BOLETÍN ESPECIAL LA QUERELLA CONTRA NESTLÉ EL CASO DEL HOMICIDIO DEL SINDICALISTA COLOMBIANO LUCIANO ROMERO Contenido 1. La querella contra Nestlé 2. Litigación estratégica en casos de Derechos Humanos 3. Comentario de Hein Brötz/ MISEREOR 4. El caso de Luciano Romero 5. Sindicalismo y persecución en Colombia 6. Nestlé en Colombia 7. Comentario de Alirio Uribe/ CAJAR 8. ¿Existe la responsabilidad penal de las empresas en Suiza? 9. Gestión del riesgo: ¿Cuáles son los estándares internacionales? 10. ¿Qué repercusiones tendrá el caso Nestlé en el futuro? – Puntos para el debate sobre una reforma jurídica 11. Conclusión 1. La querella contra Nestlé El 10 de septiembre de 2005, el sindicalista colombiano, Luciano Romero fue asesinado por paramilitares en Valledupar, Cesar, al noreste de Colombia, recibiendo 50 puñaladas. Romero había trabajado con anterioridad durante años en la filial colombiana de Nestlé, Cicolac. Dirección de Nestlé en Suiza conocía la conducta de riesgo adoptada por sus gerentes en Colombia, así como el gran peligro que ello suponía para las vidas de los sindicalistas afectados. Sin embargo, permanecieron inactivos al respecto, aduciendo que las cuestiones correspondientes a las situaciones de riesgo estaban delegadas a la filial colombiana. Con motivo de este crimen, el 5 de marzo de 2012, el European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR), junto al Sindicato colombiano Sinaltrainal (Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario), ambos representados por los abogados de Zurich, Bosonnet y Wick, presentaron ante la Fiscalía de Zug una querella contra la empresa Nestlé S.A. y varios de sus ejecutivos. La Fiscalía de Zug deberá ahora probar si ese comportamiento constituye un ilícito penal. Los planteamientos de la investigación se describen en los cien folios que conforman la querella, como conclusión a las investigaciones exhaustivas que se han llevado a cabo: a ella corresponden las evaluaciones de cientos de documentos, protocolos judiciales y entrevistas a testigos. Se han examinado complejas cuestiones jurídicas que aún no han sido aclaradas por la jurisprudencia suiza. Tras la apertura formal de la instrucción, la Fiscalía deberá examinar de forma profunda tales investigaciones, dando lugar a nuevas investigaciones, respecto a aquellos aspectos en los que las facultades de investigación del instructor privado se han visto limitadas. La presentación de una denuncia ante los tribunales dependerá de los resultados de las investigaciones de la Fiscalía. Independientemente del resultado de este proceso, el examen del comportamiento de la empresa a nivel penal debe facilitar el desarrollo de estándares de derechos humanos para las empresas en regiones de conflicto armado y con un estado de gobernanza deficiente. El procesamiento penal por la muerte de Romero puede, más allá del caso individual, servir de A los acusados se les recrimina la participación en homicidio por omisión imprudente, puesto que debían haber impedido la comisión del crimen. La muerte se produjo en el contexto de un conflicto armado en el que los sindicalistas y otros grupos sociales son sistemáticamente perseguidos. Antes de su homicidio, Romero había sido acusado falsamente por representantes de Nestlé en Colombia de pertenecer a la guerrilla. En el contexto del conflicto armado colombiano, tales difamaciones suponen una sentencia de muerte. Además, es necesario destacar la conexión a varios niveles de la representación local de Nestlé con distintos círculos, como, por ejemplo, sus vínculos comerciales con grandes terratenientes, quienes a su vez mantuvieron relaciones con los círculos paramilitares. También existen indicios de que la filial local de la empresa realizó pagos a grupos paramilitares. La Página 2 ejemplo sobre cómo las empresas multinacionales que operan en zonas de conflicto deben gestionar sus riesgos. persecución sindical en Colombia. Este caso debe fomentar y apoyar a los defensores y defensoras de derechos humanos así como a los sindicalistas, para que acudan a las autoridades y tribunales, incluso fuera de sus países, para garantizar la defensa de sus derechos. Al mismo tiempo, la denuncias y sus posteriores investigaciones y procesamiento significan un importante avance en la realización de los derechos a la verdad, justicia y reparación de las víctimas de la 2. Litigación estratégica en casos de Derechos Humanos El ECCHR es una organización de defensa de los derechos humanos independiente, con sede en Berlín, que trabaja sobre todo con herramientas jurídicas. El ECCHR inicia, desarrolla y apoya casos que pueden ser ejemplarizantes, con el objetivo de demostrar la responsabilidad de actores estatales y no estatales por la comisión de violaciones de derechos humanos. Para ello se eligen casos que, por apuntar una problemática estructural, pueden crear un precedente para la realización de los derechos humanos. Se trabaja en colaboración con los afectados, abogados y abogadas, así como con organizaciones de derechos humanos locales. Cuando se han producido