Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Disfunción muscular global durante la exacerbación de la EPOC: un estudio de cohortes 90.203 Juana M. Martínez-Llorensa, Mauricio Orozco-Levia, María José Masdeub, Carlos Coronella, Alba Ramírez-Sarmientoa, Carles Sanjuasa, Joan M. Broquetasa y Joaquim Geaa a Unitat de Recerca en Múscul (URM). Institut Municipal d’Investigació Mèdica (IMIM). Servei de Pneumologia. Hospital del Mar. Universitat Autònoma. CEXS-Universitat Pompeu Fabra. Barcelona. b Servei de Pneumologia. Consorci Hospitalari Parc Taulí. Barcelona. España. FUNDAMENTO Y OBJETIVO: El objetivo del presente estudio fue evaluar de forma prospectiva los efectos de una exacerbación clínica de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) sobre la función muscular esquelética periférica y respiratoria. PACIENTES Y MÉTODO: Se seleccionó a 49 pacientes (todos varones con una edad media [DE] de 63 [11] años), asignados a 3 cohortes para el análisis: a) pacientes con EPOC hospitalizados por exacerbación de su enfermedad en sala convencional; b) pacientes hospitalizados en sala convencional por otra enfermedad pulmonar o nódulo pulmonar, y c) pacientes con EPOC en fase estable (ambulatorios). Se realizaron mediciones secuenciales mediante antropometría, bioquímica sérica y bioimpedancia corporal. En la cohorte de pacientes con EPOC agudizada se evaluaron los cambios en la función de los músculos periféricos (fuerza y resistencia de las manos dominante y no dominante), así como de los músculos inspiratorios y espiratorios. RESULTADOS: Se evaluó a los pacientes durante un período medio de 6 (2) días. Los pacientes con EPOC exacerbada mostraron un deterioro funcional muscular, progresivo y global, expresado como disminución de la presión espiratoria máxima del 17% (12%), de la fuerza máxima de la mano dominante del 6% (9%) y de la no dominante del 7% (8%), así como de la resistencia anaeróbica de la mano dominante del 28% (26%) y de la no dominante del 23% (16%). Estos cambios tuvieron una tendencia lineal. La bioimpedancia corporal expresó una pérdida media de masa magra del 7% (6%) (p < 0,05), que habría pasado inadvertida si se hubiera cuantificado el peso corporal únicamente. Los casos de neumonía mostraron cambios similares en la BIA. Por otra parte, la cohorte de pacientes con EPOC estable no mostró cambios en la función muscular ni la en la bioimpedancia corporal. CONCLUSIONES: La agudización de la EPOC se asocia a un deterioro agudo y global de la función de los músculos esqueléticos espiratorios y periféricos. Es posible que estos cambios estén relacionados con una pérdida aguda de masa muscular (proteólisis). Esta disfunción muscular no se detecta si se evalúa únicamente la función muscular inspiratoria, probablemente por la coexistencia de factores mecánicos transitorios. Palabras clave: Fuerza. Resistencia. Fatiga. Debilidad. Impedanciometría. Nutrición. Global muscle dysfunction and exacerbation of COPD. A cohort study BACKGROUND AND OBJECTIVE: The purpose of this study was to evaluate on a prospective fashion the effects of clinical relapses of chronic obstructive pulmonary disease (COPD) on both peripheral and respiratory skeletal muscle functions. PATIENTS AND METHOD: We included 49 patients (males, 63 [11] years) who were assigned to three cohorts: a) COPD patients who were hospitalized in a conventional ward because of a relapse of their disease; b) patients hospitalzed in conventional wards because of another lung disease or a pulmonary nodule; and c) COPD patients whose disease was stabilized (outpatients). Sequential measurements were made by means of anthropometry, serum biochemistry and body bioimpedance (BIA). In COPD patients with a disease relapse, we assessed changes in the function of peripheral muscles [force (Fhand) and resistance (Tlimhand) of hands], inspiratory muscles (PImax) and espiratory muscles (PEmax). RESULTS: Patients were evauluated during a 6 [2] days period. Patients with a COPD relapse displayed a global and progressive functional muscle impairment, which was expressed as a decrease of PEmax (17 [12]%), F hand-D (6 [9]%), F hand-ND (7 [8]%), Tlim hand-D (28 [26]%) and Tlim hand-ND (23 [16]%). These changes showed a linear trend. BIA exhibited a loss of lean mass (7 [6]%, p < 0.05) which would have been unnoticeable if only the body weight was quantified. Pneumonia cases showed similar changes in BIA. On the other hand, the cohort of patients with stable COPD did not have changes in both muscle function and BIA. CONCLUSIONS: COPD exacerbation is associated with an acute and global impairment of the function of espiratory and peripheral skeletal muscles. It is possible that these changes are related to an acute loss of muscular mass (proteolysis). This muscle dysfunction is not detected if only the inspiratory muscular fucntion is evaluated — possibly because of the coexistence of transitory mechanic factors. Key words: Strength. Endurance. Fatigue. Weakness. Impedance electric. Nutrition. J.M. Martínez-Llorens fue receptora de una beca SOCAP, 2001. Correspondencia: Dr. M. Orozco-Levi. Servei de Pneumologia. Hospital del Mar. Passeig Marítim 25-29. 