principal objetivo era la
promoción y el fomento de las condiciones para
posibilitar la plena participación de la mujer extremeña en la vida política, económica y social,
así cómo la eliminación de cualquier forma de
discriminación por razón de sexo.
La Asesoría Ejecutiva de la Mujer elaboró el
primer Plan de Igualdad de Oportunidades de
las Mujeres de Extremadura para alcanzar la
igualdad de oportunidades entre los/as extremeños/as, fomentar la participación activa de
las mujeres en la consecución de soluciones
a los problemas específicos que tienen como
colectivo en todos los ámbitos de la sociedad
y por otra parte neutralizar los mecanismos
de discriminación que persisten en la sociedad, fomentando el acceso de las mujeres a
los recursos culturales y a la investigación.
En diciembre de 1991 se da un paso importante en el camino hacia la igualdad con
la creación de la Dirección General de la
Mujer, órgano institucional responsable de
las Políticas de Mujer en la Comunidad Autónoma.
El 1 de enero de 1.997, la Cooperativa de Trabajo Asociado “El Comienzo”, asume la gestión de la Casa de la Mujer.
El 8 de marzo del mismo año, se produce
una gran transformación dando lugar a una
nueva andadura de la Casa de la Mujer de
Cáceres, estructurándose en los tres grandes
espacios en los que aún al día de hoy se distribuye.
En 1.998 se crea la Casa de la Mujer de Badajoz.
Ambas casas funcionan con la misma estructura y objetivos. En esta última década su
trabajo fundamental es actuar como órganos
dinamizadores de programas concretos para
avanzar hacia un cambio social cualitativo en
la igualdad de oportunidades de mujeres y
hombres.
Los tres grandes espacios se disponen como:
1. Espacio de Información, Orientación, y Documentación
• Oficina para la Atención y Asesoramiento Integral de las Mujeres.
• En él se actúa como centro de referencia
para dar atención puntual e individualizada a cada mujer que lo solicite, siendo
también Centro canalizador hacia los
servicios especializados.
• Biblioteca especializada en temas de
igualdad de oportunidades.
El ámbito de actuación de este Servicio incluye a todas las Mujeres de Extremadura que
se encuentren en situación de desamparo,
frente a la violencia ejercida sobre ellas sin
distinción de ninguna clase. La estancia está
limitada por la resolución de la situación socio-jurídica o por la decisión voluntaria de las
personas a él acogidas. Las prestaciones que
se ofrecen son totalmente gratuitas.
En él pueden encontrar protección ante posibles agresiones, disponer de un tiempo y un
espacio para reflexionar sobre su situación
personal y plantearse que hacer en el futuro.
Así mismo se facilita asesoramiento jurídico,
social, psicológico e información sobre los recursos de la Comunidad.
En general se puede valorar como muy positiva
la nueva dimensión de las Casas de la Mujer. La
divulgación y el cambio que han experimentado
a lo largo de los años han sido considerables.
Líneas de Intervención
1. Sensibilización y Formación
3. Espacio de Acogida
La formación no es solo una posibilidad de salir de situaciones desfavorecidas, en muchas
ocasiones es preventiva para no caer en ello.
Para reducir la violencia contra las mujeres
seria necesario cambiar las normas y valores
que la toleran y fomentan. Para ello las actuaciones van encaminadas, por una parte, a las
áreas de sensibilización y por otra, al área de
educación.
• En el área de sensibilización destacaremos:
Gestiones para la creación de la Comisión
Permanente, Seminarios de formación y
sensibilización en distintas áreas.
Es un Servicio que presta acogida puntual a
mujeres víctimas de violencia que, acompañadas de sus hijos/as, deciden acabar con
la situación a la que se ven sometidas y no
disponen de recursos económicos, familiares,
sociales o personales para resolverla.
• Área de Educación.
– En el área de educación debemos de reducir todas aquellas actitudes sexistas, es decir las que refuerzan la superioridad de un
sexo sobre otro. Una manera de conseguir
estos cambios sería mediante la educación
2. Espacio de Formación, Encuentros y Participación
El objetivo fundamental es la formación, promoción, sensibilización, y participación de las
mujeres. Para ello se realizarán programas
de actividades formativas y se promocionan
espacios de encuentro y debates para fomentar la participación social.
33
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
en igualdad de niños y niñas. En este sentido, se ha creado un Seminario Permanente
conjuntamente con el Centro de Profesores
y Recursos de Cáceres.
– Elaboración de material educativo.
– Movilización de la Comunidad Educativa.
Se realizan programas educativos innovadores en materia de coeducación con las
AMPAS y Centros Educativos.
– También se trabaja activamente con Colegios e Instituto.
– En la actualidad se está iniciando la comunicación con la Universidad, sobre
todo con la Facultad del Profesorado.
– Igualmente la cooperación con el movimiento asociativo es estrecho, con atención puntual y cesión de espacios para
reuniones o cualquier tipo de acto requerido.
– Elaboración y publicación de una Guía
Educativa.
• Área de Salud.
– Formación de profesionales relacionados
con el ámbito de la salud.
Se han realizado diversos cursos, dirigidos a los profesionales de la salud a través
de la Escuela de Salud y del Área de la
Gerencia de Cáceres.
– Criterios comunes para la atención sanitaria en violencia de género con la Gerencia
del Área de Salud.
– Elaboración de una Guía de Salud.
• Área de Fuerzas Seguridad del Estado.
Formación continuada y progresiva, así
como coordinación con Policía Nacional,
Local y Guardia Civil.
• Área Jurídica.
– Asesoramiento jurídico.
– Seguimiento de las Órdenes de Protección
a través del Punto de Coordinación.
– Realización de Informes de Impactos de
Género.
34
2. Coordinación
– Se han desarrollado mecanismos de intervención y coordinación con los distintos
Servicios tanto de Sanidad, Justicia, Seguridad, Servicios Sociales, especialmente con el Instituto de medicina Legal para
mejorar la eficacia de la atención integral
– Jornadas de intercambio de experiencias.
– Creación de Comisiones.
3. Metodología
Se sigue un criterio de coordinación horizontal, dinámica y viva, en el que los objetivos
y la planificación se intercambian, se dinamizan y evalúan entre todos los profesionales intentando conseguir un Centro abierto
y flexible, consiguiendo una gran capacidad
de actividades dentro y fuera del Centro.
Hacia una nueva etapa
Tanto la Ley Integral como las medidas adoptadas han hecho que el Espacio de Acogida
sea cada vez menos necesario. Por tanto se
pretende seguir avanzando en el proceso de
prevención y sensibilización, para iniciar una
nueva etapa con tres puntos de actuación:
1. Asistencial, que es un centro de día para
mujeres que han sufrido violencia y que
necesitan conciliación de su vida familiar
y social.
2. Espacio de Salud para mujeres, terapéutico.
3. Espacio de sensibilización y formación
(Escuela de Formación en Igualdad) para
seguir trabajando en aquellos ámbitos de
actuación de interés para el desarrollo de
la normativa actual en materia:
• Profesionales del sistema sanitario.
• Profesorado de enseñanzas primaria y
secundaria.
• Personal de los servicios de empleo y
formación, públicos y privados
• Periodistas y personal de los medios de
comunicación
• Cuerpos y fuerzas de seguridad del estado
• Funcionariado al servicio de la Administración Autonómica Extremeña
• Empresariado y responsables de la gestión de recursos humanos de las empresas de Extremadura
Desarrollo Cronológico del Instituto de la Mujer de Extremadura
• 1985: Creación del Centro Regional de Atención a la Mujer (cram) de Cáceres – (Casa
de Acogida)
• 1988: Creación de la Asesoría Ejecutiva de
la Mujer (Decreto 34/1988, de 7 de junio)
• 1991: Creación de la Dirección General de
la Mujer (Decreto 123/1991, de 19 de noviembre)
• 1991: Publicación del Primer Plan de Igualdad de Oportunidades para la Mujer de Extremadura (I piomex)
• 1997: Se amplían los contenidos de la Casa
de la Mujer de Cáceres: Información – asesoramiento – atención a mujeres formación
– cursos-Jornadas – encuentros. Espacio de
acogida – casa de acogida a mujeres víctimas de violencia
• 1998: Creación de la Casa de la Mujer de
Badajoz.
• 1998: Publicación del Plan de Actuación del
Gobierno Extremeño para avanzar en la
Erradicación y la Prevención de la Violencia contra la Mujer
• 1999: Creación del Foro extremeño contra
la Violencia de Género (1999, 5 de marzo)
• 1999: Creación de la Comisión Permanente para la erradicación y Prevención
de la Violencia contra la Mujer (Decreto
148/1999)
• 2000: Redacción del Protocolo Interdepartamental para la Erradicación y Prevención de la Violencia de Género (2000,
10 de octubre)
• 2001: Creación de la Oficina de Asistencia
y Asesoramiento Integral a Mujeres Víctimas de violencia de género
• 2001: Creación del instituto de la mujer de
Extremadura (Ley 11/2001, de 10 de octubre)
• 2000/2003: II plan de igualdad de oportunidades para las mujeres de Extremadura
(II piomex)
• 2007: Creación de la consejería de igualdad y empleo (decreto 28/2007, de 10 de
octubre)
• 2007: creación de la escuela de formación en feminismo (ubicada en la casa de
la mujer de cáceres)
• 2006/2009: iii plan de igualdad de oportunidades para las mujeres de extremadura (iii piomex)
• 2008: creación de la red extremeña contra la violencia de género.
• 2008: creación de la red de oficinas de igualdad y de violencia de género
• 2011: promulgación de la ley de igualdad de
mujeres y hombres y contra la violencia de
género en extremadura (ley 8/2011, de 23
de marzo)
• 2011: publicación del protocolo de actuación sanitaria ante la violencia de género
en extremadura.
• 2012: creación de las unidades de igualdad del gobierno de extremadura.
• 2012/2016: iv plan de igualdad de oportunidades para las mujeres de extremadura (iv piomex). (pendiente de aprobación en fechas próximas)
35
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
CASA DE LA MUJER DE BADAJOZ-CÁCERES: UN ESPACIO ABIERTO
36
SISTEMA CANARIO INTEGRAL DE PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN DE LAS MUJERES CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
M.ª Concepción Garrido Martín
Instituto Canario de Igualdad
1. Evolución Histórica
El Instituto Canario de Igualdad (en adelante, ICI) y los Cabildos Insulares han venido
colaborando desde 2002 para la creación y,
hasta la actualidad, para el mantenimiento
y consolidación, mediante la formalización
de convenios, de la Red Canaria de Servicios y Centros para la atención a mujeres
víctimas de violencia de género en Canarias, todo ello bajo los principios de transversalidad, eficacia, calidad, corresponsabilidad, coordinación, descentralización y
homogeneidad. Antes de esta fecha, el modelo era insular o la existencia de recursos
alojativos dependía de la Dirección General
del menor y la familia.
Canarias cuenta con su propia ley de violencia, la Ley 16/2003, de 8 de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres
contra la Violencia de Género cuyo artículo
5 define el Sistema Canario Integral de Prevención y Protección de las Mujeres contra la
Violencia de Género como el conjunto integrado de actividades, servicios y prestaciones
desarrollados por las administraciones públicas canarias, por sí mismas o en colaboración
con la Administración General del Estado o
con las entidades públicas y privadas colaboradoras, tendentes a la prevención de situaciones de violencia contra las mujeres, así
como su asistencia, protección y reinserción
ante dichas situaciones de violencia, para garantizar su dignidad personal y el pleno respeto de su entorno familiar y social.
Asimismo, Canarias cuenta con la ley 1/2010,
de 26 de febrero, de Igualdad entre Mujeres
y Hombres.
Los citados convenios tienen por objeto:
1. La realización de actuaciones de sensibilización y prevención de la violencia de
género en el ámbito de sus competencias.
2. La gestión de los recursos para el impulso
de la Red, a través de:
• Atención inmediata a través del Dispositivo de Emergencia para Mujeres Agredidas (D.E.M.A).
• Atención e Intervención Especializada
a través de servicios y centros de información, orientación y asesoramiento, así
como de atención e intervención integral
y multidisciplinar.
• Acogida temporal a través de los centros
alojativos en sus diferentes tipologías;
Centros de Acogida Inmediata (CAI), Casas de Acogida (CA) y Pisos Tutelados (PT).
3. La sistematización de la información sobre violencia de género, con la finalidad
de disponer de la documentación necesaria que permita conocer la situación real
y establecer estrategias destinadas a la
prevención y erradicación de la violencia
contra las mujeres.
2. Distribución de competencias
La actuación de las administraciones públicas
canarias se ajusta a los principios de coordinación y colaboración en el ejercicio de las
competencias que se les atribuyen y en la planificación, programación y prestación de los
distintos servicios, así como a los principios de
eficacia y eficiencia. La distribución de funciones y competencias responde a los principios
de máxima proximidad a las personas usuarias y de atención al hecho insular, garantizando la efectiva descentralización de los servicios, prestaciones y medios de atención a las
mujeres víctimas de violencia de género.
En general, la prestación de servicios y gestión
de los recursos corresponde a los Cabildos Insulares y a la Comunidad Autónoma, la planificación de servicios y prestaciones, coordina37
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
ción a nivel regional y la alta inspección. Los
municipios colaboran con los Cabildos.
Una circunstancia que ha condicionado el
modelo de gestión es el hecho insular, pues
requiere un modelo de gestión descentralizado, que garantice la homogeneidad e
igualdad de trato de las mujeres víctimas
de violencia de género, independientemen-
te de la zona donde se produzca la problemática.
Otro condicionante del modelo es la orografía
del terreno, que complica el transporte de las
usuarias, la ubicación de los recursos, no solo
para la atención al factor específico de la violencia de género, sino para la búsqueda de soluciones integrales, tales como la inserción laboral.
3. Medios de financiación/ presupuesto y administración económica
Aportaciones económicas de los Convenios ICI – Cabildos en 2012
ISLAS
TENERIFE
LA PALMA
GOMERA
HIERRO
GRAN CANARIA
LANZAROTE
FUERTEVENTURA
TOTAL
APORTACIÓN
% sobre
APORTACIÓN
% sobre
C.A.C. (ICI)
2.029.050,00
250.500,00
80.150,00
55.110,00
2.029.050,00
355.710,00
215.430,00
el total
60%
60%
50%
58%
50%
50%
50%
CABILDOS
1.352.700,00
167.300,00
80.150,00
40.500,00
2.029.050,00
355.710,00
215.430,00
el total
40%
40%
50%
42%
50%
50%
50%
3.381.750,00
417.800,00
160.300,00
95.610,00
4.058.100,00
711.420,00
430.860,00
5.015.000,00
54%
4.240.840,00
46%
9.255.840,00
TOTALES
La aportación de la Comunidad Autónoma en el año 2012 representa el 54% del total de la financiación.
4. Relaciones institucionales/ coordinación
Es de destacar, el Protocolo de Coordinación
Interinstitucional para la atención de Víctimas de Violencia de Género en la Comunidad
Autónoma de Canarias, en virtud del compromiso contraído el 18 de marzo de 2009
entre la Consejería de Presidencia, Justicia
e Igualdad, la Delegación del Gobierno de
España en Canarias, el Consejo General del
Poder Judicial, la Fiscalía Superior del TSJ y
el Consejo Canario de Abogados, con la finalidad de fortalecer e incrementar la colaboración y coordinación de los diversos órganos e
instituciones que intervienen en el control de
la violencia de género en nuestra comunidad.
En el marco de los convenios de colaboración, se prevé la constitución de Comisiones
38
Paritarias, con la finalidad de llevar a cabo el
seguimiento de la ejecución de los mismos,
así como formular y aprobar propuestas de
funcionamiento del Sistema Social de Prevención y Protección Integral de las víctimas
de la violencia de género (propuestas de acciones y estrategias destinadas a prevenir
situaciones de violencia de género desde el
ámbito social; procedimientos de actuación
coordinada, los protocolos de colaboración y
demás herramientas y modelos de documentación que se acuerden incorporar como instrumentos comunes de uso y obligado cumplimiento por los programas, prestaciones,
servicios y centros vinculados, programa de
formación y perfeccionamiento del personal
adscrito a los distintos servicios y centros,
así como establecer el calendario para su
ejecución, etc)
5. Recursos materiales y humanos
A) El Dispositivo de Emergencia para Mujeres Agredidas (D.E.M.A.)
Corresponde a este servicio prestar asistencia
inmediata a las mujeres, cualquiera que sea
su edad, estado civil, nacionalidad o lugar de
residencia, que se encuentren en territorio de
la Comunidad Autónoma en circunstancias de
emergencia como consecuencia de una situación de violencia de género o riesgo de la misma. Asimismo, también serán beneficiarias del
DEMA las personas dependientes de las mujeres víctimas de violencia de género, especialmente cuando se trate de menores a su cargo.
El Dispositivo es atendido por personal especializado, que actúa de manera coordinada, con
el Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de
Violencia del 1-1-2 (S.A.M.V.V.), así como con
los servicios normalizados de la isla, que en
cada caso se requieran; Administración de Justicia, servicios sanitarios de atención primaria
u hospitalaria, cuerpos y fuerzas de seguridad,
centros educativos, servicios sociales, servicios
de atención a la mujer, o cualquier otro, con la
finalidad de dar una respuesta ágil y eficaz, las
24 horas del día, todos los días del año, a través
de los siguientes medios:
– Acompañamiento al reconocimiento médico inmediato, si éste fuera necesario y, en
su caso, facilitación del ingreso en los centros del Servicio Canario de la Salud.
– Asesoramiento jurídico sobre los derechos
que le competen con relación a la denuncia
de los actos de violencia de género de que
ha sido objeto, medidas de protección de
su persona y de las personas de ella dependientes.
– Acompañamiento y asistencia a la mujer en
todos los trámites que, en su caso, proceda
realizar para poner en conocimiento de las
autoridades judiciales, fiscales y policiales
los hechos de violencia de género o la situación de riesgo, previa conformidad expresa
de la mujer.
– Información sobre las actuaciones y alternativas de la situación legal, conyugal,
familiar o laboral de la mujer víctima de
violencia de género, así como sobre las
prestaciones que se le reconocen y garantizan.
– Acogimiento inmediato de la víctima en los
Centros de Acogida Inmediata por un plazo de 96 horas, sin requerir la denuncia de
ésta y como medida de protección.
Cuando sea precisa la acogida inmediata se
procederá a la valoración de las circunstancias
concurrentes en cada caso, a los efectos de su
derivación al Centro de Acogida Inmediata o
a aquel otro recurso que se considere idóneo.
B) Los servicios y centros de información,
orientación y asesoramiento, así como de
atención e intervención integral y multidisciplinar
Son servicios especializados de carácter multidisciplinar destinados a atender, informar,
orientar y asesorar en las áreas social, jurídica, psicológica, laboral y educativa, así como
realizar, en su caso, una intervención integral
e interdisciplinar con las mujeres ante situaciones de violencia de género.
La atención integral incluye, como mínimo, la
información, la orientación, el asesoramiento,
así como la intervención, el apoyo y el seguimiento en las áreas social, jurídica, psicológica
y laboral, en los casos en que proceda, con el
objetivo de normalizar la situación de la mujer,
promover la autonomía personal, y facilitar su
recuperación e integración social y familiar.
Asimismo, hay que destacar el desarrollo de
programas de intervención específicos con las
y los menores expuestos a violencia de género.
C) Los recursos de acogida temporal:
destinatarias, tipología y condiciones
Destinatarias: Las mujeres y personas de ellas
dependientes en los términos previstos en los
39
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
artículos 23 y siguientes de la Ley 16/2003, de
8 de abril, de Prevención y Protección Integral
de las Mujeres contra la Violencia de Género.
Tipología:
• Centros de Acogida Inmediata (C.A.I):
Son centros de asistencia durante las 24
horas del día, todos los días del año, donde
se proporciona acogida inmediata, a través
del alojamiento y la manutención temporal,
por tiempo máximo de quince (15) días, a
las mujeres que así lo soliciten, por haber
sido víctimas de violencia de género o encontrarse en situación de riesgo, que precisen abandonar su domicilio habitual a fin
de proteger la vida y la integridad física de
la víctima y menores acompañantes.
En el periodo de tiempo que dure la acogida, se realizará una evaluación, análisis exhaustivo y diagnóstico familiar y social, así
como la intervención social, jurídica, psicológica y educativa que los casos requieran.
• Casas de Acogida (C.A.):
Son centros para la acogida, a través de los
cuales se presta alojamiento y manutención temporal, por tiempo máximo de doce
meses, a las mujeres que así lo soliciten, por
haber sido víctimas de violencia de género
o encontrarse en situación de riesgo y que
precisen no retornar a su domicilio habitual,
así como el desarrollo de programas de apoyo e intervención para su fortalecimiento
personal y reintegración sociolaboral.
En el tiempo que dure la estancia, se desarrollarán programas de apoyo, acompañamiento e intervención integral con las
personas acogidas para su recuperación,
fortalecimiento personal e integración social, laboral y/o educativa.
• Pisos Tutelados (P.T.):
Son viviendas destinadas a la acogida temporal, por un periodo máximo de doce meses,
a través de las cuales se presta alojamiento
a las mujeres que se encuentren en disposición de abandonar una casa de acogida o que
40
hayan agotado el plazo máximo de permanencia en la misma, y personas de ellas dependientes, por un periodo máximo de doce
meses. El mantenimiento de los pisos tutelados en las condiciones adecuadas de uso será
a cargo de las personas usuarias.
En estos tres tipos de centros de acogida temporal para mujeres víctimas de violencia de
género se deberá:
– Facilitar a las personas usuarias la cobertura de las necesidades básicas.
– Actuar coordinadamente, entre sí, especialmente el CAI con el DEMA y con las Casas de Acogida, además de con el resto de
servicios y centros de las administraciones
públicas competentes para la prestación y
utilización de los servicios de guardería,
centros educativos, de asistencia sanitaria,
de empleo, servicios sociales u otros, en
función de las necesidades y circunstancias
concurrentes en las víctimas.
– Prestar a las personas acogidas una atención integral y multidisciplinar, que incluya la intervención, el asesoramiento y el
acompañamiento en las áreas social, jurídica, psicológica y educativa, así como laboral en los casos en que proceda, a través
del personal propio del recurso o, en coordinación con los equipos de intervención
especializada en violencia de género.
Condiciones generales para la ejecución
de las actuaciones y servicios
1. Gestionar las actuaciones, servicios y centros del Sistema Social bajo criterios de
coordinación y colaboración con el resto
de los recursos de la isla y, en general, de
la Comunidad Autónoma de Canarias, con
especial observancia del principio de solidaridad, dada la complejidad del fenómeno a abordar y la configuración territorial
del Archipiélago.
2. Disponer de estrategias de planificación dirigidas a optimizar la asignación y la ges-
tión eficiente de los recursos insulares, promoviendo la organización eficaz del trabajo
para evitar la duplicidad de esfuerzos.
3. Actuar con perspectiva de género e intervenir de manera integral e interdisciplinar.
4. Disponer de protocolos de actuación y
coordinación homogéneos para los diferentes servicios y centros que integran la
Red Canaria, a fin de garantizar la igualdad de trato y prestaciones de las personas usuarias de los mismos.
5. Garantizar que las actuaciones, servicios
y centros cubran las necesidades de la población femenina insular, velando por la
coordinación y la delimitación de competencias, así como la suficiencia y calidad
en la dotación del personal, contemplando
la configuración de equipos multidisciplinares y la dotación de las infraestructuras
y equipamientos necesarios.
6. Facilitar la accesibilidad de las mujeres
usuarias de los servicios y centros, favoreciendo la eliminación de las barreras físicas y adoptando las medidas de seguridad
oportunas.
7. Favorecer una colaboración y coordinación permanente entre los/as profesionales y los recursos vinculados a la violencia de género, en virtud del principio de
transversalidad aplicable a las políticas de
igualdad de oportunidades entre mujeres y
hombres (servicios y centros que integran
la Red, ayuntamientos, sistema general
de servicios sociales, de salud, justicia y
empleo), haciendo especial hincapié en el
desarrollo de procedimientos de actuación
en los supuestos de menores de edad víctimas de violencia de género y mujeres en
especiales situaciones de vulnerabilidad.
8. Evitar el desarraigo familiar innecesario
cuando la ausencia de riesgo para la mujer y personas que de ella dependen así lo
permita.
9. Dotar al Dispositivo de Emergencia para
Mujeres Agredidas, a los Centros de Aten-
ción Inmediata y a las Casas de Acogida
del personal suficiente que permita cubrir
el servicio durante las 24 horas del día.
10. El personal adscrito a los servicios y centros ha de tener la formación y sensibilización adecuadas en la materia (violencia contra las mujeres, género e igualdad,
así como aquellas habilidades requeridas
para el desempeño del puesto), para garantizar la prestación de un servicio de
calidad.
11. Garantizar el respeto a los derechos fundamentales y libertades públicas de las
personas usuarias, con especial observancia del derecho a la intimidad, para
lo cual, se asegurará que los servicios se
presten en las condiciones de confidencialidad pertinentes.
12. Disponer de instrumentos sistematizados
que permitan conocer y valorar la satisfacción de las personas usuarias de los servicios, centros y recursos que integran la
Red, así como de los y las participantes en
actividades de prevención y/o formación.
13. Realizar un seguimiento de las acciones
que se ejecuten al amparo del convenio.
14. Colaborar en el desarrollo de las funciones
del Punto de Coordinación para las Órdenes de Protección de las mujeres de la isla.
Demanda recursos de la Red
En los recursos incluidos en la Red Canaria de
Servicios y Centros de atención especializada
a las mujeres víctimas de violencia de género,
resultaron atendidas durante 2011, un total
de 9.573 personas, de las cuales 8.439 fueron
mujeres en situación de violencia de género y
1.134 menores.
Atendiendo a la tipología de los recursos y la
atención prestada, destaca que:
Durante 2011 resultaron atendidas por los
DEMA, 814 mujeres (de un total de 850 alertas), de las cuales 315 necesitaron acogimiento inmediato, junto con 238 menores.
41
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Los servicios especializados de información y
atención multidisciplinar atendieron a 7.255
mujeres y 610 menores de toda Canarias por
situaciones de violencia de género, La demanda total de los Servicios Insulares de Información y Atención Multidisciplinar durante 2011
por islas consta en ANEXO I, al que se incorpora cuadro de la demanda 2012 hasta junio.
Por los Centros de Acogida Temporal en
2011 pasaron:
En los de acogida inmediata (CAI, estancia máxima de 15 días), 187 mujeres y 126 menores.
En las casas de acogida, donde el máximo de
estancia puede ser de doce meses, se acogieron a 112 mujeres y 125 menores.
En los pisos tutelados la demanda fue de 35
mujeres y 35 menores.
En total 334 mujeres necesitaron acogida
temporal en los recursos disponibles, junto
con 286 menores.
En el ANEXO II consta el número de recursos
que integran la red año 2012, según su tipología.
6. Formación externa.
El ICI celebra anualmente el Encuentro Regional del personal de la Red Canaria de Servicios
y Centros Públicos de Atención Especializada
a mujeres víctimas de violencia de género. Se
trata de un encuentro formativo dirigido al personal que trabaja en los recursos de la Red.
Además del encuentro, el ICI convoca anualmente otras acciones formativas sobre distintos
temas. En el año 2012, han sido las de “Formación sobre intervención con víctimas de violencia de género y discapacidad” y “Formación en
intervención con el colectivo de mujeres gitanas
en materia de violencia de género”
7. Sensibilización y concienciación
de otros colectivos
La realización de actuaciones de sensibilización y prevención de la violencia de género
42
constituye parte del objeto de los convenios
ICI-Cabildos, por lo que parte de las mismas
se realizan a nivel insular, previa aprobación
de los programas por las respectivas comisiones paritarias de los convenios.
Además, el ICI elabora diverso material destinado a la sensibilización y prevención, en
su mayoría disponible en la página web del
organismo, como:
 Guía “Sin Machismo Sí, Pásalo” (SMS) para
la prevención de la violencia de género, entre la población juvenil.
 Distribución de material entre servicios y
centros relacionados con la violencia de
género:
 Cuadríptico “Frente a la violencia de género no estás sola.”
