RENOVALES DE RAULÍ Y ROBLE EN EL SUR DE CHILE Hans Grosse W.(*), Martín Pincheira B.(**) e Iván Quiroz M.(**) RESUMEN Con el objetivo de conocer el efecto de distintas intensidades de raleo sobre el desarrollo de renovales de raulí (Nothofagus alpina) y roble (Nothofagus obliqua), se instalaron en el año 1970 tres grupos de parcelas permanentes en la Precordillera Andina y en la Cordillera de la Costa de Chile, entre los 38°00' y 40°15' lat. sur (IX y X Región). En el año 1986 se incorporo nueva experiencia en la Cordillera de Nahuelbuta, en los 37°15' de lat. sur (VIII Región). En el estudio se presentan los resultados del desarrollo de estos rodales y se discuten los obtenidos por otros autores. Estos revelan que los incrementos periódicos se maximizan al reducir, según sea la situación, el área basal en un 30 a 50%, en relación a la ocupación máxima del sitio en el momento. Además se discute y concluye que para optimizar el crecimiento de los árboles “futuro” a proyectar durante una rotación, se deben concentrar los raleos y las podas al comienzo, iniciándose en la etapa de monte bravo. Esta debería ser la estrategia a seguir para plantaciones que se realicen con raulí, roble y coigüe (Nothofagus dombeyi) o con monte bajo de raulí y roble. Palabras clave: Nothofagus alpina, raleo, crecimiento ABSTRACT To know about the effect of different thinning intensities for raulí (Nothofagus alpina) and roble (Nothofagus obliqua), during 1970, experiments on three different sites were installed (between 38°00' and 40°15' south latitude at the coastal and Andean mountain ranges). A new unit was added at the coastal mountain range in 1986 (37°15' south latitude). Results for this stands and other units observed by different authors, were discussed. Periodic yields optimize, depending the particular situation, reducing basal area in 30-50% from the full stocking. To optimize the yield of selected trees (future trees), thinnings and prunings has to be done at the beginning of the rotation. This strategy is valid for raulí, roble and coigue (Nothofagus dombeyi) plantations and coppice second growth stands. Key words: Nothofagus alpina, thinning, growing (*) Ingeniero Forestal Dr., Instituto Forestal, Camino a Coronel Km 7,5 Concepción Chile. Trabajo presentado al Primer Congreso Latinoamericano IUFRO Valdivia Chile 1998. (**) Ingenieros Forestales, Instituto Forestal, Camino a Coronel Km 7,5 Concepción Chile. Trabajo presentado al Primer Congreso Latinoamericano IUFRO Valdivia Chile 1998. INTRODUCCIÓN Los bosques de Nothofagus que incluyen las especies Raulí (Nothofagus alpina) y Roble (Nothofagus obliqua), se distribuyen aproximadamente entre los 34° y 41° S, ocupando amplias áreas en la Cordillera de los Andes y de la Costa. El Coigüe (Nothofagus dombeyi) se distribuye desde los 35°S hasta la zona austral del país. La gran versatilidad de uso de la madera de Nothofagus influyó en su utilización masiva como madera aserrada hasta fines de los años 60, cuando fue reemplazada por la madera aportada por las plantaciones de pino radiata (Infor, 1996). El aprovechamiento comercial se realizaba a través de continuos floreos, práctica que consistía en extraer los mejores ejemplares del bosque sin considerar aspectos silvícolas para regenerar el recurso. Posteriormente muchas áreas fueron quemadas para cambiar el uso del suelo hacia fines agrícolas y ganaderos. Dramáticos ejemplos de estas prácticas fueron los incendios que destruyeron 100.000 ha en Malleco, Cautín y Valdivia, durante el mes de febrero de 1942 (Tortorelli, 1947 citado por Hartwig, 1986), y las quemas en la Región Austral (XI Región), donde a partir de los años 30, se han erosionado en diferentes grados, aproximadamente 3 millones de hectáreas (Iren, 1979). Según el catastro de bosque nativo recientemente terminado (Conaf et al., 1997), en el país existen cerca de 4,50 millones de hectáreas de renovales. De estos, aproximadamente 865 mil hectáreas califican como renoval adulto. Afortunadamente la capacidad de regeneración de Raulí, Roble y Coigüe permitió recuperar grandes áreas por monte bajo y en parte por monte alto, estimándose éstas en más de 600 mil ha entre las regiones VIII y X,(Infor, 1996). Para renovales sin intervención aparente, aquellos con dominancia de Coigüe ocupan el 41,6% de la superficie entre la VIII y X Región, seguidos por aquellos donde domina el Roble con un 32,1%. Los renovales con participación de Raulí ocupan el 24,2%, superficie que no refleja todas las situaciones con presencia de esta especie, dado que en cierta medida también se encuentra asociada en parte a los renovales dominados por Coigüe y Roble (Cuadro Nº1). CUADRO Nº1 EXISTENCIA DE RENOVALES SIN INTERVENCIÓN APARENTE AL AÑO 1996 TIPO SUPERFICIE POR REGIÓN (ha) TOTAL Coigüe Raulí Roble Roble-Hualo Roble-Raulí TOTAL (ha) VIII IX X 67.818 25.126 97.504 13.244 94.732 298.424 