vulneraciones sistemáticas cuyos orígenes permanecen sin aclarar, como ocurre en el caso de persecuciones masivas de sindicalistas en Colombia, utilizamos instrumentos tales como quejas ante instancias de las Naciones Unidas, demandas civiles por perjuicios o procesos penales, con la finalidad de llamar la atención sobre vulneraciones de derechos humanos y apoyar a los afectados y sus organizaciones locales por medio del seguimiento y defensa de sus derechos. A diferencia de la práctica jurídica tradicional, aquí no solo es importante el resultado legal de cada caso. Naturalmente es deseable que de la querella contra Nestlé en Suiza resulten investigaciones de la Fiscalía que demuestren la responsabilidad de Nestlé S.A. de garantizar que los y las sindicalistas en sus dependencias en Colombia puedan ejercer su derecho a organizarse y, de este modo, trabajar en pro de una política empresarial sensible al conflicto en el que se vive, de acuerdo con estándares internacionales de derechos humanos. Pero incluso si las autoridades penales suizas deciden sobreseer el caso, la discusión sobre la responsabilidad de la empresa matriz suiza por sus actividades en terceros países no habrá caído en saco roto. En ese caso, el Derechosuizo se habrá mostrado insuficiente para poner en práctica los estándares legales internacionales, debiendo ser aquél modificado en el sentido de la campaña "Derecho sin Fronteras", que en este momento varias organizaciones y agencias suizas están llevando a cabo. Además, la empresa Nestlé, independientemente del resultado del proceso, debería procurar,de modo proactivo, reparar las muertes de sus sindicalistas y, junto a otras empresas transnacionales, esforzarse para que en el futuro se acabe con las brutales persecuciones que éstos sufren en Colombia. Nestlé se compromete a implementar el principio de la Creación de Valor Compartido (Creating Shared Value) mediante la creación de plusvalías Página 3 para los accionistas a la vez sociedad. ¿Cuáncreíble compromiso, si, a la vez, la responde a la violencia que para la es dicho empresa no contra sus sindicalistas y al debilitamiento de la representación de los intereses comunes de los trabajadores y las trabajadoras que ésta significa? 3. La empresas no deben contribuir a la vulneración de Derechos Humanos Hein Brötz, Jefe de la Sección para América Latina, MISEREOR culturales se perfilan como objetivos de represión. MISEREOR experimenta una y otra vez los ataques a la vida y la seguridad de trabajadores y trabajadoras de organizaciones asociadas en Asia, África y América Latina, comprometidas con la no violencia para que Estados y Empresas cumplan con su obligación y responsabilidad de proteger y respetar los derechos humanos. El poder y la influencia de las empresas transnacionales han aumentado de forma decisiva en las últimas décadas. Con anterioridad eran los Estados los que acordaban las normas para la convivencia social, siendo hoy los grandes consorcios empresariales los que determinan las reglas del juego. Las empresas están evolucionando de "receptores de normas" ("rule takers") a "creadores de normas" ("rule makers"), tal y como ha señalado el anterior Relator Especial de Naciones Unidas para Derechos Humanos y Corporaciones Multinacionales, John Ruggie. Con otras palabras: ellos mismos establecen las normas a las que se someterán. Por lo tanto, ¿quién controla a las empresas? ¿cómo pueden las instituciones del Estado satisfacer de forma efectiva sus obligaciones legales internacionales de protección de derechos humanos a través de terceros, como por ejemplo, las empresas? y ¿quieren éstas eso? En muchos casos son las élites de los países quienes se aprovechan cuando las empresas desatienden los derechos humanos o callan ante las vulneraciones cometidas por agentes del Estado o paramilitares. En el camino se quedan aquellos que ya viven en la pobreza. Y aquellos que defienden de forma activa los derechos económicos, sociales y "Fuente, centro y fin de todas las actividades económicas", así describe el Segundo Concilio Vaticano al ser humano. Un actuar empresarial responsable está legitimado por la orientación a un bien común y por el hecho de que las empresas lleven a cabo políticas empresariales, estructuras de gestión y prácticas que no supongan una complicidad en la vulneración de derechos humanos. Éste deber de tener un cuidado necesario para respetar el ejercicio de los derechos humanos no finaliza a las puertas de una fábrica, sino que abarca toda la cadena de valor. La matriz Nestlé S.A. en Suiza conocía las amenazas que a lo largo de las años venía sufriendo el sindicalista de su filial colombiana Cicolac, Luciano Romero, quien fue brutalmente asesinado en septiembre de 2005 a manos de los paramilitares. Se reprocha a la empresa ser co-responsable de la muerte violenta de Romero a través de su omisión a la hora de poner en marcha medidas de Página 4 protección. En ningún caso podrá aceptarse que estos hechos no tengan ninguna consecuencia. La impunidad debe necesariamente acabar para prevenir vulneraciones de