La Economía Mundial y las Relaciones Internacionales. Marzo

Anuncio
1
El Espacio Económico Mundial.
Una economía política de los pueblos, las naciones y los Estados
(Versión preliminar).
NOTA:
El presente trabajo está puesto a disposición para el uso exclusivo de los estudiantes de Economía II
en Relaciones Internacionales. Son apuntes del profesor y en consecuencia, este material, no puede
citarse todavía; ya que, el mismo no está terminado y que las referencias bibliográficas deben aún
verificadas y en algunos casos, completadas.
El texto corresponde al tema desarrollado en el módulo 1 del programa vigente de la asignatura,
saber:
1. EL ÁNALISIS DEL ESPACIO ECONÓMICO MUNDIAL.
La Economía Internacional y el Espacio Económico Mundial. Definiciones. El proceso histórico de
constitución del espacio económico mundial.
Las fases constitutivas de la economía mundial:
a) 1600─1780: la formación del mercado mundial;
b) 1780─1870: el orden europeo y la “occidentalización” del mundo;
c) 1870─1980: la gran fractura y la hegemonía norteamericana;
d) 1980─2005: la gran mutación del capitalismo y el cambio civilizacional. La Economía de la
Información y la Sociedad del Conocimiento.
Actualizado al 14 de marzo de 2011
Gustavo Arce.
2
1.1 El comercio, las relaciones económicas internacionales y la Economía Mundial.
Las relaciones económicas internacionales, productivas, comerciales, financieras y tecnológicas,
han sido y son analizadas como aquéllas que se establecen entre, por lo menos, dos actores, públicos o
privados, residentes en dos Estados distintos.
Esquema 1
Fuente: Beaud, Michel. LE SYSTÈME NATIONAL / MONDIAL HIÉRARCHISÉ. Une nouvelle lecture
du capitalisme mondial. Editions La Découverte. Paris. France. 1987. Pág. 72
Lectura: un agente económico residente en el Estado-Nación A vende (exportación) a otro agente que reside en el EstadoNación B (importación) y viceversa; es el comercio entre empresas que, tanto jurídica como patrimonialmente, son
distintas y están radicadas en Estados diferentes.
Esta forma de intercambio de los derechos de propiedad sobre bienes (materiales e inmateriales), es
la visión más usualmente utilizada para describir y cuantificar, en el Balance de Pagos, las relaciones
económicas internacionales. La misma se inicia con los pioneros trabajos y análisis que sobre el
comercio internacional efectuaron los autores mercantilistas en los siglos XV y XVI1; adquirió un
notable impulso y desarrollo teórico y práctico con los autores clásicos2, y subyace tanto en los análisis
de Hecksher-Ohlin-Samuelson, Wassily Leontief, Jean Tinbergen y Gunnar Myrdal, como en los
autores que fundaron, en la década de los sesenta, las “nuevas teorías del comercio internacional” (R.L.
Findlay, H. Kierkowsky, D.B. Keesing, M. Posner, Paul Krugman, R. Vernon)3.
Generalmente, es a partir de esta visión que se realiza la mayoría de los análisis de la importancia
que tiene el comercio exterior sobre los residentes de una determinada economía durante un lapso de
tiempo. A título de ejemplo, el desempeño de una economía en el comercio internacional es medido por
la tasa de cobertura4, por su grado de apertura5, sus términos de intercambio6, la intensidad y la
1
Véase Arce, Gustavo: Del Mercantilismo a los Clásicos, (una introducción a las ideas económicas) Primera Parte. Ed. Fundación de Cultura
Universitaria, ficha nº 76, Montevideo-Uruguay, 1999.
2
Adam Smith y su teoría del comercio internacional asentada en el principio de las ventajas absolutas, y la de David Ricardo fundada en el principio de las
ventajas relativas.
3
Al respecto puede consultarse Mucchielli, Jean-Louis: Relations Économiques Internationales, Ed. Hachette, Paris. France, 2ª edición 1994,
fundamentalmente los capítulos 3, 4 y 5.
4
Tasa de cobertura, es decir: (valor de las exportaciones -X- / valor de las importaciones -M-) * 100.
5
Grado de apertura, es decir: (valor de X + valor de M) / P.B.I.
6
Índice de los precios de las X / índice de los precios de las M * 100
3
complementariedad de su comercio1. Sobre esta visión, densos volúmenes, tanto teóricos como
empíricos, producidos en centros de investigación (públicos y/o privados), en las Universidades
(públicas y/o privadas), en los organismos internacionales etc., enseñan y difunden la historia, la
estructura y la evolución del comercio internacional.
Cuadro 1
Fuente: Herzog, Colette. Base de dones sur l'économie mondiale. Pág. 123. En CEPII. L'économie mondiale 2011. Edition La
Découverte. Collection REPÈRES. 2011
Esta concepción del comercio y de las relaciones económicas internacionales está profundamente
enraizada en la teoría y en el pensamiento económico, de manera tal que, un importante número de
economistas (de casi todas les escuelas o doctrinas económicas) y otros especialistas de los fenómenos
socio-económicos internacionales (sociólogos, politólogos, consultores, etc.), asocian el concepto de
comercio internacional con el de economía internacional. Por ejemplo, en un prestigioso manual se
puede leer:
“(...) La economía internacional adquiere, al finales del siglo XX, un renovado auge no exento, sino
todo lo contrario, de tensiones. Por un lado el comercio internacional representa un porcentaje
creciente de la actividad de casi todos los países. El comercio crece más deprisa que la renta mundial;
los diversos indicadores de apertura de las diversas economías nacionales (...), han aumentado de
forma sostenida y a menudo notable (...)”2.
El hecho de asociar la noción de comercio con el de economía internacional merece algunos
reparos. Históricamente el comercio creció más rápidamente que el Producto Mundial, pero ello no
implica ni justifica que la Economía internacional se agote en la exclusiva actividad comercial.
1
2
Falta la nota
Tugores Ques, José: Economía Internacional e Integración Económica. Ed. Mc Graw-Hill, Barcelona, España, 3ª edición 1997. Pág. 1.
4
Cuadro 2
TASA DE VARIACIÓN DEL PRODUCTO Y DE LAS EXPORTACIONES MUNDIALES
1720
1820
1870
1913
1950
1973
1979
1820
1870
1913
1950
1973
1979
1985
Producto Mundial
Exportaciones
1,0
1,75
2,0
4,3
2,2
4,2
1,8
1,0
4,8
9,9
2,5
6,0
2,0
4,7
Fuente: Banco Mundial. Rapport sur le développement dans le monde, Washington; GATT, Le comerce international, Genève 1989.
Citados por: Jean-Louis, Mucchielli: Relations Economiques Internationales. Ed. Hachette. 2da edición. París. Francia. 1994. Pág. 16.
Cuadro 3
EVOLUCIÓN DEL PRODUCTO Y DE LAS EXPORTACIONES MUNDIALES
Índice 1990 = 100
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Producto
Exportaciones
101
102
102
108
103
107
105
121
107
145
110
152
114
157
117
155
120
161
125
181
Fuente: Elaboración propia con datos de la OMC: Estadísticas del Comercio Mundial. Informe 2001. Ginebra. Página 31.
En puridad, el comercio como actividad económica encuentra sus orígenes en la revolución
neolítica (10.000 a.C.); la economía internacional (relaciones entre residentes de Naciones distintas), en
cambio, se forja con el advenimiento de la lógica capitalista de producción y cambio en los siglos XIV,
XV y XVI en Europa Occidental; se afianza con la institución del Estado y con el atributo de la
Soberanía y de la Nación, y, se expande, lenta, inexorable y desigualmente, por casi todos los
territorios del Planeta en los últimos 200 años.
Como veremos a lo largo de esta primera parte, la economía internacional germina, primero, con el
capitalismo colonial, comercial y financiero; luego, crece con la primera y segunda revolución
industrial, después, se “mundializa” con el intenso y desigual proceso de internacionalización y
multinacionalización del capitalismo “histórico”1 durante todo el siglo XX.
En otros términos, la actividad comercial, entre agentes distintos que residen en Estados diferentes
es, sin lugar a dudas, un flujo esencial y fundacional de la economía internacional, pero no es el único;
junto al comercio otros componentes y actores conforman la economía internacional y las relaciones
económicas internacionales, como por ejemplo:
a) mediante la inversión directa extranjera (I.D.E), las Empresas, sean públicas, privadas o mixtas,
agro-industriales, comerciales, bio-industriales, etc., deslocalizan los procesos productivos fuera de
sus territorios originales, procesan la internacionalización y la multinacionalización del capitalismo,
y por ende, se intensifica la división del trabajo, la cual es ab initio, y pese al postulado neoclásico,
extremadamente desigual en la dotación de los recursos, que sea a nivel local, regional, nacional e
internacional.
b) el movimiento de los capitales financieros, éstos, por medio de la relación crédito-deuda, refuerzan
y amplifican la internacionalización del capital; el repatriamiento de la utilidades generadas por la
IDE; el pago de royalties y otras formas de remunerar los derechos de propiedad intelectual y la
economía del conocimiento; los mercados de capitales (títulos públicos y privados, acciones y
obligaciones), las tasas de cambio y de interés, etc.
c) La composición y evolución de la(s) población(es). En efecto, la población, junto al territorio, es un
componente esencial de una Nación y elemento constitutivo de un Estado. El poder económico y
1
Según la expresión de Wallerstein, Immanuel: Le Capitalisme Historique. Ed La Decouverte. Coll Repéres. Paris. France. 1987.
5
político de los Estado y de las Naciones, depende en gran parte de la composición (dimensión,
repartición geográfica, por edad, por sexo, por nivel de calificación), y de la evolución y
desplazamiento de sus habitantes, lo que implica, entonces, que por medio de la demografía, los
Estados y los gobiernos conozcan las variables que inciden sobre la dinámica (natalidad,
mortalidad, fecundidad) de la población y el régimen de la transición demográfica1.
Cuadro 4
LOS ONCE ESTADOS MÁS POBLADOS EN EL MUNDO
(en millones de personas)
Países
China
India
EEUU
Indonesia
Brasil
Pakistán
Rusia
Bangladesh
Japón
Nigeria
México
Total Mundial
Año
2001
% sobre Total
Mundial
1.285,2
1.033,4
288,0
214,4
174,0
146,3
144,9
140,9
127,3
117,8
100,5
21,0
16,8
4,7
3,5
2,9
2,4
2,4
2,3
2,1
2,0
1,6
6.148,1
≅ 62,3
Países
Proyección
Año 2015
China
India
EEUU
Indonesia
Pakistán
Brasil
Bangladesh
Nigeria
Rusia
Japón
México
1.402,3
1,246,4
329,7
250,4
204,5
202,0
181,4
161,7
133,4
127,2
119,6
19,5
17,3
4,6
3,5
2,8
2,8
2,5
2,2
1,9
1,8
1,7
7.197,2
≅ 60,6
Total Mundial
% sobre Total
Mundial
Fuente: Elaboración propia con datos de PNUD. Informe sobre desarrollo humano 2003. Cuadro 5. Págs. 250 a 253.
Por consiguiente, las relaciones económicas internacionales y la economía internacional deben ser
analizadas relacionando, al menos, cuatro fenómenos:
a) el funcionamiento de las lógicas del oikos nomos que aseguran la reproducción (biológica,
económica, política y cultural) de cualquier grupo humano en el planeta Tierra, a saber: la
doméstica, la tributaria, la mercantil simple, la estatal y la capitalista,
b) la constitución, en algunos casos, su reformulación en otros, del cuadro territorial y poblacional
donde, en los últimos dos o tres siglos, se procesa la organización de la reproducción social y en el
cual es preponderante el componente económico, sobre todo el capitalista: el Estado y la Nación.
c) Junto al Estado y a la Nación, las Empresas, quienes, mediante la competencia y/o la cooperación,
las alianzas estratégicas, operan en la división mundial del trabajo, tejiendo las relaciones entre los
pueblos, las Naciones y los Estados, creando así: la economía internacional.
d) Los actores no estatales que organizan la llamada “sociedad civil mundial” y los agentes
constitutivos de la “economía y de la sociedad delictiva”
Pero a su vez, las relaciones económicas internacionales y la economía internacional, transcurren
imbricadas en un espacio que las estructura, las ordena y las jerarquiza: la Economía Mundial.
Veamos brevemente cada uno de estos eslabones constitutivos de la Economía Mundial.
1
Véase Vallin, Jacques: La démographie. Ed. La Découverte-Syros. Paris. France. 3ª edición 2001.
6
•
reproducción social, economía, capitalismo.
No se trata en este trabajo de bosquejar una pretendida Teoría del Hombre ni de la evolución de las
Sociedades Humanas. Pero, la supervivencia social de cualquier grupo humano sobre nuestro planeta
implica que él se organice de forma tal, que él mismo pueda perdurar, es decir, reproducirse, sea, tanto
biológicamente como económicamente, culturalmente y políticamente.
En el proceso y en los mecanismos de la reproducción social, el componente económico estuvo,
está y estará presente, en cualquier forma o modo de producción que una sociedad humana se dote de
cómo organizar sus recursos para producir y reproducir las lógicas que permiten crear y distribuir la
Riqueza o los bienes destinados, justamente, a satisfacer las necesidades del grupo y asegurar su
reproducción. Por ello, es necesario disociar los conceptos de economía y de capitalismo: la economía
es una actividad inherente a cualquier grupo humano con pretensiones de sobrevivir y perdurar en el
tiempo; el capitalismo es una de las lógicas posibles de organizar y reproducir la actividad económica.
En efecto, la dimensión económica de la reproducción social reconoce históricamente, al menos
desde el neolítico, cinco lógicas de producir y reproducir la Riqueza: la doméstica, la tributaria, la
mercantil simple, la estatal y la capitalista1. En todas ellas hay comercio y producción, pero, sólo en
las dos últimas se reúnen las condiciones para que el comercio se desarrolle plenamente, y que también,
entonces, se conformen las relaciones económicas internacionales y la economía internacional.
