“FACTORES QUE AFECTAN LA TRANSPARENCIA EN

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TITULO DE LA PONENCIA:
“FACTORES QUE AFECTAN LA TRANSPARENCIA EN LA
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN VENEZUELA”
Mérida, Yucatán, México. 2 al 6 de octubre de 2005,
NOMBRE DEL AUTOR:
PROF. LUIS ANTONIO CHACON NIETO
Venezuela. Mail: [email protected]
PRESENTADA EN:
EL XII CONGRESO DE LA FEDERACIÓN
INTERNACIONAL DE ANTIGUOS
ALUMNOS IBEROAMERICANOS DEL INSTITUTO NACIONAL DE
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (INAP) DE ESPAÑA. SEP. 2004
(FORO ALCALÁ)
INSTITUCIÓN REPRESENTADA:
UNIVERSIDAD DE CARABOBO. FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS. ESTADO CARABOBO. VALENCIA, VENEZUELA
RESUMEN
Es preocupación cotidiana en Venezuela en los últimos años, la presencia nefasta
de lo político de sesgo partidista, en todo el sistema judicial. La normativa que rige
lo relativo al ingreso del abogado en la función judicial; su permanencia en el
poder judicial; la inspección y fiscalización de su eficacia como juez; la
productividad y la calidad de sus decisiones; los criterios de asenso en la carrera
judicial; las competencias dentro de la jurisdicción y el cultivo de saberes en el
área donde se desempeña el juez, son materia espléndidamente tratados en la
Constitución de República Bolivariana de Venezuela, en la Ley de la Carrera
Judicial y La Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, Ley Orgánica de la
Justicia de Paz, Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para
las Víctimas de Delitos y Abuso de Poder, Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, Ley Contra la Corrupción, Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, Normas de evaluación y concursos de oposición
para el ingreso y permanencia en el Poder Judicial que prevé la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial.
Entendido como es, que la sentencia representa una norma individualizada,
productora de derechos y obligaciones entre las partes, como producto intelectivo
proveniente de la cultura jurídica del juez, donde debe privar la imparcialidad,
resulta forzoso concluir que su pronunciamiento debe, rigurosamente, coincidir en
su contenido, con principios de rango constitucional y legal que fortifiquen la
sentencia y constituya una respuesta válida que aporte seguridad jurídica, dentro
de la concepción de una sociedad democrática, participativa y protagónica,
multiétnica y pluricultural, en un Estado de justicia, como la nuestra.
Es imperioso concluir que el sistema judicial debe apegarse al ejercicio de su
autonomía y libertad que aseguren la imparcialidad; lo contrario, vale decir,
mantener una actitud de acatamiento a otro poder constituido, como lo es al
Ejecutivo, desvirtúa la esencia misma de la justificación preambular de la
Constitución Nacional.
La preocupación por el deslinde entre los poderes respecto a su autonomía,
conservando el principio de colaboración entre ellos, es un decideratum
permanente.
Los atropellos a tal independencia son los motivos de reuniones entre
conocedores de esta inconveniencia en la actividad administrativa de justicia. Es
por ello que el debate se hace pertinente, máxime cuando se quiere analizar la
transparencia de la función pública en esta neurálgica rama del poder público.
Se trae para el conocimiento de los congresistas casos de la vida real venezolana
en el ámbito de la función publica de justicia donde queda evidenciada la
inexistencia de la transparencia en la función publica de la Administración de
Justicia en Venezuela, que trastoca el desarrollo y crecimiento de la autentica
democracia. Salvo raras excepciones, hay un buen número de sentencias
emanadas del sistema judicial, que solo se cohonestan con los intereses
gubernamentales, abandonando la autonomía e independencia, lo que ha
devenido en permanente zozobra, inseguridad jurídica, intranquilidad ciudadana,
signos diarios de ingobernabilidad, presencia de la impunidad, aumento de la
corrupción en todos los sectores, recurrencia al terrorismo judicial, lo que
desemboca en conflictividad social y en definitiva la perdida de la confianza en la
institucionalidad republicana, todo conduce a la perdida de la paz social.
Como toda denuncia de males administrativos debe tener la recompensa del
aporte de algunas luces, para enfrentar con éxito esas calamidades, por tanto me
permito presentar unas conclusiones y una recomendación que someto a vuestra
consideración al final de mi trabajo.
