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J·
HRTieliLOS FILOSOFieOS
y
CARTAS AUN CAMPESINO
POR
R. VEREA
~
SEXT A EDICIÓN
~
F.
SEMPERE Y COMP AÑÍA, EDITORES
Oall e del P a l omar , nú m . 1 0
VAI!:.ENO IA.
'
D O S P A LABRAS
Naci en uno de los pueblos más católicos de Espafia.
Estuve haciendo de acólito por espacio de seis ailos, en la
creencia de que desempefiaba el papel de ángel, seglrn me
decía mi pobre madre.
La suerte me deparó que conociera otros libros que el Fleuri y el Catecismo, que son los únicos que se ensefian en las
escuelas de los pueblos chicos de Espafia.
El bojear unos libros de un hermano que estaba estudiando bachillerato, me abrió los oj os é hizo que cambiara el rumbo de mi destino.
Abandoné el arado y el Catecismo para navegar y estudiar
Cosmografia.
De los diez y ocho afios que he pasado recorriendo el mun·
do, de los escasos conocimientos cientificos que poseo, de mi
experiencia en la vida, de mi voluntad y perseverancia, he deducido las siguientes conclusiones:
El primer paso que debe dar el hombre es hacerso simpático a todos s us semejantes para que sea digno de aprecio y
respeto de todos los paises qqe visite y de todas las personas
que trate.
Su norma de conducta ha de ser hacer el bien y enseñar
al que no sabe. Defender la verdad, la justicia y combatir la
mentira por todos los medios á. su alcance.
Esto no sólo nos proporcionará una dicha inmensa, dificil
de apreciar por el ignorante, estúpido y servil, que vive de
-4convencionalismos bajo la máscara hipócrita en que se ocul tan
todos los cobardes,, sino que honraremos la tierra donde nacimos afirmando el buen prestigio de muchos comprovincianos
y connaciouales.
En la necesidad de experimentar un gran placer, proporcionando al mismo tiempo un bien á mis semejantes, he publicado la presente obra, editada en otra forma y época por su
autor, y que producirá los frutos que me propongo . E sto es
disipar las tinieblas con que el catolicismo h a cubierto lo~
pueblos por siglos y siglos y estrechar los vínculos de confraternidad que deben unir á los hombres.
Principiemos por la tierra natal, Espalla, siguiendo por
t odas las repúblicas de América que hablan nuestro idi
.
oma,
para concluu· POT formar todos los paises una sola familia .
Si una persona sola edita 2.000 ejemplares ahi en Espau
y 1.000 en Chile, si una sola persona puede hacer tan enorm:
propaganda, ¿qué no podéis hacer todas las sociedades librep.ensadoras ~e E spana, todos los republicanos, socialistas y
s1mples part1culares que cuentan con muchos más medios
que yo? Pues todo depende de vuestra fue rza de volun:t d
d
a ' y
hacedlo. No en la idea de que ganaré¡' s el ·
.
.
cte 1o, e que os
glonficarán DI de ~ue os haréis populares. Hacedlo en la idea
de que os proporciOnaréis un verdadero placer la
d d
di h
.
,
ver a era
e a, q ne consiste en la solidaridad de todo
1 h
¡ b'
s, en uc ar por
e b •en¡ d~ nuestros semejantes, por ver la verdad triunfante
so re a t1erra.
EL INDI ANO.
Ooncepci6n (Chile), .Enero 6, 1909.
ADVERTENCIA. Los que desee d
.
la nora de los Editores al 6uaJ del ~:m~~lr¡r Y propagar este libro, vea.u
1NTRODUCCIÓN
Lo. gra.cio. quo se vende uo vale
la peua comprarla.
Las 1·eligiones han sido Las mayo1·es plagas de la humanidad. f .iOS hombres vivieron á la intemperie p a1·a construir casas
al Creadm·; anduvie1·on desnudos para vestir santos con lujo
y adm·narlos con joyas como me1·etrices, y se nnuie1·o n de hamb?·e p a1·a mantene1· gordos los adulado1·es de Dios y procumdo?'es de indultos.
PaTa a7'1'ancar al p oderoso sus 1·iqttezas y al pob1·e el harapo y el m end1·ugo, ofrecen los clé1·igos con una mano la bienacenttwanza eüwna, y el infierno eterno con la otra.
E sto ha tenido á la humanidad en continua tortum mate?'ial y m ental. Si lqs hombres hubiemn c1·eido firmemente lo
que sus clérigos les enseñaban, todos se hubie1·an v uelto locos .
¡Quién puede reposar ni do1·mir tranquilo en ~ma casa en que
le dicen, y e1·ee, que el techo se puede desploma?· en el momento
menos pensado, ó que hay debajo un depósito de dinam ita?
Etimina1' esos ten·01·es y demostrar qtte el dinero no compra
la bienaventuranza, son los dos objetos principales de este pequeño lib?·o.
Ocho años hace que vengo combatiendo sin cesar la especttlación 1·eligiosa, el mercado de las salvaciones. Aquellos cuyos
intereses y cómodo v ivir ataqué, m e han llenado de improper ios; pe1·o ninguno ha contestado hom·adamente mis ').'azones.
M e han llamado ateo y no m e han definido su D ios; califica-
-6ron mis escritos de inmorales y no han podido señalm·me una
.~ola frase inmoral; han dicho que eran inmundos y les dMafié
á que reprodujesen vm·ios pasajes de su Sagrada E critu1·a,
para comparm·los con mis frases . .Nadie aceptó el reto.
En e ·te lib1·o, lo mismo que en todo lo que he esm·ito, no
enconf,·ará el lector m ás que un solo objeto: ntejorar la condición del hombre, librándole del agio sacerdotal.
N~ngún interés mezquino me induce d combati?· la 1·eligión
de m1s mayores, en que fui educado: defendiéndola hubie1·a
ganado nwcho más que atacándola. E s por el bien de mis semejante.~ por lo que digo lo que pienso acerca de 1·eligiones .
Nacl en un pais saturado de catolicismo y 'tui católico como
hubiera sido griego cismático, budista, mahometano, ;,.0 testante, etc., si hubiera nacido en pais donde domina una de
estas religiones.
Yo crefa que el cato'icismo tenia 1·azones convincentes hasta
~a ~aciedad.pm·a dernostrm· que era la única religión ve1·dade-
a, mas qlltso la .~uerte, ó la desgracia, que entrase en un semina~·io conciliar. Estudié la Teologla y vi que e1·a un castillo de
11a1pes, que no ;·esistia el más leve soplo de la razón. Argili, y
me contesta?·on con la autoridad de los teólogos, de los Santos
Pa.dr~s Y de la misma Iglesia; esto es, con el testimonio de los
mu.s mteresados Pedta ?'a
·
zones, y me 1nandaban creer · pe1·sisU
el~ que me convenciesen, y me expulsaron á la ]J1'ime¡·~ oporfttn tdad, porque vieron en mi al futu?·o librepensadO?·.
~
A.pesm· de todo segui siendo nominalmente católico po?· mucho t¡empo, pero en realidad indiferente, como tantos y tantos
otros.
Vine muchos años después á Nueva Yotk y conoci hombres
.
de todas las ¡·eligiones. El 1·esultado de · b
lectura d lo
.· .
.
mt o servactón y de la
. t de s pe1t6dtcos y escntos religiosos, fué el convenci?men o e que en todos los credos habla muchos malos y algunos buen.os y de que cada
uno creta ser su ?'eligión la única
verdad er&t. '
de Entonces. principié á pensar sob¡·e religiones y á 1'ecordat· el
yma católtco. Desde ese dta fui librepensador.'
- 7Lo di1·é una vez más; no quiero que mis lecto1·es crean [(}
.que yo les digo: les pido solamente que piense cada 1t1W con su
cabeza lo ntismo que digiere con su estómago.
¿E; delito el pensar, el hace1· uso de mteslra potencia más
noble y elevada?
. .
.
Ya que perdi los m~o1·es años de mt JUvent'ud estudtand.o
Teología, quie1·o aprovecha?' el final de mi vida lega1~do á mts
semejantes el fruto de mi experiencia. Para combatt~ los ~u1·ande7·os es necesm·io estudiar l\1edicina; paTa combatt?' ttnJU·
gado1· de manos, conocer la Prestidigitación. Yo. estudié el
j 1tego de manos católico, y descub1·t que e1·a pum y Stmplemente
un fuego de Bolsa.
.
.
Todo homb1·e debe trata1· de hacer algo por sus seme.Jantes,
cuida?' ele la familia , educar los hi}os y dejarles un paf¡·imonio es deber de todo padre de familia. Yo, á falla ele esposa Y
de hijos, aclopté toda la familia humana y le lego, po1· únic~
herencia, el fruto de mis reflexiones acerca ele las fm·sas ?'eltgiosas .
.
.
Si con todos mis bor·¡·ones logro emanctpm· un solo se1 de
las gm·1·as cle1·icale; ) creeré que ~a conquista vale m ás que las
de Alejandro, Césa1· y Napoleón juntas .
.
.
Ahom, quetielo lecto1·, sólo me 1·esta deci1·te, ba.;o mt palabm de honor, qtte todo lo escrito en este libro es producto exclu·
sivo de ?ni convencimiento. ¿Qué inte1·és puedo yo tener en en·
1Jaiím·me y engañarte?
R.
VER I!IA.
\
ARTfCULOS FILOSOFICOS
•.
LA FELICIDAD
Contemplad ese incesante movimiento de la humanidad;
buscad el motor que agita esas muchedumbres que pasan
arrastradas por los siglos; estudiad el mecanismo oculto que
las pone en movimiento, y encontraréis que una misma es la
causa que anima á todos esos seres.
Ese gran motor es el deseo de la felicidad. El joven y el
anciano, el débil y el fuerte, el rico y el pobre, el sabio y el
ignoran te, todos sin excepción buscan la felicidad; por ella
trabajan, por ella se afanan y todos mueren sin conseguirla.
Semejante al arco iris, siempre aparece lejos; cuando uno
se aproxima al punto donde creia que estaba, descubre que
está más allá¡ llega más allá, y la ve en otra parte; siempre
lejos, siempre seductora y siempre inalcanzable.
Y lo que sucede hoy sucedió siempre y seguirá sucediendo
mientras haya seres racionales sobre la tierra.
¿Nos entregaremos entonces á la desesperación?
De ningún modo. Hagamos lo que el químico; extraigamosel jugo que buscamos y desechemos el resto. La nuez está rodeada de una corteza muy amarga, después de una cáscara
muy dura, y dentro tiene una substancia muy agradable al
paladar. E l que queriendo saborear ésta se comiese la corteza
amarga y la cáscara indigesta, maldeciria de la nuez.
Hagamos lo mismo con los as un tos de la vida. E n todo&
w f_
ellos hay algo de felicidad rodeado d
.
B
,
e amarguras y d urezas
usquemos la parte asimilable y echemos á un lado el resto:
En este mundo hav muchos átomos de felicidad en
lt
·
v ue os en
d
gran es cantidades de dolores. Separemos el t rigo de 1
.
La perla está envuelta en una fea concha sepultad: ~:J aj
fondo del mar; los brillantes se encuentran 'en el
d el
t'
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seno e a
fl .
larra y son eos en su exterior; la abeja liba la miel
amargas , y cuan do en una no encuentra dulce 1
en ores
~tra ·Po
·
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a gu no, pasa á
del~ ~id:? que no amos de hacer lo mismo en las vicisitudes
Es indudable que ¡ · t d
donde l
.
a VIS a e un asunto pende del lado por
o miramos. Un hecho que nos hizo sufrir de m
nos causa á veces risa des . D
.
omen to,
guerra por la independencf:e~~ s~s JÓv~nes mueren en una
no ve en el hecho más que la érdi patlla . L~. madre de uno
aamente L d 1
.
p
da de un hiJO Y l lora amarti
.
a e otro tnlra la m
t d 1
patriotismo, se enorgullece de h~~r e e .su.}:o por e.! lado del
.conciudadanos" encuent
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et""contnbmdo al bten de sus
.
J
ra a guna dulzu ·
Este mundo no es t
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ra en sus 1ágrt mas.
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.
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o
como
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fehcldad de lo que á p .
.
arece. en
hay m ás
nmera v1sta p d ·
de los zarzales crecen fl
L
. u lera creerse. E n medio
¿o
ores. o pnmero qt e
.
eer ~eliz es querer serlo s· h. . .
1 se necesita p ara
· 1 ICieramos t t
como hacemos ¡)ara ser d
. d
an o para ser felices
.
esgracta os n u t
.
.
tncomparablemente má .
,
es ra extstencta seria
. .
s nsueua. Ved
h b
. un oro re de buena
postctón, con buena salud b d
milia que le ama E h, abun ancta de recursos y una fa d'
. • se oro re es feli
yo estuviera en su luga
i
z- tcen muchos - ¡ si
aquel hombre es feliz ~~ !ser a .completamen te dic hoso. » y ni
.
P orque harían lo que ,ant élo hser tan Jos q ue ta 1 d tcen
. ¿Por qué?
q
u
ace:
desearía
1
.
0
M
nen. tllonarios prínct'p
a go que no tie· ••Lel teas
'
' con 1es Y reyes , so n tn
saben conten tarse
porque no
que no está á su alcance· o que poseen¡ PQrque ambicionan lo
.
, porque no hacen
d
ces. ¿Q utén no ha suf 'd
na a para ser fe lirt
o
por
males
i
m
·
· .
hizo lo que el perro de la fábula
agm~riOs? ¿Quién no
.carne que llevaba en la b
, que desprectó el pedazo de
oca, por coger la
b
..
4 ue VIO en el agua?
so m ra del mismo
-
ll-
L a fal ta de felicidad consiste en que exageramos los m ales
q ue nos sobrevienen y no apreciamos los benefi cios de que
disfrutamos; somos comerciantes que cuentalJ las pérdidas y
no las ganancias; sen timos la punzada de la espina y no g ozamos con el perf ume de la rosa.
¿Qué hombre hay que no tenga algo de que estar satisfecho?
P ersuadámonos. La mayo r parte de nuestras desdichas es
<lreada, ó cuando menos abultada por noso tros, y nuestras di ~has nos parecen t an insig nificantes, que no las tomamos en
<lOnsideración , 6 aparecen muy d iminutas porque las miramos
~on un microscopio vuelto a l revés.
Mucho estudiamos los medios de hacernos ricos y muy
poco ó nada el modo de hacernos felices, que es la materia
más importan te de la vi da. No sabemos más que de uno para
q uien la felicidad es un imposible, y ese es el q ue se cree des g raciado. P ara ser feliz es necesario tener fe en la felicidad .
principiar por creer que uno lo es. Esto hecho, cambia de
as pecto la escena.
P artamos del principio de que no hemos venido al mundo
para sufr ir sus sinsabores y abs tenernos de sus dichas. Cont rabalanceemos los unos con las otras. No hagamos lo que el niño
q ue ten iendo alimen tos á mano, se mue re de ham bre porque
n o s abe usarlos.
El dinero es una condición para ser feliz, pero no es la fel icidad m isma. Más conten to vive m uchas veces el hombre
que habita en una cabail.a, que el poten tado dueño de un pala~io . ¿P or qué el de menos recursos goza muchas veces de más
felicidad que los que disponen de muchos?
Por dos razones muy sencillas: l.", porque limita las aspiraciones á los recursos; 2.•, porque sabe apreciar los bienes de
que d isfruta.
Es to lo puede hacer cualquiera, y por consiguiente todos
pueden ser más ó menos felices .
La pérdida. de la vista es una gran desg racia; no obstan te ,
el ciego no es por necesidad un ser completamente infeliz. Si
t rat a de olvidar su desgracia, le quedan aún muchos otros pla.-
;s·
- 13 -
-12cerea de que disfrutar . El mal consiste en envenenar con la d
gracia la felicidad de q oe por otros conceptos podemos
Los males que puedan sobrevenim os son causa de muchos
tormen.tos. No nos torturemos con anticipación. Tratemos d&
prevemrlos, pero no permitamos q ue el nublado d e maftana
obscurezca
de hoy. Cuando el m a 1 venga, s1. en efectoJ.
•el sol
•
ega
u.
ven~r,
t
lempo
habrá de sufrirlo.
11
En resumen: estudie cada uno el modo de se ~ 1'
véches d t d 1
r e lZj aproá
e ~ o os os medios que tiene para serlo y si no lleg~
su
en absoluto, porque éste
un imposible
a a con lClÓn humana, estará menos lejos de su ideal
para gozar como h acemos para atormentarnos ·
.
H agamos tanto
será cien veces más fel'l Z d e 1o que es.
,
y laLcomun~dad
t . t
la saa n s eza yb malhumor impiden la digestión, envenenan
vistand~r~o~a aca an por destruir la salud. ¿No apartamos la.
apariencia? ~ repugnalnte~ para dirigirla á otras de agradable
. agamos o mlsmo con 1
t
1 .
objetos lúgubres mientras pod
a roen e: no a fiJemos en
gres . .La alegria es como 1 amos encontrar algunos aleintersticios de nuestra haeb· ta~~ de sol que penetra por los
1 acl n Y destruye la obscuridad
que sin él la llena i
r a.
La felicidad, conseguida
.
nuestro objeto primordial.
por medlos honrosos, debe ser
goz::~
at~~~~gutr ~~j~to
e~
La felicidad es el todo: sin ella todo pierde su valor.
EL
LABRADOR
El hombre que explota la N t
do; como todas las ba
a ~raleza, es de todos explotases, está slemp b . 1 .
sustenta· término roed'
re llJ O e edlficio que
lO entre la N t
1
1
arranca á. aquélla su subs'st
.
a ura eza y la sociedad,
una sangu 1.J. ue la eh
d l encla y ésta se 1a arranca á él · es
El 1 b d
~pa a por otras sanguijuelas.
,
a ra or deblera. per el hombre
.
Nace por lo general en el 1 h d
más fehz de la. tierra.
ec o onde nacleron
·
y m urieron
~us abuelos, crece baj o el techo paterno y á la sombra. de los
árboles plantados ¡Jor sus ascendientes¡ vive en una atmósfera de familia.
Cuando su brazo ha adquirido la fuerza suficiente, empolla
e l arado, surca la superficie de la tierra y deposita en el seno
d e ésta la semilla. E l calor , el aire, la luz y todos los element os le ayudan en su obra. L a semilla brota y el fruto crece.
C uando se cansa de cuidar sus siembras en el campo, cuida de
s us h ijos en casa . Todo crece á su vista. El pan y legumbres
que come son producto de su cultivo¡ la carne, de animales
que él ha cr iado. P rot1uce casi todo lo que necesi ta, es un hombre semiiodepeodiente. E n el invierno descansa de las faenas
del campo¡ cuida de sus animales y educa á sus hijos. Su vida
no es más qu e un eslabón en tre sus an t epasados y sus descen·
dientes. No se cuida de los grandes sucesos que agitan al
mu ndo, porque su hogar es todo para él. Allí están su mujer
y sus hij os, sus animales y s us víveres. Su existencia es t ranq uila y ni la ambición ni el miedo turban su sueño. En su hog ar no h ay luj o, pero tam poco lo ech a de menos¡ est á satisfecho con ser lo que fué su padre, con dej ar á sus hij os tan to
c.omo heredó . .La avaricia no roe j amás su pecho.
T al debiera ser la vida del labrador¡ pero ¡cuán diferente
es! Del producto de su rudo t rabajo tiene que deducir an tes
q ue n ada la par te que le corresponde para sostener y enriquecer á un cnra, y ot ra no pequeñ a para sufragar los gastos de
un gobierno que poco ó n ada hace por él. Cuando sus hij os
son crecidos y podlan ay udarle, se los arre ba tan para el servicio de las armas, donde van á ser sacrificados, t al vez por
un principio politico que él no e ntiende 6 no le importa, y en
todo evento para apoyar al gobierno que le oprime. Antes de
comer tiene que pagar las con tri buciones á la I g lesia y al gobierno. Si n o le alcanza , le es forzoso empeñar sus tierras, ó
cuando menos el producto de las futuras cosechas, en manos
de algún tls urero . Este hombre, que trabaja desde por lamafiane. hasta por la noche, no tiene bastan te que comer¡ el que
produce los mejores frutos no puede disfrutar de ellos. Su ho-
-14gar está frío y desmantelado¡ vacía su despensa· de
d
carnes y descalzos sus pies, Cria animales n~ snu as ~u.~
zarlos; le es in~ispensable venderlos para so?tenerp:::~ ~bl·t·
avara y u~ gob1erno suntuoso. ¿Veis esos hombres
~ e~1.a
tan ~randlOsos edificios, poseen casas de recreo
que a 1·
conv1tes, se pasean en coche y tienen á s
! ?an costosos
m
d
. d
u servtcw gran nú
ero e cna os? Pues todos están á
.
.
sostenidos por aquel labrador que ~a~i~amenos ddnectament&
choza, trabaja medio desnudo á la intem u~a esmantelada
cuálido como su m ·
..
perle, Y está tan esabatido y desangrad~Je:sy ~us hiJos. ~se hombre despreciado,
tono¡ es el conducto ~ctiv: q~; mant1ene la. gente de gran
jugo de la Naturaleza es el .P t donde la sociedad absorbe el
'
tns rumento que
quezas á la tierra¡ es el esclavo ue t
. arranca 1as ripara mantener á los llam d
q
rabaJa, suda. y muere
dores se declarasen en h ~ os ¡grandes señores. Si los labrarían, en los mercados ~e gha,b ~s grandes fábricas se para0
· paralizado.
a na comestibles Y e 1 comerc1<>
.
que dana
y á esos hombres que son ar 1
.
motora para un tren de ¿>
p . a a soc1edad lo que la locoá esos h b
aucen todo lo más ~errocarnl
.
'
o m res que prob
necesano para la v'd
astante para no morirse d h b
1 a, apenas les queda
e
e am re.
.
¿ on qué paga la sociedad á
sacrificios?
esos trabaJadores tan grandes
Con el desprecio En E
brador tener algo
te ul ropa parece un crimen en un lad 1
1
.
1S a creencia de
1
e sue o han nacido
1
. .
que os cu ltivadores
. .
para e servtcto d 1 d
1 .
.
e os emás. Ellos sum1ntstran los soldados
tos de la guerra y Ía para e ~~érctto> el dinero para los gasmanutencwn para t d
¿No es una crueld d
o os.
.
b
á
a mantener en s
.
emeJante estado de po reza los que mantienen 1
tarJes hasta lo que para si a n~ctón? ¿No es un robo arrebate? ·Q é
necesttan sin d 1
• G u son los legisladores má
ares un equivalensi mismos? Una injusticia no d ~que bandidos legalizados por
sea~ los que la cometan y no obeJ: de serlo pot· muchos que
rev1stan.
s ante las formas de que la.
Ex·
-
15 -
E sa máquina de t rabajo no puede pedir auxilio á la reJí ..
gión, porque los ministros de ésta son los primeros en esqui) ..
marle¡ no puede pedirlo al gobierno, porque éste es su mayor
opresor. ¿Qué ha de hacer? ¿Seguirá arrastrando su esclavitud
y le dejará la miseria á sus hijos por toda herencia? ¿Qué esla vida para ese hombre? Dejado solo, podría ser el más feliz.
de la tierra; con la I glesia y al Estado sobre sus hombros, es
el más desgraciado. De ahi el que todos los que pueden huyan
del cultivo de la tierra¡ de ahi el que á ésta no se le extraigan
más productos.
En el Nuevo Mundo no está el labrador tan oprimido comoen el Antiguo. La emigración es el único medio que al cultivador le queda para escapar á la rapacidad de los gobernantes. Es duro abandonar los lugares donde hemos crecido, lo~
compañeros de la infancia, los amigos y la familia¡ pero eet
duro también trabajar toda la vida, sin probabilidades de mejorar, para unos amos tan desalmados . La alternativa es dura r
desesperan te, pero inevitable.
¡Cuán lejos estamos aún de enterrar el despotismo gubernamental, ese robo legalizado! ¿Llegará algún día el pueblo á
gobernarse por sí mismo? Sí¡ mas la época tardará, porque
entre los oprimidos falta la unidad de acción¡ en su pobreza y
consiguiente ignorancia, no han comprendido aún la fuerza.
de las asociaciones.