En la lógica de producción doméstica, el trabajo de los miembros de la comunidad, la tribu o el
clan, por ejemplo, alcanza para sostener el consumo de sus miembros, asegurándose la
reproducción. Los recursos son de propiedad de la comunidad; la división del trabajo social y
técnico es casi nula y la innovación tecnológica casi irrelevante. El ámbito geográfico de esta forma
de producción no excede el ámbito familiar.
En la tributaria, una parte del trabajo de un grupo de personas (agricultores, artesanos), es
apropiado bajo forma de tributo (en especie, en dinero, en trabajo) por otro grupo que detiene,
además del económico, el poder político, el judicial y el religioso. En la lógica tributaria, la
propiedad de los recursos es privada, la división del trabajo es importante y el desarrollo
tecnológico es de poca significación. El espacio geográfico de la producción tributaria no supera al
de la sociedad dominial.
En la mercantil simple, los productores independientes −propietarios de los recursos– producen
bienes para ser vendidos en un mercado; el consumo y la reproducción social se satisfacen del
intercambio; si se logra una diferencia entre los precios o valores de los insumos (consumo) y los
precios o valores finales (el producto), el excedente permite una acumulación privada. Esta lógica
comenzó a funcionar como consecuencia del desmembramiento de la producción tributaria, a partir
del siglo XII en Europa occidental, y conllevó la lenta formación de la propiedad privada agrícola y
la del trabajo libre. C. Marx trabajó y analizó esta forma de producción en su capítulo inédito del
Capital, bajo el concepto de: subsunción formal y de plusvalía absoluta2.
La estatal, en ella la comunidad nacional, a través de su Estado, decide de controlar varias
actividades a los efectos de: a) preservar o aumentar, en el ámbito de la Nación, su autonomía con
relación a otros Estados, b) organizar la producción de bienes bajo otros criterios que no sean los de
rentabilidad y competitividad capitalista y alcanzar así un cierto nivel de desarrollo social para los
miembros de la comunidad.
1
2
Citar aquí a M Beaud y Polanyi, S. Amin
Citar aquí. Arce, Beaud , Marx, C Faure, Vergpopulos. Etc
7
La producción económica estatal puede organizarse bajo distintas modalidades, por ejemplo:
produciendo y ofertando mercancías individuales que compiten con productos similares provenientes
de empresas capitalistas, produciendo y ofertando bienes colectivos fuera de la racionalidad del
mercado capitalista, es decir, gratuitamente, o mediante el pago parcial de un precio −tarifa, impuesto−
(educación pública, salud pública, defensa nacional, seguridad ciudadana, sistema público de
información).
En esta lógica, el Estado es el propietario de prácticamente todos los medios de producción, la
división del trabajo puede ser intensa en algunos segmentos del aparato productivo −investigación y
desarrollo, defensa y seguridad nacional, innovación científica−. Una clase de funcionarios produce
mucho más que lo que consume la sociedad; otra clase, que conoce y controla el funcionamiento de los
mecanismos de los aparatos estatales, dirige y decide sobre las grandes orientaciones en materia
económica, política, justicia, defensa y seguridad ciudadana, la política exterior y las relaciones
internacionales.
Esta lógica de organizar la sociedad y este modo de producir bienes han tenido, históricamente, una
presencia geográfica que comprende territorialmente y culturalmente a la Nación. Las sociedades del
Antiguo Egipto, o, las precolombinas de América Latina, se edificaron al impulso de la lógica estatal;
ésta funcionó también, en paralelo, con el surgimiento de la capitalista, en el caso de las manufacturas
reales impulsadas por Richelieu y Colbert en la Francia mercantilista, manufacturera y colonial; y hoy,
convive, tanto en los capitalismos más avanzados como en los de menor desarrollo, cuando el Estado
interviene para asegurar la creación o la expansión de las grandes vías de comunicación y de transporte
(grandes carreteras, nuevas vías férreas para los trenes de alta velocidad, nuevos aeropuertos, la
investigación en la nueva economía, etc.).
La lógica estatal cuando coexistió con la capitalista, lo hizo en una posición de subsidiaridad y de
complementariedad –producciones y economías mixtas−; y, cuando logró desplazar y someter a la
capitalista, demostró que puede alcanzar un importante grado de desarrollo económico, político,
tecnológico, militar, transformándose en un verdadero challenger para la capitalista: la sociedad y la
economía de la URSS (1917-1991) es un claro ejemplo de ello, así como las actuales transformaciones
que acaecen en China.
La Lógica capitalista, la que, notablemente describió y definió Turgot, desarrolló A. Smith, y,
retomó C. Marx. En ella, la propiedad de los recursos es fundamentalmente privada, la fuerza de
trabajo se vende libremente en el mercado, existe una fuerte e intensa división y extensión social y
técnica del trabajo y la innovación científica y tecnológica es casi permanente.
Un fabricante o una clase de empresarios pone en valor las riquezas del trabajo humano, tanto las
del asalariado (trabajo vivo) como aquél incorporado en los instrumentos de trabajo (trabajo muerto).
Como el trabajo vivo produce más de lo que necesita para reproducirse biológicamente, se forma un
excedente, un plus valor, la plusvalía, cuyo destino es la acumulación ampliada, es decir, la
reproducción del capital.
La lógica capitalista, forma específica de organizar las actividades económicas, se diferencia de sus
pares por tres razones: ab origine, de las cinco lógicas es la que operó sobre lo local, lo regional, lo
nacional y, fundamentalmente, sobre lo internacional; en segundo término, destruyó o destruye en
algunos casos, reconstruye en otros, las otras formas de producción; finalmente, es la única con
capacidad de auto reproducción y, actualmente, con el ingreso a la era de la información, a la economía
8
del saber y a la sociedad del conocimiento, sus posibilidades de reproducción se amplifican aún más,
pues, puede realizarse cada vez más, con mayor prescindencia de la reproducción de la propia Tierra1.
Estas cinco lógicas de organizar los recursos, que una comunidad humana dispone para producir/
reproducir bienes económicos2 o mercancías3, han coexistido históricamente en lo que llamamos,
después de Marx y de los debates que le sucedieron caros a la economía política, a la antropología y a
la sociología económica: una formación económica y social (ökonomie gesollsclafts formation)4, es
decir, una sociedad en la cual conviven varias formas de producir la Riqueza, bajo la tutela y el
dominio de una de ellas.
La producción doméstica se restringe al grupo familiar o al clan; la tributaria no sobrepasa el
territorio dominial donde es inexpugnable; la mercantil simple funcionó y funciona, tanto en regiones
alejadas como cercanas, pero el volumen de producción que puede realizar es limitado, entonces,
solamente la estatal y la capitalista necesitan, para su funcionamiento, espacios cada vez más amplios:
sobre todo la capitalista, que nació, se desarrolló y se reproduce en el cuadro territorial de la Nación y
del Estado.
•
la Nación, el Estado y las relaciones internacionales.
La Nación y el Estado, el Estado y la Nación; dos conceptos, dos realidades en una relación tan
añeja como polémica en las distintas cosmovisiones interpretativas de sus contenidos, sean ellas
jurídicas, políticas, económicas o antropológicas.
Del latín natio, el término Nación tiene dos acepciones según la Real Academia Española: 1) es el
conjunto de habitantes de un país regido por el mismo gobierno, territorio de ese mismo país; 2)
conjunto de personas de un mismo origen étnico que generalmente hablan un mismo idioma y tienen
una tradición común.
La segunda acepción del término es, no sólo xenófoba, sino también, restringida conceptualmente
para rendir cuenta de la realidad de los procesos societarios que animan la constitución de una
comunidad humana, nacional o internacional. En nuestro mundo pasado y actual es prácticamente un
hecho excepcional, encontrar un pueblo al que pueda definirse como Nación porque sus habitantes son
de la misma etnia, comunican en la misma lengua y todos poseen y profesan tradiciones comunes.
Los Estados y las Naciones continuarán forjándose sobre el reconocimiento de la diversidad étnica,
religiosa, racial y cultural, de los diferentes pueblos. La libertad cultural es, no sólo una realidad social
y política, sino también, otro de los derechos humanos a conquistar, en algunos casos, o, a consolidar
en otros, tal como se desprende del Informe sobre el Desarrollo Humano consagrado a la libertad
cultural en el mundo diverso de hoy5. Según este Informe “(...) el desafío de hacerse cargo de la
diversidad y respetar las identidades culturales no es sólo de algunos ‘estados multiétnicos’ pues casi
ningún país es completamente homogéneo. Los aproximadamente 200 países que hay en el mundo son
1
Citar aqui a Beaud:Basculement, Rifkin, Arce, etc,
En versión neoclásica: objetos útiles (con capacidad para satisfacer necesidades humanas) y escasos (la oferta es menor a la demanda)
3
versión marxista: todo objeto útil producto del trabajo humano (valor de uso y valor de cambio) con fines de intercambio en el mercado.
4
Citar aquí a Marx y demás.
5
Publicado por el PNUD. Ed. Mundi-Prensa 2004.
2
9
hoy el hogar de 5.000 grupos étnicos y dos tercios de estos países cuentan con al menos una minoría
significativa: un grupo étnico o religioso que constituye al menos el 10 % de la población (...)”1.
La lógica capitalista, como la estatal, emerge y se desarrolla en el cuadro de la Nación, entendida en
la primera acepción del término. Ya Turgot, el gran pensador “herético” de la fisiocracia, asociaba las
realidades del desarrollo del capitalismo con la noción de Nación y ésta con la de Estado. El ministro
liberal de “l’Ancien Régime”, definía a la economía “nacional” como aquélla constituida por un “(...)
conjunto de hombres bajo la autoridad de un solo gobierno (...)” retomando la idea mercantilista de
asimilar la noción de economía de la nación con la de Estado, es decir, una institución jurídica-política
con atribuciones de poder sobre un número de personas en un determinado territorio, y único actor con
legitimidad para comprometer −económica, política y jurídicamente− a una Nación, en el plano de sus
relaciones con otras naciones, institución cuyo contenido y competencia parecen bosquejarse en 1648,
con el tratado de paz de Westfalia2.
Desde los siglos XIII, XIV y XV, es en el cuadro territorial de la Nación y bajo el impulso y el
poder del Estado, que la lógica capitalista comenzará a emanciparse de la doméstica, de la tributaria, de
la mercantil simple y de la estatal. En Holanda, en Inglaterra y en Francia, el incipiente capitalismo
buscará desde entonces a operar y a funcionar, simultáneamente, a escala mundial/internacional
(mediante la conquista/pillaje colonial), como a nivel de la “nación” (protección de sus recursos
internos y consolidación del poder Absoluto del Estado dentro de su territorio).
El “compromiso mercantilista” evidencia nítidamente la alianza de la ascendente burguesía
comercial, financiera y colonialista con los poderes reales; en la cúspide de la jerarquía y del orden
social, el Rey, a quien todo y todos están sometidos; la prosperidad de los fabricantes, de los
comerciantes está asociada a la riqueza del Soberano, y/o, a la del Estado. El Estado, fuerte y absoluto,
debe servir a promover el desarrollo de la producción “nacional” contra la competencia extranjera, y al
mismo tiempo, organizar −asociado al sector privado− la expansión colonial y la conquista del mercado
mundial.
Así en Inglaterra, en 1549, es “(...) gracias a la detención de las importaciones de mercaderías
fabricadas en el extranjero y que podrían fabricarse entre nosotros, restringiendo la exportación en
bruto de nuestras lanas, pieles y otros productos (...), para que puedan ser transformadas por nuestros
artesanos y fabricantes, nuestras ciudades podrían encontrar de nuevo su antigua riqueza (...)”3. A la
necesidad de alentar la producción nacional, mediante el proteccionismo, T. Hobbes teoriza y justifica
la unidad política de la Nación en la figura del Rey, y, en la institución del Estado; su pacto de
asociación implica que todo hombre abdique de sus derechos en favor del Rey y del Estado, “(...) la
multitud así unida en una sola persona se llama República, en latín, Civitas. Ese es el Leviatán, o para
decirlo con más elegancia y respeto, ese dios mortal (...) a quien le debemos nuestra paz y nuestra
1
Informe sobre el Desarrollo Humano. Op. cit., pág. 2
El fin de la guerra de los treinta años (1630-1648) implicó que en la ciudad de Münster y en Osnabrück se firmara en 1648 el tratado de Paz de Westfalia.
Algunas de sus principales consecuencias fueron:
a. en el plano jurídico-constitucional, los actos imperiales (legislativos, tratados) quedan sujetos a la aprobación de la Dieta; los Estados imperiales
adquieren plena soberanía ante sus nacionales y son sujeto de derecho y de obligaciones en el Sistema internacional; el cual queda regido por el
principio o teoría del equilibrio de poderes de los Estados. Con el fin de la hegemonía de los Habsburgo, se diseña una nueva carta geopolítica en
Europa y en la organización de la división internacional , política y económica, de la Economía Mundial y de las RRII; Francia obtiene los territorios de
Alsacia, los obispados Metz, Toul, y Verdún; Suiza (la Confederación Helvética) y los Países Bajos se separan definitivamente del Imperio y su
neutralidad queda garantiza por el principio del equilibrio de Poderes; por su parte Alemania se fracciona en una Confederación de Estados
Independientes, beneficiándose del Ju feoderationis, pactado en el tratado de Westfalia.
b. en el plano religioso, se inició la era del Estado secularizado que reconoce el principio de tolerancia religiosa.
c. Ver: Atlas Histórico Mundial. Tomo I. De los orígenes a la Revolución Francesa. Ed.: ISTMO. Madrid. España. Decimocuarta edición. 1996. Pág. 271
3
A Compendious,or Brief Examination of certain ordinary complaints, citado en J. Le Branchu: Écrits notables sur la monnaie. En Beaud, Michel:
Historia del Capitalismo, Op. Cit. Pág. 26, nota 14.