19.524 7.045 57.031 178.218 3.469 50.327 21.377 104.977 3.469 235.483 (ha) 265.560 35.640 204.862 13.244 119.578 638.884 (41,6%) (5.6%) (32,1%) (2,1%) (18.6%) (100,0%) Tipo Coigüe: predomina Coigüe, lo más frecuentemente son rodales mixtos con presencia de Raulí Roble, Tepa, Mañío. Tipo Raulí: rodales casi puros de Raulí Tipo Roble: domina Roble, acompañado por Laurel, Lingue, Ulmo, Olivillo y Avellano Mezcla de Roble-Hualo : mezcla de ambas especies Tipo Roble-Raulí: predominan Roble y Raulí, mezclados con Coigüe. En algunos sectores tiende a rodales puros de Roble. Fuente: Infor, 1996 Estas tres especies del género Nothofagus tienen la característica pionera de ocupar el estrato superior por su rápido crecimiento inicial en altura. En consecuencia, los bosques de segundo crecimiento están dominados actualmente en su estrato superior por Raulí, Roble y Coigüe. Árboles de mayor tolerancia que pertenecen al mismo tipo forestal, también se recuperaron, a través de formación de monte bajo, ocupando los estratos intermedio y suprimido de los rodales actuales. Los tipos forestales más importantes son Roble-Raulí-Coigüe y CoigüeRaulí-Tepa (Laurelia philippiana) . Mayores antecedentes sobre su composición de especies, ubicación y sitio se entregan en el cuadro Nº2. CUADRO Nº2 ANTECEDENTES GENERALES PARA LOS TIPOS FORESTALES ROBLE-RAULÍ-COIGÜE Y COIGÜE-RAULÍ-TEPA ANTECEDENTES Distribución geográfica Ubicación Administrativa Precipitación anual Temperaturas medias Extremas Principales especies Suelos TIPO FORESTAL ROBLE-RAULÍ-COIGÜE COIGÜE-RAULÍ-TEPA Desde río Ñuble - río Itata En Cordillera de los Andes (36°10'S) a 40°30'S en la entre los 37° y 40°30'S y en Cordillera de la Costa y de Cordillera de la Costa entre los Andes los 38° y 40°30'S. VIII, IX, X IX, X 1.500 - 3.000 mm Temperatura del mes más frío 0°-10°C; mes más cálido 16°20°C Bosque de segundo crecimiento: Ro, Ra, Co y se agregan en la formación original:* Olivillo, Avellano, Arrayán, Tineo, Trevo, Mañío, Tepa, Laurel, Radal, Luma, Lingue, etc. Generalmente trumaos o los formados sobre escoria volcánica. Profundos, buen drenaje, pH ácido a moderadamente ácido. Ocasional-mente deslizamientos y ñadis de mal drenaje. Trevo = Dasyphyllum diacanthoides Tineo = Weinmannia trichosperma Arrayán = Luma apiculata Olivillo = Aextoxicon punctatum Avellano = Gevuina avellana Tepa = Laurelia philippiana Precipitación similar al tipo Ro-Ra-Co, pero mayor cantidad como nieve. Temperatura menor al tipo RoRa-Co. En muchas áreas este tipo se ha transformado en tipo RoRa-Co. Además se encuentra: Tepa, Tineo, Olivillo, Mañío, Lenga, Ulmo. Trumaos generalmente profundos con abundante materia orgánica. Textura franco limosa a limo-arenosa con buen drenaje. pH (4,5-7,0). Mañio = Saxegothaea conspicua Laurel = Laurelia sempervirens Radal = Lomatia hirsuta Luma = Amommyrtus Luma Lingue = Persea Lingue Lenga = Nothofagus pumilio Fuente: Donoso,1981 En el presente trabajo se presenta una visión general sobre los bosques de Nothofagus de segundo crecimiento en el centro sur de Chile, con énfasis en el Raulí. Se analizan la situación actual y su proyección. ORIGEN DE LOS RENOVALES Los incendios en los bosques que dieron origen a renovales han sido el denominador común de su origen. Estos incendios fueron iniciados por el hombre para ganar terrenos en actividades ganaderas y agrícolas. En muchos casos se iniciaron después de explotaciones en que se extraían los árboles selectivamente. La acción del fuego actuó como una catástrofe a gran escala, destruyendo millones de hectáreas de bosques. En los sectores donde actualmente existen los renovales, se quemó en general una vez, sin destruir las raíces de los árboles y permitiendo que esporádicamente permanecieran algunos individuos viejos en pie. Esta situación permitió la retoñación de los árboles, la regeneración por semillas y la recuperación del bosque, al contrario de los sectores donde se quemó en reiteradas oportunidades. En éstos la destrucción de los árboles y del suelo llegó a tal nivel, que la regeneración del bosque original se hizo imposible. SITUACIÓN ACTUAL ALTERACIÓN DE LOS RENOVALES ADULTOS CON ESCASA La situación actual de los renovales adultos con escasa alteración corresponde mayoritariamente a bosques entre 40 y 80 años, dominados por las especies del género Nothofagus. Éstas tuvieron la capacidad de colonizar rápidamente las áreas destruidas, retoñando masivamente en combinación con la regeneración por semilla aportada por algunos individuos remanentes de la generación anterior. La participación de especies tolerantes es escasa y se desarrolla bajo este dosel formando un segundo estrato. Por ejemplo, en un bosque de segundo crecimiento en el área de Neltume, se detectó que las especies del género Nothofagus dominan el 95,8% del sitio en términos de área basal, dejando sólo el 4,2% restante a las tolerantes Tepa