Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua Michele Daloiso UNA APROXIMACIÓN TEMPRANA A LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA EXTRANJERA 5 Departamento de Ciencias del Lenguaje Universidad Ca! Foscari, Venecia Documentos acerca de la adquisición y la enseñanza de las lenguas Michele Daloiso Documentos de Metodología de la Enseñanza de la Lengua Editor general: Prof. Paolo E. Balboni Una publicación del “Laboratorio ITALS - Italiano a hablantes de otras lenguas” del Departamento de Ciencias del Lenguaje, Universidad Ca’ Foscari, Venecia. Título: Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua extranjera Autor: Michele Daloiso Traducción al español: Roberta Valsecchi Publicación N 5 de la serie Año de publicación: 2007 Publicado por Guerra Edizioni © Copyright 2007, Guerra Edizioni, Via A. Manna, 25 06132 Perugia ISBN 978-88-557-0067-2 Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua índice de contenidos Introducción M.C.Coonan 7 1. Epistemología de la glotodidáctica precoz 1.1. Surgimiento y evolución de la glotodidáctica precoz en Italia 1.2 Delimitación del campo de investigación 1.3 Un modelo epistemológico 1.4 Síntesis 9 11 14 19 2. La dimensión de la adquisición 2.1 El rol de la neuro-sensorialidad en el desarrollo del niño 2.2 Plasticidad cerebral, períodos críticos y períodos sensibles 2.3 Memoria y lenguaje en el niño 2.4 La lateralización cerebral 2.5 Síntesis 21 21 3. La dimensión lingüística 3.1 El desarrollo léxico 3.2 El desarrollo fonológico y fonético 3.3 El desarrollo morfosintáctico 3.4 La dimensión funcional 3.5 Síntesis 29 30 32 33 34 36 4. La dimensión metodológica 4.1 El enfoque formativo en la lengua extranjera 4.2 La definición de metas y objetivos glotodidácticos en perspectiva formativa 4.3 La selección de los contenidos lingüísticos en perspectiva formativa 37 37 39 22 24 27 28 43 Michele Daloiso 4.4 La realización del enfoque formativo a través de la metodología lúdica 4.5 Técnicas para el acercamiento precoz a la lengua extranjera 4.6 La Unidad de Adquisición: un modelo operativo a medida del niño 4.7 Síntesis 44 Referencias 61 47 52 59 Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua Introducción El presente trabajo es una reflexión sobre el creciente interés por el aprendizaje precoz de las lenguas extranjeras o segundas en contextos formales. Dicho interés refleja la preocupación, advertida a nivel nacional e internacional, de una competencia multilingüística y multicultural que no posea solo un valor instrumental sino también formativo. Una persona multilingüe y multicultural no solo encarna, idealmente, la tradición multilingüística/cultural de Europa, sino que además está capacitada para responder mejor a numerosos y diversos desafíos que la sociedad globalizada nos presenta cada día. Una de las soluciones propuestas para alcanzar el ambicioso objetivo de formar personalidades multilingües y multiculturales consiste en anticipar cuanto antes el contacto con otra lengua. Esto implica introducir una lengua extranjera en el currículo de la escuela primaria y, cada vez con mayor presencia, en el nivel inicial. Italia, respecto a otros estados europeos fue el primero en aceptar el desafío. La ley de 1985 refleja justamente esto al introducir en el currículo las lenguas extranjeras con carácter obligatorio desde el tercer grado de la escuela primaria. La legislación actual avanzó más aun introduciendo la enseñanza de la lengua extranjera ya en el primer grado. Se realizaron proyectos importantes – como recuerda Daloiso en este trabajo – con el objeto de comprobar la naturaleza específica del aprendizaje temprano de las lenguas extranjeras en contextos formales. En muchos de estos proyectos, como por ejemplo Janua Linguarum, Bam. Bi, LESI, participaron miembros del grupo veneciano de glotodidáctica. Se desprenden de estos proyectos de investigación de la enseñanza precoz de las lenguas, numerosas cuestiones fundamentales, todas ellas vinculadas al hecho de que el protagonista del aprendizaje no es un adolescente, ni un adulto, sino un niño. Solo centrando la atención en el niño, en sus características psicológicas, neurológicas y cognitivas y en su proceso de maduración, se puede conocer el aprendizaje temprano de las lenguas, y en consecuencia se pueden proponer soluciones didácticas. Con esta finalidad, Daloiso, se remite a las neurociencias, las ciencias cognitivas, psicológicas, lingüísticas y de la educación con el propósito de desarrollar un modelo epistemológico interdisciplinar de la Michele Daloiso enseñanza temprana de las lenguas, constituido por tres dimensiones interrelacionadas: las dimensiones adquisicional, lingüístico-cultural y metodológica. Daloiso, en su modelo tripartito, destaca las implicancias en el aprendizaje precoz de las lenguas de numerosos conceptos y teorías pertenecientes a las ciencias arriba mencionadas (por ejemplo el de lateralización cerebral, la plasticidad, la motivación, la atención, la memoria). En este sentido su modelo representa un posterior desarrollo de los precedentes dado que el autor logró integrar nuevos e importantes elementos (por ejemplo: las neurociencias). Sus reflexiones confirman el rol fundamental del niño, afirmando que para lograr un aprendizaje eficaz y un proceso positivo, deben estar involucrados sus emociones y sentidos. Cualquier elección metodológica debe por lo tanto tener en cuenta estos aspectos. El desarrollo de los métodos didácticos y de los enfoques en el transcurso del siglo XX no logró aun dedicar un espacio suficiente a los niños. Esto implica el riesgo de trasladar metodologías existentes para adolescentes o adultos. Ni siquiera el enfoque comunicativo, el principal paradigma metodológico en Europa, en los últimos decenios, puede satisfacer las necesidades específicas de los niños. Teniendo en cuenta el foco ya establecido por el grupo veneciano, Daloiso extrae del enfoque humanístico-afectivo aquello que es más adecuado para una enseñanza eficaz de las lenguas ofreciendo ejemplos de estrategias operativas y técnicas adecuadas a los más pequeños. Un aspecto interesante, que surge de este trabajo, es la necesidad de vincular fuertemente la enseñanza/ aprendizaje de la lengua extranjera con el desarrollo cognitivo del niño. En efecto, el aprendizaje de una lengua extranjera es considerado un importante aporte al respecto. Es evidente que estas nuevas perspectivas tendrán una amplia repercusión en el currículo escolar, el programa y la metodología a seguir. Carmel M. Coonan Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 1. Epistemología de la glotodidáctica precoz En este capítulo se tratará de delinear el concepto de Glotodidáctica Precoz (de aquí en adelante GDP) desde la perspectiva de la escuela de Venecia, definiendo los límites epistemológicos y las respectivas áreas de investigación. 1.1 Surgimiento y evolución de la glotodidáctica precoz en Italia La expresión “glotodidáctica precoz” se refiere a una rama de la glotodidáctica que precede el estudio del proceso de adquisición de las lenguas (AL) en el niño con la finalidad de implementar enfoques, métodos y estrategias operativas para la enseñanza de las mismas desde los primeros años de vida. Las primeras publicaciones teóricas y metodológicas al respecto se remontan al inicio de los años ochenta. Cabe señalar, sin embargo, que fueron el fruto de reflexiones glotodidácticas de la segunda mitad de los años setenta las que dieron un impulso decisivo a experiencias educativas de envergadura nacional y regional. El surgimiento en Italia de una línea de investigación específica para la GDP debe analizarse dentro del contexto histórico-social de aquella época. En esos años, en efecto: a. en la realidad escolar italiana existían, ya desde los años sesenta, experiencias de enseñanza del inglés y del francés a niños; b. se difundía la importancia de un bilingüismo precoz a pesar de que aun en algunos psicólogos, docentes y padres existían temores de una repercusión negativa de la enseñanza de una segunda lengua en el desarrollo integral del niño y en la adquisición de su lengua materna; Por el momento mantenemos ex profeso la definición genérica, dejando para el siguiente apartado la especificación del concepto de adquisición y de la categoría de las lenguas (extranjeras, segundas...) que forman parte de dicha definición. Entre los distintos proyectos cabe recordar el ILSSE (Enseñanza de la Lengua Extranjera en la Escuela Primaria) y el Ianua Linguarum, que fueron elaborados por Renzo Titone y Giovanni Freddi respectivamente, ambos fundadores de la escuela veneciana y que contribuyeron a la experiencia generalizada de la lengua inglesa en la escuela primaria. 1 10 Michele Daloiso c. el Estado italiano había comenzado a evaluar la posibilidad de introducir la lengua extranjera (LE) en el currículo de la escuela primaria, hecho que se concretará en el currículo nacional de 1985. Titone, Freddi y sus discípulos de glotodidáctica de la escuela veneciana y el resto de Italia (entre los que se pueden recordar: B. Cambiaghi, G. Porcelli, G. Mazzotta) se hicieron intérpretes de las necesidades educativas de la época a partir de una reflexión metodológica que dio lugar a propuestas operativas experimentales en gran escala entre los años setenta y ochenta. Dichas experiencias tuvieron una enorme importancia dado que: a. contribuyeron a responder de manera concreta a nuevas necesidades sociales y educativas; b. permitieron la introducción gradual de la LE en la escuela primaria a la luz de experiencias piloto sujetas a seguimiento; c. desarrollaron en un nivel científico un punto de encuentro entre la práctica educativa y la investigación glotodidáctica, vínculo que caracterizaría, en los años sucesivos, a la Escuela veneciana de glotodidáctica. Entre fines de los años ochenta y los primeros del noventa la investigación en el campo de la GDP recibió un fuerte impulso por los resultados de dichas experiencias y el aporte de numerosas publicaciones científicas (Freddi 1987, 1988, 1990a, 1990b; Titone 1978, 1990; Porcelli y Balboni 1992; Porcelli 1993), en las que se discutían la idea de una metodología lúdica para la enseñanza precoz de la lengua (cfr. el tercer Documento de esta serie, Caon 2006), los modelos operativos específicos para la infancia, la reflexión del rol de la LE en el desarrollo integral del alumno. No obstante, en la segunda mitad de los años noventa se registró un estancamiento en la investigación científica que se puede apreciar en la disminución del número de publicaciones relevantes que podrían haber reflejado un avance respecto al pasado. Las razones podrían remitirse a la consolidación de la práctica metodológica de la LE en la escuela primaria y al surgimiento de nuevas y acuciantes necesidades Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 11 que tuvo que enfrentar la glotodidáctica italiana (enseñanza del italiano a inmigrantes y a adultos con propósitos profesionales). La GDP recibió un nuevo impulso en los primeros años del nuevo milenio cuando se percibieron nuevas necesidades lingüísticas vinculadas con los requerimientos del Consejo de Europa acerca de la importancia de aprender las lenguas desde la primera infancia. Por una parte, recordamos el Proyecto Lenguas 2000 y, por otra, la experiencia Bam.bi y L.E.S.I. de la región Trento conducidas por dos figuras de relieve del grupo veneciano: Paolo E. Balboni y Carmel M. Coonan junto con otros especialistas con presupuestos teóricos y metodológicos afines, como por ejemplo Federica Ricci Garotti. Dichas experiencias, en el ámbito de la escuela primaria, promovieron las primeras reflexiones sistemáticas sobre la didáctica de las lenguas desde la primera infancia. En los últimos años se observa un renovado interés hacia la enseñanza de las lenguas en edad preescolar. Es por ello que la GDP cumple un papel importante en dar respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad contemporánea. 1.2 Delimitación del campo de investigación Para una delimitación epistemológica del campo de investigación de la GDP es necesario partir de su objeto de estudio: la adquisición de las lenguas en edad temprana. Intentaremos por lo tanto un análisis de los componentes de esta expresión. a. Adquisición.... En la conocida teoría de Krashen, Second Language Acquisition Theory, la adquisición lingüística (en oposición al aprendizaje) es, por lo general, un proceso no conciente que permite adquirir una competencia lingüística Bam.Bi es un proyecto de educación bilingüe italiano-ladino llevado a cabo en los valles de la región Trento, mientras que LESI Lingue Europee nella Scuola dell’Infanzia (Lenguas Europeas en el Nivel Inicial) es una experiencia nacida a fines de los noventa y que tiene como objetivo el acercamiento de las lenguas extranjeras (inglés y alemán) en el Nivel Inicial de la región trentina. Los resultados de ambos proyectos se encuentran respectivamente en Balboni (1999) y Balboni, Coonan, Ricci Garotti (2001). 