competencia. resoluciones que ponen fin al juicio contencioso

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223758. . Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo VII, Enero de 1991, Pág. 178.
COMPETENCIA. RESOLUCIONES QUE PONEN FIN AL JUICIO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO PREVISTO POR EL CODIGO FISCAL DE LA FEDERACION,
SOLO PUEDEN DARSE DESPUES DE ADMITIDA LA DEMANDA. Conforme al actual
texto de los artículos 107, fracción V, de la Constitución General de la República, 158 de la
Ley Reglamentaria del Amparo, y 44, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, corresponde a los Tribunales Colegiados conocer de los amparos que se
promuevan "Contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
sea que la violación se cometa durante el procedimiento o en la sentencia misma". Tocante a
la segunda categoría, el artículo 46, tercer párrafo, de la aludida ley que reglamenta el juicio
constitucional, precisa que tales resoluciones son aquéllas que sin decidir el juicio en lo
principal, lo dan por concluido, y respecto de las cuales las leyes comunes no concedan
ningún recurso ordinario por virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas. En la
exposición de motivos de la iniciativa del Decreto de reformas y adiciones, entre otros, del
artículo 107, fracción III, inciso a), y fracción V, primer párrafo, e inciso b), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la
Federación de diez de agosto de mil novecientos ochenta y siete, se expresó: "... se propone la
reforma del inciso a) de la fracción III del artículo 107 para que el amparo proceda contra
sentencias definitivas o laudos, como se encuentra en el precepto vigente, pero además
respecto de resoluciones que pongan fin a los juicios que se ventilen ante tribunales
judiciales, administrativos y del trabajo, pues la experiencia forense ha demostrado que
existen resoluciones que ponen fin al juicio sin que constituyan sentencias definitivas o
laudos; resulta contrario a la economía procesal que si la resolución pone fin al juicio, se deba
recurrir a un amparo indirecto, cuando para efectos del amparo dichas resoluciones tienen la
misma entidad que las sentencias definitivas o laudos. Se propone la reforma del primer
párrafo de la fracción V, y de su inciso b) así como una adición de un párrafo final a la propia
fracción V, pues esta fracción se refiere al amparo directo contra sentencias definitivas o
laudos, a efecto de incluir las resoluciones que pongan fin al juicio, por las razones ya
invocadas; y para que de dichos amparos conozcan los Tribunales Colegiados de Circuito,
por involucrar normalmente problemas de legalidad. De acuerdo al primer párrafo de la
fracción IX del propio artículo 107, las resoluciones que en materia de amparo directo
pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito son recurribles ante la Suprema Corte de
Justicia si deciden sobre la inconstitucionalidad de una ley o establecen la interpretación
directa de un precepto de la Constitución ...". En el dictamen de las Comisiones Unidas
Primera de Gobernación y de Puntos Constitucionales de la Cámara de Senadores, que fue la
de origen se consideró: "... se incluyen también en la iniciativa reformas y adiciones al
artículo 107 de nuestra Constitución, que consisten en lo siguiente: 1o.- Se reforman el inciso
a) de la fracción III y la fracción V en su primer párrafo y en su inciso b), para hacer
procedente el amparo contra cualquier resolución que ponga fin al juicio, sea o no una
sentencia definitiva o un laudo. Esta modificación aparece como correcta, dado que existen
resoluciones jurisdiccionales que, sin tener el carácter de sentencias o laudos, resuelven en
definitiva la controversia y ponen fin al proceso. La manera de combatir estas resoluciones ha
sido la de acudir al amparo indirecto. La iniciativa señala que en atención a la economía
procesal y dado que las mencionadas resoluciones tienen efectos equivalentes a las sentencias
definitivas o a los laudos, debe proceder contra ellas el amparo directo, lo cual parece
pertinente a estas comisiones ...". En el dictamen de la Comisión de Justicia de la Cámara de
Diputados, se expresó: "... y por último por lo que respecta a la reforma al artículo 107 en la
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fracción III y en la fracción V, se adiciona el término (resoluciones que pongan fin al juicio).
