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I5TA' ILU STRñDfí^ DC' Si^OlT5
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. ^ r g a n o oficial de la'Sociedad ^íípíca española
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r del fíQaárid-FoIo-Siub;
cciói) y Administración; V E L A Z Q Ü E Z , 67.
Número 19
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íDiciembre de 1904,
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BICICLETAS-MOTOCICLETAS
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E l AÜTOMOFEíSMO Kíí SSPJtfÍA
El Auíomóvií'-Ctub de Andalucía
Abrimos hoy esta sección con un;i noticia
q u e alegrará á todos los aficionados; los valiosos elementos que cuenta este moderno
sport en Andalucía han constituido un Club
complnceiida al ver que los capitalistas é
industriales supieran apreciar e! desarrollo
que a d q u i e r e el automoviübmo en nuestro
país, y se decidieran á m o n t a r l a fabrica-
Coche del Presidente dui Ciub, ]>. Püiiro H. Ciirruras.
que nace bajo los mejores auspicios y que de
¿cguro se hará notar por sus iniciativas.
¡Bien por los andaluces!
" El automovilismo en España mai-dia, y
aiunca podrá aplicarse la frase con mayor
propiedad. Ojalá que se colmara nuestra
ción con todos los elementos necesarios y
sin omitir gastos ni sacrificios q u e p r o n t o
verían recompensados.
(Cómo se ha formado este nuevo Club,
cuya partida de nacimiento festejamos?
E l notable amateur d e l P u e r t o d e Santa
GRAN VIDA
María D . Pedro H e r n á n d e z Carrera coa
vocó en aquella población, el domingo i8
del actual, á todos los aficionados de la provincia.
El primero que acudió al llamamiento fué
el conocido sportjnan jerezano D. Joaquín
M. R i v e r o , montando un precioso lo l í P
d e dos cilindros, acompañado del D u q u e d c
Montemar.
Poco después llegaba D. Miguel Gómez en
u n automóvil inglés d e d o s asientos, marca
de fuerza, coche q u e llamó mucho la
atención.
También fué objeto d e muchos <;logios el
coche d e l o caballos marca Clement Bayard, q u é monta D- Manuel Blazquez.
Después se agregaron á la comitiva, formada en el paseo de la Victoria, D. Rafael
Osborne en una jardinera 6 HP y dos p r e ciosos coches d e igual fuerza con motor de
un cilindro y carrocería d e cuatro asientos,
producto d e la industria del P u e r t o d e Santa
María y que muestran orgullosos la marca española
An'^lada.
I). Joaquín M. líivero, »/;!•>/•(?»«« jore^aiio, on KU aulomóvil.
SidcheUy, d e un cilindro horizontal. Es un
carruaje sencillo d e construcción, pero muy
resistente.
Siguen después los automóviles de los señ o r e s La Cerda, Gómez (D. Pedro). Ruiz,
d e San F e r n a n d o ; D.Joaquín La Cerda, don
Manuel Blázqucz; D. Patricio Garvey monta
un Mors d e ocho caballos y le acompaña
otro soberbio carruaje del tipo del q u e tiene
el Sr. Hernández C a r r e r a , Renault
Freres,
d e 14 caballos, pero la carrosería es distint a . L o guía D. Manuel Diez, distinguido
aficionado jerezano.
Siguen D. Patricio Ivison, que monta un
Clsmsnt d e cuatro cilindros y l o caballos
Colocados todos los coches en línea hacen la entrada, que fué verdaderamente triunfal por la m u chedumbre q u e recibió á
los automovilistas en calles
y plazas. Hermosas mujeres les saludan desde balcon{;s y cierros, y por todas
p a r t e s reciben muestras de
agrado y simpatía, hasta
que después d e r e c o r r e r el
itiner;irio acordado son
conducidos á la confitería
d e la Campana, d o n d e el
Sr. Hernández Carrera les
obsequia con un espléndido
lunch.
Se sientan á la mesa
D, Ángel Picardo, D. Joaquín Abarzuza,
Sr. Marqués de Villamarta, D . J u a n A. Ruiz,
D. Francisco L a Cerda, D . P e d r o y D Miguel Gómez, D. Patricio Garvey, D. Rafael
O s b o r n e , D . Joaquín Rivero, D. Manuel
Diez, Sr. Duque d e Montemar, D- Manuel y
D. Francisco Blázquez, D. Juan Pablo Ruiz
Tagle, D . Patricio Ivison, D. Eligió F e r n á n dez, D . Rafael Ouecuty, D. José Bascu, don
Francisco Anglada, D. Javier T o s a r , . d o u
Carlos Hernández Carrera y D. José Cepeda.
Después de alegre charla y de cambiar
impresiones un r a t o s o b r e la afición, se levantó e! Organizador para hacer 'uso de ^'^t.•
palabra.
GRAN
VIDA
Empieza pidiendo q u e !e disculpen la torpeza de su palabra para p o d e r expresar
cuanto siente en aquellos momentos, por
ver allí reunidos tan numerosos compañeros de afición y amigos. Explica el objeto
de la reunión, q u e no es otro q u e asociarse
para procurar la defensa de sus intereses
como automovilistas y la mejora d e las carreteras y caminos vecinales,
q u e se hallan, p o r desgracia,
en un estado deplorable. Afirma que,const¡tuyendo !a unión
la fuerza, d e b e procurarse
aquélla como medio d e obtener sólidas ventajas, y esas
mejoras, q u e si no hechas
todas p o r cuenta del E s t a d o ,
muchas podrán ser producto
de los esfuerzos de aquél y de
los automovilistas; y termina
proponiendo la formación de
la Sociedaíi AiitomóvU-Glub de
A?tdalitcía.
de Agricultura y Gobernación y al Presidente del Real Automóvil Club.
La despedida que se hizo á los automovilistas jerezanos fué tan entusiasta como
cariñosa.
GRAN VIDA felicita al Automóvil-Club d e
Andalucía, que con su iniciativa h a d a d o un
alto ejemplo á las demás regiones d e E s -
Por aclamación se tomó el
acu(;rdo d e constituir el Club
y quedó nombrada la Junta de
esta forma:
Presidents honorario.—^ S, M.
el Rey D.Alfonso X I I I .
Presídenie efectivo. —Y>. Pedro Hernández Carrt-ra.
Vicepresidente.—^).
Joaquín
María Rivero.
Kiitvada de los automoviljsta.s en lii pol>!aci6n.
Depositario- Contador. — Don
Patricio Garvey,
Secretario.—D. Francisco d e La Cerda.
paña, y pone sus columnas á disposición d é
K ; Í ¡ Í / Í - J . — D . Rafael O s b o r n e , D. Patricio
la nueva Sociedad para t o d o aquello q u e
Ivison, D. Francisco de la Víesca, D. Matienda á secundar los nobles fines para q u e
nuel Blázquez y D- Manuel Diez.
se ha c r e a d o .
A propuesta del Presidente se dirigieron
G. V.
telegramas á S. M el Rey, á los Ministros
miHItlIlIHüMIIHIIIIIII
E n el R e c r e o S a l a m a n c a .
Con inusitada animación y distinguida y
numerosa concurrencia á que convidaba la
agradable temperatura del día, tuvo lugar el
29 del corriente, en este ameno sitio de infantiles esparcimientos, el festival de Navidad, q u e terminó con una tómbola e x t r a -
ordinaria, en la que se rifaron valiosos j u guetes, resultando agraciados los n ú m e r o s
1.65Ó, 2.S72, 2.634 y 2.884. E s t e último p r e mio fue recogido por el niño Augusto R a monct y López, hijo de nuestro íiistinguido
amigo y colaborador D. Joaquín, y único q u e
se hallaba presente d e los cuatro a g r a c i a d o s
por la suerte.
GRAN VIDA
Ki^^upid^
PREGUNTAS_^JRESPUESTAS
. .
CONTESTACIÓN Á LA PREGUNTA NÜM. 5
G A R e m OE LEaiviz
L a palabra Leaniz procede de un antiguo
•solar d e este linaje, situado en el valle d e
e s t e nombre, en la cofradía d e San Bartolomé d e L u i d a , anteiglesia d e San Agustín
d e Echevarría, una d e las doce que componían la m e r i n d a d d e Dunmgo, á diez kilómet r o s de la villa de Elorrio.
Esta casa, según una antigua ejecutoria y
con referencia al cronista Lázaro del Valic,
era antiguisima
c infanzonada,
esto es, d e
procedencia Real y,
aunque no determina
el origen, es d e suponer que se refiera su
infanzonía á los monarcas d e Navarra, y d e
éstos á los d e la casa
d e Champaiía, cuya dinastía comenzó á reinar
en el siglo Xlll, por ser
esta la época más antigua en qu(; comenzaron
á usarse los apellidos
en España más fijos y
permanentes.
bizarro vizcaíno que cogió prisionero al rey
Francisco el 14 d e E n e r o d e 1526 (i). L o s
Leaniz, dice además la cit;'.da ejecutoria, tomaron p a r t e en otras guerras acaecidas en
el reinado de dicho Emperador.
«De e s t a ilustrísima casa infanzonada, se
escribe en la citada ejecutoria, hallamos
haljer procedido dos líneas q u e avecindaron en los dilatados reinos d e las Indias, y
asimismo dimana d e la villa d e Elorrio la
que arraigó en Cádiz.»
Por vía de casamiento
formó alianza este linaje en el siglo XVIII
con los García de T e j a d a , procedentes de
tierra d e Cameros (Logroño), formándose el
d e García de
Leaniz,
que fundó casa en Jerez
d e la Frontera, cuyo
primogénito fué un esclarecido varón llamado D . José García de
Leaniz.
En la que se e x t e n dió p o r América recayó el título d e Marqués del Castillo, cuyo
último poseedor murió sin sucesión en Santa F e de Bogotá (Colombui).
Los blasones do la familia Gurda de. Lea•aiii son: escudo partido en pal; en el prim e r o de la dcrechri una garza con el pecho
herido y c o r o n a d a d e o r o , en c a m p o azul,
que es de García, rama que torna su primitivo origen del monarca leonés hijo de Alfonso el Magno, y el segundo d e la izquierda partido en banda; e! superior, de oro,
con cinco panelas d e sinople, y el inferior,
d e plata, con un árbol y al pie un lobo pasante d e sable, que corresponde, entre
otras distinguidas personalidades, al ilust r e abogado, Jefe d e Negociado en el Ministerio d e Hacienda, D- Javier García de
Leaniz
«La familia Leaniz,
dice la citada ejecutoría, es comprendida en las encumbradas prerrogativas del M. N. y M. L . Señorío de Vizcaya, p o r h a b e r concurrido con n o menos
valor á conquistas, y después defenderlas
compitiendo con las más principales d e
aquel Señorío, en d o n d e se reconocen las
u n a s por d e u d a s d e las otras y todas infere sadas f;n uilos mismos triunfos.»
Á raíz d e la toma d e Pamplona por los
franceses, en 1531, en cuya defensa fué herido Ignacio de Loyola, reuniéronse los más
valientes caballeros a e Vizcaya, alentados
p o r noble venganza y adhesión al E m p e r a d o r Carlos, contribuyendo, en gran p a r t e , á
los triunfos d e Pavía en 1525. E n t r e los caballeros vizcaínos que más se distinguieron
en tan memorable batalla,cuyo desastre oriERSESTO DE VIÍ.CHES Y MARINginó la famosa carta que Francisco I escribió á su madre diciéndole; «Seiíora, todo se
h a perdido menos el honor», tomaron parte
(i) Su espada figuró en nuestra Armería real hasta
os d e Leaniz al lado de Juan de Urbieta, el
que, en ía invasión francesa, se la llevó Mural li París.
GRAN ViDA
T i í ^ o I>E: r*.^i^03i:^í».
El 13 del corriente y
con numerosa cuncurrencia d e tiradores d e
Madrid y provincias, se
cclebr<j \n primcni tirada d e la Asociación General d e Cazadores y
Pescadores d e Espaiía
y decimos la primera
porque scí^un nuestros
intbrmeá s e repetirán
tod()s los mes<;.s.
