Debate abierto en el Consejo de Seguridad sobre “Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales” Embajador Luis Almagro 19 de enero de 2015 Sra. Presidenta, ¡Qué enorme satisfacción verla a usted presidiendo el Consejo de Seguridad en la sesión de hoy! ¡Qué enorme honor es estar aquí y haber sido invitado a participar en esta sesión que usted preside! Asimismo, le agradezco por haber convocado este debate abierto sobre seguridad y desarrollo. Le agradezco particularmente por su declaración (S/PRST/2015/3), que contribuye a consolidar la interdependencia entre los tres pilares del sistema de las Naciones Unidas: los derechos humanos, la paz y la seguridad, y el desarrollo. Asimismo, deseo agradecer las presentaciones del Secretario General, Excmo. Sr. Ban Ki-moon, de mi queridísimo amigo, Antonio Patriota, —tengo el honor de estar sentado de él nuevamente— y de la Sra. Laymah Gbowee por sus relevantes aportes. No hay duda de que el desarrollo inclusivo, en un sentido amplio, se vincula con la agenda de prevención de conflictos y con la consolidación de la paz. La estabilidad política, la gobernabilidad democrática y la integridad territorial de los Estados son condiciones para generar desarrollo y factores que en consecuencia contribuyen a la prevención de conflictos. Insisto en ese principio por el cual gobernamos y cooperamos internacionalmente. Si bien cada Estado es responsable de su propio desarrollo, la cooperación internacional complementa los esfuerzos nacionales dirigidos a la construcción de cada vez más derechos para cada vez más gente, de fortalecer capacidades humanas e institucionales para el logro del desarrollo integral e inclusivo. Permítaseme referirme a la Carta Social de las Américas, acordada en el marco de la Organización de los Estados Americanos, que establece las bases para el desarrollo inclusivo con equidad en el hemisferio americano y que pone el énfasis en el respeto a los derechos humanos, la inclusión y la no discriminación, como pilar básico del sistema. Esta visión, compartida en otros foros de la región, como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC, ha contribuido a mantener nuestro espacio regional estable y libre de conflictos. La importancia de la inclusión —social, religiosa, territorial, nacional, étnica, de género, económica y cultural— es para gobernarnos mejor, es el paradigma de la democratización, es relevante en la consolidación de la estabilidad política y de la gobernabilidad democrática, a su vez bases fundamentales para la preservación y construcción de la paz. Cada vez que excluimos o que no nos ocupamos de la discriminación de una persona o un grupo o una clase social empobrecemos nuestra convivencia y deterioramos nuestras sociedades. Pero fundamentalmente somos injustos. La consolidación de la paz, como objetivo a largo plazo es una tarea transversal que debe comenzar en las primeras fases de las operaciones de mantenimiento de la paz, por ejemplo. Es importante que el Consejo de Seguridad considere las vías para acentuar la dimensión del desarrollo y del respeto de los derechos humanos en los mandatos de las misiones de mantenimiento de la paz. El Uruguay, como uno de los principales contribuyentes de tropas en estas misiones, ha experimentado en el terreno, el fuerte impacto positivo que tiene la construcción de sociedades más fuertes, inclusivas y resilientes. Reconocemos la importancia de una visión política en clave de derechos para la solución de conflictos. Nuestras sociedades no son más ricas sino a través de la promoción, observancia y reconocimiento de la plena vigencia de todos los derechos económicos, sociales y culturales. Nuestras sociedades no pueden ser más desarrolladas sin la más plena vigencia de los derechos civiles y políticos esenciales para la consolidación de la democracia y el estado de derecho. Del mismo modo, el logro de sociedades más justas y estables depende de la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos. El Uruguay como candidato a ocupar un asiento de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad por el período 2016-2017, expresa su compromiso con este enfoque amplio que vincula el desarrollo inclusivo con el mantenimiento de la paz y la seguridad. Nuestro desarrollo pasa por la reducción de la pobreza y la eliminación de la indigencia; la inclusión de todas las personas en el sistema educativo y el acceso universal a los servicios de salud; la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos de participación a través de su empoderamiento; el reconocimiento de los derechos a las personas que desean contraer matrimonio con individuos de su mismo sexo; y la posibilidad de que las personas discapacitadas alcancen una vida plena en todos los ámbitos, incluyendo el laboral, entre otros. La mejor sociedad se basa en observar, en promover los derechos de cada niño o niña, de cada mujer, de cada minoría, de cada refugiado, de cada persona víctima de la violencia, de cada opción sexual. Consideramos que el Consejo de Seguridad debería contribuir a través de su trabajo, coordinado con otras agencias de las Naciones Unidas en el terreno, a la transformación de las situaciones posconflicto en ambientes que promuevan el desarrollo y la estabilidad a largo plazo. Es imperativo que los principales órganos de las Naciones Unidas efectúen contribuciones significativas al bienestar de las poblaciones y tengan un impacto genuino en situaciones que han estado en su agenda por décadas. Que nuestros estándares de respeto y vigencia de derechos, sean cada vez más altos. Muchas gracias.