08003 Barcelona. España. Correo electrónico: [email protected] 11 La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) constituye un problema de salud pública en la mayoría de los países desarrollados por su elevada prevalencia y altos costes económicos (tanto directos como indirectos) sobre el sistema sanitario1. En España, la EPOC afecta a alrededor del 9% de la población adulta (40-70 años) y representa la cuarta causa de hospitalización y muerte en este grupo de edad1,2. Desde el punto de vista del individuo, los pacientes con EPOC presentan síntomas respiratorios como la disnea, deterioro de la calidad de vida y una reducción relevante en su expectativa vital2. Tal como resaltan Agustí et al3, en los últimos años se ha observado un cambio general en la concepción de la EPOC tras reconocerse la existencia de alteraciones no sólo pulmonares sino también extrapulmonares, denominadas en conjunto «efectos sistémicos de la EPOC». En este sentido, varios estudios han demostrado la existencia de una disfunción muscular global la cual, clínicamente, parece estar asociada con la magnitud de ciertos síntomas (p. ej., disnea) y signos (hipercapnia, disminución de la capacidad de ejercicio) de los pacientes4. La historia natural de la EPOC muestra diversos períodos de exacerbación clínica que se asocian a un incremento de la mortalidad de los pacientes5. Estos períodos se caracterizan en la mayoría de los casos por un incremento de la disnea, tos y/o expectoración habituales2. Algunos pacientes aquejan otros síntomas y signos como la sensación de opresión torácica, cambio en la coloración y/o filancia del esputo, fiebre o sibilancias2. El tratamiento de las agudizaciones de la EPOC incluye desde el aumento de la medicación habitual hasta la adición de múltiples fármacos, según el caso. Algunos de los pacientes requieren ingreso hospitalario, en cuyo caso el tratamiento generalmente incluye oxigenoterapia a fracciones inspiratorias variables, antibióticos, glucocorticoides, diuréticos y otros fármacos (p. ej., la insulina). El ingreso hospitalario por agudización implicará necesariamente cambios en el aporte energético y nutricional habituales, así como en nivel de actividad física cotidiana. Durante la agudización de la EPOC, los pacientes muesMed Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 521 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES 70 Valor en mediciones repetidas (%) 65 n = 15 60 55 50 n = 15 45 40 Masa magra (%) Masa grasa (%) Agua (%) 35 n = 15 30 30 35 40 45 50 55 60 Valor en la medición inicial (%) tran, además, un estado inflamatorio sistémico definido por incrementos de diversos mediadores inflamatorios en sangre periférica6. Teniendo en cuenta todo lo anterior, parece razonable postular la hipótesis de que un período de hospitalización por exacerbación de la EPOC puede tener efectos nocivos sobre la función y estructura muscular esquelética de estos pacientes. El objetivo principal del presente estudio fue evaluar de forma prospectiva los cambios que podrían aparecer en la función muscular tanto respiratoria (presiones máximas en boca) como periférica (fuerza y resistencia de músculos de las manos) durante el período de hospitalización de pacientes con EPOC que requirieron ingreso hospitalario por agudización. Para estimar el efecto de la variable «agudización», se incluyó una cohorte apareada por edad y sexo de pacientes ambulatorios con EPOC en fase de estabilidad clínica. Para estimar el efecto de la variable «hospitalización» se incluyeron cohortes adicionales de pacientes ingresados durante el mismo período de estudio por alguna de estas 3 posibles causas: neumonía adquirida en la comunidad, enfermedad pulmonar intersticial difusa en estudio o neoplasia pulmonar en estudio. A fin de evaluar la eventual coexistencia de cambios nutricionales durante el período de seguimiento, se incluyeron evaluaciones antropométricas seriadas junto con análisis de bioquímica sérica y bioimpedancia corporal eléctrica. Pacientes y método El estudio se realizó entre julio de 2000 y julio de 2002. Se seleccionó de forma prospectiva a un total de 49 pacientes (todos varones, con una edad media (DE] de 63 [11] años), que se asignó a 3 cohortes de estudio definidas por sus características clínicas. La primera cohorte (n = 27) estaba representada por pa- 522 Med Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 65 70 Fig. 1. Gráfica de identidad (reproducibilidad) de la técnica de bioimpedanciometría eléctrica corporal en nuestro laboratorio. Los resultados expresan los valores relativos (%) de los compartimientos graso, magro y agua en 15 mediciones repetidas en un mismo individuo. cientes con criterios diagnósticos de EPOC que requirieron hospitalización por agudización (infecciosa o no). Para evaluar el efecto de la variable «hospitalización» se incluyó una segunda cohorte (controles, n = 13), representada por pacientes hospitalizados en la misma sala clínica y durante el mismo período del estudio pero por otras causas, específicamente: neumonía adquirida en la comunidad, enfermedad pulmonar intersticial difusa en estudio o sospecha de neoplasia pulmonar primaria localizada. Desde el punto de vista clínico, ninguno de los pacientes estudiados mostraba comorbilidad importante en concomitancia con el motivo de ingreso. Como tal se definió la presencia o sospecha de enfermedades ortopédicas, médicas o quirúrgicas recientes que pudieran afectar a la estructura y función musculares e introducir factores de confusión en el análisis. Como criterios de exclusión adicionales se consideraron la presencia de edemas periféricos o sospecha de ascitis, el tratamiento hormonal por alguna causa diferente de la hiperglucemia asociada al tratamiento con glucocorticoides durante el ingreso, antecedentes de tratamiento crónico con glucocorticoides por vía sistémica y hospitalización durante más de 48 h previa a la detección del caso. Para poder evaluar el potencial efecto de la variable «agudización» se incluyó una tercera cohorte compuesta por 9 pacientes de sexo masculino con EPOC en fase estable y régimen ambulatorio apareados por edad. Todos los pacientes seleccionados aceptaron voluntariamente participar en el estudio, tras explicarles los objetivos, técnicas a utilizar y las eventuales molestias que podrían derivarse de su participación. La investigación se diseñó teniendo en cuenta la Declaración de Helsinki