Instituto de Seguros Sociales / INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES

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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO – Instituto de
Seguros Sociales / INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES – Prestación
de servicios médicos / PRESTACION DE SERVICIOS MEDICOS – No se
probó la deficiente prestación del servicio médico / HISTORIA CLINICA
– Ausencia
La Sala no encuentra probada la ocurrencia del hecho que se imputa a la
administración. En efecto, al proceso fue aportada la fotocopia auténtica de
la historia clínica de la paciente elaborada por la Fundación Valle de Lilí,
correspondiente al período en que esta Institución le brindó atención, sin
embargo, en relación con la prestación de los servicios médicos que le
dispensó el Instituto de Seguros Sociales no existe información alguna ni
prueba idónea – historia clínica - a través de la cual se pueda verificar cuáles
fueron los diagnósticos iniciales, tratamientos recibidos, complicaciones
presentadas, en fin, el historial que enseñe cuál fue la atención recibida por
la demandante cuando consultó por la dolencia de la que inicialmente
conocieron los médicos de la institución. En principio, la anterior
circunstancia se debe esencialmente al incumplimiento de los deberes
procesales que le son exigibles a la entidad pública en condición de
demandada, pues a pesar de haber sido solicitada la prueba referida por
parte de la autoridad judicial que conoció de este proceso en primera
instancia, no fue posible obtener el documento, aún encontrándose en su
poder. Lo anterior puede constituir claramente una falla en la prestación del
servicio; el hecho según el cual un prestador de servicios de salud no
elabora una historia clínica de manera ordenada, precisa, veraz y que
aunado a ello no la administra eficientemente para que el acceso a ella por
parte del paciente o de cualquier autoridad que la requiera sea efectivo,
realmente se torna irregular, sin embargo, esa falla no guarda ninguna
relación causal entre el daño que se imputa a la autoridad administrativa y el
hecho que lo produjo. La omisión en el envío del documento indicado, a
pesar de haber sido solicitado y de encontrarse en poder de la entidad
demandada, constituye un indicio en contra del Instituto de Seguros Sociales
pero que no es suficiente para derivar responsabilidad de dicha entidad.
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO – Instituto de
Seguros Sociales / INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES – Prestación
de servicios médicos / HISTORIA CLINICA APORTADA POR LA
FUNDACION VALLE DE LILI – No puede modularse sistemática y
armónicamente con otras pruebas para probar la responsabilidad del
ISS / JUNTA DE INVALIDEZ – Valoración oportuna por parte del Instituto
de Seguros Sociales / INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES - Remisión
ordenada para que la patología o posible complicación presentada por
la paciente fuera atendida en la Fundación
RESPONSABILIDAD DEL ISS – No se probó
Valle
de
Lili
/
De otra parte, la historia clínica allegada al proceso por la Fundación Valle de
Lilí, único registro sobre la atención clínica dispensada, no puede modularse
sistemática y armónicamente con otras pruebas que permitan realizar una
labor de valoración y ponderación de la prueba a partir de un hecho indicador
que conduzca a una conclusión respecto de los supuestos fácticos que
sirven de fundamento a las pretensiones de la demanda y dentro del proceso
no existe prueba alguna a partir de la cual pueda construirse un indicio en
relación con la ocurrencia del hecho dañoso; así, en el dictamen médico
legal que fue decretado como prueba y que pudo ser utilizado como un
medio del cual se derivara un hecho indicador, no se determinó nada
precisamente por falta de información que permitiera al experto emitir un
pronunciamiento válido y sustentado con fundamento en hechos ciertos; no
se practicó una valoración para determinar la pérdida de la capacidad laboral
debido a que la parte demandante no efectuó las diligencias necesarias para
que ello se lograra y de esa manera existiera una prueba dentro del
expediente que indicara algo en relación con la disminución aludida. En este
punto resulta necesario señalar que el Instituto de Seguros Sociales fue claro
y oportunamente informó sobre la imposibilidad de ordenar la realización de
una valoración por parte de la Junta Regional de Invalidez, pues bajo las
circunstancias y con el propósito que se requería, se afectaba indebidamente
el presupuesto de la entidad toda vez que dicha valoración únicamente
procede para actos en los que se pretende definir la pérdida de la capacidad
mencionada con fines prestacionales; a pesar de lo anterior, la parte
demandante a quien le incumbía probar el hecho de la disminución, no agotó
otros posibles medios de prueba para demostrar el hecho, simplemente se
limitó a allegar una resolución de reconocimiento de pensión por invalidez,
documento que no puede ser valorado como prueba por haber sido aportado
fuera del término legal previsto para ello. De la prueba testimonial por su
parte, nada puede inferirse en relación con la ocurrencia del hecho dañoso,
pues ninguno de los deponentes tuvo una percepción fáctica directa y por lo
mismo no se genera certeza sobre las circunstancias como se produjo el
daño alegado. Lo único probado dentro del expediente fue la remisión
ordenada por el Instituto de Seguros Sociales para que la patología o posible
complicación presentada por la paciente fuera atendida en la Fundación
Valle de Lilí, acción que en principio denota buena y oportuna atención. En
conclusión no existe ningún elemento de prueba válidamente aportado al
proceso del cual se pueda concluir, sin hesitación alguna, que el hecho
imputable a la administración, por cuya indemnización se reclama, haya
ocurrido como consecuencia de una falla en la prestación del servicio por
parte del Instituto de Seguros Sociales; de tal suerte que la falla alegada
resulta ajena a la administración.
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA
SUB SECCIÓN A
CONSEJERA PONENTE (E): GLADYS AGUDELO ORDÓÑEZ
Bogotá, D.C., veintinueve (29) de septiembre de dos mil once (2011)
Expediente No.:
Actor:
Demandado:
Referencia:
760012331000199502740-01 (19 257)
Tito Tulio Rengifo Aguado y Otros.
Instituto de los Seguros Sociales.
Apelación de Sentencia - Reparación Directa
Resuelve la Sala el recurso de apelación interpuesto por la parte
demandante en contra de la sentencia de 25 de febrero de 2000 proferida
por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, por medio de la cual
fueron negadas las pretensiones de la demanda.
