TOCA CIVIL No. 236/2015 RECURSO DE APELACIÓN JUICIO ORDINARIO CIVIL. MAGISTRADA PONENTE: LIC. MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ. SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA: LIC. JONÁS SEGURA MARTÍNEZ. Saltillo, Coahuila, a (16) dieciséis de diciembre de (2015) dos mil quince.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - V I S T O para resolver el toca civil número 236/2015, relativo al recurso de apelación interpuesto por la licenciada **********, en contra de la sentencia definitiva de fecha veinticuatro de junio de dos mil quince, dictada por el C. Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del distrito judicial de Río Grande, con residencia en la ciudad de Piedras Negras, dentro de los autos del expediente número **********, relativo al juicio ordinario civil, promovido por la recurrente en contra de **********; y, RESULTANDO I. La sentencia recurrida en apelación concluyó con los siguientes puntos resolutivos: [...] PRIMERO. Procedió la vía ordinaria civil intentada y tramitada. SEGUNDO. La parte actora licenciada **********, no justificó los extremos de su acción; en consecuencia se absuelve a la parte demandada **********, al pago de lo reclamado. TERCERO. Se condena a la parte actora al pago de gastos y costas causados en esta instancia. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE Y LÍSTESE; [...] II. Inconforme con el fallo antes mencionado la licenciada **********, parte actora en el presente juicio, interpuso el 2 Toca Civil No. 236/2015 recurso de apelación que le fue admitido en el efecto devolutivo por el C. Juez de primera instancia, mediante auto de fecha cuatro de agosto de dos mil quince y, tramitado en esta Sala, se citó a las partes para oír sentencia definitiva, misma que hoy se pronuncia con base en los siguientes: CONSIDERANDOS PRIMERO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 865 del Código Procesal Civil para el Estado de Coahuila de Zaragoza, el Tribunal de Alzada podrá revocar o modificar el auto o la sentencia recurridos, si estima fundados los agravios del apelante; o bien, confirmar la resolución apelada, si considera infundados dichos agravios. SEGUNDO. La apelante licenciada **********, parte actora en el presente juicio, expresó agravios, los que en su parte conducente dicen lo siguiente: […] I.- Este Primer Concepto de Agravio lo causa la Resolución Recurrida en sus Resolutivos Segundo y Tercero, regidos ambos por los Considerandos Quinto de la Resolución que se recurre, al violentarse el Artículo 1° del Código Procesal Civil, y por Inobservancia de los Artículos 19, 20, 513, 519, 520, 522 Fracción IV del mismo Ordenamiento Adjetivo; y así se desprende de los Resolutivo Segundo y Cuarto, que el Juez de Primer Grado establece: SEGUNDO. La parte actora licenciada **********, no justificó los extremos de su acción; en consecuencia se absuelve a la parte demandada **********, al pago de lo reclamado. TERCERO. Se condena a la parte actora al pago de gastos y costas causados en esta Instancia. NOTIFIQUESE PERSONALMENTE Y LISTESE; lo anterior con fundamento en el artículo 211 Fracción V, del Código Procesal Civil del Estado. Así definitivamente juzgado lo resolvió y firma el licenciado Carlos Alberto Mata Rodríguez, Juez Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito Judicial de Río Grande, ante el Licenciado Ruperto Israel Rodríguez Reyes, Secretario de Acuerdo y Trámite que autoriza y da fe.” 3 Toca Civil No. 236/2015 Así es en efecto, causa Agravio el Juez en su Sentencia, al valorar la Prueba Testimonial a cargo de las Testigos de la Suscrita como parte Actora, violando los Principios de valoración establecida en el Artículo 513 del Código Procesal Civil Vigente en el Estado, apartándose juzgador en su análisis y valoración de las Pruebas Testimoniales rendidas y de su conjunto, pues no atiende racionalmente, de acuerdo con los principios de la lógica y las máximas de la experiencia, los atestes de cada uno de los Testigos, pero además, viola el Principio de Congruencia, establecido en el Articulo 519 del Código Procesal Civil; en efecto; el C. Juez señala que existe divergencia entre lo establecido por la que Suscribe cuando aduje, que el Contrato se celebró el Veinte de Enero de Dos Mil Nueve, pactándose como monto de Honorarios el 25% de lo Sentenciado, aduciendo además, que ********** estableció que trabajó del año 2008 al 2009, pero declaró que el Contrato fue celebrado en Enero de 2011 y según el Juez, que desconoció el lugar donde se celebró porque Ésta Testigos estableció que fue en el ********** y no en el ********** como lo señaló la Suscrita, y que no justificó la forma por la que se enteró de la reiteración del Contrato a que se refiere la Suscrita Actora en el Numeral Tres de la Demanda; y razonando que se agrava las Incongruencias, al momento que se interrogó en la Décima Primera Posición; que como se había dado cuenta ********** que se pactaron Honorarios en un 25% del valor de lo recuperado, determinando en C. Juez, en forma por demás absurda que la Pregunta en cuestión contiene un Hecho diverso a lo aseverada en la Demanda, y que por ello, se pone de manifiesto el desconocimiento de los términos en que se llevó a cabo el Contrato que refiere. El C. Juez, en forma más que lastimosa atribuye desconocimiento de la Testigo de los términos del Contrato partiendo del Hecho que la Suscrita no formulé la Pregunta en relación a los Hechos de la Demanda; me Pregunto: ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?, una cosa es lo que yo haya preguntado, y otra muy distinta son los Hechos del conocimiento del Testigo. Asimismo, razona el C. Juez que los Testigos discrepan respecto de la base del Porcentaje alegado, por lo que resultan insuficientes para demostrar la base sobre la cual habrá de cobrarse el monto de los Honorarios que se reclamen en Juicio. El C. JUEZ DESATENDIENDO las reglas ya señaladas, pretende discrepancia de los Testigos respecto del Porcentaje alegado en la Demanda, pues si bien, la que Suscribe señalé que se había pactado un 25% de lo Sentenciado, lo cierto es que, no hay discrepancia con lo aseverado por **********, ya que Ésta alude que se pactó sobre un 25% de los Demandado, y lo Demandado corresponde a los Sentenciado, desde el momento mismo que se condenó a las Prestaciones que fueron Demandadas; señor Juez donde está discrepancia?; Magistrados donde está la discrepancia?. Por otra parte, tampoco existe discrepancia cuando **********, señala que se Pactó Honorarios de un 25% de lo recuperado. 4 Toca Civil No. 236/2015 Las Máximas de la Experiencia y la Sana Crítica nos llevan a considerar que los Testigos no son Peritos en Derecho y que los tres conceptos con el C. Juez hace malabares en sus razonamientos son conceptos eminentemente jurídicos y dos de ellos, sobre que ni el propio Juez puede distinguir, ya que para Él, en el caso concreto, es distinto lo demandado de lo Sentenciado; mucho más no se puede esperar que ********** haya dicho que se pactó un 25% de lo recuperado como Honorarios; sin embargo, las Máximas de la Experiencia que no atiende el Juez, nos llevan a considerar que hay valor probatorio en las testimoniales ya que ambos Testigo, s fueron coincidentes en señalar que se pactó un 25% de Honorarios que es la base fundamental y de Éstos Testigos, ********** señala que fue el 25% de lo Demandado, LO CUAL COINCIDE CON LO AFIRMADO POR LA SUSCRITA EN LA DEMANDA, PUES DIJE COMO FUE QUE SE HABIA PACTADO UN 25% DE LOS SENTENCIADO; si hubo Sentencia favorable en su integridad lo Demandado, corresponde a los Sentenciado; luego, no hay ninguna divergencia, y si bien la diversa Testigo ********** señaló que era de lo recuperado el Pacto de Honorarios, señaló un 25%, siendo muy relativo el alcance de la palabra “recuperado” ya que si un Derecho se considera recuperado, lo puede ser, porque ese Derecho se reivindicó en una Sentencia; es lexicología propia de los Abogados, pero no, de quienes no practican el Ejercicio Profesional de la Abogacía; sin embargo una Sana Crítica que no practicó en C. Juez en mi perjuicio nos llevaría como debería de haber sido, a dar valor probatorio a las Pruebas, puesto que en la Demanda se adujo que ambas Testigos estuvieron presentes cuando se pactaron Honorarios en el año 2009; sin que se haya negado este hecho por la parte Demandada, y el mismo Juez reconoce, que existió un Contrato Verbal como lo reconoció la parte Actora, lo que nos lleva a que del análisis en sus conjunto de las Pruebas y circunstancias aducidas en Demanda y no Negadas en Contestación, a concluir que hubo Pacto de Honorarios por un 25% sobre el monto de los Sentenciado, considerando que lo Sentenciado son Capital e Intereses. II.