criterio médico. - Hemeroteca Digital

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EL
CRITERIO MÉDICO.
MADRID, 25 Í)E AGOSTO DE 1870.
CLÍNICA.
ANGIO-LEÍJCITIS.
Asi se llama la inflamación de los vasos y de los ganglios linfáticos. Esta enfermedad se ha designado también por los AA. con
^08 nombres de Elephaniiasis de los árabes, Edema duro, Hernia carnosa , Enfermedad glandular de las Barbadas, etc., etc.
En 1809, Mr. Alard escribió un tratado sobre esta enfermedad
particular del sistema linfático tan poco conocida; en 1824 apareció la 2." edición de la obra, en que ya el autor, con más copia de
datos, denominó la enfermedad infamación de los vasos absorbentes
linfáticos.
En todas las edades, en todas las condiciones de la vida, y tan
frecuentemente en un sexo como en otro, sobreviene esta enfermedad , 8Í' bien el temperamento linfático, y el puerperio sobre todo,
favorecen la predisposición á contraería, porque el enfriamiento es
la causa, ocasional más común de su desarrollo, en particular cuando obra sobre alguna parte del cuerpo caliente ó bañada de sudor,
como sucede en el sobreparto. La angio-leucitis puede afectar todas las partes del cuerpo, pero en las extremidades inferiores es
donde con más frecuencia se presenta. Mr. Alard la ha visto desarrollada en la cara, produciendo una tumefacción permanente en
fcs párpados, los carrillos, la nariz y los labios, y á veces limitada
á un solo lado del rostro; también se la ha observado en el pecho
y en el cuello, formando en estas partes tumores compactos, y en
las mamas un aumento de volumen extraordinario, lo mismo que
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KL CRITERIO MEDICO.
en el vientre, ano y órganos de la generación, cuando se fija en
estas regiones; sobre todo en el escroto, que adquiere unas dimensiones monstruosas, y cuando la angio-leucitis reside en este sitio
y bajo esta forma, toma los nombres de sarcocele de Egipto, andrum
ó hidrocele endémico del Malabar.
Esta enfermedad, al adquirir cierto grado de intensidad, es
completamente incurable para el tratamiento alopático, que no
sirve para otra cosa más que para favorecer el desarrollo del mal,
localizarlo más y más, poniéndolo en peores condiciones, que hacen de todo punto imposible la resolución, y trastorna á la vez el
reposo de otros órganos, alterando profundamente sus funciones.
Por eso las emisiones sanguíneas locales en la dirección de los vasos linfáticos afectados, y al mismo tiempo al epigastrio; la aplicación de tópicos emolientes, narcóticos y astringentes, y un vendaje compresivo, que los enfermos no pueden soportar; los purgantes
drásticos, los diuréticos, las incisiones superficiales, la acupuntura , la quinina, para combatir los accesos ó recargos, y alguna vez
también la amputación del miembro afectado: tales son los medios
de tratamiento que la escuela de los contrarios emplea para combatir la angio-leucitis, que rara vez ocasiona una muerte pronta;
mas como su duración es tan larga, transcurridos algunos meses
en medio del mayor sufrimiento, se alteran, por fin, los órganos
interiores, y sucumben entonces los enfermos por marasmo.
Después de estas ligeras nociones, que los AA. me han sugerido sobre la enfermedad que me ocupa, describiré ahora la
angio-leucitis que padeció la esposa del Sr. D. Pablo González de la Pefla, ingeniero de montes y oficial del Ministerio de
Fomento.
Madre esta señora de muchos hijos, su penúltimo y penosísimo
embarazo terminó en los primeros dias del mes de Abril del año
próximo pasado. Precedieron al parto intensos dolores espasmódicos, que lo dificultaron mucho, y la puérpera estuvo más de media
hora descubierta, sintiendo mucho frío, descuidada y desatendida
por el cirujano, que no se ocupó de otra cosa que de lavar y vestir al recien nacido. Tiene lugar el alumbramiento, y aunque esta
señora entró en la cama caliente y con mucho abrigo, tardó bas-
KL OKITBSIO lláDIOO.
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taute en sentir calor, que luego se graduó tanto, que fué una verdadera calentura, terminando por sudor.
Según que éste se extinguia, se notaban señales marcadas de
retención de orina, y por momentos el tenesmo y deseos de orinar
se hicieron tan vehementes, que no permitian á la enferma el más
ligero descanso. Seis glóbulos de cantk, 200.*, sobre la lengua,
dominaron instantáneamente este síntoma. Los accesos de frió,
calor y sudor se reprodujeron en los dias sucesivos, con más ó
menos intensidad y á distintas horas, y un dolor pungitivo en la
ingle izquierda y parte interna del muslo del mismo lado hacia
sufrir bastante á la puérpera, que si por el dia estaba muy molestada , laa noches eran insoportables por la impaciencia, agitación,
movilidad incesante de las extremidades, cabeza y tronco, y por
el delirio, que recaia sobre diversas ideas. Este síntoma en particular, acompañado de calor y pulso frecuente, me alannó mucho,
porque lo consideré precursor de una miliar, como efectivamente
se presentó á la tercera noche y dia séptimo del parto. Siempre
es grave la miliar en las puérperas, mas ésta terminó felizmente,
á beneficio de la hellad. y stram., que combatieron el delirio, favoreciendo asi la crisis miliar cristalina, que condujo á buen término
luego el arsen. Los loquios, suprimidos completamente, aparecieron con la miliar, y la subida de la leche se graduó poco, á pesar
de la succión sostenida del niño, que su madre se empeñaba decididamente en criar, hasta que tocó la imposibilidad de la empresa
por falta absoluta de secreción láctea.
Con la descamación de la miliar dejó de hacerse temible el mayor enemigo de la recien parida; ésta, sin embargo, no entraba
en convalecencia, por el insomnio tenaz, con mareos y desvanecimiento de la vista, por la sed, inapetencia, vómitos y diarrea,
por el calor y frecuencia del pulso, que marcó constantemente
120 y 130 pulsaciones, y por el dolor de la ingle y parte interna
del muslo, que se reprodujo con la descamación de la miliar; bellad,, ipec, hry, y nux-vom. no detuvieron el curso de la nueva dolencia , que yo, presentía con síntomas graves, ya que el puerperio
es por lo regular bueno; que cuando es malo, pone en peligro in-
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KL OfilTBBIO ii&DlOO.
mínente la vida de la paciente, y si no sucumbe, agota, por lo
menos, todas las fuerzas del sufrimiento. '
Triste y desconsolador es para el médico no poder curar tedas
las enfermedades; mafe si éstas se presagian antes que se desarrollen , aunque no sea posible dominarlas siempre, el médico entonces merece bien de los que depositan en él su confianza.
De todos los síntomas precursores del desarrollo de una enfermedad grave, como de una mala terminación en la que ya se ejercita la atención del facultativo, el más importante es el pulso (1),
porque su frecuencia está precisamente en razón directa de la intensidad del padecimiento. Dejo ya consignado el número de pulsaciones de la arteria radial de esta puérpera, y prevenido estaba
para la nueva enfermedad, que no se hizo esperar muchos dias. El
dolor de la ingle y muslo, aumentando en intensidad y frecuencia.
