¿Quién teme a la energía oscura? “Soy un físico, y por eso mismo soy un filósofo e incluso un metafísico. Juicio perfectamente aplicable los cosmólogos especulativos modernos.” Octavio Paz, La llama doble El 10 de diciembre de 2011 se llevó a cabo la ceremonia de los Premio Nobel de Física 2011, los cuales fueron otorgados a los físicos Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess, “for the discovery of the accelerating expansion of the Universe through observations of distant supernovae”. La Academia Sueca de Ciencias reconoció de esta manera a uno de los descubrimientos científicos más intrigantes de la Cosmología moderna y que tiene que ver con que las galaxias se alejan unas de las otras con velocidad creciente con el paso del tiempo. El descubrimiento fue dado a conocer entre 1998 y 1999 por los equipos liderados por los antes mencionados Premios Nobel1. Además de intrigante, el descubrimiento de la expansión acelerada del Universo es desconcertante sobre todo debido a que la fuerza de gravedad es la única que debe existir entre cualquier par de galaxias y todos sabemos que la gravedad es una fuerza atractiva. ¿No debieran entonces las galaxias atraerse y por tanto alejarse con velocidad decreciente? Y sin embargo la respuesta es la siguiente: la gravedad no es solo atractiva, sino que también puede ser repulsiva. Lo desconcertante, y al mismo tiempo sorprendente para nuestra afortunada generación, del descubrimiento de 1998-1999, es que hayamos encontrado un ejemplo de gravedad repulsiva y de que su manifestación más clara ocurra precisamente en las escalas cósmicas. En los párrafos siguientes, haré una descripción sobre las ideas físicas y conceptos matemáticos que dan sustento a nuestra suposición de que una componente material exótica existe, de que es la componente material más abundante en el Universo actual y la responsable de que la expansión cósmica sea cada vez más rápida. Aunque la Física encuentra su expresión más exacta precisamente en el uso de símbolos y relaciones matemáticas, el uso de las matemáticas será mantenido en su mínima expresión, pero haré mi mayor esfuerzo para lograr que el texto no deforme en demasía lo que las ecuaciones de la Física muestran. El campo gravitatorio del Universo. Para mejor comprender cómo se inserta la expansión acelerada del Universo en nuestra concepción actual del Unvierso, es indispensable que hablemos de los conceptos matemáticos y físicos que la rodean. Comencemos haciendo una breve descripción de la Teoría de la Relatividad General (la cual abreviaremos como TRG), nuestra teoría moderna de la gravitación, la cual fue formulada en 1915 por Albert Einstein. La TRG establece que la fuerza de gravedad no es más que la manifestación de la curvatura del espaciotiempo provocada por toda masa presente. En ese sentido, la gravedad no es una fuerza en el sentido Newtoniano de la palabra (donde las fuerzas están relacionadas con tensiones, estiramientos, etc.), sino que ahora debemos concebir (imaginarnos) al espacio y al tiempo como las 4 coordenadas de una superficie curvada en y sobre la cual los objetos realizan sus movimientos. Esto tiene una consecuencia muy profunda: la fuerza de gravedad es una manifestación geométrica de las propiedades de una superficie curva (el 1Información completa puede encontrarse en la página web: http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/2011/ 1 espaciotiempo), y como tal su descripción física puede y debe ser dada en términos de conceptos puramente geométricos. En 1917, Albert Einstein publica el primer artículo cosmológico en el sentido moderno del término, “Kosmologische Betrachtungen zur allgemeinen Relativitätstheorie” (Consideraciones cosmológicas de la Teoría General de la Relatividad) [Preussische Akademie der Wissenschaften (Berlin). Sitzungsberichte , 142–152]. Ya en ese artículo encontramos un concepto muy importante que ha delineado fuertemente nuestra idea de Universo (y por el cual parece ser que el mismo Einstein fue ampliamente criticado por sus contemporáneos): el Principio Cosmológico (de Einstein, y que abreviaremos como PC), el cual establece que el Universo es espacialmente homogéneo e isotrópico. Es decir, la composición y propiedades del Universo son las mismas vistas (medidas o cuantificadas) desde cualquier posición (homogeneidad) y las mismas vistas en cualquier dirección (isotropía). En el fondo, el