Saludo de Bienvenida a la LXXVI Asamblea Anual de la

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Saludo de Bienvenida a la LXXVI Asamblea Anual de la Asociación de Exportadores de Café de
Colombia- ASOEXPORT
Fernando Tenorio Pardo – Presidente de la Junta Directiva
Señores conferencistas, señores afiliados, apreciados invitados, señores
miembros de los medios de comunicación, señoras y señores,
Como Presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Exportadores de Café
de Colombia- ASOEXPORT, es para mí un placer darles la bienvenida a la
Septuagésima Sexta (LXXVI) Asamblea anual de la entidad.
Quiero agradecer la asistencia de todos ustedes. Reconocemos que los últimos
años han sido difíciles para todos los que vivimos del negocio del café. Nos
encontramos reunidos en un momento en el cual el sector está atravesando por
una de las crisis más profundas de su historia. Por una parte, encontramos como
nuevos competidores en el mercado internacional están ganando participación y
estamos siendo testigos del descontento de algunos participes de la cadena, Por
tanto, es en estos momentos cuando debemos hacer un mayor esfuerzo para
entender los males que nos aquejan y así buscar soluciones que permitan
sobreponernos a los mismos. Situaciones especiales exigen propuestas
novedosas, trabajo para hacerlas realidad, y constancia para llevarlas a feliz
término. Los exportadores queremos contribuir a estudiar estas propuestas,
ofrecer nuestro concurso para implementarlas, y lograr, de manera coordinada con
los demás actores de la cadena, recuperar la posición histórica del café de
Colombia.
Para contribuir a desarrollar estos esfuerzos, hemos invitado a un selecto grupo de
expositores que nos ilustrarán sobre temas que consideramos de la mayor
importancia en nuestra actividad cafetera. En esta oportunidad, hemos escogido
como tema del encuentro académico el de “Volatilidad y competitividad: retos
del café”. Entender estos dos elementos es fundamental para construir nuevas
propuestas que incidan en la sostenibilidad a largo plazo de la industria cafetera
en Colombia.
En primer lugar, todos los participantes de la cadena debemos ser conscientes
que el negocio mundial del café está inmerso en un mercado muy volátil, por la
incertidumbre sobre el futuro de la economía mundial. La supervivencia de la
Unión Monetaria Europea, el estancamiento de algunas de las mayores
economías mundiales, el incremento pronunciado en el desempleo, entre otros,
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hace que exista gran incertidumbre sobre el futuro económico de regiones
completas. Esto se refleja en una altísima volatilidad en los mercados financieros,
donde los precios de los bienes básicos o “commodities” son determinados por
esos mercados. El café no está exento de este incremento en la volatilidad de los
precios. Como cualquier bien básico, el mercado de café tiene una presencia muy
importante de participantes del sector financiero. Estos participantes, que le
generan liquidez al mercado y que absorben riesgos propios de la actividad,
también generan una dinámica diferente, marcada por interconexiones con otros
activos financieros. Las consideraciones de oferta y demanda del café físico pasan
a un segundo plano cuando las consideraciones de riesgo de los administradores
de portafolio toman el café como un activo financiero más. Si bien la importancia
de inversionistas de portafolio en el mercado de café no es cosa nueva, la
volatilidad adicional reciente si lo es.
En segundo lugar, pero no menos importante, son las consideraciones de
competitividad de la cadena del café. Aquí no nos limitamos a los asuntos
únicamente de productividad física del cultivo del café, sino a todos los elementos
de la cadena que permiten que la venta de café de Colombia en los mercados
internacionales siga siendo negocio. Algunos de estos asuntos son comunes a
todos los sectores de la economía colombiana. Para el sector cafetero, los
sobrecostos en el transporte por la deficiente infraestructura de las vías terrestres,
las limitaciones de operación en los puertos y aeropuertos del país y el atraso
tecnológico en las aduanas, sobresalen en la lista de obstáculos comunes.