para Investigación en Seres Humanos7. El estudio fue de índole longitudinal, descriptivo y de cohortes. Todos los pacientes fueron incluidos en el estudio en las primeras 24-48 h de haber acudido al hospital. Se les evaluó de forma prospectiva desde el día 0 (inclusión en el estudio), a intervalos regulares de 48 h aproximadamente, hasta el día del alta hospitalaria. En todos los casos se realizaron las evaluaciones a la misma hora del día, tras la micción del paciente y después de 2 h o más de ayuno. Las evaluaciones incluyeron un baremo de pruebas sincrónicas respecto a la hora del día e incluían el registro del peso corporal total (en kg), fuerza muscular inspiratoria y espiratoria (expresadas como presión inspiratoria y espiratoria máximas medidas en boca, respectivamente, y en cmH2O), fuerza de los músculos periféricos (expresada como dinamometría de manos, en kg) y composición corporal por compartimientos (técnica de bioimpedanciometría no invasiva, expresada en kg). En ambos grupos de estudio se cursaron estudios de hematología y bioquímica séricas en el momento del ingreso. Se realizó un registro sistemáti- co de los fármacos recibidos (tipo y dosis) tanto por vía sistémica como inhalada. En el caso de los pacientes con EPOC agudizada, la función pulmonar se actualizó un día cercano al alta hospitalaria. El peso se cuantificó mediante una báscula homologada (SECA, Berlín, Alemania) apoyada en el suelo. Los pacientes se pesaron vestidos siempre con ropa ligera, descalzos y tras la micción. Los valores se han redondeado a intervalos de 100 g. La talla (m) se cuantificó de acuerdo con una escala convencional de medida. Se calculó el índice de masa corporal a partir de la fórmula: peso (kg) / talla2 (m2). En todos los pacientes se realizó una extracción de sangre venosa periférica mediante punción de vena cefálica o basílica según técnicas convencionales. Se procesaron las muestras obtenidas para cuantificar las proteínas y lípidos en suero (Olympus AU2500). Se efectuó asimismo un estudio hematológico general, que incluía recuento celular y de coagulación (Sysmex 3000, Japón), además de bioquímica sérica en relación con la función renal y hepática (Beckman Coulter, Synchron Cx9Po, Alemania). Se evaluaron en todos los casos la espirometría forzada (Datospir 92, Sibel, Barcelona, España), volúmenes pulmonares estáticos, resistencia de las vías aéreas y capacidad de transferencia del monóxido de carbono (Masterlab, Jaeger, Würzburg, Alemania). Los valores se analizaron en términos absolutos y relativos según valores de normalidad predichos8-10. La función de los músculos respiratorios se evaluó en términos de fuerza de músculos inspiratorios y espiratorios mediante la determinación de las presiones respiratorias máximas en boca (inspiratoria y espiratoria, respectivamente). Para ello se instruyó a los pacientes para realizar esfuerzos respiratorios máximos con la vía aérea ocluida. Se utilizó una válvula bucal ocluible con un pequeño orifico para minimizar la participación de los músculos buccinadores (SIBEL, Barcelona, España11). Para la presión inspiratoria máxima los pacientes realizaban las maniobras inspiratorias desde el volumen pulmonar residual, mientras que para la presión espiratoria máxima las maniobras espiratorias se realizaban desde capacidad pulmonar total. Se incluyó en el análisis el máximo valor de 3 a 5 maniobras válidas y reproducibles (diferencia inferior al 5%, aproximadamente). La pieza bucal se conectó a un manómetro de presión (TSD 104, Biopac Systems, Goleta, CA, EE.UU.), cuya señal se registró mediante un polígrafo digital (Biopac Systems, Goleta, CA, EE.UU.) y se almacenó para posteriores análisis. Los valores de presiones espiratoria e inspiratoria máximas evaluaron tanto en valores absolutos de presión (cmH2O) como relativos según los valores de referencia obtenidos por Morales et al12. Para evaluar la función muscular esquelética periférica se utilizó un dinamómetro isométrico (MEC100 Biopac Systems, Goleta, CA, EE.UU.) conectado al polígrafo digital para registrar tanto la fuerza máxima (en kg) como la resistencia anaeróbica (en s) de los músculos flexores de ambas manos (dominante y no dominante). Para el análisis se utilizó el valor máximo de 3 a 5 maniobras reproducibles12. Los valores se analizaron en términos absolutos de fuerza y relativos según los valores de referencia de Mathiowetz et al13. Se instruyó a los pacientes para realizar además la prueba de resistencia anaeróbica de los músculos de ambas manos, en 3 maniobras consecutivas separadas por 3 min de descanso. La variable resultado fue el tiempo máximo tolerado durante una contracción isométrica máxima (en s). Para evaluar los cambios en los compartimientos corporales se utilizó la técnica de bioimpedanciometría corporal eléctrica (BIA). Mediante un equipo portátil (BODYSTAT® 1500, Bodystat LTD, Isle of Man, Reino Unido) se registró de forma prospectiva la impedancia corporal, y a partir de los algoritmos de predicción validados se estimaron la proporción de masa grasa, masa magra y agua corporal total tanto en términos absolutos como relativos respecto al peso corporal total. Se colocaron 4 electrodos y se fijaron de acuerdo con las instrucciones del fabricante en el pie derecho (uno por encima de la línea maleolar y el otro en la parte proximal del segundo dedo) y en la mano derecha (uno en la línea imaginaria por encima de la apófisis cubital y otro en la parte proximal del tercer dedo). Se realizaron mediciones por triplicado para incluir el valor medio en el análisis. La reproducibilidad de la técnica en nuestro laboratorio aparece expresada en la figura 1. 