Saltillo, Coahuila, a (16) dieciséis de diciembre de (2015) dos mil

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TOCA CIVIL No. 236/2015
RECURSO DE APELACIÓN
JUICIO ORDINARIO CIVIL.
MAGISTRADA PONENTE:
LIC. MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ.
SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA:
LIC. JONÁS SEGURA MARTÍNEZ.
Saltillo, Coahuila, a (16) dieciséis de diciembre de
(2015) dos mil quince.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
V I S T O para resolver el toca civil número 236/2015,
relativo al recurso de apelación interpuesto por la licenciada
**********, en contra de la sentencia definitiva de fecha veinticuatro
de junio de dos mil quince, dictada por el C. Juez Segundo de
Primera Instancia en Materia Civil del distrito judicial de Río
Grande, con residencia en la ciudad de Piedras Negras, dentro de
los autos del expediente número **********, relativo al juicio
ordinario civil, promovido por la recurrente en contra de **********;
y,
RESULTANDO
I. La sentencia recurrida en apelación concluyó con los
siguientes puntos resolutivos:
[...] PRIMERO. Procedió la vía ordinaria civil intentada y tramitada.
SEGUNDO. La parte actora licenciada **********, no justificó los
extremos de su acción; en consecuencia se absuelve a la parte
demandada **********, al pago de lo reclamado.
TERCERO. Se condena a la parte actora al pago de gastos y
costas causados en esta instancia.
NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE Y LÍSTESE; [...]
II. Inconforme con el fallo antes mencionado la
licenciada **********, parte actora en el presente juicio, interpuso el
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recurso de apelación que le fue admitido en el efecto devolutivo
por el C. Juez de primera instancia, mediante auto de fecha cuatro
de agosto de dos mil quince y, tramitado en esta Sala, se citó a
las partes para oír sentencia definitiva, misma que hoy se
pronuncia con base en los siguientes:
CONSIDERANDOS
PRIMERO. De conformidad con lo dispuesto por el
artículo 865 del Código Procesal Civil para el Estado de Coahuila
de Zaragoza, el Tribunal de Alzada podrá revocar o modificar el
auto o la sentencia recurridos, si estima fundados los agravios del
apelante; o bien, confirmar la resolución apelada, si considera
infundados dichos agravios.
SEGUNDO. La apelante licenciada **********, parte
actora en el presente juicio, expresó agravios, los que en su parte
conducente dicen lo siguiente:
[…] I.- Este Primer Concepto de Agravio lo causa la Resolución
Recurrida en sus Resolutivos Segundo y Tercero, regidos ambos
por los Considerandos Quinto de la Resolución que se recurre, al
violentarse el Artículo 1° del Código Procesal Civil, y por
Inobservancia de los Artículos 19, 20, 513, 519, 520, 522 Fracción
IV del mismo Ordenamiento Adjetivo; y así se desprende de los
Resolutivo Segundo y Cuarto, que el Juez de Primer Grado
establece:
SEGUNDO. La parte actora licenciada **********, no justificó los
extremos de su acción; en consecuencia se absuelve a la
parte demandada **********, al pago de lo reclamado.
TERCERO. Se condena a la parte actora al pago de gastos y
costas causados en esta Instancia.
NOTIFIQUESE PERSONALMENTE Y LISTESE; lo anterior con
fundamento en el artículo 211 Fracción V, del Código Procesal
Civil del Estado. Así definitivamente juzgado lo resolvió y
firma el licenciado Carlos Alberto Mata Rodríguez, Juez
Segundo de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito
Judicial de Río Grande, ante el Licenciado Ruperto Israel
Rodríguez Reyes, Secretario de Acuerdo y Trámite que
autoriza y da fe.”
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Así es en efecto, causa Agravio el Juez en su Sentencia, al valorar
la Prueba Testimonial a cargo de las Testigos de la Suscrita como
parte Actora, violando los Principios de valoración establecida en
el Artículo 513 del Código Procesal Civil Vigente en el Estado,
apartándose juzgador en su análisis y valoración de las Pruebas
Testimoniales rendidas y de su conjunto, pues no atiende
racionalmente, de acuerdo con los principios de la lógica y las
máximas de la experiencia, los atestes de cada uno de los
Testigos, pero además, viola el Principio de Congruencia,
establecido en el Articulo 519 del Código Procesal Civil; en efecto;
el C. Juez señala que existe divergencia entre lo establecido por la
que Suscribe cuando aduje, que el Contrato se celebró el Veinte
de Enero de Dos Mil Nueve, pactándose como monto de
Honorarios el 25% de lo Sentenciado, aduciendo además, que
********** estableció que trabajó del año 2008 al 2009, pero declaró
que el Contrato fue celebrado en Enero de 2011 y según el Juez,
que desconoció el lugar donde se celebró porque Ésta Testigos
estableció que fue en el ********** y no en el ********** como lo
señaló la Suscrita, y que no justificó la forma por la que se enteró
de la reiteración del Contrato a que se refiere la Suscrita Actora en
el Numeral Tres de la Demanda; y razonando que se agrava las
Incongruencias, al momento que se interrogó en la Décima
Primera Posición; que como se había dado cuenta ********** que
se pactaron Honorarios en un 25% del valor de lo recuperado,
determinando en C. Juez, en forma por demás absurda que la
Pregunta en cuestión contiene un Hecho diverso a lo aseverada en
la Demanda, y que por ello, se pone de manifiesto el
desconocimiento de los términos en que se llevó a cabo el
Contrato que refiere. El C. Juez, en forma más que lastimosa
atribuye desconocimiento de la Testigo de los términos del
Contrato partiendo del Hecho que la Suscrita no formulé la
Pregunta en relación a los Hechos de la Demanda; me Pregunto:
¿qué tiene que ver una cosa con la otra?, una cosa es lo que yo
haya preguntado, y otra muy distinta son los Hechos del
conocimiento del Testigo.
Asimismo, razona el C. Juez que los Testigos discrepan respecto
de la base del Porcentaje alegado, por lo que resultan insuficientes
para demostrar la base sobre la cual habrá de cobrarse el monto
de los Honorarios que se reclamen en Juicio.
El C. JUEZ DESATENDIENDO las reglas ya señaladas, pretende
discrepancia de los Testigos respecto del Porcentaje alegado en la
Demanda, pues si bien, la que Suscribe señalé que se había
pactado un 25% de lo Sentenciado, lo cierto es que, no hay
discrepancia con lo aseverado por **********, ya que Ésta alude
que se pactó sobre un 25% de los Demandado, y lo Demandado
corresponde a los Sentenciado, desde el momento mismo que se
condenó a las Prestaciones que fueron Demandadas; señor Juez
donde está discrepancia?; Magistrados donde está la
discrepancia?.
Por otra parte, tampoco existe discrepancia cuando **********,
señala que se Pactó Honorarios de un 25% de lo recuperado.
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Las Máximas de la Experiencia y la Sana Crítica nos llevan a
considerar que los Testigos no son Peritos en Derecho y que los
tres conceptos con el C. Juez hace malabares en sus
razonamientos son conceptos eminentemente jurídicos y dos de
ellos, sobre que ni el propio Juez puede distinguir, ya que para Él,
en el caso concreto, es distinto lo demandado de lo Sentenciado;
mucho más no se puede esperar que ********** haya dicho que se
pactó un 25% de lo recuperado como Honorarios; sin embargo, las
Máximas de la Experiencia que no atiende el Juez, nos llevan a
considerar que hay valor probatorio en las testimoniales ya que
ambos Testigo, s fueron coincidentes en señalar que se pactó un
25% de Honorarios que es la base fundamental y de Éstos
Testigos, ********** señala que fue el 25% de lo Demandado, LO
CUAL COINCIDE CON LO AFIRMADO POR LA SUSCRITA EN
LA DEMANDA, PUES DIJE COMO FUE QUE SE HABIA
PACTADO UN 25% DE LOS SENTENCIADO; si hubo Sentencia
favorable en su integridad lo Demandado, corresponde a los
Sentenciado; luego, no hay ninguna divergencia, y si bien la
diversa Testigo ********** señaló que era de lo recuperado el
Pacto de Honorarios, señaló un 25%, siendo muy relativo el
alcance de la palabra “recuperado” ya que si un Derecho se
considera recuperado, lo puede ser, porque ese Derecho se
reivindicó en una Sentencia; es lexicología propia de los
Abogados, pero no, de quienes no practican el Ejercicio
Profesional de la Abogacía; sin embargo una Sana Crítica que no
practicó en C. Juez en mi perjuicio nos llevaría como debería de
haber sido, a dar valor probatorio a las Pruebas, puesto que en la
Demanda se adujo que ambas Testigos estuvieron presentes
cuando se pactaron Honorarios en el año 2009; sin que se haya
negado este hecho por la parte Demandada, y el mismo Juez
reconoce, que existió un Contrato Verbal como lo reconoció la
parte Actora, lo que nos lleva a que del análisis en sus conjunto de
las Pruebas y circunstancias aducidas en Demanda y no Negadas
en Contestación, a concluir que hubo Pacto de Honorarios por un
25% sobre el monto de los Sentenciado, considerando que lo
Sentenciado son Capital e Intereses.
II.- Causa Agravio el C. Juez cuando en su Sentencia asevera en
la Foja 478 vuelta, en la parte final, que el Contrato de Prestación
de Servicios se encuentra supeditado a la existencia del monto
reclamado, lo cual es totalmente falso, y pugna con lo que propio
Juez razonó.
