RENOVALES DE RAULÍ Y ROBLE EN EL SUR DE CHILE Grosse

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RENOVALES DE RAULÍ Y ROBLE EN EL
SUR DE CHILE
Hans Grosse W.(*), Martín Pincheira B.(**) e Iván Quiroz M.(**)
RESUMEN
Con el objetivo de conocer el efecto de distintas intensidades de raleo sobre el
desarrollo de renovales de raulí (Nothofagus alpina) y roble (Nothofagus
obliqua), se instalaron en el año 1970 tres grupos de parcelas permanentes en
la Precordillera Andina y en la Cordillera de la Costa de Chile, entre los 38°00'
y 40°15' lat. sur (IX y X Región). En el año 1986 se incorporo nueva experiencia
en la Cordillera de Nahuelbuta, en los 37°15' de lat. sur (VIII Región).
En el estudio se presentan los resultados del desarrollo de estos rodales y se
discuten los obtenidos por otros autores. Estos revelan que los incrementos
periódicos se maximizan al reducir, según sea la situación, el área basal en un
30 a 50%, en relación a la ocupación máxima del sitio en el momento. Además se
discute y concluye que para optimizar el crecimiento de los árboles “futuro” a
proyectar durante una rotación, se deben concentrar los raleos y las podas al
comienzo, iniciándose en la etapa de monte bravo. Esta debería ser la estrategia
a seguir para plantaciones que se realicen con raulí, roble y coigüe (Nothofagus
dombeyi) o con monte bajo de raulí y roble.
Palabras clave:
Nothofagus alpina, raleo, crecimiento
ABSTRACT
To know about the effect of different thinning intensities for raulí
(Nothofagus alpina) and roble (Nothofagus obliqua), during 1970, experiments
on three different sites were installed (between 38°00' and 40°15' south
latitude at the coastal and Andean mountain ranges). A new unit was added at
the coastal mountain range in 1986 (37°15' south latitude).
Results for this stands and other units observed by different authors, were
discussed. Periodic yields optimize, depending the particular situation,
reducing basal area in 30-50% from the full stocking. To optimize the yield of
selected trees (future trees), thinnings and prunings has to be done at the
beginning of the rotation. This strategy is valid for raulí, roble and coigue
(Nothofagus dombeyi) plantations and coppice second growth stands.
Key words: Nothofagus alpina, thinning, growing
(*)
Ingeniero Forestal Dr., Instituto Forestal, Camino a Coronel Km 7,5 Concepción
Chile. Trabajo presentado al Primer Congreso Latinoamericano IUFRO Valdivia Chile
1998.
(**)
Ingenieros Forestales, Instituto Forestal, Camino a Coronel Km 7,5 Concepción
Chile. Trabajo presentado al Primer Congreso Latinoamericano IUFRO Valdivia Chile
1998.
INTRODUCCIÓN
Los bosques de Nothofagus que incluyen las especies Raulí (Nothofagus alpina) y
Roble (Nothofagus obliqua), se distribuyen aproximadamente entre los 34° y 41° S,
ocupando amplias áreas en la Cordillera de los Andes y de la Costa. El Coigüe
(Nothofagus dombeyi) se distribuye desde los 35°S hasta la zona austral del país.
La gran versatilidad de uso de la madera de Nothofagus influyó en su utilización
masiva como madera aserrada hasta fines de los años 60, cuando fue reemplazada
por la madera aportada por las plantaciones de pino radiata (Infor, 1996).
El aprovechamiento comercial se realizaba a través de continuos floreos, práctica
que consistía en extraer los mejores ejemplares del bosque sin considerar
aspectos silvícolas para regenerar el recurso. Posteriormente muchas áreas fueron
quemadas para cambiar el uso del suelo hacia fines agrícolas y ganaderos.
Dramáticos ejemplos de estas prácticas fueron los incendios que destruyeron
100.000 ha en Malleco, Cautín y Valdivia, durante el mes de febrero de 1942
(Tortorelli, 1947 citado por Hartwig, 1986), y las quemas en la Región Austral
(XI Región), donde a partir de los años 30, se han erosionado en diferentes
grados, aproximadamente 3 millones de hectáreas (Iren, 1979).
Según el catastro de bosque nativo recientemente terminado (Conaf et al., 1997),
en el país existen cerca de 4,50 millones de hectáreas de renovales. De estos,
aproximadamente 865 mil hectáreas califican como renoval adulto.
Afortunadamente la capacidad de regeneración de Raulí, Roble y Coigüe permitió
recuperar grandes áreas por monte bajo y en parte por monte alto, estimándose
éstas en más de 600 mil ha entre las regiones VIII y X,(Infor, 1996). Para
renovales sin intervención aparente, aquellos con dominancia de Coigüe ocupan el
41,6% de la superficie entre la VIII y X Región, seguidos por aquellos donde
domina el Roble con un 32,1%. Los renovales con participación de Raulí ocupan el
24,2%, superficie que no refleja todas las situaciones con presencia de esta
especie, dado que en cierta medida también se encuentra asociada en parte a los
renovales dominados por Coigüe y Roble (Cuadro Nº1).
CUADRO Nº1
EXISTENCIA DE RENOVALES SIN INTERVENCIÓN APARENTE AL AÑO 1996
TIPO
SUPERFICIE POR REGIÓN (ha)
TOTAL
Coigüe
Raulí
Roble
Roble-Hualo
Roble-Raulí
TOTAL (ha)
VIII
IX
X
67.818
25.126
97.504
13.244
94.732
298.424
19.524
7.045
57.031
178.218
3.469
50.327
21.377
104.977
3.469
235.483
(ha)
265.560
35.640
204.862
13.244
119.578
638.884
(41,6%)
(5.6%)
(32,1%)
(2,1%)
(18.6%)
(100,0%)
Tipo Coigüe: predomina Coigüe, lo más frecuentemente son rodales mixtos con presencia de Raulí Roble, Tepa, Mañío.