Siendo la mayoría d e
los socios escopetas ti::
carUl, y buenos compañeros todos, huelga decir q u e la alegría reinó
d u r a n t e toda la tarde;
que se hicieron tiros
magníficos y que, olviEl'i'oloinli.iire preiiiii-ándost i\ sollar lii paloma.
dando aquello d e que
el '/i¿¿ íiiata cuelga, los pichones muertos
Pocas tardes se h a b r á visto tanta animafueron distribuidos entre los concurrentes,
ción en el local que para tiro d e pichón e s con lo cual, si salieron perjudicados maestableció hace diez y seis años el popular
tros como S e m p c r e , Conde, Lcdesma, SeMariano, tan conocido y apreciado por los
•seña, Sancho, Martínez y otros, en cambio
aficionados madrileños y hoy propiedad d e
hicieron el gran negocio maletas como el
su viuda.
que estas h'neas escribe.
Y no sólo d e los aficionados al noble
sporlác la caza es conocido
aquel sitio. Los q u e tranquilamente pasean por e l
Retiro en las tardes de invierno y oyen tiros sueltos
y descargas cerradas saben
bien d e d ó n d e p r o c e d e e l
alarmante ruido; p e r o l o
q u e pocos sabr.-ín e s q u e
allí mueren] m;ís de 25.000
palomas al aiio, p r o c e d e n tes en su mayoría d e iospalomares d e la Mancha.
Las tiradas públicas sólo
se Celebran los días festivos
desde Octubre á Junio,
p e r o frecuentemente s ?
Línfiade piicslos.
GRAN VIDA
tiro difícil. No ocurre
lo mismo e n el tiro en
caja, en el cual, pudiend o el tirador disponer
de dos tiros, no adquiere serenidad para disparar sin apresuramiento por t e n e r que dejar
muerta la paloma en
una zona limitada. Es,
p u e s , en nuestro concepto, el tiro á brazo
una escuela de tiro, la
caja un sport como un
juego cualquiera, p e r o
para la práctica de la
caza perjudicial en gran
manera.
El palomar.
r e ú n e n allí tiradores notables como los
S r e s . Marques do Villaviciosa de Asturias,
D u q u e de Tarancón, Marques de Villamayor y Sres. Martos, Ballesteros y Capra, visitas que cuestan la vida á. muchas docenas
d e inocentes aves.
cEs realmente ei tiro de piclión ejercicio
conveniente al cazador? ¿Puede en 6\ aprend e r algo que !c sea útil en el campo? Segdn
la autorizadísima opinión de
D . Juan M; de Conde, director
d é l a Casa /¿usfrada, íuná^áoid e la Asociación de Cazadores y persona perita en cuanto
con el arte cinegótico se relaciona, el tiro llamado á brazo,
q u e debiera llamarse á la valenciana, por ser valencianos
los q u e lo practicaron antes
q u e nadie, es conveniente para
ejercitar el ojo y la mano del
cazador, puesto que es una
especie d e simulacro d e caza
y se adquiere, practicándolo,
ligereza en los movimientos
para tirar con rapidez aves
q u e salen en condiciones de
En Inglaterra, d o n d e
se practica con verdadera pasión el tiro en
todas sus formas, y el
de pichón sobre todas, se va relegando
lacaja para aficionados principiantes y se
han ideado unos mecanismos muy ingeniosos, mediante los cuales, el pichón d e a r c i lla sale volando al alcance del cazador q u e
dispara sobre ól haciéndose la ilusión de
que es un pájaro d e c a r n e y hueso.
RAT?ERC.
El conotúdo (.-aKador Sr. Conde en un puesto.
GRAN VIDA
L A CAZA DE
LIEBRES
EN La PR©viiveia DE ávii-a
E n esta región castellana, q u e se encuentra enciavacía, p o r decirlo así, en el centro
de España, no es donde menos abundan las
ñíiciones cinegéticas, ni los terrenos y cotos á
propófíito paní encontrar toda clase d e caza.
Desde el inofensivo conejo y perdiz hasta
el feroz lobo y jabalí, de todas las especies
hay ejemplares en esta provincia; sin contar con las célebres cabras monteses (capra
hispánica) de la sierra d e Credos, de tas cuales y d e su manera de cazarlas me ocuparé
en otra ocasión.
Pero lo que más se caza en esta tierra es
el pele, en sus variedades conejo y liebre.
Voy á dar una ligera idea d e la manera
d e cizar la última.
Como el t e r r e n o es muy accidentado, resulta que hay muchos pcrdederos, y por lo
tanto, se necesitan perros muy ligeros para
que piíjuen !a liebre al poco tiempo d e arrancar, pues de otro modo se hace fatigosa y
difícil esta clase d e caza.
Aquí se corren con galgos, que la g e n e ralidad son d e pelo corto aunque ya va tom a n d o incremento la raza d e galbos barbudos, d e los que se encuentran magnílicos
ejemplares procedentes d e Tordesillas, que
e s el p u n t o d e fama para esta clase de p e rros.
La partida se suele formar de cuatro á
seis cazadores que montan jacas
serranas,
procedentes d e Piedrahita, inmejorables por
su resistencia, sufrimiento y seguridad en
la carrera; pues la configuración del terreno
hace imposible montar cabaltos de m u c h o
peso y ligereza, habiéndose d a d o el caso d e
alca7izarsc un caballo y en la caída quedar
desnucado, y el jinete herido d e gravedad
p o r ser el animal demasiado fogoso. Pues
bien, formada la reunión,hay que ver el cuad r o q u e p r e s e n t a la salida á una d e estas
cacerías.
Los jinetes arropados con hermosos capotes y fuertes guantes, á más d e las estriberas; los criados llevando los preparativos
d e viandas, etc., y la jauría compuesta d e
ocho ó diez galgos q u e con sus ladridos y
retozos animan a los cazadores á partir. Una
vez en el cazadero, se abre la mano, y e n d o
d e jefe d e ella el cazador más e x p e r t o y conocedor del terreno, q u e se sitúa siempre
á la derecha, sirviendo de eje en las distintas evoluciones.
Se p r o c u r a dar siempre la vtano en c o n t r a
d e los sitiofí en q u e haya maleza ó p e r d e d e ros para que la liebre salga limpia y se estire antes d e que entren los galgos con ella.
En el momento que se la ve en la camri,
el jinete que la ha divisado hace seña d e
parada é inmediatamente entra con su jaca
hacia la liebre, que al verle arranca, y caso
de que n o se mueva, la espanta con el látigo.
Entonces, pone el caballo al galope y á l,i
voz d e ¡perrol ¡perro! dirige los galgos á
ella; hay que ver la algarabía que s e forma
entonces; los más ligeros (por lo regular las'
hembras) salen en collera y la llevan en me-'
dio; p e r o si es liebre valiente d e las l l a m a das mataca?ies, en cuanto se estira empieza
á despuntar y por momentos saca cuerpos
á los perros; entonces los jinetes d e los extremos procuran salir al corte, p u e s al llegarla á los alcances empezará á dar marros
que en sus rápidas paradas distanciarán los
galgos y d e esta forma, al tomar distinta dirección siempre encontrará cazador que le
salga al p a s o .
H e corrido una liebre en los llanos del
Valle d e Ambles, en compaíjía d e mi q u e r i d o amigo D. Carlos Arguello d e Aguilera;
la liebre después d e c o r r e r gran r a t o p o r
tierras perseguida muy d e cerca p o r dos
magníficos perros y no sirviéndole los muchos marros q u e daba para deshacerse d e
sus enemigos, tomó la carretera que va á
Béjar, y entre personas, carruajes y caballerías continuó la carrera por espacio d e
legua y media.
Las jacas aquella tarde parecía q u e no se
movían; animales q u e no sufrían )a espuela,
se dejaban castigar indolentes; tal e r a su
cansancio
Mi caballo corría (mejor dicho trotaba)
tras ella, pues t o m ó delantera al del S r . Arguello que se despistó al saltar una zanja;
mi afán era no p e r d e r d e vista al galgo Líicero (hermoso ejemplar),propiedad d e dicho
sportman, pues el otro que salió en la collera había quedado atrás como muerto; p e r o
me lo impedían los pasajeros que los ocultaban á distancia.
Por ñn, animé cuanto p u d e á mi valiente
jaca, y haciendo esta un esfuerzo, desesper a d o ; logró ganar un cerro destle ? ^ ( ^ i l se
dominaba la llanura; p e r o ;cuál r i ó § ¿ ^
asombro al n o ver la p a r e j a g u e - S ^ t "
GRAN VÍDA
Con intención d e averiguar lo ocurrido
me dirigí al inmediato pueblo de la Serrada,
cuando al saltar un vallado me e n c o n t r ó
con Lucero tendido y medio asfixiado y pocos pasos más adelante un ejemplar de liebic
rarísimo, pues era de pequeño tamaño y las
patas muy largas con relación á las manos; la
cogí vivii,aunque reventada.
En este tiempo llegó mi compaiíero y entre los dos suspendimos por el r;dio al p e r r o
y le frotamos con alcohol, que es la forma
c o n q u e lesremediamos en casos semejantes.
Después de brindar por una carrera como
se registran pocas, volvimosá casa orgullosos y satisfechos.
SALVADOR BLASCO DE VEGA.
iios za^<i'u^.%o% ^íípicros
Cuando en 1901 un pequeño g r u p o de entusiastas aficionados cfjnstituyó la Sociedad
Hípica Española bajo la presidencia del Duque de Uceda, nadie podía prever que, en
u n espacio d e tiempo relativamente corto,
la misma había de dar resultados tan admirables como los que este año hemos presenciado.
La tradicional fama de que como jinetes
gozaban los españoles sólo se justificaba admirando su gentileza en los paseos y en a l gún que otro carrousel ó en carreras de cintas; pero hay que reconocer que, si bien
nunca les faltó en sus empresas un valor
casi temerario, se observaba,en cambio, que
iba desapareciendo la corrección á caballo
d e todo aquel que practica las reglas de una
buena escuela de ei-juitaeión.
Muchas fueron ias dificultades eon que se
tropezó para llevar a c a b o el primer concurso hípico. L a p r i m e r a fué la falta d e local apropiado, viéndose obligada la comisión organizadora á improvisar una pista en
la cancha del Beti-Jai, y allí sin terreno casi
para revolver los caballos, se verificaron
pruebas d e saltos y d e alta escuela que r e sultaron lucidas, gracias A los esfuerzos del
T e n i e n t e coronel D . Juan Vaidés y de! capitán D. Simón Latorre, que tomaron p a r t e
en todas ellas, en unión de varios oficiales,
é n t r e l o s que figuraban ¡os tenientes Pando,
Vaidés, González (D. Averlano), Boceta y
Sánchez {D. Bianor).
Los resultados del primer concurso a n i maron mucho á la gente, y ya en el d e 1902
en ei Hipódromo, y en 1903 en la Plaza d e
T o r o s , en Barcelona y en San Sebastián,
fueron apreciándose ¡os adelantos de los que
en ellos tomaban p a r t e hasta conseguir los
brillantes resultados obtenidos en los distintos que se han celebrado este año, especialmente en los d e Madrid, Barcelona y
San Sebastian, en d o n d e no oÍ>stante la
desigualdad de condiciones nuestros oficiales han luchado airosamente con los del extranjero.
E s mucho más d e admirar el trabajo rea-
lizado por nuestros oficiales d e caballefía.
en loa últimos concursos si se tiene en cuenta que para ello no disponían de más caballos que los reglamentarios, deficiencia q u e
hace pensar en lo conveniente q u e sería autorizar á los regimientos para adquirir c a ballos d e raza y enteros para esta clase d e
pruebas, con lo que se conseguiría no sólo
c r e a r un buen plantel de oficiales, sino
también dedicar á sementales de las remontas los csbailos que más se liubieran distinguido, no dándose el trist<; caso d e lo o c u rrido con Gcnizaro, animal que á poder p;.drcar no hay duda d e que daría excelentes
resultados.