En efecto, el C, Juez reconoce en Foja anterior de su Resolución,
particularmente en la Foja 477 y las últimas dos líneas de la 476
vuelta, que de las manifestaciones de la Actora y de la
Demandada, en los Escrito que fijan la Litis, se advierte, que
efectivamente, entre la parte Actora y la parte Demandada existía
un Acuerdo de Voluntades para la tramitación del Expediente
********** relativo al Juicio Ejecutivo Mercantil promovido por
********** por sus Endosatarios en Procuración Licenciados
********** y ********** en contra de **********, concluyendo a lo
anterior, en base a las Copia Simples del mencionado
Procedimiento Ejecutivo que fueron cotejados en Inspección
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Judicial por el propio Juez, y los Recibos Honorarios que aportó la
que Suscribe, de lo cual, como bien el C. Juez lo destaca, denota
Servicio Profesional de la Suscrita como Accionante en nombre de
la hoy Demandada, en palabras simples: Reconoce el Juez la
existencia de un Contrato de Servicios Profesionales, sin embargo,
razona: “Así mismo tenemos que la cantidad reclamada es
exigible como consecuencia del Contrato de Prestación de
Servicios Profesionales, ya que el mismo se encuentra
supeditado a la existencia y comprobación del monto
reclamado, entendiéndose que el ACTOR QUEDA OBLIGADO
a demostrar la existencia del monto reclamado en su
Demanda; pues como se dijo la cantidad pretendida, es
reclamada como consecuencia del Contrato de Prestación de
Servicios Profesionales y no como un efecto genérico del
Incumplimiento de la obligación”.
El C. Juez pretende en forma equívoca que el Contrato está
supeditado a que se compruebe el monto de lo reclamado, cuando
en su propia Sentencia reconoce primero la existencia del Contrato
de Prestación de Servicios Profesionales, y no es cierto, ni lógico
ni jurídico que el Contrato se encuentre supeditado a la existencia
y comprobación del monto de lo reclamado; como tampoco es
cierto, como lo pretende en forma draconiana, con una rigidez que
realmente espanta, que las pretensiones deducidas son
indisolubles y no pueden coexistir en forma separada dada su
relación de interdependencia aducida por la Actora (CausaEfecto), razonando en forma por más equívoca que pensar lo
contrario nos llevaría al absurdo de obtener una declaración y un
cumplimiento ó incumplimiento de Contrato sin efecto legal alguno,
es decir, según el Juez, sin la declaración del cual fue la obligación
de cumplimiento que se convirtió pura y simple y por consecuencia
se hizo inmediatamente exigible, expresando el Juez también
equívocamente, que por tal motivo el orden necesario e imperante
del estudio de la Acción resulta en analizar la comprobación del
monto reclamado.
Todos los anteriores razonamientos no tienen base lógico ni
mucho menos base legal que la soporte, porque hay un hecho que
la parte Actora, la parte Demandada y el Juez en su Sentencia
reconocemos, y esto es, que existió entre la Suscrita y la parte
Demandada, un Contrato de Prestación de Servicios
Profesionales, cuya existencia desde luego, no depende de que se
acredite el monto de los Honorarios pactados sino que su
existencia deriva del Acuerdo de Voluntades entre las Partes de
prestar y de recibir un Servicio Profesional por pago de
Honorarios, hecho que inclusive, es bien reconocido por la parte
Demandada, quien solo niega que se haya pactado un 25% pues
pretende que los Honorarios se pactaron por avance de Juicio y no
en el Monto Demandado, es decir, reconoce un Contrato de
Honorarios, pero no reconoce el Monto de los Honorarios
Pactados sino uno menor, LO CUAL CONSTITUYE UNA CLARA
EXCEPCION DE PLUS PETITIO, pero no de un desconocimiento
del Contrato de Prestación de Servicios Profesionales.
Contrario a lo aducido por el Juez Resolutor, desde luego que no
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existe indisolubilidad que pretende, porque hay un Contrato
indudablemente que genera obligaciones a cargo de la Actora y
que si éstas fueron reclamadas, suponiendo sin conceder que sea
así, en un monto mayor a lo pactado, ello no quiere decir que no
se haya acreditado como lo manda el Artículo 423 del Código
Procesal Civil Vigente en el Estado, que establece: “Que las
Partes tienen la carga de demostrar sus respectivas
proposiciones de hecho”; porque se demostró la existencia de
un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, en cuyo su
sola naturaleza y definición legal genera Derechos y Obligaciones
entre los Contratantes, y dese luego que genera la Obligación de
Pago de Honorarios para el Prestador de Servicios en los términos
de la Legislación Sustantiva que lo regula; de tal manera que se
equivocó el Juez Resolutor, cuando dice que son indisolubles las
Pretensiones y que no pueden coexistir en forma separada, lo cual
se demuestran con estas simples afirmaciones “El Contrato no es
el Monto de sus Obligaciones, como las Obligaciones no son el
Contrato” es decir, el Contrato es un Acuerdo de Voluntades, para
crear, modificar o extinguir Obligaciones, y si hay Obligaciones
pecuniarias emanadas del mismo, su monto o cuantía es una parte
del Contrato, pero no depende ni de monto ni de cantidad la
existencia del mismo, como se verá enseguida:
Dispone el Código Civil Vigente, en su parte relativa al Contrato
de Prestación de Servicios Profesionales, en su Artículo:
ARTÍCULO3070. […]
Esta Norma contradice absolutamente la posición del Juez, pues
para la existencia del Contrato de Prestación de Servicios puede
haber Pacto de la retribución fijando la cantidad debida ó puede no
existir Pacto de retribución; es una facultad el de pactarlas o no,
quien recibe y quien otorga Servicios Profesionales.
Esta circunstancia se advierte de las disposiciones fundamentales
que el C. Juez en mi Perjuicio dejó de observar, Y NO APLICA
PUES DEJA DE CONSIDERAR QUE, el Artículo 3071 que
establece: […]
Por su parte el C. Juez no aplica en mi perjuicio que el Artículo
3072 dispone que: […]
Si de la Acción, ejercitada, la Pretensión estaba basada en la
existencia de un Servicio Profesional, pero no se acreditó el Monto
aducido como lo pretende el C. Juez, en el evento que así fuere,
que no se reconoce, POR ESTAR ACREDITADA LAS
OBLIGACIONES A CARGO DE LA DEMANDADA, QUIEN
OPUSO UNA EXCEPCIÓN PLUS PETICIO, AL RECONOCER EL
CONTRATO PERO CON UN MONTO DISTINTO DE
HONORARIOS, el Juez debió aplicar el Artículo 3072 del Código
Civil Vigente en caso de considerar como lo hizo, que no estaba
acreditado el Pacto del Monto de Honorarios, ya que ésta norma
claramente dispone: Artículo 3072.- […].lo que significaba, que
conforme al Artículo 423 del Código Procesal Civil Vigente, la
Suscrita había demostrado mi proposición de la existencia de un
Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, y la revocación
como profesionista, que me daba interés jurídico conforme al
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Artículo 3075 del Código Civil Vigente en el Estado, para
demandar, y había propuesto un monto en los Honorarios en un
25% del total de lo Sentenciado, y la parte Demandada
reconociendo su Obligación dijo que esta era menor, SE
DEMOSTRÓ LA EXISTENCIA DE UNA OBLIGACION EXIGIBLE
POR MI REVOCACIÓN , EMANADA DEL CONTRATO, Y SI NO
HUBO MONTO CONVENCIONAL ACREDITADO, ENTONCES, Y
ESPECIFICAMENTE
PORQUE
ASI
LO
MANDA
TAXATIVAMENTE, LA LEY, DEBIO DE CONDENARSE EN SU
CASO AL PAGO DE HONORARIOS CONFORME AL ARENCEL,
PORQUE SE DEMOSTRO LA EXISTENCIA DE LA
OBLIGACION Y LA PARTE DEMANDADA NO DEMOSTRO
CUMPLIMIENTO;
EN
CUYO
CASO,
Y
ANTE
LA
CIRCUNSTANCIA CIERTA QUE FUI REVOCADA Y QUE HABIA
OBLIGACIONES DE PAGO DE HONORARIOS A CARGO DE LA
DEMANDADA, SI NO ACREDITE QUE NO LO CONSIDERO ASI,
LA CONVENCION EN CUANTO A SU MONTO, CONFORME AL
CITADO ARTICULO 3072 DEBIO CONDENARSE EN BASE AL
ARANCEL Y NO DEJARSE PARA UNA ACCION POSTERIOR
CON SALVAGUARDA DE DERECHOS COMO LO HIZO EL
JUEZ RESOLUTOR, con determinación, sin considerar que se
está en un Juicio Ordinario, y no en un Juicio Especial de
Cognición Limitada, cuya Causa Pretendí es muy específica; y en
su Resolución pugna con el Artículo 1° Constitucional del Principio
Pro-Persona, pero también con su deber de hacer prevalecer la
verdad material frente a la formal y la de investigar cómo es su
obligación y facultad, la verdad histórica material de los hechos
según se desprenden estos Principios del Artículo 19 del Código
Procesal Civil Vigente, y a mayoría de razón porque en su propia
Resolución reconoce la existencia del Contrato y que de él
emanan Obligaciones a cargo del Demandado, pero no lo condena
so pretexto que la Suscrita DEMANDO un 25% de los Sentenciado
diciendo que era lo convenido, cuando todas las circunstancias se
traducen, si tuviera razón el Juez, en que debió de condenar en
aplicación del Artículo 3072 del Código Civil Vigente, pero no lo
hizo dejándolo de aplicar sin razón ni fundamento alguno, faltando
al Principio de Congruencia y Exhaustividad establecidos en el
Artículo 519 del Código Procesal Civil Vigente, ya que quedó
demostrado con las constancias del Juicio Ejecutivo Mercantil,
Expediente Número **********, una condena en Costas inclusive
liquida en favor de la Suscrita, en cantidad de $********** (**********
pesos, Moneda Nacional), en el Considerando Cuarto de la
Interlocutoria de fecha Dieciocho de Marzo de Dos Mil Catorce, y
que en sus Resolutivos establece :
PRIMERO: Procedió la Vía Incidental propuesta y tramitada:
SEGUNDO: Por los motivos y fundamentos expuestos en el
CUARTO de los Considerandos del cuerpo de esta resolución,
ha lugar de aprobar el Incidente de Actualización de Costas,
planteado dentro del presente Juicio por la parte Actora
**********, por conducto de su endosatario en procuración
licenciada **********, en la cantidad de $********** (**********
pesos 58/100 moneda nacional. Lo que acumulado al resto de
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los conceptos referidos mediante una operación aritmética,
arrojan la cantidad total de $********** (********** pesos 92/100
moneda nacional); cantidad que el importe total de lo causado
en este proceso, quedando insubsistente la sentencia
interlocutoria de fecha dieciséis de enero de dos mil trece, por
lo que se refiere al apartado de costas.
