3151

Anuncio
RESPONSABILIDAD SOLIDARIA EMPRESAS: CONCURSO
En esta sentencia el problema debatido consiste en determinar si la actividad que prestaba la subcontratada T.D.S.A., a la codemandada, empresa principal, D.S.A., formaba o no parte de la “propia actividad” de la segunda, pues el artículo 42.2 del Estatuto
de los Trabajadores establece la responsabilidad solidaria de empresario comitente y contratista, respecto a las deudas salariales
de este último con los trabajadores empleados en y durante la contrata. Responsabilidad inexistente si las obras o servicios objeto
de la contrata no forman parte de la propia actividad del empresario principal. El concepto de obras o servicios de la “propia actividad” no ha sido pacífico desde que apareció en el Decreto de 17 de diciembre de 1970, del que pasó al artículo 19 de la Ley de
Relaciones Laborales y, posteriormente, al actual artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores. Caben en principio dos interpretaciones de dicho concepto: a) la que entiende que propia actividad es la actividad indispensable, de suerte que integrarán el concepto, además de las que constituyen el ciclo de producción de la empresa, todas aquellas que resulten necesarias para la organización del trabajo; y b) la que únicamente integra en el concepto las actividades inherentes, de modo que sólo las tareas que
corresponden al ciclo productivo de la empresa principal se entenderán “propia actividad” de ella. En el primer caso, se incluyen
como propias las tareas complementarias En el segundo, estas labores no “nucleares” quedan excluidas del concepto y, en consecuencia de la regulación del artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores. Así nos encontraríamos ante una contrata de este tipo
cuando de no haberse concertado ésta, las obras y servicios debieran realizarse por el propio empresario comitente so pena de
perjudicar sensiblemente su actividad empresarial.
ANTECEDENTE DE HECHO:
(Resumidos en el Fundamento de Derecho primero).
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUNYA
Sala de lo Social: Sentencia núm. 3.151 de 6.Mayo.2013.
Ponente: Ilmo. Sr. Don Miguel Ángel SÁNCHEZ BIRRUEL.
Juzgado de lo Social núm. 28 de Barcelona: Sentencia de 3.Septiembre.2012.
Normativa:
Artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores en relación con el art.53.b) del E.T.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO La sentencia de instancia estima la demanda de extinción del contrato de trabajo y reclamación de cantidad interpuesta por la trabajadora Maribel contra las empresa Talleres DA, S. A. y DRA, S. A., así como frente a la persona del administrador concursal de la empresa Talleres Da, S. L. Patricio, declarando extinguido el contrato de trabajo con efectos de 03.09.12 condenando solidariamente a ambas empresas codemandadas al pago de la cantidad de indemnización y de los salarios adeudados
que fija la sentencia con más el diez por ciento de interés por mora.
Frente a dicha resolución judicial interpone la empresa DRA, S. A. recurso de suplicación que articula en base a dos motivos
con finalidad de revisar los hechos declarados probados y examinar las normas sustantivas aplicadas, recurso que ha sido impugnado de contrario.
SEGUNDO En trámite de revisión de los hechos probados al amparo del artículo 93.b) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Social interesa la empresa recurrente la modificación de los ordinales primero, segundo y cuarto, así como la adición al relato
fáctico de tres nuevos hechos bajo los ordinales primero bis, segundo bis y cuarto bis, todos ellos del siguiente tenor literal.
