Regeneración de Pino Radiata en el monte de U.P. nº147 “Posadero”

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Forestal
Regeneración de
Pino Radiata en el
monte de U.P.
nº147 “Posadero”
En general, las plantaciones con Pinus radiata (pinus insignis)
se realizan con planta de una savia a raíz desnuda o en
contenedor, tras la eliminación de los restos de corta a hecho
del arbolado tras cumplir su turno de corta. Sin embargo tras
un incendio y la corta del arbolado se produce una regeneración
natural que se suele destruir con la eliminación de los restos,
para la preparación del terreno y nueva plantación. Se describe
en este artículo la experiencia realizada en el monte de U.P. nº
147 Posadero de Bizkaia y su posterior evolución, transcurridos
veinte años, en la que se mantuvo la abundante regeneración.
TEXTO:
ANTONIO BUESA
urante el ciclo normal de
una masa arbórea tiene
lugar la sustitución de
los árboles que desaparecen
bien por muerte natural, por
enfermedades o por corta para
su aprovechamiento, por otros
nacidos de las semillas que diseminan a lo largo de sus vidas.
Es lo que se conoce por
regeneración natural, que se
puede facilitar mediante las
llamadas cortas de
regeneración.
Entre las especies más
adaptadas para la
regeneración natural están las
del género Pinus, cuyos frutos
conocidos por conos o piñas, al
abrirse sueltan multitud de
piñones que en condiciones
favorables del suelo germinan
con facilidad, dando lugar a su
D
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sustrai.65
abundante regeneración, que
con los adecuados trabajos
selvícolas, aseguran la
continuidad de los pinares.
Esto sucede con los pinos
autóctonos ibéricos, cuya
representación en Bizkaia,
corresponde al pino silvestre
(Pinus sylvestris L.), que
abunda en Orduña y sus
Entidades menores, en mezcla
con diversos robles.
La especie forestal más
abundante en Bizkaia, como
es de sobra sabido, es el pino
insignis (Pinus radiata,
D.Don= Pinus insignis
Dougl.)
En esta especie la
regeneración natural es
problemática, debido a que en
su piña serotina, las brácteas
permanecen cerradas en
condiciones normales de
temperatura, por lo que los
piñones quedan encerrados no
siendo posible en general la
regeneración natural.
Para que la piña del pino
insignis se abra, se necesita un
golpe de calor, no habitual en
la latitud en la que se suele
plantar, cornisa cantábrica y
así las plantas que regeneran
son escasas y normalmente
quedan dominadas por el
arbolado existente tras los
aclareos, sin ningún futuro de
pervivencia.
Sin embargo, tras un incendio
forestal, la piña del insignis,
abre perfectamente sus
brácteas y se posibilita la
germinación de los piñones
dando lugar a una abundante
regeneración natural.
Generalmente se ha preferido,
tras un incendio, eliminar
todos los restos de corta por
medios mecánicos, con lo que
desaparecen casi todas las
plántulas brotadas de semilla
y proceder a la repoblación
artificial.
Al año de la plantación se
suelen observar plantas de
insignis fuera del marco de la
plantación artificial y que
sobrepasan a las plántulas
artificialmente introducidas.
Es lo que los "técnicos rurales"
llaman "plantas nacidas de por
si" es decir brotadas de la
germinación de la semilla.
En algún caso, tras un
incendio forestal, se puede
plantear la duda de conservar
la regeneración natural
producida, evitando así
recurrir a la plantación
artificial.
Esto sucedió hace años en el
monte Posadero,
concretamente en 1980, tras
una serie de incendios
forestales pasando a relatar la
secuencia de aquellos
acontecimientos.
ANTECEDENTES
El monte de U.P. nº 147
"Posadero", de la propiedad de
la Diputación Foral de
Bizkaia, está situado en el
Término Municipal de Muskiz,
que limita al Oeste con la
Comunidad de Cantabria.
La regeneración de P. radiata
cuya evolución se va a
describir, tuvo lugar en una
ladera del monte cuya altura
está comprendida entre las
cotas 275 y 425 m. sobre el
nivel del mar. La pendiente
media oscila entre el 36% y el
52%.
La orientación dominante es
hacia el Este. La superficie de
la ladera es de unas 35 Has. y
fue repoblada en 1.961 con P.
radiata.
