MINDFULLNESS BECILLA EXTERIOR Aprovechando el buen tiempo que hacía en Becilla de Valderaduey, hacemos sesiones de relajación en el patio del colegio. - Ruidos de entorno: La primera toma de contacto con la relajación, fue escuchar los sonidos que nos rodean. Para posteriormente poder ir discriminándolos. - Sonidos de la naturaleza: Con los ojos cerrados y todo el cuerpo relajado, tratamos de centrarnos sólo en los sonidos de los pájaros que hay en el entorno, intentando evadir los sonidos de la carretera. Posteriormente realizamos lo contrario, escuchar el ruido de la carretera y no de los pájaros. A los niños les gustó mucho y fueron capaces de identificar 3 sonidos de diferentes pajaritos. - Sentimos nuestra respiración completa: Los niños colocan una mano en la barriga, y la otra en los ojos (porque hacía sol y les molestaba), inspiran por la nariz sintiendo como la mano que está en la barriga se llena de aire. Se tienen que concentrar en contar hasta 4 y expulsar el aire por la boca sintiendo como la barriga se va deshinchando. Los niños en un breve periodo de tiempo se conciencian del proceso de esta respiración. - Masajes: Tumbados por parejas, uno boca abajo y otro de rodillas a su lado comenzamos con la relajación. . Dibujamos en la espalada del compañero. . Coloreamos el dibujo. . Con las dos manos “tocamos el piano” a lo largo de la columna vertebral. Después de pasados unos minutos se cambian las parejas. - Sentimos nuestra circulación: Para ello hacemos una sesión de psicomotricidad trabajando al ritmo: lento-rápido-muy rápido, así sucesivamente durante unos minutos, para posteriormente tumbados y relajados sean capaces de, con su mano izquierda, sentir las pulsaciones del corazón. Seguirá la actividad cuando los alumnos estén totalmente relajados, sintiendo de nuevo que los latidos del corazón son más lentos, potenciando así la “atención plena” a nuestro músculo más importante. - Yoga en la naturaleza: Los alumnos rodean el árbol, lleno de “energía”, que tenemos en la puerta del colegio. Con un sonido rítmico constante hacemos un baile alrededor del árbol de la “energía” centrando nuestra atención en el tronco. Una vez hecho el baile, nos soltamos las manos y con un movimiento de atracción de las manos hacia nuestro cuerpo, interiorizamos la energía del árbol, que posteriormente usaremos para hacer la postura de yoga llamada “el árbol”. Se realizan diferentes posturas de yoga para fomentar la concentración y atención plena de nuestros movimientos corporales, siendo así conscientes de las posibilidades motrices de nuestro cuerpo cuando nos concentramos. Por ejemplo: gato, perro, guerrero, luna, ratón dormido, etc. INTERIOR - Fuentecilla: Ambientamos el aula con una fuentecilla de cascada y un símbolo oriental en ella. Los niños se sientan en círculo imitando la postura oriental de la imagen de la fuente, cierran los ojos y escuchan con atención plena el sonido del agua al caer por la cascada. Después de realizar esta escucha, los niños manifiestan sus sentimientos y expresan las sensaciones vividas que han tenido con este sonido tan relajante y peculiar. Realizaremos esta actividad, que tanto les ha gustado, con diferentes tipos de fuentes. - Dibujo libre: Dejamos a nuestros alumnos con máxima libertad para que dibujen una anécdota significativa de su vida. Posteriormente a través de la palabra manifiestan las vivencias que les ha producido crear su dibujo, y que sean capaces de transmitir sus sensaciones a través de la palabra. En esta sesión podemos interferir en sus sensaciones a través de preguntas, tanto de la maestra como de los alumnos. - Escuchando al silencio y al ruido: Tumbados en esterillas en el suelo con los ojos cerrados y los oídos tapados con los dedos comienza nuestra actividad de escucha plena del silencio. A través de un toque en un parte de su cuerpo, el niño destapa los oídos y escucha con atención plena el ruido que producen diferentes elementos del aula (sonido de llaves, palmadas, pinturas, sacapuntas,…). Se hace alternar “ruido-silencio” repetidas veces. - Velas: Creamos un ambiente de concentración y estimulación a la relajación a través de la visualización de la llama de una vela. El aula estará con las luces totalmente apagadas y las persianas bajadas, impidiendo la entrada de la luz natural. Los niños sentados en círculo con su correspondiente vela delante y ojos semicerrados, tienen que intentar dejar la mente en blanco y centrarse únicamente en los movimientos de la llama. Una vez hecha esta actividad, nos tumbaremos en esterillas y para crear un mayor ambiente de concentración, encendemos incienso. Todos ellos se impregnarán del olor del mismo y serán capaces de imaginar un lugar para ese olor. - Cuerdas: Repartimos una cuerda con un color diferente a cada niño. Con ayuda de la maestra los niños pondrán la inicial de su nombre con la cuerda en el suelo. Los niños caminan por encima de la cuerda, para vivenciar la grafía de la misma. Cada niño recorre su propia grafía y posteriormente las iniciales de sus compañeros, interiorizando con atención plena las grafías de todas las iniciales. Para continuar trabajando y dándole un carácter más lúdico, la maestra tomará por el extremo todas las cuerdas y cada niño por el extremo su cuerda. Tensaremos todas las cuerdas, manteniendo esa tensión con la consciencia plena de dicha tensión, la maestra destensará las cuerdas para relajarnos y terminar así la actividad.