Revista de Ia Universidad de Costa Rica No . 41 187 TEMOR Y DESTRUCCION EN LA EROTICA DE NERUDA Lcda. Belen Lagos * Casi Ia gran mayoria de los estudios criticos sobre Neruda (Jaime Concha, Amado Alonso, Mario Rodriguez , Hugo Montes) insisten en Ia dimension existencial, americanista, cosmica y muy especialmente social del gran vate chilena. Sin objetar las brillantes conclusiones y Ia esclarecida exegesis que supone , hay una fase de Ia poesla nerudiana en que se nos revela una curiosa intuicion del amory de Ia mujer. En efecto, nadie dudara de Ia genial poesia erotica de Neruda. Lo importante, eso si, es decribir el sesgo, Ia perspectiva desde Ia cual el poeta entiende esa realidad. Mas bien, cual es Ia intuicion basica, Ia estructura intima, el escondido esquema desde el cual podemos captar como Neruda rompe, deshace los topicos fosilizados de Ia poesia amorosa tradicional. En un analisis de algunas poesias de Neruda se puede descubrir que, frente a Ia enorme agresividad social, a su afan telurico trascendental, se descubre un sentimiento amoroso de cierta sutil impotencia, de cierto alejamiento del ser femenino que se le presenta como lo inabarcable, a ratos, o percibiendo el hecho amoroso en el distanciamiento imaginativo de Ia amada, distanciamiento que revela una curiosa estructura en Ia cual el poeta acerca a Ia amada a Ia muerte para recuperarla desde ese limite. Eros y thanatos juegan un papel importante en Ia estructura fundamental de Ia poesla que queremos analizar. La imagen que se rescata de estos analisis, resulta no el batallador social, no el telurico comprometido, sino una figura fragil, aiiorante, acosada por Ia presencia infinita de Ia mujer. En todo esto se desliza una suave somhra de Ia concepcion romantica de Ia mujer como ser fatal, destructor, a Ia cual el hombre puede seguir pero nunca alcanzar y dominar como principia vital. Queremos demostrar estas ideas en el analisis de dos pemas: "La infinita" y el conocido " Poema XV". POEMA XV (De 20 poemas de amory una cancion desesperada) Me gustas cuando callas porque estas como ausente. y me oyes desde lejos, y mi voz note toea. Parece que los ojos se te hubieran voladG y parece que un beso te cerrara Ia boca. Como todas las cosas estan llenas de mi alma emerges de las cosas, llena del alma mia. Profesora de la Escuela de Estud.ios Generales. Facultad de Letras 188 Revista de Ia Universidad de Costa Rica No. 41 Mariposa de sueiio, te pareces ami alma, y te parcces a Ia palabra melancolia. Me gustas cuando callas y estas como distante. Y estas como quejandote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz note alcanza: Dejame que me calle con el silencio tuyo. Dejame que te hahle tamhien con tu silencio clara como una himpara, simple como un anillo. Eres como Ia noche, catlada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas porque estas como ausente. Distante y dolorosa como si huhieras muerto. Una palahra entonces, una sonrisa hastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. Otro principia de orfandad es perceptible en el analisis del poema XV de Nerud~ Parafrasis o no de un poema de Rahindranath Tagore, el poema denuncia una actitu poetica que es, en pianos diversos, generalizable al Neruda de todas las epocas, si es qu Nerutla tiene epocas. La actitud del hahlante lirico con respecto a Ia amada y, por ende, Ia comprensio1 del amor que revela, se efectua en un plano en que el poeta aleja imaginativamente ~ ohjeto amado basta confundirlo con los ohjetos del mundo o con aquellas realidades qu son esfumadas, oniricas, espirituales. El primer verso es tipico de.esta contraposicion. La primera afirmacion hay qu tomarla seriamente: sin duda Ia amada esta en una cercania inmediata con relacion ~ poeta. Ello se advierte en el uso de una segunda persona singular que Ia caracteriza y I acerca. El proponer inmaginativamente un tu supone una distancia espacial minim~ Como ep otros poemas de Neruda esta apertura al dialogo y esta conversacion tt:unca s transforma en un lenguaje amoroso, monologico, que suponemos aceptado co1 expectacion creciente y rendida de Ia amada. En el segundo verso se afirma Ia contraposicion porque Ia ausencia que el mismr poeta propane pero que no es real, se intensifica y cobra un suave matiz erotica. Oi desde lejos, nueva paradoja, significa no estar pendiente del contenido logico del discursc estar simplemente atenta al tluido erotica, a saber que se esta hablando de amor. De ah que las palahras "y mi voz no te toea" denuncian ese estado de posesion mistica qu parece haher cogido a Ia amada y que se traduce claramente, por de pronto, en I ahundante idea de lejania, de imperceptihilidad, de insensihilidad a lo inmediato y en u1 vocahulario que tiene matices relacionado con Ia muerte, como es Ia hisemia : "los ojos s te hubieran volado ", volado como ausencia de in teres por el objeto directo, y volad como imagen de Ia muerte. El poeta adquiere aqui', en esta sensacion de ausencia y d muerte, un climax que vendra a completarse en Ia ultima estrofa donde Ia sensacion de I amada como muerta ya es completa: "distante y dolorosa como si hubieras muerto". E origen de este climax y, por lo .tanto, Ia distancia que Ia amada va adquiriendo frente ~ amante, al poeta, se produce por Ia inmersion de esta en las realidades cosmicas . espirituales a que aludimos. Pero tambien y correlativamente se configura Ia orfandad d1 poeta en este extraiiamiento del ser amado en otras realidades que son inaprehensihle! lejanas e imposibles. El hahlante lirico como en "La infinita" crea una distanci insuperable entre el hombre y Ia mujer que solo se recupera al horde de Ia muerte. L Revista de Ia Universidad de Costa Rica No. 41 189 vision de Ia amada esta espiritualizada, ya que su percepcion no empieza por ella misma, sino que empieza por las cosas que habita el alma del poeta: "como todas las cosas estan llenas de mi alma I emerges de las cosas, como del alma mla ". Este es un principio fundamental de distanciamiento que se hace mas sutil en los versos siguientes. -"Mariposa de sueiio" alude al ser fragil y enigrmiticamente atractivo, signo de livianura y, en los palses del sur, de primavera. Pero su fragilidad esta reduplicada, porque esta mariposa es una mariposa de suefio y es semejante al alma del poeta que se parece a Ia palabra melancolia. La palabra en sl es un murmullo y Ia palabra melancolia es casi intangible. La tercera estrofa insiste simplemente en Ia sensacion de lejanla, de intangibilidad erotica de Ia mariposa: "y estas como quejandote, mariposa en arrullo". La lejania se traduce en el compromiso del poeta con el silencio de Ia amada. Se ha escogido pues, otra via de comunicacion que no es el acto humano de Ia palabra sino Ia existencia en el mundo de las cosas. El silencio se traduce en Ia idea de llneas puras, lejanas, simples, abstractas: "clara como lampara, simple como anillo ", en que Ia anteposicion del adjetivo es elemento de valor y, por lo tanto, subjetivamente predominante. Ann mas, Ia amada adquiere Ia distancia de una noche callada y constelada que refuerza el estado de melancolia del poeta, ya que se advierte al poeta en Ia inmensidad de Ia noche en Ia cualla amada participa del "silencio de Ia noche tan lejano y sencillo ". Conviene subrayar que esta vision de Ia noche se le transforma al poeta en sensaci6n de frialdad que habra de culminar en la estrofa siguiente. Ya en el Poema XX del mismo libro, el poeta habla de Ia noche: ella "esta estrellada