La ilustración se extiende, aunque lentamente, y los día&
del despoj o legalizado tocarán p1·onto á su ocaso .
EL EGOISTA
Entre los delitos no castigados por la ley, ninguno nos pa~
rece más despreciable que el egoísmo .
El hombre que no piensa más q ue en sf, el que nada hacepor sus semejantes, es un ser perjudicial, y la sociedad debie·
ra más bien alegrarse que entristecerse cuando le ve desapa·
recer. Cuando su sepultura se cierra, se cierra una vorágine.
-
16 -
Si el egoísmo fuera general, la sociedad se aniq uilarla. Por
fortuna la humani~ad produce en nbundancia seres en que
rebosa la generostdad¡ el heroiamo está repartido en tre ¡08
hombres como las semillas y gérmenes de vida en la Naturaleza. Así como éstos, muertos al parecer duran te la estación invernal, brotan en la primavera, asl también brota el heroismo
cuando.el.calor de. la oca~ión lo hace fermentar. Veis un pueblo opnm1do; la l'lda aotn·a parectt extinta en él. Un hombre
se cansa-la cuerda que suj etaba el arco del sufrim iento 86
rompe-y lanza el grito de rebelión. El egolsta dice: cEsperemos .el ~·esultado ; no nos expongamos: Io11 uen fioios qu ellos
cons1gan serán para nosotros tambien· Ri salen mal J.
'
, "" nosotros no no~ catigar:\n. Los hombres generosos, con \'eucidos
d~ la rebehón, secu ndan el grito y bO lanzan como flechas
disparadas. ¿Adónde irán á parar? ¿Fracasarán en su iu ten to?
¿Penetrará el proyecti l en el casco del aJversario, volverá de
rechazo y los matará á ellos? ¿Qué ganarán si balen triunfa n.
tes, Y qué perderán si son vencidos?
En nada .de esto piensan. Quieren mejorar su suerte y la
de sus semeJa.ntes. Eso es todo. Las probabilidades bOD de que
perderán la v1da No Je ·
S
.
.
.
s 1mporta. us semeJantes obtendri\n
e 1 prem1o.
Es á esos hombre~:~ á quienes la humanidad debe s u progresos en todos los rnmos ·
J.
•
m"rtu·os de la huJllaoidnd
d 1'fl 01·¡ se nos hace 1. m · . 1D esos
1.
'
Ü d
d )
. aglDar CUn1 serlo hoy nues tro 8blado.
a a a e anto ha Sido compr d
. .
y suplicios. Examinad todos ~o; r::o mdlseln~, pe_rsecucioues
1 d J.
e a c1encta con temp a cune ta sangre ha costado al ho b
'
.chos de manos de los tira nos·
. m re arrancar sus dereluchar la civilización para ele:::~n¡""d :uó.nto. ha tenido que
supersticion es é ignorancia en
1a u~a~tdad sobre las
sumido· compa rad s'
que 88 rehgtone la habla n
'
' 1 os atrevéis
d
Antiguo T estamento con 1
' ~so . ogmas bi\rbaros del
civilización actual · comp ~ h~man l.tartas ensetlan zas de la
hoy, y decidnos lu~go qu ~:es ~~octedad primi t iva con la de
los héroes, han lle vado á b
que l.os hombres genero os,
ca o un ca mb1o tan rad ical. Ved hoy
-17~sos
apóstoles del progreso t rabajando para las generaciones
venideras, y recibiendo en recompensa insultos, calum nias,
odio y hasta persecuciones de parte de esos abortos de la huma nidad que por el plato de len tej as ó los trei nta di n eros venderán á todos s us semej antes.
Si hubiera un juicio final, lo primero que la Etern a Justicia pregun taría al que se presentase seria:
-¡,Qué has hecho por tus hermanos?
L a contestación de muchos no podría por menos de ser
esta :
-Sacarles todo el dinero que pude, si n reparar en los medios.
¿No veis algo grande en el anciano padre que se desvela y
sacrifica por el hijo que sabe no ha de pagarle nunca los sacrificios'? ¿No veis algo sublime en el que reparte sus riquezas
entre los necesitados? ¿No veis heroísmo en el pobre que socorre á otro pobre? ¿~o sen lis profundo re~peto hacia el hombre
que gasta su dinero y s u existencia por encontrar un remedio ,
ó á. lo menos un alivio, para las enfet·medades? ¿No os parece
un mártir el que sacrifica su bienestar para mejorar la condición social de sus hermanos? ¿No os parece un héroe el que
arriesga su existencia para conquistaras el anto bien de la
libertad? ¿No os seutls inclinados á imitar á esos hombres y á
despreciar á los que sólo piensan en sí y en sus in te reses?
¿Con ce bis algo más despreciable que esos seres sin amor m á
que para si mis mos?
El hombre que no hace nada por los demás es indigno de
vivir en sociedad .
Es el egoi.sta un ente perjudicial que los hombres deben
ca tigar con el de precio; es un ladrón pronto á recoger la .
co echa que otros bao sembrado y cuidado; e el er más despreciable de la creación.
-18-
LA PAZ ARMADA
Durante muchos siglo la ocupación principal de los hombres fué matarse los uno á los ott·o . La guerra era el estad()
normal, la paz una tregua, un descanso, noa preparación para
continuar la batalla. Iloy las guerras son la excepción y la
paz la regla general; pero no es porque el espiritu bélico h ay~
decaído, sino porque las guerra se han hecho tnn costosas, que
se necesitan muchos allos de paz pnl'a resat·cir los danos que
causan. No estamos en guerra, sino en preparacione para ella.
La vida de un hombre no tiene precio en la generalidad
de los casos. Al que asesina se le a esina, que es todo lo que
p~ede hacerse¡ si algo más fuera posible, ese algo má se exigtera.
Mas en estado de guerra, las vidas de unos cuantos miles
de hombres nada significan , nada valen. Un general calcula
poco más ó menos cuántas bajas le costará tomar un reducto
ó una. fortaleza lo ~ismo que calcula los cartuchos que cree
necesttar. Por un ptque ó nna rivalidad declara una n11ción la
guerra á otra. ¿Cuántos hombres se podrán equi par? E so es
todo lo que se pregunta. ¿Cuántos morirt\u? De eso nad 1e e
cuida.
¡Qué embrutecidos estamos aún/
Á fines del siglo XIX vemos las naciones armadas hasta
l?s dientes. No estamos en continua guerra, pero 8 ¡ en conttnua paz armada. Las fuodicione de cllllooes ocupan el In·
. gar de l~s fábricas de arados¡ en bayoneta se emplea el acero
que d~bte.ra convertirse en azadones. Eo muchas partes no
h~y edtfic10s para escuelas, pero para cuarteles 0 0 faltan e n
ntngu~a. ?ondequiera escasean brazos para producir, y obran eJércttos para destr~ir haciendas y vidas.
¿Qué hemos adelantado en este conce pto?
Con una mano cons truimos mecanismos para aumen tar la
-
19 -
producción y con la otra hacemos otros para destrui r la produ cción y los productores.
Al escribir esto no nos olvidamos de los defectos de la Na turaleza humana: sabemos que mientras baya hombres habrá
guerras, porque la pasión se sobrepondrá muchas veces á la
razón· pero ¿qué hemos hecho para e vi tarJas'?
·N~cla ' absolutamente nada! .llás qu e t ratar de d ificultarlas,
1
las p rovocamos con esos ejércitos pet·manentes, con costosos
armamentos.
·Qué es el ejército? Una partida de infelices arrancados al
tra~ajo y á la familia que se ejercitan eo estudiar l.os medios
ele matar y ser matados¡ de asesi nar y de ser ases10ados; de
ser verdugos ó vlctimas.
e i quieres la paz, prepárate para la goerra •
. .
Este es u n principio bárbaro que el progreso debe sustttutr
por este:
cSi quieres la paz, no te armes .•
.
. ..
Las naciones no son más qoe agrupactones de tndtvlduos.
Éstos pelean á menudo entre s í¡ no obstante, no van siempre
armrtdos ni abandonan sus quehaceres para adiestrar e en el
manejo de las armas. Para usar éstas se exige una licencia
espc,cial en todos los paises bien organ izados. ¿P or qué? Porque se sabe cuán peligroso es que los hombro. anden armados.
La experiencia ha demostrado que muchas rttlaa han costado
la vida á uno de Jos comba tientes, ó á los dos, por tener armas á mano. Lo que no hubiera pasado de un cambio de palabras duras en t re contendientes desarmados, ter mina con frec ue ncia eo un homicidio por cansa de las armas.
Abramos la H istoria y recorramos esas páginas de angre
eo que los hombres de cieoden á la condición de tigre : e:uminenos las cau ns de e as sangrientas guerras, borrones de
la razón humana¡ parangonemos los llamados bienes que han
producido con los inmen os males que bao cau ado, y nos avergonzaremos de llamarnos racionales. ¿Quién se atreverá á
sostener que lo costo lsi mos beneficio de la guerra no se
hubieran conseguido centuplicados y sin costo alguno por me·
-20- 21 -
dio de la paz? ¿Qué ganó la humanidad con las conquistas de
Alejandro, Cé ...ar y Xapoleón?
Lo mejor que de ellos se dice es que rompieron las vallas
que ~aparaban á un pueblo de otro pueblo, á una raza de otra
raza. ¿Y quién si no el espíritu bélico había levantado e
11 ? L
sas
va as. a guerra es el peor medio que pudiera buscarse para
herm~uar los pueblos. Dos hombres que se conoce n batiéndo se á t1ros, no es ~robable que llegnen á ser amigos; á lo menos
no es e te el med1o que se juzga más á propósito para 11
á la ami~tad.
egar
Las ÚDI.cas guerras que parecen justificadas son las de independencia: por tener una patria se puede hacer e ¡ ·
·· ·
· E
ua qlller
sacr•tic10. 1 . :spaña. é Inglaterra no hubieran teni·do e;erct·· ·
1
to~, a Aménca hubtera sido independiente lo m ·
.
. .
.
•s mo que 1o
e , y !:ilD el sacnfic10 de v1das y haciendas tanto d
como de amencanos.
'
e europeos
¿Qué ganaban los individuos ingleses, qué los individuos
espalloles con la posesi~n de la América? Exactamente lo mism~ qne ganan ~oy. y SI no hubieran existido las guerras por
la todependenc•a, que tanto enconaron los ánimos m h
á
h b'
, uc o m s
se u •era ganado. La gloria v las rentas de la t t
•
¡ • .
.
"
s es as coronad as t ueron a umca perdida que la . d
d
.
m epen encta de Amé.
.
rica produJo. y por defender esa glo .
.
d . ~ .
r1a Y esas reo tas perecieron m• 1es e tn¡~hces y se arruinaron mil!
e· d
ones.
•
l~D emostraciones pudiéramos presentar tomadas de la
historia moderna, para probar que 1
t ..
1
a paz armada es una te n
acton para a guerra. Si Napoleón III
h b.
.
t enia un ejército, no hubiera declarado n~ u tera cre¡do q ue
¿Hay alguno que se atreva á. calcul 1 a guerra á P rusia.
causó? ¿Puede alguno sellalarnos
~: da~~s \ue esa g uerra
dujo la expedición de Méjico? ·Qué b
fin~ficlOs. ~Á. qué conde la Crimea? ¿Qué ganó la h~mani;ne cto produJ~ la guerra
Rusia y Turquia?
ad con la ú lttma entre
1::
La guerra no es más Que un asesina
dest rucción legal de vidas y h . d
to al por mayor ; una
b
acten as La nación
a semejantes guerras 0 0 p d ló :
que aprue '
ue e gtcamente castigar ni el
robo ni el ase inato, porque lo que es permitido en gran escala debe serlo en menor.
En suma: la paz armada es la negación del progreso; es la
prueba más patente de que bajo este concepto vivimos aún en
los siglob bárbaros. Hemos llamado á. la esclavitud el borrón
de nuestro siglo, y ma.1.tenemos los ejércitos permanentes.
¿Cuál de estos borrones es más negro? I nfernal es robar á un
hombre el fruto de su trabajo, pero má infernal es robar trabajo y vida á. la comun idad . La ley de la esclavitud, bár bara
como e ra, protegía la vida del esclavo; las leyes de los ejércit os sacrifican las vidas de esos esclavos de la disciplina que
se llaman militares. No hay en el mundo un objeto qu e justifique el sacrificio de una vida para conseguirlo. ¿Qué puede
en tonces j ustificar esos miles y m iles de sacrificios que la
guerra trae consigo?
Llamémonos racionales ó brutos. Si lo primero, no obremos como los segundos; no ridiculicemos el nombre que indebidamente nos apropiamos.
No olvidamos, volvemos á. decir , la condición humana, y
sabemos que es moralmente imposible la abolición de las guerras en un día. Nadie nos negará que muchas de éstas pueden
evitarse. ¿,H emos hecho algo en este sen tido? Las naciones
que se tienen por más civilizadas son las que tienen ejércitos
más numerosos, que van au ment ando á medida que avanzan
en progresos mater iales.
Y esto seguirá en creciente escala mi en tras los pueblos
que s uplen la carne y la pólvora para los cailones se dejen
g obernar por soberanos 6 déspotas, lo mismo que los rebaftos
de animales por el pastor . Cuando los que voten por la g uerra
sean los mismos que han de hacerla, rara vez se reunirá. mayoría. H oy los que lanzan los hombres al com bate no corren
peligro alguno en sus personas y cuentan con au men tar s us
glorias . Censuramos á los emperadores romanos que entretenían al pue blo haciendo luchar hombres con fi eras; llamamos
bárbaro al pug ilato entre dos hombres, y consideramos muy
honroso lanzar cientos de miles de hombres provistos de fusi-
-22-
le~, bayonetas, ametralladoras y callones de grueso
-23-
r
montados en castillos 6 buques blindados parad t
ca 1bre,
un á 1
L
'
es rozarse los
~~
os otros. o bárbaro en mayor escala lo ll
e nhzado.
amamos
Únan e los hombres que se llaman ilustrados
.
pasar por humanos contra la infernal paz armad . y q uteren
de manob de b
.
a, arranquen
go ernantes S1D conciencia la facu ltad d d l
rar la guerra y t
e ec a'
raspasen este privilegio á los que h
d h
an e a.
carla. ométase la cuestión al sufra io
la guerra sean lo
.
g ' y los que voten por
.
s pr1meros en tomar la
y
nacional?-nos dirán muchos.
s armas. ¿ el honor
El 1 ~onor de una de las partes ha de quedar
cua qmer modo, y como uiera
por el suelo de
sangre derramad .
q
que sea, no c t·eemos que la
a Sirva para levantarlo.
La p az armada no es un . . .
carne y el oro para h
1 prtnc1pl0 del pueblo que s uple la
acer a guerra· es la á .
d 1
DOI:i que buscan su
d . . '
m xtma e os tiraengran ec1m1en to
1 ·
. .
h .
y vanag orta, sm 1mportarJes un ardite las vid
Desarmad todas 1 as Y. actendas de sus súbditos.
.
as nacwnes y os p b
. .
Ci tos de mar y tier
. ~
ro aremos que s1n eJérra, sm ~ortal ezas y · b
rá mil vece,¡ más
sm uq u es se conseguíesa paz armada.
paz y prosperidad, más bienestar que con
LA ARMONIA UNIVERSAL
Grande y solemne e¡¡ el es
Naturaleza. Millones de '11 pectáculo que nos presenta la
m t ares de
t
.
constante y uniforme p
1 . 6. .
as ros gtran de un modo
ore tn Dlto es
.
,
en constan te agi tació
1'
pacto; oceanos de agua
b
.
n a l men tan un
d
.
muo o de animales·
osques IDmensos do d 1
.
'
n e a vtda
.
'
protegtdos por altas m 00 t
murmura; dtlatados valles
1
•
a!las dond t ·
osos nos que riegan aq él! '
. e tenen su origen candade al![ elevarse en a t 'lu os y ahmentan los océanos para
'
.
u 1 vapor
1luvta.
Y caer luego en bienhechora
T odo esto es grande, magnífico, admirable, y desde luego
nos lleva á. bu car el motor de tan vasto mecanismo, el artii6.~e de esta g rande obra ¡ la inteligencia que il uminó el cerebro
,de cada hombre con una luz más sublime que la que hizo brillar en cada astro.
Hija de ese des tello de la Gran Inteligencia es la pa labra,
el idioma. ¡Qué het·moso, qué gl'aude, armonioso y poético es
ellatin , por ej emplo! ¡Qué hipérbaton tau ri co, que variedad
de conjugaciones y decli na cio nes, qué ductilidad para produ ~ir son idos musicales, qné laconismo, qué fuerza de expresión!
Al ver tanta hermosura y riqueza en un idioma, nos ocu rre la misma pregunta que al contemplar el vasto panorama
del U niverso y s us innumerables a r monías. ¿Quién fué el
s abio, el gen io in ventor ó creador del latín?
¡Cosa rara! U na obra tan grande, un idioma tan sabio y
tan grandioso, es debido á una causa cieg a¡ es hijo de la necesidad, deoar rollado por la necesidad y perfeccionado por la
necesidad.
¿Quién no ha reparado a l principio del otollo los artísticos
ramajes que el agua al congela rse for ma en las aceras y el
vapor en los cristales cuando hiela? ¿Qué artifice ha dibuj ado
esas bellezas?
Causas ciegas si n un ápice de in te ligencia.
El vapor es más ligero que el ai r e y se eleva en busca de l
equilibrio. Cuando se condensa aume nta s u peso y cae en gotas que el aire di vide. ¿Hay alguna inteligencia que dirija
e s ta operación ? Ni nguna: obedece todo á causas fis icas y
degas .
Vistos todos estos fenómenos naturales, hij os los un os de
la neces idad ciega y de causas fisicas uo menos ciegas los
.otros, examinemos la armonía del Universo.
El huracán arrasa cuanto encuentr·a: árboles, casas¡ mata
~nimales, hombres, mujeres y niños ¡ avanza sobre los mares
y los agita en tremendas oleadas, destrozando y s umergie ndo
hombres y buques cargados de mercancías, que se inutilizan
y hacian falta á. la humanidad.
- 24 -
-25-
El volcán "\"Omita llamas, lava y cenizas, q ue destruy en
todo lo que alca nzan , lo mismo la flo r silves tre que h e rmos
el camp~ qu~ el nillo que sonr íe como un á ngel en la cun:~ a.
na t~equia prolongada ó ll uvias excesivas destruyen las
cos~;chas 1 producen hambres y pestilencias . E l cóler a se re ~enta de vez en cuando como un hálito emponzoñado. y se~e­
Jan te al huracán , destruy~ la. viJa por dondequier a que va .
ma.ta. al ho~bre que era el unico sostén de una fam ilia ó d . '
huertanos nulos endebles.
'
eJa
b
Nuestra estr uctura tisica es más de"'ect
1 .
·
h
l'
u osa que cua q Uier
.
mecllntsmo echo por el hombr e S
. .
· on mnumerables las des~·ol~posJCI~n~;s a que está suj eta. El frío y el calor lo h úmedo
~a pr:~~~d:~::ie~res q ue impregnan el aire,
e tc.,
~odo le afec-
¿Dó:~:~!~:::s d:~:~:~:rcialid~d
el h ombre y al Un iverso.
mido de dolor q
.
ar mon¡a? ¿Es tar á tal vez en el geue stn cesar se deia ·
d
hay un s~;r humano·> . E t .
~ ou en ondeq uiera que
salvaja estampido d·ec.l s aira en el h ur acán de vas tado r, en el
as o as que co f . . "'
un buque contra ¡
.
n una tnlerna l des trozan
as rocas y Jug t
res de los náufrago;,?
ue ean 1uego con los cadáve¿Dónde está esa decan tada armonía?
En las leyes q ue gobiernan el U ·.
01 verso, oimos siempr e
decir.
. _Aqu í hay un error g rave Así
..
htcleron con arreglo á 1
.
como los tdJOmas no se
a g ramática ·
1
a r reglo á los idiomas asi t
b'é
' SIDO a gra mática con
·
•
am 1 n las lay e
f
sm o dedu cciones sacada d 1
s no ueron la pauta
S
'ó
s e os fenómeno d 1 N
t
e VI q ue los cuerpos tend '
h .
s e a atur aleza.
Jan
acta
abaJ·o
d
h'
gra ved ad; se obser vó qu
, Y e a 1 la ley de
.
.
e 1os t res áng ul
d
.
eran s tempre ig uales á d
os e un tnángu l ~
m ás corta de no punto a' tos rectos, qlfe la r ecta era la línea
d
o ro etc y
.
es fuera de discusión 1 'á ., se pus teron estas verdacipios.
' e ev ndolas á la categoría de pr in0
Las ley es científicas t ·
.
u VIeron por con . .
rigen que las reglas de la gramá f
Sig uiente e l mi sm~
tca.
La ciencia está aún muy atrasada para explicar los f enó m enos de la Naturaleza. El ciego fana tis mo relig ioso, que tod<t
lo a t ribuía á la voluntad de Dios, ahogó el espíritu de i n vestigación . As i como el metal fundido toma la fo rma del m olde,
así tam bién n oso tr os n os acomodamos á los elementos que nos
rodea n . Los peces que cr ecen en las cuevas no t ienen oj os porque allí no h ay luz. Si esta se deja e ntr ar poco á poco, van
formándose en la cabeza de estos animales un as protuberan cias que en pocas generacion es se vuelven oj os. S i hu biera
vivie ntes en el vacío n o tendrian oidos. E n la Na tur aleza hay
probab lemente muchos olemen tos que n o percibimos por n()
tener sentidos par a ello. Si todos f uéramos sordos, n o existirían los sonidos, ni colores si fu éramos ciegos.
E s bien sabido que nuestro desarrollo pende de cau sas puramen te fis ica&. Los alimentos, el ejercicio, las ocupaciones
fo r talecen ó debilita n a l individu o. E sto pl'lleba que dependem os de causas externas . ¿Quién puede nega r q ue la luz con tri buye al desarrollo de los oj os, y los sonidos a l de los oídos?
De esto se deduce que n uest ro cuerpo, n ues tras facu ltades
in telectuales m is m as, están modelados por las causas exis ten·
tes e n la Natu r aleza, lo mis mo que el me ta l fundido se ajus ta.
á las configuraciones del m olde.
E l desarrollo de la plan ta está m ode lado por los elementos
de que se n utre. El terreno, el aire, la l uz, e tc., hacen que se
desarrolle m ás ó menos. Lo mismo es nuestro cuerpo, y hasta..
nuestras facultades in telectuales penden de la es tructura ,
desarroll o y es tado del cerebr o. Todo en el mundo es resultado de factores.
Ahora bie n; las causas extern as de q ne dependemos nos
afectan en di versos sen t idos y muy pocas veces de un mod()
ag radable. Para saborear bien los manjares, es necesario te n er hambre; para sabor ear. bien los liq uidos, es preciso tener
sed. El m ayo r placer has tia ; la m ás bella ilus ión deja un vacío cuando se r ealiza. L a felicidad es un mito, y lo es por falta
de armon ía en las causas que n os afec ta n .
No vemos,' por lo tanto, com o muchos creen ver, armonia
-26-
-27cien
ni en el Universo. Verdad es que p or e 1 aspa .
. • el hombre
•
cto• gtrau tui 1lone, de astros con exactituAu, matemát'tea. D e la
m ~:>rua manera gtran las ruedas de una máquina y nad . JI
Ae t
f ~. 1 .
te ama
s o armon a. t o tue~:~e seria armonía mecáni ca . . 'ó
, precun n.
F Jt
1r
a a en e untverso lo que se llama la unidad d 1 fi
E '1 b
e a.
. n t! o ran causao en ~irecciones diversas y hasta opues.
ta~. La resultante, lo mtsmo que en los pro blemas de las
fuerzas, pende de la mayor ó menor potencia de cada un o de
loo COILlpouentes y d~ la ma~•or ó menor
J
co n si~ten cia de sus
.opue to:s.