K! salto limpio de i,8o metros de altura
alcanzado en Madrid y Barcelona y el de
2 metros realizado por Escobón en San Sebastian ponen á nuestros jinetes en condiciones d e hacer un buen papel en los concursos del extranjero, y el resaltado d e la
marcha de resistencia también ha sido favorable y d e provechosas cnseííanzas.
Ha quedado, pues, plenamente demostrada la superioridad del caballo pura sangre,
a u n q u e la mayoría d e ias gentes opinen la
contrario.
, O t r o triunfo alcanzado en la marcha de
resistencia ha sido el servicio de estafetas
á cargo de los soldados d e caballerÍ2, sin
que sea cierto, como aseguró algún periódico, q u e se hayan reventado caballos, p u e s
en un trayt'cto d e 2 kilómetros, que era el
que recorría cada pareja, no es posible matar un caballo.
En los últimos concursos se han establecido pruebas para sargentos y cabos, y c o n vendría para lo sucesivo organizarías también de conjunto por secciones, lo cual sería de provecho para el arma de caballería
y no resulta tan difícil, habiéndolo ya llevad o á la práctica S. M. el Rey, q u e varias veces ha hecho evolucionar el escuadrón de
la Escoha Real en el Hipódromo d e ¡a Casa
d e Campo.
E L MARQUÉS DE SIETE P i c o s .
GRAN VIDA
EL COiMÍRESO DE LA UNIÓN VELOCIPÉDICA ESPAÑOLA
A n t e numeroso grupo de r e p r e s e n t a n t e s
de las diversas regiones de España se v e r i ficó el S de Diciembre pasado el IX Congreso ciclista d e la Unión Velocipédica Española, desde hace años domiciliada en Barcelona, empezando la sesión á las tres d e la
tarde.
Constituida la comisión d e actas y discutidas éstas, pasóse á la lectura d e la .Memoria del Sr. S e cretario y á la
presentación
d e las cuentas
por el Sr. T e sorero.
Una y o t r a s
sediscutieron
largo rato,
presentándose d e s p u é s
u n a serie numerosa
de
proposiciones, la mayor
parte de las
cuales fueron
desechadas
p o r mayoría
d e votos,aunq u e algunas
eran d e verd a d e r a importancia.
Vicesecretario, D. Manuel J. Creus.
T e s o r e r o , D. Emilio F e r r e r .
Vicctesorero, D. Antonio Cantijoch,
Vocales,
D. Narciso Masfcrrer, D. Buenaventura
PoHés, D. Andrés Rodríguez, D, F e d e r i c o
iVIilá, D. E d u a r d o Camps y D . Gabriel
Bcrnada.
' _ ' -'i . 1
A las nueve
d e la noche
se levantó )a
sesión,siendo
muy íelicjtados el Presid e n t e , Sr. Sorarrain y s e ñor Cátala
por los concurrentes, d i putados y socios de la
U. V. E. presentes.
Al día siguiente delC o n g r e s o se
c e l e b r ó el
b a n q u e t e , al
O. Enrique de S o r a r r a i n .
que acudieNuevo Presidente do la ÍJñóa VolouipL-diüa Ksparioia.
ron la mayor
p a r t e d e los r e p r e s e n t a n t e s acreditados al
Después de varios incidentes, originados
mismo y numerosos socios d e la antes dicha
por las anteriores proposiciones, de los que
Sociedad deportiva.
lio nos hacemos eco, empezó la elección del
nuevo Comité para 1905 que, tras nutrida,
votación, se impuso como sigue:
1). ENRIQUE DE 50RÍ5RRÍÍIW
Comité
central.
Presidente, D. E n r i q u e d e Sorarrauí.
Vicepresidente, D . Antonio Cátala.
Secretario, D. Ramón Irla-Vert.
La figura del nuevo Presidente del Comíté Central d e la Unión Velocipédica E s p a ñola es, bajo el punto d e vista sportman:,
v e r d a d e r a m e n t e n o t a b l e . Y decimos esto
GRAN VIDA
10
p o r q u e á nadie mejor q u e al mismo p u e d e
aplicarse la citada palabra inglesa, que todos
saben lo q u e significa.
Los ha practicado casi todos 6 más bien
todos, p u e s d e s d e su j u v e n t u d ha vivido en
m e d i ó l e deportes en general, p o r q u e sus
aficiones y medios d e fortuna se l o h a n permitido.
Forma parte de innumerables Sociedades
d e sport y de la Unión desde su fundación,
o c u p a n d o en ella desde su domicilio en Barcelona, cargos en el Comité Central á satisfacción y contento, de la generalidad,que le
estima e n lo q u e v a l e .
El jí'íií////?/^ ha tenido siempre sus preferencias y e n la memoria d e todos están p r e sentes, y principalmente en la de sus compañeros del extinguido Real Yacht Club y en
el hoy Real Club d e Barcelona, sus largas y
numerosas croisier&s p o r España y extranj e r o á b o r d o d e sus ijachts María
Luisa
{construcción española) d e 2 toneladas, Conquistador III (construcción nacional) 3 toneladas y Luisa ex Maia, ex Luclole,is.moaQ
racer d e -¿o toneladas {construcción e x t r a n jera), con los q u e además en r e g a t a s nacionales y extranjeras ganó importantes p r e mios.
•I1ÍI1IH^»IIV»MÍ!|
Al mismo tiempo que al yachting^ dedica
desde hace cinco años largas horas al automovilismo y han pasado p o r sus manos los
mejores coches d e fabricación francesa, ent r e ellos un Clement, un Renault, un P a n hard, un Darracq tó H P , Clement 16 HP, y
actualmente posee un soberbio 14 H P R e nault, con el q u e frecuentemente atraviesa
nuestras calles y paseos y hace el gran turismo p o r Carretera.
Joven y con energía, d e carácter simpático, su presencia e n el p r i m e r puesto d e la
U. V. E . se conocerá muy p r o n t o , y su política, d e s d e el mismo, no será o t r a q u e la d e
atracción y concordia, procui-ando, como
son sus intenciones, q u e esta entidad logre
llegar á la altura d e sus similares del e x tranjero, como ansian verla todos cuantos
aman á la primera Sociedad ciclista del
Reino.
Y h e aquí con sus rasgos principales p r e s e n t a d o á los lectores d e GKAN VIDA D . En-
rique d e Sorarrain, al q u e deseamos desde
estas mismas columnas el más grandioso de
los éxitos en su gestión.
MANUEL L . DE LINARES.
Barcelona ao Diciembre 1904.
ui::!iMii:i!iK
^iiiiiiai!iitiiHiraHii:n:M:ii>NH I^IIIIIIHIIIIIIKKÜIHIIIIÜBÍ
UNA CACERÍA E N CABAÑEROS
Aunque en España no se celebra con la
solemnidad y a p a r a t o (¡ue e n Francia la
fiesta de San H u m b e r t o , ni hay bendición
d e jaurías, ni se rodean las cacerías d e esa
mise 671 scene q u e es allá el complemento d e
e s t a s fiestas, n o dejan d e t e n e r importancia
las partidas q u e ahora se organizan, y r e c o rren los m o n t e s de Toledo y Ciudad Real
los cazadores extremeños y andaluces y
hasta las v e r t i e n t e s nevadas del Pirineo.
E n t r e las monterías cuya noticia llega
hasta nosotros, m e r e c e reseñarse la celeb r a d a d u r a n t e los primeros días d e este mes
e n las posesiones q u e tiene el Conde d e Valdelagrana e n la Oretana.
AUí se han reunido, alojándose en la magnifica casa de m o n t e , cazadores tan experimentados como el Duque de Arión, los Mar-
queses d e Viana, d e Valverde d e la Sierra
y d e Ivanrey, el D u q u e d e los Castillejos,
D. Antonio Fernández de Córdoba, D . G o n zalo Rivera, el Conde de Valdelagraua y el
ingeniero D. Ramón Echagüe y S e n t m a n a t .
Hicieron el viaje en automóvil el anfitrión el D u q u e de Arión y el Marqués d e
Viana.
D u r a n t e ocho días s e han m o n t e a d o la
Umbría del Labradillo, Valle Molino, Senadores, Umbría y Solana d e la Casa, R o b l e d o
Madroñalito, T o r n e r o , Peña d e Estena y Solana d e los P e r r o s , r e u n i é n d o s e las realas
del Marqués d e Viana y d e Valverde d e la
Sierra con las dos del Conde d e Valdelagrana, 120 perros en suma.
Las cazadores han luchado valientemente
con un t i e m p o malísimo, d e lluvias tan p e r -
GRAN VIDA
i'I
t i n a c e s que n o servían ni c h a q u e t o n e s ni
impermeables para sufrirlas- Así y todo, mataron 32 reses, 32 jabalíes y 10 venados. D e
s e g u r o q u e con buen tiempo se h u b i e r a n
c o b r a d o más de 60 piezas, pues a b u n d a n
en e x t r e m o , especialmente los ciervos, q u e
se han respetado por todos los cazadores.
Alguno d e estos hubo que necesitó verdad e r a virtud para c o n t e n e r s e , si se considera
q u e en los días de cacería le han e n t r a d o
hasta si<;te hembras d e las mencionadas.
También da idea d e la abundancia d e reges el h e c h o de que el Conde d e Valdelagrana matara en un solo puesto dos magníficos venados.
E n t r e escopetas negras, guardas y convidados se reunieron 60 cazadores: así
se explica q u e se hayan contado p o r t o neladas los comestibles enviados desde
Madrid.
Ya son proverbiales las exquisitas atenciones con q u e agasaja el Conde d e Valdelagrana á los cazadores, lo mismo en el
castillo d e Múdela que en Cabañeros; así es
qué los convidados han q u e d a d o muy satisfechos del confort con q u e h a n sido t r a t a dos y d e la excelente organización q u e ha
presidido en la montería, gracias á la competencia del ingeniero Sr, Échagüe, que ha
cuidado solícitamente de todos ios detalles
secundado con interés p o r el administradcy"
d e la finca, Sr. Cabello.
VICENTE DE CASTRO.
CRÓNICA AUTOMOVILÍSTICA
Q D Y I I '^AliÓN DE J^AI^Í^
El día 9 del mes actúa!, el Presidente d e
l a R c p ü b ü c a francesa inaugurósoiemnemente la K / / Exposición del automóvil, el ciclo y
¡os sports instalada er. el Gran Palacio d e
París, con el arte y la magnificencia que derrocha la vilU-himiere en estas grandes fiestas con las que atrae sobre sí una verdadera
lluvia del oro cosmopolita.
Al contemplar el soberbio espectáculo q u e
oficce el Grand Palais, bajo cuya gran cúpu-
la se r e ú n e n millones d e francos del present e y del porvenir, n o p u e d e menos d e envidiarse la suerte d s la nación francesa, que
en once años ha d a d o un impulso tan gigante á la industria del automóvil.
F u é en 1S94 cuando se ideó por ei Petit
Journal ¡a primera madifestación automovilística en una carrera e n t r e París y lirest,
d o n d e figuró un coche sin caballos (que así
se llamó hasta el 1S95 en q u e se inventó !a
J_
Una visia <1«1 Hatón-lnstaliición de I'aníiaril y Lav.issor.
12
palabra automóvil). E s t e coche empleó en
el recorrido 72 horas, las mismas q u e el ciclista vencedor de U carrera.
El 22 d e Julio d e aquel año y con el c o n curso de Dion-Bouíon, Scrpoilet, Panhard,
Peugot y algún otro fabricante se organizó
la prueba París-Rouen, alcanzando en ella
los automóviles u n a velocidad d e 20 lí 22
kilómetros á la hora. Francia entera se conmovió ante aqtidla velocidad
extraordinaria;
p e r o los industriales y los hombres d e n e gocios que vieron claro el porvenir del n u e vo filón no se durmieron en los ensayos;
formaron un comité dirigido por el Barón
d e Znylen y el Marques d e Díon, comité que
en Noviembre d e 1^94 empezó á organizar
la carrera París-Burdeos, llevada á cabo con
éxito y resonancia en 11 d e julio d e 1895,
aplicando por p r i m e r a vez los neumáticos y
GRAN VIDA
Santo Mauro en el último n ú m e r o d e GRAU
VIDA la vital importancia que tiene para la
vecina República esta tloi-eciente industria,
que sostiene hoy 50.000 operarios, 30.000
mecánicos y 25.000 empleados.