derechos humanos. Por lo tanto, junto a la causa abierta en Colombia, conviene también solicitar a los tribunales suizos que estudien la responsabilidad jurídica de la empresa matriz. los pobres también aquí, en "el Norte", es parte de la labor de ayuda de la iglesia desde su fundación en 1958: favorecer la "ayuda para la autoayuda " de los seres humanos en situación de pobreza y "hablar a las conciencias de los poderosos". La querella aporta algo a ambas tareas. Independientemente del resultado, el proceso refuerza los derechos de las víctimas y puede contribuir a que las empresas mejoren la gestión de los riesgos y con ello a evitar posteriores violaciones de derechos humanos. MISEREOR apoya la querella presentada por ECCHR y el Sindicato, puesto que alzar la voz en favor de los intereses de 4. El caso de Luciano Romero - una historia no sólo colombiana sobre la persecución del sindicalismo Luciano Enrique Romero Molina fue durante muchos años trabajador de la fábrica de Nestlé en Valledupar y miembro de la junta local del sindicato Sinaltrainal. En la noche del 10 de septiembre de 2005 fue secuestrado, torturado y asesinado mediante 50 puñaladas por paramilitares. Cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exigió al Estado colombiano que ofreciera medidas de seguridad para Romero, éste recibió un radioteléfono, que escasamento mejoró su situación de peligro. Se le concedió efectivamente un programa de seguridad con guardaespaldas y un coche blindado, que finalmente no fue ejecutado. Luciano Romero reivindicaba los derechos de los trabajadores de Cicolac y documentaba las vulneraciones de derechos humanos de sindicalistas. Romero también estuvo expuesto a la represión estatal, fue detenido arbitrariamente en diferentes ocasiones y recibió amenazas por los paramilitares. En 2002 Romero representó a los sindicalistas en las negociaciones colectivas en la fábrica Cicolac. Durante meses no se llegó a ningún acuerdo. La dirección de la empresa acusó a los sindicalistas ante los grandes terratenientes y proveedores de leche de ser los causantes de la bajada del precio de la leche y de poner en peligro el mantenimiento de la fábrica en Valledupar. Tales acusaciones son peligrosas si se tienen en cuenta las relaciones comerciales de Nestlé-Cicolac con los proveedores de leche, quienes a su vez estaban conectados con los paramilitares. Hernando Molina Araujo o Hugues Rodríguez fueron más tarde condenados a altas penas de prisión por Los funcionarios directivos de NestléCicolac jugaron un papel importante: le calumniaron a él y a otros sindicalistas, acusándoles de ser soldados de la guerrilla. Fue además acusado injustamente de ser el responsable de un atentado con bomba en las dependencias de la fábrica en 1999. Página 5 paramilitarismo. De ahí podemos deducir en qué medida las declaraciones de los directivos de Nestlé-Cicolac ponen en peligro la vida de los sindicalistas. condenados. Hay investigaciones en curso y se están celebrando procesos contra paramilitares y miembros del (antiguo) servicio de inteligencia colombiano DAS (Departamento Administrativo de Seguridad). En una sentencia, el Juez Nirio Sánchez insistió a la Fiscalía para que investigara el papel de la empresa: Este riesgo era públicamente conocido por los representantes locales de Nestlé, puesto que, cuando el conflicto laboral y las tensiones alcanzaron su pico, ofrecieron ayuda a Romero para obtener una visa. Éste lo rechazó, argumentando que su deseo era llevar a cabo su labor sindical en libertad y seguridad, pero que, por medio del exilio, la labor sindical, en lugar de ser protegida, estaría impedida. Cuando finalizó la relación laboral entre Cicolac y Romero durante el conflicto laboral de 2002, las amenazas no cesaron. En 2004 incluso tuvo que exiliarse de forma temporal. Tras su vuelta, interpuso una demanda contra su anterior empleador, solicitando que se le reincorporara en su puesto de trabajo. Además, fue designado como testigo del Tribunal Permanente de los Pueblos para declarar sobre la política empresarial y sindical de Nestlé en Colombia. A la audiencia que tuvo lugar en Berna en octubre de 2005, no pudo presentarse, puesto que pocas semanas antes fue asesinado. ¿Quedará la muerte Romero impune? de "dentro del plenario se decantó que el occiso se preparaba para ser testigo de la política de la transnacional NestléCicolac, en la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos, que se realizaría los días 29 y 30 de octubre de 2005 en Berna Suiza, y en similares circunstancias también fueron asesinados dirigentes sindicales de Sinaltrainal (Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos) y extrabajadores de Cicolac: Víctor Mieles, Alejandro Martínez Toribio de la Hoz y Harry Laguna” Las investigaciones contra directivos de la empresa colombiana están paralizadas desde 2007 y no abordan la cuestión de la posible responsabilidad penal de los actores en Suiza. Por ello esta causa se dirige a las autoridades suizas mediante una querella para que investiguen. A través de la misma, se pretende dar