PC no es más que la reivindicación del Principio Copernicano que establecía que la Tierra no ocupaba ninguna posición privilegiada en el Sistema Solar (el Universo según se entendía entonces), solo que ahora extendido al conjunto de la miles de millones de galaxias que observamos. La utilidad del PC radica en el hecho de que nos permite acotar la posible geometría del espaciotiempo del Universo. A través de un ejercicio matemático firmemente establecido, los cálculos culminan en la escritura de la métrica del Universo que conocemos como la métrica de Friedmann-Roberton-WalkerLemaitre (y que por razones de espacio abreviaremos como FRWL)(Weinberg 1972)(Charles Misner 1973). En sentido estricto, la métrica de FRWL establece que las propiedades geométricas del espaciotiempo son isotrópicas alrededor de cualquier punto en el mismo y solo van a tener una dependencia funcional del tiempo (cambian con el tiempo), que su curvatura espacial es nula2 y que existe una coordenada temporal particular a la que denotaremos como tiempo cósmico t. De hecho, la única función que lleva información acerca de los cambios en la métrica es el llamado factor de escala del Unvierso, usualmente denotado por a(t). Que una sola función del tiempo sea la responsable de llevar a cuestas la información física del espaciotiempo del Universo no es sorprendente ya que es consecuencia ineludible de aceptar la validez del PC. Tan sencillo como pueda parecer, el factor de escala encierra información muy importante sobre cómo se expande el Universo, la cual está contenida en su valor y en el de sus derivadas temporales, como se enlista a continuación. 1.Tamaño del Universo. Utilizando la métrica de FRWL, es posible determinar que el factor de escala actúa como factor de proporcionalidad para la distancia entre nosotros y cualquier otro objeto en el Universo, digamos otra galaxia. Entonces, decimos que el Universo está en expansión si el factor de escala es una función creciente del tiempo; por el contrario, el Universo estaría en contracción si el factor de escala es una función decreciente del tiempo. 2.El parámetro de Hubble H(t). La razón de cambio del factor escala con el tiempo, lo que formalmente se conoce como su primera derivada temporal, nos da una medida de la velocidad de expansión del 2 El PC permite que en la métrica de FRWL aparezca una curvatura espacial no-nula, pero tomaré un atajo en mi descripción considerando que tal curvatura es nula, como lo señalan las mismas observaciones cosmológicas. También debe apreciarse que lo que es nulo es la curvatura espacial, mas sin embargo lo que sigue existiendo es la curvatura del espaciotiempo y por tanto el Universo está sujeto a un campo gravitacional, tal y como lo demanda la TRG. 2 Universo. Debido a su importancia, esta primera derivada temporal recibe el nombre de parámetro de Hubble, debido a que fue Edwin Hubble, en 1929, quien primero logró determinar su valor a partir de las mediciones sobre las velocidades de recesión de galaxias cercanas, véase la Fig. 1. El parámetro de Hubble es una función cambiante en el tiempo, pero su valor presente nos da una medida de la edad y tamaño del Universo observable. De acuerdo a mediciones recientes, el valor actual del parámetro de Hubble es de 72 metro segundo/Megaparsec (estas son las unidades que se manejan por ser las apropiadas para las escalas cosmológicas), de lo cual inferimos que la edad del Universo es aproximadamente de 13,700 millones de años, con un tamaño (radio observable alrededor nuestro) de al menos 13,700 millones de años-luz (no debe olvidarse que un año-luz es la distancia que recorre la luz en un año, y que corresponde a 9.5 billones de kilómetros.). 3.Parámetro de desaceleración q(t). Este parámetro tiene que ver con la segunda derivada temporal del factor de escala y mide la razón de cambio de la velocidad de expansión del Universo, es decir, mide la aceleración de la expansión. Se le ha conocido históricamente como parámetro de desaceleración porque por mucho tiempo se creyó que el Universo se expandía desaceleradamente. 