Tipo Raulí: rodales casi puros de Raulí
Tipo Roble: domina Roble, acompañado por Laurel, Lingue, Ulmo, Olivillo y Avellano
Mezcla de Roble-Hualo : mezcla de ambas especies
Tipo Roble-Raulí: predominan Roble y Raulí, mezclados con Coigüe. En algunos sectores tiende a rodales puros de
Roble.
Fuente: Infor, 1996
Estas tres especies del género Nothofagus tienen la característica pionera de
ocupar el estrato superior por su rápido crecimiento inicial en altura. En
consecuencia, los bosques de segundo crecimiento están dominados actualmente en
su estrato superior por Raulí, Roble y Coigüe. Árboles de mayor tolerancia que
pertenecen al mismo tipo forestal, también se recuperaron, a través de formación
de monte bajo, ocupando los estratos intermedio y suprimido de los rodales
actuales. Los tipos forestales más importantes son Roble-Raulí-Coigüe y CoigüeRaulí-Tepa (Laurelia philippiana) . Mayores antecedentes sobre su composición de
especies, ubicación y sitio se entregan en el cuadro Nº2.
CUADRO Nº2
ANTECEDENTES GENERALES PARA LOS TIPOS FORESTALES
ROBLE-RAULÍ-COIGÜE Y COIGÜE-RAULÍ-TEPA
ANTECEDENTES
Distribución
geográfica
Ubicación
Administrativa
Precipitación
anual
Temperaturas
medias
Extremas
Principales
especies
Suelos
TIPO FORESTAL
ROBLE-RAULÍ-COIGÜE
COIGÜE-RAULÍ-TEPA
Desde río Ñuble - río Itata
En Cordillera de los Andes
(36°10'S) a 40°30'S en la
entre los 37° y 40°30'S y en
Cordillera de la Costa y de
Cordillera de la Costa entre
los Andes
los 38° y 40°30'S.
VIII, IX, X
IX, X
1.500 - 3.000 mm
Temperatura del mes más frío
0°-10°C; mes más cálido 16°20°C
Bosque de segundo
crecimiento: Ro, Ra, Co y se
agregan en la formación
original:* Olivillo,
Avellano, Arrayán, Tineo,
Trevo, Mañío, Tepa, Laurel,
Radal, Luma, Lingue, etc.
Generalmente trumaos o los
formados sobre escoria
volcánica. Profundos, buen
drenaje, pH ácido a
moderadamente ácido.
Ocasional-mente
deslizamientos y ñadis de mal
drenaje.
Trevo = Dasyphyllum diacanthoides
Tineo = Weinmannia trichosperma
Arrayán = Luma apiculata
Olivillo = Aextoxicon punctatum
Avellano = Gevuina avellana
Tepa = Laurelia philippiana
Precipitación similar al tipo
Ro-Ra-Co, pero mayor cantidad
como nieve.
Temperatura menor al tipo RoRa-Co.
En muchas áreas este tipo se
ha transformado en tipo RoRa-Co. Además se encuentra:
Tepa, Tineo, Olivillo, Mañío,
Lenga, Ulmo.
Trumaos generalmente
profundos con abundante
materia orgánica. Textura
franco limosa a limo-arenosa
con buen drenaje.
pH (4,5-7,0).
Mañio = Saxegothaea conspicua
Laurel = Laurelia sempervirens
Radal = Lomatia hirsuta
Luma = Amommyrtus Luma
Lingue = Persea Lingue
Lenga = Nothofagus pumilio
Fuente: Donoso,1981
En el presente trabajo se presenta una visión general sobre los bosques de
Nothofagus de segundo crecimiento en el centro sur de Chile, con énfasis en el
Raulí. Se analizan la situación actual y su proyección.
ORIGEN DE LOS RENOVALES
Los incendios en los bosques que dieron origen a renovales han sido el
denominador común de su origen. Estos incendios fueron iniciados por el hombre
para ganar terrenos en actividades ganaderas y agrícolas. En muchos casos se
iniciaron después de explotaciones en que se extraían los árboles selectivamente.
La acción del fuego actuó como una catástrofe a gran escala, destruyendo millones
de hectáreas de bosques. En los sectores donde actualmente existen los renovales,
se quemó en general una vez, sin destruir las raíces de los árboles y permitiendo
que esporádicamente permanecieran algunos individuos viejos en pie. Esta
situación permitió la retoñación de los árboles, la regeneración por semillas y
la recuperación del bosque, al contrario de los sectores donde se quemó en
reiteradas oportunidades. En éstos la destrucción de los árboles y del suelo
llegó a tal nivel, que la regeneración del bosque original se hizo imposible.
SITUACIÓN ACTUAL
ALTERACIÓN
DE
LOS
RENOVALES
ADULTOS
CON
ESCASA
La situación actual de los renovales adultos con escasa alteración corresponde
mayoritariamente a bosques entre 40 y 80 años, dominados por las especies del
género Nothofagus. Éstas tuvieron la capacidad de colonizar rápidamente las áreas
destruidas, retoñando masivamente en combinación con la regeneración por semilla
aportada por algunos individuos remanentes de la generación anterior. La
participación de especies tolerantes es escasa y se desarrolla bajo este dosel
formando un segundo estrato. Por ejemplo, en un bosque de segundo crecimiento en
el área de Neltume, se detectó que las especies del género Nothofagus dominan el
95,8% del sitio en términos de área basal, dejando sólo el 4,2% restante a las
tolerantes Tepa y Trevo. Éstas se desarrollan en un estrato entre los 5 y 20 m de
altura, mientras que los Nothofagus lo hacen principalmente entre 20 y 30 m
(Cuadro Nº3).