y Trevo. Éstas se desarrollan en un estrato entre los 5 y 20 m de altura, mientras que los Nothofagus lo hacen principalmente entre 20 y 30 m (Cuadro Nº3). CUADRO Nº3 AREA BASAL POR RANGOS DE ALTURA (m²/ha). SITUACIÓN EJEMPLO PARA UN BOSQUE DE SEGUNDO CRECIMIENTO DEL TIPO FORESTAL ROBLE-RAULÍ-COIGÜE EN EL SECTOR NELTUME, COMUNA DE PANGUIPULLI, DÉCIMA REGIÓN ESPECIE RANGO DE ALTURA (m) 5,1-10 Raulí 0,35 Roble Coigüe Tepa 0,55 Trevo 0,23 TOTAL 1,13 % (2,1) Fuente: Grosse, 1989 b 10,1-15 15,1-20 1,94 1,11 0,25 5,02 0,64 0,53 1,25 2,30 (4,2) 7,44 (13,7) 20,1-25 18,80 2,49 8,11 29,40 (53,9) 25,130 10,30 3,95 14,25 (26,1) ÁREA BASAL (m²/ha) Total % 36,42 3,24 12,59 2,05 0,23 54,52 (100,0) (66,8) (5,9) (23,1) (3,8) (0,4) Para el tipo forestal Roble-Raulí-Coigüe, un inventario en el área de Atacalco en la Precordillera Andina de la VIII Región, muestra una tendencia similar. Las tres categorías de sitio muestreadas indican la dominancia de los Nothofagus en términos de área basal entre un 63,9 y un 87,1 % (Cuadro Nº 4). CUADRO Nº4 OCUPACIÓN DEL SITIO EN ÁREA BASAL (m²/ha) SEGÚN TRES CATEGORÍAS DE SITIO PARA UN RENOVAL DEL TIPO FORESTAL ROBLE-RAULÍ-COIGÜE EN EL SECTOR ATACALCO ESPECIE Raulí Roble Coigüe Otras (=) TOTAL I 12,0 5,8 0,4 2,7 20,9 (52,9%) (17,4%) (10,2%) (19,4%) (100 %) II 22,3 7,2 4,3 7,9 41,7 (*) Otras: principalmente Lingue, Avellano, Laurel y Canelo Fuente: Grosse, 1990a (57,4%) (27,8%) ( 1,9%) (12,9%) (100 %) III 28,6 3,2 13,8 25,8 71,4 (40,1%) ( 4,5%) (19,3%) (36,1%) (100 %) ANTECEDENTES SOBRE LA DINÁMICA NOTHOFAGUS DE LA ZONA CENTRO SUR DE LOS BOSQUES DE La dinámica de los bosques de Nothofagus de la zona centro sur del país ha sido estudiada por Brun (1969); Puente et al.(1979), Veblen y Ashton (1978); Uebelhör (1984) y Veblen et al.(1980, 1981 y 1996). La composición y distribución de los renovales de N. alpina y N. obliqua estarían influenciadas fundamentalmente por el tipo de suelo, el clima, la latitud y la altitud, así como por la composición original del bosque, tipo y frecuencia de la intervención y de factores de azar (Puente et al., 1979). La dinámica regenerativa de N. dombeyi y de N. alpina de los bosques del sur del país estaría determinada por perturbaciones naturales de gran escala como deslizamientos por sismos o caídas masivas por efectos del viento (Veblen y Ashton, 1978 y Veblen et al.,1980, 1981 y 1996). Estos autores señalan que en ausencia de factores exógenos (terremotos y volcanismos, movimientos de glaciares, viento e incendios y herbivoría) prevalecerían los cambios autogénicos, dando paso a un proceso sucesional que favorecería a las especies tolerantes como Tepa, Mañio y Trevo. Sobre la base de parcelas de inventario del año 1952, realizado en bosques nativos de la X Región, Brun (1969) define distintas fases de desarrollo. En los bosques, donde la especie colonizadora predominante es Coigüe, acompañado por las tolerantes Tepa y Mañío, resume el desarrollo sucesional de la siguiente manera: Durante la mayor parte de la existencia del bosque, el Coigüe ocupa el estrato superior, con los árboles de mayores proporciones, coexistiendo y regenerándose con especies tolerantes como Tepa y Mañío. En casos definidos por Brun (1969) como extremos, las especies tolerantes dominan y el Coigüe sólo aparece esporádicamente en el estrato dominante. La caída de los árboles tolerantes permitiría la entrada de suficiente luz, para comenzar un nuevo ciclo dominado por Coigüe. La larga permanencia de los Nothofagus en la dominancia del bosque se debería, en parte, a su longevidad atípica para las especies normalmente clasificadas como pioneras (Uebelhör, 1984). Un esquema del desarrollo sucesional para bosques de Nothofagus en los Andes valdivianos fue propuesto por Uebelhör (1984). En éste se presentan situaciones de bosque recién regenerados, pasando por distintas fases de desarrollo que implican dominancias de las especies según tolerancia bien diferenciadas en función de los factores exógenos que inciden en la vida del rodal (Figura Nº1). C COMUNIDAD FINAL DE SPP. TOLERANTES C RODALES MIXTOS CON POCO NOTHOFAGUS B C BO. MIXTO CON GRAN ABUNDANCIA DE NOTH. C ETAPA DE RODALES PUROS DE NOTH. B ETAPA DE REGENERACION SUPERFICIE SIN VEGETACION A A: B: C: CATASTROFES GEOLOGICAS - DERRUMBES ALTERACIONES POR TEMPORALES (CAEN ARBOLES EN SUPERF. > 500 m²) ALTERACIONES POR TEMPORALES EN SUPERFICIES PEQUEÑAS Fuente: Uebelhör, 1984 FIGURA Nº1 ESQUEMA DEL DESARROLLO SUCESIONAL PARA BOSQUES DE NOTHOFAGUS EN LOS ANDES VALDIVIANOS Según este esquema, los renovales con participación de Coigüe y Raulí se encuentran desde el punto de vista sucesional en la situación de "rodales puros de Nothofagus" y "bosque mixto con gran abundancia de Nothofagus". Lo que ocurra a futuro respecto a su composición de especies y la sobreposición de estratos entre las especies de mayor o menor tolerancia, dependerá