NOTIFIQUESE Y LISTESE, …………”
SIENDO APLICABLE LA SIGUIENTE TESIS:
[…] “HONORARIOS POR PRESTACIÓN DE SERVICIOS
PROFESIONALES. LA FALTA DE PACTO SOBRE SU CUANTÍA
NO IMPIDE SU COBRO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA).”. […]
En efecto, las Atribuciones de los Juzgadores que se traducen en
un deber y una facultad y que están establecidas por el Artículo 19
del Código Procesal Civil Vigente en el Estado, los obliga a
Procurar la verdad sobre los Hechos controvertidos o dudosos, y al
no hacerlo el Juez así, no obstante que del cúmulo de Pruebas
había quedado acreditado la existencia de mi derecho a percibir
Honorarios, y la Condena en Costas en mi favor en aquél Juicio
Ejecutivo Mercantil que llevé la que Suscribe para los
Demandados, es indudable que el Juez Resolutor en forma por
demás inexplicable viola los Principios de Lógica y del Proceso en
sí mismo considerado, por lo que no pueden subsistir las
consideraciones que emite el Juez Resolutor en su Resolución que
ahora impugno y que utilizó para fundamentar y motivar su fallo,
pues de considerarlo así, estaría violentándose en forma crasa y
flagrante el contenido de las disposiciones que a lo largo de esto
Agravios he hecho mención.
En efecto, del contenido del Artículo 19 Fracción IV del citado
Ordenamiento Procesal, establece las Atribuciones de los Jueces
que deben de llevar a cabo en los Procedimientos y que a la letra
dice: […]; y siguiendo el lineamiento de ésta disposición y en el
caso, el Juez Sentenciador no hizo un debido razonamiento
jurídico, fue lo que motivó el presente Recurso de Apelación, ya
que la manera de resolver sin atender a la citada disposición
jurídica no obstante haber tenido la verdad histórica de los hechos
en su mano, como lo era, la existencia del Contrato Verbal, la
Condena en Costas, si consideraba que los Testigos no tenían
valor probatorio, con la verdad conocida en forma indubitable y
habida cuenta, que también estaba acreditado que la que Suscribe
había sido Revocada como Abogada en aquél Juicio Ejecutivo
Mercantil, en base a esos elementos de indudable verdad, debió
aplicar los ARTÍCULOS 3072 Y 3075 del Código Civil Vigente en el
Estado, y condenar en base a la Primera de las citadas Normas al
Pago de Honorarios por Arancel.
Luego, uno de los elementos de la Acción estriba en que exista
coincidencia entre un supuesto específico legal y un hecho
específico real; otro elemento es la legitimación Ad-causam y por
último el interés Procesal que surge éste último, por la violación de
un derecho ó por no poder ya alcanzarlo sin la intervención del
Órgano Jurisdiccional; de ahí que surge, dentro del Proceso
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dialéctico de la Sentencia, como Premisa Mayor las Normas de
Derecho relativas al Contrato de Prestación del Servicio que nos
definen cuando existe éste; la Norma que nos lleva que ante la
falta de Pacto en el Monto de Honorarios debe de aplicarse el
Arancel y por último la Norma que establece el derecho de cobrar
Honorarios al separarse el Prestador del Servicio, del servicio que
se le confío; mientras como Premisa Menor tendríamos la
existencia de un Contrato de Prestación de Servicios Profesionales
la cual quedo debidamente acreditada; la Declaración de Testigos
que en mi concepto acreditaban que el Pacto de Honorarios fue de
un 25% de lo Sentenciado; y otra Premisa Menor la existencia de
una Condena en Costas a favor de la que Suscribe en base en un
Arancel, en aquél Juicio Mercantil que lleve a favor de la ahora
parte Demandada. Si se quiere que no se reconoce así, se
actualizaba Condenar, sino conforme al Monto Convencional
pactado, la Condena debió ser en su caso, en base al Arancel,
precisamente, por la conjugación de la Premisa Mayor conforme a
la Segunda de las Premisas Menores planteadas y que coincide
con el supuesto específico de Pago de Honorarios al tipo
Arancelario ante la falta de Pacto que establece el Artículo 3072;
sin embargo, el Juez Resolutor, desatendiendo éstas Normas deja
de aplicarlas para concluir que se Absolvía a la Demandada
porque según Él no acredité la convención del Monto de
Honorarios, ya que aplicando en forma cerrada la Causa Petendi
prácticamente cierra la litis en ese supuesto, sin considerar los
Hechos claramente demostrados, olvidando la naturaleza del
Juicio Ordinario, pues si Demandé el Pago de Honorarios por el
Servicio prestado y quedó establecido que presté un Servicio y
que tenía derecho a percibir Honorarios, sino acredité que no lo
reconozco los Convencionales, debió estarse al segundo supuesto
del Artículo 3072 del Código Civil Vigente en el Estado.
Lo anterior, es así, porque el Artículo 277 del Código Procesal Civil
Vigente en el Estado, establece Que la Acción es única por ser su
finalidad idéntica, cualquiera que sea la Pretensión que en ella se
haga valer, estableciéndose ésta Norma, que consecuentemente
la Acción procede en Juicio, aunque no se exprese el Nombre de
la Pretensión perseguida ó se exprese equivocadamente, CON
TAL DE QUE SE DETERMINE CON CLARIDAD LA CLASE DE
SOLICITACION QUE SE EXIJA DEL DEMANDADO Y EL
TITULO O CAUSA PARA RECLAMARLA.
Consecuentemente, el Juez Resolutor, no debió de condenar a la
que Suscribe, si no que en su Sentencia, debió de condenar a la
parte Demandada al Pago de Honorarios y Costas en mi favor
dados los razonamientos expuestos en el presente Recurso.
Dados los conceptos expresados, estimo que en Éstos se oponen
de relevancia los Agravios que causa la Resolución Recurrida; y
declarando fundado Éstos, revocar la Resolución de Primer Grado.
[…]
Nota: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores
mecanográficos u ortográficos, así como de sintaxis tal como
aparecen plasmados en el escrito de agravios.
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TERCERO. A juicio de esta Sala, los dos agravios
expresados contra la sentencia de primera instancia resultan uno
de ellos inoperante por insuficiente y el otro, infundado, según se
explica a continuación.
Previo al estudio de los motivos de inconformidad
expresados contra la sentencia, se considera conveniente hacer
las precisiones siguientes.
El artículo 881 del Código Procesal Civil del Estado
dispone, en su primera fracción, que la sentencia de segunda
instancia se limitará a estudiar y decidir sobre los agravios
que haya expresado el apelante, sin que pueda resolverse
sobre cuestiones que no fueron materia de éstos o que hayan
sido consentidas expresamente por las partes.
Sin embargo, el mencionado numeral señala que la
excepción a la regla anterior se presenta en asuntos del orden
familiar y del estado y condición de las personas o cuando el
afectado sea un menor o incapacitado, pues en estos casos se
podrá suplir la deficiencia de los agravios formulados, si se
advierte de las constancias procesales que ha habido en contra
del apelante una violación manifiesta de la ley, y que dicha
violación lo ha dejado sin defensa.
En tales condiciones, previo al estudio de los agravios
antes relatados, esta Sala considera importante destacar que la
controversia que se revisa no se encuentra entre los supuestos de
excepción de la regla prevista en el artículo 881 del código
adjetivo citado, porque no entraña cuestiones relacionadas con
materia familiar; la apelante no es menor de edad; ni en esta
causa se ventilan cuestiones de aquellas que refiere el numeral
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en cita; consecuentemente, en términos del numeral referido, esta
sentencia se limitará al estudio de los agravios expresados
contra la resolución de primera instancia.
A lo anterior debe señalarse que se descarta la
existencia de una violación manifiesta de la ley que colocara a la
apelante en un estado de indefensión, pues conforme al criterio
del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una
violación manifiesta de la ley1 es la que se advierte obvia, que es
innegable e indiscutible, y cuya existencia no puede derivarse de
una serie de razonamientos y planteamientos cuestionables, y
que la expresión lo haya dejado sin defensa2 no debe
interpretarse literalmente, sino que debe entenderse en el sentido
de que la autoridad responsable infringió determinadas normas,
de forma que afectó sustancialmente al quejoso en su defensa.
Situaciones que en criterio de esta autoridad no
acontecen en la especie, pues de autos se desprende que a la
apelante le fueron oportunamente otorgadas las condiciones para
combatir las actuaciones del Juez de primera instancia.
Por analogía, sirve de apoyo a las consideraciones
anteriores, la tesis aislada que a continuación se cita.
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIAS CIVIL Y
ADMINISTRATIVA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 79,
FRACCIÓN VI, DE LA LEY DE AMPARO).
Del precepto citado deriva que la suplencia de la queja deficiente
operará en las materias civil y administrativa cuando el tribunal de
amparo advierta que ha habido contra el quejoso o recurrente una
violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa, por
afectar sus derechos humanos reconocidos en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de
que el Estado Mexicano sea parte. Ahora bien, el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al pronunciarse sobre el
artículo 76 Bis de la Ley de Amparo abrogada, de redacción similar al
79 de la vigente, estimó que la frase "lo haya dejado sin defensa" no
debe interpretarse literalmente, sino que debe entenderse en el
1
Contenida en el artículo 79 de la Ley de Amparo, similar a la prevista en el artículo 881 del Código Procesal Civil
vigente en el Estado.