12 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES Análisis estadístico TABLA 1 Las variables correspondientes a la composición corporal y función muscular se incluyeron como dependientes en los análisis. Las variables de motivo de ingreso, tiempo de hospitalización, fármacos recibidos y pruebas de función pulmonar y edad se analizaron como variables independientes. La descripción de los resultados aparece en valores individuales y valor medio (error estándar), según el caso. El supuesto de normalidad de las variables cuantitativas se valoró tanto gráficamente como con la prueba de ShapiroWilk. Para las comparaciones del grupo de casos en el momento del ingreso con cada uno de los controles (p. ej., grupos EPOC estable, neoplasia y enfermedad aguda) se realizó un análisis de la variancia (ANOVA) de una sola vía. La significación estadística se corrigió por el método de Tukey para comparaciones por pares. En cuanto a las variables de composición corporal, los pacientes se estratificaron según el valor de la mediana en 2 grupos. Cuando el cambio observado era superior a la mediana, los pacientes se asignaron al grupo «susceptible de cambios» y, en el caso contrario, al grupo de «pacientes no susceptibles». Para el análisis del porcentaje de cambios ocurridos entre el ingreso y el alta se ha realizado una prueba de la t de Student para datos independientes. En todos los casos la significancia estadística se definió por el error alfa (p) inferior al 0,05. Características de composición corporal de los pacientes al inicio del estudio EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo; IMC: índice de masa corporal; NP: no procede. Diferencias respecto a la EPOC agudizada de los otros grupos de estudio (EPOC estable, neoplasia pulmonar, enfermedad aguda) al inicio. ap > 0,05. bp < 0,01; cp < 0,05. Resultados TABLA 2 Las características antropométricas y de bioquímica sérica de los grupos de estudio aparecen resumidas en la tabla 1. Dentro de la medicación ambulatoria habitual previa al ingreso, todos los pacientes con EPOC recibían tratamiento broncodilatador inhalado, 9 (33%) recibían oxigenoterapia domiciliaria pautada según criterios normalizados, otros 9 (33%) recibían teofilina oral y 11 (41%) recibían esteroides inhalados. Ninguno de los pacientes con EPOC recibía tratamiento crónico con glucocorticoides por vía sistémica. En sólo 2 pacientes (8%) se documentó febrícula o fiebre en urgencias, la cual persistió durante los primeros 2 días de ingreso. Veintidós pacientes (55%) mostraron insuficiencia respiratoria (presión parcial de oxígeno en sangre arterial inferior a 60 mmHg), mientras que sólo 12 (30%) mostraban hipercapnia (presión parcial de dióxido de carbono en sangre arterial mayor de 45 mmHg). Todos los pacientes fueron tratados con varios fármacos (tabla 2), incluyendo oxigenoterapia (sistema Venturi o cánulas nasales), sueroterapia, broncodilatadores mediante micronebulización, profilaxis con ranitidina u omeprazol y profilaxis con heparina de bajo peso molecular. Todos los pacientes con EPOC agudizada recibieron además tratamiento con glucocorticoides por vía sistémica durante 6 (2) días. Los pacientes de las cohortes controles recibieron un menor número de fármacos, tal como se resume en la tabla 2. Desde el punto de vista antropométrico y de análisis mediante BIA (tabla 1), los pacientes con EPOC agudizada mostraban un menor peso corporal y menor índice de masa corporal que los pacientes con EPOC en fase estable. Los valores medios de los distintos compartimientos corpora- Fármacos recibidos durante el período de ingreso hospitalario 13 Ingresados en el hospital Pacientes ambulatorios EPOC estable Número Edad, años FEV1, % ref. Ingresos en el último año, n Tiempo desde el último ingeso, días Peso, kg IMC, kg/m2 Bioimpedancia, Ω Masa grasa % kg Masa magra % kg Agua total % l Neoplasia Enfermedad aguda EPOC agudizada 9( 68 (3)a 27 (2)a 1,6 (0,5)a 142 (30)a 79 (5)b 29 (1,5)b 537 (18) 5( 67 (4)a 62 (16)b NP NP 61 (4)a 23 (2)a 551 (24) 8( 52 (6)b 66 (10)b NP NP 70 (4)a 26 (2)c 506 (28) 27 ( 64 (2) 27 (2) 1,7 (0,4) 120 (53) 62 (3) 22 (0,5) 520 (25) 37 (2)b 30 (3)b 28 (3)a 17 (2)a 32 (4)c 23 (3)a 24 (2) 15 (2) 11 (2)b 9 (2)a 14 (3)a 7 (2)a 17 (4)b 10 (3)b 13 (2) 8 (1) 52 (2)c 41 (2)b 59 (3)a 36 (2)a 52 (2)a 37 (2)a 63 (2) 36 (1) Ambulatorios Pacientes Ingresados en el hospital EPOC estable (%) Neoplasia (%) 100 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 20 0 20 Broncodilatadores Teofilina oral Glucocorticoides inhalados Glucocorticoides sistémicos habituales Glucocorticoides sistémicos (ingreso) Diuréticos Insulina Antibióticos Enfermedad aguda (%) EPOC agudizada (%) 33 0 0 12,5 0 0 16,72 87,5 100 33,3 40,7 0 100 7,41 11,1 100 EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica. les al inicio del estudio obtenidos mediante la BIA aparecen resumidos en la tabla 1. El período de hospitalización se asoció a un cambio significativo en la fuerza de los 3 grupos musculares evaluados en el 75% de los pacientes ingresados por agudización de la EPOC (tabla 3). Sin embargo, como se describe a continuación, este cambio no tuvo el mismo sentido. En primer lugar, la presión espiratoria máxima disminuyó en una proporción del TABLA 3 Cambios en la función muscular durante la hospitalización en la cohorte de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica Pacientes no susceptibles de disfunción muscular Al ingreso Al alta Proporción de pacientes, % 25 ( PImáx, cmH2O –57 (4) –59 (14) % pred. 56 (16) 57 (15) PEmáx, cmH2O 130 (17) 131 (16) % pred. 67 (9) 69 (8) Fuerza mano dominante, kg 28,2 (0,9) 28,3 (1) % pred. 69 (7) 69 (9) Fuerza mano no dominante, kg 29,1 (1) 28,6 (0,9) % pred. 83 (1) 82 (10) Resistencia mano dominante, s 36 (1,4) 29 (3,4) Resistencia mano no dominante, s 42 (0) 29 (3) Cambio (%) Pacientes susceptibles de disfunción muscular Al ingreso Al alta Cambio (%) 75 ( 0,9 (2) 0,8 (2) –52 (4) –54 (7) –74 (6) –69 (6) 145 (11) 72 (6) 124 (15) 60 (7) 0,2 (0,3) 28,7 (2) 69 (7) 25,8 (1,5) 62 (2) –1 (2,2) 26,5 (2) 76 (4) 41 (9) 37 (3) 24,5 (2) 70 (3) 27 (2) 29 (3) 1 (0,9) 2 (2,1) –26 (2) –31 (5) 38 (6)* 30 (10)* –17 (5)* –17 (5)* –6 (3)** – –7 (3)* – –28 (3)* –23 (3)* Los pacientes se han categorizado según la aparición de disfunción muscular. Para ellos, se utilizó como criterio la mediana del cambio en las variables de función muscular durante el período de hospitalización. Para especificaciones, véase texto. PImáx: presión inspiratoria máxima; PEmáx: presión espiratoria máxima. *p < 0,05; **p < 0,06. Med Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 523 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Inicial frente a final (%) MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 –2 –4 –6 –8 –10 –12 –14 –16 –18 –20 ∆ Peso ∆ Masa magra ∆ Masa grasa ∆ Agua corporal EPOC en fase estable EPOC agudizada susceptible de cambios EPOC agudizada no susceptible de cambios Neumonías Neoplasia pulmonar estadio I –17% (5%) del valor inicial (intervalo del cambio, –28 al –13%; p < 0,05). En segundo lugar, y en el mismo sentido, los pacientes mostraron una pérdida tanto de fuerza como de resistencia anaeróbica de los músculos periféricos –fuerza máxima de la mano dominante, el 6% (3%) del valor inicial, p = 0,06; fuerza máxima de la mano no dominante, el 7% (3%) del valor inicial, p < 0,05, y resistencia anaeróbica de la mano dominante, el 28% (3%) del valor inicial, p < 0,05; resistencia anaeróbica de la mano no dominante, el 23% (2%) del valor inicial; p < 0,05–. Por último, en sentido diferente, la presión inspiratoria máxima se incre- Fig. 2. Cambios en los diferentes compartimientos corporales en las cohortes del estudio. Las barras representan el valor medio del cambio (%) en relación con la medición inicial en el momento de inclusión en el estudio. EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica. mentó en una magnitud media de 38% del valor inicial (intervalo, 17-73%; p < 0,01). Desde el punto de vista longitudinal, nuestro estudio demuestra que los pacientes con EPOC estable (ambulatorios) no muestran cambios en el peso ni en los compartimientos corporales durante un período de seguimiento de corta duración (tabla 1). El 82% de los pacientes hospitalizados por exacerbación de la EPOC mostró cambios en los compartimientos corporales tanto en términos de peso corporal total (∆ = –2 [1]; p = 0,07) como en el análisis mediante BIA. Este último fue compatible con una pérdida de masa magra, con incremento de masa grasa y disminución del TABLA 4 Cambios en la composición corporal durante la hospitalización en la cohorte de pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica agudizada Pacientes no susceptibles de cambios nutricionales Al ingreso Proporción de pacientes, % Días ingreso, n Peso corporal total, kg Agua total l % Masa grasa kg % Masa magra kg % Índice ∆ peso/día, g/día Índice ∆ grasa/día, g/día Índice ∆ magro/día, g/día Índice ∆ agua/día, ml/día Al alta 57 (3) 18 ( 5 (0,8) 58 (2) 36 (1) 62 (2) Cambio (%) Pacientes susceptibles de cambios nutricionales Al ingreso Al alta Cambio (%) –0,7 (1,9) 59 (6) 82 ( 5 (0,8) 56 (6) 35 (2) 60 (1) 1,6 (0,5) 38 (3) 66 (4) 34 (2) 63 (4) –6 (2)b 15 (1) 25 (2) 16 (1) 27 (1) –3,2 (3,7) 13 (3) 21 (4) 15 (4) 25 (4) 15 (4)b 6 (2) 13 (2) 7 (2) 13 (2) 8 (4) 13 (4) 7 (2) 12 (4) 0,1 (1,4) –6 (15) –145 (81) 123 (106) 115 (107) –2 (1)a –8 (3)b –205 (170)c 325 (319)c –520 (239)c –321 (198)c Los pacientes se han categorizado según la magnitud de los cambios nutricionales. Para ello, se utilizó como criterio la mediana del cambio en las variables medidas mediante la bioimpedancia corporal. Para especificaciones, véase texto. ap < 0,07; bp < 0,01; cp < 0,05. 524 Med Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 agua corporal total (tabla 4). A este grupo de pacientes se les calificó de «susceptibles de cambios en compartimientos corporales» (fig. 2). No se encontró asociación estadística entre la magnitud de estos cambios expresados mediante el análisis de BIA y la magnitud del deterioro de la función muscular. Los cambios observados en la composición corporal y la función muscular esquelética no mostraron relación con el tratamiento farmacológico recibido. En lo que respecta específicamente al tratamiento con glucocorticoides, no se encontró relación con la dosis total acumulada durante el ingreso. Sin embargo, es importante resaltar que todos los pacientes con EPOC agudizada recibieron este tipo de fármaco en dosis medias de 0,5 mg/kg/día de prednisona. Discusión El presente estudio demuestra que la mayoría (aproximadamente el 75%) de los pacientes hospitalizados por exacerbación de la EPOC muestra un deterioro progresivo en la fuerza y resistencia de los músculos esqueléticos, tanto periféricos como espiratorios. Es posible que exista un deterioro similar en el diafragma y demás músculos inspiratorios, pero la coexistencia de eventos mecánicos respiratorios (p. ej., disminución progresiva del atrapamiento aéreo) durante el tratamiento podría sesgar su detección. Nuestro estudio demuestra además la existencia de cambios estereotipados en la impedancia corporal, compatibles con alteraciones de la composición corporal de los pacientes y representados por una pérdida de masa magra y agua corporal total. La causa íntima de estos cambios funcionales y de la impedancia eléctrica corporal no puede precisarse mediante el presente estudio, pero claramente están relacionados con la exacerbación de la EPOC. Los autores postulamos la existencia posible de una interacción sinérgica y nociva de múltiples factores intrínsecos a la enfermedad, su exacerbación y tratamiento, capaces de inducir disfunción muscular esquelética tras un período corto de hospitalización. Los músculos inspiratorios