4.Señales luminosas. Las grandes mensajeras cósmicas son las ondas electromagnéticas, entre las cuales encontramos las señales que puede captar el ojo humano, que se encuentran en lo que se llama el espectro visible, o que más en corto conocemos como la luz. Al viajar por el Universo, las ondas electromagnéticas sienten el efecto de la gravedad a través de lo que se conoce como corrimiento gravitacional al rojo, que se denota en inglés como redshift y que se representa con la letra z. La explicación física es que las ondas electromagnéticas pierden energía al viajar en un campo gravitacional, y por tanto el corrimiento gravitacional al rojo es una medida del cambio temporal del factor de escala del Universo, es decir, de su expansión. El corrimiento al rojo es la medida usual de tiempos y distancias en cosmología, y en la tabla siguiente hago un resumen de lo valores usuales del corrimiento al rojo y su equivalencia con distancias y edades del Universo. Corrimiento al rojo z Edad del Universo (millones de años) Distancia (millones de años-luz) 0.0 13,700 0.0 0.1 12,420 1,500 0.5 8,650 9,300 1.0 5,930 22,000 1.5 4,340 36,000 Infinito 0.0 40,000 Tabla 1. El corrimiento al rojo y su relación con la edad del Universo y la distancia cosmológica respecto de la Tierra que le corresponde. Los valores calculados de los dos últimos fueron determinados de acuerdo con el Modelo Cosmológico Estándar. De acuerdo a la tabla, el tamaño del Universo observable es de 40,000 millones de años-luz. 3 Distancias luminosas cosmológicas y supernovas tipo Ia. Para determinar el corrimiento al rojo de una fuente de luz lejana, que usualmente son las estrellas, basta con conocer su luminosidad intrínseca, aquella que mediríamos de estar cerca de ella. Esto es realmente imposible para estrellas ubicadas fuera del Sistema Solar, no digamos para estrellas ubicadas en otras galaxias. Pero el PC viene a nuestro rescate: las estrellas en cualquier parte del Universo deben tener una composición material igual a la de las estrellas cercanas a nosotros, en particular, su composición debe ser igual que la de la estrella más cercana a nosotros: el Sol. Muchas propiedades del Sol las conocemos tanto a través del avance en los detectores astronómicos como de los avances de la Física de las partículas elementales en los últimos 100 años. Por ejemplo, analizando los espectros de luz del Sol, es decir, analizando en detalle el tipo e intensidad de radiación electromagnética que emite, es que estamos bastante seguros de que el Sol está hecho principalmente de Hidrógeno (H) y Helio (He). De acuerdo al entendimiento que tenemos de la Fisica de partículas elementales, también sabemos que hay una relación entre la masa de una estrella y el tipo de radiación electromagnética que emite preponderantemente. Estrellas con con poca masa son de un color rojizo, mientras que estrellas más masivas se ven azuladas. Otra forma de decirlo, es que las estrellas menos masivas son más calientes que las más masivas. Por tanto, cuando comparamos el brillo aparente de una estrella con el que hipotéticamente tendría al estar cerca de la Tierra, podemos calcular la distancia a la que se encuentra. Aquí quiero recalcar la palabra calcular, ya que una medición física de la distancia es todavia imposible de realizar. Pero aún una estrella muy masiva es imposible de ver en las grandes distancias cosmológicas a las que se encuentran de nosotros otras galaxias. Afortunadamente, para eso contamos con la presencia en una galaxia típica de miles de millones de estrellas, y entonces una galaxia individual puede ser vista a grandes distancias gracias a la potencia luminosa combinada de todas sus estrellas. De esta manera, cada galaxia puede ser tratada como un solo objeto luminoso al cual se le puede calcular su corriento al rojo al analizar su especto luminoso. Desafortunadamente, a diferencia de lo que pasa con estrellas individuales, no podemos decir cuál es la luminosidad intrínseca de una galaxia, por lo que nos es imposible calcular sus distancias con sólo medir su brillantez. Para galaxias suficientemente cercanas a la nuestra, la Vía Láctea, se pueden utilizar diferente métodos geométricos para calcular sus distancias. Ese fue el trabajo cuidadoso realizado por Edwin Hubble en 1929 y que le dió un lugar de honor en la historia de la Cosmología; la figura original del descubrimiento del Universo puede apreciarse en la Figura 1. 