principalmente de la ocurrencia e intensidad de los distintos factores exógenos. CRECIMIENTOS EN RENOVALES Durante el año 1970 profesionales del Instituto Forestal (INFOR) instalaron parcelas permanentes en los sectores de Llancacura, Melipeuco, Jauja y en 1986 en Maquehua. Esto con el objetivo de probar distintas intensidades de raleo en renovales de Raulí. En el sector de Melipeuco las parcelas fueron medidas en el año 1986 y luego cada dos años (Cuadro Nº5). Los mejores resultados se obtuvieron en el tratamiento raleo moderado, en el que se extrajo un 50% del área basal, correspondiendo a crecimientos de 10,1 m³/ha/año y a 0,5 cm/año en diámetro. CUADRO Nº5 ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 44 AÑOS EN 1986 Y 53 AÑOS EN 1995, EN MELIPEUCO, COORDILLERA DE LOS ANDES PARÁMETROS 30 EXTRACCIÓN ÁREA BASAL (%) EN RELACIÓN AL TESTIGO 50 70 Testigo DAP (cm) 1986 1995 I.A.P. 1986 1995 Mortal.(%) 1986 1995 I.A.P 1986 1995 I.A.P. N/ha G (m²/ha) V (m³/ha) D.M.C. N G V I.A.P. = = = = = 24,4 28,2 0,4 740 660 8,9 37,1 44,6 0,8 332,2 389,7 6,4 24,5 29,3 0,5 500 420 8,9 25,5 35,2 1,1 221,1 321,0 10,1 28,7 34,1 0,6 240 240 0,0 15,8 22,4 0,7 139,4 199,9 6,7 16,5 22,8 0,7 2020 1180 49,5 49,7 0,02 401,1 426,4 3,8 Diámetro medio cuadrático Número de árboles Área basal Volumen Incremento anual de período Mortal. = Mortalidad Fuente: Grosse et al., 1987 y 1996a En el sector de Llancacura al igual que en Melipeuco las parcelas fueron medidas y raleadas el mismo año, obteniéndose crecimientos de 0,3 cm/año en diámetro y 1,1 m²/ha en área basal, en el tratamiento 50% de extracción (Cuadro Nº6). CUADRO Nº6 ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 44 AÑOS EN 1986 Y 51 AÑOS EN 1993, EN LLANCACURA, CORDILLERA DE LA COSTA, LADO ORIENTAL PARAMETROS DAP (cm) N/ha G (m²/ha) V (m³/ha) D.M.C. N G V I.A.P. Mortal. - = = = = = = = 1986 1993 I.A.P. 1986 1993 Mortal.(%) 1986 1993 I.A.P. 1986 1993 I.A.P. 30 21,9 23,2 0,2 1000 980 2 40,9 45,9 0,71 - EXTRACCION AREA BASAL (%) EN RELACION A TESTIGO 50 70 17,3 17,5 19,1 20,4 0,3 0,4 1120 700 1120 700 0 0 30,0 18,0 38,0 24,0 1,1 0,86 - TESTIGO 16,0 17,3 0,2 2180 2060 5,5 52,0 58,5 0,93 - Diámetro medio cuadrático Número de árboles Área basal Volumen Incremento anual de período Mortalidad sin información Fuente: Grosse et al.,1987 y 1996a En el sector de Maquehua, los mejores crecimientos se obtuvieron con un 50% de extracción de área basal, correspondiendo estos a 0,4 cm/año en diámetro (DAP), 0,48 m²/ha/año en área basal y 4,4 m³/ha/año en volumen. Los crecimientos se registraron durante el período 1986-1995 (Cuadro Nº7). CUADRO Nº7 ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 57 AÑOS EN 1987 Y 66 AÑOS EN 1996, EN MAQUEHUA, CORDILLERA DE COSTA, LADO OCCIDENTAL PARAMETROS DAP 1986 30 19,0 EXTRACCION AREA (%) EN RELACION A 50 19,2 BASAL TESTIGO 70 20,4 TESTIGO 19,4 (cm) N/ha G .(m²[GSZ1] /ha) V (m³/ha) D.M.C. N G V I.A.P. = = = = = Mortal. = 1995 I.A.P. 1986 1995 Mortal.(%) 1986 1995 I.A.P 1986 1995 I.A.P. 20,7 0,2 1230 1030 16,2 35,0 38,0 0,3 282,3 308,3 2,9 23,0 0,4 870 700 19,5 25,3 29,5 0,5 204,5 244,1 4,4 25,2 0,5 490 340 30,6 16,1 17,0 0,1 132,9 142,8 1,1 21,5 0,2 1400 1180 15,7 41,6 42,8 0,1 327,7 353,2 2,8 Diámetro medio cuadrático Número de árboles Área basal Volumen Incremento anual de período Mortalidad Fuente: Grosse et al., 1987 y 1996a Mantener la ocupación del sitio a niveles iguales o más bajos que un 50% de la ocupación potencial total, es posible sin que se produzcan daños por viento sólo cuando se aplican raleos sucesivos o se trata de parcelas pequeñas. A gran escala las intervenciones deben ser más moderadas para mantener la estabilidad de los rodales. En el año 1990 profesionales de la empresa FORVESA (hoy FORESTAL MININCO), de la Universidad de FREIBURG (Alemania) y del INFOR, instalaron parcelas permanentes en renovales de Raulí, utilizando el criterio de raleo del árbol F (Futuro). En el rodal, se distribuyeron en forma sistemática 10 parcelas de 500 m² en 5 ha y en el área testigo, 2 parcelas de la misma superficie en una hectárea. En el marco de esta investigación Avilés (1993) empleó el raleo de selección del árbol F (Futuro), utilizando para ello los criterios de vitalidad, calidad fustal y distribución, los cuales consideró apropiados para los bosques de Nothofagus. El raleo se basó en la selección de los mejores individuos utilizando como parámetros de selección los criterios indicados para los árboles F, eliminando 2 competidores directos en promedio por árbol F. Transcurridos 5 años de establecido el ensayo, el rodal en su conjunto (incluye los árboles F) tuvo un crecimiento anual periódico de 5,6 m³/ha/año, en tanto los árboles F crecieron a un tasa de 4,0 m³/ha/año. El rodal testigo creció 6,4 m³/ha/año entre los años 1990-1995, representado este crecimiento un valor superior al del rodal raleado. En esta situación los árboles F tuvieron un crecimiento volumétrico a nivel de 1,7 m³/ha más bajo que en la situación raleada, correspondiendo a 2,3 m³/ha/año (Cuadro Nº8). CUADRO Nº8 ENSAYO DE RALEO EN RENOVALES DE RAULÍ DE 65 A 70 AÑOS, EN JAUJA, CORDILLERA DE LOS ANDES PARAMETROS DAP (cm) N/ha G (m²/ha) V m³/ha 1990 1995 I.A.P. 1990 1995 Mortal.