- Causa Agravio el C. Juez cuando en su Sentencia asevera en la Foja 478 vuelta, en la parte final, que el Contrato de Prestación de Servicios se encuentra supeditado a la existencia del monto reclamado, lo cual es totalmente falso, y pugna con lo que propio Juez razonó. En efecto, el C, Juez reconoce en Foja anterior de su Resolución, particularmente en la Foja 477 y las últimas dos líneas de la 476 vuelta, que de las manifestaciones de la Actora y de la Demandada, en los Escrito que fijan la Litis, se advierte, que efectivamente, entre la parte Actora y la parte Demandada existía un Acuerdo de Voluntades para la tramitación del Expediente ********** relativo al Juicio Ejecutivo Mercantil promovido por ********** por sus Endosatarios en Procuración Licenciados ********** y ********** en contra de **********, concluyendo a lo anterior, en base a las Copia Simples del mencionado Procedimiento Ejecutivo que fueron cotejados en Inspección 5 Toca Civil No. 236/2015 Judicial por el propio Juez, y los Recibos Honorarios que aportó la que Suscribe, de lo cual, como bien el C. Juez lo destaca, denota Servicio Profesional de la Suscrita como Accionante en nombre de la hoy Demandada, en palabras simples: Reconoce el Juez la existencia de un Contrato de Servicios Profesionales, sin embargo, razona: “Así mismo tenemos que la cantidad reclamada es exigible como consecuencia del Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, ya que el mismo se encuentra supeditado a la existencia y comprobación del monto reclamado, entendiéndose que el ACTOR QUEDA OBLIGADO a demostrar la existencia del monto reclamado en su Demanda; pues como se dijo la cantidad pretendida, es reclamada como consecuencia del Contrato de Prestación de Servicios Profesionales y no como un efecto genérico del Incumplimiento de la obligación”. El C. Juez pretende en forma equívoca que el Contrato está supeditado a que se compruebe el monto de lo reclamado, cuando en su propia Sentencia reconoce primero la existencia del Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, y no es cierto, ni lógico ni jurídico que el Contrato se encuentre supeditado a la existencia y comprobación del monto de lo reclamado; como tampoco es cierto, como lo pretende en forma draconiana, con una rigidez que realmente espanta, que las pretensiones deducidas son indisolubles y no pueden coexistir en forma separada dada su relación de interdependencia aducida por la Actora (CausaEfecto), razonando en forma por más equívoca que pensar lo contrario nos llevaría al absurdo de obtener una declaración y un cumplimiento ó incumplimiento de Contrato sin efecto legal alguno, es decir, según el Juez, sin la declaración del cual fue la obligación de cumplimiento que se convirtió pura y simple y por consecuencia se hizo inmediatamente exigible, expresando el Juez también equívocamente, que por tal motivo el orden necesario e imperante del estudio de la Acción resulta en analizar la comprobación del monto reclamado. Todos los anteriores razonamientos no tienen base lógico ni mucho menos base legal que la soporte, porque hay un hecho que la parte Actora, la parte Demandada y el Juez en su Sentencia reconocemos, y esto es, que existió entre la Suscrita y la parte Demandada, un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, cuya existencia desde luego, no depende de que se acredite el monto de los Honorarios pactados sino que su existencia deriva del Acuerdo de Voluntades entre las Partes de prestar y de recibir un Servicio Profesional por pago de Honorarios, hecho que inclusive, es bien reconocido por la parte Demandada, quien solo niega que se haya pactado un 25% pues pretende que los Honorarios se pactaron por avance de Juicio y no en el Monto Demandado, es decir, reconoce un Contrato de Honorarios, pero no reconoce el Monto de los Honorarios Pactados sino uno menor, LO CUAL CONSTITUYE UNA CLARA EXCEPCION DE PLUS PETITIO, pero no de un desconocimiento del Contrato de Prestación de Servicios Profesionales. Contrario a lo aducido por el Juez Resolutor, desde luego que no 6 Toca Civil No. 236/2015 existe indisolubilidad que pretende, porque hay un Contrato indudablemente que genera obligaciones a cargo de la Actora y que si éstas fueron reclamadas, suponiendo sin conceder que sea así, en un monto mayor a lo pactado, ello no quiere decir que no se haya acreditado como lo manda el Artículo 423 del Código Procesal Civil Vigente en el Estado, que establece: “Que las Partes tienen la carga de demostrar sus respectivas proposiciones de hecho”; porque se demostró la existencia de un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, en cuyo su sola naturaleza y definición legal genera Derechos y Obligaciones entre los Contratantes, y dese luego que genera la Obligación de Pago de Honorarios para el Prestador de Servicios en los términos de la Legislación Sustantiva que lo regula; de tal manera que se equivocó el Juez Resolutor, cuando dice que son indisolubles las Pretensiones y que no pueden coexistir en forma separada, lo cual se demuestran con estas simples afirmaciones “El Contrato no es el Monto de sus Obligaciones, como las Obligaciones no son el Contrato” es decir, el Contrato es un Acuerdo de Voluntades, para crear, modificar o extinguir Obligaciones, y si hay Obligaciones pecuniarias emanadas del mismo, su monto o cuantía es una parte del Contrato, pero no depende ni de monto ni de cantidad la existencia del mismo, como se verá enseguida: Dispone el Código Civil Vigente, en su parte relativa al Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, en su Artículo: ARTÍCULO3070. […] Esta Norma contradice absolutamente la posición del Juez, pues para la existencia del Contrato de Prestación de Servicios puede haber Pacto de la retribución fijando la cantidad debida ó puede no existir Pacto de retribución; es una facultad el de pactarlas o no, quien recibe y quien otorga Servicios Profesionales. Esta circunstancia se advierte de las disposiciones fundamentales que el C. Juez en mi Perjuicio dejó de observar, Y NO APLICA PUES DEJA DE CONSIDERAR QUE, el Artículo 3071 que establece: […] Por su parte el C. Juez no aplica en mi perjuicio que el Artículo 3072 dispone que: […] Si de la Acción, ejercitada, la Pretensión estaba basada en la existencia de un Servicio Profesional, pero no se acreditó el Monto aducido como lo pretende el C. Juez, en el evento que así fuere, que no se reconoce, POR ESTAR ACREDITADA LAS OBLIGACIONES A CARGO DE LA DEMANDADA, QUIEN OPUSO UNA EXCEPCIÓN PLUS PETICIO, AL RECONOCER EL CONTRATO PERO CON UN MONTO DISTINTO DE HONORARIOS, el Juez debió aplicar el Artículo 3072 del Código Civil Vigente en caso de considerar como lo hizo, que no estaba acreditado el Pacto del Monto de Honorarios, ya que ésta norma claramente dispone: Artículo 3072.- […].lo que significaba, que conforme al Artículo 423 del Código Procesal Civil Vigente, la Suscrita había demostrado mi proposición de la existencia de un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, y la revocación como profesionista, que me daba interés jurídico conforme al 7 Toca Civil No. 236/2015 Artículo 3075 del Código Civil Vigente en el Estado, para demandar, y había propuesto un monto en los Honorarios en un 25% del total de lo Sentenciado, y la parte Demandada reconociendo su Obligación dijo que esta era menor, SE DEMOSTRÓ LA EXISTENCIA DE UNA OBLIGACION EXIGIBLE POR MI REVOCACIÓN , EMANADA DEL CONTRATO, Y SI NO HUBO MONTO CONVENCIONAL ACREDITADO, ENTONCES, Y ESPECIFICAMENTE PORQUE ASI LO MANDA TAXATIVAMENTE, LA LEY, DEBIO DE CONDENARSE EN SU CASO AL PAGO DE HONORARIOS CONFORME AL ARENCEL, PORQUE SE DEMOSTRO LA EXISTENCIA DE LA OBLIGACION Y LA PARTE DEMANDADA NO DEMOSTRO CUMPLIMIENTO; EN CUYO CASO, Y ANTE LA CIRCUNSTANCIA CIERTA QUE FUI REVOCADA Y QUE HABIA OBLIGACIONES DE PAGO DE HONORARIOS A CARGO DE LA DEMANDADA, SI NO ACREDITE QUE NO LO CONSIDERO ASI, LA CONVENCION EN CUANTO A SU MONTO, CONFORME AL CITADO ARTICULO 3072 DEBIO CONDENARSE EN BASE AL ARANCEL Y NO DEJARSE PARA UNA ACCION POSTERIOR CON SALVAGUARDA DE DERECHOS COMO LO HIZO EL JUEZ RESOLUTOR, con determinación, sin considerar que se está en un Juicio Ordinario, y no en un Juicio Especial de Cognición Limitada, cuya Causa Pretendí es muy específica; y en su Resolución pugna con el Artículo 1° Constitucional del Principio Pro-Persona, pero también con su deber de hacer prevalecer la verdad material frente a la formal y la de investigar cómo es su obligación y facultad, la verdad histórica material de los hechos según se desprenden estos Principios del Artículo 19 del Código Procesal Civil Vigente, y a mayoría de razón porque en su propia Resolución reconoce la existencia del Contrato y que de él emanan Obligaciones a cargo del Demandado, pero no lo condena so pretexto que la Suscrita DEMANDO un 25% de los Sentenciado diciendo que era lo convenido, cuando todas las circunstancias se traducen, si tuviera razón el Juez, en que debió de condenar en aplicación del Artículo 3072 del Código Civil Vigente, pero no lo hizo dejándolo de aplicar sin razón ni fundamento alguno, faltando al Principio de Congruencia y Exhaustividad establecidos en el Artículo 519 del Código Procesal Civil Vigente, ya que quedó demostrado con las constancias del Juicio Ejecutivo Mercantil, Expediente Número **********, una condena en Costas inclusive liquida en favor de la Suscrita, en cantidad de $********** (********** pesos, Moneda Nacional), en el Considerando Cuarto de la Interlocutoria de fecha Dieciocho de Marzo de Dos Mil Catorce, y que en sus Resolutivos establece : PRIMERO: Procedió la Vía Incidental propuesta y tramitada: SEGUNDO: Por los motivos y fundamentos expuestos en el CUARTO de los Considerandos del cuerpo de esta resolución, ha lugar de aprobar el Incidente de Actualización de Costas, planteado dentro del presente Juicio por la parte Actora **********, por conducto de su endosatario en procuración licenciada **********, en la cantidad de $********** (********** pesos 58/100 moneda nacional. Lo que acumulado al resto de 8 Toca Civil No. 236/2015 los conceptos referidos mediante una operación aritmética, arrojan la cantidad total de $********** (********** pesos 92/100 moneda nacional); cantidad que el importe total de lo causado en este proceso, quedando insubsistente la sentencia interlocutoria de fecha dieciséis de enero de dos mil trece, por lo que se refiere al apartado de costas. NOTIFIQUESE Y LISTESE, …………” SIENDO APLICABLE LA SIGUIENTE TESIS: […] “HONORARIOS POR PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES. LA FALTA DE PACTO SOBRE SU CUANTÍA NO IMPIDE SU COBRO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).”