 Folleto y Carteles del DEMA
 Folleto SAMVVG del 1-1-2
 Guía para la Atención a mujeres víctimas
de violencia de género.
 Distribución en consulados y embajadas
de los folletos anteriormente señalados,
así como en centros o municipios turísticos de los folletos anteriormente citados
disponibles en diferentes idiomas.
 Guía de Intervención con menores víctimas de violencia de género.
8. Modo de publicitarse
El ICI ha editado la “Guía para la Atención
a Mujeres Víctimas de Violencia de Género”,
como herramienta útil de trabajo y consulta
para profesionales que intervengan frente a
situaciones de violencia de género y como
instrumento de apoyo que ayude a sistematizar la información, los recursos y las respuestas profesionales.
El Instituto hace campañas divulgativas del
Dispositivo de Emergencia para Mujeres
Agredidas (D.E.M.A) y Servicio de Atención
a Mujeres Víctimas de Violencia del 1-1-2
(S.A.M.V.V.), además de difundir todas las
campañas estatales.
ANEXO I
DEMANDA RECURSOS DE LA RED CANARIA 2011
SERVICIOS INSULARES DE INFORMACIÓN Y ATENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
E INTEGRAL EN CANARIAS 2011
Mujeres
víctimas de
violencia
de género
Menores
expuestos
a v.g.
Mujeres
con otras
problemáticas
Total
personas
atendidas
Otros
3.355
305
2.863
65
6.588
FUERTEVENTURA
931
8
78
88
1.105
LANZAROTE
291
26
2
0
319
TENERIFE
2.529
265
0
0
2.794
LA PALMA
112
1
32
0
145
LA GOMERA
19
0
0
7
26
EL HIERRO
18
5
9
0
32
7.255
610
2.984
160
11.009
GRAN CANARIA
1
Total 2011
% sobre el total
66%
5,5%
27%
1,5%
100%
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por los Cabildos Insulares (Memorias 2011).
DEMANDA DE LAS OFICINAS DE ATENCIÓN, INFORMACIÓN
Y ASESORAMIENTO A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
DE GÉNERO EN EL PRIMER SEMESTRE DE 2012
DEMANDA ATENDIDA DEL 1 DE ENERO AL 30 DE JUNIO DE 20122
TENERIFE
LA
PALMA
LA
GOMERA
EL
GRAN
LANZA- FUERTETotal
HIERRO CANARIA ROTE VENTURA
Total de personas
atendidas
2.036
130
22
12
217
645
• Mujeres víctimas de
violencia de género
(casos nuevos y en
seguimiento)
1.833
95
10
12
182
595
203
8
2
0
28
30
• Mujeres con otras
problemáticas
0
27
0
0
7
0
• Otras
0
0
10
0
0
20
• Menores expuestos/
as a la violencia de
género
100%
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por los Cabildos Insulares (Memorias semestrales).
En Tenerife está pendiente de valorar si se incluye un servicio especializado en prevención e intervención psicosocial para mujeres v.v.g. en el municipio de Santa Cruz de Tenerife, incluido en la memoria de justificación, con una demanda atendida de 673 mujeres, de los cuales 226 son expedientes
nuevos. Señalar que en la tabla no se ha incluido este dato.
2
Las islas en las que no se incluye información son aquellas en las que el Cabildo no ha presentado la
memoria semestral prevista en el convenio y por tanto no se dispone de los datos.
1
43
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
ANEXO II
RECURSOS DISPONIBLES EN EL MARCO DE LOS CONVENIOS
ICI – CABILDOS EN 2012
PROGRAMAS, SERVICIOS Y CENTROS POR TIPOLOGÍA EN EL MARCO
DEL CONVENIO ICI- CABILDOS 20123
LA
LA
EL
GRAN LANZA- FUERTETotal
PALMA GOMERA HIERRO CANARIA ROTE VENTURA
TIPOLOGÍA RECURSOS
TENERIFE
Centros de Información,
atención multidisciplinar e
integral (CIAM)
9
1
1
1
24
1
1
38
Dispositivos de Emergencia
para Mujeres Agredidas
(DEMAs)
1
1
1
1
1
1
1
7
Centros de Acogida
Inmediata
1
1
0
1
1
1
1
6
Casas de Acogida
3
1
1
0
3
1
1
10
Pisos tutelados
4
0
–
–
2
–
–
6
Otros Programas de apoyo (*)
–
1
–
0
–
1
2
4
18
5
3
3
31
5
6
71
TOTALES
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por los Cabildos Insulares (Memorias semestral 2012).
(*) Otros Programas de apoyo:
Gran Canaria: Programa de apoyo y seguimiento a mujeres víctimas de violencia de género (en situación de
prostitución), Villa Teresita.
Tenerife: Programa de ayudas económicas y programa de mediación intercultural con mujeres y menores vvg.
Lanzarote: Programa de intervención con menores.
Fuerteventura: Refuerzo de programas de erradicación de la violencia de género (con UGT) y Punto de Información
Sexual.
La Palma: Proyectos de apoyo formativo y laboral, “El valor de la ganadería” y “Mujer Cultívate II”.
ANálisis de la situación en cantabria
SISTEMA DE ATENCIÓN A LA VIOLENCIA
anterior a 2012
Isabel Gómez-Barreda García
Directora General de Igualdad, Mujer y
Juventud del Gobierno de Cantabria
Inexistente evaluación del sistema anterior: ni cualitativa ni cuantitativa desde
el año 2004
Centraré mi intervención en tres puntos fundamentales: la inexistencia de evaluación del
sistema anterior de gestión de la violencia; la
adaptación del sistema de información, asistencia, y acogida a las nuevas necesidades de
la mujeres víctimas y situaciones especiales
que van surgiendo.
A mi llegada a la Dirección General y una vez asumida la responsabilidad de la gestión de todo el
sistema de prevención, atención y acogimiento a
las mujeres víctimas de violencia de género, me
encuentro con una inexistente evaluación de la
gestión del sistema anterior, ni evaluación cualitativa ni evaluación cuantitativa; de tal forma
Para la isla de Gran Canaria se ha tomado como referencia lo previsto en el Anexo del convenio 2012,
dado que no se dispone de la memoria semestral prevista de justificación.
3
44
que, a través de una fundación del sector publico autonómico, por medio de una encomienda
de gestión, se estructuraba un sistema irregular de contratación a cuatro entidades sociales
con sus profesionales; dichas entidades gestionaban de forma parcelada sus servicios, y
así, cada entidad “poseía” sus usuarias para
justificar su permanencia en el sistema, encontrándonos en muchos casos dobles expedientes
de usuarias según el servicio y recurso que hubieran utilizado lo que indicaba un clara falta
de coordinación entre asociaciones que gestionaban el sistema. Eso significa que no había
una única entrada de la víctima al sistema de
atención público sino que cada entidad daba
entrada y/o salida a sus usuarias en función de
sus criterios, programas y disponibilidad. no
había, por tanto, un criterio único o protocolo único de entrada al sistema. A ello, hay que
añadirle la politización de la dirección en los
servicios de atención (que no de sus técnicos
profesionales) a la hora de definir y valorar la
condición de víctima.
PROVISIONAL SISTEMA ACTUAL DE GESTIÓN
Adaptación de los recursos de asistencia, información y acogida a las nuevas
necesidades de las mujeres
Ello nos llevó a una lectura de los informes
anuales de gestión del sistema para tomar
decisiones acerca de la mejor forma de gestionar, adoptando una serie de medidas de
mejoras y de adecuación de los servicios a
las necesidades y demandas sociales de las
mujeres. Al establecer un único criterio de
entrada al sistema, la mujer víctima se convierte en una “única usuaria” desapareciendo
criterios dispares de entrada pasando a ser la
mujer, usuaria del único sistema de gestión,
“ni tuya” “ni mía”. ello implica una mayor
coordinación entre los profesionales y resto
de agentes.
Se trabaja más la autonomía de las mujeres
en la recuperación de su dignidad individual
(grupos de autoayuda, nuevos modelos de intervención psicológica); las mujeres demandan mayor información y asesoramiento del
sistema, necesitan una mayor intervención
psicológica y una mayor orientación jurídica;
asistiendo a una menor demanda de plazas
de acogimiento así como a una menor permanencia en los recursos de acogida (véase el
efecto perverso de las largas estancias en los
centros de acogida según estudio de la ONG
Safe The Children) y una mayor demanda
en servicios especializados de información y
asistencia y se ponen en marcha nuevos programas de intervención dirigidos a menores
que están en acogida.
SITUACIONES ESPECIALES
Nos encontramos ante nuevas situaciones a las que hay que ir dando respuesta
inmediata
Nos estamos encontrando en la actualidad
con situaciones “especiales” o particulares que
exigen, por lo menos, nuestro planteamiento
y posible solución: Mujeres con discapacidad;
Mujeres en exclusión social ¿no llegamos al resto?; Parejas homosexuales; Mujeres mayores
de 65 años; Mujer rural: el conflicto en pareja
no siempre es violencia de género; Mujeres jóvenes– medios de comunicación; Menores: visibilización como victimas, ¿sólo se llega a los
menores que vienen con su madre? ¿el resto?;
Intermediación en temas que afecten a los menores; Mujer victima de trata.
Por último, subrayar que un cambio de gestión del sistema no ha implicado la desaparición de los servicios y programa de atención,
que está previsto y garantizado por ley, sino
“una nueva forma de organizar los servicios
y dar respuesta a las necesidades de las mujeres, cosa que en ocho años no se había evaluado”.
45
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
CENTROS DE MUJER Y RECURSOS de
ACOGIDA en CASTILLA-LA MANCHA
M.ª Teresa Novillo Moreno
Directora General del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha
Desde la Comunidad Autónoma de Castilla-La
Mancha se está estudiando y evaluando el actual modelo de Recursos de Acogida con el fin
de optimizarlos, dando servicios de más calidad y con menores costes presupuestarios.
Con el número de plazas con que se cuenta
actualmente, se cumplen las demandas existentes, dado que los índices de ocupación en
el año 2011 fueron de algo más del 60%.
Se observa la tendencia al alza en la victimización de mujeres jóvenes menores de 18
años por lo que se están estudiando actuaciones conjuntas con la Dirección General de
Menores, tanto en el Programa de Mediación
Familiar como en el de Prevención de Violencia Familiar.
Existe un Acuerdo de coordinación Institucional y aplicación de los protocolos para la
prevención en materia de violencia, estando
representadas todas las Administraciones
implicadas en el tema de violencia: Audiencia
Provincial, Fiscalía, Federación de Municipios, Subdelegación de Gobierno, representantes de diversas Consejerías y de diferentes colegios profesionales, etc. Se realiza una
Comisión Regional y cinco Comisiones provinciales mínimo al año, encargadas del seguimiento y evaluación de la aplicación del
acuerdo institucional.
Tenemos 15 casas de acogida, dos son centros
de urgencias, una es para victimas de trata y
explotación sexual, dos para mujeres jóvenes
46
y el resto para casas de acogida. Disponen de
265 plazas de alojamiento, están atendidas
por 124 profesionales y se produjeron 206
ingresos de mujeres acompañadas por 224
menores. La mayoría de las mujeres que ingresan en nuestros recursos tenían entre 25
y 35 años. De los diferentes tipos de violencia
que se pueden dar, el más ejercido es la violencia psicológica, seguida de la física.
Las ayudas a la salida de la Casa de Acogida
también constituyen otra de las ayudas económicas, consistentes en un pago único de
una cuantía máxima de 1.000 euros para gastos de primera necesidad y una ayuda periódica mensual de 300 euros durante 12 meses,
más 60 euros por hijo a cargo. Durante 2011
fueron 67 mujeres beneficiarias.
La inserción laboral en los Centros de la
Mujer y las Casas de Acogida, trabajan en
la adquisición de habilidades y formación
de las mujeres para el empleo y, además, el
Gobierno Regional, a través de la Consejería
de Empleo, Igualdad y Juventud, desarrolla
numerosas medidas que dan prioridad a las
mujeres víctimas de violencia de género. En
2011, fueron 185 mujeres víctimas de violencia las que han recibido ayuda y han participado en distintos programas en formación y
empleo.
Me gustaría acabar mi intervención agradeciendo la labor de las profesionales de las Casas de Acogida, mencionar mi agradecimiento a las trabajadoras de la Casa de Acogida de
Ciudad Real por su ponencia. También a las
coordinadoras provinciales del Instituto de
la Mujer de las provincias de Ciudad Real y
Guadalajara que nos han ofrecido un estudio
exhaustivo sobre los recursos de Castilla-La
Mancha.
SERVICIO DE ATENCIÓN INTEGRAL Y ACOGIDA DE MUJERES VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GENERO Y SUS HIJAS E HIJOS DE
LA CIUDAD DE CEUTA
Viviane Berros Medina
Centro Asesor de la Mujer de Ceuta
1 y 2 Evolución Histórica y Objetivos
Existe en Ceuta una serie de recursos que
se ofrecen a las mujeres y a los menores a
su cargo para atender las necesidades de
asistencia, información, formación y alojamiento temporal que puedan tener en aquellas situaciones de malos tratos o abandono
familiar, configurándose como una red integral de asistencia que incluye los siguientes
servicios:
(La Normativa reguladora de estos servicios
se ha plasmado en tres Reglamentos publicados en el BOCCE 5051, de mayo de 2011, Nº
de orden 1230).
Casa de Acogida
Adscrita al Centro Asesor de la Mujer dependiente de la Consejería de Educación,
Cultura y Mujer de la Ciudad Autónoma de
Ceuta, y financiada en su totalidad por la
Consejería.
Inaugurada en Septiembre de 1998, definida
como un centro residencial destinado a dar
alojamiento alternativo a las mujeres que se
encuentren en una situación de desamparo
por violencia o abandono familiar, junto a los
menores a su cargo, durante un periodo de
tiempo determinado.
El tiempo de estancia máxima no será superior a seis meses, pudiendo prorrogarse
tres meses más en caso de circunstancias excepcionales debidamente acreditadas por el
equipo técnico.
Prestaciones
Alojamiento y manutención
Refugio, protección, seguridad para ella y sus
hijos.
Atención e intervención social, psicológica y
jurídica en coordinación con el Centro Asesor
de la Mujer y las demás Instituciones Sanitarias, Judiciales, Policiales, Educativas, Asistenciales, particulares etc.
Capacidad
El número de plazas es de 16 entre mujeres
y sus hijos.
Dependencias
Localizada en una zona bien comunicada y
bien dotada de servicios, dispone de espacios
privados y espacios comunes:
Privados. Garantizan la privacidad de las usuarias con sus hijos/as, disponiendo cada unidad
familiar de un dormitorio para su uso exclusivo
Espacios comunes
Un comedor colectivo, una sala de televisión,
una sala de reuniones y de juegos para niños,
cocina, lavaderos, tendederos.
Centro de Emergencia
Con la finalidad de dar acogida y protección
las 24 horas de día, todos los días del año,
facilitándoles con carácter inmediato el alojamiento y la protección necesaria y, en su
caso, derivándolos a los recursos sociales que
más se adecuen a sus necesidades.
La permanencia será de un máximo no aconsejable de 7/12 días.
Pisos Tutelados
Hogares funcionales y temporales en régimen
de autogestión en los que conviven mujeres
47
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
y menores a su cargo, que han sido víctimas
de violencia doméstica o abandono familiar
y que ya no requieren en su totalidad el tratamiento prestado por las Casas de Acogida
pero necesitan asistencia y, en especial, un
alojamiento transitorio hasta alcanzar su autonomía personal.
La permanencia máxima será de un año.
Teléfono de Información gratuito Línea
900 700 099
El Servicio de Información Telefónica para
Mujeres, tiene como objetivo proporcionar a
las mujeres una primera información de carácter gratuito sobre diferentes temas de interés. Se encuentra ubicado en estos recursos
y es atendido por el mismo personal.
Su principal objetivo es fomentar el acceso de
las mujeres a una igualdad de oportunidades
para que puedan ejercer sus derechos, intentar solucionar sus problemas y acabar con la
discriminación todavía existente. Para ello
serán herramientas fundamentales la información, el asesoramiento, el asociacionismo,
la participación en actividades culturales, formativas, de empleo,…
Asimismo se ha convertido en el principal acceso para atender y gestionar los acogimientos en
caso de emergencia a mujeres víctimas de violencia de género en horario externo al oficial.
3. Derivación interna y externa
Existe una Comisión de Valoración como órgano superior de fiscalización de los recursos
de acogida, compuesta por:
– La Consejera con competencias en materia
de mujer o persona en quien delegue, en
calidad de Presidenta.
– Una jurídica del Departamento Jurídico del
Centro Asesor del CAM, quien hará las funciones de Secretaria.
– La Responsable del Centro Asesor de la
Mujer
48
– Una psicóloga del Departamento Psicológico del CAM.
– Una trabajadora del Departamento de Trabajo Social del CAM.
– La responsable de la Casa de Acogida.
Su sede está en el Centro Asesor de la Mujer
y tiene como funciones:
– Resolver la procedencia o no de las solicitudes de acogimiento así como la salida de la
Casa de Acogida.
– Valorar y resolver sobre solicitudes de ampliación del plazo de permanencia de determinadas mujeres acogidas, visto el informe
de el/la responsable de la Casa de Acogida.
– Valorar e informar las situaciones de faltas
graves o muy graves, visto el informe de el/
la responsable de la Casa de Acogida. Podrá proponer la finalización del acogimiento en dichos casos.
– Velar por el cumplimiento de la normativa
del Reglamento.
Es función de la Responsable de la Casa de
Acogida informar por escrito, dando cuenta
a la Comisión de Valoración y resto de departamentos del Cam de cuantas incidencias,
y/o acciones o actuaciones fueran necesarias
para asistir, y realizar el seguimiento de las
mujeres acogidas.
4. Criterios de admisión/exclusión
* Para Casa de Acogida
Admisión
– Se considera mujer acogida a toda aquella
mujer, mayor de edad, sola y/o acompañada de sus hijos/as que, estando en situación
de indefensión por violencia de género,
resida en la Ciudad de Ceuta. Para mujeres residentes fuera de Ceuta puede haber
acogida mediante la oportuna coordinación
entre las Administraciones y otro tipo de
entidades.
– Las condiciones de admisión en la Casa de
Acogida están orientadas por los criterios
de urgencia y necesidad. Se considerará de
actuación prioritaria aquellos casos en que
la integridad física de la mujer esté en grave peligro, en cuyo caso ingresarán en el
Centro de Emergencia.
– Las mujeres afectadas por los malos tratos
que manifiesten la necesidad o voluntad
de ser acogidas deberán seguir el procedimiento siguiente:
* Acudir al Centro Asesor de la Mujer. Un
trabajador/a social de dicho centro estudiará el caso y elaborará en el plazo
máximo de 72 horas el correspondiente
informe social, que someterá a la Comisión de Valoración para su estudio y
resolución sobre la procedencia o no del
acogimiento.
* Si el caso es urgente y no es horario del
CAM, la mujer o los Cuerpos de Seguridad del Estado que la asistan podrán
contactar con el teléfono 112 derivándose a la mujer a los recursos pertinentes.
* En todos los casos se garantiza que la
mujer que se encuentra en esta situación
y no tiene recursos propios sea atendida
y acogida por el sistema de urgencia.
* Cuando las circunstancias lo requieran
se contará con el asesoramiento y colaboración de otros profesionales, mediante la canalización al departamento
jurídico, psicológico, o de empleo del
CAM para el análisis y valoración de la
situación.
Exclusión
– Dada la finalidad de la Casa de Acogida, en
caso de mujeres en situación de drogodependencia o las sujetas a tratamiento psiquiátrico que supongan riesgo para la propia integridad o la del resto de usuarias, se
procederá a contactar con los servicios sociales u otros especializados y competentes
en la materia.
– Motivos de baja:
1. Serán motivos de baja de las mujeres
usuarias de la Casa de Acogida los siguientes:
a) La voluntad expresa de la misma, formalizada por escrito y comunicada a el/
la responsable del centro.
b) Expulsión definitiva de la Casa mediante
el procedimiento establecido en el art.
44, del Reglamento, previa audiencia de
la usuaria.
c) Por falseamiento de datos, documentos
u ocultación de los mismos que no la
hagan susceptible de ser usuaria de la
casa.
d) El cumplimiento de los objetivos de intervención.
e) El transcurso del tiempo establecido
como usuaria de la Casa de Acogida.
f) La pérdida de alguno de los requisitos
que motivaron su ingreso.
g) Que durante el acogimiento se detecte la
existencia de una problemática social o
de salud, que requiera una atención especializada que no se preste en ninguno
de los centros.
2. El procedimiento de baja será el siguiente:
La baja se formalizará en los siguientes documentos:
– La ficha de salida, en la cual se reflejará
junto a los datos de identificación de la
usuaria, la fecha y el motivo de la baja.
– Libro de registro.
– Informe de la Comisión de valoración, al
respecto.
3. Se dejará constancia de la firma de la usuaria y de el/la responsable del Centro de Emergencia.
4. Se comunicará a la usuaria, al menos con
cinco días de antelación, la fecha en la que
deberá abandonar el Centro.
* Para Casa de Emergencia
Admisión
– Se considera mujer acogida a toda aquella
mujer, mayor de edad, sola y/o acompañada de sus hijos/as que estando en situación
de indefensión por violencia de género resida en la Ciudad de Ceuta. Para mujeres
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
residentes fuera de Ceuta puede haber acogida mediante la oportuna coordinación
entre las Administraciones y otro tipo de
entidades.
– Las condiciones de admisión en la Casa de
Acogida están orientadas por los criterios
de urgencia y necesidad. Se considerará de
actuación prioritaria aquellos casos en que
la integridad física de la mujer esté en grave peligro, en cuyo caso ingresarán en el
Centro de Emergencia.
– Las mujeres afectadas por los malos tratos
que manifiesten la necesidad o voluntad de
ser acogidas deberán seguir el proceso siguiente:
– Acudir al Centro Asesor de la Mujer. Un
trabajador/a social de dicho Centro estudiará el caso y elaborará en el plazo
máximo de 72 horas el correspondiente
informe social, que someterá a la Comisión de Valoración para su estudio y resolución sobre la procedencia o no del
acogimiento.
– Si el caso es urgente y no es horario del
CAM la mujer o los Cuerpos y Fuerzas de
Seguridad del Estado que la asistan podrán contactar con el teléfono 112 derivándose a la mujer a los recursos pertinentes.
– En todos los casos se garantiza que la mujer que se encuentre en esta situación y no
tiene recursos propios sea atendida y acogida por el sistema de urgencia.
– Cuando las circunstancias lo requieran se
contará con el asesoramiento y colaboración de otros profesionales, mediante la
canalización al Departamento Jurídico, Psicológico o de Empleo del CAM, u organismo
que ostente las competencias en materia de
mujer para el análisis y valoración de la situación.
Exclusión
– Dada la finalidad de la Casa de Acogida, en
caso de mujeres en situación de drogode50
pendencia o las sujetas a tratamiento psiquiátrico que supongan riesgo para la propia integridad o la del resto de usuarias, se
procederá a contactar con los servicios sociales u otros especializados y competentes
en la materia.
– Motivos de baja:
1. Serán motivos de baja de las mujeres
usuarias de la Casa de Acogida los siguientes:
a) La voluntad expresa de la misma, formalizada por escrito y comunicada a el/la
responsable del centro.
b) Expulsión definitiva de la Casa mediante el procedimiento establecido en el art.
44, del Reglamento, previa audiencia de
la usuaria.
c) Por falseamiento de datos, documentos u
ocultación de los mismos que no la hagan
susceptible de ser usuaria de la casa.
d) El cumplimiento de los objetivos de intervención.
e) El transcurso del tiempo establecido
como usuaria de la Casa de Acogida.
f) La pérdida de alguno de los requisitos que
motivaron su ingreso.
g) Que durante el acogimiento se detecte la
existencia de una problemática social o
de salud, que requiera una atención especializada que no se preste en ninguno
de los centros.
2. El procedimiento de baja será el siguiente:
La baja se formalizará en los siguientes documentos:
– La ficha de salida, en la cual se reflejará
junto a los datos de identificación de la
usuaria, la fecha y el motivo de la baja.
– Libro de registro.
– Informe de la Comisión de valoración, al
respecto.
3. Se dejará constancia de la firma de la
usuaria y de el/la responsable del Centro
de Emergencia.
4. Se comunicará a la usuaria, al menos
con cinco días de antelación, la fecha en la
que deberá abandonar el Centro.
5. Características de las mujeres/
menores víctimas de violencia de
género
El perfil de mujeres atendidas en este departamento por esta problemática es el siguiente:
– La edad de las víctimas comprende un intervalo entre menos de 20 años hasta un
intervalo entre 56-60 años.
– Con respecto al estado civil la mayoría se
encuentra en proceso de separación o divorcio.
– Casi todas tienen carga familiar.
– Respecto a la nacionalidad la mayoría son
españolas pero también en menor número
son de nacionalidad marroquí.
– Con pocos recursos.
– Con un nivel de estudios primarios.
– Llevan una larga historia vivida de malos
tratos en cualquiera de sus formas.
– La duración del maltrato varía.
– Coinciden en señalar que los malos tratos
comenzaron, durante el noviazgo ó al principio de su matrimonio, con una frecuencia diaria.
– Los malos tratos estaban motivados, en
mayor medida por la agresividad, y en menor
medida por la agresividad/ celos, agresividad
/drogas, agresividad/ que no tiene trabajo.
– Las que deciden retirar la denuncia lo hacen por dependencia económica, emocional, miedo a la soledad, por los hijos.
– La mayoría reciben tratamiento farmacológico.
– En cuanto a las Consecuencias Psicológicas y Conductuales en las Mujeres Víctimas de Malos Tratos que han acudido a
consulta han sido:
– Depresión y ansiedad
– Trastornos del sueño
– Trastornos de alimentación
– Sentimientos de vergüenza y culpa
– Fobias y trastornos de pánico
– Inactividad física
– Baja autoestima
– Trastornos de estrés postraumático (T.E.P.)
Durante el año 2011 en el Centro de Emergencia se han acogido a un total de 21 personas, 12 mujeres, de edades comprendidas
entre 24 y 88 años, y 9 menores, entre los 2
meses y 7 años de edad.
2010
2011
Madres
14
12
Menores
12
9
Del total de usuarias:
– la mayoría, con un 58%, eran de nacionalidad española, con residencia un 25% y 17%
con documentación extranjera.
– La vía de llegada al centro se llevo a cabo
con un 50% a través del Centro Asesor de la
Mujer, el 34% fueron remitidas por el Cuerpo Nacional de la Policía, el 8% por la Policía Local al igual que la Oficina de Atención
a la Víctima con otro 8%.
– 75% denunciaron a sus parejas o cónyuges
por malos tratos físicos y psicológicos, de
las cuales 55% solicitaron y obtuvieron las
medidas de alejamiento y el 20% retiraron
la denuncia.
El tiempo de estancia ha oscilado entre un día
y un mes. Del Centro de Emergencia fueron
trasladadas a la Casa de Acogida cinco unidades familiares, tras cumplir el periodo de
estancia en dicho centro y ser valoradas por
la Comisión del CAM.
6. Servicios y programas de atención (actuaciones desarrolladas
con estos colectivos)
En la Casa de Acogida se prestan los siguientes servicios:
– Servicio de información y valoración.
– Servicio de acogida.
– Servicio de atención social.
– Servicio de asesoramiento jurídico.
– Servicio de orientación laboral.
51
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
– Servicio de atención psicológica (estableciéndose protocolos de actuación específicos para los/as menores).
Coordinación con el Departamento de Participación Social del CAM incorporando de manera inmediata aquellas mujeres acogidas en
los siguientes programas:
– Alfabetización
– Actividades culturales– sociales y/o talleres
formativos
7. Seguimiento (Sistemas de registro)
Existen una serie de apartados que hacen referencia al funcionamiento cotidiano de estos
servicios, e incluyen: normas de uso de la instalación, normas de funcionamiento interno
regulando horarios, uso y disfrute de las dependencias y objetos de los mismos, alimentación y reparto de las tareas domésticas (estableciendo turnos).
Para su correcto seguimiento y puesta en práctica se exponen de manera permanente en el
tablón de anuncios en lugar visible para todas/
os. Asimismo existen partes de incidencias
diarios que han de ser rellenados cada día.