4 Figura 1. Diagrama original utilizado por Edwin Hubble en 1929 con el cual mostró evidencia sobre la expansión del Universo. El eje horizontal mide las distancias en parsecs (1 parsec = 3.26 años-luz), mientras que el eje vertical muestra los corrimientos al rojo en términos de velocidades, algo común en esos días, de galaxias cercanas a nuestra Vía Láctea. Este tipo de gráficas recibe desde entonces el nombre de “diagramas de Hubble”. Puede observarse que las galaxias más lejanas se mueven más rápido, lo cual se conoce precisamente como Ley de Hubble. La gráfica demuestra la expansión de Universo, de tal forma que el parámetro de Hubble H(t) es una función positiva, pero no puede dar ninguna información sobre el parámetro de desaceleración q(t). El máximo corrimiento al rojo registrado en esta gráfica de Hubble es de z=0.003, que corresponde a una distancia de casi 42 millones de años-luz de distancia. La figura fue tomada de (Hubble 1929). Al rescate llegaron las supernovas tipo Ia. Las supernovas denotan, de manera general , las explosiones violentas de estrellas que han agotado alguno de sus ciclos de vida. Usualmente, las estrellas agotan alguna fase de su combustible nuclear y la presión de la radiación que producen disminuye, lo que provoca que la autogravedad de la estrella la haga contraerse y después explotar. En un tiempo del orden de varios días, la luminosidad de la estrella aumenta para luego disminuir una vez que ha terminado el ciclo de la explosión. De hecho, la denominación de nova y supernova viene del hecho de que, en el pasado, estrellas lejanas se hacían visibles al ojo humano al momento de explotar, por lo que por unos días parecía que en el cielo había aparecido una nueva (nova) estrella donde antes no la había. Debido al alto número de estrellas en el Universo (miles de millones de estrellas en una galaxia típica, miles de millones de galaxias típicas distribuidas en todos lados en el Universo) es muy probable que cada segundo estén ocurriendo explosiones estelares en alguna parte del cielo. Sin embargo, muchas de ellas no son lo suficientemente intensas como para ser detectadas por nuestros telescopios; pero algunas de ellas lo son, en particular unas que son denominadas supernovas tipo Ia. 5 Las supernovas tipo Ia son explosiones de estrellas extremadamente poderosas, y por tanto, extremadamente luminosas; mientras duran, pueden ser tan intensamente brillantes como para superar la de la galaxia que las aloja. Existe el consenso de que las explosiones corresponden a estrellas enanas blancas en sistemas binarios, aunque no se ha podido determinar aún el tipo de estrella que las acompañan (Peter Nugent 2011; Weidong Li 2011). Las supernovas tipo Ia también poseen la peculiaridad de tener una evolución muy regular (en términos técnicos, una curva de luminosidad muy regular) que es practicamente la misma independientemente de dónde se encuentren, ver la Figura 2. Bastó entonces con estudiar las supernovas tipo Ia ocurridas en galaxias cercanas, de las cuales se podía conocer su distancia utilizando algunos otros métodos astronómicos, para establecer una calibración que relacionara su luminosidad y la distancia a la que se encuentran. En otras palabras, sabiendo su luminosidad puede determinarse su distancia, y viceversa. Por supuesto, esto que cuento en unos cuantas líneas resume el esfuerzo continuo de medir y de entender a las supernovas llevado a cabo por diversos grupos astronómicos durante varias décadas hasta culminar en los artículos decisivos de Perlmutter, Schmidt y Riess en 1998-19993 y en el descubrimiento de la expansión acelerada del Universo, ver por ejemplo la Figura 3. normalized flux R 0.4 normalized flux normalized flux et. al. (2003) F814W 0 −40 0 40 80 120 150 550 1997eq z=0.54 0.4 −40 0 40 80 120 150 550 F675W 0.4 0 −40 0 40 80 120 150 550 1997ez z=0.78 0.8 0.4 −250 −40 0 40 80 120 150 550 F814W 0.8 0.4 0 0 −40 0 40 80 120 150 550 1998as z=0.35 0.8 0.4 −250 −40 0 40 80 120 150 550 F675W 0.8 0.4 0 0 −40 0 40 80 120 150 350 1998aw z=0.44 0.8 0.4 −250 −40 0 40 80 120 150 550 F675W 0.8 0.4 0 −450 −250 0.8 0 −250 band 0.4 0.8 −250 I 0.8 0 −250 normalized flux 1997ek z=0.86 0.8 −250 normalized flux Knop band 0 −40 0 40 80 Observed day from peak 120 150 550 −450 −40 0 40 80 120 150 550 Observed day from peak Figura 2. Curvas de luminosidad de 5 supernovas tipo Ia (de arriba hacia abajo), en dos bandas diferentes de observación. Puede observarse que la duración de las explosiones es de aproximadamente 40 días a partir del máximo de la curva (una vez que las curvas han sido calibradas apropiadamente con supernovas cercanas), y que la forma de las curvas es bastante similar para todos los casos. Figura tomada de (Robert Knop 2003). 