3 12 Michele Daloiso estable mediante la automatización de los procesos de elaboración del lenguaje. Teniendo en cuenta las hipótesis sobre los períodos críticos y los actuales conocimientos relacionados con los procesos neuropsicológicos que regulan la adquisición del lenguaje, es oportuno considerar que en el niño es factible la adquisición del input lingüístico al que es expuesto sistemáticamente. Por ello, la GDP apunta a facilitar la permanente interiorización no conciente y automatizada de las lenguas en el niño (las implicaciones de la teoría de Krashen han sido ampliamente tratadas en numerosos trabajos de la Escuela de Venecia. Entre los más recientes pueden mencionarse Cardona 2001; Balboni 2002; Coonan 2002). b. ...de las lenguas.... El objeto de estudio de la GDP es el proceso de la adquisición de la lengua en el niño; en el marco de un amplio concepto de educación lingüística se deben incluir, junto con las lenguas extranjeras, la materna, las lenguas segundas y las étnicas. c. ...en edad precoz El concepto “precoz” fue durante muchos años inasible e indefinido; en la bibliografía específica se asoció involuntariamente la adquisición precoz de la lengua con la enseñanza de las lenguas a niños de la escuela primaria. Las actuales investigaciones en el campo de las neurociencias nos permiten, en cambio, alcanzar una definición mucho más precisa del concepto a partir del conocimiento de los períodos críticos y de los períodos sensibles para la adquisición de la lengua determinados por algunos fenómenos neuroevolutivos (mielinización, reducción de la actividad metabólica, disminución de la formación de las sinapsis). Entre los especialistas italianos que estudiaron el tema podemos mencionar Aglioti y Fabbro 2006. El concepto de educación lingüística es el mayor aporte italiano a la reflexión internacional en ámbito educativo. La misma se afirma en la tradición pedagógica italiana de los años setenta e implica que la enseñanza de las lenguas (materna, segundas, extranjeras, clásicas, etc. no apunte solo a que el alumno alcance metas glotodidácticas específicas, sino además a metas educativas más amplias (la culturalización, la socialización, la autonomía en el aprendizaje). Esto significa que la enseñanza lingüística contribuye al desarrollo integral del alumno (cfr. el primer Documento de esta serie). 4 Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 13 Períodos críticos en la adquisición de la lengua Es posible adquirir una o más lenguas con competencias que no difieren del hablante de lengua materna en los siguientes grupos etarios (cfr. 2.2): − 0-3 años: adquisición de una pronunciación perfecta y óptimo desarrollo de las habilidades lingüísticas; − 4-8 años: adquisición de una perfecta pronunciación y óptimo desarrollo lingüístico; sin embargo, la energía necesaria para activar las áreas cerebrales donde las lenguas están representadas, es mayor. Períodos sensibles en la adquisición de la lengua Una vez superadas estas etapas existe un período sensible (8 a 22 años) en el que el alumno posee aun grandes posibilidades neurológicas que le permiten desarrollar una buena competencia lingüística. Sin embargo es más difícil que dicha competencia sea equiparable a la de un hablante de lengua materna ya que se percibe un mayor o menor acento extranjero. Con respecto a la competencia morfosintáctica, la misma se puede desarrollar aun notablemente si bien con mayor esfuerzo; mientras que no se observan dificultades en la adquisición de léxico genérico. Aprendizaje de la lengua a lo largo de la vida (Lifelong Language Learning) Una vez superado el período sensible, la adquisición profunda de la lengua es mucho más difícil y depende de factores contextuales (contexto natural o institucional, cantidad y calidad del input, prestigio de la lengua objeto de estudio) y personales (inteligencia, estilo de aprendizaje, distancia psicológica con respecto a la lengua estudiada). A la luz de un análisis más preciso del objeto de estudio de la investigación glotodidáctica en la enseñanza lingüística a niños, podemos delimitar su campo de investigación a los primeros diez años de edad. El actual concepto de período crítico, no obstante, impone una distinción fundamental entre adquisición en la primera infancia (0-3 años), en correspondencia con el primer período crítico, en la segunda (4-7 años) y en la tercera infancia (8-12 años) en correspondencia con el segundo período crítico y con la primera fase del periodo sensible. Esto 14 Michele Daloiso significa que la aproximación a la LE en el nivel inicial debe seguir los principios teóricos y metodológicos específicos de los destinatarios, y no simplemente a través de metodologías creadas para niños de distinta edad. 1.3 Un modelo epistemológico Para dar respuesta a las necesidades lingüísticas de la sociedad, con propuestas educativas realmente eficaces, la GDP debe partir de un claro modelo epistemológico que delinee los criterios teóricos en los que se desarrolla la investigación en este ámbito. Dado que la GDP es un área de una disciplina más amplia, la glotodidáctica general, el punto de partida debe ser el modelo teórico de dicha ciencia. El modelo que seguiremos será el desarrollado en los años setenta y ochenta (Freddi, Titone, Balboni) que ha sido descrito en el primer Documento de esta colección. Este modelo delinea la glotodidáctica del siguiente modo: a.de carácter teórico-práctico, que elabora teorías de educación lingüística con fines operativos y no por un simple conocimiento; b.interdisciplinar, con un background constituido por cuatro áreas disciplinares (ciencias del lenguaje y de la comunicación, ciencias neuropsicológicas, ciencias de la cultura y de la sociedad, ciencias de la formación docente y de la educación que describiremos más adelante; c.fundamentada en una implicancia mediata, y no solo en la pura aplicación de los conocimientos provenientes de los cuatro ámbitos disciplinares citados. La complejidad del objeto de estudio requiere un enfoque interdisciplinar del problema, como fue mencionado en el punto “b”. Dicho enfoque permite tener en cuenta todos los factores potenciales que intervienen en el proceso de la adquisición de la lengua, proceso que es básicamente pluridimensional ya que implica distintos aspectos: a. lingüístico y comunicativo: la enseñanza lingüística se desarrolla entre docente y alumnos dentro de un particular proceso comu- Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 15 nicativo ya que la lengua es medio y fin de la comunicación. Aprender una LE significa además aprender a usar un código verbal que permite vincularse con otras personas en situaciones comunicativas específicas que poseen sus propias normas de comportamiento. La GDP debe tener en cuenta algunos aspectos lingüísticos y comunicativos que caracterizan la infancia: el niño, en efecto, no ha desarrollado aun su plena competencia lingüística y privilegia solo algunas funciones comunicativas (entre las cuales, la imaginativa); por otra parte, según la edad cambian además las funciones comunicativas más ejercitadas (cfr. 3.4); b. neuropsicológico y cognitivo: la adquisición de la lengua está determinada por distintos factores: la motivación del alumno, las emociones, la atención, los procesos de la memoria. Cada alumno desarrolla además su propio estilo cognitivo que le permite crear estrategias de aprendizaje personal. La lengua, por otra parte, se refiere a conceptos y nociones; por ello el desarrollo lingüístico es paralelo al cognitivo. En la GDP estos aspectos tienen una propia especificidad (cfr. 2), según las diversas fases del desarrollo del niño que privilegia determinados procesos neurológicos, activa sistemas de memoria específicos del aprendizaje infantil y descubre la lengua a partir de una motivación muy distinta a la del adolescente o del adulto; c. cultural: lengua y cultura son dos caras de la misma medalla; los conceptos subyacentes a la lengua, las fórmulas lingüísticas y los comportamientos aceptados en una situación comunicativa están determinados por la cultura. También en este caso la GDP debe enfrentar la dimensión cultural de la adquisición de la lengua en modo específico dado que, por una parte, el niño generalmente ignora la existencia de culturas distintas de la propia mientras que, por otra, son siempre más frecuentes situaciones de multiculturalismo. Una tarea fundamental de la GDP es, por lo tanto, educar para la diversidad cultural a través del descubrimiento de la multiplicidad lingüística (cfr. 4.1); d.educativo: la adquisición de una lengua en contexto natural y espontáneo depende de factores contextuales como por ejemplo la calidad del input recibido, el grado de exposición a la lengua, los contextos y la posibilidad de uso de la lengua. Su adquisición 16 Michele Daloiso en contexto formal e institucional está particularmente influido por factores contextuales de tipo educativo: la metodología didáctica, los materiales, la relación docente-alumno, los vínculos dentro del aula. En la actualidad no contamos con reflexiones epistemológicas específicas para la GDP, sin embargo creemos que los principios fundamentales aquí enunciados, y en los que se basó la escuela veneciana desde hace décadas, permiten trazar un modelo teórico en el que puede incluirse la GDP actual. Retomando los aspectos arriba expuestos, consideramos que la investigación sobre la enseñanza de las lenguas en edad precoz debería orientarse hacia tres macro-áreas, representadas en el siguiente gráfico cuya interacción e integración podría llevar a la definición de modelos glotodidácticos específicos y eficaces. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 17 1.3.1 La dimensón adquisicional La primera área de investigación se refiere a quién adquiere y cómo lo hace; el primer paso para una definición de GDP es, en efecto, la comprensión de los mecanismos infantiles que subyacen a la adquisición lingüística y al desarrollo integral (cfr. 2). Es por lo tanto fundamental conocer las características del niño a nivel: a.neuroevolutivo: períodos críticos y sensibles, grado de maduración neuropsicológica, bases neurales del desarrollo, etc.; b. psicoevolutivo: motivación y emoción, desarrollo de la identidad, rasgos del carácter, estrategias de aprendizaje y potencialidades intelectivas; c. neuro- y psicolingüístico: importancia de los datos neuropsicológicos para la comprensión de la adquisición de la lengua en la primera infancia. Las áreas disciplinares a las que la GDP puede remitirse son, por tanto, las neurociencias evolutivas y cognitivas, las psicologías – cognitiva, del desarrollo y del aprendizaje – la neurolingüística la psicolingüística. 1.3.2 La dimensión lingüística y cultural La segunda área de interés se refiere al qué se adquiere (cfr. 3), teniendo cuenta especialmente: a.las características tipológicas de la lengua objeto de estudio y su comparación con la lengua materna; b.las etapas de desarrollo lingüístico y comunicativo del niño (fonología y fonética, morfología y sintaxis, funciones comunicativas, pragmática) con la finalidad de individualizar recorridos conjuntos de adquisición plurilingüe; c. la relación entre lengua y cultura en el niño, el desarrollo de la identidad cultural y la sensibilización a la intercultura; d. el rol de la adquisición lingüístico-cultural en el desarrollo integral del niño (socio-vincular, emotivo, cognitivo, motriz, semiótico), 18 Michele Daloiso con el propósito de integrar la enseñanza de la lengua en un marco educativo que tenga por finalidad el desarrollo armónico de la persona; e. la definición de un corpus de textos, que constituyan un input psicológicamente auténtico para el niño (jitanjáforas, poesía “boba”, cuentos, etc.). Por lo tanto, las áreas disciplinares a las que se puede remitir la GDP son la lingüística (tipológica o adquisicional), las ciencias de la cultura y en particular de la intercultura, la psicología del desarrollo. 1.3.3 La dimensión metodológica La tercera área de investigación se refiere al cómo enseñar las lenguas en edad temprana (cfr. 4) y trata de dar respuesta a cuestiones fundamentales en el siguiente orden: a.competencias pedagógicas, metodológicas y didácticas que debe poseer el docente de lengua, por el hecho de ser ante todo docente; b. la elección de un enfoque, es decir de una filosofía de fondo con respecto a la adquisición/enseñanza precoz de las lenguas de la que dependerán las demás elecciones didácticas; c. la definición y reelaboración de métodos y metodologías coherentes con el enfoque y adecuados al contexto específico; pertenecen a este ámbito todas las cuestiones relacionadas con la glotodidáctica humanística-afectiva, la metodología constructivista, el aprendizaje cooperativo; d.la elección de técnicas glotodidácticas coherentes con el enfoque y la metodología, adecuadas a la adquisición precoz de la lengua; e. el manejo de la clase teniendo en cuenta especialmente las dinámicas de grupo, que surgen cuando se trabaja con niños, y las estrategias específicas, sin perder de vista la individualidad de cada alumno, sus características y necesidades; f. la selección de los materiales que también deben ser coherentes, por una parte, con el enfoque y la metodología y por otra adecuados al niño considerando: Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 19 −input lingüístico −carga cognitiva −significativo con respecto a su input lingüístico. A partir de estos criterios se puede decidir como utilizar los cuentos, los materiales audio, video o multimedia que resulten más eficaces al niño para la adquisición de la lengua. Las áreas disciplinares a las que se puede remitir en este ámbito la GDP son ciertamente las ciencias de la formación docente y de la educación, sin embargo después de más de treinta años de investigación, la glotodidáctica ha alcanzado una tal autonomía disciplinar que le permite valerse además de instrumentos teóricos y operativos propios. 