8. Coordinación interna y externa
Se establecerá un sistema de reuniones periódicas que permitan el desarrollo armónico y
responsable de la convivencia cotidiana, con
expresa participación de las mujeres acogidas, siendo obligatoria dicha participación de
las acogidas en todas las que se organicen.
1. El personal de la Casa de acogida llevará
a cabo unas propuestas de actividades de
orientación, tanto individual como de grupo, encaminadas a:
* Tratamiento social individualizado.
* Fomento del desarrollo personal, formativo y autoayuda.
* Empoderamiento.
* Acercamiento a la realidad y contacto
con el entorno social.
52
2. La mujer acogida debe asistir, cuando se
le requiera, al Centro Asesor de la Mujer,
Administraciones, Instituciones o profesionales que el/la responsable de la Casa de
Acogida o los trabajadores de la misma le
indiquen para el seguimiento de su caso.
9. Perfil de los/as profesionales
Estos recursos de acogida están atendidos
por el siguiente personal:
– 1 Responsable
– 1 Educadora
– 4 Cuidadoras
– 3 Monitoras Educativas
a) Personal técnico: lo comprondrán los/as
Educadores/as en número suficiente para
cubrir los turnos de la Casa de Acogida,
como servicio permanente.
b) Personal Auxiliar: lo compondrán los/as
cuidadores/as, y los/as monitores/as educativos/as también en número suficiente
para cubrir los turnos de la Casa de Acogida como servicio permanente.
Se designará un responsable de la Casa de Acogida con las funciones previstas en el Reglamento. Dicho responsable será designado por
el órgano competente en la materia de entre
los titulados superiores y medios adscritos a la
Consejería competente en materia de mujer.
Son funciones del responsable de la Casa de
Acogida (Unidad Técnica):
En tanto que responsable de la Casa:
a) Cumplir y hacer cumplir las normas contenidas en el presente Reglamento, normas
de funcionamiento interno, disposiciones
vigentes y cuantas normas e instrucciones
emanen de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
de la Consejería que ostente competencias
en materia de mujer y de la Comisión de
Valoración.
b) Procurar el correcto funcionamiento de
todos los Servicios de la Casa de Acogida.
c) Organizar y controlar la gestión funcional
y económica de dicha Casa.
d) Ejercer la dirección del personal adscrito
a la Casa de Acogida, pudiendo proponer
a la Comisión de Valoración cuantas medidas estime oportunas para el buen funcionamiento de la Casa, tanto en lo relativo
al personal como en cualesquiera otras de
organización interna de la casa.
e) Dar cuenta siempre que se le requiera, a
la Comisión de Valoración, de la situación
puntual de las mujeres acogidas, estado
de la gestión económica y funcional de la
Casa, o cualquier otro extremo que pudiera demandarle dicho organismo.
f) Elaborar la memoria anual de la Casa de
Acogida.
g) Establecer las relaciones de colaboración
y coordinación con el Centro Asesor de la
Mujer y con otras instituciones a fin de dar
cumplimiento a la finalidad y objetivos de
la Casa de Acogida.
h) Informar por escrito, dando cuenta a la Comisión de Valoración, los casos de incumplimiento de las normas contenidas en el
presente Reglamento y normas de régimen
interior por parte de las mujeres acogidas.
i) Informar, orientar y asesorar a las mujeres
en todos los trámites o recursos necesarios
para tratar de buscar soluciones a su problemática.
j) Realizar el seguimiento de cada caso marcando, en virtud de cada situación y en
coordinación con el Centro Asesor de la
Mujer la fecha final del periodo de acogida.
k) Programar intervenciones sociales de carácter grupal, tanto con las mujeres acogidas como con los niños/as, metodologías
específicas para el cambio de situación y
empleo del tiempo y mejora de la convivencia en tanto dura la acogida.
l) Canalizar al CAM, una vez finalizado el
proceso de acogida, cada uno de los casos
para que el Departamento de Trabajo Social pueda realizar un seguimiento.
m) Representar a la Consejería con competencias en materia de mujer para la for-
malización de los contratos de admisión
de las usuarias.
n) Todas aquellas funciones que le sean atribuidas por el órgano competente en la
materia.
En cuanto a los Educadores, serán sus funciones:
a) Apoyar a las mujeres en su proceso de
recuperación facilitando su reintegración
social, de manera personalizada.
b) Supervisar la convivencia cotidiana orientándolas respecto a higiene, alimentación,
cuidado y educación de los/as menores.
c) Acompañarlas a realizar toda clase de
gestiones que sean necesarias. Aprovechar estos momentos como situaciones de
aprendizaje, fomentando la autoestima y
autonomía personal.
d) Proponer y planificar actividades educativas, sociales, pedagógicas y técnicas que
consideren necesarias realizar. Todo ello
en coordinación permanente con la Comisión de Valoración.
e) La planificación y confección de los menús
correspondientes.
f) El contrato con los Centros escolares de
los/as menores y otras entidades implicadas.
g) Todas aquellas funciones que le sean atribuidas por el órgano competente en la
materia, así como las que corresponda a
los educadores de la Ciudad de Ceuta.
Son funciones de los/as Cuidadores/as así
como de los/as Monitores/as:
a) Aquellas encaminadas al funcionamiento,
mantenimiento y quehaceres cotidianos
de la Casa de Acogida.
b) Todas las encaminadas a la consecución
de los objetivos de la Casa de Acogida.
Todo ello en coordinación permanente
con el/la Unidad Técnica de la misma.
c) Todas aquellas funciones que le sean atribuidas por el órgano competente en la
materia, así como las que corresponda a
los/as Cuidadores de la Ciudad de Ceuta.
53
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
10. Formación Interna
La Ciudad Autónoma de Ceuta, a través del
Área de Recursos Humanos e incluido en su
programa anual de formación continua dirigido al personal funcionario, contempla al
menos dos acciones formativas (una en género y otra en especialización en atención y prevención de violencia de género) de las cuales
se beneficia la mayoría del personal adscrito
al Área de Mujer en el que está incluido todo
el personal de estos Servicios de Acogida.
El Centro Asesor de la Mujer desarrolla acciones formativas destinadas a especializar
aquellos profesionales que trabajen de manera directa en la atención a las víctimas,
planificando cursos de formación al personal
de las distintas Administraciones así como
a profesionales que atienden a víctimas de
violencia de género tanto en el ámbito judi-
CASA DE LA MUJER.
ESPACIO DE PROTECCIÓN, RECUPERACIÓN Y ATENCIÓN PARA LA SALUD
INTEGRAL
M.ª Esther González Toril
Trabajadora Social
M.ª Isabel Collado Boyero
Psicóloga
Mercedes Gutiérrez Arévalo
Educadora Social
Carlos González Blanco
Asesor Jurídico
Casa de la Mujer de Cáceres y Badajoz
Empezando con un poco de historia, la Casa
de la Mujer de Cáceres inicia su andadura en
el año 1985 como Centro Regional de Atención
a la Mujer, servicio residencial dirigido a mujeres solas y/o acompañadas de sus hijos/as que
necesitaban alojamiento ante la situación de
malos tratos y de un espacio para abandonar
su domicilio y alejarse de la violencia.
54
cial, educativo, de la salud, de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, así como de los servicios sociales.
Se ha incluido asimismo formación especializada en la atención a menores expuestos a la
violencia de género.
11. Perspectivas de futuro
Los esfuerzos habrían de ir encaminados a
garantizar, dada la compleja situación económica actual, el mantenimiento y consolidación de estos servicios.
Habrían de ser tenidos en cuenta aspectos tales
como la inclusión de programas de intervención
que contribuyan a mejorar la normalización de
los menores a cargo de víctimas de violencia de
género, así como adaptar los recursos para facilitar a aquellos colectivos con características
especiales (discapacitadas/os y/o inmigrantes)
las herramientas necesarias para su integración.
En el año 1997, la Cooperativa El Comienzo asume la gestión del Espacio de Acogida
de Cáceres, integrado en la actual Casa de
la Mujer. En el año 1998 se crea la Casa
de la Mujer de Badajoz también gestionada
por la Cooperativa. En estos dos años las
Casas sufren un gran cambio abriendo sus
puertas a la población e incorporando distintos espacios, entre los que se encuentra
el Espacio Abierto: espacio de información,
atención y detección de mujeres que sufren
malos tratos.
Año tras año, y empezando desde el 98 y
posteriormente en el año 2000, se elabora en
Extremadura y se redacta el Plan de Actuación y el Protocolo Interdepartamental para
la prevención y erradicación de la violencia
de género en Extremadura, en el que cada
Administración tiene su papel de actuación
en materia de violencia de género.
Desde entonces, Extremadura se prepara
para la especialización de los recursos y servicios, y también de los profesionales, con el
objetivo de responder a las demandas de la
sociedad extremeña contra esta lacra social.
A través de esta especialización se empiezan
a definir los recursos y servicios, centrados
en el bienestar que nos lleva a entender y
atender la violencia como un problema de
salud, que afecta al bienestar físico y/o psíquico, y que limita y también llega incluso a
incapacitar a las mujeres y sus hijos/as para
que puedan desempeñar sus competencias en
el medio en el que se integran.
Por todo ello, esta especialización en la atención ha dado lugar a la integración de todos
los recursos y servicios, entre los que se integran las Casas de la Mujer de Cáceres y Badajoz, en lo que hoy denominamos Red Extremeña de Atención a Mujeres Víctimas de
Violencia de Género.
Como transito en estos años, y trabajo desempeñado por mejorar y especializar esta atención, señalar que, en sus inicios y referente al
Espacio de Acogida, la permanencia en el mismo quedaba limitada por su resolución sociojurídica o decisión voluntaria; en la actualidad
esta estancia queda limitada a criterios de protección y recuperación para la plena participación en la vida social y personal.
Por tanto, el Espacio de Acogida que hoy definimos como Espacio de Protección y Recuperación marca estos objetivos generales en su
intervención, y específicamente las Casas se
marcan como objetivos específicos:
– Proporcionar información y asesoramiento en materia jurídica, psicológica, social,
laboral.
– Proporcionar a las mujeres que así lo requieran un espacio de protección
– Facilitar una dinámica de convivencia basada en los principios de igualdad y no violencia
– Facilitar a las mujeres e hijos/as, la posibilidad de romper la situación de violencia.
– Promover en las mujeres las competencias
personales, contribuyendo así a su funcionamiento social y familiar normalizado y su
recuperación y desarrollo personal y de sus
hijos e hijas.
– Facilitar un servicio terapéutico que le ayude a su recuperación integral.
Para hacer cumplir estos objetivos, se establecen canales de derivación a través de los Servicios de Emergencia, Atención Especializados
y/o Servicios Comunitarios implicados en la
atención directa a víctimas de la violencia de
género, garantizando así mismo el acogimiento de sus hijos e hijas, prestándoles la atención
especializada por parte del Equipo de Menores
de la Red Extremeña de Atención a Victimas
de la Violencia de Género, si fuese el caso.
– Servicios de Emergencia: Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Juzgados,
Turno de Oficio, Proyecto Pilar.
– Servicios Especializados: Oficina de Información y Asesoramiento, Puntos de Atención Psicológica, Programa de Recuperación IDRE.
– Servicios Comunitarios: Servicios Sociales,
Educativos, Sanitario.
Y en cuanto a la derivación interna se establecen canales de comunicación continuo entre los técnicos profesionales de los distintos
servicios que ofrece la Casa tanto ante situaciones particulares de la atención directa, y
ante las situaciones en la atención a la unidad
familiar del espacio de acogida.
Los criterios de admisión en el dispositivo de
Acogida de Urgencia están orientadas por los
condicionantes de urgencia y necesidad: cuando la integridad física de la mujer esté en grave
peligro y/o cuando la mujer se encuentre en situación crítica y sea derivada por los Servicios
de Emergencia, Atención Especializados y/o
Servicios Comunitarios implicados en la atención directa a víctimas de la violencia de género.
Los criterios de admisión en el espacio de
acogida de larga estancia están orientados
por los condicionantes de recuperación del
deterioro personal de la mujer y/o la mujer
y sus hijos/as ante la exposición de hechos
considerados violencia de género.
55
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Como sabemos todos no existe un perfil exacto de mujer maltratada, ya que cualquier
mujer es susceptible de sufrir violencia de
género. Sin embargo, se ha observado que la
mayoría de las víctimas comparten una serie
de características comunes.
• Sienten que no tienen posibilidades de
salir de la situación en la que se encuentran, consideran a su pareja casi “un Dios
todopoderoso”, perciben el mundo de una
forma hostil y creen que no pueden valerse
por sí mismas.
• El abuso emocional que sufren las hace
sentirse inútiles, tontas, locas, feas…, y las
hace dudar constantemente de sus ideas y
percepciones.
• La mujer maltratada oculta lo que le pasa;
en numerosas ocasiones (sobre todo cuando el maltrato es únicamente psicológico)
ni siquiera es consciente de su situación. Se
comporta de manera sumisa, pero puede
tener explosiones esporádicas.
• La dependencia de estas mujeres es muy
fuerte.
En general, podemos afirmar que las mujeres
más susceptibles de sufrir violencia de género son aquellas que han sido educadas con
más responsabilidades que las adecuadas a la
edad, o aquellas que han sido excesivamente protegidas durante su infancia. Además,
existen diversos factores que predisponen a
la mujer a ser maltratada, como son:
• Baja autoestima.
• Carácter dependiente.
• Valores sociales muy tradicionales.
En Extremadura, en este año 2012, las mujeres acogidas y atendidas en los espacios responden a un perfil de mediana edad, entre
30-40, sin menospreciar los casos de chicas
jóvenes entre 18-25 años, que este año han
sido menos; con sintomatología ansiosa depresiva, en la mayoría de los casos ya tratados en años atrás ante situaciones familiares
desestructurantes y/o estresantes, que se han
agudizado por la exposición a la situación
56
violenta. Dentro de este grupo se incluyen un
número importante de mujeres solas que han
sido acogidas sin sus hijos, bien por ser mujer soltera, o ser mayores de edad e independencia, bien por ser el progenitor no agresor
el guardador custodio, o bien por estar en su
país de origen. Unidades familiares cuya familia extensa son conocedoras de la situación
a la que han estado expuestas, sirviendo en
mayor o menor medida de apoyo y que pueden estar disponibles para servirles de guías
en este camino de recuperación, es ahora
un trabajo paralelo que hay que recomponer
ante los desajustes que se produjeron durante
la existencia de la relación con el agresor.
Los Servicios y Programas con los que cuentan las Casas para prestar Atención Especializada son:
– Espacio de Información y Asesoramiento,
Oficina de Asistencia Integral: dirigido a
la población en general, y las mujeres víctimas de violencia de género en particular.
Se les ofrece orientación, asesoramiento e
información a la situación que nos plantean, así como espacio de atención y escucha ante la problemática que les preocupa
como lugar de desahogo ante situaciones
de crisis; ello respondiendo a tres niveles:
social, jurídico y psicológico.
– Espacio de Acogida: se configuran como
un servicio residencial especializado de carácter terapéutico y de protección a mujeres víctimas de la violencia de género, cuya
finalidad es acoger temporalmente a mujeres solas o acompañadas de sus hijos/as,
que sufren situación de violencia de género
en el ámbito de las relaciones de pareja,
con el objeto de prestarles ayuda psicológica, social y jurídica, a través de los propios
recursos de la Red o de otras instituciones.
Existirán dos tipos de Espacio de Acogida:
– Acogida de Urgencia. Son centros residenciales de protección, destinados a facilitar
acogimiento temporal de corta duración a
las mujeres que están sometidas a situacio-
nes de violencia de género y, en su caso, a
sus hijas e hijos, para garantizar su seguridad personal.
– Acogida de Larga Estancia. Son centros residenciales destinados a mujeres víctimas de
violencia de género que requieren protección
durante un periodo de larga duración y/o a
aquellas otras mujeres que por su situación
de deterioro personal como consecuencia de
la relación violenta de género, requieran de
un proceso de recuperación integral.
– Programa de Recuperación para Mujeres Víctimas de Violencia de Género: dependiente del Ayuntamiento de Cáceres y
Universidad Popular, formamos un Equipo
Multidisciplinar entre ambos recursos. A él
asisten, tras previa valoración de la situación de deterioro como mujer víctima de
violencia de género, aquellas mujeres que
son atendidas en la Oficina de Asistencia
Integral y en los Espacios de Acogida.
– Programa de Atención a Menores Víctimas de Violencia de Género: equipo itinerante de atención a menores víctimas de
violencia de género. Su misión es atender
a los hijos e hijas de mujeres víctimas de
violencia de género, a menores que han sufrido violencia directa, y a mujeres menores de edad víctimas en sus relaciones de
pareja tempranas.
Cuando las mujeres inician su andadura fuera de los Espacios de Acogida, se lleva acabo
un seguimiento de la situación de 6 meses a
un año, a través de entrevistas estructuradas.
El objetivo es la participación en su entorno,
por tanto el primer contacto se realiza con
Servicios Sociales de Base, y se informa a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
del lugar de residencia de la víctima para velar por la seguridad y protección de la víctima. Por otro lado, se les elabora un itinerario
de inserción laboral a través de los distintos
programas de empleo de la localidad y el Servicio Extremeño de Empleo a través de las
Agentes de Igualdad.
Quincenalmente se convocan reuniones de
coordinación del Equipo Multiprofesional:
psicólogas del Programa de Atención a Menores, Psicóloga/o y Educadora del Programa de Recuperación, y trabajadora social,
abogada y cuidadora del Espacio de Acogida.
Cuando la unidad familiar se instala en su entorno, el objetivo principal es proporcionarles
un apoyo técnico para continuar poniendo en
práctica las habilidades y estrategias de desarrollo personal que han recuperado durante su estancia e intervención en la Casa, por
tanto se establecen canales de comunicación
con servicios sociales y/u otros recursos de la
zona, y concretamente se deriva al Punto de
Atención Psicológica que le corresponda para
continuar con la atención psicológica individual como apoyo.
Como he mencionado anteriormente, para
conocer la evolución e intervención desarrollada en los Espacios de Acogida de la Casa
de la Mujer y las tareas desarrolladas por las
trabajadoras del Centro se mantienen reuniones quincenales en las que se valora la situación de cada mujer e hijos/as y la convivencia
entre ellas, las dificultades encontradas y sus
posibles soluciones, los logros obtenidos y los
cambios a tener en cuenta.
Para la evaluación de cada actividad y su incidencia en el desarrollo social y personal de
cada mujer se mantienen reuniones con las
mujeres acogidas para que sean ellas mismas
las que valoren su situación, haciéndoles así
protagonistas del cambio y recuperación.
Una vez que la mujer ha salido del Centro se
lleva a cabo un seguimiento individualizado a través de los Servicios Sociales de Base,
Oficinas de Atención Psicológica u organismo
al que se le haya derivado.
Desde la Casa de la Mujer además:
– Se proporciona, al IMEX, información periódica, al menos mensualmente, así como
siempre que ha sido demandada por la
misma.
57
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
– Se realizan informes estadísticos sobre la
situación de cada mujer acogida. Se trata
cada caso con un expediente individualizado y se efectúa un seguimiento de cada caso
después de la acogida, (durante el tiempo
necesario para la integración y normalización social de cada una de las mujeres que
han formado/participado en el proceso terapéutico). El equipo multidisciplinar intervendrá en esta fase de seguimiento.
– Se planifican objetivos/indicadores anuales
basados en la política de calidad implantada en la Cooperativa El Comienzo, persiguiendo como objetivo último la satisfacción
de las usuarias de los centros de acogida.
Estos indicadores con sus correspondientes criterios de aceptación o rechazo, nos
permiten trabajar de forma eficiente, con
un alto nivel de exigencia profesional, buscando la satisfacción de las necesidades
particulares de cada mujer y persiguiendo
siempre la mejora continua.
Algunos de los indicadores planteados por
ejemplo son el número de consultas externas atendidas, el grado de satisfacción de las
usuarias de los centros de acogida, el tiempo de permanencia en los mismos, el número de solicitudes de ayuda Renta Activa de
Inserción (RAI), o el porcentaje de mujeres
acogidas que salen del centro por recuperación terapéutica o fin del programa individual de intervención marcado, o el tiempo
que trascurre.
Otros indicadores evalúan el número de actividades lúdicas, culturales o de ocio y tiempo
libre para las mujeres y/o menores acogidos,
así como la participación de mujeres y menores en las mismas.
En ambas Casas de Acogida, existe el personal suficiente para atender los servicios básicos de acogida, protección y cuidado, las
58
24 horas del día durante los 365 días del
año.
Se cuenta con un equipo multiprofesional para
prestar los servicios de orientación jurídica,
psicológica, social y educacional a las mujeres
acogidas y también a cualquier mujer que demande sus servicios y que no esté en acogimiento. Este equipo está formado por: Trabajadora Social, Psicóloga, Educadora, Asesora
Jurídica y Cuidadoras.
Es objetivo de las políticas del Centro la formación y el reciclaje continuo en la adquisición y mejora de las competencias profesionales necesarias para el buen desarrollo de
las funciones asignadas al equipo multiprofesional.
Tanto la Escuela de Feminismo del Instituto
de la Mujer de Extremadura (sita en la Casa
de la Mujer de Cáceres), como la Escuela
de Administración Pública del Gobierno de
Extremadura, ofertan iniciativas formativas
que contribuyen a estas mejoras. También
desde la Red de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género se ofrecen cursos específicos anualmente para profesionales que trabajan en este área, jornadas
de formación que contribuyen además a la
relación e intercambio de experiencias de
todos los profesionales implicados en la red
extremeña.
Desde su origen la Casa de la Mujer se ha ido
adaptando y creciendo teniendo en cuenta el
perfil y las necesidades de las usuarias que
demandan sus servicios. Es lógico pensar que
este proceso de adaptación y reciclaje continuo se mantendrá en un futuro.
Y esperando que las conclusiones de este
Encuentro pueda servirnos para analizar las
perspectivas de futuro aunando esfuerzos de
experiencias que nos sirvan para el estudio
de las mejoras de atención.
59
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Unidades de violencia. La respuesta
institucional ante la violencia de
género
Milagrosa Ortega Rodríguez
Delegación del Gobierno en Extremadura
En el año 2007 se crearon las denominadas
Unidades de Violencia en todas las provincias españolas, Subdelegaciones de Gobierno, y las Unidades de Coordinación, en todas
las sedes de las Delegaciones de Gobierno.
Con esta medida se pretendía impulsar acciones encomendadas por las Leyes, fundamentalmente las recogidas en la Ley Orgánica 1 /2004 de 28 de diciembre de Medidas
de Protección Integral contra la Violencia de
Género, aprobada por unanimidad. Una batería de actuaciones que afectaban a diversos
frentes y que se tenían que ir desarrollando, poco a poco, en cada territorio concreto. Parecía interesante conocer, de primera
mano, los recursos existentes en cada comunidad autónoma gestionados por todas las
administraciones, su funcionamiento, qué
aspectos necesitaban mejorar, qué cambios
podían favorecer una mejor utilización de
los mismos, cómo se aplicaban los mandatos legales, cómo se protegía a las mujeres
por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, si existía colaboración entre ellos, el
marco legal autonómico, la existencia o no
de protocolos de actuación en diferentes ámbitos y un larguísimo etcétera. Para cubrir
esta información, las Unidades de Violencia
han venido realizando una complicada labor, a modo de auténticas antenas, de la que
sólo fuimos conscientes un tiempo después
de ser nombradas y sentarnos frente a un
ordenador absolutamente “vacío”, en sentido figurado claro, porque en este campo
todo estaba por hacer.
No puedo negar que los primeros años fueron
difíciles. Entre nuestras funciones, ahora en
pleno debate de revisión, la coordinación de la
60
información y los recursos en materia de protección de víctimas de la violencia de género
era y es predominante, y así se nos presentaba
y se nos recibía, con auténtico optimismo, esperando que se hiciera realidad el significado
de nuestra propia nomenclatura, sin caer en
la cuenta de que para hacer ese trabajo había
que analizar con detalle el trabajo de otros y a
nadie le gusta sentirse observado. Lo cierto es
que, no sin obstáculos tan sutiles como asentados o muy evidentes, fuimos trazando una
radiografía de la respuesta institucional ante
uno de los fenómenos más graves de la sociedad actual: la violencia de género.
Después de algo más de cinco años creo, sinceramente, que las Unidades de Violencia han
ofrecido y ofrecen al Gobierno de España una
importantísima información matizada por las
especiales circunstancias territoriales y dentro de nuestra compleja red administrativa.
Una información que permite, desde la esfera
política, tomar decisiones con más garantías
de éxito.
Por otro lado, las Unidades de Violencia han
contribuido notablemente a la reactivación
de los protocolos de colaboración entre las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
y las Policías Locales en materia de protección, han propiciado la firma de otros protocolos, las reuniones de coordinación entre
diferentes profesionales, acuerdos de diferentes tipos y con compromisos más o menos
implicados con el objetivo último de mejorar
la protección y la asistencia a las mujeres y
menores víctimas de esta lacra social.
Del trabajo realizado por las Unidades de
Violencia de Badajoz y Cáceres, tanto propio,
como en colaboración con organismos de la
Comunidad Autónoma, de los Ayuntamientos
y con otras entidades me gustaría comentar
algunos aspectos, a modo de reflexiones de
quien durante muchos años, antes como Inspectora de Policía y ahora como técnico de la
Delegación del Gobierno, ha tratado muy de
cerca el fenómeno que nos ocupa.
La información, un tesoro que debemos compartir
Parece evidente que para avanzar en el tan
repetido aspecto de la coordinación es absolutamente necesario tener un concepto
generoso de la información, es fundamental
que, con todas las garantías legales, los profesionales que trabajamos con la violencia de
género no nos guardemos nada que pueda
ayudar a que las mujeres y sus hijos salga del
círculo de la violencia y a disminuir las nefastas consecuencias que en sus vidas provocan
las conductas de los agresores. La información es un tesoro que hay que compartir en
beneficio de la seguridad y de la atención a
las víctimas, también para mejorar la eficacia
de los programas de reeducación de los maltratadores y, en sentido amplio, para avanzar
en las variadas actuaciones que se llevan a
cabo en todas las facetas de la violencia contra las mujeres.
A modo de ejemplo, creo de vital importancia
que circunstancias del agresor conocidas en
el ámbito de la atención sanitaria, psicológica u otros ámbitos, sin duda muy personales
pero fundamentales para garantizar la seguridad de la víctima sean conocidas por los
profesionales encargados de la seguridad de
las mujeres y sus menores. Es absolutamente
desalentador conocer “a posteriori” aspectos
que, de haberse sabido a tiempo, hubieran
determinado una protección más intensa de
quien, finalmente, acabó siendo asesinada.
La información, de manera confidencial, segura y con las garantías legales precisas, tiene
y debe fluir entre los profesionales implicados
de forma segura, fácil, rápida y siempre.
Un reto para esta década
A medida que pasan los años vamos descubriendo el enorme peso específico que, en la
resolución del conflicto, tiene el ámbito de la
prevención. Es constatable la existencia de
una red de recursos amplia, bien dotada, formada tanto en la protección como en la asistencia. Si recordamos la situación de hace
veinte años es muchísimo lo conseguido en
la tutela institucional, penal, en la creación
de Juzgados, Fiscalías, Unidades policiales
específicas. Qué importantes avances en el
campo de los derechos de las víctimas. Y es
necesario, como mínimo, mantener esta red
de recursos que ha costado tanto desplegar,
con la mirada puesta en la especialización
de los profesionales. Sin embargo, es igualmente constatable que el fenómeno nos sigue
golpeando de manera incansable y arrebatándonos cada año la vida de cincuenta, sesenta, setenta mujeres y algunos menores,
marcando, para siempre, la existencia de
unos hijos que nunca llegarán a comprender
qué fue lo que pasó para quedarse, de la noche a la mañana y de una forma tan trágica,
sin madre ni padre. ¿Quiere decir esto que
no se esté trabajando bien? No. ¿Quiere decir
que no nos estemos esforzando mucho? No.
Quiere decir que es un compromiso de toda la
sociedad emplearnos más y mejor en tratar
de aminorar y erradicar la violencia que se
ejerce contra las mujeres por el mero hecho
de ser mujeres.
