La Ley Gallega del Deporte y el Derecho de Asociación

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La Ley Gallega del Deporte y el Derecho de Asociación
Eduardo Blanco Pereira
Profesor del INEF de Galicia
Miembro del Gabinete Jurídico-Deportivo Atlántico
Fecha: 23/07/97
Publicado en: IURISPORT
[email protected]
El dia 9 de julio de 1997 fue aprobado por el Parlamento de Galicia el Proyecto de Ley General
del Deporte de Galicia en el que se detectan posibles rasgos de inconstitucionalidad en
determinados artículos (arts. 18, 19, 25.e, 32.h, 65.b y c, 66.3) en relación con el derecho de
asociación (art. 22 CE), y cabe también en relación con el derecho a la tutela jurídica efectiva
(art. 24 CE), por el grado de intervencionismo que la Administración Autonómica puede ejercer
sobre cualquier Asociación Deportiva.
Para salvaguardar el derecho a la tutela jurídica efectiva, realiza una innovación sobre el
procedimiento de presentación de recursos contra los acuerdos de los órganos de las
asociaciones deportivas, modificando la jurisdicción, que pasa del ámbito civil al contenciosoadministrativo, y como consecuencia, estableciendo la competencia en el citado asunto de las
federaciones deportivas gallegas y del Comité Gallego de Justicia Deportiva, Comité que
decide en última instancia en vía administrativa y cuyas resoluciones pueden ser directamente
impugnables ante el órgano competente de la jurisdicción contencioso-administrativa, conflictos
que hasta ahora se resolvían por lo tribunales ordinarios.
ARTÍCULOS DE
DEPORTIVAS.
CLARO
INTERVENCIONISMO
SOBRE
LAS
ASOCIACIONES
ARTÍCULO 18:
" Para garantizar el cumplimiento de los objetivos de las asociaciones deportivas gallegas, la
Administración autonómica podrá llevar a cabo las siguientes actuaciones:
a) Inspeccionar los libros y documentos de las asociaciones en la forma y en los supuestos que
se establezcan reglamentariamente, con el objeto de garantizar el cumplimiento de las
funciones que se le encomiendan en esta ley.
b) Convocar sus órganos colegiados por instancia de parte interesada cuando estos no fuesen
estatutariamente convocados por los órganos de gobierno de las asociaciones.
c) Convocar las elecciones para constituir los órganos de gobierno de las asociaciones al final
del mandato de cada uno de ellos, en la forma que se determine estatutariamente, si no fuesen
oportunamente convocados.
d) Suspender o anular los acuerdos adoptados por los órganos de gobierno de las
asociaciones deportivas y que sean contrarios a las disposiciones de esta ley, así como a sus
disposiciones de desarrollo o a sus propios estautos o reglamentos".
ARTÍCULO 19:
En relación a todas las Asociaciones Deportivas "(...) No podrán aprobar presupuestos
deficitarios sin autorización expresa de la Administración autonómica".
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ANÁLISIS.
La lectura de estos artículos suscita serias dudas acerca de su admisibilidad constitucional, ya
que el derecho de asociación que se ejerce también mediante la constitución de asociaciones
deportivas, ostenta la mayor protección jurídica dispensada por nuestro ordenamiento, y que la
interpretación de este derecho fundamental ha de hacerse en base al principio de libertad como
valor superior del ordenamiento jurídico, conforme a lo expresado por el Tribunal Constitucional
(cfr., STC 132/1989, de 18 de julio, FJ 6.º).
La Administración autonómica de Galicia, a través de los mencionados artículos, se inviste de
una autoridad exhorbitante que conculca el principio de autoorganización, y ejerce el control
judicial que debieran realizar los Tribunales ordinarios.En este sentido caben citar algunas
sentencias del Tribunal Constitucional en relación al control judicial de las asociaciones, de la
libertad de asociación como límite de los poderes públicos y del régimen jurídico de las
asociaciones:
- "Ahora bien, es de señalar que la actividad de las asociaciones no forma naturalmente una
zona exenta del control judicial, pero los Tribunales, como todos los poderes públicos, deben
respetar el derecho fundamental de asociación y, en consecuencia, deben respetar el derecho
de autoorganización de las asociaciones que, como antes se ha dicho forma parte del derecho
de asociación" (STC 218/1988, FJ 1.º).Doctrina que se reitera en las SSTC 185/1993, FJ 4.º y
94/1994, FJ 2.ºA.
- "La libertad de asociación del art. 22 CE, por sí misma, ya impide la existencia de ilegítimas
intromisiones de los poderes públicos en la vida de las asociaciones (pues, por definicción, el
derecho de asociación lo es de desenvolverse con independencia de la mediatización estatal)".
(STC 75/1992, FJ 5.º).
- "(...) el derecho de asociación reconocido en el art. 22 de la Constitución, comprende no sólo
el derecho a asociarse, sino también a establecer la propia organización del ente creado por el
acto asociativo dentro del marco de la Constitución y de las leyes que, respetando el contenido
esencial de tal derecho, lo desarrollen o lo regulen.(...) el régimen de las asociaciones se
determinará por los propios Estatutos y por los acuerdos válidamente adoptados por la
Asamblea General y órganos directamente competentes dentro de sus respectivas
competencias, pudiendo los socios impugnar ante los Tribunales los acuerdos y actuaciones de
la Asociación contrarios a la ley o a los estatutos" (STC 218/1988, FJ 1.º).