(1) Hace años visité á otra puérpera que cinco semanas antes dtl parto tuvo
una pena profunda, temiendo la pérdida de su esposo, que padeció una pulmonía
con delirio furioso, y terminó al fin favorablemente por una miliar. Esta señora,
aunque tomó dosis frecuentes de ign., plio». ae. y otros medicamentos, no dominaron por completo la sensación de peso en la cabeza, el insomnio y loe mareos :
el parto no ofreció nada de particular que merezca referirse, ni el puerperio tampoco ; pero al dia noveno advertí un ligero aumento de calor, con frecuencia de
pulso, y comuniqué al esposo de la puérpera la inquietud que estos síntomas ha.
bian producido en mi ánirno, por más que aquélla, al parecer, continuase bien en
su puerperio. Este ligero calor con el movimiento del pulso no pudieron dominarse, y al tercer dia de la aparición de estos síntomas, repentinamente espiró
esta señora á consecuencia de una milinr que brotó en el cerebro, viéndose en el
pecho sólo algunos granos cristalinos en el momento de espirar. Yo no pude curar á esta enferma, es verdad; mas su esposo, deferente y afectuoso siempre conmij?o, con frecuencia me recuerda fué desgraciadamente bien fundada mi alarma.
Hace años también visité á otra enferma con pulmonía, que al dia quinto quedó completamente dominada. Continuó bien en la convalecencia esta señora, y
convenientemente preparada, prometí se levantaría el dia décimo. Sentada la
convaleciente en la cama y con la ropa á la vista, esperaba impaciente mi visita
para vestirse. El calor apenas estaba aumentado, pero quedé sobrecogido al contar 140 pulsaciones, y más me sobrecogió contemplar el buen estado de la cabeza
de esta señora, que dirigía palabras de alborozo y contento á sus parientes y numerosos amigos que fueron á felicitarla por su restablí^oimiento. El órgano del
lenguaje me pareció excitado. Todos quedaron confundidos cuando les dije era
urgente poner sin demora la unción á la enferma, porque eran cortos los momentos que la restaban de vida, y apenas la unción le alcanzó. Desgraciado el enfermo que tenga en su organismo el germen de la miliar, según apareció también
en el pecho de esta señora al espirar, que como sea maligna en sí misma, se morirá, porque hasta ahora, desgraciadamente, no se ha encontrado el específico de
esta enfermedad tan grave, ejecutiva, rapidísima en su curso y mortífera.
EL CRITERIO MEDICO.
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fué ya permanente y se extendió á todo el muslo, rodilla, pierna
y pié, particularmente en la dirección del principal tronco nervioso, vasos arteriales, venosos y linfáticos que le acompañan. La
extremidad inferior derecha se puso en el mismo estado que la
izquierda, y á los pocos dias del desarrollo de la angio-leucitia adquirieron las dos extremidades tal aumento de volumen, que las
piernas, sumamente hinchadas, cubrían los pi¿8, que á su vez estaban también hinchados, y sólo los dedos se percibían, porque habían perdido completamente su forma : al rededor de la articulación se notaba un surco profundo : piernas y pies estaban desfigurados , y á SU semejanza con las patas del elefante es debida la denominación de elephantiasis con que se la designa. En toda la
dirección délos vasos linfáticos, desde las ingles, que también se
hallaban hinchadas, hasta los píes, se formó una cuerda dura, nudosa , parecida á una especie de rosario de glandulitas abolladas,
la piel correspondiente se puso rubicunda é hinchada y de aspecto
erisipelatoso, hinchándose también el tejido celular subyacente,
con g;ran aumento de calor.
A estos síntomas locales se agregaron los simpáticos, anunciando que el estómago, el cerebro y el corazón tomaban parte en el
padecimiento de los miembros abdominales.
La sed era viva, la inapetencia grande, las náuseas frecuentes,
algún vómito de las bebidas contenidas en el estómago molestaba
también á la enferma, la lengua estaba constantemente cubierta
de una capa blanco-amarillenta, había diarrea más ó menos abundante y frecuente, las orinas eran copiosas y pálidas, y la incomodidad general y ansiedad eran igualmente grandes.
Los prolongados escalofríos seguidos de calor intenso, que terminaba por un sudor copioso, ya general, ya parcial, se sucedían
sin interrupción, aunque sin intervalo marcado, pero su repetición
iba siempre precedida de un aumento de la flegmasía externa, y
al terminar se notaba un nuevo incremento en la hinchazón de las
extremidades. El pulso no dejó de estar veloz ni aun por un momento en todo el ourso de la enfermedad, y la agitación de las
nophes era mayor que la del día, contribuyendo mucho para ello
el insomnio tenaz, que á la vez favorecía el delirio.
366
Jth ORITBBIO HÍDICO.
A los veinte dias del desarrollo de la angio-leucitis, los accesos
do frió, calor y sudor comenzaron á ceder en intensidad y frecuencia, el dolor de las extremidades cedió también un poco, pero la
hinchazón progresaba, y si fué edematosa y conservaba la impresión del dedo en las tres primeras semanas por la infiltración activa del tísjido celular, luego la hinchazón se hizo dura y resistente,
porque la alteración de dicho tejido celular era ya más profunda.
Ante una enfermedad tan imponente y síntomas tan graves, que
apenas modificaron siquiera la bellad., hryon., ipec, arsen,, puh.,
rhus., cale. ,,silic. y fiep., mi ánimo en algunos momentos no sé si
ya desfallecía y desesperanzaba de la curación; bien es verdad que
la lectura de los AA. alópatas no contribuyó poco á que comenzase á desconfiar de la curación, puesto que los enfermos tratados
con sus prescripciones pasan al estado crónico, en el que todos sucumben por consunción y marasmo, siempre que la flegmasia ha
tomado las proporciones y grado de desarrollo que se vio en la esposa del Sr. González de la Peña.
Los AA. de homeopatía tampoco nos han dicho, que yo sepa
al menos, cuál es el especifico de esta grave dolencia, y por analogia con otros padecimientos de los ganglios linfáticos, pensé en
el mercur. sol., que decididamente y confiado prescribí á la trit. octava, una cucharada cada cuatro horas, y los resultados fueron sorprendentes y maravillosos, porque al tercer diadel uso del mere,
así los síntomas primitivos como los simpáticos comenzaron á ceder notablemente: el dolor de las piernas era más soportable, como
posible ya el movimiento de ellas; la hinchazón decrecía, aunque
muy lentamente; comenzó á dormir la enferma, cedió la sed y la
frecuencia del pulso, se recobró el apetito, y habiendo tomado la
eníJerma el mere, i los 42 dias del parto, á los 52 dejó por primera
vez la cama.
Desde los primeros dias del desarrollo de la angio-leucitis envolví las extremidades en algodón en rama, que apliqué sin presión
la más ligera, que siempre es peijudicial, y que la enferma no
hubiera podido soportar; continuó el uso de este abrigo por mucho tiempo, hasta perderse totalmente la susceptibilidad al frió
aun el más ligero : por quince dias sin interrupción tomó la en-
Eli eniTXRio MEDICO.
367
ferma el mere., si bien á mayores distancias, conforme el alivio
progresaba, y á los setenta dias del parto la enferma se halló completamente restablecida, aunque no para el movimiento, que aun
traacurrieron dos meses más para conseguir fuese enteramente fácil y libre.
Hace diez y seis dias que esta señora ha vuelto á parir. Llena
de miedo recordaba su penúltimo parto; pero este puerperio es sin
disputa el mejor de todos los que cuenta,
Madrid, 20 de Agosto de 1870.
DB. AKASTASIO ALVAREZ GOKZALEZ.
HIGIENE PUBLICA.
DE LA PROSTITUCIÓN CONSIDERADA EN SU ASPECTO H18TÓEI00 Y EH SUS RELACIONES CON LA PRODDOCIOIf Y PROPAGACIÓN DE LA SÍFILIS.
,
(COÍIOÍMÍO».)
