PROCEDE PAGO DE SOBRESUELDO POR OPERACIONES DE ALTO RIESGO EN SERVICIO DE GUARDACOSTAS VOTO Nº 000059-2013 DE LAS 10:45 HRS DEL 23 DE ENERO DE 2013 […] “IV.- SOBRE EL PAGO DE DIFERENCIAS SALARIALES POR EL RECARGO DE FUNCIONES: Con la demanda el actor pretendió el pago de diferencias salariales desde su traslado a la Dirección Nacional de Guardacostas, el 21 de junio de 2000, en donde –dijole asignaron labores para las cuales se le pide tener requisitos y una serie de conocimientos en el campo técnico náutico policial a las cuales no está sujeto un policía administrativo. Según se tuvo por acreditado, mediante resolución n° . 1307-2000 TI-DRH de 8:52 horas de 19 de junio de 2000, al actor se le comunicó la reubicación de su puesto de Raso Policía, n°. 053757 que desempeñaba en la Subcomisaría de Alajuelita, a la Base Naval Quepos, manteniendo el mismo puesto, salario y funciones, a partir del 21 de junio de 2000 (ver folio 261). De los autos ha resultado evidente que ese traslado fue motivado por la promulgación de la Ley n.° 8000 del 5 de mayo de 2000, “Creación del Servicio de Guardacostas”. A través de esa ley se creó el Servicio Nacional de Guardacostas como un cuerpo policial integrante de la Fuerza Pública, encargado de resguardar las aguas territoriales, la plataforma continental, el zócalo insular y los mares adyacentes del Estado costarricense. Su artículo 3° dispuso: El personal del Servicio para desarrollar sus funciones tendrá en tierra las mismas competencias y facultades policiales que los otros cuerpos definidos en la Ley General de Policía, n° . 7410, del 26 de mayo de 1994. También, creó un estatuto laboral propio para ese servicio. El reglamento de esa ley fue publicado el 13 de diciembre de 2000, y dentro de este se contempló los puestos que constituirían el personal técnico policial. Expresamente dispuso dentro de su transitorio: “A partir de la vigencia de este Reglamento, los funcionarios del Servicio, conforme cumplan con los requisitos establecidos, se incorporarán a la nueva clasificación de puestos, una vez avalada por la Autoridad Presupuestaria del Ministerio de Hacienda, el Manual de Puestos y Funciones del Servicios Nacional de Guardacostas” (folio 31) . El mencionado Manual se terminó de confeccionar el 28 de noviembre de 2002 y fue remitido a la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria el 22 de enero de 2003, para su aprobación. Por su parte, la citada dependencia impartió su criterio en torno a la mencionada valoración de clases del Sistema Nacional de Guardacostas, mediante oficios STAP-0377-04 de 31 de marzo; y n° . 0675-04 de 8 de junio, ambos de 2004 (ver folios 6 al 12 del expediente administrativo). Una vez aprobado el citado instrumento o manual de cargos y clase policiales del Servicio Nacional de Guardacostas ello necesariamente ameritaba un estudio integral de los puestos policiales de esa dependencia, a fin de ubicar en las nuevas clases a los servidores que contaban con los requisitos académicos y legales establecidos en las mismas, lo que impedía el estudio de las reasignaciones particulares que se hubieran planteado, según lo establecido por el Decreto Ejecutivo n° 31089-H “Procedimiento para aplicación directrices y regulaciones de política salarial, empleo y clasificación de puestos de los ministerios, demás órganos según corresponda entidades públicas cubiertas por el ámbito de la autoridad Presupuestaria para año 2004”, en su artículo 16, inciso a, según el cual, durante la elaboración de los estudios integrales de puestos, la entidad no podrá efectuar estudios individuales de reasignaciones de puesto. A folio 68 del expediente administrativo consta un comunicado emitido por la jefatura del Departamento de Análisis y Evaluación de Puestos de la Dirección de Recursos Humanos del Ministerio de Seguridad Pública, quien le informa a esa Dirección, del avance logrado hasta esa fecha, en el estudio de ubicación por reestructuración de las plazas policiales del Servicio Nacional de Guardacostas y en el que se lee: “Este departamento elaboró el Informe n° . AE-0022006-UR del 2 de enero de 2006, aprobado por la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria, según STAP NO. 1195-06 del 18 de mayo de 2006. En dicho informe se analizó la situación de sesenta y cinco (65) puestos, de los cuales quince (15) quedaron ubicados por reestructuración en las nuevas clases policiales del Servicio Nacional de Guardacostas y los restantes cincuenta (50) quedaron pendiente, debido a que sus ocupantes no reunían los