Con esta reforma se introduce un nuevo caso de procedencia del juicio de amparo directo, ya
que hasta la fecha éste sólo procedía contra sentencias definitivas o laudos definitivos, pero
no contra resoluciones definitivas, por lo que actualmente para hablar de amparo directo es
necesario que previamente haya una sentencia o un laudo definitivos, sin embargo, en
muchas ocasiones en los juicios que se siguen ante tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo, se dictan resoluciones que tienen el mismo efecto de una sentencia definitiva, es
decir, resuelven el juicio sin posibilidad posterior de remedio alguno. Con las reformas se
quiere que resoluciones de una misma naturaleza cuenten con el mismo procedimiento de
defensa y con eso hacer menos técnico el juicio de amparo, en beneficio de quienes acuden a
interponer sus demandas de amparo ante los tribunales de la Federación". Como se observa,
en la iniciativa de que se trata, se explicó que la reforma constitucional propuesta, en la parte
que aquí interesa, obedecía a que la experiencia forense ha demostrado que existen
resoluciones que ponen fin a los juicios que se ventilan ante los tribunales judiciales,
administrativos y del trabajo, sin que constituyan sentencias definitivas o laudos, y que
resulta contrario a la economía procesal que si la resolución pone fin al juicio, se deba
recurrir al amparo indirecto, cuando para efectos del amparo dichas resoluciones tienen la
misma entidad que las sentencias definitivas o laudos. Esto es, se reiteró el concepto "juicio"
y se dio como razón la economía procesal para combatir resoluciones que se consideran de la
misma entidad. En el dictamen de las comisiones correspondientes de la Cámara de
Senadores ya se habló de las resoluciones jurisdiccionales que, sin tener el carácter de
sentencias o laudos, resuelven en definitiva la controversia y ponen fin al proceso, y se
convino con las razones de economía procesal por los efectos equivalentes de las
resoluciones mencionadas. En el dictamen de la Comisión de Justicia de la Cámara de
Diputados, se dijo que con la reforma propuesta se quería que resoluciones de una misma
naturaleza cuenten con el mismo procedimiento de defensa y con eso hacer menos técnico el
juicio de amparo, en beneficio de quienes acuden a interponer sus demandas de garantías ante
los tribunales de la federación, sin hacer mayor consideración sobre este último aspecto. Por
todo lo anterior, para determinar si el acto reclamado es o no una resolución que pone fin al
juicio, sin ser una sentencia definitiva o un laudo, es ineludible referirse al concepto "juicio".
Sin embargo, este concepto se encuentra estrictamente vinculado, desde el punto de vista
teórico, con otros conceptos jurídicos: procedimiento, proceso, controversia (estos dos
mencionados en el dictamen de las comisiones de la Cámara de origen), litigio, conflicto de
interés, litis contestatio, relación jurídica procesal ... y todos ellos han sido definidos de
diferentes maneras por los distintos procesalistas, según las diversas corrientes del
pensamiento jurídico y escuelas, y en función de la etapa histórica a que se refieren. Inclusive
se ha discutido si los tradicionales conceptos procesales deben aplicarse al derecho procesal
administrativo. Los legisladores mexicanos tampoco han sido unánimes en los sistemas de
codificación. Concretamente en lo que atañe al juicio contencioso administrativo que prevé el
Código Fiscal de la Federación, según lo dispuesto por el artículo 197 del mismo Código,
resulta aplicable en la materia que aquí se trata, el artículo 71 del Código Federal de
Procedimientos Civiles. Este último artículo, en su contenido integral, precisa que el juicio o
litigio se inicia con la admisión de la demanda, de donde se concluye que específicamente en
el contencioso administrativo en materia federal, una resolución que ponga fin al juicio, sin
decidirlo en lo principal, sólo podrá darse después de admitida la demanda y, por exclusión,
que una resolución que confirma el desechamiento de la demanda o la decisión de tenerla por
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no interpuesta, o bien una resolución que desecha el recurso de reclamación interpuesto
contra un auto que, a su vez desechó la demanda o la tuvo por no interpuesta, son
resoluciones dictadas fuera de juicio y, por ende, cuando se reclaman en un juicio de
garantías, es de la competencia de los juzgados de Distrito, conforme al artículo 114, fracción
III, de la Ley Reglamentaria del Amparo.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
TERCER CIRCUITO.
Amparo directo 26/90. Marco Antonio Gutiérrez Lagunes. 3 de octubre de 1990. Unanimidad
de votos. Ponente: Filemón Haro Solís. Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.
Amparo directo 30/90. Jorge Acevedo Quezada. 15 de agosto de 1990. Unanimidad de votos.
Ponente: Tomás Gómez Verónica. Secretario: Juan Manuel Villanueva Gómez.
Amparo directo 28/90. Fianzas Atlas. 29 de junio de 1990. Unanimidad de votos. Ponente:
Tomás Gómez Verónica. Secretaria: Celerina Juárez Cruz.
Amparo directo 14/90. Argollas Diamantadas, S.A. de C.V. 25 de abril de 1990. Unanimidad
de votos. Ponente: José Manuel Mojica Hernández. Secretario: Luis Enrique Vizcarra
González.
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