IIII C CO ON NG GR REESSO OD DEE LLA AA ASSO OC CIIA AC CIIÓ ÓN N EESSPPA AÑ ÑO OLLA AD DEE C CIIEEN NC CIIA ASS D DEELL D DEEPPO OR RTTEE ““H A C I A L A C O N V E R G E N C I A E U R O P E A ” HACIA LA CONVERGENCIA EUROPEA” LOS RETOS PARA LA GESTIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE EN EL ÁMBITO MUNICIPAL Luis Cervera Torres Juan A. Mestre Sancho Fundación Deportiva Municipal Valencia Introducción El deporte, competencia atribuida legislativamente a los entes locales, ha tenido una implantación rápida en nuestra sociedad, apenas dos décadas, si bien no siempre considerada al mismo nivel que otros servicios deportivos prestados por las Corporaciones locales. La Carta Europea del Deporte para Todos, de 1976) en su artículo tercero afirma claramente que el deporte, por ser uno de los aspectos del desarrollo sociocultural, debe ser tratado, en los mismos ámbitos local, regional y nacional, conjuntamente con otros campos donde intervienen decisiones de política general y una planificación: educación, sanidad, asuntos sociales, equipación del territorio, protección de la naturaleza, artes y actividades de ocio. El propio Consejo de Europa, en la Conferencia de Ministros europeos responsables del Deporte, celebrada en mayo de 1984 en Malta, considera expresamente que la escala local es la más adecuada para evaluar las necesidades de la colectividad en materia de deporte y que la forma más económica de satisfacer dichas necesidades es establecer una cooperación entre las autoridades y organizaciones nacionales y locales, tanto públicas como privadas. El deporte local hizo su aparición íntimamente unido al concepto de «deporte para todos», cuyo objetivo era, y es, el hacer accesible los beneficios del deporte al mayor número posible de personas. Competencias deportivas en el Régimen Local, 2000 La Constitución española «garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica plena. Previamente en su artículo 43.3, como se sabe, se menciona de una manera expresa la educación física y el deporte: «Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización del ocio». El derecho administrativo, a partir del texto constitucional, recoge la autonomía que goza el municipio para el desempeño de sus cometidos, entre éstos el deporte y la actividad física. Ante todo hay que referir la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local (Ley 7/1985) que desde su primer artículo recoge esta autonomía para la gestión de sus competencias propias: « 2.1. Para la efectividad de la autonomía garantizada constitucionalmente a las Entidades locales, la legislación del Estado y la de las Comunidades Autónomas, reguladora de los distintos sectores de acción pública, según la distribución constitucional de competencias, deberá asegurar a los Municipios, las Provincias y las Islas su derecho a intervenir en cuantos asuntos afecten directamente al círculo de sus intereses, atribuyéndoles las competencias que proceda en atención a las características de la actividad pública de que se trate y a la capacidad de gestión de la Entidad Local, de conformidad con los principios de descentralización y de máxima proximidad de la gestión administrativa a los ciudadanos». Por lo que se refiere a sus competencias genéricas, corresponde a los municipios, en tanto que Administraciones públicas (art. 4.1), entre otras, las potestades reglamentaria y de autoorganización, las potestades tributaria y financiera, y la potestad de programación y planificación, debiendo las Entidades locales actuar de acuerdo con los principios de eficacia, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la 1 Ley y al Derecho (art. 6). Dos son los artículos en los que se refieren e incluyen cuáles son estas competencias de los Municipios: «25.1. El Municipio, para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus competencias, puede promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal. 2. El Municipio ejercerá, en todo caso, competencias, en los términos de la legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas en las siguientes materias: (...) d) Ordenación, gestión, ejecución y disciplina urbanística;... parques y jardines, (...); m) Actividades o instalaciones culturales y deportivas; ocupación del tiempo libre; turismo (...). 