requisitos exigidos para las nuevas clases. Por otra parte, en los meses de setiembre y octubre del año 2006, se realizaron giras a las diferentes estaciones de guardacostas, con la finalidad de explicar el procedimiento a seguir en el estudio de ubicación por reestructuración, recopilación de la información sobre las tareas ejecutadas en los puestos mediante la aplicación del cuestionario para análisis ocupaciones, presentación de atestados académicos (copias debidamente confrontadas), aclarar inquietudes relacionadas con el estudio, entre otras actividades. En el segundo estudio a presentar en el mes de febrero o mediados del mes de marzo del año en curso, se espera incluir aproximadamente (70) plazas, las cuales en su mayoría estaban pendientes de cambio de código presupuestario, que se hizo efectivo a partir de enero de este año…” (ver folios 68 al 71). Con base en esos antecedentes y los estudios respectivos, la administración del demandado finalmente, mediante oficio AE-440-2007 de 8 de marzo de 2007, resolvió: “… este Departamento elaboró el Informe No. AE-0012007-UR del 29 de enero de 2007, determinándose que en el puesto No. 053757, clase Raso de Policía, código 10903 01 0004, se ejecutan labores propias del cargo Marinero Ambiental, correspondiente a la clase Agente de Guardacostas II. Asimismo, según estudio de expediente personal que mantiene la Dirección de Recursos Humanos y otra documentación aportada a este Departamento, se constató que Usted cumple con todos los requisitos exigidos para ocupar la clase recomendada. Por lo tanto, de acuerdo con los artículos No. 14 y No. 15 del Decreto Ejecutivo No. 32976-H se procede a reubicar por reestructuración el puesto No. 053757, cargo MARINERO AMBIENTAL, a la clase AGENTE DE GUARDACOSTAS II, con fecha rige para todos los efectos: 1° de abril de 2007” (folios 78- 79 del expediente administrativo). Es decir, que no fue sino hasta el mes de junio de 2004 que la administración del demandado contó con el instrumento administrativo de clasificación y valoración de puestos del Servicio Nacional de Guardacostas; por lo que antes de ello no existe ninguna posibilidad de acordarle al demandado diferencias salariales, luego de su reubicación en la Base Naval de Quepos, respecto de un puesto y una retribución inexistentes en ese momento. Es decir, la petición del actor para que se le reconozcan diferencias salariales a partir de su reubicación en la Base Naval Quepos, por haber ocupado a partir de esa fecha funciones policiales en control, prevención y protección de los recursos marinos costeros, piratería, control portuario, inmigración narcotráfico, etc… no es procedente en tanto para ese momento, la administración no contaba con un instrumento jurídico que estableciera un sistema de clasificación y valoración de esas otras funciones. Y ya se ha dicho por parte de esta Sala que los tribunales no tienen ninguna posibilidad de suplantar la función administrativa de los órganos del Estado, en materia de clasificación y valoración de puestos. La inexistencia de ese instrumento, para ese momento, imposibilita admitir el argumento del actor de que las funciones desempeñadas deban ser retribuidas con un salario distinto al cargo en el que estuvo nombrado, pues antes de su nombramiento como Agente de Guardacostas II, el 1° de abril de 2007, siempre estuvo nombrado en el cargo de Raso de Policía. En este sentido, en el expediente no se logró encontrar ninguna prueba que fundamentara la aseveración del actor en el sentido de que a partir del año 2001 fuera nombrado en una plaza interina como Guardacostas II. Por el contrario, la prueba allegada al expediente por el propio actor (ver acciones de personal de folios 61 al 63; así como la certificación visible de folios 106 al 109) refleja que su nombramiento, aún luego de su traslado, se mantuvo como Raso de Policía. En lo concerniente al pago de diferencias por ocupar el cargo de jefe de escuadra, debe decirse lo siguiente. Conforme a la prueba testimonial, el petente en varios períodos de su relación de trabajo sirvió como jefe de escuadra, cargo que correspondía a un recargo de tareas administrativas, mas no estaba establecido formalmente en el manual descriptivo de puestos. Veamos lo dicho por el testigo …: “Pocos días de ingresar a guardacostas fue él asignado a ese puesto de Jefe de Escuadra. El ingreso en guardacostas (sic) igual que yo, él unos días antes que yo. Yo ingresé el cinco de agosto del dos mil y él se había venido días antes le habían dado el traslado para guardacostas de Quepos, no preciso la fecha. En el puesto de Jefe de Escuadra, además de las funciones meramente operaciones tiene la responsabilidad de velar por el cumplimiento de labores de los demás compañeros, llevar informes, así como verificar la asistencia, lo correspondiente a vacaciones de los compañeros que tiene a cargo, o sea, tiene funciones meramente administrativas. El me comentó que primero estuvo de marinero y luego al de Jefe de Escuadra, que siempre sigue siendo de marinero pero con ese recargo de funciones administrativas. (…). El superior de G sería el biólogo. (…). 