LA MUERTE
He aquí la palabra te 'bl
h. 1 1
rrt e, e 1 vocablo cuya pronunciación
te a a bangre en las venas del .
. .
v del cobarde M · d .
JOVen Y del VleJo, del valien te
que inunda el. or~:t;, bu~~=r de t ser, cerrar los ojos á 1a vida
to terrible
d por odas partes, es un pensamien·
· tu ese m1e 0 á la m
t
. . .
mundo. BLllones de billones d u~r e no e~ ts tnta vida en e l
probablemente porq
e seres son postbles y n o existen
Es, pues, el mie~~e :~:ecen de l espíritu de conservación.
p -1 . fi
muerte lo que conserva la vida
1 oso ca meo te mirada
la
.
.
para muchos y una ec<'nom,ía demu~rte es u~ tnmenso bien
.
dtsgustos, Stnsabores y males para todos No lt b'
.
.
a 1a neces1dad d ·
la otra vida· Jo tenem
é
e tnven tar un mfieruo en
•
os en sta .A ·
d
nados á sufrir desde q
· qUJ to os estamos condene nacemos hast
.
pacttados para sentir L
a q ue quedamos m ea·
.
. a rosa está rod d d
.
más ltgero placer saturado d d 1
ea a e esptnas, y el
~uando perdidas las t'l .
e o ores. ¿Qué sería de nosotros
uswnes y la e
~an sada el alma y mart· . d
speranza pat·a el porvenir,
trtza o el cuer
h
c uando nuestra deb'l
'
t
d
.
1 1 a a Vts ta 00 po por ac. aqnes ftsicos '
más que la realidad f<e
d
nos permtte ver en nada
d 1
d en para nosotros tod a y esnuda'>
. · uan
os placeres pier·
o s u atr·actt vo·
d
.
mento, entonces esa m
t
' c uan o la Vlda es un toruer
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tan
tem'd
.
1
b ten, que viene á cu rar d
,
a es un m e nsajero del
e ralz todos nues tros males. ¿Qué
s·
.
e
°
seria de nosotros s i no existiera la muerte, si hubiéramos de
sufrir eternamente nuestros dolores?
Esto es lo que enseña la Filosofia, y si por ella nos gobernásemos, la huma nidad hubiera desaparecido hace mucho de
la faz de la tien a. ¿Qué causa la conserva? ¿De dónde viene
ese apego á la vida, á pesar de todas las calamidades de que
está sembrada? De un i nstinto natural. El ser que de é l no
está dotado no vive, se extingue.
Muchos creen que el trance del ser a l n o ser es cosa t errible. No hay nada de eso. Así como ninguno sabe el momento
en que se queda dormido, el momento en que acaba la vigilia
y principia el s ueñ o, así tampoco se sabe cual es el último latido que da el corazón.
:Morir es quedarse dormido para no despertar . L o que más
asusta al h ombre es pensar que lo encerrarán en u na tumba
y se imagina con horror lo que sentida estando vi vo. Una
comparación bastará para probar cuán infundado es este ho rror . Si á uno le amputan un a pierna, ¿le dará hot-rc r saber
que ésta ha sido e n terrada? Y si le amputan los otros miem·
broa y hacen con ellos lo mismo qu e con la pierna, ¿le borrorizará esto? S in duda que no. Pues bien ; la m uerte es una
amputación de todo el c uerpo; es la amputación de la vida, sin
la cual ni se goza ni se sufre.
Cuando el espiritu vital deja de ser, como una luz que se
apaga, como el de la hoj a que se seca, el cuerpo se con vierte
en tierra, con ella se mezcla y con ella alimenta plantas, que
á s u vez mueren para alimentar otras que nacen. N uestro
cuerpo está formado de los alimentos que nos nutren , y éstos
han sido á s u vez nutridos con materias muertas . La materia
recorre un circulo de transformaciones y nuestro cuerpo es
materia; de la vida pasa á la muerte y de la muerte á. la vida.
Ni entre el ser y el no ser hay linea di viso ria: el U niverso es
una perpetua continuación.
N un ca a pro baremos el sistema de enterrar los muertos en
hoyos más profundos de lo que la higiene exige, ni tampoco
el de encerrarlos en nichos de piedra, dentro de cajas, para.
-~S-
-
conservarlo:. allí separados del mundo, de la luz y de la vida·
DO~>otros preferimos que esparzan nuestras cenizas en un jar:
dio para que formen parte de las flores, ó en terrenos culti\"ados para tertihzar plantas alimenticias y pasar con ellas á
formar
.. parte de seres vivientes; formar parte activa de 1a
creac10n y no estar arrinconados como materia inútil; prefenmos rodar por la superficie bailada en luz, escuchar las
armonlas d.e la creación y vivir en plantas, animales ó persona , ~ás b1en que estar enterrados, excluidos del movimiento UDlversal.
Queremos vivir y no yacer.
~emprendemos que la juventud, embriagada de ilusiones
Y ahmentada de esperanzas para el porvenir sienta desaparecer de la bulliciosa escena de la vida; mas ~uando esas iluSIOnes se han desvanecido como el humo y esas esperanzas
se han trocado en punzantes realidades, cuando el hombre
~u~da en eaqueleto como el árbol sin hojas, el dejar de ser es
eJar de sufrir, y el dejar de sufrir es un bien apetecible.
Tal es nuestra opinió n acerca d e la v1da
. considerada
.
en
a bsoluto. Mas si d é ta
d
.
. t
d
e s s pen en otras VIdas, entonces el viVl~D eLopue e preferir el martirio al descanso, y esto es heroJco.
más grande q
h b
t rar su penosa e . t
. ue un om re puede hacer' es arrasxts enCla por no enlutar otras · apurar la hiel
para que otros puedan saborear el néctar.
'
~N DOGMA SACRILEGO
Este es mi cue ..po ..•
Esta es mi sangre...
JE UCRISTO.
El profundo respeto qu á
n· . .
deseo de que los homb eh 1a IVlntdad profesamos y el
meros autómatas
res agan uso de su razón y no sean
, nos mueven á
·b·
sabemos nos ha de costar má
escr¡ tr este .articulo, que
s de un duro calificativo. Nos
2!l-
hemos propuesto decir sinceramente lo que pensamos, y lo
cumpliremos sin temor ni consideración á nadie.
Cuentan los evangelistas que Jesucristo al celebrar la última cena tomó un poco de pan, y dándoselo á sus discípulos,
dijo: «Este es mi cuerpo.• Haciendo lo mismo con un poco de
vino añadió: cE sta es mi sangre. •
Siglos después la Iglesia católica, interpretando est:1s palabras al pie de la letra, declaró articulo de fe el dogma de la
transubstanciaciónJ 6 sea la presencia real de Cristo en la
Eucaristia; decretó que la hostia y el vino se convierten, por
virtud de las palabras del sacerdote, en cuerpo y sangre de
Cristo, 1·eal y verdaderam ente.
No disputaremos la autenticidad de los evangelios ni la
divinidad de Cristo: s upondremos que Jesucristo era Dios y
hombre, y e n este concepto vamos á llamar la atención de
todos los lectores que tengan algúu respeto t\ la Divinid:1d
hacia las consecuencias que de la doctrina católica se derivan,
doctrina cuya creencia exige la I glesin de Roma, so pena de
eterna condenación.
Emplearemos solamente el argumento ad absm·dum..
Si es verdad que el sacerdote convierte el pan y el vino en
ve1·dade1·o cuerpo y verdadera sangre de Cristo, el mundo debe
estar lleno de jesucristos. El sacerdote se come al HombreDios, lo digiere y lo con vierte en la más asquerosa in mundicia. Ésta se mezcla con la tierra, alimenta plantas que el
hombre y el animal comen, digieren y convierten otra vez ~n
fertilizante . La materia recorre un circu lo de transfo rmaciO·
nes incesantes, pero nunca se aniquila. El cuerpo y la sangre
ds Cristo son una materia como otra cualquiera. Calculando
los millones de millones de jesucristos que los sacerdotes han
manufacturado, se podrá fo r mar una idea de la cantidad de
estiércol que con el Hombre-Dios se ha hecho.
¿Hay algo más sacrílego que semejante suposición'~ ¿H ay
algo más degradante para la Divinidad que e.l suponer por un
momento que los sacerdotes pueden hacer d10ses-hombres ad
libitum y convertirlos en fertilizantes?
-30Por respeto á la Divinidad, por respeto al sent' d
á¡
1 o común
t
por emor a censura bien merecida de las g
.
,
no sucedan, desechemos semejante doctrina yen~~actOnes que
pt. amos á Dios
perdón de la ofensa que le hemos hecl o
• su pontend o por
momento que podla convertirse en la más inmu d b
un
En ho
d ¡ ·
·
n a asura
nor e a m tehgencia humana sea dicho 1
. .
cos tlustrados no creen en esa monstruosa trans ubsta:sc_ca~~IJ­
son la¡,¡ gentes sencillas, incapaces de ensar
tact n:
dpor s~, las que
con la mejor buena fe del mundo creen ep
n ese esvan o humano, stn reparar que degradan á la Divinidad
.
. ..
puede ser degradada.
' SI la Dtvtntdad
La Igle~ia clltólica no se contentó
llaves del cielo: llevó sus absnrd
con .apoderarse de las
pretensiOnes hasta la demencia, hasta el inconcebible
cuitadas de fabricar ho b
d'
emo de abrogarse las fam res. 10ses para b
1 .
en cantidades mayores 6
a onar a tierra y
pagar.
menores, según los fieles quieran
a::r
¿Qué son todos los pecados ue 1 h
q e. ombt·e pueda cometer,
comparados con la dement
Dios de su trono de gloria e ~rete~st~n de hacer descender á.
los sumideros?
'
aterlartzarlo y arrojarlo luego á
Á todo esto no se contesta con d .
ó impíos, 6 ateos Esos . .
ectr que somos blasfemos
d 0 d'
.
mm1stros que se g
1 .
,
anan a VIda hacientoses materiales está bl'
crílego, que la razó~ y 1 n ~ tgados á probar ese absurdo sa1
consuno.
a ea de la Divinidad rechazan de
¿Y cómo
concilia la unidad de D'
.
bl e cantidad se
de cristos
lOS con esa mnumeraaltares?
que se hacen todos los dias en los
¿Puede ni Dios mis
h
y si D'
mo acer otros dioses?
tos no puede, ¿cómo h d
.
. a e poder el hombre?
No seamos más im . .
PIOs, no tnsult
raz6n humana· no de d
emos por más tiempo la
'
gra emos la idea d 1
mayor tnsulto se puede h
á
e a Divinidad. ¿Qué
trato á la basura? La host~cer un hombre que arrojar su reD'
.
la no es el ret to d
108 mlsmo, según la estu
ra
e un h ombre: es
penda doctrina que combatimos.
-
3L-
¿En qué cabeza humana, excepto la de un pontífice, pudo ori~
ginarse la aberra ción de que un sacrilegio tal fuera grato á la
Divinidad?
¡A.h Iglesia, Iglesia! ¡Cuántas barbaridades no has cometi do para roan tenerte holgadamente y embrutecer al hombre!
¡Tu cinismo no estaba satisfecho con haber enseiiado públicamente que sólo por conducto tuyo se puede obtener la salvación , á fin de bac6r arrodillar la humanidad á tus pies; en ttt
ceguedad y devoradora sed de oro te has elevado tú, miserable
reptil , basta e l trono del Eterno, para degradarle y convertirle en una substancia que por lo s ucio no puede mencio ...
narse!
Es cien mil veces menos ofensivo negar la existencia 'deun Supremo Hacedor, que la suposición de que pueda ser convertido en la materia más vil que se conoce¡ es cien mil vecesmenos indigno del hombre ser ateo, que creyente en la transubstanciación.
Aunque las palabras de Cristo se interpreten al pie de la..
letra¡ aun cuando su pongamos que Jesuci"isto hizo alli un duplicado de sí mismo, ¿,de dónde consta que baya facult ado á
ningún otro para repetir la operación, para hacer dioses encarnados á su antojo, comérselos y ... hacer con ellos lo que no
puede decirse sin faltar á la decencia?
No sabemos que ningún impío haya hecho jamás á Dios
una ofensa tan grave como la que le infieren esos que se llaman sus ministros¡ no sabemos de absurdo concebido por la
mente humana que iguale á este blasfemo y sacrilego dogma
de la Iglesia católica.
S i no queremos que la posteridad nos mire como una manada de insensatos, rechacemos esa doctrina que repugna á 1~
razón y ofende todo sentimiento religioso.
-
82-
- 38-
CULTO CRIMINAL
i vamos examinando la tierra á vis ta de pájaro, las altas
torres de lo templos consagrados á la Divinidad será lo que
más nos lla~e IR. atención. atedrales, m zqui tas, sinagogas,
pagodas, ru10a de templos antiguos, cimientos de templos
moderno en con trucción, se de tacan aqu í y allá, á muy
cortos trecho . Dondequiera que unos pocos hombres se han
reunido para vivir, su primer pensamien to pa rece haber sido
con truir una de e as escaleras para el cielo.
Y i penetramo en esos templos y examinamos su interior, veremo que muchos de ello son verdaderos tesoros
~onde los ~ombre acumulan riquezas. Ricos traj es cubren las
1mágene ; JOyas de gran valor se ven con profusión· las alhaja de oro y plata abundan; las pinturas nos admiran·1 Jo trabajos arq.uitectónicos son libros en que grandes g en ios dejaro~ escnt.as sus ublimes concepciones. Y has ta aquellos
mtles de ptedra , simétricamente amontonadas las unas sobre
la otras , nos hacen pen ar en los aílos y en los miles de hom~r~ y de peso ~ue e habrán necesitado para con truit· editiCJo tan grandtoso y para coleccionaren ell o ta n t 0 0 b' t
de arte.
~e os
L o má grande lo más sublime, lo má r ico, lo má estimado que el hombre ha concebido se encuen tra encerrado en
e os templos
. ada cual fué deiando
en ell os las pn· mtcta
· · de
•
J
s u gemo, las bellezas de su ideal los teso ros de má
1
S' bé' J
'
S va Or.
1 a
ts eer, e o monumentos son caracteres que os dicen :
L A li
~1~1\[l)AD
AMA Á
DIO
i:IOBRBl TODA
LA
CU:SA
algamos de esos templos donde la hu manidad
h
.
paga oro b t·es para ensa 1zar á D10
s y echarle lD
. Ctenso,
.
. pasemos .
810
.d atenernos por delan te de los palacios de lo
d
b
s rey es y seftores
po erosos, em a 1samados con los perfumes d
.
e sus prectosos
j ardines; evitemos los barrios aristocráticos donde las comodidades de la vida rebosan, y visitemos los barrios pobres,
donde reside aglomerada la mayor parte de la población.
Elijamos á ueva York, sembrada de templos por todas
partes; á. Nueva York, emporio del comercio del mundo, residencia de Crasos, donde hay ciento de millonarios, y entre
ellos muchos que cuentan sus millones por docenas y má de
u no por centenas; á Nueva York, donde la cla e trabajadora
está mejor que en ninguna otra población del mundo.
Las calles donde residen los trabajadores y lo pobres son
estrechas y sucias; la luz escasea y el air3 parece espe o con
los miasmas deletéreos de que e tá impregnado. Los 11eres que
por allí pululan van cubiertos de harapo ó medio de nudos,
y tan extremadamente falto de limpieza r.omo la medio der ruídas casas en que se albergan los que tienen casa donde
a lbergarse. El hambre y la_miseria están escritas con caracte res indelebles en aquell o ro tro , el vicio y el crimen en los
de mu chos y la falta de comodidade en lo de todo .
Subamos á las habitaciones, á e as casa de vecindad-ienement houses-donde las familia viven como la abejas en
la colmena. La escalera es peligrosa, el aire está infestado
de malos olores.
En un pequeño cuarto que irve de dormitorio, cocina y
sala , donde se come y se lava, están hacinado como ovejas
unos cuantos seres humano . n hombre sombrío fuma en
una pipa apestoso tabaco; una mujer demacrada se arrastra
má bien que anda por la habitación, yendo del lavadero á la
estufa; media docena de chiquillos sucios y medio desnudos,
poco menos escuálidos que esqueleto , forman 8'1 complemento del cuadro.
Otros lloran en la habitación inmediata. on los hijos de
una viuda enferma , que ganaba algunos reales á la semana
lavando ropa .
Más allá se oyen los juramentos de un borracho y los quejidos de la mujer á quien está matando á golpes. ~os policías
llevan preso á un hombre que robó unas cuantas hbras de ha-
3
-84rina, porque no encuentra trabajo y no tiene con qué mantener á u hijo ...
~algamos de aquel infierno de la tier~a, ~e aquellas ~a~i­
tacioues inmunda , emillero donde la m1sena procrea V ICIO&
como u ano cría la carne podrida· huyamo3 de esas pocilga inmunda de donde salen lo que llenan los tri bun ale ~
la cárceles y los presidios, doude se crían los que dan trabajo al verdugo .
E os palacio· ele la mi. e-~·ia están diciendo con más elocuencia que todas la palabras del escritor que
E1..
HOMBRE NO A~iA Á
U PRÓJIMO 00~10 Á SÍ MI MO
Emborronado esto dos cuadros de lujo y miseria, del
amor á Dios y de la falta de amor al hombre, abordemos la
cuestión que nos hemo propue to .
¿ .o es un crimen gastar tanto por amor á Dios , que nada
nece ita, y tan poco por el amor á las criatura de ese D ios,
por amor á esos hermanos que necesitan todo?
¿Puede ser grato á los ojo il.e la Divinidad, que ha cread(}
mundos por millares de millones, que e le consagre la mayor
parte de lo tesoros de la tierra, mientras que miles de millona de criaturas suyas viven en la mi ería y se mueren de
hambre ó de de e p~ración?
na divinidad tal nos concibe: eria el egoísmo infi nito¡
sería la esencia de una crueldad infinita.
u pon gamo que al eilor más poderoso de la tie rra se le
pre enta e un pobr hombre y le dijese:
- eúor: s · que nada necesitáis; no obstante, os traigo en
prueba del amor que o tengo uno cuantos panes que he
podido salvar de la voracidad de vue tros hijos, que e mueren
de hambre. Aun más: yo y algunos amantes vuestros os he·
mos construido un palacio oberbio, que no habéis de habitar
n i para nada ha de erviro , y lo hemos llenado de oro y de
plata, de reliquias y piedra preciosas. Con los caudales que
en él hemos gastado hubiéramos podido constru ir muchascasas para hijos vue tros que carecen de techo que los cobijar
- 35ó que viven en habitaciones malsanas; pero hemos preferido
consagraros á vos ese monumento de nuestro amor. Y haciendo grandes sacrificios, a los que hemos hecho contribuir hasta
á lo más miserables hijos vuestros, pagamos grandes sueldos
á hombres que canten vuestras glorias, os cuenten nuestro
amor y os digan, echándoos incienso, que sois grande, bueno
y mi ericordioso· que sois un padre todo amor para sus hijos .
¿Habrá hombre que estime semejantes regalos?
Entre los grandes monstruos que la humanidad ha produc1do, la Historia no recuerda uno que fuera capaz de aceptar
tales presentes á tanta costa comprados. Y si tal hombre exis·
tiesa, la humanidad lo repudiada.
y i no se concibe nn hombre tan malo, ¿cómo puede concebirse un Dios? ¿Qué ofensa peor puede hacerse á la Divinidad que suponerla capaz de aceptar lo que no necesita y á sus
hijos tanta falta hace?
El paganismo , que divinizó todos los vicios, no concibió
un Dios más monstruoso que el que nosotros pintamos. Las
Furias parecerían madres cariilosa al lado de un Dios tal;
aturno devorando us hijos al nacer , no era tan cruel como
lo seria el Dios que por aceptar presentes que no necesita para
nade., dejase vivir en tortura y morir de dolor á sus criaturas .
c.· o será. t en vista de las consideraciones apuntadas, un
crimen de lesa humanidad y hasta de lesa deidad gastar para
D1os tantos millones que empleados juiciosamente en socorrer
á los pobres los desvalido., los ancianos y los enfermos, pudieran hacer á. muchos comparativamente felices, suavizar los
sufrimientos de otros y apartar á alguno de la carrera de
perdición á. que la falta de recursos los arrastra? ¿Cuántos se
habrán condenado , según la doctrina cristiana, que un pequeño socorro á. tiempo pudiera haber salvado?
Dios nada necesita de nuestras riquezas, porque Él nos las
ha dado todas, y si queremos demostrarle nuestro agradecimiento por sus bondades, hagámoslo socorriendo á sus criaturas necesitadas. Encontrándonos entre un pobre enfermo Y un
millonario lleno de salud, ¿a cuál de los dos dariamos un peso?
-37-36¿, ~o sería un crimen dárselo al segundo y no favorecer al prim ero?
Movióno á e cribir e te articu lo el haberse gastado recientemente en ueva York un millón de pesos en la const rucción de nuevas iglesias. on esa can ti dad se pudieran
haber fabricado 500 casa de 2.000 pesos cada una para acomodar 500 fam ilia pobre , y con lo que cuesta el sostén del
cul to en la nueva igle ia , obraría para la conservación de
la ca a .
¿ m\ 1 de la dos co as eria más grata a los ojos de Dios?
ü alcule ahora el que se atreva lo que han costado toda las
iglesia de Tue va York, toda las de los Estados nidos y
toda la del m undo , y díganos si cree que Dios e tima en
m á e o templo q ue la fel icidad eterna de una de sus criatura . i esos m illones de millones que en iglesias se han gastado • e ga tan , fueran empleado en mejorar la condición de
la humanidad, ¿cuántos males no se hubieran ahorrado en el
mundo? ¿Cuántos crímenes no e hubieran evitado? ¿C uántos
de lo que egún el credo católico deben es tar en el infierno
para siempre e tarían en la eterna bienaventuranza? ¿Podré.
nad ie negarno que el hambre, la mi eria y la ignorancia son
la cau a de muchos crímene ?
•La rel igión es nece aria-dirán muchos-para contener
la ma as.
í, la religión e nece aria; pero no es la religión
que se manifie ta en suntuosos templo y costoso cu lto , ino
la religión de la humanidad ; la religión que socorre al menester oso y da pan al hambriento, pero no la religión que quita al
pobre el pan de la boca para mantener hombres que adulen á
Dios y lo in cien sen . El que no ama a los hijos no ama al padre¡
el que no ama al hombre no ama á Dios, y si dice lo contrario,
ó se equivoca ó e un hipócrita.
El amor á Dios ha de demo trar e con obras de caridad y
no con la erección de templos, que no son más que monumento de nuestra vanidad, ni con entonar himnos de servi l adulación: el amor á Dios ha de demostrarse mejorando la condición del desgraciado.
iendo la cuestión que á gran d es rasgos b e m os tratado de
t scendencia para el bienestar del género humano,
lDmensa srqaue todos los publicistas emitan su opinión sobre
esperamo
es te asunto.
'd d · nse
i logramos cam b.1ar la corriente de la cart
D' a i Sl co1 á •
. os que las sumas que hoy se destinan á tos, emp e ngnllm
t
plos y costosos cultos dedicados á Aquel que no
do as en em
.
·
t as bue.
más que nuestras buenas lDtenclOnes y nues r .
qmere
d
·
esos
mlllones
obras · s i logramos, volvemos á ecu, que
~:smillon~s se destinen á mejorar la suer.te del homb~e desgraciado, habremos hecho más par~ mor~l~a~ al mu:ec~oq~:
todos los sermones y todas las oraciOnes , ha re~o~ien á sus
obra más rata á los ojos de Dios, que es acere
.
criaturas; ~abramos hecho á la humanidad el mayor bleD que
podemos hacerle.
CATECISMO LIBREPENSADOR
CA RTAS Á UN CAMPESINO
ARTA PRIMERA
Amigo Juan: Me dices que por ahí desconfiáis algo de las
predicaciones del cura, porque ca i siempre predi ca pa1·a el
aco y quieres que yo te escriba lo que pienso acerca de las
ceremonias y misterios de la Religión católica. Me dices también que por ahí habéis leido algunos periódicos y libros de
lo que el cura prohibe, pero que te parecen buenos para gente
abida, y que por lo tanto quieres que yo, como antiguo amigo , te explique los intringuli del catolicismo de un modo tan
claro y sencillo que tú y tu vecinos podáis entenderlos.