26.1. Los Municipios por sí o asociados deberán prestar, en todo caso, los servicios siguientes: (b) En los Municipios con población superior a 5.000 habitantes, además: Parque público, (...). c) En los Municipios con población superior a 20.000 habitantes, además: ...instalaciones deportivas de uso público y matadero. (...)». A partir de esta Ley 7/1985, durante 1986 se aprobaron un conjunto de Reglamentos, algunos, por su interés, seguidamente recogidos: • Texto Refundido de las Disposiciones Legales Vigentes en Materia de Régimen Local. Real Decreto Legislativo 781/1986, de 18 de abril. Establece en su articulo 1.1) que para «el cumplimiento de sus fines, los Ayuntamientos, en representación de los Municipios, las Diputaciones u otras Corporaciones de carácter representativo, en representación de las Provincias, y los Consejos y Cabildos representantes de las Islas, tendrán plena capacidad jurídica para adquirir, poseer, reivindicar, permutar, gravar o enajenar toda clase de bienes, celebrar contratos, establecer y explotar obras y servicios públicos, obligarse, interponer los recursos establecidos y ejercitar las acciones previstas en las Leyes». Insistiendo en ello el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales (R.D. 2568/1986, de 18 de noviembre), en su artículo 3.1. Más delante de aquel texto legislativo, se hace una breve mención al ámbito deportivo cuando en el artículo 199, referido a las tasas como ingresos municipales, se dice que los Ayuntamientos podrán establecer tasas: a) Por la utilización privativa o por el aprovechamiento especial de bienes o instalaciones de uso público municipal. b) Por la prestación de servicios o la realización de actividades de la competencia municipal, que beneficien especialmente a personas determinadas o, aunque no les beneficien, les afecten de modo particular, siempre que, en este último caso, la actividad municipal haya sido motivada por dichas personas, directa o indirectamente. Entendiendo –en el artículo 212– como comprendidos en este último apartado 199, b), los servicios y actividades siguientes:16. Casas de baños, duchas, piscinas e instalaciones municipales análogas. 28. Cualesquiera otros servicios o actividades, siempre que se den las circunstancias previstas en el artículo 199, b). • Ley 30/1992, de 26 de noviembre. Régimen jurídico de las administraciones publicas y del procedimiento administrativo. Ley profundamente modificada por la Ley 471999, de 13 de enero. Articulo 2. Ámbito de aplicación. 1. (...) c) Las Entidades que integran la Administración Local. 2) Las Entidades de Derecho Público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de cualquiera de las Administraciones Públicas tendrán asimismo la consideración de Administración pública. (...). Artículo 3. Principios generales. 1. Las Administraciones públicas sirven con objetividad lo intereses generales y actúan de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización y coordinación, con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y al Derecho. Igualmente, deberán respetar en su actuación lo principios de buena fe y de confianza legítima. 2. Las Administraciones públicas, en sus relaciones, se rigen por el principio de cooperación y colaboración, y en su actuación por los criterios de eficacia y servicio a los ciudadanos. (...) Aproximación a los modos de gestión en la Administración Pública La legislación administrativa establece los distintos modos de gestión de los servicios públicos locales a partir de la dualidad, gestión directa o indirecta (en algún momento se ha contemplado una tercera, intermedia, la gestión mixta): «Los servicios públicos locales, 2 incluso los ejercidos en virtud de la iniciativa pública prevista en el artículo 86 de la Ley 7/1.985, de 2 de abril, podrán ser gestionados directa o indirectamente. Sin embargo, los servicios que impliquen ejercicio de autoridad sólo podrán ser ejercidos por gestión directa». Si bien, y motivado por la autonomía de gestión que goza el municipio, la legislación no determina la aplicabilidad más conveniente de cada uno de los posibles modos de gestión en función de la tipología de los servios (con excepción de determinados servicios que sí determina la Ley su modo de gestión). La aplicación de distintos modos de gestión deportiva, en cada caso, debe obedecer exclusivamente a unos principios, recogidos en este texto, cuya búsqueda debe ser el argumento que guíe la adopción de uno o de otro modo de gestión en la Administración pública local. La Ley de Contratos de las A.P., por su parte, habla claramente del «contrato de gestión de servicios públicos» indicando que la Administración «podrá gestionar indirectamente, mediante contrato, los servicios de su competencia, siempre que tengan un contenido económico que los haga susceptibles de explotación por empresarios particulares. En ningún caso podrán prestarse por gestión indirecta los servicios que impliquen ejercicio de la autoridad inherente a los poderes públicos». Necesidad de un cambio Es evidente que la sociedad de 2000 no es la sociedad de comienzos de los años 80, en la cual surgió la vía municipal del Sistema Deportivo. Los municipios actuales son muy diferentes de lo que eran hace dos décadas. Las necesidades y las exigencias ciudadanas poco tienen que ver con las de hace veinte años. Como consecuencia, el nivel de prestaciones y de servicios que