1.- Escuadra, es un término policial, un grupo de personas que ingresa (sic) a laborar en equis fecha y que tiene que ser relevada por otro grupo de personas, en la cual tiene que existir un Jefe de escuadra porque el Jefe inmediato no puede estar todo el tiempo trabajando, se convertiría en un robot, entonces el jefe delega funciones a los Jefes de Escuadra como coordinadores de trabajo y en prácticas administrativas en relación a la preparación de documentación de todo el trabajo que se realiza. 2.Estas escuadras trabajan en tierra y en altamar, con labores determinadas en cada una de ellas. 3.Funciones operativas normales como cualquier otro funcionario, pero además debe realizar informes y papelería que tienen que hacer, el jefe de escuadra los hace éste o no el Jefe Inmediato, que a veces le ayuda en esa labor, pero casi siempre el jefe inmediato nada mas se limita a firmar los papeles (sic)” (folios 272 y 273). En similares términos depuso el señor …: “En el caso de G, por ser personal de los más viejos, también ha asumido el puesto de Jefe de Escuadra, en ocasiones o sea por períodos cortos y en el último año asumió una de las escuadras. (…). 1.- El trabajar por escuadras siempre ha existido en el servicio guarda costas (sic), esto desde que yo entre (sic) en el año mil novecientos noventa y seis. 2.- En las estaciones siempre ha habido un responsable, dentro del departamento ambiental existe un biologo (sic) u oficial ambiental que es el encargado de las escuadras y por debajo de él estan los jefes de escuadra, en este caso yo soy Jefe de Escuadra A, que es la que ahora esta en servicio (sic). 3.- En estos casos se le ha otorgado ese puesto a las personas que tienen mas experiencia (sic), usualmente quién lo designa es el oficial ambiental que es el jefe de los departamentos ambientales que también es bióloga marina. (…). Si planea, supervisa el trabajo de un grupo de compañeros, como antes lo indique el jefe de escuadra realiza ordenes de servicio, distribución de personal de acuerdo a tareas, planificación, darle seguimiento a los trabajos que realizan los demás compañero yo siento que si es un recargo, porque debemos trabajar activamente en los trabajos, se nos recarga la parte administrativa, tenemos que hacer bitácoras, informes de cierre de servicio, hacer estadística, igual ante nuestros jefes el oficial ambiental somos los responsables de la unidad de lo que pase, o sea del grupo de compañeros o escuadra” (folios 274 a 277). La idea del accionante es que esas tareas sean remuneradas como sub oficial guardacostas II. Al tenor de la documental traída al proceso las tareas del puesto citado son las siguientes: “Gobernar y operar embarcaciones con dos motores de borda, o bien, uno a dos motores intraborda. / Leer e interpretar cartas de navegación y trazar los rumbos correspondientes a los viajes programados. / Asignar y supervisar las labores del personal de apoyo a cargo y velar porque las actividades se ejecuten eficientemente y oportunamente. / Trazar sobre una carta náutica las posiciones, rumbos y demás actualizaciones necesarias para ubicar las diferentes embarcaciones de servicio público y/o privado. / Utilizar los diferentes instrumentos electrónicos, tales como: radar, ecosonda, navegador por satélite, radiogoniómetro, entre otros, para interpretar la información suministrada. /Velar por el buen funcionamiento, uso y mantenimiento de la embarcación asignada. / Conocer, interpretar y aplicar la legislación vigente nacional e internacional para la regulación de las actividades marítimas. / Presenta al superior los reportes de los viajes y anotar en la bitácora la información relevante de los viajes. / Asumir los deberes y responsabilidades del Oficial Capitán de Guardacostas, en ausencia del mismo. / Participar en la coordinación de los operativos policiales llevado a cabo en la zona marítimo-costera, la zona económicamente exclusiva y aguas interiores. / Asistir