. […] En efecto, las Atribuciones de los Juzgadores que se traducen en un deber y una facultad y que están establecidas por el Artículo 19 del Código Procesal Civil Vigente en el Estado, los obliga a Procurar la verdad sobre los Hechos controvertidos o dudosos, y al no hacerlo el Juez así, no obstante que del cúmulo de Pruebas había quedado acreditado la existencia de mi derecho a percibir Honorarios, y la Condena en Costas en mi favor en aquél Juicio Ejecutivo Mercantil que llevé la que Suscribe para los Demandados, es indudable que el Juez Resolutor en forma por demás inexplicable viola los Principios de Lógica y del Proceso en sí mismo considerado, por lo que no pueden subsistir las consideraciones que emite el Juez Resolutor en su Resolución que ahora impugno y que utilizó para fundamentar y motivar su fallo, pues de considerarlo así, estaría violentándose en forma crasa y flagrante el contenido de las disposiciones que a lo largo de esto Agravios he hecho mención. En efecto, del contenido del Artículo 19 Fracción IV del citado Ordenamiento Procesal, establece las Atribuciones de los Jueces que deben de llevar a cabo en los Procedimientos y que a la letra dice: […]; y siguiendo el lineamiento de ésta disposición y en el caso, el Juez Sentenciador no hizo un debido razonamiento jurídico, fue lo que motivó el presente Recurso de Apelación, ya que la manera de resolver sin atender a la citada disposición jurídica no obstante haber tenido la verdad histórica de los hechos en su mano, como lo era, la existencia del Contrato Verbal, la Condena en Costas, si consideraba que los Testigos no tenían valor probatorio, con la verdad conocida en forma indubitable y habida cuenta, que también estaba acreditado que la que Suscribe había sido Revocada como Abogada en aquél Juicio Ejecutivo Mercantil, en base a esos elementos de indudable verdad, debió aplicar los ARTÍCULOS 3072 Y 3075 del Código Civil Vigente en el Estado, y condenar en base a la Primera de las citadas Normas al Pago de Honorarios por Arancel. Luego, uno de los elementos de la Acción estriba en que exista coincidencia entre un supuesto específico legal y un hecho específico real; otro elemento es la legitimación Ad-causam y por último el interés Procesal que surge éste último, por la violación de un derecho ó por no poder ya alcanzarlo sin la intervención del Órgano Jurisdiccional; de ahí que surge, dentro del Proceso 9 Toca Civil No. 236/2015 dialéctico de la Sentencia, como Premisa Mayor las Normas de Derecho relativas al Contrato de Prestación del Servicio que nos definen cuando existe éste; la Norma que nos lleva que ante la falta de Pacto en el Monto de Honorarios debe de aplicarse el Arancel y por último la Norma que establece el derecho de cobrar Honorarios al separarse el Prestador del Servicio, del servicio que se le confío; mientras como Premisa Menor tendríamos la existencia de un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales la cual quedo debidamente acreditada; la Declaración de Testigos que en mi concepto acreditaban que el Pacto de Honorarios fue de un 25% de lo Sentenciado; y otra Premisa Menor la existencia de una Condena en Costas a favor de la que Suscribe en base en un Arancel, en aquél Juicio Mercantil que lleve a favor de la ahora parte Demandada. Si se quiere que no se reconoce así, se actualizaba Condenar, sino conforme al Monto Convencional pactado, la Condena debió ser en su caso, en base al Arancel, precisamente, por la conjugación de la Premisa Mayor conforme a la Segunda de las Premisas Menores planteadas y que coincide con el supuesto específico de Pago de Honorarios al tipo Arancelario ante la falta de Pacto que establece el Artículo 3072; sin embargo, el Juez Resolutor, desatendiendo éstas Normas deja de aplicarlas para concluir que se Absolvía a la Demandada porque según Él no acredité la convención del Monto de Honorarios, ya que aplicando en forma cerrada la Causa Petendi prácticamente cierra la litis en ese supuesto, sin considerar los Hechos claramente demostrados, olvidando la naturaleza del Juicio Ordinario, pues si Demandé el Pago de Honorarios por el Servicio prestado y quedó establecido que presté un Servicio y que tenía derecho a percibir Honorarios, sino acredité que no lo reconozco los Convencionales, debió estarse al segundo supuesto del Artículo 3072 del Código Civil Vigente en el Estado. Lo anterior, es así, porque el Artículo 277 del Código Procesal Civil Vigente en el Estado, establece Que la Acción es única por ser su finalidad idéntica, cualquiera que sea la Pretensión que en ella se haga valer, estableciéndose ésta Norma, que consecuentemente la Acción procede en Juicio, aunque no se exprese el Nombre de la Pretensión perseguida ó se exprese equivocadamente, CON TAL DE QUE SE DETERMINE CON CLARIDAD LA CLASE DE SOLICITACION QUE SE EXIJA DEL DEMANDADO Y EL TITULO O CAUSA PARA RECLAMARLA. Consecuentemente, el Juez Resolutor, no debió de condenar a la que Suscribe, si no que en su Sentencia, debió de condenar a la parte Demandada al Pago de Honorarios y Costas en mi favor dados los razonamientos expuestos en el presente Recurso. Dados los conceptos expresados, estimo que en Éstos se oponen de relevancia los Agravios que causa la Resolución Recurrida; y declarando fundado Éstos, revocar la Resolución de Primer Grado. […] Nota: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores mecanográficos u ortográficos, así como de sintaxis tal como aparecen plasmados en el escrito de agravios. 10 Toca Civil No. 236/2015 TERCERO. A juicio de esta Sala, los dos agravios expresados contra la sentencia de primera instancia resultan uno de ellos inoperante por insuficiente y el otro, infundado, según se explica a continuación. Previo al estudio de los motivos de inconformidad expresados contra la sentencia, se considera conveniente hacer las precisiones siguientes. El artículo 881 del Código Procesal Civil del Estado dispone, en su primera fracción, que la sentencia de segunda instancia se limitará a estudiar y decidir sobre los agravios que haya expresado el apelante, sin que pueda resolverse sobre cuestiones que no fueron materia de éstos o que hayan sido consentidas expresamente por las partes. Sin embargo, el mencionado numeral señala que la excepción a la regla anterior se presenta en asuntos del orden familiar y del estado y condición de las personas o cuando el afectado sea un menor o incapacitado, pues en estos casos se podrá suplir la deficiencia de los agravios formulados, si se advierte de las constancias procesales que ha habido en contra del apelante una violación manifiesta de la ley, y que dicha violación lo ha dejado sin defensa. En tales condiciones, previo al estudio de los agravios antes relatados, esta Sala considera importante destacar que la controversia que se revisa no se encuentra entre los supuestos de excepción de la regla prevista en el artículo 881 del código adjetivo citado, porque no entraña cuestiones relacionadas con materia familiar; la apelante no es menor de edad; ni en esta causa se ventilan cuestiones de aquellas que refiere el numeral 11 Toca Civil No. 236/2015 en cita; consecuentemente, en términos del numeral referido, esta sentencia se limitará al estudio de los agravios expresados contra la resolución de primera instancia. A lo anterior debe señalarse que se descarta la existencia de una violación manifiesta de la ley que colocara a la apelante en un estado de indefensión, pues conforme al criterio del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una violación manifiesta de la ley1 es la que se advierte obvia, que es innegable e indiscutible, y cuya existencia no puede derivarse de una serie de razonamientos y planteamientos cuestionables, y que la expresión lo haya dejado sin defensa2 no debe interpretarse literalmente, sino que debe entenderse en el sentido de que la autoridad responsable infringió determinadas normas, de forma que afectó sustancialmente al quejoso en su defensa. Situaciones que en criterio de esta autoridad no acontecen en la especie, pues de autos se desprende que a la apelante le fueron oportunamente otorgadas las condiciones para combatir las actuaciones del Juez de primera instancia. Por analogía, sirve de apoyo a las consideraciones anteriores, la tesis aislada que a continuación se cita. SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIAS CIVIL Y ADMINISTRATIVA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 79, FRACCIÓN VI, DE LA LEY DE AMPARO). Del precepto citado deriva que la suplencia de la queja deficiente operará en las materias civil y administrativa cuando el tribunal de amparo advierta que ha habido contra el quejoso o recurrente una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa, por afectar sus derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de que el Estado Mexicano sea parte. Ahora bien, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al pronunciarse sobre el artículo 76 Bis de la Ley de Amparo abrogada, de redacción similar al 79 de la vigente, estimó que la frase "lo haya dejado sin defensa" no debe interpretarse literalmente, sino que debe entenderse en el 1 Contenida en el artículo 79 de la Ley de Amparo, similar a la prevista en el artículo 881 del Código Procesal Civil vigente en el Estado. 2 Del mismo artículo 79 de la Ley de Amparo. 12 Toca Civil No. 236/2015 sentido de que la autoridad responsable infringió determinadas normas, de forma que afectó sustancialmente al quejoso en su defensa. Asimismo, sostuvo que una "violación manifiesta de la ley" es la que se advierte obvia, que es innegable e indiscutible, y cuya existencia no puede derivarse de una serie de razonamientos y planteamientos cuestionables. Por otra parte, esta Primera Sala sostuvo que por "violación manifiesta de la ley que deje sin defensa", se entiende aquella actuación que haga notoria e indiscutible la vulneración a los derechos del quejoso, ya sea en forma directa, o bien, indirecta, mediante la transgresión a las normas procedimentales y sustantivas, y que rigen el acto reclamado; de ahí que dicha interpretación es aplicable al artículo 79 de la Ley de Amparo, ya que no se le opone, sino que es concordante. Conforme a lo anterior, los tribunales de amparo sólo están obligados a suplir la queja deficiente en las materias civil y administrativa cuando adviertan una violación evidente, esto es, clara, innegable, que afecte sustancialmente al quejoso en su defensa.3 Finalmente, debe decirse que no se soslaya que el criterio de suplencia de la queja contenido en artículo 881 del código adjetivo local no es el único bajo el cual opera esta figura, ya que aunado a las reglas de suplencia antes vistas, algunos tribunales federales han estimado que, aun en tratándose de materia civil, opera la suplencia de los agravios en apelación cuando la resolución de que se trate viole derechos humanos constitucional e internacionalmente reconocidos; en los casos de inconstitucionalidad o inconvencionalidad de las normas y ante la inobservancia de la jurisprudencia. Sin embargo, en criterio de quienes esto resuelven, el juicio que nos ocupa no se encuentra en ninguna de estas excepciones, por lo que conforme a los planteamientos anteriores resulta procedente el examen de los agravios limitándonos a los argumentos en ellos expresados. Como apoyo a los razonamientos anteriores se transcribe la tesis aislada siguiente. 