1.4 Síntesis En el mapa conceptual en la p. 20 resumimos las dimensiones que constituyen la GDP. A partir de esta propuesta epistemológica consideramos que la elaboración de cualquier enfoque y método para la educación lingüística del niño debe surgir de la interacción e integración entre las dimensiones adquisicionales, lingüístico-culturales y metodológica. Dedicaremos por ello un apartado a cada una de las tres áreas. Sin embargo, no será posible por motivos de espacio realizar una investigación exhaustiva de todos los aspectos de las mismas, por lo que trataremos de destacar solo aquellos que consideramos fundamentales; para una ulterior profundización remitimos a la bibliografía específica. 20 Michele Daloiso Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 21 2. La dimensión adquisicional Uno de los principios fundamentales del enfoque humanístico-afectivo pone el acento en la centralidad del alumno en el proceso didáctico. Por lo tanto es necesario conocer el estudiante, sus características y sus necesidades lingüísticas, comunicativas, cognitivas, socio-vinculares, afectivas, especialmente en la elaboración de modelos glotodidácticos dirigidos a los niños. Con respecto a la compleja dimensión adquisicional, este capítulo estará focalizado en los valiosos aportes de las más recientes investigaciones neuropsicológicas y en aquellos que nos permitan la comprensión de los mecanismos que subyacen a cualquier otro tipo de adquisición en el niño, poniendo en evidencia la contribución de las investigaciones italianas en esta área. 2.1 El rol de la neurosensorialidad en el desarrollo infantil En los primeros años de vida la adquisición del niño se realiza a través del uso integrado de los sentidos che le permiten explorar y experimentar la realidad circundante. Desde el momento del nacimiento, los órganos sensoriales del niño funcionan perfectamente. La única excepción es la que se refiere al sistema visual, cuya formación se completa solo alrededor de los 5 años, con el aumento del bulbo ocular que permite una mayor agudeza de la visión. Aquello que falta al nacer y que se desarrollará solo a través de la interacción con el ambiente, es la integración de las diferentes modalidades sensoriales y la posibilidad de atribuir un significado y una respuesta apropiada al input. Esto es posible solo mediante la formación de conexiones sinápticas estables. Los sentidos son las puertas a través de las que penetra la información del entorno, creándose un mecanismo por el que a un estímulo se asocia una sensación y una respuesta; si el ambiente es positivo se crean conexiones sinápticas estables. Cuando no aparece el estímulo, la conexión, si se hizo estable, no se pierde, solo se desactiva. Se volverá a activar cuando el estímulo se repetirá. La experiencia neurosensorial adquiere, por lo tanto, un rol fundamental para el niño que instintivamente busca estímulos, experimenta, manipula los objetos e interactúa con el ambiente. Por una parte, el niño 22 Michele Daloiso explora la realidad viendo, tocando, olfateando, saboreando, escuchando; por otra, es la realidad misma que le ofrece estímulos sensoriales que deberá elaborar. Sin embargo, la formación de conexiones estables, requiere tiempo y experiencia; la estabilización de determinados canales se produce a través la reiteración de los estímulos. En efecto, es fácil hacer aprender algo a los niños en breve término, mientras que es mucho más complejo lograr que esa información sea permanente. Si consideramos, por ejemplo, algunas costumbres en los primeros años de vida, observamos que el niño necesita implementar técnicas de requerimiento para reforzar las informaciones que le llegan del exterior. La provocación deliberada, por ejemplo, frente a las prohibiciones de los padres no reflejan una personalidad problemática sino simplemente intentos para interiorizar conceptos, nociones o reglas de conducta que, desde el punto de vista neurológico, están relacionados con los canales nerviosos en formación. Por lo tanto, una GDP que tenga en cuenta al alumno, tiene el deber de respetar y facilitar la integración de las informaciones provenientes de diversos canales sensoriales mediante actividades glotodidácticas centradas en estímulos neurosensoriales que integren simultáneamente más de un sentido y que permitan al niño asociar la estimulación verbal en LE con otros estímulos de distinta naturaleza (cfr. 4.4). La importancia de la sensorialidad en la adquisición precoz de la lengua fue ya señalada por Freddi (1990a, 1990b) y representa uno de los ejes de la metodología lúdica (cfr. Caon 2006). En el plano neurológico la sensorialidad representa un verdadero soporte de aprendizaje solo si permite la formación de canales nerviosos estables y permanentes. 2.2 Plasticidad cerebral, períodos críticos y sensibles La maduración neurológica del niño se caracteriza por la interacción entre los siguientes factores neuro-evolutivos que determinan la plasticidad cerebral (Fabbro 2004): la densidad neuronal, es decir, el número de las células cerebrales; el aumento de la longitud de las partes de la neurona que reciben la información de otras neuronas; la mielinización, un proceso que permite mayor eficiencia en la transmisión de la información; Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 23 la formación de nuevas conexiones entre las neuronas (formación de las sinapsis); la actividad metabólica que alcanza sus máximos niveles hacia el cuarto año de vida. Todas las áreas del cerebro, si bien en tiempos distintos, siguen el mismo proceso de maduración: a.un aumento imprevisto de la densidad neuronal y de la formación de las sinapsis que depende no solo de factores genéticos sino además de la interacción del niño con la realidad que lo rodea; b.una lenta reorganización sináptica, que depende de la frecuencia de exposición a los estímulos y de las respuestas que el niño asocia con los mismos; c.el alcance de la completa maduración cerebral mediante la estabilización de los canales nerviosos recubiertos por mielina. El pleno desarrollo y el funcionamiento de una determinada área cerebral se cumple solamente cuando la densidad neuronal, la actividad metabólica y la longitud de las dentritas alcanzan los niveles típicos del adulto y se completa la mielinización. Dado que cada área posee un propio ritmo de maduración, se puede observar que un niño de 3 o 4 años, por lo general, ya desarrolló habilidades visuales y motrices pero no puede aun realizar tareas cognitivas complejas: planificar sus acciones y controlar procesos de atención y concentración ya que el área correspondiente a dichas operaciones - el lóbulo frontal- completará su desarrollo solo después de los 7 años. En el plano glotodidáctico esto implica que la enseñanza de LE deberá realizarse a través de breves intervenciones didácticas (cfr. 4.6) en horarios adecuados y basados en una variedad de actividades que mantengan despierta la atención del niño (cfr. 4.5). Los fenómenos neuro-evolutivos arriba enumerados parecen determinar períodos críticos y sensibles para la adquisición de la lengua (cfr. 1.2), hipótesis avalada por algunos estudios de neuroimágenes en individuos bilingües (Fabbro 2004), que consideran que si un niño adquiere dos lenguas entre los o y 8 años, la representación de ambas está localizada en las mismas áreas cerebrales. En cambio, en los niños que adquirieron la segunda lengua entre los 3 y los 8, las dos lenguas están solo parcialmente representadas en las mismas áreas aunque sea óptima la competencia de la segunda lengua. Se ha además constatado que la segunda lengua 24 Michele Daloiso ocupa por lo general un área más extendida y que necesita, por lo tanto, una mayor energía y un mayor esfuerzo cognitivo para ser activada. Finalmente, en las personas que aprendieron otra lengua después de los 8 años, se comprobó que la misma, con respecto a la lengua materna, está representada en regiones diversas y más extensas. Estas consideraciones ponen en evidencia la necesidad de una GDP que en el plano neurológico se centre en la plasticidad cerebral del niño y en la posibilidad de determinar recorridos nerviosos estables asociados a la LE (cfr. 4.4). 2.3 Memoria y lenguaje en el niño Las capacidades mnemónicas del niño, ya sea en la primera y como en la segunda infancia, dependen de la interacción entre la madurez de los sistemas de memoria y el desarrollo de las estrategias de memoria. Los términos “maduración” y “desarrollo” no son sinónimos: el primero está relacionado con el conjunto de fenómenos físicos, fisiológicos y neurológicos que determinan genéticamente el crecimiento, mientras que el segundo se refiere al conjunto de cambios que reflejan la interacción entre maduración y aprendizaje con respecto al ambiente y a la experiencia. (Sasso 2004). En el niño se desarrollan dos distintos sistemas de memoria: la memoria implícita y la memoria explícita. Ambas son componentes de la memoria a largo plazo, pero se diferencian: a. en el nivel de maduración, porque maduran en tiempos distintos e implican áreas cerebrales distintas; b.en el nivel del desarrollo, porque están ligadas a estrategias mnemónicas y cognitivas que el niño aprende, utiliza y perfecciona a partir de la relación con el ambiente que lo rodea. Si bien las primeras formas de memorización, que se corresponden con la capacidad de reconocimiento y discriminación de sonidos, se pueden relevar ya en el útero materno; estas capacidades son aun muy elementales e implican solamente las estructuras subcorticales (Oliviero Ferraris 1990). La memorización de secuencias y procedimientos más complejos Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 25 puede ser posible a partir del octavo mes de vida, cuando inicia la maduración de la memoria implícita, cuyas características son: a. automatismo: los conocimientos se organizan en procedimientos y secuencias de acción siempre más automáticos; b. casualidad: la adquisición de los conocimientos no se realiza según una secuencia de aprendizaje específica y premeditada; c. no conciencia: el niño no se da cuenta de su aprendizaje, ni logra explicitar verbalmente aquello que aprendió; d. niveles de atención mínimos: la adquisición no se produce mediante esfuerzos de atención, sino más bien al contrario, es decir “relajándose” y “haciendo”; e. transversalidad: es posible adquirir nuevos conocimientos en forma no conciente en un ámbito, aun durante el desarrollo de actividades en otros ámbitos. Este tipo de memoria es de carácter procedimental y conduce a un mejor conocimiento debido a la práctica y la progresiva automatización en el almacenamiento y recuperación de la información. La memoria implícita alcanza su completa maduración alrededor de los 36 meses y desempeña un rol fundamental en el aprendizaje del niño durante la primera infancia, especialmente en la adquisición de la lengua ya que garantiza la adquisición de los aspectos fonológicos y morfosintácticos de la misma a través de automatismos inconscientes (Fabbro 1996, 2004; Aglioti y Fabbro 2006). Al activar estos mecanismos de memoria, el niño adopta estrategias de memorización vinculadas a la práctica, como por ejemplo: a.la descomposición en acciones individuales del procedimiento a adquirir; b.la repetición de las acciones; al comienzo en forma individual, luego en bloques y finalmente en un entero procedimiento automático. Además, desde el segundo año de vida el niño comienza a desarrollar formas de aprendizaje voluntario y controlado; esto es posible gracias a la inicial maduración de la memoria explícita (que se completará 26 Michele Daloiso hacia el séptimo año de vida). Sus características se pueden resumir de este modo: a. conciencia de aprendizaje: el niño sabe que está aprendiendo y es capaz de explicitar verbalmente el contenido del aprendizaje; b. foco de la atención: el aprendizaje se realiza mediante la capacidad de concentración en un determinado input, limitando al mínimo las posibilidades de distracción; c. niveles altos de atención: la memoria explícita requiere mantener un alto grado de atención que depende de la maduración de las áreas cerebrales relacionadas con la capacidad de atención y planificación de las tareas. Dichas áreas se encuentran en el lóbulo frontal y maduran completamente hacia los 7 años; d. multifuncionalidad: la memoria explícita permite la memorización de episodios, acontecimientos y escenas mediante la memoria “episódica”, mientras que la memoria semántica permite recordar conocimientos teóricos, nociones y conceptos; e. voluntad de aprendizaje: el niño aprende solamente si decide hacerlo. Mientras que en la primera infancia el aprendizaje está asegurado sobre todo por la memoria implícita, en la segunda infancia, que corresponde aproximadamente con el comienzo de la escuela primaria, los procesos de memorización explícita y el desarrollo de estrategias más elaboradas y concientes para la memorización adquieren un rol mucho más importante. Durante la primera infancia, además, el niño tiende a sobre evaluar sus capacidades mnemónicas y tiene poca conciencia del real funcionamiento de su memoria; en consecuencia activa la memoria explícita a través de estrategias aun imperfectas, como por ejemplo señalar con el dedo un objeto o mirarlo fijamente por largo tiempo para recordarlo (para profundizar este punto remitimos a Daloiso 2006a). Además, en los primeros años de vida, el niño recurre casi exclusivamente a la memoria episódica, utilizando técnicas visuales para la memorización conciente. Entre la primera y la segunda infancia, en cambio, el niño comienza a aprender nuevas estrategias explícitas de memorización, como: a. la repetición del input para fijarlo; b. la reelaboración del input; Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 27 c. el enriquecimiento por expansión, una técnica basada en la redundancia que consiste en asociar el punto a aprender con otros elementos según distintos criterios (fonéticos, visuales, semánticos, etc.). Dichas estrategias implican que el niño puede activar la memoria semántica y, por lo tanto, la capacidad de memorizar haciendo hincapié en el sistema conceptual y no exclusivamente en el icónico. Esto es muy importante para la adquisición del léxico ya que la memoria explícita y la posibilidad de activar estrategias adecuadas al contexto ofrecen al niño los instrumentos para poder adquirir el léxico en lengua materna y en lengua extranjera (Fabbro 2004, 2006). 