tienen alterada su función (menos fuerza y resistencia) en pacientes con EPOC, especialmente en los períodos de agudización4. Uno de los factores relacionados con este deterioro funcional es el aumento progresivo de la capacidad residual funcional (p. ej., atrapamiento aéreo progresivo)2 durante la agudización. Una vez que se supera la exacerbación clínica, la fuerza del diafragma y de los demás músculos inspiratorios puede verse restaurada4. Los resultados del presente estudio son consistentes con estos conceptos, pues demuestran un in14 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES cremento de la presión inspiratoria máxima durante el período de seguimiento de la agudización. Es posible que esta mejoría explique que en algunos estudios anteriores pasaran inadvertidos otros fenómenos en compartimientos musculares diferentes. El presente estudio incluyó la evaluación de 2 grupos musculares adicionales al inspiratorio, cuya función no se ve afectada por el atrapamiento aéreo dinámico. Estos grupos corresponden a los músculos espiratorios y la musculatura periférica (flexores de las manos). La mayoría de los pacientes con EPOC agudizada mostraron un deterioro funcional tanto en los músculos espiratorios (presión espiratoria máxima) como en los periféricos (según la fuerza y resistencia anaeróbica de las manos). Esta disfunción mostró un carácter progresivo y una tendencia lineal en el 75% de los pacientes ingresados por agudización pero, por el contrario, en ninguno de los casos de EPOC en fase estable. Según nuestra hipótesis, la aparición de disfunción muscular en los pacientes podría estar asociada a la combinación de múltiples factores, como el tratamiento sistémico con glucocorticoides, hipoxemia, hipercapnia, diselectrolitemias, antibióticos y el efecto potencial de mediadores inflamatorios. Se conoce que en muchos de estos factores pueden precipitar además pérdida de masa muscular y de las proteínas contráctiles4. El presente estudio utilizó la técnica BIA para evaluar los compartimientos corporales. La BIA se fundamenta en la estimación de la resistencia (en Ω) y la reactancia (también en Ω) de los tejidos ante una corriente eléctrica (frecuencia: 50 Hz; intensidad: 400 µA). Tanto la resistencia como la reactancia con características determinadas por la composición de las membranas celulares, interfaces tisulares y tejidos no iónicos del cuerpo. A partir de algoritmos validados se deduce el contenido de agua corporal total, la masa grasa y la masa no magra. La BIA puede alterarse por cambios en la temperatura corporal o la posición del paciente. En nuestro estudio, las mediciones se realizaron en condiciones y posiciones normalizadas. Hay que resaltar que las proteínas séricas y los cationes y aniones extracelulares más importantes (sodio, potasio y cloro) no mostraron cambios significativos durante el período de hospitalización. La BIA ha sido previamente validada con respecto a la técnica de hidrodensitometría, que se considera la técnica de referencia. Los estudios demuestran que la BIA posee una alta sensibilidad, precisión y concordancia respecto a la hidrodensitometría14, y permite evaluar cambios que, eventualmente, pueden pasar inadvertidos al cuantificar el peso o el índice de masa corporal totales15. La BIA 15 ha sido utilizada por otros autores para estudios longitudinales similares. Kotler et al16 evaluaron los cambios de los compartimientos corporales en pacientes con sida y síndrome de malabsorción intestinal. Quirk et al17 realizaron mediciones seriadas de bioimpedancia corporal en pacientes con fibrosis quística y evidenciaron una relación con el potasio corporal total. Existen otras técnicas alternativas de medición de los compartimientos corporales18. Una de ellas es la absorciometría dual de energía de rayos X, que también ha demostrado una alta concordancia con la hidrodensitometría. Sin embargo, su coste y la dosis actínica (radiación acumulada) sobre el paciente han restringido su uso18. La BIA parece subestimar la masa libre de grasa con referencia a la medición de la absorciometría dual de energía de rayos X. Sin embargo, la diferencia numérica parece ser irrelevante desde el punto de vista clínico19. Otras opciones no invasivas de medición son la estimación de la excreción de creatinina o purinas para el cálculo de índices derivados (p. ej., índice creatinina-talla). Sin embargo, tienen como limitación importante su elevada variabilidad intrínseca a cambios en la dieta o eventuales errores en la recolección de orina de 24 h. El presente estudio ilustra que el peso corporal permanece relativamente estable en los pacientes que ingresan por agudización de la EPOC. En los últimos años se ha otorgado un especial interés al estudio del estadio nutricional de los pacientes con EPOC. Según diversas series, un 25-38% de los pacientes sufren una pérdida progresiva de peso corporal20-22. Este deterioro nutricional tiene un interés clínico relevante, no únicamente descriptivo, pues se asocia a un mayor deterioro de los indicadores de calidad de vida23,24 y riesgo de muerte25,26. Las causas que precipitan el deterioro nutricional no han sido identificadas con precisión. En nuestro estudio se detectó una pérdida progresiva de agua y masa corporal magra, que alcanzaron valores mínimos en el día del alta hospitalaria. Estos cambios parecen estar compensados por un incremento recíproco de masa grasa que explicaría la estabilidad del peso corporal. Estos cambios fueron progresivos y con tendencia lineal. Los desequilibrios en el agua corporal son característicos de la malnutrición proteicocalórica y de fenómenos de lesión celular o inflamación27. En este sentido, se conoce que la exacerbación de la EPOC muestra inflamación bronquial y sistémica además de incrementos del coste