Enhorabuena, el gobierno nacional está trabajando en todos estos frentes para
incrementar la competitividad del país, Sinembarqo, hay otros obstáculos que nos
atañen en los cuales debemos seguir trabajando.
Para eso, podemos también aprender de experiencias exitosas en otros países y
contribuir de manera importante a fortalecer la cadena en nuestro país, adaptando
algunas de esas lecciones aprendidas por la Corporación Financiera Internacional.
También tenemos experiencias locales exitosas de las cuales podemos extraer
lecciones valiosas: una de estas es el programa “Toma Café”, que cuenta con la
participación de representantes de toda la cadena. El incremento del consumo
interno, un anhelo del sector desde hace muchos años, contribuye de manera
importante a la competitividad de la cadena del café.
Así mismo, contaremos con una perspectiva de la producción de café en Colombia
en el mediano plazo, este enfoque es de gran utilidad para la elaboración de
presupuestos de las empresas de toda la cadena, lo cual, permite dimensionar el
uso de todos los recursos, mejorando nuestra competitividad en toda la cadena.
Tener los elementos técnicos para reducir la incertidumbre sobre el suministro de
café de los próximos años, permite mitigar riesgos. En mercados internacionales
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tan volátiles, esta reducción de riesgo es bienvenida. Si contamos con mayor
certidumbre en el suministro de café, el sector puede optimizar el uso de sus
recursos, volviéndose más competitivo.
Así, con esta agenda académica, Asoexport quiere contribuir a la discusión sobre
la sostenibilidad de la cadena del café en Colombia. Como lo hemos demostrado,
consideramos que esta sostenibilidad debe ser integral: económica, ambiental y
social. Los exportadores privados estamos comprometidos con una caficultura de
largo plazo, con eslabones fuertes que puedan superar momentos de crisis como
la actual. Por eso, proponemos que sigamos trabajando en mejorar la calidad de
nuestro producto. Y así como la volatilidad en el precio de los bienes básicos no
es deseable, las variaciones en calidad del producto tampoco lo son. Minimizar las
variaciones en calidad no solo asegura la demanda por el producto sino que le
permite recibir primas en el precio que hacen más rentable, y por ende, sostenible
económicamente, la producción de café en Colombia.
Antes de concluir, quiero hacer un llamado a la unidad de toda la cadena en
Colombia. En ocasiones anteriores, hemos tenido diferencias que nos han
distanciado, pero la situación actual no permite que perdamos tiempo y esfuerzo
ahondando estas diferencias. Por el contrario, este es el momento en que todos
los actores de la cadena trabajemos conjuntamente para que el café de Colombia
recupere el terreno perdido en años recientes. Queremos ser “parte de la
respuesta”, pero también queremos seguir haciendo preguntas. Esta dialéctica,
enmarcada en el respeto, es la que permite encontrar consensos que sean
benéficos en el actual momento para todos. Solo así resolveremos los grandes
interrogantes que plantea la caficultura en Colombia. Si logramos trabajar
conjuntamente en mejorar la competitividad de la cadena, podremos seguir
ofreciendo oportunidades rentables para todos los participantes.
No quiero finalizar sin antes recordar a dos grandes hombres del café
recientemente fallecidos: Gustavo Gaviria González y Salim Janna Tello. El
primero, participe de la fundación de ASOEXPORT, hombre público, patriarca
exportador, industrial. El segundo, gran empresario, visionario, exportador y líder
en el tema de cafés especiales de Colombia. Me honra estar en el cargo que ellos
ocuparon, desde donde le prestaron grandes servicios al sector cafetero. Una gran
pérdida para el país y el sector. Hemos querido rendirles un sencillo homenaje en
este evento, donde, en diferentes momentos, ellos propusieron, discutieron e
implementaron propuestas para lograr posicionar el café de Colombia.
Muchas gracias,
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