Si los mecanismos de protección y atención se
ponen en marcha, mayoritariamente, a partir
de la denuncia, si tenemos una respuesta institucional posterior al conocimiento del hecho
violento adecuada, aunque siempre mejorable,
¿no sería conveniente incidir, con más intensidad, con nuevas estrategias, en las situaciones
previas a ese conocimiento de la situación violenta? Es evidente que hay que trabajar mucho
más de lo que se ha venido haciendo hasta ahora en la prevención y en la detección precoz,
aunque justificadamente nos hayamos volcado
en las víctimas que teníamos delante. Hay que
involucrar a los sectores educativo y sanitario
mucho más. Tenemos que trabajar con ellos,
específicamente, concretando objetivos y actuaciones. Es indispensable mantener las campa61
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
ñas en los medios de comunicación, estudiando
mejor los sectores sociales a los que van dirigidas, necesitamos mensajes muy bien ideados,
que rompan los falsos mitos, que remuevan la
conciencia. Los estereotipos seculares no caen
con un solo “empujón”, los mensajes tienen que
ser sostenidos en el tiempo.
Hay que aumentar las actuaciones en los centros educativos, exigir materias específicas
sobre violencia de género en los currículos de
los futuros graduados. Hay que trabajar con
las asociaciones de padres. Un niño no puede
recibir mensajes cruzados en la escuela, en
casa, en su serie favorita y en un anuncio de
refrescos, eso le desconcierta. La educación en
igualdad es mucho más que un enunciado de
un problema matemático en el que la conductora de la locomotora es una mujer, y no estoy
segura que se dé en todos los libros de texto. La
Ley ordena que se hagan cosas pero hay que
vigilar que se acaben haciendo, como hay que
garantizar con una supervisión y una exigencia
legítimas que se cumplan los derechos que esas
leyes recogen.
Me gustaría que la década que estamos iniciando fuera la década de la prevención en violencia
de género. Si trabajamos en el antes con tanto
esfuerzo y dedicación como lo hemos hecho en
el después estoy segura de que las cifras acabarán disminuyendo.
Incidir en las causas además de en
los síntomas
Una tercera cuestión me resulta, asimismo,
fundamental, me refiero a la implicación de
esa mayoría de hombres que permanece callada, pasivos observadores que consideran
justa la batalla sin cuartel que lideramos las
mujeres, contra este tipo de violencia, pero no
arriman el hombro. La violencia de género es
un ataque a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, de todas las personas,
también ataca a la dignidad de los hombres,
porque deja en entredicho su honorabilidad.
62
Qué diferente sería si contáramos con la implicación de esos hombres.
Y si es indiscutible que el primero en mayor
medida culpable, aunque no sea el único, es el
varón, por qué no incidir en él, en ese sector
social, mucho más grande de lo que pensamos, constituido por varones no maltratadores hablando con rigor, pero que mantienen
soterradamente conductas y pensamientos injustos por desiguales, como los de un machista, sin llegar a la violencia física o psíquica y
entendiendo por machista la persona que considera a los varones superiores, cree oportuno
que sean ellos los que tomen las decisiones importantes y conveniente que las mujeres continúen en un discreto segundo plano. Es evidente que todos los hombres no son machistas,
todos los machistas son maltratadores ni todos
los maltratadores son asesinos. Pero aún está
más claro que cuando un varón es capaz de
asesinar y quemar a sus hijos para vengarse
de su mujer porque ya no le quería, es porque
jamás la ha considerado igual que él, con su
misma capacidad de decisión y respeto a su
libertad. Estos hombres, una minoría peligrosísima, no perdonan que se les deje.
Luego, parece indiscutible la importancia de
los nuevos modelos de masculinidad para
combatir al machismo clásico y a los nuevos
machismos o postmachismos, evolucionados y
capaces de mutar para adaptarse a un rechazo social cada vez mayor, aunque insuficiente.
Hay que conseguir que los varones entiendan
que es un problema que sufrimos las mujeres
pero que tienen ellos y sientan herida su dignidad por las conductas violentas contra las
mujeres, por parte de los que tienen su mismo sexo. Es el primer paso para que en las
manifestaciones de cada 25 de noviembre se
cuenten tantas mujeres como hombres.
En ese nuevo concepto de masculinidad se
dibuja un varón tierno, sensible y afectuoso,
que forma parte de una pareja igualitaria, co
responsable y respetuosa, por encima de todo,
donde los estereotipos desaparecen y los ro-
les no coartan la libertad de cada uno de los
miembros de esa pareja. Lejos de ser dos no
deberían dejar de ser nunca uno más uno.
El impacto de género
Se trata de un nuevo concepto que pretende
identificar y valorar los resultados de las políticas públicas y de las medidas legislativas en
hombres y mujeres de forma separada. Algo
que, hasta hace muy poco, no se contemplaba
y ahora estamos descubriendo la importancia
de estos informes si pretendemos, no ya ser
más justos, sino más eficaces.
Es reciente la normativa que obliga a que las
investigaciones en materia, por ejemplo, de
salud o enfermedades, se realicen también
con ratones hembras, pues las enfermedades
y los fármacos no se manifiestan de igual manera en uno y otro sexo.
Hay muchos estudios que demuestran la influencia del sexo en la percepción de las cosas, en la utilización de los recursos, en los
cambios sociales, culturales. Si observamos
que la mayoría de las personas que utilizan el
transporte público para ir al trabajo son mujeres y que la mayoría de las personas que conducen un coche solas, para ir al trabajo, son
hombres, ¿no sería interesante, por no decir
ineludible, tener en cuenta estos aspectos a la
SITUACIÓN ACTUAL DE LOS RECURSOS
DE ACOGIDA EN CASTILLA-LA MANCHA
Ana M.ª Artiaga Fernández
Coordinadora del Servicio Provincial del
Instituto de la Mujer en Guadalajara
Ángela Muñoz Giménez
Coordinadora del Servicio Provincial del
Instituto de la Mujer en Ciudad Real
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha sido pionera en poner en marcha ac-
hora de invertir una importante cantidad de
dinero en mejorar la red de transportes de una
ciudad? Es tan obvio que parece mentira que
hasta ahora no se tuviera en cuenta.
Pues bien, los denominados informes de impacto de género son una herramienta esencial para que las normas o medidas, del tipo
que sean, consigan los objetivos para las que
fueron promulgadas con unos beneficios equivalentes en hombres y mujeres. Por tanto, no
es necesario que los beneficios sean idénticos
pero sí que las oportunidades de aprovechamiento sean equivalentes, considerando la
situación de partida y la diferente realidad social de hombres y mujeres.
En la inauguración de los Juegos Olímpicos
de este año, 2012, siglo XXI, un país árabe permitía, por primera vez en su historia,
la participación de mujeres y una de ellas,
vestida con el velo islámico, alzó los dedos
haciendo el signo de la victoria delante de
los millones de espectadores que estábamos
mirándola. Se la veía muy feliz. No pude evitar emocionarme.
¿Realmente somos iguales o sólo estamos en
camino de serlo? Desde la institución que represento, la Delegación del Gobierno en Extremadura, y por extensión el Gobierno de España, vamos a seguir trabajando con todos los
medios a nuestro alcance para lograrlo.
ciones dirigidas a la erradicación de la violencia de género.
La precursora Ley 5/2001 de 17 de mayo, de
prevención de Malos Tratos y Protección a Mujeres Maltratadas, desarrollada por el Decreto
38/2002, define y pone a disposición de las mujeres víctimas de violencia de género de Castilla-La Mancha, una amplio abanico de recursos
cuyo objetivo es dar una respuesta integral al
problema de la victimización de la violencia.
En la aplicación de esta norma se tienen en
cuenta los siguientes principios:
63
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
a) Promover la educación en igualdad entre
los hombres y las mujeres para modificar
los patrones socioculturales de mujeres y
hombres.
b) Facilitar a la mujer víctima de violencia
doméstica el acceso a la justicia, respetando los derechos inherentes a la persona.
c) Promover acciones que faciliten la integración socio-laboral y el acceso a la vivienda
de las mujeres víctimas de violencia doméstica.
d) Fomentar medidas de ayuda de solidaridad a las mujeres víctimas de malos tratos.
e) Facilitar el acceso de las mujeres víctimas
de violencia doméstica a los centros, servicios y programas existentes en la Región.
f) Preservar la intimidad de la víctima, de su
entorno familiar y la intimidad de los menores afectados.
g) Fomentar actuaciones de cooperación en
esta materia con otras Administraciones
Públicas y con organizaciones y entidades
privadas.
Nuestra Comunidad Autónoma cuenta con
una consolidada Red de Centros de la Mujer y
Recursos de Acogimiento para mujeres víctimas de violencia de género.
La Ley 5/2001 de prevención de malos tratos
y protección a las víctimas, en su art. 8º “Medidas de acción preventiva” señala la ratio referida a nº de Centros de la Mujer que deben
existir “: EN TODOS LOS MUNICIPIOS DE MAS
DE 5.000 HABITANTES y en su art 12 Centros y servicios de asistencia “EN TODAS LAS
CAPITALES DE PROVINCIAS Y MUNICIPIOS
DE MAS DE 25.000 HABITANTES CONTARAN
CON UN CENTRO DE URGENCIA O CASA DE
ACOGIDA”
En la LEY 1/2012 de Garantías de Servicios
Sociales EN LAS CAPITALES DE PROVINCIA
Y EN MUNICIPIOS DE MÁS DE 20.000 HABITANTES CONTARAN CON CENTROS DE URGENCIAS O CASAS DE ACOGIDA
Los Centros de la mujer son una red de servicios que pretende la implicación de toda la
64
sociedad en la consecución real de la igualdad
entre hombres y mujeres. En estos centros se
ofrece Información, Orientación y Asesoramiento. En estos centros se facilita el acceso
a la asistencia jurídica y psicológica a las mujeres víctimas de malos tratos que lo soliciten.
La creación de estos centros se realiza en colaboración con las demás Administraciones
Públicas o con entidades privadas sin ánimo
de lucro.
Los Centros de Urgencias son centros de
atención urgente, que ofrecen alojamiento y
protección por un corto espacio de tiempo a
las mujeres víctimas de la violencia por parte de sus parejas y a sus hijos e hijas. Están
especializados en el diagnóstico interdisciplinar y proponen la derivación o la asignación
de los recursos más adecuados a su situación
familiar.
Las Casas de Acogida son centros que ofrecen un alojamiento temporal en condiciones
de seguridad, especializados en la atención y
recuperación de las secuelas de la violencia
de género en las mujeres y sus hijos e hijas
promoviendo su autonomía personal.
Los Centros Integrales ofrecen los servicios
conjuntos de Centro de Urgencia y Casa de Acogida. Realizan atenciones urgentes y valoración
multiprofesional de la situación familiar en la
mujer víctima, por una parte, y por otra posibilidad de alojamiento temporal y seguro con
la finalidad de ayudar a las mujeres a superar
sus secuelas y facilitar su autonomía personal.
CASAS DE ACOGIDA PARA MUJERES JÓVENES
Las Casas de Acogida para mujeres jóvenes
son recursos destinados a mujeres con una
edad comprendida entre los 18 y 30 años,
así como a sus hijos e hijas, que se encuentren en situación de desprotección social y/o
familiar o con violencia de género. La atención integral prestada se encamina a lograr
una vida autónoma apoyando la adquisición
de recursos personales que permitan su
emancipación.
La Casa de trata y explotación sexual es un
recurso destinado a mujeres víctimas de trata
y explotación sexual, con hijos e hijas en desprotección. La atención integral prestada va
encaminada a lograr su autonomía personal
y superación de sus secuelas.
Los recursos y ayudas que se establecen para
la atención a las víctimas son las siguientes:
• Medidas de acción preventiva:
– Centros de la mujer
– Servicio de atención permanente
– Dispositivos de localización inmediata
• Medidas de atención a las víctimas:
– Centros de urgencias
– Casas de acogida
– Casas de acogida para mujeres jóvenes
– Casa de trata y explotación sexual
• Medidas socioeconómicas:
– Ayudas de solidaridad
– Ayudas sociales
– Renta Activa de Inserción
– Acceso a la vivienda
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE
DERIVACIÓN
El procedimiento administrativo que se realiza para la derivación de los casos son a través de:
A) Los Recursos de derivación que son:
• Los Centros de la Mujer (en horario administrativo)
• El Servicio de Atención Permanente 900
100 114 (Resto de horario o festivos)
B) Órganos de decisión:
1.–El Servicio Provincial del Instituto de la
Mujer de Castilla-La Mancha
2.–Los Servicios Centrales del Instituto de la
Mujer de Castilla-La Mancha
3.–El Servicio de Atención Permanente 900
100 114
La derivación de los casos se realizan desde
los Centros de la mujer en horario administrativo o bien desde el Servicio de Atención
Permanente (Línea 900) realizándose desde una detección en una primera instancia,
una valoración posterior tras la cual se realiza un itinerario individual, procediendo a
la derivación y el posterior seguimiento.
Se cuenta con un Protocolo de Derivación a
la Red de Recursos de Acogida para mujeres
víctimas de violencia de género. Este protocolo establece criterios y procedimientos comunes y homogéneos a tener en cuenta desde
cualquiera de los recursos de acogida, en la
atención integral a las víctimas.
Entre otros aspectos el protocolo incluye:
– Un marco contextual, unos propósitos y
unos objetivos.
– Unos criterios de valoración para el diseño
y elaboración de los itinerarios individualizados.
– Una organización funcional y un procedimiento administrativo.
– U nos modelos de itinerarios individualizados de acceso a los Recursos de Acogida.
En Castilla-La Mancha, el sistema de gestión y financiación de los recursos de Acogida para víctimas de violencia de género está
regulado mediante convocatoria de subvenciones.
La forma de financiación es la subvención en
régimen de concurrencia competitiva a Entidades Locales de Castilla-La Mancha y a Entidades Privadas sin ánimo de lucro con domicilio fiscal en la región.
Carecemos de recursos en gestión directa por
el Instituto de la Mujer de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
65
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
RECURSOS DE ACOGIDA EN Castilla-La Mancha
PROVINCIA
RECURSO DE
ACOGIDA
CENTRO INTEGRAL
Ayuntamiento
C.A. HELLIN
ALBACETE C.A.
VILLARROBLEDO
C.A. MUJERES
JOVENES
Subtotal
CIUDAD
REAL
CUR ALCAZAR DE
SAN JUAN
C.A. CIUDAD REAL
Diputación Pcial.
C.A.
PUERTOLLANO
C.A. MUJERES
JOVENES
CUR CUENCA
C.A. CUENCA
Subtotal
CENTRO
INTEGRAL
C.A. AZUQUECA DE
GUADALA- HENARES
JARA
C.A. VICTIMAS DE
TRATA Y
EXPLOTACION
SEXUAL
Subtotal
TOLEDO
Subtotal
TOTAL
C.A. TALAVERA DE
LA REINA
C.A. TOLEDO
Coste
ÍNDICES
Coste
Plaza Día/
OCUPACIÓN Plaza Día
Ocupada
354.500,00
11
39,14
88,29
225,58
235.500,00
4
60,28
161,3
267,57
221.903,48
4
61,71
151,99
246,3
316.166,67
14
37,45
61,87
165,2
1.128.070,15
33
49,645
463,45
904,65
229.869,89
4
39,38
157,44
399,8
264.036,66
4
89,39
180,85
202,31
240.499,99
4
76,62
164,73
215
202.750,00
6
73,83
92,58
125,4
69,81
595,6
942,51
394.043,50
4
4
8
29,68
60,25
44,97
134,95
134,95
269,9
454,67
223,98
678,65
261.433,34
5
66,67
143,25
214,86
243.903,14
4
51,85
167,06
322,19
198.166,66
3
88,73
180,97
203,96
703.503,14
12
69,08
491,28
741,01
255.000,00
6
67,86
116,44
171,58
255.076,66
510.076,66
3.672.849,99
5
11
82
76,77
72,32
61,31
394.043,50
• El coste de las plazas que se presenta a
continuación está calculado por unidad familiar (mujer+hijos/as)
66
Plazas
Mujer
937.156,54
Subtotal
CUENCA
SUBVENCIÓN
139,77
182,06
256,21
353,64
2.076,44 3.620,46
• Presupuesto para el año 2012: 3.672.849,99
• Propuesta del presupuesto para el año
2013: 2.645.743,27
OCUPACIÓN ANUAL Y SUS COSTES
RECURSOS DE ACOGIDA EN Castilla-La Mancha
PROVINCIA
RECURSO DE
ACOGIDA
CENTRO INTEGRAL
Ayuntamiento
C.A. HELLIN
ALBACETE C.A.
VILLARROBLEDO
C.A. MUJERES
JOVENES
Subtotal
CIUDAD
REAL
CUR ALCAZAR DE
SAN JUAN
C.A. CIUDAD REAL
Diputación Pcial.
C.A.
PUERTOLLANO
C.A. MUJERES
JOVENES
CUR CUENCA
C.A. CUENCA
Subtotal
CENTRO
INTEGRAL
C.A. AZUQUECA DE
GUADALA- HENARES
JARA
C.A. VICTIMAS DE
TRATA Y
EXPLOTACIÓN
SEXUAL
Subtotal
TOLEDO
Subtotal
TOTAL
Plazas
Mujer
C.A. TALAVERA DE
LA REINA
C.A. TOLEDO
Coste
ÍNDICES
Coste
Plaza Día/
OCUPACIÓN Plaza Día
Ocupada
354.500,00
11
39,14
88,29
225,58
235.500,00
4
60,28
161,3
267,57
221.903,48
4
61,71
151,99
246,3
316.166,67
14
37,45
61,87
165,2
1.128.070,15
33
49,645
463,45
904,65
229.869,89
4
39,38
157,44
399,8
264.036,66
4
89,39
180,85
202,31
240.499,99
4
76,62
164,73
215
202.750,00
6
73,83
92,58
125,4
69,81
595,6
942,51
394.043,50
4
4
8
29,68
60,25
44,97
134,95
134,95
269,9
454,67
223,98
678,65
261.433,34
5
66,67
143,25
214,86
243.903,14
4
51,85
167,06
322,19
198.166,66
3
88,73
180,97
203,96
703.503,14
12
69,08
491,28
741,01
255.000,00
6
67,86
116,44
171,58
255.076,66
510.076,66
3.672.849,99
5
11
82
76,77
72,32
61,31
937.156,54
Subtotal
CUENCA
SUBVENCIÓN
394.043,50
139,77
182,06
256,21
353,64
2.076,44 3.620,46
67
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
ÍNDICES DE OCUPACIÓN
2010
2011
2012*
CA
70.92
62,84
57,76
CAMJ
60,63
46,25
55,83
CUR
43,25
29,08
20,16
Cl
66,16
39,05
47,27
* Ocupación en agosto de 2012
PERSONAL QUE PRESTA SERVICIOS EN LOS RECURSOS DE ACOGIDA
CUR
CA
Cl
TOTAL
Coordinadora
2
11
2
15
Trabajadoras sociales
4
1
2
7
Educadoras
5
63
14
82
Psicólogas
2
11
2
15
Jurídicas
2
2
Otros
TOTAL
15
CASAS DE ACOGIDA. ADAPTÁNDONOS
AL CAMBIO
Isabel García-Salazar Castañeda
María de Miguel Iglesias
Centro de Acogida nº 2 y Casa de Acogida
nº 3 dependientes de la Dirección General
de la Mujer de la Comunidad de Madrid
Gestión Técnica Intress (Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales)
PRESENTACIÓN
Para dar comienzo y antes de centrarnos
en desarrollar el tema principal de nuestra
ponencia, haremos una breve descripción
68
88
4
1
1
21
124
de la entidad, INTRESS, que gestiona ambos recursos, así como una descripción de
las características más significativas de los
mismos.
El Instituto de Trabajo Social y de Servicios Sociales (INTRESS) fue creado en diciembre del año 1984, en Barcelona, como
una propuesta innovadora en el campo de
los servicios sociales planteada por un grupo de profesionales con experiencia en el
sector. Su objetivo era la mejora del trabajo
social y de los servicios sociales a partir de
la formación especializada de los/as profesionales.
INTRESS gestiona en casi todo el territorio
español, incluido las islas Baleares, centros del Área de Mujer, Familia e Infancia
como del Área de Rehabilitación y Salud
Mental y Tercera Edad.
INTRESS tiene sedes permanentes en Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca. Y también gestiona centros en Extremadura.
EL ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE INTRESS
Prestamos servicios a la administración, a
través de concursos públicos, en el ámbito
de los servicios sociales.
Colaboramos con empresas privadas en el
despliegue y puesta en marcha de su programa de responsabilidad social corporativa.
Gestionamos servicios privados dirigidos a
mejorar la calidad de vida de las personas.
Ponemos en marcha proyectos de emprendimiento social.
Desde el Área de Mujer y respuesta a la Violencia de Género se trabaja bajo los siguientes principios:
• Respeto
• Aceptación
• Autodeterminación
• Participación
• Intimidad
• Supervivencia (superviviente versus víctima)
• Perspectiva de género
• Trabajo en red
Entendemos que nos interesa destacar los
tres últimos como fundamentales para conseguir unos mejores resultados en nuestro
trabajo y son el eje en el que se basa nuestra ponencia.
PRESENTACIÓN DE LOS SERVICIOS
• Forman parte de la red de centros que
la Dirección General de la Mujer de la
Comunidad de Madrid, ponen a disposición de las mujeres víctimas de violencia
de género y de sus hijos menores.
• A mbos recursos son gestionados por
INTRESS desde su inauguración. Uno
desde el año 2003 y otro desde el año
2009.
• A pesar de su numeración, la Casa de
Acogida 3 es anterior al Centro de Acogida 2 y una de sus diferencias la encontramos en su denominación.
• Otra diferencia es que el Centro 2 tiene
una disposición en apartamentos además de tener zonas comunes.
• Disponibilidad de plazas del Centro 2 es
de 35 plazas entre madres e hijos pudiendo dar cabida a 16 unidades familiares.
• Disponibilidad de plazas de la Casa 3 es
de 25 plazas entre madres e hijos pudiendo dar cabida a 9 unidades familiares.
• Los equipos están compuestos por diferentes profesionales: educadoras (24 horas), educadores de menores, trabajadora
social, abogada, psicóloga, cocinera, auxiliar doméstica, administrativa y directora. Que trabajan de una forma INTERDISCIPLINAR.
A pesar de las diferencias señaladas entre
ambos servicios, ambos comparten los mismos:
Objetivos Generales
Los objetivos del Centro y Casa de Acogida
son proteger, alojar y atender temporalmente las necesidades de las mujeres víctimas de violencia doméstica y menores a
su cargo, proporcionarles un tratamiento
integral, promoviendo su autonomía personal y dotando de las herramientas que
les faciliten rehacer su vida en condiciones de normalidad a nivel social, laboral
y económico, en base a la exigencia de su
dignidad y derechos fundamentales como
personas.
69
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Objetivos Específicos de Intervención
En relación a las mujeres:
• Garantizar a las mujeres un espacio de
seguridad y de acompañamiento cualitativo dándoles la oportunidad de alejarse
del foco de la violencia, con objeto de proteger su integridad física y psíquica.
• Ofrecer un espacio y un tiempo propio
para la reflexión, la toma de conciencia
y la recuperación emocional del dolor y
el abuso sufrido, para que puedan marcar una inflexión decisiva en el ciclo de
la violencia.
• Acompañar a las mujeres en el proceso
de reparación de los diferentes aspectos
personales y vivenciales que se han visto
malogrados en relación de violencia vivida.
• Promover la autonomía, la independencia y la responsabilidad para que cada
mujer sea la auténtica agente de sus
cambios.
• Informar y asesorar sobre los recursos y
prestaciones de los que la familia puede disfrutar.
Objetivos Específicos de Intervención
En relación a los y las menores:
• Garantizar a las hijas e hijos de las mujeres acogidas, un espacio de seguridad y
de acompañamiento cualitativo dándoles
la oportunidad de alejarse del foco de la
violencia, con objeto de proteger su integridad física y psíquica.
• Ofrecer la posibilidad de crecer y desarrollarse en un espacio donde poder poner
palabras a sus vivencias, interrogantes y
dolores, realizando a la vez las responsabilidades sociales que les corresponde
según su edad.
• Garantizar un espacio sin violencia donde aquello que prevalece es el bienestar
70
afectivo y el desarrollo de las potencialidades singulares de cada criatura.
• Ofrecer modelos de relación interpersonal y convivencia con perspectiva de género y no violentas.
REQUISITOS PARA ACCEDER AL RECURSO:
Los requisitos para acceder a nuestros centros son:
“SER MUJER, MAYOR DE EDAD, CON O
SIN HIJOS A SU CARGO, RESIDENTES
EN LA COMUNIDAD DE MADRID, QUE
SEAN VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO Y CARENTES DE RECURSOS PROPIOS”.
La propuesta de derivación de las usuarias
al recurso, se realiza a través de la propia
Dirección General de la Mujer, previa valoración de las peticiones de alojamiento de
larga estancia por parte de los centros de
emergencia de municipales y/o de la red de
la propia Comunidad.
METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN
Para describir la metodología de trabajo
para la intervención en nuestros centros, hay
que hacer referencia al modelo de gestión de
la calidad definido por Intress en base a dos
líneas de actuación complementarias:
• Implementación de la Norma “ONG con
Calidad” como norma de gestión de calidad total, cuya especificidad fundamental
radica en que está basada en valores.
• Utilización del modelo EFQM para la evaluación y mejora de la gestión.
Los procedimientos permiten que todas las
personas que intervienen cumplan con su
tarea establecida en el conjunto del proceso.
La atención a las unidades familiares está
estructurada en los siguientes procesos
esenciales.
Proceso de Acceso o
Derivación
Proceso de Acogida
Proceso de
Intervención
Proceso de Evaluación: PAI
Proceso de Intervención
Proceso de Salida
Proceso de Seguimiento
Todo el equipo profesional está implicado en
todos los procesos proporcionando un trabajo
multidisciplinar desde el principio de la intervención.
EVOLUCIÓN DEL PERFIL DE NUESTRAS
USUARIAS
• Aumento considerable de mujeres extranjeras víctimas de violencia de género.
100%
80%
60%
40%
20%
0%
2005
2006
2007
En el año 2003 teníamos una presencia del
7% de mujeres extranjeras, en 2004 un 22%,
en 2005 un 26% y en 2006 un 46% y de eso
hemos pasado a qué durante los años 2007,
2008, 2009 y 2010 el 100% han sido mujeres
extranjeras. En 2011 ha habido un 82% y en
2012 vamos camino de repetir este último dato.
2008
2009
2010
2011
(Los datos del gráfico corresponden a la
Casa de Acogida 3, que al llevar más tiempo en funcionamiento se aprecia mejor la
evolución de los mismos, pero en el Centro
de Acogida 2 los datos son muy similares
desde su inauguración).
71
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Los datos del gráfico nos trasladan a la siguiente realidad:
• Mujeres y niños de múltiples nacionalidades conviviendo en un mismo espacio. El dato superior corresponde a 2007
con 12 nacionalidades y el dato inferior
corresponde a 2011 con 8 nacionalidades.
Siendo los países con mayor presencia los
siguientes:
Sudamérica: Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Guatemala, Paraguay,
Cuba, Brasil, República Dominicana,
Honduras
Países del Este: Rumanía, Bulgaria, Rusa
África: Marruecos, Argelia,…
Esta situación repercute directamente en
conflictos culturales entre ellas y de convivencia en el recurso.
• Problemas con el idioma español. En
algunos casos apenas lo entienden y casi
no saben hablarlo. En el caso de las mujeres marroquís a veces lo hablan mejor de
lo que lo entienden. Se genera una doble
frustración entre usuarias y profesionales
por producirse una comunicación muy limitada y los avances en el proceso personal pueden ser mínimos.
• Situación de irregularidad de las mujeres inmigrantes. En el año 2007 hubo un
60% de usuarias sin ningún tipo de permisos (ni de residencia ni de trabajo), en
2008 hubo un 61,5%, en 2009 un 50%, en
2010 un 33,7% y en 2011 un 18, 1%.
El resto de usuarias tenían uno u otro
permiso y en 2011 el 81,8% han tenido
una situación regular.