CUADRO Nº3
AREA BASAL POR RANGOS DE ALTURA (m²/ha). SITUACIÓN EJEMPLO PARA UN BOSQUE
DE SEGUNDO CRECIMIENTO DEL TIPO FORESTAL ROBLE-RAULÍ-COIGÜE EN EL
SECTOR NELTUME, COMUNA DE PANGUIPULLI, DÉCIMA REGIÓN
ESPECIE
RANGO DE ALTURA (m)
5,1-10
Raulí
0,35
Roble
Coigüe
Tepa
0,55
Trevo
0,23
TOTAL
1,13
%
(2,1)
Fuente: Grosse, 1989 b
10,1-15
15,1-20
1,94
1,11
0,25
5,02
0,64
0,53
1,25
2,30
(4,2)
7,44
(13,7)
20,1-25
18,80
2,49
8,11
29,40
(53,9)
25,130
10,30
3,95
14,25
(26,1)
ÁREA BASAL
(m²/ha)
Total
%
36,42
3,24
12,59
2,05
0,23
54,52
(100,0)
(66,8)
(5,9)
(23,1)
(3,8)
(0,4)
Para el tipo forestal Roble-Raulí-Coigüe, un inventario en el área de Atacalco en
la Precordillera Andina de la VIII Región, muestra una tendencia similar. Las
tres categorías de sitio muestreadas indican la dominancia de los Nothofagus en
términos de área basal entre un 63,9 y un 87,1 % (Cuadro Nº 4).
CUADRO Nº4
OCUPACIÓN DEL SITIO EN ÁREA BASAL (m²/ha) SEGÚN TRES CATEGORÍAS DE SITIO PARA
UN RENOVAL DEL TIPO FORESTAL ROBLE-RAULÍ-COIGÜE EN EL SECTOR ATACALCO
ESPECIE
Raulí
Roble
Coigüe
Otras (=)
TOTAL
I
12,0
5,8
0,4
2,7
20,9
(52,9%)
(17,4%)
(10,2%)
(19,4%)
(100 %)
II
22,3
7,2
4,3
7,9
41,7
(*) Otras: principalmente Lingue, Avellano, Laurel y Canelo
Fuente: Grosse, 1990a
(57,4%)
(27,8%)
( 1,9%)
(12,9%)
(100 %)
III
28,6
3,2
13,8
25,8
71,4
(40,1%)
( 4,5%)
(19,3%)
(36,1%)
(100 %)
ANTECEDENTES SOBRE LA DINÁMICA
NOTHOFAGUS DE LA ZONA CENTRO SUR
DE
LOS
BOSQUES
DE
La dinámica de los bosques de Nothofagus de la zona centro sur del país ha sido
estudiada por Brun (1969); Puente et al.(1979), Veblen y Ashton (1978); Uebelhör
(1984) y Veblen et al.(1980, 1981 y 1996).
La composición y distribución de los renovales de N. alpina y N. obliqua estarían
influenciadas fundamentalmente por el tipo de suelo, el clima, la latitud y la
altitud, así como por la composición original del bosque, tipo y frecuencia de la
intervención y de factores de azar (Puente et al., 1979).
La dinámica regenerativa de N. dombeyi y de N. alpina de los bosques del sur del
país estaría determinada por perturbaciones naturales de gran escala como
deslizamientos por sismos o caídas masivas por efectos del viento (Veblen y
Ashton, 1978 y Veblen et al.,1980, 1981 y 1996). Estos autores señalan que en
ausencia de factores exógenos (terremotos y volcanismos, movimientos de
glaciares, viento e incendios y herbivoría) prevalecerían los cambios
autogénicos, dando paso a un proceso sucesional que favorecería a las especies
tolerantes como Tepa, Mañio y Trevo.
Sobre la base de parcelas de inventario del año 1952, realizado en bosques
nativos de la X Región, Brun (1969) define distintas fases de desarrollo. En los
bosques, donde la especie colonizadora predominante es Coigüe, acompañado por las
tolerantes Tepa y Mañío, resume el desarrollo sucesional de la siguiente manera:
Durante la mayor parte de la existencia del bosque, el Coigüe ocupa el estrato
superior, con los árboles de mayores proporciones, coexistiendo y regenerándose
con especies tolerantes como Tepa y Mañío. En casos definidos por Brun (1969)
como extremos, las especies tolerantes dominan y el Coigüe sólo aparece
esporádicamente en el estrato dominante. La caída de los árboles tolerantes
permitiría la entrada de suficiente luz, para comenzar un nuevo ciclo dominado
por Coigüe. La larga permanencia de los Nothofagus en la dominancia del bosque se
debería, en parte, a su longevidad atípica para las especies normalmente
clasificadas como pioneras (Uebelhör, 1984).
Un esquema del desarrollo sucesional para bosques de Nothofagus en los Andes
valdivianos fue propuesto por Uebelhör (1984). En éste se presentan situaciones
de bosque recién regenerados, pasando por distintas fases de desarrollo que
implican dominancias de las especies según tolerancia bien diferenciadas en
función de los factores exógenos que inciden en la vida del rodal (Figura Nº1).
C
COMUNIDAD FINAL DE
SPP. TOLERANTES
C
RODALES MIXTOS CON
POCO NOTHOFAGUS
B
C
BO. MIXTO CON GRAN
ABUNDANCIA DE NOTH.
C
ETAPA DE RODALES
PUROS DE NOTH.
B
ETAPA DE
REGENERACION
SUPERFICIE
SIN VEGETACION
A
A:
B:
C:
CATASTROFES GEOLOGICAS - DERRUMBES
ALTERACIONES POR TEMPORALES (CAEN
ARBOLES EN SUPERF. > 500 m²)
ALTERACIONES POR TEMPORALES EN
SUPERFICIES PEQUEÑAS
Fuente: Uebelhör, 1984
FIGURA Nº1
ESQUEMA DEL DESARROLLO SUCESIONAL PARA BOSQUES DE NOTHOFAGUS
EN LOS ANDES VALDIVIANOS
Según este esquema, los renovales con participación de Coigüe y Raulí se
encuentran desde el punto de vista sucesional en la situación de "rodales puros
de Nothofagus" y "bosque mixto con gran abundancia de Nothofagus". Lo que ocurra
a futuro respecto a su composición de especies y la sobreposición de estratos
entre las especies de mayor o menor tolerancia, dependerá principalmente de la
ocurrencia e intensidad de los distintos factores exógenos.