al Oficial Capitán de Guardacostas en actividades operacionales, técnicas y administrativas de acuerdo con las competencias del Servicio Nacional de Guardacostas, en ausencia del mismo. /Participar en operativos policiales – náuticos e inspecciones dentro del mar territorial y la zona económica exclusiva. / Formar parte de los equipos de abordaje e inspección, los cuales se encargan de realizar revisiones dentro de las embarcaciones que navegan por las aguas jurisdiccionales del país, con el fin de buscar drogas, artículos de contrabando, personas indocumentadas entre otros. / Verificar que las embarcaciones que navegan en las aguas jurisdiccionales del país, que desarrollan actividades comerciales, tales como: pesca, recreación, cabotaje, entre otros, cuenten con el respectivo permiso para ejecutarlas. /Detener embarcaciones que navegan en las aguas jurisdiccionales del país, que desarrollan actividades comerciales, tales como: pesca, recreación, cabotaje, entre otras, cuentan con el respectivo permiso para ejecutarlas. / Detener embarcaciones y aprehender personas que han violentado las leyes nacionales e internacionales, en las siguientes actividades: pesca, navegación, migración, contrabando de artículos, narcotráfico, piratería, daños al medio ambiente, entre otros. / Participar en las labores de rescate de personas y embarcaciones, así como en actividades de bien social. / Participar en actividades de capacitación como instructor en el campo de competencia, en la Academia Nacional de Guardacostas o donde el Servicio Nacional de Guardacostas lo requiera. / Preparar el material didáctico y de apoyo requerido para desarrollar las clases teórico-prácticas. / Evaluar el rendimiento académico de los estudiantes, de acuerdo con la metodología establecida por la Academia del Servicio Nacional de Guardacostas. / Velar por el cumplimiento de las leyes, reglamentos, disposiciones y las directrices internas del Servicio Nacional de Guardacostas. / Sustituir al personal de mayor nivel (clase inmediata) por vacaciones, permisos, enfermedad, entre otros. / Mantener informado al superior inmediato sobre las actividades encomendadas, manteniendo una comunicación fluida o por medio de informes periódicos. /Asistir a giras a diferentes lugares del país para desempeñar labores propias del cargo. / Realizar labores administrativas que se derivan de la actividad sustantiva. / Ejecutar otras labores propias del cargo” (folios 223 a 225). Como puede observarse, no es factible equiparar las labores del jefe de escuadra a las dispuestas para el cargo de sub oficial guardacostas II. Debe reconocerse que en anteriores ocasiones este órgano ha declarado el derecho de la persona trabajadora del sector público a ser remunerada conforme a las funciones que de hecho ha venido realizando, en este tema conviene traer a colación el voto 2008-000879 de las 9:40 horas del 10 de octubre de 2008 en cuanto en este se dijo: “el principio de legalidad que ha invocado la Administración para no reasignar a la actora, no puede sustentar al mismo tiempo la violación al justo salario de la trabajadora, también de carácter fundamental. El artículo 57 de la Constitución Política consagra la igualdad de salario en iguales condiciones de trabajo y eficiencia; principio desarrollado por el numeral 167 del Código de Trabajo. No reconocer ese derecho en un caso como el presente significaría legitimar una conducta abusiva del empleador, quien, sin promover a la trabajadora por las razones dichas a un puesto de mayor categoría, la hace ejecutar las tareas propias de éste, remunerándole con un salario menor, lo cual provoca un enriquecimiento injusto para la Administración”. Sin embargo, en este caso, no se presenta el supuesto necesario para el reconocimiento de diferencias, puesto que el cargo de jefe de escuadra no es un puesto que existiese en el manual de clasificación de puestos. Además como fue dicho, las funciones o recargos que se reclaman no pueden ser equiparables a las de sub oficial guardacostas II. Procede aclarar que en conflictos de naturaleza jurídica, el juez sólo está en posibilidad de aplicar las normas de derecho vigente, mas de ningún modo puede arrogarse la potestad de crear nuevas disposiciones, como sería en el sub júdice establecer una plaza no vislumbrada por el ordenamiento jurídico. V.ACERCA DEL SOBRESUELDO POR OPERACIONES DE ALTO RIESGO: El tribunal en su sentencia determinó que no le correspondía al actor el pago del plus por operaciones de alto riesgo, dado que este no se encontraba