TITULO I
INTROMISIÓN DEL PODER EJECUTIVO EN EL SISTEMA JUDICIAL
VENEZOLANO
La aseveración de la incumbencia del Poder Ejecutivo en Venezuela en el Poder
Judicial, coincide con la inquietud de la Comisión Andina de Juristas conformada
por representantes de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,
Me complace compartir con ustedes las siguientes inquietudes.
Juristas andinos preocupados por Poder Judicial de Venezuela
Luis Jaime Cisneros
Lima, junio 29 (AFP).- La Comisión Andina de Juristas, un colectivo civil de
abogados de seis países, expresó este miércoles su preocupación por el sesgo
político que vienen tomando las decisiones del poder judicial en Venezuela.
El grupo emitió una "alerta democrática" para llamar la atención de la región sobre
el peligro que entraña la gradual pérdida de independencia de la justicia
venezolana.
•
La Comisión Andina de Juristas es una organización internacional con más
de 25 años de existencia, que trabaja para la consolidación de la
democracia, el Estado de Derecho, y el respeto a los derechos humanos en
la región andina.
•
Los juristas de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela,
señalan que bajo el gobierno del presidente Hugo Chávez no hay garantías
de que se puedan proteger los derechos humanos con imparcialidad.
•
La Comisión alerta a la Organización de Estados Americanos (O EA) y al
Relator de la ONU para la Independencia de Jueces de "esta grave crisis
judicial en Venezuela, que pone en riesgo las instituciones básicas de la
democracia".
•
"El ordenamiento jurídico que garantice efectivamente la protección de los
derechos humanos sólo se puede construir y preservar a través de un
sistema
judicial
independiente,
autónomo
e
imparcial",
indica
el
comunicado.
•
El texto critica que "en las actuales circunstancias estas garantías mínimas
están muy condicionadas por interferencias políticas, en Venezuela".
•
También "que el 2004 una mayoría simple del oficialismo en el legislativo
constituyó
al
Tribunal
Supremo,
favoreciendo
una
composición
condicionada por un sesgo político, lo cual es contraria a la independencia
judicial".
•
"Consideramos perjudicial a la democracia en Venezuela que la Comisión
Judicial o la Comisión de Reestructuración Judicial, ambas designadas por
el nuevo Tribunal Supremo de justicia, nombren y suspendan jueces",
agregan.
•
Los juristas andinos ven con preocupación que algunas decisiones de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia intervenga en casos
que no son de su competencia, generado situaciones de inseguridad
jurídica en Venezuela.
•
"El ejercicio abusivo de sus facultades de avocamiento y de revisión de
cualesquiera sentencias de las otras Salas del mismo Tribunal Supremo",
crea desconfianza hacia el Poder Judicial.
•
Una de las características del sistema judicial venezolano es la alta tasa de
jueces provisionales (80%). Este método genera "inestabilidad y ha
devenido en amenaza de presiones políticas contrarias a la independencia
de los jueces".
•
El colectivo alienta la esperanza de que Caracas resuelva la situación de
acuerdo a los estándares y procedimientos previstos en la Constitución
venezolana y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
•
La separación e independencia de los poderes públicos es esencial para la
marcha de una democracia, tal como lo prevé la Carta Democrática
Interamericana de la OEA, acotaron.
TITULO II
EL DESEMPEÑO DEL MINISTERIO PÚBLICO EN VENEZUELA
También incidieron los juristas andinos (julio 19-07-05) “Sobre peligroso
desempeño del Ministerio Público venezolano”
,
en el sistema judicial
venezolano, asÍ:
•
Su primera consecuencia es el alto índice de impunidad, cercano al 90%
en los delitos comunes, y del 98% en los delitos contra los derechos
humanos, situación que fomenta la alta tasa de violencia y criminalidad
que acecha a la sociedad venezolana.
•
Omar Espaillat C. Caracas, julio 19 (REDACTA).- Sobre el peligroso
desempeño del Ministerio Público de Venezuela, advierte la Comisión
Andina de Juristas a la comunidad internacional en general, a la OEA, la
ONU y a la Comisión Interamericana de Derechos 'Humanos, "ya que en
sus condiciones actuales atenta gravemente contra los principios fundamentales de la democracia y el Estado de Derecho, previstos en la
Constitución, su Ley Orgánica del Ministerio Público, su Código Orgánico
Procesal Penal y los instrumentos internacionales de derechos humanos,
así como la Carta Democrática Interamericana" .