CRECIMIENTOS EN RENOVALES
Durante el año 1970 profesionales del Instituto Forestal (INFOR) instalaron
parcelas permanentes en los sectores de Llancacura, Melipeuco, Jauja y en 1986 en
Maquehua. Esto con el objetivo de probar distintas intensidades de raleo en
renovales de Raulí.
En el sector de Melipeuco las parcelas fueron medidas en el año 1986 y luego cada
dos años (Cuadro Nº5). Los mejores resultados se obtuvieron en el tratamiento
raleo moderado, en el que se extrajo un 50% del área basal, correspondiendo a
crecimientos de 10,1 m³/ha/año y a 0,5 cm/año en diámetro.
CUADRO Nº5
ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 44 AÑOS EN 1986 Y
53 AÑOS EN 1995, EN MELIPEUCO, COORDILLERA DE LOS ANDES
PARÁMETROS
30
EXTRACCIÓN ÁREA BASAL
(%) EN RELACIÓN AL TESTIGO
50
70
Testigo
DAP
(cm)
1986
1995
I.A.P.
1986
1995
Mortal.(%)
1986
1995
I.A.P
1986
1995
I.A.P.
N/ha
G
(m²/ha)
V
(m³/ha)
D.M.C.
N
G
V
I.A.P.
=
=
=
=
=
24,4
28,2
0,4
740
660
8,9
37,1
44,6
0,8
332,2
389,7
6,4
24,5
29,3
0,5
500
420
8,9
25,5
35,2
1,1
221,1
321,0
10,1
28,7
34,1
0,6
240
240
0,0
15,8
22,4
0,7
139,4
199,9
6,7
16,5
22,8
0,7
2020
1180
49,5
49,7
0,02
401,1
426,4
3,8
Diámetro medio cuadrático
Número de árboles
Área basal
Volumen
Incremento anual de período
Mortal. =
Mortalidad
Fuente: Grosse et al., 1987 y 1996a
En el sector de Llancacura al igual que en Melipeuco las parcelas fueron medidas
y raleadas el mismo año, obteniéndose crecimientos de 0,3 cm/año en diámetro y
1,1 m²/ha en área basal, en el tratamiento 50% de extracción (Cuadro Nº6).
CUADRO Nº6
ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 44 AÑOS EN 1986 Y 51 AÑOS
EN 1993, EN LLANCACURA, CORDILLERA DE LA COSTA, LADO ORIENTAL
PARAMETROS
DAP
(cm)
N/ha
G
(m²/ha)
V
(m³/ha)
D.M.C.
N
G
V
I.A.P.
Mortal.
-
=
=
=
=
=
=
=
1986
1993
I.A.P.
1986
1993
Mortal.(%)
1986
1993
I.A.P.
1986
1993
I.A.P.
30
21,9
23,2
0,2
1000
980
2
40,9
45,9
0,71
-
EXTRACCION AREA BASAL
(%) EN RELACION A TESTIGO
50
70
17,3
17,5
19,1
20,4
0,3
0,4
1120
700
1120
700
0
0
30,0
18,0
38,0
24,0
1,1
0,86
-
TESTIGO
16,0
17,3
0,2
2180
2060
5,5
52,0
58,5
0,93
-
Diámetro medio cuadrático
Número de árboles
Área basal
Volumen
Incremento anual de período
Mortalidad
sin información
Fuente: Grosse et al.,1987 y 1996a
En el sector de Maquehua, los mejores crecimientos se obtuvieron con un 50% de
extracción de área basal, correspondiendo estos a 0,4 cm/año en diámetro (DAP),
0,48 m²/ha/año en
área basal y 4,4 m³/ha/año en volumen. Los crecimientos se
registraron durante el período 1986-1995 (Cuadro Nº7).
CUADRO Nº7
ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 57 AÑOS EN 1987 Y 66 AÑOS
EN 1996, EN MAQUEHUA, CORDILLERA DE COSTA, LADO OCCIDENTAL
PARAMETROS
DAP
1986
30
19,0
EXTRACCION AREA
(%) EN RELACION A
50
19,2
BASAL
TESTIGO
70
20,4
TESTIGO
19,4
(cm)
N/ha
G
.(m²[GSZ1]
/ha)
V
(m³/ha)
D.M.C.
N
G
V
I.A.P.
=
=
=
=
=
Mortal. =
1995
I.A.P.
1986
1995
Mortal.(%)
1986
1995
I.A.P
1986
1995
I.A.P.
20,7
0,2
1230
1030
16,2
35,0
38,0
0,3
282,3
308,3
2,9
23,0
0,4
870
700
19,5
25,3
29,5
0,5
204,5
244,1
4,4
25,2
0,5
490
340
30,6
16,1
17,0
0,1
132,9
142,8
1,1
21,5
0,2
1400
1180
15,7
41,6
42,8
0,1
327,7
353,2
2,8
Diámetro medio cuadrático
Número de árboles
Área basal
Volumen
Incremento anual de período
Mortalidad
Fuente: Grosse et al., 1987 y 1996a
Mantener la ocupación del sitio a niveles iguales o más bajos que un 50% de la
ocupación potencial total, es posible sin que se produzcan daños por viento sólo
cuando se aplican raleos sucesivos o se trata de parcelas pequeñas. A gran escala
las intervenciones deben ser más moderadas para mantener la estabilidad de los
rodales.
En el año 1990 profesionales de la empresa FORVESA (hoy FORESTAL MININCO), de la
Universidad de FREIBURG (Alemania) y del INFOR, instalaron parcelas permanentes
en renovales de Raulí, utilizando el criterio de raleo del árbol F (Futuro). En
el rodal, se distribuyeron en forma sistemática 10 parcelas de 500 m² en 5 ha y
en el área testigo, 2 parcelas de la misma superficie en una hectárea.