Voy á tratar de complacerte, aunque dudo de mi habilidad
para desenredar cosas tan enredadas como las que te mandan
creer. Otros más hábile que yo vendrán luego á enseñar la
verdad á personas de poca instrucción, que son las más numerosas y las más explotadas por el clero.
Principio por el fundamento de toda las religiones.
Dios
El origen de la idea de Dios fué el miedo. El hombre vió
serpear el rayo sobre su cabeza, oyó el retumbar del trueno
en los espacios, vió los astros girar por la bóveda celeste, sin ·
-40-
-41-
tió la tierra ondular bajo sus ies
.
la cau a de e to y otro ~ /
' y no pudtendo explicara&
obrenaturnl al que dió u:: menos, los atribuyó á un poder
de rodilla y le adoró.
ombre. Para aplacarle se postró
hi tiene el origen de Dio y del e lt
L
.
u o.
. o nlfio tienen miedo á todo, y á medida
ctendo van iendo má r 1. t
que van ere.
a 1en es· esto es
d'
m1edo porque comprenden 1
• van per 1endo el
as causas de los fe ó
ante le aterrorizaban.
n menos que
Por
e
o
Di
·.,
.
o va uesapareciendo á med ida
el rn1edo que lo engendró.
que desaparece·
Antiguamente crelan ue
Marte dirigí la guerra q
eptnno agitaba el mar, que
11r :
• que
ere daba la
h
m.1nerva infundia la sabid ,
cosec as, que
p .
una, que la Musas inspiraban la
oe la , y aun hoy hay quien cree ue la
.
.
" q
pe tllenc1as, hambre y muertes rapen t'
mas son e.ectos de ¡ ól
. .
h ace mucho que los eclip e de lo
a e era divma. oy otro fenómeno p
astros, las auroras boreales
uramente naturale
.
pre agio de grande oatá t "
s, eran mtrados como
ro,es. La 1·6 · h
ncla a demostrado
que en la Naturaleza no 0
curre nada obrenat
1 U
no e cae porque Dios lo ordene a • .
ura . n edificio
1
. . ' SIDO porque las paredes
se han inclinado ó 00 ti e
r i tir el peso.
nen Clmtento bastante sólidos para.
Mucho creían ha ta h
ba obre la tierra porque ;~e plocho que el mar no se desborda10 e abla dicho· R
.
garas, y de aqul no pasard E
. asta aqui lley _verá como la agua desobed:~::a las tierras de las costas
DJOs. Hace afio abrieron 1 f
el sup uesto mandato de
R os ranceses un
¡
OJO Y el Mediterráneo y
cana entre el mar
1
h a t a a ¡canzarse i el 0' é as aguas de un 0 Y otro corrieron
.
e ano Atlántico
1p
comumcan ya no 6 por 0
_ 'ó
Y e
aclfico no se
d mero . ue tros descend ' pot lCl n de Dio ' SIDO por fa lta deo
d
len es verán seg
o en un mar el grao de ierto d
h
uramente convertí6
E t t d
a ara
s o e emo t rará que así como 1 .
ta mas de la noche, así tam bién la ~ a~rora di~i~a los fand tanela va dlstpando los
errores de la ignorancia que e
ogen ró los dioses.
o
'
o
Tu crees que hoy dia no hay más Dios que el de los católi ~
cos, egúo te lo enseña tu cura , aunque con tiesa que no lo
comprende.
Por la misma razón de que ese ser es incomprensible, cada.
religión lo ex plica á su manera. Los habitantes de la India ,
Jos de la China, los de •ru rquía, los de los paises protestantes ,
los judíos, los salvajes de África, los indios no civilizados de
la mérioa, y cas i pudiéramos decir cada individuo , todostienen idea diferente de Dios en teoría y ninguna en la práctica.
Dio es lo desconocido-dicen algunos filósofos- . En mi
opinión, Dios es el miedo.
El miedo lo sienten todos, y no obstante carece de existencia real; sólo existe en nuestra imaginación .
Lo mismo es Dios, según te demostraré en otras cartas,
P or ahora me limitaré á probarte que es imposible la existencia del Dios que el cura te predica.
Veamos las pruebas que alega.
Todos los pueblos han creldo en Dio · luego Dios existe.
Á esto puedes contestarle lo que te dejo dicho: e Todos los
hom bres tienen miedo ; luego el miedo existe, pero tan sólo en
la mente, lo mismo que Dios .•
Además, la creencia más universal no produce una reali~
dad. Por siglos creyó todo el mundo que la t ierra era plana 1
centro del universo, y á pesar de eso no dejó de ser redonda Y
de girar alrededor del sol. Una moneda falsa no se vuelv&
buena aunque todos los hombres den su vida para probar que
lo es .
Como se ve que ningún ser se da existencia á sí mismo,
deduce n los teólogos, con aire de triunfo, que este mundo
tuvo que ser creado por un ser in creado , ó sea Dios.
Los errores saltan aqul á la vista.
Si un ser infinito puede ser increado, ¿por qué no ha de
poder serlo también el universo que, dicen ellos, es infinito?
Según la cronologla católica, el mundo fué creado hace
seis mi l afias .
-
4~ .L
-43-
¿Qu~ hizo Dio ante ?
i era infinito no
'
.
má ; Sl era inmutable dejó de serlo
pod¡~ produc¡r
.ante no habla producido .
' porqne pt·oduJo algo que
Dejaré á un lado e tas cue tion es
aica ' y trataré d
á
' que te parecerán metafi.
co a m s á tu alcance.
Los atributos de D i os
Dicen que 6
.
un ol
.
omntpotente y no pudo hacer el mundo de
fné ~ /e, lOO por tareas, ga tando seis días . El éptimo e
e can ar y s upongo que igue aún durmiend
según te demo traré m a ad 1
o, porque,
su obt·a.
e ante, no ha vuelto á ocupar e de
Hasta la creación había erman .
sea pereza suma en lo
d~cldo en completa inercia, ó
P
n
cua 1 no
tó un ejem 1
"'(,Ue no e amigo de traba'ar no 1
• p o muy malo .
castigó á Adán y á tod J d
o ~amostro de pué cuando
para ganar el pan.
o su e cendJentes á trabajos forzados
Además de e¡· om nipotente te d '
buen o, pero i ob erva b'
'
tce n que e sumamente
len no verá en est
d
e muo o má que
males. ¿Te acuerda de 1
.
o que antes de m ·.
f ·'ó
.
ra m iia qu e tu vi te? E o·
.
oru su u la pnme.
e tos omntpo· t 6
.en Y su mamen te bueno dicen que todo lo ve t d
y o o 1o abe
b
' Y no o s tanta, nada
.ab olutamente hizo para al' .
t
.
lVtar 1o dolores de
11 ·
e crtatura, que n ingún daño habla
aque a tnocenmundo hay un hombre ta n
1 d hecho. ¿C rees que en el
tu hija la hubiera deiado dma ~a o, que pudiendo aliviar á
•
J
pa ecer. · 0 te
d
medws que tus vecinas qu 1
~
acuer as de lo re~.
eran ap 1 tcarle?
o.::l . tú pudteras dar la salud á los enfer
mos, socorrer á Jos
nece ttados consolar á 1 t .
.
'
os rtstes y hace r, 1.
semeJantes, ¿no lo harías?
r e tces á todos tus
Pues haciéndolo serías infinitas
.
llamado la Bondad Suma.
veces meJor que el Dios
Estos males de los hombres
plican los clérigos diciend
y esta crueldad de D ios los exo que son consecuencias de l
Pecado original
Cuentan que Dios puso á Adán y Eva en el Paraiso , y que
para probar su obediencia les prohibió comer las frutas de un
manzano. Un ángel malo , creado por Dios, se valió de la serpiente y tentó á Eva . Cayó ésta en la tentación y convidó á.
Adán , que cayó también. Dios, en castigo de tal falta, condenó
á Eva á parir con dolor y á Adán á comer el pan amasado con el
sudor de su frente , y á morir, con todos los demás males que
vemos . Este castigo se extendió á. todos sus descendientes.
¿Hubieras tú hecho algo parecido con aquel niño y aquella
niña que tu esposa te regaló al segundo año de casado? ¿Los
hubieras puesto en la huerta; les hubieras prohibido comer
manzanas · hubieras permitido que nadie fuese á decirles que
las comiesen y los hubieras echado luego al monte y desheredado á ellos y á todos sus descendientes?
o; tú no hubieras hecho semejante cosa, y si supieras que
un padre ha hecho algo parecido con sus hijos, lo aborrecerías
de todo corazón .
Pues es~ padre e el Dios que tu cura te enseña y manda
que le ames sobre todas las cosas.
¿Crees tú que un Dios tal puede ser Dios? ¿ o comprendes
que ese Ser cruel es el reverso de la Bondad?
No lo dudes, Juan : el Dios católico es un Dios falsificado,
como te iré demostrando .
CARTA SEGUNDA
Los Mandamientos
El l. •, A rna1· á Dios sobre todas las cosa .
Si este es el Dios de que te hablé en la carta anterior, en
vez de amarle debemos aborrecerle, porque no es el verdadero,
porque debiendo ser el Dios d~l bien es el Dios del mal.
-44-45¿Amarlas tú á un hombre rico que, o brándole todo, dejas&
á u hijos morir de hambre?¿ marias á un médico que, pudiendo curar los enfermo , los deja e padecer horriblemente?
Tu cura te dice que Dios compensa todos estos males en la
otra vida. ¿En qué e funda para uponer que será benigno
después el que es tan cruel ahora? ¿.Á que e e cura no da á unou dinero por más que é te le a egure y jure devolverle el mil
por uno en el otro mundo?
El Dio bueno no puede ser nunca cruel. ¿Qué dirías tú de
un padre que dejase á u hijo desmayar e de hambre, aunque
después le diese un opíparo banquete?
La crueldad no tiene disc ulpa, y en ningún tiempo puede
ser cruel un er bueno.
Y i quieres más pruebas de la bondad del Dios católico,
repara lo que mueren en las catá trotes y los que se salvan.
En un naufragio, en una inundación, en un huracán, en un
incendio, etc., los nifios y mujeres, que on los más débiles,
perecen en mayor número · los fuertes son generalmente los
que e alvan. Y á pe arde e tos hechos tan claros, tu cura
te dice que en esas venganzas de la cólera di vi na ni se sal van
ni perecen más que los que Dios quiere. De modo que la Justicia eterna castiga á los más inocentes, como on los nifios y
las mujeres, y salva generalmente á los fuertes, que son los
que mejor se pueden salvar á sí mismos .
Esto te demostrará que si la Providencia se mezcla en los
asunto de este mundo, lo hace todo al revés.
Como tú probablemente no leiste El Prog1·eso de Febrer<>
de 1 , insertaré aq ni lo que en toncas escri bi acerca de est&
asunto :
¿Quién gobierna el mundo? ¿Es una Providencia que dispone á su arbitrio los acontecimientos , ó una Naturaleza qu&
obra en virtud de causas ciegas é inmutable ?
Estudiemos.
e desarrolla el cólera, por ejemplo, en una población. cEs
un castigo de la Providencia• , nos dice la fe ; ces efecto de
causas fisicas~ , dice la Ciencia, y en su impiedad dicta medí~
das higiénicas, establece cordones sanitarios y lazaretos. La
nfermedad no se propag~ y desaparece de la misma localidad
donde primero .se ~re~en;u~lado la venganza de la Provi~encía.
La impla leDcla a h robre una comarca y la afhge con
Quiere Dio matar ~e alluvias que echan á perder la ceuna sequía ó con ~xce~tva
espetar lo altos designios de la Prosachas. El comerClo, 10 r de todas cla e ·
videncia, lleva ba!lápv lve~;:ncia burlada por los impíos comerHe ahí la sa ta rovt
ciantes.
.
1 ada de frie sobre una comar~a para
:Manda DlOs una o e ó á lo menos hacerlo nfnr pero
helar á t~dos los hombres,e arre an bieu y gozan: Solamente
éstos encien den. e tufa:,l s pobr~s alcanza el ca ttgo . Los deá los desprevellldos y . do .
más se ríen. de la. Provt. :a~c;:~ burlas , envia un huracán que
E nfurecido DLOs peJe ue á nadie le quede duda de qu~ El e
arrase con todo, á fin
q ó tro termómetro y otro. m truel rbitro upremo ..El b~r "':e d~ cubren las intenctOne de
mento de la roaldectda l~nc¡~· preparativo del ejército eneDio lo mi moque lo .e pátat da parte los hom bres toman
' v z ma" .
migo,' y el te lé gra foavtsa
.
dao burlado una
te
mucho creen ver en esto
recaucione ' y Dt o se que
p hl ue.r e u.n individuo
pero he aqui que un
un ca ttgo mnegable de a ia al cadáver y encuent~a que la
anatómico h.ace la autop e estaban obrando hacta mucho
mue rte provLD d causas qu
~e rp¡.~:id¿Jcia·
tiemEn
po . urna: á medt'd a que la iencia avanza, pierde terreno
la Providencia.
d Dio en todo: nosotro no
Mucho creen ver la mano e naturale y ci ga ' que el
vemos má que efectos de ca~ . a ando ó destruyendo una con
hombre domi na en parte, coro ID
. .
otras.
.
r la Providencia. Si exJsttera,
Esto nos autonza para neg~ . nios a í como los cuerpo
no podríamos oponernos á su e ¡g
'
1 hombre que e perar del
no pueden resi tir la graved~d.
r ada, por c~n iguiente, ~tena ee ser or medio terrenale .
cielo· lo que qutera consegutr ha d md ésta e tá gober'?ada
T~do pende de la Naturaleza, ,y e~
·a al cielo son ttempor leyes ciega ó iJ?alterables, l~s pr:ga;J otra funciones de
po y trabajo perdt~o . Lo . te ~~ una victoria, una b~ena
iglesia para dar gracia á DlOs pn los más estúpidos que ¡macosecha ó un golpe de fortuna, so
ginarse puede.
.
l Providencia, vamos á contestar
Antes de termmar con a
ducen para probarla.
los argumentos que los teólogos a
-46-
-47-
iendo Dios que lo abe t d
.
cdto ha~{ tt~ne previ . t? todo lo que ha
Ltbro Eterno: e a causa ' ·
an o metafonoamente en 1
agente preparado por el ~beegta que vemo obrar aho~a so~
E ta t
¡
erno.
ora pre uta grave d 'fi 1
antemano gue lo hombres u
l cu tade . i Dio abe de
o-o 9.ue qlllere imponerle p e~: burlar y burl o lo ca tim:d¡do que El les propoi~oi~n\ D~ to lo con iguen con los
~
e tonto que de abio .
'
os en ton ce parece tener
rien~o tener encerrado á. (. o erá. no mentecato el que ueotro mstrume n to para evad 'u e~eO:¡go, . l~ facilita la llaie ú
Otra dificultad de la o~~sie .e a. pr!IÓO ?
: la .libertad del hombre Lo tc~~ncia, ó ea predestinación
utlleza e colástica p~ra res~! ogo la reconocen y apela~
m ento e estrellan contra el
t:v;rla, pero todos u argumo les convencen . • Dio rev:n l .o común: ni á ellos mi h!ll:~ de ~ libertad .. dmltiend-;;-d!Cen-el ~ o que el hombre
Vl 1 o es mfalible que ha d
.como admtte n que e a pre
tará.que la libert~d humanae/eahzar;se .P or necesidad, resul~
reahda~ . Lo que es libre no estÁ~~~ tln .Ión, sin un átomo de
y ne?e tdad on cosa tan
Jeto a lo nece ario· libertad
omD!potencia de Dio no al opue átas o?mo el í y el no . La
Por lo tanto ~· 1 h
bcanza lo Imposibles
. .
'
om re e l'b. D '
.
~~b~le~te, y vicever a. El hombre! ~ e, l' bo no puede ser Ome e u actos· no e homb
~.o ~. ertad no e re pone lo que generalmente e ent· re.dDlO ~~la Omni ciencia no
ten e por DIO
pero dedicar ese dla á hombres ó mujeres, holgazanes, pícaros ó b ata , que la Iglesia colocó an 1 catálogo de autos,
in ~aber m á de ellos en la otra vida que tu y yo, es una so·
d~ uced r; lo tiene
i~ 2e~os a~ora á
otro mandamiento.
. ' No J U?'ar el santo nombre de Dio
El nombre del verdadero 0 .
en vano.
en vano ni con mot·
tos no debe jurarse n unca, ni
.
lvo , no porque á
portar tal Juramento má
e e eñor le pueda imh
·
.
que á nosotro 1
ormtga, too porque la sociedad 1
a mueca de una
una cosa completamente inúti l L o re~rueba, y es además
veces juran en talso El h b . os católico on los que más
fi
.
om re para a e
.
gurar una cosa debe
a rmar por su honor y
El 3 o
no Jurar por un er
· ' anti¡ica1· la fiestas.
que no comprende.
Tu cura entiende u 1
.
en oir m·
q e a santtficación d fi
tsa y en abstenerse del traba'
e estas oonsi te
La naturaleza humana re .
JO.
fatigas uno de descanso pa
qutere después de seis días de
ra recuperar las gastadas f uerzas;
leu1ne majaderia.
En primer lugar, has de aber que la mayor parte de esa"'
mnjere' y hom bres llamados anto no han exit~tido jamás1
pero a un tomándolos como los pinta la Iglesia en sus hi tor¡as ó novela de milagrería, la mayor parte de ellos mere•
cerían ir á pre idio más bien que al cielo.
Muchas santas e encerraron en conventos abandonandcr
6UB familias y haciéndo e inútiles para la sociedad; otras fueron beata que descuidaron sus debere de madres y esposaspara cuidar olamente de Dios y de lo santos, que ningún
cmdado nece itan .
Los santos fueron en su mayoría unos holgazanes , que seretiraban á lo montes y e dejaban pudrir de porq uerias, creyen do que Dios podía enamorarse de seres asquerosos.
i los hombres y las mujeres hubieran imitado á. esos santos y á e a santas, la humanidad habrla de aparecido hao&
m ucho de la faz de la tierra.
. 'o rindas, por lo tanto, culto á e os holgazanes, entregándote al ocio. i e tos santos existieran y fueran personas honrada , no agradecerían que se les diera culto suspendiendo el
trabajo, fuente de donde el hombre aca la poca felicidad de
que goza.
El 4. 0 1 Hom·m· padre y mad1·e.
E te es el mandamiento más ensato que hasta ahora heexaminado, y no es necesario que se nos imponga como mandato de Dios, porque está. en nue tro interé el cumplirlo. Honrar á nuestros padres para que une tros hijos nos honren , es
una regla que, aunque no sea más que por convenencia, debeme observar estrictamente.
El 5. 0 , No mata1·.
- ada mé.s ju toque respetar la vida de nuestros semejan~
tes, y nada :má inconsecuente que tu religión, que impone
ese precepto y:Jo quebranta á sabiendas, imponiendo la pena.
-49 -
48 capital á lo a esinos y otros crimina les. ¿T e acuerdas de los
tiempo en que e ahorcaba por robo?
Lo clérigos que predican este mandamiento acampanan
in prote tar al reo le recomiendan la re ignación, prometiéndole una felicidad eterna. El clérigo abs uelve en nombre
.de Dio , y el juez condena á nombt·e de esa misma sociedad
que dice todos lo día en su oraciones al Eterno: Pe1'Clóna.
no nuestras deuda , asl corno nosoll·o perdonarnos á nuestros
deudo1· . i Dio agarrase a e o hombre por la palabra, no
perdonaría á ninguno de ellos.
omo tú no eres juez, ni e pera serlo, no insistiré mas en
e te punto, y pa o a
El 6. 0 . . .
E te m ndamiento prohibe la unión de los exos, indispensable para la reproducción del género humano.
i la agrada E critura no miente, los hijos é hijas de
Adán y Eva e unieron por nace idad entre sí, lo mismo que
hacen lo animale . Á medida que lo hombres fueron aliando de la barbarie, se fué limitando el comercio entre los dos
sexo para evitar rencilla , y se e tableció la poligamia, que
con i te en tener un hombre varias esposas. El mi mo rey
alomón, dotado por Dio con el don de la sabtduría, tuvo espo a y con e u bina por ciento .
La ivilización comprendió que ni el hombre debía tener
ma de una mujer, ni la mujer mas de un marido, y esto es
hoy 1 y en todo los países cultos, excepto entre mahometanos y mormona , que se guían por el Viejo Te tamento.
El exto mandamiento no e por lo tanto de Dios, ino de
la sociedad, pero por bien de é ta debt1 observarse con igual
rigidez que i fuera divino.
El 7. 0 , o hurtm·.
E ste es también un mandamiento de conveniencia social·
el que no quiere ser robado debe condenar el robo. De ahí los
ca tigos que la ley civil impone á los ladron es en todos los
países, cualquiera
que sea la r eligión en ellos domi nante.
0
El . , o levantar falsos testimonios ni mentir·.
tira es un acto de cobardla, indigno de un hombre
'dad y el falso testimonio es aún peor, porq~e
q ue ttene ~~m
' . d hemos amar como á nosotros mts d aña al prÓJ imo, á qmen e
1
. a moneda.
él
nos
pague en a mtsmó ..
e
m os para q u
'
o
o desear· la mujer de tu pr !Jtrno.
. .
El
9. que
'
Para
éste no d esee la. nuestra
. y podamos Vlvtr en paz.
El 10 o No codiciar los btenes cuenos.
.
b
'
. '
damiento cuya fie l observanCia nos a arra
E:te
codicia es una pasión
que nos demue os
.
· 8 nos hace sufnr.
grada á nuestros propt~s OJO y reducen esencialmente á dos:
Estos diez mandamientos se ocemos más que por los ma. á Dios que no con
A
mar
'
·1 o so bre todas las cosas,
lo que estan
1 Lo nos
causa, y amat
.
es que
1 cléri os que tal predican i y
muy lejos de hacer o~g
á IWSotros mi mos, que es la
2 o Ama?' al prÓJtmo como
·
llama religión.
base de lo que se.
e estos man damt' entos fueron revelados
d
Tu cura te tce q u
n otras muchas cosas te
.
M . é y en esto como e
por DlOs á ots s,
t d las otras religiones, que los
engafia, y la prueba es q u~ o ah manas con tienen virtual católicos dicen ser invenclOn_es t u y en' ellos están basadas
·
mandamten os,
.
mente e os mtsmos
b
no son producto de la mslas leyes civiles. Esto prue. adque . les como te demostraré
iración ino de la necestda e socta '
~uando trate de la religión verdadera.
L~ me~·
~~s;:st:s~uLa
b~ja
CARTA TER ERA
Trataremos ahora, amigo Juan , de
Los Sacramen tos de la Santa Madre
Iglesia
El L o, Bautismo.
b
s ablucion es ó baños
. .
t' uas ordena an 1a
Las rehglOnes an tg
de la suciedad en que vivían
com o un precepto, por causa
4
-50-
-51-
hombre y mujere
an Juan Bautista imponfa esta condición
á n di cipulo porque en una reunión de hombres sucios la
pe tilencia erfa in oportable.
ri to fué á ver á Juan y tU\' O que pasar por la ceremonia
de la inmer ión . .Aunque uno de los evangelistas dice: El que
creyere y fuera bautizado erd alvo, Cristo ni bautizó á sus
di cipu lo , á. pesar de la gran falta que les hacía, ni los mandó que bautiza n , si no que predica en á todas las gentes la
buena n u va, que tenia poco de nueva y nada de buena.
De aqnel baño de ri to dedujo la Iglesia católica la neceidad del bauti -mo para entrar en el1·eino de los cielos; pero
pagandolo, como tú sabes muy bien por experiencia propia.
aca la cuenta de lo que á tu viejo cura le han producidolos bauti mo , y comprenderá el motivo por que tanto se afana en la salvación de todo .. . los que pueden pagar.