• Prestaciones como la RAI (Renta Activa
de Inserción, actualmente 426 euros) y
la RMI (Renta Mínima de Inserción) se
han convertido en su principal y en ocasiones única fuente de ingresos.
Las mujeres que no han podido regularizar su situación a lo largo del año de
estancia no han percibido ningún tipo de
72
ingresos, exceptuando ayudas puntuales
de Cáritas.
Este dato nos lleva a ver que la capacidad adquisitiva de nuestras usuarias ha
ido disminuyendo en estos últimos años,
hasta tal punto que podemos hablar claramente de un empobrecimiento que las
lleva a rozar situaciones de exclusión social.
En el año 2006 la media de ingresos era
de 800 €/mes y en 2011 la media de ingresos ha sido de 384 €/mes.
• Se encuentran con escaso acceso al mercado laboral, por diferentes razones: falta de formación básica y/o profesional,
falta de experiencia laboral, situación de
ilegalidad y la crisis económica que venimos padeciendo en estos últimos años,
que no hace sino agravar la posible consecución de un empleo.
Dada esta situación nuestras usuarias
están abocadas a encontrar trabajos sin
contratos y mayoritariamente en el ámbito del servicio doméstico.
• Hay una mayor dificultad para acceder a
vivienda pública (endurecimiento requisitos, poca oferta de la misma) y mayores
problemas para acceder a pisos de alquiler (escasos ingresos, necesidad de avales, etc…) y/o habitaciones de alquiler
dependiendo del número de hijos e hijas
que se tenga.
• A pesar de ser mujeres con un perfil mayormente subsidiario, en los dos
últimos años, casi todas ellas cuentan
con móviles de última generación y/o
portátiles, que nos indican su prioridad
ante sus necesidades económicas y una
no muy adecuada gestión del dinero que
reciben.
No dejamos de comprender que esta falta de práctica en la gestión económica
es fruto del control económico que en la
mayoría de los casos han vivido como
una consecuencia más de la violencia de
género. Pero es un dato necesario para
reflexionar sobre la intervención que se
realiza con estas mujeres y las consecuencias que a corto y largo plazo tienen
para ellas.
• El acceso tan directo a las redes sociales
las sitúa en una posición de vulnerabilidad
total, ya que no tienen en cuenta medidas
de securización y no les ha dado tiempo a
interiorizar modelos de relaciones de género sanas.
Este es un dato que va en aumento en este
último año y que preocupa a las profesionales, por la falta de control del mismo
que desde los equipos se puede tener.
• Cuentan con una red familiar y social
escasa o inexistente en nuestro país. A
parte del consecuente sentimiento de soledad que se añade a las secuelas del trauma
vivido por la violencia de género ejercida
por sus parejas, esta situación redunda en
una falta de apoyos personales, emocionales y económicos que se hace más evidente
ante su necesidad de conciliar vida familiar y laboral.
Cómo dato positivo destacamos que:
• La franja predominante de edad se encuentra entre los 20 y los 35 años, pero se
observa una tendencia al ingreso de mujeres más jóvenes, con menos número de
hijos y estos de menos edad.
En 2011 la franja predominante de edad
de los menores estaba comprendida entre
los 0 y 3 años. La media de hijos por mujer
fue de 1,09%. Mayoritariamente los hijos
suelen tener nacionalidad española al haber nacido en nuestro país.
• La bajada de edad de las madres y de
sus hijos e hijas, puede tener una lectura
positiva en cuanto a que es menor el tiempo de exposición a situaciones de maltrato. Creemos que esta situación está favorecida por las medidas de protección que
ofrecen las distintas administraciones en
nuestro país.
CONCLUSIONES
Nuestras usuarias presentan el siguiente
perfil, son mujeres
• VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO
• Que rozan la EXCLUSIÓN SOCIAL
• Y además presentan OTRAS PROBLEMÁTICAS: TRASTORNOS DE SALUD
MENTAL, CONSUMO DE SUSTANCIAS
(ALCOHOL),…
La preocupación por la tramitación de los permisos de residencia y trabajo, el no acceso a
recursos laborales, formativos, ayudas y subsidios, vivienda pública, junto con la dificultad
de convivencia entre personas de tan variadas
claves culturales y costumbres, hace que sea
difícil la necesaria intervención sobre la problemática que las ha traído a los Centros de
Acogida, la violencia de género, sobre la que
si constatamos que ha hecho el mismo tipo de
daño a las mujeres, independientemente del
país de origen, pero que dadas las circunstancia pasa a un segundo plano para ellas.
Dificultades detectadas para la intervención y dinámica de la Casa de Acogida
• Dificultades de adaptación a la Casa, en
ocasiones se detecta menor conciencia de
pertenencia y mayores dificultadas para
establecer vínculo con las profesionales.
• Interculturalidad, la diferencias de costumbres y hábitos no suele ser normalmente
una fuente de enriquecimiento mutuo, sino
una fuente de envidias y conflictos.
• La carencia, en muchos casos absoluta de
red social, hace que establezcan vínculos
demasiado rápidos y fuertes pero poco
profundos con sus compañeras, y esto tiene varias consecuencias: por una parte las
expone a nuevas experiencias de fracaso, con la consiguiente desconfianza hacia el mundo y por otra crea importantes
dificultades en la intervención puesto que
73
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
tienden a confiar más en las compañeras que en las profesionales y en ocasiones a unirse entre ellas para confrontarse
con el equipo profesional.
• Menor conciencia de la necesidad de independencia económica en muchos casos
fruto de la pertenencia a ambientes culturales más sexistas, donde las mujeres sólo
son mano de obra y el control económico está en manos de sus parejas, padres
u otras figuras masculinas. Esta menor
conciencia a veces nos sitúa en una mayor
posición de dependencia del estado español, llegando a detectarse actitudes de
exigencia en ciertas ocasiones.
• Al tener menor conciencia del trabajo sobre la violencia de género vivida, unido a
unas expectativas irreales sobre el tipo de
ayuda que la Casa de Acogida puede ofrecerles se produce una doble frustración,
por parte de las usuarias y por parte de las
profesionales que sufren un desgaste profesional en la intervención con las usuarias, sintiéndose infravaloradas.
• Tienen una mayor desesperación porque
su proyección de futuro es menor, teniendo en cuenta todas las dificultades añadidas con las que se encuentran además
de su necesario proceso de recuperación.
Esta situación en ocasiones ha derivado
en un proceso de empoderamiento negativo de algunas usuarias.
• El dato del empoderamiento negativo se
ve reforzado cuando en ocasiones dependiendo de las directrices del organismo
que coordine y supervise la gestión, se
plasma una falta de capacidad decisoria
del equipo técnico ante el incumplimiento
de normativa por parte de las usuarias. Es
sumamente importante que pueda haber
una coordinación y una comunicación fluida entre todos los agentes implicados y se
de peso al criterio técnico.
• Nos encontramos con una falta de presupuesto para cubrir mayores necesidades y
74
carencias personales de las usuarias, que
no fueron contempladas en los pliegos iniciales, debido al cambio de perfil que estamos experimentando en estos últimos
años.
• Falta de presupuesto para cubrir más bajas laborales que puedan derivarse de todas estas circunstancias laborales.
Los dos últimos puntos si bien no tienen una
gran incidencia, nos parece que también son
aspectos a visualizar, ya que existe una repercusión presupuestaria que afecta a la gestión
general del recurso.
Otras dificultades más ajenas a la voluntad de las mujeres:
• Dilatación de los procesos judiciales. A
pesar de la celebración de juicios rápidos
hay procesos judiciales que se dilatan en
el tiempo (saturación de los Juzgados,
evaluaciones equipos psicosociales, peticiones de videoconferencia, etc…) que
interfieren claramente en los procesos de
recuperación que hayan o estén iniciando
en el centro.
• Procesos de regularización de la situación personal en el territorio español, llenos de trámites y gestiones variadas.
• En este último año endurecimiento de los
requisitos de acceso a servicios básicos
como la atención sanitaria.
• Recortes de ayudas económicas en todos
los ámbitos pero sobre todo a nivel educativo.
• Disminución de las profesionales que
trabajan en las Casas de Acogida y en el
resto de la red de Centros que atienden a
las mujeres víctimas de violencia de género.
Propuesta de cambios necesarios, alternativas y posibles soluciones:
 Necesidad de una mayor COORDINACIÓN y trabajo en red de todos los agentes implicados en el proceso de detección
y atención de las mujeres víctimas de violencia de género:
o Recursos y servicios de la Red de Centros (Puntos Municipales, Centro de
Día de Mujeres, Programa MIRA…)
o Servicios Sociales
o Centros de Día para mujeres
o Asociaciones que trabajan con mujeres víctimas de violencia de género
o Organismos de Inmigración
o Delegación de Gobierno
o Organismos oficiales de empleo y
otras entidades de empleo
o Empresas municipales de vivienda
y/o Institutos de vivienda
o Consejería de Sanidad y Educación
o Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
Si bien el objetivo principal de la estancia en
los centros y casas de acogida para mujeres
y menores es la protección y la reparación
de los daños sufridos en la relación de violencia machista, el Centro de Acogida tiene
que procurar la normalización de la vida cotidiana y la integración social de la familia
en el nuevo entorno.
La Red de Atención a Víctimas de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid
cuenta con los servicios especializados necesarios para dar cobertura de forma ambulatoria a las necesidades de las mujeres
y sus hijos/as que muchas veces desde los
Centros no pueden darse. Por ello, planteamos un cambio en el modelo actual de intervención en el que se potencie el uso de
estos recursos, logrando de este modo una
mayor autonomía y normalización. El nuevo modelo de intervención potencia al equipo profesional en el trabajo socio-educativo
y el trabajo en Red.
En términos prácticos, la metodología de
trabajo en red es una manera efectiva de
compartir información, de aprender de la
experiencia del otro, de trabajar en equipo y
evolucionar hacia intervenciones más completas y de mayor calidad.
El trabajo en red exige una adecuada coordinación y unos sistemas de comunicación útiles que hagan más efectivos y rentables a los
recursos, no duplicando las intervenciones.
Del mismo modo el poder organizar una red
de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia
de Género permite disminuir los efectos de
la victimización secundaria permitiendo que
las mujeres se responsabilicen de su proceso
de intervención, evitando la institucionalización, ayudando desde el ingreso a la autonomía.
El trabajo en RED permite:
 Mayor aprendizaje: trabajar en equipo,
aprender del otro, etc.
 Aumentar el conocimiento: tener mayor
conocimiento entre los recursos y su forma de trabajar.
 Mayor rentabilidad social: mayor aprovechamiento de los recursos y de los/las
profesionales.
 Menor duplicidad en el trabajo
 Mayor autonomía para las mujeres
 No victimización secundaria: Asunción
de responsabilidad en su proceso de recuperación, no institucionalización
 Dotar a los equipos de herramientas:
formación más específica, supervisiones,
jornadas de reflexión, reelaboración de
metodologías de intervención y organización de la Casa.
 Desde la intervención debemos fijarnos
unos objetivos de mínimos, para rebajar
la frustración tanto en las usuarias como
en las profesionales.
 Ajustar en la medida de lo posible los
perfiles de las mujeres que son propuestas para ingresar en Casas de Acogida,
para rentabilizar los recursos o hacer los
cambios necesarios en los recursos.
 Reestructuración de los espacios de convivencia. Con estos perfiles no debería de
tenderse a lo macro y si más bien a lo micro, con el objeto de mejorar la intervención y la calidad de la atención que se dis75
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
pensa, así como para el mejor manejo de
los conflictos y reducción de los mismos.
 Previo al ingreso hacer especial hincapié
en que el objetivo principal de la derivación
a una Casa de Acogida es realizar un Proceso Terapéutico de Recuperación de la
violencia sufrida. Este punto que puede resultar tan obvio, es necesario que sea señalado como obligatorio porque no todas las
usuarias son conscientes de su necesidad.
 Obligatoriedad en el cumplimiento de un
PLAN DE AHORRO para situarlas en una
realidad social que en las Casas o Centros, no se cumple ya que todos los gastos
están cubiertos y que tiene una incidencia directa en el proceso de salida de las
usuarias.
 Si este tipo de medidas no se pone en
marcha sólo contribuiremos a cronificar
su situación de dependencia de las Instituciones Sociales y Públicas.
 Las instancias políticas, la administración pública, las profesionales y las mujeres que acceden a la Red compartimos
la responsabilidad de romper con los beneficios secundarios de la situación de
víctima que conduce de nuevo a una vida
parasitaria y de dependencia.
DE VÍCTIMA A SUPERVIVIENTE COMO
AGENTE DE CAMBIO SOCIAL
tres metros de él en todo momento, atender
todas sus sugerencias sin protestar, no podía
leer libros, no podía llorar, entregarle los recibos de cada compra que hiciera aunque fuese
un caramelo de 10 céntimos
Pero ese día le sugerí, que si no era feliz conmigo, en vez de pegarme quizás sería mejor
que nos separásemos.
A lo que él contestó:
–¡No chiquita…no, nunca te separarás de mí.!
Lo nuestro es amor o muerte…
Aún hoy cuando recuerdo estas palabras me
sigue temblando todo el cuerpo por dentro.
Como yo no quería firmar ese papel, él se
puso cada vez más violento, y tanto temí
por mi vida que me puse de rodillas y empecé a rezar el padre nuestro y él me gritaba:
–¡Reza, reza, que te va a hacer falta, porque
esta discusión la va a ganar quien de los dos
quede vivo!
Pero yo no quería firmar, yo no quería dar
mi consentimiento para que siguiera pegándome. Por primera vez en once años le llevé
la contraria. Y entonces él se puso cada vez
más violento, me acorraló en la cama, se echó
encima de mí, y con todo el peso de su cuerpo me inmovilizó y me puso las manos en la
garganta para que yo no pudiera hablar ni
respirar.
Ana Bella Estévez Jiménez de Los Galanes
Fundación Ana Bella para la Ayuda a Mujeres Maltratadas y Madres Separadas
VÍCTIMAS
En el mundo una de cada
tres mujeres es o ha sido
maltratada. No importa el
país, la religión, la raza,
el nivel cultural o económico, 1.200 millones de
mujeres sufrimos violencia sólo por el hecho de
ser mujer.
En España muere una mujer cada semana a manos de su pareja. Una
de cada diez mujeres en España sufre maltrato, eso significa 2.150.000 mujeres que sufren
o hemos sufrido violencia a lo largo de nuestra
vida.
Y yo fui una de ellas durante once años.
Un día, mi marido quería obligarme a firmar
un documento en el que yo me comprometía
a continuar con nuestro matrimonio aunque
él me pegase. Ya había firmado otros compromisos, como que tenía que estar a menos de
76
–Si quieres seguir con la relación aunque te
duela, apriétame los brazos– me gritaba… él
sabía que yo no podía hablar y me apretaba
más fuerte.
Empecé a verlo todo borroso de repente se hizo
el silencio y mi mente pensaba lenta.
–¡Aprieta¡– Me gritaba, y yo cada vez le escuchaba más lejos,
Ya no tenía fuerzas ni para apretar sus brazos…
Hasta que oí el llanto de mi hijo de 9 meses y mi
instinto materno me hizo reaccionar. El único
instinto que él no había logrado arrebatarme.
Tenía una razón para vivir, mis cuatro hijos.
Apreté sus brazos, hice todo lo que él quiso, y
volví al mismo infierno silencioso de siempre…
Pero esa noche, cogí a mis cuatro hijos, los metí
en el coche y me escapé de mi casa.
Estaba temblando muerta de miedo. Iba dando
acelerones porque la pierna se me movía sola,
temblaba sola. No puedo explicaros el miedo
que sentía, pero más miedo tenía aún de seguir durmiendo cada noche con mi asesino y
entonces mi hija, al verme llorar, pone la radio
y escucho la canción “Tú que eres tan buena y
artista, tú que te mereces un príncipe, un dentista… “y rompo a llorar pensando que sí, que
yo era buena y que de verdad me merecía un
compañero mejor, que me tratara con respeto,
una vida mejor. Tuve una infancia muy difícil
porque mi madre era alcohólica y tuve un matrimonio horrible…
“Tú que te mereces un príncipe, un dentista…”
Bueno… ya con 40 años me da igual que sea
príncipe, que sea dentista o ingeniero… al menos que sea soltero…!!!
Y denuncié y fuimos a una casa de emergencia
y luego a una casa de acogida, a un piso tutelado y cuando salí me vi en la calle… sin casa,
sin dinero, sin estudios porque él no me había
dejado ir a la universidad aunque había sacado sobresaliente y matrícula de honor en COU,
sin trabajo, sin poder demostrar mi experiencia
laboral a pesar de que llevaba trabajando desde los 18 años ya que siempre había trabajado
para él y lo peor… muerta de miedo porque mi
ex marido me perseguía a pesar de la orden de
alejamiento y la custodia de mis hijos pendiente
de un juicio… y yo sin casa… con el miedo de
perderles… una compañera de la casa de acogida perdió la custodia de sus hijos por no tener
vivienda.
Pero yo tenía un pasaporte, algo que me dio
la ley, un certificado de que yo era víctima
de violencia de género. Con ese papel podría
cobrar una ayuda de 320 € y tenía derecho
a un 5% de las VPO (viviendas de protección
oficial) que se construyeran en Sevilla, pero
claro, después iba al banco y con ese papel
de víctima no me daban la hipoteca… ¡Ni un
5% de la hipoteca! Y con 320 € no podía pagar un alquiler ni subsistir con 4 hijos.
SUPERVIVIENTES
Desesperada miré el papel víctima de violencia.
Y me acordé de todo lo que había sufrido en la
vida, de las noches sin dormir, de los días sin
comer, de las prohibiciones, de los insultos, de
los días atada, de los cardenales, de los correazos, del miedo y en ese momento me di cuenta
que, aunque la sociedad me dijera que yo era
una víctima, yo no era una víctima si había sido
capaz de sobrevivir 30 años a ese martirio y
seguía viva y cuerda, yo no era una víctima, yo
era una mujer muy fuerte, que he aguantado lo
que pocas mujeres, lo que pocas personas, son
capaces de aguantar… yo no era una víctima,
nunca más, ni lo sería nunca más y rompí mi
pasaporte a los 320 €, rompí mi papel que decía que yo era una víctima… Porque yo era una
mujer muy fuerte, que había amado hasta el extremo, una mujer perseverante, que no había
renunciado a mi compromiso a pesar de las palizas, una mujer tolerante, con gran capacidad
de amar, una mujer que sabe reponerse a las
frustraciones con rapidez y salir adelante, una
mujer íntegra, fuerte, no una víctima yo era una
SUPERVIVIENTE. Y como superviviente iba a
luchar para tener un futuro digno para mí y
para mis cuatro hijos.
77
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
AGENTES DE CAMBIO SOCIAL
Quiero agradecer inmensamente los esfuerzos de las administraciones públicas por
implantar medidas que están liberando a
muchas mujeres de la prisión de los malos
tratos. Yo estoy viva y aquí doy gracias a ellas.
Pero no todas las mujeres maltratadas acceden a esas medidas. Hay más de un 70% de
mujeres maltratadas que no se atreven a denunciar y son invisibles para la administración, para su familia y para su entorno. En
España esto significa 1.500.000 mujeres. Por
eso en el año 2006 creé la Fundación Ana
Bella, para visibilizar y ayudar a las mujeres
maltratadas que no denuncian. Somos una
red natural de mujeres supervivientes que
usamos nuestra sororidad, nuestra empatía y nuestro Testimonio Positivo de superación para acompañar a mujeres maltratadas hacia una vida digna en igualdad.
Nosotras actuamos de una forma diferente, no mostramos las consecuencias físicas del maltrato, nosotras mostramos los
Testimonios Positivos de mujeres Supervi-
vientes. Estamos hartas de ver en televisión
a mujeres con ojos morados, con la voz distorsionada, la cara oculta, a mujeres muertas, a mujeres muertas, muertas o muertas
de miedo… Si estás siendo maltratada y
ves eso, piensas: “no voy a denunciar para
acabar así, muerta o muerta de miedo”. Un
empresario o empresaria no va a contratar
a mujeres que han sido maltratadas porque
no quiere en su empresa a mujeres con el
ojo morado, llorando o muertas de miedo.
Pero si nos ven a nosotras, mujeres supervivientes, que hemos superado la violencia
en positivo, que tenemos un trabajo digno y
sonreímos a la vida, lo que logramos es visibilizar a mujeres que están sufriendo malos
tratos y que reaccionen pensando: “Yo también quiero ser como Ana Bella, Carmen,
Graci, Antonia o Clara, yo quiero tener una
oportunidad de una vida digna en igualdad.
Si ellas han podido salir adelante, yo también puedo.”
Y gracias a nuestros Testimonios Positivos
ayudamos cada año a unas 1200 mujeres
para que salgan de la violencia en positivo.
ROMPIENDO LA CADENA GENERACIONAL DE VIOLENCIA
Pero ayudar a que una mujer salga de la violencia no es suficiente para que ésta acabe.
La violencia se transmite de padres a hijos/
as, el 70% de los hijos/as la repiten en su
edad adulta. Así que nosotras, las madres de
la Fundación Ana Bella, que hemos sufrido la
cara más amarga de la desigualdad que es la
violencia, nos estamos formando en igualdad
para educar a nuestros/as hijos/as de forma
que cuando crezcan mantengan relaciones
78
igualitarias, nosotras ya no somos el problema, somos parte de la solución, nos estamos convirtiendo en agentes de cambio social dentro de nuestros hogares, cortando
la cadena generacional de violencia.
EMPRENDEDORAS SOCIALES
Y por canalizar esta fuerza transformadora
de la red de mujeres supervivientes me seleccionaron en 2011 como Emprendedora
Social de la Fundación Internacional Ashoka, y hasta estuve en los premios Príncipe de Asturias e incluso la consejera de
Obama, Valerie Jarret (que era la jefa de la
mujer de Obama antes de convertirse en la
primera dama), en su conferencia inaugural
del congreso mundial de casas de acogida en
Washington DC Febrero 2012 dijo, ante 1400
personas de 94 países, que contaban con el
honor de la asistencia de Ana Bella como ponente, que yo era un ejemplo a seguir para
todos y el manager de la campaña de Obama
2008 Henry de Sio escribió mi historia en su
blog y este año he salido en El País como una
de las 100 protagonistas del año en la sección
líderes; la revista Mujer & Cía me seleccionó
como una de las top 100 líderes del año, una
de las 10 personas más influyentes del sector social en España… En Octubre el Consejo
General del Poder Judicial nos dio el premio
del Observatorio por nuestro trabajo contra la
violencia. Por primera vez una mujer que ha
sido maltratada, era noticia, no porque había muerto, sino porque estaba cambiando
el mundo.
SOLUCIONES EFICACES
Los premios avalan nuestro esfuerzo pero
para que la mujer salga de la violencia a veces no es suficiente con la ayuda emocional
que le aportamos, es necesario ofrecerle soluciones eficaces, prácticas, realistas y rápidas,
como una vivienda y un trabajo.
La primera mujer que acogimos en la Fundación Ana Bella se quedó en mi casa porque no
teníamos dinero para alquilar una vivienda.
Puse a mis cuatro niños en una habitación,
Leticia con su hijo de año y medio en otra y
así es como empezamos. Ahora ya tenemos 6
viviendas de apoyo, dos de ellas gracias a la
Fundación Rose y su programa Techo Amigo. Y gracias también al apoyo económico de
personas solidarias que realizan aportaciones, algunas de 1 €, pero para nosotras un
euro significa mucho, un euro es el desayuno para una de nuestras viviendas de apoyo. Entidades como la Obra Social la Caixa,
Ford España, Grupo Cortefiel, IREA, Fundación Marcelino Botín, nos apoyan anualmente
para que podamos seguir aportando soluciones eficaces y transformadoras.
Leticia vive ahora en Madrid y desde Madrid ha
alojado en su casa a tres mujeres y ha ayudado a más de 30 mujeres a empezar una nueva
vida. En eso consiste el poder multiplicador
de nuestros Testimonios Positivos… Ese es el
milagro de nuestra Fundación Ana Bella, una
mujer ayuda a otra, esta a otra y con un presupuesto muy ajustado, nuestros recursos se
vuelven infinitos gracias a la voluntad y al esfuerzo de la red de mujeres supervivientes cuyo
compromiso va más allá del dinero.
Y en nuestra vivienda de Sevilla entró una
mujer embarazada que él la tenía retenida
en un sótano sin agua, sin luz, sin cuarto de
baño, embarazada de 5 meses y para colmo
polaca. Digo para colmo, porque si eres una
mujer inmigrante normalmente tu red social
de apoyo viene de las amistades y familiares
de él y te encuentras más aislada aún y sin
ayuda una vez que decides separarte de tu
agresor. Le encontrábamos entrevistas de
trabajo pero nunca la seleccionaban porque
claro, estaba embarazada y además era inmigrante que no hablaba bien español. Y ella me
decía: – Mujer embarazada… ¿a la basura?
–Y yo le contestaba: –No Asha tú vales mucho, ya verás que pronto encuentras trabajo.
79
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
En esos días nos llaman y nos invitan a un
acto de entrega de premios, que los daba la
Caja San Fernando, bueno para quien no la
conozca luego fue Cajasol, luego Banca Cívica y ahora es La Caixa… El dinero que nos
donan estos bancos nos lo estamos gastando
nada más que en cambiar los logotipos en los
folletos y los letreros de nuestra sede… ahora tenemos seis cuentas en el mismo banco…
Bromas aparte, los premios los recibían entidades reconocidas: Federación Española de
Baloncesto,… 100.000 €; Asociación Española contra el Cáncer, 100.000 € y yo, que tenía
en mi pensamiento y en mi corazón a Asha,
le dije a Cheli, la voluntaria que me acompañaba “si nos dieran un premio de estos monto
una empresa nada más que para darle trabajo a Asha” y en ese momento escucho… Fundación Ana Bella premio inclusión social… y
salí llorando porque pasábamos tanto sacrificio y tantas noches sin dormir para conseguir
pagar los alquileres de las viviendas de apoyo
que esos 25.000 € nos iban a dar un año de
respiro. Pero no, cumplí mi palabra y con ese
dinero creamos una empresa que en 4 años
ha dado empleo a más de 120 mujeres víctimas y supervivientes de violencia de género.
Lo primero que conseguimos fue un contrato
para limpiar autobuses, de Sevilla al Aljarafe
por la noche, y casi todo eran trabajos de limpieza. Trabajos dignos pero que no lograban
empoderar a la mujer, ya que poca gente te
felicita por lo limpia que está la oficina, son
trabajos invisibles que los hacemos cuando
no hay nadie o por la noche, y que cuando
te ven que estás limpiando la mayoría de la
gente te dice “Perdona que te voy a pisar”.
Ya sé que es una frase hecha. Pero escuchar
día a día perdona que te voy a pisar, se te
clava en el alma, como se te clava cuando tu
marido, el padre de tus hijos, la persona que
te ama por sobre todas las cosas, te dice constantemente que no vales, no sirves, eres una
vaga, una inútil, quién te va a querer a ti si tú
sólo vales para fregar escaleras, y ahí estás tú
80
fregando escaleras. Es verdad que estábamos
dando una salida laboral a mujeres, pero ganaban muy poco, era una solución, pero no
estábamos consiguiendo que dieran ese salto
de víctimas a supervivientes, a pesar de que
la Fundación Andalucía Emprende nos dio
el premio Mujer Emprendedora en el 2009
y que Momentum Project (BBVA, ESADE Y
PWC) nos nombraron una de las 10 empresas
sociales más prometedoras de 2011, nos faltaba algo más para generar un cambio social.
