DERECHO -1 "',W' . *,-.= * aI INSTITUCIONES D E DERECHO CI D E CATALUÑA EL ORDENAMIENTO JURÍDICOQUE REGULA LA VIDA CIVIL D E LOS CIUDADANOS DE CATALUÑA SE HA ELABORADO CON EL TRANSCURSO DEL TIEMPO Y SUS INSTITUCIONES HAN APARECIDO ENTRETEJIDAS A TRAVÉS DE LA CONVIVENCIA COTIDIANA HASTA LLEGAR A SER ECULIARES Y CARACTER~STICAS. A S I SOLENCH ABOGADO DERECHO 1derecho civil rige las relaciones personales entre los ciudadanos. desde antes del nacimiento has: ta las consecuencias de la muerte. Por eso es uno de los elementos constitutivos y básicos de la identidad de un pueblo. El ordenamiento jurídico que regula la vida civil de los ciudadanos de Cataluña se ha elaborado con el transcurso del tiempo y sus instituciones han aparecido entretejidas a través de la convivencia cotidiana hasta ser peculiares y características. La continuidad histórica de nuestro derecho sufrió un gran transtorno a partir del Decreto de Nueva Planta, dictado en 1716, tras la Guerra de Sucesión, y su rehabilitación -a pesar de los memoriales reivindicativos durante dos siglos- no se produjo hasta 1960 con la publicación de la Compilación de Derecho Civil de Cataluña, promulgada de nuevo, después de adecuarse a las nuevas circunstancias, en 1984, por el Parlamento de Cataluña. Mientras, en 1889, se imponía en el Estado español el Código Civil, justamente promulgado tras larga y laboriosa elaboración. Así pues, el derecho civil que rige hoy en Cataluña está contenido en los dos documentos básicos ya citados: en primer lugar, la Compilación de Derecho Civil de Cataluña, y en todo lo que no esté previsto en ella se aplicarán los preceptos del Código Civil. Si el Código es un cuerpo legal ordenado y dispuesto según un plan sistemático preconcebido, la Compilación es un conjunto de leyes preexistentes, que sigue también un orden. La Compilación actual de nuestro derecho comprende 344 artículos, agrupados en cuatro libros: De la familia, De las sucesiones, De los derechos reales y De las obligaciones y contratos y de la prescripción. La persona -hombre o entidad- es el ser capaz de derechos y obligaciones y, por lo tanto, el sujeto de las relaciones jurídicas. Es preciso establecer, por ello, en primer lugar, quién es el sujeto del Derecho que equivale a especificar quién es catalán. Y en este punto hemos de recurrir al Código Civil, que establece que la sujeción al derecho civil -común o especial- se determina por la vecindad civil. I BIBLIOTECA DE1 COLEGIO DE A B W N S DE BARCELmA u 8 DERECHO PALACIO DE JUSTICIA DE BARCELONA Así pues, son catalanes los nacidos de padres catalanes. Los que no siendo hijos de padres catalanes hayan nacido en Cataluña y manifiesten su voluntad de vecindad al año siguiente de su mayoría . de edad o de su emancipación. Las personas que tengan residencia continua en Cataluña durante dos años y manifiesten que ésta es su voluntad; los que hayan residido en Cataluña durante diez años, sin declaración contraria; la mujer casada con un catalán y los hijos de padre o madre catalanes, no emancipados, aunque hayan nacido fuera de Cataluña. Con el matrimonio contraido legalmente, se inicia la familia y de ella se deriva la paternidad y la filiación, con las correspondientes relaciones mutuas. Y uno de los aspectos más característicos del Derecho catalán se manifiesta, precisamente, en el derecho económico de la familia. La ley catalana no impone ninguna organización económica determinada. Son los propios interesados los que pueden establecer libremente las normas por las que quieren regirse, tras expresar su voluntad en un documento que se denomina capitulos matrimoniales, que puede otorgarse antes o durante el matrimonio y siempre -es una exigenciaen escritura pública. Si no se ha acordado pacto alguno, la compilación, de acuerdo con un criterio de libertad, dispone que "el matrimonio quedará sujeto al régimen de separación de bienes", mantiene "la propiedad, el disfrute, la administración y la disposición de los bienes propios". En torno a la familia se establecen también otras instituciones como las donaciones esponsalicias, obsequios o presentes que uno de los esposos hace al otro en contemplación del matrimonio; la dote, aportación de la mujer -o de sus padres- para contribuir en los gastos de la nueva familia; el pacto de supervivencia, que permite a los cónyuges pactar en el momento de adquirir bienes, conjuntamente y por partes iguales, que a la muerte de uno de ellos, el superviviente se apropiará la totalidad; el heretament, figura genuinamente catalana por la cual, al hacer capítulos matrimoniales, se nombra heredero; y el any de plor ("año de llanto"), es decir, el derecho que tiene el cónyuge superviviente, que no sea usufructuario universal de la herencia del difunto, "a habitar toda la vivienda conyugal y ser alimentado a cargo del patrimonio del difunto". Si el ya citado heretament figura en la Compilación, en el libro De la familia, iniciando en cierto modo el derecho de sucesiones, en este libro segundo se desarrolla la materia. La tradición jurídica catalana se mantiene vigente, de