•
El documento que expresa la preocupación del citado organismo de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN), observa que el Ministerio Público
lo integran "fiscales provisorios, interinos o suplentes en un 90%,
designados arbitrariamente por el fiscal general de la República, sin
ninguna preparación previa, ni selección objetiva de conformidad con la
ley que rige sus funciones. 'Como consecuencia de ello, estos fiscales
son libre nombramiento y remoción por parte del fiscal general, quien se
desempeñó como vicepresidente ejecutivo del actual gobierno de
Venezuela antes de ser designado en tal alta responsabilidad. Ello significa, que el fiscal general en la actualidad nombra a abogados de su
confianza y por consideraciones políticas a un buen número de los
fiscales de Venezuela, quienes pueden ser destituidos sin causa alguna,
ya que no gozan de estabilidad en el cargo", precisa.
•
Recuerda la necesidad de independencia y autonomía del Ministerio
Público en sus funciones, por lo que debe estar "dotado de fiscales
calificados,
debidamente
seleccionados
mediante
procedimientos
constitucionales y legales, de manera que prive su estabilidad,
profesionalidad, probidad, objetividad e independencia".
•
Igualmente el documento subraya la función primordial de un Ministerio
Público, como es la de investigar los delitos con el propósito de identificar
a los responsables y someterlos al debido proceso ante los jueces
competentes e independientes para ser sancionados legalmente, por lo
que los fiscales deben cumplir sus deberes con sujeción a la ley, con
objetividad, integridad, seriedad y oporturtunidad, ya que el Ministerio
Público tiene una responsabilidad en lucha contra la impunidad,
particularmente en lo que a derechos humanos se refiere.
•
"La consecuencia del grave déficit institucional y la politización del
Ministerio Público venezolano, es en primer lugar el altísimo índice de
impunidad, cercano al 90% en los delitos comunes, y al 98% en los
delitos contra los derechos humanos. Esta situación agrava y fomenta la
tasa de violencia y la criminalidad que acecha a la sociedad venezolana.
•
Esta violencia tiene como victimas en su gran mayoría a los venezolanos
más pobres. Se trata por tanto de una violencia institucionalizada contra
los pobres, puesta de manifiesto en fenómeno de los grupos policiales y
militares de exterminio que han ejecutado y desaparecido miles de
venezolanos y venezolanas en los últimos años, con toda impunidad",
denuncia el documento de la Comisión Andina d Juristas.
Para concretar el tema la vulnerabilidad del sistema judicial venezolano expongo
las siguientes denuncias:
TITULO III
DENUNCIAS DE CASOS CONCRETOS QUE DEMUSTRAN
FEHACIENTEMENTE LA INTRASPARENCIA DE LA FUNCIÓN PUBLICA EN EL
ÁREA DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN VENEZUELA.
CAPITULO I
LA COSA JUZGADA
La cosa juzgada en Venezuela, es una institución que se vulnera. La
concepción principista, que aporta seguridad de que la cosa juzgada no admite
revisiones ni otras instancias, cuando se han agotado las diversas instancias
judiciales, cuando una sentencia ha quedado definitivamente firme, no tiene los
efectos universalmente conocidos de la certeza y seguridad jurídicas. Este
principio no se aplica. Los magistrados de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia. Recientemente nombrados por la mayoría simple
de la
Asamblea Nacional, declararon procedente la revisión de una sentencia
definitivamente firme y que causó cosa juzgada y que fue proferida por la Sala
Plena Accidental del Tribunal Supremo de Justicia.
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICA
SALA CONSTITUCIONAL
Magistrado-Ponente: FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ
Mediante escrito presentado el 2 de diciembre de 2004, ante la Secretaría de esta
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, por el ciudadano JULIÁN ISAÌAS
RODRÍGUEZ DÍAZ, titular de la Cédula de Identidad No. 2.218.534, debidamente
inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 7.421, en su carácter de
Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela, según designación hecha por
la Asamblea Nacional, publicada en la Gaceta Oficial, de fecha 20 de diciembre de 2000,
solicitó la revisión de la sentencia proferida el 14 de agosto de 2002, por la Sala Plena
Accidental del Tribunal Supremo de Justicia que declaró no haber mérito para el
enjuiciamiento de los ciudadanos General de División (Ej.) Efraín Vásquez Velasco,
General de Brigada (Av.) Pedro Pereira Olivares, Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez y
Contralmirante Daniel Lino José Comisso Urdaneta, y el consecuente sobreseimiento.