M. Vidal (de Oassis), al ocuparse en su Tratado de enfermedades venéreas de la profilaxia general y policía médica (pág. 542),
habla de la necesidad imperiosa de sostener y vigilar esas casas de
visita, y atribuye toda la ineficacia de la policía médica al consentimiento de que las muchachas sean tratadas en las casas de
tolerancia ó en las suyas propias; de que no sean las visitas tan
frecuentes como deben serlo, puesto que el término medio de la
incubación sifilítica es de unos cuatro dias, y de que no se hagan
con todo el cuidado necesario, aplicando el especulum, como el mejor medio de investigación; hé aquí, pues, sintetizada su opinión:
prohibición absoluta de que ninguna muchacha sea tratada en casa
particular; la que sea reconocida enferma debe conducirse i un
hospital especial, donde deberá permanecer hasta su completa curación. Tampoco descuida el autor hablar de la profilaxia por lo
que hace á los hombres, jreconociendo la imposibilidad de ejercer
sobre éstos el derecho de visita, como se hace eon las mujeres, te-
368
EL ORITEEIO M^DIOO.
niendo que limitarse al ejército, y cita con este motivo lo que se
verifica en Bélgica, donde relacionados el médico-inspector de las
mujeres públicas y los jefes de servicio de los hospitales de venéreos, hace buscar después de cada entrado el nombre y domicilio
de la persona que le contagiara, y concluye encomiando la circular do M. Uleminckz, inspector de sanidad militar en 1842, en la
cual se manda la investigación á que debo procedorse con todo individuo enfermo, para encontrar á la culpable; se imponen castigos severos á los soldados que ocultan sus enfermedades sifilíticas
ó que extravian con falsas declaraciones la investigación que hemos dicho y a ; finalmente, se recomienda que los inspectores civiles se hallen relacionados con los médicos militares encargados de
las visitas de sifilíticos. Las ventajas de esas disposiciones son tales, dice M. Uleminckz, que en 1845 un ejército de 30.000 hombres no contaba más que 130 venéreos; esto es, imo por cada 190
soldados; y Aun sería monos, añade, si Gand y Namur estuviesen menos descuidadas; mientras que en Francia habia entonces
un enfermo en 40 soldados; pero desde aquella época ha mejorado
mucho, en atención á haberse adoptado muchas de las mejoras establecidas entre lofe belgas.
M. Lagneau ha publicado en los años 1855 y 1856 (1) una colección de observaciones sobre los medios {)ropue8tos desde el siglo XIV hasta nuestros dias, para reprimir ó prevenir el contagio
sifilítico; no le seguiremos en la larga discusión que entabla, y
sólo nos fijaremos en las principales conclusiones que estampa al
final, y que divide en unas que comprenden á los dos sexos, otras
á los hombres, á las prostitutas y á las nodrizas y niños que lactan. Comprenden á los dos sexos: 1.", el establecimiento de una
pena contra ej sifilítico que infecta á otra persona; 2.°, obligación
á todo venéreo de tratarse médicamente hasta la completa curación; 3.°, inquirimiento del culpable do haber transmitido su enfermedad, según las quejas de la víctima; y 4.°, fijar en ciertos
sitios avisos que indiquen los medios de preservarse del contagio, y
de hacer abortar los efectos cuando no se le ha podido tratar. Se
(1) Arm, de hlg. pub,, 2;* serie, tomos iv y v.
BL OBITKBIO M^DIOO.
369
refiere & los hombres : 1.°, la visita regular de los soldados y marinos, que debe extenderse i los obreros célibes de loa talleres del
Estado, á los jóvenes detenidos como vagos, etc.; 2.°, la prescripción á las prostitutas de no admitir sino á hombres sanos. Por lo
que hace á las prostitutas, se debe: 1.°, generalizar la inscripción,
é imponerla de oficio á toda mujer que lo reclame la seguridad de
la salud general, y proveerlas de un libro en que consten las advertencias más principales sobre su salud; 2.°, repetir las visitas
cada cuatro dias, y aumentar los dispensarios; 3.', hacer responsables á las dueñas de la salud de sus pupilas. En ñn, para evitar
i las nodrizas y niños la infección venérea, se multiplicarán las
agencias de nodrizas, y no se admitirán en ellas más que nodrizas
y niños sanos; deberá instruirse á las nodrizas y á los padres de
los perjuicios que unos y otros pueden reportar de que cualquiera
de ellos esté inficionado.'
Más citas pudiéramos acumular, mayor número de ejemplos
aduciríamos en prueba de que los médicos han pensado sobre este
particular, tan interesante cuanto puede pensarse; pero en lo dicho
ya encontramos todo lo necesario para ir corrigiendo un mal tan
grave, y sólo vamos á razonar algunas de esas disposiciones, excluyendo otras por inconvenientes.
IV.
Es preciso partir del principio que sin simultaneidad y unidad
entre la acción administrativa y la facultativa no hay nada, y que
es mejor no plantear este servicio á plantearlo mal y parcialmente. Así que, mientras por un lado la autoridad cuida escrupulosamente de que las rameras no vaguen libremente por las calles, ni
se reúnan en determinados sitios públicos á las altas horas de la
noche; que las dueñas de casa tengan un número corto de ellas, y
lleven un registro exacto y minucioso de todas las condiciones
particulares de cada una, que tendrá su cartilla, visada por el inspector de vigilancia y el director médico del ramo, encargándose
de percibir la cuota que todas han de pagar para sostener este servicio sanitario; por otra parte ayudará á la facultativaj que tenis 1
870
Bii OBiTBBio uáoioo.
drá á su cargo principalmente el reconocimiento y visita de aquéllas.
Es preciso y urgente poner remedio á esa repugnante prostitución de niñas impúberes, objeto de la infame explotación de ciertas mujeres; remedio fácil si la Administración pone mano en evitar este escándalo, que asegura mayores proporciones á la prostitución futura.
Creemos necesaria la visita domiciliaria para aquella clase de
prostitutas que conservan aún algún pudor, y no se las debe unir
en ningún sitio con la masa general de las más perdidas, teniendo
ademas la ventaja ese medio de que se las examine sin una periodicidad y hora marcada; esto es, sin que estén prevenidas; pero son
necesarios los dispensarios ó casas públicas de reconocimiento para
aquellas desgraciadas que ocupando el último escalón de su clase,
habitan en casas miserables, donde ni la luz ni la disposición de
toda ella permitiría hacer un examen en debida forma; ademas,
para las que vengan de las provincias en las épocas intermediarias
de los reconocimientos, ó para las que sospeche el ama estar manchadas en ese mismo tiempo; para estas necesidades del servicio,
dichas casas benéficas estarían abiertas tres horas por la mañana
y dos por la tarde, cuatro días á la semana, y otros dos dias serian destinados, imo al principio y otro al fin de semana, para
las visitas domiciliarias; un médico de los especialistas, por turno,
iria diariamente á reconocer todos los hombres y mujeres que durante el dia y noche anterior hubiesen sido conducidos á los depósitos que para vagos y detenidos por cualquier causa, debe haber
en todas la» capitales, no poniendo en libertad, y trasladando á una
enfermería especial, que debe haber en las cárceles y casas de corrección , hasta que se curasen los que se encontraran enfermos.
El servicio facultativo ha de ser tan numeroso como se crea necesario para que desempeñe su encargo de la manera debida; eso
de reconocer en un dia sesenta ú ochenta mujeres , sabe todo el
mundo lo que significa, y es peor que si no se practicara, porque
al menos no daría las seguridades falsas de una previsión que no
se realiza. Excusado es decir que dichos facultativos han de ser de
una moralidad conocida y de una aptitud especial, demostrada en
KL ORITEBIO «rfoiCO.