se están ofertando a través de las Corporaciones locales, también debe resultar muy diferente. Por el contrario, una cierta indefinición en cuanto a las competencias municipales, recogidas en la legislación Administrativa local, persiste; como ha podido verse. Otras entidades son quienes están perfilando y dando contenido a la función de los Municipios, de las Corporaciones locales, en materia deportiva. Entre ellas, de forma fundamental la F.E.M.P. pero también la propia Administración pública, Diputaciones, Cabildos, los mismos Municipios; e igualmente otras entidades deportivas quienes con su esfuerzo han contribuido a conformar una estructura competencial y de gestión que ha propiciado la consolidación de este sistema participativo y vía municipal del deporte. Con todo, es necesario dedicar esfuerzos por estudiar e investigar cómo ha evolucionado el deporte promovido por las Corporaciones locales y cuál es su futuro. Máxime cuando en el momento actual asume tanta responsabilidad y tanto peso en el panorama deportivo en nuestra sociedad actual. Las estrategias utilizadas durante estos años (aún sin su consideración como tales) no pueden seguir vigentes, aunque solamente sea por el hecho de que hace veinte años el deporte municipal era inexistente y hoy en día los SDM se encuentran inmersos en la casi totalidad de los acontecimientos deportivos de todo tipo. Es el momento de cambiar aquellas estrategias y emplear otras acordes a la situación actual. No puede admitirse que dentro de otros veinte años sigan desarrollándose un deporte municipal bajo los mismo parámetros actuales (que ya vienen de antaño) y se mantenga el mismo progresivo incrementado de instalaciones, programas, etc. y, por lo tanto, de presupuestos, en la misma proporción que lo han hecho en estas dos décadas pasadas. Es casi seguro que nuestros municipios no lo podrán asumir; pero sobretodo, también es casi seguro que no necesitarán un esfuerzo tan grande como han desarrollado en estos veinte años pasados en los que el sistema deportivo local era muy incipiente. Aplicación de nuevas estrategias en la gestión del deporte municipal Tras esta andadura que comenzó con una gran incertidumbre, estimamos que ha llegado el momento de realizar una evaluación reflexiva acerca del proceso seguido durante este período, como elemento que permita enfocar el modelo deportivo que se desea y 3 pretende en el futuro, y sobre todo, se puede acometer, desde la propia estructura municipal y desde sus presupuestos. Reflexión que debería efectuarse sobre la base de que las Corporaciones locales, en lo que a deporte se refiere: • No van a poder seguir creciendo indefinidamente, ofreciendo cada vez mayor número y una más amplia gama de servicios deportivos. No resultará, por tanto, adecuado seguir crecimiendo, sino que deberán buscarse actuaciones selectivas que beneficien (no perjudiquen) a los demás sistemas deportivos locales. • No pueden emprender acciones que puedan minimizar el asociacionismo deportivo (oferta privada sin ánimo de lucro o privada de carácter público) tan necesario social y deportivamente; ni tampoco pueden acoger, como una prestación propia, el deporte de competición, como tal generalmente entendido. Por el contrario, sí debe ser una pretensión generalizada de las Corporaciones locales su fomento y apoyo, fundamentalmente a lo que al asociacionismo se refiere y, consecuencia de estas acciones, del deporte de competición, en las formas posibles y convenientes. • No pueden, tampoco, llevar a término actuaciones susceptibles de llegar a menoscabar la iniciativa privada en materia deportiva, en referencia a la puramente privada. Como consecuencia estudiar el mercado y acotar competencias. Seguidamente es necesario utilizar en toda su amplitud la legislación en materia de régimen administrativo y de contratos de las Corporaciones locales y aplicar la forma de gestión más conveniente a cada caso, tanto para obras como, sobre todo, para la puesta en funcionamiento y desarrollo de los servicios deportivos, de ocio y tiempo libre; sin descartar fórmulas que acojan a ambas. Conviene recordar los principios legislativos que deben imperar en el servicio de los intereses generales, ya expuestos cuya búsqueda propicia la posibilidad de contemplar distintos modos de gestión del deporte. • No deberán seguir erigiéndose como elementos de gestión de una tan variopinta gama de equipamientos, ofertas de servicios, programas, modalidades, etc. deportivos. Conocer las posibilidades de cada municipio y delimitar el ámbito de sus actuaciones y consiguiente oferta, actual y de futuro, debe ser una exigencia inmediata. • No resulta conveniente, desde la perspectiva de sus competencias legales y el punto de vista de una gestión eficaz, seguir asumiendo la organización y patrocinio de la casi totalidad de los eventos