Nuestra eficacia estaba siendo invisible, así
que montamos una tienda de comercio justo,
pero cuando por fin entré en la universidad a
hacer administración de empresas aprendí lo
que era el coste de oportunidad y tres meses
más tarde cerramos la tienda. Pero antes de
cerrarla nos llamó el Triodos Bank. Abrían
una oficina en Sevilla y querían servir un café
de comercio justo y lo único que habían encontrado en Sevilla con café de comercio justo
buscando en internet era nuestra TiendeSita
Solidaria. Gracias Dios, digo… gracias Google
por posicionarnos…
–No servimos café, le contesté, al de Triodos
Bank, pero no te preocupes que te lo serviremos. Reconocí la oportunidad de negocio
y gracias al boca a boca empezamos nuestro
Catering Solidario Ana Bella, que posee una
capacidad transformadora inmensa. Servimos productos ecológicos y de comercio justo
y transformamos el consumo en un consumo
responsable económica y medioambientalmente. Conseguimos que mujeres maltratadas, trabajando conjuntamente con mujeres
supervivientes, gracias al trabajo en equipo,
se transformen de víctimas en supervivientes,
logramos a veces que en un solo día salgan de
la violencia y empiecen una vida nueva. Porque cuando ellas vienen de su casa en la que
le dicen: tú no sirves, tú no puedes, tú no vales, quién te va a dar trabajo a ti, y se ganan
bofetadas por lo que hacen y por lo que no
hacen, cuando vienen a nuestro catering lo
que ellas reciben es qué bueno está todo, qué
bien lo haces, qué valiente has sido, qué bien
sirves y a veces hasta nos ponen en fila para
aplaudirnos… Ve la mujer que creen en ella,
que su trabajo es valorado y que ella puede
tener un futuro digno.
LA ESCUELA ANA BELLA PARA EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER
No sólo es importante que las mujeres salgamos de la violencia, es imprescindible
que lo hagamos en positivo, evitando la doble victimización que nos lleva a la exclusión social.
La vía más eficaz para que una mujer supere la violencia en positivo es favorecer su
inserción laboral pero en trabajos reconocidos socialmente, que le reporte su independencia económica y que la posicionen
como un valor social.
Y en esta visión de empoderar a la mujer
superviviente a través de un trabajo digno,
visible y valorado socialmente creamos LA
ESCUELA ANA BELLA PARA EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER, gracias a la financiación de Danone y a la colaboración
de Momentum Task Force SL. Hemos creado una actividad empresarial sostenible
que contribuye a un cambio social duradero.
Con el convencimiento de que las mujeres que
hemos sido maltratadas no somos víctimas,
somos mujeres muy fuertes, mujeres acostumbradas a trabajar bajo presión, mujeres que
sabemos reinventarnos cada día para salir
adelante, mujeres que nos reponemos rápidamente a la frustración, que tenemos una gran
tolerancia al fracaso, que somos perseverantes
y seguimos intentándolo a pesar de las dificultades. Mujeres que también tenemos práctica
en aguantar al peor jefe del mundo y que entendemos el lenguaje corporal, habilidad imprescindible para las comerciales.
Estas cualidades, si las enfocamos en el
mundo laboral, hacen de nosotras trabaja-
doras muy eficaces y comprometidas con el
desarrollo económico y social de la empresa.
Trabajadoras comprometidas… para nosotras el trabajo significa nuestra dignidad
personal, es nuestra vida. En EEUU el 80%
de los/as trabajadores/as no están comprometidos/as con la empresa, es una de las
causas de la crisis, me lo dijo Bill Daryton
Premio Príncipe de Asturias 2011 y que me
seleccionó como emprendedora social de
Ashoka. Me dijo que lo que hacemos en
nuestra Escuela Ana Bella para el Empoderamiento de la Mujer es la clave para
transformar la sociedad. Potenciar la empatía, el trabajo en equipo, la capacidad
de liderazgo y todo ello enfocado a un objetivo común.
¿Qué hacemos en nuestra Escuela Ana Bella
para el Empoderamiento de la Mujer?
Visibilizamos a mujeres supervivientes en
riesgo de exclusión porque a pesar de haber
superado la violencia siguen desempleadas
y sin ocupar el lugar que le corresponde en
la sociedad. Para ello usamos nuestra red de
mujeres supervivientes que tenemos por toda
España, ya que no se puede poner un anuncio
en el periódico “busco mujer superviviente”
como hacen otras agencias de empleo para
buscar los perfiles.
Ofrecemos formación y talleres de empoderamiento para conseguir que la mujer enfoque
sus cualidades como superadora en las habilidades necesarias para una inserción laboral
eficaz.
Contactamos con empresas para que contraten nuestros servicios de selección de personal y campañas para promociones.
Una vez tenemos una empresa que necesita
empleadas o hacer una campaña de promoción, seleccionamos a las candidatas cuyas
capacidades personales se identifiquen con
los objetivos del puesto de trabajo.
Impartimos la formación específica para el
puesto a desempeñar: producto, Excel, técnicas de venta, nutrición, etc.
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Durante el periodo de la contratación ofrecemos un coaching personal a las empleadas
para potenciar la empatía, el trabajo en equipo, la capacidad de liderazgo, para que las
mujeres supervivientes liberen su potencial
y desarrollen un trabajo eficaz, consiguiendo
los objetivos marcados y para que a la vez
diseñen un proyecto de vida en el que eviten
la exclusión, se empoderen y se conviertan en
las líderes de su futuro.
Logramos que mujeres que han sido maltratadas se transformen en supervivientes
que actúen como agentes de cambio social,
no sólo en sus hogares, sino también dentro de la empresa.
Desde la Escuela Ana Bella para el Empoderamiento de la Mujer estamos formando
a mujeres supervivientes de violencia de
género con la convicción de que una mujer
que ha sido maltratada no es una víctima,
sino que es una mujer superviviente con
cualidades muy positivas que enfocadas en
el mundo laboral hacen de ella una trabajadora eficaz que contribuye al desarrollo
tanto económico y como social dentro de la
empresa.
Gracias al Programa de Embajadoras Danone
en los lineales de yogur durante el año 2012,
90 mujeres supervivientes de violencia de género han tenido la oportunidad de trabajar
de cara al público en un empleo valorado socialmente.
Estamos generando igualdad de oportunidades para mujeres que parten de una desigualdad de condiciones.
Como por ejemplo Gloria para la que con sus
60 años ha sido su primer contrato de trabajo
o Marimar cuyo currículum era una hoja en
blanco. En la Escuela Ana Bella ponemos en
valor la experiencia vital como un activo para
la empresa.
Es un ganar, ganar para la empresa y la
empleada.
Para nosotras, las mujeres supervivientes de
violencia de género, el trabajo significa nues82
tra dignidad personal y para la empresa aportamos un alto nivel de compromiso que se ha
traducido en el descenso del absentismo, de
la rotación y en el incremento de ventas.
Que la empresa confíe en ellas hace que
ellas confíen en su potencial y generen
un efecto multiplicador capaz de superar
cualquier crisis. Cuando la trabajadora ve
que los clientes y las clientas confían en ella,
que la empresa apuesta por ella, se produce la magia y esto hace que ella se valore y
consiga sus metas tanto laborales como personales. En 2012 cuatro de las Embajadoras
Danone, gracias al empoderamiento de esta
oportunidad laboral, se han atrevido a crear
su propia empresa, dentro del entorno social
de crisis. Griscel ha recuperado la custodia
de su hijo y Ana María, que no se atrevía
a hablar con hombres, estando en el lineal,
ha recuperado la confianza y ya tiene hasta
novio.
Ojú me voy a tener que poner en un lineal a
ver si encuentro a mi dentista.
CAMBIO SOCIAL
Los empresarios y las empresarias, los trabajadores y trabajadoras sociales, la sociedad en
general, no queremos que nos veáis como mujeres maltratadas, débiles, a las que cualquiera
puede pegar o humillar y que nos tratéis con
lástima. No queremos que nos veáis como un
problema sino como parte de la solución.
Queremos que nos veáis como a personas eficaces que hemos sido capaces de superar situaciones difíciles que quizás no tenemos un
currículum pero sí una experiencia vital que lo
suple, que sí que tenemos cargas familiares y
una vida que no es fácil, pero por ello mismo
valoramos más la oportunidad de trabajar.
No nos veáis con el ojo morado. Miradnos
como lo que somos, mujeres supervivientes, mujeres luchadoras, que si nos dan la
oportunidad de aprender y la formación
precisa, podemos ser trabajadoras valiosas
para vuestra empresa y agentes sociales de
cambio.
Somos mujeres que nos reinventamos cada
día para salir adelante, para las que un
problema no es un obstáculo sino una oportunidad de superarnos, mujeres tolerantes,
flexibles, acostumbradas a trabajar bajo
presión, mujeres que sabemos reponernos
a la frustración rápidamente y seguir avanzando a pesar de las dificultades y la crisis.
TODOS Y TODAS PODEMOS CAMBIAR EL
MUNDO
Las leyes han cambiado y ahora es el turno de
que cada uno y cada una de nosotras cambiemos, demos un paso al frente y nos pongamos
en acción.
El maltrato hacia la mujer sucede en todo el
mundo. No importa el nivel de estudios, no importa el nivel económico, no importa la raza,
ni la religión, ni en qué país vivas, el maltrato
sucede por el mero hecho de ser mujer y en
España una de cada 10 mujeres lo sufrimos a
lo largo de nuestra vida. Puede ser tu vecina,
puede ser la mujer que tienes sentada junto a
ti ahora, puede ser tu hija, pudo haber sido tu
madre, fui yo, no somos estadísticas. No me
veas con el ojo morado, mírame como a tu
igual, porque si me ves como a tu igual me
vas a apoyar, me vas a respetar, me vas a
defender. UNA MUJER SOMOS TODAS LAS
MUJERES. Soy yo. Puedes ser tú. Estoy aquí.
Y aquí y ahora tú puedes ayudar a otra mujer
a que salve su vida y la de sus hijos/as. Afíliate a nuestra Fundación Ana Bella, contrata a
nuestra Escuela Ana Bella para el Empoderamiento de la Mujer y ofrece oportunidades laborales a mujeres supervivientes, haznos una
donación, sé voluntario/a o sé tú un ejemplo
de igualdad. Cuando somos maltratadas no
nos damos cuenta de lo que nos ocurre, necesitamos que alguien nos tienda la mano y nos
saque de la violencia, tú puedes ser ese al-
guien. Habla con aquella vecina seria que de
vez en cuando te cruzas en el ascensor, que a
veces tiene cardenales y cuyos gritos del marido escuchas por tu balcón, habla con ella
… y dile… “sé por lo que estás pasando, si
necesitas ayuda mi puerta estará abierta sea
la hora que sea”, no la juzgues, sólo tiéndele
la mano. Todos y todas podemos hacer algo.
Si nosotras hemos sufrido el maltrato y hemos sido capaces de cambiar y de transformarnos en mujeres supervivientes, vosotras y vosotros también sois capaces de
conseguir vuestras metas por muy difícil
que parezcan y contribuir a un cambio social.
Siempre hay una forma de lograr los objetivos si perseveráis y tenéis confianza en vosotros mismos y en vosotras mismas, si creéis
en vuestros sueños. Recordad que no sois
víctimas de la situación sino que podéis elegir ser supervivientes y transformar vuestra
realidad.
Las mujeres de la Fundación Ana Bella hemos logrado ese cambio, hemos logrado
trascender de víctimas a supervivientes y
reconquistar nuestra vida gracias a un trabajo digno. Estamos generando un efecto
multiplicador que transforma el mundo.
Vosotros y vosotras también podéis reconquistar vuestros sueños y ser el cambio que
queréis ver en el mundo.
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Con Red y Sin Violencia. Servicio de
Atención psicosocioeducativa Mercedes Reyna
M.ª Elena Valverde Morán
Coordinadora del Centro Emergencia Luz
Casanova. Apostólicas del Corazón de
Jesús
La Red municipal de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género en el Ámbito
de la Pareja o Expareja, de la Dirección General de Igualdad de Oportunidades del Área
de Gobierno de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid ofrece una
atención integral a víctimas de violencia de
género, posibilitando una acción coordinada
y atendiendo desde la emergencia y detección hasta la recuperación integral.
Esta Red agrupa los siguientes Servicios y
Centros:
Servicio de Atención a la Violencia
de Género (S.A.V.D. 24 HORAS): Servicio
Especializado de emergencia, atención y
protección a mujeres víctimas de violencia
de género en el ámbito de la pareja o expareja y sus hijas e hijos. Atiende los 365 días
del año, las 24 horas del día.
Ofrece a las mujeres atención integral (social, psicológica, jurídica y socioeducativa),
acceso a Alojamiento Protegido y acceso a
Servicio de Atención Psicosocioeducativa
para mujeres y sus hijas e hijos víctimas de
violencia de pareja o expareja.
Pueden acceder mujeres víctimas de violencia
en el ámbito de la pareja o expareja y sus hijas e hijos, con independencia de su situación
administrativa en el caso de las mujeres inmigrantes. Pueden hacerlo:
• Por iniciativa de la mujer, sin necesidad
de concertar cita previa.
• A través del teléfono 900 222 100.
• Por derivación de cualquier recurso público o privado.
84
Red de Alojamiento Protegido
• Zona de Estancia Temporal del S.A.V.D.
24 Horas. Las mujeres y sus hijos e hijas
acceden a la misma cuando se detectan, en
el momento de la evaluación, indicadores
de riesgo para la integridad física y/o psíquica de la mujer derivados directamente
de su situación de violencia y no existen
alternativas de apoyo en su red natural (familiares, amigos, etc.) o, existiendo estas
alternativas, no se valoran como seguras.
Es necesaria la aceptación voluntaria del
ingreso, del plan de seguridad individual
establecido y de las normas de funcionamiento de la Zona de Estancia Temporal.
• Centros de Emergencia. En la actualidad
hay 4 centros (2 de 20 plazas y 2 de 12 plazas). Se puede acceder a los mismos previa
derivación del SAVD-24H, si superado el
tiempo de estancia en la Z.E.T. (72 horas)
se valora necesario y adecuado dar continuidad al alojamiento protegido, y se cumplen los siguientes requisitos:
• Ser mayores de edad y no tener más de 65
años. Solas o con hijas e hijos a cargo menores de 18 años.
• Estar empadronadas en el municipio de
Madrid. El empadronamiento es preferente, pero no imprescindible.
• Requerir y aceptar intervención psico-social.
• Necesitar protección.
• Tener autonomía en las actividades de la
vida diaria y en el cuidado de sus hijos e
hijas.
Quedan excluidas las mujeres que:
• Presenten problemática de drogodependencia, incluida la adicción al alcohol, en
fase activa. En caso de estar realizando tratamiento de manera estable, se valorará la
adecuación de su acceso.
• Tengan psicopatologías severas, en fase aguda y/o trastornos de personalidad de tal na-
turaleza que le incapaciten para mantener
relaciones sociales y alteren la convivencia.
• Tengan enfermedad infecto-contagiosa, en
fase activa.
El tiempo de estancia es de 3 meses
Puntos Municipales de Violencia de
Género. Servicio especializado de atención
ambulatoria a mujeres víctimas de violencia
de género que cuenten con medida judicial
de protección (Orden de Protección, Auto
de Alejamiento, Sentencia Condenatoria). Ofrece a las mujeres atención integral (social,
psicológica y jurídica), gestión de ATEMPRO
para víctimas de violencia de género y acceso a Servicio de Atención Psicosocioeducativa
para mujeres y sus hijas e hijos víctimas de
violencia de pareja o expareja
Pueden acceder mujeres víctimas de violencia
de género que cuenten con medida judicial de
protección (Orden de Protección, Auto de Alejamiento, Sentencia Condenatoria), con independencia de su situación administrativa en el caso
de las mujeres inmigrantes. Pueden hacerlo:
• Por iniciativa de la mujer, concertando cita
previa.
• Por derivación del Punto Coordinador de
las Órdenes de Protección del Observatorio
Regional de la Violencia de Género.
• Por derivación de cualquier recurso público
o privado.
En la actualidad hay dos puntos municipales
que se reparten la atención a todos los municipios de la capital.
Servicio de Atención Psicosocioeducativa Mercedes Reyna. Recurso especializado de segundo nivel que proporciona atención
ambulatoria, integral y a largo plazo, a mujeres
y a sus hijos e hijas menores de edad que hayan
sido víctimas de violencia, una vez que la mujer
haya puesto fin a la relación violenta.
Pueden acceder mujeres víctimas de violencia
de género en el ámbito de la pareja o expareja, menores hijos e hijas de mujeres víctimas
de violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja, e hijos e hijas a cargo de mu-
jeres víctimas de violencia en el ámbito de la
pareja o expareja que se encuentran alojados
en un Centro de Emergencia. Pueden hacerlo,
previa derivación de:
• Puntos municipales del Observatorio Regional de violencia de género.
• SAVD 24H.
A las mujeres se les ofrece:
• Atención psicológica: terapia individual y
grupos psicoeducativos.
• Atención social: atención individual y talleres de empleo.
• Atención educativa: grupos psicoeducativos, taller de relajación y taller de psicomotricidad.
• Grupo de seguimiento.
A los menores:
• Atención psicológica infantil: terapia individual, intervención psicológica para reforzar la relación maternofilial, grupos psicoeducativos.
• Atención educativa: Grupos psicoeducativos.
• Servicio de ludoteca.
PROYECTO NOSOTRAS NOS CONTAMOS
Como resultado del trabajo realizado en dos
de los recursos de la Red municipal de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género en el Ámbito de la Pareja o Expareja,
el Servicio ambulatorio Mercedes Reyna y
el CE Luz Casanova, se puso en marcha, el
proyecto NOSOTRAS NOS CONTAMOS, una
experiencia novedosa de participación de las
mujeres, que surge a propuesta de las mujeres que han finalizado intervención en el servicio Mercedes Reyna y de la necesidad que
se observa en el CE Luz Casanova de hacer
un seguimiento de las mujeres que salen del
recurso, así como de ofrecer a las mujeres,
tanto las alojadas como las que ya han salido del recurso, espacios de participación con
otras mujeres, como parte de su proceso de
recuperación.
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«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
La Obra Social de las Apostólicas del Corazón,
que gestiona ambos recursos, en una de sus
líneas de trabajo, la igualdad de oportunidades, centra su trabajo en estos momentos, en
la atención a víctimas de violencia machista,
como una de las muestras más dolorosa de la
desigualdad que existe entre hombre y mujeres. Su objetivo es la atención integral a las
víctimas (atención social, jurídica, psicológica, atención a necesidades básicas, inserción
laboral, ludoteca, escuela de madres, etc.),
trabajando también la prevención de esta
violencia y orientando la intervención hacia
la búsqueda de una vida autónoma y alejada
de las situaciones de riesgo.
Esta atención se aborda en dos momentos del
proceso de recuperación de las víctimas:
Atención en la emergencia desde el Centro
de Emergencias “Luz Casanova”, en funcionamiento desde 1995, como un recurso residencial y de protección.
Acompañamiento en la recuperación de
una vida sin violencia a través del Servicio
ambulatorio “Mercedes Reyna”, como un recurso psico-socio-educativo y jurídico para
las mujeres y menores que no necesitan un
recurso residencial. Este servicio es pionero
en el Municipio de Madrid desde 2005.
Esta experiencia de atención de 20 años a
mujeres y menores víctimas de violencia lleva
a confirmar que una de las consecuencias de
la violencia en las mujeres es el aislamiento
social. Este aislamiento supone un verdadero
lastre para la recuperación total de las víctimas. Frecuentemente los agresores intentan
aislar a sus parejas reduciendo el contacto
de ellas con sus familiares y amistades. Como
efecto de este progresivo aislamiento social la
mujer va perdiendo sus redes sociales y familiares. Así, cuando ponen fin a la relación
violenta, las mujeres se encuentran solas, sin
nadie que les apoye o les ayude y en algunos
casos esto produce que retomen el contacto
con sus exparejas. Otra de las consecuencias
de la violencia de género en las mujeres es
86
el sentimiento de culpabilidad, las mujeres
sienten que ellas han tenido responsabilidad
en lo que les ha sucedido y en ocasiones otorgan explicaciones poco adecuadas al motivo
del maltrato. Asimismo es frecuente, en las
mujeres que han roto recientemente esta relación, el sentimiento de que es imposible recuperarse de esta relación y rehacer su vida.
Esta necesidad de romper el aislamiento,
recuperar la seguridad en una misma y reconocer el problema de la violencia como un
problema social, son fundamentales para salir de una vida violenta y recuperarse de las
secuelas producidas y tener una vida estable.
Esto llevó a los dos recursos de la Red a dar
un paso más en la atención integral de las
mujeres, planteándose la necesidad de una
intervención específica para la creación de
redes entre ellas, con el fin de disminuir su
aislamiento social.
Desde el Servicio Mercedes Reyna se incorporó la realización de grupos de seguimiento
para las mujeres que terminaban su proceso
terapéutico de recuperación. Las mujeres que
han participado en estos grupos han creado
redes de apoyo sólido entre ellas y eso ha consolidado el proceso de recuperación y ha supuesto una mejora sustancial en sus vidas. Es
desde esta experiencia desde donde se constata la importancia de trabajar en el aislamiento
social, y es desde estos grupos de mujeres desde donde surge la propuesta de ampliar la red
de apoyo a otras mujeres, en concreto aquellas
alojadas en el CE Luz Casanova, que sufren
aún un mayor aislamiento social.
El encuentro de mujeres que han vivido los
mismos hechos violentos traumáticos, facilita
el que comprendan que han sufrido un problema social, que otras muchas mujeres padecen,
que no son ellas las únicas, y que reduzcan
la percepción de responsabilidad y culpabilidad ante la experiencia abusiva vivida. Esto
favorece que las mujeres víctimas vuelvan a
interactuar con su entorno social, construyan
redes sociales y participen en la sociedad de
un modo activo, saliendo del “encierro en el
hogar” impuesto por sus exparejas agresoras.
Así es como en el año 2009 surge el proyecto
Nosotras nos contamos, proyecto que alcanza una calificación de GOOD en el Concurso
Internacional de Buenas Prácticas de Naciones Unidas (Dubai 2010).
La motivación final de este proyecto es que las
mujeres del Servicio Mercedes Reyna (mujeres
que no han precisado alojamiento por lo que
parten de una situación social más favorable,
y que en la mayoría de los casos no presentan
ni problemas laborales, ni económicos…), que
han salido de una relación violenta, que se han
recuperado de la misma, que han eliminado
las secuelas derivadas del maltrato y que han
creado una red social entre ellas y que participan activamente en la sociedad puedan entrar
en contacto con las mujeres alojadas en el CE
Luz Casanova, para apoyarlas en su proceso
de reconstrucción social. Y que sean ellas mismas y no profesionales las que dinamicen a
las mujeres alojadas, las que las motiven para
salir adelante, y con las que puedan paulatinamente aprender a construir relaciones sociales
sanas que les permita finalmente estar adaptadas socialmente a una sociedad que requiere
haber aprendido tales capacidades.
El proyecto se ejecutó en tres fases:
• Primera fase: desarrollo del proyecto y
primera toma de contacto entre las mujeres del grupo de seguimiento del Servicio
Ambulatorio Mercedes Reyna y las mujeres
alojadas en el CE. Esto se hizo con una actividad organizada en torno a la celebración
del 8 de marzo.
• Segunda fase: Se intensifica el contacto de
las mujeres de ambos recursos, con la realización de actividades orientadas a que las
mujeres se cuenten y se transmitan experiencias.
• Tercera fase: participación de las mujeres
en la sociedad a través de la realización de
actividades culturales y de ocio fuera del
centro.
Este proyecto obtuvo muy buenos resultados
por lo que se decidió ampliarlo con el Proyecto Con red y sin violencia (año 2012), que al
igual que el proyecto Nosotras Nos Contamos
ha sido financiado por la Dirección General
de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Madrid.
El proyecto Somos Red es un proyecto de
continuidad en el que la generación de red de
apoyo es el eje clave. Asume, tal vez uno de
los principales retos de nuestra sociedad para
la recuperación de mujeres víctimas de violencia de género tras la atención y reducción
de secuelas: potenciar su participación social
y generar espacios y redes que garanticen su
total recuperación para una vida autónoma.
Para lograr esta recuperación el proyecto
ha hecho hincapié sobre dos aspectos fundamentales: relaciones sociales suficientes
que garanticen la prevención de nuevas relaciones violentas y el aumento de las competencias personales de las mujeres, para
reforzar y consolidar la ruptura de la relación
violenta como complemento a la intervención
realizada en el CE “Luz Casanova”.
Estos dos aspectos se han trabajado a través
de distintas actividades, algunas relacionadas con el desarrollo personal, otras con la
conciencia de género, otras con la creación
de redes y otras en las que han compartido
experiencias vividas.
Así, este proyecto tiene varios aspectos innovadores:
• Gestión del conocimiento de las mujeres.
Las mujeres como poseedoras de importantes capacidades son las que ofrecen, a
través de sus experiencias y de las “claves”
que han desarrollado, los conocimientos
para una vida sin violencia, desde actividades en las que se abordan experiencias
de recuperación y experiencias de autonomía. Para ello se organiza un banco de
conocimiento, que posibilita a las mujeres
compartir conocimientos prácticos y habilidades, etc…
87
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
• Red de apoyo. Las mujeres atendidas en el
Servicio Mercedes Reyna como red de apoyo para las mujeres alojadas en el CE, a su
salida del centro. Esto les ofrece mayor estabilidad y recursos para dar continuidad a
los objetivos logrados en el CE y conseguir
su recuperación total, así como prevenir el
inicio de nuevas relaciones violentas. Es
especialmente novedoso que estos aspectos
se trabajen a través de la relación con otras
mujeres que han vivido la misma situación
y la han superado
• Participación activa. Este proyecto permite a las mujeres contar con otras mujeres
que han vivido situaciones similares y que
ya han conseguido superar.
• Seguimiento de las mujeres que han abandonado el CE “Luz Casanova” de forma autónoma y que por no permanecer dentro de
la red de violencia, se pierde el contacto con
ellas.
Con estos dos proyectos se han conseguido
fundamentalmente dos logros:
• Las mujeres participantes en el mismo han
ido creando red y han empezado a quedar y
organizar actividades por iniciativa propia,
se han ayudado entre sí cuando han necesitado cuidar de los hijos o cuando han tenido
que hacer una mudanza y han compartido
sus conocimientos y experiencias para ayudarse unas a otras. Además, mujeres que
están trabajando y han tenido conocimiento de ofertas que pudieran interesar a otras
mujeres se han puesto en contacto con ellas
para facilitarles los datos de la oferta y apoyarles en la búsqueda de empleo.
Lo más importante es que son mujeres que
han sido víctimas de violencia de género
las que están apoyando a mujeres que están empezando a salir de su relación violenta, las que con sus experiencias, están
facilitando a éstas últimas las claves para
llevar una vida sin violencia.
• El seguimiento que se ha podido hacer de
las mujeres que ya han salido del CE. A través de su participación en las diferentes actividades se ha podido conocer su situación
actual. Esto ha permitido comprobar que
muchas de las mujeres que han estado en
el CE en otros momentos, están haciendo
su vida de una manera autónoma sin haber
recaído en la relación violenta, a pesar de
no tener una situación económica buena.
Estos logros nos impulsan a seguir trabajando en la misma línea, poniendo el esfuerzo
en la creación de redes entre las mujeres,
como paso importante para su recuperación
personal.
PROYECTO: “ATENCIÓN PSICOLÓGICA
ITINERANTE A MUJERES VÍCTIMAS DE
VIOLENCIA DE GÉNERO”
Violencia de Género, B.O.E. de 29 de diciembre (en adelante Ley Integral) y, por otro, en
el concepto de Mainstreaming de Género acuñado por la Organización de Naciones Unidas
–O.N.U.– en la IV Conferencia Mundial de las
Mujeres celebrada en Beijing en 1995, (con
remontes a la III Conferencia de Nairobi del
año 1985), y que se define como “el proceso
de evaluar las implicaciones para las mujeres
y los hombres de cualquier acción planificada, incluyendo la legislación, las políticas y los
programas, en todas las áreas y en todos los
niveles. El objetivo último de esta estrategia
es lograr la igualdad de género” (http://www.
M.ª José Ortí Porcar
Fundación Isonomia
Universitat Jaume I
La filosofía subyacente en la concepción del
proyecto “ATENCIÓN PSICOLÓGICA ITINERANTE A MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO” está basada, por un lado, en
la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre,
de Medidas de Protección Integral contra la
88
un.org/womenwatch/). Así, la intervención
con víctimas de violencia de género que se
propone con el proyecto está inspirada en un
concepto de atención integral y necesita de la
coordinación e implicación de diferentes instancias.