y tiritan azules los astros a lo lejos ". Es evidente que el poeta transforma la percepcion de Ia lejania "titilan" por una sensacion b~rmica "tiritan" que es frio frente al cosmo y a Ia lejanfa en Ia cual Ia amada esta confundida. El climax se completa en la ultima estrofa. La amada se ha hecho "distante y dolorosa como si hubieras muerto ". La orfandad del poeta se ha transformado imaginativamente casi en absoluta. Lo curioso es que con esta sensacion de muerte se ha realizado Ia sensacion de amor. En otras palabras, el amor se revienta y se hace efectivo en Ia ause11cia de am or. En otras palabras, el am or se revienta y se hace efectivo en Ia ausensia y no en Ia presencia. Con ello, no solo se hace efectiva la intuicion del objeto propuesto, sino que ha quedado develada esta incapacidad del hablante lirico para Ia posesion material de la amada. La inversion del climax, Ia coda emocional tampoco es una vuelta violenta a lo concreto de Ia amada. Este reencuentro que es fenomeno de alegria ante Ia verdad de Ia existencia del ser amado, se hace por la percepcion de un elemento ligero y frajil como Ia sonrisa. La sonrisa parece ser Ia dimension mas espiritual y eterea de la persona. A Ia luz de estos analisis se completa el curioso cuadro de un hablante lirico reducido a si mismo, casi incapaz de una vision vital del amor. Su acceso es Ia via de Ia timidez, de Ia soledad y Ia imposibilidad. La infinita ~Ves estas manos? Han medido Ia tierra, han separado los minerales y los cereales, han hecho Ia paz y Ia guerra, han derribado las distancias de todos los mares y rios, y sin embargo cuando te recorren a ti, pequefia, grano de trigo, alondra, 190 Revista de Ia Universidad de Costa Rica No. 41 no alcanzan a abarcarte, se cansan a abarcarte, se cansan alcanzando las palomas gemelas que reposan o vuelan en tu pecho, recorren las distancias de tus piernas, se enrollan en Ia luz de tu cintura. Para ml eres tesoro mas cargado de inmensidad que el mar y sus recimos y eres blanca y azul y extensa como Ia tierra en Ia vendimia. En ese territorio, de tus pies a tu frente, andando, andando, andando, me pasare Ia vida. ' " (De "L os versos de I cap1.tan "La infinita" se construye sobre Ia base de una estructura de dos tiempos y ~ caracteriza por una superp 0 sicion hiperbolica que supone que sobre el cosmos mismo y e sus fuerzas mas entraiiables, va a surgir Ia figura de Ia mujer. Conviene consignar c antemano que en Ia rotundidad de Ia estructura y del lenguaje elegido por Neruda ~ despierta una exlrafia sensacion de humorismo ("mujer infinita", "me gustas cuand callas porque estas como ausente '), Ieve ironia que el poeta resuelve en genial escalofriante escorzo, en tremenda e iluminadora torsion. Este es el sentido de I hiperbc>lica acumulacion de "La infinita ". Para ello, parte Neruda de una proposicion qu lees muy afecta: proponer laP<>esia amorosa como un dialogo, como Ia actualidad de un intima conversacion amorosa con el tono de una declaracion inusitada a Ia persona qu imaginativamente se tiene delante y que calla y concede en un silencio que acepta, y es una estructura de Ia poesia nerudiana en el doble caracter de Ia verdad esencial y de I rendicion pasajera. El poema se abre, entonces, con una pregunta, una pregunta qu siempre supone Ia segunda persona a que aludiamos e impone la concrecion del hecho de los hablantes, y de su cercania manifiesta: "~ Ves estas manos? " significa I obligatoriedad de la mirada de la amada hacia las manos que estan fisicamente muy cere (estas). Las manos son un principio de actividad y de trabajo, pero tambien u instrumen to t<ic til des tina do al goce y a la sensualidad de tocar. Se advierte en esto un vision y un juego de doble plano que corresponde a