Recorriendo los soberbios síands d o n d e
se exhiben las nuevas creaciones, se echa
d e ver que la característica de! Salón actual
es la tendencia á perfeccionar los í / r a m , y
á a u m e n t a r el lujo y el confort d e las carrocerías.
En las primeras exposiciones los constructores presentaban sus coches c u b i e r t o s
y terminados con todos sus detalles, t e miendo p r e s e n t a r desnudo el esqueleto d e
los chasis; hoy los aficionados han a p r e n d i d o mucho de mecánica, se interesan ya p o r
los detalles y la técnica d e l
mecanismo, y los fabricantes se complacen en p r e sentar los p o t e n t e s motores al descubierto y l o s d e s nudos chasis de acero p a r a
que puedan apreciarse de
visu los adelantos introducidos y el p o d e r y resistencia d e esas máquinas q u e
en 1904 se han hecho las
reinas d e la velocidad.
Y, sin embargo, es u n
hecho que la afición del
público, guiado d e un instinto lógico y clarividente,
no se deja alucinar p o r la»
vclccidacrcs desmedidas y
pide coches pesados, p e r o
q u e reúnan toda clase d e
comodidades.
El tonneau d e chasis corto, la limosina de entrada
La instalación do líenmilt Fn;ros,
trasera, van cediendo el
puesto al coupé, el l a n d o l e l
celebrando al final la primera Exposición
y el faetón, todos con entrada lateral.
d e coches automóviles.
L a casa De-Díetrich presenta una limosi¡Qué ejemplo d e actividad y d e te^ón tan
na q u e es u n v e r d a d e r o coche-salón, en el
admirables! En un año se decidió la suerte
q u e los divanes pueden convertirse e n m u de una industria nueva que tan cuantiosos
llidos lechos, sin que falte un completo g a beneficios debía proporcionar á Francia.
binete d e toilette y una linda mesa d o n d e se
p u e d e comer ó escribir.
En 1897 se inicia el gran movimiento automovilístico; Francia construye 3.000 c a rruajes que valen 15 millones de francos; en
1900 la produccÍ<}n sube á 5.600 coches y su
valor á 30 millones; en 1903 la producción
_ L a exposición del Grand Palais está' d i aumenta hasta 16.600 coches que suponen
vidida en c u a t r o secciones.
i iS millones, y en el año actual ha construiComprende la i.*': coches automóviles d e
d o 21,000 vehículos, c o b r a n d o p o r ellos 160
t o d o s géneros, motociclos y todos los
millones d e francos.
vehículos d e tracción mecánica; velocípeCon razón ponderaba el Üustr.? D u q u e d e
dos d e todos los sistemas; comercio de au-
GRAN VIDA
13
tomóviles y constructores de cajas ó c a r r o c e r a s para automóviles.
En la sección 2.^ se e x p o n e n bandajes y
•neumáticos para ruedas, chasis, piezas suelt a s y muestras d e todos los artículos que
•concurren á la industria del auto-moto.
La sección 3.^ c o m p r e n d e todo lo referente a! sport en general, y sr compone de
trajes y equipos para automovilistas, ciclistas y turistas; inventos y aplicaciones diversas referentes al automovilismo, ciclismo, etc.; bibliografías, fotografías, publicaciones, periódicos, revistas, mapas y planos.
En la 4.^ sección figuran los grandes camiones y los furgones de repartir; los motor e s para coches y lanchas automóviles; los
acumuladores, las máquinas y herramientas
•de fabricación; todo lo referente á la n a v e gación automóvil y á la aerostación y las
aplicaciones d e alcohol en estos mecanismos.
Como queda dicho, la característica de
este Salón es el lujo y el confort que los fabricantes d e r r o c h a n en la presentación d e
sus coches. Parece que en esto, como en la
velocidad, se ha llegado al summum; p e r o ,
como hace observar un sagaz cronista parisién, está demostrándose que no se ha l o grado este resultado sino á costa d e subir
el precio d e los automóviles.
íHaccn bien ios fabricantes franceses en
tender á esta elevación d e precios? No lo
podemos decir. Quizá la d e m a n d a excesiva
justifica este encarecimiento.
Pero no cabe duda que el porvenir del
automovilismo está en popularizarlo, en ponerlo al alcance de las fortunas modestas y,
si es verdad que en este Salón no se apunta
sitiuiera tal tendencia, quizá en el próximo
año vayan por ese d e r r o t e r o los afanes d e
los fabricantes.
V. DE ORTSAC.
IHMIHIÜIIMIIIfildÉII
•l»iiiHnitifH:iii;)H:i»iiB:;iiiiB
«IKIIHlilKlHNINil
TÍEO NACIONAL
MHTCH MADRID-MURCIH
c::oig-c-cjEi.so D E r - c j s i r . -s" H.EVO3L,-V-ER.
Brillante ha sido para ¡os tiradores madriFernández, que con el íusi! en !a mano no
encuentra competidor.
leños el resultado del match Madrid-Murcia
c e l e b r a d o últimamente para disputarse una
El resultado del match que los madrileños ganaron, obteniendo una ventaja sobre
artística Copa d e honor, de plata, la cual
pertenece provisionalment e á la representación provincial de esta c o r t e , hasta
q u e un nuevo triunfo le
c o n c e d a su posesión definitiva ó los tiradores de
o t r a s provincias se hagan
•dueños de ella, quedando
v e n c e d o r e s en dos matchs
consecutivos.
Todos los tiradores que
en él han tomado parte demostraron su maestría y
especialmente el Comand a n t e Sr. Barreto, que no
tiene rival en nuestro país
tirando con revólver, y el
simpático a r m e r o . Arturo
,E1 notable tirador D. Pedro Carbonell en elraatcHtí revólver.
GRAN VIDA
^14
Carbonell, 36 id. y 528 id.—
Murcia: D. Josií García, 36
ídem y 46S i d . —Madrid:
D. Antonio García, 36 id.
y 277 id.
A 50 mclros.
Madrid: C o m a n d a n t e Bnrrcto, 3Ó disparos y 512
puntos. — Murcia: D. José
García, 36 idem y 339 puntes.—Madrid: D. Pedro
Carljonejl, 36 id. y 316 id.
El domingo 18 se celeb r ó el concurso d e estudiantes, con fusil y blanco
á 200 metros.
Grupo (le liradoros de revolver.
SUS contrarios de 477 puntos á fusil y 249 á
revólver, ha sido el siguiente:
Fusil, á 200 metros, blanco circular de 20
zonas.
Tiradores
de
Madrid.
D . Arturo F e r n á n d e z , 90 disparos, 90 i m pactos, 1.370 puntos.—D. Carlos H i o d c r e r ,
90 id., 89 id., 1.255 id.—D. G e r m á n Ortega,
90 id., 89 id-, r.242 idTotal, 270 disparos, 268 impactos y 3.767
puntos.
Tomaron p a r t e en la tirada once individuos y llamó la atención lo bien que tiraron todos,
pues se desperdiciaron muy pocos tiros y
quedó demostrado lo mucho q u e ganan
nuestros tiradores, cjue en cada concurso revelan mayor destreza y se disputan los p r e mios haciendo mejores blancos.
El p r i m e r p r e m i o lo obtuvo D . R a m ó n P é rez d e Vera, que d e cinco tiros hizo otros
tantos impactos con 46 puntos y el segundo
se adjudicó á D. Pedro Pagés,que consiguió
en cinco disparos cinco impactos con 42
puntos.
Tiradores de Murcia.
D. Salvador MonKÓ,
90 disparos, 89 impactoS; 1-163 puntos.—Don
Luis Hilla, 90 id., 87 id..
i.Til id.—D. Domingo
Muguruza, 90 id., 79 id.,
1.016 id.
T o t a l , 270 disparos,
255 impactos y 3.290
puntos.
Tiro de revólver (d ¡S
metros).
Madrid: C o m a n d a n t e
Barreto, 36 disparos y
544 puntos.—-D. P e d r o
Xriliunas pübliea y del -Jurado.
GRAN VIDA
Estos adelantos délos
tiradores demuestran lo
conveniente que sería,
para evitar el retraimiento de algunos, facilitar los cartuchos para
los ensayos más baratos
de lo que cuestan en la
actualidad, lo cual no
seria difícil sólo con
que, por el Ministerio
de la Guerra y dado c!
fin patriótico del Tiro
Nacional, se concedieran á éste algunos de
los muchos cartuchos
sobrantes que es necesario deshacer por haberse deteriorado la pólvora.
Según tengo entendido, á los cuatro ó
cinco años de cargado el cartucho, la pólvora se estropea, y antes de que esto sucediera podrían aprovecharse en que aprendieran á tirar los paisanos, muchos de los
cuales serán soldados el día de mañana y
pueden ingresar en filas siendo ya hábiles
tiradores.
Al propio tiempo que e! concurso de estudiantes se verificó el de tiradores de revólver, en el que tomaron parte los señores
Barreto, Carbonell, Sánchez M. Navarro,
Zurrón y Guendulain.
Todos los cartones resultaron notables,
mereciendo especial mención el comandante Barreto, que fué el único que de los
cinco tiros metió las cinco balas en el blanco. No sólo es de alabar la destreza de dicho señor, que como antes he dicho es sin
disputa el mejor tirador de revólver en España y uno de los mejores del extranjero,
sino también la prueba de compañerismo
que dio á los demás tiradores, tomando
parte en el concurso, pero haciendo constar al matricularse que no optaba a! premio.
El primer premio se concedió á D. Vi-
15
Grupo do esluiliantes tiriidores.
cente Zurrón, que de cinco tiros hizo cuatro
blancos con 19 puntos, y el segundo á don
Ramón Guendulain, miembro de la representación de Cartagena, que en los cinco disparos obtuvo cuatro blancos con 16 puntos.
Los señores que han tomado parte en
esta tirada lo han hecho con revolvers de
gran precisión y carga reducida.
En mi pobre opinión es poco práctica
esta manera de tirar á revólver, porque
más bien parece que lo hacen á pistola con
cápsulas de salón. Creo que sería mas conveniente que los tiradores se acostumbrasen á usar la carga de guerra sobre blancos
grandes y á !a distancia de cincuenta metros apuntando despacio, ó á menores distancias, pero con rapidez.
Hace tiempo vi que un señor, cuyo nombre no recuerdo, se ocupaba con acierto en
el Alrededor del mundo de este asunto, y explicaba cómo se realizan los concursos de
revólver en otras naciones, confirmando lo
que antes digo, y esto, á mi juicio, justifica
la necesidad de que para otros concursos
se tengan en cuenta estas modestas observaciones que hoy hago.
UN AFICIONADO.
i6
GRAN VIDA
Nuevo fratamicnto para los caballos.
tar los daiíos q u e puedan experimentar los
animales, q u e por lo general tienen que galopar s o b r e pisos muy d u r o s .
Otra de las causas q u e más contribuyen á
que los caballos se inutilicen es la carga que
se les obliga á llevar, influyendo no poco la
colocación d e la misma, cuestión que ha
Jíasaje para (lexürrollar los tendones del caltallo.
El profesor John W . Atkinson, reconoci•<]o como una autoridad por todos los aficionados al sport, en sus distintas manüestacioncs de atletismo, foot-ball, cricket c hípica,
ha ideado un nuevo tratamiento para los caballos, fundándose en que son erróneos los
procedimientos seguidos liasta el día y en
q u e no hay razón para no aplicar a! mejor
desarrollo d e la raza caballar los adelantos
d e la m o d e r n a cultura física q u e tan buenos
resultados producen en los seres h u m a n o s .
