SALARIOS Y CRITERIOS DE COTIZACIÓN DE LOS SOCIOS EN LAS SOCIEDADES MERCANTILES Sucede con frecuencia que en un momento determinado se opta por constituir una sociedad mercantil para la explotación de una clínica dental. Como hemos dicho en más de una ocasión, en general no se trata de una alternativa demasiado atractiva si se consideran las obligaciones de cumplimiento y gestión a que obliga la contabilidad ajustada al Código de Comercio y al Impuesto de Sociedades. Sí es verdad que, en algunos casos, esta es una buena opción (sociedades con actividad familiar que quieren reinvertir sistemáticamente parte sus beneficios en mejorar o ampliar sus instalaciones) o estructura societaria mixta por razones de diversa índole. ¿Es una sociedad mercantil la mejor solución? En estás últimas semanas, y fruto de la creciente actividad de la Inspección de Trabajo para detectar y evaluar los casos de “colaboración profesional” regular de odontólogos en clínicas que no son de su propiedad, hemos recibido muchas consultas sobre la idoneidad de que tal colaborador constituya una S.L. (inclusive unipersonal) para romper el riesgo de una presunta relación laboral con la clínica donde presta sus servicios o, en otros casos, siendo la misma propiedad de la clínica quien constituye en sociedad mercantil para incluir como socios minoritarios a sus colaboradores (ofreciéndoles por ejemplo un 1% de las acciones), justamente para que siendo socios y cotizar en el régimen de autónomos se neutralicen los riesgos ante posibles inspecciones de trabajo. La sociedad unipersonal de un colaborador Con claridad hemos de decir que ambas elecciones contienen riesgos importantes en su planteamiento básico y en los objetivos que pretenden cubrir. Si un colaborador constituye una Sociedad Limitada Unipersonal para facturar sus “prestaciones de servicios” a otra clínica dental no conseguirá eludir el vínculo laboral de su relación con la misma y en caso de inspección de trabajo, el conflicto y la sanción están garantizados. Recientemente hemos conocido un caso contundente. Recordemos: un profesional independiente y autónomo se caracteriza por facturar directamente a sus clientes, adquirir materiales para el ejercicio de su profesión y pagar por el uso de instalaciones, personal y espacio. La sociedad mercantil creada para dar acogida a colaboradores Respecto a la solución de constituir una S.L. incorporando como socios minoritarios a colaboradores, hay que destacar dos puntos importantes: el primero es el grado de “vinculación” real que se tiene con unos socios que nunca se han sentido motivados a participar en un proyecto societario de futuro, tanto en actividad como en inversiones. En segundo lugar, estos porcentajes tan bajos de participación obligan a dar de alta al socio minoritario en el Régimen General de la Seguridad Social, no siendo válido su cotización en el RETA (Régimen Especial Trabajadores Autónomos), aunque si tienen clínica propia sí deberán seguir cotizando igualmente en el RETA. Régimen de cotización a la Seguridad Social Veamos el régimen aplicable de cotización de los socios de una sociedad mercantil: a) Socio cónyuge: en el RETA b) Socios en general: en el RETA si, • Tienen al menos el 25% de las participaciones y ostentan funciones de dirección y gerencia del negocio • Si de forma individual poseen una participación igual o superior a un tercio del capital, aunque su trabajo no impliqué funciones de gerencia • Quienes, sumando las participaciones de su cónyuge y los parientes hasta segundo grado con los que convivan, alcancen el 50% de participación. Es decir, que si tiene una sociedad con su cónyuge y este solamente tiene un 10%, también deberá cotizar en el RETA porque entre ambos superan el 50% antes citado. Si se emancipa en su domicilio real y fiscal, puede cotizar en el Régimen General • El resto de situaciones de socios minoritarios que trabajen en la sociedad mercantil capitalista, sin realizar funciones de dirección y gerencia y sin ostentar cargo en el órgano de Administración, se incluirán en el Régimen General como trabajador común. Anàlisi Gerencial i Serveis S.L. Travessera de Gràcia, 93 - 95 4ª planta 08006 - BARCELONA [email protected] Tel. 93 3041920 Fax 93 3041931 c) Hijo no socio: también en el RETA si convive con el propietario porque aun no siendo socio, se cumple el supuesto de convivir con personas que en su conjunto tienen el 50% del capital de la empresa. d) Hermano: si convive con los propietarios, RETA. Si vive de forma independiente, Régimen General. Hay casos en que se deberá cotizar en el Régimen General Asimilado, con exclusión de las contingencias de desempleo y FOGASA. Bases de cotización Con los cambios permanentes en la legislación, recomendamos vivamente que analicen las bases y su histórico de cotización ante los nuevos planteamientos sobre la edad y criterios de jubilación El salario de un socio de una S.L. Los gastos del salario que se retira un socio es un gasto deducible para la sociedad, y por lo tanto el beneficio será menor y reducirá el pago de impuestos. Pero atención: según la reciente doctrina de Hacienda, este salario ha de corresponderse a actividades laborales y/o profesionales realmente efectuadas por el socio, y no considera como rendimiento del trabajo la remuneración que se pueda retirar por sus funciones de gerencia y administración, que las considera inicialmente como rendimientos de actividades económicas (un criterio que está aún generando controversia en algunos escenarios de inspección). En cualquier caso, este gasto para la sociedad respecto al Impuesto de Sociedades, se traduce en un ingreso a efectos del IRPF del socio perceptor de dicho salario. La linealidad del porcentaje de empresas de pequeña dimensión (actualmente en el 25%) versus la progresividad de los tramos del IRPF hace que deba de analizarse en cada situación cuál es el punto óptimo de equilibrio entre ambas obligaciones de tributación. Obviamente, con salarios bajos el ahorro de impuestos es más importante. Pero el salario de un socio debe cubrir sus obligaciones personales, familiares y de ahorro privado; por lo tanto no puede caerse en la tentación de atribuirse un salario bajo buscando el ahorro del IRPF porque como precisará mas recursos familiares, si los retira sistemáticamente deberán declararse como préstamos de la sociedad al socio (devengando intereses) y si los retira como dividendos, volverán a tributar vía IRPF del ahorro. Conclusiones Revise todas las circunstancias del modelo de explotación de su actividad. Consulte sus dudas aportando información objetiva, reconduzca las situaciones anómalas y renegocie aquellas situaciones que puedan generarle consecuencias económicas no deseadas. Estamos a su disposición para ayudarles; pídanos una cita y les atenderemos gustosamente. Julio 2012 Página 2 de 2