(%) 1990 1995 I.A.P. 1990 1995 RODAL RALEADO TOTAL RODAL ÁRBOL 38,0 41,3 0,7 188 185 1,6 21,6 24,7 0,6 185,9 213,8 39,8 42,7 0,6 120 120 0 14,7 16,9 0,4 126,8 146,7 F RODAL TESTIGO TOTAL ÁRBOL F RODAL 34,4 35,6 36,0 37,7 0,3 0,4 480 120 470 120 2,1 0 43,6 12,2 46,7 13,4 0,6 0,2 372,2 104,6 404,4 116,2 I.A.P. D.M.C. = N = G = V = I.A.P. = Mortal.= 5,6 4,0 6,4 2,3 Diámetro medio cuadrático Número de árboles Área basal Volumen Incremento anual de período Mortalidad Fuente: Grosse et al.,1990b y 1996a El rodal al momento de la intervención presentaba una edad entre 65 y 70 años y había sido raleado por lo bajo, intervención que no influyó en su desarrollo. Intervenciones a temprana edad en este tipo de bosques, empleando el concepto anteriormente señalado, permitirían obtener mayores crecimientos a los obtenidos por esta experiencia, la cual representa una intervención tardía. A pesar de esto el rodal presentó crecimientos diametrales anuales de 0,6 cm y en volumen de 4,0 m³/ha, considerando los mejores 120 árboles/hectárea. En general todas las experiencias de raleos en renovales acumuladas, como las aquí expuestas y otras como las de Rocuant (1969), Puente et al.(1981a y b) y Pincheira (1993), no demuestran el real potencial de crecimiento que se podría obtener para raulí, si se aplicara la silvicultura apropiada. Esta implica intervenciones a temprana edad, situación que se explica más adelante. SILVICULTURA EN BOSQUES SECUNDARIOS DE NOTHOFAGUS Experiencias prácticas documentadas en bosques de segundo crecimiento y en plantaciones con Raulí, Roble y Coigüe permiten definir posibles acciones silviculturales. Estas deben fundamentarse en pautas flexibles en las cuales el silvicultor debe guiarse por los cambios en la dinámica del bosque y la estructura del rodal. Esto implica que debe reanalizar el esquema y actualizarlo para cada ciclo de intervención de acuerdo a un objetivo de manejo(Grosse, 1989 a y b; Grosse, 1990b; Urrutia y Avilés, 1990). Una aplicación de esto, corresponde a la utilización del criterio del árbol futuro (F) el cual considera, según grado de importancia: la vitalidad, la calidad fustal y el espaciamiento en el manejo de rodal como criterios fundamentales de raleo. Mediante el raleo se extraen sólo los individuos que compiten directamente con los árboles seleccionados. En pie quedan los árboles que califican para el objetivo establecido, que normalmente corresponde a un producto de alto valor, como rollizos para madera foliada y/o aserrada En una etapa anterior, cortas de limpieza pueden contribuir a reducir el monte bravo sobre-denso a rodales penetrables, en los cuales se puede realizar la primera selección de individuos. Clareos posteriores y cortas de saneamiento generan la base para afinar la selección de los árboles futuro. Cuando el rodal llega a una altura de 8 a 12 m, y aún mantiene una densidad de 1.000 ó más árboles por hectárea , debe realizarse la selección de aproximadamente 400 árboles futuros. Si al final de la rotación quedan 200 a 300 individuos, se habrían seleccionado 100 a 200 árboles futuros de reserva. La liberación paulatina de los árboles seleccionados se maneja extrayendo en cada intervención un número de competidores directos por cada uno de ellos (Burschel y Huss, 1987). Esto ocurre básicamente en el estrato dominante y codominante, lo que significa aplicar raleos por lo alto (Cisternas, 1989; Grosse, 1989a y 1990b). Entonces no debería alterarse sustancialmente el estrato intermedio, el cual cumplirá con los objetivos de mantener las condiciones microclimáticas de protección para los árboles elegidos para la cosecha final, evitar los daños de insolación en la corteza, evitar el secamiento superficial del suelo, evitar la formación de epicornios y la proliferación extremada del sotobosque y el desarrollo vigoroso de renuevos de tocón. Los estratos intermedio y bajo están básicamente formados por especies arbóreas tolerantes, muchas de las cuales también son de alto valor maderero. Como su ritmo de crecimiento es más lento que el de los Nothofagus, podrían perdurar durante más de una generación de Raulí, Roble o Coigüe. Si este fuera uno de los objetivos de manejo de un bosque, se pueden considerar algunos raleos al estrato intermedio, con el único objetivo de generar espacios para los mejores árboles tolerantes. Al realizarse la cosecha, el estrato intermedio podría quedar en pie, proyectándose hacia la siguente generación de Nothofagus en los espacios abiertos dejados por la cosecha (Grosse, 1989b). Esquemas de manejo como el propuesto requieren