Antes de producirse la
regeneración, se produjeron
los siguientes acontecimientos
por orden cronológico:
En Septiembre de 1.980 un
incendio intencionado, dió
lugar a unos doce focos y
apenas afectó al vuelo. El
incendio tuvo lugar durante la
noche, apenas hubo viento y
si una densa niebla, que
impidió su detección.
Sin consecuencias graves en el
cercanos, habida cuenta de la
escasez de planta de una savia
que teníamos en Bizkaia en
nuestros viveros habituales en
el invierno de 1982.
Se llegaron a sacar más de
cien mil plantas para
repoblar, y de las zonas en las
que se arrancó, apenas si se
notó su extracción, tal era la
densidad de las plantas
nacidas.
TRATAMIENTO SELVÍCOLA
FOTO 1. PANORAMICA
(1982).
DE LA REGENERACIÓN NATURAL.
PISTAS
DE SACA EN DONDE SE QUEMARON
LOS RESTOS
arbolado, del que apenas se
chamuscaron las ramas más
bajas. El arbolado no estaba
podado. La corteza de los
fustes si aparecía más o menos
soflamada, desde el suelo
hasta un máximo de un metro
y medio. El suelo queda limpio
de sotobosque, por donde se
extendió el fuego.
En otoño de 1.980 se inició un
fuerte ataque de
procesionaria, plaga latente en
esta zona, pero que se acentuó
dadas las condiciones
meteorológicas favorables. En
agosto y septiembre las
precipitaciones fueron del
orden de los 30 mm., por mes,
es decir 60 mm., cifra muy
inferior a la media de la suma
de ambos meses que es 146,8
mm., durante los últimos
dieciséis años.
Consecuencia de este ataque
fue una notable defoliación en
toda la masa arbolada que nos
ocupa, durante el año 1.981.
En febrero de 1.981, se
produjo un nuevo incendio
forestal, en día de fuerte
viento Sur que afectó al vuelo
de 35 Has. pobladas.
Quedaron algunos trozos de
bosque sin quemar,
precisamente aquellos en los
que el sotobosque apenas se
había desarrollado tras el
incendio de suelo habido en
setiembre de 1.980.
Se procedió a la tala de todo el
arbolado, incluso el menos
afectado por el fuego, pero al
que la procesionaria había
dejado en precario estado
vegetativo. Se dejó un
bosquete no quemado sin
cortar para observar si se
producía su recuperación tras
el fuerte ataque de la
procesionaria.
En la primavera de 1982 y
ante la excelente regeneración
natural existente se planteó el
modo de proceder para lograr
la plena repoblación del suelo.
Para comprobar el número de
plántulas procedentes de la
germinación de los piñones,
abiertas las piñas tras el
incendio referido, se
establecieron doce parcelas de
100 m2, elegidas al azar en las
35 Has. afectadas por el fuego,
con los siguientes resultados.
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
1 1.320 plántulas
2 1.618 plántulas
3 1.174 plántulas
4
895 plántulas
5
237 plántulas
6
342 plántulas
7
320 plántulas
8
289 plántulas
9
690 plántulas
10 963 plántulas
11 956 plántulas
12 805 plántulas
Por lo que el número de
plantas por Ha. oscilaba entre
23.700 y 161.800 plantas.
Ante estas cifras, que en el
peor de los casos 23.700
plántulas/Ha., superaba en
diez veces el número de
plantas, con que se plantaba
en Bizkaia el P. radiata en
aquellos años, 2.500
plantas/Ha. con un marco de 2
x 2 metros (en la actualidad se
planta a un marco de 3 x 2
metros y 1.666 plantas/Ha) se
decidió respetar la
regeneración natural.
Generalmente tras un
incendio se procede a la corta
y extracción del arbolado en
pie y a la limpieza con medios
mecánicos de los restos de
corta, apilándolos en fajas
según curvas de nivel y
quemándolos. Ahoyado
posterior a mano si la
pendiente del terreno impide
REGENERACIÓN DE
P. RADIATA
A partir del invierno de 1982
se observó el nacimiento de
múltiples plantitas de P.
radiata, primero en las vías de
saca y taludes y a medida que
se fué retirando la madera, en
los espacios que quedaban
entre las fajas de leña.
Al principio no se le dió mayor
importancia a esta
regeneración, habitual por
otra parte en casos análogos,
pero al ver que las pistas de
saca parecían eras de vivero
en algunos tramos, se pensó
utilizar esta planta para
repoblar algunos montes
FOTO 2. EL
GUARDA
VIDAL JOSÉ UGALDE “CHECHU”
OBSERVA ATENTAMENTE LA REGENERACIÓN
DE PINO
(1982).
sustrai
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un subsolado mecánico y
plantación con planta de una
savia y a raíz desnuda, o con
taco.