DISPOSITIVO
Por las razones antes expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley
declara: 1) CON LUGAR la solicitud de revisión interpuesta por el Fiscal General de la
República, ciudadano Julián Isaías Rodríguez Díaz, en fecha 02 de diciembre de 2004; 2)
ANULA la sentencia proferida en fecha 14 de agosto de 2002 por la Sala Plena Accidental
del Tribunal Supremo de Justicia, que declaró no haber lugar al enjuiciamiento de los
ciudadanos General de División (Ej) Efraín Vásquez Velasco, General de Brigada (Av)
Pedro Pereira Olivares, Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez y Contralmirante Daniel
Lino José Comiso Urdaneta, y el consecuente sobreseimiento; 3) INOFICIOSO un nuevo
pronunciamiento con relación a la solicitud de mérito para el enjuiciamiento interpuesta
por el Ministerio Público en fecha 24 de mayo de 2002, por cuanto dichos ciudadanos se
encuentran en situación de retiro de la Fuerza Armada y por consiguiente, ya no gozan de
la prerrogativa prevista en el artículo 266, numeral 3 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Publíquese, regístrese, remítase copia certificada de este fallo a
la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia y archívese el presente expediente.
Cúmplase lo ordenado. Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los once (11) días del mes
de marzo de dos mil cinco. Años 194° de la Independencia y 146° de la Federación. La
Presidenta, Luisa Estella Morales Lamuño. El Vicepresidente, Francisco Antonio
Carrasquero López (Ponente). Los Magistrados: Luís Velázquez Alvaray. Marcos Tulio
Dugarte Padrón. Arcadio De Jesús Delgado Rosales. Carmen Zuleta de Merchán. Elba
Paredes Yéspica. El Secretario, José Leonardo Requena Cabello. Exp. No. AA50-T-2004003227.
CAPITULO II
LA IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY
•
El principio universalmente conocido de la irretroactividad de la ley es
cuestión inobservada por decisiones la Sala Constitucional, por tanto
también se vulnera. La sentencia antes analizada, se profirió ratio temporis
y conforme al procedimiento establecido en derogada Ley Orgánica de la
Corte Suprema de Justicia, cuya norma no preveía la revisión de la Sala
Plena del Tribunal de Justicia por la Sala Constitucional. Ahora en razón de
conveniencia, calificable como antijurídica, se aplica (con carácter
retroactivo) a unos hechos acontecidos (11-abril-2001) con anterioridad a la
actual vigencia de la Ley Orgánica del Tribunal de Justicia (20-mayo-2004).
•
Violación de la Constitución Bolivariana de Venezuela en el sentido de la
función legislativa de la Asamblea Nacional. DE LA FORMACIÓN LAS
LEYES. SANCIÓN DE LA LEY ORGANICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE
JUSTICIA, con mayoría simple y no la mayoría calificada, dos terceras
partes (2/3) de los diputados presentes, como lo ordena la Constitución, (art.
203 C.N.)
•
Violación de la Constitución Bolivariana de Venezuela al nombrarse los
nuevos integrantes del Tribunal Supremo de Justicia, por mayoría simple
(el bloque del cambio, oficialista) cuando se exige la mayoría calificada, dos
terceras partes (2/3) de los diputados presentes, como lo ordena la
Constitución.
•
Nombramiento de jueces provisorios en distintas regiones del País sin
cumplir el requisito de haber aprobado su ingreso por concurso como lo
prevé el ordenamiento jurídico.
•
Destitución de jueces y otros funcionarios del sistema judicial sin causa que
lo justifique, sin dar el derecho a la defensa y el debido proceso.
•
Temor permanente por parte de los jueces, Fiscales del Ministerio Público,
Defensores Públicos y personal tribunalicio, ante la incertidumbre de
permanecer o no, en la carrera judicial. Se hacen frecuentes operativos de
revisión para “depurar” el sistema judicial.
•
El juez que sentencie en contra de cualquier asunto que tenga relación con
el proceso revolucionario, puede ser destituido. Se destituyeron todos los
magistrados de la Cortes Primera y Segunda de lo Contencioso
Administrativo, con sede en Caracas, por haber pronunciado sentencia en
contra de los intereses de la Administración.