metabólico y del aporte energético3,4,6. Existen diversas situaciones clínicas que pueden alterar la BIA corporal de forma aguda27. Esta observación es frecuente en pacientes críticos en relación con desequilibrios en la distribución del agua corporal. De forma similar, la presencia de ascitis, edemas periféricos graves, sobrehidratación masiva o procedimientos como la diálisis pueden afectar a la BIA corporal27-29. En nuestro estudio, sin embargo, ninguno de los pacientes mostraba edemas graves ni ascitis, pues de hecho constituían criterios de exclusión. Ninguno de los pacientes recibió sobrecarga hídrica ni tratamiento con diálisis, y el tratamiento diurético sólo se mantuvo en los pacientes (n = 2) que lo recibían previamente de forma ambulatoria. Uno de los puntos que a criterio de los autores toma especial interés a partir de los hallazgos del presente estudio es la posible relación entre disfunción muscular y cambios nutricionales agudos. Se conoce que la agudización de la EPOC precipita un incremento del coste energético basal2. En pacientes críticos, un incremento del 50% en el coste energético basal puede incrementar la proteinólisis de 2 a 4 veces debido a un incremento desproporcionado de la utilización de glucosa28. Sin embargo, si atendemos a la magnitud de los valores expresados por la BIA en nuestro estudio, el cambio en los compartimientos corporales podría haberse sobrestimado. Aunque no podemos descartarlo, el cambio nos parece excesivo en el contexto de una agudización de la EPOC28,29. Un cambio de esa magnitud se ha observado en situaciones graves, como quemaduras extensas o politraumatismos considerables, en que aparece un estado catabólico y se utiliza glucosa desde el músculo mediante gluconeogenia. No obstante, nos parece improbable un sesgo sistemático que únicamente afectara a la cohorte de pacientes con EPOC agudizada. Además, se puso especial cuidado en todos los aspectos técnicos y metodológicos de realización de la impedanciometría. Todos los pacientes fueron evaluados siempre de forma conjunta por 2 investigadores con el fin de obviar sesgos por variabilidad interindividual. Además, las mediciones se efectuaron siempre en reposo, en ausencia de fiebre y en igual posición corporal en todos los grupos del estudio. Los autores suponemos que los valores obtenidos a partir de la BIA pueden estar reflejando realmente un cambio compartimental, aunque éste podría estar sobrestimado por la coexistencia de otros factores (p. ej., concentración de calcio extracelular y de iones intracelulares, entre otros). Finalmente, un hallazgo que tiene especial relevancia clínica es que no todos los pacientes ingresados por agudización de la EPOC mostraron cambios nutricionales o funcionales de igual magnitud. Es posible que futuros estudios que empleen técnicas complementarias para cuantificar los compartimientos musculares (p. ej., balance nitrogenado, incorporación de 3Med Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 525 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES metil-histidina y otros) puedan aclarar estos conceptos. Algunos estudios de índole retrospectiva apuntan a que una proporción importante de pacientes con EPOC sufren una pérdida progresiva de peso en relación con las agudizaciones de su enfermedad20. Otros estudios con diseño transversal, como el realizado por Pascual et al31 en nuestro medio, han demostrado que el deterioro de la función pulmonar tiene correlación con algunas variables de antropometría nutricional (índice de masa corporal, distribución de la masa grasa) en pacientes con EPOC. Una percepción clínica habitual es que los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos sufren alteraciones apreciables tanto nutricionales como de función muscular29. Sin embargo, los autores hemos podido encontrar sólo un trabajo previo que haya evaluado los cambios en la composición corporal media BIA durante la hospitalización por agudización de la EPOC en salas convencionales. En dicho estudio, Vermeeren et al30 no pudieron evidenciar cambios en el peso corporal ni en la proporción de la masa libre de grasa en un grupo de pacientes con EPOC hospitalizados por una agudización. Estos autores señalaron que la potencial pérdida de peso podría estar relacionada con la agudización, pero en los días previos a la hospitalización. Sin embargo, debemos resaltar que nuestros pacientes residían y procedían del área mediterránea, mientras que el estudio de Vermeeren et al30 incluía a pacientes del norte de Europa. En consecuencia, no podemos excluir la posibilidad de que existan diferencias en el impacto de la agudización de la enfermedad en pacientes que residan en regiones geográficas diferentes o que tengan distinto origen étnico32. Unas diferencias similares se han descrito recientemente en otras enfermedades crónicas de origen multifactorial asociadas también al tabaco (p. ej., enfermedad cardiovascular)33. Dado que el presente estudio fue de índole descriptiva (cohortes), no podemos definir causalidad. Sin embargo, nuestros resultados demuestran una asociación entre la variable «agudización» y las alteraciones de la función muscular global y la BIA. La inclusión de otras cohortes de pacientes que ingresaron en el hospital por otras causas nos permite definir que la variable «hospitalización» no es la única causa de los cambios, sino que existen otras implícitas a la propia exacerbación y tratamiento de la EPOC. Nuestra hipótesis es que estos 2 hallazgos (pérdida de masa magra y disfunción muscular esquelética) podrían estar relacionados. El estudio no permite excluir la posibilidad de un efecto miopático inducido por el tratamiento con glucocorticoides. Sin embargo, esta relación debería interpretarse 526 Med Clin (Barc) 2004;122(14):521-7 sólo desde el punto de vista