La parte más importante d e los miembros
del caballo son los tendones, que sirven
p a r a darles movimiento, y cualquier accid e n t e en los t e n d o n e s significa la inutilización d e un animal de precio.
También los ligamentos, cartílagos que
unen ios huesos en la-í articulaciones, son
muy susceptibles de dañarse. El casco del caballo es muy duro y al chocar fuertemente
contra el suelo comunica el golpe á toda la
p a t a y hace sufrir las articulaciones, p o r lo
cual es de gran importancia para los dueños
d e caballos d e sangre prestar la mayor
atención á todo aquello que sirva para evi-
!)esiUT(>llaiido los ligumciitos do las articulaciones.
sido muy debatida entre los partidarios d e
los sistemas d e montar á la inglesa y á la
americana. E s indudable que el peso abate
y perjudica á los caballos; p e r o ante la imposibilidad d e evitarlo, d e b e procurarse no
colocar la carga sobre la cruz, p o r q u e esto
hace que t o d o el p e s o gravite sobre las patas delanteras que son las menos á propósito
para resistirle.
Los caballos, al contrario de lo que suced e con la raza humana, tienen muy señalad o s los t e n d o n e s , q u e se distinguen claram e n t e . Los brazos del caballo se componen
casi exclusivamente d e huesos y un conjunto d e tendones q u e con los años y eí p e n o s o
trabajo que suelen hacer estos animales tienden á alargarse, usándose hasta ahora p a r a
GRAK VIDA
remediar este daño la aplicación d e un hier r o candente que obliga á los tendones á
contraerse. Este primitiva medio d e curación, cuyos resultados no son del todo s a tisfactorios, es uno d e los que tiende á evit a r el procedimiento del Dr. Atkinson.
Al dedicar al caballo á cierta clase de trabajos, todos ellos violentos, debemos colocarle en condiciones apropiadas para hacerlo, pues si bien es cierto que está dotado
de faculta<ies especiales para la carrera, al
colocarle un peso mayor ó menor sobre el
lomo y a p a r t a r l e d e los t e r r e n o s blandos
en que se cría, al alterar ¡as leyes de la naturaleza, debemos p o n e r al animal en condiciones apropiadas para realizar su trabajo.
Algunos detractores del procedimiento
del Dr. Atkinson, sin negar sus buenos r e sultados, han argüido que can.-ce d e n o v e d a d poríjue el massage d e los caballos ya
se practicaba hace tiempo y especialmente
17
objeto es fortalecer más que curar, se aparta
de ios sistemas antiguos y consiste en un
massage en seco aplicado metódicamente
para dar fuerza y elasticidad á los miembros, ayudando á la naturaleza á d e s a r r o llar los músculos, t e n d o n e s y ligamentos, y
colocando á los cabnllos en condiciones d e
p o d e r resistir los esfuerzos fatigosos que se
les exigen.
Esto es digno de tenerse en cuenta, no sólo
por los dueños d e caballos de carrera, sino
tambicQ por los poseedores de carruajes,
p o r q u e c! tratamiento es tan útil para los
caballos d e silla como para los d e tiro, y sería de desear que los veterinarios fijasen su
iitencion en un sistema que bien practicado
fortalece y ayuda al desarrollo d e los animales jóvenes ó débiles, y á los ya hechos
les conserva la ligereza y elasticidad d e los
músculos y tendones. E n d e t e r m i n a d o s casos, y especialmente en el reumatismo, se
emplean las corrientes eléctricas.
Como demostración de los resultados de]
procedimiento d e q u e hoy damos cuenta á
nuestros lectores, les diremos que han sido
sometidos á él Ard Patrick, vencedor del
D e r b y en 1902; Qjmitesscncc, i'riitce
Wladimir y otras glorias del turf inglés.
DiCK.
Triilmiiieuto de los tondniíes de Uin manos.
por los indios d e Australia y los negros del
S u r d e América. En efecto, antes d e ahora
existía la costumbre d e emplear como uno
d e los medios curativos d e los caballos las
fricciones con alcohol alcanforado ó cualq u i e r a d e los muchos linimentos conocidos;
p e r o el nuevo t r a t a m i e n t o , cuyo principal Aplkucirta de eorrieates elOclrioas en las patas del caballo.
GRAN VIDA
IS
ZISaHIMi^
--é. UN DIBí^O NOTABLE L¿^—
Labor meritoria es siempre la publica- yi^ndola, el que ni de vista conozca una
ción de un Jibro, y mucho más si, o r n o el arma, se impone pronto en todo lo c|;ue á su
que nos ocupa, trata de un sport como el
manejo se refiere, aprende el tecnicismo de
de las armas, al cual, en ICspaña, no se le la esgrima y se da cuenta de todos los golpes
ha prestado hasta ahora toda la importan- posibles, sus causas y manera de evitarlos.
cia que merece, considerándole en la maLejos de nuestro ánimo el hacer una críyoría de los casos como un pasatiempo.
tica minuciosa de la obra de Sánchez-M.
Muchos ciecn que sólo á los militares, Navarro, y mucho menos cuando la considepor razón de su cargo, y Á los pendencieros, ramos innecesaria, toda vez que personas
para salir airosos de los lances á que sus tan competentes como D, Guido M. Paleri,
imprudencias les conducen, interesa cono- D, Federico Páez Jaramillo y D. A. F. Bacer e! manejo de las armas. No es necesario rreto encarecen su utilidad por las cnseiíanesforzarse para demostrar lo equivocado de zas que de ella se desprenden y p()r lo ratal idea. El dominio y U práctica de la es- cional de su método.
grima son factores muy importantes en la
ICn las dos primeras partes del libro se
educación física y en la vida social, su ejer- trata con todo detenimiento de lo relativo
cicio da al cuerpo fuerza y agilidad, traba- al juego de espada y de sable á pie, y en ellas
jando al mismo tiempo la inteligencia, y res- se explican todas las fases del combate con
pecto á su influencia en el matonismo pode- cualquiera de las dos armas desde el momos asegurar que los más diestros esgrimi- mento de caer en guardia. No falta ei más
dores resultan siempre los más prudentes pequeño detalle. Marchas, retiradas, salidas
en todas las cuestiones y son, por regla gede línea, manera de ejecutar los ataques,
neral, los mayores enemigos de que, sin un
golpes de tiempo y de arresto, paradas, resmotivo muy grave, se acuda al terreno.
puestas y cüntrarrcspuestas, todo con reglas
precisas y señalando los peligros ó inEl capitán de Infantería D. Francisco Sánconvenientes
que en la práctica pueden enchez-Melgar Navarro, con bien cortada plucontrarse.
ma y bajo el título de En la sala de annasy
en el terreno^ ha publicado un libro que, á no
dudar, es el más completo que en la materia se ha dado á la luz en nuestro país. En
él se encuentra recopilado todo lo escrito
hasta el día y se tratan cuestiones nuevas
de gran interés para los esgrimidores, y con
la autoridad que da al autor su mucha competencia en el manejo de las armas, su entusiasta y constante labor y su reconocido
espíritu crítico.
No se sabe qué admirar más en la obra,
si la profundidad de conocimientos que revela ú la claridad con que se exponen. Le>
Poco conocida es entre nosotros la esgrima del sable á caballo, practicándose únimente por el arma de; caballería y recientemente en alguno de los concursos celebrados por la Sociedad Hípica Española. La
importancia de un método que dé reglas al
que se ve obligado á combatir en esta forma es indudable, y ei autor, después de un
minucioso estudio, ha conseguido señalar la
diferencia que debe existir entre el manejo
del sable á pie y á caballo paía evitar los
peligros á que ía falta de precisión en lop
movimientos puede exponer al jinete.
GRAN VIDA
19
Interesantísima resulta tambiiín la parte
relativa al tiro al blanco con pistola y revólver, en la cual, d e s pués d e hacer notar
l a s dificultades q u e
en la práctica ofrecen
las armas de fueteo cortas , se dictan reglas
para su mejor manejo y
se razona la conveniencia d e admitir, como sucede en otros países, el
reviílver como arma de
duelo. Una detallada explicación de ¡as diferentes formas en q u e se
verifican los desafíos
con arma d e fuego y
una descripción d e las
modernas pistolas automáticas Browning, Charola y Anitua, Lugcrliorchardt y M a ü s e r
completan esta p a r t e
del libro.
trata extensamente d e las ofensas, r e p a r a ción ó retractación d e las mismas, motivos
d e excepción para acudir al t e r r e n o , obligaciones d e los padrinos,
sanción penal del duelo
en E u r o p a , formularios
y t o d o aquello, en fin,
q u e es necesario conocer para solucionar los
lances entre caballeros.
T a l es, á grandes
rasgos descrita, la robra
en que el ¡lustrado capitán d e Infantería ha
d e m o s t r a d o q u e son
tan grandes sus arrestos esgrimiendo la plu
ma como la espada, y
q u e es tal su entusiasmo por todo lo q u e
con las armas se r e l a ciona, que n o h a d u d a d o en e m p r e n d e r tarea d e t a n t o estudio y
tra!)ajo c o m o r e p r e s e n Después d e h a b e r enta el libro por el p u señado la manera d e
blicado y q u e d e b e fiadiestrarse en el magurar como preciada
nejo d e las armas, el
obra d e consulta en
El capitán Sánche3!-M> N a v a r r o ,
Sr. Sánchez-M. Navala biblioteca d e t o d o s
Distinguido
publicista
y
esgrimidor.
r r o , que es partidario
los que pertenecen á la carrera de Jas armas
de la creación d e los Tribunales d e honor,
y d e todos los aficionados i la esgrima.
dedica gran parte d e su obra á las reglas
p a r a la solución d e los lances d e honor y
Ha sido nombrado corresponsal d e nuestro colega francés Les Sports D . Ernest o Cattart, antiguo c o l a b o r a d o r d e GRAN
VIDA.
Con motivo d e la celebración en París
del séptimo Salón, han visitado aquella capital nuestros buenos amigos D . Guido Giaretta, D. Francisco y D. Julián Lozano y don
Ignacio Santos, tocios los cuales han hecho
el viaje con objeto d e ponerse al t a n t o de
las n o v e d a d e s q u e se presenten en el Salón,
á fin d e poderlas ofrecer en Madrid á los
aficionados.
Golección tfllcgria».
Esta popular biblioteca se ha enriquecido
con tres preciosos volúmenes: el VII, el VIII
y el IX, titulados El prometido de Aurelia, por Mark Twain, Historietas
cómicas,
por iWecachis, y Tipos raros^ de Juan Pórez
Zúiiiga con dibujos d e Zuniguita. Precio d e
cada u n o u n a peseta en librerías y al Administrador do El Noticiero-Guia
de Madrid, Velázquez, 67.
GRAN VJDA
20
EXCURSIONES PINTORESCAS
T\ VILLH-H7\MBRE Y VUELTA
¡Pero q u ¿ vuelta! Dicen qu<; el mundo da
muchas; si todas fueran como ésta, había
para emigrar del mundo.
En fin, no precipitemos los acontecimientos. E m p e c e m o s como en las zarzuelas por
]a salida del coro.
Y en verdad q u e la salida no p u d o Her
más bonita. Seis buenos amigos en seis buenas bicicletas dispuestos á ir muy lejos y
con el buen humor retozando por el cuerpo.
L a mañanita templada, la c a r r e t e r a sin polvo, el campo enviándonos efluvios primaverales y al fmal d e la jornada un amigo
cariñoso, rico h a c e n d a d o q u e nos esperaba
e n su casa d e campo, d o n d e debíamos almorzar opíparamente.
—Vengan ustedes por allá—nos había di'cho el hacendado rico con insistencia—y
verán q u é día se pasa.
E r a una d e l i c i a p e d a l e a r aquella mañana.