En relación con la revisión de hechos postulada por la recurrente se ha de poner de manifiesto que el recurso de suplicación es
un recurso de carácter extraordinario y tasado en sus motivos, cuya función no es equiparable a la del recurso de apelación, sino
de naturaleza “cuasi-casacional”, de ahí que aunque el artículo 191.b) de la Ley de Procedimiento Laboral otorgue a la Sala la
facultad de revisión fáctica de las sentencias impugnadas, tal facultad se configura de manera excepcional y restrictiva, debiendo
operar conforme a una serie de reglas esenciales, cuya finalidad es evitar que la discrecionalidad judicial se extralimite hasta el
punto de transformar este recurso en una segunda instancia. A consecuencia de ello, la facultad revisora de la Sala no permite
efectuar una nueva valoración global y conjunta de la total prueba practicada en la instancia, operando la facultad de revisión únicamente sobre el elemento de prueba invocado para acreditar el error de hecho que se denuncia, y sin que quepa admitir la revisión fáctica de la sentencia con base en las mismas pruebas que la sirvieron de fundamento a no ser que se demuestre error en la
apreciación de las mismas, por cuanto no cabe sustituir la percepción que de ellas hizo el juzgador de instancia por un juicio valorativo personal y subjetivo de la parte interesada. Finalmente, es imprescindible que el error de hecho denunciado sea evidente y
trascendente al fallo, es decir, el error del Juzgador en la declaración del hecho probado ha de incidir en una posible modificación
del sentido del fallo, y ha de desprenderse con claridad, sin necesidad de interpretaciones, conjeturas, ni cualquier otra hipótesis o
razonamiento, de forma que el documento o pericia “per se” ha de evidenciar lo contrario de lo afirmado o negado en la sentencia,
de una manera clara, directa y patente.
Respecto de los hechos probados primero, segundo y cuarto postula el siguiente redactado:
“PRIMERO.- La actora, Maribel, en fecha 26 de mayo de 2008 firmó con la demandada Talleres Da S. A. un contrato de trabajo
de duración determinada a tiempo completo y eventual por circunstancias de la producción cuyo objeto era solicitud extraordinaria
del cliente Acciona S.A.U. El 1 de septiembre de 2008 celebró con Talleres Da, S. A. un contrato de trabajo por tiempo indefinido.
Su categoría profesional es la de Ingeniero Técnico y tiene un salario con prorrata de pagas extras de 2.484,25 euros mensuales.
A la relación laboral que une a las partes le es aplicable lo dispuesto en el Convenio Colectivo Siderometalúrgico”.
“SEGUNDO.- El 15 de Diciembre de 2011 Talleres DA, S. A. firmó con DRA, S. A. un contrato de 10 semanas de duración
desde su suscripción y cuyo objeto era la ejecución-suministro de equipos de Calderería en la obra de Dragados, S. A. denominada Canal de Isabel II Edar Talamanca, sita en Talamanca de Jarama-Madrid”.
“CUARTO.- Durante el mes de marzo y abril de 2012, la actora solo prestó servicios en la empresa Talleres Da, S. A. unos días
(total 24), a partir del mes de mayo del 2012 el contrato de trabajo quedó en suspenso y todo ello como consecuencia del ERE
suspensivo de contratos de trabajo aprobado (folio 185 a 211)”.
Por lo que hace a los hechos nuevos a adicionar al relato fáctico propugna para cada uno de ellos el siguiente redactado:
“PRIMERO BIS.- El objeto social y la actividad de la mercantil Talleres Da, S. A. es la fabricación de otras cisternas, grandes
depósitos y contenedores de metal (folio 198 a 200, 206, 239 de los autos)”.
“SEGUNDO BIS.- Talleres Da, S. A. en el año 2011 ha desarrollado su actividad de fabricación de cisternas, grandes depósitos, además de para DRA, S. A. para otras sociedades como Acciona Agua S.A.U., Industrias Celulosa Aragonesa, Joca Ingeniería
y Construcciones S.A., entre otras”.
“CUARTO BIS.- La actora prestaba sus servicios en el centro de trabajo de Talleres Da, S. A. sito en Avenida de Barcelona nº
21-23 de Molins de Rei. La trabajadora nunca ha estado en la obra de Dra, S. A. ubicada en Talamanca, Canal Isabel II EDAR”.