I. ANTECEDENTES:
El señor TITO TULIO RENGIFO AGUADO, las señoras NELY ISABEL YOCUÉ
JIMÉNEZ, YINETH RENGIFO YOCUÉ y la señora ADRIANA RENGIFO YUCUÉ,
quien obra en su propio nombre y en representación de sus hijos menores
LINA MARCELA y DIEGO FERNANDO BEDOYA RENGIFO actuando mediante
apoderado judicial y en ejercicio de la acción de reparación directa,
presentaron demanda en contra de la Nación - Ministerio de Salud y del
Instituto de Seguros Sociales – Clínica Rafael Uribe Uribe, con el objeto de
obtener
la
declaratoria
de
responsabilidad
y
la
consecuencial
indemnización por los perjuicios materiales, morales y fisiológicos que se
afirman irrogados, con ocasión de las secuelas posquirúrgicas sufridas por
ADRIANA RENGIFO YOCUÉ luego de haber sido atendida en la clínica
“RAFAEL URIBE URIBE” del Instituto de Seguros Sociales en Cali (Valle del
Cauca) .
Como pretensiones de la demanda fueron presentadas las siguientes (fol.
20 a 22 C. 1):
DECLARACIONES
“PRIMERA: Declárese a la NACIÓN – MINISTERIO DE SALUD – Y AL
INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES, representados como se dijo atrás,
administrativamente responsables de los perjuicios sufridos por los
señores TITO TULIO RENGIFO AGUADO, NELY ISABEL YOCUÉ JIMÉNEZ Y
YINETH RENGIFO YOCUÉ, mayores de edad y residentes en Cali; y
ADRIANA RENGIFO YOCUÉ, en su propio nombre y en representación de
sus hijos menores LINA MARCELA Y DIEGO FERNANDO BEDOYA RENGIFO,
domiciliados en la misma Ciudad, con ocasión de las consecuencias
que a la citada ADRIANA RENGIFO YOCUÉ le quedaron por razón de las
intervenciones quirúrgicas a que fue sometida en la clínica “RAFAEL
URIBE URIBE” del INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES, de Cali, según los
hechos de la demanda”.
“SEGUNDA: Como consecuencia de lo anterior, condénese a la NACIÓN
– MINISTERIO DE SALUD – Y AL INSTITUTO DE SEGUROS SOCIALES,
representados como atrás se dijo, a pagar a los demandantes por
concepto de perjuicios materiales, fisiológicos con respecto a la señora
ADRIANA RENGIFO YOCUÉ, y morales, en moneda de curso legal en
Colombia los siguientes valores:”
“PERJUICIOS MATERIALES:”
“El monto que se determine en el curso del proceso pericialmente,
teniendo en cuenta el sueldo devengado por la señora ADRIANA
RENGIFO YOCUÉ al tiempo de las intervenciones quirúrgicas, al igual que
su invalidez de carácter permanente”.
“PERJUICIOS FISIOLÓGICOS”
“La suma de dos mil (2.000) gramos oro en favor de la citada ADRIANA
RENGIFO YOCUÉ, según certificado que expida en (sic) Banco de la
República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia.
“PERJUICIOS MORALES:”
“a) .A TITO TULIO RENGIFO AGUADO, padre de ADRIANA RENGIFO
YOCUÉ, un mil (1.000) gramos oro, según certificación que expida el
Banco de la República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia”.
“b).- A NELY ISABEL YOCUÉ JIMÉNEZ, madre de ADRIANA RENGIFO
YOCUÉ, un mil (1.000) gramos oro, según certificado que expida el
Banco de la República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia”
“c).- A YINETH RENGIFO YOCUÉ, hermana de ADRINA RENGIFO YOCUÉ,
un mil (1.000) gramos oro, según certificación que expida el Banco de la
República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia”.
“d).- A ADRIANA RENGIFO YOCUÉ, incapacitada, un mil (1.000) gramos
oro, según certificación que expida el Banco de la República al tiempo
de la ejecutoria de la sentencia”.
“e).- A LINA MARCELA BEDOYA RENGIFO, hija de ADRIANA RENGIFO
YOCUÉ, un mil (1.000) gramos oro, según certificación que expida el
Banco de la República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia”.
“f).- A DIEGO FERNANDO BEDOYA RENGIFO, hijo de ADRIANA RENGIFO
YOCUÉ, un mil (1.000) gramos oro, según certificación que expida el
Banco de la República al tiempo de la ejecutoria de la sentencia”.
“TERCERA: Para el cumplimiento de la sentencia dése aplicación a los
artículos 176, 177 y 178 del Código Contencioso Administrativo”.
2. Los hechos que sirven de fundamento a las pretensiones de la demanda
fueron relatados, en síntesis, de la siguiente forma (fol. 22 a 24 C 1.):
a) En mayo de 1995 la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ fue remitida por
prescripción médica a la clínica RAFAEL URIBE URIBE de Cali donde fue
sometida a una intervención quirúrgica consistente en la extracción de
cálculos de la vesícula. Afirman los demandantes que la señora ADRIANA
RENGIFO no fue atendida oportunamente pese a su estado de gravedad,
de lo cual era conciente el médico jefe de urgencias quien les manifestó
que el retardo en la prestación del servicio médico se debía a la falta de
cirujanos en el establecimiento.
b) Con posterioridad a la intervención quirúrgica, la señora ADRIANA
RENGIFO presentó un cuadro delicado de salud, por lo que el Doctor
CUADROS N., manifestó: “Debe ser que quedó algún calculito, pero con una
posterior endoscopia se le puede extraer”.
Como consecuencia del precario estado de salud, la señora ADRIANA
RENGIFO YOCUÉ fue sometida a dos endoscopias luego de lo cual fue
recluida de nuevo en el INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES para una
segunda intervención relativa a una exploración en las vías biliares ya que
los cálculos se habían regado por el organismo generando un color
amarillento en el mismo.
c) Como consecuencia de las intervenciones quirúrgicas, la señora ADRIANA
RENGIFO YOCUÉ presentó hemorragia interna, razón por la cual fue
sometida a una tercera intervención con el Doctor FRANCISCO ROBERT,
quien le manifestó a sus familiares que “ADRIANA estaba muy mal y que no
podía decir si se recuperaba o no”. Debido a lo anterior, permaneció en
cuidados intensivos donde presentó estados de convulsión, sin que un
médico la atendiera en esos momentos, luego de lo cual fue remitida para
la práctica de algunas radiografías.