3 Época: Décima Época. Registro: 2008557. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II. Materia(s): Común. Tesis: 1a. LXXIII/2015 (10a.). Página: 1417. 13 Toca Civil No. 236/2015 SUPLENCIA DE LOS AGRAVIOS. EL TRIBUNAL DE APELACIÓN ESTÁ OBLIGADO A REALIZARLA CUANDO EN LOS RELATIVOS A VIOLACIONES PROCESALES O SUSTANCIALES AL PROCEDIMIENTO, SE ALEGUE LA ILEGALIDAD DEL EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO, PUES ÉSTA CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN MANIFIESTA DE LA LEY QUE PUEDE DEJARLO SIN DEFENSA, AL AFECTAR SUS DERECHOS HUMANOS DE AUDIENCIA Y DE DEBIDO PROCESO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). De conformidad con el artículo 382 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, en el recurso de apelación pueden plantearse violaciones procesales, sustanciales al procedimiento y de fondo. Por su parte, las facultades y obligaciones atribuidas al tribunal de apelación para ocuparse de los agravios hechos valer, están previstas en los diversos numerales 396 a 400 de la indicada codificación. Ahora bien, de estas disposiciones se obtiene que el tribunal de alzada puede conferir a los agravios las calificativas de fundados, infundados, inoperantes e insuficientes pero, además, de lo anterior -que corresponde a la forma de proceder en los asuntos de estricto derecho-, existe la obligación asignada al referido tribunal de llevar a cabo la suplencia de los agravios, en la forma de plantearlos o ante su ausencia total, cuando el juicio de origen involucre derechos que puedan afectar a la familia; cuando intervenga un menor como parte, si de no aplicar la suplencia pudiera verse afectado su estado civil o patrimonio; o cuando se afecten derechos de grupos indígenas. Lo antes dicho, que es una obligación impuesta al tribunal de apelación, coexiste con la posibilidad de que se lleve a cabo la referida suplencia, entendida ésta en relación con la deficiencia del agravio y con su ausencia, tanto en asuntos civiles como familiares si: a) Las disposiciones legales en que se sustenta la sentencia apelada son contrarias a la Constitución Federal o a la del Estado de Puebla y también, cabría decir, en caso de que fueran contrarias a los derechos humanos de fuentes internacionales-; b) En caso de que el fallo correspondiente esté soportado en leyes declaradas inconstitucionales -o inconvencionales- por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; c) Si el fundamento del fallo es contrario a los criterios jurídicos emitidos por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado, al interpretar las leyes locales; y, d) En caso de que el tribunal de segundo grado advierta que en el procedimiento acontecieron violaciones manifiestas de la ley que hayan dejado sin defensa a alguna de las partes. Recapitulando, la materia de la apelación queda delimitada a la expresión de motivos de inconformidad pero, además, el tribunal de apelación tiene asignadas obligaciones oficiosas para suplir la ausencia o la deficiencia de los agravios, dependiendo de tres hipótesis con las que pudiera estar relacionada la afectación resentida por el apelante: la primera atiende a la materia del conflicto, si se trata de asuntos familiares; la segunda, derivada de la condición particular en que se ubican los promoventes del medio de impugnación, esto es, si fueran menores de edad o grupos indígenas; y, la tercera, tomando en cuenta la naturaleza de la infracción cometida, es decir, de tener por origen la violación a derechos fundamentales derivada de la aplicación de leyes contrarias a la Constitución o de existir 14 Toca Civil No. 236/2015 declaratoria emitida por los órganos del Poder Judicial de la Federación con facultades para ello; derivada de las interpretaciones efectuadas por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla; o si la infracción que se advierta cometida es contraria a los derechos humanos de debido proceso o de audiencia. Todo lo anterior es congruente con la obligación oficiosa del tribunal de apelación, contenida en el artículo 396 de la legislación adjetiva civil local, de ordenar la reposición del procedimiento de primer grado cuando: a) El Juez a quo hubiera resuelto el juicio sin que el procedimiento correspondiente haya estado en condiciones de concluir por sentencia definitiva; o, b) Cuando exista una violación manifiesta de la ley que haya dejado sin defensa a alguna de las partes. Consecuentemente, el tribunal de apelación está obligado a suplir la deficiencia de los agravios relativos a violaciones procesales o sustanciales al procedimiento, cuando en éstos se impugne el emplazamiento del demandado al juicio de origen, pues su ilegalidad constituye una violación manifiesta de la ley que puede dejarlo sin defensa, en perjuicio de sus derechos humanos de audiencia y de debido proceso.4 Aclarado lo anterior, resulta procedente entrar al estudio de los agravios, mismos que serán analizados inmediatamente después de la síntesis que de ellos se haga, tal como se propone a continuación. En su primer agravio, la apelante combate la valoración de la prueba testimonial a cargo de ********** y **********, ya que desde su óptica, no existe la discrepancia que el Juez encontró, respecto del porcentaje señalado en la demanda en concepto de honorarios reclamados y aquel mencionado por las deponentes. Lo anterior es así, según la apelante, en virtud de que en su demanda inicial manifestó que los honorarios pactados con la demandada correspondían a un 25% de lo sentenciado, por lo que si ********** declaró que en concepto de honorarios se pactó un 25% de lo demandado, y según se demostró, lo demandado 4 Época: Décima Época. Registro: 2007541. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo III. Materia(s): Civil. Tesis: VI.2o.C.52 C (10a.). Página: 2597. 15 Toca Civil No. 236/2015 corresponde al mismo monto que lo sentenciado, la inconforme concluye que no existe discrepancia alguna. De igual manera, la apelante menciona que no existe discrepancia entre lo expuesto en la demanda y el testimonio de **********, toda vez que esta deponente manifestó que en concepto de honorarios se pactó un 25% de lo recuperado. A partir de lo anterior, la apelante sostiene que no debe ser óbice para asignar valor probatorio a las testimoniales antes referidas, la imprecisión en los conceptos o terminología empleada por las declarantes para hacer referencia al monto pactado, ya que éstas no son peritos en derecho, sin embargo, de un examen a la luz de las máximas de la experiencia puede colegirse que al haber resultado coincidentes en expresar que se pactó un 25% de honorarios, debe asignársele valor probatorio a su atesto. A juicio de este tribunal, el agravio antes reseñado resulta insuficiente, conforme se explica a continuación. Como se señaló en la síntesis del primer agravio, a través de él se combate la valoración de las testimoniales a cargo de ********** y **********, por lo que se estima útil remitirnos a la valoración que de ellas se hizo en la sentencia apelada, cuyo tenor literal es el siguiente: […] De tales testimonios se advierte declaraciones coincidentes en el sentido de señalar que conocen a las partes, por virtud del contrato de prestación de servicios del juicio ejecutivo mercantil expediente ********* que presenciaron, y que dicho pacto contemplaba un 25% de retribución, empero, las testimoniales resultan discrepantes en torno al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los honorarios. Dicha discrepancia deja de generar ánimo de convicción en este juzgador en torno al pacto de remuneración alegado por la actora, de 16 Toca Civil No. 236/2015 ahí que se estima que las testimoniales resultan insuficientes para demostrar lo pretendido. Para arribar a la conclusión antes referida, primero que anda se tomó en consideración que la accionante aseguró en su demanda que la señorita ********** y la señora **********, tuvieron conocimiento, entre otras cosas, que las partes contendientes de este juicio celebraron un contrato de prestación de servicios laborales en fecha el 20 de enero de 2009 en el despacho jurídico ubicado en los números ********** y ********** del **********, ubicado **********, de esta ciudad. Por otro lado, la actora también aseguró que posteriormente en fecha 11 de julio de 2011 en el despacho ubicado en la calle ********** número ********** de la zona centro de esta ciudad, se apersonó el representante legal de la demandada y reiteró los términos del contrato referido en el párrafo precedente. Luego, en el momento del desahogo de la prueba testimonial a cargo de **********, en las preguntas octava y novena así como en las formuladas por la demandada marcadas como quinta, sexta, séptima, octava, en relación con la décima primera, y décima quinta, manifestó que el señor ********** llegó a pedir los servicios de los licenciados ********** y ********** para una demanda mercantil en contra de **********, el 20 de enero de 2011, pactando como monto de los honorarios el 25% de lo demandado, aduciendo además que sólo trabajó seis meses con la licenciada **********, es decir, de noviembre de 2008 a julio de 2009. Por su parte, **********, en las preguntas octava, novena y décima séptima formuladas por su oferente contesta que el contrato aconteció el 20 de enero de 2009, pactándose como honorarios el 25% de lo recuperado. Como puede apreciarse, los testimonios divergen de la versión esgrimida por la licenciada **********, pues adujó en su demanda que el contrato se celebró el 20 de enero de 2009, pactándose como monto del los honorarios el 25% de lo sentenciado. No pasa desapercibido, que la testigo **********, mencionó que laboró para la actora en un periodo que va de noviembre de 2008 a julio de 2009, pese a ello declaró en