Expuesto cuanto antecede, la revisión propuesta no podrá ser acogida, pues aun cuando la sentencia de instancia se haya redactada, en términos generales, sin la debida ortodoxia jurídica y, en particular, el redactado de hechos probados con una de ficiente técnica, no por ello habrán de acogerse las precisiones, modificaciones y adiciones que propugna la recurrente, pues solamente habrá de ser acogida la revisión en tanto en cuanto se cumplan los requisitos expuestos precedentemente y así: a) la modificación propuesta del hecho probado primero, en cuanto a la precisión que introduce resulta irrelevante pues los elementos fácticos que contiene son pacíficos para ambas partes; b) resulta igualmente irrelevante la modificación del hecho probado segundo
pues en el redactado de dicho hecho por el Juzgador “a quo” ya remite al documento del contrato obrante en las actuaciones, el
cual asimismo, resulta pacífico e incontrovertido; c) igualmente es irrelevante a los efectos en el recurso debatidos la incidencia de
la situación de la actora en el expediente de regulación de empleo de suspensión de contratos y los días trabajados en su caso,
pues no se discuten ni se han impugnado las cantidades reclamadas por la actora; d) por las mismas razones es irrelevante la
adición de los hechos nuevos que se proponen como PRIMERO-BIS y SEGUNDO-BIS pues ya se ha dicho que es pacífico el
objeto social y la actividad industrial de la empresa codemandada; e) finalmente, en cuanto a la adición del hecho probado
CUARTO-BIS tampoco ha de merecer acogida pues se basa en prueba no hábil a los efectos pretendidos (son meras fotocopias)
no aceptadas por el juzgador de instancia, todo ello al margen de que el hecho de que la trabajadora nunca hubiera estado en la
obra de Dragados, S. A. ubicada en Talamanca, Canal Isabel II EDAR, en nada desvirtúa la posibilidad de que hubiera trabajado
respecto del objeto de la contrata suscrita entre las empresas codemandadas.
TERCERO Con amparo procesal en la letra c) del artículo 193 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social denuncia la empresa recurrente la infracción por la sentencia de instancia del a) artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, b) artículo 42 en
relación con el art. 50.b), ambos del Estatuto de los Trabajadores, y c) artículo 42.2 ET en relación a su interpretación jurisprudencial, aduciendo al efecto, en síntesis: a) que la actividad de la empresa codemandada no puede considerarse como inherente al
ciclo productivo de la recurrente por lo que debe declararse su falta de legitimación pasiva; b) en su caso, de desestimarse lo anterior, la recurrente no es responsable solidaria del pago de la indemnización por extinción del contrato laboral de la demandante por
el impago de salarios por la mercantil empleadora; y c) finalmente, la recurrente sería responsable solidaria de las obligaciones de
naturaleza salarial contraídas por la contratista y subcontratista con sus trabajadores, lo que no sucede en el caso de autos en el
que la demandante no estuvo trabajando en la obra de la recurrente, ni en el momento de pedir la extinción del contrato de trabajo
estaba trabajando para contrato alguno de la empresa DRA, S. A.
Que la cuestión objeto de este recurso ya ha sido examinada por la Sala al resolver la misma cuestión, pero relativa a otros
trabajadores de la empresa Talleres Daga SA y respecto de la misma responsabilidad solidaria que igualmente se declaró en la
instancia respecto de la recurrente DRA SA, por lo que siendo el recurso presente de igual contenido a los formulados anteriormente, no puede, por motivos de necesaria coherencia, darse solución distinta a la hermenéutica que se ha seguido en las anteriores resoluciones de esta Sala de fechas.11.04.13 y 19.04.13. Que en dichas sentencias señalábamos que:
“2. Començarem la nostra anàlisi per la pretensió abans qualificada com a), és a dir, la tesi de la recorrent en el sentit que
l’activitat de l’empresa subcontratada era essencialment la caldereria, el què resulta aliè al seu objecte social de construcció i obra
pública.
Volem indicar que, efectivament, la doctrina unificada ha vingut, com resulta notori, a establir què cal entendre per “pròpia activitat”, delimitant aquest concepte com allò que hom pot qualificar com a “nucli dur” de l’activitat de l’empresa, rebutjant altres funcions merament accessòries o d’aquestes altres que, tot i ser imprescindibles no conformen la dita centralitat productiva. D’aquí
que les STS UD de 18 de enero de 1995 (RJ 199514), 24 de noviembre de 1998(RJ 19980034) i 22 de noviembre de 2002(RJ
200310), entre d’altes, hagin establert que la “pròpia activitat” és assimilable a les funcions inherents del procés productiu. .
