¿TIBÍÍB EL FARMACEUTICO OBLIGAOIO» DE DEVOLVER LAS

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S E M A N A R I O K A R M A C K I ! I'ICU.
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¿TIBÍÍB E L F A R M A C E U T I C O OBLIGAOIO» D E D E V O L V E R
LAS RECETAS?
Tal es la pregunta que se ha servido dirigir al Colegio de Farmacéuticos un Sr. Subdelegado. Trátase, como verán nuestros
lectores, de la devolución de las recetas ea los casos en que no
hayan sido pagadas, y para que los comprofesores se informen de
los términos en que la consulta está redactada y del d i c t á m e n
aprobado por aquella corporación, insertamos á continuación
ambos documentos.
La comunicación del Subdelegado de farmacia dice así:
«Sr. Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid:
Habiéndose suscitado cuestión entre un señor médico y un señor
farmacéutico de este partido judicial, sobre la interpretación del
segundo párrafo del art. 20 de las ordenanzas de farmacia, que d i ce: «Las recetas ratificadas se quedarán en poder del farmacéutico, y de las demás llevará éste un libro copiador ó registro diario,
que exhibirá siempre que sea requerido por la autoridad competente.» Por cuyo concepto, reclama el médico que se devuelvan á
los respectivos interesados absolutamente todas las recetas que no
estén ratificadas, por ser un deber de obligación, según se infiere
del segundo párrafo del art. 7.° de las mismas ordenanzas, que
manda imprimir un sello de mano en todas las recetas que se despachen.
»A. lo cual el farmacéutico contesta, que en el párrafo segundo
del artículo 20 citado, y en el segundo del 7.° alegado, no se impone
otra obligación que la que expresan sus palabras, esto es, que la
de llevar el libro copiador, y la de imprimir el sello, etc. Nada absolutamente dicen respecto de la devolución de las recetas á sus
interesados, ni hay tampoco necesidad de ello; porque siendo las
recetas documentos que reclaman su pago en el mero hecho de
que por ellas se despachan artículos de valor tasado, si este se satisface en el acto del despacho, es un deber de justicia devolver el
documento á quien ha satisfecho su valor. Así como también es
muy justo que, ínterin no se pague un crédito, se halle en poder
del acreedor el documento que lo justifique. Que las recetas que
no se paguen en el acto de ser despachadas, son documentos
fehacientes de estarse debiendo su importe al farmacéutico, y que
portante, deben obrar en poder de éste hasta tanto que se pague
su importe.
»Réplica del médico: Las recetas no son necesarias al farmacéutico para reclamar su importe, porque constando ellas en el
libro copiador, éste hace tanta ó más fe que un libro de comercio.
»Contraréplica del farmacéutico: En el libro copiador deben
hallarse las recetas pagadas y no pagadas, y aun cuando en él se
consignase esa circunstancia del pago ó del debe, sería necesario, para evitar toda confusión, llevar por separado otro registro, y
esto, además de ser vejatorio para el farmacéutico y suponiendo á
ENERO 18 DE 1880.-AÍÍU VITI,
16.
17
no
smiVAtao FARMACÉUTICO.
estos documentos toda la fe que les pueda dar, no evitaría eu
muchos casos cuestiones difíciles de resolverse por sólo ellos, y
habría que entrar en justificaciones ó pruebas de declaraciones de
facultativos, los cuales tal vez no siempre pudieran hallarse en
disposición de declarar con acierto, ya por ser bastante grande el
número de las recetas ó haber transcurrido mucho tiempo y no
acordarse, ya también por haberse ausentado ó fallecido, en cuyo
último caso se quedaría el farmacéutico sin poder probar su reclamación. Todos estos inconvenientes, que serían inevitables por sólo
el libro copiador, desaparecen con la simple presentación de las
recetas, que por sí solas, sin más pruebas ni justificación, acreditan que se deben al farmacéutico.