En el marco de esta investigación Avilés (1993) empleó el raleo de selección del
árbol F (Futuro), utilizando para ello los criterios de vitalidad, calidad fustal
y distribución, los cuales consideró apropiados para los bosques de Nothofagus.
El raleo se basó en la selección de los mejores individuos utilizando como
parámetros de selección los criterios indicados para los árboles F, eliminando 2
competidores directos en promedio por árbol F. Transcurridos 5 años de
establecido el ensayo, el rodal en su conjunto (incluye los árboles F) tuvo un
crecimiento anual periódico de 5,6 m³/ha/año, en tanto los árboles F crecieron a
un tasa de 4,0 m³/ha/año. El rodal testigo creció 6,4 m³/ha/año entre los años
1990-1995, representado este crecimiento un valor superior al del rodal raleado.
En esta situación los árboles F tuvieron un crecimiento volumétrico a nivel de
1,7 m³/ha más bajo que en la situación raleada, correspondiendo a 2,3 m³/ha/año
(Cuadro Nº8).
CUADRO Nº8
ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 65 A 70 AÑOS,
EN JAUJA, CORDILLERA DE LOS ANDES
PARAMETROS
DAP
(cm)
N/ha
G
(m²/ha)
V
m³/ha
1990
1995
I.A.P.
1990
1995
Mortal.(%)
1990
1995
I.A.P.
1990
1995
RODAL RALEADO
TOTAL RODAL
ÁRBOL
38,0
41,3
0,7
188
185
1,6
21,6
24,7
0,6
185,9
213,8
39,8
42,7
0,6
120
120
0
14,7
16,9
0,4
126,8
146,7
F
RODAL TESTIGO
TOTAL
ÁRBOL F
RODAL
34,4
35,6
36,0
37,7
0,3
0,4
480
120
470
120
2,1
0
43,6
12,2
46,7
13,4
0,6
0,2
372,2
104,6
404,4
116,2
I.A.P.
D.M.C. =
N
=
G
=
V
=
I.A.P. =
Mortal.=
5,6
4,0
6,4
2,3
Diámetro medio cuadrático
Número de árboles
Área basal
Volumen
Incremento anual de período
Mortalidad
Fuente: Grosse et al.,1990b y 1996a
El rodal al momento de la intervención presentaba una edad entre 65 y 70 años y
había sido raleado por lo bajo, intervención que no influyó en su desarrollo.
Intervenciones a temprana edad en este tipo de bosques, empleando el concepto
anteriormente señalado, permitirían obtener mayores crecimientos a los obtenidos
por esta experiencia, la cual representa una intervención tardía. A pesar de esto
el rodal presentó crecimientos diametrales anuales de 0,6 cm y en volumen de 4,0
m³/ha, considerando los mejores 120 árboles/hectárea.
En general todas las experiencias de raleos en renovales acumuladas, como las
aquí expuestas y otras como las de Rocuant (1969), Puente et al.(1981a y b) y
Pincheira (1993), no demuestran el real potencial de crecimiento que se podría
obtener para raulí, si se aplicara la silvicultura apropiada. Esta implica
intervenciones a temprana edad, situación que se explica más adelante.
SILVICULTURA EN BOSQUES SECUNDARIOS DE NOTHOFAGUS
Experiencias prácticas documentadas en bosques de segundo crecimiento y en
plantaciones con Raulí, Roble y Coigüe permiten definir posibles acciones
silviculturales. Estas deben fundamentarse en pautas flexibles en las cuales el
silvicultor debe guiarse por los cambios en la dinámica del bosque y la
estructura del rodal. Esto implica que debe reanalizar el esquema y actualizarlo
para cada ciclo de intervención de acuerdo a un objetivo de manejo(Grosse, 1989 a
y b; Grosse, 1990b; Urrutia y Avilés, 1990).
Una aplicación de esto, corresponde a la utilización del criterio del árbol
futuro (F) el cual considera, según grado de importancia: la vitalidad, la
calidad fustal y el espaciamiento en el manejo de rodal como criterios
fundamentales de raleo. Mediante el raleo se extraen sólo los individuos que
compiten directamente con los árboles seleccionados. En pie quedan los árboles
que califican para el objetivo establecido, que normalmente corresponde a un
producto de alto valor, como rollizos para madera foliada y/o aserrada
En una etapa anterior, cortas de limpieza pueden contribuir a reducir el monte
bravo sobre-denso a rodales penetrables, en los cuales se puede realizar la
primera selección de individuos. Clareos posteriores y cortas de saneamiento
generan la base para afinar la selección de los árboles futuro. Cuando el rodal
llega a una altura de 8 a 12 m, y aún mantiene una densidad de 1.000 ó más
árboles por hectárea , debe realizarse la selección de aproximadamente 400
árboles futuros. Si al final de la rotación quedan 200 a 300 individuos, se
habrían seleccionado 100 a 200 árboles futuros de reserva. La liberación
paulatina de los árboles seleccionados se maneja extrayendo en cada intervención
un número de competidores directos por cada uno de ellos (Burschel y Huss, 1987).
Esto ocurre básicamente en el estrato dominante y codominante, lo que significa
aplicar raleos por lo alto (Cisternas, 1989; Grosse, 1989a y 1990b). Entonces no
debería alterarse sustancialmente el estrato intermedio, el cual cumplirá con los
objetivos de mantener las condiciones microclimáticas de protección para los
árboles elegidos para la cosecha final, evitar los daños de insolación en la
corteza, evitar el secamiento superficial del suelo, evitar la formación de
epicornios y la proliferación extremada del sotobosque y el desarrollo vigoroso
de renuevos de tocón.