Estas sentencias, y otras muchas que existen, nos hacen dudar de la constitucionalidad de que
la Administración autonómica de Galicia quiera ejercer un control excesivo y una intervención
tan extrema sobre las Asociaciones Deportivas.Si únicamente se realizase sobre las
federaciones deportivas gallegas, se pudiera justificar, en el ejercicio de funciones públicas
delegadas que ostentan, pero los artículos mencionados hacen referencia a todas las
Asociaciones Deportivas que, según la propia ley, en su art. 17.1 señala que "..., las
asociaciones deportivas se clasificarán en clubes deportivos, agrupaciones deportivas
escolares, federaciones deportivas gallegas y, si es el caso, sociedades anónimas deportivas,
ligas profesionales y entidades de fomento deportivo".
Con independencia de lo ya anteriormente expuesto, nos centramos ahora en el párrafo cuarto
del art.22 de la CE que dice: "Las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus
actividades en virtud de resolución judicial motivada", con lo que parece que se opone al art.18
en su apartado c) que se refiere a la competencia de la Administración autonómica sobre
"Suspender o anular los acuerdos adoptados por los órganos de gobierno de las asociaciones
deportivas...".Circunstancia esta última que el Tribunal Constitucional incluye dentro del núcleo
esencial del derecho de asociación.En este sentido, la STC 67/1985, de 24 de mayo, en su FJ
3.º, apartado B) dice que el respeto al contenido esencial del derecho de asociación exige la
aplicación de lo dispuesto en el art. 22.4 en orden a que las asociaciones sólo podrán ser
disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de resolución judicial motivada.Aspecto en
el que incide también la STC 115/1987, en su FJ 3.º, que añade además que " El que la
decisión se adopte por un órgano judicial desde el momento inicial, y no se reduzca a un
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momento posterior de control judicial de la actividad administrativa, supone de forma
preceptiva, una garantía tradicional muy importante, por ser la via judicial la más adecuada
para interpretar y aplicar las restricciones a los derechos fundamentales".
ARTÍCULOS SOBRE LOS QUE SE DISEÑA UN NUEVO PROCEDIMIENTO DE
IMPUGNACIÓN DE LOS ACUERDOS DE LOS ÓRGANOS DE LAS ASOCIACIONES
DEPORTIVAS, AL MARGEN DE LOS TRIBUNALES ORDINARIOS.
La Ley General del Deporte de Galicia, en su art.65, atribuye, entre otras, de la competencia de
la Justicia Deportiva:
- La impugnación de los actos y acuerdos que en materia electoral adopten las asociaciones
deportivas.
- La impugnación de los actos y acuerdos de los órganos de gobierno y representación de las
asociaciones deportivas
Es necesario recordar que no se refiere sólo a las federaciones deportivas gallegas, sino a las
asociaciones deportivas en general (clubes, agrupaciones deportivas escolares, sociedades
anónimas deportivas, etc.), por lo que la Ley administrativiza el procedimiento de impugnación
que hasta ahora correspondía a los Tribunales ordinarios.
Después de lo que hemos analizado sobre el grado de intervencionismo de la Administración
autonómica sobre las asociaciones deportivas, para apuntalar todavía más el control, se amplía
el ámbito de la Justicia Deportiva, en el sentido que ya nos hemos referido, atribuyendo la
competencia en última instancia en vía administrativa al Comité Gallego de Justicia Deportiva
(arts. 66.3 y 67).
Esta nueva concepción de la Justicia Deportiva obliga a diseñar un procedimiento
administrativo, con lo que a los artículos anteriores, con el objeto de completar todo el proceso,
se añaden los siguientes:
- En el art. 25, se obliga a que los estatutos de los clubes deportivos contengan, entre otras, lo
siguiente:
"e)
Régimen
de
adopción
de
acuerdos
y
medios
para
su
impugnación.Necesariamente se deberá hacer mención de la posibilidad de impugnar los
acuerdos ante los órganos competentes de las federaciones y ante el Comité Gallego de
Justicia Deportiva.
- En el art. 27.4 se señala que le serán de aplicación a las agrupaciones deportivas escolares
con carácter general el régimen de constitución, organización y funcionamiento establecido en
la ley para los clubes, salvo algunas particularidades.
- En el art. 32 se relacionan las competencias exclusivas en su respectiva modalidad deportiva
de las federaciones deportivas gallegas, incluyéndose también:
"h) Resolver en vía de recurso las impugnaciones contra los acuerdos de los órganos de los
clubes deportivos que de ellas dependan".En este punto, cabría preguntarse ante qué
federación debería presentarse un recurso, si el club está afiliado, como suele ser normal, a
varias federaciones deportivas.
A MANERA DE CONCLUSIÓN.
Independientemente de este sucinto informe, es preciso que se realice un minucioso estudio
jurídico de la Ley General del Deporte de Galicia en la que se podrá observar que encierra
importantes contradiciones, y que en algunos artículos consideramos que pueden contravenir
preceptos constitucionales, concretamente, los arts. 22 y 24 de la Constitución Española, a los
efectos de poder valorar la posibilidad de presentar un recurso de inconstitucionalidad.
La Coruña, 23/07/97.
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