3 Actualmente se cuenta con catálogos de aproximadamente 500 supernovas tipo Ia, con los cuales los estudios de la expansión del Universo no han hecho más que comprobar su aceleración actual. En el futuro cercano, se espera aumentar el numero de supernovas hasta más allá del millar con la ayuda de nuevos telescopios espaciales. 6 Figura 3. Moderno diagrama de Hubble realizado con las mediciones de supernovas tipo Ia hasta el año 2003. A diferencia de lo hecho por Hubble (ver la Figura 1), en este diagrama el máximo corrimiento al rojo detectado es de z=1.0 (escala vertical derecha), que corresponde a una supernova que explotó cuando el Universo tenía la mitad de su tamaño actual y una tercera parte de su edad presente, es decir, la supernova ocurrió hace casi 10 mil millones de años. Adicionalmente, podemos observar en la misma gráfica que las supernovas tipo Ia indican una preferencia por Universos cuya expansión primero desacelera y después acelera (lineas verdes). La figura fue tomada de (Perlmutter 2003). La energía oscura. Una vez descubierta la expansión acelerada del Universo, queda aún abierta la interrogante de cómo es posible lograr una gravedad repulsiva. Para esto, debemos dejar la cinemática (estudio de la expansión del Universo), y concentrarnos ahora en la dinámica para descubrir a los agentes responsables. Debemos recurrir a las famosas ecuaciones de Einstein de la TRG; éstas son ecuaciones tensoriales que forman un conjunto acoplado de 10 ecuaciones independientes en derivadas parciales no-lineales. De inicio, las ecuaciones de Einstein son un reto matemático enorme si uno intenta resolverlas de manera general. Afortunadamente para nosotros (y para el Universo), el PC llega de nuevo a nuestro rescate. Para un universo espacialmente homogéneo e isotrópico, las ecuaciones de Einstein son solamente un par de ecuaciones acopladas no lineales en derivadas ordinarias; una de ellas se refiere a la velocidad de expansión del universo, y la otra se refiere a la aceleración de la expansión del universo. La segunda es la que nos importa principalmente, por lo que nos concentraremos en ella. 7 Pero primero debemos hablar un poco sobre la materia del Universo. Las ecuaciones de Einstein relacionan la geometría del espaciotiempo con las fuentes del campo gravitatorio, que no son otra cosa que los campos materiales que nos interesan. Un concepto del que echaremos mano es el de un fluido cósmico. La palabra fluido nos remite directamente a imágenes sobre el agua y el aire (o cualquier otro líquido o gas), para los cuales nos interesa conocer solo propiedades medias generales: densidad, presión, composición, etc., sin ahondar mucho en lo que pasa dentro del mismo punto por punto. Pero esa es precisamente la imagen que necesitamos para pensar sobre la materia en el Universo: partículas distribuidas de manera uniforme y homogénea (si así no lo fuera, romperíamos el PC). Por partículas me puedo referir a fotones (partículas de luz), átomos, etc., o hasta a estrellas o galaxias. Entonces, lo único que nos interesará conocer es la densidad de energía y la presión medias de cada fluido cósmico material que compone al Universo. Si el Universo se rigiera estrictamente por la Ley de la Gravitación Universal de Newton, entonces en la ecuación de aceleración solo debería aparecer la densidad de energía del fluido cósmico como provocadora de la fuerza de gravitación. Por el contrario, de acuerdo a la TRG, la presión del fluido también contribuye en la generación del campo gravitacional. Las ecuaciones de Einstein muestran que una expansión acelerada del Universo es posible si el fluido cósmico dominante tiene una presión negativa. Tan extraño como pueda sonar, la TRG permite la presencia de gravedad repulsiva siempre y cuando la materia presente cumpla con la condición arriba mencionada. Tal relación no es satisfecha (si es que usted amable lector se lo está preguntando en estos momentos) por materia alguna de la que conocemos en nuestro entorno cercano y con la cual tengamos contacto diario. Sin embargo, el Universo parece sugerirla si es que queremos explicar las observaciones sobre la luminosidad de supernovas tipo Ia lejanas. Este es el origen de nuestra creencia en la existencia de una componente material, muy exótica, que es capaz de acelerar la velocidad a la que se alejan las galaxias unas