La concepción de la violencia de género como
un problema estructural que impregna diferentes ámbitos sociales y personales subyace en el tipo de atención que se propone en
este proyecto, tomando como referencia lo
expuesto en la Ley Integral, tal y como aparece en su exposición de motivos: la Violencia
de Género no es un problema que afecte al
ámbito privado. Al contrario, se manifiesta
como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las
mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser
consideradas, por sus agresores, carentes de
los derechos mínimos de libertad, respeto y
capacidad de decisión.
Igualmente, la aplicación de la Ley Integral
debe prestar atención a una serie de áreas
de intervención que, recogidas en el artículo
19 de la misma, citado a continuación, pretende desarrollar una nueva metodología que
contemple las diferentes necesidades y características personales y sociales que presenta una víctima de violencia de género. Esta
concepción de la atención concibe a los recursos como un medio para la recuperación
y restitución de la autonomía de las usuarias,
en lugar de ser únicamente una medida de
protección. En este marco, se da una nueva
dimensión que entiende a la mujer como el
centro de toda una serie de actuaciones que
convergen en su recuperación, como se puede ver seguidamente.
1. El artículo 19 de la Ley Integral, titulado
“Derecho a la asistencia social integral”, establece que:
Las mujeres víctimas de violencia de género
tienen derecho a servicios sociales de atención, de emergencia, de apoyo y acogida y
de recuperación integral. La organización de
estos servicios por parte de las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales,
responderá a los principios de atención permanente, actuación urgente, especialización
de prestaciones y multidisciplinariedad profesional.
2. La atención multidisciplinar implicará especialmente:
– Información a las víctimas
– Atención psicológica
– Apoyo social
– Seguimiento de las reclamaciones de los
derechos de la mujer
– Apoyo educativo a la unidad familiar
– Formación preventiva en los valores de
igualdad dirigida a su desarrollo personal
y a la adquisición de habilidades en la resolución no violenta de conflictos
– Apoyo a la formación e inserción profesional
3. Los servicios adoptarán fórmulas organizativas que, por la especialización de su
personal, por sus características de convergencia e integración de acciones, garanticen
la efectividad de los indicados principios.
4. Estos servicios actuarán coordinadamente
(…).
5. También tendrán derecho a la asistencia
social integral a través de estos servicios
sociales los menores que se encuentren bajo
la patria potestad o guarda y custodia de la
persona agredida (…).
La inclusión de la violencia de género en
la agenda política y su concepción como
problema estructural empezó a tenerse en
cuenta, sobre todo, a partir de la última década del siglo XX y con el impulso de organizaciones como la O.N.U., que en 1993
promulgó la Declaración de la Organización
de las Naciones Unidas sobre Eliminación
de la Violencia contra las Mujeres, donde se
explicita que se trata de una violencia específica y privativa de las mujeres. La definición y el reconocimiento de la violencia de
89
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
género como un problema social y no privado o exclusivo del ámbito familiar, comenzó
a apuntar a la necesidad de implementar
soluciones que tuvieran en cuenta este carácter estructural.
Paralelamente, se produjo también un cambio en cuanto a la metodología más adecuada
para atender a las víctimas. Si en un primer
momento la atención se focalizaba únicamente en aspectos de protección y refugio de carácter meramente asistencial y respecto a los
que la víctima tenía posibilidades muy limitadas de decisión, la nueva visión de la violencia de género llevó a una concepción distinta
de las mujeres que la sufren. Así, las víctimas
de violencia de género pasaron a considerarse sujetos de derecho que, como tales, debían
recibir una respuesta adecuada a sus necesidades, teniendo en cuenta su multiplicidad y
diversidad.
El desarrollo social ha permitido el paulatino establecimiento de recursos cada vez
más especializados en la atención y solución de los problemas ciudadanos a través
de la compartimentación y segmentación
de los servicios. La aceptación de la violencia de género como uno de los asuntos que
deben ser atendidos desde el sistema público plantea importantes retos, ya que su
carácter estructural exige, por un lado, una
concepción holística de la víctima que debe
trascender las fronteras entre los diferentes
servicios y, por otro, una respuesta rápida a
una situación compleja.
En este marco, el proyecto tuvo en cuenta,
por un lado la atención multidisciplinar, especialmente referida a la atención psicológica
especializada para mujeres víctimas de violencia de género, por otro, la intervención en
la organización de los servicios de las Corporaciones Locales y, finalmente, la presencia
de personal profesional especializado para
ofrecer una atención dirigida a la causa de
este problema estructural que es la violencia
de género.
90
DIAGNÓSTICO PREVIO
Del trabajo desarrollado por la Fundación
Isonomia de la Universitat Jaume I, en el marco de su Red Isonomia de municipios para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres,1 se
detectó que en las provincias de Castellón y
Pontevedra, territorios donde se desarrolló
el proyecto, en los entornos rurales existía
una carencia de servicios para la atención de
la violencia de género así como la dificultad
de desplazamiento hacia los servicios especializados de atención a mujeres que sufren
violencia de género. Por ejemplo, la provincia de Castellón cuenta con los Centros Infodona, que consiste en una Red de Centros
de la Conselleria de Bienestar Social, cuyo
objetivo es prestar servicios de asesoramiento a mujeres, grupos de mujeres y otras entidades, para facilitarles así su participación,
en igualdad de oportunidades y condiciones,
en todos los ámbitos que dan contenido a la
sociedad valenciana actual, aunque la gran
mayoría están situados en las zonas litorales
o en los municipios considerados urbanos,
existiendo un único punto de información
para las mujeres en zonas rurales o del interior en la localidad de Morella, en la comarca dels Ports. Entre los servicios que ofrecen
se encuentran:
– Asesoramiento a mujeres (orientación sociolaboral, orientación profesional y formativa, orientación para la creación de empresas, información sobre recursos y servicios
para mujeres e información sobre todo tipo
de normativa que favorezca la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres).
– Asesoramiento a grupos de mujeres (diseño de acciones para fomentar el asociacionismo femenino, orientación para la constitución de asociaciones de mujeres, difusión
de órdenes y ayudas para asociaciones de
Más información en http://isonomia.uji.es/redisonomia
1
mujeres y campañas de sensibilización en
igualdad de oportunidades).
– Asesoramiento a entidades (creación de
redes y coordinación con distintos organismos, colaboración en el diseño, programación, evaluación e implantación de planes de igualdad, colaboración en el diseño
y evaluación de políticas de igualdad de
oportunidades y acciones positivas para
consolidar la participación igualitaria de
mujeres y hombres en cualquier ámbito
social, político, económico y cultural, y
realización de las funciones de evaluación
de los planes de igualdad de las empresas de la Comunitat Valenciana por parte
de las Agentes de Igualdad de los Centros
Infodona).
Y así, a pesar de la amplia cobertura de servicios de los Centros Infodona, no realizan
actuaciones específicas para la prevención y
atención de víctimas de violencia de género,
quedando éstas a expensas del Centro 24 horas situado en Castellón capital, y a algunas
Unidades de Atención a Víctimas de la Violencia de Género de las policías locales ubicadas
en las grandes urbes como Castellón, Burriana, Vila-real o Benicàssim. Así pues, las mujeres que viven en el medio rural y puedan ser
víctimas de violencia de género, se encuentran en una situación de desventaja, siendo
imprescindible el desplazamiento para poder
obtener atención.
Asimismo, las condiciones estructurales que
han articulado el género femenino de manera tradicional han supuesto un obstáculo a la
movilidad de las mujeres por varios motivos.
En primer lugar, la atención a las necesidades
familiares antes que a las propias condiciona
en muchas ocasiones los horarios y las posibilidades de desplazamiento de las mujeres.
Por otro lado, su tradicional adscripción al
ámbito doméstico las ha hecho sentirse más
cómodas en los entornos cercanos, de modo
que no siempre es fácil para ellas desplazarse
entre municipios para realizar gestiones de
diverso tipo. Finalmente, el menor nivel adquisitivo de las mujeres, cuyos índices de actividad son más bajos que los de los varones
no siempre facilitan la movilidad, ya sea esta
por medio del transporte público o privado.
Estas dificultades de movilidad no se ven
favorecidas por la existencia de una red de
transporte público que contemple las necesidades específicas de las mujeres, ni por la
existencia de servicios de proximidad con el
carácter específico que presenta el que aquí
se propone. Igualmente, a los factores descritos anteriormente debe sumarse el hecho de
que haber vivido una relación violenta genera una serie de secuelas en las mujeres que
mermará muchas de sus habilidades para la
ejecución de actividades de la vida diaria. De
este modo, la tradicional dificultad de las mujeres para efectuar desplazamientos se verá
acrecentada en el caso de haber convivido
con un maltratador.
Por todo ello se presentó este proyecto, financiado por el Ministerio de Sanidad, Política
Social e Igualdad, cuya finalidad es ofrecer
un servicio de atención psicosocial itinerante a mujeres víctimas de violencia de género,
o con posibilidad de serlo, que viven en las
zonas rurales de las provincias de Castellón
y Pontevedra, territorios vinculados a la Red
Isonomía de municipios para la Igualdad
Efectiva entre Mujeres y Hombres, proporcionando un servicio complementario a los
existentes en la red pública de atención a víctimas de violencia de género que no llegan al
medio rural.
OBJETIVOS DEL PROYECTO
1. Minimizar las condiciones estructurales
que sitúan a las mujeres y a las víctimas de
violencia de género en una situación de debilidad relativa a la movilidad.
2. Minimizar las condiciones estructurales
que sitúan a las mujeres y a las víctimas de
violencia de género en una situación de debi91
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
lidad relativa a la recuperación personal y el
abandono de la relación violenta.
3. Conocer más profundamente la situación
de la violencia de género en zonas rurales
más alejadas de las poblaciones urbanas que
permita reorientar la intervención futura.
4. Proporcionar un servicio complementario
a los existentes en la red pública de atención
a víctimas de violencia de género (Organismos de Igualdad, Casas de Acogida, Centros
de información a la Mujer, Asociaciones especializadas en atención a víctimas de violencia
de género, Concejalías, etc.).
METODOLOGÍA
La metodología de este proyecto aprovechó
los recursos existentes en los diferentes territorios donde se implementó. Al mismo tiempo, para su ejecución se puso en marcha un
mecanismo de coordinación interno y otro
externo que permitía una rápida comunicación entre los agentes implicados. De esta
manera, se basó en los pilares fundamentales
descritos a continuación.
Los casos susceptibles de recibir la atención
ofrecida en el servicio de atención psicosocial itinerante a mujeres víctimas de violencia de género fueron derivados por alguno
de los recursos existentes en los distintos
territorios – municipios, mancomunidades–
(en adelante Agente Territorial) en los que
se llevó a cabo el proyecto, quienes fueron
los encargados de evaluar si la solicitante del
mismo era víctima, o susceptible, de violencia de género.
Para un correcto funcionamiento del servicio
se articuló un procedimiento de coordinación
entre la persona responsable del proyecto en
cada territorio y los Agentes Territoriales,
que permitió ofrecer una respuesta correcta y adecuada a las necesidades manifestadas en cada caso. Para ello, se mantuvieron
contactos a través de cartas, teléfono, correo
electrónico y se establecieron reuniones de
92
presentación, seguimiento y evaluación así
como seminarios de capacitación, fundamentalmente presenciales, aunque también se
creó una plataforma telemática del proyecto
http://plataformaisonomia.uji.es/violenciadegenero, que facilitó la interlocución. Todas
las presentaciones se acompañaron de materiales de trabajo y soporte como folletos y
memorias. La coordinación también permitió
realizar un seguimiento pormenorizado de
las diferentes actuaciones a fin de evaluar y
corregir las deficiencias que se iban observando y de promover los logros y las buenas
prácticas interterritoriales.
La atención profesional especializada se configuró como otro de los pilares básicos para
una correcta intervención con las víctimas de
violencia de género, ya que el conocimiento
exhaustivo del fenómeno de la violencia de
género por parte de la persona que ofrecía la
atención directa fue fundamental para lograr
la confianza y el clima necesario para una
mejor recuperación personal.
En relación con la intervención, el primer
análisis se refiere al número, duración y temporalidad de las sesiones de intervención. Se
establecieron 6-7 sesiones por usuaria atendiendo al tiempo disponible en el proyecto,
entendiendo que con menos de 6 sesiones las
posibilidades de profundizar en casuísticas
relacionadas con la violencia de género se
desvanecen, siendo éste el número mínimo
para poder trabajar en algo más que una situación de crisis.
Para poder realizar una intervención psicológica integral precisaríamos de una media de
12 sesiones en las que los aspectos a abordar se centrarían en: intervención en crisis
y primeras pautas de emergencia; abordaje
de datos personales y terapéuticos (apoyos,
obstáculos, habilidades sociales, habilidades
personales…); valoración del nivel de la situación emocional, cognitiva y psicofísica a
través de instrumentos cuantitativos y cualitativos; escucha activa del discurso de la mu-
jer; reelaboración del discurso; feedback de
información; abordaje de áreas específicas de
intervención; y seguimiento.
Teniendo en cuenta el inconveniente temporal del proyecto debido a los recursos económicos disponibles –5 meses para el desarrollo
del servicio psicológico itinerante–, se centró
la intervención en: abordaje de datos personales y terapéuticos recogidos a través de
ítems diseñados por las profesionales especializadas; abordar el momento actual y referenciarlo a la situación de maltrato vivida;
valoración de su situación emocional a través
de la Escala de valoración del Trastorno por
Estrés Postraumático y otros instrumentos
complementarios; escucha activa de su discurso; y abordaje de áreas específicas de intervención.
Las sesiones fueron de una hora de duración
por cuanto sesiones menores de una hora dificultan la escucha activa de la profesional y
la percepción de la usuaria en cuanto a interés, del mismo modo el proceso de verbalización requiere de tiempo para comenzar a
descubrir, desvelar y resignificar sentimientos, pensamientos y hechos. Por otra parte,
fue importante que las primeras sesiones
tuviesen proximidad en el tiempo como método que propicia la inclusión de la usuaria
en la intervención, mientras que las sesiones
intermedias se espaciaron para no establecer
relaciones de dependencia entre la usuaria
y la profesional, y finalizar con sesiones de
seguimiento en las que la usuaria pusiera en
práctica las estrategias diseñadas y establecidas con ella durante las sesiones psicológicas.
Este proceso de intervención solo pudo existir
con el consentimiento explícito de la mujer,
ella ha sido el sujeto de intervención y en ningún caso el objeto de la misma, con lo cual su
motivación es la que ha permitido el abordaje
del proceso.
Durante el transcurso del proyecto también
se realizaron talleres de sensibilización y empoderamiento, dirigidos a otras mujeres que
habitan en el medio rural, en los que se dieron a conocer las señales que permiten detectar conductas violentas, los mecanismos
utilizados por el maltratador para mantener
a la víctima a su lado, así como los recursos
exitentes para denunciar dichas situaciones
de maltrato. Las sesiones sirvieron para localizar, mediante un pequeño cuestionario que
se cumplimentaba a efectos de asistencia al
taller, algunos casos de mujeres que estaban
siendo víctimas.
Como cierre del proyecto, y dada la coordinación realizada en el marco del mismo con los
servicios de atención a mujeres víctimas de
violencia en cada uno de los territorios –Centro 24 horas en la Comunidad Valenciana y
CIM2s de referencia en Pontevedra–, se facilitó la derivación de aquellas mujeres que lo
desearon a los servicios especializados para
que continuaran con su proceso de recuperación integral.
El proyecto íntegro fue desarrollado durante
los meses de febrero a noviembre de 2011.
RESULTADOS
El número de mujeres atendidas como usuarias del proyecto a nivel de intervención psicológica directa fue de 22, más dos criaturas
de una de ellas por considerarlo indisociable
a la intervención (10 en Pontevedra y 12 en
Castellón, más las criaturas en esta última
provincia).
Cambios operados (participación de las
mujeres atendidas en actividades sociales
–ocio, búsqueda de empleo, etc.– consecuencia de la prestación del servicio, etc.)
Las mujeres atendidas, en líneas generales,
incrementaron sus niveles de empoderamiento personal, y por lo tanto social. Algunas de
ellas participaron en los talleres de preven-
Centro de Información a las Mujeres.
2
93
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
ción realizados en el territorio, pidieron plaza
para algunas de las actividades de ocio que,
organizadas desde el ayuntamiento, se ponen
en marcha con el curso escolar, comenzaron
a establecer un plan de ahorro para poder
comprarse un coche como mecanismo de desplazamiento al margen de la compañía de su
agresor, empezaron actividades de actividad
física, etc. Otras se matricularon en la Escuela
para Personas Adultas para obtener el certificado de escolaridad y poder acceder, posteriormente, a un empleo con mejores condiciones que les permita, tanto a ellas como a
sus criaturas, no depender del agresor, y otra
se ha matriculado en una licenciatura.
El proyecto favoreció un incremento en la
participación social de las mujeres, pero en
cada caso, depende del momento personal en
el que se encuentre la mujer o de las dificultades/apoyos que posea, lo que determina la
fijación de pautas en los cambios operados.
De acuerdo a los parámetros antes establecidos, resultado del proyecto fue que en 12
de las 22 mujeres atendidas los niveles de
autonomía y empoderamiento se incrementaron notablemente y que sus pautas base comenzaron a regularse. De forma congruente,
los niveles de dependencia psicológica de su
agresor disminuyeron. Todas ellas poseen red
de apoyo, lo que es un indicador favorecedor
del éxito en la intervención en procesos de
violencia de género. De estas 12 mujeres, 8
tenían Orden de Alejamiento vigente. La gran
mayoría fueron derivadas al servicio de atención psicológica especializada –con consentimiento y aceptación por ambas partes– para
continuar con la intervención y/o realizar una
labor de seguimiento tras la finalización de
este proyecto.
En el caso de las 10 mujeres restantes atendidas los niveles de autonomía personal, social
y psicológica se incrementaron aceptablemente, comenzando a identificar situaciones
para ellas adversas y estableciendo de forma incipiente mecanismos y estrategias de
94
control. Su red de apoyo era precaria, fundamentalmente por un marcado desarraigo
territorial, por lo que los servicios comunitarios constituyen los verdaderos apoyos con
los que cuentan. De estas mujeres, 5 tenían
Orden de Alejamiento vigente. Estas mujeres
también fueron derivadas a su CIM de referencia –previo consentimiento– o al centro 24
horas en Castellón.
Para finalizar, comentar que el nivel de satisfacción con la intervención por parte de
las usuarias fue muy elevado, satisfacción
que expresaron a través de los cuestionarios
facilitados y los comentarios al cierre de las
intervenciones tanto con las psicólogas como
con las trabajadoras sociales de las zonas. No
obstante, es importante hacer constar que
en esta tipología de relaciones terapéuticas,
la usuaria suele atribuir un exceso de “bondades” lo que origina un agradecimiento no
exento de un desequilibrio de poder que puede encontrar su raíz en la situación vivida de
maltrato.
Influencias operadas en agentes clave
Entendemos como agentes clave de los territorios tanto a los agentes territoriales del
proyecto como a los agentes sociales. Respecto a los primeros se trabajó directamente la importancia de detectar la violencia de
género en sus primeras manifestaciones, en
definitiva detectar la ausencia de buen trato,
así como todos los mecanismos que acompañan a las violencias invisibles o cotidianas.
Desde esta perspectiva se reforzó la idea de
que la intervención supera sus propias competencias, de forma que existe la necesidad
de derivación coordinada con otros servicios.
Las y los agentes clave del territorio visibilizaron las posibilidades de intervención desde su cometido comunitario y/o profesional.
Trabajar por la igualdad es el único mecanismo eficaz para prevenir la violencia de
género, y desde esta premisa todos y todas
en sus responsabilidades pueden ejercer de
transformadores de la realidad y agentes de
cambio: personal sanitario desde la escucha
para la detección de casuísticas de violencia
de género; profesionales del ámbito social en
sus intervenciones comunitarias; secretarios/
as y personal técnico de los ayuntamientos
utilizando un lenguaje no sexista ni androcéntrico; personal político desde las máximas
de sus líneas de intervención; integrantes de
AMPAS desde el refuerzo de la igualdad de
género como tema transversal, etc.
Observamos que en la medida que el programa se puso en funcionamiento y se desarrolló un trabajo de sensibilización con las y los
agentes sociales, se comenzaron a derivar
casos en los que la violencia física es “menos
grave” y en la que la violencia psicológica y
social está presente de una forma cotidiana y
normalizada.
Enfoques transformados
Solo desde la igualdad podemos abordar la
prevención de la violencia de género, con lo
que necesitamos comenzar a crear estrategias que amplíen la visión de la violencia de
género ceñidas al maltrato físico o a hechos
denunciables (según ley) y ampliar el espectro a identificar la coexistencia de toda la
sociedad con las violencias cotidianas e invisibles.
Posibles campos de percepción abiertos
Desde el desarrollo del proyecto, en los territorios objetivo, advertimos la poca o nula
intervención con la población adolescente.
Actuar con esta población es prioritario ya
que es el momento del ciclo vital en el que
se constituyen las primeras relaciones de
pareja, por lo que se establecen las primeras bases de una relación, y que éstas sean
lo más igualitarias posibles, identificando las
diferentes estrategias, caras y formas que ad-
quiere la violencia de género, es prioritario
para eliminar esta violencia.
Por otra parte, la atención psicológica itinerante constituye una óptima herramienta
de intervención en territorios rurales. Poder
mantenerla en el tiempo sería el mecanismo
que permitiría que las mujeres víctimas de
violencia de género que viven en el medio rural pudieran conquistar el derecho al acceso,
en igualdad de condiciones, a la información
y uso de servicios.
Otras observaciones fruto del desarrollo del
proyecto:
Por lo que respecta a la ejecución del proyecto
en Pontevedra:
• Aún cuando los territorios en los que se
intervino están “asociados” a CIMs, y derivan a las mujeres víctimas de violencia
de género a estos servicios, la realidad es
que cuando hay imposibilidades de movilidad por falta de vehículo propio y/o falta
de transporte público, las usuarias apenas
pueden ejercer sus derechos de ciudadanía
en relación al acceso a la información y el
uso de la misma.
• Por otra parte el acceso de las mujeres al
circuito de atención pasa por el conocimiento previo que de la situación tengan
las trabajadoras sociales en su condición
de indagadoras del tejido sociofamiliar del
territorio. Hay ocasiones en las que las mujeres acceden a los servicios por denuncia
ante la Guardia Civil y es ésta la que se pone
en contacto con los CIMs de referencia, pero
estas mujeres se encuentran en territorios
sin CIM, y hay que considerar que estos servicios se subvencionan entre los organismos
autonómicos de igualdad y los propios ayuntamientos, y que en el futuro próximo los
CIMs tendrán que ser asumidos en exclusiva
por los ayuntamientos, lo que provocará el
cierre de muchos de estos servicios o cuando menos el cambio de un patrón consensuado de intervención (atender a usuarias
de ayuntamientos próximos).
95
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
• La distribución territorial de Galicia (las parroquias) se contradice con la distribución
y centralización administrativa (los ayuntamientos), lo que provoca que incluso dentro
de un mismo ayuntamiento las distancias
que las usuarias tienen que recorrer para
poder asistir a las sesiones psicológicas supere la hora caminando.
• De la misma manera que la información
específica en materia de servicios y recursos existentes en materia de violencia de
género no llega a la usuaria final, tampoco
llega al agente territorial de forma que éste
en ocasiones desconoce qué recurso puede
poner en funcionamiento para mejorar las
condiciones de vida de la usuaria.
• Las derivaciones entre profesionales, en
ocasiones, se convierten en moneda de
cambio, ya que la trabajadora social no es
una profesional especializada en violencia
de género pero sí la agente territorial más
próxima a la usuaria. Por otra parte la profesional del CIM más cercano es la profesional especializada, pero no la de mayor
proximidad, con lo que incluso una vez realizada la derivación por parte de la trabajadora social, que debería ser más que poner
en conocimiento de la usuaria que tiene a
su disposición un CIM a 20Km de distancia,
la mujer queda en “tierra de nadie” sin un
servicio de referencia que ejecute un seguimiento del caso.
• De forma congruente con los puntos anteriores, la coordinación entre servicios
es cuando menos mejorable, no existen
protocolos que pauten las acciones y/o el
seguimiento, y no hay ninguna referencia
establecida sobre quien “se hace cargo” del
caso, por lo que en múltiples ocasiones las
referencias personales o pseudoprofesionales son los resortes sobre los que se asienta
la pseudointervención.
• Por último, se constató que los servicios y
recursos existentes y la “especialización”
de las/los profesionales conducen a una
96
fragmentación de la mujer en esferas de
atención sobre su casuística personal, olvidándonos de que la mujer es UNA única
y global y que las intervenciones deben de
implementarse desde esta consideración.
Para la usuaria tener que contar su historia a cada profesional por quien pasa en
varias ocasiones y no “ejercer” victimismo
la convierten en objeto de una victimización secundaria, por lo que cada acción de
empoderamiento que emprenda será considerada como un “activismo” que la hace
alejarse de la consideración de víctima y
acercarse a la conceptualización de “instigadora de la agresión”.
Por lo que respecta a la ejecución del proyecto
en Castellón:
• También en Castellón falta la coordinación
entre los recursos existes. Entre las deficiencias que se observaron en esta provincia se encuentra la descoordinación entre
servicios sociales, fuerzas del Estado y
centros de salud considerando a estas tres
como las principales vías de acceso de las
mujeres que sufren violencia de género así
como de sus hijas e hijos, para quienes, durante el desarrollo del proyecto, desconocemos la existencia de programas a los que
pudieran adherirse para salvar cualquier
tipo de dificultades, desde las propias del
aprendizaje a las de socialización, motivo
por el que, desde la Fundación Isonomia,
pese a que el objetivo del proyecto era muy
claro y conciso, no quisimos mirar hacia
otro lado y atender a las víctimas colaterales del problema social al que queremos
dar fin.
• Al igual que en el caso de Pontevedra, la
doble…triple victimización se hace inevitable dada la ausencia de comunicación entre
las vías de acceso a la construcción de realidades por parte de las mujeres.
• La OMS acuña el término de ruta crítica
que siguen las mujeres afectadas por las
violencias a “los obstáculos con los que se
encuentra cada mujer cuando decide visibilizar lo que le pasa, cuando intenta salir
del círculo perverso” y no podemos más
que afirmar la existencia de dicha ruta que
NO facilita para nada que las propias mujeres puedan salir de la situación de violencia
a la que están expuestas tanto ellas como
sus hijos e hijas en la mayoría de casos.
• Por otra parte, si analizáramos las tres vías
anteriores citadas, observaríamos distintas
realidades que, no debemos olvidar, presentan distintas carencias y/o necesidades:
– Servicios sociales: en la medida en que no
disponen de todas las figuras profesionales que permiten un buen filtro del problema, observamos la necesidad de formación específica en violencia de género
para detectar con mayor antelación dicha
problemática, o en su defecto, para no
considerar otro tipo de problemas propios
de la violencia de género, cuando en muchos casos no es así. Esta problemática se
acentúa en las poblaciones más pequeñas
en las que, ni siquiera, se cuenta con equipo de servicios sociales propio.
– Fuerzas del Estado: centrándonos en los
aspectos de que disponemos, evidenciamos también la necesidad de formación
específica en violencia de género no sólo
para los equipos EMUME (por lo que respecta a la GUARDIA CIVIL), quienes en la
actualidad se hacen cargo de estos casos,
sino además del resto de efectivos que en
muchos casos carecen de la sensibilidad
necesaria para atender a cada mujer sin
victimizarla.
– Atención primaria: merece especial atención la problemática que se deriva en
este ámbito donde, por una parte, la implicación de algunos/as profesionales no
se ve refrendada por las instituciones que
debieran, por lo que se acaba por “mirar
hacia otro lado”, tal y como llegaron a
reconocer y; por otra, el desconocimiento de indicadores que pueden advertir de
que se está padeciendo dicha situación;
motivos ambos por los que sólo se detectan el 25% de los casos en que se da
violencia de género en aquellas usuarias
que frecuentan los centros de salud por
motivos “diversos”.