dos ocasiones que, el contrato fue celebrado en enero de 2011, igualmente desconoció el lugar en donde se verificaron los hechos, pues la testigo refirió que fue en el “**********” y no en el ********** como refiere la actora. Aunado a lo anterior, la testigo declaró ignorar el domicilio donde se ubicaba el despacho en donde trabajó por el lapso indicado, y jamás justificó la forma por la que se enteró de la reiteración del contrato que refirió la actora en el hecho número “III” de su demanda. Dichas incongruencias, se agravan, en el momento en que la propia actora al interrogar a la testigo **********, en pregunta “décima primera” refiere lo siguiente: “…como se dio cuenta que pactaron honorarios de un 25% en valor de lo recuperado…”. La pregunta en cuestión contiene un hecho diverso a lo aseverado en la demanda, y pone de manifiesto el desconocimiento de los términos en que se llevó a cabo el contrato que refiere. Luego, si las testigos como su oferente, discrepan respecto a la base del porcentaje alegado, es inconcuso, como se adelantó que las 17 Toca Civil No. 236/2015 testimoniales resultan insuficientes para demostrar la base sobre la cual habrá de cobrarse el monto de los honorarios que se reclaman en este juicio. […] Nota: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores mecanográficos u ortográficos, así como de sintaxis tal como aparecen plasmados en el escrito de agravios. Del análisis del fragmento anterior es posible apreciar que el juzgador determinó que la discrepancia que atribuyó a las testimoniales se sustentaba en los aspectos siguientes: i) La discrepancia en torno al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los honorarios, pues mientras que la actora mencionó en su demanda que se pactó como monto de honorarios, el 25% de lo sentenciado, ********** declaró que se pactó el 25% de lo demandado, y ********** señaló que se pactó el 25% de lo recuperado. ii) La diferencia en la fecha de celebración del contrato, pues la actora mencionó en su demanda que el contrato se celebró el veinte de enero de dos mil nueve, pero ********** declaró que el contrato se celebró el veinte de enero de dos mil once, declaración que además discrepa con el periodo que laboró en el despacho de la actora, que fue de noviembre de dos mil ocho a julio de dos mil nueve. iii) La divergencia en el lugar de la celebración del contrato, ya que la actora señaló en su demanda que el contrato se celebró en el despacho jurídico marcado con los números ********** y ********** del “**********”, sin embargo, ********** indicó que el contrato se celebró en el “**********”, ello aunado a que la citada deponente mencionó ignorar el domicilio del despacho en el que dijo haber trabajado con la actora. 18 Toca Civil No. 236/2015 Además de los tres aspectos antes mencionados, el Juez señaló dos puntos más que, en relación con los anteriores, demeritaron su ánimo de convicción respecto de la eficacia de la prueba analizada; el primero de ellos consistió en: iv) Que la testigo ********** no justificó la forma en que se enteró de la reiteración del contrato base de la acción, la que ocurrió, según lo señalado por la actora, el once de julio de dos mil once, en el despacho ubicado en la calle ********** número ********** de la zona centro de Piedras, Negras, Coahuila. Finalmente, el otro punto estribó en: v) Que el Juez consideró que la propia actora incurrió en una contradicción al señalar en su demanda que se pactó como honorarios el 25% de lo sentenciado, pero al interrogar a ********** expresó que se pactó un 25% de lo recuperado. Ahora bien, como se desprende de la síntesis del primer agravio, contra la reseñada valoración de las pruebas testimoniales, la apelante expresó, como argumentos para rebatirla, que no es cierto que se haya dado la contradicción alegada por el Juez en virtud de que: 1. La actora manifestó en su demanda inicial que los honorarios pactados con la demandada correspondían a un 25% de lo sentenciado, por lo que si ********** declaró que en concepto de honorarios se pactó un 25% de lo demandado, y según se demostró, lo demandado corresponde al mismo monto que lo sentenciado, la inconforme concluye que no existe discrepancia alguna; y 19 Toca Civil No. 236/2015 2. Que no existe discrepancia entre lo expuesto en la demanda y el testimonio de **********, toda vez que esta deponente manifestó que en concepto de honorarios se pactó un 25% de lo recuperado. Como se advierte de los razonamientos identificados con los números 1 y 2, estos se dirigen a combatir sólo el argumento del Juez identificado con el inciso i), es decir, únicamente rebaten las razones por las que el Juez estimó que en las declaraciones de las deponentes existe discrepancia en torno al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los honorarios. Sin embargo, para desvirtuar las consideraciones identificadas con los incisos ii), iii), iv) y v), también empleadas por el juzgador para desestimar el mérito probatorio de la prueba testimonial de cuenta, la recurrente ningún argumento formuló. Al respecto, se estima importante destacar que, incluso, la propia recurrente es quien en su escrito de agravios da cuenta de las múltiples discrepancias a las que en esta resolución se hace referencia, y en las que el Juez apoyó la valoración probatoria combatida, tal como se aprecia del fragmento del escrito de agravios que enseguida se transcribe: […] el C. Juez señala que existe divergencia entre lo establecido por la que Suscribe cuando aduje, que el Contrato se celebró el Veinte de Enero de Dos Mil Nueve, pactándose como monto de Honorarios el 25% de lo Sentenciado, aduciendo además, que ********** estableció que trabajó del año 2008 al 2009, pero declaró que el Contrato fue celebrado en Enero de 2011 y según el Juez, que desconoció el lugar donde se celebró porque Ésta Testigos estableció que fue en el ********** y no en el ********** como lo señaló la Suscrita, y que no justificó la forma por la que se enteró de la reiteración del Contrato a que se refiere la Suscrita Actora en el Numeral Tres de la Demanda; y razonando que se agrava las Incongruencias, al momento que se interrogó en la Décima Primera Posición; que como se había dado cuenta ********** que se pactaron Honorarios en un 25% del valor de lo recuperado, determinando en C. Juez, en forma por demás 20 Toca Civil No. 236/2015 absurda que la Pregunta en cuestión contiene un Hecho diverso a lo aseverada en la Demanda, y que por ello, se pone de manifiesto el desconocimiento de los términos en que se llevó a cabo el Contrato que refiere. […] Sin embargo, la apelante sólo presentó argumentos para desvirtuar la divergencia aducida en relación al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los honorarios. Por estas razones, a juicio de quienes esto resuelven, el primer agravio resulta insuficiente para demostrar que el Juez valoró indebidamente la prueba testimonial antes mencionada, pues como se ha expuesto, el alcance probatorio asignado por el Juez a la citada probanza se sostiene en varias consideraciones, de las cuales sólo una de ellas fue combatida por la disidente, por lo que aun declarando fundados los planteamientos que la apelante esgrime, el resto de los motivos por los que se demeritó el alcance probatorio de la probanza materia de este agravio, permanecerían intocados y en consecuencia continuarían sustentando la valoración probatoria combatida en los términos en que se encuentra plasmada en la sentencia. Sirve de fundamento al razonamiento anterior, la tesis de jurisprudencia que enseguida se transcribe: AGRAVIOS INSUFICIENTES. ES INNECESARIO SU ESTUDIO SI LO ALEGADO NO COMBATE UN ASPECTO FUNDAMENTAL DE LA SENTENCIA RECURRIDA, QUE POR SÍ ES SUFICIENTE PARA SUSTENTARLA. Cuando la sentencia impugnada se apoya en diversas consideraciones esenciales, pero una de ellas es bastante para sustentarla y no es combatida, los agravios deben declararse insuficientes omitiéndose su estudio, pues de cualquier modo subsiste la consideración sustancial no controvertida de la resolución impugnada, y por tal motivo sigue rigiendo su sentido.5 5 SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO. Época: Novena. Registro: 194040. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo IX, Mayo de 1999. Materia(s): Común. Tesis: II.2o.C. J/9. Página: 931. 21 Toca Civil No. 236/2015 En su segundo agravio, la promovente del recurso combate el razonamiento del Juez mediante el que estableció que el contrato de prestación de servicios profesionales se encontraba supeditado a la demostración del monto reclamado y por tanto que las prestaciones deducidas no pueden coexistir en forma separada, pues son indisolubles. La razón por la que la apelante considera que la consideración antes apuntada es incorrecta estriba en que, desde su perspectiva, con los datos que obran en juicio se demostró que las partes celebraron un contrato de servicios profesionales, por lo que aun suponiendo que el monto cuyo cumplimiento se reclamó es superior al pactado, ello no obsta para tener por demostrada la celebración del contrato, mismo que por su propia naturaleza genera derechos y obligaciones entre los contratantes en los términos de la legislación sustantiva aplicable. A partir del planteamiento anterior, la disidente sostiene que el Juez dejó de aplicar, en su perjuicio, el artículo 3072 del Código Civil vigente en el Estado, toda vez que aun en el supuesto de que no se hubiere acreditado el monto que en concepto de honorarios se pactó entre las partes, el Juez se encontraba obligado a condenar a la demandada al pago de honorarios conforme al arancel referido en el mencionado artículo 3072, en virtud de que, finalmente, se demostró la existencia del contrato base de la acción, y la parte demandada no demostró su cumplimiento. Este inconformidad tribunal, anterior razonamientos siguientes. considera es que infundado, el motivo conforme a de los 22 Toca Civil No. 236/2015 Inicialmente, es útil remitirnos a los artículos del Código Procesal Civil que se citan a continuación. ARTÍCULO 275. Acción y demanda. La acción se hace efectiva mediante una demanda formal en