2.4 La lateralización cerebral En los niños de 3 a 5 años no se completó aun la lateralización cerebral, un proceso que estabiliza las funciones cognitivas en áreas específicas de los hemisferios cerebrales y ofrece la posibilidad de elaborar la información global o analíticamente. Las funciones cognitivas madurarán solo alrededor de los 7 años. a. Las áreas asociativas secundarias de los lóbulos, incluidas aquellas implicadas en la elaboración lingüística, que en realidad entran en funcionamiento ya a partir de los 36 meses, aunque no lo hacen de manera estable y coordinada; b. las fibras del fascículo arqueado que conecta entre ellas las áreas del lenguaje; c. el cuerpo calloso, que conecta los dos hemisferios cerebrales, permitiendo la conexión entre las áreas de elaboración fonológica y morfosintáctica (hemisferio izquierdo) y las áreas de almacenamiento y recuperación del léxico (hemisferio derecho). Los niños menores de 6 años poseen un vocabulario pasivo muy superior al activo; el motivo de esta diferencia reside en la falta de conexión entre el área donde se almacenaron las palabras y el área de Broca que permite la producción verbal. Si bien el grado de lateralización entre un niño de 3 y uno de 5 años Michele Daloiso 28 provoca diferencias en los modos de elaboración de la información, en general, los alumnos de esta franja etaria no pueden aun elaborar estímulos según modalidades cerebrales distintas (lógica y analógica). Privilegian, por lo tanto, una elaboración única y global que integra simultáneamente múltiples estructuras cerebrales. El concepto de lateralización determina implicaciones de extrema importancia a la hora de definir recorridos glotodidácticos para niños y la elección de un modelo operativo que respete las características cerebrales del niño (cfr. 4.6). 2.5 Síntesis En este capítulo tratamos de resaltar algunos aspectos neuropsicológicos potencialmente interesantes para la GDP. En efecto, las neurociencias pueden ofrecer numerosas informaciones acerca de los mecanismos que activa el alumno durante cualquier tipo de adquisición. En este apartado surgieron los siguientes puntos: a. la neurosensorialidad, es decir, el uso integrado de los sentidos cumple un rol fundamental en cualquier forma de adquisición y por lo tanto en la adquisición de la lengua (cfr. 2.1); b. existen períodos temporales precisos y fenómenos vinculados con la plasticidad cerebral que brindan indicaciones acerca de la edad óptima para la adquisición de más lenguas (cfr. 2.2); c. el niño adquiere las lenguas activando sistemas de memoria que no se corresponden totalmente con los del adulto (cfr. 2.3); d. la elaboración cerebral del lenguaje en el niño difiere a la del adulto en una serie de factores neuro evolutivos, entre los cuales tiene fundamental importancia la lateralización cerebral (cfr. 2.4). Las neurociencias ofrecen modelos descriptivos acerca del funcionamiento del cerebro que no pueden ser aplicados directamente a la práctica didáctica. Por lo tanto es necesario hacer luz sobre las posibles implicancias glotodidácticas de dichos conocimientos. En el desarrollo de este capítulo el tratamiento de cada aspecto neuropsicológico estuvo acompañada por breves reflexiones glotodidácticas que serán retomadas en modo más sistemático en el capítulo dedicado a la dimensión metodológica de la GDP. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 29 3. La dimensión lingüística La definición de enfoques y metodologías glotodidácticas específicas para la infancia no puede prescindir del conocimiento del objeto de estudio, es decir: a. la lengua; b. la cultura vinculada a ella; c. las fases de la adquisición del niño. Dado que este trabajo trata la GDP en términos generales, concentraremos nuestra atención en el tercer punto, o sea, en las fases de la adquisición de la lengua por las que atraviesa el niño, con el propósito de evaluar las competencias lingüísticas desarrolladas por el alumno en la lengua materna. Trataremos especialmente la adquisición de la lengua durante los dos primeros períodos críticos, destacando los conocimientos provenientes de algunas importantes investigaciones italianas en esta área. No obstante nuestra elección de circunscribirnos al punto “c”, reconocemos la importancia para la GDP de los estudios de lingüística tipológica que ofrecen precisas descripciones de los mecanismos de funcionamiento de las diversas lenguas del mundo y de lingüística textual que ofrecen análisis detallados de las características lingüísticas, ya sea de los textos para niños, como de la lengua de la infancia. Cuando hablamos de adquisición de la lengua nos referimos en realidad a un conjunto de habilidades y repertorios diversos, en parte independientes, en parte complementarios: las competencias léxica, fonológica, morfosintáctica y funcional. Describiremos a continuación las principales etapas de la adquisición lingüística en cada uno de estos ámbitos, teniendo en cuenta que nuestras descripciones no tendrán un valor absoluto ya que no siempre es posible generalizar la adquisición de la lengua por la evidente diversidad tipológica de las lenguas del mundo. El objetivo de este apartado consiste en poner en evidencia las competencias que el niño posee ya en lengua materna al entrar al nivel inicial y observar las primeras implicancias por la introducción de la lengua extranjera que serán retomadas más sistemáticamente en el próximo apartado. Michele Daloiso 30 3.1 El desarrollo léxico Numerosos estudios de lingüística adquisicional, muestran que a partir del los 18 meses se lleva a cabo una verdadera explosión del vocabulario: a. receptivo: si bien es extremadamente difícil registrar las competencias léxicas receptivas de un niño de dos años, se estima que comprende más de 1000 palabras; b. productivo: se observa una gran variabilidad del repertorio léxico a nivel cuantitativo; hay niños que a los tres años tienen un bagaje léxico de un centenar de palabras, mientras que otros poseen más de 700. La variabilidad del desarrollo léxico es solo de tipo cuantitativo. Las diferencias a nivel tipológico son mínimas: esto significa que no se presenta una diversidad entre las clases de palabras que componen el vocabulario infantil. En efecto, cuando ingresan que la estructura de la escuela de la infancia, por lo general a los 3 años, casi todos los niños poseen un repertorio que incluye: a. reguladores sociales: saludos, permisos, prohibiciones, pedidos, fórmulas de cortesía; b. nombres de persona; c. nombres concretos, relacionados con objetos de uso cotidiano: léxico de la casa, de los juegos y juguetes; si asistió a guarderías, es probable que el niño haya ya desarrollado competencias léxicas con respecto al contexto escolar (por ejemplo, los nombres de los objetos de su aula); La mayor parte de los datos que aquí se presentan son resultado de importantes investigaciones italianas de lingüística adquisicional basadas en la utilización del MacArthur Comunicative Development Inventory, un instrumento (la versión italiana se debe a Caselli y Casadio 1990) que registra en un muestreo el desarrollo de las competencias léxicas y morfosintácticas de niños gracias a la colaboración de sus padres. Se trata de un cuestionario que en Italia fue ya suministrado a más de 500 padres de niños de edad comprendida entre 8 y 30 meses. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 31 d. juegos de denominación: onomatopeyas, usadas en reemplazo del verdadero nombre del objetos (por ejemplo, automóvil se convierte en brum; gato en miau; perro en guauguau; e. palabras de clase cerrada: artículos, preposiciones y pronombres; f. verbos de significado concreto y vinculado a acciones y estados de la vida cotidiana (por ejemplo, verbos psicológicos y verbos que expresan acciones cotidianas en la familia, en la escuela, durante los juegos con los compañeros; g. nombres y verbos abstractos, sobre todo a partir de los 4-5 años. Si bien es necesario tener en cuenta las diferencias individuales, se puede considerar que el niño al ingresar en el nivel inicial posee ya un bagaje léxico preciso, caracterizado por palabras de clase abierta, por lo general concretas y vinculadas a la cotidianeidad y de clase cerrada: artículos, pronombres, preposiciones. Finalmente hay que destacar la relación entre léxico verbal y gestual: los niños con un vocabulario activo muy limitado suplen dicha carencia con un uso mayor de los gestos; el que, en cambio, posee un vocabulario muy rico tiende a disminuir su uso y a no producir gestos nuevos. Hay que considerar la relación entre léxico y gestualidad como inversamente proporcional. Cabe señalar que la escasez del vocabulario activo en lengua materna no perjudica la eficacia comunicativa del niño que, de todas maneras, logra alcanzar sus propósitos pragmáticos y a comunicarse con pares y adultos, recurriendo a estrategias que compensan las carencias léxicas con el lenguaje mímico-gestual. En la GDP el conocimiento de las competencias léxicas en lengua materna puede favorecer la selección de un corpus léxico en lengua extranjera que se remita a nociones ya adquiridas por el niño y que se caracteriza por su concretez y significación (cfr. 4.3.1). Según algunas investigaciones psicológicas acerca de la representación mental bilingüe, el niño tendría la posibilidad de formar dos sistemas léxicos distintos para las dos lenguas vinculados directamente a un único sistema conceptual (véase al respecto el modelo presentado por Job en Freddi 1987, que intenta una síntesis de investigaciones precedentes a nivel internacional). 32 Michele Daloiso 3.2 El desarrollo fonológico y fonético Al nacer, el niño posee la capacidad potencial de discriminar los sonidos de todas las lenguas, si bien demuestra una mayor atención hacia los sonidos de la lengua materna a la que fuera expuesto ya durante la gestación. Sin embargo dicha capacidad decrece durante el primer año de vida. Al entrar en el segundo año de vida el niño ya desarrolló un repertorio vasto, no aun estable, de sonidos de la lengua materna, generalmente producidos en todos sus rasgos fonéticos. Una etapa importante del desarrollo fonológico consiste en el cambio de la unidad de adquisición fonética: en los primeros meses de vida la unidad de adquisición es el sonido individual (tengamos en cuenta el período del juego vocal alrededor de los 5 meses y a las sucesivas ilaciones) que se convierte en la entera palabra entre los 12 y 18 meses y solo posteriormente en sílaba. Es probable que la irrupción del vocabulario promueva en el niño un cambio de estrategia de adquisición, adoptando un criterio más propiamente fonético, es decir, ligado a la sílaba. El período entre el segundo y quinto año de vida es muy delicado para el desarrollo fonológico en cuanto en esta fase el niño afina la capacidad de discriminación fonética y se estabiliza definitivamente su inventario fonético. La estabilidad fonética pertenece a un proceso evolutivo más amplio que consiste en la creación de una red de conexiones entre sonidos, palabras y conceptos que se remiten a la lengua materna; dicho proceso tendría lugar del mismo modo en la exposición precoz a una lengua extranjera (Job, en Freddi 1987). Las señales más evidentes de la progresiva estabilización fonética consisten justamente en los errores que el niño comienza a cometer: no se trata de pronunciación errada, sino más bien de errores vinculados a la reestructuración silábica, duplicación de una sílaba, anulación de sílabas no acentuadas, reducción de grupos consonánticos (Bortolini, en Sabbadini 1995). Estos errores demuestran que la adquisición fonológica no se limita solamente a la correcta producción de sonidos aislados sino sobre todo a la producción de sonidos en contextos silábicos. Esto demuestra que la estabilización fonética se logra realmente solo cuando el niño podrá Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 33 pronunciar correctamente los sonidos en todos sus rasgos fonéticos y en cualquier contexto fonético de la lengua materna. A partir de estas observaciones, la glotodidáctica debe tener en cuenta la importancia que posee la dimensión fonológica y fonética en la adquisición de una lengua extranjera. Durante esta fase de estabilización el niño tiene aun la posibilidad de adquirir sonidos que no pertenezcan al sistema fonológico de su lengua materna. Para ello, el input en lengua extranjera debe ser cualitativamente alto para evitar la cristalización de formas fonéticas erradas (cfr. 4.3.2). 