»En vista de lo expuesto, debiendo emitir mi dictámen y deseando alejar toda sospecha de parcialidad, me ha parecido conveniente elevar el caso al ilustre Colegio de Farmacéuticos que usted
dignamente preside, teniendo presente que alguno de sus colegiales debieron intervenir en la redacción de las citadas ordenanzas,
para que tenga á bien esa corporación de resolverle, según el verdadero sentido que deba darse á los expresados artículos. Por tanto: suplico á usted, Sr. Presidente, que en la primera reunión
que celebre ese Colegio, tenga la bondad de proponer á la Junta el
caso que dejo explicado, y de remitirme á la mayor brevedad posible lo que esa ilustre corporación resolviere en este particular.
Dios, etc.»
E l dictámen dice así:
«La Sección de Vigilancia, cumpliendo con el acuerdo del Colegio, ha examinado atentamente la comunicación que le ha dirigido
el Sr. Subdelegado de farmacia del partido judicial de A . . , , y
después de detenido debate, ha acordado evacuar la consulta que
en la misma se interesa aprobando el siguiente dictámen:
»Pregúntase si el farmacéutico se halla obligado á devolver las
recetas, una vez despachadas, sea ó no satisfecho su importe en el
acto de la demanda, salvo los casos de ratificación á que se refiere
la ley de sanidad en su artículo 83 y las ordenanzas de farmacia
vigentes en su art. 20.
»Dejando á un lado la cuestión surgida entre el médico y el
farmacéutico á que se refiere el Sr. Subdelegado del distrito j u dicial de A . . . , y prescindiendo completamente de su procedencia
ó improcedencia y en su caso de quién pueda ser la autoridad competente para resolver, la sección entiende que los fundamentos
que alega el médico para creer que el farmacéutico debe devolver
siempre las recetas no ratificadas, no se ajustan en modo alguno
á los preceptos de la ley que se invoca y que pugnan con la costumbre de largo tiempo atrás establecida, y por nadie, que sepa
la sección, combatida.
»La ley de sanidad se refiere exclusivamente en el artículo ya
citado á las recetas ratificadas, y aun cuando es cierto que el artículo 7.', segundo párrafo de las citadas ordenanzas de farmacia,
obliga á los profesores á imprimir un sello de mano á las recetas
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que despache, y el 20 exige que las copie todas en un libro especial, que debe exhibir siempre que sea requerido al efecto por la
autoridad competente, DO puf de deducirse sin violentar esos preceptos, la obligación de devolver las recetas aun en los casos en
que no se haya satisfecho su importe.
»La costumbre, de largo tiempo atrás establecida, es que las
recetas que no se pagan en el acto, queden en poder del farmacéutico, ya se prometa abonar su importe, ya se destine el medicamento prescrito al uso de un contratado con el profesor. De esa
manera se conducen los farmacéuticos que suministran los medicamentos por medio de igualas, ajustes, etc.; y todos, lo mismo en
las poblaciones grandes que en los pueblos de corto vecindario,
reservan en su poder las recetas cuando han de satisfacerse más
tarde, con objeto de que sirvan de comprobante en las cuentas
respectivas.
»Con esto quedaría del todo resuelta la cuestio.n promovida entre el médico y el farmacéutico en la consulta aludidos, toda vez
que ni á la ley puede dársele el pretendido ensanche, ni la costumbre admite la devolución de las recetas en esos casos. Pero es
fuerza insistir en que nada como la misma receta puede hacer fe
en juicio, y debe tenerse presente que en la misma se estampa
siempre, no sólo el número que la corresponde en el registro, sino
el precio exigido, conforme lo dispone la tarifa oficial vigente.
»Medios sobrados hay, por lo demás, para obviar los inconvenientes que la práctica haya enseñado, tan sencillos y triviales
que no parece necesario señalarlos.
»La sección, pues, opina, fundándose en las brevísimas consideraciones que quedan expuestas, que el farmacéutico está en su
perfecto derecho reservándose las recetas cuyo importe no se haya
satisfecho.