En aquests sentit la STS UD de 24.11.1998 indica que escauen dues interpretacions de la pròpia activitat: a) la que entén que
s’ha d’incloure l’activitat “indispensable”, de tal manera que s’hi integren a banda de les nucli dur del cicle productiu totes aquelles
activitats que siguin necessàries per a l’organització del treball; i b) únicament les què s’integrin en l’activitat “inherent”. En el primer
cas s’hi inclouen les tasques complementàries; en el segon, les funcions nuclears. Però com precisa el dit pronunciament, amb cita
de la STS 18.01.1995: “si se exige que las obras y servicios que se contratan o subcontratan deben corresponder a la propia actividad empresarial del comitente, es porque el legislador está pensando en una limitación razonable que excluya una interpretación
favorable a cualquier clase de actividad empresarial”. 6 de mayo de 2013 es clar, per tant, que segon el TS una interpretació expansiva buidaria de sentit l’ art. 42 ET, atès que aquest no té altra finalitat que reduir els supòsits de responsabilitats de l’empresari
comitent i, precisament per això, “ha de acogerse la interpretación que entiende que propia actividad de la empresa es la que engloba las obras y servicios nucleares de la comitente”.
Ara bé, el fet que es tracti de l’activitat nuclear o inherent no ha de ser confós amb una mera lectura formal, com la que se’ns
proposa en el recurs, centrada únicament en l’objecte social d’ambdues mercantils. Escau estar, en cada cas, amb els elements
concorrents de la contrata, per tal de determinar si ens trobem o no davant un nucli dur del procés productiu corresponent, màxim
quan –com ocorre en el present cas– la principal és alhora contratista d’una altra empresa o Administració. És per això que trobarem, per exemple, pronunciaments cassacionals que declaren la concurrència de les garanties de l’art. 42 en relació a empreses
de telefonia respecte les mercantils que instal·len cablejat telefònic (per totes, STS UD 22.11.2002-RJ 200310-) –essent obvi
que tampoc aquí concorre la identitat d’objecte social–. Allò que determina si concorre o no una contrata és, en definitiva, l’àmbit
objectiu de l’activitat “ad hoc” i específica, i no el subjectiu.
Doncs bé, en el present cas és pacífic que la recorrent encarregà a la contratista la realització d’una sèrie de funcions, que
consten en l’annex del contracte d’arrendament d’obra, de molt diversa índole, en relació a l’encàrrec del Canal d’Isabel II en
l’ENAR de Talamanca del Jarama. Com fàcilment es pot comprovar, per les limitacions de la prova practicada per la recorrent,
aquestes són les úniques dades de les què disposa la Sala. En aquest marc és obvi que no podem més que compartir els arguments del jutjador del primer grau, atès que resta evident que ens trobem, en principi, davant funcions que semblen inherents en la
realitat de l’obra contractada, sense que les simples manifestacions de part que conté el recurs ens puguin dur a una conclusió
diferent a la del jutjador del primer grau. D’aquí que el motiu hagi de ser desestimat.
3. Respecte la responsabilitat de la recorrent en el pagament de la indemnització per extinció del contracte, el motiu ha de ser
estimat. En efecte, caldrà indicar, en aquest sentit, que com encertadament indica la recorrent la responsabilitat de l’empresa principal de conformitat amb l’ art. 42 ET resta limitada –a banda de l’aplicable a les obligacions de Seguretat Social– al salari, el què
determina l’exclusió de qualsevol responsabilitat de les dites empreses en quant les indemnitzacions per acomiadament i altres
conceptes assimilats, com ara els salaris de tramitació (SSTS UD 14.07.1998 -RJ 1998544-, 29.03.1999 -RJ 1999758-, 28.04.1999
-RJ 1999649-, 09.12.1999 -RJ 1999718-, 10.08.2000 -RJ 2000175-, 02.10.2000 -RJ 2000351-, 26.12.2000 -RJ 2001880-,
23.01.2001-RJ 2001062-, etc).
Atès que la compensació extintiva per incompliment empresarial que contempla l’ art. 50 TRLET és una indemnització, escau,
aplicant aquesta doctrina, absoldre a la recorrent de les responsabilitats per aquest concepte.
4. Finalment, respecte la falta de responsabilitat de la recorrent respecte els salaris adeutats per no prestar el demandant serveis en l’obra objecte de la contrata, el recurs ha de ser desestimat.