Sin darnos cuenta habíamos corrido más d e
quince kilómetros, y al llegar á una v e r d e
p r a d e r a techada d e coputíos fresnos, hicimos alto p a r a p r o b a r el agua cristalina d e
un limpio arroyo. El sitio convidaba á descansar, y hasta h u b o un companero que se
entusiasmó con la idea d e almorzar allí unas
s e n d a s raciones de fiambre que llevábamos.
L a proposición fué recibida con gritos d e
protesta. ¡Comer á aquella hora, para luego no hacer honor al banquete q u e nos tenía preparado D. Canuto! De ninguna man e r a . ¡CJué diría el anfitrión ai no dábamos
en la mesa muestras de buen apetito.'
Las raciones d e lengua y de jamón volvieron á los maletines, y en cuanto llegamos á Villa-Hambre y guardamos las má<iuinas, no faltó un compañero fino que obsequió á las niñas de la casa con nuestros
fiambres. <Qué falta nos hacían ya en aquella casa, de la cual debíamos salir harcosf
El anfitrión nos llevó muy orondo y pechisacado á recorrer las dependencias de la
casa: hizo desfilar a n t e , nuestra vista en los
corrales todo un ejército de gallinas, capones, gansos y demás familia plumífera; dejó
que nos rccreáramofi¡en la despensa á la vista
d e algunas docenas d e jamones pendientes
d e ! techo; enumeró en la bodega los anos y
excelencias del vino que guardaba cada
pipa, y ni siquiera p e r d o n ó la visita al limpio gabinete d o n d e gruñían armoniosamente media docena d e cochinos cebados, q u e
con sus r('dondos lomos nos recordaban las
tripas del e m b u c h a d o e x t r e m e ñ o .
¡Oh estómagos desfallecidos los nuestros!
¡Qué desvanecimientos sufrieron á la vista
d e tan sabrosas vituallas! ; 0 h apetito aguzado por el ejercicio velocipédico! ¡Qué dulces promesas de hartura y satisfacción d e jaban e n t r e v e r aquellas aves inocentes que
serían d e seguro sacrificadas cn holocausto
d e n u e s t r a visita, y aquellos jamones q u e
se abrirían crujientes para ofrecernos su
aromático seno... con tomate, y aquellos vinos d e exquisito paladar y rancio perfume
que colmarían en imestros estómagos el placer de una a b u n d a n t e refacción!
—¡Viva D . Canuto!~-grÍtábamos todos al
dirigirnos al comedor. Y viva con sus gallinas y sus jamones, añadíamos para nuestros
adentros.
T o m a m o s asiento alrededor d e una espaciosa mesa. No había más entremeses q u e
un plato de pimientos verdes en vinagre, á
los que nadie osó tocar por miedo á que el
apetito, abierto ya d e par en par, se desgoznase. De haber allí salchichón ó aceitunas,
otra s u e r t e hubieran c o r r i d o .
—Aquí se les va á tratar á ustedes con
toda confianza, dijo D. Canuto, Y sacaron á
la mesa un arroz completamente huérfano,
•pero en cambio poco a b u n d a n t e .
Aquel arroz me dio ya muy mala espina,
'aunque no tenía pescado, como queda dicho.
Pasó la sopera por delante d e cada comensal. Los primeros se pusieron tres cuc h a r a d a s con cierto temor, no injustificado.
GRAN" VIDA
poi'que pronto hubo que limitarse á dos
cuchnradas y los últimos tomaron una.
—¡Caramba! ¿Pero es qu¿ no les gusta á
ustedes el arroz?—decía D . Canuto.
Todos le mirábamos con mal reprimida
ira, hasta que uno de los más hambrientos
dijo p o r disimular:
— ¡Es que no tenemos apetito!
—Vaya, pues hay q u e animarse. Afortunadamente no hemos querido prescindir
del cocido, q u e les sentará á ustedes a d m i rablemente.
Y salieron los horribles garbanzos. G r a cias á q u e eran pucos y d u r o s .
A fin de que no ocurriera lo mismo q u e
con el arroz, hubo quien contó rápidamente los garbanzos contenidos en la fuente,
avisándonos que tocábamos á ocho cada comensal y quedaban cinco para los criados.
Con hi carne, el jamón y el chorizo fue
imposible h a c e r tantas divisiones como
eran precisas, y pasamos al primer principio. Unos sesos huecos, p e r o completam e n t e huecos. Estaban hechos con tal arte
de escamoteo, q u e á pesar d e su volumen
era difícil encontrar el rastro de los sesos.
Aquello era un timo alimenticio, un engaño
d e los sentidos; cualquiera de nosotros se
hubiera comido sin esfuerzo todos los sesos
como quien toma chocolate con dos docenas d e buiíuclos.
Nos quedaba un solo consuelo: que el
principio ó principios restantes serían más
íiUldo.^. Pero llegó el momento del pánico
cuando vimos aparecer en la mtsa, en vez
d e un plato fuerte, un frutero con pastas fósiles y un platcjo d o n d e agonizaba un queso
muy feo.
Todos miramos al pan que restaba sobre
la mesa como á la última tabla d e salvación.
Yo creí que nos íbamos á lanzar á la rebata,
como los chicos, sobre los restos del p a n .
Un tácito ¡sdhcsc el que pueda! cundió por
el comedor, y d e v o r a m o s el queso, las pastas fósiles los mendrugos del pan y hasta los
mondadientes.
Todavía quedaban en la mesa los pimientos, aquellos pimientos en vinagre que al
comienzo habíamos despreciado. Aunque
nos daba cierta vergüenza, también fueron
d e v o r a d o s en silencio.
•'^:^nsr"
31
—Así, asi me gusta—gritaba D. C a n u t o . —
Veo que se les ha d e s p e r t a d o el apetito.
Ahora vamos á la h u e r t a y tomarán ustedes
una fior.
— ¿y frutas? ¿No hay frutas? — preguntóMurJlio, mi compañero d e expedición, pi-nsando en el desquite.
Había uvas un poco v e r d e s . P e r o <quiénr e p a r a b a en eso? Nos lanzamos á la v e n d i mia aun á riesgo d e t e n e r un cólico.
Llegó la hora del regreso y nos despedimos de aquella familia con lágrimas en iosojos.
Una aclaración: las lágrimas no eran p o r
dejarla, ;ino por haberla conocido.
Caminábamos despacio s o b r e nuestrasmáquinas, p o r q u e las piernas no tenían
fuerzas para mucho.
Era la rr.elnncólica hora de! crepúsculo,
aquel día más melancólico que nunca. El
campo estaba en silencio sólo turbado p o r
nuestros bostezos desgarradores. Cuandollegamos á ia pradera donde p o r la mañana
habíase tratado d e almonzar, dedicanios un
r e c u e r d o cariñoso á las raciones de j a m ó n
y lengua, ¡ay!
. .
por nuestro mal
perdidas,
y como era natural dedicamos también a l gunas chirigotas satíricas á U.Canuto y familia. ¡De alguna manera había (¡uc matar e !
hambre!
—Lo que más me ha indignado—decía
Luis tí,.. —es la tabarra que me ha dado la
señora durante la comida, ó ¿o que friera.
¡Qué señora tan pesada! Me ha dejado h a r t o ,
—jHarto?—gritamos todos con envidia.
—Buena s u e r t e has tenido,
—Harto d e la conversación. Por lo d e m á s ,
he quedado tan famélico como v o s o t r o s .
Cuando le decía á la niña delante d e su madre; ¡Te comería d besos! c r e e d m e q u e noera un cumplido. ¡Era apetito voraz!
Ahora, si algún lector siente curiosidad
por saber hacia d ó n d e cae Villa-Hambre,
tendrá que p e r d o n a r n o s que se lo ocultemos h u m a n i t a r i a m e n t e .
No queremos fomentar el suicidio.
V. CASTRO L E S .
GRAN VIDA
Elsr ñ K T É DE ENT-REHA-R
Uno d e ios más gfandes problemas con
Asf ocurrió gradualmente que en ias caq u e se han encontrado los q u e organizan
rreras de larga distancia, los amigos del calas carreras d e ciclos ha sido la Cuestión d e
rrerista venían en su auxilio. Entonces,
£f¿trenadorei-.
c u a n d o el t á n d e m llegó á perfeccionarse entró en juego, y el que no tenía más que un
E s cosa muy sabida que t o d o aquello que
entrenador para ayudarle á
s e mueve tiene que abrirse
abrirse camino estaba en concamino á través del aire, y
diciones desventajosas.
cuanto más d e prisa se mueve
un c u e r p o , mayor es c! esVinieron después las triplefuerzo.
tas, cuadrupletas y quintupletas. Estas últimas eran cosa
En sports tales como las camolesta y pesada y requerían
rreras á pie, apenas es preciun gran n ú m e r o d e e n t r e n a so esfuerzo alguno; el c o r r e dores para servir á un corredor no va á tanta velocidad,
dor.
q u e el mismo no pueda abrirs e camino y valerse contra el
En el día, con el auxilio
aire sin ayuda d e ! e n t r e n a d o r .
p o d e r o s o de la motocicleta d e
e n t r e n a r , se ha doblado la veE n la marcha sucede otro
locidad d e ¡os antiguos retanto.
cords, llegando á hacer mas
En lasearrer-is-de bicicleta.
JXC SO kilómetros á la hora.
sin embargo, la cuestión d e la
velocidad ha estado sicitipre
El corredor que sigue á una
sobre el tapete. Al .principio,
motocicleta en una carrera
c u a n d o las bicicletas m a r c h a tiene que ¡r muy prevenido,
ban despacio, no puede desobre todo cuando se reúnen
cirse que hubiera necesidad Casco protector p.iru entrenadoros. lo ó i2 corredores con motoentrenadoras.
d e ello.
El n ú m e r o d e accidentes y m u e r t e s que
Después ha podido comprobar el ciclista
han ocurrido desde q u e la motocicleta se
que, siguiendo al que va delante, se ahorra
usa es considerable.
mucho esfuerzo, terrninando descansado una
Hace pocos dí;vs ocurrió en París una
carrera, mientras que-aquel á quien ha semuerte, c u a n d o el ciclista Brecy corría deguido estaba fatigado.
trás de una moto con velocidad de 71 kilómetros por hora.
L a horquilla delantera se rompió, y p u e d e imaginarse la h o rrible consecuencia del clioque de la bicicleta y del moto
marchando á velocidad tan terrible.
.una carrera con moto-entrenadoras.—Posieiówdeilos corredoies.
Unido á toda moto usada
para e n t r e n a r en carreras va
un cilindro dispuesto en la
rueda d e atrás. Sin este cilindro los peligros d e correr
d e t r á s de una moto, que stm
muchos, se a u m e n t a n en un
100 por ICO; corriendo á la
tremenda velocidad d e 60 ó
70 kilómetros por hora, es la
cosa más fácil del m u n d o para
el ciclista tocar en la moto la
rueda d e atrás con la suya
delantera.
GRAN VIDA
23
En e s t e caso, si vuelve ia cabeza
p o r !a impresión, ocurrirá seguram e n t e un percance. Kl cilindro obvia todo esto. Pero, sin embargo, en
el extranjero y en Espíiña se siguen
discutiendo Jas ventajas é inconvenientes que tiene ci entrenamiento
con motor y todavía, á nuestro juicio, no se ha dicho )a última palabra.
Que se temen los desastrosos efectos d e u n a caída no cabe duda, y por
esto mismo se afanan los inventores
en construir aparatos que libren á
los corredores d e esos peligros. Ahí
está el casco p r o t e c t o r ideado por
Mr. Wansons, fabricado d e cuero endurecido y que se llena d e aire, según explicamos en
el núm. 13 d e GRAN VmA al dar
cuenta del invento.
Y no hemos d e tardar mucho en ver convertido en a r m a d u r a completa lo q u e es
hoy sólo un casco.—AGUJLARES.
U^ AS2;EySIO^ P E I i (SUOPO "^kCrOT^ÍI,
• El distinguido sportman asturiano D Jesús
Duro, que adquirió en París un aeróstato de
1.000 metros cúbicos^de capacidad, ha rca-
llena de gas en la calle del Gasómetro en
un loca! próximo á la fábrica q u e lo suministra.