2
10
protección (...)”1. En el mismo sentido, el abogado angevino Jean Bodin (1530-1596), fundamenta en
Los Seis Libros de la República, las razones del Estado Absolutista y explica la relación entre la suba
de los precios y la cantidad de moneda en poder del público, visión premonitoria de la posterior teoría
cuantitativa del dinero, por la cual se trata de explicar la suba de los precios.
En Francia, Antoine de Montchrestien edita en 1615, su célebre Traité d’Économie Politique; el
compromiso mercantilista se manifiesta claramente “(...) Los comerciantes son útiles al Estado, la
preocupación que expresan por el beneficio que ejercen sobre el trabajo y la industria producen una
buena parte del bien público (...)”2, en consecuencia Montchrestien recomienda al Rey de proteger a
los comerciantes nacionales contra la competencia extranjera, y, de orientar la política exterior del
Estado real hacia la conquista colonial. Primeramente con el cardenal Richelieu, después con Colbert,
el absolutismo y el mercantilismo se unirán de forma tal que, al tiempo de sentar las bases para la
constitución de una economía “nacional” (al amparo del proteccionismo y de la industrialización,
pública y privada), se instituyeron las condiciones y los actores para el surgimiento de la economía
internacional3.
Como puede apreciarse, corresponde reconocerles a los autores mercantilistas de haber sido los
pioneros en hacer un esfuerzo por aprehender y explicar las relaciones entre, la economía de las
Naciones, la economía entre las Naciones y los Estados −economía internacional− y la economía en y
del Mundo −economía mundial−. En consecuencia el pensamiento mercantilista no sólo sentó las bases
para el desarrollo disciplinario de la Economía Política, sino también para la Ciencia Política (Jean
Bodin, Maquiavelo, Hobbes) e inauguró los análisis de las relaciones internacionales, expresión,
fundamentalmente, de la relaciones interestatales, fundadoras de la comunidad mundial de las Naciones
y del sistema internacional.
Las comunidades humanas organizan los recursos que disponen y logran reproducirse, y por ende,
perdurar como especie y como civilización, por medio de las lógicas de reproducción social. De las
cinco lógicas conocidas históricamente, dos de ellas −la capitalista y la estatista− se expresan a nivel de
la Nación y del Estado; de los vínculos productivos, comerciales, financieros, tecnológicos y culturales,
entre los pueblos, las naciones y los Estados, surgen las relaciones económicas internacionales, la
economía internacional y la economía mundial. Esos vínculos tienen en las Empresas Multinacionales
a uno de sus principales actores formales.
•
Las Empresas Multinacionales.
Actor y agente históricamente decisivos en la formación y expansión de la producción capitalista,
tanto en el plano territorial de la Nación como en el internacional. Desde las Compañías de Indias de
los siglos XV y XVI, pasando por los Trusts y Holdings de fines del siglo XIX a las Empresas
Multinacionales (E.M.) de mediados del siglo XX, su accionar y competencia forjaron el mercado
“nacional” el que desbordaron rápidamente y, a través de las relaciones económicas internacionales,
construyeron espacios multinacionales que transcurren a través de los diferentes Estados Naciones, con
y por los cuales, se edificó nuestra visión del Sistema Internacional, de las relaciones económicas
1
T. Hobbes. Léviathan .Ed. Sirey. Paris France. 1971. Capítulo VIII
Véase Beaud, Michel: Historia del Capitalismo. Op. Cit. Pág. 49; y Deyon, Pierre: Le Mercantilisme. Ed. Flammmarion. Paris. France. 1963.
3
Como ejemplo del esfuerzo de industrialización: las 400 manufacturas, algunas públicas: Gobelins, Sèvres, Aubusson, Saint Gobin; otras privadas:Von
Robais; Elbeuf, Dallier de la Tour; como ejemplos de expansión colonial, la fundación de las Compañías de Morbihan (1625), la de la Navecilla San Pedro
(1627), la de Cabo Verde (1635), la de las Indias Orientales (1664), la del Levante (1670).
2
11
internacionales y de la economía internacional1, visión justamente en proceso de mutación en los
últimos 50 años.
Vale la pena aclarar que no es objetivo principal de este trabajo realizar un examen exhaustivo de la
historia, la(s) estructura(s) y la(s) estrategias(s) de las E.M. sobre la cual la literatura es relativamente
abundante2. No se trata tampoco de analizar las relaciones económicas internacionales y la economía
mundial, como producto exclusivo del accionar planetario de las colosales corporaciones trasnacionales
que pesan, de más en más, en la organización de la economía de una Nación y del Mundo.
Veamos los hechos: definamos primero qué es una E.M., calibremos después su significación en
términos de poder en virtud de los recursos que controlan, y, finalmente, analicemos cómo el impacto
del accionar de las E.M. participa a modificar algunos paradigmas que sobre la economía nacional, las
relaciones económicas internacionales y la economía mundial, heredamos desde los siglos XVII y
XVIII.
Existe un consenso, académico y contable, en afirmar que cuando una Empresa −pública, privada,
mixta, Pymes− posee o controla algunas filiales en más de dos países, es definida como E.M. Según la
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (CNUCED), en su Informe Anual
World Investiment Report3 del año 2001, el nuevo milenio se inicia contando con 65.000 E.M. que
provienen de 67 países y que poseen y/o controlan 850.000 filiales presentes en 175 Estados. Las cifras
de ventas de esas filiales equivalen:
- al 11 % del Producto Bruto Interno Mundial −PBIM−, es decir, un poco más de lo representa China
en el PBIM;
- a dos veces y medio el valor de las exportaciones mundiales (en el 2001, el valor de las exportaciones
mundiales fue de 5.984 miles de millones de dólares americanos)4.
En la bolsa de New York, la capitalización bursátil de esas mismas E.M. alcanzó casi el 10% del
PBIM5, lo que equivale a un poco más de dos veces el valor de la parte que representa el Mercosur
(4,1%) y el Asean (4,1%), en el Producto Mundial.
En 1984, las doscientas multinacionales privadas más poderosas representaban un cuarto del
Producto Mundial y casi un tercio en 19976. En la última década, el PBIM se multiplicó por 1,2; las
ventas de las quinientas E.M. se multiplicaron por 3,27. Con estos órdenes de magnitud que indican,
parcialmente, el poder que ostentan las E.M., se comprenden rápidamente los fundamentos económicos
y políticos que justifican la importancia decisiva que las E.M. tuvieron, tienen y tendrán en el
funcionamiento y en la estructura de las relaciones económicas internacionales.
1
En el sentido de concebir a la Economía Mundial como una realidad un poco más compleja y diferente que como la mera sumatoria de las Economías
“Nacionales “, véase los análisis premonitorios de C. Marx , J. Schumpeter, F. Perroux, N. Bujarin, I. Wallerstein, M. Beaud y Ch, Michalet, ver Supra .....
A completar,
2
Mencionar aquí bibliografía sobre E. M., tomar de Beaud, y mencionar el recuadro –a hacer- sobre las estrategias de implantación de E. M., tomar del
Manual y citar.
3
Citado por Andreff, Wladimir: Les Multinationales Globales. Ed. La Découverte, Colection Repères, Paris, Francia, 2003.
4
Véase O.M.C: Estadísticas del comercio internacional. Informe Anual 2002.
5
Ver Multinationales: secousses dans la mondialisation. En revista: Alternatives Economiques, hors série, 4è trimestre 2001, Ed.: SCOP-SA, Alternatives
Économiques, págs. 52 y siguientes. Explicar qué es la capitalización bursátil..
6
Véase Clairmonte, Fréderic y Cavanagh, John: Le Monde Diplomatique. Diciembre 1985 y Abril 1997, respectivamente. También en Beaud, Michel:
L’Économie Mondiale. Op. Cit. Pág. 60; y Arce, Gustavo y Ferro, Lilia: las Mutaciones del Capitalismo y las Relaciones Internacionales. Ed. F.C.U. Ficha
Nº 78. Montevideo. Uruguay. 2000
7
En World Investment Report. Trasnational Corporations and Exort Competitiveness. UNCTAD. 2002. Box IV.1 pág. 90
12
En virtud de los recursos y poder que controlan –similar, y aún superior, al de muchos EstadosNaciones−, el accionar y la intervención de las E.M. explican que, según la localización −geográfica y
productiva− en la que decidan realizar de sus actividades, las E.M. influyen en:
a) la organización que va asumiendo la división internacional del trabajo (entre regiones o zonas
industriales y otras donde predomina la producción primaria, entre aquéllas especializadas en los
flujos financieros y las actividades comerciales, por ejemplo);
b) la matriz y la estructura sobre la cual se asienta el sistema productivo mundial (¿qué, cómo, cuánto
y para quién producir? ¿qué métodos utilizar en la organización de la producción: taylorismo,
fordismo, neo taylorismo ohnismo, o toda otra combinación posible en la organización del trabajo
etc.?);
c) la elaboración de las medidas de política económica, tanto a nivel de sus Estados como en los
organismos internacionales pactados en Yalta, como en aquéllos negociados en los acuerdos de
Bretton Woods1 (libre cambio o proteccionismo, o, una combinación de ambos), y, que inciden en
la morfología de la organización geo-económica sobre la cual se plasman las relaciones económicas
internacionales (creación de zonas de integración y bloques socio-económicos (U.E., T.L.C.,
ASEAN, MERCOSUR, APEC, etc.).
Cuadro 5
LAS DIEZ MÁS GRANDES EMPRESAS MULTINACIONALES MUNDIALES
SEGÚN LA CAPITALIZACIÓN BURSÁTIL
País de
Capitalización
PBI del 2002: Países
Empresa
Sector
origen
Bursátil en el 2001*
seleccionados**
General Electric
Cisco Systems
Exxon Mobil
Pfizer
Microsoft
Wal-Mart Stores
Citigroup
Vodafone Group
Intel
Material eléctrico
Telecomunicaciones
Energía
Farmacéutica
Logística
Distribución
Servicios financieros
Telecomunicaciones
Microelectrónica
Royal Dutch Shell
Energía
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
EEUU
Reino Unido/
Holanda
477,4
304,7
286,4
264,0
258,4
250,9
250,1
227,2
227,0
Holanda
Bélgica
Austria
Suecia
Suiza
Grecia
Dinamarca
Chile
Hungría
469,9
284,9
235,2
232,5
218,8
199,0
166,3
153,1
136,1
206,3
Irlanda
124,5
* en miles de millones de dólares americanos del 2001.
** el P.B.I. medido en P.P.C. en miles de millones de dólares del 2002.
Fuente: Elaboración propia con datos de Financial Times y Fortune, para las columnas 1, 2, 3 y 4, citados en Revista: Alternatives
Économiques. Hors Série. Nº 50 París. Francia 2001, pág. 53. Para la columna 5 los datos son tomados del Informe sobre el Desarrollo
Humano. PNUD. 2003
La presencia decisiva de las E.M. en los diversos procesos económicos, influye no sólo
cuantitativamente sobre una determinada economía “nacional” −el nivel y la calidad de sus bienes
finales, el empleo, la inversión, la exportación, el medio ambiente−, sino también, cualitativamente,
porque con la multinacionalización se alteran la estructura y la estrategia de una empresa, se modifica
el aspecto de sus productos y, sobre todo, cambian la naturaleza y el contenido de las relaciones
1
Explicar que fue Yalta y B.Woodds
13
económicas internacionales y la economía internacional1, tal como se desarrollaron desde el siglo XV y
XVI.
En efecto, como lo habíamos señalado al comienzo del capítulo, el intercambio entre agentes
distintos residentes en Estados diferentes, constituye genuinamente, una relación económica
internacional: el agente residente en el Estado A vende (exportación) a otro agente que reside en el
Estado B (importación) y como enseña el profesor Beaud, llamaríamos a ese intercambio, “flujo 1”
(comercio entre empresas distintas −jurídica y patrimonialmente− radicadas en Estados diferentes).
Con la multinacionalización de la producción y de los intercambios que conllevan las E.M., se
desarrolla el comercio intra-empresa y con él se alteran profundamente los cimientos sobre los cuales
se edificaron el comercio y la economía internacional: la empresa del Estado A, vende y compra sus
mercancías a través de sus filiales instaladas en varios territorios y Estados; se constituye así, un
segundo comercio que se realiza al interior de los espacios −multinacionales− que las E.M. crean entre
su casa matriz y sus filiales, o entre sus filiales, a través de los diferentes Estados-Naciones, “flujo 2”
(comercio entre empresas residentes en varios Estados Naciones pero pertenecientes o bajo control de
una E.M).
La economía y el comercio que se engendran y circulan entre las filiales y las casas matrices de las
E.M.: los flujos intra multinacional, representan, según las fuentes y los cálculos2, entre el 30 y el 60%
del comercio total mundial. En la economía más poderosa del sistema mundial, los EEUU, al finalizar
el año 2002, el comercio intra firma representó el 42% de su comercio exterior, el 48% en las
importaciones y el 32% en sus exportaciones; en el marco del T.L.C. el 48% de los intercambios que
los EEUU mantienen con sus socios −Canadá y Méjico− se realizan a través del comercio intra firma;
el 76% de la importaciones del Japón y el 55% de las importaciones de la U.E. se procesan por el
mismo mecanismo3. En 1981, Dunning y Pearce habían ya estimado que el comercio entre empresas de
un mismo grupo económico o E.M. era de 45,5% para el caso de los EEUU, de 39,3% en Canadá, de
36,1% de Suecia, de 34,0% en Alemania del Oeste4.