S71
públicos concursos; su inteligencia ha de correr parejas con su sagí|,cidad, para captarse la voluntad de las personas con quienes ha
de tratar, y mantenerse á la distancia y respeto que exige la diferencia de poBioiones. Formarán una corporación, cuyos trabajos,
dirigidos por su presidente, cargo que debe desempeñar una persona conocida en la ciencia por sus escritos sobre la materia y sus
opiniones racionales, servirán para formar la estadística de este
ramo en España, hoy desconocida, y serán una gula ilustrada para
el Gobierno, que podrá ir tomando en ellos las reformas necesarias
que li¡, práctica vaya haciendo notar. Dotados con un sueldo fijo, y
aislados completamente de la parte especulativa, que debe correr
por otras manos, sus obligaciones estarán reducidas á la asistencia en el dispensario los dias señalados, y á la visita cada cuatro
dias ó cinco á las que hayan de serlo en su casa; llevarán nota
exacta de estas visitas y sus resultados, que comunicarán al director semanalmente, y al cabo de año todos publicarán en una Memoria los resultados de sus numerosas observaciones; estará el director en relación con los médicos militares encargados de la visita
de los sifilíticos, con los médicos de las cárceles y de los hospitales
especiales, con objeto de ayudarse mutuamente en las averiguaciones
que hayan de practicar en la averiguación del mal. Toda prostituta
reconocida sana recibirá en la cartilla el informe del facultativo,
y esa cartilla estará siempre dispuesta para que la vea el que lo
exija; si resultase enferma, tendrá indispensablemente, y sin privilegio de ninguna clase, que ir á un hospital.
La experiencia ha demostrado los inconvenientes é ineficacia de
las persecuciones y denuncias, como de los castigos violentos. Pero
también nos enseña que una de las causas más terribles de propagación de la sífilis está en el abandono con que son miradas las
nodrizas, que debian estar sometidas á una cuidadosa inspección,
retribuida por las personas interesadM, que en ello ganarían muchísimo. Este escollo, el de la vacunación de brazo, el abuso de
los preservativos y remedios secretos, etc., etc., deben ir desapareciendo si ha de completarse la reforma de este importaptísimo
punto de la vida social.
Las eoncIuBioúes principales de la 2.' parte de nuestro discurso
372
EL CRITERIO MEDICO.
son: l.'uoes posible desterrarla sífilis si subsiste la prostitución,
que, 8Í no la ha engendrado, la sostiene y fomenta; remedio tan necesario á un mal de esa gravedad, sólo hay que esperarlo de la
purifioacion de las costumbres, de la ilustración é instrucción del
pueblo, del amor al trabajo y de la elevación de la mujer; á esto
deben coadyuvar eficazmente los gobiernos.
2." Siendo indispensable poner coto á los estragos de la siñlis,
la Administración, oyéndolos consejos de la higiene, debe montar
este ramo sanitario A la altura que la ciencia enseña y la sociedad
tiene derecho á exigir, que, dicho sea para vindicación de la miama,
dista mucho de lo hecho hasta el dia.
DB. VILLAFBANCA.
CARACTERÍSTICOS DE LOS MEDICAMENTOS
SEGÚN
LOS MAS REPUTADOS MÉDICOS HOMEÓPATAS.
ALtÍMiNA.— Cefalalgia pulsativa frontal, que se agrava paseando y subiendo escaleras (J. C. Morgan).
BAPTISIA TINOTORIA. -^ Insomnio á causa de que parece que la
cabeza está desparramada en pedazos, y se hacen los movimientos
como para recoger los pedazos (J, B. Bell).—Aftas en la boca, de
mucho tiempo, que se extienden por el canal alimenticio, con diarrea acuosa y diarrea aftosa (Wm. L. Thompson). — En los niños
de pecho que toman ya alimentos sólidos, la más pequeña porción
de éstos les causa molestias, de modo que no pueden tomar más
que leche, subsistiendo á la vez dia y noche una diarrea acuosa,
dolorosa (Guemsey).
,
BARTTA CARBÓNICA.^-Hipertrofia crónica de las amígdalas, cOn
ulceración de éstas (W. Eggert).
BARYTA MÜRIXTIOA. — Hipertrofia crónica de las amígdalas en
los niños escrofulosos, y particularmente cuando otras glándulas
del cuerpo están á la vez hipertrofiadas (W. Eggert).
((Se continuará.)
ÉL OBITEBIO MáDIOO.
373
TERAPÉUTICA.
T R A T A M I E N T O DKL
CROUP.
por el Dr. HENR¥ N. GUERN8EY.
Segunda lección dada por el Dr. Guemaey, y publicada por el Dr, Mac-CUtchey.
{7%e Hahnemannian
Monthly.)
Acón.—Está indicado cuando el enfermo se presenta febril, ardoroso, agitado, y mueve mucho las piernas y las levanta. La respiración
es más ruidosa en la expiración que en la inspiración,-y la tos se presenta más comunmente durante la expiración ; el niño parece como que
tiene miedo á la tos, y se pone muy colérico mientras dura. Dad acónito 200." tan frecuentemente como creáis necesario; cada quince,
treinta ó sesenta minutos , según el caso lo requiera. En la mayoría de
casos será suficiente este medicamento para obtener la curación; y si
es bien homeopático el caso en tratamiento, no será necesario dar después de él hepar ni spomjia. Si el enfermo sigue bien al dia siguiente,
esperad la acción de aconit. Si curáis un caso de croup del dominio de
aconit. con este medicamento, el enfermo quedará menos expuesto á
una recaída, que echando á perder el tratamiento con administrar varios medicamentos sucesivos.
,
Aconit. será también conveniente en la tos crupal ó de otra clase que
sea producida ó se presente durante la expiración.
Arsenic.—El enfermo se agrava siempre después de media noche. El
croup se agrava por accesos, durante los que parece que el niño está
en una agonía de angustia y agitación ; entre los paroxismos parece que
está algo mejor, aunque angustioso. Dad entonces una sola dosis de
Arsenic. 8.000.', sentaos al lado de vuestro enfermo y aguardad el acceso. El primer acceso que se presenta después de dada la primera dosis puede ser más intenso que los anteriores ; el segundo y el tercero
son más pequeños, y asi sucesivamente hasta desaparecer. Muchos niños , para los cuales está indicado el Arsen., presentan con frecuencia
manchas de urticaria.
Belladonna.—La tos es muy ronca, bronca y crupal, y cada acceso
de tos pone,al niño muy encarnada la cara, y aun las conjuntivas se
ponen inyectadas. El niño se queja con frecuencia de calor excesivo en
la laringe, mira en derredor de sí con espanto, y parece asustado. Una
sola dosis de Bellad. 4.000.* será suficiente en tales casos.
374
EL OBITEBIO K Í D I O O .
En la tos convulsiva, cuando la esclerótica está muy inyectada, dad
también Sellad.
Bromum.—Gran ruido estertoroso en la laringe en cada inspiración
y expiración. Estertor, disnea, y antelación al respirar. Hay generalmente mucho calor en la cara, se forman con frecuencia falsas-membranas , que son expelidas por el nifio con la forma de la laringe. Dad Bromum 200." en agua, cada media hora, hasta que el alivio se declare; y
después dejad al enfermo bajo su acción hasta que el alivio se suspenda ó haya agravación.