de mano de obra altamente calificada y son de alta exigencia técnica para el silvicultor. El hecho que prácticamente todos los renovales se estén interviniendo tardíamente implica que se debe tomar especial cuidado en no desestabilizarlos a través de raleos muy fuertes. En este sentido ya las primeras experiencias documentadas sobre el manejo de renovales realizadas por Rocuant (1974), recomiendan intervenciones moderadas. Para renovales de 10 a 15 años de edad se señala la necesidad de estabilizar la masa forestal a través de un pre-raleo, dejando en pie 2.200 a 2.500 árboles por hectárea. De ahí en adelante sugiere intervalos de 10 a 12 años, pero extrayendo el 30 al 35% del área basal en cada uno de ellos. Considerando la misma periodicidad de 10-12 años para las intervenciones, De Camino et al. (1974) recomiendan para rodales menores a 30 años extraer el 40% del área basal, dividido en partes iguales para el estrato superior y dominado. También De La Maza Y Gilchrist (1983) recomiendan para rodales en edades similares intervenir a nivel de todos los estratos, definiendo pragmáticamente una máxima extracción del 35% del número de individuos por clase diamétrica. Los autores citados coinciden en no extraer más del 35-40% del área basal, con lo que se tendería a un raleo moderado. Para mayor seguridad del rodal y dependiendo de su exposición a vientos fuertes, podría ser recomendable bajar a niveles de extracción del 25%-30%, considerando acortar los períodos entre los raleos. Si el objetivo para un rodal es maximizar su calidad y valor, las intervenciones al estrato dominado de Nothofagus no ayudan a este fin. La excepción, ya anteriormente descrita de intervención al estrato dominado toma sentido cuando se pretende proyectar especies tolerantes a la siguiente generación de Nothogagus. Aplicaciones de intervenciones siguiendo ciertas recetas pragmáticas no sirven en el bosque. Al contrario, debe adecuarse la intervención a cada situación particular dentro de éste, obedeciendo a un objetivo de manejo (Grosse, 1989 a y 1990b y Avilés, 1993). Dos ejemplos para el manejo de renovales raleados con el criterio del árbol futuro entrega Grosse et al. (1996b). Ambos corresponden a bosques de segundo crecimiento del área de Melipeuco (aprox. 38º 48’ S y 71º 48’ W, 790 m.s.n.m, IX Región) con una edad aproximada de 54 años. Para el caso A la ocupación total del sitio corresponde a 47,0 m² de área basal distribuidas en un 65,3% de Raulí, un 10,9% de Roble, un 11,9% de Tepa y el 11,9% restante a otras especies tolerantes. Para el caso B la ocupación del sitio corresponde a 43,1 m² de área basal, distribuidas en un 81,0% de Raulí, un 11,4% de Roble, un 2,8% de Coigüe y el 4,8% restante a especies tolerantes. Para ambas situaciones se intentó un esquema de manejo considerando respectivos productos a obtenerse en cada intervención (Cuadro Nº9). CUADRO Nº9: A Y B ESQUEMAS DE MANEJO PROYECTADOS PARA DOS SITUACIONES DE BOSQUE SECUNDARIO SITUACION A: los N/ha ACTIV. AB (m²/ha) VOL. (m³/ha) Dc (cm) AÑO Sale Reman. 10,0 29,9 (19,1F) 8,8 26,4 (22,5F) Raleo 1 0 158 312 (192F) Raleo 2 5 78 234 (192F) Cosecha 10 234 (192F) --- Sale 30,7 (26,1F) Reman. --- Sale Reman. Sale Dc/año (cm) Dc en 5 años (cm) Reman 52,4 a 35,0 p 87,4 263,4 (170,0F) 28,5 34,9 (35,6F) 0,6 0,6 F 37,9 38,6 F 55,4 a 15,8 p 7,9 d 79,1 244,8 (202,2F) 37,7 37,9 (38,6F) 0,6 0,6 F 40,9 41,6 F 171,3 a 57,1 p 57,1 d 285,5 --- 40,9 (41,6F ) --- 0,6 0,6 F Dc= diámetro medio cuadrático Nota: Para el volumen extraído se consideró: raleo 1= 60% aserrable y 40% pulpable; raleo 2= 70% aserrable, 20% pulpable y 10% debobinable; cosecha= 60% aserrable, 20% pulpable y 20% debobinable. a= p= d= F= aserrable pulpable debobinable árbol futuro TOTAL TOTAL TOTAL TOTAL VOLUMEN VOLUMEN VOLUMEN VOLUMEN PULPABLE ASERRABLE DEBOBINABLE COSECHADO 107,9 279,1 65,0 452,0 m³/ha m³/ha m³/ha m³/ha SITUACION B: N/ha ACTIV AB (m²/ha) VOL. (m³/ha) Dc (cm) Dc/año (cm) AÑO Sale Reman Sale Reman Sale Dc en 5 años (cm) Sale Reman Raleo 1 0 188 536 (356F) 8,2 32,1 (24,8F) 56,2 a 14,0 p 70,2 281,5 (219,3F) 23,6 Reman 27,6 (29,8F) 0,54 0,57F 30,3 32,7F Raleo 2 5 107 429 (356F) 7,7 30,9 (29,9F) 47,8 a 13,7 p 6,8 d 68,3 312,8 (266,2F) 30,3 30,3 (32,7F) 0,54 0,57F 33,0 35,6F Raleo 3 10 85 (12F) 344F 7,3 (1,2F) 29,4F 39,1 a 13,1 p 13,1 d 65,3 306,7F 33,0 33,0 (35,6F) --0,57F --38,5F Raleo 4 15 69 275F 8,0 32,0F 43,4 a 10,8 p 18,1 d 72,3 288,1F 38,5F 38,5F 0,57F 41,4F Cosecha 20 275F --- 37,0F --- 183,9 a 50,1 p 100,3 d 334,3 --- 41,4F --- Dc= diámetro medio cuadrático Nota: Para el volumen extraído se consideró: raleo 1= 80% aserrable y 20% pulpable; raleo 2= 70% aserrable, 20% pulpable y 10% debobinable; raleo 3= 60% aserrable, 20% pulpable y 20% debobinable; raleo 4= 60% aserrable, 15 % pulpable y 25% debobinable; cosecha= 55% aserrable, 15% pulpable y 30% debobinable. a= p= d= F= aserrable pulpable