Las normas que rigen el sistema judicial en Venezuela parecen letra inconmovible.
Su contenido ampara, beneficia, protege y hasta enaltece la dignidad humana,
pero en la praxis, lo que para muchos de nosotros, resulta lógico, apropiado,
armónico, justo, ponderado; acaba en la absurdidad. Lo ético y estético no
resplandece como un valor. Los antivalores están a la orden del día, y ello influye
en la mentalidad y ejecutorias de la nueva generación. Pareciese que la
globalización aquí tiene su principal figuración.
No obstante este panorama, nada halagador, quedan reservorios a potenciar en
el logro, por vía de la educación en valores, por el sendero de enseñar los saberes
de las experticias, y constituir cimientos que enfrenten, desde nuestra perspectiva,
una administración de justicia que anteponga los valores innatos de la justicia a
los antivalores denunciados.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como carta magna
contiene el establecimiento de principios generalmente aceptados y compartidos
en diversas legislaciones de los países del mundo, y así, en el preámbulo que:
“ Con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad
democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la
independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la
convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el
derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la
igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación
pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de
acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la
garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la
sociedad internacional,
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de
Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad,
la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder
Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide en Legislativo,
Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los
órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de
los fines del Estado.
Artículo 137. La Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos que
ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que
realicen.
Artículo 141. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y
ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación,
celeridad,
eficacia,
eficiencia,
transparencia,
rendición
de
cuentas
y
responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la
ley y al derecho.
Artiulo146. Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de
carrera. Se exceptúan los de elección popular, los de libre nombramiento y
remoción, los contratados y contratadas, los obreros y obreras al servicio de la
Administración Pública y los demás que determine la Ley.
El ingreso de los funcionarios públicos y las funcionarias públicas a los cargos de
carrera será por concurso público, fundamentado en principios de honestidad,
idoneidad y eficiencia. El ascenso estará sometido a métodos científicos basados
en el sistema de méritos, y el traslado, suspensión o retiro será de acuerdo con su
desempeño.
CAPITULO III
Del Poder Judicial y del Sistema de Justicia
Sección Primera: Disposiciones Generales
Artículo 253. La potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos y
ciudadanas y se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley.
Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de
su competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar
o hacer ejecutar sus sentencias.
El sistema de justicia está constituido por:
•
El Tribunal Supremo de Justicia
•
Los demás tribunales que determine la ley,
•
El Ministerio Público,
•
La Defensoría Pública,
•
Los órganos de investigación penal,
•
Los o las auxiliares y funcionarios o funcionarias de justicia,
•
El sistema penitenciario,
•
Los medios alternativos de justicia,
•
Los ciudadanos o ciudadanas que participan en la administración de
justicia conforme a la ley y
•
Los abogados autorizados o abogadas autorizadas para el ejercicio.
Artículo 254. El Poder Judicial es independiente y el Tribunal Supremo de Justicia
gozará de autonomía funcional, financiera y administrativa. A tal efecto, dentro del
presupuesto general del Estado se le asignará al sistema de justicia una partida
anual variable, no menor del dos por ciento del presupuesto ordinario nacional,
para su efectivo funcionamiento, el cual no podrá ser reducido o modificado sin
autorización previa de la Asamblea Nacional. El Poder Judicial no está facultado
para establecer tasas, aranceles, ni exigir pago alguno por sus servicios.
Artículo 255. El ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces o juezas se
hará por concursos de oposición públicos que aseguren la idoneidad y excelencia
de los o las participantes y serán seleccionados o seleccionadas por los jurados
de los circuitos judiciales, en la forma y condiciones que establezca la ley. El
nombramiento y juramento de los jueces o juezas corresponde al Tribunal
Supremo de Justicia. La ley garantizará la participación ciudadana en el
procedimiento de selección y designación de los jueces o juezas. Los jueces o
juezas sólo podrán ser removidos o suspendidos de sus cargos mediante los
procedimientos expresamente previstos en la ley.
La ley propenderá a la profesionalización de los jueces o juezas y las
universidades colaborarán en este propósito, organizando en los estudios
universitarios de Derecho la especialización judicial correspondiente.