Al cabo de varios días la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ fue remitida a la
FUNDACIÓN VALLE DE LILÍ, de Cali donde fue atendida inmediatamente.
d) El doctor MARTÍNEZ N., ,médico de la FUNDACIÓN VALLE DE LILÍ le
manifestó a los familiares de la paciente que “estaba en un estado de
septicemia y que el grado de infección era tal que cuando se presentaba la fiebre
era porque el organismo está contrarrestando la infección y que ella si acaso tenía
fuerzas para respirar”.
e) Según diagnósticos de la FUNDACIÓN VALLE DE LILÍ, la señora ADRIANA
RENGIFO quedó padeciendo encefalopatía metabólica, y por lo tanto
“habla incoherente y con una marcada tendencia al mutismo, desorientada en tres
esferas (tiempo, lugar y persona), con pérdida de la iniciativa para hablar”,
situación que según los demandantes es atribuible a la deficiente atención
que le prestó el INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES constituyéndose una
falla en el servicio.
3. Admitida y notificada la demanda (fol. 32 a 36 C. 1), el Instituto de los
Seguros Sociales contestó dentro del término la misma mediante apoderado
judicial debidamente constituido (fol. 58 a 64 C. 1) quien se opuso a la
prosperidad de las pretensiones de la demanda por considerar que el
Instituto de los Seguros Sociales prestó un adecuado servicio médico,
realizando las intervenciones quirúrgicas en el momento oportuno y llevando
a cabo el procedimiento indicado, siendo las complicaciones que presentó
la paciente atribuibles a razones que escapan a la ciencia médica. En
relación con los hechos afirmó que no le constan y dice atenerse a lo que
resulte probado.
Como argumento de defensa expuso que la prestación del servicio médico
es una obligación de medio y no de resultado, de tal manera que no puede
atribuírsele al prestador del mismo toda complicación que se presente con
posterioridad, lo contrario, sería convertir la prestación del servicio médico
en una obligación de resultado.
servicio
Afirmó además que la prestación del
se hizo con diligencia, cuidado, profesionalismo y que de igual
manera se actuó frente a las complicaciones que presentó la paciente
posteriormente.
Negó la existencia de una falla presunta, pues consideró que la premisa
sobre la cual se funda la presunción quedó invalidada con la actuación
oportuna, diligente y profesional que realizó el Instituto de Seguros Sociales.
En escrito separado, el apoderado del I.S.S., formuló llamamiento en
garantía para que el médico ERNESTO LEÓN CUADROS CUADROS,
respondiera patrimonialmente en el caso de resultar condenada la entidad
por los hechos que se imputan, dicho llamamiento fue aceptado por auto
de 8 de noviembre de 1996 (fol. 61 a 65 y 67 a 69), y una vez notificado,
transcurrió el término de fijación en lista sin que el llamado en garantía
contestara la demanda, ni el llamamiento. (fol. 91 y 92 C.1)
Por su parte, la Nación - Ministerio de Salud, presentó de forma
extemporánea el escrito de contestación de la demanda (fol. 78 a 86 C. 1).
4. El proceso se abrió a pruebas mediante auto de 25 de abril de 1997 (fol.
93 a 96 C. 1). Vencido el período probatorio se fijó fecha para audiencia de
conciliación resultando fracasada y se ordenó correr traslado a las partes
para que presentaran sus alegatos de conclusión mediante auto de 1 de
junio de 1999 (fol. 147 C. 1)
5. Dentro del término para alegar de conclusión, el apoderado de la Nación Ministerio de Salud, expresó que la Historia Clínica que se presentó al
expediente se encuentra incompleta, situación que impide la formación de
una idea clara y verdadera del estado clínico patológico de la paciente
durante su hospitalización y sobre cuál fue su evolución durante los diferentes
procedimientos. Adicionalmente propone que frente a su representada
ningún juicio de responsabilidad puede adelantarse por este específico caso
teniendo en cuenta que el Ministerio no es prestador se servicios y ello
conduce a afirmar que únicamente responde en aquellos casos en los que el
hecho que causa el daño es el resultado del desarrollo de una función
directa vinculada con la prestación del servicio que constitucional o
legalmente se le ha asignado o que haya asumido por su cuenta y riesgo, así,
por los daños causados por el Instituto de Seguros Sociales, empresa industrial
y
comercial
del
estado
con
personería
jurídica
propia,
autonomía
administrativa y financiera, será ella directamente quien deba responder (fol.
148 a 153 C.1).
Por su parte, el apoderado del Instituto de los Seguros Sociales solicitó que se
negaran las pretensiones de la demanda, por considerar que no existió una
falla por deficiencia en el servicio, afirmó que los demandantes no lograron
probar la premisa sobre la cual se edificaba la presunción de falla en el
servicio, como tampoco la relación de causalidad existente entre la presunta
falla y el daño ocasionado, de tal manera que no era posible deducir
responsabilidad del Instituto de los Seguros Sociales (fol. 154 a 159 C. 1)
El representante de la parte demandante indicó que del análisis en conjunto
de las pruebas testimoniales se desprendía que la situación de ADRIANA
RENGIFO YOCUÉ se originó en la primera operación por razón del flujo interno
de sangre, además que las intervenciones no se llevaron a cabo en el
momento oportuno debido a que la Clínica Rafael Uribe Uribe no contaba
con los elementos necesarios para la realización de los mismos, lo que
evidenciaba la falla en la prestación del servicio médico.
La apoderada del llamado en garantía indicó que en primer lugar no se
encuentra
acreditado
que
la
paciente
haya
sido
intervenida
quirúrgicamente por el doctor Cuadros, así como se encuentra probado que
para el mes de mayo del año 1995, el profesional no se encontraba
vinculado a la entidad demandada. Aunado a lo anterior no existen
suficientes medios de prueba que permitan concluir sobre una posible falla
en la prestación del servicio médico quirúrgico porque no es posible verificar
con el documento idóneo, cuáles fueron las condiciones previas del
paciente a la primera cirugía, así como tampoco fue posible saber si en la
cirugía primigenia o en las posteriores se presentaron complicaciones y de
qué tipo etc. En conclusión, solicitó negar las pretensiones en relación con el
llamado en garantía porque no existen fundamentos serios y valederos que
permitan deducir responsabilidad médica del profesional llamado en
garantía. (fol. 161 a 167 C.1)
6. Mediante sentencia de 25 de febrero de 2000, el Tribunal Contencioso
Administrativo del Valle del Cauca negó las pretensiones de la demanda (fol.