debobinable árbol futuro TOTAL TOTAL TOTAL TOTAL VOLUMEN VOLUMEN VOLUMEN VOLUMEN PULPABLE ASERRABLE DEBOBINABLE COSECHADO 101,7 370,4 138,3 610,4 m³/ha m³/ha m³/ha m³/ha Fuente: Grosse et al., 1996b Actualmente se encuentran en vigencia “Las Normas de Manejo para Raleo de Renovales del Tipo Forestal Roble-Raulí-Coigüe“, las cuales consideran los raleos y la poda como las únicas intervenciones. Según éstas, el raleo debe estar orientado a liberar de competencia a los árboles de selección y llevar el bosque a una estructura caracterizada por: menor densidad; distribución lo más homegénea posible y proporción de árboles de mayor tamaño y mejores características de sanidad y forma (Lara et al., 1993 y Conaf, 1996). Estas normas se basan en una relación inversa entre el diámetro medio cuadrático (DMC) y el logaritmo natural del número de árboles. Son estas dos variables, según los autores, las claves para la toma de decisiones relativas a la aplicación de estas normas. Dependiendo de la calidad del bosque y sus características de DMC y densidades iniciales, recomiendan intervenciones extrayendo entre el 25 y 40% del área basal. Las normas existentes y los criterios expuestos permiten conducir a la mayoría de los renovales actuales a maximizar su valor en pie, y con esto abrirles una posibilidad atractiva en el mercado maderero. También existen situaciones de renovales empobrecidos respecto a su composición de especies y calidad por acción antropogénica. Para estas situaciones es recomendable revertir la proyección del bosque, transformándolo de uno de baja en uno de alta productividad. Para esto se considera que las especies que corresponden a su tipo forestal, deben ser reintroducidas por la vía natural o artificial. Esquemas actualmente en experimentación con cortas en fajas y hoyos de luz, permitirán una cosecha rápida de lo indeseable, para regenerar los espacios abiertos con un bosque nativo de mayor calidad (Grosse, et al. 1996b). SILVICULTURA A PARTIR DE BOSQUES JÓVENES DE NOTHOFAGUS Lo habitual es encontrarse hacia fines del siglo 20 con bosques de segundo crecimiento de Nothofagus en edades entre 40 y 80 años. Las intervenciones silvícolas llegan tarde, como para maximizar el crecimiento de árboles seleccionados por su calidad. A pesar de esto, el efecto de los raleos aún pueden ser significativos. Diferente es la situación cuando se puede intervenir desde temprana edad, ya sea un bosque de monte alto, de monte bajo o plantado (Donoso, 1979). Una consideración fundamental para la silvicultura a aplicar es el crecimiento inicial de una especie. Para Raulí y Roble, Tuley (1980) y Christie et al. (1974) entregan antecedentes precisos para el desarrollo de plantaciones. Éstos se establecieron con aproximadamente 2.500 pl/ha. En el mejor sitio en Gran Bretaña la culminación del crecimiento anual medio corresponde a 18 m³/ha. El crecimiento anual corriente culmina a los 12 años o antes, no siendo posible determinar el momento exacto, dado que la toma de información comienza a los 12 años de edad (Cuadro Nº 10). CUADRO Nº10 CRECIMIENTO PARA RAULÍ Y ROBLE EN EL MEJOR SITIO DE GRAN BRETAÑA EDAD 12 17 22 27 32 N/ha 1.375 846 573 419 323 ALTURA DOMINANTE(m) 12,5 16,0 18,7 21,0 23,0 Dap (cm) 1,08 1,06 1,00 0,96 0,94 CAM Vol(m3/ha ) 12,8 16,5 17,8 18,0 17,6 Dap (cm) 13 18 22 26 30 CAP Vol(m3/ha) 26 24 21 17 15 CAM: Crecimiento anual medio CAP: Crecimiento anual periódico Fuente: Christie et al., 1974; Tuley, 1980 Ensayos en Chile con distintas procedencias indican crecimientos similares a los obtenidos en el mejor de los sitios de Gran Bretaña. En la Precordillera Andina de Mulchén y en la Costa de Arauco en Antiquina, la mitad de las procedencias ensayadas superan los 4 m de altura a los cuatro años de edad, considerando la evolución del 20% de las plantas más vigorosas (Cuadro Nº11). CUADRO Nº11 ALTURA, DIÁMETRO (AL CUELLO) Y SOBREVIVENCIA DE PLANTAS DE RAULÍ DE 4 AÑOS DE EDAD EN ENSAYOS DE PROCEDENCIA ESTABLECIDOS EN EL ÁREA PRECORDILLERANA DE MULCHÉN (A) Y EN LA COSTA DE LA VIII REGION, ANTIQUINA (B) A: PRECORDILLERA DE MULCHÉN PROCEDENCIA NELTUME ANTUCO EL DURAZNO AGUA FRIA CHACAY-NAHUEL ATACALCO LOS GUINDOS CURICO MEDICION H (cm) 249,3 369,6 321,4 316,7 290,6 346,1 262,2 316,2 1996 D (cm) 4,3 5,9 5,7 5,2 4,8 6,1 4,8 5,3 S (%) 67 80 75 85 81 79 76 81 20% MAS ALTO H D (cm) (cm) 333,2 5,3 432,4 6,3 409,2 7,0 416,1 6,8 367,0 5,9 449,6 7,5 356,9 5,9 402,2 6,4 S (%) 84 69 56 88 79 84 77 84 87 52 20% MAS ALTO H D (cm) (cm) 256,0 5,3 259,0 6,3 216,7 7,0 299,4 6,8 408,1 5,9 390,3 7,5 417,7 5,9 418,7 6,2 407,2 6,7 288,0 4,5 H= altura D= diámetro del cuello S= sobrevivencia B: COSTA VIII REGION-ANTIQUINA PROCEDENCIA NELTUME ANTUCO VEGA BLANCA EL DURAZNO AGUA FRIA CHACAY-NAHUEL ATACALCO LOS GUINDOS CURICO LAS CAMELIAS MEDICION H (cm) 238,5 250,3 253,5 277,8 292,9 366,0 374,5 380,0 389,8 234,6 D (cm) 3,5 4,2 4,1 