Los jueces o juezas son personalmente responsables, en los términos que
determine la ley, por error, retardo u omisiones injustificados, por la inobservancia
sustancial de las normas procesales, por denegación, parcialidad, y por los delitos
de cohecho y prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones.
Artículo 256. Con la finalidad de garantizar la imparcialidad y la independencia en
el ejercicio de sus funciones, los magistrados o las magistradas, los jueces o las
juezas, los fiscales o las fiscales del Ministerio Público; y los defensores públicos o
las defensoras públicas, desde la fecha de su nombramiento y hasta su egreso del
cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto, llevar a cabo activismo
político partidista, gremial, sindical o de índole semejante, ni realizar actividades
privadas lucrativas incompatibles con su función, ni por sí ni por interpuesta
persona, ni ejercer ninguna otra función pública a excepción de actividades
educativas.
Los jueces o juezas no podrán asociarse entre sí.
Artículo 257. El proceso constituye un instrumento fundamental para la
realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación,
uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve, oral y
público. No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales.
Artículo 258. La ley organizará la justicia de paz en las comunidades. Los jueces
o juezas de paz serán elegidos o elegidas por votación universal, directa y secreta,
conforme a la ley.
La ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera otros
medios alternativos para la solución de conflictos.
Artículo 259. La jurisdicción contencioso administrativa corresponde al Tribunal
Supremo de Justicia y a los demás tribunales que determine la ley. Los órganos
de la jurisdicción contencioso administrativa son competentes para anular los
actos administrativos generales o individuales contrarios a derecho, incluso por
desviación de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de
daños y perjuicios originados en responsabilidad de la Administración; conocer de
reclamos por la prestación de servicios públicos; y disponer lo necesario para el
restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad
administrativa.
ACAPITULO IV
LEY ORGANICA DEL PODER JUDICIAL
Principios Fundamentales y Disposiciones Generales
Artículo 1º. El ejercicio de la justicia emana del pueblo y se realiza por los
órganos del Poder Judicial, el cual es independiente de los demás órganos del
Poder Público. Sus deberes y atribuciones son las definidas por la Constitución,
los tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la República, esta
Ley y las demás leyes y a ellos debe sujetarse su ejercicio.
Para asegurar la independencia del Poder Judicial sus órganos gozarán de
autonomía funcional, económica y administrativa en los términos determinados por
esta Ley y las demás leyes.
Artículo 2º. La jurisdicción es inviolable. El ejercicio de la potestad jurisdiccional
de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los tribunales
y comprende a todas las personas y materias en el ámbito del territorio nacional,
en la forma dispuesta en la Constitución y las leyes. Las decisiones judiciales
serán respetadas y cumplidas en los términos que ellas expresen.
Artículo 3º. En el ejercicio de sus funciones los jueces son autónomos,
independientes, imparciales, responsables, inamovibles e intrasladables.
Artículo 4º. Los jueces de alzada no podrán corregir la interpretación y aplicación
del ordenamiento jurídico, sino cuando administren justicia en virtud de los
recursos que las leyes establezcan. Tampoco podrán los jueces, ni el Consejo de
la Judicatura dictar instrucciones de carácter vinculante, generales o particulares,
sobre la interpretación o aplicación del ordenamiento jurídico que lleven a cabo los
jueces en el ejercicio de su función jurisdiccional.
Artículo 5º. En caso de interferencias de cualquiera naturaleza u origen en el
ejercicio de sus funciones, los jueces deben informar a la Corte Suprema de
Justicia sobre los hechos que afecten su independencia, a los fines de que dicte
las medidas para hacerlas cesar inmediatamente.
Artículo
6º.
Los
jueces
responderán
penal,
civil,
administrativa
y
disciplinariamente sólo en los casos y en la forma determinada previamente en las
leyes.
Artículo 7º. Los jueces no podrán ser removidos, suspendidos o trasladados, sino
en los casos y mediante el procedimiento que determine la ley.
Artículo 8º. Las personas y las entidades públicas y privadas están obligadas a
prestar la colaboración requerida por los jueces, en la forma que la ley establezca,
Quienes sean legalmente requeridos deben proporcionar el auxilio, sin que les
corresponda calificar el fundamento con que se les pide, ni la legalidad o justicia
de la decisión que se trata de ejecutar.
