DEFORMIDAD EN GARRA DE LOS DEDOS DEL

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DEFORMIDAD EN GARRA DE LOS DEDOS DEL PIE
Bajo la denominación de dedos en garra de los dedos del pie, se engloba una serie de deformidades que tienen en común el establecimiento rápido de una deformidad rígida del dedo en flexión de una o ambas articulaciones interfalángicas. Como es lógico
suponer, el roce con el calzado ocasiona un higroma, bursitis o callosidad en el dorso de la articulación, muy dolorosa y limitante
para una larga deambulación.
En cuanto a su patogenia puede ser
1.
Una deformidad congénita, poco frecuente, normalmente se trata de un proceso que se presenta más en mujeres, y, a
partir de la cuarta década de la vida.
2.
En personas jóvenes coexiste con el pie cavo, y se observa una retracción de los tendones extensores en el dorso del pie.
3.
En el pie paralítico, aparte de otras alteraciones, hay dedos en garra.
En todos los dedos en garras, se observa retracción de los extensores, que se traduce en hipertensión de la primera falange. Con el
tiempo se establece una retracción de los tendones flexores, con lo que la articulación se deforma y anquilosa.
Hay que recordar que los músculos extensores de los dedos del pie, a través de sus tendones, actúan especialmente sobre la
primera falange, y que los flexores actúan mayormente sobre las 2 falanges distales. Para neutralizar esta acción contraria que
tiende a desestabilizar los movimientos del dedo existen los músculos interóseos y lumbricales, aunque éstos, en el ser civilizado, y
debido al uso del calzado y al hecho de caminar por sitios de suelo regular, experimentan una hipotrofia, más manifiesta en los
adultos mayores. La actitud hiperextendida de la primera falange condiciona la desviación y la subluxación de la cabeza metatarsiana en sentido plantar, creando una metatarsalgia por pie plano transverso. Recordemos que, al caminar, el apoyo de los dedos en
el suelo defiende al metatarso, elevándolo.
Las fórmulas digitales del pie que tienen un primer dedo muy corto y un segundo muy largo (pie griego) favorecen la deformidad
en garra de éste último. Pero también es cierto que un primer dedo muy largo (pie egipcio) favorece el hallus valgus, y, si es notable origina un segundo dedo en martillo por conflicto de espacio.
El calzado corto que obliga a flexionar los dedos, o, el tacón alto con punta estrecha en la mujer favorecen la garra de los dedos
por conflicto de espacio.
En la etiología se han involucrado anecdóticamente factores psicológicos, como explicaba el profesor Viladot en sus cursos: la
agresividad latente que existe en el ser humano y que tiende a contraer los flexores de los dedos de las manos en actitud de ataque
o defensa, en el ser civilizado, para no hacerlo ostensible, se traslada a los dedos de los pies, disimulados por el calzado.
TIPOS DE DEDOS EN GARRA
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Dedo en martillo: la primera interfalángica está flexionada y la segunda, hiperextendida.
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Dedo en garra propiamente: ambas interfalángicas están flexas.
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Dedo en cuello de cisne, o garra distal, o en mazo: primera interfalángica hiperextendida y segunda interfalángica flexa.
Algunos textos denominan dedo en cuello de cisne al dedo en martillo.
DIAGNÓSTICO
No ofrece dificultades, ya que es puramente clínico y visual. La reductibilidad se comprobará manualmente. Es común la apreciación de callosidades dorsales, bursitis y, en algunos casos antiguos, ulceraciones muy dolorosas con signos flogóticos de infección
o incluso necrosis.No es necesario realizar pruebas para establecer el diagnóstico, aunque siempre se deben hacer radiografías
dorsoplantares y perfil en carga para valorar más correctamente el pie. Muchas veces es interesante llevar a cabo un estudio baropodográfico.
PRONÓSTICO Y SECUELAS
Con el tiempo, el proceso se va acentuando y las articulaciones se hacen más rígidas.
TRATAMIENTO
El tratamiento puramente ortopédico es paliativo, y en general no soluciona el problema. Con una ortesis correctora de silicona o
con diversos almohadillados sólo se evita el roce. La solución definitiva es el tratamiento quirúrgico. Se han propuesto diversas
intervenciones y actuaciones a distintos niveles: artrodesis interfalángicas, transplantes de tendones flexores en el propio dedo a los
extensores , tenotomía o alargamiento de los tendones extensores en el dorso del pie.
(J.J.Zwart Milego)
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