En efecte, com s’ha dit, no consta cap element fàctic que ens pugui dur a la conclusió que l’actor no treballà pràcticament mai
en l’obra referida, més enllà de les fotocòpies aportades com a única prova documental i no valorades pel jutjador del primer grau
com element de convicció. Al què, en tot cas, caldrà afegir que, com també s’ha indicat, no escau limitar l’article 42 i els seus efectes únicament als treballadors que físicament treballen en una concreta obra, atès que el seu contingut remet a les obligacions
generals de l’empresari contratista. No estem dient amb això que la dita norma estengui tota la seva eficàcia a tots els treballadors
de l’empresa contractada: és obvi que si una mercantil té vàries activitats productives, la responsabilitat de la principal es limitarà a
aquelles persones que realitzin funcions en l’objecte de la contrata. Ara bé, no podem compartir la tesi locativa de la recorrent, atès
que si s’aconsegueix acreditar, com és el cas, que els treballadors que físicament no estant a l’obra presten en seus serveis per a
la contrata en activitats accessòries, auxiliars, directives o tècniques (i en el present cas l’actor és enginyer tècnic) és obvi que la
responsabilitat de la principal s’estén també en aquests.
TERCER.- Escau, per tant, estimar en part el recurs formulat per la codemandada i, en conseqüència, revocar en part la sentència recorreguda, amb la conseqüència de l’absolució de la recorrent de la quantitat fixada a la sentència respecte la indemnització per extinció del contracte, però mantenint el règim de condemnes en quant els salaris deguts, amb devolució a la recurrent del
dipòsit efectuat i, en el seu cas, de les diferències de les consignacions en metàl lic efectuades o la cancel lació de l’assegurament
prestat de la quantitat objecte de condemna, un cop aquesta sentència sigui ferma”.
Que no otra ha de ser la interpretación que debe darse en el presente caso a las denuncias ya examinadas en la antecedente
sentencia y por lo tanto debe mantenerse la hermenéutica transcrita, lo que implica igualmente la estimación parcial del recurso.
VISTOS los preceptos legales citados, sus concordantes y demás de general aplicación.
FALLAMOS
Que debemos estimar y estimamos en parte el Recurso de Suplicación interpuesto por la empresa DRA. SA contra la sentencia de fecha 3 de septiembre de 2012 dictada por el Juzgado de lo Social nº 28 de los de Barcelona, dimanante de autos 357/12
seguidos a instancia de Maribel contra la mencionada empresa recurrente, Talleres DA. SA, Administrador Judicial D. Patricio y el
Fondo de Garantía Salarial y, en consecuencia, debemos revocar y revocamos en parte dicha resolución y, como consecuencia de
ello, absolvemos a la recurrente de la condena relativa a la cantidad fijada como indemnización por extinción del contrato
(21.677,90 €), pero manteniendo el resto de condena en cuanto a los salarios debidos.
Que debemos declarar y declaramos la devolución del depósito efectuado por la empresa recurrente, así como la devolución
de las diferencias de las consignaciones efectuadas en metálico o la cancelación en parte del aseguramiento prestado en la cantidad objeto de la condena, una vez sea firme esta resolución.
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y expídase testimonio que
quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de sentencias.
La presente resolución no es firme y contra la misma puede interponerse Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina,
para ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, el cual deberá prepararse mediante escrito con la firma de Abogado y dirigido
a ésta Sala en donde habrá de presentarse dentro de los diez días siguientes a la notificación, con los requisitos establecidos en el
Art. 221 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social.
Así mismo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 229 del Texto Procesal Laboral, todo el que sin tener la condición de
trabajador o causahabiente suyo o beneficiario del régimen público de la Seguridad Social o no goce del beneficio de justicia gratuita o no se encuentre excluido por el art. 229.4 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, consignará como depósito, al
preparar el Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina, la cantidad de 600 euros en la cuenta de consignaciones que
tiene abierta esta Sala, en el Banco Español de Crédito –Banesto–, Oficina núm. 2015, sita en Ronda de Sant Pere, nº 47, Nº 0937
0000 66, añadiendo a continuación los números indicativos del recurso en este Tribunal.
La consignación del importe de la condena, cuando así proceda, se realizará de conformidad con lo dispuesto en el art. 230 la
Ley Reguladora de la Jurisdicción Social y se efectuará en la cuenta que esta Sala tiene abierta en Banesto (oficina indicada en el
párrafo anterior), Nº 0937 0000 80, añadiendo a continuación los números indicativos del Recurso en este Tribunal, y debiendo
acreditar el haberlo efectuado, al tiempo de preparar el recurso en esta Secretaría.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Descargar