Los estratos intermedio y bajo están básicamente formados por especies arbóreas
tolerantes, muchas de las cuales también son de alto valor maderero. Como su
ritmo de crecimiento es más lento que el de los Nothofagus, podrían perdurar
durante más de una generación de Raulí, Roble o Coigüe. Si este fuera uno de los
objetivos de manejo de un bosque, se pueden considerar algunos raleos al estrato
intermedio, con el único objetivo de generar espacios para los mejores árboles
tolerantes. Al realizarse la cosecha, el estrato intermedio podría quedar en pie,
proyectándose hacia la siguente generación de Nothofagus en los espacios abiertos
dejados por la cosecha (Grosse, 1989b).
Esquemas de manejo como el propuesto requieren de mano de obra altamente
calificada y son de alta exigencia técnica para el silvicultor. El hecho que
prácticamente todos los renovales se estén interviniendo tardíamente implica que
se debe tomar especial cuidado en no desestabilizarlos a través de raleos muy
fuertes. En este sentido ya las primeras experiencias documentadas sobre el
manejo de renovales realizadas por Rocuant (1974), recomiendan intervenciones
moderadas. Para renovales de 10 a 15 años de edad se señala la necesidad de
estabilizar la masa forestal a través de un pre-raleo, dejando en pie 2.200 a
2.500 árboles por hectárea. De ahí en adelante sugiere intervalos de 10 a 12
años, pero extrayendo el 30 al 35% del área basal en cada uno de ellos.
Considerando la misma periodicidad de 10-12 años para las intervenciones, De
Camino et al. (1974) recomiendan para rodales menores a 30 años extraer el 40%
del área basal, dividido en partes iguales para el estrato superior y dominado.
También De La Maza Y Gilchrist (1983) recomiendan para rodales en edades
similares intervenir a nivel de todos los estratos, definiendo pragmáticamente
una máxima extracción del 35% del número de individuos por clase diamétrica.
Los autores citados coinciden en no extraer más del 35-40% del área basal, con lo
que se tendería a un raleo moderado. Para mayor seguridad del rodal y dependiendo
de su exposición a vientos fuertes, podría ser recomendable bajar a niveles de
extracción del 25%-30%, considerando acortar los períodos entre los raleos.
Si el objetivo para un rodal es maximizar su calidad y valor, las intervenciones
al estrato dominado de Nothofagus no ayudan a este fin. La excepción, ya
anteriormente descrita de intervención al estrato dominado toma sentido cuando se
pretende proyectar especies tolerantes a la siguiente generación de Nothogagus.
Aplicaciones de intervenciones siguiendo ciertas recetas pragmáticas no sirven en
el bosque. Al contrario, debe adecuarse la intervención a cada situación
particular dentro de éste, obedeciendo a un objetivo de manejo (Grosse, 1989 a y
1990b y Avilés, 1993). Dos ejemplos para el manejo de renovales raleados con el
criterio del árbol futuro entrega Grosse et al. (1996b). Ambos corresponden a
bosques de segundo crecimiento del área de Melipeuco (aprox. 38º 48’ S y 71º 48’
W, 790 m.s.n.m, IX Región) con una edad aproximada de 54 años. Para el caso A la
ocupación total del sitio corresponde a 47,0 m² de área basal distribuidas en un
65,3% de Raulí, un 10,9% de Roble, un 11,9% de Tepa y el 11,9% restante a otras
especies tolerantes. Para el caso B la ocupación del sitio corresponde a 43,1 m²
de área basal, distribuidas en un 81,0% de Raulí, un 11,4% de Roble, un 2,8% de
Coigüe y el 4,8% restante a especies tolerantes.
Para ambas situaciones se intentó un esquema de manejo considerando
respectivos productos a obtenerse en cada intervención (Cuadro Nº9).
CUADRO Nº9: A Y B
ESQUEMAS DE MANEJO PROYECTADOS PARA DOS SITUACIONES DE BOSQUE SECUNDARIO
SITUACION A:
los
N/ha
ACTIV.
AB (m²/ha)
VOL. (m³/ha)
Dc (cm)
AÑO
Sale
Reman.
10,0
29,9
(19,1F)
8,8
26,4
(22,5F)
Raleo 1
0
158
312
(192F)
Raleo 2
5
78
234
(192F)
Cosecha
10
234
(192F)
---
Sale
30,7
(26,1F)
Reman.
---
Sale
Reman.
Sale
Dc/año
(cm)
Dc en
5 años
(cm)
Reman
52,4 a
35,0 p
87,4
263,4
(170,0F)
28,5
34,9
(35,6F)
0,6
0,6 F
37,9
38,6 F
55,4 a
15,8 p
7,9 d
79,1
244,8
(202,2F)
37,7
37,9
(38,6F)
0,6
0,6 F
40,9
41,6 F
171,3 a
57,1 p
57,1 d
285,5
---
40,9
(41,6F
)
---
0,6
0,6 F
Dc= diámetro medio cuadrático
Nota: Para el volumen extraído se consideró: raleo 1= 60% aserrable y 40% pulpable; raleo 2= 70% aserrable, 20% pulpable
y 10% debobinable; cosecha= 60% aserrable, 20% pulpable y 20% debobinable.