los términos del artículo 384 de este ordenamiento. La demanda es la acción puesta en ejercicio. ARTÍCULO 277. Unidad de la acción y pluralidad de las pretensiones. La acción es única por ser su finalidad idéntica, cualquiera que sea la pretensión que en ella se haga valer. Consecuentemente la acción procede en juicio aún cuando no se exprese el nombre de la pretensión perseguida o se exprese equivocadamente, con tal de que se determine con claridad la clase de solicitación que se exija del demandado y el título o causa para reclamársela. Las prestaciones tomarán su nombre del contrato, acto o hecho a que se refieran. ARTÍCULO 300. Litigio o controversia. El litigio presupone un conflicto de intereses, surgido antes y fuera del proceso, entre quien afirma una pretensión y quien la niega. ARTÍCULO 301. Litigio entre partes. Dos partes se encuentran en litigio cuando una pretende atribuirse un derecho derivado de una real o supuesta relación jurídica sustancial frente a otra y esta se opone a tal pretensión, o aún sin oponerse, se niega a cumplir con la obligación que se le reclama. ARTÍCULO 384. Requisitos de la demanda. Salvo los casos en que la ley disponga otra cosa, la demanda deberá formularse por escrito, en el que se expresará: […] VI. La enumeración precisa y concreta de las pretensiones que se someten a la decisión del tribunal, indicando, en su caso, los datos que permitan la identificación y ubicación de los bienes que sean objeto de las peticiones y sus accesorios. VII. Una relación clara y sucinta de los hechos en que el actor funde su demanda, de tal manera que el demandado pueda preparar su contestación y defensa, y quede establecido cuál es el título o la causa de la pretensión. […] ARTÍCULO 417. Objeto de prueba. Serán objeto de prueba los hechos controvertidos por las partes en los escritos que fijan el debate. […] ARTÍCULO 423. Carga de la prueba. Las partes tienen la carga de demostrar sus respectivas proposiciones de hecho. Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos de su pretensión, quien contradice la pretensión del adversario, ha de 23 Toca Civil No. 236/2015 probar los hechos extintivos o las circunstancia impeditivas de esa pretensión. El que funde su pretensión en una norma de excepción, debe probar el hecho que constituye su supuesto. Del análisis de los artículos anteriores es posible establecer, por una parte, que los hechos afirmados por las partes y las prestaciones que éstos reclaman son los que determinan la conformación del litigio, en tanto que es la veracidad de los primeros y la procedencia de las segundas, lo que se controvierte y por ende debe demostrarse en juicio. Así, se explica que el objeto de la prueba sean los hechos controvertidos por las partes en los escritos que fijan el debate, y que por tanto, las partes tengan la carga de probar los hechos constitutivos de sus pretensiones y contrapretensiones, según corresponda, a fin de obtener sentencia favorable a sus intenciones. En ese sentido, cuando se demanda el pago de una cantidad específica con base en el incumplimiento de un contrato que no establece en sí mismo una suma determinada, el demandante está obligado a demostrar, a fin de obtener una sentencia favorable, no sólo la celebración del contrato mencionado (hecho en que descansa su pretensión), sino además, que tiene derecho a recibir esa cantidad específica de dinero, pues en este supuesto no basta que acredite la causa eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su vez, es menester que compruebe que le asiste derecho para exigir el pago de tal cantidad. El razonamiento anterior encuentra su sustento en la tesis jurisprudencial que se cita a continuación conjuntamente con la tesis aislada que no obstante de haberla modificado, en lo que a este estudio interesa, reitera el punto de nuestro estudio. 24 Toca Civil No. 236/2015 CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN FORMA GENÉRICA Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE SENTENCIA, CUANDO LA PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD LÍQUIDA. De la interpretación sistemática de los artículos 3o., 70, 81, 322, fracciones III y V, 350 y 353 del Código Federal de Procedimientos Civiles, se desprende que cuando el actor solicita el pago de cierta cantidad de dinero por virtud del incumplimiento de una obligación principal que no establece una suma determinada, está obligado a demostrar durante el procedimiento, en primer lugar, el hecho en que descansa su pretensión, y después, que tiene derecho a recibir ese preciso numerario, pues en este supuesto no basta que acredite la causa eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su vez, es menester que compruebe que le asiste derecho para exigir el pago de tal cantidad. En efecto, esos aspectos relevantes no pueden determinarse en ejecución de sentencia, ya que además de que la prestación de mérito es objeto principal del juicio, debe atenderse a los principios de preclusión y de litis cerrada que no permiten que el actor tenga una nueva oportunidad para acreditar la suma exacta que tenía derecho a demandar. En cambio, cuando se pretende el pago en dinero, sin especificar su monto, debido al incumplimiento de una obligación que no estipula una suma determinada, resulta procedente la condena genérica si el actor acredita la causa eficiente en la que descansa su petición, por lo que en ejecución de sentencia puede cuantificarse válidamente el numerario exacto, siempre que se den las bases para tal efecto; o en otro supuesto, cuando el actor demanda el pago en cantidad líquida porque la obligación que se dice incumplida estipula tal suma, se requiere únicamente que acredite el hecho en que sustenta su pretensión para que el juzgador esté en aptitud de determinar la condena específica relativa.6 CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN FORMA GENÉRICA Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE SENTENCIA, CUANDO LA PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD LÍQUIDA (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA I.3o.C. J/43). De la interpretación sistemática de los artículos 3o., 70, 81, 322, fracciones III y V, 350 y 353 del Código Federal de Procedimientos Civiles, se desprende que cuando el actor solicita el pago de cierta cantidad de dinero por virtud del incumplimiento de una obligación principal que no establece una suma determinada, está obligado a demostrar durante el procedimiento, en primer lugar, el derecho (término cualitativo) en que descansa su pretensión y, en segundo 6 TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena Época. Registro: 170820. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Diciembre de 2007. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C. J/43. Página: 1444. Nota: Esta tesis fue modificada en términos de la que con el rubro: "CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN FORMA GENÉRICA Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE SENTENCIA, CUANDO LA PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD LÍQUIDA (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA I.3o.C. J/43).", aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, febrero de 2010, página 2813. 25 Toca Civil No. 236/2015 término las pruebas de las que se aprecie la manera en que ese derecho se traduce de manera líquida en dinero (elemento cuantitativo), pues en este supuesto no basta que acredite la causa eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su vez, es menester que compruebe que le asiste derecho para exigir una cantidad en dinero. En efecto, esos aspectos relevantes no pueden determinarse en ejecución de sentencia, ya que además de que la prestación de mérito es objeto principal del juicio, debe atenderse a los principios de preclusión y de litis cerrada que no permiten que el actor tenga una nueva oportunidad para acreditar la manera en que su derecho se traducía en un monto líquido en dinero. En cambio, cuando se pretende el pago en dinero, sin especificar su monto, debido al incumplimiento de una obligación que no estipula una suma determinada, resulta procedente la condena genérica si el actor acredita la causa eficiente en la que descansa su petición, por lo que en ejecución de sentencia puede cuantificarse válidamente el monto en dinero en que se tradujo su pretensión, siempre que se den las bases para tal efecto; o en otro supuesto, cuando el actor demanda el pago en cantidad líquida porque la obligación que se dice incumplida estipula tal suma, se requiere únicamente que acredite el hecho en que sustenta su pretensión para que el juzgador esté en aptitud de determinar la condena relativa.7 Ahora bien, en el caso, del examen de la demanda se advierte que la actora reclamó, en el inciso a) de las prestaciones, de la sociedad demandada: […] a).- Por el pago de la cantidad del 25% (VEINTICINCO PORCIENTO) de lo Sentenciado a partir de la Sentencia Definitiva hasta la Sentencia Interlocutoria de Incidente de Actualización de Gastos y Costas, de fecha Dieciocho de Marzo del año Dos Mil Catorce, en razón de $********** (********** PESOS, 92/100 MONEDA NACIONAL), por concepto de Honorarios originados por la Prestación de Servicios Profesionales dentro de los Autos del Juicio Ejecutivo Mercantil, radicado ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en Materia Civil, con residencia en esta Ciudad de Piedras Negras, Coahuila de este Distrito Judicial de Río Grande, bajo el Número Estadístico **********, seguido por la que Suscribe como Endosataria en Procuración de ********** frente **********; y de la que, la ahora Demandada se ha negado a Pagarme. Y al ser ostensible la mala fe de la conducta desplegada por la hoy Demandada **********, al negarse a pagarme mis honorarios en los términos que se señalan en aquella Resolución Interlocutoria que he dejado señalada; motiva la formulación del presente Procedimiento. […] 7 TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena. Registro: 165309. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXI, Febrero de 2010. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C.784 C. Página: 2813. 