• Muchos de los y las profesionales no se
comprometen, ni se involucran por “miedo”, por “no saber cómo actuar”, o porque
no “trabajan con esta problemática”, derivando a otras instituciones, en el mejor de
los casos, reforzando la “ruta” que siguen
estas mujeres y, que muchas veces, al hacerse “crítica” las hace renunciar y volver
a la situación de violencia. Así, podríamos
concluir diciendo que no se realiza un abordaje integral, ni se contemplan aquellas
problemáticas asociadas a las situaciones
de violencia.
• Un aspecto que hubiera resultado interesante trabajar, una vez realizado el número mínimo de sesiones psicológicas, sería
la creación de un grupo de ayuda mútua
formado por ellas mismas en las diferentes
localidades, de modo que las propias víctimas se hubieran convertido en “educadoras” o “guías” de otras mujeres en situaciones similares, obteniendo con ello un efecto
multiplicador del proyecto al permitir su
prolongación en el tiempo.
• Para finalizar estas observaciones de la
forma más gratificante, indicar que tras la
intervención psicológica al menos tres de
ellas retomaron estudios que les permitan
acceder a empleos visibilizados o iniciaron,
incluso, superiores, hecho que las fortalece y las empodera sirviendo de modelo al
resto de mujeres que puedan estar en su
misma situación.
97
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
EL PROGRAMA DE ATENCIÓN A MENORES
VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN
LOS ESPACIOS DE ACOGIDA DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA
Nieves Calderón Aguza
Programa de Atención Psicológica a Menores Víctimas de Violencia de Género
Instituto de la Mujer-Gobierno de Extremadura
El Programa de Atención a Menores Víctimas
de Violencia de Género es un dispositivo de
atención de carácter itinerante que se enmarca dentro del abordaje integral de la violencia de género, actuando sobre los hijos e hijas de aquellas mujeres que han sufrido estas
situaciones así como adolescentes víctimas
de la violencia de género por parte de sus parejas y de menores abusadas sexualmente. Se
atienden prioritariamente los casos de los/as
menores que son derivados por los Puntos de
Atención Psicológica existentes en nuestra Comunidad Autónoma y de los espacios de Acogida a la Mujer de Cáceres y Badajoz, así como
de otros dispositivos ajenos a la Red de Atención a Mujeres Víctimas.
Nuestro Programa lo conforman cuatro psicólogas que pertenecen a dos equipos itinerantes
que actúan en las provincias de Cáceres y de
Badajoz. Entre nuestros objetivos destacamos
el incrementar y complementar las actuaciones destinadas a la recuperación integral de las
mujeres víctimas de violencia de género, normalizar la convivencia de estas unidades familiares, reducir los síntomas o secuelas que presentan los/as menores como consecuencia de la
exposición, visibilizar a estos/as menores como
víctimas y sensibilizar sobre la situación de vulnerabilidad que presentan así como cuantificar
el impacto y la magnitud global que este problema genera en las familias que lo sufren.
Las intervenciones propuestas con las hijas e
hijos de mujeres víctimas de violencia de género que son acogidas se centra en tres as98
pectos deficitarios que se considera necesario
reconducir. Uno de los ámbitos de actuación
se centra en las dificultades maternas para
poner límites y controlar la conducta de los/
las menores. Esto es, generalmente, debido a
las numerosas desacreditaciones y desautorizaciones hacia la madre que tuvieron lugar
durante el período de convivencia marital y
que se mantienen en muchos de estos núcleos
familiares en los propios menores, toda vez
que observan la capacidad que estos comportamientos tienen para influir y condicionar las
reacciones maternas. También al miedo a perder afectivamente a sus hijos/as fruto de las
innumerables amenazas de las que son objeto
estas mujeres o de la manipulación e instrumentalización de estos menores por parte de
su progenitor. Por último, otro elemento distorsionador que dificulta un adecuado manejo
de los comportamientos de estos/as menores
lo conforman la propia situación emocional en
la que se encuentran las madres y que dificultan su disponibilidad emocional. Todo ello conlleva la necesidad de participar en el proceso
de recuperación de estas mujeres, asesorando
a los profesionales del espacio y coordinándonos con los psicólogos/as de la red de atención
a las mismas. Asimismo, se considera prioritario fortalecer el vínculo y la comunicación entre madre e hijos/as así como de revitalizarlas
en sus funciones educadoras o socializadoras,
reduciendo, con ello, los problemas de convivencia que pudieran presentar.
Pero estas vivencias también afectan a la estabilidad psicológica del/ de la menor. Existen
númerosos estudios que confirman que este
tipo de contextos generan graves alteraciones
en los/las menores, destacando entre ellos los
trastornos emocionales (ansiedades, depresiones y miedos), retrasos en el desarrollo madurativo (bajo rendimiento escolar, retrasos en
el lenguaje, conductas regresivas), problemas
físicos (retraso en el crecimiento, alteraciones
en el sueño y la alimentación y disminución de
habilidades motoras) y alteraciones conductua-
les (escasas habilidades sociales, agresividad,
déficit de atención e hiperactividad etc.).
Con el fin de aminorar las secuelas psicológicas
y reducir los trastornos que presentan, nuestro
programa realiza una evaluación de las distintas áreas que pudieran estar alteradas y realiza
los tratamientos terapéuticos que se consideren
oportunos en cada menor.
Por último, la exposición a la violencia también
tiene repercusiones en el sistema de valores y
creencias del menor llegando éste a justificar,
normalizar y legitimar la violencia, convirtiéndola en un elemento habitual de las relaciones
afectivas y personales e internalizando un modelo negativo de relación que daña su desarrollo afectivo y psicológico y que suele manifestarse muy habitualmente en el contexto familiar y
más específicamente con su madre y en la edad
adulta, en sus relaciones de pareja.
Dichos comportamientos están muy mediatizados por los mandatos de género que inducen a unas y otros a comportarse de manera
diferente, o bien a asumir diferentes funciones
en el ámbito socio familiar según el sexo con
el que nazcan.
A las mujeres se nos educa para cuidar y atender a los demás y ser el sostén emocional de la
familia por lo que suelen dar más importancia
a las necesidades, derechos y comportamientos
de otras personas que a los suyos, siendo habitual la renuncia de las mujeres a sus deseos,
objetivos personales, opiniones propias, vida
profesional, etc.
Muchas de las mujeres que atendemos buscan
continuamente complacer, intentan adivinar
qué es lo que el otro desea e intentan adaptarse,
en la medida de lo posible, a las necesidades y
requerimientos que creen que tiene su pareja.
Sienten miedo a no ser aceptada por ellos, a ser
rechazada, criticada, cuestionada cuando se
dice, se hace, se siente o se piensa algo que al
otro no le gusta o no comparte. Cualquier desajuste o distorsión de estos mandatos de género conllevan, en este tipo de relaciones, control,
acoso, amenazas, reproches, descalificaciones
y todo un sinfín de comportamientos que comportan una violencia sexual, emocional o física
graves para la salud de quien la padece de manera habitual y también para aquellas personas
que son testigos de las mismas.
Los menores con los que intervenimos en los
espacios de acogida provienen de núcleos familiares en los que han aprendido que hombres
y mujeres son diferentes, desarrollan funciones distintas en sus hogares, el hombre tiene
un papel predominante en la relación y que el
incumplimiento de los mandatos de género, su
transgresión conlleva una violencia hacia la
mujer que acaba siendo normalizada.
Por todo lo expuesto cobra especial relevancia
con los/as menores acogidos aportar una visión
alternativa a este modelo de relación interiorizado. Interviniendo en el estereotipo de feminidad o masculinidad tradicional, en una responsabilidad compartida, en un concepto de amor
y relación basada en el respeto, en la búsqueda
de soluciones pacíficas a nuestros conflictos y
a una visión más equitativa de las relaciones
humanas.
Finalmente, los/as menores que ingresan en
los espacios de acogida presentan dificultades
inherentes al propio proceso de protección, a
las condiciones particulares que reviste el acogimiento institucionalizado. La ruptura con los
referentes principales del menor como su ingreso en el espacio de acogida supone un esfuerzo de adaptación a los drásticos cambios
que presentan en su vida. Los/as menores salen
de un contexto de relaciones básicos (su familia, su casa, sus compañeros del Centro Educativo, sus amigos, sus vecinos etc.) y se tienen
que incorporar a una institución normativa y
desconocida para ellos, con rutinas y hábitos
en ocasiones muy diferentes de sus referentes
familiares. Por ello, cobra especial relevancia el
proceso de acogida a los mismos, las intervenciones tendentes a favorecer la adaptación a los
cambios que sufren en su cotidianidad y a estabilizar los hábitos y rutinas básicas, principal
elemento equilibrador de estos menores.
99
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
100
Conclusiones del Encuentro
nacional de Casas de Acogida
para Mujeres Víctimas
de Violencia de Género
Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012
Presente y futuro de los espacios de acogida
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO NACIONAL DE CASAS DE ACOGIDA PARA
MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE
GÉNERO. Cáceres, 29 y 30 de octubre de 2012
PRESENTE Y FUTURO DE LOS ESPACIOS
DE ACOGIDA
La RAE en su diccionario define como ENCUENTRO, el acto de encontrarse, dos o más
personas. Durante algunos días la ciudad de
Cáceres ha sido testigo de este acto, mediante
el Encuentro Nacional de Casas de Acogida,
en el que se ha compartido un espacio común
de conocimientos y experiencias, reflexiones
y sensaciones, emociones y esperanzas sobre las diferentes expectativas en el apoyo y
asistencia a las mujeres víctimas de violencia
de género en un específico e imprescindible
recurso que son las Casas de Acogida, intentando revisar sus posibilidades desde que se
abrieron las primeras hace ya más de tres
décadas.
Las Casas de Acogida para Mujeres Víctimas de Violencia de Género son un recurso social de carácter temporal para mujeres
que habiendo sufrido malos tratos o alguna
otra problemática social grave, carecen de
recursos y apoyos sociales y familiares, destinados a acoger y prestar protección y seguridad, además del tratamiento que requieran
ellas y a sus hijos/as a su cargo, durante un
período de tiempo determinado. Además de
alojamiento y manutención se presta asesoramiento psicológico, social, laboral y jurídico, apoyo y seguimiento hasta conseguir la
normalización de sus vidas.
Suponen una gran aportación realizando funciones como punto de partida hacia un futuro
más prometedor para las mujeres que han
sufrido maltrato de género. Desde su apertura hasta el día de hoy, hemos aprendido
mucho tanto desde los éxitos como desde las
dificultades en la recuperación de estas mujeres y de sus hijas e hijos. Hemos comprobado
102
cómo los menores se han convertido en otro
de los focos de atención primordiales en el
trabajo diario y de la incorporación en muchos espacios de acogida de profesionales
especializados en la atención psicológica a
menores víctimas de violencia de género.
Pero detrás de la definición y los conceptos,
están las emociones y las personas, el personal técnico que trabaja en los espacios, las
mujeres que intentan reconstruir sus vidas
entre sus paredes y sus hijos e hijas. Y esos
son sus valores, por los que ocho años después del anterior Encuentro producido en
Asturias, nos encontramos ya que las Casas
de Acogida están concebidas como el punto de partida hacía una nueva vida para las
mujeres víctimas de violencia de género y sus
hijos/as.
A lo largo de las jornadas se han expuesto
distintas modalidades de trabajo, pero todas
ellas concluyen en la importancia de cuatros
espacios de trabajo: psicológico, jurídico, social y educativo.
En el Encuentro se han trabajado tres dimensiones bien diferenciadas, pero claramente
interconectadas:
• Análisis de la realidad social en la que estamos imbricados, la trayectoria que nos ha
traído hasta este punto y las señales de por
donde debemos seguir.
• Compromisos institucionales y políticos
que se están asumiendo desde distintas administraciones.
• Prácticas de trabajo: planteamientos metodológicos y posiciones técnicas ante el trabajo directo en los recursos de acogida en
todo el territorio español.
La REALIDAD.– En cuanto al análisis de la
realidad no podemos menos que constatar
que la violencia de género es un fenómeno
muy extendido tanto en el tiempo como en
el espacio, se da en todas las culturas aunque existen diferencias notables en cuanto a
su intensidad. No obstante, en las sociedades
occidentales se ha conseguido un rechazo so-
cial masivo al machismo y a la violencia de
género. Cuando menos, en lo que se refiere al
plano teórico.
La realidad en la que estamos es la consecuencia de la desigualdad práctica y diaria
entre mujeres y hombres, que si bien, legalmente no existe, sigue dándose de manera
sutil en forma de micromachismos, y nuevas
maneras de ejercer una masculinidad entendida como ejercicio de poder y control sobre
las mujeres. Desde que Pandora abrió la caja
de los truenos, la mujer ha sido considerada
culpable de todos los males y sobre esa idea,
que a priori pudiera parecer exagerada, se
construye nuestra sociedad, en la que hasta
hace poco la violencia contra las mujeres estaba legitimada, y en la que, como manifestó
Elena Simón, una de nuestras ponentes, la
ley del agrado y la ley del dominio aún la
rigen.
La sociedad va avanzando en la consecución
de la igualdad y se van dando los pasos para
la erradicación de la violencia de género. Se
hace de forma lenta, y con grandes esfuerzos, pero lo importante es no retroceder y
perder logros ya conseguidos. El Gobierno de
España y el de Extremadura, están haciendo
apuestas fuertes en este sentido.
COMPROMISOS INSTITUCIONALES.– En cuanto a los compromisos institucionales y políticos,
se han expuesto opiniones en torno a la prioridad otorgada a estas políticas, su lugar en las
agendas, el tiempo empleado por los/as responsables públicos y su altavoz ante la opinión
pública. De manera práctica estas decisiones se
plasman en los presupuestos asignados, en las
sinergias puestas en marcha no solamente en
políticas específicas de igualdad sino a través
de presupuestos con perspectiva de género.
En cuanto a la ejecución de esos presupuestos
y esa prioridad política, otra cuestión que más
fuerza otorga a estas acciones positivas radica
en las personas responsables en este sector, en
su formación, en su experiencia y, por encima
de todo, en su voluntad y en su compromiso.
Ante esta situación nos encontramos con las
siguientes repuestas institucionales:
– Por parte del poder ejecutivo se ha informado de la puesta en marcha de una Estrategia Nacional contra la Violencia de Género
donde se trabaje sobre cuatro ejes principales
(la ruptura del silencio, el mejor conocimiento
de la realidad de la violencia de género, la
mejora de la coordinación y la focalización de
la asistencia a las mujeres víctimas y menores
expuestos a la violencia de género). Una iniciativa, que pone de manifiesto el compromiso del poder ejecutivo y todas las administraciones para la erradicación de la violencia de
género, siendo imprescindible aunar esfuerzos para construir una sociedad libre de esta
lacra, a la que es vulnerable, no un colectivo,
sino la mitad de la población, que es lo que
representan las mujeres.
Concretamente en Extremadura se ha informado además del compromiso de crear una
red de pisos tutelados en diversas localidades. El Gobierno Extremeño está dando prioridad a las políticas de igualdad, destinando
una partida de su presupuesto en profundizar
y asentar la Red de profesionales y en la formación específica de los mismos para que se
trabaje en la prevención, en la detección y en
paliar los efectos de la violencia de género. En
la coordinación y en el esfuerzo común desde
todas las administraciones.
– Por parte del poder legislativo se están
planteando reformas del código penal que incorporen la calificación de delito relacionado
con la violencia de género a los hostigamientos, los matrimonios forzosos, el acoso y abuso sexual, tanto directo como a través de las
redes sociales.
No obstante, debemos reconocer los avances
legislativos que han supuesto la aprobación
de leyes como la Ley Orgánica 1/2004 de 28
de Diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género o la Ley
27/2003 de 31 de Julio, reguladora de la Orden de Protección de las Víctimas de Violen103
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
cia de Género. Medidas contra la violencia sufrida por la mujer a manos de su pareja o ex
pareja, de violencia intrafamiliar de género y
de delitos contra la libertad sexual sufridos
por mujeres, así como contra los menores
expuestos a la violencia como victimas primarias y no secundarias o colaterales como
hasta ahora se ha considerado.
Las sociedades que han avanzado más en
la democratización de su vida pública son
aquellas donde antes se están observando
procesos de deslegitimación de esta violencia
ya que es incompatible con los principios de
igualdad, libertad y justicia. El reconocimiento legal de esta incompatibilidad ha dado lugar a la tipificación como delito de la violencia
de género, primero en el ámbito puramente
de las relaciones personales de carácter amoroso y, poco a poco, se va ampliando a otras
conductas y a otros colectivos. Especialmente
importante es el reconocimiento de los menores expuestos a la violencia de género como
víctimas primarias y no secundarias o colaterales como hasta ahora se venían considerando.
Llegar al punto actual en el que nos encontramos en España ha sido el producto de
un largo proceso que aún no ha terminado
y lamentablemente está lejos de finalizar. No
obstante, se ha creado un espacio legal significativo que supone un importante refuerzo
para las políticas públicas de igualdad y lucha
contra la violencia de género.
EDUCACIÓN, SENSIBILIZACIÓN.– Pero no solamente debemos trabajar en el ámbito de la legalidad y de la acción pública, lo que realmente
transforma las sociedades es lo que sucede en
ellas, trabajando en la educación y en la sensibilización. Todavía hoy permanecen en nuestro
mundo improntas muy fuertes que dan valor
hegemónico a la hipermasculinidad reflejada
como ejemplo de éxito a través del poder, del
dinero o de la fuerza frente a la hiperfemenidad
ejemplificada en los valores de belleza, cuidado
y amor.
104
Se detectan nuevas formas de machismo
encubiertas en una sociedad dónde aparentemente se ha alcanzado la igualdad formal.
Este repunte del machismo está teniendo sus
efectos sobre todo en la población juvenil, de
ahí que los datos nos informan del incremento del maltrato en las menores de edad. Este
dato aparece en reiteradas ocasiones durante
el desarrollo del Encuentro, y es confirmado
desde Castilla-La Mancha dónde existe una
Casa de Acogida de Mujeres Jóvenes.
Lo más arduo es romper con “leyes” y normas provenientes de la cultura y que son más
difíciles de erradicar. Esto solamente puede
conseguirse a través de la educación de las
nuevas generaciones. Se debe trabajar desde los planes educativos, incluyendo temas
específicos sobre violencia de género, desde
el currículum, no solamente desde la transversalidad, para conseguir una sociedad más
comprometida con la igualdad y contra la violencia de género.
La educación debe convertirse en la piedra
angular sobre la que asentar la Prevención
de la violencia contra las mujeres. Diseñar
y coordinar actuaciones conjuntas en esta
materia nos asegura mayores posibilidades
de conseguir que entre la población juvenil cale este mensaje, y seamos capaces de
generar patrones de conductas igualitarias.
Hay que seguir trabajando en contra del machismo y caminar hacia las nuevas masculinidades propiciando la conciliación familiar
y la corresponsabilidad con los hijos e hijas.
Se expone la necesidad de continuar con las
campañas de sensibilización dirigidas a concienciar a la sociedad en general, así como a
los profesionales de todos los ámbitos, puesto
que se entiende que este problema es cultural
e histórico, y afecta a toda la ciudadanía sin
entender de tramos de edad, o circunstancias
personales o sociales.
FORMACIÓN DE PROFESIONALES.– Existe
un cierto desencanto, una sensación de que
existe un estancamiento en relación con el
análisis de este problema y las formas de
abordarlo. Surgen nuevas dificultades en la
intervención con las mujeres acogidas. Frustración y desánimo entre los/as técnicos/as
de las Casas de Acogida cuando las mujeres
incumplen las normas y crean alianzas que
se convierten en resistencias y obstaculizan
la labor del equipo técnico. …
Desde las Instituciones se debe lograr recuperar la motivación de los profesionales hacia proyectos ilusionantes y compartidos en
relación con la prevención y la recuperación
de la salud integral de las mujeres víctimas
de violencia de género y de sus hijas e hijos.
Con reiteración se ha planteado la necesidad
de realizar acciones formativas dirigidas a
los equipos de profesionales de todos los niveles y ocupaciones que existen en las Casas
de Acogida, y en los diferentes espacios dedicados a la protección y el cuidado. Encuentros periódicos del personal profesional que
fomenten el intercambio y las soluciones a las
cuestiones, así como planteen nuevos retos.
Se ha comentado el descenso del número de
personas acogidas y lamentablemente este
hecho no se atribuye a un descenso paralelo de la violencia de género. Las causas son
variadas, según algunas opiniones, varias positivas (efecto de las medidas judiciales que
otorgan la vivienda a la víctima y las medidas
de protección respecto del agresor) y otras
negativas (desconfianza, necesidad de recursos más especializados en el caso de víctimas
de violencia con problemas añadidos como
adicciones o problemas de salud mental…).
DIVERSIDAD: Varias Comunidades Autónomas han planteado, a través de sus Directoras Generales, las distintas formas de organizarse y organizar sus recursos, mostrando los
puntos en común y las diferencias existentes.
Hay espacios públicos, privados y mixtos,
gestionados por asociaciones feministas, por
empresas con un perfil más o menos social,
por instituciones religiosas o por administraciones públicas. También hemos comprobado
que hay espacios de acogida especializados
en violencia de género y otros donde se comparte espacio con otros grupos objetivo que
no tienen por qué incorporar la violencia de
género (mujeres inmigrantes, jóvenes, personas desamparadas…). Hemos visto ejemplos
de casas de tamaño reducido (pisos, apartamentos) y de grandes espacios residenciales,
de lugares de corta estancia y de larga estancia, de emergencia y de entrada planificada…
El origen de los recursos de acogida es muy
variado y ello se traduce en importantes diferencias en sus formatos en cuanto a infraestructuras, perfiles profesionales, perfiles de
beneficiarias e incluso metodologías.
PUNTOS COMUNES.– Pero sobre todo hemos
comprobado que a pesar de las diferencias
hay un gran número de cuestiones que se
abordan desde estrategias similares o que
ocupan un lugar parecido en cuanto a las proyecciones de futuro, aunque posiblemente no
se aborden con la misma perspectiva. Es necesario seguir buscando modelos y enfoques
de trabajo que nos permitan ir mejorando y
que eviten el estancamiento de las intervenciones que se realizan para la recuperación
de estas mujeres. Establecer vinculación con
las ONGs y órdenes religiosas que también
trabajan con la violencia de género.
Pero lo más destacado del Encuentro y que lo
ha motivado, ha sido la oportunidad que nos
ha brindado de conocer otras formas de trabajar, diferentes maneras de organizar recursos similares, distintas perspectivas y análisis
de una misma realidad, con el enriquecimiento que todo eso supone, puntos de encuentro
y diferencias “reconciliables” que han evidenciado la necesidad de establecer un modelo
público de gestión común, que aglutine buenas prácticas ya detectadas y transferidas y
dé respuesta a una demanda social, que no es
otra que la erradicación de cualquier forma
de violencia contra las mujeres y los/as menores, y la eliminación de la desigualdad en
la que se encuentra el origen de esta “plaga”.
105
«Hacia una red nacional de casas de acogida». Encuentro nacional
de casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género
Se consideró de vital importancia el establecimiento de un modelo público de gestión, así
como el aumento presupuestario para que
las mujeres puedan recibir una mayor ayuda
económica al salir de las casas de acogida y
poder recibir un acompañamiento posterior
para lograr una mejor integración en la sociedad.
RED NACIONAL.– De ahí que a partir de este
Encuentro Nacional, con la futura creación de
la RED de Casas de Acogida se posibilitará
el trabajo de forma coordinada, tanto vertical como horizontalmente, con estrategias
bien definidas, impulsando la colaboración
interinstitucional, va a suponer el aprovechamiento de recursos tanto personales como
materiales, así como el intercambio de experiencias de unos profesionales con otros para
llegar a las soluciones más óptimas para las
mujeres.
Las distintas intervenciones han puesto de relieve númerosos puntos en común y también
han reflejado la diversidad de los recursos
existentes.
Se ha apuntado que sería muy positivo hacer
un convenio de colaboración entre las Comunidades Autónomas para facilitar la movilidad de las mujeres que están en situación de
peligro.
Se ha hablado de frustración en algunos casos, pero sobre todo de ilusión y de compromiso.
Los objetivos de la futura Red Nacional de Casas de Acogida se centran:
– En favorecer la movilidad de las mujeres
y sus hijos/as que presentan problemas de
seguridad y necesidad de mayor protección.
– Generar una estrategia de trabajo coordinada, y que permita optimizar recursos e
información útil.
Acciones específicas que se podrían acometer
a corto plazo:
1.º Creación de un directorio de direcciones/
e-mail que permita el intercambio de in106
formación, y sea el germen de la futura
red.
2.º Creación-Investigación de un directorio
de Recursos e infraestructuras a mujeres
víctimas de violencia de género, tanto en
el sistema público como en el privado.
3.º Búsqueda de elementos comunes entre
los diferentes modelos, así como lineas
básicas y criterios de actuación que sean
el sustrato para asentar la futura Red Nacional de Casas de Acogida.
Acciones específicas que se podrían acometer
a medio plazo:
4.º Estudiar y establecer sistemas de actuación con grupos de mujeres especialmente
vulnerables, o con problemáticas especiales: patologías específicas, problemas de
adicción, mujeres en situación de irregularidad, o en riesgo de exclusión social…
en definitiva, otros elementos que suponen
una mayor complejidad a la hora de intervenir con ellas. Se trata de dificultades
añadidas de choque cultural y de problemas relacionados con sus estatus jurídico
entre otras. También se ha hablado de las
problemática específica que presentan las
mujeres mayores de 65 años que sufren
violencia.
5.º Ahondar en el seguimiento y análisis de
las dificultades y obstáculos encontrados
por las mujeres que después de pasar sus
estancias en los Centros de Acogida, se
incorporan de nuevo a la sociedad. SEGUIMIENTO POSTERIOR.
Además de:
6.º Que se establezca como prioridad en las
diferentes Agendas Políticas, para establecer la fórmula que permita crear esta
Red, generando estrategias de trabajo
coordinadas.
7.º Establecer objetivos futuros de actuación
conjunta que ayuden a diagnosticar un
problema que incorpora nuevos elementos de análisis y presentan características
diferentes, diseñando nuevas formas de
intervenir y prevenir el problema de la
violencia ejercida contra las mujeres de
forma común entre las diferentes administraciones.
FUTURO.–Se ha hecho patente la disponibilidad mayoritaria de las responsables políticas
para desarrollar una futura Red Nacional de
Casas de Acogida, algo que en cualquier caso
requiere, además del compromiso político y
la definición de este objetivo como una prioridad, la definición de objetivos y presupuestos
teóricos comunes. Se trata indudablemente
de una tarea muy compleja, pero ya hay algunos ejemplos de buenas prácticas como la
red de Casas de Acogida del Principado de
Asturias y otras Comunidades Autónomas
o el Convenio de Colaboración entre las Comunidades de Andalucía, Aragón, Castilla y
León, Illes Baleares y Catalunya para la coordinación de sus redes de centros de acogida
para mujeres víctimas de violencia de género.
Este Encuentro Nacional ha sido además un
espacio privilegiado de ENCUENTRO, de reconocimiento, de toma de contacto personal
y profesional de un gran número de expertas y técnicas en el trabajo en el ámbito de la
igualdad de oportunidades y de la violencia
de género. Un espacio que siempre se queda corto, donde no ha sido posible debatir
todos los problemas, las necesidades, las expectativas, las preocupaciones y las buenas
prácticas existentes. Un espacio donde se ha
demostrado que existe una demanda por generar una mayor continuidad entre esos foros, especialmente si queremos construir una
auténtica y práctica red y si queremos conocer los recursos que están operando en el territorio. Han pasado varios años, desde que
se celebró el primero, y sin embargo lo que
nos mueve para reencontrarnos sigue siendo
la erradicación de la violencia de género, de
la violencia contra las mujeres.
Lejos de desesperanzarnos, este Encuentro,
nos ha permitido reconocer los enormes logros legislativos y políticos ya conseguidos
y reafirmarnos en la necesidad, en la obligación de seguir trabajando contra la violación de derechos humanos, más extendida,
habitual y sin embargo silenciada que una
sociedad como la nuestra no debe permitirse. Debemos abrigar inquietudes y proyectos,
reconocer los avances y tener esperanza.
Dado el nivel de oportunidades y recursos,
dada la puesta en común de prácticas y experiencias, se ha hablado, y mucho de…ellas,
las protagonistas, las luchadoras…las
¡MUJERES SUPERVIVIENTES!
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