deportivos, nacionales e internacionales, del deporte de elite y espectáculo. Máxime cuando llevan asociado el pago de importantes cuotas, además de los gastos inherentes a dichas organizaciones. Con el concepto de difundir la localidad, o una nueva instalación construida... los municipios se disputan la organización de estos eventos deportivos con unos costos muy altos para los Ayuntamientos, que a veces hasta sobrepasan sus propias posibilidades. Llega el momento de tender a organizar únicamente eventos que tengan un verdadero interés para el desarrollo del deporte local; reduciendo costos, porque es posible que se esté entrando, en algunos casos, en el terreno de verdaderos «despilfarros». • No resultan admisibles actuaciones siguiendo criterios distintos de los estrictamente planificados. Deben, por tanto, fundamentar su gestión deportiva en una sólida planificación de sus actuaciones y en la adopción de las estrategias necesarias que la faciliten. • Como servicio público que son, deben «producir» servicios en consonancia con las necesidades sociales, deportivas en este caso, y con los recursos que cuenta. La calidad de la gestión, de los equipamientos y de cada una de las prestaciones tiende a convertirse, en consecuencia, una exigencia de primera magnitud. La calidad del servicio en todos sus desempeños y situaciones, deberá ser un pilar de la gestión deportiva local como norma. • En tanto que servicios públicos que tienen a la persona como medio y fin, a la vez que como organismos que gestionan los bienes públicos, requieren equipos humanos, técnicos y de gestión, altamente cualificados y con las titulaciones exigibles. Lo que hace años podía resultar admisible ante la falta de especialistas en gestión deportiva, la situación actual exige la conformación de plantillas altamente especializadas y capaces, en consonancia con la responsabilidad, humana y social, que asumen los Servicios deportivos municipales, en los que la salud humana es el foco de interés principal. 4 • Deben, finalmente, comenzar a acometer un concepto global del deporte local. Los Servicios deportivos municipales seguirán siendo los entes propiciadores de una vía deportiva específica y concreta, pero a su vez la Corporación local deberá empezar a conformar actuaciones que respalden, apoyen, fomenten la totalidad del deporte que tiene lugar, o pueda llegar a tenerlo, en el marco de su término municipal. Consideraciones sobre la gestión indirecta y motivos que la propician El deporte ha evolucionado tan rápidamente y ha crecido de un modo tan espectacular que exige la aplicación de estrategias de gestión que permitan seguir creciendo, estabilizarse o ralentizar este crecimiento, en función de las expectativas de futuro en cada caso. La tendencia parece decantarse hacia la aplicación de modos de gestión indirecta en aquellas instalaciones, servicios deportivos o complementarios que así se estime. Debe tenerse presente el artículo constitucional que expone que la Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización desconcentración y coordinación con sometimiento pleno a la ley y al Derecho. Y también la Ley de Procedimiento Administrativo, que siguiendo su propio articulado «...será supletoria de las normas que regulan el procedimiento administrativo de las Corporaciones locales y de los Organismos autónomos». De acuerdo a esta Ley la «actuación administrativa se desarrollará con arreglo a normas de economía, celeridad y eficacia». Con todos los principios de gestión apuntados como uno de los soportes fundamentales, los motivos por los cuales la Administración local opta por modos de gestión distintos de la propia gestión directa deportiva, pueden ser muy variados: • El primer motivo es la propia permisividad legal. La Ley no sólo permite la gestión indirecta, sino que establece diferentes opciones para la gestión municipal; unido al goce, constitucional, de autonomía para la gestión de sus intereses. • La no disposición por los Municipios de los recursos económicos necesarios para acometer la prestación directa de determinados servicios, o la construcción y gestión de instalaciones deportivas, lo que aconseja el utilizar alguna de las otras formas de gestión. • No disponer de técnicos cualificados para llevar a cabo e implantar un servicio deportivo o la gestión de una instalación deportiva. Y no disponer de personal cualificado para llevar a cabo la puesta en ejecución de los programas diseñados. • Política (temporal) de utilizar los recursos económicos locales en la construcción de nuevas instalaciones, o su remodelación, dando a gestión indirecta las existentes. • Interés de la Corporación en potenciar la labor deportiva de alguna entidad local, Federación deportiva, club o asociación deportivas, cediéndoles la gestión de instalaciones o equipamientos deportivos específicos. • Interés