cumplimiento a la exigencia del Juez Nirio Sánchez, evitando así que el homicidio de Luciano Romero quede impune. Luciano En Colombia ya ha comenzado la persecución penal del crimen: cinco paramilitares de bajo rango han sido 5. Sindicalismo y persecución en Colombia Colombia pertenece a uno de los países del mundo donde un mayor número de ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos se ha registrado. Allí son víctimas de estigmatizaciones, amenazas, violencia sexual, procesos penales infundados, ataques violentos y asesinatos por parte de todos los actores del conflicto armado (fuerzas de seguridad del Estado, unidades paramilitares y grupos guerrilleros). Página 6 Los sindicalistas están especialmente amenazados. Colombia ostenta el triste récord de casi la mitad de los sindicalistas asesinados en el mundo. La gran mayoría de estos actos se atribuyen a paramilitares y fuerzas de seguridad del Estado. Al mismo tiempo existe un alto índice de impunidad. A pesar del proceso de desmovilización paramilitar entre 2003 y 2006, los sindicalistas continuaron siendo amenazados y asesinados por estos grupos. También las fuerzas de seguridad del Estado son responsables de la muerte de sindicalistas y de iniciar procesos arbitrarios en su contra. Según Amnistía Internacional, existe una estrategia coordinada militar-paramilitar, a través de la cual se llevan a cabo amenazas y estigmatizaciones públicas para minar el trabajo de los sindicatos. La mayoría de los ataques sistemáticos producidos contra los sindicalistas pueden significar violaciones masivas de derechos humanos y constituir delitos internacionales. Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado al Gobierno colombiano interponer medidas de protección a los sindicalistas amenazados, no habiéndose puesto en marcha las mismas.. Esto ya era de conocimiento público en los años precedentes a la muerte de Luciano Romero. Cabe mencionar aquí los informes anuales de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, de Amnistía Internacional o de la Confederación Internacional de Sindicatos (ITUC). En los últimos 25 años, por lo menos 2.500 sindicalistas han sido asesinados en Colombia. En efecto, estas cifras han ido disminuyendo, pero en 2005, año en el que Luciano Romero perdió la vida, el número de muertos era preocupantemente elevado (hasta 200 muertes por año). No obstante, en 2010 nuevamente se contabilizaron un total de 51 sindicalistas asesinados, colocándose Colombia a la cabeza de los países más peligrosos para los sindicalistas. El Estado colombiano no tiene voluntad o no es capaz de proteger efectivamente a los sindicalistas. Incluso la propia 6. Nestlé en Colombia Desde 1944 Nestlé está presente en Colombia, donde posee varias empresas filiales y fábricas. En 2005 se constituyó como el tercer mayor comprador de leche, con un volumen total de 248 millones de litros. En Valledupar (Departemento Cesar, Noroeste de Colombia) la planta de Nestlé-Cicolac es una de las compradoras de leche más importantes y, a la vez, una de las empleadoras y actores económicos más grandes de la región. Bloque Norte, una fracción del grupo paramilitar "Autodefensas Unidas de Colombia" (AUC), bajo el comando de Rodrigo Tovar Pupo (alias "Jorge 40"). Pese a la desmovilización de 2006, los grupos paramilitares permanecen hoy aún activos. Se financian a través de negocios ilegales y cuotas de protección que recaban de empresas de la región. Varios paramilitares son también miembros de las élites políticas y económicas de la zona. De ahí origina la tradicional relación entre los grandes terratenientes, que en el Cesar son los ganaderos productores de leche, y los paramilitares. En la década de los noventa se estableció en esta zona el control paramilitar del Página 7 Este contexto de conflicto también tuvo sus efectos sobre la filial de Nestlé, Cicolac. Salvatore Mancuso, antiguo líder paramilitar de las AUC, en varias declaraciones ante los tribunales, señaló que Cicolac había pagado a las AUC. Hasta ahora se desconoce en qué período y qué cantidades fueron abonadas. Nestlé compró Cicolac en 1997. Entonces el Bloque Norte de las AUC se encontraba activo en la región. Además, grandes figuras de los paramilitares en Cesar pertenecían al grupo de los ganaderos proveedores de leche a Nestlé, entre ellos Hugues Manuel Rodríguez Fuentes. En octubre de 2008, fue condenado por concierto para delinquir con bandas armadas ilegales (paramilitares). Las investigaciones de la fiscalía demostraron que él actuaba bajo el alias "Barbie" como representante del Comandante del Bloque, Rodrigo Tovar Pupo ("Jorge 40") y como jefe de finanzas del Frente local de las AUC en Valledupar. El sindicato evaluó las conexiones paramilitares de la filial de Nestlé como un factor de riesgo y pidió a la Nestlé S.A. de Suiza que interviniera. Ésta en repetidas ocasiones refirió el asunto a su representación en Colombia. Esto contradice los Principios Corporativos Empresariales de Nestlé. Según los mismos, la empresa se compromete a respetar los derechos humanos y las normas