Según W. Andreff5, la producción de autos es realizada en un 90% por veinte E.M., de cinco a siete
E.M. producen el 92% de los materiales a base de vidrio, el 90% del material médico, el 85% de los
neumáticos, el 79% de los cosméticos. Por su parte, el comercio internacional de los productos
primarios es ampliamente monopolizado por las multinacionales que controlan la comercialización del:
-
90% de la comercialización del trigo, del café, del maíz, de la madera, del tabaco;
85% de la bauxita y del cobre;
80% del té y del estaño y, el
70% de las bananas, del caucho y del petróleo bruto.
Con el advenimiento, a fines del siglo XIX, y la consolidación de las E.M., desde mediados del
siglo XX, el comercio internacional, las relaciones económicas internacionales y la economía
internacional pueden y deben ser analizadas teniendo en cuenta que, junto al comercio entre empresas
1
Véase especialmente: Beaud, Michel: Le Système National/Mondiale Hiérarchisé. Ed. La Découverte. Paris. France. 1987. y del mismo autor.
L`Économie Mondiale dans les Années 80. Ed. La Découverte. Paris. France. 1989
2
Véase por ejemplo: Andreff, Wladimir: Les Multinationales Globales. Op. Cit. OMC: Estadísticas del Comercio Mundial. Op. Cit. Informe 2003. En
2003, el comercio total mundial alcanzó el valor de 12.254 miles de millones de dólares (5.984 para las X; 6270 para las M), según la OMC: Op. Cit.
3
Según USTR, citado en: MICRO ÉCONOMIE. Indicateurs, en Alternatives Économiques. Nº 216.Juillet-Août 2003. Pág. 66
4
Dunning, John y Pearce, Robert: The World´s Largest Enterprises.En Michel Beaud: L`Économie Mondiale. Op. Cit. Pág 74
5
Andreff, Wladimir: Les Multinationales globales, citado por
14
distintas residentes en Estados diferentes (flujo 1), se desarrolla el comercio entre empresas residentes
en varios Estados Naciones pero pertenecientes o bajo control de una E.M.(flujo 2), con capacidad de
poder, igual o superior, a la mayoría de los Estados reconocidos internacionalmente en, y, por la ONU.
Si adicionamos el comercio intra multinacional (flujo 2) y el comercio extra multinacional (flujo 1),
se puede tener otra imagen de la magnitud y el poder que una E.M. ejerce sobre una economía
“nacional”, en su comercio exterior y en sus “relaciones internacionales”; en los últimos 20 años, más
del 40% de las exportaciones de Brasil, el 75% de las de los EEUU, el 80% de las británicas y 90% de
las de Singapur, son realizadas por las Empresas Multinacionales1.
Queda ahora presentar y analizar algunos actores no estatales de incidencia creciente en la
economía mundial y en las relaciones internacionales.
Gráfico 2
Fuente: Beaud, Michel. LE SYSTÈME NATIONAL / MONDIAL HIÉRARCHISÉ. Une nouvelle lecture
du capitalisme mondial. Editions La Découverte. Paris. France. 1987. Pág. 73
•
Los actores y los poderes de facto en las Relaciones Internacionales y en la Economía Mundial:
¿La sociedad civil mundial? La economía del crimen organizado.
Al intenso y desigual proceso de internacionalización y multinacionalización capitalista de la
producción y del comercio que animan los actores convencionalmente reconocidos en las relaciones
internacionales (las Empresas y los Estados), es necesario agregar, en valor como en volumen, la
extensa y cada vez más abultada presencia de la denominada “sociedad civil mundial”2. El término
intenta reflejar y definir el espacio y los actores de origen no estatal que intervienen de más en más en
las relaciones internacionales y en la economía mundial. Algunos de ellos ejercen una actividad lícita y
1
Beaud, Michel. L`Économie Mondiale dans les Années 80. Ed. La Découverte. Paris. France. 1989. Cuidado, verificar esta nota.
Sobre el tema se puede consultar: Global Civil Society (M. Kaldor, H. Anheier, M. Glasius dir). Ed. Oxford University Press. Londres. 2003. Rodney
Bruce Hall y Thomas J. Biersteker: The Emergence of Privaty Authority in Global Gouvernance. Ed. Cambridge University Press. Londres. 2003
2
15
sus acciones están animadas por convicciones solidarias y humanitarias hacia aquellas personas y/o
aquellos pueblos que viven en situaciones de extrema vulnerabilidad, sea ésta de origen económica,
política, religiosa o étnica. Otras, en cambio, actúan en la escena internacional como poderosas
organizaciones trasnacionales desarrollando actividades constitutivas de la llamada “economía del
crimen”.
Las Organizaciones No Gubernamentales y el movimiento asociativo y cooperativo.
Entre 1900 y 1970, las asociaciones civiles sin fines de lucro denominadas Organizaciones no
Gubernamentales (O.N.G) no alcanzaban la cifra de 5000; en los últimos treinta años se constituyeron
casi 25.000, según el informe de los investigadores de la London School Economic’s, autores del ya
citado Global Civil Society. El fulgurante ascenso del mundo asociativo de las ONG internacionales,
núcleo de la emergente sociedad civil mundial, muestra que junto al accionar del Estado y del sistema
político, las personas se agrupan y se asocian, sea para desarrollar acciones junto al Estado, sea para
substituirlo en funciones que genuinamente le corresponderían asumir y que por múltiples razones ya
no las cumple.
En Europa Occidental, donde se localizan mayoritariamente las sedes de las principales ONG1, el
esfuerzo al cual se vieron sometidos los Estados y los gobiernos al fin de la segunda guerra mundial,
fue el de reconstruir la economía capitalista y la Nación. Al impulso de algunos sectores provenientes
del cristianismo humanista (ver supra capitulo 3) se desarrollaron las ONG con el objetivo de colaborar
en actividades destinadas a cubrir las necesidades básicas de un importante sector de la población
sumergida en la pobreza y el desamparo. En ese mismo movimiento gobernado por la solidaridad, el
voluntariado y el humanismo, otras organizaciones se lanzaron activamente en los problemas del
crecimiento económico, el subdesarrollo y las luchas anticolonialistas que comenzaban entonces a
gestarse o a desarrollarse en África y en Asia.
En las décadas de los 70 y 80, nuevos emprendimientos solidarios y humanitarios se abocan a los
grandes valores de la Humanidad: la defensa de los Derechos Humanos, la Justicia, la Libertad, la
Democracia; en los años 90 los temas referidos a la protección del medio ambiente y al desarrollo
sostenible explican que la presencia de las ONG sea visible en casi todos los continentes y opinando en
casi todos los grandes temas que atañen a los ciudadanos del mundo. De más en más, tanto por los
recursos que controlan2 como por la competencia y solvencia de sus análisis técnicos, los temas de
algunas grandes ONG ingresan a la agenda de la política internacional y obligan a los Estados y a los
gobiernos a tomar posición sobre los mismos (Greenpeace, Anmisty, Amigos de la Tierra, Attac,
Oxafam, etc).
En el mismo sentido, la realización de grandes Foros mundiales (como el de Porto Alegre) y el
establecimiento de redes mundiales sobre los más variados temas aumentan entonces la lista de estos
nuevos actores no estatales en las relaciones internacionales.
1
En París y Londres tiene su sede más de la mitad de las ONG censadas por el Global Civil Society; le siguen Ginebra y Bruselas; y en los EEUU, Nueva
York y Washington.
2
Según algunas estimaciones: del orden de los 900 millones dólares para la poderosa World Vision; de 600 millones para el grupo Care de 500 millones
para Oxafam. Véase Altrernatives Économiques. Nº 59 Hors Série. 1er trimestre 2004. Paris. France. Pág. 19.
16
La economía y la sociedad delictiva
En 1990 el juez francés, Jean de Maillard, publicó Un Monde sans Loi1. El libro es un informe
sobre las actividades de las grandes mafias internacionales realizado en colaboración con otros cuatro
magistrados europeos2; en el cual se documenta y se analiza lo que los autores llaman el Producto
Criminal Bruto (P.C.B.) cuyo valor oscilaría, para el 1986, en unos 800 mil millones de dólares
americanos, es decir, un monto superior al PBI de España y equivalente al PBI de Canadá. En otros
términos: la economía delictiva crea una Riqueza que la ubicaría en el cuarto o quinto lugar entre los 10
Estados más poderosos según el valor de la totalidad de los bienes finales que pueden crearse,
lícitamente, durante un año de actividad económica registrada en una clásica Matriz de Transacciones
de las Cuentas Nacionales.
Según el informe citado, el desglose por grandes “rubros” de actividad del P.C.B., muestra que la
mitad de la economía criminal se concentra en la droga (producción y comercio para una demanda que
oscila entre un 4%y un 6% de la población mundial), y en el tráfico de armas. Los restantes 400 mil
millones de dólares se destinan a remunerar los “servicios”, fundamentalmente aquéllos afectados a
“seguridad” (guardias y ejércitos privados), encargados de proteger los circuitos delictivos, y, en
“servicios profesionales” (expertos financieros, juristas, asesores contables, etc.), especializados en
legalizar el dinero proveniente de la economía delictiva, mediante su “blanqueo” y reintroducción en la
economía legal.
Después de detallar el modus operandi de las grandes mafias internacionales, el juez de Maillard y
sus colaboradores sostienen que, el principal problema de la economía del crimen, no es el hecho de su
enriquecimiento ilícito sino el poder de corrupción y en la amenaza que la misma representa para la
democracia. Para poder realizar sus operaciones sin mayores dificultades, los empresarios del crimen
deben “comprar” políticos y funcionarios del Estado. Los cuatro años del gobierno del presidente
Ernesto Sampers de Colombia ilustran irrefutablemente la capacidad de penetración que las mafias
tienen en los aparatos de los partidos políticos y en los servicios del Estado.
En Un Monde Sans Loi, se infiere el desarrollo del mismo fenómeno en Argentina; en la ex URSS,
el restablecimiento de la economía capitalista implicó, entre otras medidas, la intensa privatización de
las empresas estatales, proceso que permitió a la mafia rusa, “blanquear” sus opíparas fortunas
engendradas en la economía delictiva: más del 40 % de la economía actual de la C.E.I está bajo el
control de la mafia, según informes de Interpol a los que accedieron los jueces de la Unión Europea. Se
comprende sin dificultad los temores y la advertencia que en las conclusiones el juez de Maillard
expresa:”(...) ni la salud de las democracias, ni la política de los Estados, ni los equilibrios financieros
pueden considerarse al abrigo de las múltiples amenazas que representa la criminalidad sin fronteras
(...)”3.
Otra dimensión de la economía delictiva y de su poder. En los últimos veinte años, en paralelo y en
convivencia con la economía capitalista internacional/multinacional formal y lícita, se expande la
informal e ilícita: el contrabando representa alrededor de un 15% del comercio mundial en el 2001
20024. Según las estadísticas de la O.M.C. en sus informes anuales, el monto del comercio total
mundial para ese año ascendió a la suma de 12.596 miles de millones de dólares, por lo tanto los
1
Editado por Stock. Paris. France. 1999. 140 págs. Véase también Revista Noticias. Nº 1181.del 4 de Agosto de 1989. República Argentina.
A saber: Bertossa, Bernard (Fiscal General de Ginebra), Dejemmeppe, Benoit (Procurador del Rey de Bélgica), Giananella, Antonio (Juez en Nápoles) y
Van Ruymbeke, Renaud (juez en Francia)
3
citar aquí el libro y Noticias.
4
Sobre la estructura y funcionamiento del comercio ilegal mundial puede consultarse, citar de Al Eco Nº 216 Pág.
2
17
actores informales e ilícitos realizan operaciones por un valor de 1.889 miles de millones de dólares, lo
que equivale a un valor superior a la parte que representan América Latina (727) y Europa Oriental
(513) en el total de comercio lícito mundial1.
Resumiendo: las relaciones económicas internacionales y la economía internacional se forjaron a la
par del desarrollo del capitalismo y del estatismo, únicas lógicas de producción con necesidad y
vocación a funcionar en grandes territorios, el de la Nación y el del Mundo. Por ello, las relaciones
económicas internacionales y la economía internacional transcurren y conforman un complejo sistema
de relaciones, estatales como privadas, animadas por una desigual e intensa competencia, en la cual,
una o varias formaciones sociales dominantes orienta y dar razón de ser a los flujos socio-económicos
internacionales en su favor, generando así, un espacio jerarquizado, diversificado y polarizado que
atraviesa a los pueblos, a las naciones y a los Estados: el de la Economía Mundial.
En consecuencia la Economía Mundial podría definirse como el conjunto de actividades
económicas, materiales e inmateriales, licitas e ilícitas, productivas, comerciales, financieras,
tecnológicas, que se desarrollan a escala planetaria, que se realizan tanto a escala local, regional,
nacional e internacional y que son unificadas y gobernadas por la lógica de producción y reproducción
capitalista2. Desde los siglos XV y XVI, las formaciones capitalistas dominantes, por medio de sus
relaciones internacionales, de la acción de sus empresas y Estados, han construido espacios
multinacionales donde transcurren los densos flujos de la economía del Mundo.
1.2. La Economía Mundial: breve análisis de la formación de un concepto.
Estas definiciones de la Economía Mundial son el fruto de una convergencia de escuelas o doctrinas
económicas, sociológicas y jurídicas diferentes así como de autores provenientes de los más diversos
horizontes filosóficos y políticos.
El primer autor en tener una visión de la existencia de una realidad, con dimensiones distintas a la
que se forma y funciona en los territorios de una nación y de un Estado, fue Carlos Marx.