en potenciar la labor deportiva de entidades locales, clubes o asociaciones deportivas, cediéndoles la gestión de los servicios deportivos de su modalidad. • Accesibilitar, acercar, el uso y disfrute de los bienes y servicios deportivos municipales al vecindario, de acuerdo, entre otras, a la L.R.B.R.L. cuyo artículo 18 dice: 1. Son derechos y deberes de los vecinos: (...) b) participar en la gestión municipal de acuerdo con lo dispuesto en las Leyes... Con lo que la cesión de gestión, en circunstancias muy determinadas, podrá efectuarse a colectivos vecinales. • Profesionalizar y tecnificar la administración y la gestión deportivas. • Invertir situaciones actuales en las que los intereses deportivos de la colectividad se supeditan a otros intereses, ajenos a aquellos. Es decir, aplicar políticas (generalmente transitorias) tendentes a gestionar el cambio. • Y siempre, búsqueda de la «calidad» del servicio público deportivo, debiendo ser éste, sin duda, el principio rector. Cuando este máximo nivel no puede ofertarse por los medios directos deberá recurrirse a los indirectos. Control municipal de la gestión indirecta: La Comisión de Seguimiento 5 La potestad de control municipal sobre sus propios actos resulta evidente. Si el Municipio tiene personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, gestionando con autonomía los intereses propios de la colectividad, la potestad de controlar el desempeño de sus funciones emana de estas potestades. En el desarrollo de las formas de gestión indirectas y, en concreto en lo que a la concesión se refiere, la legislación es mucho más directa cuando dice que la Corporación concedente ostentará una serie de potestades y entre ellas la de «Fiscalizar la gestión del concesionario, a cuyo efecto podrá inspeccionar el servicio, sus obras, instalaciones y locales y la documentación relacionada con el objeto de a concesión, y dictar las órdenes para mantener o restablecer la debida prestación». Puesto que se trata de modos de gestión deportiva municipal, es competencia ineludible de la Corporación el control sobre ellos. Y el control es algo diferente de la evaluación, entendiendo por ésta el balance final, tanto económico, como deportivo, social etc. Es decir la evaluación es el balance último de la Planificación de la Gestión Deportiva. Por control se entiende el seguimiento periódico de la gestión durante su desarrollo, tratando de evitar desviaciones en el transcurso de su ejecución. Un buen control es casi una garantía de una positiva evaluación final. Resulta necesaria la creación de un equipo controlador de la gestión indirecta, integrado por miembros de ambas partes. Este equipo, planificador-evaluador recibirá el nombre de Comisión de Seguimiento; no siendo necesario, en el caso de distintos servicios, crear una Comisión para cada una de ellos. Será el momento de crear un equipo único que controle en su conjunto las realizaciones deportivas del Municipio y, en particular, la gestión de todas y cada una las estructuras que se crean para la gestión de los bienes y servicios deportivos y de los entes responsables de ellas. No resulta gratuito afirmar que el eje que diferencia la gestión privada de bienes o servicios municipales de una gestión indirecta es, precisamente, la existencia de esta Comisión de Seguimiento, de control, o de supervisión. El modo de actuación de esta Comisión deberá figurar en los pliegos de condiciones de la gestión. Precios Públicos Un tema candente en la gestión municipal del deporte es el correspondiente a los precios por el uso y disfrute de las instalaciones y servicios deportivos. De una forma no demasiado afortunada, aunque con la mejor de las intenciones, se comenzó, de una forma muy generalizada, aplicando criterios de gratuidad en estos servicios. Con el tiempo se ha pasado de la gratuidad a los precios políticos. De cara al futuro debe pasarse de los precios políticos a los precios de costo real de cada servicio, o cuanto menos lo más próximo posible. Pero de forma paralela deben aplicarse criterios que garanticen el que las necesidades económicas no sean un obstáculo para la practica física. Debe evitarse la actual tendencia hacia el liderazgo de precios, como simple argumento de ser más económicos que otras ofertas. Tendencia hacia la fidelización mediante la aplicación de ventajas, tipo descuentos familiares, bonos, etc. Bibliografía - ALBI, E. (2000): Público y privado. Un acuerdo necesario, Ariel, Barcelona. - ALONSO GARCÍA, E. (1988): «Las competencias de los entes locales en materia de deporte», en Tratado de Derecho Municipal, dirigido por S. Muñoz Machado, Civitas, Madrid. - FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS (1998): I Encuentro de diputados provinciales de deporte, FEMP, Madrid. - GÓMEZ-NAVARRO, J. 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