fundamentales del trabajo y de la libertad sindical y, a la vez, señala que el cumplimiento de tales Principios no se rige según la libre discreción de las representaciones locales, sino que está obligatoriamente prescrito desde la central del grupo empresarial. En el prólogo de la última edición de los Principio (2010), Peter Brabeck-Letmathe y Paul Bulcke aclaran que: "Como Presidente y Consejero Delegado de Nestlé, nuestro compromiso es garantizar que toda la empresa se rija por estos principios y urgir a los empleados de Nestlé en todo el mundo a que se adhieran a ellos." En un ambiente así, el desarrollo de labores sindicales es un peligro para la vida. Entre 1986 y 2011, al menos trece trabajadores de Nestlé y líderes sindicales de Sinaltrainal fueron asesinados o desaparecidos; cinco debieron abandonar sus hogares. Esta situación de riesgo pone en peligro el funcionamiento del sindicato y debilita la posición de los trabajadores a la hora de negociar con la empresa, situación de la que ésta, quiera o no quiera, se beneficia. Si la garantía de los derechos sindicales y la seguridad de los sindicalistas están relacionadas, la casa matriz en Suiza – regida por sus propios Principios Corporativos Empresariales – debería haber intervenido y no delegado en el caso de Luciano Romero. Página 8 7. El significado de la responsabilidad empresarial en el marco de la violencia ejercida contra sindicalistas en Colombia − el caso de Nestlé Alirio Uribe Muñoz-Abogado en la responsabilidad frente a los determinadores y beneficiarios económicos de los crímenes, por ello este caso ante la Justicia Suiza puede generar un importante precedente para superar la impunidad, y para llamar la atención sobre la responsabilidad de la Empresas como Nestlé que no han actuado frente a estos crímenes y que se han mantenido en un silencio cómplice pese a saber del riesgo que corren los trabajadores que se afilian a los sindicatos y defienden los derechos laborales en Colombia. Alirio Uribe es miembro del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, que lleva 25 años apoyando a las víctimas de vulneraciones de derechos humanos en Colombia, representándolas ante los tribunales. Además asesora juridicalmente a Sinaltrainal. El Colectivo ha llevado ante tribunales colombianos, la Corte Interamericana de derechos humanos y las Naciones Unidas casos emblemáticos de torturas, ejecuciones extralegales y desapariciones. Por su labor, tanto el Colectivo como sus miembros son sometidos a continuas amenazas y difamaciones. La violencia contra Sinaltrainal es una de las más graves en la historia sindical en Colombia así lo muestra el siguiente cuadro. Sin duda que se requieren casos que avancen ante los tribunales de los países matrices de las Empresas, y se entienda que cuando la empresas realizan sus actividades en países en conflicto armado la diligencia tiene que ser mayor para que no se termine avalando la violencia anti sindical que afecta la vida de los trabajadores, de las organizaciones sindicales, y el ejercicio de derechos como la asociación, la contratación colectiva y el derecho de huelga, la violencia anti sindical en Colombia no ha sido casual sino por el contrario ha obedecido a prácticas criminales en las que las autoridades locales al igual que las empresas han sido por lo menos omisivas, en otros casos cómplices y en otros determinadores de los ataques. Esta denuncia penal frente a la posible responsabilidad criminal de directivos de la multinacional Nestlé en el asesinato del sindicalista y defensor de derechos humanos Luciano Romero es muy importante porque permite abrir el debate a nivel judicial sobre lo que llamamos la violencia anti- sindical en Colombia, que ha cobrado más de 3000 sindicalistas asesinados, de los cuales 24 corresponden a afiliados a Sinaltrainal, estos ataques están cubierto por una estructural impunidad, más del 90% de los homicidios están en la impunidad, se han dado algunas condenas contra los autores materiales de los crímenes, de los condenados mayoría sicarios estos están prófugos de la justicia, no se ha avanzado Para el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo que por años ha Página 9 representado familiares y sindicatos en casos de graves crímenes contra sindicalistas, este caso contra la Nestlé es una esperanza para generar una alerta sobre lo sucedido en Colombia que no es algo del pasado sino una violencia presente, y esperamos que sea un avance en la consecución de la verdad y la justicia por un hecho tan grave como el homicidio de Luciano Romero una muerte anunciada como tantas otras en Colombia. Amenazas Atentado con o sin lesiones 6 Desaparición 2 Desplazamiento forzado 2 Detención arbitraria 10 Homicidios 24 Hostigamientos 15 Tortura Total Base de datos Escuela Nacional Sindical Sinaltrainal. Febrero 2 de 2012 Página 10 192 2 253 8. ¿Existe la responsabilidad penal de las empresas en Suiza? Una visión crítica a la solución suiza. Suiza sigue la tendencia europea. Aquello que existe en Estados Unidos desde 1909, se ha trasladado al otro lado del