México, Distrito Federal, a 19 de Noviembre de 2013

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México, Distrito Federal, a 19 de Noviembre de 2013
C. Jefe de Gobierno del Distrito Federal
H. Asamblea Legislativa del Distrito Federal
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal
A los medios de comunicación
A la sociedad en general.
Dentro del litigio en contra la construcción de la obra “Sistema Vial de puentes, túneles y distribuidores Sur-Poniente
de la Ciudad de México” conocida como “Supervía Poniente” promovido por Greenpeace México, A.C. y un grupo
de ciudadanos con el apoyo del Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O. P.” A.C, Litiga Ole, el
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. e integrantes del movimiento “Frente Amplio contra la
Supervía”, se resolvió el 28 de agosto de 2013 por la Sala Superior de Tribunal de lo Contencioso Administrativo del
Distrito Federal que la organización Greenpeace México y el grupo de ciudadanos carecen de interés para entablar
acciones jurídicas en cuestiones ambientales y de obras públicas que afecten al medio ambiente en la Ciudad de
México.
La resolución a los recursos de apelación de la Sala Superior revocó la Sentencia que en diciembre de 2011 había
sido dictada por la Primera Sala de ese mismo Tribunal, en la que se le reconoció a Greenpeace y a varios
ciudadanos el interés legítimo para demandar en contra de una resolución de impacto ambiental dictada por la
Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal en favor del proyecto de la Supervía Poniente presentado por la
empresa constructora: “Controladora Vía Rápida Poetas” S.I.A.P., en la que también participó la empresa
constructora Riobóo, S.A. de C.V., propiedad de José María Riobóo quien tiene un vínculo matrimonial con la
presidenta del Tribunal, la Dra. Yasmín Esquivel Mossa.
Al resolver los recursos de apelación, y contraviniendo el alcance reconocido en el Código Federal de
Procedimientos Civiles y las reformas a los artículos 103 y 107 constitucionales, la Sala Superior niega el interés
legítimo de Greenpeace para participar en los asuntos que afectan el medio ambiente. Además, absurdamente,
establece que los mecanismos de participación civil en el Distrito Federal son exclusivos para personas físicas y
excluye de ellos a las organizaciones de la sociedad civil; violando además el derecho de los ciudadanos al medio
ambiente sano y a vivienda digna.
Asimismo el texto de la resolución agrega aberraciones como: “si bien es cierto que todos los integrantes de la
sociedad tienen derecho de contar con una vivienda digna y decorosa, así como de gozar de un ambiente sano y de
estar informadas sobre los acontecimientos trascendentes en esas materias, además a participar de manera activa
en los asuntos de interés general. Estas prerrogativas constituyen derechos difusos de la sociedad, pero ello no
implica que puedan obstruir la toma de decisiones del Gobierno acerca de las vialidades que considera necesarias
para el bienestar de la comunidad, menos aún, impedir u obstaculizar su realización atendiendo a sus circunstancias
particulares” (1), que muestran una visión por demás autoritaria y nugatoria del derecho a la participación de la
sociedad en las decisiones públicas y en la planeación democrática.
Sólo así se puede entender por qué la Sala Superior tardó prácticamente 20 meses en resolver los recursos de
apelación cuando normalmente las sentencias de la Sala Superior se expiden entre 3 y 5 meses después de que se
interpone la apelación. Esta dilación permitió que siguiera la construcción de la Supervía.
Al haber participado en la elaboración de la sentencia y al haberla firmado, la Magistrada Yazmín Esquivel Mossa
actuó en contra de la ley, no solamente por el contenido y sentido de la sentencia sino porque legalmente tenía la
obligación de excusarse y de no participar en esta resolución.
Al hacerlo violó lo señalado en el artículo 81 de la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del
D.F. y en el artículo 170 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, que obligan a que cuando un
magistrado o su cónyuge tienen interés en un asunto, debe excusarse para participar y actuar en él.