CAamoww'Ha.—Supuse en algún tiempo que Cham, nunca podría ser
un medicamento indicado en el croup; pero en un caso en que fueron
experimentados varios medicamentos sin resultado satisfactorio, y notando que al niño habia que llevarlo en brazos, paseándolo por la habitación , para que calmara su agitación y cesaran sus gritos, di Cham.,
y el enfermo se curó rápidamente.
Hepar.—La sofocación en el croup se presenta durante la t o s ; el
niño se sofoca cuantas veces tose; estos ataques se presentan casi
siempre después de media noche. El enfermito tiene casi siempre la
cara colorada y fiebre alta; ronquera y estertor. El niño se ve obligado á detener la tos á causa de la sofocación. Nunca penséis que porque
la fiebre sea alta es necesario dar Aconit.; dad Hepar si está indicado,
aunque haya fiebre alta.
lodium.—Hay dolor á cada acceso de tos. El niño os hablará de su
dolor, y si es tan pequeño que aun no habla, veréis que cada vez que
tose echa sus manos á la garganta ó al pecho cuando tose. Hay con
frecuencia frió en Ja cara, y la voz es áspera y ronca. Dad lodium de
media en media hora, en los casos malignos, y separad las distancias
según el alivio aumente. No lo repitáis con demasiada frecuencia, á no
ser en los casos malignos.
Kali hich.—Mucosidad viscosa, fibrosa ó glutinosa; la madre la saca
de la boca del niño con un pañuelo, y os dirá que dicha mucosidad fluye
de la boca del niño y cae sobre su babero en forma de largas y densas
cintas. Está más indicado en los niños gordinflones, de mucho tejido
adiposo. En tales casos, que son de un carácter bien maligno, Kali
bich. será suficiente para curarlos.
Lachesis.—El croup y la sofocación se presentan cuando el niño está
durmiendo.'
Phosphorus.—Está indicado cuando el croup se agrava hacia la entrada de la noche; el nifio está mejor por la mañana, y se pone más
ronco y peor por la noche. La voz es muy ronca y la tos bronca. Los
niños altos y delgados es á quienes conviene phosph. Doy generalmente
una sola dosis de Phosph. 19.000.* cuando está indicado.
Spongia.—La tos es seca y sibilante , parecida á una tos resonante,
ó tiene un ruido,metálico, como el de una campana. El nifio parece que
BL OBITBBIO UÍDIOO.
376
está en una sofocación continua, ya duerma, ya esté despierto. La tos
produce dolor á veces en la laringe. Aunque la fiebre llegue á ser alta
en tales casos, no deis Acón, entonces, pues el caso es de Spongia,j no
de Acón, A veces es necesario dar Hepar después de Spongia, para
completar la curación.
Tartar. em.—Hay un ruido constante bajo la laringe , cada vez que
el niño tose, como si hubiera allí una copa llena de mucosidades (estertor mucoso); hay, sin embargo, pocas mucosidades , ó éstas no ascienden. El niño puede tener sed, pero bebe poco de cada vez; la cabeza está caliente, con mucho sudor.
TRATAMIENTO DE LA ASTRICCIÓN CRÓNICA DE VIENTRE,
por el Dr, 8. Lilienthal, de New York.
{The Medical
Inveitigator).
Aunque la astricccion crónica del vientre no es con frecuencia más.
que uno de los síntomas de una enfermedad para la que es preciso
elegir un medicamento que la sea perfectamente homeopático, vemos,
sin embargo, que se presenta á veces sin estar ligada á otra dolencia,
y que nuestros enfermos nos piden con impaciencia que se la curemos.
Creemos que las siguientes indicaciones serán de algún interés para
los prácticos.
^sculus hippocastanum.—Afecta de preferencia la parte inferior de
la médula espinal, el recto y el ano, paralizando los filamentos motores
de los nervios espinales que se distribuyen en el colon, y suspendiendo
asi la secreción de éste (Burt). Astricción crónica, con sensación de
sequedad ó incomodidad en el recto, como si estuviera lleno de pequeñas astillas; hemorroides muy dolorosas, con escaso flujo sanguíneo;
sensación dolorosa y de magullamiento á través de las sínjisis sacro-iliaca; agravación al levantarse de su asiento, y siendo el movimiento
muy fatigante; deseo constante de defecar, aunque sin resultado; deposiciones difíciles, duras, con ardor y constricción en el recto; deposiciones secas y duras, con algunos dolores punzantes en el ano y dolores cólicos en derredor del ombligo.
Alúmina.—Lo que predomina en Alúmina es la sequedad de la membrana mucosa, con más ó móiios irritación ; está indicada, por lo tanto, en los ancianos, en los sujetos secos y delgados, y en los enfermos
caquécticos; encontramos también á la vez la misma sequedad en la
376
EL OBITKBIO MiáoiOO.
piel, pareciendo al tacto la de los muslos como si en ella se hubiera
echado clara de hueyo ; debilidad de la memoria; tales enfermos difícilmente se rien; evacuaciones difíciles por falta de movimientos peristálticos ; las heces fecales, aunque sean blandas, sólo pueden pasar con
gran presión ; astricción á causa de la gran sequedad de los folículos
mucosos del recto; astricción de las mujeres embarazadas y niños; deposiciones muy duras, nudosas y escasas; sufrimientos por envenenamientos por el plomo; agravación estando en una habitación caliente,'por la noche, tarde, viajando ó yendo en carruaje.
Ammonium niiir.—Produce un estado oscorbiitico en la sangre, un»
disminución de los glóbulos sanguíneos y fibrina, y excita la actividad
de los órganos glandulares. La mucosa gastro-intestinal está llena de
un moco viscoso gleroso, que sale con las heces fecales; las heces fecales , duras, sólo pueden ser expelidas con grandes esfuerzos, y van seguidas de una deposición blanda; deposiciones duras que se desmoror
nan al ser evacuadas ; las heces fecales, duras y arcillosas, salen cubiertas
de un moco gleroso y van acompañadas de una cantidad de este moco.
Antimonium crudum.—Es también característico de este medicamento el estar llenas las membranas mucosas intestinales de mucosidad, lo
cual da lugar á una digestión lenta, con fermentación de los alimentos; constipación alternante, ó diarrea, con salida de mucosidades por
el ano, especialmente en las personas de edad, ó durante el calor del verano ; deposiciones difíciles, las heces fecales son de gran dimensión; .
deposiciones duras, difíciles , con ó sin tenesmo; dolores pungitivos y
lancinantes en los intestinos, con gran flatulencia; sensación como si
fuera á hacer una gran deposición, cuando sólo salen gases; finalmente , se verifica una deposición dura.
Bryonia.—Obra mejor en las personas de fibra fuerte y carnosa, de
cabello oscuro y complexión fuerte, de tendencia biliosa, carácter colérico, y cuando hay á la vez mucha irritabilidad. Como este medicamento llega á causar el infarto del hígado con síntomas ictéricos, podemos comprender por qué produce el entorpecimiento del trayecto intestinal ; y la astricción de Bryonia es generalmente la consecuencia de
un desarreglo gástrico, y tras esto viene una diarrea durante el calor
del verano, ó la constipación puede alternar con la diarrea. El entorpecimiento de los intestinos se manifiesta por gran flatulencia, lengua
cubierta, estómago desarreglado con presión como producida por el
peso de una piedra; las deposiciones son duras y secas, parece que
queman, 6 duras y viscosas, con procidencia del recto, ó pueden ser de
tal dimensión las heces fecales, que su paso á través del ano es muy
difícil.
Calcárea carbónica.—Nos recuerda la leucoflegmasia en los niños escrofulosos de aspecto gordinflón, pálidos, hinchados y. de ojos azules.
Como un corrector de la mala nutrición ocupa el primer lugar, pues le
EL ORITKBIO MÍDICO.
