La expansión del Universo Héctor Zenil Nuestro entendimiento del Universo como un sistema físico descansa ahora sobre tres observaciones astronómicas fundamentales (ver: La radiación cósmica de fondo); la primera que se hizo fue la expansión del Universo. Durante miles de años, se supuso que el Universo era estable e inmutable; sin embargo, en el siglo XX, al observar objetos muy lejanos, los astrónomos se percataron con asombro de que las galaxias que veían se alejaban. Uno de esos astrónomos, Edwin Hubble, detectó, además, que entre más lejos estuvieran esas galaxias se alejaban más rápido. A partir de este hecho estableció lo que hoy conocemos como Ley de Hubble. Ésta afirma que a distancias astronómicas, los objetos del Universo se alejan entre sí a una velocidad proporcional a su separación. La explicación más simple de esto era que, como lo sugerían las ecuaciones de Einstein, el Universo se estaba expandiendo. Sabemos ahora que el Universo a gran escala se expande de manera isotrópica; es decir, en todas direcciones. Las observaciones de Edwin Hubble llevaban a la conclusión de que en los tiempos remotos del Universo en expansión, las galaxias debieron estar mucho más cercanas entre sí. En el Universo primigenio la densidad y temperatura de la materia debieron ser muy altas. Partiendo de esto se desarrolló el modelo de la teoría de la Gran Explosión o Big Bang.