172 a 184 C. principal), y mediante providencia de 19 de mayo de 2000, negó
la solicitud de adición o complementación que sobre la sentencia elevó el
apoderado de los actores (fol. 194 C.1). Contra la sentencia fue interpuesto
recurso de apelación por la parte vencida (fol. 187 a 191 y 200 a 201
Cuaderno Principal), siendo admitido por esta Corporación mediante auto
del 7 de diciembre de 2000 (fol. 209 Cuaderno Principal).
7. Mediante auto de 26 de enero de 2001, se corrió traslado a las partes para
alegar de conclusión y al Ministerio Público para que rindiera concepto (fol.
211 C. principal).
El apoderado del Ministerio de Salud manifestó que no debe ser objeto de la
segunda instancia el análisis sobre la responsabilidad de la Nación – Ministerio
de Salud pues considera que el ad-quem debe resolver únicamente en
relación con las razones expuestas por el recurrente en el escrito que
contiene la apelación, lo cual no incluiría la exoneración de responsabilidad
de que fue objeto la Nación – Ministerio de Salud, por falta de legitimación
por parte pasiva. (fol. 212 a 217 C. principal).
Por su parte el apoderado del Instituto de los Seguros Sociales avaló la
sentencia de primera instancia pues considera que a la parte demandante le
faltó acreditar los elementos que estructuran la responsabilidad de la entidad
bajo la teoría de la falla del servicio, pues si bien la falla se presume, no
sucede lo mismo con los demás elementos de la responsabilidad como son el
daño y la relación de causalidad entre la falla y el daño sufrido.
El apoderado de los demandantes guardó silencio.
El agente del Ministerio Público rindió concepto en memorial visible a folios
248 a 263 C.1, solicitó revocar la sentencia de primera instancia y en su lugar
acceder a las pretensiones de la demanda por considerar que dentro del
proceso existen elementos de juicio que manejados con algunos indicios
resultan demostrativos de fallas en la prestación del servicio médico.
II. LA SENTENCIA APELADA:
El Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, negó las pretensiones de la
demanda, así sostuvo:
“En casos como el presente, donde se discute la responsabilidad médica del
ente prestador del servicio Hospitalario, la jurisprudencia ha sido constante en
señalar, que la relación de causalidad, como uno de los elementos
estructurales de la responsabilidad, debe aparecer lo suficientemente
demostrado. Es decir, que respecto de éste elemento fundamental no puede
existir ninguna duda; la prueba de su ocurrencia debe ser contundente”.
(…)
“En este orden de ideas, se tiene que se afirma en el hecho 12 del escrito de
la demanda, que como consecuencia de una inoportuna
y deficiente
atención médica, la señora Adriana Rengifo YOCUÉ, “quedó padeciendo de
encefalopatía metabólica”, lo que se traduce en que hablaba de manera
incoherente y con una marcada tendencia al mutismo”.
“Si bien el hecho anterior, aparece establecido con parte de los documentos
que integran la historia clínica, lo cierto es que, la relación de causalidad
existente entre la enfermedad que padece la citada señora –encefalopatía
metabólica-, y las intervenciones quirúrgicas y atención médica a que fue
sometida en el I.S.S., no fue demostrada mediante prueba científica”.
“Conforme puede observarse, no fue posible la valoración médica por parte
del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, sobre la
responsabilidad médica que le pueda caber al ente demandado, en el
tratamiento quirúrgico a que fue sometida la demandante, puesto que en
forma inexplicable para la Sala, y con relación a la historia clínica,
documento de vital importancia para el esclarecimiento de los hechos, sólo
existe parte de la misma, y esta corresponde a los documentos aportados
con la demanda. De acuerdo con el informe remitido por el I.S.S., “La historia
clínica de la paciente en mención no reposa en el archivo de esta Unidad
Programática”.
“Al no existir historia completa de la paciente en la que conste los
antecedentes, el estado de salud que presentaba al momento de su ingreso
al I.S.S., como también los exámenes practicados día a día y que
determinaron la intervención quirúrgica inicial de ésta; evolución con relación
a la primera cirugía y la razón por la cual hubo de ser sometida a dos cirugías
más en el mismo centro asistencial y finalmente, la causa de las
complicaciones que ameritaron su traslado a la Fundación Valle de Lilí, y en
general, toda la actividad médica y hospitalaria desplegada por la Clínica,
no le es posible a la Sala concluir de manera categórica, que la
“encefalopatía metabólica” tantas veces mencionada, que ha dejado a la
demandante, con una disminución en su capacidad laboral del 80% y en
condiciones mentales como lo narra el libelo, no fue mas que el resultado de
una falla en el servicio, representada en un tratamiento médico inadecuado
y en una atención inoportuna e ineficaz dispensada por la Clínica “Rafael
Uribe Uribe”.
“Lo anterior aparece corroborado con las declaraciones rendidas por los
Doctores Rodolfo Azuero Hermida y Francisco Lázaro Robert Lázaro quienes
son contestes en declarar, sobre la imposibilidad que representa para ellos
emitir cualquier opinión sobre la encefalopatía que aqueja a la Actora, como
también sobre el origen de estas”.
(…)
“En estas circunstancias y al no aparecer acreditado que el daño que
padece la señora Adriana Rengifo YOCUÉ no es mas que el resultado de la
inatención oportuna o de una atención inadecuada o ineficaz por parte del
I.S.S., es claro que la demanda no puede prosperar y así lo declarará la Sala”.
(…)
RESUELVE
“1.- Declárese probada la excepción de falta de legitimación por pasiva de
la Nación –Ministerio de Salud-.
“Como consecuencia de lo anterior, se absuelve a la Nación –Ministerio de
Salud- de todos los cargos formulados en la demanda”.
“2.- No se accede a las pretensiones de la demanda”.
