La reforma fiscal y la CETU La Contribución Empresarial a la Tasa Única (CETU), que es parte de la propuesta de reforma fiscal, tiene una gran virtud, que a su vez constituye su problema: es un impuesto que afecta a todas las esferas de la economía que utilizan dinero. Con sus dificultades y defectos propiciaría que las empresas y personas físicas con actividad empresarial evadan y eludan su contribución al fisco Juan Ramón Hernández González Profesor investigador del Departamento de Economía, CUCEA. L lunes 20 de agosto de 2007 Una reforma impositiva nunca será sencilla, porque siempre habrá alguien que pague más impuestos que antes. La que realicen debe contener medidas para que los que más tienen contribuyan en proporción mayor al fisco como la industria maquiladora de exportación, pero el resto de los sectores esgrimen argumentos débiles que redundan en que quieren la exención de su actividad o que no aprueben el impuesto. La realidad ofrece un diagnóstico claro: las reservas petroleras, que sustentan más de un tercio de los recursos que gasta el gobierno cada año, han disminuido a niveles tales que en nueve años no habrá más petróleo. Las principales fuentes de evasión y elusión de impuestos son las empresas, las personas físicas con actividad empresarial, y la CETU, con sus dificultades y defectos resolvería en buena parte este problema. Los sectores afectados están en su papel, respetable, peleando porque no les cobren el impuesto y porque les permitan contribuir en menor medida con el fisco. Sin embargo, los argumentos se pierden en una lógica de saltos. Si el gobierno, ejecutivo o legislativo, propone la reforma A, los afectados defenderán las reformas B y C que no fueron tomadas en cuenta. Si el gobierno defiende una reforma como la B, los afectados dirán que la A y la C son mejores y que deberían ser consideradas. El principio de toda política fiscal debe ser la redistribución del ingreso, y el criterio para decidir entre las alternativas de reforma debe ser uno, que no es la eficiencia. La sociedad como un ente deberá estar en una mejor situación después de la reforma que antes. Una reforma impositiva nunca será sencilla, porque siempre habrá alguien que pague más impuestos que antes. La que realicen debe contener medidas para que los que más tienen contribuyan en proporción mayor al fisco. Tal vez no sea aprobada la CETU, pero hay sobre la mesa propuestas que apuntan a este sector específicamente. [ ágora a discusión de la propuesta se ha centrado en la parte de los ingresos en que sobresale la Contribución Empresarial a la Tasa Única (CETU), porque es un impuesto nuevo y de características que merecen un análisis profundo, no solo económico y financiero, sino de justicia y equidad. La propuesta de reforma fiscal que llegó a la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión el 20 de junio, ha creado una serie de polémicas en la sociedad, en diferentes sectores de ingreso, de actividad e incluso entre las instituciones académicas privadas. Esta propuesta contiene cambios y adiciones significativas que se refieren a los ingresos del gobierno, como son la CETU, modificaciones en la Ley del ISR, del IEPS y el Código fiscal de la federación. Los cambios propuestos referidos al gasto, se encuentran en la Ley de coordinación fiscal, en la Ley federal de presupuesto y responsabilidad hacendaria y en la Ley general de desarrollo social. La CETU se pude describir brevemente como una contribución que se hará sobre los pagos a los factores de la producción, el trabajo y el capital. Propone exenciones mínimas en número y en cantidades de dinero, en comparación con el impuesto sobre la renta que opera en la actualidad, y goza además de una simpleza para el cálculo que pocas veces se observa en el sistema impositivo mexicano. Tiene una gran virtud, que a su vez constituye su problema: es un impuesto que afecta a todas las esferas de la economía que utilizan dinero. Por la Cámara de Diputados han desfilado un gran número de representantes de los sectores afectados por la contribución que tiene la virtud de recaudar, en principio, más dinero, además de que obligará a propiciar un estado de equidad nuevo en términos de que empresas y personas que realicen actividades y tengan niveles de ingreso similares, aportarán al fisco sumas de dinero similares. Tiene en contra que afecta actividades hasta ahora exentas, lo que implicaría que la propuesta no sea aprobada de forma rápida. El mencionado desfile prueba que el impuesto no pretende castigar a una actividad específica. Por el contrario, son prácticamente todas. La equidad aumenta las posibilidades de que aprueben la propuesta. La CETU afectará a las empresas cuya estructura se recargue en la mano de obra,