La prjmora salida del globo "Alcotán.,.
lizado durante este mes varias excursiones
acompañado del Sr. Liniers y d e o t r o s
amigos.
El Alcotán, que así se llama el globo, se
Las diferentes ascensiones que ha realizado el Sr. D u r o han terminado coi> toda
felicidad. En la que realizó el domingo 25
del actual-despertó alguna inquietud el ca-
GRAN VIDA
24
r e c e r d e noticias durante dos días. El martes, por fin, se supo que el globo, después
de elevarse por encima d e las nubes á fin
d e evitar la fría lluvia que le iba humedeciendo, tocó tierr;i en Valdelagua, provincia de Guadalajara, siendo conducido á la
capital de Ja provincia y transportado lueyo
á Madrid.
El juego
El Sr. Duro se p r o p o n e hacer frecuentes
ascensiones y parece que la afición del d e porte aéreo va cundiendo, pues ya se habla
d e que el Sr. d e la Maza ha encargado un
globo d e 500 metros cúbicos y se dan los
nombres de otros cwiateurs dispuestos á formar un Aéreo-Club.
Amén, ó hágase como se dice.
de la
espada.
Sr. Director d e la revista ¡lustrada d e sport
ral, se opera con el brazo totalmente e x t e n dido, haciendo el h o m b r o centro de t o d o s
los movimientos; sea de este modo, sea en
Mi distinguido amigo: Desea usted le manifieste mi opinión sobre la nueva teoría . media ílexión con el antebrazo horizontal y
la espada en su prolongación, c! problema
para esgrimir la e s p a d a q u e ahora preconidel ataque e s y ha sido siempre d e resoluza el maestro San Malato, y me p o n e en un
ción matemática, hasta cierto p u n t o .
verdadero aprieto, pues las declaraciones
que se hacen en una interview, comentadas,
La línea recta mereció toda la atención d e
suelen llevar como obligado corolario la recnuestros clásicos maestros del siglo X V y
tificaciónXVI, quienes, no contentos en considerar la
Quiero decir con esto q u e me e>:pone usesgrima como una ciencia exacta, la hicieted á hacer un trabajo inútil, ya por t o r p e ron invadir el campo d e las físicas y naturaza propia,ya p o r q u e su interiocntor no haya
les; hoy más que nunca, la línea recta es el
reliejado bien las ideas del maestro.
camino ideal d e toda buena escuela y de
todo buen tirador.
Las modernas teorías del juego d e Ja esGRAN VIDA.
pada d e los Jacob, Baudry, Espinewin y La
Marche n o son otra cosa d e lo que indica
en el fondo de su artículo el Sr. Sazie: c o n cebir con inteligencia, preparar con astucia,
ejecutar con decisión aprovechando el menor descuido del adversario.
Pero además hace falta poner al servicio
d e tan depuradas cualidades el vigor necesario, la vista, la cahna, la agihdad y la p r e cisión indispensable al conjunto d e todos
los movimiientos del a t a q u e y defensa.
Siendo difícil q u e dos tiradores estén
igualmente dotados d e todos esos preciosos
medios, forzosamente t e n e m o s que llegar á
3a conclusión d e q u e el éxito d e b e ser d e
aquel q u e , por poseerlos en más alto grado,
resulta superior al otro y por consiguiente
más diestro.
E n la escuela italiana, por término g e n e -
Colocadas las espadas con las hojas p a r a lelas y las puntas dirigidas al centro d e las
cazoletas, se p u e d e convenir en la c e r t e z a
d e que no a p a r e c e punto vulnerable y el
primero que rompa ese paralelismo se h a llará descubierto, pues al t e n e r que recorrer una mayor distancia en línea q u e b r a d a ,
e! otro p u e d e aprovechar el más corto ca^
mino e n t r e dos puntos, que nadie ignora
está d e t e r m i n a d o por la recta que los u n e .
Todo esto, en verdad, tiene poco d e sofístico, p e r o me trac á la memoria el r e c u e r d o
de aquel querido profesor de geometría descriptiva, tan sabio, que con una insignificant e indicación en exámenes d<'jaba literalm e n t e pegado á la pizarra al más listo, e s t a n d o ciertamente animado d e los mejores
propósitos al hacer la p r e g u n t a .
Los maestros d e esgrima como San Ma-
GRAN VIDA
lato, dcísde la inaccesible altura d e su saber, se esfuerzan en buscar orientaciones
nuevas; e! intento es por demás laudable;
p e r o la tarea resulta estéril, si la innovación
no está al alcance de todas las aptitudes;
una labor perdida, una pretensión ilusoria,
aun expuesta con todas las fascinaciones
de lo desconocido ó la certidumbre de la
realidad, si deja lugar á la duda d e q u e lo
nuevo p u e d e ser fruto de largas vigilias en
el estudio de! a r t e ó resultado de una excepcional destreza, más q u e d e fácil c inmediata práctica para los menos hábÜes, en
cuyas filas formamos la inmensa mayoría de
los aficionados.
La construcción de un arma d e fuego portátil y la determinación d e la trayectoria
del proyectil son problemas que resuelven
la mecánica y la dinámica, el tocio responde
á un estudio matemático, y no obstante, en
el polígono de t i m , los resultados prácticos
no d e p e n d e n tota!m{;nte de la exactitud
científica, sino tíimbíén de la haijilidad del
tirador.
Repito que óstas no son más que a p r e ciaciones en abstracto, d e lo poco que c o n o cemos de la nueva doctrina del célebre
maestro.
Según él, quien ataca primero impone su
voluntad; el q u e p a r a , queda siempre e n
situacióíi desventajosa; en suma, esto q u e
es aforismo antiguo en esgrima; e! que se
defiende está vencido á medias.
E n !a explicación gráfica d e la buena esfocada se hace ver que el adversario al emp r e n d e r el ataque ha perdido la línea r e c ta, la posición invulnerable en que se colocó al caer en guardia, y es tocado por
la simple acción del contrario sobre esa
misma línea abandonada; después se advierte que n o debe p e r d e r la punta de!
arma el centro de la cazoleta de la enemiga,
y q u e conservándolo, es necesario que para
atacarnos el adversario, pierda el de la
nuestra y se descubra formando una línea
quebrada.
. La contradicción entre el sentido d e la
superior influencia moral atribuido al que
25
inicia el a t a q u e y el peligro real á q u e se
expono al practicarlo, no puede se'" m á s
evidente.
T r a s de esto, sin e m b a r g o , se llega á s e n tar la premisa d e que no se d e b e parar, y
según los razonamientos empleados, p a r e c e
que la recomendación más indicada al caso
debiera ser la de que nos abstengamos d e
ser el primero en iniciar el a t a q u e , cosa diferente á mi juicio; pero sigo creyendo, á
pesar d e todo, q u e la parada será indispon,
sable para el esgrimidor que no tenga la
vista, precisión y habilidad para hacerse
d u e ñ o de la falta cometida. El q u e ataca
perdiendo la posición adoptada y rompiendo el paralelismo de las hojas, seguramente
se descubre y queda á merced d e un golpe
de arresto de su enemigo; p e r o hay que
c o n t a r para ello con el factor velocidad d e
ejecución, y si el q u e ataca es más veloz q u e
su contrario, se apoderará ó desviará el hier r o adversario antes que e s t e tenga tiempo
de aprovechar el claro ofrecido á la punta
de su arma.
Dígase c u a n t o se quiera, la verdad matemática no es el único puerto de salvación
en esgrima; la más corta distancia e n t r e d o s
puntos siempre será ¡a línea recta q u e los
une, p e r o la resolución del problema es
también asunto d e velocidad y los s u c e s o s
serán diferentes, según se pueda ó no r e c o r r e r e s e camino en unas décimas d e s e gundo.
Si se ha de tocar al enemigo mientras él
se prepara á tirar el golpe, mientras él tira,
antes d e que os alcance, todo esto más q u e
proscribir !a parada es, á mi entender, e n salzar el golpe d e arresto, indicar la necesidad de aprovechar la línea recta, p r o v e e r
á la conveniencia de operar con el tino s u ficiente para q u e la hoja de la espada, á ser
posible, en sus evoluciones de a t a q u e , q u e d e
tangente á la taza del arma contraria.
Dado p o r descontada la nota personal del
maestro, veo en la insinuación d e su m é t o d o
el germen característico de la escuela italiana, q u e r e d u c i e n d o la esgrima á su e x p r e sión más simple, á una verdadera táctica d e
26
GRAN VIDA
•combate, ha obtenido la fórmula que cultiva brillantemente esa raza de! otro lado de,
los Alpes, d e tiradores vigorosos con impetuoso temperamento de lucha, permitiéndo-
les batirse sobre la plancha como en ct t e rreno.
. ]-)e usted muy afectísimo ami^ío
CAPITÁN S . M . NAVARRO. -
^ VISO
japas para encuadernar GRAN VlD^l
Estamos estampando unas artísticas tapas pai-a
poder empastar toda la colección de <>ira]l V i r t a ,
que comprendo los años Í903 y ]904.
Como los números de 190^ no eran suflcientes para
formar volumen, hemos decidido constituir el tomo 1.*^
con los 39 niímerüs publicados desde Junio do 1903
á Diciembre de 1904 (inohisive) ó sea toda la colección
hasta el día.
Estas tapas son de tela moderna estampada en plata
y negro, según el dibujo adjunto, original de nuestro compañero el distinguido artista Rafael Carcedo.
La coJeeeiiín do « Ü r a n V i d a , encuadernada con
estas preciosas tapas, formará un tomo de lujo, que
ligurará en todos los salones elegantes y en las bibliotecas más escogidas.
El precio de estas tapas para el público será
Pesetas 2,50.
Nuestros suseriptores gozarán u n a r e b a j a d e
30 por "i„, podiendo adquirirlas por tanto al precio de
P e s e t a s 1,25 (menos de su coste).
El público podrá comprarlas al precio de 2,50 pesetas en todas las librerías y en la Administración, Velázquez, 67. Los suseriptores sólo disfrutarán la rebaja dirigiéndose á nuestra Administración.
Para provincias se aumentará 0,25 por el certificado, siendo el correo de nuestra cuenta.
Las tapas se pondrán á la venta en ];> de Enero.
OBSEQUIO Á HUESTEOS LECTOBSS
Para facilitar la encuademación de las colecciones, cederemos al público en general los
números que les hagan falta de 1903 y 1904 sin aumento de precio, ó sea á 0,50.
1 los suseriptores por oí año actual serviremos gratuitamente los números que les falten
d e 1904, y sin aumento de precio la colección de 1903 ó los números que deseen de la misma.
A Jos suseriptores nuevos de 1905 cederemos toda la colección sin aumento de precio, ó sea p o r
9,50 pesetas.
GRAN VIDA
V
m m CONSEJOS mv
L a m;iyor parte de
los que HC dedican á la
práctica d e los ejercicios físicos, conceden
poca importancia al desarrollo de la espalda,
como s i los músculos
d e la misma no formasen también parte del
cuerpo.
EjerPK^io !.<'
Esto se d e b e á la
equivocada i d e a que
hay con poseer bíceps
muy marcados y un notable desarrollo de pechos se ha llegado a!
máximum de s a l u d y
fuerza física; p e r o como
•el cuerpo humano se compone de más e l e m e n t o s que los q u e hasta ahora sólo p r e ocupan á las gentes, es indudable que no
es bastante completa la educación física
q u e se limita á proporcionarnos grandes
biceps y pulmones capaces d e contener tanto aire como un balón.
El desarrollo d e la
espalda tiene gran importancia para el b i e n estar de los pulmones y
del resto del cuerpo, y
si este desarrollo se cuid a r e t a n t o como m e r e ce, pocas personas se
verían molestas por los
fríos del invierno.
Ejercicio 3."