377
encontramos indicado cuando la sangre no se asimila á los tejidos como
debería ser, la sangre es mala en sus materiales y vitalidad, y tales
personas se agravan al aire Ubre y con el agua fria; su cerebro se cansa con el más leve ejercicio, y la cefalalgia es la consecuencia; sus órgano^ abdominales sufren á causa de la misma falta de fuerzas en la
digestión, los alimentos se agrian' y descomponen en el estómago, de
modo que éste se hincha y está lleno de líquidos; esta misma distensión se encuentra en el abdomen, con dolores cólicos á causa de la
compresión de los gases, con grandes vértigos á la vez y con frecuencia; la mÍHma falta de vitalidad produce la constipación, que aumenta
de dia en dia, con alteración de la cabeza; ó las deposiciones son duras, grandes, sin digerir en parto, con sensación de languidez después
de defecar, seguida quizás d(j la salida de un líquido cenagoso por el
recto, de un olor semejante al de los arenques en salmuera, ó también
puede alternar con la astricción una diarrea involuntariaj, fermentada,
de olor ácido. Astricción de vienti-e du los borrachos, si corresponden
los síntomas.
,
Garbo veg.—Afecta el sistema nervioso vegetativo, las membranas
mucosas, la sangre y la piel (B.). Hughes lo considera más conveniente cuando los gases son producidos por las paredes de las visceras, más
bien que por la fermentación de los alimentos ingeridos , y las impurezas de las secreciones más bien tienden á producir la diarrea que la
astricción. Ademas del estado adinámico tan característico del carbón,
puede también producir éste el entorpecimiento de los intestinos con
astricción. Sensación como si la defecación se fuera á efectuar, con ardor en el ano, pero habrá sólo una emisión de gases; ó deposiciones
duras, viscosas, sí'do cada dos ó tres dias, con languidez después de la
defecación. En tiempo muy caluroso, corregirá Garbo veg. algunas veces el. estado anormal de los intestinos.
Causttciim.—El característico de Causticum parece ser el contener la
excesiva devastación de log tejidos, y vigorizar el sistema nervioso, tanto
motor como vegetativo. Le creemos beneficioso en la astricción de los
niños que se orinan por la noche en la cama, de piel seca y enfermiza,
cuando la más ligera erosión supura, ó hay sequedad en el recto, con
gran contracción del esfínter del ano; dolores en el recto durante la defecación , de modo que el niño detiene la defecación varios dias. En las
personas de diátesis escrofuloso-reumática, vemos que con violentos
dolores, que alternan entre el estómago y pecho, hay un frecuente
pero inútil deseo de defecar, y aunque los dolores se alivian echándose , los enfermos están molestos en todas posiciones. Deposiciones viscosas , que se extienden como la grasa, con boca llena de un gusto
grasiento.
Collinsonia can.—Astricción á causa de la inercia congestiva de los
intestinos inferiores, estado que se ve con frecuencia e» las edades me-
378
EL OBITIBIO VÉDIOO.
dia y última del embarazo ( H . ) ; sensación en el recto como si estuviera lleno de astillas pequeñas (también lo tiene yEsculus hip.), arena
Ó piedrecitas; astricción con gran flatulencia; deposiciones tardías
con distensión dol abdomen, calor j picor en el ano (y órganos sexuales) ; astricción habitual, con dolores en el estómago y pérdida del
apetito.
Coníum maculatum.— Paraliza la médula espinal de abajo arriba, y
su primer efecto, por lo tanto, es producir una depresión de las funciones motores, hasta que finalmente se paraliza la acción muscular derivada de los nervios cerebro-espinales. Conviene en la debilidad y enfermedades de los ancianos, cuando se presentan con astricción de
vientre, con constante ineficaz deseo de obrar, y cuando se verifica la
deposición , ésta es escasa y dura ; gran debilidad y temblor después
de la defecación; aumento en las orinas; se suspenden y aumentan
otras veces; ardor en el recto, con punzadas en el ano; durante el embarazo, astricción á causa de la lentitud del movimiento peristáltico,
con sensación dolorosa en eljibdómen , que se agrava estando acostado, y se alivia levantándose y andando; astricción, con sensación dolorosa en el abdomen, cuando en los enfermos escrofulosos están afectados los ganglios del mesenterio.
Graphites.—Es eficaz en las enfermedades de las membranas mucosas y de la piel, cuando especialmente coexisten; disminuye todas las
secreciones. La piel está seca, áspera y llena de grietas; hay sequedad
de la nariz, con pérdida del olfato ; sequedad del conducto auditivo, con
sordera ; astricción, con sequedad de la membrana mucosa del recto y
grietas en el ano; menstruación retrasada y escasa, con sequedad de
la vagina, etc., etc.; sensación de peso en el abdomen; astricción crónica , con dureza en la región del hígado; deposiciones duras, nudosas , con salida de mucosidades y sangre; dolores en los tumores hemorroidales ; procidencia fácil del recto, como si el esfínter estuviera
paralizado, ó secundariamente deposiciones blancas ú oscuras, liquidas
ó fuertemente fétidas, con ardor en el recto. Astricción, con deposiciones duras, nudosas, expelidas después de grandes esfuerzos; las
heces fecales son de grandes dimensiones y unidas por filapaentos mucosos ; en cada deposición sale una cantidad de moco blanquizco.
Hidrastií cañad.—Es un anti-psórico ó anti-diacrásico de primer orden. Modifica efectivamente las cualidades anormales de la sangre, y
prepara el camino á un estado mejor de salud, ya cambiando las secreciones anormales, ya tonificando la vitalidad depravada. Lo vemos,
por lo tanto, recomendado en la astricción causada por el entorpecimiento de las funciones del hígado, y en la dispepsia atónica que se
manifiesta por cefalalgia, fuerte dolor en el estómago, que produce
una sensación de desfallecimiento en el epigastrio, con formación de
ácidos en las primeras vias digestivas; dolores en el recto y ano, que
SL OBITBBIO KÍDIOO.
879
duran muchas horas después de la defecación; dolores cólicos, con
sensación de debilidad y calor en los intestinos.
Ignatia.—Su principal esfera de acción está en el 8Ístema nervioso)
especialmente en la región de los nervios espinales, en la mayor parte
de los desórdenes del sistema nervioso reflejo, mientras no haya importantes cambios en la circulación. Parece que tiene pocas afinidades
locales ; produce una excesiva flatulencia, sensación de vacuidad en el
estómago, como si no se hubiera comido hace tiempo, con insipidez y
debilidad en las piernas; la evacuación de las heces fecales es difícil, á
causa de una aparente inactividad del recto; no puede hacer un violento esfuerzo para expelerlas sin peligro de causarse el prolapso ó invaginación del recto; después de la defecación, constricción dolorosa
del ano, ó fuertes punzadas, que suben desde el ano por el recto; rectorragia durante la defecación; astricción por enfriamiento ó por ir en
carruaje ; deseo iniitil de defecar, sentido más bien en'los intestinos superiores.
Kali carb,—Produce, como muchos anti-psóricos, una disminución
en las secreciones. Esta sequedad de las membranas produce punzadas
como característico de este medicamento. Produce también astricción y
cefalalgia, con vértigos, yendo en carruaje; astricción debida á falta
de acción del recto, ó la salida de las heces fecales es difícil á caiisa de
su volumen ; deseo vehemente y repentino de defecar como en la diarrea, aunque el excremento es duro, con cólicos; excrementos semejantes á los de las oVejas.