»Este es el dictámen. E l Colegio, sin embargo, acordará como
siempre lo que estime más acertado.—Madrid 22 de Diciembre de
1879.—El Presidente, Germán Ortega.»
Conformes con este dictámen, entendemos de necesidad debía
hacerse constar que para el caso en que el profesor médico necesite tener á la vista la prescripción que está usando un enfermo,
ya para modificarla en su forma ó dosis, ya para variarla y siempre para comprobar sus efectos, puede él mismo hacer dos fórmulas,
una duplicada, que devolverá el farmacéutico sellada para los
efectos indicados, y otra que se reservará como comprobante de la
cuenta que en su dia ha de presentar al interesado ó servir de comprobante de estar igualado en su oficina.
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SEMANARIO FARMACÉUTICO.
Corporaciones facultativas.
COLEGIO DE FABMACEUTIGOS DE MADRID.
Ada ilo la sosion ordinaria celebrada
el di a 22 de Diciembre de 1879.
Presidencia del Sr. D . Fausto Qaragarza.
Abierta la sesión á la hora de costumbre, se leyó y fué aprobad ael acta de la anterior.
Se diójcuenta de haberse recibido un ejemplar de la Critica razonada de las clasificaciones farmacológicas, por D. Fedérico
Prats y Grau, Memoria premiada cou plancha de plata por la Academia y Laboratorio de ciencias me'dicas de Cataluña; E l Colegio
le admitió con aprecio y da las gracias á su autor.
Se recibió un oficio de la real Academia de la Historia, dando
las gracias al Colegio por su invitación para la sesión del aniversario 142, manifestando no haber podido la Academia concurrir á
dicha solemnidad por coincidir ésta con su sesión ordinaria, en el
mismo dia'y la misma hora;
Asimismo otro de la real Academia Española, haciendo presente haber recibido dos ejemplares del discurso en élogio de Don
Ramón Barbolla, y otro oficio de la real Academia de ciencias morales y políticas, dando las gracias por igual motivo.
Se dió conocimiento al Colegio de la aceptación de cargos por
los individuos nombrados para el próximo ejercicio.
Se propuso para individuo corresponsal al Sr. D. Eduardo
Pérez del Molino y Rosillo, licenciado en farmacia y establecido
en Torrelavega, provincia de Santander, por los colegiales señores
Fernandez Izquierdo, Pérez Negro y Marin y Sancho; y para individuo de número á D, Bernabé Dórronsoro, licenciado én farmacia,
por los Sres. Garagarza, Marin y Paredes.~Se acordó que estas
propuestas siguieran los trámites de reglamento.
Se votó para individuo corresponsal al Sr. D. Mariano Ordoñez y Tomás, que fué elegido por unanimidad de sufragios.
Antes de pasar á la órdeu del dia, el Sr. Sádaba dió las gracias
por el cargo cou que le había honrado el Colegio..
Se dió cuenta del dictámen de la Sección de Vigilancia en respuesta á la consulta elevada á este Colegio por el Sr. Subdelegado de farma,cia del partido judicial de Amurrio, sobre interpretación del artículo 20 de las vigentes ordenanzas de farmacia.
Abierta discusión sobre dicho dictámen, y después de un ligero debate entre los Sres. Marin y Paredes, se acordó modificar la
redacción de dicho documento por la Secretaría del Colegio, en
vista de hallarse conformes en lo esencial ambos señores.
E l Sr. Presidente hizo prudentes indicaciones para proceder
con acierto en dicho redacción, aconsejando fuera muy concreta
SEMANARIO FARMACEUTICO.
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al caso, á fin de evitar que en lo sucesivo se cercenaran los derechos del farmacéutico, pues miéntras la ley de Sanidad en su artículo 82ylas ordenanzas de farmacia en el 20, no digan terminantemente se devuelvan las recetas, no se consigne por elColeg-io en
el informe que ha de redactar.