2 Del mismo artículo 79 de la Ley de Amparo.
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sentido de que la autoridad responsable infringió determinadas
normas, de forma que afectó sustancialmente al quejoso en su
defensa. Asimismo, sostuvo que una "violación manifiesta de la ley"
es la que se advierte obvia, que es innegable e indiscutible, y cuya
existencia no puede derivarse de una serie de razonamientos y
planteamientos cuestionables. Por otra parte, esta Primera Sala
sostuvo que por "violación manifiesta de la ley que deje sin defensa",
se entiende aquella actuación que haga notoria e indiscutible la
vulneración a los derechos del quejoso, ya sea en forma directa, o
bien, indirecta, mediante la transgresión a las normas
procedimentales y sustantivas, y que rigen el acto reclamado; de ahí
que dicha interpretación es aplicable al artículo 79 de la Ley de
Amparo, ya que no se le opone, sino que es concordante. Conforme a
lo anterior, los tribunales de amparo sólo están obligados a suplir la
queja deficiente en las materias civil y administrativa cuando
adviertan una violación evidente, esto es, clara, innegable, que afecte
sustancialmente al quejoso en su defensa.3
Finalmente, debe decirse que no se soslaya que el
criterio de suplencia de la queja contenido en artículo 881 del
código adjetivo local no es el único bajo el cual opera esta figura,
ya que aunado a las reglas de suplencia antes vistas, algunos
tribunales federales han estimado que, aun en tratándose de
materia civil, opera la suplencia de los agravios en apelación
cuando la resolución de que se trate viole derechos humanos
constitucional e internacionalmente reconocidos; en los casos de
inconstitucionalidad o inconvencionalidad de las normas y ante la
inobservancia de la jurisprudencia.
Sin embargo, en criterio de quienes esto resuelven, el
juicio que nos ocupa no se encuentra en ninguna de estas
excepciones, por lo que conforme a los planteamientos anteriores
resulta procedente el examen de los agravios limitándonos a los
argumentos en ellos expresados.
Como apoyo a los razonamientos anteriores se
transcribe la tesis aislada siguiente.
3
Época: Décima Época. Registro: 2008557. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II. Materia(s): Común. Tesis: 1a. LXXIII/2015
(10a.). Página: 1417.
13
Toca Civil No. 236/2015
SUPLENCIA DE LOS AGRAVIOS. EL TRIBUNAL DE APELACIÓN
ESTÁ OBLIGADO A REALIZARLA CUANDO EN LOS RELATIVOS
A VIOLACIONES PROCESALES O SUSTANCIALES AL
PROCEDIMIENTO, SE ALEGUE LA ILEGALIDAD DEL
EMPLAZAMIENTO DEL DEMANDADO, PUES ÉSTA CONSTITUYE
UNA VIOLACIÓN MANIFIESTA DE LA LEY QUE PUEDE DEJARLO
SIN DEFENSA, AL AFECTAR SUS DERECHOS HUMANOS DE
AUDIENCIA Y DE DEBIDO PROCESO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE PUEBLA).
De conformidad con el artículo 382 del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de Puebla, en el recurso de apelación pueden
plantearse violaciones procesales, sustanciales al procedimiento y de
fondo. Por su parte, las facultades y obligaciones atribuidas al tribunal
de apelación para ocuparse de los agravios hechos valer, están
previstas en los diversos numerales 396 a 400 de la indicada
codificación. Ahora bien, de estas disposiciones se obtiene que el
tribunal de alzada puede conferir a los agravios las calificativas de
fundados, infundados, inoperantes e insuficientes pero, además, de lo
anterior -que corresponde a la forma de proceder en los asuntos de
estricto derecho-, existe la obligación asignada al referido tribunal de
llevar a cabo la suplencia de los agravios, en la forma de plantearlos
o ante su ausencia total, cuando el juicio de origen involucre derechos
que puedan afectar a la familia; cuando intervenga un menor como
parte, si de no aplicar la suplencia pudiera verse afectado su estado
civil o patrimonio; o cuando se afecten derechos de grupos indígenas.
Lo antes dicho, que es una obligación impuesta al tribunal de
apelación, coexiste con la posibilidad de que se lleve a cabo la
referida suplencia, entendida ésta en relación con la deficiencia del
agravio y con su ausencia, tanto en asuntos civiles como familiares si:
a) Las disposiciones legales en que se sustenta la sentencia apelada
son contrarias a la Constitución Federal o a la del Estado de Puebla y también, cabría decir, en caso de que fueran contrarias a los
derechos humanos de fuentes internacionales-; b) En caso de que el
fallo correspondiente esté soportado en leyes declaradas
inconstitucionales -o inconvencionales- por la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación; c) Si el fundamento del fallo
es contrario a los criterios jurídicos emitidos por el Pleno del Tribunal
Superior de Justicia del Estado, al interpretar las leyes locales; y, d)
En caso de que el tribunal de segundo grado advierta que en el
procedimiento acontecieron violaciones manifiestas de la ley que
hayan dejado sin defensa a alguna de las partes. Recapitulando, la
materia de la apelación queda delimitada a la expresión de motivos
de inconformidad pero, además, el tribunal de apelación tiene
asignadas obligaciones oficiosas para suplir la ausencia o la
deficiencia de los agravios, dependiendo de tres hipótesis con las que
pudiera estar relacionada la afectación resentida por el apelante: la
primera atiende a la materia del conflicto, si se trata de asuntos
familiares; la segunda, derivada de la condición particular en que se
ubican los promoventes del medio de impugnación, esto es, si fueran
menores de edad o grupos indígenas; y, la tercera, tomando en
cuenta la naturaleza de la infracción cometida, es decir, de tener por
origen la violación a derechos fundamentales derivada de la
aplicación de leyes contrarias a la Constitución o de existir
14
Toca Civil No. 236/2015
declaratoria emitida por los órganos del Poder Judicial de la
Federación con facultades para ello; derivada de las interpretaciones
efectuadas por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado
de Puebla; o si la infracción que se advierta cometida es contraria a
los derechos humanos de debido proceso o de audiencia. Todo lo
anterior es congruente con la obligación oficiosa del tribunal de
apelación, contenida en el artículo 396 de la legislación adjetiva civil
local, de ordenar la reposición del procedimiento de primer grado
cuando: a) El Juez a quo hubiera resuelto el juicio sin que el
procedimiento correspondiente haya estado en condiciones de
concluir por sentencia definitiva; o, b) Cuando exista una violación
manifiesta de la ley que haya dejado sin defensa a alguna de las
partes. Consecuentemente, el tribunal de apelación está obligado a
suplir la deficiencia de los agravios relativos a violaciones procesales
o sustanciales al procedimiento, cuando en éstos se impugne el
emplazamiento del demandado al juicio de origen, pues su ilegalidad
constituye una violación manifiesta de la ley que puede dejarlo sin
defensa, en perjuicio de sus derechos humanos de audiencia y de
debido proceso.4
Aclarado lo anterior, resulta procedente entrar al
estudio
de
los
agravios,
mismos
que
serán
analizados
inmediatamente después de la síntesis que de ellos se haga, tal
como se propone a continuación.
En su primer agravio, la apelante combate la
valoración de la prueba testimonial a cargo de ********** y
**********, ya que desde su óptica, no existe la discrepancia que el
Juez encontró, respecto del porcentaje señalado en la demanda
en concepto de honorarios reclamados y aquel mencionado por
las deponentes.
Lo anterior es así, según la apelante, en virtud de que
en su demanda inicial manifestó que los honorarios pactados con
la demandada correspondían a un 25% de lo sentenciado, por lo
que si ********** declaró que en concepto de honorarios se pactó
un 25% de lo demandado, y según se demostró, lo demandado
4
Época: Décima Época. Registro: 2007541. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada.
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo III. Materia(s): Civil.
Tesis: VI.2o.C.52 C (10a.). Página: 2597.
15
Toca Civil No. 236/2015
corresponde al mismo monto que lo sentenciado, la inconforme
concluye que no existe discrepancia alguna.
De igual manera, la apelante menciona que no existe
discrepancia entre lo expuesto en la demanda y el testimonio de
**********, toda vez que esta deponente manifestó que en
concepto de honorarios se pactó un 25% de lo recuperado.
A partir de lo anterior, la apelante sostiene que no
debe ser óbice para asignar valor probatorio a las testimoniales
antes referidas, la imprecisión en los conceptos o terminología
empleada por las declarantes para hacer referencia al monto
pactado, ya que éstas no son peritos en derecho, sin embargo, de
un examen a la luz de las máximas de la experiencia puede
colegirse que al haber resultado coincidentes en expresar que se
pactó un 25% de honorarios, debe asignársele valor probatorio a
su atesto.
A juicio de este tribunal, el agravio antes reseñado
resulta insuficiente, conforme se explica a continuación.
Como se señaló en la síntesis del primer agravio, a
través de él se combate la valoración de las testimoniales a cargo
de ********** y **********, por lo que se estima útil remitirnos a la
valoración que de ellas se hizo en la sentencia apelada, cuyo
tenor literal es el siguiente:
[…] De tales testimonios se advierte declaraciones coincidentes en el
sentido de señalar que conocen a las partes, por virtud del contrato
de prestación de servicios del juicio ejecutivo mercantil expediente
********* que presenciaron, y que dicho pacto contemplaba un 25% de
retribución, empero, las testimoniales resultan discrepantes en torno
al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los
honorarios.
Dicha discrepancia deja de generar ánimo de convicción en este
juzgador en torno al pacto de remuneración alegado por la actora, de
16
Toca Civil No. 236/2015
ahí que se estima que las testimoniales resultan insuficientes para
demostrar lo pretendido.
Para arribar a la conclusión antes referida, primero que anda se tomó
en consideración que la accionante aseguró en su demanda que la
señorita ********** y la señora **********, tuvieron conocimiento, entre
otras cosas, que las partes contendientes de este juicio celebraron un
contrato de prestación de servicios laborales en fecha el 20 de enero
de 2009 en el despacho jurídico ubicado en los números ********** y
********** del **********, ubicado **********, de esta ciudad.
Por otro lado, la actora también aseguró que posteriormente en fecha
11 de julio de 2011 en el despacho ubicado en la calle **********
número ********** de la zona centro de esta ciudad, se apersonó el
representante legal de la demandada y reiteró los términos del
contrato referido en el párrafo precedente.