Que el bauti mo e una e peculación y no una condición
nsce aria para alvar e es muy fáci l de demostrar. Antes de
risto no exi tia el bauti roo , y desde enton ce has ta hoy no
e practica má que en la Igle ia católica y algunas sectas
prote tantea alidas de ella. i el bautismo fuera necesario
debiera Dio habérselo dicho á todos los homb1·es. De todo '
los que han existido y exi ten , ni uno por mil fué bautizado.
Figúrate ahora cuán i nju to y cuán cruel ería Dios i condena e 11. tanto mile de billones por no haber cumplido con un
sacramento del que no tuvieron noticia.
u~ndo tu cura te diga que el bauti mo fué instituido por
Je ucn to, pregúntale á quién bautizó éste.
0
El - . , Confirmación .
omo e te acramento e de tan poca importancia que
puede uno salvar e in él, lo pasaré en blanco. Es simplemente una remachadnra del clavo del bautismo.
El 3. 0 , Penitencia.
En ninguna de cuanta religiones hay y ha habido se encuentra un sacramento tan infame, sacrflego y desmoralizador como el de la confesión, inventado por la religión que
desgraciadamente cayó en suerte.
Es infame la confesión porque de ella se valen los ministros de Dios para saber lo q ne pasa en tu casa, en tu lecho, en
la mente de tu e posa y de tus hijas.
.
Es acrílega porque el clérigo tiene la avilantez de decu·
que Dios perdonará lo que el confesor perdone y condenará lo
que éste condene.
.
.
En otro términos, que aunque el confesor se eqmvoque
en su fallo, Di os tiene que ometerse, ó lo que e lo mismo,
que el clérigo es superior á D io~ ..
y es de moralizadora la contes16n porque ofrece el perdón
de ¡0 pecados, por enormes y numer~sos que sean, con tal
que uno e los diga al clérigo y se arrepienta. Esto lo puede
hacer cualquiera, y por consiguiente todos pueden pecar á su
gusto.
.
.
Tu cura Juan te dice que los pueblos no católicos son 1n·
L os puebl os
fernalmente, malo ' , y ' te engaíia m1serablemente.
ás malos son lo más pobre , y los católicos son los más pom
. t
bres de todos porque tienen que mantener un yapa, cten os
de obi pos y canónigos, miles de curas, sobnna amas de
llaves y sacristana .
.
i upieras, Juan , las preguntas obscenas q~e.l?s cléngos
hacen á las mujeres en el confesonario, no perm1t~nas que. tus
hijas e acercasen á esos sepulcros de la inocenc1a. Te d1ce~
que van allf á purificarse, y las limpias salen manchadas. Allt
les preguntan por pecados que ignoran; les rasgan el velo d~l
pudor y las desnudan de la inocencia. Créeme: el confesonariO
es' un manantial de prostitución; de aquel obscuro a.ntro sale
la chispa que enciende los deseos carnales. La muJer que se
confiesa está moralmente prostituida.
Examina cada noche tu conciencia; piensa si has hecho
bien ó mal á tus prójimos. Si lo u ltimo, arrepiéntete, ~ero de
veras, y al levantarte al otro dia pri~cipia tu~ trabaJOS haciendo bien á los que hiciste mal, y s1gue ~ac1endo tod~ el
bien que pueda . Ensella esto mismo á tu muJer Y á tus hiJ~s ,
y aléjalos todo lo posible del confesonario Y has~a de la Igles 1 ~·
La verdadera relig~ón consiste en obrar b1en Y no en Olr
-52 -
53
misa rezar rosarios maquinalme t
gando al clero costoso
n e y comprar la g racia paacramentos .
El4. •, omunión.
E te ac ram n to s aún má
·!1
cura te dice que con su b a· . sact ego que el an terior. Tu
en tetones convie t 1 h
por u criada ó por un panad
r e a ostia hecha
.
ero en el cuerp . z
e
e
u
en
to,
y
el
vi
no
que
él
h
o
1 ea y verdadero
rd J 1
cosec ó 6 compró á
o, en a angra real y verdadera d 1 D "
un coseche¿,Ha pen sado, Juan alguna e tos-Hombre.
encarnado, que tu cura fab .·
d vez qué se hace de ese Dios
·> p
n ca, e pués que 1 h
come. u es se convierte e n 1a más inm d ed o m bre se lo
un a e las basura
como todo lo demás que
comemo
'
¡,Has oído jamá un ab hrdo t .
1
E a conver ión de Di
a~ _co o al ?
lo má s bl"
d
o en fe r td tzante e
. 1
.
u Ime e la relig ión católica
' egun o curas ,
DIO en los ba urero .
. risto sigue siendo
Ahora bien ; ¿crees tú que la imposición de las manos de
obispo ó del papa hicieron de aquel muchacho zopenco un
E l 5.•, Ex trem aunción.
E
·
que el se
d
"d d te acramento lo mismo
SI a pa ra alvarse· por
. .
gun o, no e de nece.
constgmen te n
d
mmar1o. Un poco de ace·t
' o me atendré á exa. d
I e, ya ea de or
P16 ra, ya de bell otas no ha d
Ivo, a de carbón de
. 1
'
ce ailo m t . 1
Ia o admini tra para que 1 .ti 1
a ena a lguno . L a Igle.
o e es no d ·
d
graCia que los clérigos de
eJen e creer en la
t
rraman ob
.
1
yen e . El leo anto y la
b"
re os Infelices ere
efecto.
cara tna de Ambro io on de igua~
El 6.• Orden.
i Dios n i Cri to ordenaron cléri
los unos á los otros.
gos pero el los se ordenan
~u conocist e á los padres de t
dedicaron á la carrera eclesiásti: cura y sabes que á é te lo
ca arlo, muy haragán para trab . porque era muy feo para
der un oficio ó seguir una carre:~a~~ muy torpe para aprennada lo dedicaron á fabrica n t d. d "Iendo que no servía para
Un mal abogado, un mala e .lOses y sal vador de almas.
m ueren de hambre U
médtco ó un m al mecánic
· n cura al cont .
o, se
rante e ' más engorda.
'
ran o: cuanto más igno-
hombre inteligente?
De seguro que no, porque estás viendo las brutalidades
que comete . Y si la ordenación en nada afectó ni el físico , ni
la moral, ni lo intelectual del estudiante, ¿cómo puedes creer
que le haya con vertido en salvador de almas, fa bricante de
dioses y directo r de concie ncias?
opongamos que t ú no hubieras botado los libros de latín
y que te hubieras hecho clérigo en vez de labrador .¿ raes que
tuvieras más fac ultades que las que tienes para sal var y diri·
gir á los demás?
Lo q ue tend rías sería la panza más llena, el espinazo más
derecho y más repleto el bolsillo; pero en cuanto á poder es ·
pirttual, e tarlas exactamente como estás.
La carrera de clérigo e un oficio como otro cualquiera,
con la diferencia q ue lo mismo gana el ig no rante que el sabio ,
el vicio o que el vi rtuo o y el avaro más que el caritativo.
La llamada vocación es una solemne men tira. i lo cléri·
gos es tuvieran seguros de ganar en otro oficio tan to y tan
descansadamen te como ganan , muy pocos serian los que no
ahorca en los hábitos. R epara y verás que la gran mayoria de
ellos son hij os de padres pobres, que no pueden darles otra
carrera ; los hombres acomodados y los ricos no dedican sus
hijo á la I glesia. Es ta es el refugio de los estudiantes pobres
y de las nu lidades . Dios no llama á ningun hombre para que
se consti tuya en sal vador de los demás; son ellos qu e se llaman á si mismos para vivir bien y con poco trabajo.
¿ o ves como mientras tu y tus vecinos, mal mantenidos
y peor ves tidos, trabajáis á la intemperie, se reunen los cu·
ras y pasan las semanas comiendo y bebiendo á re ventar de
todo lo mej or que puede con seguirse, y matan luego el tiempo
j ugando al olo, el t1·esillo y hasta el mon te, después de ron·
car toda la noche como bienaventurados y de dormir la india·
pensable siesta durante el día?
E n otro tiempo había unos sel1ores llamados feudales,
-54para quiene trabajaban los obr
r es . Aquel feudali mo ha i / b e~¡echeros de los alrededomo cleri cal, que e nece a .. o ah ol' I o, pero queda el feudalisno a o u· también
.
t ra baJador no le roben el fruto d
para que al pobre
una alvación que i exist'
e u sudores á pretexto de
.
'
Iese no e comprar'
d.
t opreai vo era el an ti uo ~ d .
Ia con mero.
rica); á aquél
le pa b g
en a!Jsmo, peor es aun el elata por ba t'
ga a ~enta por la tierra; éste cobra reou ts mo , ca amtentos
t'
cobrar neldo del É s t d
' en tarros, etc., aparte de
a o que tú y t d
.
moriza á lo infelice cr
t
o o pagáis, y además ate.
eyen es con el purgat .
.
no, m ventados por ellos
orto y el mfier' Y en 1os que no cr
comprender por su sistema de vida.
en, como puedes
Para convencerte de ue al
ción y í tu d'
q
cura nada le importa tu alva1 nero voy á. pon er t e un eJemplo
.
.
t cae una persona en el fue
.
corren á alvarla a
go, todos lo circunstantes
Pue b' . ' un con peligro de quemarse ello
..
.
len muere una per ona
y egún la doctnna de esos
clértgo ' i no va al . fi
m erno, cae en la 11
d
ama el purgatorio
.
d e d onde olamente las 1
P egaria á Dios pue d en sacarla . . Has'
VI- to tú nunca un
cura que al aber
C'.
ponga inmediatamente á
que uno e ha muerto, se
su compalleros para q rezar y mande á toda prisa recado á.
ue vayan á celeb
1 f
·
man entierro?
rar a unctón que !la. Lo q~e habrá visto es que i no le a
.
misas, nt echa responso .
p gan no canta, ni dice
E o te dará una idea de lo u
.
qd e es la carJdad clerical la vo cación al sacerdocio y el
t
·
amor e la Sanl M, d
e repiten en todos los tonos.
a a 1'e Iglesia, que
Ese decantado amor no es á ti ,
.
.
' ~ uan, smo á. tu dinero. El
clérigo no es más q
.
ue un mdustr1al
.
como otro cualquiera
con la diferencia de que l
t é
e sastre el z
t
•
e e tera, etc., dan algo á cambio de 'lo
apa ero, el albaílil,
que les pagas, y el cura
no te da nada¡ te roba descarad
El 7. o, Matrimonio.
amente el fruto de tu trabajo.
E te es otro ramo de la industr'
.
como corriente la poli
.
~~clerical. Dios admitió
gamJa entre los Judios , y 1uego 1os cna.
.
-55ti anos di vio izaron la virginidad, llevándola al absurdo ex·
tremo de declarar virgen á Maria antes del pa1·to, en el pa1·to
IJ de,.pués del parto, lo cual prueba el aprecio en que los clé rigos tie nen á las vírgenes y el aprecio que les causa la ma·
ternidad . Á la paternidad no son tan opuesto , y si no que
lo digan los sobrinos.
Tú le habra oido á tu cura predicar que el matrimonio
roouogámico, ó sea de un hombre con una sola mujer, fuá
in tituido por Dios porque no creó más que una parejo.. Como
te he dicho ya, lo hijos y nietos de Adán tuvieron por nece ·
sidad que practicar el amor libre, á lo animal, prueba de que
Dios no pen ó en tal matrimonio. Creced y rnultiplicao fué
el mamlamiento que dió 11. Jos primeros habitantes de la tie·
na, mandamiento que hasta la fecha no ha revocado.
ao Pablo desaprobaba el ca amiento, como se ve por las
ignieote frases de sus cartas: • o os caséis si podéis evitar ·
lo.• e nicamente deben casarse lo que no pueden dominar
u la civia.• . Más vale casarse que abra arse. •
omo ves, para este grao apó tol del catolicismo, el hom bre no debe casar e por amor á la mujer, ni para crear una
fa milia sino para saciar IR la clvia. eguo esto, cuando la
mujer e vieja, puede abaudonarla, que e lo que ordenó Dios
en el Antigua Testamento. Por ahi verás cuán lejos estuvie·
roo risto y Jehová de santificar el matrimonio.
' o creas por e t.o que yo recomiendo el amor libre ni la.
pol igamia como Jehová, ni que de precio y rebajo el matrimonio como Sao Pablo; creo que el casamiento monogámico
.es una necesidad social, como te dije antes; lo que niego es
.que debe estar santificado por un cura, que sea un sacramento. Y como yo opinan los legisladores de casi todos los pueblos civil izados, los cuales han establecido el matrimon io
civil, al que le hacen tanta guerra los curas, no por el bien de
los cónyuges, sino por el dinero que le hace perder.
Los amancebados cometen un pecado mortal, y al morir
van de cabeza al infierno · pero si le pagan á un clérigo para
que los case, entonces quedan en gracia de D io y son partí·
-56cipes de todas las gangas que esta gracia dicen que trae conigo.
¿Qué te parece, Juan, de este negocio? El que paga á la
Iglesia está en gracia de Dios y del cura también; el que no,
en gracia del demonio y en desgracia con el cura.
l\fas volvamos al asunto de la virginidad, tan ensalzada
por los clérigos.
.á. la jóvenes las e timan mucho, pero cuando llegan á
viejas, por má beatas que se vuelvan, las desprecian. Esto
te probará que hasta la virginidad disminuye de precio según
aumenta en años.
¿Recuerda aquella tia tuya que, seducida por los curas á.
can a de la herencia que le dejara su madrina, se metió en un
convento, abandonando á su ancianos padres?
¿ uál te parece mejor, ella que se enterró viva olvidando
obligacione sagrada , ó tu madre que cuidó á tus abuelos y
te crió luego á ti y á tus hijos? ¿Qué necesidad tiene Cristo
de tantas esposas encerradas en conventos, como las del su).
tán de Turquía en el harén? i la aturaleza no llamara á.
la mujer al seno de la familia, las ensenanzas cristianas acabarían con la humanidad.
P or lo que te dije al principio, verá que el matrimonio no
fuá in titución ni de Dios ni de Jeaucristo, que no se casó:
fuá y es una necesidad social para la conservación de la familia, nece idad que el clero quiere monopolizar por el dinero
que le produce.
i el matrimonio es un sacramento de institución divina,
¿por qué la Iglesia priva de él á sus ministros?
En los primeros siglos los clérigos eran casados, y hasta
con má de una mujer; después, y con grandes esfuerzos, lo&
papa los obligaron á permanecer célibes para aislarlos de la
sociedad y poder movilizarlos más fáci lmente. Al ordenara&
h acen votos de castidad, y tú sabes muy bien cómo los quebrantan. ¿Qué cura joven conociste en todos esos ah·ededore&
que no tuviese su ama, sus amigas y sus soln·ino . ¡Á cuántas casadas no seducen , á cuántas doncellas no pierden!
-
ó7-
.
de que es -víc•
f . ón las ten taclOnes
tá
Ellos saben por la con es~
e ha delinquido ;y la que es
t ·ma cada penitente; saben a qul a les arrastra á. ellos más
1
.
. . la Natura ez
.
La
prO. XI·ma á dehnquu ,
· d y pOCO CUI'dado que tienen. .
á Otros por la buena Vl a
.
ufre las consecuencta&.
que
la muJer
t
1 fi
Naturaleza triunfa a ~· lérigo · el celibato tiene una par e
La culpa no es toda e e
'
dejan que sus esposas
y los padres de familia otr~, ~~:;u:o le revelarian tal v~z,
revelen á un hombre lo que r e lo que no dirlan á sus mts.. digan aJ COn1esor
Y que SUB h !JaS
r
mas madres.
·
respecto 9. un hombre ten•.
Las tentaciones naturales que una ofensa á Dios-y s!
a la mujer, ó viceversa, no so:iaerable impostor-; la tengf' en no podría perdonarles un
. en ella y causar un
ues
h aria. para no caer
tación debemos r~c az
á la sociedad .
.
el
mal á no otros mismos y
one· convendna que todo
Por estas y otras muchas r_a~me:te los clérigos, mientras
e pudiese se casase, y espeCia
·roa por innecesarios, cos·
qu
la ilustración del pue blo no Jos supn
tosos y perjudiciales.
CARTA CUARTA.
testación á ID .IS tres cartas an¡·
Recibí, amigo Juan , tur cotnamente que no aciertes á expf le7
terio re , Y compren do per1ec te ha causado. n·tc es que u
carta el efecto que su lec;ur;ués de una larga noc~e o~scur~~
algo a í como una aurora es
puedes divisar bte~ os o
. . á ver, pero que no
que principias
blina delante d e t us OJOS. ú
jeto ' porque aun queda una ne creo que poco á poco, seg n
Ese efecto lo esperaba yo, y
\aro
.
vayas pensando , irás vie::~i:á;ac ar sln los acram~n~:~a:lt:
Me preguntas cóm~ p
~
te sin comulgar, BID
bautizar á tus hijos , SlD con esar '
por la Iglesia, etc. .
mi seria tal el escándalo que
.
i te gutaras por
D1ces que s
d ias vivir ahí.
• e1 cura, que no po r
armana
'
-
58 -
Comprendo p rfectamente t u
..
la aldea como tú
é
b'
postctón, porque yo naci en
muy Ien que los bu 1' t
d
sueltan la pre a in deti d .
.
res e corona no
E
n etse como ttg re
1 modo de alvar e te ob táculo e ·¡
en e ta materia . convencer! d
1 u t ra r á t u veci nos
pas tor que da la vida por
o .e que el cura n o e el buen
us ov ~a
ino un t'
d
~u e chupa la augr de
.
'
Ig re e sotana
ciuo e ta ligera , ob er:V~Ja y carnero . Lee á tus con ve. una ,-ez que la mayoría ::ones que a v uela pl uma te hago,
e¡¡má queunafat"apara convd~nza de que la religión no
sacar tuero á las
t
como vo otro , el cura e
d a
gen es encillas
tenías hace año q•·t e 1 d ·qbue ar como aque l perro viejo que
, ' a ta a pero no
d'
bér ele caído Jos dient es.
'
po 1a m orde r por haAhí tenéi que no se puede er b
.
ueno BID. c ump lir con todo
lo que manda la Igle ia católi
verdadera.
ca, que os dtcen ser la única
Permite que te haga al unas
.
sacramento , por ejemplo. g
ob ervacwues acerca de los
En primer lu ga r, te diré ue los . .
la mayor parte de
q .
prmCipales sacramen tos y
1as ceremon 1a cató!'
.alguno per onaje
.
't .
tca , mucho rito y
, 00 tmi acwne de cul t
t'
E
os a n 1guo .
L a creación A.dá
'l
·
u
Y
'
va
u
caída
el
d
· . nal el
·" ,
'.
•
peca o origi
d.I nvw, la Virgen luana,
rt to la T . 'd
ctenso el agua bendita 1 p
,
rtnl ad, la ct·uz, el in .
ta inmortalidad del 1 , al a cua, las llaves de a n P edro
~ ·
ama, e precepto d
'
... SI mi mo el ayuno 1
.
e amar al prój imo como
' e ro ano etc et tod
.
on d e or1gen pagano im ' t d
'
., e,
a e tas cosa
En segundo 1
h l a as por los cristiano .
ugar, as de saber
llone y millones de l
b.
q.ue en e 1 m undo hay m i.
1om tes y m uJ eres
.f
za d os 01 bautizan
h..
q ue DI ueron bauti.
us IJOs, que no se e li
.
a n t e cléngos católico
.
on e a n, DI se casan
, DI van á. m isa
.
preceptos que tu ¡ ,.¡e . d.
' n t cumpl en con los
o
Ia tce ser necea ·
gen tes viven y mueren t
·¡
anos para sal var e. E as
h
d
ranq lll as y son
onra as que lo católicos
en s u mayoría más
En terce r 1
, p~rque no son tan pobres .
uga r, te ad vertué qu d 1
.son m uy pocos los
e e os católico ilus trados
que cumplen con esos prece¡Jtos , y muy
-59contados los que creen pueda un hombre hacer dioses -hombres
ni perdonar los pecados .
Si algu no de Jos preceptos católicos fu era necesario para
salvarse, Dios debiera habérselo en senado á todos y cada uno
de los hombres, y el número de los que se llaman católicos no
alcanza al diez por ciento de la población del mundo . E ste
hecho por i solo bas tará para demos trarte que tu religión no
es necesaria par a sal varse, á no ser que la llamada Jus ticia
Divina fue ra la i njus ticia suma. Nin g un o de cuantos tiranos
ha habido en la tier ra obligó á cumpl ir una ley n o promulgada.
¿No dió Dios á cada uno sus propios sentidos corporal es, s u
inteligencia y lo necesario para v ivir? ¿Cómo entonces habrla
de privarle del conocimiento de la verdadera religión si ésta
es necesaria?
Desde q ue hubo naciones ha habido g uerras religiosas¡
cada secta defendía s u Dios á san g re y f uego· hoy si gue la
lucha en el pú lpito y la prensa¡ no obstante, Dios nunca dijo
quién tenia razó n ni qué culto le gustaba más, lo que prueba
que no exi te tal Ser upremo, ó no le importa nada lo que
los hombres piensen de él.
En vista de esto , las naciones más civilizadas dejan que
cada hombre adore á. Dios según las inspiraciones de su conciencia. qui donde te escribo hay igl esia de casi todas las
religion elil actuales . En una se predica que Jes ucristo es Dios ,
y en la del frente lo contrario . El gobierno deja que cada loco
siga con u tema. Y en efecto, es locura hacer creer á un hombre en lo que no cree .
CARTA. QUI TA
Visto, amigo Juan , que mis cartas anteriores te han hecho
dudar de las farsas de tu religión , tengo la esperanza de que
al fin te convenzas de la verdad, y continuaré hablándote
de as un tos religiosos .
-61-
-60-
Hoy ya todo el mundo se ríe de esos cuentos, como se reid.n mañana de los milagros y prácticas religiosas. La civili-
L o s milagros
A tu cura le has oido repetir un
to en favor del catolici mo :
a y otra vez este argumen-
•Ó la religión católica se
entonces es divina, ó sin mil;ropagó por medio de milagros, y
gros, Y este es un verdad ero nu.
lagro.. •
1 le arguyes que en ese caso t d
nas, porque todas e han
o as las religiones son divipropagado, varias de ellas má
el catolicismo ento
que
t
'
nces te contest
o ras es debida á que halagan 1 a qu~ la propagación de las
suya las refrena.
as paswnes, mientras que la
La verdad es preOlsamen
.
te lo
.
más que la católica enseila
contrano. Ninguna religión
queda saldada la cuenta deq~e con confesarse y arrepentirse
perdonara al lad ó
os pecados. upón tú q
1.
d"
r n y al asesin
ue e Juez
~Jeran que est.aban arrape t 'd o que confesasen su delito y
diera vivir en una sociedadn 1 os. ¿<./.u.é hombre honrado uá los malvados? donde existiera tal ley? ¿Qufén
conte~d~ía
.
Ah! tienes la razón or
~nm~rales · los clérigos ~doq~e los países católicos son los mAs
o ~lsmo, se convertirían en ~~e~~ondan; si los jueces hicieran
6
orlo tanto el a
os e criminales
'
rgument d
·
contraproducente.
o e tu cura ó no vale nada ó es
Volvamos
.
. á los m1'1agros.
' t'.Has Vi to tú alguno? Pu
tu has visto. Todos eso~ de es no ha habido más que los que
s~nto son pura fábula Allá que hablan en La vidas de los
c1smo re· b
·
en los ti e
los h i ma a supremo, había milag
en que el catolitanto a~ an por .vía de entretenimi::: . ~orrillo; los santos
haga u os necesita para prolongar su o,
que la Iglesia.
agoma, no hay quien
N no, por pequeilito que sea
¿ 0 te acuerdas d 6
·
las viejas contaban cuando
aquellos
de moros y brujas que
tú y cuentos
é
yo ramos muchachos?
:pos
o!
zación todo lo va aclarando.
Las leyes de la Naturaleza son inmutables, y de esta inmutabilidad dedujeron la de Dios. Un milagro destruiría la
inmutabilidad de las leyes físicas, y por lo tanto, la de Dios.