III. EL RECURSO DE APELACIÓN.
El apoderado de la parte actora, dentro del término legal, sustentó el
recurso de apelación, esgrimiendo lo siguiente (fol. 187 a 191 C. principal):
“El
Tribunal,
además,
dio
por
demostrados
los
presupuestos
de
responsabilidad “hechos dañoso” (sic) y daño sufrido por el actor”, no así el
presupuesto “relación de causalidad entre el hecho y el daño”, invirtiendo la
carga de la prueba, cuando dijo: “Mediante las pruebas que obran en el
expediente no se acredita que el I.S.S. fué (sic) negligente en la atención que
debía prestarle a la ya citada paciente”, olvidando claros principios
doctrinales y jurisprudenciales sentados en desarrollo de los artículos 63 y 1604
del Código Civil, según los cuales la comprobación de la diligencia o cuidado
en estos casos incumbe al demandado”.
“Mediante fundamentos que no fueron desvirtuados, expuestos con claridad
y precisión en la demanda y en intervenciones posteriores, los demandantes
imputaron a los demandados, con mayor énfasis al I.S.S. y Clínica “Rafael
Uribe Uribe, de Cali, responsabilidad en las consecuencias gravísimas que
sufrió la señora RENGIFO YOCUÉ con ocasión de las varias intervenciones
quirúrgicas de que fué (sic) objeto, imputación que, pese al criterio un tanto
simplista
del
Honorable
Tribunal,
cuenta
con
respaldo
probatorio
contundente, mereciendo especial mención el testimonio del señor LUIS
HERNANDO RIOS QUINTERO y la Resolución No. 7442 de fecha 25 de
Septiembre de 1.996, mencionada en oficio que firmó el Gerente Seccional
del I.S.S. (folios 44 a 45), por la cual a la señora citada se le reconoció una
pensión de invalidéz (sic) por haber perdido el 80% de su capacidad laboral
por enfermedad no profesional. Y un reconocimiento de esa naturaleza no
puede ser gratuitamente, pero el Honorable Tribunal, como lo comprobará
fácilmente el Honorable Consejo de Estado, no le dió (sic) importancia a esa
prueba y a los aspectos que de ella dimanan”.
(…)
“Con fundamento en qué se dice que la historia clínica está mutilada? (sic)
Dónde está el cotejo de la que obra en autos o la que supuestamente sería el
original? (sic) pero aceptanto (sic) en gracia de discusión que la historia
clínica
está
incompleta,
los
testimonios
de
los
médicos,
analizados
conjuntamente con la copia de la historia clínica, permiten colegir que la
señora RENGIFO YOCUÉ
sí fué (sic) objeto de las intervenciones médicas
reseñadas en los hechos de la demanda y también del tratamiento irregular
que le trajeron las secuelas que dieron lugar a la invaliéz (sic) de por vida,
reconocida por el mismo Instituto. Lo correcto habría sido que el Instituto de
los Seguros Sociales, para corroborar el cargo de malicia que indirectamente
le imputa a la parte demandante, hubiera presentado la historia clínica
completa”.
“Si la historia clínica hubiera sido mutilada los testimonios de los médicos no
habrían sido contestes y circunstanciados. Nótese que ellos señalaron el curso
de las intervenciones con fechas y demás circunstancias demostrativas del
estado de la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ en la Clínica, así: “mayo 18 del
95, 26 de mayo del 95, 10 de julio del 95, 12 de julio, 15 de julio, 24 de julio del
95, 25 de julio, 11 de agosto del 95 y 26 de septiembre de 1.995”, entre otras.
“Todo lo anterior, pués (sic), en conjunto, me lleva a concluir afirmando que
no es exacto que la historia clínica haya sido “mutilada”, y que la que obra
en autos, respaldada por la prueba testimonial, es suficiente para disentir del
criterio del Honorable Tribunal, el que en virtud del recurso, será por fortuna
revisado con suma atención por el Honorable Consejo de Estado,
indudablemente con garantía de una cumplida justicia”.
CONSIDERACIONES
Pretenden los demandantes en el sub iudice que la Nación – Ministerio de
Salud y el Instituto de Seguros Sociales – Clínica Rafael Uribe Uribe de Cali
(Valle del Cauca), sean declaradas patrimonialmente responsables por los
perjuicios ocasionados como consecuencia de las intervenciones quirúrgicas
practicados a la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ, así como las
complicaciones posteriores a éstas, que según los demandantes, causaron
una patología que le significó un estado de invalidez absoluta por la pérdida
del 80% de su capacidad laboral.
V.- Para acreditar los supuestos fácticos de la demanda y de la defensa, se
allegaron los siguientes medios de prueba:
1.- Partida eclesiástica de bautismo correspondiente al señor TITO TULIO
RENGIFO AGUADO, donde consta que nació el 9 de agosto de 1927 y que
es hijo de los señores Juan de Dios Rengifo y Emperatriz Aguado (fol. 3 C.1).
El documento resulta desde la técnica probatoria válido si se atiende el
hecho de que su nacimiento se registró en el año de 1927 fecha en la que
esta función fue adelantada primordialmente por la Iglesia Católica. La ley
vigente de esa época1 dispuso que las partidas de origen eclesiástico
constituían la prueba principal del estado civil de las personas, sólo hasta el
año de 1938 con la expedición de la ley 92 artículo 18, se estableció como
Ley 57 de 1887: “ARTICULO 22. Se tendrán y admitirán como pruebas principales del estado civil,
respecto de nacimientos, ó matrimonios, ó defunciones de personas bautizadas, casadas, ó muertas en el
seno de la Iglesia católica, las certificaciones que con las formalidades legales expidan los respectivos
sacerdotes párrocos, insertando las actas ó partidas existentes en los libros parroquiales” “(…)”
1
prueba del estado civil, las copias expedidas por los funcionarios enunciados
en el artículo 1 de la misma compilación y, como pruebas supletorias, las
partidas eclesiásticas.
2.- Copia auténtica de los registros civiles de nacimiento correspondientes a
las señoras ADRIANA y YINETH RENGIFO YOCUÉ, donde consta que son hijas
de los señores TITO TULIO RENGIFO AGUADO y NELY ISABEL YOCUÉ JIMÉNEZ
(fol. 4 y 6 C.1).
3.- Copia auténtica de los registros civiles de nacimiento correspondientes a
los menores LINA MARCELA y DIEGO FERNANDO BEDOYA RENGIFO, donde
consta que son hijos de la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ (fol. 7 y 8 C.1).