Atlántico en los últimos años: empresas (y otras asociaciones) tienen responsabilidad penal, debido a que el Derecho penal individual tradicional no se adecua al desarrollo de las organizaciones económicas modernas cuando se exige que el dominio de la conducta punible se halle y se pruebe en el autor individual. De hecho, las grandes empresas globales están descentralizadas y con las competencias funcionales repartidas: no se trata de una figura central dominante, sino de un complejo entramado de órganos funcionales ejecutivos, organizativos, de control y asesoramiento. Ante esta situación, se han creado distintas normas: por ejemplo, en Alemania las empresas no pueden ser penalmente responsables por hechos delictivos, sino sólo pueden ser multadas por infracciones administrativas, porque la dogmática jurídica penal requiere que, para imponer una sanción penal, hay que probar que una persona haya realizado una conducta (criminal) y que esa persona tenga la capacidad de comprender lo ilegítimo e ilegal de su conducta. Desde un punto de vista dogmático, estas premisas no se cumplen en el caso de una empresa, porque una empresa literalmente no “actúa” ni “comprende” sino a través de personas individuales. En cambio, Suiza, al igual que otros, sigue la teoría que se desprende de estos conceptos dogmáticos y atribuye responsabilidad penal a los actores sociales. Una empresa, como colectivo organizado, puede ser penalmente responsable por los comportamientos y culpabilidad de sus integrantes. Este camino ha sido escogido, entre otros, por Gran Bretaña, Irlanda, Holanda, Islandia, Francia, Finlandia, Dinamarca, Eslovenia, Bélgica y, finalmente, España. La responsabilidad penal de las empresas, de acuerdo con el artículo 102.1 del Código Penal Suizo, se diferencia sin embargo de los modelos clásicos penales. Está diseñado como delito que atenta contra la administración de la justicia y queda subordinado, en el sentido de que sólo entra en juego cuando desde dentro de una empresa se comete un delito y cuando no se puede identificar a los autores individuales debido a faltas organizativas, de vigilancia y documentación en el seno de la propia empresa. La empresa será en este caso castigada por esa falta de organización interna. Por lo tanto, lo que se sanciona aquí no es el delito cometido. En otras palabras, la norma no parte de la obligación de la empresa de prevenir que se cometan crímenes desde dentro de la misma, sino de una obligación de no obstaculizar el esclarecimiento de los delitos individuales cometidos. Esta fórmula sólo convence de forma limitada: parte de la idea de una sola figura dominante de responsabilidad penal individual y deja fuera de consideración los cambios organizativos de las grandes empresas que apuestan por la descentralización y la división de tareas. Para evitar la acusación, permite a la empresa la denominación de "gerentes de fachada", es decir, personas cuya función no es tanto la gerencia de la empresa, sino el asumir responsabilidad criminal y Página 11 así exonerar la empresa de cargos penales, a cambio de una compensación financiera. Finalmente, la “solución suiza” no reanuda al deber de evitar la comisión de delitos en la empresa y, de este modo, evita que la pena se base en la gravedad de los delitos cometidos. La normativa suiza está en vigor desde 2003 pero hasta ahora no se ha utilizado notablemente. Desde el punto de vista de las víctimas de violaciones de derechos humanos, quienes buscan la realización de sus derechos a la verdad, a la justicia y a la no repetición, existe un rayo de esperanza: se espera que las investigaciones y los esfuerzos de las empresas de hacer transparentes los procesos internos para no ser culpables de obstaculizar las investigaciones de la justicia, den lugar a que las víctimas y sus familiares, al menos, puedan enterarse y entender cómo y por qué se cometieron los delitos. 9. Gestión del riesgo: ¿cuáles son los estándares internacionales? En las regiones de conflicto existen grandes riesgos de que se cometan vulneraciones de derechos humanos. Realizar negocios en estas zonas supone para cada empresa el peligro de colocar en situaciones de un mayor riesgo a los actores en el territorio donde llevarán a cabo sus operaciones y, por otro lado, también supone la posibilidad de beneficiarse del control limitado, y ausencia del estado de derecho que conlleva la situación de gobernanza deficiente. Las empresas que tienen filiales en esas regiones tienen la obligación de acomodar la gestión del riesgo a tales situaciones. En este sentido, existen exigencias más elevadas que deben asegurar que la empresa, ni directa ni indirectamente, esté relacionada con vulneraciones de derechos humanos. Las medidas organizativas preventivas pueden deducirse de los estándares internacionalmente reconocidos. Los principios generales de la gestión del riesgo se desarrollaron por primera vez con motivo de los riesgos financieros derivados de la corrupción y el lavado de dinero. Pero desde 2000 han ganado peso a nivel internacional las discusiones sobre el