Luego, en el momento del desahogo de la prueba testimonial a cargo
de **********, en las preguntas octava y novena así como en las
formuladas por la demandada marcadas como quinta, sexta, séptima,
octava, en relación con la décima primera, y décima quinta, manifestó
que el señor ********** llegó a pedir los servicios de los licenciados
********** y ********** para una demanda mercantil en contra de
**********, el 20 de enero de 2011, pactando como monto de los
honorarios el 25% de lo demandado, aduciendo además que sólo
trabajó seis meses con la licenciada **********, es decir, de noviembre
de 2008 a julio de 2009.
Por su parte, **********, en las preguntas octava, novena y décima
séptima formuladas por su oferente contesta que el contrato
aconteció el 20 de enero de 2009, pactándose como honorarios el
25% de lo recuperado.
Como puede apreciarse, los testimonios divergen de la versión
esgrimida por la licenciada **********, pues adujó en su demanda que
el contrato se celebró el 20 de enero de 2009, pactándose como
monto del los honorarios el 25% de lo sentenciado.
No pasa desapercibido, que la testigo **********, mencionó que laboró
para la actora en un periodo que va de noviembre de 2008 a julio de
2009, pese a ello declaró en dos ocasiones que, el contrato fue
celebrado en enero de 2011, igualmente desconoció el lugar en
donde se verificaron los hechos, pues la testigo refirió que fue en el
“**********” y no en el ********** como refiere la actora.
Aunado a lo anterior, la testigo declaró ignorar el domicilio donde se
ubicaba el despacho en donde trabajó por el lapso indicado, y jamás
justificó la forma por la que se enteró de la reiteración del contrato
que refirió la actora en el hecho número “III” de su demanda.
Dichas incongruencias, se agravan, en el momento en que la propia
actora al interrogar a la testigo **********, en pregunta “décima
primera” refiere lo siguiente: “…como se dio cuenta que pactaron
honorarios de un 25% en valor de lo recuperado…”.
La pregunta en cuestión contiene un hecho diverso a lo aseverado en
la demanda, y pone de manifiesto el desconocimiento de los términos
en que se llevó a cabo el contrato que refiere.
Luego, si las testigos como su oferente, discrepan respecto a la base
del porcentaje alegado, es inconcuso, como se adelantó que las
17
Toca Civil No. 236/2015
testimoniales resultan insuficientes para demostrar la base sobre la
cual habrá de cobrarse el monto de los honorarios que se reclaman
en este juicio. […]
Nota: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores
mecanográficos u ortográficos, así como de sintaxis tal como aparecen
plasmados en el escrito de agravios.
Del análisis del fragmento anterior es posible apreciar
que el juzgador determinó que la discrepancia que atribuyó a las
testimoniales se sustentaba en los aspectos siguientes:
i) La discrepancia en torno al concepto que se iba a
tomar para efectos del cálculo de los honorarios, pues mientras
que la actora mencionó en su demanda que se pactó como monto
de honorarios, el 25% de lo sentenciado, ********** declaró que
se pactó el 25% de lo demandado, y ********** señaló que se
pactó el 25% de lo recuperado.
ii) La diferencia en la fecha de celebración del
contrato, pues la actora mencionó en su demanda que el contrato
se celebró el veinte de enero de dos mil nueve, pero **********
declaró que el contrato se celebró el veinte de enero de dos mil
once, declaración que además discrepa con el periodo que laboró
en el despacho de la actora, que fue de noviembre de dos mil
ocho a julio de dos mil nueve.
iii) La divergencia en el lugar de la celebración del
contrato, ya que la actora señaló en su demanda que el contrato
se celebró en el despacho jurídico marcado con los números
********** y ********** del “**********”, sin embargo, ********** indicó
que el contrato se celebró en el “**********”, ello aunado a que la
citada deponente mencionó ignorar el domicilio del despacho en
el que dijo haber trabajado con la actora.
18
Toca Civil No. 236/2015
Además de los tres aspectos antes mencionados, el
Juez señaló dos puntos más que, en relación con los anteriores,
demeritaron su ánimo de convicción respecto de la eficacia de la
prueba analizada; el primero de ellos consistió en:
iv) Que la testigo ********** no justificó la forma en que
se enteró de la reiteración del contrato base de la acción, la que
ocurrió, según lo señalado por la actora, el once de julio de dos
mil once, en el despacho ubicado en la calle ********** número
********** de la zona centro de Piedras, Negras, Coahuila.
Finalmente, el otro punto estribó en:
v) Que el Juez consideró que la propia actora incurrió
en una contradicción al señalar en su demanda que se pactó
como honorarios el 25% de lo sentenciado, pero al interrogar a
********** expresó que se pactó un 25% de lo recuperado.
Ahora bien, como se desprende de la síntesis del
primer agravio, contra la reseñada valoración de las pruebas
testimoniales, la apelante expresó, como argumentos para
rebatirla, que no es cierto que se haya dado la contradicción
alegada por el Juez en virtud de que:
1. La actora manifestó en su demanda inicial que los
honorarios pactados con la demandada correspondían a un 25%
de lo sentenciado, por lo que si ********** declaró que en
concepto de honorarios se pactó un 25% de lo demandado, y
según se demostró, lo demandado corresponde al mismo monto
que lo sentenciado, la inconforme concluye que no existe
discrepancia alguna; y
19
Toca Civil No. 236/2015
2. Que no existe discrepancia entre lo expuesto en la
demanda y el testimonio de **********, toda vez que esta
deponente manifestó que en concepto de honorarios se pactó un
25% de lo recuperado.
Como se advierte de los razonamientos identificados
con los números 1 y 2, estos se dirigen a combatir sólo el
argumento del Juez identificado con el inciso i), es decir,
únicamente rebaten las razones por las que el Juez estimó que en
las declaraciones de las deponentes existe discrepancia en torno
al concepto que se iba a tomar para efectos del cálculo de los
honorarios.
Sin embargo, para desvirtuar las consideraciones
identificadas con los incisos ii), iii), iv) y v), también empleadas por
el juzgador para desestimar el mérito probatorio de la prueba
testimonial de cuenta, la recurrente ningún argumento formuló.
Al respecto, se estima importante destacar que,
incluso, la propia recurrente es quien en su escrito de agravios da
cuenta de las múltiples discrepancias a las que en esta resolución
se hace referencia, y en las que el Juez apoyó la valoración
probatoria combatida, tal como se aprecia del fragmento del
escrito de agravios que enseguida se transcribe:
[…] el C. Juez señala que existe divergencia entre lo establecido por
la que Suscribe cuando aduje, que el Contrato se celebró el Veinte de
Enero de Dos Mil Nueve, pactándose como monto de Honorarios el
25% de lo Sentenciado, aduciendo además, que ********** estableció
que trabajó del año 2008 al 2009, pero declaró que el Contrato fue
celebrado en Enero de 2011 y según el Juez, que desconoció el lugar
donde se celebró porque Ésta Testigos estableció que fue en el
********** y no en el ********** como lo señaló la Suscrita, y que no
justificó la forma por la que se enteró de la reiteración del Contrato a
que se refiere la Suscrita Actora en el Numeral Tres de la Demanda; y
razonando que se agrava las Incongruencias, al momento que se
interrogó en la Décima Primera Posición; que como se había dado
cuenta ********** que se pactaron Honorarios en un 25% del valor de
lo recuperado, determinando en C. Juez, en forma por demás
20
Toca Civil No. 236/2015
absurda que la Pregunta en cuestión contiene un Hecho diverso a lo
aseverada en la Demanda, y que por ello, se pone de manifiesto el
desconocimiento de los términos en que se llevó a cabo el Contrato
que refiere. […]
Sin embargo, la apelante sólo presentó argumentos
para desvirtuar la divergencia aducida en relación al concepto que
se iba a tomar para efectos del cálculo de los honorarios.
Por estas razones, a juicio de quienes esto resuelven,
el primer agravio resulta insuficiente para demostrar que el Juez
valoró indebidamente la prueba testimonial antes mencionada,
pues como se ha expuesto, el alcance probatorio asignado por el
Juez a la citada probanza se sostiene en varias consideraciones,
de las cuales sólo una de ellas fue combatida por la disidente, por
lo que aun declarando fundados los planteamientos que la
apelante esgrime, el resto de los motivos por los que se demeritó
el alcance probatorio de la probanza materia de este agravio,
permanecerían
intocados
y
en
consecuencia
continuarían
sustentando la valoración probatoria combatida en los términos en
que se encuentra plasmada en la sentencia.
Sirve de fundamento al razonamiento anterior, la tesis
de jurisprudencia que enseguida se transcribe:
AGRAVIOS INSUFICIENTES. ES INNECESARIO SU ESTUDIO SI
LO ALEGADO NO COMBATE UN ASPECTO FUNDAMENTAL DE
LA SENTENCIA RECURRIDA, QUE POR SÍ ES SUFICIENTE PARA
SUSTENTARLA.
Cuando la sentencia impugnada se apoya en diversas
consideraciones esenciales, pero una de ellas es bastante para
sustentarla y no es combatida, los agravios deben declararse
insuficientes omitiéndose su estudio, pues de cualquier modo
subsiste la consideración sustancial no controvertida de la resolución
impugnada, y por tal motivo sigue rigiendo su sentido.5
5
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO. Época: Novena. Registro:
194040. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta. Tomo IX, Mayo de 1999. Materia(s): Común. Tesis: II.2o.C. J/9. Página: 931.
21
Toca Civil No. 236/2015
En su segundo agravio, la promovente del recurso
combate el razonamiento del Juez mediante el que estableció que
el contrato de prestación de servicios profesionales se encontraba
supeditado a la demostración del monto reclamado y por tanto
que las prestaciones deducidas no pueden coexistir en forma
separada, pues son indisolubles.