Discutiendo las tesis de Feuerbach sobre la materialidad o no de la historia, en la Ideología
Alemana3 de 1845, luego de analizar el concepto de sociedad civil y las diferentes formas que asume la
propiedad de los recursos en una sociedad humana4, Marx observa que “(...) las relaciones entre las
naciones (es decir las RRII, subrayado G. Arce) dependen del grado de desarrollo en que se
encuentran cada una de ellas en lo que concierne a sus fuerzas productivas, a la intensidad de la
división del trabajo y a sus relaciones interiores (...)”5. Dicho en otros términos: la economía “interna”
o “nacional” en un territorio o en un Estado, no es más que una parte de una unidad que funciona a
escala planetaria, la cual es la suma de las partes pero con una racionalidad propia y diferente a la de
sus elementos constitutivos.
Como ejemplo de ello, Marx relaciona el hecho de que el aislamiento primitivo de varias naciones
es destruido por la expansión universal del modo de producción capitalista, por la circulación y la
1
Véase Estadísticas del Comercio Internacional. ...
Véase Beaud, Michel: l’econmie mondiale dans les annees 80 op cit pág
Ed. Editions Sociles.Paris France.1981.
4
En ese texto Marx estudia tres formas de propiedad: a) la propiedad de la tribu, la comunal/estatal y la Feudal. En El Manifiesto del Partido Comunista,
agrega la propiedad capitalista y la socialista. Véase infra: las Lógicas de reproducción social. Pág. ....
5
La ideología Alemana. Op. Cit. Pág. 44
2
3
18
división del trabajo entre las naciones1, de manera que “(...) la invención de una máquina en Inglaterra
y su introducción en la India o en China, privarán de pan a millones de trabajadores y cambiarán
completamente la forma de vivir de esos Imperios (...), de la misma manera que el azúcar o el café han
demostrado su importancia para la historia universal en el siglo XIX, por el hecho que la carencia de
esos productos, como resultado del bloqueo continental dispuesto por Napoleón, provocaron la
sublevación de los Alemanes contra Napoleón y coadyuvaron a las gloriosas guerras de liberación de
1813 (...). Se desprende de estos acontecimientos que la transformación de la historia en historia
universal no es, digamos, un simple hecho abstracto de la “conciencia en sí” del Espíritu del mundo
(...). En verdad, en la historia pasada es un hecho perfectamente empírico que con la extensión de la
actividad al plano universal, los individuos han estado de más en más, dominados por una potencia
que les es extraña y ajena (...) una potencia que es cada vez más dominante y que se revela ser, en
última instancia el mercado mundial (...)”2.
Esta visión de Marx tiene, en algunos de sus continuadores y discípulos, nuevos desarrollos que van
a precisar la idea de pensar a la economía mundial como un sistema, como una estructura jerarquizada
y dinámica atravesando territorios, pueblos, naciones y Estados.
En el último tercio del siglo XIX, se anidan y se procesan cambios importantes, tanto en el ámbito
de la producción capitalista como en la configuración misma de la economía mundial y del Sistema
internacional, que explicarán los tumultuosos acontecimientos que acaecerán a lo largo de todo el siglo
XX, el “siglo de los extremos” al decir del historiador Eric Hobsbawm3.
En el torbellino de la gran depresión (1873) y del inicio de los impactos de la Segunda Revolución
Industrial (ver supra...), el pensamiento socialista (marxista y no marxista) se ve obligado a repensar el
funcionamiento del capitalismo, sea a nivel de la nación como entre las naciones. El primer esfuerzo
teórico lo realiza Rodolfo Hilferding. En 1910 publica El Capital Financiero4; es un denso estudio de
498 páginas sobre el desarrollo reciente del capitalismo como reza en el subtitulo del libro. Luego de
analizar minuciosamente el rol del dinero en el proceso de producción, Hilferding, continuando la
lectura que Marx había registrado sobre las leyes de la acumulación capitalista, pone de manifiesto el
notable proceso de concentración y centralización del capital en los Trustes y en los Carteles, el fin de
la libre competencia y el inicio de una fase económica gobernada por los monopolios5, la competencia
imperfecta, y, un nuevo y poderoso proceso de internacionalización del capital, por medio de la
inversión directa y el endeudamiento internacional.
Contemporánea y militante socialista como Hilferding, Rosa Luxemburgo publica en 1913 la
Acumulación del Capital6. Trabajando sobre los sistemas de reproducción de Marx, Luxemburgo
sostiene que la crisis del capitalismo de ese fin de siglo y su expansión internacional (el imperialismo)
se explica porque, en una economía cerrada, es decir sin comercio exterior, y compuesta
exclusivamente de capitalistas y trabajadores, es imposible que toda la plusvalía generada en ella pueda
realizarse in totum. En consecuencia, es necesario que el capitalismo busque una “tercera” demanda, es
decir nuevos mercados “exteriores”; demanda que sea externa a la propia esfera capitalista, pero a su
1
idem,. Pág. 72
ibidem. Págs. 72 y 73
3
Age of Extremes. The Short Twentieht Century 1914-1991. 1en español, octubre de 1995. Ed. Grijalbo. Barcelona. España.
4
Das Finanz Kapital. Traducción en lengua francesa. Ed. Les Éditions de Minuit. Paris. France. 1970
5
“(...) toda la producción capitalista es regulada por un organismo que fija las dimensiones de la producción en todas sus esferas. La fijación de los
precios es puramente teórica y no es más que la distribución del producto global entre las manos de los magnates de un cartel, por un lado, y la masa de
los otros miembros de la sociedad, por otro. (...)” El Capital Financiero. Op. Cit. Capítulo XIV. Pág. 316
6
Ed. François Maspero. Paris France.1967
2
19
vez dentro de la economía nacional, o, que sea fuera de dicha economía, mediante un proceso de
internacionalización de la producción y de los intercambios.
Para el primer caso, Luxemburgo analiza el aumento del gasto público en el sector militar y, por
ende, el crecimiento del militarismo. En los capitalismos de la Primera Industrialización (Inglaterra,
Francia, Alemania), por causa de la gran depresión, los gobiernos envueltos en la crisis, primero,
acuden al proteccionismo, y luego, comienzan a aumentar los gastos en armamento y a prepararse para
la guerra contra sus competidores en Europa y sus colonias, como se verificó en la primera Guerra
Mundial (1914-1918).
El rol económico del militarismo1 es, según esta autora, el de absorber una parte de la plusvalía que
no puede realizarse en el mercado “civil”, o, en un campo “exterior” a la producción destinada al
consumo, tanto de los capitalistas como de los trabajadores, encontrando así, para la oferta global, un
mercado “nuevo” y “exterior” a la esfera capitalista, pero, al interior de la economía nacional.
En el segundo caso, es decir encontrar una demanda “externa”, tanto a la esfera capitalista como a
la economía nacional, Rosa Luxemburgo considera que la misma puede encontrarse en aquellas
sociedades donde la reproducción social es posible por medio de lo que la autora llama, la “economía
natural”, es decir formas o modos de producción no capitalistas.
Mediante la inversión directa extranjera, y, el préstamo internacional2, los grandes y poderosos
monopolios de los “viejos capitalismos” (Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica) se implantan en
Egipto, Estados Unidos, América del Sur y en Asia, desintegrando allí las relaciones sociales y los
modos de producción de la economía “natural,” lográndose entonces la construcción de los “nuevos
capitalismos” que ampliarán entonces el mercado capitalista nacional e internacional.
La internacionalización de la producción capitalista, y el imperialismo económico y político que
emerge por la IDE y el endeudamiento internacional hacen que se establezcan relaciones económicas
internacionales entre los “viejos países capitalistas” y los “nuevos” capitalismos. Entre ellos, el “(...)
comercio internacional es en consecuencia, del punto de vista de la realización de la plusvalía como
desde el punto de vista de la adquisición de los elementos materiales del capital constante, una
condición histórica vital del capitalismo, el comercio internacional se presenta en la situación
concreta actual, como intercambio entre las formas de producción capitalistas y las formas de
producción no capitalistas (...)”3. Como veremos, -supra capítulo 2-, las teorías del desarrollosubdesarrollo, sean las ortodoxas como las críticas, de manera implícita o explícita, partirán analizando
y buscando explicar los mecanismos de la reproducción social4 en el capitalismo sobre estas ideas
expuestas por esta autora perteneciente al llamado austro marxismo.
Adviértase que Rosa Luxemburgo asocia el proceso de consolidación y ampliación de las
economías nacionales dominantes, con el nacimiento y la integración de los “nuevos” capitalistas, a un
sistema de comercio internacional, sistema que es, él mismo, consecuencia de la necesidad del
capitalismo de reproducirse a nivel nacional e internacional.
1
El tema es analizado en la Acumulación del Capital. Op. Cit. 2ª parte. Capítulo 32. Págs. 123 a 135.
La Acumulación del Capital. Op. Cit. 2ª Parte. Capítulo 30. Págs. 91 a 114
3
La Acumulación del Capital. Op. Cit. 2ª Parte. Capítulo 25 “Les contradictions du schéma de la reproduction élargie”. Pág. 35
4
Ver infra, “Reproducción social, economía, capitalismo”
2
20
En 1915, Nicolás Bujarín escribe La Economía Mundial y el Imperialismo1. Las ideas bosquejadas
por Marx, Hilferding y Luxemburgo se precisan, se ordenan y con mayor claridad se lee: “(...) el
capitalismo mundial, el sistema productivo mundial, se conforma con grandes cuerpos económicos
organizados y coherentes (algunas grandes potencias civilizadas) y una periferia de países atrasados
viviendo en un régimen agrario o cuasi agrario (...)”, y, “ (...) cada una de esas economías nacionales
está integrada en el sistema de la economía mundial en el cuadro de una división internacional del
trabajo desarrollada a escala mundial (...)”.
En Bujarín, entonces, las relaciones entre las economías de las naciones se asocian en una extensa
división del trabajo que vincula a los pueblos y a los Estados y se asienta en un sistema productivo
mundial. En ese sistema mundial, en un polo están las economías sistematizadas en “grandes cuerpos
organizados y coherentes” (los capitalismos dominantes); y en el otro polo, está la mayoría de las
formaciones sociales colonizadas, dominadas, penetradas por la IDE y el crédito internacional,
integradas al Sistema Mundial en función de los intereses (económicos, políticos, militares, financieros
y tecnológicos) de las “grandes potencias civilizadas”.
En este texto de Bujarín, también es importante tener presente lo que el autor destaca en la segunda
parte de su libro, y que, denomina “la economía mundial y el proceso de nacionalización del capital”.
Las economías nacionales estructuradas alrededor de los “grandes cuerpos organizados y
coherentes” son dominantes, porque, a la par de internacionalizarse en el espacio mundial, refuerzan la
economía en la Nación, consolidan la economía nacional mediante el accionar de los monopolios, los
trustes, los cárteles y Holding, lo que conlleva a la “(...) transformación de toda la economía nacional
en una gigantesca empresa bajo la égida de los magnates de las finanzas y del Estado (...)”2.
En 1947, François Perroux, (ver supra...), un economista y pensador francés formado en los cánones
del equilibrio general fundado por León Walras, presenta en Oxford su trabajo titulado “Esbozo de una
Teoría Económica Dominante”. En dicho trabajo, se pone de manifiesto que las relaciones mercantiles
entre los individuos como entre las Naciones y los Estados se edifican sobre elementos asimétricos y de
influencias no intencionales, fenómenos que explican y reproducen lo que F. Perroux llamó: las
economías nacionales dominantes, las empresas dominantes, los polos de crecimiento y los efectos de
demostración.
En 1954, este mismo autor publica L’Europe sans Rivages3, y en 1958, la Coexistence Pacifique4.
En estos dos trabajos, las relaciones internacionales y la economía mundial crean un espacio diferente
al que surge de adicionar las actividades económicas que se procesan al interior de las fronteras
territoriales de los Estados5; ése es “(...) el espacio económico del mundo, una red de intercambios y de
fuerzas irradiadas por los polos económicos de la vieja Europa (...)”6. Es en ese espacio donde se
anidan las relaciones internacionales y se forma la economía mundial, conformándose, así, una
estructura jerarquizada, entre lo que Perroux analiza como economías dominantes, economías
intermedias y economías dominadas.
1
Traducción en francés. .Ed. Anthropos París. France 1969.
El Imperialismo y la Economía…Op. Cit. Página 67, nótese que los términos son similares a lo de Hilferding y véase nota 8 infra
3
La Europa sin fronteras
4
Existe versión en español: La Coexistencia Pacífica. Fondo Cultura Económica. México 1960
5
La idea también está presente en las reflexiones de J. Schumpeter en: Capitalisme, Socialisme et Démocratie. Editorial Petite Bibliothèque Payot. Paris.
France. 1967
6
Existe versión en español
2
21
Para este autor una economía llega a ser dominante cuando logra poseer: a) un elemento de
dimensión; b) un elemento de Poder de Negociación; c) un elemento relativo a la naturaleza de las
actividades que desarrolla.
El elemento de dimensión hace referencia a la parte que una economía nacional representa en el
producto, en el comercio, en la población, en la IDE mundial. El Poder de Negociación es la mayor o
menor capacidad de dominación que una economía y sociedad ejercen sobre otras, y el elemento
relativo a la naturaleza de las actividades que desarrollan, indica la capacidad que poseen una economía
y una sociedad de irradiar su influencia, no sólo económica sino también, y fundamentalmente, política
y cultural, imponiendo sus valores sociales y modos de vida sobre las sociedades intermedias y las
economías dominadas.
Con este enfoque, en los años 1950, Perroux define como economías dominantes las de los Estados
Unidos, la URSS y la Europa Occidental. Para él, las zonas de influencias son, fundamentalmente: para
los EEUU, América Latina, Canadá, Israel, Arabia Saudita, Filipinas, Liberia; y, para la URSS, Europa
del Este.