De esto se deduce claramente que ni Dios puede hacer milagros, so pena de destruirse. Por lo mismo, son completamente
inutiles la devoción á los santos y las preces al Eterno. Por
má que r uegues y reces al río que pasa cerca de tu casa, no
dejará nunca de correr hacia la parte más baja. Los ruegos á
Dws prod ucen el mi mo efecto.
Deja, por lo tanto, de creer en milagros, como dejaste de
creer en brujas, y sobre todo, no des ni un real para funciones de santos ni pierdas el tiempo rezándoles.
Las oraciones
E l clero católico ha convertido la religión en una larga
serie de actos exteriores, pervirtiéndola en su esencia. Con tal
que uno oiga misa todos los domingos y fiestas de guardar, se
confi ese, comulgue y cumpla con todos Jos demás preceptos, le
llaman un buen c1·istiano, aunque mienta, no pague Jo qne
debe, trate mal á su mujer, no eduque á sus hijos, envidie á.
s us vecinos, codicie la mujer ajena, escandalice á los niilos, etc., etc. Lo que el cura exige es qne cumplas con aquellos preceptos que le producen dinero· lo demás le importa
poco . Por criminal que uno sea, si le paga una fiesta para
un santo, misas para un difunto ó deja una manda piadosa,
.aceptará todo, aunque sepa que el dinero es robado, y hasta
llamará anto hombre al dadivoso. La mayor parte de los bienes que la Iglesia poseyó fueron cedidos por hombres que los
habian adquirido por medios no santos, y la otra arrancada
A ignorantes creyentes á la hora de la muerte, haciéndoles los
.clérigos creer á los unos y á los otros que con aquel dinero
-626 aquellas propiedades
praban la gloria cele tla~ue pertenecían á los herederos, comPor poco que reflexiones
lo curas es el a·mero.
' verás que el verdadero Dios de
E to me induce á hablarte otra vez de
L os clérigos
Tu sabes que una v·leJa
. marqu
d O
esa e tero dejó ahí los tevecmos de tu aldea
a·
los Oleros, para que todos los
e ta 1
pu teran aparta
or r ella, e quilme et
r en ellos sus ganado
comu n ID
· pagar tributo
'
c., Y en una p a 1a b ra, utthzarlos
..
alg
en'
upó
uno.
n que ahora se presenta
m~yordomo de la hace mucho tie un h~mbre diciendo que es
ex~ge le paguen para pa tar ah' 7po dtfunta marquesa, y que
qmlm~ , etc.
1 os ganados, cortar leila, e -
rre~o que por eso le llaman
m ¿Duás tu que ese homb re es legrt·
arque a y que cumple la últ'
tmo representante de la
Lo primero que le duía · ~~a voluntad de e ta seftora?
mayordomo, era que no po~:
y esos vecinos al pretendido
:arque a, porque cobraba po: ~er representante de la referida
o que ella había ordenado á sus
erederos que dieran grati
Pues bien.' el tal mayordomo
.
1 .
presentan te de J esucri to
es e clerigo, que se dice rede balde.
y cobra por la gracia que é t
dó dar
se manAl
u . pretendido representante
n ~mpos_tor. ¿ ómo le llamarás a~e l!a · m~rquesa le llamarías
xamma bien la vid
e ngo?
conoces
a Y hechos de t d
h
y compáralos luego con 1
. o os los clérigos que
acerte.
a pmtura ideal que voy á
v
erdadero discípulo de
.
~as y prácticas de este gran ~ato :s el que imita las enseftanebser humilde, desinteresado abes ro.dEJ verdadero clérigo ha
• onra o virt
d e e ocorre 1
consolar á 1 r a _pobre hasta donde le p~ _tuoso y caritativo;
os tnstes, animar á los d rmt _an sus recursos,
esgractados, predicar la.
- 6Sconcordia y la fraternidad entre los vecino , animar á lo in ~
dolentes, disculpar y tratar de reformar á lo delincuentes,
ser indulgente con la faltas del prójimo, amonestar con dul·
zura a los que de cualquier manera se apartan de la senda d~
la virtnd· hacer, en fin, bien á todo y mal á nadie .
Tal debiera ser el hombre que aspira á er tenido por dis"
cípnlo, rep re en tanteó ministro de Cristo.
.i un clérigo t11l, todo el mundo lo respetaría y lo veneraria; todo el mundo lo amaría. Un hombre a l, sea clérigo &
seglar, no tiene enemigo , á lo menos entre gente honradas .
i, pues, los que a umen el tltulo de ministro de risto
on despreciados y aborrecidos, no es porque la gentes sean
malas, ino porque son malos ellos, pues hacen lo contrari~
de lo que Cristo mandó.
Y en prueba de todo esto voy /i citarte un ejemplo.
Tu ve que yo combato al clero porque lo creo una calamidad peor cien veces que los bandidos y lo a e inos; peor que
el cólera· y no obstante, reverencio la memoria de fray Rafael
de Yélez, arzobispo de antiago de Compo tela, á quien conocí de cerca. uando yo estaba en el Seminario, creyendo que
se moría, fué á pasar allí algunos meses. Yo e taba enfermo
y así que lo supo, fué todo los días á visitarme y á conversar,
conmio-o. Era un niño con cuerpo de anciano y un ángel en
fo rma de hombre. Al recordarle hoy, despué de cuarenta
año , me parece la reencarnación del primitivo apóstol coro·
panero de risto. Para aquel grande hombre y para todos los
que se le parezcan no tengo más que amor y veneración.
Aquel hombre era clérigo, fraile y arzobispo; ninguno más
que él merecería ocupar la supuesta silla de an Pedro; aquel
hombre tal vez creía que podría fabricar dioses, perdonar pecados, sacar almas del purgatorio, etc., etc., cosas en que yo
no puedo creer; pero era virtuoso, y por eso le perdono todas
u faltas; era sincero hasta en sus errores¡ era un bienhechor
de la humanidad, incapaz de hacer daño á nadie· amaba á
todos, buenos y malos, y no aborrecía á ninguno. El día en
que se murió tenia seten ta reales de capital.
-64i los clérigos quieren q ue los defiend
la ~uerra, que imiten a l arzobis
.a en vez de hacerles
Cn to y les perdonar . lo
po se:ñOI V élez; que imiten á
errores y ab 1 d
.
.
tr os que prodican .
Y o qmero que el cristianismo
b
h
con 1 ta en ob
ras ueca y ceremonia
ra y no en pata.
que ningún otro hombre ~a;a~a ; que el clérigo ea mejor
de alma de r pre anta t dl a .e merecer el ti tulo de pa to r
n e e r1 to .
ARTA SEXTA.
Ahora te hablaré , ami o Juan
con que ~u estro e
g
de esos terribles lugares
nras o aterran
oruestro trabaj o; me refiero á
para arrancaro el fru to de
Los cuatro infiernos
-65...\. esas predicaciones podemos llamarles frutos para la exportación; son para los creyentes, no para ellos.
Sí el infierno exis tiese, Dios seria el primero que debiera
entrar en él, y después Jos clérigos.
81 el Creador sabía ab eterno los que habían de condenarse,
<.para qué los creó? Su objeto no pudiera ser otro que el de
gozar e en el tormento de sus cri aturas . Entre todos los condenados según la Iglesia, no se encontrará uno tan cruel
como el llamado Dios de Misericordia.
Los curas dicen que el hombre se condena por su culpa, y
que no puede salvarse sin la gracia de Dios, contradicción
manifiesta que voy á pasar por alto para no confundirte con
explicaciones metafísicas.
Pondré un ejemplo para probarte que si el hombre se condenase, la culpa sería m ás bien de Dios que de él mismo.
i tú pusieses por todas partes dulces envenenados al alcance de t us hiJoS, sabiendo que casi todos los comerían á
pesar de tus prohibiciones, ¿no tendrias tú la culpa de que se
Principiaré por el d
aterno , adonde, según 1 e lo condenado ' ó sea el infierno
la humant'dad.
as ensefianza catól¡'cas, va ca i toda
envenenase n?
Un padre que sabe las inclinaciones de su hija y prevé que
la tentació n la r endirá, ¿no será un criminal sí la deja dormir
.
Ten presente que el noventa
la población del mundo
por Ciento por lo meno de
no es católíc
,
se con d enan todos los que mu
a, y que de los católicos
lo más.
eren en pecado mortal , que son
con un hombre?
¿Podrias tú, podria ese padre lavarse las manos como Pilatos y castigar con todos los tormentos imaginables y para
siempre esas faltas que provocasteis en vez de evitarlas?
¿Qué pensarías de tal padre? ¿Querrias su amistad, l!l ador arías como á un ser infinitamente bueno?
Pues mucho peor que ese hombre es el padre del género
humano, á quien tu cura te manda adorar, y te exige dinero
para adorarlo él á nombre tuyo.
Si tal infierno existiera, debieran ir á habitarlo, además de
Dios y los clérigos, Jos que teniendo uso de razón creen en
Calcula tU ahora 0 uá n poco son lo
os se condenan '1' dime
.
s que se salvan y cuán 1uego que t
' .
amente sabio que crea m ' ll
piensas de un Dios ínfin ihacerlo sufrir eteruameu~e.ones de bi llones de hom bres para
t
.
. E ta es una de las mucha
DJOs sería lo m!\ malvad
men tuas clericales, porque tal
0
esto t e dara• una idea
· de
que la men te p d e tmagt
·
. nar· pero
1as en traila que ue
to
d
t d
'
res e ese Dios. L o 0 té .
en rán los in venpr di
·
ngos no creen
.
en es!l Infierno que
e can ¡ Sl creyesen, no seria
.
n tan perversos como son .
ves cómo mandan de
·G o
prectar las r·
.que e1los acumulan tod 1
tqnezas al mismo tiempo
a as que pueden?
semejante aberración.
Otra aberración de los clérigos es la clase de tormentos
que han inventado. Dicen que los condenados están rodeados
de culebras, que viven entre llamas inextinguibles, qne les
ó
-67-
-66echan p ¡omo derretido en la b
¡a~~ ti: p~lamas. y todos esos torm::~~::·a;u~sl bien ; ¿crees tú
n amiento? uando cal"
ena es pueden afee
pan, ¿te cau a algún dolor fi icolentas el horno para cocer e;
E l alma de que te hablan e pens~r en aquel calor?
como tupen amiento
s tan msensible á las ll
El cuer
.
. .
amas
po BI D Vlda no siente .
.
al E to pn~eba que al morirse ~t~ la :!da ó alma sin cuerpo.
om re no va al infierno ni
purgatorio, porqu e u cuer
de compon e y pa a cad
po queda en la tierra n ell
masa sól"1d a e vuelve tierra
a parte á. unir e con su elemento
'
a Lae
que salió; la liquida y la gas y entra en el reino vegetal de
y vEuelven á alimentar plant:;sa e eva~o~·an en la atmósfera
y seres lVlentes .
to prueba á la ve 1 .
. fi nal hayamo d z a .lmp OSI'bT
cw
1 ldad de que el d' d 1 . .
mas
.
e re ncltar con 10
.
la e JU!~ue tu v1mo .
m1 mos cuerpos y al1 el alma es inmortal
· Y lo que no ha
dmuerto no pue de resucitar• no· puede mo nr,
e otro cuerpos
. . l e 1 cuerpo lla ido á E
resucitar.
' ya ammados, ya egetales, tampoco
ormar puede
parte
Ademá ' si el cuer
cío •final > ¿cómo puede
po yD el
' alma e. tán separados hasta e) J. U1. 108 cast1garlos inm di
mor1r?
y .
e atamente al
s1 Dios juzga Y entencia á d
que se muere • G·á q ue. v1ene
.
el ·ca· a. hombre en el momento
n
verdad,
en
ve
d
d
.
JUICIO final?
E
.
m .
r a te di""O
es capaz de entender la ~-e'ra;•go Juan , que ni el de1
a emos ahora al u
. •g n católica.
p rgatono, dese u biert
el siglo XI
producido a l clero m:s
papa en
El
a mérica al
1 ones que el
pm·gatorio es el lu
mundo entero.
mo, la almas de 1
gar á •donde van se .
mente satisfecho os que mueren en gracia 'sin gun el Catecisterribles torment::.r sus pecados, para ser allí
;nteraDe dónd
·
a os con
e consta est 0 na a·1e lo sabe pero
menol!.
'
no por eso cuesta..
en
o;w
descubrimi~:t~~:
;a
~~llun
p~;i~e:
Los clérigos dicen que van al infierno todos los que no se
confesaron ó arrepintieron de algún pecado mortal, y agregan que para los condenados no hay redención; no obstante
hacen entierros y dicen misas por todos, si hay quien pague,
por supue to , porque el afán por la salvación de los demás se
desvanece como el humo si falta el dinero.
Su pongamos, por lo tanto, con los clérigos, que todo bicho
muerto, si es humano llos otros bichos son más afortunados)
va al purgatorio, que es el presidio de la otra vida, donde
como en el de ésta, tiene que estar cada uno más ó menos
años según la cantidad y calidad de sus culpas veniales.
Ahora bien; tu cura te dice que Dios rebajará los allos de
presidio de tu padre, por ejemplo, según el número de jornaleros clérigos que alquiles para rogar por él. Si no pagas
más que un responso, el indulto no será más que de horas,
digamos; si un entierro con seis clérigos, será de un año¡ si
con veinte y gran pompa, de veinte años, y asi sucesivament e. Si compras una indulgencia plenaria, entonces Dios concede indulto absoluto.
De aqu í podrás deducir las ventajas del rico sobre las de
un pobre diablo que tal vez por haber sido honrado, no dejó
nada para alquilar clérigos.
¿Qué te parece de !a justicia de ese Dios que vende indultos mayores ó menores, según la mayor 6 menor cantidad de
dinero que se da á sus clérigos?
¿No es verdad que ese Dios se parece á sus ministros y los
ministros á su Dios?
¿Qué pensarías tú de un juez que vendiese los indultos según el dinero que les diesen á los alguaciles é hiciese cumplir
toda la condena al pobre que no tuviese quien pagase por él?
E se es el Dios, Juan , á quien tu cura te manda sobornar
con dinero para misas, entierros, honras y cabos de afl.o.
El L imbo de los }liños es el lugar adonde van e las almas
de los que antes del uso de la razón mueren sin el bautismo• .
La invención de este infierno es más cruel aún que la de
los anteriores.
-68-
-69U n Dios omn ipoten te y de infinita bondad crea seres, los
deja morir y los condena á infierno perpetuo sin que hayan
cometido pecado a lguno. El crimen de estas victimas de la.
Eterna Ferocidad con iste en q ue no los han bautizado, ya
porque nacieron en paises donde no se conoce el bautismo, ya
porque sus padres ó tutore no qui ieron , ya porque se murieron sin dar tiempo á que les echaran por la cabeza un poco de
agua fría, muchas veces sucia.
¿ omprenderá ahora, J itan, por qué no puede ser católico
ningun hombre que tenga uso de r azón?
Yo dudo que el atanás con que el cura te asusta crease
seres destinados á un infierno eterno sin que le hubiesen hecho á él ni á nadie la má leve ofensa, y sin darles una oportunidad de ganar la g loria.
¿Eres tu capaz de imaginar nada más detestable y odioso
que el Dios de los católicos?
Dicen que crea á los hombres para s u gloria. En ese caso
se complace con los tormentos de los condenados.
El lnfiemo de los Jus tos, ó Seno de Abraham, es cel lugar
adonde, has ta que se efectuó n ue tra redención , iban las almas de los que morían en gracia de Dios , después de estar
enteramen te purgadas, y el m i mo á que baj ó Cristo, real y
verdaderamente• .
E ste lugar viene, por lo tan to, á ser una antesala de la Gloria. Aquellos justos no podían entrar en la Bienaventuranza
hasta que el P adre Eterno no hiciera ma.ta.r á su inocente hijo
para aplacar la cólera que le habían causado Adán y Eva, desayunándose ó merendando con la manzana prohibida que él
babia puesto á su alcance.
Por fortuna, los hombres son menos crueles con sus hijos
que el buen Jehová. Si fuera necesario crucificar un Cristo
por cada man zana robada qu e se comen los muchachos, las
cruces no cabrían en la superficie de la tierra.
Aquellos justos no pudieron entrar en el cielo hasta que
Cristo murió por ellos; esto es, hasta que un inocente murió
por los criminales .
¿N 0 te parece algo extrafia la justicia del Padre celestia!?
J
. te sentenciaran á muerte por un
·Qué dirías tú, uan , SI
·a ?
(. •
t hu hiera come ti o.
. .ó
asesinato que o ro
a·
las cosas de tu rehgl n
E n verdad , en verdad te ¡go que . l diablo
· tú ni el cura m e
·
d
no las entien o yo, n~e l~s infierno; y pasemos á •
Mas salgamos ya.
La G l oria
.
e eterna dicha, eterno jolgorio y otras ganEsta mansiÓn
dI
t'l 'cos escogidos que pa.
1 · ara los cadeo 1Valencia; he dicho mal ,
gas, la de t ma la g esia p 1 1
gan; los demás se qu_edan á a una
van á. lo profundos mfiernos.
n gracia son pocos, el
.
- ue mueren e
y como los catÓl ICOS
q
barato allá el hospaa·
. y ser muy caro
cielo debe estar me lO vac¡o d
el billete de en1 s curas ven en muy
. JJL
daje; no obstan te , o
.
r ue ellos no esperan Ir a ,.,
t rada. T al vez uben la tar:~ . po . ~u pie ras que tus padres, ó
Dime: ¿pudieras tú ser e IZ Sl
s ó cualquier otro homtu muJ·er ó tus hermano '
..
tus h !JOS Y
'
· d ?
. fi ' t
te desgracia os.
bre eran m n1 amen
. . D'
los bienaventuraPues b1en
!OS Y
.
Desde luego que no.
f' 1' ' á no poder más, sablena·
los curas e ¡ces
s d~ seres sufren eternamente.
dos son , según ¡cen .
. d un Dios tan cruel y de
do que millones de millone
·Querrás tú estar en compail.Ia e
(,
l' d ?
Seres tan de natura ¡za os.
dos lugares incomcluyen · son
.
El cielo y el mfierno se ex
t ' ados estén en una espe·
1
b' enaven ur
orl·a en cuyo caso su dePatibles, á no ser que os 1 1
dido a mem
'
r ' tada y muy
estupida; en una
cie de sopor ó hayan per
cantada felicidad será muy Iml 1 dos centavos al cura por
palabra: no valdrá la pena de pagar e
ella.
.
.
un
Por conclusiÓn: piensa
á de que
dicho y te convence~ s .
absurdos, con el cantatlVO fin
oco sobre todo lo que te dejo
p
o te ensefl.a más que
tu cura n
b
d ue lo mantengas sin tra aeq
-70jar. D'
Para lograr su ob;eto
no t'e
.
1 ne mconveníent
"
.
un IOB absurdo, infinitament
1
e en pmtarte
sible.
e crue Y á todas luces impoDicen que el hombre es una criatu
todos los malvados no ha
ra depravada, y entre
y uno que se pare zca en crueldad al
lOS bueno.
D
o
. i tal Dios existiese, seria me. or no
.
ni con sus inventores y . .
~
tener relacwnes con él
mm1stros .
ARTA SÉPTIMA
Vi tos los absurdos que tu I 1 .
ahora, amigo Juan del J'b
g es¡a te ensena, hablaremos
'
1 ro en que el clero los apoya.
La Sagrada Escritura
Tú nunca has leido este libro
.
por el Espíritu anto
'.que te dicen fué inspirado
D'lOS h a hecho al hombr• Y Tú
que contiene 1as reve 1acwnes
.
que
lo han leido que es in e.
creerá ' como todos los que no
'
comparablemente
.
to 1
superwr á todo cuanos hombres han escrito E t
.
.
or
.
. s e es un error
cas1 umversal
.
p 'ó que prescmdiendo de a 1gunos hbro
ó .
'
Cl n, no hay un escrito má
. d
san ntmos de prostitucorruptor de las buenas
st m ecente, más inmoral ni más
t
cos umbres q 1
ura, según te haré ver.
ue ata 1 Sagrada Escri. Los papas prohibieron la lectura d
.
e ese hbro, porque le yendolo, el más torpes
e convence de q
ue en su mayor parte es
o bra d e hombres bárb
aros que tratab d .
menes atribuyéndolos á
d
an e Justificar sus cri
man atos exp
d J
.
raile Martín L t
f
resos e ehová..
d El
. fd
u
ero,
undador
del
protestantismo obeec1en O al mandato d C ,
e nato E cudr '- d la
'
con:endó la lectura de la Bibll
~na s EscritU?·as, remeJor medio de anular el p a ódEscntura Sagrada como el
generalizarse el uso de la .
apa o. Tan pronto principió á
Imprenta, los protestantes se dedi-
-71caron á. la impresión y repartición de Biblias traducidas del
Jatin {¡,las lenguas vivas. Esto forzó á los papas á hac11r lo
mismo, pero con notas puestas á su antojo. La lectura de la
Sagrada Escritura sin las explicaciones de la Iglesia, está
prohibida aún hoy. Esto nos demuestra cuán mal inspirador
debe ser el Espíritu Santo, una vez que sus obras no pueden
entender se sin necesidad de intérprete.
Pues bien; á pesar de todas las interpretaciones de la Iglesia, la obra es en muchas partes ininteligible, obscura en
otras y contradictoria en casi todas. Te haré de ella un breve
resumen.
L os cinco primeros libros llevan el nombre de :Moisés ,
aunque no fué él su autor, por cuanto en ellos se dice, entre
otras cosas , que ha la hoy no se sabe dónde está su tumba, la
de Moisés.
Los libros atribuidos á éste principian describiendo la
creación del mundo en seis días . La ciencia ha demostrado
que el Universo necesitó para formarse millones de millones
de años, y la Iglesia, para no dejar quedar mal al Espíritu
Santo, dice que los seis días fueron seis larguisimos periodos,
sin importarle un comino que la Escritura diga : • Y llamó
(Dios) á la luz dia y á las tinieblas noche, y fué la tarde y la
matlana un dia. • Y fué cla tarde y la mailana del dia segundo• , el tercero, cuarto, quinto y sexto• .
Está claro que aquí se habla de días y no de períodos indefi nidos de tiempo .
En el capitulo primero dice el autor de Jos libros atribuídos á. Moisés: • Y creó Dio al hombre á su imagen, á imagen
de Dios Jo creó: macho y hembra Jos creó. •
En el capitulo TI dice el mismo autor que Dios formó al
hombre de barro, que lo puso en el Paraíso, que hizo pasar
delante de él todos los animales, y que no pareciéndole bien
que estuviese solo, lo adormeció y le sacó una costilla, de la
cual hizo la mujer.
¿Son estos dos personajes los mismos de que habló en el
capítulo primero, ó son otros?
-72-
- 7S-
Del contexto del lib
d
porq
D'
ro se aduce q
ue no son loa mismos
ue JOs puso una sella! á O l
que lo h allase .
a n para que no lo ma t ase el'
. u padre era el único bo
m En
sefial alguna
mbre entonces, y debía conocerlo
.
·
..
egmda se dice que Caín
1
qUien
si entones no ex1stía
.
·
aúse casó
á Y que tuvo h"JOS. ¿ on
p ue n o babia és ta ten ido tod . oh~ s mujer que u m~dre
Ademá
¡ f
av1a IJas?