de otras en el Universo, y a la que denominamos genéricamente como energía oscura (Matos 2004). La constante cosmológica de Einstein. Han pasado mas de una decena de años en los que la comunidad de cosmológos teóricos ha trabajado intensamente para descifrar el misterio de la composición de la energía oscura. Sin embargo, ningun modelo ha sido lo suficientemente satisfactorio como para dejar a la comunidad con la sensación que hemos resuelto el misterio de la expansión acelerada. Pero entre todos los modelos, uno destaca por ser extremadamente sencillo, de hecho es el más sencillo de todos, aunque su naturaleza fundamental sea todavía un enigma. Se trata de la constante cosmológica (que abreviaremos como CC), una predicción teórica de la TRG que el mismo Einstein utilizó en sus modelos cosmológicos. Esta CC debe ser considerada como una constante fundamental de la naturaleza, al mismo nivel que lo son la velocidad de la luz en el vacío, la constante de Planck, la masa y carga del electrón, entre otras. Por mucho tiempo la utilidad de la CC se mantuvo en duda, y la mejor suposición que podía hacerse era considerar que su valor era exactamente cero, aunque pronto se supo que, con un valor aceptable, sería capaz de provocar una expansión acelerada del Universo. De hecho, es posible mostrar formalmente que la CC es equivalente a un fluido exótico que cumple exactamente con que su presión 8 es el negativo exacto de su densidad de energía (en las unidades apropiadas), ¡cumpliendo ampliamente la condición para ser un candidato aceptable de energía oscura! Las dificultades aparecen cuando los cosmólogos, y los físicos en general, intentamos explicar por qué la CC debe tener precisamente el valor determinado por las observaciones cosmológicas. No es posible entender ese valor con ninguna de las ideas o conceptos que conocemos actualmente, por lo que la comprensión de nuestro propuesta más sencilla para la energía oscura debe esperar a un desarrollo futuro de las teorías físicas (ver (Banks 2004)). Figura 4. Restricciones cosmológicas sobre las contribuciones porcentuales de materia (materia oscura más materia ordinaria como átomos, neutrinos y fotones) y de la CC, de acuerdo al Modelo Cosmológico Estándar. La CC contribuiría con aproximadamente el 70% del contenido material en el Universo presente. Las observaciones cosmológicas son las supernovas tipo Ia (SNe), la radiación del fondo cósmico (CMB, por las siglas en inglés de Cosmic Microwave Background), y de las oscilaciones acústicas bariónicas (BAO, por las siglas en inglés de Baryonic Acoustic Oscillations). Figura tomada de (R. Amanullah 2010). Mientras tanto, nuestro mejor modelo cosmológico considera precisamente que la energía oscura es una CC, a falta de un mejor prospecto. En la Figura 4 podemos apreciar las regiones de confianza señaladas por diversas observaciones cosmológicas y las restricciones que imponen sobre las contribuciones porcentuales de materia y la CC en el Universo presente. Las regiones de confianza son muy grandes, como es típico en la Cosmología, pero todas parecen coincidir en una región pequeña del espacio de parámetros, que indicaría que la CC contribuye con aproximadamente el 70% de la materia total. Con 9 esto se configura lo que se llama el Modelo Estándar Cosmológico (o de la Coincidencia Cósmica, por la coincidencia de las observaciones cosmológicas en la Figura 4). Apuntes finales. La búsqueda de modelos más satisfactorios de la energía oscura tiene todavía mucha vida por delante. Mencionaré brevemente aquellos que han ganado mayor notoriedad. En primer lugar, están los modelos de gravedad modificada, así llamados porque parten de la hipótesis de que la TRG no es la versión ultima de la gravedad, sino solo un paso intermedio(Ruth Durrer 2008). Así como el origen de la CC fue meramente geométrico, se pueden aventurar toda una serie de modificaciones a la TRG que en principio siguen siendo compatibles con los principios teóricos que le dieron origen. Sin embargo, las versiones más sencillas (aunque notoriamente más elaboradas que una simple CC) no han probado ser mejores modelos que la CC. Lo mismo sucede con las teorías multi-dimensionales, en las que se propone que nuestro Universo contiene más de 3 coordenadas espaciales y la gravedad es un campo capaz de propagarse en todas ellas, de tal forma que la expansión acelerada no es otra cosa que el universo