Para conseguir el desarrollo de los músculos
d e la espalda, es c o n veniente la práctica d e
los s i g u i e n t e s ejercicios:
Ejercicio i.° E s eost u m b r e muy g e n e r a -
FORTALEGEI] LA ESPALDA
lizada el andar con los brazos caídos á lo
largo del cuerpo, y por esta causa, c u a n d o
pretendemos mantenerlos levantados á los
lados, experimentamos un fuerte dolor en
los codos á consecuencia d e la debilidad d e
los músculos d e la parte posterior del
brazo.
Para corregir esto es conveniente colocarse d e pie con los brazos caídos n a t u r a l mente, en cuya posición las palmas de las
manos quedarán hacía atrás. En esta forma
se cogen con ambas manos los e x t r e m o s d e un
palo situado á espaldas
nuestras y, con él sujeto, se levantan los brazos extendidos, alejando el palo del cuerpo
todo lo que se pueda y
p r o c u r a n d o bajar los
hombros c o n f o r m e se
elevan ias manos, permaneciendo en esta post u r a hasta que comience á producir dolor, en
cuyo caso se d e b e descansar.
T a n t o en éste como
en los demás ejercicios
d e b e c e s a r s e cuando
'
produzcan fatiga, pues
í:j<^rc¡do d."
os perjudicial mantener los músculos á m a yor tensión d e la necesaria.
Ejercicio 2." E s t e puede h a c e r s e de dos
maneras y sirve para p o n e r en juego ]os
músculos que unen los hombros con la espalda. El método más sencillo consiste en
coger el palo en la forma q u e antes hemos
dicho y doblar los brazos por los codos todo
lo que se pueda, levantando los h o m b r o s
hacia el cuello, aspirando con fuerza al mismo tiempo y respirar al bajar los h o m b r o s .
Ejercicio 3.° Como en todos los anterio-
GRAN VIDA "
28
res es necesario c o locarse d e pie. Con
los brazos se coge un
palo por d e l a n t e del
c u e r p o y , e n esta
posición, se saca el
pecho todo lo q u e se
pueda, sacando h a cia atrás las caderas
y la cabeza y h o m bros hasta conseguir
q u e la espalda forme una curva muy
p r o n u n c i a d a . D e esta manera se ponen
en juego todos los
músculos d e la espalda.
Ejorcicio :,."
Ejercicio 4-° Sirve para d a r fuerza á
los músculos del cuello, manteniCndolc, así
como á la cabeza, en posición conveniente
y evitando las enfermedades d e la garganta.
Echada hacia a t r á s la cabeza, se colocan las
palmas de las manos debajo de la barbilla,
ofreciendo resistencia, que procurará vencerse inclinando hacia a d e l a n t e la cabeza
Repitiendo e s t e ejercicio se desarrollan los
músculos d e la p a r t e anterior del c u e l l o .
Para conseguir el mismo resultado con
los d e la posterior se apoya la cabeza sobre
as manos entrelazadas, empujando hacia
atrás y ofreciendo resistencia con las manos.
iiiiii^iii:iiai^^:i:!HfLii.H
laiiiiiiHiiiiimiiiiiiH
Ejercicio 5.*^ Puesto d e pie, en c o r r e c t a
posición, se apoya una mano en el respaldo
d e u n a silla colocada á un lado del c u e r p o ,
y en esta forma se levanta la pierna contraria sin que las rodillas de las dos piernas se
separen y se procura elevar con fuerza el
talón hacia la cadera, desarrollándose así
los músculos d e la pierna.
Ejercicio ó.** Con ¿ste se desarrollan los
grandes músculos de la p a r t e posterior d e
la cadera, d a n d o al
c u e r p o gracia, contornos y buen porte. Puesto d e la manera antes
indicada, con las rodillas juntas y apoyándí)se con una mano en u n a
silla, se levanta rígida
la p i e r n a , elevándola
sin doblarla,
con fuerza y
alta h a c i a
atrás.
Ejercí." 7."
Para fortalecer lasipantor r ü l a s basta
colocarse de
p i e c o n las
piernas junEJürciciod."
t a s y en puntillas, cargando todo el p e s a
del c u e r p o sobre los dedos, y de este m o d o
se desarrollan todos los músculos.—DICK.
iMiiiiiiBiiiiiiigHiiiiiiHiM^piii •:¡¡:¡iBaiiiiilHiiiiii^iiiiiiHimi^
Sociedad de Esqrima.
Ksta Sociedad, de acuerdo con la J u n t a
provincial d e la del Tiro Nacional de M a drid, ha organizado dos paules d espada con
punta de arresto y d sable, q u e se celebrarán
el 5 d e E n e r o , á las dos y media d e !a t a r d e , en el Campo q u e la Sociedad del T i r o
Nacional tiene c-n la Moncloa.
Se aplicará el Reglamento de paules d e
r',sta Sociedad y el j u r a d o lo n o m b r a r á n las
dos Sociedades de a c u e r d o .
Para los socios d e las Sociedades d e E s grima y T i r o Nacional, la cuota d e inscripción á cada arma es de 2 pesetas, y para los
no socios 15.
L a s inscripciones se harán en la Secretaría d e la Sociedad del T i r o Nacional, pla-
•ra:Hi!i:];Hli:ii:H»iuimiilli^iiiiii^tli:ii^
za d e Santa Ana, 16, Segundo, ó en el Camp o d e ia Moncloa, hasta las dos y media det
5 d e E n e r o . L e s premios son:
A sable.— i." Dos estatuas, regalo del Colegio Notarial d e Madrid, y diploma.
2-*' y 3.'^—Medalla d e plata y d i p l o m a
para cada uno.
A espada.— i.** Un reloj de p a r e d , regalo
del Sr. Girod, y diploma.
2-" y 3 °—Medalla de plata y diploma
para cada uno,
A las dos y media en p u n t o d e la t a r d e
del 5 d e E n e r o , día d e las paules, los jueces
de campo del Jurado pasarán revista de las
armas, trajes, guantes y caretas, d e s e c h a n d o
los q u e no cumplan con ias condiciones q u e
el R e g l a m e n t o seiíata. •
GRAN VIDA
.
'
2
9
jj» M ^ GRAN VlDñ EN 1905 '»»'»»
Cuando en 1903 comentamos á publicar esta revista^ los que se tienen por mojor enterados'
do la vida del sport oti nuostro país nos prometieron un íin tan próximo como el que sufren
casi todas las publicaciones deportivas en España.
<jia';ail VóiSa va :í entrar en su tercer año de publicación, y si dicen que algo tiene el agua
cuando la bendicen, p n n ' b a que hemos acertado con el gusto del público, cuando vamos triun.
fando de todas las apatías y de todas las tibiezas de lossportsmen, que no son pocas, si hemos
de decir la verdad.
Nada debemos á las Sociedades de sport ni á los centros oficiales. Vivimos exclusivamente
de las suscripciones y de la venta de ejemplares; de modo que nuestra gratitud es para el gran
público que nos favorece leyendo ei periódico, y á complacer á ese público tienden todos
nuestros desvelos,
• .
.
NCESTR0 FOLLETÍN ENeuaOERNHBLE
En este númers comenzamos á regalar ociio páginas eneuadernables do los famosos
Cuentoj Fantásticos, poi* i*. G. wn$,
el autor de inyda, que ha conseguido un renombre europeo.
En cada número de iiii*am l ' á d a , duranto 1905, seguiremos regalando otras ocho páginas
de esta preciosa obra.
Los CUENTOS FAMTKSTieOS, de Wcüs,,
de índole cicntílica, escritos con primoroso estilo, superan en interés y belleza S. las narraciones
de Julio Veme. Instruyen y deleitan al lector, que sigue con avidez creciente !as peripecias d e
la narración, y constituyen, en fin, una lectura sana y agradable, que puede ir A todas las manos
sin peligro y figurar dignamente en todas las bibliotecas.
Regalo de la cubierta para coleccionar los CllcutOM r a i l t á ^ t i e o s de Wells.
Al terminar la publicación de la obra, regalaremos á nuestros suscriptores la cubierta en
eolor para encuadernar todos los pliegos.
Ifícioras y reformas de GIRílí? l^líDíl
Tenemos algunas en preparación y las iremos dando á conocer sin previo aviso, cuidando
además que los originales sean más escogidos cada día y las ilustraciones más numerosas.
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6 pesetas. ^ América
1.500 reís,
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7,50 pesetas.
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Los suscriptores tendrán también la ventaja de los números especiales.
Las suscripciones, acompañando el importe, deben dirigirse al Administrador de GKAX VIDA,
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GRAN VIDA se vende en todas las provincias de España, en Portugal y en América,
GRAN VIDA
30
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Tratado de las aves insectívoras^ cuya caza
está prohibida en todo tiempo en España
por ser beneficiosas para ia agricultura, y d e
l a s q u e pueden cazarse desde i.** d e S e p tiembre hasta 31 de Enero; por D, Alfredo
Peña Martín, capitán de la Guardia civil;
ilustraciones d e D. Francisco Roca, primer
teniente d e Infantería.
D e modesta labor titula el Sr. Peña Martín su interesante obra, cuando nosotros ia
c r e e m o s digna del mayor elogio y de la re
comendación más calurosa, no sólo por la
claridad y método que presiden á su redacción, sino por el esmero y cariño con que
está editada. Sólo las 121 figuras en colores
representando las aves descritas en la obra
dan fe del deseo que ha impulsado al autor
de terminar su libro sin r e p a r a r en gastos,
y mirando solamente á su objetivo, hacer
una obra completa y en armonía con los
tiempos modernos.
Para juzgar de la utilidad que p u e d e rep o r t a r este libro á los cazadores, agricultores y aficionados á las aves, basta hacer un
p e q u e ñ o sumario d e las materias que trata.
Descripción de las aves insectívoras, comprendiendo el n o m b r e científico d e cada
una, el del autor de la clasificación, los vulgares con que se las conoce en cada conia.ca, las dimensiones, cokjr de! pluma.jo, c o s tumbres, alimentación, regiones donde v i ve, e t c . La última ley de caza y su reglamento y las reales disposiciones publicadas
hasta el día que modifican ó aclaran la ley
y el reglamento.
Precio, 5 pesetas en todas las librerías.
r
Joaquín P. Fernández.
Sarica la Borda.—Novela
d e costumbresaragonesas, por D.Juan Blas y U b i d e . Precio, 3,50 pesetas.
No son bastantes los limites de una gacetilla para encerrar el juicio que nos merece
(•sta hermosa obra, escrita con limpio y castizo estilo. Pero como nuestro propósito d e
analizar y puntualizar sus bellezas en un
artículo pudiera demorar la publicación d e
la noticia, sirva ésta d e aviso y recomendación á nuestros lectores para que c o m p r e n
la o b r a .
Seguros estamos de que nos agradecerán
el consejo cuando saboreen con deleite las
escenas d e la novela, unas llenas d e perfume bucólico, otras d o n d e vibra la c u e r d a
dramática, todas con el interés suficiente
para que la emoción del lector dé vida real
á los personajes que desfilan por sus páginas.
Sarica la Horda es la primera novela que
da á la estampa el Sr. Blas y Ubide, en
quien se descubren notables aptitudes d e
observador y estilista.
Un r u e g o de ia H d m i n i s t r a c i ó n .
Esperamos merecer de la atención d e
nuestros suscriptores que se servirán r e m i tir el importe de la suscripción del año 1905
ó avisarnos si no desean continuar la suscripción, para evitarnos el trabajo y gastos
inútiles.
Los envíos desde provincias pueden h a cerse <;n libranzas de la Prensa ó sellos d e
Correos ó sobre monedero,
G R A N VIOR d e s e a á s u s d i s t i n ^
guidos lectores salud y prosperi=
dades en el año 1905,
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de las Infantas, 32, ent." d.", se ha trasladado al núm. Q ^
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GÍ^Afl VIDA
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V.-Aadrid pintoresco. Original
de Eusebio Blasco, con ilustraciones de Eiiciso.
VI.-Historietas baturras por Gascón y Cuentos de mi tierra, por
Castro Les.—Serie '2..-^.
\'I1.-EI prometido, de Aurelia.
Narraciones humorísticas de
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