Lachem,—Afecta
secundariamente á la sangre, después de haber
obrado activamente sobre los nervios céntricos {Crotnluí> obra vke-verxa). Obra de preferencia on las aberturas exteriores del cuerpo, en la
garganta y recto. Estará indicado en un deseo constante, atormentador,' de defecar, sin poderlo efectuar; el enfermo desea arrojar el excremento, pero el dolor constante se va aumentando con el deseo, y se ve
obligado á desistir; diarrea y astricción alternante; constricción del
recto, con sensación como si hubiera un tapón en el ano; el deseo de
defecar continua aún después de haber hecho una deposición dolorosa
y blanda; cada vez que depone, siente una gran presión en el estómago. Conviene il los viejos y á las personas dadas á las bebidas espirituosas.
^ycopodium.—Dice Hughes : es un medicamento puramente vegetativo, que afecta las membranas mucosas y los espacios de sus comunicaciones con la piel. Á causa de la deteriorada vitalidad intestinal, se
acumulan grandes cantidades de gases en los intestinos; eructos y deseo , aunque imposibilidad, de defecar; deseo de defecar seguido de
constricción dolorosa del recto y ano; deposición pequeña, con sensación como si quedaran más excrementos adentro, seguida de excesiva
y dolorosar acumulación de gases; dolor de constricción en el perineo
380
EL OBITERIO MáDICO.
después de una deposición dura y escasa; astricción tenaz en los niños,
causada con frecuencia por la ingestión de alimentos pesados, farináceos y que fermentan, y que no pueden digerir; astricción causada por
congestiones hepáticas.
Magne.iia mur.— Está considerada por Burt como el mejor medicamento contra la astricción á la 200.' dilución, cuando las deposiciones
son tardías, insuficientcB , difíriileg, nudosas y duras; astricción con
(iefocacionos difíciles y grandes, y partidas como por la margen del
ano; deposiciones nudosas como las de las ovejas; mucho deseo de defecar, con deposiciones escasas , ó salida solamente de gases ; las heces
fecales salen cubiertas de moco y sangre.
Natruní mur.—El característico de este medicamento es la degeneración esc.orhúticít de la sangre y de los tejidne. Astricción con sensación de
contracción en el ano; expulsión difícil de los excrementos, que causan grietas en el ano, con finjo de sangre, dejando una gran sensación
dolorosa on el ano ; sensación de ulceración en el ano después de defecar ; deposiciones difíciles de efectuar, duras, secas, y partidas en forma de excrementos de oreja; astricción y deposiciones pulposas alternantes ; astricción, con sudores molestos con el más pequeño movimiento. Es de gran efecto á veces en los casos más rebeldes, especialmente cuando no hay deseos de defecar, pero si inercia en los intestinos.
Nuri. acid.— Se parece á Lachem: afecta de preferencia las aberturas naturales, especialmente las partes en que las membranas mucosas
se confunden con la piel. Ha curado el prolapso del recto, las fístulas
y las grietas, y es bien sabido que ejerce una influencia específica sobre
el hígado. Astricción en las personas de temperamento nervioso, sanguíneo y bilioso, complexión débil y cabello castaño, con demacración
causada por largas enfermedades, durante las enfermedades sifilíticas
secundarias, ó alteraciones biliosas, crónicas, y después de un abiiso
excesivo del mercurio. Astricción ; deposiciones secas, difíciles, irregulares ; cólico antes de la deposición ; después de ésta estado nervioso y
debilidad.
Nux vómica.—Excitamiento )/ excitabilidad de la médula espinal, que
se reflejan en las esferas motores de los músculos voluntarios é involuntarios {Ignatia contiene más estrignina que Nnx). Astricción crónica , que depende de una constricción en el colon descendente. O. Durham
hace notar que : « Nux no disminuye, sino más bien aumenta, la acción
de los intestinos, á la vez que los desarregla y e-tpasmodiza; es un obstáculo, y no un auxiliar, para la defecación. Esta es la razón por que la
astricción característica de Nux v. va acompañada de un deseo frecuente de defecar sin resultado.» Astricción en las personas hipocondriacas, de costumbres sedentarias, aficionadas á las bebidas y á la vid»
de la alta sociedad, y en las sujetas á las hemorroides; astricción sub-
EL GBITKBIO VÉDIQO.
381
siguiente al uso de los purgantes, ó después de una comida demasiado
fuerte, con desarreglo en el estómago. Frecuente é inútil deseo de defecar, ó bien se efectúa la defecación saliendo de cada vez pequeñas
cantidades do excrementos; astricción habitual de grandes y difíciles
deposiciones, ó pequeñas deposicipnes con deseo frecuente de defecar;
deposiciones insuficientes, negras, duras, mezcladas frecuentemente
con sangre; prolapso del recto.
Opium.—Produce una dismimwion de todas las secreciones, excepto la
de la piel; y de ahi la astricción causada por la secreción disminuida
de la bilis y jugos intestinales ; también la que proviene de sudores
abundantes. Opium es específico para ciertas clases de astricción pertinaz, especialmente cuando es el efecto de un envenenamiento por el plomo, de una hernia extrangulada, ó por obstrucciones intestÍ7ialex de naturaleza paralítica. En los casos de astricción de poco tiempo, en los
([ue hay sequedad y calor en el ano, con seuHivcion como si el orificio
estuviera cerrado, sólo obra como paliativo ; en los casos tórpidos vemos frecuentemente van acompañados de soñolencia ó de una indiferencia estúpida, el deseo de defecar falta, y el ano parece está "cerrado.
Astricción por inercia de los intestinos, siendo las heces fecales en forma de pelotillas duras y negras; astricción con sensación de peso en el
abdomen, gastralgia presiva, sequedad de boca, congestión y cefalalgia, con rubicundez de la cara.
Phytolacca.—Causa una fuerte irritación en el estómago é intestinos,
especialmente en el recto. Astricción crónica; deposiciones duras ; inclinación constante á defecar; ulceración del recto; grietas en el ano,
prolapso del recto y liemorróides.
Platina.—Conviene en los estados crónicos de poca reacción, con
histerismo, hemorroides, y quizás también con gota y vermes. Obra
deprimiendo los centros nerviosos, especialmente en los plexos abdominales y pélvicos, y se produce , por lo tanto, entorpecimiento en el
canal intestinal, con flatulencia y constipación; y sólo con grandes esfuerzos puede expeler el paciente fragmentos pequeños é insuficientes,
con tenesmo y punzadas en el ano; después de defecar, temblor, con
sensación de debilidad en el abdomen; dolores espasmódicos en el abdomen , con presión y dolor en el estómago, y de&eo ineficaz de deponer ; astricción viajando y yendo en carruaje.
Plumburn.—El cólico de plomo produce intensos dolores espasmódicos á causa de la contracción del colon, con astricción tenaz. El grado
mayor de envenenamiento lleva consigo la, completa parálisis, con gran
pérdida de los tejidos, pues la nutrición so disminuye. El abdomen se
retrae hacia la columna vertebral, con gran depresión del ánimo; astricción rebelde, las heces fecales, divididas en pedazos y unidas, se parecen & los excrementos de las ovejas ; sensación como si un cuerpo áspero atravesase el recto durante la defecación; deposiciones duras, en
882
JEI, OBITBBIO HIÍDIOO.
trozos, difíciles de arrojar; ó bien astricción pertinaz, indolente,
como á cansa de uno parálisis de los intestinos; deseos frecuentes é
ineficaces de obrar, con dolorosa constricción del ano; cólicos violentos
y frecuentes.