La razón por la que la apelante considera que la
consideración antes apuntada es incorrecta estriba en que, desde
su perspectiva, con los datos que obran en juicio se demostró que
las partes celebraron un contrato de servicios profesionales, por lo
que aun suponiendo que el monto cuyo cumplimiento se reclamó
es superior al pactado, ello no obsta para tener por demostrada la
celebración del contrato, mismo que por su propia naturaleza
genera derechos y obligaciones entre los contratantes en los
términos de la legislación sustantiva aplicable.
A partir del planteamiento anterior, la disidente
sostiene que el Juez dejó de aplicar, en su perjuicio, el artículo
3072 del Código Civil vigente en el Estado, toda vez que aun en el
supuesto de que no se hubiere acreditado el monto que en
concepto de honorarios se pactó entre las partes, el Juez se
encontraba obligado a condenar a la demandada al pago de
honorarios conforme al arancel referido en el mencionado artículo
3072, en virtud de que, finalmente, se demostró la existencia del
contrato base de la acción, y la parte demandada no demostró su
cumplimiento.
Este
inconformidad
tribunal,
anterior
razonamientos siguientes.
considera
es
que
infundado,
el
motivo
conforme
a
de
los
22
Toca Civil No. 236/2015
Inicialmente, es útil remitirnos a los artículos del
Código Procesal Civil que se citan a continuación.
ARTÍCULO 275. Acción y demanda. La acción se hace efectiva
mediante una demanda formal en los términos del artículo 384 de
este ordenamiento. La demanda es la acción puesta en ejercicio.
ARTÍCULO 277. Unidad de la acción y pluralidad de las pretensiones.
La acción es única por ser su finalidad idéntica, cualquiera que sea la
pretensión que en ella se haga valer.
Consecuentemente la acción procede en juicio aún cuando no se
exprese el nombre de la pretensión perseguida o se exprese
equivocadamente, con tal de que se determine con claridad la clase
de solicitación que se exija del demandado y el título o causa para
reclamársela. Las prestaciones tomarán su nombre del contrato, acto
o hecho a que se refieran.
ARTÍCULO 300. Litigio o controversia. El litigio presupone un
conflicto de intereses, surgido antes y fuera del proceso, entre quien
afirma una pretensión y quien la niega.
ARTÍCULO 301. Litigio entre partes. Dos partes se encuentran en
litigio cuando una pretende atribuirse un derecho derivado de una real
o supuesta relación jurídica sustancial frente a otra y esta se opone a
tal pretensión, o aún sin oponerse, se niega a cumplir con la
obligación que se le reclama.
ARTÍCULO 384. Requisitos de la demanda. Salvo los casos en que
la ley disponga otra cosa, la demanda deberá formularse por escrito,
en el que se expresará:
[…] VI. La enumeración precisa y concreta de las pretensiones que se
someten a la decisión del tribunal, indicando, en su caso, los datos
que permitan la identificación y ubicación de los bienes que sean
objeto de las peticiones y sus accesorios.
VII. Una relación clara y sucinta de los hechos en que el actor funde
su demanda, de tal manera que el demandado pueda preparar su
contestación y defensa, y quede establecido cuál es el título o la
causa de la pretensión. […]
ARTÍCULO 417. Objeto de prueba. Serán objeto de prueba los
hechos controvertidos por las partes en los escritos que fijan el
debate. […]
ARTÍCULO 423. Carga de la prueba. Las partes tienen la carga de
demostrar sus respectivas proposiciones de hecho.
Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos de su
pretensión, quien contradice la pretensión del adversario, ha de
23
Toca Civil No. 236/2015
probar los hechos extintivos o las circunstancia impeditivas de esa
pretensión. El que funde su pretensión en una norma de excepción,
debe probar el hecho que constituye su supuesto.
Del análisis de los artículos anteriores es posible
establecer, por una parte, que los hechos afirmados por las partes
y las prestaciones que éstos reclaman son los que determinan la
conformación del litigio, en tanto que es la veracidad de los
primeros y la procedencia de las segundas, lo que se controvierte
y por ende debe demostrarse en juicio.
Así, se explica que el objeto de la prueba sean los
hechos controvertidos por las partes en los escritos que fijan el
debate, y que por tanto, las partes tengan la carga de probar los
hechos constitutivos de sus pretensiones y contrapretensiones,
según corresponda, a fin de obtener sentencia favorable a sus
intenciones.
En ese sentido, cuando se demanda el pago de una
cantidad específica con base en el incumplimiento de un contrato
que no establece en sí mismo una suma determinada, el
demandante está obligado a demostrar, a fin de obtener una
sentencia
favorable,
no
sólo
la celebración
del contrato
mencionado (hecho en que descansa su pretensión), sino
además, que tiene derecho a recibir esa cantidad específica de
dinero, pues en este supuesto no basta que acredite la causa
eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su vez,
es menester que compruebe que le asiste derecho para exigir el
pago de tal cantidad.
El razonamiento anterior encuentra su sustento en la
tesis jurisprudencial que se cita a continuación conjuntamente con
la tesis aislada que no obstante de haberla modificado, en lo que
a este estudio interesa, reitera el punto de nuestro estudio.
24
Toca Civil No. 236/2015
CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN FORMA GENÉRICA
Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE
SENTENCIA, CUANDO LA PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL
OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD
LÍQUIDA.
De la interpretación sistemática de los artículos 3o., 70, 81, 322,
fracciones III y V, 350 y 353 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, se desprende que cuando el actor solicita el pago de cierta
cantidad de dinero por virtud del incumplimiento de una obligación
principal que no establece una suma determinada, está obligado a
demostrar durante el procedimiento, en primer lugar, el hecho en que
descansa su pretensión, y después, que tiene derecho a recibir ese
preciso numerario, pues en este supuesto no basta que acredite la
causa eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su
vez, es menester que compruebe que le asiste derecho para exigir el
pago de tal cantidad. En efecto, esos aspectos relevantes no pueden
determinarse en ejecución de sentencia, ya que además de que la
prestación de mérito es objeto principal del juicio, debe atenderse a
los principios de preclusión y de litis cerrada que no permiten que el
actor tenga una nueva oportunidad para acreditar la suma exacta que
tenía derecho a demandar. En cambio, cuando se pretende el pago
en dinero, sin especificar su monto, debido al incumplimiento de una
obligación que no estipula una suma determinada, resulta procedente
la condena genérica si el actor acredita la causa eficiente en la que
descansa su petición, por lo que en ejecución de sentencia puede
cuantificarse válidamente el numerario exacto, siempre que se den
las bases para tal efecto; o en otro supuesto, cuando el actor
demanda el pago en cantidad líquida porque la obligación que se dice
incumplida estipula tal suma, se requiere únicamente que acredite el
hecho en que sustenta su pretensión para que el juzgador esté en
aptitud de determinar la condena específica relativa.6
CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN FORMA GENÉRICA
Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE
SENTENCIA, CUANDO LA PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL
OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD
LÍQUIDA (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA I.3o.C. J/43).
De la interpretación sistemática de los artículos 3o., 70, 81, 322,
fracciones III y V, 350 y 353 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, se desprende que cuando el actor solicita el pago de cierta
cantidad de dinero por virtud del incumplimiento de una obligación
principal que no establece una suma determinada, está obligado a
demostrar durante el procedimiento, en primer lugar, el derecho
(término cualitativo) en que descansa su pretensión y, en segundo
6
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena Época.
Registro: 170820. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Diciembre de 2007. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C. J/43. Página:
1444.
Nota: Esta tesis fue modificada en términos de la que con el rubro: "CONDENA. NO DEBE SER DECRETADA EN
FORMA GENÉRICA Y RESERVADA SU DETERMINACIÓN PARA EJECUCIÓN DE SENTENCIA, CUANDO LA
PRESTACIÓN RELATIVA FUE EL OBJETO PRINCIPAL DEL JUICIO Y SE DEMANDÓ EN CANTIDAD LÍQUIDA
(MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA I.3o.C. J/43).", aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, febrero de 2010, página 2813.
25
Toca Civil No. 236/2015
término las pruebas de las que se aprecie la manera en que ese
derecho se traduce de manera líquida en dinero (elemento
cuantitativo), pues en este supuesto no basta que acredite la causa
eficiente para que proceda la condena respectiva, sino a su vez, es
menester que compruebe que le asiste derecho para exigir una
cantidad en dinero. En efecto, esos aspectos relevantes no pueden
determinarse en ejecución de sentencia, ya que además de que la
prestación de mérito es objeto principal del juicio, debe atenderse a
los principios de preclusión y de litis cerrada que no permiten que el
actor tenga una nueva oportunidad para acreditar la manera en que
su derecho se traducía en un monto líquido en dinero. En cambio,
cuando se pretende el pago en dinero, sin especificar su monto,
debido al incumplimiento de una obligación que no estipula una suma
determinada, resulta procedente la condena genérica si el actor
acredita la causa eficiente en la que descansa su petición, por lo que
en ejecución de sentencia puede cuantificarse válidamente el monto
en dinero en que se tradujo su pretensión, siempre que se den las
bases para tal efecto; o en otro supuesto, cuando el actor demanda el
pago en cantidad líquida porque la obligación que se dice incumplida
estipula tal suma, se requiere únicamente que acredite el hecho en
que sustenta su pretensión para que el juzgador esté en aptitud de
determinar la condena relativa.7
Ahora bien, en el caso, del examen de la demanda se
advierte que la actora reclamó, en el inciso a) de las prestaciones,
de la sociedad demandada:
[…] a).- Por el pago de la cantidad del 25% (VEINTICINCO
PORCIENTO) de lo Sentenciado a partir de la Sentencia Definitiva
hasta la Sentencia Interlocutoria de Incidente de Actualización de
Gastos y Costas, de fecha Dieciocho de Marzo del año Dos Mil
Catorce, en razón de $********** (********** PESOS, 92/100 MONEDA
NACIONAL), por concepto de Honorarios originados por la Prestación
de Servicios Profesionales dentro de los Autos del Juicio Ejecutivo
Mercantil, radicado ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en
Materia Civil, con residencia en esta Ciudad de Piedras Negras,
Coahuila de este Distrito Judicial de Río Grande, bajo el Número
Estadístico **********, seguido por la que Suscribe como Endosataria
en Procuración de ********** frente **********; y de la que, la ahora
Demandada se ha negado a Pagarme. Y al ser ostensible la mala fe
de la conducta desplegada por la hoy Demandada **********, al
negarse a pagarme mis honorarios en los términos que se señalan en
aquella Resolución Interlocutoria que he dejado señalada; motiva la
formulación del presente Procedimiento. […]
7
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena. Registro:
165309. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXI, Febrero de 2010. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C.784 C. Página: 2813.