TITULO IV
Es conveniente saber que existe denuncia permanente de la función pública
venezolana en diversas organizaciones de carácter internacional. Traigo para
esta ponencia, con el afán de ilustrar a los congresistas de este Foro de Alcalá, el
siguiente reporte:
"REPORTE ANUAL DE DIALOGO INTERAMERICANO"
En Bolivia, Ecuador y Nicaragua, el gobierno democrático es precario y está bajo
permanente amenaza, agrega el documento.
En Venezuela y Haití no existe democracia
Washington, Julio 14 (DPA).- Venezuela y Haití no son democracias, y en muchos
otros países latinoamericanos, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, el gobierno
democrático es precario y está bajo permanente amenaza, dice el reporte anual de
"Diálogo Interamericano" divulgado el jueves.
El documento, elaborado por el centro de análisis y cabildeo más importante de
Washington DC para temas latinoamericanos, señala que la democracia en la región es débil e inestable.
•
La situación en Venezuela preocupa
especialmente a los autores del
reporte, porque consideran que este país se ha convertido en una "fuente
potencial de inestabilidad regional".
•
"Mientras los precios del petróleo se mantengan altos, Chávez tendrá los
recursos para agitar aún más la situación política en países vecinos, que
son ya inestables de por sí, advierte el reporte del "Diálogo", uno de cuyos
copresidentes es el ex mandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso.
•
También considera grave la situación de polarización y enfrentamiento
entre -grupos étnicos y entre diferentes regiones del país que se registra
tanto en Bolivia como en Ecuador, y que pone en tela de juicio el futuro de
la democracia en estos países andinos, región en la que tampoco Perú está
a salvo de un deterioro.
•
En América central, el reporte se enfoca especialmente en Nicaragua,
donde 'hay una situación de total ingobernabilidad, pero también señala que
Guatemala, Honduras y El Salvador enfrentan serios peligros.
•
"Cuba es el único país latinoamericano que sigue bajo gobierno autoritario.
•
Pero Venezuela y Haití no pueden ser calificados en absoluto como
democracias. En muchas otras naciones latinoamericanas, como Bolivia,
Ecuador y Nicaragua, por ejemplo, el gobierno democrático es precario y
está bajo permanente amenaza", indica el reporte. "En Venezuela, el
presidente Hugo Chávez "ha restringido severamente la competencia
democrática y provocó extensivo daño a las instituciones representativas de
la nación. “dice el informe”.
•
Chávez mantiene una cantidad significativa de apoyo popular y ha logrado
una larga serie de elecciones incluido el Referéndum de agosto del año
pasado", pero también ha eliminado la mayoría de los controles sobre su
poder y silenciado las actividades de grupos de oposición".
•
"Ha llenado a la Corte. Suprema con sus simpatizantes, ha acosado a los
grupos de la sociedad civil, ha asegurado aprobación legislativa para leyes
a través de restricciones a la libertad de prensa. Su gobierno ha dividido el
país y todavía puede provocar violencia política”
•
Por su parte, la situación en Haití es cercana a la de un Estado fallido, con
un país profundamente polarizado, un sistema político que apenas funciona
y una administración provisoria que sólo tiene autoridad limitada, gracias a
lo cual la economía está en crisis y el alto índice de violencia y criminalidad
goza de impunidad.
•
El informe considera que la situación es un poco mejor en Bolivia, Ecuador
y Nicaragua, ya que "todavía tienen, al menos superficialmente, muchos de
los aspectos de una democracia y un orden constitucional", pero
"instituciones débiles, política caprichosa y profundas divisiones sociales
hacen difícil gobernar estas naciones".
•
En Bolivia, "la hostilidad y la falta de confianza entre diferentes regiones y
grupos étnicos está bloqueando el progreso económico y amenaza la
unidad del país", después que dos presidentes, Gonzalo Sánchez de
Lozada y Carlos Mesa, debieron renunciar en medio de masivas protestas
en octubre de 2003 y junio de. 2005.
•
En Ecuador, Lucio Gutiérrez se transformó en el tercer presidente electo
seguido,
que terminó renunciando ante protestas populares contra su
gobierno, en una muestra de las enormes dificultades de gobernabilidad
que sufre este país andino.
•
Pero la salida de Gutiérrez también estuvo teñida por violación a las normas
constitucionales, dice el reporte.
•
"Las normas constitucionales, que Gutiérrez había ignorado antes cuando
sacó a prácticamente todos los miembros de la Corte Suprema, fueron
violadas otra vez cuando el Congreso votó para sacarlo del poder",
puntualiza.