26 Toca Civil No. 236/2015 De la transcripción anterior se obserrva que la demandante reclamó el pago de una cantidad específica de dinero, derivada del incumplimiento del contrato celebrado con la demandada, monto que si bien fue expresado mediante un porcentaje, ello no es óbice para considerar que la cantidad reclamada se trate de una deuda líquida. En efecto, el artículo 2460 del Código Civil vigente en el Estado dispone que se llama deuda líquida aquélla cuya cuantía se halla determinada, o pueda determinarse dentro del plazo de nueve días, por lo que si en la especie se reclamó el pago del 25% de la cantidad de $********** (********** PESOS 92/100 M.N.), al ser ésta la suma resultante del incidente de actualización de gastos y costas, de fecha dieciocho de marzo de dos mil catorce, derivado del juicio en el que la actora prestó sus servicios profesionales, es posible afirmar que basta una mera operación aritmética para que la cantidad reclamada resulte determinada. Es decir, no obsta que la cantidad reclamada se hubiere expresado en forma porcentual para considerarla como una deuda líquida porque, en los términos que se formuló la misma reclamación se especificó la cantidad sobre la cual se cuantificaría el porcentaje señalado, consecuentemente para determinar el monto de lo reclamado basta realizar una operación concreta, de ahí que sea el propio acreedor quien puede determinarla en su valor sin mayores elementos como el cumplimiento de condiciones o al éxito de un proceso. Consideraciones que se robustecen con las tesis aisladas que enseguida se citan. DEUDA LÍQUIDA, CONCEPTO (INTERPRETACIÓN ARTÍCULO 2189 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL). DEL 27 Toca Civil No. 236/2015 El artículo 2189 del Código Civil Federal comprende dos supuestos conforme a los que puede considerarse existente una deuda líquida: aquella cuya cuantía se haya determinado y la que puede determinarse dentro del plazo de nueve días. El primer supuesto que precisa un valor concreto y cierto, y el segundo requiere, para determinar su sentido y alcance normativo, ser interpretado armónicamente dentro del ordenamiento en que se encuentra inserto ya que el Código Civil Federal no indica los parámetros o los criterios según los cuales se explique por qué ese plazo es útil para determinar una deuda y, consecuentemente, atribuirle la calidad de líquida; ese artículo no ha sido objeto de reforma alguna desde su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Más aún, la norma en análisis constituye una reproducción de los artículos 1688 y 1574 de los Códigos Civiles para el Distrito Federal y Territorio de la Baja California de mil ochocientos setenta y de mil ochocientos ochenta y cuatro y, por tanto, conviene a los fines de precisar su contenido y alcance remitirse en lo que conduzca a esclarecer el tema, a la doctrina de la época y según la base doctrinal en que se apoyó su inserción en dichos ordenamientos, dentro de la figura de la compensación, una deuda líquida es aquella determinada en su cuantía o determinable en un plazo de nueve días, entendido este último como los días naturales en que puede realizarse una operación concreta para fijar el monto de la misma en cantidad o valor, que atiende a consideraciones de equidad y conveniencia para formular la liquidación, como medio de procurar la compensación, que no está sujeta a disputa o por vía ejemplificativa, al cumplimiento de una condición, a la discusión de una cuenta, al éxito de un proceso, o a la llegada de cierto día. La intención del legislador fue la de que la compensación como medio de extinción de las obligaciones fuese un vehículo eficaz y rápido para garantizar el tráfico de la riqueza y dar certeza a la que circulaba entre los particulares, dotados de las herramientas necesarias para que sin intervención de terceros o de procedimientos complejos o dilatados, pudieren depurar sus deudas por reunir la calidad de acreedores y deudores recíprocamente, y que se relacionaban al amparo de la idea de igualdad y libertad contractual, sin necesidad de requerir intervenciones ajenas para contraer y resolver sus obligaciones. La aplicación de dicho precepto en el entorno social en que estuvieron vigentes los Códigos Civiles citados, ha cambiado, no sólo en la organización social y económica, sino en el contexto en que se aplican, porque se trata de una sociedad eminentemente agraria en la que las comunicaciones empiezan a consolidarse y el crecimiento demográfico no es tan aventajado como en el presente; las relaciones comerciales reguladas por las nuevas leyes civiles y mercantiles fomenta el tráfico de la riqueza con la intención de consolidarla, y en la sociedad contemporánea exige su realización inmediata en la medida en que los intercambios comerciales no son excepcionales sino que constituyen una normalidad que exige garantías de certeza y seguridad que den lugar a nuevas relaciones de carácter civil y comercial y que exigen de los particulares, en la medida de lo posible, que los créditos o deudas puedan ser determinados utilizando la inteligencia y cultura del hombre promedio, adecuado a su entorno social y económico constituyendo ese plazo previsto en la ley como suficiente para determinar la cantidad o valor referido, porque no puede dejarse de advertir que las propias relaciones entabladas entre 28 Toca Civil No. 236/2015 particulares también son complejas según las obligaciones contraídas y su depuración para los efectos del pago puede requerir un trabajo profesional que se aleja de ese estándar señalado y que exige la intervención de peritos o de un tiempo mayor al indicado en la norma citada, por la dificultad de fijar los datos que deben ser cuantificados o acopiados a fin de tener un valor cierto, lo cual le quita el atributo de liquidez a la deuda porque no puede ser determinada sino es con el cumplimiento de ciertas condiciones materiales o profesionales; y entonces, resulta necesario interpretar el contenido normativo de ese precepto tomando en cuenta la realidad actual para que sea funcional dentro del ordenamiento. El alcance del artículo 2189 del Código Civil Federal está determinado por la voluntad del legislador, pero adecuado a la etapa histórica en que se aplica, resulta que aquél tiene como propósito establecer que las deudas líquidas son aquellas determinadas por tener un valor cierto, y las determinables dentro del plazo de nueve días, son aquellas que atendiendo a consideraciones de equidad y conveniencia así como a los desarrollos organizacionales y de contabilidad; el auge de nuevas tecnologías de información y la necesidad de garantizar la circulación de la riqueza como la fácil realización de las obligaciones contraídas por los particulares, puede realizarse ordinariamente por éstos y no está sujeta a condición alguna como la depuración de una cuenta o crédito, su discusión, al éxito de un proceso, o a la llegada de cierto día, sino que es el propio acreedor quien puede determinarla en su valor sin mayores elementos que su conocimiento e inteligencia de un hombre promedio.8 DEUDA LIQUIDA. Se llama deuda líquida, aquella cuyo monto se haya determinado o puede determinarse dentro de nueve días. De la definición que da la ley, se deduce que aun cuando no se conozca en un momento dado, el monto exacto de un crédito, si desde luego se sabe cuáles son las bases que deben servir para regular su cuantía o éstas pueden averiguarse con certeza, dentro del plazo expresado, el crédito debe considerarse como líquido, para los efectos correspondientes; mas, cuando por regla general, un crédito que debe liquidarse conforme a determinadas bases, puede ser precisado en su cuantía. Cuando se trata de hacer producir efectos a una sentencia que no condene a cantidad líquida, aun cuando en ella se indiquen las bases para la liquidación, es indispensable formar el incidente de ejecución de sentencia, en el cual, la parte condenada, debe ser oída y, en general, intervenir en procedimiento mismo de liquidación.9 En este orden de ideas, es posible concluir que si la actora demandó el pago de una cantidad específica de dinero, en 8 TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena. Registro: 165993. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXX, Noviembre de 2009. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C.760 C. Página: 895. Nota: Las negritas pertenecen a esta sentencia. 9 Amparo civil en revisión 541/31. Época: Quinta. Registro: 36294. Instancia: Tercera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo XXXV. Materia(s): Civil. Página: 2455. 29 Toca Civil No. 236/2015 virtud del incumplimiento del contrato que celebró con la demandada, correspondía a la demandante demostrar no sólo la celebración del contrato en que apoyó su pretensión, sino además, que tenía derecho a recibir esa cantidad específica de dinero. Ahora bien, del análisis de la sentencia combatida se advierte que el Juez expresó, en relación al punto que nos ocupa, lo siguiente. […] En ese sentido la parte actora reclama por virtud y consecuencia del contrato el pago del 25% de lo sentenciado a partir de la sentencia definitiva hasta la sentencia interlocutoria de incidente de actualización de gastos y costas de fecha 18 de marzo de 2014 en razón de $********** (********** pesos 92/100 moneda nacional). Asimismo, tenemos que la cantidad reclamada es exigible como consecuencia del contrato, ya el mismo se encuentra supeditado a la existencia y comprobación del monto reclamado, entendiéndose que el actor queda obligado a demostrar la existencia del monto reclamado en su demanda, pues como se dijo, la cantidad pretendida, es reclamada como consecuencia del contrato de prestación de servicios profesionales y no como un efecto genérico del incumplimiento de la obligación. Razón la anterior, por lo que se considera que las pretensiones deducidas son indisolubles y no pueden coexistir de forma separada, dada su relación de interdependencia aducida por la actora (causa efecto). Pensar lo contrario, nos llevaría al absurdo de obtener una declaración de cumplimiento o incumplimiento de contrato sin efecto legal alguno, es