dentro de los funcionarios contemplados por los numerales 21 y 22 de la Ley n° 7410. Según consta, el incentivo que solicita el actor, fue creado por la Secretaria Técnica de la Autoridad Presupuestaria en su acuerdo n° 5878 de la sesión extraordinaria 03-200 del 10 de abril de 2000, con base en las siguientes motivaciones: “Que los miembros de la fuerza pública efectúan funciones que consisten en el mantenimiento del orden, seguridad ciudadana y/o represión delictiva. / 2. Que se requiere que los miembros de la fuerza pública participen en operaciones de alto riesgo como allanamientos, situaciones de crisis, acciones antiterroristas, protección de figuras públicas o visitantes oficiales, entre otras, en las que el funcionario expone en forma directa su vida y su integridad física. / 3. Que estos miembros de la fuerza pública deben cumplir con la atención de contingencias que atentan contra la Seguridad Nacional en forma oportuna y eficaz. /4. Que existen diferencias salariales en el mercado de trabajo a favor de los agentes de seguridad de la empresa privada, lo que provoca una alta rotación de persona e inestabilidad en el servicio. / 5. Que en virtud del riesgo y peligro implícitos en las funciones efectuados por los funcionarios de la fuerza pública, procede autorizar un incentivo denominado de “OPERACIONES DE ALTO RIESGO”, a los efectos de cumplir con las responsabilidades vinculadas a la Seguridad Nacional. / 6. Que el incentivo aquí creado debe considerarse diferente al denominado “Riesgo Policial” cuyo fin es garantizar la seguridad nacional del bienes (sic) así como el respeto de los derechos y libertades de los ciudadanos” (folio 112 del expediente administrativo). El plus salarial en discusión se delineó para fomentar la incorporación de efectivos en las fuerzas policiales y al mismo tiempo, retribuirlos adicionalmente por el peligro intrínseco al cumplimiento de sus funciones. Por último, el citado acuerdo dispuso sus afectos para aquellos oficiales cuyas competencias y funciones estuviesen inmersas en los artículos 21 y 22 de la Ley General de Policía. Las normas invocadas por el acuerdo, regulan las labores y atribuciones de la Guardia Civil y la Guardia de Asistencia Rural. Así, esas disposiciones en concreto nos hablan lo siguiente: “artículo 21. / La Guardia Civil y la Guardia de Asistencia Rural son cuerpos especialmente encargados de la vigilancia general y la seguridad ciudadana; ejercerán sus funciones en todo el país, de conformidad con la determinación técnica sobre la naturaleza rural o urbana que señalen las instituciones públicas correspondientes. Para ello, se establecerán unidades de mando organizadas según la división regional que el ministerio respectivo determine. / artículo 22. / Son atribuciones de la Guardia Civil y la Guardia de Asistencia Rural: / a) Asegurar el ejercicio de las garantías constitucionales, la protección del orden constitucional, la seguridad ciudadana, la soberanía nacional y la integridad territorial. / b) Mantener la tranquilidad y el orden público. / c) Velar por la seguridad y la integridad de las personas y los bienes de los habitantes de la República. / d) Mantener el respeto por las propiedades y los demás derechos de los habitantes de la República. / e) Prevenir y reprimir la comisión de infracciones punibles dentro del territorio nacional”. Como puede verse, la intención de cubrir con un sobresueldo a los miembros de estos dos cuerpos policiales, viene en función de la naturaleza de sus tareas, pues es innegable que estos funcionarios son quienes en primera instancia comprometen su integridad personal y vida, con el fin de mantener el orden público y garantizar la de seguridad de los habitantes del país. La Ley n° 8000 denominada “Creación del Servicio Nacional de Guardacostas” estableció ese departamento como un cuerpo integrante de la fuerza pública, especializado en el resguardo de las aguas territoriales, la plataforma continental, el zócalo insular y los mares adyacentes (art. 1). Respecto a las competencias establecidas para ese cuerpo, la legislación citada nos explica en su canon 2°: “Son competencias del Servicio: / a) Vigilar y resguardar las fronteras marítimas del Estado y las aguas marítimas, jurisdiccionales, definidas en el artículo 6° de la Constitución Política y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. / b) Vigilar y resguardar las aguas interiores navegables del Estado. / c) Velar por el legítimo aprovechamiento y la protección de los recursos naturales existentes en las