3.3 El desarrollo morfosintáctico Desde los primeros años de vida el niño, a nivel de comprensión, muestra su sensibilidad hacia el orden sintáctico de las palabras y atención por aquellas frases que concuerdan con una imagen presentada. A nivel de producción algunos trabajos italianos (véase Chilosi y Cipriani 1993; De Vescovi y Pizzuto, en Sabbadini 1995) destacan que: a. el niño comienza a producir enunciados constituidos por lo menos por dos palabras, cuyo significado cambia según la entonación o la posición sintáctica; b. ya antes del tercer año de vida, las frases que produce, aun manteniendo un orden sintáctico linear, se enriquecen generalmente con el verbo y todos los complementos obligatorios. Las palabras de clase cerrada, en cambio, son sistemáticamente omitidas; c. durante el tercer año de vida, disminuyen notablemente las frases sin verbo, mientras se registra un progresivo aumento en la producción de frases simples completas, con todos los complementos obligatorios y algunos optativos; d. en esta etapa se introducen las primeras palabras de clase cerrada y el niño comienza además a producir frases más complejas, coordinadas y subordinadas, explícitas e implícitas, aunque no siempre son completas o correctas a nivel gramatical; e. solo entre el cuarto y sexto año adquiere las reglas de flexión nominal, adjetival y verbal y la correcta utilización de otros tiempos verbales además del presente indicativo. Michele Daloiso 34 En la morfosintáxis, como en el desarrollo léxico se registran notables diferencias individuales de carácter cuantitativo, vinculadas a la longitud media de los enunciados producidos; de todos modos estas diferencias se remiten a los tiempos de aprendizaje de cada niño. Las etapas de desarrollo morfosintáctico, por lo general, se muestran constantes. A nivel glotodidáctico, el desarrollo morfosintáctico de la lengua extranjera seguirá las mismas etapas de la lengua materna y será sostenido presentando chunks lingüísticos en situaciones con un alto grado de reiteración que el niño adquirirá, en un primer momento, como si fueran una única palabra para luego descomponerlos, descubriendo la variación morfosintáctica de la lengua (cfr. 4.3.3). 3.4 La dimensión funcional La lengua que el niño aprende no es solo un sistema formal, constituido por reglas de combinación léxica, fonológica y morfosintáctica; es también un sistema funcional compuesto por reglas semánticas que aseguran la asociación entre estructuras cognitivas, formas lingüísticas y reglas pragmáticas vinculadas al uso de la lengua. Aun antes de desarrollar específicas competencias pragmático-lingüísticas, el niño ya posee competencias pragmáticas (Camaioni 1980), dado que: a. sabe expresar intencionalidad comunicativa; b. hace referencia a personas u objetos utilizando signos convencionales ya sean sonidos o gestos; c. sabe distinguir entre información nueva y conocida; d. adopta estrategias comunicativas diversificadas para obtener distintos resultados. La Longitud Media del Enunciado es un índice de desarrollo morfosintáctico a nivel cuantitativo, calculado con específicos procedimientos (véase Brown 1973 y Volterra 1986). Para medir la LME es necesario disponer de amplias muestras de lenguaje espontáneo (por lo menos de un centenar de enunciados), dividiendo el número total de palabras (o morfemas) por el número total de enunciados. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 35 El niño podrá apoyarse en estos conocimientos pragmáticos previos en el pasaje de la comunicación pre-lingüística a la lingüística. El desarrollo pragmático-lingüístico del niño consiste en la capacidad de usar la lengua en modo cada vez más adecuado al contexto comunicativo y sobre todo en la capacidad de usarla para expresar funciones distintas. Integrando los datos, que surgen a partir de distintas investigaciones en el ámbito de la lingüística funcional, es posible pensar que el niño desarrolla tempranamente las competencias en las distintas funciones comunicativas. Según las aplicaciones del modelo de Halliday propuestas por Freddi (1990a) y Scaglioso (1990), el niño a los tres años de edad puede aprender ya las siguientes funciones: a. instructiva-instrumental, es decir, la lengua para satisfacer una necesidad material y establecer las reglas de juego o de conducta; es la función del “yo quiero” y del “hagamos como digo yo”; b. personal, que permite al niño poder hablar de sí y de exteriorizar su mundo; es la función del “aquí estoy”; c. interpersonal, o sea la lengua usada para interactuar con los demás, es la función del “yo y tu”. A partir del cuarto año de edad surgen las funciones: a. imaginativa, que permite al niño compartir con los demás: sueños, fantasías y juegos simbólicos; es la función del “hagamos que yo soy...”; b. eurística, es decir, la lengua para explorar el ambiente que lo circunda, es la función del “dime por qué”. Finalmente mucho después surge la función metalingüística, vinculada a la capacidad de reflexionar sobre el lenguaje en todas sus dimensiones (comunicativa, fonológica, léxica, morfosintáctica). En realidad, no parece posible una verdadera y propia jerarquía de las funciones comunicativas como lo demuestran los dispares resultados Existen variadas propuestas de denominación de las distintas tipologías de funciones; aquí hacemos referencia a la clasificación propuesta por Freddi (1990a), que deriva de una integración de los modelos de Bühler, Halliday y Jackobson. Michele Daloiso 36 provenientes de investigaciones al respecto. La propuesta de Halliday, sin embargo, en líneas generales puede ser aceptable, aunque consideramos que el desarrollo pragmático-lingüístico depende fundamentalmente del ambiente que rodea al niño, especialmente a través de la relación con las figuras educativas y con sus pares; en efecto se puede considerar que el desarrollo progresivo de las distintas funciones comunicativas cambia según el tipo de reacciones y vínculos psico-sociales que el niño instaura con los demás. Para la GDP estas consideraciones implican que la competencia sociopragmática del niño debe desarrollarse a partir de las funciones comunicativas más utilizadas por él y que varían según su edad y las fases de desarrollo que está atravesando. Las diversas funciones deberán ser introducidas, ejercitadas y fijadas a través de textos que permitan asociar la lengua a las funciones en contextos pragmáticamente auténticos (cfr. 4.2). En este aspecto es fundamental el aporte de la lingüística textual. 3.5 Síntesis En este apartado, que por motivo de espacio, exploró solo una parte de la vasta dimensión lingüística, quisimos resaltar la importancia del aporte de la lingüística adquisicional a la GDP: a. indicando precisas etapas de desarrollo de la competencia lingüística y comunicativa del niño; b. ofreciendo aspectos de aplicación glotodidáctica en lo que respecta a la selección de contenidos lingüísticos en lengua extranjera, es decir definir un corpus de elementos léxicos, formas fonéticas y estructuras morfosintácticas que permitan un acercamiento temprano a la lengua extranjera. En el próximo apartado los profundizaremos dentro de un enfoque glotodidáctico para la enseñanza temprana de la lengua extranjera. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 37 4. La dimensión metodológica El conocimiento de las dimensiones adquisicional y lingüística permite a la GDP extraer algunas implicancias metodológicas que contribuyen a la definición de enfoques, métodos, técnicas eficaces y científicamente fundadas. 4.1 El enfoque formativo en la lengua extranjera El enfoque que propondremos considera que la adquisición de la lengua extranjera no es un proceso independiente del desarrollo integral del niño, sino un proceso en el que interactúan distintos factores evolutivos (cfr. 2). En efecto, en los primeros años de vida el niño se apropia progresivamente de la lengua (o de las lenguas) a las que está expuesto, integrándola(s) simultáneamente con otras modalidades expresivas (gestual, mímica, corporal); aprende, además, a analizar los estímulos del ambiente, atribuyéndoles un significado y una respuesta adecuada; activa estrategias cognitivas siempre más complejas también en el aprendizaje. Estas habilidades se desarrollan a partir de la maduración de las estructuras cerebrales implicadas en las funciones cognitivas superiores. En efecto, la adquisición de la lengua está vinculada a la maduración de específicas áreas cerebrales. Por ejemplo, la adquisición del léxico es precedida por la maduración de la memoria explícita (cfr. 2.3). Del mismo modo la capacidades de atención y el consiguiente desarrollo de estrategias para mantenerla o desviarla pueden consolidarse solo hacia los 7 años, etapa en la que maduran las regiones prefontales (cfr. 2.2). La adquisición de la lengua además está vinculada con el desarrollo cognitivo que a su vez depende la maduración cerebral. Por ejemplo, para poder asignar un significado a las expresiones faciales, el niño debe haber antes desarrollado estrategias cognitivas para el reconocimiento de las caras que dependen a su vez de la maduración del área temporo-occipital; en esta área se forman neuronas especializadas que se activan solo al ver una cara. Esto significa que el niño podrá adquirir, por ejemplo, el adjetivo “feliz” asociándolo a una cara solo después de haber desarrollado estrategias cognitivas específicas que 38 Michele Daloiso a su vez dependen de algunos aspectos de la maduración cerebral. La adquisición de la lengua en un niño entre los 3 y 5 años está, por lo tanto, en estrecha relación con la dimensión cognitiva: en efecto, si por una parte la lengua se adquiere gracias al soporte de la cognición y el pensamiento, por otra, la misma lengua contribuye al desarrollo cognitivo de la persona. A partir de dichas consideraciones, según Freddi (1987, 1990a, 1990b, 1999), la GDP debe ser considerada dentro de esta relación de interdependencia entre lengua y cognición. Según el punto de vista de Freddi, la lengua extranjera contribuye al crecimiento integral del niño también a nivel: a. cultural e intercultural, dado que la lengua es espejo y vehículo de la cultura del pueblo que la habla y, por lo tanto, ofrece al niño la posibilidad de conocer la existencia de otras culturas y simultáneamente aprender y valorizar la propia; b. vincular, ya que la lengua permite al niño vincularse con el mundo, interactuar y cooperar con sus compañeros, desarrollando competencias socio-pragmáticas; c. semiótico, dado que el lenguaje verbal es solo uno de los códigos expresivos que el niño tiene a su disposición y debe concientizar su integración con otros. El enfoque formativo de la Escuela veneciana surge justamente de esta visión de la lengua extranjera y de la lengua en general que se caracteriza por su marcada interdependencia en el desarrollo integral del niño. Desde algunas décadas, en la glotodidáctica cobró gran importancia el enfoque comunicativo fundado en una concepción de lengua como instrumento de comunicación en la que se prioriza la corrección sociopragmática a la formal. Pertenece a este enfoque también el método “natural” de Krashen, en el que además se valoriza la dimensión psicológica y afectiva de la adquisición de la lengua. Si bien es importante recordar que el enfoque comunicativo devolvió a la lengua su valencia pragmática en contraste con la visión estructuralista, la glotodidáctica italiana pone en evidencia, a través de trabajos, ya clásicos, (Freddi, Titone, Perini, Cambiaghi, Porcelli) que la función instrumental no es la única que cumple la lengua extranjera en ámbito Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 39 educativo. La lengua desarrolla también un rol formativo ya que ofrece al alumno otro instrumento, la lengua extranjera, que contribuye a su desarrollo cognitivo, cultural, vincular y semiótico. La dimensión formativa de la lengua es fundamental cuando se trabaja con niños de 3 a 5 años dado que están aun atravesando las primeras fases del desarrollo cognitivo, psicológico y social y por lo tanto poseen instrumentos, estrategias, conocimientos del mundo y competencias en lengua materna todavía incompletos (cfr.3). A los 4 años, por ejemplo, generalmente los niños no conceptualizaron aun los colores en la lengua materna. ¿Cómo será posible enseñarles la denominación de los colores en LE si antes no se los ayudará a desarrollar el concepto mismo de color? Los niños de 4 años, además, conocen en parte el contraste frío/calor pero les falta la experiencia para distinguir hirviente/helado, tibio/fresco. ¿Cómo se pueden enseñar al niño estas palabras en LE si posee solo una experiencia, y por lo tanto una conceptualización parcial del frío y del calor? De estas consideraciones se desprende la necesidad de un enfoque formativo para una aproximación temprana a la lengua extranjera que (Daloiso 2005): a. nace de la comprobación que la adquisición de la lengua en edad temprana no puede prescindir del desarrollo integral del niño; b. propone, en consecuencia, un vínculo entre la enseñanza de la lengua y la educación en general; c. otorga fundamental importancia a la dimensión afectiva del aprendizaje; d. preserva, de todos modos, el aspecto instrumental de la lengua extranjera, respetando las necesidades pragmáticas del niño, es decir, jugar, comunicarse, tener experiencia de sí, de los demás y del mundo también a través de la lengua. 