26
Toca Civil No. 236/2015
De la transcripción anterior se obserrva que la
demandante reclamó el pago de una cantidad específica de
dinero, derivada del incumplimiento del contrato celebrado con la
demandada, monto que si bien fue expresado mediante un
porcentaje, ello no es óbice para considerar que la cantidad
reclamada se trate de una deuda líquida.
En efecto, el artículo 2460 del Código Civil vigente en
el Estado dispone que se llama deuda líquida aquélla cuya
cuantía se halla determinada, o pueda determinarse dentro del
plazo de nueve días, por lo que si en la especie se reclamó el
pago del 25% de la cantidad de $********** (********** PESOS
92/100 M.N.), al ser ésta la suma resultante del incidente de
actualización de gastos y costas, de fecha dieciocho de marzo de
dos mil catorce, derivado del juicio en el que la actora prestó sus
servicios profesionales, es posible afirmar que basta una mera
operación aritmética para que la cantidad reclamada resulte
determinada.
Es decir, no obsta que la cantidad reclamada se
hubiere expresado en forma porcentual para considerarla como
una deuda líquida porque, en los términos que se formuló la
misma reclamación se especificó la cantidad sobre la cual se
cuantificaría el porcentaje señalado, consecuentemente para
determinar el monto de lo reclamado basta realizar una operación
concreta, de ahí que sea el propio acreedor quien puede
determinarla en su valor sin mayores elementos como el
cumplimiento de condiciones o al éxito de un proceso.
Consideraciones que se robustecen con las tesis
aisladas que enseguida se citan.
DEUDA
LÍQUIDA,
CONCEPTO
(INTERPRETACIÓN
ARTÍCULO 2189 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL).
DEL
27
Toca Civil No. 236/2015
El artículo 2189 del Código Civil Federal comprende dos supuestos
conforme a los que puede considerarse existente una deuda líquida:
aquella cuya cuantía se haya determinado y la que puede
determinarse dentro del plazo de nueve días. El primer supuesto que
precisa un valor concreto y cierto, y el segundo requiere, para
determinar su sentido y alcance normativo, ser interpretado
armónicamente dentro del ordenamiento en que se encuentra inserto
ya que el Código Civil Federal no indica los parámetros o los criterios
según los cuales se explique por qué ese plazo es útil para
determinar una deuda y, consecuentemente, atribuirle la calidad de
líquida; ese artículo no ha sido objeto de reforma alguna desde su
publicación en el Diario Oficial de la Federación. Más aún, la norma
en análisis constituye una reproducción de los artículos 1688 y 1574
de los Códigos Civiles para el Distrito Federal y Territorio de la Baja
California de mil ochocientos setenta y de mil ochocientos ochenta y
cuatro y, por tanto, conviene a los fines de precisar su contenido y
alcance remitirse en lo que conduzca a esclarecer el tema, a la
doctrina de la época y según la base doctrinal en que se apoyó su
inserción en dichos ordenamientos, dentro de la figura de la
compensación, una deuda líquida es aquella determinada en su
cuantía o determinable en un plazo de nueve días, entendido este
último como los días naturales en que puede realizarse una operación
concreta para fijar el monto de la misma en cantidad o valor, que
atiende a consideraciones de equidad y conveniencia para formular la
liquidación, como medio de procurar la compensación, que no está
sujeta a disputa o por vía ejemplificativa, al cumplimiento de una
condición, a la discusión de una cuenta, al éxito de un proceso, o a la
llegada de cierto día. La intención del legislador fue la de que la
compensación como medio de extinción de las obligaciones fuese un
vehículo eficaz y rápido para garantizar el tráfico de la riqueza y dar
certeza a la que circulaba entre los particulares, dotados de las
herramientas necesarias para que sin intervención de terceros o de
procedimientos complejos o dilatados, pudieren depurar sus deudas
por reunir la calidad de acreedores y deudores recíprocamente, y que
se relacionaban al amparo de la idea de igualdad y libertad
contractual, sin necesidad de requerir intervenciones ajenas para
contraer y resolver sus obligaciones. La aplicación de dicho precepto
en el entorno social en que estuvieron vigentes los Códigos Civiles
citados, ha cambiado, no sólo en la organización social y económica,
sino en el contexto en que se aplican, porque se trata de una
sociedad eminentemente agraria en la que las comunicaciones
empiezan a consolidarse y el crecimiento demográfico no es tan
aventajado como en el presente; las relaciones comerciales
reguladas por las nuevas leyes civiles y mercantiles fomenta el tráfico
de la riqueza con la intención de consolidarla, y en la sociedad
contemporánea exige su realización inmediata en la medida en que
los intercambios comerciales no son excepcionales sino que
constituyen una normalidad que exige garantías de certeza y
seguridad que den lugar a nuevas relaciones de carácter civil y
comercial y que exigen de los particulares, en la medida de lo posible,
que los créditos o deudas puedan ser determinados utilizando la
inteligencia y cultura del hombre promedio, adecuado a su entorno
social y económico constituyendo ese plazo previsto en la ley como
suficiente para determinar la cantidad o valor referido, porque no
puede dejarse de advertir que las propias relaciones entabladas entre
28
Toca Civil No. 236/2015
particulares también son complejas según las obligaciones contraídas
y su depuración para los efectos del pago puede requerir un trabajo
profesional que se aleja de ese estándar señalado y que exige la
intervención de peritos o de un tiempo mayor al indicado en la norma
citada, por la dificultad de fijar los datos que deben ser cuantificados o
acopiados a fin de tener un valor cierto, lo cual le quita el atributo de
liquidez a la deuda porque no puede ser determinada sino es con el
cumplimiento de ciertas condiciones materiales o profesionales; y
entonces, resulta necesario interpretar el contenido normativo de ese
precepto tomando en cuenta la realidad actual para que sea funcional
dentro del ordenamiento. El alcance del artículo 2189 del Código Civil
Federal está determinado por la voluntad del legislador, pero
adecuado a la etapa histórica en que se aplica, resulta que aquél
tiene como propósito establecer que las deudas líquidas son aquellas
determinadas por tener un valor cierto, y las determinables dentro del
plazo de nueve días, son aquellas que atendiendo a consideraciones
de equidad y conveniencia así como a los desarrollos
organizacionales y de contabilidad; el auge de nuevas tecnologías de
información y la necesidad de garantizar la circulación de la riqueza
como la fácil realización de las obligaciones contraídas por los
particulares, puede realizarse ordinariamente por éstos y no está
sujeta a condición alguna como la depuración de una cuenta o
crédito, su discusión, al éxito de un proceso, o a la llegada de
cierto día, sino que es el propio acreedor quien puede
determinarla en su valor sin mayores elementos que su
conocimiento e inteligencia de un hombre promedio.8
DEUDA LIQUIDA.
Se llama deuda líquida, aquella cuyo monto se haya determinado o
puede determinarse dentro de nueve días. De la definición que da la
ley, se deduce que aun cuando no se conozca en un momento dado,
el monto exacto de un crédito, si desde luego se sabe cuáles son las
bases que deben servir para regular su cuantía o éstas pueden
averiguarse con certeza, dentro del plazo expresado, el crédito debe
considerarse como líquido, para los efectos correspondientes; mas,
cuando por regla general, un crédito que debe liquidarse conforme a
determinadas bases, puede ser precisado en su cuantía. Cuando se
trata de hacer producir efectos a una sentencia que no condene a
cantidad líquida, aun cuando en ella se indiquen las bases para la
liquidación, es indispensable formar el incidente de ejecución de
sentencia, en el cual, la parte condenada, debe ser oída y, en
general, intervenir en procedimiento mismo de liquidación.9
En este orden de ideas, es posible concluir que si la
actora demandó el pago de una cantidad específica de dinero, en
8
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Época: Novena. Registro:
165993. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXX, Noviembre de 2009. Materia(s): Civil. Tesis: I.3o.C.760 C. Página: 895. Nota:
Las negritas pertenecen a esta sentencia.
9 Amparo civil en revisión 541/31. Época: Quinta. Registro: 36294. Instancia: Tercera Sala. Tipo de Tesis: Aislada.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo XXXV. Materia(s): Civil. Página: 2455.
29
Toca Civil No. 236/2015
virtud del incumplimiento del contrato que celebró con la
demandada, correspondía a la demandante demostrar no sólo la
celebración del contrato en que apoyó su pretensión, sino
además, que tenía derecho a recibir esa cantidad específica de
dinero.
Ahora bien, del análisis de la sentencia combatida se
advierte que el Juez expresó, en relación al punto que nos ocupa,
lo siguiente.
[…] En ese sentido la parte actora reclama por virtud y consecuencia
del contrato el pago del 25% de lo sentenciado a partir de la
sentencia definitiva hasta la sentencia interlocutoria de incidente de
actualización de gastos y costas de fecha 18 de marzo de 2014 en
razón de $********** (********** pesos 92/100 moneda nacional).
Asimismo, tenemos que la cantidad reclamada es exigible como
consecuencia del contrato, ya el mismo se encuentra supeditado a la
existencia y comprobación del monto reclamado, entendiéndose que
el actor queda obligado a demostrar la existencia del monto
reclamado en su demanda, pues como se dijo, la cantidad pretendida,
es reclamada como consecuencia del contrato de prestación de
servicios profesionales y no como un efecto genérico del
incumplimiento de la obligación.