deber de diligencia ("due diligence") de las empresas en zonas de conflicto en el marco del Global Compact de Naciones Unidas, del que Nestlé es miembro. Así surgieron en 2000 los Principios voluntarios de seguridad y derechos humanos de la ONU (UN Voluntary Principles on Security and Human Rights).1 Estos principios se desarrollaron hasta la adopción en 2006 de la Herramienta de concienciación de la OCDE sobre riesgos para las empresas multinacionales en zonas de gobernanza deficiente (Risk Awareness Tool for Multinational Enterprises in Weak Governance Zones de la OECE).2 Con anterioridad a 2006 estos estándares no pueden ser considerados como fuente de derecho, pero sí como estándares ampliamente reconocidos en el sector empresarial, que empresas y empresarios deben, como parte de su diligencia debida, observar. En concreto, las empresas han de procurar no prestar apoyo a gobiernos o convertirse en cómplices en la vulneración de derechos humanos a través de sus actividades económicas. Página 12 Las empresas que operan en zonas de conflicto deben comprobar en qué medida están relacionadas con o apoyan a actores del conflicto. También una empresa debe tener especial cuidado a la hora de establecer conexiones con personalidades de la política o la economía, si existe un alto riesgo de que éstas estén inmersas en la dinámica del conflicto. Finalmente, supone una buena gestión del riesgo que una empresa, en el ámbito de sus posibilidades, se posicione públicamente en contra de las violaciones de derechos humanos y las denuncie, asegurando así que la empresa no apoya de ninguna forma estos hechos. Tal y como se ha escrito con anterioridad, el contexto de conflicto y los factores de riesgo eran obvios para Nestlé. De acuerdo con los estándares internacionales, la empresa debió analizar y pronosticar los riesgos específicos posibles. Para ello, una empresa no sólo debe analizar el impacto de sus propios actos, sino también comprobar los efectos de su mera presencia como actor económico significativo y los actos y omisiones de terceros que ésta provoca. Estos análisis habrían dado como resultado que, a través de los contactos de los proveedores de leche con los paramilitares, es decir, a través de las conexiones con actores del conflicto, la empresa apoyaba el mismo de forma directa o indirecta. Se deberían haber impedido tanto esta cooperación, como la estigmatización de los sindicalistas por parte de los directivos de la empresa. El mismo criterio debe aplicarse respecto a la presunta financiación a grupos paramilitares ilegales. Además, Nestlé S.A. debería haberse posicionado públicamente contra las vulneraciones de derechos humanos y las difamaciones a los sindicalistas y no haberse negado a dialogar con los representantes sindicales. La evidencia de que en un primer momento las autoridades estatales tienen el deber de garantizar la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas, no basta en regiones con un estado de gobernanza deficiente. En función del número de asesinatos de sindicalistas que han quedado impunes es evidente que el poder del Estado no quiere o no puede protegerlos de manera efectiva. Al contrario: la persecución masiva de actores de la sociedad civil en la que participan activamente miembros de las fuerzas del Estado es una parte importante del conflicto colombiano y en la región de Valledupar. Sin embargo, Nestlé S.A. no se ha preocupado de poner en marcha los estándares internacionales en cuanto a la gestión del riesgo en regiones de conflicto y, con ello, de garantizar la seguridad de Luciano Romero y sus compañeros. Cuando la falta de gestión del riesgo sobrepasa los límites de los derechos humanos, la cuestión de si los estándares internacionales tienen categoría de ley no puede ser una cuestión objeto de negociación política, sino que debe ser valorada y evaluada de acuerdo con las categorías del Derecho penal. Página 13 10. ¿Qué repercusiones tendrá el caso Nestlé en el futuro?- Puntos para el debate sobre una reforma jurídica Las empresas reconocen como estándares mínimos de responsabilidad corporativa (Corporate Responsibility) el deber de comportarse de acuerdo con las leyes existentes. La denuncia contra Nestlé y su personal directivo supone un ejemplo de su potencial, pero también de las limitaciones que existen en la legislación vigente para establecer el carácter penal de la gestión de riesgos de las empresas. A continuación se señala la necesidad legislativa de actuar: Responsabilidad criminal corporativa en Alemania El caso Nestlé demuestra cómo se entrelazan las complejas estructuras de gestión de una empresa multinacional y sus diferentes empresas. La gestión del riesgo está transferida a distintas personas, con el riesgo de que no se aclare sobre quién recae la responsabilidad final. En ese caso, ya no puede atribuirse a personas individuales la responsabilidad jurídica por las carencias a la hora de gestionar los riesgos en el interior de un consorcio empresarial. A pesar de que en Alemania el debate sobre la responsabilidad criminal corporativa no