4.2 La definición de metas y objetivos glotodidácticos en perspectiva formativa Según el enfoque formativo, el acercamiento temprano a la LE debe proponerse ante todo metas educativas generales, como por ejemplo: 40 Michele Daloiso a. la realización personal, o sea encontrar gratificación en el uso de la LE como ulterior instrumento para jugar, hablar y realizar experiencias significaticas; b. el crecimiento cognitivo, es decir, usar la LE como ambiente de aprendizaje, como ulterior instrumento para la exploración, la manipulación y la conceptualización de la realidad; c. el crecimiento cultural: descubrir la existencia de otras culturas y al mismo tiempo concientizar el alumno de su propia cultura; d. el desarrollo socio-vincular: usar la LE para expresar uno mismo y comunicarse con los demás, desarrollando competencias sociales. A las metas educativas generales se asocian metas glotodidácricas específicas para la infancia vinculadas a la dimensión lingüística y comunicativa de la lengua. Las metas glotodidácticas, tradicionalmente reconocidas (Balboni 1998) se remiten a: a. la competencia comunicativa y metacomunicativa; b. la competencia de aprender una lengua. Con respecto a la competencia comunicativa y metacomunicativa, para los niños que están atravesando por los primeros dos períodos críticos (cfr.2.2): a. las habilidades a desarrollar son de naturaleza oral y afectan ya sea la dimensión receptiva: saber escuchar y comprender, como la productiva: saber hablar (monólogo y diálogo); b. la competencia socio-pragmática debe ser desarrollada a partir de las funciones comunicativas más cercanas al mundo del niño (cfr.3.4); por lo tanto son de fundamental importancia para el niño las funciones: −personal, que permite al niño hablar de sí; −interpersonal, que permite la socialización; −imaginativa, que permite compartir sueños, fantasías y juegos simbólicos; Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 41 − instructiva, que permite al niño establecer y dar forma a las reglas de los juegos. La función metalingüística, en cambio, deberá ser desarrollada en modo implícito: la introducción de la LE permitirá al niño concientizar que a un mismo significado pueden corresponder significantes distintos en lenguas distintas y que la estructura de la frase cambia de lengua a lengua; c. las funciones comunicativas encuentran su concreción en situaciones cercanas a la realidad del niño, como las rutinas escolares, situaciones estructuradas donde la lengua adquiere un rol significativo, o el juego, en el que la lengua es esencial ya sea para acordar las reglas como para realizarlo; d. el desarrollo de las habilidades lingüísticas vinculadas a las funciones comunicativas debe estar en estrecho contacto con el desarrollo de la competencia textual. Para cada función de la lengua se pueden encontrar géneros textuales cercanos a los intereses y necesidades del niño: − función personal: confianza (expresar el estado de ánimo y el estado físico, las emociones, las preferencias); − función interpersonal: las fases de regulación interpersonal en una conversación; − función imaginativa: poesía “ boba” , cuentos tradicionales, fantásticos, jitanjáforas; − función instructiva: instrucciones para el uso de juguetes, recetas de cocina, reglas de un juego. Junto a las metas glotodidácticas, deben establecerse también las metas del aprender a aprender, vinculadas a la concientización del proceso de adquisición de la lengua. La competencia de aprender a aprender se explicita en: a. competencia meta-cognitiva, que permite aplicar conciente y voluntariamente estrategias cognitivas eficaces para aprender contenidos y habilidades; b. una competencia meta-mnemónica, que permite concientizar las 42 Michele Daloiso estrategias para almacenar, fijar y recuperar información, y de controlar los procesos que tienen influencia en las operaciones mnemónicas (concentración, autocontrol, inhibición de estímulos irrelevantes); c. una competencia meta-emocional, que consiste en saber controlar emociones y sentimientos que pueden influir negativamente en el aprendizaje lingüístico. Tomando como ejemplo el punto “b” vimos que el niño desde la primera infancia desarrolla, no solo sistemas de memoria específicos, sino también estrategias de memorización vinculados a los mismos de los que posee una parcial concientización (cfr. 2.3). En la elaboración del currículo se pueden, por lo tanto, prever las también las metas del aprender a aprender que se relacionan por ejemplo con la dimensión meta-mnemónica de la adquisición de la lengua, entre las cuales se pueden contar: reconocer la existencia de estrategias mnemónicas explícitas que favorecen el recuerdo conciente; saber reconocer algunas de las estrategias mnemónicas utilizadas durante la actividad; saber que existe el olvido; tener conciencia de que el aprendizaje puede estar influido por factores externos, como por ejemplo, el cansancio y la distracción. Si la enseñanza de la lengua extranjera está dirigida a niños de la escuela primaria, se deberá proyectar un currículo que considere no solo la dimensión operativa de la lengua, sostenida por la memoria implícita, sino también la dimensión metalingüística y metacomunicativa, sostenida por la memoria explícita, o sea la “memoria del saber”. El docente tendrá en cuenta metas meta-mnemónicas como: saber reflexionar sobre las estrategias utilizadas durante la actividad; saber evaluar la eficacia y la utilidad de una estrategia usada; saber mantener la atención en forma conciente, saber organizar el material de aprendizaje en modo tal que facilite la memorización (por ejemplo, dividiendo el material para memorizar en breves fragmentos, usando colores distintos para resaltar; poniendo en evidencia elementos extra lingüísticos). Las metas formativas y glotodidácticas se deberán traducir en objetivos didácticos. En este trabajo no es posible especificar todos los posibles objetivos, dado que significaría hacer un listado de los contenidos Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 43 funcionales, léxicos, morfosintácticos que conforman la competencia lingüística y comunicativa, como así también los procesos necesarios para la realización de varias habilidades. Podemos, sin embargo, indicar las tipologías de objetivos a alcanzar. Es necesario distinguir: a. los objetivos formativos, de tipo cognitivo, vincular, cultural e intercultural, y semiótico; b. los objetivos lingüísticos y comunicativos, traducidos en habilidades y contenidos (funciones, léxico, morfosintáxis, géneros textuales...). Desde una perspectiva formativa, la lengua extranjera, considera prioritarios los objetivos del punto “a” con respecto a los del “b” ya que aquellos deben seleccionarse a partir de la lengua que realmente necesita el niño para experimentar, manipular y conceptualizar la realidad, es decir, para formarse. 4.3 La selección de los contenidos lingüísticos en perspectiva formativa El enfoque formativo implica también que los contenidos lingüísticos en el nivel léxico, fonético y morfosintáctico sean seleccionados teniendo en cuenta las fases del desarrollo por las que el niño ya transitó en lengua materna (cfr. 3). El principio que regula la selección de los contenidos es doble: a. todas las dimensiones de la lengua deben ser desarrolladas en modo armónico, desde la fonología a la morfosintáxis, desde el léxico a las funciones comunicativas; b. dentro de estas dimensiones hay aspectos que tienen prioridad con respecto a otros porque las características neuropsicológicas del alumno favorecen la adquisición temprana (para profundizar el tema véase Daloiso 2006b). Michele Daloiso 44 4.3.1 La dimensión léxica El léxico a proponer en lengua extranjera debe ser elegido en base a por lo menos dos criterios: a. concreción; b. significación, o sea el grado de utilidad y familiaridad de algunos ambientes léxicos para el niño. Es por tanto necesario privilegiar áreas léxicas como las correspondientes a la descripción personal, el contexto familiar, el ambiente escolar, los animales, los juegos y el imaginario, la naturaleza, la comida. Se trata de ámbitos léxicos que un niño de tres años ya conoce, prescindiendo del grado de desarrollo cuantitativo del propio repertorio léxico en lengua materna (cfr. 3.1). También es importante para el niño de esta edad la adquisición de los reguladores sociales, de los pronombres personales y de los adjetivos posesivos en lengua extranjera ya que siente la necesidad de construir su propia identidad para insertarse en el contexto social en que se encuentra (Molinari 2004). A nivel lingüístico, además, los pronombres forman parte de las palabras de clase cerrada junto con los artículos y preposiciones que siguen las reglas morfosintácticas y de uso que son distintas en cada lengua y que, posteriormente, son más difíciles de adquirir. Los datos de la neurociencias nos inducen a pensar, por lo tanto, que es conveniente promover la adquisición de las palabras de clase cerrada desde temprana edad (cfr. 1.2 e 2.2); pareciera, en cambio que para las palabras de clase abierta no existen períodos críticos, por lo cual el léxico podría desarrollarse sin mayores problemas aun en etapas sucesivas de crecimiento. 4.3.2 La dimensión fonética y fonológica A nivel fonológico, el niño que asiste a la escuela, vive una fase de estabilización progresiva del inventario fonético y de afinamiento de las estrategias de discriminación fonética y producción oral en lengua materna (cfr. 3.2). Es una fase sumamente delicada que requiere una Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 45 gran responsabilidad de parte de los docentes, especialmente del docente de lenguas. El encuentro con las características de la lengua extranjera puede representar una ocasión de enriquecimiento fonético, aun no estable. El niño en la primera infancia no está aun estrechamente vinculado a los “filtros culturales” derivados de la fonética y de la grafía en lengua materna, mientras que el adulto está ya acostumbrado a sonidos y combinaciones fonéticas particulares que le permiten percibir la relevancia de solo algunas diferencias. Por esto tiende a interpretar los sonidos extranjeros según la pronunciación más cercana a los de la lengua materna. El niño, en cambio, posee la plasticidad fonológica suficiente para aprender nuevos sonidos en todos sus rasgos fonéticos (Cigada, in Porcelli 1993). Por ello tiene una fundamental importancia desarrollar la dimensión fonológica en LE dado que, una vez transcurrido el segundo período crítico, es decir hacia los 8 años, comienza a percibirse el acento extranjero y se hace más difícil adquirir una pronunciación cercana a la del hablante nativo (cfr. 1.2 e 2.2). Esto nos hace reflexionar acerca de la necesidad que debe sentir el docente de mejorar sus propias competencias fonéticas en lengua extranjera para ofrecer un input de calidad a nivel fonético. Un docente que tenga dificultades al respecto deberá superar sus propias carencias utilizando material fonéticamente auténtico (audiovisuales, cassettes, CD-ROM), para no proponer un modelo lingüístico con formas fonéticas incorrectas que, una vez aprendidas, al niño resultan difíciles de erradicar. 4.3.3 La dimensión morfosintáctica Analizando finalmente el desarrollo morfosintáctico en la lengua materna (cfr. 3.3), surge la necesidad de que la lengua extranjera sea presentada en situaciones familiares al niño y con un alto grado de reiteración: estos son los así denominados format de la teoría pedagogíca de Bruner, formas de interacción social estructuradas por el adulto que permiten al niño desarrollar secuencias de acciones coordinadas, primero reconociendo y asociando la lengua a las situaciones, luego operando y reflexionando sobre ella. 46 Michele Daloiso Generalmente la escuela para la infancia ofrece una variedad de situaciones reiterativas que se prestan a ser asociadas a las rutinas lingüísticas en LE. Esta conexión posee también la ventaja de transponer la lengua en una situación comunicativa específica, ofreciendo estructuras lingüísticas por lo general simples o por lo menos comprensibles a través del contexto (cfr. 4.2). La modalidad operativa para introducir la LE en las rutinas sigue frecuentemente la lógica de la Respuesta Física Total (RFT): se imparten órdenes a los niños acompañándolas con los gestos y la mímica. Tratándose de situaciones muy conocidas, el niño podrá concentrarse en el mensaje lingüístico y ejecutar acciones consuetudinarias asociándolas a enunciados en lengua extranjera. 