Al no haberse excusado en el juicio en el que tenía interés su cónyuge, y por tanto ella misma, ya que se trataba
sobre la ilegalidad de la obra en la que su esposo era uno de los constructores, la Magistrada Yazmín Esquivel
Mossa debería estar sujeta a una investigación por los posibles delitos de denegación y retardo en la justicia y
prevaricación contenidos en los artículos 291 y 292 del Código Penal para el Distrito Federal, penalizados hasta con
cinco años de prisión.
La ilegalidad de esa construcción dio lugar a que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitiera la
Recomendación 01/2011 para que la obra fuera suspendida, recomendación que no fue acatada por el anterior
titular del Gobierno del Distrito Federal.
La máxima representante de este Tribunal actuó ilegalmente al no excusarse de conocer este asunto, mandando así
a la ciudadanía un mensaje claramente negativo: el Tribunal de lo Contencioso Administrativo no está impartiendo
una justicia imparcial, pronta y apegada a derecho.
La permanencia de la actual Presidenta del Tribunal en este cargo es incompatible con la labor de esa institución que
debe estar al servicio de los ciudadanos y de la democracia en el Distrito Federal. El actual Jefe de Gobierno y la
Asamblea Legislativa tienen que decidir entre fortalecer la legalidad y los derechos humanos en la capital de la
República, o permitir la continuidad de la ilegalidad y un mayor deterioro en este órgano jurisdiccional.
Atentamente,
ORGANIZACIONES SOCIALES:
Greenpeace México, Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria O.P., Centro de Derechos Humanos
Miguel Agustín Pro Juárez, Bicitekas A.C., Centro de Estudios Sociales y Culturales Antonio Montesinos, A.C.,
Coalición Internacional para el Hábitat, Oficina para América Latina (HIC-AL), Colectivo Educación para la Paz y los
Derechos Humanos A.C., Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA), El Poder del
Consumidor A.C., Frente Amplio contra la Supervía Poniente en Defensa del Medio Ambiente, Grupo Ecológico
Manglar, A.C., Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C., Instituto Mexicano para el Desarrollo
Comunitario, A.C. (IMDEC), Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia A.C, Red Nacional de Organismos
Civiles "Todos los Derechos para Todas y Todos" A.C. (REDTDT).
FIRMAS INDIVIDUALES:
Miguel Concha Malo, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, José Rosario Marroquín, Cristina Barros, Claudia Campero,
Rodrigo Gutiérrez Rivas (Investigador del Instituto de Investigaciones jurídicas de la UNAM), Luis Zambrano
(Laboratorio de Restauración Ecológica, Instituto de Biología, UNAM). Monica Tapia A., Roberto Márquez Huitzil
(académico, ex-Jefe de Departamento de Restauración ecológica (2001-2007) del Instituto Nacional de Ecología,
SEMARNAT), Luisa I Falcón (Instituto de Ecología, UNAM), Priscilla Connolly (académica, UAM-A), Gilberto Anguiano,
Diego Pérez (CIECO, UNAM), Margarita Pérez Negrete (CIESAS), Miguel Ángel Ramírez Zaragoza (Trabajo Social,
UNAM), Abel Ibáñez Huerta (académico, UNAM), Hugo Nuñez Pineda (UAM-A), Ana Meda Guardiola (académica,
UNAM), Julio Campo (Instituto de Ecología, UNAM), Ana Rosas Mantecón (antropóloga, UAM-I), Daniel León Álvarez
(Lab. de Ficología y Sección de algas del Herbario de la Facultad de Ciencias, UNAM), Ana Mendoza (investigadora,
UNAM), Carlos Martorell Delgado (académico), Marisa Mazari Hiriart, Carlos Prieto López (académico, UNAM),
Berenice García Ponce de León (académica UNAM), Cristina Sánchez-Mejorada Fernández (UAM-A), Esmeralda
Urquiza Haas (académica), Fernando Cordova Tapia (Biólogo), Nuria Mónica Navarro Pérez de Léón (Bióloga),
Alberto Serdán Rosales, María Ana Portal, Fernando Santana Plascencia, Manuel Fuentes Muñiz, Miguel Ángel
García Campos, Cintli Lara (estudiante), Zitlali López Mendoza.
Nota:
1.- Reverso de la página 62 de la sentencia de Apelación emitida el 28 de agosto de 2013.
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