decir, sin la declaración de cuál fue la obligación de cumplimiento que se convirtió en pura y simple, y por consecuencia se hizo inmediatamente exigible. Por tal motivo, el orden necesario e imperante del estudio de la acción, resulta en analizar la comprobación del monto reclamado. Así las cosas, tenemos que el actor primero debe demostrar la existencia del monto líquido reclamado y luego la verificación del incumplimiento por parte de la demandada. Precisado lo anterior, y acreditada la relación contractual, se procede al análisis respecto al tópico del monto pactado en el contrato de prestación de servicios que se analiza, así como a las pruebas aportadas para justificar sus dichos. […] 30 Toca Civil No. 236/2015 Del fragmento anterior es posible apreciar que el Juez, al expresar que el contrato queda supeditado a la existencia y comprobación del monto reclamado, no se refirió propiamente a la celebración o existencia del contrato como hecho que da fundamento a la prestación reclamada (causa eficiente de la prestación), sino a la relación de dependencia que existe entre el contrato basal y la demostración del monto reclamado, a fin de poder acoger su pretensión específica que fue, como se ha dicho, el pago del monto demandado, y no una mera declaración del incumplimiento del contrato. Pues incluso, del fragmento transcrito se advierte que el Juez razonó que ningún efecto práctico tendría la sola declaración de que la demandada incumplió el contrato cuya celebración se demostró, si ello no se acompañaba de la condena al pago de la cantidad pretendida por la demandante. Así, previamente de conformidad expuestos, es con posible los razonamientos concluir que las consideraciones del Juez, combatidas en este agravio, se encuentran ajustadas a derecho, pues su objeto no fue más que el de señalar la obligación de la actora de demostrar, a fin de obtener sentencia favorable, no sólo la celebración del contrato cuyo incumplimiento se alegó, sino además, que tenía derecho a recibir el monto específico reclamado, precisamente probando que se pactó en concepto de honorarios la cantidad que la demandante señaló en su demanda. En este sentido, ningún agravio le causa a la apelante que habiendo logrado la demostración del contrato base de su acción, el Juez hubiere desestimado su acción, en virtud de que no demostró el diverso hecho -vinculado con la celebración del 31 Toca Civil No. 236/2015 contrato- consistente en que efectivamente las partes pactaron un 25% del monto de lo sentenciado en concepto de honorarios. Luego, resulta igualmente infundado el diverso argumento de este agravio mediante el que la recurrente señala que le causa perjuicio la inaplicación del artículo 3072 del Código Civil vigente en el Estado, en virtud de que al no haberse demostrado el porcentaje fijado como honorarios, el Juez se encontraba obligado a condenar a la demandada al pago de honorarios conforme a la tasa arancelaria a que hace referencia dicho numeral. Lo anterior es infundado, pues de la lectura del citado artículo 3072 se advierte que este precepto regula un supuesto distinto al invocado por la actora como fundamento de su demanda. El texto del artículo 3072 del Código Civil de Coahuila es el siguiente: ARTÍCULO 3072. Si los servicios estuvieren regulados por arancel, éste servirá de norma para fijar el importe de los honorarios, si no los hubieren fijado las partes. Del precepto transcrito es posible advertir que se trata de un supuesto distinto al invocado por la actora en su demanda, pues este numeral prevé que los honorarios de los servicios profesionales pueden fijarse mediante arancel cuando la profesión de que se trate se encuentre regulada por aquel, –como ocurre con la abogacía-, siempre y cuando los honorarios no hubieren sido fijados por las partes. Sin embargo, en su demanda la actora señaló que el monto de los honorarios que reclamó se fijó de común acuerdo 32 Toca Civil No. 236/2015 por las partes, en un primer momento el veinte de enero de dos mil nueve, y posteriormente, el once de julio de dos mil once, fecha en la que se reiteró que el monto al que ascenderían los honorarios de sus servicios profesionales sería el 25% de lo sentenciado en el juicio cuyo trámite realizó la actora. Consecuentemente, el artículo 3072 resulta inaplicable pues a diferencia del supuesto invocado en la demanda que originó este juicio, en el que se invocó un acuerdo entre las partes, en el numeral de cuenta se regula la aplicación de un arancel ante la falta de acuerdo, para determinar los honorarios de un profesionista; de ahí que resulte incorrecto aducir que el Juez estaba obligado a su observancia, ya que ello implicaría la aplicación de una norma cuyo supuesto de hecho que prevé es distinto al invocado en la demanda. En ese sentido, y habida cuenta de que el artículo 3072 del Código Civil de Coahuila es inaplicable para regular los hechos que le dieron sustento a este juicio, resulta infundado que el Juez hubiere causado algún agravio a la apelante con su inaplicación en la sentencia definitiva. En ese orden de ideas, y luego del análisis de los motivos de disenso expresados, concluyendo que éstos son ineficaces para variar el sentido del fallo apelado, pues resultaron uno de ellos insuficiente y el otro infundado, esta Sala llega a la conclusión de que debe confirmarse en todas y cada una de sus partes la sentencia de primera instancia. CUARTO. En criterio de quienes esto analizan, ha lugar a condenar al pago de gastos y costas originadas en ambas instancias a **********, ya que le fueron dictadas dos sentencias 33 Toca Civil No. 236/2015 adversas conformes de toda conformidad, en términos del artículo 138 del Código Procesal Civil vigente en el Estado. Lo anterior se estima así, pues del examen de la sentencia apelada se desprende que ésta le resultó adversa a la actora, ya que su acción fue desestimada, en tanto que esta resolución de segunda instancia confirma en todas sus partes el fallo recurrido; de ahí que sea procedente condenar a la apelante principal al pago de gastos y costas causadas en ambas instancias por haber obtenido dos sentencias adversas conformes de toda conformidad. Al efecto resulta aplicable la tesis de jurisprudencia que a continuación se invoca. COSTAS. CONDENA EN, POR TRATARSE DE DOS SENTENCIAS DE TODA CONFORMIDAD. (LEGISLACIÓN DE DURANGO). Al disponer la fracción IV del artículo 140 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Durango, que debe condenarse en costas al perdidoso en dos sentencias "conformes de toda conformidad" en su parte resolutiva, ello significa que la conformidad debe versar sobre lo resuelto en ambas instancias en la parte medular de las acciones y excepciones hechas valer, con total independencia de la declaración que se haya hecho sobre costas.10 Por lo expuesto y fundado y, con apoyo además en los artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política del Estado y 16, 18 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es de resolverse y se resuelve: PRIMERO. Se CONFIRMA, en todas y cada una de 10 Amparo directo 231/93. Raúl Zapata Cervera. 24 de agosto de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Hugo Arnoldo Aguilar Espinosa. Amparo directo 412/93. Manuela Martínez de Banderas. 25 de noviembre de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Antonio López Padilla. Amparo directo 485/93. Imelda Reyes Vargas. 26 de enero de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Sergio Novales Castro. Secretario: José Elías Gallegos Benítez. Amparo directo 497/93. Manuela Martínez de Banderas y otro. 2 de febrero de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Antonio López Padilla. Amparo directo 531/93. Manuela Martínez de Banderas y otro. 16 de marzo de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Hugo Arnoldo Aguilar Espinosa. Localización: Octava Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. 76, Abril de 1994. Página: 59 Tesis: VIII.2o. J/19. Jurisprudencia. Materia: Civil. Registro No. 212769. 34 Toca Civil No. 236/2015 sus partes, la sentencia definitiva de primera instancia, cuyos datos han quedado debidamente precisados en el proemio de la presente resolución. SEGUNDO. Se condena a ********** al pago de las costas causadas en ambas instancias. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE, al tenor de lo dispuesto por el artículo 211, fracción V, del Código Procesal Civil vigente; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos originales al juzgado de su procedencia y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto totalmente concluido. Así, por mayoría de votos, lo resolvió el Pleno de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, integrado por los magistrados MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ, MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN, ALMA LETICIA GÓMEZ LÓPEZ, ALEJANDRO HUERECA SANTOS y GABRIEL AGUILLÓN ROSALES, con voto en contra del penúltimo de los mencionados, siendo ponente la primera de los nombrados; por ante la licenciada MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ, Secretaria de Acuerdo y Trámite que autoriza y da fe.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ________________________ MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ ______________________________ MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN 35 __________________________ ALMA LETICIA GÓMEZ LÓPEZ Toca Civil No. 236/2015 _____________________________ ALEJANDRO HUERECA SANTOS ____________________________ GABRIEL AGUILLÓN ROSALES _________________________________ MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ En la misma fecha se fijó en el acuerdo de la Ley. CONSTE.- - - La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, hago constar y certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58 y 75 fracción III, de la Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables. Este documento fue cotejado previamente con su original por el licenciado Jonás Segura Martínez, secretario de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión pública. María Blanca Estela Subealdea Rodríguez