Razón la anterior, por lo que se considera que las pretensiones
deducidas son indisolubles y no pueden coexistir de forma separada,
dada su relación de interdependencia aducida por la actora (causa
efecto).
Pensar lo contrario, nos llevaría al absurdo de obtener una
declaración de cumplimiento o incumplimiento de contrato sin efecto
legal alguno, es decir, sin la declaración de cuál fue la obligación de
cumplimiento que se convirtió en pura y simple, y por consecuencia
se hizo inmediatamente exigible.
Por tal motivo, el orden necesario e imperante del estudio de la
acción, resulta en analizar la comprobación del monto reclamado.
Así las cosas, tenemos que el actor primero debe demostrar la
existencia del monto líquido reclamado y luego la verificación del
incumplimiento por parte de la demandada.
Precisado lo anterior, y acreditada la relación contractual, se procede
al análisis respecto al tópico del monto pactado en el contrato de
prestación de servicios que se analiza, así como a las pruebas
aportadas para justificar sus dichos. […]
30
Toca Civil No. 236/2015
Del fragmento anterior es posible apreciar que el Juez,
al expresar que el contrato queda supeditado a la existencia y
comprobación del monto reclamado, no se refirió propiamente a la
celebración o existencia del contrato como hecho que da
fundamento a la prestación reclamada (causa eficiente de la
prestación), sino a la relación de dependencia que existe entre el
contrato basal y la demostración del monto reclamado, a fin de
poder acoger su pretensión específica que fue, como se ha dicho,
el pago del monto demandado, y no una mera declaración del
incumplimiento del contrato.
Pues incluso, del fragmento transcrito se advierte que
el Juez razonó que ningún efecto práctico tendría la sola
declaración de que la demandada incumplió el contrato cuya
celebración se demostró, si ello no se acompañaba de la condena
al pago de la cantidad pretendida por la demandante.
Así,
previamente
de
conformidad
expuestos,
es
con
posible
los
razonamientos
concluir
que
las
consideraciones del Juez, combatidas en este agravio, se
encuentran ajustadas a derecho, pues su objeto no fue más que
el de señalar la obligación de la actora de demostrar, a fin de
obtener sentencia favorable, no sólo la celebración del contrato
cuyo incumplimiento se alegó, sino además, que tenía derecho a
recibir el monto específico reclamado, precisamente probando
que se pactó en concepto de honorarios la cantidad que la
demandante señaló en su demanda.
En este sentido, ningún agravio le causa a la apelante
que habiendo logrado la demostración del contrato base de su
acción, el Juez hubiere desestimado su acción, en virtud de que
no demostró el diverso hecho -vinculado con la celebración del
31
Toca Civil No. 236/2015
contrato- consistente en que efectivamente las partes pactaron un
25% del monto de lo sentenciado en concepto de honorarios.
Luego,
resulta
igualmente
infundado
el
diverso
argumento de este agravio mediante el que la recurrente señala
que le causa perjuicio la inaplicación del artículo 3072 del Código
Civil vigente en el Estado, en virtud de que al no haberse
demostrado el porcentaje fijado como honorarios, el Juez se
encontraba obligado a condenar a la demandada al pago de
honorarios conforme a la tasa arancelaria a que hace referencia
dicho numeral.
Lo anterior es infundado, pues de la lectura del citado
artículo 3072 se advierte que este precepto regula un supuesto
distinto al invocado por la actora como fundamento de su
demanda.
El texto del artículo 3072 del Código Civil de Coahuila
es el siguiente:
ARTÍCULO 3072. Si los servicios estuvieren regulados por arancel,
éste servirá de norma para fijar el importe de los honorarios, si no los
hubieren fijado las partes.
Del precepto transcrito es posible advertir que se trata
de un supuesto distinto al invocado por la actora en su demanda,
pues este numeral prevé que los honorarios de los servicios
profesionales pueden fijarse mediante arancel cuando la profesión
de que se trate se encuentre regulada por aquel, –como ocurre
con la abogacía-, siempre y cuando los honorarios no
hubieren sido fijados por las partes.
Sin embargo, en su demanda la actora señaló que el
monto de los honorarios que reclamó se fijó de común acuerdo
32
Toca Civil No. 236/2015
por las partes, en un primer momento el veinte de enero de dos
mil nueve, y posteriormente, el once de julio de dos mil once,
fecha en la que se reiteró que el monto al que ascenderían los
honorarios de sus servicios profesionales sería el 25% de lo
sentenciado en el juicio cuyo trámite realizó la actora.
Consecuentemente, el artículo 3072 resulta inaplicable
pues a diferencia del supuesto invocado en la demanda que
originó este juicio, en el que se invocó un acuerdo entre las
partes, en el numeral de cuenta se regula la aplicación de un
arancel ante la falta de acuerdo, para determinar los honorarios
de un profesionista; de ahí que resulte incorrecto aducir que el
Juez estaba obligado a su observancia, ya que ello implicaría la
aplicación de una norma cuyo supuesto de hecho que prevé es
distinto al invocado en la demanda.
En ese sentido, y habida cuenta de que el artículo
3072 del Código Civil de Coahuila es inaplicable para regular los
hechos que le dieron sustento a este juicio, resulta infundado que
el Juez hubiere causado algún agravio a la apelante con su
inaplicación en la sentencia definitiva.
En ese orden de ideas, y luego del análisis de los
motivos de disenso expresados, concluyendo que éstos son
ineficaces para variar el sentido del fallo apelado, pues resultaron
uno de ellos insuficiente y el otro infundado, esta Sala llega a la
conclusión de que debe confirmarse en todas y cada una de sus
partes la sentencia de primera instancia.
CUARTO. En criterio de quienes esto analizan, ha
lugar a condenar al pago de gastos y costas originadas en ambas
instancias a **********, ya que le fueron dictadas dos sentencias
33
Toca Civil No. 236/2015
adversas conformes de toda conformidad, en términos del artículo
138 del Código Procesal Civil vigente en el Estado.
Lo anterior se estima así, pues del examen de la
sentencia apelada se desprende que ésta le resultó adversa a la
actora, ya que su acción fue desestimada, en tanto que esta
resolución de segunda instancia confirma en todas sus partes el
fallo recurrido; de ahí que sea procedente condenar a la apelante
principal al pago de gastos y costas causadas en ambas
instancias por haber obtenido dos sentencias adversas conformes
de toda conformidad.
Al efecto resulta aplicable la tesis de jurisprudencia
que a continuación se invoca.
COSTAS. CONDENA EN, POR TRATARSE DE DOS SENTENCIAS
DE TODA CONFORMIDAD. (LEGISLACIÓN DE DURANGO).
Al disponer la fracción IV del artículo 140 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Durango, que debe condenarse
en costas al perdidoso en dos sentencias "conformes de toda
conformidad" en su parte resolutiva, ello significa que la conformidad
debe versar sobre lo resuelto en ambas instancias en la parte
medular de las acciones y excepciones hechas valer, con total
independencia de la declaración que se haya hecho sobre costas.10
Por lo expuesto y fundado y, con apoyo además en los
artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política del
Estado y 16, 18 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es de
resolverse y se resuelve:
PRIMERO. Se CONFIRMA, en todas y cada una de
10
Amparo directo 231/93. Raúl Zapata Cervera. 24 de agosto de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique
Rodríguez Olmedo. Secretario: Hugo Arnoldo Aguilar Espinosa. Amparo directo 412/93. Manuela Martínez de
Banderas. 25 de noviembre de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario:
Antonio López Padilla. Amparo directo 485/93. Imelda Reyes Vargas. 26 de enero de 1994. Unanimidad de votos.
Ponente: Sergio Novales Castro. Secretario: José Elías Gallegos Benítez. Amparo directo 497/93. Manuela Martínez
de Banderas y otro. 2 de febrero de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario:
Antonio López Padilla. Amparo directo 531/93. Manuela Martínez de Banderas y otro. 16 de marzo de 1994.
Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Hugo Arnoldo Aguilar Espinosa.
Localización: Octava Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación. 76, Abril de 1994. Página: 59 Tesis: VIII.2o. J/19. Jurisprudencia. Materia: Civil. Registro No. 212769.
34
Toca Civil No. 236/2015
sus partes, la sentencia definitiva de primera instancia, cuyos
datos han quedado debidamente precisados en el proemio de la
presente resolución.
SEGUNDO. Se condena a ********** al pago de las
costas causadas en ambas instancias.
NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE, al tenor de lo
dispuesto por el artículo 211, fracción V, del Código Procesal Civil
vigente; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos
originales al juzgado de su procedencia y, en su oportunidad,
archívese el toca como asunto totalmente concluido.
Así, por mayoría de votos, lo resolvió el Pleno de la
Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia
del Estado, integrado por los magistrados MIRIAM CÁRDENAS
CANTÚ, MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN, ALMA LETICIA
GÓMEZ LÓPEZ, ALEJANDRO HUERECA SANTOS y GABRIEL
AGUILLÓN ROSALES, con voto en contra del penúltimo de los
mencionados, siendo ponente la primera de los nombrados; por
ante la licenciada MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA
RODRÍGUEZ, Secretaria de Acuerdo y Trámite que autoriza y da
fe.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
________________________
MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ
______________________________
MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN
35
__________________________
ALMA LETICIA GÓMEZ LÓPEZ
Toca Civil No. 236/2015
_____________________________
ALEJANDRO HUERECA SANTOS
____________________________
GABRIEL AGUILLÓN ROSALES
_________________________________
MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA
RODRÍGUEZ
En la misma fecha se fijó en el acuerdo de la Ley. CONSTE.- - - La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite de la
Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, hago constar y
certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58 y 75 fracción III,
de la Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de
Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se suprime la información considerada como
reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento mencionado y en las
disposiciones aplicables.
Este documento fue cotejado previamente con su original por el licenciado Jonás Segura
Martínez, secretario de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión pública.
María Blanca Estela Subealdea Rodríguez
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