Para Fernand Braudel, la realidad de la economía mundo y la de la economía mundial son distintas;
en Braudel “(...) la economía mundial se extiende a toda la tierra (...)”, pero, “(...) la economía mundo
toma en cuenta sólo un fragmento del universo, una parte del planeta económicamente autónoma, con
capacidad de autosuficiencia y en la cual sus lazos y sus intercambios internos le confieren una cierta
unidad orgánica (...)”1.
Discípulo del historiador francés, el norteamericano, economista y sociólogo, Inmanuel Wallerstein,
prolonga el análisis en términos de economía mundo y sistemas mundo, y, sostiene que “(...) bajo el
concepto de redes mercantiles designamos una forma de división social que, con el desarrollo del
capitalismo histórico, se ha extendido cada vez más. Esta forma de jerarquizar el espacio, ha
provocado una profunda polarización entre las zonas centrales y las periféricas de la economíamundo, tanto a nivel de las riquezas como en la propia dinámica de la acumulación del capital (...).
Ser hegemónico significa poder imponerse política y económicamente tanto sobre países débiles como,
y sobre todo sobre los fuertes. Es una situación históricamente rara: Las Provincias Unidas en el siglo
XV, Inglaterra en el siglo XIX, los Estados Unidos, a partir de la Segunda Guerra Mundial (...)”2.
En la segunda mitad de la década de los 80, Michel Beaud3, analizando la estructura y el
funcionamiento de la economía y del capitalismo posterior a la Segunda Guerra Mundial, descifró
nueve acepciones del concepto “economía mundial”4 (ver supra).
Luego de haber realizado una investigación del concepto “economía mundial” en el pensamiento
económico, trabajo que le permitió, a su vez, realizar una “nueva lectura del capitalismo mundial”5
Beaud define a la economía mundial, como “(...) el conjunto de las actividades económicas
planetarias, coordinadas y estructuradas por la dinámica del capitalismo a nivel nacional y mundial,
la economía mundial, no es, en consecuencia una ‘totalidad’, en el sentido que la misma no tiene una
1
Va nota al pie, no indicaste qué se ponía
Va nota el pie no se indicó el texto
L’Économie Mondiale dans les annes 80. Ed. La Découverte. Paris. France. 326 páginas.
4
Ver supra
5
Beaud, Michel. LE SYSTÈME NATIONAL / MONDIAL HIÉRARCHISÉ. Une nouvelle lecture du capitalisme mondial. Editions La Découverte. Paris.
France. 1987. 128 páginas.
2
3
22
coherencia de auto reproducción, ella se sitúa en la confluencia de dos lógicas de reproducción: la de
la humanidad en sus múltiples grupos humanos y la del propio capitalismo (...)“1.
Para el autor, la economía mundial es un sistema nacional y mundial. Aunque la lógica capitalista
está en el centro de su constitución y transformación, ella no operó inmediatamente a escala planetaria.
El capitalismo nace en territorios que se circunscribieron a lo local y a lo regional. Es recién en el siglo
XIX que, junto al Estado y a la Nación, el capitalismo, para continuar reproduciéndose, necesitará
operar a escala nacional e internacional.
En Beaud, el desarrollo capitalista y el reforzamiento del Estado-Nación contribuyeron a la
formación de las economías nacionales capitalistas dominantes; a causa de la lógica de reproducción
ampliada del capital, esas economías desbordaron sus territorios nacionales, y por medio de las
relaciones económicas internacionales y de la acción de sus empresas, crearon sus propios espacios
multinacionales, espacios que el autor denomina nacional-mundial.
Es por ello que Beaud precisa los conceptos de nacional, internacional y multinacional. Lo
nacional, se refiere principalmente al Estado Nación y a la formación social que se constituye en su
entorno; lo Internacional, se aplica a las relaciones entre dos Estados distintos; lo Multinacional
comprende los espacios que las empresas, los bancos, los organismos internacionales, construyen sobre
la base, y a través, de varios Estados Naciones.
En consecuencia, el concepto internacional puede comprender tanto a:
1) la relación que se establece entre dos actores distintos y situados en dos Estados Naciones.
2) la relación entre Estados Naciones internos al espacio multinacional de una empresa, de un banco,
etc.
Ese espacio nacional-mundial está gobernado y ordenado por un principio de jerarquía. En su cima,
las economías nacionales dominantes: aquéllas que despliegan su poder en su territorio y fuera de él,
impulsando una dinámica que modela el espacio donde ellas predominan –el multinacional–; en la
base de la pirámide, las economías nacionales dominadas: que son penetradas y sometidas por las
dominantes y que tienen dificultades crecientes en asegurar su propia reproducción social; entre los dos
extremos, se sitúan las economías nacionales intermedias: que forman o pueden formar parte de las
dos categorías, realidad en la cual existió y existe una gama muy variada de economías y sociedades.
Al decir de Beaud, este sistema nacional-mundial jerarquizado ha tenido históricamente, y tiene,
una o varias economías nacionales dominantes que conforman un bloque hegemónico –uni o
pluriestatal–, éste último interviene con mayor o menor intensidad en su ordenamiento y
gobernabilidad2. Para ello, ahora es necesario presentar, brevemente, las fases de la Economía Mundial.
1.3 Las fases históricas de la evolución de la Economía Mundial
Como consecuencia de la competencia (económica, política, monetaria, financiera, tecnológica),
que anima al sistema mundial, lo que ha sucedido históricamente, en su funcionamiento, es la
modificación de la posición relativa que en la estructura de la economía mundial ocupan las diferentes
economías nacionales dominantes, las intermedias y las dominadas.
1
2
L’Économie mondiale. Op.Cit. Pág. 28
L’Économie mondiale. Op. Cit. Pág. 29
23
Considerando las formas de manifestación de la competencia inter capitalista, las fuentes de energía
utilizadas, las innovaciones científicas y técnicas, las monedas que, circunstancialmente, impusieron su
hegemonía en el ámbito financiero y monetario, podemos presentar –grosso modo– las fases históricas
de la Economía Mundial. Así, podemos destacar cuatro grandes períodos:
El primer período (1600-1750/70): es el de la formación del mercado mundial y del
establecimiento de las bases económicas y políticas del “orden” europeo.
Mediante la conquista colonial, desde Holanda primero, de Inglaterra y Francia después, el
capitalismo mercantil comienza lenta, pero inexorablemente, a emanciparse de las lógicas de
producción no capitalistas y, a la par de iniciar el largo y lento proceso de forjar las economías
nacionales dominantes, conquista otros territorios, pueblos y recursos, y así, teje las bases de la primera
división mundial del trabajo, en la medida en que Asia, África, las Américas y Europa quedan
integradas por relaciones, fundamentalmente, comerciales (especias, oro, plata y otros metales,
esclavos, valiosas obras de arte, etc.)
Comercio Mundial y Pillaje de América en el Siglo XVI
Esclavitud
1 trabajo
Forzado
Trabajo
3 muerto
acumulado
(tesoros etc.)
explotación
2 Frenética
4 Pillaje
monedas
5 de oro y plata,
metales preciosos
En esta fase la Riqueza se materializa, no sólo en la apropiación directa y violenta de productos
elaborados por lógicas de producción tributaria, sino, principalmente, por las ganancias que genera el
comercio. La relación privilegiada de los Estados reales con las grandes compañías de comercio
(quienes poseen el monopolio del comercio exterior), hacen de ellos los principales actores de la
emergente economía mundial. La economía política es la que fundan y teorizan los mercantilistas. Las
regiones y las economías dominantes son Holanda, Francia e Inglaterra; España y Portugal serán de
24
más en más economías intermedias, en declive relativo pero irreversible. Las relaciones económicas y
políticas son las de dominación-explotación que los Imperios ejercen sobre sus colonias.
El segundo período (1750/70-1870): es el que se caracteriza por ser el de la consolidación del
mercado mundial y el del ingreso de la lógica capitalista a la manufactura, y, con la Primera
Revolución Industrial (simbolizada en la máquina de vapor de Watts), a la Era Industrial. Es la fase de
la “occidentalización” del mundo, del “orden europeo” y de la “pax británica”.
La región epicentro de la economía mundial es Europa Occidental; en su interior Inglaterra y
Francia prosiguen el esfuerzo de sus clases –las burguesías financieras e industriales, los noveles
proletarios y otros sectores explotados–, tanto por afianzar su “economía nacional” como por controlar
y modelar la economía mundial.
En ella, la actividad comercial sigue liderando el crecimiento y el desarrollo del capitalismo: entre
1730 y 1830 el valor del comercio mundial se multiplicó por tres, pero lo hizo por veinte, entre 1830 y
1913. El comercio, que representaba el 3% del Producto Mundial a fines de 1700, pasa al 33% en
19131. En 1850, Europa Occidental es la región hegemónica –productiva, comercial, militar,
tecnológica y financiera–, de la economía mundial: controla el 70% de los intercambios comerciales
mundiales, y, lidera la producción mundial total como la industrial. Inglaterra, Francia y Alemania son
las economías nacionales capitalistas que ordenan y estructuran las reglas de juego de la economíamundo.
TASA DE CRECIMIENTO DE LA INDUSTRIA Y EL COMERCIO MUNDIALES
INDUSTRIA
COMERCIO
1,5
2,6
2,9
3,5
2,9
SIGLO XVIII
1780-1830
1830-1840
1840-1860
1860-1870
1,1
1,4
2,8
4,8
5,5
Fuente: W.W. Rostow. The World Economy. Citado en Beaud, Michel: “Historia del Capitalismo”. Editorial Ariel. Barcelona.
España. 1ª edición en español. 1984. Pág. 116
DISTRIBUCIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO POR PÁISES Y REGIONES
(en porcentajes)
1780
1800
1820
1840
1860
Gran
Bretaña
Francia
Alemania
Resto de
Europa
Estados
Unidos
Resto del
Mundo
12
33
27
25
25
12
9
9
11
11
11
10
11
8
9
39
25
29
30
24
2
5
6
7
9
24
17
19
20
21
Fuente: W.W. Rostow. The World Economy. Citado por Beaud, Michel: Historia del Capitalismo. Op. Cit. Pág. 134
En esta fase, y hasta el presente, la energía fundamental será el petróleo. Los adelantos en la
química y la física definirán el desarrollo económico-político que hará, de la industria y la
industrialización, el paradigma del Progreso y del Desarrollo durante todo ese siglo y gran parte del
siglo XX.
1
Mucchielli, Jean-Louis: Les Relations…op. cit. página 11.
25
En el ámbito de las ideas, al racionalismo y al positivismo se sumará el liberalismo económico y
político que desplazará progresivamente al mercantilismo, que consolidará, disciplinariamente, a la
Economía Política con un objeto y un método de estudio propios, y que la emancipará, parcialmente, de
la Ética, del Derecho y de la Religión. La visión clásica fundada por los fisiócratas se consolidará con
los trabajos de A. Smith, D. Ricardo, T. Malthus, y, de J.B. Say.
En el “orden europeo”, dos principios de autoridad se enfrentan: el de los “príncipes” y de las
dinastías basadas en el orden y el derecho natural y divino1, éstos, seducidos por la filosofía de las
Luces y el despotismo ilustrado, tratan de congeniar el orden providencial con la “modernidad
económica”, y, de lograr la transformación de las sociedades donde el capitalismo es, todavía, de
escaso desarrollo. Pero, con la Revolución de las Trece Colonias americanas (4 de julio de 1776), y,
con la Revolución Francesa, en la que se proclaman los Derechos del Hombre y del Ciudadano (26 de
agosto de 1789), se afirma el Principio de la Autodeterminación de los pueblos. Así los fundamentos
liberales, republicanos y democráticos ganan terreno en Europa. Frente al avance del liberalismo, el
“concierto europeo”2 del canciller austríaco, Metternich, y de la Santa Alianza3 (Austria, Prusia y
Rusia), no podrán impedir, ni el desarrollo de las nuevas ideas, ni la presencia de nuevos actores en la
escena internacional.
En América Latina, en la primera mitad del siglo XIX, las colonias españolas y portuguesas se
sublevan y el proceso de independencia engendra nuevos Estados y economías, que ingresan al sistema
internacional. Simultáneamente, en Europa, las aspiraciones de algunos pueblos (polacos, checos,
eslavos, etc.) a vivir en “su nación”, atisban los movimientos revolucionarios; en Alemania y en Italia,
los procesos de unificación transformarán esos pueblos-naciones en Estados-Naciones, y éstos últimos,
junto a Inglaterra, a Francia, y, a los imperios austro-húngaro, ruso y otomano, hacen que, al finalizar
este período, el “orden europeo” se vea en plena transformación (política, económica, tecnológica), que
desembocará en una nueva y traumática fase en la evolución y en la estructura de la economía mundial
y del sistema internacional.
El tercer período (1870-1980): es en él que transcurre una serie de acontecimientos conflictivos
que modificará, profundamente, la estructura y el funcionamiento de la economía mundial. Este siglo
es el de la gran fractura de las relaciones internacionales; en él, se procesan convulsiones políticas,
ideológicas, económicas y geopolíticas, entre las que conviene -grosso modo- recordar:
A) Cambio en las regiones y en los Estados-Naciones líderes y dominantes.
En efecto, es desde Europa Occidental, particularmente desde Inglaterra, y hacia América del Norte,
especialmente a los Estados Unidos, que se trasladará el epicentro de la lógica capitalista que gobierna
y reproduce la economía mundial.
El declive de la hegemonía inglesa se inicia claramente a partir de 1913. Gran Bretaña pierde,
permanentemente, posición en la producción industrial mundial, en el comercio mundial y en la
inversión directa extranjera.
1
En Prusia, Federico II (1740-1786); María Teresa (1740-1780) y José II (1780-1790) en Austria; Caterina II (1762-1796) en Rusia.