aguas marítimas jurisdiccionales y en las aguas interiores del Estado, según la legislación vigente, nacional e internacional. / d) Velar por la seguridad del tráfico portuario y marítimo, tanto de naves nacionales como extrajeras en las aguas jurisdiccionales del Estado. / e) Desarrollar los operativos necesarios para rescatar a personas extraviadas o en situaciones de peligro en las aguas nacionales y para localizar embarcaciones extraviadas. / f) Velar por el cumplimiento efectivo del ordenamiento jurídico nacional sobre las aguas interiores y las aguas marítimas jurisdiccionales del Estado, en coordinación con las autoridades nacionales competentes. / g) Colaborar con las autoridades, administrativas y judiciales encargadas de proteger los recursos naturales, luchar contra el tráfico ilícito de estupefacientes, drogas, sustancias sicotrópicas y actividades conexas, así como la migración ilegal, el tráfico de armar y otras actividades ilícitas. / h) Todas las acciones necesarias para el fiel cumplimiento de sus fines legales y reglamentarios”. Del mismo modo, ese conjunto de disposiciones equiparó las competencias y facultades del servicio de guardacostas a las de los restantes cuerpos instaurados por la Ley General de Policía. En este sentido conviene traer a colación lo establecido en el ordinal 3°: “El personal del Servicio, para desarrollar sus funciones, tendrá en tierra las mismas competencias y facultades policiales que los otros cuerpos definidos en la Ley General de Policía, n ° 7410. del 26 de mayo de 1994” . A la luz de esta relación de normas, es fácil visualizar que los oficiales del servicio de guardacostas cuentan con las atribuciones y poderes necesarios para llevar a cabo las mismas funciones que la legislación dispuso para la Guardia Civil y la Guardia de Asistencia Rural, es decir, sus labores se encuentran enmarcadas en el canon 22 de la Ley General de Policía. De ahí que, la argumentación que empleó el tribunal para desestimar el extremo no sea acertada, pues entre estos cuerpos existe una compatibilidad de tareas, que simplemente se diferencian por la modalidad en que son ejecutadas, a saber, la guardia rural y civil en tierra firme y, el servicio de guardacostas en las aguas del Estado. Por otra parte, es un hecho público y notorio, que los guardacostas enfrentan en la actualidad grandes peligros en el desempeño de sus funciones, propiciados por la lucha contra el narcotráfico y la defensa de los recursos naturales del país. De tal manera, que también, se encuentren expuestos a un riesgo semejante al previsto para los restantes funcionarios policiales del país. También, que este cuerpo no fue contemplado de manera expresa por el acuerdo de la Secretaria Técnica de la Autoridad Presupuestaria, ya que su ley de creación (Ley n° 8000) entró en vigencia con posterioridad a su promulgación. Sin embargo, si observamos los motivos de esa norma, es claro que los juicios de hecho y de derecho, que dieron pie a esa disposición, son análogos a las condiciones de trabajo del accionante. De este modo, al presentarse igualdad de razón y causa (aplicación de los cánones 33 de la Carta Magna, 11 y 12 del Código Civil), por existir equidad de condiciones entre los miembros de los cuerpos policiales de la guardia de asistencia rural, guardia pública y el servicio de guardacostas, debe reconocerse a favor del gestionante el plus por Operaciones de Alto Riesgo. VI .-CONSIDERACIONES FINALES: En mérito de lo que viene expuesto debe revocarse la sentencia recurrida, en cuanto desestimó el pago del sobresueldo por operaciones de alto riesgo. En su defecto, procede acoger esa pretensión y, condenar al Estado al pago de ese plus por todos aquellos lapsos en que el accionante cumpliera sus funciones para el servicio nacional de guardacostas sin recibir ese complemento salarial. De igual forma, deberá la parte accionada cancelar las diferencias que se hubiesen generado por la omisión de pago de ese rubro, en los restantes extremos derivados de su remuneración. La cuantía de esos montos se calculará en sede administrativa o en su defecto, en la etapa de ejecución de sentencia. Las sumas resultantes, devengarán intereses legales de conformidad con el ordinal 1163 del Código Civil, desde el preciso momento en que cada una de ellas eran exigibles. Conforme lo ordena el ordinal 494 del Código de Trabajo son las costas a cargo de la accionada, procede estimar la personales en el 20% de la condenatoria. En lo demás objeto de recurso, debe darse confirmatoria al fallo.” […]