4.- Certificación suscrita por la Jefe del Departamento de Recursos Humanos
del Instituto de Seguros Sociales donde consta que el médico ERNESTO LEÓN
CUADROS, prestó sus servicio como médico especialista en la clínica Rafael
Uribe Uribe de Cali (Valle del Cauca), en calidad de supernumerario entre
julio de 1994 a junio de 1996, con lapsos de interrupción o desvinculación.
(fol. 52 C.1)
5.- Oficio de 31 de julio de 1997 suscrito por el Jefe de la Oficina de
Aseguramiento de la Calidad de la Clínica Fundación Valle de Lilí, por medio
del cual remite al expediente el resumen de la historia clínica y de las
condiciones en las que ingresó a ese lugar la señora Adriana Rengifo Yocué
(fol. 1 a 202 C. 2A):
Se aludirá a las actuaciones que se ejecutaron inmediatamente fue recibida
en la Fundación Valle de Lilí proveniente del Instituto de Seguros Sociales,
pues son las concernientes a la patología que presentaba la paciente y al
tratamiento recibido con posterioridad a los actos de los que se imputan
irregularidades en la atención.

Resumen historia clínica: “RENGIFO YOCUÉ ADRIANA, edad 28 años.
Ingresa desorientada, obedece órdenes sencillas, asiente con la
cabeza, a algunas preguntas, facies inexpresivas, apertura ocular
espontánea, motor normal. Hiper reflexia global, sin signos meningeos.

El abdomen es distendido, sin peristaltismo, sin signos de irritación
peritoneal. Se encuentra taquicardica, polipnéica e ictérica.

Se decide hospitalizar para iniciar estudios y evaluación.

Hoja de inscripción donde consta que ingresó a la fundación Valle de
Lilí el día 24/ 07 /95.

Hoja de resumen médico de egreso donde se lee: Médico C. Ordóñez.
Fecha y diagnóstico de ingreso: 24 /VII/95 peritonitis 3º. Diagnóstico de
egreso: (ilegible) + encefalopatía metabólica. (ilegible) operada de
vesícula
(ilegible).
Le
opero
peritonitis
terciaria.
Presenta
una
encefalopatía metabólica posiblemente por déficit de vitaminas. La
recuperación ha ido bien, afebril, tolera vía oral. (Ilegible).

Hoja de descripción quirúrgica: fecha. 25/VII/95, procedimiento
laparotomía.
Descripción
del
procedimiento:
Laparotomía
exploratoria. Hallazgo: hemoperitoneo +/- 200 c.c. de coágulos. Asas
dilatadas. Páncreas normal. Hígado bazo bien. Múltiples coágulos
(ilegible).
6.- Dictamen pericial rendido el día 11 de septiembre de 1997 por los peritos
contadores designados dentro del proceso quienes consideraron que el daño
material causado a la afectada asciende a la suma de setenta y seis millones
ochocientos ochenta y dos mil doscientos ochenta y un pesos. (fol. 203 a 206
C. 2 A).
7.- Certificación expedida el 21 de agosto de 1997 por el Jefe de Recursos
Humanos del almacén Continental Ltda., donde se indica que la señora
ADRIANA RENGIFO YOCUÉ, trabajo para esa empresa desde el 28 de abril de
1994 hasta el 2 de abril de 1996 y devengaba un salario mensual de ciento
sesenta y cinco mil pesos ($165.000) (fol. 207 C. 2 A)
8.- Dictamen pericial rendido el 18 de agosto de 1998 por el perito forense del
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses donde se informa lo
siguiente (fol. 215y 216 C 2 A):
“(…)”
“…La fotocopia de la Historia Clínica aportada, corresponde a un
tratamiento final basado en antibióticoterapia, control médico y nutricional
con alimentación parenteral, hasta la recuperación del estado general y la
vía de alimentación oral de la paciente, suceso que fue posterior al
tratamiento quirúrgico realizado y que desencadenó los hechos.”
“En la documentación aportada no se registran los eventos previos que
condujeron al tratamiento quirúrgico inicial realizado a la paciente, respecto
a las nuevas intervenciones y al tratamientote las complicaciones suscitadas
y referidas en los resúmenes registrados en la HC. de la Fundación Valle de
Lilí.”
“Los documentos respecto al estudio y tratamiento inicial de la paciente es la
parte principal del proceso, por lo cual se requiere en forma completa y
clara para el análisis de los procedimientos realizados.”
“HISTORIA CLÍNICA FORENSE:”
“No se ha realizado examen actualizado del Estado de Salud de la paciente,
primordialmente un examen neurológico y psicológico, los cuales debe
aportarse con la documentación solicitada en el numeral anterior (4).”
“DISCUSIÓN: Con la documentación aportada no hay suficientes elementos
clínicos que nos permitan establecer la experticia solicitada respecto a
RESPONSABILIDAD MÉDICA en el tratamiento quirúrgico realizado a la señora
Adriana Rengifo Yacué.”
9.- Oficio GSP-157 de 4 de marzo de 1999, por medio del cual el Gerente
Seccional de Pensiones del Instituto de Seguros Sociales informó (fol. 44 y 45 C.
2 A).
“Atentamente me permito manifestarle que hemos recibido comunicación
de la Dirección Jurídica Seccional del Instituto en el cual me solicita que esta
Gerencia remita a la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ a la junta Regional de
Calificación de Invalidez.”
“Sobre el particular considero pertinente hacer las siguientes precisiones: La
asegurada en mención fue valorada por medicina laboral quien le determinó
una pérdida de la capacidad laboral del 80% con fecha de declaratoria de
invalidez del 3 de abril de 1996.”
“Mediante resolución No.7442 del 25 de septiembre de 1996, el Seguro Social
(sic) reconoció pensión por invalidez a la asegurada Adriana Rengifo Yocué.”
“Por lo expuesto la Gerencia de Pensiones no puede remitir a la asegurada a
la Junta Regional de Calificación de Invalidez, debido a que su situación fue
resuelta en forma favorable, la solicitud se hace por circunstancias ajenas a
nuestra competencia; no siendo viable afectar el presupuesto de pensiones
por no conducir al reconocimiento de una prestación económica por
invalidez.”