4,7 4,2 5,4 8,3 6,1 6,3 4,1 1996 H= altura D= diámetro del cuello S= sobrevivencia Fuente: Grosse y Pincheira, 1996a Este vigoroso crecimiento inicial también es coincidente con el de monte bajo, implicando que el modelamiento silvicultural del rodal puede comenzar a los 4 o 5 años. Esto significa clarear y eventualmente realizar una poda baja considerando un incremento en altura de 1 m por año. A los 10 años el rodal tendrá una altura dominante de 10 m, con una densidad a esa edad de 625 árboles por ha, distanciados a 4 m en promedio. Parece prudente para potenciar el crecimiento diametral y obtener suficiente protección por el follaje a la insolación a la corteza, reducir el número de árboles gradualmente desde una densidad inicial que podría establecerse con 1.600 ó más individuos por hectárea, para bajar a un máximo de 625 árboles a la edad de 10 años. La poda debería haber llegado al menos a 3,0-3,5 m de altura en ese momento. De ahí en adelante se debería seguir raleando gradualmente para llegar alrededor de los 20 años a la densidad final entre 250 a 300 árboles por hectárea. El objetivo a lograr podría ser un DAP de 40-45 cm, alcanzable según el esquema de manejo seguido y el sitio a los 30-40 años de edad. Alternativas de manejo con densidades mayores implican crecimientos diametrales más lentos y la obtención de diámetros grandes a mayor edad. La ventaja de regímenes más conservadores lleva a un producto con un mayor grado de lignificación. De los antecedentes conocidos, se puede concluir que Raulí, Roble y Coigüe crecen vigorosamente durante los primeros 10 años de su existencia. Para optimizar el crecimiento de los mejores individuos y la obtención de madera libre de nudos, es necesario comenzar con clareos, raleos y podas en este período. PROYECCIONES y CONCLUSIONES PARA LOS BOSQUES DE SEGUNDO CRECIMIENTO DOMINADOS POR RAULÍ, ROBLE O COIGÜE De los diversos análisis que se han realizado sobre la rentabilidad del manejo de renovales se puede concluir que a nivel general corresponde a una actividad rentable. Esta dependerá de la distancia a los mercados y de la disponibilidad y la calidad de la red caminera. Distinto es cuando se debe generar un bosque de Raulí, Roble y/o Coigüe en situaciones de bosque remanente viejo degradado. Aquí el control de malezas para proyectar plantaciones y/o regeneración natural de Nothofagus, el anillamiento o extracción de la generación arbórea anterior, los clareos y eventuales podas son actividades de alto costo. Sólo a través de las bonificaciones que cubran al menos el 75% de los costos de las actividades mencionadas se pueden lograr rentabilidades con una TIR sobre el 10% (Grosse y Quiroz, 1998). Con una superficie al año 1996 de más de 600.000 ha de bosques de segundo crecimiento recuperado, con participación de Raulí, Roble y Coigüe, Chile dispone de un patrimonio significativo de estos bosques. Múltiples ensayos a nivel de parcelas pequeñas y a nivel operacional, como experiencias netamente prácticas permiten indicar criterios de manejo para las diversas situaciones existentes. Las calidades de la madera que se extraen por medio de raleos y futuras cosechas permite proyectar negocios considerando productos pulpables, aserrables y debobinables. Dada esta situación es posible pensar en tres desafios para Chile, en relación a los bosques nativos en estudio: Un primer desafio consiste en potenciar en términos cualitativos y de valor los renovales recuperados, a través de contínuos raleos. Un segundo desafío consiste en enfrentar la transformación de bosques nativos secundarios degradados de bajo rendimiento, que no cumplen los objetivos de sustentabilidad forestal, en unidades jóvenes de alto rendimiento que puedan cumplir con los requerimientos actuales de la sociedad en el marco del manejo sustentable. Un tercer desafío consiste en proyectar hacia el futuro esquemas de manejo para estos bosques nativos considerando su composición mixta, como alternativa para el negocio forestal, como reserva renovable del patrimonio forestal nativo chileno y como protección del suelo de gran belleza. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Avilés, B. (1993): Untersuchungen zur waldbaulichen Behandlung und Bewirtschaftung von Renovalesbeständen in Mittelchile. Diss. Forstwissenschaftliche Fakultät der Albert-Ludwigs-Universität Freiburg.i.Br. 174 p. Brun, R. (1969): Grundlages für Strukturstudien im Zustandserhebungen gemäßigten Regenwald Südchiles als und Forstbetriebsplanung. Diss. Forstwissenschaftliche Fakultät der Albert-Ludwigs-Universität Freiburg i.Br. 156 p. Burschel, P. y Huss, J. (1987): Grundriss des Waldbaus Pareys Studientexte 49. Hamburg - Berlin. 352 p. Christie, J. M., Miller, A. C. y Brumm, L. E. (1974): Nothofagus Yield Tables. Forestry Commission Research and Development Paper. Nº 106. 5 p. 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