Ia estructura bimembre del poema e su totalidad. Los objetos son objetos concretos, por un lado, pero, por otro, apuntan volumenes y espacios que los transforman en simbolos. La actividad restringida de I mano sirve de salto para ponderar actividades de las que son incapaces. El poeta construy asi el primer escalon de Ia hiperbole. Esas manos que estan concretamente mostradas a I amante han medido Ia tierra como si se tratase de recorrerla palmo a palmo. Es u arranque hiperbolico supremo. "Han separado los minerales y los cereales ", esto es, ha estado en contacto con verdades teluricas profundamente cosmicas, pero a su vez en I doble alternancia a que aludimos: esas manos son tambien las manos de Ia experiencia dt minero y de sus conocimientos. Quizas tambien las del soldado ("han hecho Ia paz y I guerra') y Ia del marino ("han derribado todos los mares y los rios '). Adviertase I andadura heroica de Ia proposicion. Con esto afirma tener el hablante lirico, Ia vision y I experiencia de ciertas actitudes epicas fundamentales del . hombre que ha podid encontrarse y veneer las oposiciones naturales mas fuertes y elementales. Ellado fisico dt mundo, por tremendo e inabordable que parezca, son labores ganadas y concluidas por t poeta. De aqul se vuelve hacia Ia zona de lo humano, de lo femenino y -esto es lo geni~ est Revista de Ia Universidad de Costa Rica No. 41 191 de Neruda-, hacia la mujer concreta que es objeto del lenguaje directo que revela Ia primera frase interrogativa. Este es el toque de magistral compromiso erotico de Ia poesia nerudiana y Ia funcion de su poesia de moverse en el descubrimiento de lo concreto. La segunda parte de Ia enunciada estructura bimembre es una vuelta desde el volumen de lo natural a su mas minima expresion espacial ("cuando te recorren / a ti, pequeiia, I grana de trigo" /. La hiperbole se construye hacia adentro, en involucion para gestarse desde lo minima hacia lo verdaderamente infinito: Ia amada es grano de trigo que es el principia de la vida, Ia posibilidad de sustento, el sosten de los menesterosos, el arraigo de lo religioso, cierto principia de divinidad y por lo tanto, verdadera trascendencia hacia lo infinito. La amada cobra connotaciones que, en Ia medida de su despliegue, empequeiiecen, minimizan, frustran, hacen casi nada al poeta que quiso cubrirla con un manto erotica. La amada es un principia de vida activa, de vida preponderamente vital y sexual que hace y se deshace de inmediato, que descansa para activarse de nuevo con Ia fuerza de lo elemental. Los versos "se cansan (las manos) alcanzando /las palomas gemelas / que reposan o vuelan en tu pecho" denuncian a traves de Ia sensacion de respiracion, de Ia sensacion tactil sueve de Ia pluma de las palomas, pero ultimamente de aves y pajaros que pueden volar, escapar, salir, deshacerse, en fin, denuncian, deciamos, el ritmo de lo sexual y de su recuperacion en ella, en su vuelta a lo instantaneo, en su poder original. Esta idea de una revelacion sexual soterrada se afirma en Ia idea de que las manos recorren las piemas, con alusion a una sensualidad que el poeta simplemente determina en una frase que es directa recuperacion del instante concreto. De alii de nuevo salta para captar lo infinito y lo inabordahle que Ia caracteriza. Su cintura es luz que es principia efimero, divino e inasible, tambien fecunda como el trigo, porque es "tesoro mas cargado I de inmensidades que el mar y sus recimos " . El mar, motivo predilecto de Neruda, es principia inagotable de fecundidad, Ia vida y de misterio. Aqui el mar esta tornado como principia esencial por oposicion a Ia mencion anterior que compromete su mera extension. Pero aim mas, esta figura de mujer esfumada no solo es como Ia esencia de lo