'
' a o undó una ciud d
a · ¿Para quién?• G·Para s1. y
para s u muJ' er?•
Todo esto i ndica qu e D '
. E l E pí r itu anto com~~iócreó má~ de una pareja.
plen te era el animal más as t t otra pllia diciendo que la ser:rr~strarse sobre su pecho e~ :~~ ·que hablaba. Condenarla á
enEJendo.pies, n o le q uedaba otr Jmde~ente tonto, porque no
n m¡ op IUl
' 'ó n, la in ven ción do me
á
1 JO que a n d ar á. rastras.
b que encontrando el escri tor bí b~ · pecado .original es debida
re, creado á imagen y sem .
leo tan tmperfecto al bomperfe~to, echó mano de la ca~~:nza de un Dios infinitamente
~~ .dtferencia en tre el Adán . de Adán para salir del apuro
a n caído ó pecador por habtnolcendte, imagen de Dios y ei
ma
.
dánzan a ' es 1a m isma que e ert e ado un mordtsco
á' una
n, lo mismo qu e t
n re tu cura y tú : el p .
pecad
u cura comí
.
rtmer
or t uvo como tú
'
a Sin trabajar y el Adá
el pan
que udar la gota g or d a para
'
n
E .
ama ar
ta es la úni ca di fe ren e.
de n ue tro primer pad
ta que existe entre las dos .
re.
e pocas
y te d.
tgo más, Juan· el .
b
er ~ido algún levita, 6 . ea ~~:~.ntor de la tal fábula debe ha~:~ a .frut~ prohi bida era la de:J¡ob de aqu~llos tiempo ' pordar~ c~encia , que ab¡·e lo ojos á 1 r o! del bten y del mal, que
ya e en los embaucadores
os creyentes y les hace parque debía er lev·
.
las ofrendas de aín y;~~~ Ita~ novelista lo prueba lo d
cos, ofrecia á DIOs lo mejor-: . E te, tonto como lo
ser los representantes de D' ú sabes que los clérigos dl'c
10s- ' y 0 am
· 1
en
e daba lo m á s malo;
católi~
de nbí el que los curas le tengan tanto odio y le presentaD
como el asesino de su hermano.
Por abrev iar saltaremos á la torre de Babel, invención de
algún babieca, para explicar cómo á la vuelta de pocos siglos
hablaban diferentes idiomas Jos hombres, que era necesario
hacer descender de una sola familia y que no hablaba más que
un tdioma, no se sabe cuál.
St Dios hubiera ensenado los idiomas 8. Jos hombres, las
lenguas más antiguas debieran ser las mas perfectas, y resulta touo lo contrario.
Ru pongo que los teólogos no pretenderán sostener que
todas las lenguas y dialectos conocidos fueron ensenados por
Dios en Babel, porque hay muchos que los hombres inventaro n , modificaron y perfeccionaron en siglos muy posteriores . i el hombre pudo inventar idiomas después, ¿por qué no
habla de poder entonces, cuando acababa de salir vivilo y
coleando de las manos de su perfecto Hacedor?
E l hebreo, en que se dice haber hablado Dios á su pueblo
escog ido , es un idioma muy pobre. El griego y el latín 'Son
muy superiores á la lengua de Jehová..
Pa amos ahora al diluvio, llamado universal por el escritor bíblico, que no conocía de la tierra más que una peque!l.a
parte del antiguo hemisferio. Lo probable es que en Asia
hubo una gran inundación á cau a de erupciones volcánicas.
y de ahi la gran fábula del diluvio universal y de la monstruosa arca del viejo Noé.
Lo hombres se habían depravado, y Dios se arrepintió de
haberlos creado. o encontrando en los almacenes de su omnipotencia otro medio de exterminarlos, echó mano del diluvio.
En toda la tierra no babia más que ocho personas buenas
y ¡qué casualidad! formaban una sola familia. Ésta y un par
de animales de cada especie fue1·on los únicos que se salvaron,
y perecieron de una indigestión de agua todos los demás seres,
no solamente los hombres, sino también los animales, que supongo se habrían pervertido igualmente. ¡Qué animaladas l&
atribuyen al tribu lado de Jehová!
-
-75 -
74 -
Tú creerás que des pué de esta
.
quedaría un hombre m 1 .
punficación general n
E
a o, que todos se •
.
o
spera un poco.
nan as¡ como ángeles
.
El justo oé celebró su sal vación
padre y muy efl.or mio
h'' 1
con una borrachera de
mismo traje en que s~ mnad lJOI ohencontró durmiendo en el
re o abia
·a
h
ermano para burlar e de él É t
pan o, y llamó á. sus
<: b ·
¡
·
·
'
os
«anda
u neron as vergüenzas d
'
n do h acia atrás•
deben descender la beata .e su padre sin mirarle. De
ello~
Tan pron to el viejo Noé su o 1
~l hijo que e habl a b ur 1a do dep él o no
que babia pasado mald ''
1 h b'
'
IJO
.
e a Ia pasado todavía
l a Jaqueca-y lo condenó á. ser esclavo
her
de 1
·
manos, lo que no consta se 1 1'
os Siervos de sus
·ea Iza e
E t
. .
o re otras muchí imas .
-en compendio la de Lot
mmh~~ahdades bíblicas te relataré
T .
y sus IJaS
1
no ema éste tre ángeles hospedados en
l
le toca ron á la puerta dicié d 1
su casa, y los veci, os h uéspedes.
n o e que les dejase conocer
opio la cante tación de Lot:
cTengo dos hij as que aun
ti~car y abusad de ella como no ha~ conocido varón ; os las
n•ngún mal á esos hom bres
qu:rá is, con tal que no hagáis
mi tejado. •
' p ues an entrado á la sombra de
¿Qué te parece, J uan de
d e la destrucción de P en'tá 1~~e padre á quien Jehová sal va
¿No defenderías tú con ~o ·~
_P ues ahí t ienes un pro te u ¡~Id~ el ~onor de tus hijas?
t anamente á us veci nos g o e DIOs que las ofrece volun-
E tas dos muchacha~ de
.
r on á su padre dos noches s pu~s de salvadas ' e m briaga-él una noche y amb
. . eguidas; cada una durm .ó
nada.
as concibieron , sin que el pa d re supiera
I .con
E sto que se lo cuenten l b
a obo de Caria, dicho sea con pard ón ~el E píritu Santo .
SI. Lot y s us h IJas
" eran tan mo 1
muneron en Pentápolis?
raes, ¿qué no serían los que
Y esto y mucho más sucedió después que Dios purificó el
mundo con el diluvio.
Más tarde encontramos cautivo en Egipto al que fué pue·
~lo escogido de Dios . Jehová escoge á un asesino llamado Moisés para libertar á su pueblo. Faraón, ó sea el rey, se opone,
y los egipcios son castigados con las diez famosas plagas. La
última fué el asesinato en una noche de todos los primogénitos, ó hijos mayores, incluso los de todos los animales.
¿Has visto, Juan, mayor animalada?
Después de vagar cuarenta afl.os por el desierto, emprendieron los judíos las guerras de rapilla y exterminio contra
los habi tantes de Canaán ó Tierra Prometida.
Para muestra te diré cómo trataron á las madianitas.
Después de vencerlos y matar á los reyes y á todos los varones, dice el Lib1·o de los Números , capitulo XXXI, versiculo 9:
• Y t omaron sus mujeres y sus hijos, y todos los ganados,
y todos los muebles; saquearon cuanto pudieron alcanzar. •
Al asesino Moisés le pareció demasiado humano este pro<leder; montó en cólera y dijo á los jefes de la expedición:
Ve1· !culo 17 .- cMatad, pues, á todos cuantos varones hubiere, y aun también á los nifl.os, y degollad las mujeres que
-en coito conocieron á hombres. •
Verslculo 18.-•Mas reservaos sólo las muchachas y todas
las doncellas . •
En todas las demás expediciones de rapifl.a y exterminio
<lumplió al pie de la letra el pueblo escogido los mandatos de
Moisés.
Atila y sus bárbaros del Norte no fueron tan bárbaros como
.Jehová y sus bandidos.
Los patriarcas tenían .muchas mujeres y despachaban á las
que se ponían feas ó no tenian hijos, matando á pedradas á
las que cometían adulterios.
El santo rey David, no contento con todas las mujeres
que tenía, hizo matar á Urias para casarse con su viuda, y su
hijo Salomón, escogido por Jehová para hacer su tem plo, tuvo
700 mujeres y 300 concubinas.
-77-76 -
tr uído se atreve á decir que existen endemoniados, ni brujas,
. i los gallos podlan coro etir
amigos y contertulio de Je~o á con estos santos pat¡·iarcas
;i .
'
uando el rey David no
tado, le metieron en la
po a moverse de puro vieio y
cal
y
cama una vi
J
gasalomón viend
rgen para que le di
or.
le era inútil l '
o que á pesar de tod
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van_idades~ to~:r:ll~,a:7:~~~ó lleno de afli;:ió:~s .~v:u:r::~
DeJemo e tas hiato .
.
ralidades , y pa emo á n~:t:an saturadas de crimenes é inmoEra é te un h o m bre e ·u
·
á la categoría de D '
nc¡ o y honrado, elevado á
Los
lO por lo fanáticos
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tarde
cuatro Eva
r
·
en tant a partes, que
ngee lOS
son tan
dificil
i div_e rsos y se contradiceo.
~ue verdaderamente dijo é h''
no Imposible, averiguar 1
J.unto se desprende es
IZO Jesucri to. L o que del
o
es.te _hizo que lo
la avaricia del clero y
ml Ll pudiera.
' como el de hoy me crucificaría á
cr~cifi;::::tacó
e::~
a doctrina que predicó .
de malo. Mandó amar ha ta ~~:sne mu~ho de bueno y no poco
ex~no, recomendando una r e!' ~~emtgos y condenó el culto
trab ~tre lo malo que en eñó te~~~:. en espíritu y en verdad.
&Jo, el de precio de la fa T
loaré la condenación del
::~rar e á. ~ios por completo~~~:: todo lo terrenal para conde a avalrfilCla de sus paisanos y de~ errores dimanaron tal vez
que e n del mu d
a creencia en
teciese d
n o e aproximaba d
que estaba
E
uran te aquella generació
' e que tal vez aconte solo error te b
n.
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J
a ~d a ·
J
e ~u& I elsu?risto no era Dios' n~~!o .ua~ , para convencerte
. . u g es¡ a no abe
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n SJq U lera profeta
1d10ma en
q utenes fueron lo
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.
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que escribieron· no b
s evangeli tas ni el
Inspuados, sin cuid
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o stan te, so tiene
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.
yor parte de ellos consisti
Cnsto son pura fábula La
Y paraliticos
. an en expeler dem ·
·
roahubo
. y resuCitar muerto H
omos, Cl1rar ciegos
exorciStas, pero hoy ningú n :Íéri asta h~ce pocos anos
go medianamente ins--
ni personas que hacen mal de ojo.
La mej or prueba de que Jesucristo nunca hizo tales mila g ros, la tenemos en los mismos judios, entre quienes predicó.
¿Crees tú que si le hu hieran visto curar enfermos, resucitar
muerto y otras maravillas, hubieran exclamado: c¡Caiga su
sangre sobre nuestras cabezas y la de nuestros hijos!•?
E ·to no es posible.
Dicen que Cristo dijo también que el que tuviese fe remo·
vería las montanas, y vemos que los más crédulos no pueden
mudar una paja si no la tocan con la mano, lo mismo que el
más incrédulo.
o tengo tiempo , Juan amigo, para entrar en pormenores
sobre este asun to ; bástate saber que después de Cristo, lamayor parte de los hombres abandonaron sus .familias y queha·
cerea para irse á los montes y vivir como las fieras, pero más
sucios. Muchos se mantenían de hierbas, azotaban sus carnes,
se dejaban comer de los parásiws y pudrirse de úlceras.
Ahí t ienes los frutos prácticos del cristianismo. Las órdenes monásticas, con reglamentos á cual más extravagant e, principiaron á multiplicarse de tal modo, que el mundo
católico se pobló de conventos, ó sean comunidades de haraganes, que v ivian, engordaban y se enriqueelan á costa de los
credulos trabajadores.
E l mundo siguió asi durante los largos siglos de la Edad
Media, edad de miser,ia é ignorancia, y no principió á prosperar hasta que no se rebeló contra el fanatismo cristiano.
Á. tu cura le habrás oido deci r muchas veces que en los
conventos se guardaron los restos de la civilización griega y
·romana. Esto es el reverso de la verdad. El clero quemó todos
los libros que no hablaban de milagros y vidas de santos; si
algún otro se esoapó de la destrucción, fué porque no cay6 en
sus manos.
Si los frailes fueran amantes del saber, ¿quién tuvo tantas
oportunidades como ellos para dedicarse al estudio de la ciencia? Sin familia y sin cuidados ni otras atenciones, porque te-
-7
nían la subsistencia asegu r ada, pudieron haber hecho más
que todos los seglares ju n to . ¿Y qué hicíeron ? ¿Qué les deb&
la humanidad?
Por dondequiera sembraron la ignorancia y el fanatismo ,
se aliaron con los reyes para poder explotar mejor y asegurar
su modo de vivir in trabajar. En vez de es tudiar medicina, s&
dedicaron á los exorcismos, la a tronomía la convirtieron en
astrología y asustaron á los creyen tes con los eclipses y cataeH mos naturale , diciéndoles que eran castigos de la Providencia, porque no pagaban ba tanta a l cler o; en j urisprudencia establecieron el derecho di vino de los r eyes y el del clero y
sefiores sobre las personas y bienes de los pecheros; en filosotla
adoptaron la del gentil ristóteles por no tener nna suya, y la
teología la redujeron á una serie de disputa ton ta é inútiles.
He ahí lo que el clero hizo duran te toda la Edad Media.
Cuando al fin, á pesar de las persecuciones de la Iglesia á
los sabios, principió á i:iorecer la civilización moderna, el clero, á nombre de aquel que perdonó á s us asesinos en la cruz,
estableció el infame tribu nal de la Inquisición y quemó miles
y miles de hombres porque eran demasiado hon rados para
decir que creian lo que no podían creer.
Concl ui ré, Juan, con alg unas r eHexiones acerca de la misión de J esucristo.
Dicen que vino á redimirnos del pecado de Adán, y nos
dejó lo mismo que antes. Véaslo, si no .
Por causa de aq uella tentadora manzana perdió el hombre
su amis tad con el Padre Eterno. ¿La ha recobrado? Fué condenado á trabajar. ¿ o siguen todos haciendo lo mismo, excepto
los curas? Fué condenado á morir. ¿Es ahora inmortal? La
maldición de la muj er consis tía en parir con dolor. ¿No sufre
ahora lo mismo si no le administran cloroformo? La serpiente
fué condenada á arras trarse. ¿Anda ahora sobre la punta del
rabo, 6 vuela?
Esto te dem uestra, Juan , que la tal redención del hombre
por Jesucristo, fu é tan fábula como la reforma del g énero humano por medio del di luvio.
-79.
~ rmó las costumbres, te dirán . Ya t~
El cristiamsmo re o.
1
. d d durante los siglo&
duJO en a so01e a
. . .,
dije el efecto que pro
t
b es se debe á la civth zaclOn ,
.
L
form a de las cos u m r
mediOs. a re
1 . s· dudas de esto, compara e 1
tan combatida por la Ig est~. L 1 de la citada Edad Media,
do de la sociedad actua con e
esta
. . . o es tu vo en todo su apogeo.
bl
atólicos son los más atraen que el cnsttam sm
P ar final te di~é ~u e los p~e ueo~:s de saber que la Iglesia
sados entre los crts ttanos, po qt todas son cristianas . Los
.
sectas protestan es
p
1
gnega y as
á
éllas porque no miran a 1 apa
cató licos detestan á ésta YD . aq u 1 tierra Los cristianos nontante de tos en a
.
.
¡
como e represe
d
a adorar ídolos ó semtcatólicos son demasiado ilustra os par
dioses.
CARTA OCTAVA
t stación á mis anteriores. M&
Reci bí, amigo Juan , tu con.de d ue la religión católica
convenct
o eq
·
dices que est á s ya cast
1 1
para vivir á costa de tu
.
n
tada
por
e
e
ero
ó
d .
!tos á Dios y á la raz n, Y
es una f ar a tnve
.
cúmulo e m su
trabaJOj que es un
·l . ero me preguntas con
que estás dispuesto á abandonar a, p ? ¿Cómo puedo vivir
desconsue1o.. "G·Qué he de creer entonces
sin religión alguna?•
certe
espero conven
·
no inculto destruyes
Voy á contestar t e, Y
mbrar en terre
Así como tú para se b'é
tes de ensefiarte lo que es
¡yo taro 1 n, an
.
antes la roa1eza, as
.
d
. las preocupaciOnes Y
qutse estrutr
to
. ..
l
la verdadera re tglOn ,
te Paso por lo tan
ofuscaban
tu
roen
.
creencias abs ur d as que
á explicarte
La verdadera religión
un mandamiento, que es muy senÉsta no tiene más de
cillo:
· as pm·a ti.
No hagas á ot1'0 lo que no quter
;
-80-¿Y el amor de Dios no es primero?-me preguntarás.
No. Y te diré el por q ué.
De de que lo hom bres tuvieron uso de razón, han venido
despedazándose lo un os á los otros por causa de ese Dios.
Como te he dicho, cada uno creía que el suyo era el verdadero
y t rataba á sangre y fueg o de convencer á los demás. Las
guerra religiosas han co tado más lágrimas y sangre que
todas las políti ca , y no ob tan te e e Dios, que con una palabra hubiera terminado la contienda, no quebrantó jamás su
s ilencio.
E to prueba que debe importarle muy poco la idea que los
hom bres se forme n de él y la cla e de culto que le rindan.
Y debe importarle también muy poco la uerte de sus
criatura , porque nada, absolu tamente nada hace por ellas.
upongo que al leer esto vendrá n á tu mente las creencias
q ue el cura te imbuyó y me dirás: •Pero nos creó. •
Voy á contestarte.
Mi padre me engendró por su gusto-lo mismo que Dios
creó al hombre para u g loria - ¡ por esto ningún favor le
debo; no ob tante, su memoria es sagrada para mí por los beneficios que me hizo, cuidándome en la niñez, manteniéndome, vis tién dome y educándome después, hasta ponerme en
disposición de ganarme la subsistencia. Sus cuidados no cesaron aú n entonces; me en eñó todo lo que la experiencia le
había enseñado¡ me dió buenos consej os, se alegró de mis
p rosperidades y se en t risteció en mis desdichas; hizo, en fin,
por mí cuan to pudo, y á. veces más de lo que moralmente
podía.
P or eso, y no por el mero hecho de ser mi padre, le debo
etern o agradecimien to, y la m isma deuda tendría con cualq uier otro que, sin haberme engendrado, me hubiera llecho
ig uales benefi cios.
P or el contrario, si mi padre hubiera sido un hombre rico
y al nacer yo me hubiera dejado á. la intemperie; si teniendo
abu ndancia de víveres me hubiera dejado comer hierbas ó lo
que encontrase á. mano¡ si sabiendo que babia plantas vene-
-
Sl-
me lo hubiera advert1· do; S1· no me defendiese de
él
nosas, no
a· d hacerlo· si yo enfermase Y
animales dañi nos , pu 1en o
¡' no me la diese; si me
d 1
dicina que me curar a
¡"¡
sabien o a _m e
. . io no me hubiera avisado ; si á é e
viese ir hacta un prectp1~ y d . .
fin pudiendo hacer'
.
.
d
0 no tuvtese na a , s1, en
. d ·qué amor, reverencia 01
sobrase to o Y Y
me feliz me dejara ser desgraCia _o , c.
d b ¡ á. tal padre á D10s?
.
respeto le e era
. 'D.
o existiera sería necesano
Alg unos han dicho qu~ S I . lOS ·nt debe supr imi1·se, como
d 1· ré que st Dzos exzs e
1
inven tar o; yo
.
la realidad porque es un
se suprime á un monstruo, Sl no en
'
·a 1 en nuestra mente.
ente pura mente 1 ea ' ó . á. h blar ni á escribir, ni la mecáD ios no nos ense~ Dl a ·a· 'ni la historia natural, ni
· 1 h 1" 1· e 01 la me 1cma,
nica, m a g en •
.
cuáles plantas eran
la fí sica, ni la química. ¿Cómo su~1:~s á los que las comían.
venenosas? Porque vimos quedma a a"vir baJ·o el agua? Vien.
b .
e no po emos Vl
·Cómo deseo nmos qu
fin son los conoG
h aban Muy pocos, e 0
'
~1
do á los que e a og
. h n costado muchas víctimas"" a
cimientos humanos que no a
h umanidad.
d tantas cosas al hombre,
.
d · en ba re ve1a o
lé
Ese DIOs, que 1C
boso excepto para los e .
ñado nada provee
'
d . d
h
nunca n os a ense
.
d la Naturaleza ha eJa 0
'" .
los catachsmos e
h
.
"é nacidos· muchos omr igos. Aun m ..s. en
rec1 n
•
J
t" .
q ue pereciesen h as t a los . niños
. . d
·n que la Eterna us 1c1a
·d aJ ust1c1a os s1
brea inocentes han SI o
h
oprimido siempre á 1os
1 ror· los fuertes an
manifestase e er '
. á.s ha intervenido .
. te se le debe al hombre, y
débiles, y el Todopoderoso Jam
. 1 bien que ex1s
.
En una palab ra. e
ada según dicen, por
•
todos los ma 1e S á. la Naturaleza, ere
Dios.
de todo su cinismo, negar
No pudiendo el clero , á.. pesard 1 obra del Ser Perfecto,
.
fecciOnes e a
d
las innumerables lmpe~ .
o ue allá. se remediarán to os
apela á. la otra vida, dlCtend u~llos que ab eterno fueron pre·
estos males, menos los de aq
destinados a\ infierno .
é to á. Dios? ¿Con qué derecho
¿Qué tendrán que agradece_r s :e le amen sobre todas las
ese Ser de Bondad infinita ex1ge q
6
2cosa los que más que á todas las cosas y hombres deben ab<:>rrecerle?
Lo repito. El Dios católico hay que suprimirlo; no es más
que un demonio disfrazado.
1\Ia á todo e to, ¿qué es Dio ? ¿Quién es ese Ser, al que
nos mandan amar sobre todas las cosas?
El ateci mo católico lo define a í: cEs una cosa, la más
excelente y admirable que se pu ede decir ni pensar ... »
Por esto verás que de pués de todo ese Dios no es g1·an
cosa, por cuanto no excede lo que se puede pensar.
• n Señor infinitamente bueno (infinitamente malo, debieran decir), poderoso, sabio (pase), justo (falso ), principio
y fin de toda las co as .» De todas las calamidades, sandeces
y ton terias, ser! a m á correcto.
¿Has comprendido, Juan, por esta definición lo que es.
Dios?
No. Y lo mismo les sucede á todos los hombres.
i en lo sucesivo alguno te pregunta lo que es Dios, contéstale:
-Es una co a de que todo el mundo habla y que nadie comprende, y acerca de la cual se han dicho los mayores disparates .
Dios es la causa que produjo el Universo. La fe dice que
e a causa e un ser eterno, independiente de su obra, y le
atribuye todos los absurdos de que te he hablado; la ciencia
busca la cau a dentro del mismo Universo y sostiene que éste
es increado, lo mismo que el Dios de los teólogos.
Para no meterte en hondura metaflsicas, te diré que el
U ni ver o lo vemos, lo palpamos, lo examinamos, y que á Dios
no se le encuentra en parte alguna ; que es lo mismo que el
miedo, de que te hablé en la primera carta.
Desechando la idea del Dios teológico, se explican fácil mente las imperfecciones y miserias del hombre.
El crecimiento de las plantas pende de la calidad y cultivo·
del terreno,:de la humedad, del calor, del aire, de la luz y de.
otras muchas causas fisicas.
-83.
d
n el desarro11o y la. salud del ho~bre.
Lo mlsmo su ce . e co
t as muchísimas causas fis1Cas,
El ejercicio, los ahmento~ y óo :ebilitarle á su larga vida ó
contribuyen á robustecer e
'
muerte prematura.
nter!a de los que hacen rogativas
Esto te demostrará la. to
h 6 les conceda una lará Dios para que les dé buenas cosec as
ga vida.
J.
de que Dios nada hace por
.
y te convencer...s
H
Observa b ¡en,
h
lo todo de por ~{. ¿ as
é te t'ene que acer
el hombre; qu 9 s
. ~ d una beata que se pasa la vida revis to nunca q~e el tr¡gol ~ 1 vecino que no va á misa, pero
zando sea meJOr que e e
trabaja y cuida de sus siembras?
t'
etc que el cura
r
muertes repen 10as,
.,
Las catastro.es,
á
efectos naturales.
