Ejercicios de estimulación temprana en casa Si utilizas este material por favor cita al boletín electrónico Brújula de compra de Profeco (www.profeco.gob.mx) La Lic. Paty Fernández del Busto, Directora del programa Gymboree en México, propuso algunos ejercicios y juegos sencillos para realizar en casa con el bebé durante su primer año de vida, los cuales son adaptables a las necesidades de cada niño y familia Enfatizó que el mejor momento para compartir el juego con el bebé es cuando haya pasado un tiempo razonable después de sus alimentos, sobre todo si son ejercicios de movimiento. De 0 a 3 meses De 3 a 6 meses De 6 a 9 meses De 9 a 12 meses De 0 a 3 meses Durante los primeros tres meses el bebe comienza a tener control sobre sus propios movimientos, especialmente en la cabeza; manifiesta interés por todo lo nuevo y comienza a utilizar sus manos para intentar alcanzar objetos que sean de su interés para explorarlos. Con una mascada. Tomar dos orillas de una mascada y sacudirla frente al bebé, luego pasarla por todo su cuerpo, en un principio de forma lenta para después hacerlo cada vez más rápido. Esta actividad ofrece al bebé una experiencia táctil suave, la cual le ayudará a conocer su cuerpo, y al mismo tiempo, le proporcionará una experiencia visual por el color de la mascada y el movimiento. Con una pelota. Amarrar un listón a una pelota y sostenerla del otro extremo del listón. Acostar al bebé boca arriba y mostrarle la pelota, moviéndola despacio de un lado a otro, de arriba a abajo y en forma circular. Es importante ponerla cerca de sus pies para que la sienta. Esta actividad favorece el seguimiento visual de un objeto en movimiento y al poner la pelota cerca de sus pies estimulará el pataleo. Con una toalla. Colocar al bebé en una toalla grande sobre el piso, un adulto se hinca sujetando un extremo de la toalla mientras que otro sostiene el extremo opuesto para mecer suavemente al bebé como si fuera una hamaca. Cantarle mientras se mece, luego bajar la toalla hasta tocar levemente el piso y ahí mecerlo para que perciba una nueva sensación. Así, el bebé se relaja y beneficia su equilibrio; al escuchar el canto estimula su área auditiva. Con el cuerpo. Acostar al bebé boca arriba, tomar sus piernas desde las pantorrillas y moverlas haciendo bicicleta. Después tomar ambas piernas para doblarlas y estirarlas juntas. Al realizar estos ejercicios se debe tener cuidado de no levantarle las nalgas. Este ejercicio ayuda al bebe a fortalecer sus músculos de las piernas y a eliminar gases. Foto: Cortesía de Acty Gym. De 3 a 6 meses En esta etapa los movimientos comienzan a ser deliberados, planeados y coordinados. El bebé toma los objetos abriendo toda la mano; a pesar de que aún no esta preparado para gatear hace un gran esfuerzo para desplazarse. Es necesario estimular la relación entre la vista y el oído, además, se debe empezar a fortalecer los músculos del abdomen y espalda. Con una mascada. Enrollar la mascada y tomarla de ambos extremos, se debe mover en línea recta hacia al bebé, adelante y atrás, motivándolo a que la agarre. En cuanto la sujete con ambas manos, es recomendable que se mueva la mascada de arriba abajo, adelante y atrás. Esta acción favorece la coordinación ojo-mano, así como la fuerza muscular en sus brazos Con la pelota. Acostar al bebé boca abajo sobre la pelota; sujetarlo firmemente de la cadera y mecerlo suavemente hacia delante y atrás; otra persona debe colocar un muñeco frente a él con el fin de motivar el seguimiento visual. Esta actividad favorece su equilibrio y le proporcionará fuerza en torso y brazos. Con la toalla. Acostar al bebé boca arriba sobre la toalla, su cabeza debe estar cerca de la persona que lo cuida en esos momentos; darle un paseo en línea recta