•
“Los partidos políticos del país rompieron
las reglas democráticas
reiteradamente en su lucha por el poder. Con la política ecuatoriana
peligrosamente politizada por líneas étnicas y regionales, el nuevo gobierno
va a encarar dificultades extraordinarias para ejercer su autoridad ", añade.
•
Especial atención merece la situación en Nicaragua, donde el presidente
Enrique Bolaños "apenas puede gobernar la nación, (porque) una alianza
de legisladores corruptos de izquierda y de derecha ha tomado control del
Parlamento y del sistema judicial del país". "Ya han vuelto prácticamente
imposible que el presidente Bolaños pueda Llevar
adelante sus
responsabilidades, y ha amenazado con sacarlo de la presidencia", dice el
informe.
•
Otros países donde no hay; al menos por ahora, una crisis desatada, pero
donde la política está "complicada y deteriorarse", son Perú, Guatemala,
Honduras y El Salvador.
•
"En Perú, a pesar de varios años de fuerte crecimiento económico, el
presidente Alejandro Toledo es rechazado por casi el 90 por ciento de los
votantes. Guatemala, sigue dividida entre los, residentes urbanos de origen
principalmente europeo, que tienen la mayor parte del poder, y de la
riqueza del país, y la Población rural, esencialmente pobre e indígena
•
Los gobiernos en Honduras y El Salvador están amenazados por el
creciente
tamaño y la virulencia de las pandillas juveniles y la reacción
violenta que están provocando entre los ciudadanos comunes".
•
Otros países de América Latina recibieron un prospecto más optimista en
el informe, incluidos Chile, Brasil, México, Argentina, Uruguay y Colombia.
CONCLUSIONES:
Por los casos expuestos, se hace palpable y ha quedado probado que no existe
transparencia en la función publica de la Administración de Justicia en Venezuela,
lo que constituye un delicado precedente para el desarrollo y crecimiento de la
autentica democracia. Puede bien concluirse, que sin sentencias proferidas por un
sistema judicial carente de autonomía e independencia, respecto a los otros
poderes gubernamentales; la gobernabilidad, la seguridad jurídica, la tranquilidad
ciudadana y la soberanía de un país puede verse amenazada,
siendo permisivo
recurrir, incluso, al imperio del terrorismo judicial, entrar en conflictividad social y
en definitiva perder la paz social.
RECOMENDACIONES:
Siendo que el Foro de Alcalá, integrado por los ex alumnos del INAP, como
profesionales universitarios de carácter multidisciplinario, se ha constituido en una
unidad académica que estudia los diversos fenómenos dentro de la Administración
Publica, específicamente en el ámbito espacial en Ibero América; que recoge las
experiencias de las actividades administrativas de la función pública en todos sus
ordenes, me parece pertinente plantear a la consideración de éste Congreso, la
posibilidad de un pronunciamiento institucional que refleje la bondad demócrata de
la separación de poderes gubernamentales, como pilar fundamental del sistema
democrático, y muy especialmente hacer hincapié en la independencia y
autonomía del Poder Judicial para dar sentido a las cartas magnas que rigen a los
países iberoamericanos, e igualmente para aportar y fortalecer el ideario
democrático. También para donar pertinencia a nuestros encuentros.
Que tal pronunciamiento refiera como basamento el artículo 225 de la C.N. cuyo
texto es del tenor siguiente:
“Artículo 255. El ingreso a la carrera judicial y el ascenso de los jueces o
juezas se hará por concursos de oposición públicos que aseguren la idoneidad
y excelencia de los o las participantes y serán seleccionados o seleccionadas
por los jurados de los circuitos judiciales, en la forma y condiciones que
establezca la ley. El nombramiento y juramento de los jueces o juezas
corresponde al Tribunal Supremo de Justicia. La ley garantizará la
participación ciudadana en el procedimiento de selección y designación de los
jueces o juezas. Los jueces o juezas sólo podrán ser removidos o suspendidos
de sus cargos mediante los procedimientos expresamente previstos en la ley.
De esta forma dejo cumplida mi participación como egresado del Instituto de
Administración Pública de España en le XII Congreso del Foro de Alcalá.
Prof. LUIS ANTONIO CHACÓN NIETO
Mérida. Yucatán. México. Octubre de 2005.
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