E l Sr. Sádaba dijo que el farmacéutico no tiene obligación ninguna de expedir copia de las recetas. Con estas indicaciones fué
aprobado el dictámen.
Seguidamente se leyeron las cuentas del pasado ejercicio y el
presupuesto de gastos para el inmediato, acordándose pasaran á
la Sección Económica.
Las cuentas y presupuesto estarán de manifiesto en la Secretaría á disposición de los Sres. Colegiales que gusten examinarlas.
E l Sr. Sádaba, acto continuo, leyó una exposición razonada
del plan que en unión del Sr. Marin se proponía llevar á cabo para
que la publicación del Diccionario de Farmacia respondiese á las
necesidades actuales de la ciencia; y el Sr. Marin desarrolló en
breves frases el cuadro de materias y órden que han de seguir en
las que ha de abrazar dicha publicación.
E l Colegio manifestó unánimemente la complacencia con que
había escuchado á dichos señores, dándoles 1H enhorabuena y deseándoles diesen feliz término á una obra que tanta gloria ha de
reportar al Colegio y á sus autores. No habiendo más asuntos de
que tratar, el Sr. Presidente levantó la sesión.
Madrid 23 de Diciembre de 1879.—El Secretario 2.°, Ricardo
Torres.
Asuntos científicos.
INVESTIGACIONES SOBRE LA NITR1FICAC10N
por T h . Schloesing y A. Mnntz.
Hemos demostrado que la nitriñcacion natural debe ser considerada como el resultado de un fenómeno análogo á las fermentaciones, pero que la oxidación del nitrógeno no se produce de una
manera general por los organismos que son los agentes ordinarios
de la combustión de las materias orgánicas, y que debe atribuirse
á uno especial.
Las investigaciones emprendidas con el fin de determinar y
estudiar este organismo, es objeto-de esta nota; si ha sido posible
llevarlas á cabo, es debido á los métodos experimentales que Pasteur ha introducido en la ciencia.
Examinando con microscopio de grande aumento el terreno ó
la tierra vegetal nitriñcable, obsérvase, al lado de los restos orgánicos los organismos más variados; de igual modo, aun en los
medios en que la nitriíicacion es muy activa, es difícil determinar
el sér especial al cual pueda atribuirse. Háso tratado de buscar
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SEMANARIO FARMACÉUTICO.
condiciones de observación m á s favorables que las que presentan
los medios naturales.
Hemos demostrado precedentemente que, sembrando líquidos
apropiados y convenientemente aireados, se produce una nitrificacion rápida; de estos medios líquidos nos hemos valido, los que
permiten aplicar los métodos de Pasteur al desarrollo y estudio
del fermento. E l agua de albañales, clasificada y esterilizada, se
presta á estas investigaciones; pueden emplearse igualmente con
ventaja disoluciones alcalinas diluidas, que contengan las materias minerales necesarias, una sal amoniacal y materia orgánica.
Es dado preparar de este modo medios perfectamente límpidos, en
los que el microscopio no permite ver cuerpo alguno organizado.
Estos, calentados á la temperatura de 110°, en condiciones convenientes, para que gérmen alguno pueda encontrarse en ellos, permanecen inalterables por tiempo ilimitado; pero si en los mismos
se sumerge un poco de mantillo que favorezca el acceso del oxígeno atmosférico, ya provocando un chapoteo para que tenga acceso
el aire puro, ya extendiendo el líquido en capas de pequeño espesor, en presencia del aire filtrado y calentado, y se sostiene la
temperatura conveniente, se comprueba al cabo de pocos dias la
formacion.de nitratos. Si se examina el líquido en este momento,
mediante el microscopio, vese al lado de infusorios raros, abundantes corpúsculos que aparecen ligeramente alargados, de dimensiones muy pequeñas, que nresentan grande analogía en su aspecto
con los organismos que Pasteur ha encontrado en las aguas, y á los
que da el nombre de corpúsculos brillantes y que mira como gérmenes de bacterias.