Creado en el Congreso de Viena (1815)
3
Fundada el 26.9.1816
2
26
PARTICIPACIÓN DE LOS PRINCIPALES PAÍSES INDUSTRIALIZADOS
EN LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL MUNDIAL (en %)
1870
1881-1885
1896-1900
1906-1910
1913...
1926-1929
1936-1938
1963...
Gran
Bretaña
32
27
20
15
14
9
9
5
Francia
10
9
7
6
6
7
5
4
Alemania
RFA
13
14
17
16
16
12
11
(6)
Rusia
URSS
4
3
5
5
6
(4)
(19)
(19)
Estados
Unidos
23
29
30
35
38
42
32
32
Resto del
Mundo
18
18
20
22
19
23
20
30
Japón
--------1
1
1
3
4
4
Advertencia: Durante este período, la parte correspondiente a Bélgica cae del 3 al 1%; la de Italia sube del 2 al 3% para caer
de nuevo al 2%; la de Escandinavia sube del 1 al 2% como la de Canadá.
Fuente: W.W. Rostow, op.cit.
DISTRIBUCIÓN DEL COMERCIO MUNDIAL POR PAÍSES (en %)
1880
1913
1928
1938
1948
1958
Gran
Bretaña
23
16
14
14
12
9
Francia
11
7
6
4
5
5
Alemania
(RFA)
10
12
9
9
(2)
(8)
Resto de
Europa
27
29
22
20
22
26
Estados
Unidos
10
11
14
10
16
14
Resto del
Mundo
19
25
35
43
43
38
Fuente: W.W. Rostow, op.cit, cuadro II-8, PP. 71-73 Citado por Beaud, Michel. Historia del Capitalismo, op.cit. Pág.174
INVERSIONES EN EL EXTRANJERO DE LOS PRINCIPALES
PAÍSES CAPITALISTAS (en %)
Gran Bretaña
Francia
Alemania
Países Bajos
Estados Unidos
Canadá
Suecia
1914
50,4
22,2
17,3
3,1
6,3
0,5
0,3
100,0
1930
43,8
8,4
2,6
5,5
35,3
3,1
1,3
100
1960
24,5
4,7
1,1
4,2
59,1
5,5
0,9
100
Fuente: H. Magdoff, L’âge de L’Impérialisme, p. 56 Citado por Beaud, Michel : Historia del Capitalismo. Op. Cit. p. 233
El relevo británico a favor de los Estados Unidos en la cúspide de las economías nacionales
dominantes, y, la configuración de una nueva carta geopolítica mundial, ya a mediados de este período,
fueron posibles a través de la guerra de los “30 años”1, ésta última desarrollándose en dos momentos:
1914-1918 y 1939-1945.
El aumento de las tensiones internacionales al interior del sistema europeo diseñado por Bismark
(entre 1871-1890), y, la bipolaridad entre la Triple Alianza (Alemania-Italia-Imperio Austro-Húngaro)
y la Triple Entente (Inglaterra-Francia-Rusia)2, desencadenarán una crisis del equilibrio de poderes
interestatales, que desembocará, justamente, en la “Guerra de los 30 años”, la cual, a su vez,
reconfigurará el espacio (y el poder) económico mundial, pues, hacia la década 1940-1950, se
1
La expression de “Guerra de los 30 años” es de François Fourquet, en : Une Histoire de la Mundialisation. Ed. Université de Paris 8. Saint Denis. París.
Francia. 2000. p. 83
2
Véase Anexo 1: La Gran Fractura (1914-1945)
27
bosquejan y se consolidan dos grandes tendencias en la economía mundial: a) el desmembramiento de
los Imperios1; b) la constitución del estatismo como lógica de producción y de organización sociopolítica alternativa, y, en competencia con la capitalista: primero en la URSS (1917), después en China
(1949), y en Cuba (1960-61).
Los acuerdos entre los rusos, los norteamericanos y los ingleses2 instituyeron un orden mundial
gobernado por la bipolaridad y la guerra fría entre la URSS y los EEUU. Así, lo que comenzó con, y,
en la guerra de los “30 años” terminó en una gran fractura del sistema productivo mundial, de los flujos
internacionales (económicos, financieros, poblacionales), y, del sistema internacional.
La segunda descolonización acaecida, fundamentalmente, en África y en el Sudeste asiático, y, la
formación del “Tercer Mundo” (grupo de países y de Estados que reunidos en la ciudad de Bandung en
1955, representando más de la mitad de la población del mundo, que proclaman y que aspiran a la
autodeterminación de sus pueblos, al crecimiento económico y al desarrollo social), representan un
colosal desafío frente a un orden internacional bipolar, pues, los noveles Estados-Naciones deberán
tomar sus grandes decisiones en materia de desarrollo económico y de relacionamiento internacional,
siempre obligados a elegir entre capitalismo o estatismo, entre Democracia o Totalitarismo, entre el
Mercado o la Planificación, entre el Occidente o el Oriente, entre el Este o el Oeste...
B) Crecimiento económico basado en la matriz industrial taylor-fordista.
En el terreno económico, es en esta fase donde se inicia y se generaliza la Segunda Revolución
Industrial: la electricidad, el motor a explosión, la química, la electrometalúrgica sientan las bases para
una transformación de las formas de producción de la mercancía capitalista.
Los cambios se operan, fundamentalmente, por el lado de la oferta. La electricidad permitirá el
desarrollo, progresivo e ininterrumpido, de los principios organizacionales del proceso de trabajo
propuesto por Taylor y Fayol. Con la “organización científica” del trabajo, el capital invertido en la
producción podrá generar nuevos y considerables aumentos en la productividad de los recursos
utilizados. En consecuencia, desde ese fin de siglo, y, en plena crisis y recesión, es que comienzan a
engendrarse las estructuras del capitalismo monopólico y de la competencia imperfecta, con
producciones gobernadas por las economías de escala, en serie y masificadas. El progresivo e incesante
aumento de la oferta capitalista, sin la consecuente redistribución de los ingresos, sobre todo los
1
Sólo para recordar: el Gran Imperio Británico (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Unión Sudafricana, India) conoce los primeros embates nacionalistas e
independentistas desde 1920. En India, la larga lucha anticolonialista, simbolizada en la figura de Gandhi, desemboca en la Independencia de la India y la
creación de Pakistán en 1947, pero ya el 11 de diciembre de 1931, los británicos establecen el Commonwealth; el 20 de agosto de 1932, crean el sistema de
Preferencia Imperial (Acuerdo de Otawa); cuestión de dotar de mayor autonomía a sus súbditos y evitar así la propagación de las ideas independentistas. El
Imperio Otomano, que ya había perdido Belgrado, Albania, Dalmacia y Herzegovina (Tratado de Passarowitz, 1778) y cedido a Prusia su dominio sobre el
Mar Negro (1774), reconoció en 1828 la independencia de Grecia, la de Rumania en 1856, la de Servia y Bulgaria en 1878 por el Tratado de Berlín, el cual
dispuso el estatuto de Turquía bajo garantía de los “grandes” (Alemania, Francia, Inglaterra). En 1808, perdió Tripolitania en la Guerra contra Italia (191112) y las guerras Balcánicas 1912-13, lo privó de la mayor parte de sus territorios. Por su parte, el Imperio Francés se mantuvo unido durante la Gran
Guerra, pero ya finalizada la Segunda Guerra Mundial, perdió la Guerra de Indochina (1946-1954) y en seguida la de Argelia (1954-1961) La
descolonización se puso en marcha.
2
Primero fue la firma de la “Carta del Atlántico” (Churchill-Roosevelt, del 9 al 12 de agosto de 1941), después el Pacto Británico-Soviético (26 de mayo
de 1942); luego la Conferencia de Casablanca (enero de 1943); en Teherán (28 de noviembre al 1º de Diciembre e 1943) los tres grandes confirman el
desembarco en Normandía y bosquejan las futuras Naciones Unidas; en Malta (del 4 al 11 de febrero de 1945), pactan construir un orden mundial
inspirado en los ideales de la paz y gobernado por los principios del derecho internacional. Aceptan el principio del derecho de los pueblos a elegir la
forma de gobierno que desean adoptar y confirman la creación de las Naciones Unidas y, reparten y transforman los territorios, los pueblos, las Naciones
que quedaron bajo la influencia de la URSS y de los EEUU. Último encuentro: la Conferencia de Potsdam (del 17 de julio al 2 de agosto de 1945), allí se
decide el desarme, y la “desnazificación“ de Alemania. El 5 de marzo de 1946, Sir Winston Churchill, frente a la presencia irreversible de la URSS en
Checoslovaquia declaró: “(...) Una cortina de hierro se instaló en Europa (...)” Fue el comienzo de la “Guerra Fría”
en: “Histoire du XX siécle. 1900-1945”. Tome 1. Ed: Haitier. París. Francia. 1996. págs. 465 a 469.
28
salariales, y por ende, la reducida demanda efectiva, explica los fundamentos económicos, tecnológicos
y sociales de la gran crisis de sobreproducción de 1930.
INDUSTRIAS MOTRICES DE LA SEGUNDA GENERACIÓN
EN CINCO PAÍSES CAPITALISTAS
Gran Bretaña
(A)
(B)
Estados Unidos
(A)
(B)
Alemania
(A)
(B)
Francia
(A)
(B)
Japón
(A)
(B)
Electricidad
Vehículos a Motor
Ácido Sulfúrico
1870-1879
1870-1929
1900-1910
1900-1959
1900-1910
1920-1969
1870-1879
(C)
1870-1879
1820-1929
1880-1889
1900-1959
1900-1910
1910-1959
1870-1879
(C)
1870-1879
1870-1959
1900-1910
1900-1969
1900-1910
1920-1969
1870-1879
(C)
1870-1879
1870-1959
1920-1929
1900-1969
1900-1910
1920-1979
1945-1950
(C)
1900-1910
1900-1969
1920-1929
1920-1959
1930-1939
1930-1979
1930-1939
(C)
(A) Período en el que la magnitud de la tasa de expansión es máxima.
(B) Período durante el cual el sector es considerado líder para la industria nacional.
(C) El sector no ha conseguido peso suficiente como para desempeñar un rol de líder.
Fuente: Según W. W. Rostow. op. cit, cuadros V-2, V-7, V-10, V-13 y V-19, pp.379, 393, 400, 407 y 422 Citado por Beaud,
Michel: Historia del Capitalismo. Op.cit. pág. 187.
La organización de los procesos económicos, principalmente los industriales, sobre la base de la
matriz “tayloriana” de división del trabajo, se “internacionalizará” de manera desigual por todas las
estructuras de la economía mundial, la cual conocerá, desde entonces, una segunda matriz productiva,
ésta última funcionará simultánea y paradójicamente entre 1920 y 1990, en espacios territoriales y
sistemas político-ideológicos rivales y en pugna, en el ámbito de las relaciones internacionales y del
sistema internacional.
En efecto, en los EEUU, desde 1900 en los frigoríficos de Chicago, y luego en los años 20, y sobre
todo con el “New Deal” de la administración del Presidente Franklin D. Roosevelt, el capitalismo
norteamericano recuperará vigor y crecimiento institucionalizando el método Taylor, que tuvo un
enorme suceso en la industria del acero, fundamentalmente, la automovilística, donde el empresario
Henry Ford, aplica dicho método e implanta la “semana de los cinco dólares”1. Así nacerá lo que se
denomina el método “Taylor-fordista” o círculo virtuoso del crecimiento (del producto y del consumo),
y distribución (del ingreso), o, más precisamente, un crecimiento económico basado en la expansión
simultánea y paralela de los sectores productores de los bienes de producción y aquéllos que producen
los bienes de consumo2.
Una de las más importantes razones del desarrollo de la economía del capitalismo norteamericano y
de su ascenso en la jerarquía de la economía mundial fue, desde 1920, la implantación y extensión del
modelo taylor-fordista en prácticamente todos los sectores de su sistema productivo.
1
Con ella se aplicaba un viejo principio teorizado ya desde Malthus, retomado por Keynes en esos años: las crisis de realización sólo pueden superarse si,
al mismo tiempo en que se incrementa la oferta, se crea un poder de la compra que permita un consumo relativamente proporcional al del producto
realizado. (explicar la semana de 5 dólares en Ford)
2
Citar 78 Boyer y otros
29
En Europa Occidental, Inglaterra, Francia, pero sobre todo, en la vencida Alemania (en la guerra de
1914-18), es que el taylorismo en comunión con el totalitarismo hitleriano y nazista podrá sostener e
impulsar el notable crecimiento y el armamentismo de la economía del Tercer Reich1.
En Rusia, en los albores de la Revolución bolchevique, Lenín, en 1913, luego de asistir a un
seminario en un instituto de ingenieros en la ciudad de San Petersburgo, denuncia en el diario Pravda,
al taylorismo como “(...) un sistema científico destinado a someter al obrero a las peores condiciones
de trabajo (...)”2; pero ya en el poder, en 1918, frente a la contrarrevolución pro-zarista, al
hostigamiento de los imperialismos occidentales y a las necesidades de implementar la economía
socialista, su juicio sobre el taylorismo cambia; y, en su trabajo “Las tareas inmediatas del poder”,
Lenín sostiene que “(...) la tarea que incumbe a la república socialista soviética se puede resumir así:
debemos introducir en Rusia, el sistema Taylor, a la americana, de la productividad del trabajo,
acompañándolo de la reducción de la jornada de trabajo (...)”3. En, y desde, 1930, frente a los magros
resultados de la N.E.P y de la alianza entre el Partido Bolchevique con los pequeños propietarios
agrícolas, es que la URSS de Stalin, se lanza en la gran industrialización, base del notable crecimiento
económico de la economía soviética en esta fase.