D'
o son m s que
llama castigos de ws, n
h
es lo mismo que proré .
producen uracan '
Causas atmos•' ncas
'
L muerte repentina es
•
las seqmas, etc. a
ducen las 11 u Vlas,
édico explica.
d fi ·coqueunm
efecto de un desor en sl
. d d u e tal Dios no tiene deCreyendo haberte conv::c~:daeh!ce por nosotros, paso ~1
recho á nuestro amor, porq , .
será objeto de prÓXl·
que yo lla mo Mandamiento untco, y que
roa carta..
CARTA NOVENA
Mandamiento único
Ul!l NO QUIERAS QU E Tl!l HAGAN
O COMO A TI MISMO
Á TI, Ó A MA AL PR JIM
NO HAGAS A OTRO LO Q Ó
.
. o Juan , que el cura t e dice fué
Este mandamiento, amlg
. t' os exclusivamente, es
J. a 1
. diOS y CrlS ¡an
p
dado por Jehovu. os JU
l género humano. or
tan viejo como el uso de la razón en e
no lo contenga.
..
D' .
eso no hay rehg~:6n que
d o fué revelado por lOS,
Este mandamiento tan ensalza o n
-84fué inventado por el hombre y por provecho propio¡ por amor
á sí mismo y no al prójimo.
omo nadie quiere que le roben el producto de su trabajo,
ni su mujer ni su hijo ¡ como nos duele que nos calumnien,
nos maltraten 6 quiten la vida, etc. , el individuo se impuso
estas re tricciones a si mismo para que la sociedad adoptase
el mismo pri ncipio de equidad. ¿Quién podria vivir en un
pais donde el individuo no respeta e ni la propiedad ni al
prój imo?
i ¡¡e examinan las leye , se vera que todas están fundadas en esa piedra de toque llamada mandamientos de la ley
de Dios, que e una ley puramente humana.
Respetamos para que nos respeten, no nos robamos para
que no nos roben y n o matamos para que no nos maten.
Aquí no hay nada de caridad¡ es pura y simplemente conveniencia propia.
eamos ahora cuán inútiles son los otros mandamientos
que no e derivan de éste.
El tercero, santificar las fiesta .
Ya te he dicho que de pués de eis dlas de trabajo necesita
el hombre uno de descanso para recuperar sus gastadas fuerzas y recrear el ánimo.
La Iglesia se aprovechó de esta necesidad natural para explotar á los creyentes y ordenó que en ese día vayan los fieles
á la Iglesia á rezar, como si de allí los oyera mejor Dios¡ á.
oir sermones e tul tos ac~rca del cielo y del infierno y otras
majaderías por el estilo, que fueran más perdonables si no
costaran tiempo y dinero.
Viendo los ópimos frutos que los llamados servicios divinos producian , los papas fueron aumentando los días de fiesta
.
mventando
una para cada santo é inventando santos á la.'
vez, hasta el extremo de que una gran parte del año estaba.
dedicada á la holgazaneria, que es el obsequio más apropiado
á unos hombres y unas mujeres que se pasaron la vida sin
trabajar.
Lo más particular del caso es que disfrutando los supues-
-85.
1 . á los unos les consagraron días de
tos san tos de ¡gual g ona, t t on con mencionar sus nomholganza y á los otros se con en ar
brea á secas .
é . ven esos santos de palo que te
¿Sabes, Juan , para qu sir
1 hacer nido los ratones?
en los que sue en
.
mandan a d orar , Y
1 . cuanto más viejos, meJor
Son excelentes para quemar os ,
arde n.
.
as á rezarles, dile que les rece él,
d
e no trabajes para
Si el cura te dtce qué va!
1..
do· s1 te roan a qu
1..
que para eso esta paga '
. des de ganar y veras
a·¡ e te paguen lo que pter
hon rarlos, 1 e qu .
i á. todos los santos.
como os manda al dlablo a t y
damiento fué invenDe lo dicho resulta que el tercer ~a~ ·o tuyo
tado-para beneficio de los curas y ~erJUlCl
.
El cuarto, honra1· padTe y madl1 e. chas derivaciones del
.
. t es una de as mu
Este roan d amten o
.
1 d conveniencia propla.
·
lo m1smo a go 6
·
segu ndo, y tlene por
~
honramos á. nosotros mlspaures
nos
·
bl
t
os
Honran d o a nues r
ser desprecia e.
1
1 de sus mayores es un
.
1 dirán · el descendiente , Sl no
mos. El que haba ma
Si no fuero n buenos, otros o
'
d ·ento no me hubiera
uede defenderlos debe callarse.
P
•t ese roan amt
'
h
Si yo hubiera eson o
d los padres sino que ula
honra
e
'
contentado con or d enar
.ó y el amor, por ser sen.
to la venerac1 n
biera exig1do 6 1 respe '
1 hombre .
ue anal tacen a
d
voy
timientos natura1es q
d á nuestros pa res,
1
o
6 debemos ar
t
Respecto al tra o qu
d
n escritor espa:i1o ' cuy
·
t
an
écdota
e
u
a relatarte una bont a
nombre no recuerdo.
. o padre que se marndó á su anc1an
. .
Un hombre casa d o roa
• para nada. El vteJO roe ya no servta
la
chase de la casa, porq u
-rr· ndo que nada consegu '
..
o en vano. vte
.
per
manta nara abngarse .
g ó é instó al h !JO,
.
t
siquiera una
r
n
le dijo que le dtese ~n
dó á. un hijo que diese una roa El hombre accediÓ y roan
.
ta á. su abuelo.
. . ·ó á cortarla en dos 011 "
.ó \
nta y pr1Dctpl
El joven cogl a roa
tades.
.
h.. de \a acción del joven.
El viejo se queJÓ a1 IJO
-87-86-¿Por qué no le das á tu abuelo la manta entera, como he
mandado?- ilij o el padre al joven.
- P orque quiero guardar la otra mitad para cuando usted
sea viejo-repli có el hij o.
El au tor no lo dice, pero se sobrentiende que el viejo no
fué echado de ca a .
¿Quier que t us h ijos te respeten?
Da les el ejemplo respetando tú á tus padres, ó lo que es lo
mismo, no haga á otro lo que no quieras que te hagan á ti.
El quinto, no mala?'.
¿P or qué? P ara que n o nos m aten . Res petar la vida de los
demás para que ellos respeten la nuestra.
El exlo .. .
L a cohabitació n, lej os de ser un pecado, es una necesidad
de la aturaleza para la propagación de la especie, como te
dij e an tes de ahora . En. l Antig uo T stamento la esterilidad se consideraba como una falta y el marido podía repudiar
la muj er que no ten ia h ij os . La maternidad era entonces con_
siderada como un mérito . Cuando se escribió el Nuevo Testam ento, el Espíri tu San to, que dicen in piró uno y otro, babia
cambiado de parecer y elogió la virginidad sobre la maternidad, teniendo para ello q ue declarar virgen á una mujer casada, que tuvo varios h ij os además de Cristo. É s te dicen que
f ué con cebido por obra y g racia del mismo Espíritu Santo,
inspi rador cuya existencia se ignoró hasta que le colga1·on la
sed ucción de María; los otro h ijos no se sabe si fueron concebidos por obra del pobre carpintero, ó por gracia de algún
ot ro j udío.
egún indiqué en car tas an.teriores, en el principio no
hubo matrimon io de n inguna clase; lo3 nietos de Adán tenían
que ser hij os de h erm anos con hermanas, y probablemente,
durante siglos, la mujeres fueron comunes y no se respetaron los lazos de consanguinidad. En la historia de la familia
de Lot vemos que las hijas tuvieron hijos con su padre, sin
que Jehová se incomodase.
T iempo andando, cada j udio tenia todas las mujeres que
ran ocas, porque las hacian tradia
mantener,
y
que
no.
e
dp J.s hiJ'os con las esclavas,
Po
·
te01an a em,.
b~jar corno besttas, y
. . efes de tribus.
.
algunos de los c~al~s fueron J el matrimonio m.onogámtco, re. de los mayores polígamos.
Lej os de instttutr Jehová
glamen tó la poligami.a y ~~~;~~~hombres con muchas muE n tiempos de Cnsto
.
ue institujeres.
ue no fué la Iglesta 1a q
.
P or esto veras, Juan, q .
dice tu cura, sino la ct.
oga!lllCO como
.
d
mo te
yó el ca amten to m.on
'T y de la socteda ' co
vilización , para bien de la famt ta
escribí anteriormente.
' 6 de un solo hombre con una
Apruebo , por lo tanto, la u~~d~ de un contrato púb.lico, no
1 m uJ' er y viceversa, prece
' t y si lo necesttase no
.
evitar
so a
'
. ue no lo necest a,
para santificarla, porq
.
lo santificase, stno para
sería un cura el que .por d~n:r~ar la familia y moralizar la solas uniones clandesttnas, u
h"
no debes
..
ciedad.
t seduzcan tus 1Jas,
Como á ti no te gusta que á e ni permitir que tus hiJOS lo
. J. las de los dem s,
tú se d ucH ""
h agan.
ra ue no nos hurten.
E l éplimo, no hurtar, ;al tqeslimonio ni mentir, para que
l nla1· , a so
El octavo, no eva
1 misma moneda.
él
pr6J.
imo
no
nos
pague en a . de tt~ prójimo , para que
l
e
d ear la muJer
á ll á
El n oveno, no es . la desea que no pase m s a . dueno de ee la nuestra, ~ ~~ . l bienes ajenos, parl\ que sus
EL décimo' no codteta1 os
ños no codicien los nuestros. d s estos mandamiento~, e~cep­
Aqui tienes, Juan, como to o o son más que apltcaclones
.
¡ tercero, n
él nos ame·
tuando el pnmero y e
1 pr6iimo para que
'
de amar a.
•
del segundo, esto es,
J. ] lo sea con nosotros.
.
él paraque"
pornuestia
de ser j u tos con , '
ue debemos ser buenos
De aqui se deduce q
.
.
. .6 que te propropia convemencta..
·n y barata es la rehgt n
nde
¿Ves ahora cuán senct a. trincada y absurda que te ve
pongo en lugar de la. cara, lD
el cura?
-88-
-89-
Si alguna vez dud
con un h b
as acerca del modo co
h
la duda ?m re, ~onte tu en lugar de él moldas de proceder
sin necesidad de consu lt
y sa rás pronto de
Haz á. los demás todo el b'
arte con ningun teólogo
á ti, y
puedáas y que
te
lO católico si exi f
uras trabajar
áporque tu h. aces más' que El.Iese
. ' no pod n,a exigir .más de ti
sus má furibundos ado. d G o ves cómo trata á la baq t'
Lo pueblos cató!'
ta ores?
ue a.
J' d
ICOS SOD lo
á
s:za ~s, porque gastan en religió: ls pobres de todos los civi' y os pueblos más pobres so n
o que debían gastar para
q~~e la pobreza es la madre de 1 ~os má .desmoralizados pore o e que los
b
a mmoraltdad y 1
'
dirigen jamá
testigo fa lso ó
a:
de
rá crimen
~leos. 1 uno de é to
smo, no se
.
e en que Jamá hab'
s em pobrece, cometenquece rechazará las tanta . Ia pensado; así el pobre que e
T odos 1os h ombres deli c1ones en qu e a ntes hubierll caídnexpuestos.
nquen, pero los pobres e tá
o.
Ah
s n más
orra, por lo tanto lo
io:mplléalo en la educaclón ~:e thabías de ga tar en religión
as as comod 1'd a d e qne puedas.
us hijo y en p ropoc10narte
.
'
hag~~ ~~los
mandato~:: 1~~1:
i~:s ~sean t~n
dese~s
~1n
CARTA DECIMA y
~rueba
LTIMA
Termino , Juan ami o
que espero te hayan he~h'o áv~~ menos por ahora, e tas cartas
que una desalmada. especulació que las
religiones
n o on más'
Á
1 .
de que el
na
que refiex ioda tiene de di ino
cido
' que sus conceptos fu nda
mentales fueron e t bl
por los hombres
toda la fa rsa del cu lto para podor vivir en sociedad a earrancar á. los
externo fué inventada.
' y que
lo d
pobres creyentes 1 f
por el clero para
m: a emás bajo el pie. Esto uc: ruto de s u trabajo y tener-
~::::l:~~:.encerás
cona
ca~o~i:~~:~· poc~
~~ed~:e:~~gu~a en el catoli:i:~~.t~~se l:s
' qutere además d
religiones, y
.
o se contenta
ominar el pensamiento y la
conciencia. El pobre católico ha de ser completamente esclav()
del clérigo. E l confesor regula las relaciones entre el marid()
y la mujer , entre los padres y los hijos, entre los hombres y
Dios. Tú conoces los curas de esos alrededores, y sabes qué
clase de hombres son; pues los de otras partes son lo mismo.
Principiando por el Papa, que cínicamente se titula representante de risto en la tierra y que pretende tener las llaves.
del cielo, hasta el cura de tu parroquia, que masca el latín
como los caballos el freno, todos debieran estar en presidio,
por ser los mayores malhechores que la humanidad ha producido. Hay entre ellos algunas excepciones, pero son tan contadas, que apenas merecen mención . De todas las cortes d&
soberanos no ha habido una que en maldad, vicios y corrupciones se asemeje á la de los papas. La. clase clerical es la.
peor de todas. Compara los minis tros de Cristo con los abogados, los médicos, los militares, los comerciantes, los labradores, etc., etc., y verás que son los más escasos de virtudes
y los más abundantes en vicios. Ellos hacen voto de pobreza,
y son los más ricos; hacen voto de castidad, y son los mayores seductores; predican el desprecio de las riquezas, y son
avaros; recomiendan. la caridad, y·ni dan una peseta, ni perdonan una. ofensa; se dicen ministros del manso cordero, y son
unos tigres. En una. palabra: se titulan ministros de Dios, y
se portan como embajadores de atanás.
;,Quién puede creer que el supuesto padre del género humano se valiese de los peores hombres para servir de corredores entre él y sus hijo ?
Supón ahora, Juan , por un momento que al morir el hombre todo acaba; que Dios, lo mismo que el miedo, no existe en
realidad. ¡,No te avergonzará de ti mismo y no te reirás de
esa pobre humanidad que se dividió en partidos ó sectas, cada..
una de las cuales luchó encarnizadamente por su Dios durante siglos y siglos, que levantó cada una sus templos, mantuV()
numerosos sacerdotes y se martirizó aun más de lo que la Naturaleza nos martiriza , y todo esto para alcanzar una bienaventuranza que no existe?
- 90 ¿ o es verdad que en e t
<¡ue
·
e ca o la hum 'd
puna m_men a p roce ión de idio t ? . an¡ ad no sería más
ues bien¡ ahora te vo
as
'
un hecho .
y á demo tra¡· que la s
..
uposictón es
T odos lo qu
.
h b'
e se eq Ul vocaro.n e 1
a Ia.n de adora¡· perd '
. n a elección del dio
•
terou u ttem
que
.
porRcéonsigui nte er colocados en lpo y su dinero, y merecen
ta.nos • pue sola men te
a categoría d 1 . .
1os que acertarone áos dIdiOtas ·
verd adero Dio
a orar el
·
¿ uáles son to ?
egún la Biblia, los judíos
Jehová les di .
. . ' y sol amen te los J. udi
D'
JO Y repitiÓ 'lJ
OS.
Ios verdadero y único
mi ones de veces que Él era 1
hoy
' y como á tal 1 .
e
d ' . ntes calan con frecuencia
1 e Siguen adorando aún
IOse de ott·a nacione
en a tentación de adorar los
veramente ca tigado T ' to r lo que fueron mucha vece
s se.nacidad d d
. a vez po¡· e o h
J d.
e ese parados á. u J eh á oy se agarran con teos l oses de lo paises en que h b ~v ' r echazando el culto á
unqueJehová nod· ·
a Itan.
y m h
n unca qu e e J D 10s
' de los cr· t '
uc o menos el d !JO
1 IRnos,
-que Él!
e 1o católicos
o previese1 era el ' .
' que fu é inventado s .
Untco Verdade
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poseer J D'
fa! ·r_, ed
lOS gen uino y tienen á t d ro, s to se jactan de
o os los demás d '
Iuca 0 .
IOses por
L
. _o que ahora tenemo
.
<:ri tiano es el Jehová d qu~ aven g uar es si el D '
Del od .
e lo J udio .
tos de los
ro que e ta d
-q ue el Dio de la u
os religio nes
e pt·ofesan, e deduce
'ó
na no e el mismo
.
~~ n es fácil.
de
la otra. La demostraLos j udios n o t '
1enen más
na, Jehová.
que un Dios y á un
1
L
.
a so a persoos cristianos t '
Ienen tamb1'é
t o de tres e
n un olo Di
au to
p r ona ' que son el Padre l .;;.~' pero compues.
' e
IJO Y el Espíritu
-~ pon iendo que el Padr
.
-el RIJo y el E p' ' t
e sea el vrejo Jeho á
ilo
Iri u au to que .
v • nos sobran
s que le salieron á J h ' . VIenen á ser como d
os reto e ová sm preve r 1o.
-91Tenemos, por consiguiente, que relegar á. la categoría de
imbéciles, ó á. lo cristianos ó á los j odios.
¿Con cuáles nos quedaremos?
i el Dios de los unos no es el de los otros, debemos atenernos al más viejo y quedarnos con Jehová; esto es, hacernos judíos y observar la ley mosaica, principiando por la cir~uoc is ión.
De este modo van al montón de la imbecilidad los cristianos con su fe , sus cl érigos, sus templos y toda la parafernalia
del culto externo.
hla hoy la ley mosaica, escrita por el dedo de Jehová. en
tablas de piedra, es inadmisib,e. En ella se establece la esclavitud y la poligamia, se ordena el robo y el exterminio, se
a prueba el e tupro, se ca tiga con la pena de muerte el adult erio de la mujer, se predica el odio al extt·anjero y se ensefían muchas otras cosa contrarias al espíritu humanitario
a ctual.
De esto sacamos, en consecuencia, que el Jehová de los
j u dio , autor de tales barbaridades, no puede ser el verdad el'O Dios .
¿Quién se~·á, pues, ese eñor tao coquetón que no se dignó
jamás decir á sus adoradora : cAqui estoy¡ yo soy; no peleéis
más lo unos con los otros por causa mía; no asesinéis á nadie
¡¡or no adorarme de la manera que vosotros q ueréis• ?
i tal ser existiera, J uao, sería lo mismo que si no xistiese, ó peor aún, porque u supuesta ex i tencia ha sido la
m ayor calamidad humana. Todos los conquistadora y todos
tos a esinos juntos no han causado tantas victimas y tantos
m ales como el fanati smo religioso.
Réstaoos ahora examinar la existencia del alma para dejar
p robada la imbecilidad de los que pagan religiones.
Tú sabes, Juan, cómo crece y se desarrolla el grano de
maíz que siembras, y ha notado cuánto el abono, el agua y la
luz influyen en u desarrollo. En esa planta hay vida vegetal
·que desaparece cuando aquélla alcanza su completo desarrollo,
ó antes si le falta algún elemento vitaló sufre lesión grave.
-
9~­
En la planta no hay alma·
hace de ella cuando 1 1
hay solamente 'd
apantase
?
VI a.;Qués ...
L os animale t'
seca
"
"
in t' t
tenen memoria 1
T In o de conservación que
' a. gunos carillo y todos l
u perro guarda la ca a' d . e una Inteligencia en embr ' e
gan, y se abalan za á lo ~ teJa que los conocidos entren IÓn!.
por u
b
x rallos· entie d
y sa nom re · comprend
n e cuando le 11
mal humor· te defi ende . e 1por tu gesto si estás de b amas
tenet· int 1'
.
SI a O'uno te atac . d
uen ~
e ¡g ncla, cat·ifio á 1
a, emue tra en fi
que le tra tan mal r t
b' os que le tratan bien od ' á n,
entre u .
1
' J am lén us amistad
'
lO los
.
Jgua es.
es Y enemistades
¿Tl en alma tu perro?
P ara la Igl e ia cató!'
pagar mi as
tea, no. omo carece de d .
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-93secuencia de una enfermedad, y se dan casos en que ancianos
con el cerebro reblandecido se acuerdan de los actos de su juven t ud y se olvidan de lo que les pasó en los últimos allos.
Estas indicaciones y otras muchas pruebas que pudiera
aducir, demuestran que la inteligencia del hombre reside en
su cerebro, en la combinación química que le anima, y no en
una sub tancia independiente del cuerpo que llaman espíritu
ó al ma.
i el animal sin alma tiene memoria, entendimiento y libertad, aunque en estado rudimentario, esas mismas facultades más desarrolladas no presuponen un origen distinto. El
más y el menos no cambian la especie-dicen los filósofos-.
De u n salvaje á un sabio hay una gran distancia; no obstante,
el pri ncipio inteligente del uno es de la misma naturaleza que
e l del otro.
No hay, pues, en el hombre, lo mismo que no lo hay en el
animal, más espíritu que el de la vida. Cuando ésta termina,
el cuerpo se descompone en los elementos de que está formado, y sus partes se combinan con nuevos elementos que se vivifican cuando están en di posición para ello.
Para acabar de convencerte te diré que Jehová nunca supo
que el alma era inmortal , ni que habla otra vida. Por más furioso que estuviese, su castigo mayor fué la muerte: nnaoa
amenazó con el infierno ni prometió la gloria.
El inventor de estos dos lugares fué Jesucristo. Viendo
que á pesar de la muerte los clérigos y la generalidad del pueblo j u dio eran avaros, ruines é hipócritas, prometió un cielo á.
los justos y amenazó con eternos tormentos á los · pecadores.
El horror natural que el hombre tiene á la muerte, le
hizo creer en la existencia de la vida eterna. Si temes á la
verdad y quieres engallarte con una ilusión, hazte espiritista.
El espiritismo está basado de la inmortalidad del alma,
pero no admite el üifierno; ensella que el cuerpo no es más
que una grosera vestidura que el espiritu abandona para ir
tomando otras y otras hasta perfeccionarse y asemejarse A.
Dios.
-94 ta de
es una
religión
consoladora, que no cuesta dinero ni
neceE ita
el rigo
.
23354
Por upue toque no fa lta ya quien especu le con ella. Los
nuevo el rigo e llamlln rnedium. , y previo el correspondiente pago de entrada, pretenden hacer aparecer los e píritus
de los muerto y les dirig n preguntas. Debo advertirte qu&
todo esto e hace á ob cura .
En suma , y por conclu ión, amigo J uan , no pague nunca
un centavo por ninguna r ligióo, por más que sus ministros
te prometan llevarte en carro de primera clase á la gloria y
darte allá un palco de preferencia en la ópera eterna.
Todo eso e pura y implemen te rnú ica ceLe fial para
arrancarte los cuarto terrena les.
N OT A
l autor de e. te libro de su p ropaHabiéndono encaq¡ado e z· 'ó pm·a que resulte econó1
h
g ·an ec tet n
anda hemos hec o una
·· za ~dN~~~ tes del progreso.
mica y' p~tedan adquu·tr
Se ha puesto á la venta á
g
E PÍLOGO
He terminado, amigo Juan, e tas de ordenadas cartas, escritas á vuela pluma y con cien in terrupciones. Tan pront()
las publique verás como lo el 'rigos ponen el grito en el ciel()
y amenazan con la pérdida de la bienaventuranza á todo el
que laseslea.
Tú comprenderás qu e quien pierde su bienaventu el clérigo.
ranza
te dirán que estas cartas son de lo más inmoral
que También
e ha escrito.
0'35 pesetas
1 ej emplar.
25
íd.
8
í d.
100
í d.
25
i d.
siendo todos lo
gastos de envio de cuenta del comprador.
Los EDI TOR E S.
ozga
pormalo.
ti mismo, y dime si en todas ellas en con traste aJlgo
quetúsea
E l mal que de estos consejos puede resultar es para los
c
lérigos,
ro librarte.para esos chupones de tu sudor, de cuya tutela quie -
Sé honrado; instrúyete· modérate; vive para tus semejantes, para que ellos vivan para ti.
He ahí toda la religión que necesitas.
FIN
,
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