está actualmente puesto en la agenda jurídico-política del día, es justificado reclamarla para evitar la impunidad. Normativa clara sobre la obligación de las empresas de gestionar el riesgo en defensa de los derechos humanos Los principios para una gestión adecuada del riesgo para impedir violaciones de derechos humanos y crímenes, han sido efectivamente desarrollados por la Herramienta de concienciación de la OCDE sobre riesgos para las empresas multinacionales en zonas de gobernanza deficiente, los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos y el Marco para Proteger, Respetar y Remediar de las Naciones Unidas. Los conceptos jurídicos de "deber de obrar con diligencia", "deber de tutela" y "deber de garante" pueden recurrir a estos instrumentos para completar su contenido. Sin embargo, falta una fijación legislativa de las mismas, que hasta ahora sólo han podido ser determinadas en el marco de una interpretación caso por caso, causando inseguridad jurídica tanto a víctimas como a autores. Para ello, es necesaria una normativa clara que establezca el alcance de las obligaciones de obrar con diligencia empresarial dentro de un grupo empresarial con carácter global. Tal normatividad también debe definir reglas sobre competencia y delegación entre distintas posiciones ejecutivas y a distintos niveles. Existe la necesidad de regular. Análisis del riesgo para los derechos humanos: La dirección de una empresa matriz tiene que llevar a cabo un proceso constante y exhaustivo de análisis de riesgo, incluso sobre las empresas filiales, pero también sobre sus relaciones comerciales con proveedores, clientes, trabajadores, sindicalistas, trabajadores externalizados y de temporada, teniéndose en cuenta especialmente las situaciones de peligro específicas de las regiones de conflicto y zonas de gobernanza deficiente. La gestión del riesgo de la filial está sujeta al control de la matriz: La dirección de la empresa debe asegurarse de que haya una gestión de sus operaciones – también en sus filiales – con sensibilidad a los riesgos, tanto Página 14 respecto a las relaciones comerciales, como respecto a los trabajadores y trabajadoras. De esa forma, se debe evitar que dentro de la empresa o sus filiales se generen riesgos de derechos humanos y asegurar que tanto las relaciones comerciales como los trabajadores queden protegidos de los riesgos relacionados con las operaciones de la empresa. Por medio de la delegación pueden traspasarse deberes pero no la responsabilidad final de la gestión del riesgo. Responsabilidades individual y colectiva: Los miembros de la dirección son responsables individuales y también responsables solidarios por las actuaciones de sus colegas, siempre y cuando se trate de responsabilidades que surgen en gremios de los cuales son miembros, por ejemplo, la junta directiva o el consejo de supervisión. 11. Conclusiones Nuestras contrapartes en los países del Sur abogan, a menudo sufriendo graves riesgos, para que las vulneraciones de derechos humanos sean llevadas ante la Justicia. Cuando en ello chocan con los límites de los sistemas judiciales de sus respectivos países, alimentan sus esperanzas de que esos casos se lleven ante instancias internacionales y europeas. Desde luego que las carencias de la Justicia de otros países no se compensan por el hecho de acudir a tribunales europeos. Sin embargo, si se plantea la cuestión sobre la responsabilidad específica de actores europeos, está justificado y es necesario acudir a la Justicia europea. No obstante, aún no existen suficientes sentencias de tribunales europeos que delimiten la actuación empresarial de las corporaciones en favor de los derechos humanos. Alirio Uribe, en su contribución ha advertido de la importancia de la judicialización de los actos violentos contra los y las sindicalistas para garantizar el ejercicio de la libertad sindical y de asociación. Todavía casi cada uno de los casos de violaciones de derechos humanos en los que empresas están presuntamente implicadas es un caso piloto en el que se pueden arrojar cuestiones legales que aún no están resueltas por la jurisprudencia. Esto significa al mismo tiempo que la Justicia tiene una nueva oportunidad de desarrollar el Derecho con cada caso, de tal forma que las víctimas queden efectivamente protegidas y que las empresas tengan más certeza de qué normas se espera que cumplan en el marco de la responsabilidad por el respeto de los derechos humanos. Página 15 Notas al pie de página 1 Texto disponible en: http://voluntaryprinciples.org/files/principios_voluntarios_espanol.pdf 2 Texto disponible en http://www.oecd.org/dataoecd/26/21/36885821.pdf . Información legal Editor: European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) e.V. Secretario General: Wolfgang Kaleck Zossener Str. 55-58, Aufgang D D - 10961 Berlín Tel.: +49 (0) 30 40 04 85 90 Fax: +49 (0) 30 40 04 85 92 El ECCHR agradece a Hannah Franzki y Annelen Micus por su colaboración en la redacción de este Boletín y a MISEREOR por su apoyo (financiero y de contenido) para nuestro trabajo. Página 16