Dada la regeneración natural
que había, y la pendiente del
terreno, pareció oportuno
optar por favorecer la
regeneración, en contra de la
opinión generalizada.
Con ello, como más adelante
se verá, se obtenía un ahorro
en lo meramente económico,
no quedaba el terreno
descubierto con la limpieza
mecánica de restos mediante
la práctica de la roza al aire,
con el consiguiente proceso
erosivo, más acusado los dos
primeros años hasta que
queda cubierto el monte por la
propia plantación y el
matorral renovado (helecho,
argoma, etc.) la plantación ya
quedaba asegurada y se
ganaban dos años en la
consecución de la misma.
OPERACIONES REALIZADAS A
FAVOR DE LA REGENERACIÓN
NATURAL
Con el fin de favorecer el
seguimiento de los futuros
trabajos selvícolas, se procedió
a la recogida manual de los
restos de corta, apilándolos en
las pistas secundarias de saca,
existentes en el monte.
Esta labor muy costosa, se vio
facilitada por la densidad de
pistas trazadas según curvas
de nivel y distantes entre si
unos cincuenta metros
medidos según la pendiente de
la ladera.
Una vez apilados los restos, se
quemaron en las pistas en días
apropiados.
El monte quedaba limpio de
restos con lo que:
a) Se disminuía el riesgo de
ataque de Hylobius abietis,
plaga habitual en las
plantaciones de coníferas, al
disminuir los refugios en los
que anida y se desarrolla el
insecto.
b) Se facilitaban para el
futuro las labores de selección
de plantas a realizar.
c) Los desbroces necesarios,
para la buena vegetación del P.
FOTO 3. ASPECTO
ACTUAL DE LA REGENERACIÓN
MA
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sustrai.65
radiata, especie heliófila,
carecía de obstáculos para las
habituales herramientas
manuales (cortamatas, azadas,
etc.).
Una vez limpio el monte, se
eliminaron por corta, las
plantas menos vigorosas o mal
formadas, dejándolas a un
espaciamiento de 1 x 1 metros.
El año siguiente 1983, se
volvieron a eliminar plantas
sobrantes hasta conseguir el
espaciamiento aproximado de
2 x 2 metros y unas 2.500
plantas/Ha.
El costo total de estas
operaciones ascendió a unas
50.000 Ptas/Ha. cuando en las
propuestas de repoblación el
presupuesto era de unas
115.000 Pts/Ha.
CONCLUSIÓN
En este caso concreto la
conservación de la
regeneración natural tuvo una
clara ventaja económica en
relación con una plantación
artificial, mediante una roza al
aire, quema de restos apilados,
ahoyado y plantación.
El suelo, como se ha
comentado, quedaba protegido
por los restos de corta y al año
por el propio regenerado. Las
plántulas de regeneración
están perfectamente
arraigadas y soportan mejor
los efectos del viento.
Por otro lado no sufren las
consecuencias del trasplante
del vivero al lugar de
plantación y soportan mejor
las consecuencias de un
eventual periodo de sequía,
estando ya adaptadas a su
estación.
En la plantación artificial se
pueden destacar las siguientes
ventajas.
a) Mecanización de los trabajos
de limpieza de restos en
pendientes inferiores al 45%.
b) Preparación mecánica del
suelo mediante subsolado
cuando lo permita la
naturaleza del suelo y su
pendiente sea inferior al 30%.
El marco de plantación de 3 x
2 m. equivalente 6 m2 /planta
permite la mecanización de los
desbroces del matorral
competidor con las plantas de
repoblación.
Tras una corta a hecho de un
pinar de pino insignis, al
alcanzar su turno, no hay
duda de que hay que proceder
a una plantación artificial,
pues la regeneración natural
existente es muy escasa y
procede de las piñas abiertas
tras la quema en pilas o fajas.
La duda surge tras un
incendio y la posterior corta a
hecho del arbolado. Habría
que valorar las circunstancias
particulares de cada caso,
pendiente, densidad de pistas
para el apilado de los restos de
la corta etc.
Sin embargo la cada vez
mayor escasez de mano de
obra para los trabajos de
monte, hace que sea poco
viable una experiencia como la
del monte Posadero a
principios de los años 80.
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