y en zig-zag. Este ejercicio se debe repetirse, pero ahora el bebé debe acostarse boca abajo, en esta ocasión su cabeza debe estar lejos del adulto. Con este paseo ofrece al bebé experiencias sobre dirección y velocidad. Con el cuerpo. Al bebé se le toma de las manos para que realice los siguientes movimientos: Estirar sus brazos hacia fuera y juntarlos al centro, doblarle los codos y hacerlo girar frente al pecho, estirar un brazo sobre su cabeza y el otro extenderlo al costado, alternadamente. Cada uno de estos movimientos se debe repetir varias veces. Estos entrenamientos le proporcionarán al bebé fuerza muscular y elasticidad. Foto: Cortesía de Acty Gym. De 6 a 9 meses Con la mascada. Sentarse frente a bebé y cubrirle la cabeza con la mascada, para preguntarle ¿dónde está?, es necesario darle tiempo para que se descubra, si no lo hace, hay que descubrirlo con una gran sonrisa. Ahora la Mamá o el Papá deben cubrirse e invítalo a quitarle la mascada. Esta actividad favorece su área cognoscitiva por la relación causa–efecto, el lenguaje y la coordinación ojo-mano. Con la pelota. Sentarse frente al bebé y ofrecerle la pelota, motivándolo a que se estire y la tome con ambas manos. Una vez que lo haga, solicitarle que la devuelva y vuelva a repetir el ejercicio. Después poner música de fondo y golpear suavemente la pelota que él abraza, llevando un ritmo e invítalo a golpear con usted. Estos ejercicios le ayudan a trabajar el área social y auditiva, así como la relación causa-efecto. Con la toalla. Enrollar la toalla y colocarla bajo su abdomen, de tal manera que se levante y se coloque en posición de gateo. Poner frente a él un objeto atractivo que lo motive a alcanzarlo. Así fortalece sus brazos y piernas, además fomenta el equilibrio. Foto: Cortesía de Acty Gym. De 9 a 12 meses A esta edad se encuentra permanentemente ocupado en gatear, pasear y experimentar con todo lo que tiene a su alrededor. Además, de que en el proceso de pensamiento se adelanta a la acción y reacción de las cosas. Con latas, cajas y recipientes. Darle al niño un cucharón de plástico o madera y motívalo a golpearlos para que escuche el sonido que cada material produce. Esta actividad puede ir acompañada por música de fondo. Este ejercicio estimula el área auditiva, la coordinación ojo-mano y la relación causa-efecto. Con la toalla. Si gatea, enrollar la toalla para formar un obstáculo entre él y un objeto a alcanzar. Si ya se para, ayudarlo a cruzar el obstáculo tomándolo de las manos. Además de la solución de problemas, el ejercicio ayuda a la coordinación y el equilibrio. Con la mascada. Meter un extremo de la mascada dentro de un tubo de cartón (papel higiénico) y motivar al niño a jalar los extremos, si sujeta ambos al mismo tiempo encontrará resistencia; si lo hace sólo de un lado, la mascada saldrá. Se debe motivar al bebé a meter la mascada nuevamente al tubo, lo que le favorece en la coordinación de movimientos y la soluciones de problemas. Foto: Cortesía de Acty Gym. Por otra parte, para reforzar los ejercicios es recomendable utilizar música de diferentes ritmos. Es importante mantener contacto visual con el niño, platicarle y cantarle, acostumbrarlo desde pequeño a estar boca abajo, porque esta posición es básica para el gateo; darle el tiempo suficiente para que responda a cada ejercicio y que los repita varias veces, debido a que la repetición es básica para el aprendizaje. El papel que juegan los padres en la estimulación temprana es de suma importancia, porque posibilitan que el niño vaya recibiendo múltiples experiencias a través del juego, el cual es el mejor método de enseñanza para los niños. Asimismo resulta favorable que dichos ejercicios, los pueda desarrollar en el mejor ambiente, como lo es el familiar.