modo especial, en el Derecho de sucesión y abarca 180 de los 344 artículos de la Compilación. Nuestro ordenamiento jurídico conserva dos modos de testar muy caracteristicos: el testamento ante el párroco y el testamento sacramental, figuras poco utilizadas hoy. La institución más importante de este sector del derecho catalán es la del hereu (heredero): "Persona designada para recoger la herencia". Durante siglos, el hereu ha dado sentido de continuidad al patrimonio familiar en el campo catalán. Su concepto proviene del derecho romano y su designación es esencial en el testamento. La Compilación dispone que éste "ha de contener necesariamente la institución de hereu". Paralelamente, figura la institución de la legitima, que es la parte de la herencia obligatoriamente reservada a los hijos del causante que no son herederos. Su cuantía es la cuarta parte de la herencia en tiempos de la muerte del causante y debe distribuirse entre todos los legitimarios más el hereu. El legado, por su parte, es una liberalidad del causante por la que, en su testamento, dispone que determinado bien pase a una persona concreta. Otras instituciones distintivas son: la quarta vidual, que puede ser concedida al cónyuge del difunto cuando no tenga DERECHO SALA DE LOS USATGES. COLEGIO DE ABOGADOS DE BARCELONA medios económicos suficientes; las substituciones, que expresan la voluntad previsora del testador al designar a otra persona, en caso de que la primera no pueda llegar a sucederle, y los fideicomisos, por los que un persona deja sus bienes a otra con el encargo de conservarlos y transmitírselos a un tercero. Mención especial merece la sucesión intestada, que ya preveía la Compilación y que una reciente ley del Parlamento de Cataluña ha modificado. Por ella, se designan sucesores del causante cuando éste no ha dispuesto un testamento. El derecho real es la facultad que tiene una persona sobre una cosa especifica y determinada. La propiedad y sus derechos derivados, la posesión y el usufruo to, son derechos reales que regula el Código Civil. La Compilación, sin embargo, se ocupa de otras instituciones que mantienen todavía un rasgo característico en el derecho catalán. Trataba fragmentariamente de las servidumbres y, por ello, se ha dictado una nueva ley del Parlamento de Cataluña para superar la normativa anterior y ampliarla de acuerdo con la realidad social de hoy. Se trata de un "derecho real que grava parcialmente un inmueble en beneficio de otro". Se ocupa también del censo, que es un caso similar: acogido en la Compilación ha sido objeto de modificaciones por reciente ley del Parlamento. La figura puede definirse como una prestación periódica pecuniaria anual de carácter perpetuo o temporal que se vincula a la propiedad de una finca. De aquí se derivan dos tipos de censos: el enfitéutico y el vitalicio. Un establecimiento enfitéutico especial es el conocido por primers ceps o rabassa morta ("primera cepa" o "vid muerta") por el que el dueño del suelo cede su uso para plantar viña mientras duren las primeras cepas. Las obligaciones son parte importante del derecho civil y el Código rige las instituciones más representativas de este apartado. Pese a eilo, la Compilación regula una serie de figuras que van perdiendo su uso, pero que se mantienen vigentes todavía. Así, la venda a carta de gracia que se refiere al derecho de redimir que se reserva el vendedor para adquirir lo que se ha vendido por el mismo precio de venta; los censales, es decir, la obligación de pagar indefinidamente una pensión anual a una persona o a sus sucesores, en virtud del capital recibido por quien la contrae, y los violaris, o la constitución de un derecho a percibir periódicamente una pensión pecuniaria durante la vida de una o dos personas, a cambio de la percepción de un capital o precio. Merecen referencia especial los contratos rústicos y de ganadería, algunos de ellos de antigua tradición: la aparceria, es el contrato por el que el propietario cede el uso de la tierra a un agricultor recibiendo como pago parte de los productos obtenidos; la masoveria, contrato que se establece sobre el conjunto constituido por la masia y las tierras de cultivo que forman parte de ella; y los contratos de integración, regulados por una ley del Parlamento de 1984, y que tienen por objeto "obtener la colaboración de productos pecuarios para la reproducción, la cría o el engorde". Finalmente, las fundaciones privadas han sido también objeto de regulación por parte del Parlamento de Cataluña, por ley de 1982. Nos hemos referido a las principales instituciones del Derecho civil de Cataluña, en la medida en que la extensión limitada de estas páginas nos lo ha permitido, de acuerdo con el contenido de la Compilación. Sin embargo, como se desprende de lo que hemos expuesto, el Parlamento de Cataluña cumple su tarea legislativa y elabora leyes sobre las materias que le permiten el Estatuto y la Constitución. Estas leyes tienen el mismo rango que las de las Cortes Generales del Estado, aunque sólo obliguen en los limites territoriales de Cata¤ luña.