En América Latina, la crisis de los años 30 fue enfrentada por los gobiernos y las élites de entonces,
mediante la industrialización sustitutiva de importaciones. La creación de una oferta interna (industrial
y agrícola) fue posible gracias al proteccionismo arancelario, al intervensionismo estatal y al desarrollo
del taylorismo en la producción de la incipiente industrialización.
Como consecuencia de la “gran fractura” el sistema productivo mundial se dislocó y los circuitos
comerciales y financieros tejidos en las fases anteriores, se desarticularon: entre 1913 y 1945 el
producto mundial sólo creció el 1,8%, y, el comercio internacional un 1% (contra 2,2% y 4,2% entre
1870 y 1913, respectivamente).
Desde 1945, bajo las condiciones y el equilibrio geopolítico pactados entre la URSS y los EEUU, se
inicia un excepcional período de expansión económica, que beneficia, fundamentalmente, a las
economías capitalistas, en menor medidas a las estatales, y al emergente “Tercer Mundo”.
PESOS RESPECTIVOS DE LOS “TRES MUNDOS” EN LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL Y EL
COMERCIO MUNDIALES (en %)
Mundo Capitalista
Total
(Sólo USA)
Parte en la Producción Industrial
1936-1938
1963
1971
Parte en el Comercio Mundial
1938
1948
1963
1971
Mundo Colectivista
Total
(Sólo URSS)
Tercer
Mundo
76
62
61
(32)
(32)
(33)
19
29
26
(19)
(19)
(16)
5
9
13
64
59
63
68
(10)
(16)
(11)
(13)
1
5
12
10
(1)
(2)
(5)
(5)
35
36
25
22
Fuente: W.W. Rostow, op.cit, cuadros II-2 y II-8, págs. 52, 53 y 74. Citado por Beaud, Michel. “Historia del Capitalismo” op, cit, pág. 26
1
Al respecto puede leer: Bettelheim, Charles. “L’Economie allemande sous le nazisme”. Tomo I y II. Ed. François Maspero. Petite collection Maspero.
París. Francia. 1971. Cuidado rever el año de edición.
Citado por Beaud, Michel: “Le Socialisme à L’Épreuve de L’Histoire ”. Ed. ...... Paris. France. 1982. págs. 106 y 107.
3
Véase: Lenin, Les Paysans, Taylor. Ed du S…. París. France. 1978. Citado por Beaud, Michel: Le socialisme à L’Epreuve de L’Histoire. 1800-1981.
Primera edición.
Ed. du S…. París. France. 1982. páginas 107 y 108.
2
30
La prosperidad (el crecimiento de posguerra) fue la más fuerte que se haya registrado
históricamente en el espacio económico del mundo: el producto mundial creció a una tasa de 5%, y, el
comercio a casi el 10% entre 1945 y 1975. El crecimiento se basó fundamentalmente en el aumento de
la productividad del trabajo vivo y, en menor medida, en la de los bienes del capital fijo a disposición
de cada trabajador. En los EEUU, Europa Occidental y Japón –ambos en plena reconstrucción–, en la
URSS y sus aliados del Este europeo, y, en la vasta gama de países del “Tercer Mundo”, el Taylorfordismo, o taylorismo “sanguinario”, o “Taylor-fordismo periférico”1, mostró su eficacia para
organizar los recursos, animar la acumulación y sostener el crecimiento económico de posguerra.
En un contexto de crecimiento económico en los “tres mundos”, nace la “Economía del
Desarrollo”. En el ámbito de las ideas económicas, el pensamiento keynesiano se impone, claramente,
sobre el neoclásico, y se difunde, triunfalmente, en la Academia, e impregna el discurso las élites
políticas y sociales de entonces.
En el orden bipolar, otra gran crisis y trastorno no parecen tener probabilidades de acontecer. Aquí
en la Tierra, las superpotencias vigilan férreamente sus territorios y zonas de influencia. La URSS
invade Hungría (1954), Checoslovaquia (1968), Afganistán (1980) para controlar y frenar los
movimientos libertarios y anti estatales. Los EEUU, desde fines de los años 60, se deslizan en la larga y
costosa guerra de Vietnam que perderán, definitivamente, en 1974; en Latinoamérica, a través de los
misiles de Cubas, se enfrentan con la URSS2; sostienen el golpe militar: en Brasil (1964), Uruguay y
Chile (1973), y en Argentina (1976); acontecimientos políticos que no pudieron ser evitados por el
esfuerzo que los EEUU intentaron en la región por medio de la “Alianza para el Progreso” que el
entonces presidente, John F. Kennedy, lanzó en la década de los 603.
Mientras las superpotencias compiten y se enfrentan, apenas transcurridos unos años después de
haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, el 18 de abril de 1951, mediante el Tratado de París,
Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y la República Federal de Alemania crean la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero; en 1957, con el Tratado de Roma, constituyen la
Comunidad Económica Europea (C.E.E), y en 1962, ponen en marcha la Política Agrícola Común.
Envueltos en una guerra económica, geopolítica e ideológica sin cuartel, en todos los confines del
planeta, los “grandes” reafirman la bipolaridad y el orden pactado en las Conferencias de Casablanca,
Teherán y Malta, lo que quedo demostrado cuando la URSS, para impedir el pasaje de los alemanes del
Este al Oeste, edificó el muro de Berlín, en 1962 (12-13 de agosto), cobrando total vigencia la frase que
en 1946 pronunció Winston Churchill: “(...) una cortina de hierro se instaló en Europa (...)”4
1
Sobre las diversas modalidades que asumió, y/o asume, la “mundialización del taylorismo y del fordismo”, se puede ver: Lipietz, Alain: Mirages et
Miracles. Problèmes de l’industrialisation dans le Tiers Monde. Ed: La Découverte. Paris. France. 1985.
2
A fines del período de gobierno del Presidente Eisenhower, cubanos residentes en Estados Unidos, apoyados por el gobierno y la Agencia de Inteligencia
(CIA) decidieron invadir y derrocar el novel gobierno revolucionario encabezado por Fidel Castro. La invasión en la Bahía de Cochinos (abril de 1961) fue
un proceso militar y político, la tensión ruso-norteamericana volvió a exacerbarse, sobre todo que, Fidel Castro, en represalia de esa operación, se declaró
“(...) Marxista-Leninista hasta el fin de mis días (...)”. La guerra fría se localizó definitivamente en nuestro continente, cuándo a fines del verano de 1962,
los norteamericanos tomaron conocimiento y conciencia, que en Cuba, los rusos estaban instalando plataformas para operar y lanzar misiles de alcance
intermedio. Luego de un bloqueo (la cuarentena) a Cuba, y de intensas negociaciones, la crisis se desactivó, cuando los soviéticos aceptaron desmontar
dichas instalaciones y los Estados Unidos desecharon invadir Cuba. (Tomado de: Documentos de la Historia. Editorial El País. Montevideo-Uruguay.
Tomo II 1958-1998, pág. 36)
3
El 13 de marzo de 1961, el Presidente de los EE.UU. anunció ante la Sociedad Interamericana de la Prensa una serie de propuestas de su gobierno hacia
América Latina, que llamó “La Alianza para el Progreso”. Sus principales compromisos eran: a) canalizar durante una década 20.000 millones dólares para
ayudar al desarrollo de la región, b) apoyo a la industrialización y diversificación de sus explotaciones, c) modernización del sector agrícola y realización
de reformas agrarias, d) expansión de la infraestructura física: energía, transporte y comunicaciones, e) promoción del desarrollo social: vivienda, salud y
educación, f) la modernización de las universidades, g) creación de sistemas nacionales de desarrollo científico y tecnológico, h) establecimiento de
Oficinas Nacionales de Planificación, i) apoyo a la integración regional, j) estudio caso por caso, de medidas para estabilizar los precios de las
exportaciones primarias en América Latina. Tomado de: Enrique Iglesias “Reflexiones sobre el Desarrollo Económico”. Hacia un nuevo Consenso
Latinoamericano. Ed. B.I.D. New York. 1992. Pág. 8
4
Ver fuente
31
La guerra fría se intensificó. La misma no sólo se libra aquí, en la Tierra, sino que también se
desarrollará en el Espacio: el 1º de octubre de 1957, la URSS pone en órbita el primer satélite artificial
(el Sputnik) con un ser no humano (la perra Laika); el 12 de abril de 1960, el cosmonauta Yuri Gagarin
es el primer ser humano en dar una vuelta a la Tierra en 180 minutos. Los EE.UU. replican
rápidamente: luego de fracasado el viaje suborbital de Alain Sheppard (12 de mayo de 1960), los
norteamericanos organizan su estrategia tecnológica y espacial a través de las misiones Mercurio y
Apolo; en 1962, John Glenn logra dar tres vueltas alrededor de la Tierra; y, en 1969, Neil Armstrong y
Edwin Aldrin pisan la Luna...
Hacia 1970, en las “grandes economías”1, luego de 30 años de crecimiento sostenido del producto,
del empleo y de la inversión, se inicia la “estan-inflación” (estancamiento con inflación); el gobierno de
los Estados Unidos, dirigido por el entonces Presidente, Richard Nixon, envuelto en el escándalo del
caso Watergate2, pacta con los rusos dos tratados de limitación de armas estratégicas y la creación de
un programa espacial común (el Apolo-Soyuz). En 1972, el presidente Nixon viaja a China y se
entrevista con el líder Mao Tse-Tung. En ese mismo año, frente al déficit de la balanza comercial
americana –que se ha iniciado en los años 60–, a la existencia de una suma considerable de dólares
fuera de los EE.UU, y, al aumento del precio del petróleo, el gobierno de Richard Nixon decreta la
inconvertibilidad del dólar y su devaluación.
El rompimiento de uno de los mecanismos clave del orden bipolar y de la estabilidad del
crecimiento económico de post-guerra (los Acuerdos de Breton Woods), dio señales claras de que otra
vez la crisis (económica, política, ideológica), se instalaba en la agenda de los Estados y de los
organismos internacionales. Pero, en los EE.UU y en las principales capitales del capitalismo
desarrollado, las nuevas generaciones, que crecieron con la paz bipolar y en la prosperidad económica,
manifestaron su descontento y su aspiración a “una nueva y mejor vida”, pretensiones simbolizadas en
las 34 jornadas del mayo francés (1968), y en los tres días y dos noches que, en una granja cercana a la
localidad de Bethel, al norte de Nueva York, la generación “hippies” organizó el festival de
Woodstock.
Del otro lado de la “cortina de hierro”, luego de reprimir y controlar la “primavera de Praga” –que
aspiraba en conciliar socialismo y libertad en Checoslovaquia–, en 1968, en 1974, el gobierno de la
URRSS expulsa a Alexander Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura (1970), y, uno de los pocos
sobrevivientes de los trabajos forzados y de los campos de concentración (el Gulag), donde los críticos
y opositores al régimen soviético purgaban su condena.
Como a fines del siglo XIX, en el último tercio del siglo XX, el capitalismo, y ahora también el
estatismo, muestran signos evidentes de bloqueo en su reproducción social, y un período de crisis y
mutación se inaugura para los sistemas económicos y para la humanidad: del capitalismo industrial al
de la información y del conocimiento, de la Era de la propiedad a la del Acceso. Es la cuarta fase o
período en la evolución de la economía mundial.
1
Barou, Yves y Keizen, Bernard: Les Grandes Economies. Ètats Unis, Japón, Allemagne Fèderale, France, Royaume Uni, Italie. Ed.: Du Seuil. París.
France. 1984
2
El 17 de junio de 1972, en Washington, la policía descubrió que en la sede del Partido Demócrata se habían instalado micrófonos. Dos periodistas,
Woodward, Bob y Bernstein, Carl del diario Washington Post, iniciaron una larga, tenaz y eficaz investigación periodística que puso al descubierto una
operación política, dirigida desde la Presidencia, destinada a violar las libertades fundamentales de los ciudadanos: redactadas las “listas de los enemigos”,
se intervenían sus teléfonos sin orden judicial, grupos clandestinos de seguridad violaban la libertad individual o la privacidad de la información, etc.
Frente al aumento de las denuncias, la Casa Blanca, organizó un grupo de asesores jurídicos y ordenó que algunos presuntos testigos, confundieran, y/o
ocultaran información a la justicia. La creación de una Comisión Investigadora senatorial y el nombramiento de un Fiscal Especial para ese caso, y frente al
inminente juicio político y su destitución, el 8 de agosto de 1974, Richard Nixon, fue el Primer Presidente de los EE.UU. en renunciar al cargo. Lo sucedió
su vice-presidente, Gerald Ford. Tomado de: Documento de Historia. Ed. País. Tomo II (1958-1998). Montevideo-Uruguay
32
El cuarto período (1980-2010), se caracteriza por lo que podríamos llamar “la gran mutación del
capitalismo y el cambio civilizacional”1. Sobre este período se puede y debe leerse los siguientes
textos, entre otros:
- Arce Gustavo: El Capitalismo de la Sociedad de la Información. Capítulo 1, págs. 9 a 38. En: La
Sociedad de la Información. Ed. FCU. Montevideo. Uruguay. 2001.
- Arce Gustavo: El Orden Tecnológico Mundial y los Desórdenes Monetarios en la Primera Década
del Siglo XXI. (Ponencia presentada en las Terceras Jornadas Académicas de la Licenciatura en
Relaciones Internacionales, en su vigésimo quinto aniversario: “Las relaciones Internacionales en el
Siglo XXI”. Facultad de Derecho. UdelaR. Junio 2010). Ver en la web de la licenciatura.
1
Arce, Gustavo: El Capitalismo de la Sociedad de la Información. Capítulo 1, Págs. 9 a 38. En: La Sociedad de la Información. Ed. FCU. Montevideo.
Uruguay. 2001. Y también, Arce, Gustavo: El Orden Tecnológico Mundial y los Desórdenes Monetarios en la Primera Década del Siglo XXI. (indicar
web)
Descargar