Valiéndose de dichos líquidos en vía de nitrificacion para sembrar, otros medios estériles, y guardando las precauciones necesarias para conseguir cultivos puros, se llega á otros, en los cuales
se producen nitratos, sin que se pueda descubrir otro organismo
que los corpúsculos puntiformes de que hemos hecho mención,
que se convierten á su vez después en aptos para fertilizar. Parécenos fuera de duda que á estos organismos se debe atribuir la oxidación del nitrógeno; le consideramos como el fermento nítrico.
Examinándole en los diferentes medios en que se desarrolla,
se le ve siempre con dimensiones muy pequeñas, pero que varían
con la naturaleza de aquel: en general aparece más grueso en los
más ricos en materia orgánica.
Se multiplica en los líquidos apropiados, mas con lentitud, lo
cual hace que la nitrificacion sea poco activa al principio de una
sementera, y aumente de seguida progresivamente. Parece m u l t i plicarse por germinación; se les ve con frecuencia bajo la forma
de glóbulos soldados dos á dos, presentando en este caso alguna
analogía con la levadura acética. Colocándoles en condiciones variadas, hemos llegado á hacerles experimentar una transformación.
Cambiando la composición del medio, moderando ó suprimiendo
el acceso del oxígeno, le hemos encontrado siempre con el mismo
aspecto, presentando la forma de corpúsculos redondeados ó li-
SEMANARIO FARMACÉUTICO.
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g-eramente alargados, aislados ó unidos dos á dos; pero su función
más notable y característica, la formación de compuestos oxidados de nitrógeno, permite reconocerlos siempre.
E l fermento nítrico no está dotado de la resistencia que se encuentra en algunos de sus congéneres. Una temperatura de 100°,
sostenida por algunos minutos, le mata infaliblemente; es suficiente aun otra ménos elevada (90°) para detener su acción.
No parece que resista á la privación de oxígeno, prolongada
durante mucho tiempo, cuando ménos en los medios líquidos.
La desecación misma á la temperatara ordinaria le es desfavorable. E l mantillo ó estiércol en putrefeccion, asiento de una n i t r i ficacion enérgica, puede hacerle completamente estéril, después
de desecado por exposición al aire, y esta esterilidad puede persistir, aun cuando se provoquen las condiciones más ventajosas de
la nitriñcacion.
Cuando los medios son ricos en materias orgánicas, este fermento tiene por principales enemigos el moho, cuyo desarrollo detiene la formación de salitre; pero adquiere energía generalmente
su función, cuando el hongo ha consumido su acción ó desaparecido.
E l fermento nítrico está muy repartido; la tierra vegetal es el
medio que le favorece más, y en el que lleva á cima sus más importantes funciones; es raro encontrar una partícula de tierra arable
que sea impropia para fecundizar un líquido.
Las aguas de alcantarillas y en general las que contienen materias orgánicas son ricas en fermento nítrico; hemos comprobado
que en estos medios líquidos es capaz de desempeñar su papel,
contribuyendo á su purificación.
Existe en las aguas corrientes, pero no siempre en gran cantidad; parece atacar de preferencia á la superficie de los cuerpos sólidos y se le encuentra de preferencia en el fondo del vaso.
No le hemos hallado normalmente en el aire; en efecto, no hemos
obtenido nunca fertilización de recipientes estériles, dejando penetrar el aire ordinario, ni introduciendo el polvo separado de muchos metros cúbicos del aire que circunda la superficie de los
cuerpos colocados sobre el suelo ó separado de las aguas de lluvia.
La ausencia del fermento nítrico viviente en la atmósfera está
explicada tal vez por su resistencia limitada á la desecación.
Daremos á conocer bien pronto las condiciones de su desarrollo
y actividad.
{Journ. de Pharm. et CMm.)
Noticias varias.