Podophyllum.—Es una sustancia irritante de la membrana mucosa intestinal y de las glándulas que la están unidas. Astricción con flatulencia y cefalalgia, heces fecales duras y secas , y que se expelen con
dificultad; grandes esfuerzos durante la defecación, con emisión de
muchos gases; frecuentes deseos de obrar, pero pasajeros; dolores de
vientre, que se presentan durante el dia y se alivian con la presión
fuerte; deposiciones duras, mezcladas de moco amarillo y consistent e ; procidencia del recto después de un pequeño esfuerzo, seguida de
una deposición ó de la salida de un moco trasparente y espeso, mezclado á veces con sangre; agravación por la mañana de los síntomas
abdominales.
PvUatilla.— Astricción rebelde en las mujeres de carácter suave,
bondadoso y que lloran fácilmente, con muchas náuseas, malgusto de
boca por la mañana, y tan malo es, que tienen que enjuagarse la boca
al despertar; astricción, siendo las hoces fecales duras y grandes, después do suprimida una fiebre intermitente con quinina ; astricción producida por una indigestión á causa de babor comido demasiada grasa,
con escalofríos, mal humor y taciturnidad.
Eatanhia.—Dada á la 200." dilución ha curado varios casos de astricción rebelde. Manifiesta su acción astringente en los intestinos por
un calor seco en el ano, con repentinas punzadas, que el enfermo compara á las producidas con cortaplumas; ardor y retortijones en el vientre ; deseo ineficaz de defecar; deposiciones duras con esfuerzos; salida de las hemorroides después de una deposición dura con esfuerzos ;
grietas en el ano.
Robinia psendo-acacia.— Como su acción se ejerce sobre el nervio
pneumogástrico y la médula oblongada, produce un estado de grande
acidez en el estómago, gran distensión del estómago é intestinos, con
flatulencia, fuertes cólicos, deseo de defecar, pero salen gases, y por
último, deposiciones secas, de estreñimiento (Burt).
Selenium.—Falta de fluido nervioso es el característico de este medicamento. Entre otros síntomas, como la mucha falta de memoria, imposibilidad de hacer ninguna clase de trabajo, vemos también la astricción ; heces fecales duras, con salida de moco y sangre, cuando se expele la última porción del excremento ; los excrementos son tan duros
y compactos, que no pueden salir á no ser con ayuda mecánica; las heces contienen hilos de materia fecal, parecidos á pelos.
Sepia.—Obra sobre el sistema de la vena porta, retardando su circulación y causando una congestión en el sistema vascular venoso, plétora venosa y un estado de depresión, que termina con frecuencia por
BL OBrrXBIO KÍDIOO.
363
la pérdida total de las fuerzas yitales. Astricción; deseo ineficaz de
obrar, con salida de moco y gases solamente; deposiciones insuficientes , á veces blandas; dolores constrictivos en el recto, que se extienden al perineo, con exudación de un liquido por el ano; astricción de
las mujeres embarazadas ; prolapso del ano durante la deposición ; dolor en el recto como por contracción del mismo; deseo grande de obrar^
con sensación como si hubiera en el recto un cuerpo extraño.
Silícea.—Es otro correctivo de la mala nutrición, y conviene á los
temperamentos sanguíneo-linfáticos. Como en Calcárea, encontramos
el vientre abultado y duro, especialmente en los niños ; hambre voraz, •
con falta de apetito; aversión á los alimentos calientes; dolores lancinantes en el abdomen con astricción; deposiciones difíciles, duras, dé
excrementos grandes, que expelidos en parte, vuelven á introducirse de
nuevo, como si no hubiera fuerza bastante para expelerlos; aun los excrementos blandos son arrojados con dificultad.
Sulphur.—Es el gran anti-jigórico. El sistema venoso capilar, según
Hempel, es el que recibe su primera impresión, juntamente con la
parte del sistema nervioso gangliónico, que está unido al sistema capilar. Produce congestiones venosaH en el sistema de la porta, especialmente en la porción inferior de los órganos digestivos; astricción á
causa de la plétora abdominal; deposiciones duras , nudosas é insuficientes , especialmente cuando van acompañadas de hemorroides; picor
y ardor en el ano; frecuente y extraordinario deseo de obrar; durante
la defecación, salida de sangre, dolor en el cóccix, congestión en la
cabeza, palpitación de corazón ; prolapso del recto, especialmente durante una deposición dura; después de la defecación, tenesmo y constricción en el ano.
Veratrum alhum.— Obra en la economía' animal á la manera que lo
hace el frió intenso del invierno. «Todas las secreciones se suspenden,
y los elementos acuosos de la sangre se exudan á través de los tejidos
relajados; cesa la metamorfosis de éstos, y se presenta el colapso»
(Holcombe). Hughes lo considera indicado algunas veces en los cólicos,
y cura la astricción cuando proviene de la inercia del recto. Astricción
producida por wh tiempo muy frió; deposiciones duras, de demasiada
dimensión; deseo extraordinario de obrar.; desfallecimiento durante la
deposición.
Zincum met.—Deprime los centros nerviosos, así como las funciones
nutritivas, causando una especie de tabes sicca. Será de grande influencia en los casos en que la astricción va unida á enfermedades del bazo,
ó cólicos flatulentoB, ó sensación dolorosa, punzadas y malestar en las
regiones renales, ó dolores reumáticos agudos en el dorso y extremidades ; abdomen abultado, con deposiciones duras, secas, insuficientes,
que sólo son expelidas frecuentemente con una fuerte presión.
Difícilmente hay ep la Materia Médica nn medicamento que no ten-
-384
BI^ OBITXBIO U Í D I O O .
ga primitiva ó secundariamente la astricción de vientre entre sns síntomag.
Hemos hablado sólo de aquellos que se encuentran más frecuentemente indicados, y asi creemos estar exentos de las omisiones que pudiéramos cometer no ocupándonos de otros que podrán estar indicados
según los casos.
VARIEDADES.
La Legislatura ó Congreso del estado de New York votó en una de
sus últimas sesiones la suma de 150.000 dollars para ayudar á la construcción y sostenimiento del Manicomio que se está construyendo en
Middletown, ciudad del mismo estado, y que será dirigido y administrado por los médicos homeópatas. Como recordarán nuestros lectores,
este Manicomio, situado en otra población, será trasladado á Middletown , á petición de esta ciudad, la cual ha dado para^ufragar los gastos de traslación y construcción del nuevo edificio, la cantidad de 50.000
dollars. El Manicomio lleva el nombre de Asilo de lunáticos del estado
de New York.
Esta Legislatura ha votado también en la misma sesión la cantidad
de 20.000 dollars para aumentar los fondos del hospital Hahnemann,
de New York.
Puede decirse que en el estado de New York se prestan casi los
mismos recursos oficiales á las instituciones homeopáticas que á las
alopáticas , las que hasta hace poco habían absorbido exclusivamente
los donativos del Estado.
El Instituto homeopático de los Estados Unidos de Colombia celebró
el 24 de Abril último, con una sesión pública y solemne y un banquete,
el aniversario del natalicio del fundador de la homeopatía.
Es pasmoso el desarrollo y progreso de la homeopatía en Colombia,
donde en pocos años se han convertido tantos médicos alópatas á la
nuera escuela; existiendo ya en la capital un número igual de ambos
sistemas, y así en las demás poblaciones. Gran parte del triunfo y progreso de la homeopatía se debe á nuestro distinguido amigo el ilustrado Dr. D. Salvador M. Alvarez, á quien tanto debe nuestra escuela
en aquella parte de América.
MADRID, 1870.—IMPRENTA Y ESTEREOTIPIA DE M. RIVADENEYRA,
calle del Duque de Osuna, nüm. 3.
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