cualitativo, pues no se asoció con la dosis total acumulada de dichos fármacos34. Por otra parte, los resultados indican que otros tratamientos administrados como la insulina, los diuréticos, los antibióticos o el oxígeno no guardan relación dosis-respuesta con los cambios nutricionales o funcionales observados. La selección de la población del estudio llevó a incluir a pacientes con un mínimo de comorbilidad, lo que ha dificultado la inclusión de voluntarios, aunque consideramos que estos criterios de selección permitieron obviar los sesgos asociados a la presencia de otras enfermedades. Finalmente, es importante mencionar que la etiopatogenia de las enfermedades que han definido las cohortes del estudio es diferente, por lo cual también su impacto sobre la función muscular y el estado nutricional puede ser distinto. Las posibles limitaciones del presente estudio tienen que ver con el tamaño de la muestra, la ausencia de un correlato histológico (p. ej., biopsias de tejido muscular o graso) y la ausencia de técnicas adipométricas. En este sentido, los autores consideramos que la muestra del grupo de estudio (EPOC agudizada) ha sido suficiente para demostrar cambios significativos no sólo desde el punto de vista estadístico, sino también con potencial significado clínico. En cuanto a pruebas de esfuerzo físico general o de grupos musculares mayores como los de las piernas, existe una limitación práctica y ética que nos ha hecho limitar las evaluaciones a aquellas que, a nuestro criterio, no implicarían un incremento significativo de gasto metabólico. Por razones similares nos hemos abstenido de realizar biopsias de tejido muscular o graso. Finalmente cabe resaltar que no realizamos evaluaciones adipométricas convencionales como la medición de pliegues cutáneos (p. ej., tricipital, subescapular, u otros) o antropometría por compartimientos. Esto nos limita para definir si los cambios evaluados con la técnica corporal de bioimpedancia eléctrica tienen una distribución periférica, centrípeta o global. Respecto a las implicaciones clínicas, consideramos que existen 3 puntos con potenciales implicaciones clínicas. En primer lugar, la evidencia de que la agudización de la EPOC se asocia a cambios funcionales musculares y de la BIA corporal. Es posible que estos cambios estén relacionados, pues la pérdida de masa muscular podría precipitar una disfunción muscular esquelética (pérdida de fuerza y resistencia). No podemos excluir, sin embargo, la coexistencia de una base funcional que participe del deterioro funcional muscular en términos de fuerza y resistencia. En segundo lugar, nuestro estudio demuestra que los cambios en la función muscular pasan inadvertidos si se evalúa solamente la función del diafragma y demás músculos inspiratorios. De la misma forma, el estudio indica que el impacto de la agudización de la EPOC sobre el estado nutricional parece subestimarse si sólo se efectúan mediciones del peso u otras medidas antropométricas que no permiten detectar cambios compartimentales recíprocos. En tercer lugar, el estudio demuestra que la causa de las alteraciones de los músculos esqueléticos y de la BIA no están justificados por el sedentarismo o cambios dietéticos intrínsecos a la hospitalización. Esta evidencia permite suponer que existan otros factores implicados como la presencia de mediadores inflamatorios y estrés sistémico (p. ej., hipoxemia, desequilibrio oxidación-reducción, hipersecreción de leptina, etc.) o el tratamiento de la agudización de la EPOC (glucocorticoides, antibióticos y otros)3. Nuestra población de estudio no ha permitido demostrar un estereotipo que caracterice a estos pacientes «susceptibles» de cambios funcionales o compartimentales. Es posible que esto refleje una susceptibilidad multifactorial. Es por todo lo anterior que parece estar justificado realizar futuras investigaciones dirigidas a definir el perfil evolutivo de la disfunción muscular sistémica y BIA tras la agudización de la EPOC después del alta hospitalaria, así como del que pueden tener las agudizaciones repetidas (sinérgico o sumatorio). Los autores consideramos de gran interés la realización de estudios multicéntricos que confirmen y amplíen nuestros hallazgos, sobre todo por lo que se refiere a implicaciones a largo plazo. El presente estudio demuestra que la hospitalización y el tratamiento de los pacientes con EPOC agudizada tiene relación con 2 características clínicas relevantes: la función muscular global y la composición corporal. Específicamente, los pacientes muestran un deterioro progresivo de la fuerza y resistencia de los músculos esqueléticos, tanto periféricos como espiratorios, en coexistencia con una disminución de la masa magra y agua corporal. No podemos excluir totalmente la posibilidad de que la técnica de bioimpedanciometría haya sobrestimado la magnitud del cambio en los compartimientos corporales. Futuras investigaciones deben prestar especial atención a las implicaciones a largo plazo de la disfunción muscular esquelética y precisar con técnicas complementarias las alteraciones compartimentales que pueden precipitarse durante la agudización de la EPOC y su tratamiento. Agradecimientos Agradecemos a N. Soler y a A. Roig (del Hospital del Mar de Barcelona) su colaboración en la realización de las pruebas de funcionalismo respiratorio; al Dr. X. Mateu, sus críticas y ase16 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. MARTÍNEZ-LLORENS JM, ET AL. DISFUNCIÓN MUSCULAR GLOBAL DURANTE LA EXACERBACIÓN DE LA EPOC: UN ESTUDIO DE COHORTES soramiento durante la preparación del manuscrito; y también extendemos nuestro agradecimiento a todos los pacientes que aceptaron participar en el estudio. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 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