ENFERMEDADES DEL ESTÓMAGO.—El jóveu y ya distinguido Doctor en Medicina D. Manuel de Tolosa y Latour por sus trabajos
científicos, ha tenido la bondad de remitirnos un ejemplar de la
traducción llevada á cabo del Tratado 'práctico de las enfermedades
del estómago, recientemente publicado en Francia por el Sr. Leven,
bien conocido por los trabajos relativos á dichas dolencias.
A su excelente traducción hay que añadir el mérito que corres-
S l i M A K A l l I O FAlílVlACIíUTICU.
poude al prólogo que para ella ha escrito el disting'uido catedrático
Dr. Martínez Molina. Recomiéndale también su elegante impresión.
Damos las gracias al Sr. Tolosa por su atención, y esperamos sea
acogida la obra según se merece, á cuyo fin recomendamos á nuestros lectores la lectura de su prospecto que distribuimos en el número anterior y el anuncio que puede leerse en la cubierta de éste.
NECROLOGÍA.—Ha fallecido en Mora de Rubielos D . Juan Gregorio Izquierdo, padre de nuestro comprofesor y amigo D. Daniel»
Sentimos la desgracia acaecida á nuestro compañero y le deseamos
toda la resignación necesaria para sobrellevarla.
VIAJE MEDICO Á PARÍS.—Nuestro buen amigo é ilustrado Director de E l Anfiteatro Anatómico ha publicado bajo la forma de un
libro elegante de 455 páginas, las cartas sobre el viaje médico
que hizo á^París el año anterior, y que había publicado en su periódico. Entendemos acertadísima esta resolución por los buenos servicios que está llamada á prestar á todos los que deseen conocer bajo
este punto de vístala nación vecina. Escritas con multitud de detalles
y el buen estilo que emplea en sus escritos el autor, se recomiendan por sí mismas. El anuncio que de ellas se inserta en el lugar
correspondiente informará á nuestros lectores de las condiciones
para adquirirla. Réstanos dar las gracias al autor por el ejemplar
que nos ha dedicado.
SESIÓN INAUGURAL.—La Real Academia de Medicina celebró la
de este año el domingo 4 del actual, habiendo leido su Secretario
perpetuo Dr. D. Matías Nieto y Serrano el discurso de Secretaría
dando cuenta de los trabajos llevados á cabo por la Corporación,
escrito con la galanura y corrección que distinguen los trabajos
todos de tan ilustrado académico. E l Dr. D. Ramón Capdevila leyó
á su vez por encargo de la Academia el científico, cuyo tema es:
Los Hospitales son indis'penso.bles f a r a la asisteíicia de los i n d i gentes y enfermos. Notable por más de un concepto^ fué oido con
grande atención por el ilustrado público que concurrió al acto.
Después se abrieron las plicas de los trabajos premiados, á lo que
siguió la adjudicación de los premios; dándose lectura de seguida
del programa de los mismos para 1880, con lo cual terminó el acto.
LA YERBA CONTRA, LA RABIA. — E l profesor Sr. Inglés anunció
en los periódicos que en la provincia de Lérida «e conocía una
yerba con el nombre vulgar de morrons, la cual, según el mismo,
era eficaz y por lo que creía conveniente se clasificara. Pues bien,
resulta, según el farmacéutico Sr. Carilla, de Monegros, que dicha
planta es la Anagallis arvensis L . , var. PJimnicea Gr. Godr, que
conla var. Ocerulea (Primuláceas) abunda en aquella provincia y la
de Tarragona. También parece recibe dicho nombre en las dos citadas provincias, la Stellaria media, VIH. Alsine mediaL. (Alsinácea), conocida en Castilla y Aragón con los nombres de pamplina,
zadorija 6 yerda cloquera. No puede referirse, sin embargo, el
Sr. Inglés á esta última fmurró blanch), porque sus flores son
blancas. Ésta infesta materialmente los huertos y sitios húmedos
de la provincia de Tarragona y Castilla.
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