marino y de sus ambitos, sino que lleva otro principia: -el de Ia vid, el del vino que es como Ia tierra que lo hace posible en alusion al goce de Ia recoleccion y de Ia alegria de las fiestas de los frutos maduros, prontos a su transformacion. Se advierte en lejania Ia mencion de Ia borrachera y de Ia embriaguez ya insinuada en -el goce y en Ia imposibilidad erotica Ultima de los versos anteriores. Llama Ia atencion profundamente Ia atribucion del color blanco y azul a Ia tierra en Ia vendimia que deberia ser verde y cafesosa. Fuera de Ia posible connotaci6n que el blanco y el azul como colores puros pueden tener en Ia alegr1a de Ia fiesta de Ia vendimina, puede tomarse como Ia mencion abstracta de los racimos de uva blanca y negra que, a Ia percepcion i se dan mas bien como amarillenta y azulada. Pensamos en esto por dos razones: Ia menci6n rezagada de Ia palabra racimo ("el mar y sus racimos ') y por Ia atrihucion de "extensa ", ya que las lineas de'las vides terminan mas alia de Ia mirada. Esta afirmaci6n que es posible a nivel de Ia percepcion del paisaje chilena contraviene un principia metodologico y exegetico fundamental que nos parece del caso superar tratando de explicar el enigma poetico desde Ia poesia misma y no desde Ia coordenada poesia -percepcion- realidad. El objeto poetico y literario no puede ser motivo de comparacion con el mundo. Tal posibilidad nos llevaria al absurdo permanente de tener que rehacer las experiencias concretas del poeta frente al mundo concreto que el percibe. Se obviaria con ello el principia basico de Ia palabra y se llegaria con ello a Ia destruccion de Ia poesia misma en cuanto palabra. La salida, sin embargo, a los versos mencionados de Neruda Ia ofrece Ia progresion hiperbolica del poema mismo. En efecto, Ia figura de Ia amada se desprende de un plano concreto para transformarse en una entidad telurica y justamente el toque genial del poeta consiste en una transposicion de pianos en los cuales hay un intercambio de atribuciones. Es atribucion del mar ser blanco por Ia espuma y azul, por Ia intensidad del mismo. Es atribucion, a su vez, de Ia tierra en Ia vendimia, el estar cargada de racimos. La hiperbole 192 Revista de Ia Universidad de Costa Rica No. 41 que configura el poema todo llega a su plenitud, ya que el poeta le concede a Ia amada una cualidad ya definitivamente imposible de concebir para el hablante lirico. Esta cualidad es el principio de una vuelta mitica al origen indiscriminado de las cosas y Ia realidad. Ella no es solo como el mar y como Ia vendimia, sino es ambos principios confundidos a Ia vez, es Ia posibilidad de Ia progresion infinita. Esta interpretacion hace congruente Ia estructura y progresion del poema y se mantiene dentro de las coordinadas metodologicas estrictas. La estructura que revela el poema se expresa en los ultimos versos ("En ese territorio, de tus pies a tu frente, I andando, andando, andando I me pasare Ia vida'). En este final de poema reaparece Ia contradiccion entre Ia mujer amada y el hablante lirico que demuestra su pequefiez, su desesperada impotencia y en ultimo caso, Ia perdida de su vida, el compromiso con Ia muerte que significa andar, recorriendo lo infinito del territorio de Ia amada que, por contraste, es el principio siempre permanente de Ia fuerza y de lo implacable de Ia vida. Estilisticamente, por Ultimo, Ia hiperbole que caracteriza el poema en su totalidad se verbaliza en Ia reiteracion del verbo an dar que es, como tal, durativo desde el punto de vista modal, reduplicado por su propio participio activo, lo que demuestra Ia exquisitez estructural del poema siempre en doble plano y en toda instancia. Nada hay en el poema que no sea su ahsoluta necesidad y su rica y autonoma existencia.