10.- Oficio No. 383 UCIR RCJ de 30 de julio de 1997 a través del cual, el
Director de la Unidad Central de Información y Registros del Instituto de
Seguros Sociales, informa que el Jefe de Registros Clínicos no halló la historia
clínica correspondiente a la señora Adriana Rengifo Yocué (fol. 2 y 3 C. 4):
“Nota: La historia clínica del paciente en mención no reposa en el archivo de
esta unidad programática. Para la localización de dicha historia es necesario
aportar más datos como: Fecha última consulta, servicio, tipo de consulta (si
es accidente de tránsito o de Trabajo) fecha de egreso de esta clínica. Así
daremos una respuesta definitiva a su solicitud.”
11.- Actas de las audiencias de testimonio vertidos por los médicos Rodolfo
Azuero Hermida y Francesco Lazaro Robert Lazaro, quienes trabajaban el en
Instituto de Seguros Sociales, el primero como Jefe de Urgencias y el segundo
como médico cirujano en la época en que la señora Adriana Rengifo fue
intervenida quirúrgicamente por los médicos de la entidad. Así manifestaron
(fol. 18 a 37):
Rodolfo Azuero Hermida: Sin ver los documentos le puedo manifestar que no,
porque el cargo mío no era asistencial sino administrativo, por ello ante la
pregunta de que si la atendí como médico, la respuesta es no. y mirando los
documentos no encuentro ninguna anotación con mi letra…En el folio 9
encuentro unas ecografías, de una paciente de nombre Adriana Rengifo, al
parecer es de mayo 18 de 1995, donde muestra, la presencia de un cálculo
aparentemente situado en la vesícula. En el folio 10, 11, 12, 13, 14, encuentro
como impresión diagnóstica paciente con encefalopatía hepática, es decir,
una alteración cerebral debido a problemas por alteraciones químicas; en
otros dice encefalopatía metabólica hepática que es igual a la anterior,
pero la causa que produce los problemas en el cerebro, es por el hígado, por
el no buen funcionamiento del hígado; y ponen como una complicación
post quirúrgica de colecistitis, colanguitis, cálculo residual, que todo lo
anterior es una complicación posquirúrgica, más no encuentro historia de la
causa de la consulta inicial, de su evolución ni del tratamiento a que fue
sometida…Con base en la historia clínica, el diagnóstico que siempre hablan
es posterior, a una colescistectomía , es decir sacarle la vesícula, a la citada
paciente, el 26 de mayo de 1995, la complicación al parecer comenzó, con
manifestaciones de ictericia, es decir, de color amarillo en las mucosas y
escleras, ante esto, se le ordenó una colagio retrógrada endoscópica, esto
se hace con instrumental para visualizar la vía biliar y efectivamente, se le
encontró barro biliar…la historia a la que me he referido es de la Fundación
Valle de Lilí, donde se le practicaron los procedimientos o la atención anterior
a que me he referido en esta última pregunta. PREGUNTADO: desde el punto
de vista médico, sírvase informarle al despacho, qué puede causar una
encefalopatía hepática? CONTESTO: No estoy en capacidad de responder
la pregunta, pero, la encefalopatía hepática puede tener muchos orígenes,
como problemas tóxicos hepáticos que alteran la función hepática, como
químicos, tumores, cirrosis. PREGUNTADO: Doctor Azuero, las complicaciones
que de acuerdo con la historia clínica, presenta la paciente Adriana Rengifo,
son consecuencia de fallas en la atención médica al efectuarse la
colicistectomía o por el contrario, son consecuencia del estado que
presentaba la paciente CONTESTÓ: NO sé en qué estado estaba la paciente
cuando se operó. Segundo, las complicaciones que esta paciente ha tenido,
pueden presentarse muy ocasionalmente, pero hay que saber como decía
antes, el estado no solamente del momento del acto quirúrgico, sino saber si
la paciente tiene problemas o antecedentes personales, relacionados con
enfermedades hepáticas previas, con problemas nutricionales previos, con
problemas de metabolismo previos…PREGUNTADO: Es posible, que un
cálculo residual, se pueda extraer con una endoscopia, tal como se afirma
en el numeral 6º de los hechos de la demanda? CONTESTÓ: Sí, si es posible, y
precisamente valga la pena anotar, que es la conducta de elección,
cuando existen los cálculos residuales. Esto nos hace pensar que es una
complicación de este tipo de intervención, que no es poco común.”
Francesco Lazaro Robert Lazaro: “…PREGUNTADO: Teniendo en cuenta los
documentos que se le ponen de presente, sírvase decirnos, si tuvo
conocimiento de las diversas intervenciones quirúrgicas que según los hechos
de la demanda fue sometida la señora Adriana Rengifo Yocué. CONTESTÓ:
La verdad es que me queda difícil decir, porque no encuentro datos en estos
documentos que me ayuden a recordar el caso…Para poderle contestar
esta pregunta yo necesito más datos de la historia clínica, porque parece
que a la paciente se le realizaron procedimientos anteriores a las fechas aquí
citadas, que yo no recuerdo y necesito la historia clínica anterior o previa,
para poderme ilustrar más, porque lo que está aquí no me da para contestar
esta pregunta. La Hoja más ilustrativa es la que está a folio 16, 17 y 18,
parecer ser una remisión o un resumen, pero es muy insuficiente faltan
muchos datos, muchos detalles no me atrevo a lanzar un juicio sobre lo que
se hizo o que debió hacerse, ni mucho menos dar fechas o datos concretos.
Por lo que aquí dice…la paciente estaba enferma de la vesícula. Está claro
que el 26 de mayo de 1995, le hicieron una colescistectomía sin exploración
de vías biliares, es que en ese acto no se realizan procedimientos adicionales
para estudiar o revisar la vía biliar, la vía biliar está conformada por los
conductos hepáticos derecho e izquierdo, estos se unen y forman el
hepático común al que va a desembocar el cístico, desde ese momento
hasta llegar al duodeno recibe el nombre de colédoco, esto conforma la vía
biliar extra hepática, la vesícula desemboca en ella a través del cístico…Es
bueno aclarar que las encefalopatías pueden ser procesos pasajeros, se
presentan y una vez superado el evento que las produjo se mejoran, el
manejo de una paciente es dinámico, hoy puede tener encefalopatía,
mañana después de una corrección, puede no tenerla. No hay exámenes
de laboratorio en los documentos por mí revisados que de algo (sic) que
apoye una encefalopatía…”
VII.- Apreciado el material probatorio allegado al proceso y haciendo un
análisis objetivo y comparativo de tales medios de convicción para llegar a
una conclusión, dentro de lo razonable, sobre los elementos de hecho de la
demanda y de la defensa (artículo 187 C. de P.C.), encuentra acreditado la
Sala que: 1.- Los señores TITO TULIO RENGIFO AGUADO y NELY ISABEL YOCUÉ JIMÉNEZ,
son los padres de ADRIANA y YINETH RENGIFO YOCUÉ, y éstas a su vez
hermanas entre sí.