a=
p=
d=
F=
aserrable
pulpable
debobinable
árbol futuro
TOTAL
TOTAL
TOTAL
TOTAL
VOLUMEN
VOLUMEN
VOLUMEN
VOLUMEN
PULPABLE
ASERRABLE
DEBOBINABLE
COSECHADO
107,9
279,1
65,0
452,0
m³/ha
m³/ha
m³/ha
m³/ha
SITUACION B:
N/ha
ACTIV
AB (m²/ha)
VOL. (m³/ha)
Dc (cm)
Dc/año
(cm)
AÑO
Sale
Reman
Sale
Reman
Sale
Dc en
5 años
(cm)
Sale
Reman
Raleo 1
0
188
536
(356F)
8,2
32,1
(24,8F)
56,2 a
14,0 p
70,2
281,5
(219,3F)
23,6
Reman
27,6
(29,8F)
0,54
0,57F
30,3
32,7F
Raleo 2
5
107
429
(356F)
7,7
30,9
(29,9F)
47,8 a
13,7 p
6,8 d
68,3
312,8
(266,2F)
30,3
30,3
(32,7F)
0,54
0,57F
33,0
35,6F
Raleo 3
10
85
(12F)
344F
7,3
(1,2F)
29,4F
39,1 a
13,1 p
13,1 d
65,3
306,7F
33,0
33,0
(35,6F)
--0,57F
--38,5F
Raleo 4
15
69
275F
8,0
32,0F
43,4 a
10,8 p
18,1 d
72,3
288,1F
38,5F
38,5F
0,57F
41,4F
Cosecha
20
275F
---
37,0F
---
183,9 a
50,1 p
100,3 d
334,3
---
41,4F
---
Dc= diámetro medio cuadrático
Nota: Para el volumen extraído se consideró: raleo 1= 80% aserrable y 20% pulpable; raleo 2= 70% aserrable, 20% pulpable
y 10% debobinable; raleo 3= 60% aserrable, 20% pulpable y 20% debobinable; raleo 4= 60% aserrable, 15 % pulpable y 25%
debobinable; cosecha= 55% aserrable, 15% pulpable y 30% debobinable.
a=
p=
d=
F=
aserrable
pulpable
debobinable
árbol futuro
TOTAL
TOTAL
TOTAL
TOTAL
VOLUMEN
VOLUMEN
VOLUMEN
VOLUMEN
PULPABLE
ASERRABLE
DEBOBINABLE
COSECHADO
101,7
370,4
138,3
610,4
m³/ha
m³/ha
m³/ha
m³/ha
Fuente: Grosse et al., 1996b
Actualmente se encuentran en vigencia “Las Normas de Manejo para Raleo de
Renovales del Tipo Forestal Roble-Raulí-Coigüe“, las cuales consideran los raleos
y la poda como las únicas intervenciones. Según éstas, el raleo debe estar
orientado a liberar de competencia a los árboles de selección y llevar el bosque
a una estructura caracterizada por: menor densidad; distribución lo más homegénea
posible y proporción de árboles de mayor tamaño y mejores características de
sanidad y forma (Lara et al., 1993 y Conaf, 1996).
Estas normas se basan en una relación inversa entre el diámetro medio cuadrático
(DMC) y el logaritmo natural del número de árboles. Son estas dos variables,
según los autores, las claves para la toma de decisiones relativas a la
aplicación de estas normas. Dependiendo de la calidad del bosque y sus
características de DMC y densidades iniciales, recomiendan intervenciones
extrayendo entre el 25 y 40% del área basal.
Las normas existentes y los criterios expuestos permiten conducir a la mayoría de
los renovales actuales a maximizar su valor en pie, y con esto abrirles una
posibilidad atractiva en el mercado maderero.
También existen situaciones de renovales empobrecidos respecto a su composición
de especies y calidad por acción antropogénica. Para estas situaciones es
recomendable revertir la proyección del bosque, transformándolo de uno de baja en
uno de alta productividad. Para esto se considera que las especies que
corresponden a su tipo forestal, deben ser reintroducidas por la vía natural o
artificial. Esquemas actualmente en experimentación con cortas en fajas y hoyos
de luz, permitirán una cosecha rápida de lo indeseable, para regenerar los
espacios abiertos con un bosque nativo de mayor calidad (Grosse, et al. 1996b).
SILVICULTURA A PARTIR DE BOSQUES JÓVENES DE NOTHOFAGUS
Lo habitual es encontrarse hacia fines del siglo 20 con bosques de segundo
crecimiento de Nothofagus en edades entre 40 y 80 años. Las intervenciones
silvícolas llegan tarde, como para maximizar el crecimiento de árboles
seleccionados por su calidad. A pesar de esto, el efecto de los raleos aún pueden
ser significativos.
Diferente es la situación cuando se puede intervenir desde temprana edad, ya sea
un bosque de monte alto, de monte bajo o plantado (Donoso, 1979).
Una consideración fundamental para la silvicultura a aplicar es el crecimiento
inicial de una especie. Para Raulí y Roble, Tuley (1980) y Christie et al. (1974)
entregan antecedentes precisos para el desarrollo de plantaciones. Éstos se
establecieron con aproximadamente 2.500 pl/ha. En el mejor sitio en Gran Bretaña
la culminación del crecimiento anual medio corresponde a 18 m³/ha. El crecimiento
anual corriente culmina a los 12 años o antes, no siendo posible determinar el
momento exacto, dado que la toma de información comienza a los 12 años de edad
(Cuadro Nº 10).
CUADRO Nº10
CRECIMIENTO PARA RAULÍ Y ROBLE EN EL MEJOR SITIO DE GRAN BRETAÑA
EDAD
12
17
22
27
32
N/ha
1.375
846
573
419
323
ALTURA
DOMINANTE(m)
12,5
16,0
18,7
21,0
23,0
Dap (cm)
1,08
1,06
1,00
0,96
0,94
CAM
Vol(m3/ha
)
12,8
16,5
17,8
18,0
17,6
Dap (cm)
13
18
22
26
30
CAP
Vol(m3/ha)
26
24
21
17
15
CAM: Crecimiento anual medio
CAP: Crecimiento anual periódico
Fuente: Christie et al., 1974; Tuley, 1980
Ensayos en Chile con distintas procedencias indican crecimientos similares a
los obtenidos en el mejor de los sitios de Gran Bretaña. En la Precordillera
Andina de Mulchén y en la Costa de Arauco en Antiquina, la mitad de las
procedencias ensayadas superan los 4 m de altura a los cuatro años de edad,
considerando la evolución del 20% de las plantas más vigorosas (Cuadro Nº11).
