– 2 La práctica de la meditación

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La práctica de la meditación – 2
DIA 9
Vamos a comenzar con la siguiente orientación:
"En el estudio diario, el método que consiste en examinar un versículo tras otro es a
menudo utilísimo. Tome el estudiante un versículo, concentre la mente para descubrir el
pensamiento que Dios encerró para él allí, y luego medite en él hasta hacerlo suyo. Un pasaje
estudiado en esa forma, hasta comprender su significado, es de más valor que la lectura de
muchos capítulos sin propósito definido y sin que se obtenga verdadera instrucción. [...] Con la
inmensa corriente de material impreso que sale constantemente de las prensas, tanto los
adultos como los jóvenes adquieren el hábito de leer en forma apresurada y superficial, y la
mente pierde la facultad de elaborar pensamientos vigorosos y coordinados" (La educación,
pp. 189, 190).
Vamos a practicar escogiendo un capítulo y leyéndolo completamente, para que podamos
enterarnos de su contenido. Después vamos a seleccionar dos o tres versículos y meditar
sobre ellos.
Vamos a elegir 2 Crónicas 20. Lee todo el capítulo para enterarte de su contenido. Si
deseas hacer un examen más profundo, comienza leyendo el capítulo 17. Percibe que Josafat
se preparó para la guerra en tiempo de paz, organizó un ejército, restauró el sacerdocio,
estableció un buen sistema de comunicación, nombró jueces y estableció que juzgasen según
la voluntad de Dios. En conclusión, Josafat construyó su base en tiempo de bonanza; y,
cuando la crisis llegó a su puerta, administró dentro de la visión del Señor.
Recuerda:
Las crisis van y vienen para ver quién es quién.
Bueno, vamos a seleccionar tres versículos para meditar. Versículos 6, 9 y 12. "Y dijo: Jehová
Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los
reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien resista?" (2
Crón. 20:6).
¿Cuál es el desafío? Aprendemos que debemos tomar un versículo, concentrar el
pensamiento, es decir, meditar con la finalidad de descubrir el pensamiento que Dios colocó
allí, y entonces detenernos meditando en él hasta que se convierta en el mensaje de Dios para
nosotros.
Una buena manera de comenzar es hacerle al texto algunas preguntas. Entonces,
preguntamos a 2 Crónicas 20:6: "¿Quién es el Señor de los cielos y de la tierra? ¿Quién es el
gran dominador universal? ¿En la mano de quien están toda la fuerza y el poder? Si él actúa,
¿quién podrá impedirlo?"
Concentra todos tus sentimientos y energía para descubrir la voluntad de Dios. Elimina
todas las impresiones que vienen de ti mismo, de otras personas o de cualquier otro origen, y
somételas a la total dirección del Espíritu Santo, para entender el programa que Dios tiene
para tu vida hoy, transmitido por medio de 2 Crónicas 20:6.
Recuerda:
"Sólo se puede obtener un verdadero conocimiento de la Biblia mediante la ayuda del
Espíritu que dio la Palabra" (La educación, p. 189).
Dios me habla por medio de la Biblia y yo reacciono ante lo que él me habla por medio
de la oración. Vamos a continuar meditando, buscando la voz de Dios en su Palabra.
Ahora realiza el mismo procedimiento con los versículos 9 y 12. Versículo 9: "Si mal viniere
sobre nosotros, o espada o castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de
esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras
tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás".
Vamos a interactuar con el versículo. ¿Qué preguntas debemos hacer para descubrir
lo que Dios quiere decirnos? ¿A quién debo clamar cuando estoy angustiado? ¿Me oirá Dios?
¿Qué seguridad tengo de que me librará? Haz ahora otras preguntas al versículo, repitiendo el
mismo proceso del versículo 6. Permite que Dios te dé las respuestas. Procura escuchar la voz
del Señor.
Versículo 12: "¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tu? Porque en nosotros no hay
fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti
volvemos nuestros ojos".
Ahora, elabora tú mismo las preguntas y comienza a interactuar. Escucha la respuesta
que Dios te da personalmente.
¿Notaste que el estudio de la Biblia fue más personal, atractivo y poderoso? ¿Comprobaste
que es fácil oír claramente la voz de Dios revelándote su voluntad? Pon en en práctica estos
principios diariamente.
"Los creyentes que se vistan con toda la armadura de Dios y que dediquen algún tiempo diariamente a
la meditación, la oración y el estudio de las Escrituras, se vincularán con el Cielo y ejercerán una
influencia salvadora y transformadora sobre los que los rodean. Suyos serán los grandes
pensamientos, las nobles aspiraciones, y las claras percepciones de la verdad y el deber para con Dios.
Anhelarán la pureza, la luz, el amor, y todas las gracias de origen celestial".
Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 105.
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