2.- Los menores LINA MARCELA y DIEGO FERNANDO BEDOYA RENGIFO,
consta que son hijos de la señora ADRIANA RENGIFO YOCUÉ.
3.- La paciente fue remitida por el Instituto de Seguros Sociales a la
Fundación Valle de Lilí el día 24 de julio de 1995 con diagnóstico de
peritonitis terciaria.
VIII.- La sentencia apelada será confirmada y se negarán las pretensiones
de la demanda por las siguientes razones:
La Sala no encuentra probada la ocurrencia del hecho que se imputa a la
administración.
En efecto, al proceso fue aportada la fotocopia auténtica de la historia
clínica de la paciente elaborada por la Fundación Valle de Lilí,
correspondiente al período en que esta Institución le brindó atención, sin
embargo, en relación con la prestación de los servicios médicos que le
dispensó el Instituto de Seguros Sociales no existe información alguna ni
prueba idónea – historia clínica - a través de la cual se pueda verificar
cuáles
fueron
los
diagnósticos
iniciales,
tratamientos
recibidos,
complicaciones presentadas, en fin, el historial que enseñe cuál fue la
atención recibida por la demandante cuando consultó por la dolencia de
la que inicialmente conocieron los médicos de la institución.
En
principio,
la
anterior
circunstancia
se
debe
esencialmente
al
incumplimiento de los deberes procesales que le son exigibles a la entidad
pública en condición de demandada, pues a pesar de haber sido solicitada
la prueba referida por parte de la autoridad judicial que conoció de este
proceso en primera instancia, no fue posible obtener el documento, aún
encontrándose en su poder. Lo anterior puede constituir claramente una
falla en la prestación del servicio; el hecho según el cual un prestador de
servicios de salud no elabora una historia clínica de manera ordenada,
precisa, veraz y que aunado a ello no la administra eficientemente para que
el acceso a ella por parte del paciente o de cualquier autoridad que la
requiera sea efectivo, realmente se torna irregular, sin embargo, esa falla no
guarda ninguna relación causal entre el daño que se imputa a la autoridad
administrativa y el hecho que lo produjo.
La omisión en el envío del documento indicado, a pesar de haber sido
solicitado y de encontrarse en poder de la entidad demandada, constituye
un indicio en contra del Instituto de Seguros Sociales2 pero que no es
suficiente para derivar responsabilidad de dicha entidad.
De otra parte, la historia clínica allegada al proceso por la Fundación Valle
de Lilí, único registro sobre la atención clínica dispensada, no puede
modularse sistemática y armónicamente con otras pruebas que permitan
2
Código de Procedimiento Civil Artículos: 249 y 250.
realizar una labor de valoración y ponderación de la prueba a partir de un
hecho indicador que conduzca a una conclusión respecto de los supuestos
fácticos que sirven de fundamento a las pretensiones de la demanda y
dentro del proceso no existe prueba alguna a partir de la cual pueda
construirse un indicio en relación con la ocurrencia del hecho dañoso; así,
en el dictamen médico legal que fue decretado como prueba y que pudo
ser utilizado como un medio del cual se derivara un hecho indicador, no se
determinó nada precisamente por falta de información que permitiera al
experto emitir un pronunciamiento válido y sustentado con fundamento en
hechos ciertos; no se practicó una valoración para determinar la pérdida de
la capacidad laboral debido a que la parte demandante no efectuó las
diligencias necesarias para que ello se lograra y de esa manera existiera una
prueba dentro del expediente que indicara algo en relación con la
disminución aludida. En este punto resulta necesario señalar que el Instituto
de Seguros Sociales fue
claro
y oportunamente informó sobre la
imposibilidad de ordenar la realización de una valoración por parte de la
Junta Regional de Invalidez, pues bajo las circunstancias y con el propósito
que se requería, se afectaba indebidamente el presupuesto de la entidad
toda vez que dicha valoración únicamente procede para actos en los que
se pretende definir la pérdida de la capacidad mencionada con fines
prestacionales; a pesar de lo anterior, la parte demandante a quien le
incumbía probar el hecho de la disminución, no agotó otros posibles medios
de prueba para demostrar el hecho, simplemente se limitó a allegar una
resolución de reconocimiento de pensión por invalidez, documento que no
puede ser valorado como prueba por haber sido aportado fuera del
término legal previsto para ello.
De la prueba testimonial por su parte, nada puede inferirse en relación con
la ocurrencia del hecho dañoso, pues ninguno de los deponentes tuvo una
percepción fáctica directa y por lo mismo no se genera certeza sobre las
circunstancias como se produjo el daño alegado.
Lo único probado dentro del expediente fue la remisión ordenada por el
Instituto de Seguros Sociales para que la patología o posible complicación
presentada por la paciente fuera atendida en la Fundación Valle de Lilí,
acción que en principio denota buena y oportuna atención.
En conclusión no existe ningún elemento de prueba válidamente aportado
al proceso del cual se pueda concluir, sin hesitación alguna, que el hecho
imputable a la administración, por cuya indemnización se reclama, haya
ocurrido como consecuencia de una falla en la prestación del servicio por
parte del Instituto de Seguros Sociales; de tal suerte que la falla alegada
resulta ajena a la administración.
No habrá lugar a condena en costas teniendo en cuenta la conducta
asumida por las partes, de conformidad con las previsiones relativas al
artículo 171 del Código Contencioso Administrativo
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,
FALLA:
PRIMERO. CONFÍRMASE la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo
del Valle del Cauca de 25 de febrero de 2000.
SEGUNDO. Ejecutoriado el presente fallo devuélvase al Tribunal del origen.
TERCERO. Sin costas.
CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
HERNAN ANDRADE RINCÓN
MAURICIO FAJARDO GÓMEZ
GLADYS AGUDELO ORDÓÑEZ
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