CUADRO Nº11
ALTURA, DIÁMETRO (AL CUELLO) Y SOBREVIVENCIA DE PLANTAS DE RAULÍ DE 4 AÑOS
DE EDAD EN ENSAYOS DE PROCEDENCIA ESTABLECIDOS EN EL ÁREA PRECORDILLERANA
DE MULCHÉN (A) Y EN LA COSTA DE LA VIII REGION, ANTIQUINA (B)
A: PRECORDILLERA DE MULCHÉN
PROCEDENCIA
NELTUME
ANTUCO
EL DURAZNO
AGUA FRIA
CHACAY-NAHUEL
ATACALCO
LOS GUINDOS
CURICO
MEDICION
H
(cm)
249,3
369,6
321,4
316,7
290,6
346,1
262,2
316,2
1996
D
(cm)
4,3
5,9
5,7
5,2
4,8
6,1
4,8
5,3
S
(%)
67
80
75
85
81
79
76
81
20% MAS ALTO
H
D
(cm)
(cm)
333,2
5,3
432,4
6,3
409,2
7,0
416,1
6,8
367,0
5,9
449,6
7,5
356,9
5,9
402,2
6,4
S
(%)
84
69
56
88
79
84
77
84
87
52
20% MAS ALTO
H
D
(cm)
(cm)
256,0
5,3
259,0
6,3
216,7
7,0
299,4
6,8
408,1
5,9
390,3
7,5
417,7
5,9
418,7
6,2
407,2
6,7
288,0
4,5
H= altura
D= diámetro del cuello
S= sobrevivencia
B: COSTA VIII REGION-ANTIQUINA
PROCEDENCIA
NELTUME
ANTUCO
VEGA BLANCA
EL DURAZNO
AGUA FRIA
CHACAY-NAHUEL
ATACALCO
LOS GUINDOS
CURICO
LAS CAMELIAS
MEDICION
H
(cm)
238,5
250,3
253,5
277,8
292,9
366,0
374,5
380,0
389,8
234,6
D
(cm)
3,5
4,2
4,1
4,7
4,2
5,4
8,3
6,1
6,3
4,1
1996
H= altura
D= diámetro del cuello
S= sobrevivencia
Fuente:
Grosse y Pincheira, 1996a
Este vigoroso crecimiento inicial también es coincidente con el de monte bajo,
implicando que el modelamiento silvicultural del rodal puede comenzar a los 4 o 5
años. Esto significa clarear y eventualmente realizar una poda baja considerando
un incremento en altura de 1 m por año. A los 10 años el rodal tendrá una altura
dominante de 10 m, con una densidad a esa edad de 625 árboles por ha,
distanciados a 4 m en promedio. Parece prudente para potenciar el crecimiento
diametral y obtener suficiente protección por el follaje a la insolación a la
corteza, reducir el número de árboles gradualmente desde una densidad inicial que
podría establecerse con 1.600 ó más individuos por hectárea, para bajar a un
máximo de 625 árboles a la edad de 10 años. La poda debería haber llegado al
menos a 3,0-3,5 m de altura en ese momento. De ahí en adelante se debería seguir
raleando gradualmente para llegar alrededor de los 20 años a la densidad final
entre 250 a 300 árboles por hectárea. El objetivo a lograr podría ser un DAP de
40-45 cm, alcanzable según el esquema de manejo seguido y el sitio a los 30-40
años de edad.
Alternativas de manejo con densidades mayores implican crecimientos diametrales
más lentos y la obtención de diámetros grandes a mayor edad. La ventaja de
regímenes más conservadores lleva a un producto con un mayor grado de
lignificación.
De los antecedentes conocidos, se puede concluir que Raulí, Roble y Coigüe crecen
vigorosamente durante los primeros 10 años de su existencia. Para optimizar el
crecimiento de los mejores individuos y la obtención de madera libre de nudos, es
necesario comenzar con clareos, raleos y podas en este período.
PROYECCIONES y CONCLUSIONES PARA
LOS
BOSQUES
DE
SEGUNDO CRECIMIENTO DOMINADOS POR RAULÍ, ROBLE O COIGÜE
De los diversos análisis que se han realizado sobre la rentabilidad del manejo
de renovales se puede concluir que a nivel general corresponde a una actividad
rentable. Esta dependerá de la distancia a los mercados y de la disponibilidad
y la calidad de la red caminera.
Distinto es cuando se debe generar un bosque de Raulí, Roble y/o Coigüe en
situaciones de bosque remanente viejo degradado. Aquí el control de malezas
para proyectar plantaciones y/o regeneración natural de Nothofagus, el
anillamiento o extracción de la generación arbórea anterior, los clareos y
eventuales podas son actividades de alto costo. Sólo a través de las
bonificaciones que cubran al menos el 75% de los costos de las actividades
mencionadas se pueden lograr rentabilidades con una TIR sobre el 10% (Grosse y
Quiroz, 1998).
Con una superficie al año 1996 de más de 600.000 ha de bosques de segundo
crecimiento recuperado, con participación de Raulí, Roble y Coigüe, Chile
dispone de un patrimonio significativo de estos bosques. Múltiples ensayos a
nivel de parcelas pequeñas y a nivel operacional, como experiencias netamente
prácticas permiten indicar criterios de manejo para las diversas situaciones
existentes.
Las calidades de la madera que se extraen por medio de raleos y futuras
cosechas
permite
proyectar
negocios
considerando
productos
pulpables,
aserrables y debobinables.
Dada esta situación es posible pensar en tres desafios para Chile, en relación
a los bosques nativos en estudio:
Un primer desafio consiste en potenciar en términos cualitativos y de valor
los renovales recuperados, a través de contínuos raleos.
Un segundo desafío consiste en enfrentar la transformación de bosques nativos
secundarios degradados de bajo rendimiento, que no cumplen los objetivos de
sustentabilidad forestal, en unidades jóvenes de alto rendimiento que puedan
cumplir con los requerimientos actuales de la sociedad en el marco del manejo
sustentable.
Un tercer desafío consiste en proyectar hacia el futuro esquemas de manejo
para estos bosques nativos considerando su composición mixta, como alternativa
para el negocio forestal, como reserva renovable del patrimonio forestal
nativo chileno y como protección del suelo de gran belleza.
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