multidimensional proyectado sobre el espaciotiempo cuadridimensional accesible a nuestros sentidos. Por otro lado tenemos la versión de que el Universo es realmente infinito en extensión, y que las propiedades físicas que observamos cambian de una región a otra del mismo (Max Tegmark 2006). La región en la que existimos comenzó a expandirse hace 13,700 millones de años y coincidentemente tiene los valores físicos adecuados para finalmente producir la vida como la conocemos. En esta región del universo, la CC tiene el valor adecuado para acelerar la expansión cósmica; en otras regiones, la CC tomaría otros valores, para los cuales probablemente no hay expansión acelerada, y el universo luce muy diferente al de nuestra región observable. Este tipo de razonamiento está influido por el llamado Principio Antrópico, que establece que las condiciones físicas del Universo son las adecuadas para producir seres humanos como nosotros, de tal forma que nuestra existencia se convierte en el método de selección de los parámetros físicos del Universo (solo son permitidos aquellos valores que permitieron en algún punto la aparición de la vida sobre la Tierra). Desafortunadamente, este tipo de razonamientos no han sido muy convincentes, ya que no se ha mostrado hasta la fecha una prueba de que nuestra existencia sea altamente probable entre las opciones presentadas por un universo infinito. El misterio de la energía oscura es probablemente el acertijo cosmológico que más retos presentará a las generaciones de físicos del siglo XXI. Para cualquier otro, existen esperanzas fundadas de encontrar su explicación partiendo de nuestras ideas físicas actuales, como es el caso, por ejemplo, de la materia oscura, para la cual se han diseñado cualquier número de aparatos detectores terrestres y se tiene la esperanza de también cazarla en los grandes aceleradores de partículas. Pero la energía oscura es un ente diferente, que de forma casi inevitable nos obliga a mirar en las grandes escalas cósmicas para su detección, con nulas expectativas de detectarlo en las escalas galácticas, no digamos en las escalas del Sistema Solar y mucho menos en las de los laboratorios terrestres. Por esa misma dificultad, todos estamos seguros de que con cada pedazo de información que logremos arrancarle, estaremos teniendo acceso a un cosmos completamente nuevo, literalmente hablando. No me resta más que cerrar este artículo tomando prestadas unas palabras escritas con buen tino y mejor prosa por el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, en su libro La llama doble: “O sea, el cosmos tiene una historia y uno de los objetivos de la ciencia es conocer esa historia y contarla. La física se volvió crónica del cosmos. ... las preguntas que hoy se hacen los científicos se las hicieron, 10 hace dos mil quinientos años, los filósofos jónicos, fundadores del pensamiento occidental ... estas preguntas hoy regresan y son tan actuales como en los albores de nuestra civilización.”(Paz 1993) Bibliography Banks, T. (2004). "The Cosmological Constant Problem." Physics Today 57(3). Charles Misner, a. K. T., and John Wheeler (1973). Gravitation, Freeman. Hubble, E. (1929). "A relation between distance and radial velocity among extra-galactic nebulae." Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 29. Matos, T. (2004). ¿De qué está hecho el Universo?, Fondo de Cultura Económica. Max Tegmark, A. A., and Martin Rees (2006). "Dimensionless constants, cosmology and other dark matters." Physical Review D 73(023505). Paz, O. (1993). La llama doble, Seix Barral. Perlmutter, S. (2003). "Supernovae, dark energy, and the accelerating universe." Physics Today 56(4): 6. Peter Nugent, e. a. (2011). "Supernova SN 2011fe from an exploding carbon-oxygen white dwarf star." Nature 480. R. Amanullah, e. a. (2010). "Spectra and Light Curves of Six Type Ia Supernovae at 0.511 < z < 1.12 and the Union2 Compilation." Astrophysical Journal 716: 16. Robert Knop, e. a. (2003). "New constraints on OmegaM, OmegaLambda, and w from an independent set of eleven high-redshift supernovae observed with HST." Astrophysical Journal 598: 10. Ruth Durrer, a. R. M. (2008). "Dark energy and modified gravity." arXiv:0811.4132. Weidong Li, e. a. (2011). "Exclusion of a luminous red giant as a companion star to the progenitor of supernova 2011fe." Nature 480. Weinberg, S. (1972). Gravitation and Cosmology, Wiley. 11