4.4 Realizar el enfoque formativo a través de la metodología lúdica El enfoque formativo debe concretarse en un método, es decir, en un conjunto de principios metodológicos y didácticos que lo traduzcan en modelos operativos, en materiales e indicaciones para su didaxis. (Balboni 2006). Cuando se hace referencia a la GDP se habla generalmente de metodología lúdica, si bien a veces se la confunde con la simple presentación de juegos. En realidad, esta metodología asigna al juego y a la lengua un valor estratégico para el desarrollo de las habilidades lingüísticas pero además cognitivas, vinculares y culturales (Freddi 1990b; Caon y Rutka 2004; Caon 2006), respondiendo así a una visión compleja del desarrollo del niño, promovido mediante objetivos lingüísticos y formativos. Esta metodología constituye una realización válida del enfoque formativo, siempre que respete y promueva los mecanismos naturales de la adquisición de la lengua del niño. La aproximación temprana a las lenguas a través de la metodología lúdica deberá en efecto: a. apoyarse en las estrategias de adquisición implícita de la lengua que el niño ha ya incorporado para adquirir la propia lengua materna (cfr. 2.3); b. proponer en consecuencia recorridos de adquisición implícita, en Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 47 los que la lengua extranjera sea parte integrante de un ambiente de aprendizaje donde los niños puedan usarla para vivir experiencias significativas para su crecimiento, creando al mismo tiempo, mediante la práctica, automatismos lingüísticos; c. ofrecer un espacio a la dimensión operativa de la lengua, es decir, poder usar la lengua extranjera para “hacer algo”, como por ejemplo, construir materiales de un juego, inventar una canción o poesías “bobas”, realizar actividades de exploración y conceptualización también en LE; d. conexiones sinápticas, mediante actividades lingüísticas que impliquen simultáneamente varias modalidades sensoriales (cfr. 2.1) y ofrezcan input: − constantes, en modo tal que la reiteración de los estímulos favorezca la formación y la estabilización de precisos canales nerviosos y garantice la fijación de la información en las estructuras de la memoria implícita (cfr. 2.3); − graduales, o sea tener en cuenta el grado de maduración alcanzado por el niño en el momento de proponer el input; − ordenados y coherentes, para evitar que la confusión de las informaciones ofrezca dificultad de integración a nivel nervioso y por lo tanto desacelere los procesos de aprendizaje. Si la adopción de la metodología lúdica en el nivel inicial tiene en cuenta las características descriptas, estará fundamentada a nivel neurológico y por lo tanto respetará las modalidades de aprendizaje del niño. 4.5 Técnicas para la aproximación temprana a la lengua Para realizar el enfoque, la metodología lúdica (cfr. 4.4) propone una serie de técnicas glotodidácticas fundamentadas en el juego. Partiendo de las más importantes clasificaciones de técnicas dentro del ámbito italiano (Freddi 1990b; Caon y Rutka 2004; Caon 2006), proponemos algunas consideraciones con respecto a las técnicas glotodidácticas que mejor pueden llevar a cabo una aproximación temprana a la LE. 48 Michele Daloiso 4.5.1 Juegos funcionales, simbólicos y de reglas Los juegos revisten un rol privilegiado en la metodología lúdica, dado que forman parte del niño prescindiendo del contexto escolar. La aproximación a la lengua extranjera en la primera infancia podrá apoyarse sobre todo en: Tipo de juego Características Funcionales Son juegos muy conocidos por el niño ya que a través de ellos comenzó a adquirir la lengua y a explorar la realidad desde los primeros meses de vida. Simbólicos Aparecen en el segundo año de vida, están relacionados con la inteligencia represen-tativa (capacidad de representar un objeto ausente), con la capaci-dad imitativa y el desar-rollo semiótico. De reglas Podrán ser introducidos a partir de los 5 años, ya que requieren colaboración y respeto de las reglas. La dificultad de proponer este tipo de juegos a niños de 3 o 4 años se debe a que, a esa edad, necesitan activar la inteligencia reflexiva que madura solo hacia el séptimo año de vida y las competencias sociales y vinculares que los niños comienzan a adquirir hacia los 5 años. Actividades glotodidácticas Repeticiones Composición y descomposición lingüística Encastres Cadenas Juegos de conjunto Actividades expresivas, rítmicas y musicales Rimas “bobas” Ejercicios de transcodificación Juegos de memoria Dramatización Simulación Role-play Juegos sobre tablero (Víboras y Escaleras, Bingo, Batalla Naval, Ta, Te,Ti, asociados con ejercicios de lengua) Juegos de patio (Escondida, Gallinita Ciega, El Distraído, asociados con ejercicios de lengua) Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 49 4.5.2 Las actividades basadas en la Respuesta Física Total (RFT) Pueden ser consideradas lúdicas también las actividades basadas en el método de la RFT que se remite al enfoque humanístico-afectivo y considera la adquisición de la lengua un proceso lento, basado principalmente en experiencias receptivas que puede ser fácilmente bloqueado por acontecimientos frustrantes y que generan ansiedad. Está basado en todas las modalidades de experiencia de la persona. El método RFT, que consiste en ofrecer a los alumnos un input verbal constituido por órdenes, al que deben responder ejecutando las órdenes dadas, tiene como base la convicción de que las habilidades de comprensión oral son centrales en la enseñanza de una lengua, sobre todo al comenzar el aprendizaje. En efecto, el niño, en esta fase de adquisición de la LE, comienza a comprenderla, sin embargo siente que aun no la puede usar. Desde la óptica de la metodología veneciana las actividades RFT: a. respetan la psicología infantil, no fuerzan los alumnos a la producción si aun no se sienten seguros para hablar; b. respetan la neurosensorialidad infantil, ya que están basadas en el input lingüístico, acompañado y sostenido por gestos, mímica y uso de objetos (cfr. 2.1 e 4.4); c. consideran la relación entre lengua y gestos, esencial en el desarrollo lingüístico infantil (cfr. 3.1); d. ofrecen al docente una retroalimentación inmediata sobre la efectiva comprensión del mensaje, hecho que le permite regular continuamente el input en base a los ritmos reales del aprendizaje de los alumnos; e. pueden ser graduadas, y presentar de este modo un input de progresiva complejidad, partiendo de órdenes simples como por ejemplo “abre la puerta” hasta llegar a largas secuencias de acciones. 4.5.3 Técnicas para la comprensión oral El desarrollo de la comprensión en LE debe realizarse en situaciones y contextos conocidos para el niño (cfr. 4.2), así como recurriendo a 50 Michele Daloiso los géneros textuales que más disfruta, como el cuento tradicional y el cuento fantástico. Sin embargo, no es aconsejable que el docente se limite a la lectura de un cuento en LE ya que tendría escasas posibilidades de ser comprendido por los niños porque la lengua usada en los cuentos para niños es, por lo general, de difícil acceso para los extranjeros a causa del uso frecuente de diminutivos, despreciativos, de adjetivación excesiva y de fórmulas fijas típicas de este género textual. Por esto, el texto, debe ser presentado dentro de un recorrido de comprensión que incluya: a. una fase di pre-escucha, realizada con actividades didácticas para presentar los nombres de los personajes y las palabras claves de la historia; son útiles, por lo tanto, los ejercicios, de combinación palabra-imagen en forma oral, o los ejercicios de verdadero-falso en los que el docente de LE muestra a los niños la imagen de un personaje y dice “Este es...”; los niños deberán responder simplemente sí/no, demostrando si hubo o no comprensión del nombre del personaje; b. una fase di escucha de una versión simplificada del cuento que al comienzo podría consistir solamente en frases breves en LE que resuman la historia, acompañadas por las respectivas imágenes. A medida que aumenta el nivel de competencia de los alumnos se puede ofrecer un texto más complejo del cuento introduciendo, por ejemplo, los diálogos de los personajes; c. una fase di post-escucha, en la que se proponen actividades para comprobar la comprensión; el docente podría, por ejemplo releer algunas frases de la historia cambiando una o más palabras para modificar completamente el significado; los niños deberán reconocer si son correctas o incorrectas y en este caso, corregirlas. Se pueden proponer además ejercicios de reordenamiento de las secuencias de la historia a partir de las imágenes. Si la competencia productiva de los niños lo permite, es posible desarrollar actividades que abarquen desde la dramatización hasta el roleplay, en el que los alumnos producen en forma autónoma diálogos más o menos breves pudiendo alterar el contenido y el final del cuento. Recordemos que los cuentos tradicionales, en su forma narrativa, no son adecuados a las actividades de dramatización Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 51 ya que presentan un número limitado de personajes, hecho que excluiría a numerosos alumnos. Por lo tanto, se deben adoptar soluciones estratégicas para lograr la participación de todos, por ejemplo, enriqueciendo la trama con otros personajes o haciendo interpretar a varios niños un personaje en los distintos momentos de la historia. 4.5.4 Las actividades para las “experiencias educativas” En el nivel inicial, el crecimiento del niño es favorecido a través de una serie de recorridos de aprendizaje, durante los que experimenta la realidad, descubriéndola, manipulándola y finalmente conceptualizándola. Son experiencias educativas los recorridos de aprendizaje que tienen por objetivo la conceptualización de los colores y las formas geométricas, el descubrimeinto del sonido y del ritmo, del propio cuerpo y del medio ambiente, la internalización de aspectos culturales (la concepción del tiempo y del espacio, los alimentos y la cocina extranjera). Si bien no forma parte expresa de la tradición glotodidáctica la planificación de experiencias educativas de común acuerdo con los colegas, la misma, puede resultar útil también para el docente de LE. Asignar un rol formativo a la LE, que favorezca el desarrollo integral del niño, significa también planificar junto con los demás colegas experiencias educativas comunes que conduzcan al logro de objetivos formativos a través de actividades en lengua materna o LE, siempre que esta última sea útil a las mismas y constituya el vehículo para el logro de los objetivos formativos (cfr. 4.1 e 4.2). En el plano organizativo esto significa que la intervención del docente de LE no interrumpe el recorrido educativo en curso, sino que se inserta en el mismo y lo integra naturalmente; para que esto se cumpla, es necesaria una planificación educativa común entre todos los docentes, que será la condición necesaria para un enfoque formativo de la GDP. 52 Michele Daloiso 4.6 La Unidad de Adquisición como modelo operativo a medida del niño Muchos modelos operativos ofrecidos por la didáctica actual consideran la adquisición de la lengua como un proceso en el que participa totalmente el cerebro, activando primero el hemisferio derecho para la elaboración global del mensaje, luego el izquierdo para la elaboración analítica y finalmente ambos hemisferios para la reelaboración sintética de la lengua (Danesi 1988; 1998). Esta concepción refleja la modalidad de la adquisición de la lengua del adolescente y el adulto, pero no del niño ya que la alternancia entre la elaboración global y analítica del mensaje es posible solo a posteriori de la lateralización cerebral que permite la localización de las funciones cognitivas en áreas específicas de los hemisferios cerebrales y la posibilidad de elaborar las informaciones global y analíticamente (cfr. 2.4). Este proceso se completa solo alrededor de los 7-8 años, aproximadamente al finalizar el segundo período crítico (cfr. 1.2 y 2.2). A causa de la incompleta lateralización, el niño, en la primera infancia, en vez de elaborar los estímulos según modalidades cerebrales distintas, privilegia una elaboración única y global a la que participan simultáneamente múltiples estructuras cerebrales. Las capacidades analíticas del niño aumentan con el progreso de la lateralización; en efecto, se observan diferencias en la elaboración cerebral ya a los 3 y 5 años. Por esto, a los niños de 3 años se pueden presentar solo actividades que los hagan participar globalmente, sin interrumpir su experiencia del mundo para hacerlos reflexionar sobre la misma; a los 5 años, en cambio, se podrán proponer breves momentos de reflexión que, de todos modos, deberán ser vistos como el resultado natural de la experiencia realizada por el niño. La tradición glotodidáctica ofrece dos modelos distintos por finalidad y estructura (Balboni 2002): Más precisamente el hemisferio izquierdo se activa para la comprensión y la elaboración del lenguaje literal, a nivel fonético y sintáctico, mientras que el henisferio derecho elabora los aspectos léxicos y el contenido emocional del mensaje. Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 53 a. el módulo, nacido por las necesidades de formación continua de la sociedad contemporánea, no es adecuado a la GDP, en cuanto pone el acento en el producto adquirido, mediante un sistema de certificación y acreditación, mientras que la GDP se centra en el proceso de adquisición de la lengua y sobre el efecto positivo que puede tener una experiencia de aproximación temprana a la LE en el desarrollo integral de los alumnos; b. la Unidad Didáctica, que tiene su origen en la teoría de la Gestalt de los años treinta del siglo XX y propone una visión de la percepción humana articulada en tres momentos distintos: globalidad, análisis y síntesis. A partir de los años sesenta y setenta fue propuesto este modelo también para la enseñanza de las lenguas; su validez, para el estudiante adolescente y adulto fue confirmada por algunos estudios neurofisiológicos posteriores. La Unidad Didáctica prevé la planificación de recorridos extensos que podrían durar incluso 6-8 horas y muy estructurados. La secuencia tradicional de la Unidad Didáctica no es aplicable en niños de edad inferior a 7-8 años porque: − a nivel neurológico se requeriría activar en modo alternado y distinto modalidades de elaboración cerebrales lógicas y analógicas, típicas del cerebro del adulto lateralizado; − a nivel psicológico la rígida estructura de la Unidad Didáctica contrasta con la flexibilidad didáctica necesaria en la educación del niño. La falta de adecuación de los modelos tradicionales impone la necesidad de pensar en un modelo operativo a medida del niño, que proponga recorridos de adquisición: a. breves, de una duración máxima de dos horas; b. flexibles, para poder integrarlos a los recorridos educativos generales (4.5.4) y adecuarlos a las necesidades inmediatas que caracterizan la educación de los niños pequeños; c. que respeten la secuencia natural de la adquisición de la lengua (cfr. 3); d. que respeten la dimensión neuropsicológica de la adquisición infantil (cfr. 2). 54 Michele Daloiso En los últimos años, el concepto de Unidad de Aprendizaje (Balboni 2002, 2006; Mezzadri 2003), elaborado por la escuela veneciana suscitó gran interés. Se trata de una red de breves recorridos de descubrimiento, fijación e internalización de uno o más elementos lingüísticos, comunicativos o culturales que recorren nuevamente las fases de la unidad didáctica. El conjunto de las Unidades de Aprendizaje constituirá luego la tradicional Unidad Didáctica. Este nuevo concepto se condice con la GDP, ya que propone recorridos de adquisición más breves que la Unidad Didáctica y por lo tanto más manejables por el docente que puede modificarlos según los ritmos de aprendizaje y los estilos cognitivos de los alumnos. Por otra parte, las tradicionales secuencias de adquisición (globalidad, análisis, síntesis) deben reverse y adaptarse a la psicología y a la neurología del niño pequeño. Si se propone la Unidad de Aprendizaje a niños hasta 8 años, la Unidad de Aprendizaje se convierte en Unidad de Adquisición, ya que los destinatarios están transitando el segundo período crítico de adquisición de la lengua (cfr. 1.2 y 2.2), y en la LE pueden activar las mismas estrategias implícitas usadas para adquirir la lengua materna. (cfr. 2.3). El conocimiento de los procesos neurológicos que gobiernan la adquisición de la lengua infantil permite adaptar las fases tradicionales de la Unidad Didáctica, ampliando aquellas que respetan las modalidades con las que el niño aprende y reviendo las que implican modalidades de elaboración que el niño pequeño no posee. A partir de una fase de motivación que consideramos más bien rápida, ya que es la motivación intrínseca la que hace que el niño se aproxime al hecho lingüístico junto con el carácter motivador de algunos géneros textuales (canciones, cuentos, rimas), la Unidad de Adquisición se deberá estructurar en los siguientes momentos: a. Aproximación el niño es guiado en la comprensión global del texto también a través de estímulos multisensoriales (por ejemplo imágenes y objetos para ver, tocar, olfatear, etc.). Algunas técnicas útiles para desarrollar fundamentalmente en forma oral, pueden ser: − asociación lengua-imagen, que guía la comprensión global a través de las palabras claves o de los elementos significativos de un texto, sin solicitar producción; Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 55 − asociación lengua-objeto, una variante de la técnica anterior, con una mayor ventaja ya que el objeto relacionado con la palabra está presente en la clase y puede ser explorado por los niños; la palabra asociada al objeto cuenta con más probabilidades de ser memorizada porque está asociada a un mayor número de estímulos neurosensoriales (cfr. 2.1); − el reordenamiento de imágenes, que pertenece a las técnicas de encastre y permite comprobar si el alumno comprendió el orden en que los hechos y acciones descriptos en el texto fueron narrados; − preguntas sí/no o verdadero/falso, en las que el docente puede retomar algunas palabras claves, puntos centrales, o nombres de los personajes de una historia para comprobar la comprensión; esta técnica será más eficaz si se recurre a la mímica y, según las preguntas, también a los objetos. Será más atractiva si los niños trabajan en pequeños equipos. Una ventaja importante de esta técnica reside en el hecho de que la producción solicitada a los alumnos es mínima; − los juegos de conjunto, comprenden juegos de exclusión, inclusión, y de series. Numerosas técnicas aquí mencionadas promueven estrategias cognitivas vinculadas a la memoria explícita, en fase de desarrollo en los los primeros años de vida (cfr. 2.3). Los juegos de conjunto (exclusión, inclusión y de series), por ejemplo, requieren concentrar la atención en grupos de palabras y reflexionar acerca de sus características formales o semánticas; este tipo de técnicas puede ser adaptado también para el niño del nivel inicial, remplazando las palabras escritas con imágenes y objetos. Del mismo modo las técnicas de asociación, requieren asociar explícitamente un elemento lingüístico a uno no lingüístico, activando estrategias de memorización vinculadas al análisis perceptivo (para mayor profundización véase Daloiso 2006a). Desde una perpectiva formativa, además, la fase de aproximación puede ser vista también como un acercamiento a un fenómeno de la realidad que está ya siendo objeto de actividades educativas en lengua materna; el docente de LE puede planificar junto con sus colegas una experiencia educativa que, siguiendo las fases de la Unidad de Adquisición, contribuya con al descubrimiento y conocimiento de la realidad con actividades en LE (cfr. 4.5.4). 56 Michele Daloiso b. Focalización si bien no es posible pretender que los alumnos realicen una elaboración analítica del texto propuesto, ni una reflexión conciente sobre la lengua que están adquiriendo, el docente podrá seleccionar algunas estructuras del texto (lexicales, sintácticas, funcionales...) y proponer actividades que tengan como propósito su fijación. Desde una perpectiva formativa, esta fase puede ser dedicada a la fijación del léxico y las estructuras que los niños necesitan para conceptualizar también en LE un determinado fenómeno. Si los niños son ya capaces de producir lengua, podrán ser elegidas técnicas como las siguientes: − el diálogo en cadena, en el que un alumno comienza un mini-dialogo y su compañero responde, lanzando nuevamente la pregunta a otro compañero y así seguidamente; − canciones, rimas “bobas” y poesías que, en esta fase los niños pueden repetir estrofa por estrofa; ya que en estos géneros textuales la fijación se ve facilitada porque generalmente palabras y estructuras se repiten; − los ejercicios fonéticos, como la repetición regresiva o segmentada que focalizan la atención en los aspectos fonéticos y de entonación de la lengua; los mismos no requieren producción autónoma, sino solo fijación del modelo de entonación a través de la repetición; − los juegos funcionales y, para niños más grandes, entrevistas estructuradas; estas actividades permiten fijar estructuras y léxico requiriendo también una producción guiada; − los juegos de memoria, útiles para la fijación del léxico presente en el texto. La focalización lingüística se puede desarrollar también cuando los alumnos atraviesan el denominado "período del silencio", mediante actividades centradas en algunas estructuras del texto que no requieren producción. El niño recibe así un input con un propósito y concentra la atención en una estructura lingüística. En este caso, tienen utilidad las técnicas que siguen la lógica del RFT, como por ejemplo: − los ejercicios de transcodificación, como por ejemplo, hacer dibujar o realizar la mímica de secuencias del texto que contengan las Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 57 estructuras en las que se quiere hacer focalizar la atención del niño; − las actividades como "escucha e indica", "escucha e imita", "escucha y asocia", "escucha y haz", propuestas por el docente, serán sin mímica, o con una mínima ayuda de la misma y los gestos, para evitar que la actividad se transforme en un ejercicio de comprensión global; − los ejercicios de memoria para la fijación del léxico receptivo (el memotest o el bingo de las imágenes), en el que el docente denomina las imágenes mientras el alumno que tiene la imagen debe colocarla con la cara hacia abajo. Las técnicas que pueden incluirse en esta fase favorecen principalmente la memoria explícita al solicitar al alumno que focalice su atención en un aspecto de la lengua seleccionado por el docente (cfr. 2.3). Por ejemplo, los juegos funcionales (repeticiones, composiciones y descomposiciones lingüísticas, encastres) que requieren una concentración en las características sobre todo de tipo fonológicas y morfosintácticas del input; los juegos de memoria, en cambio, se apoyan en el medio visual para desarrollar estrategias de memorización visu-espacial. c. Re- utilización se solicita al niño que vuelva a utilizar la estructura fijada mediante actividades al principio guiadas, luego cada vez más autónomas. Desde una perspectiva formativa de la LE, en esta fase, se pueden planificar actividades que enriquezcan la experiencia educativa en curso y permitan al mismo tiempo que los niños utilicen nuevamente el léxico o las estructuras fijadas. Con respecto a esta fase, son útiles las siguientes técnicas: − la dramatización, que consiste en el recitado de diálogos presentes en el texto; es una técnica muy aceptada por los niños, aunque no deja espacio para la libertad expresiva; en el nivel inicial esta y otras actividades de simulación, al no contar con el soporte gráfico, deberán ponderarse a partir de la capacidad de memorización de los niños; − el role-taking, role-play, role-making; − la composición de canciones y rimas a partir de textos o de estructuras vistas durante la Unidad de Adquisición; − los juegos simbólicos, como la construcción de una historia a partir 58 Michele Daloiso de algunos elementos lingüísticos preestablecidos en la anterior fase de la Unidad de Adquisición; las historias construidas pueden ser un punto de partida para las actividades de dramatización y simulación realizadas cada vez con mayor autonomía; − los juegos comunicativos basados en el intercambio de informaciones faltantes; los alumnos pueden crear una figura nueva vinculada al tema visto en la Unidad de Adquisición (por ejemplo, si vieron el léxico de los objetos de la casa, los niños pueden "decorar" su habitación construyendo una imagen de su cuarto con los objetos que prefieren) recortando y pegando figuras de diarios y revistas. Luego, de a dos, los niños deberán utilizar nuevamente las estructuras vistas para hacer preguntas al compañero y adivinar así la figura que había construido; − juegos de tablero, como el Juego de la Oca, Serpientes y Escaleras que se pueden proponer a niños desde los 5 años (cfr. 4.5.1); los mismos deberán ser construidos en una grilla gráfica que contenga figuras; en cada casillero los niños divididos en equipos deberán superar una prueba. Estas tendrán como objetivo utilizar nuevamente las estructuras adquiridas dando, por ejemplo, instrucciones a sus compañeros de equipo, los que deberán realizarlas (se aplicarán así los principios de la RFT). También podrán repetir jitanjáforas o rimas “bobas” que formaban parte de la Unidad de Adquisición, nombrar y describir objetos que remitan el léxico aprendido, adivinar la acción, el objeto, el animal imitado por un compañero. Las técnicas de esta fase estimulan sobre todo la memoria implícita ya que se basan en la dimensión operativa de la lengua, especialmente en la de asociar la LE a actividades, experiencias, juegos, realizados comúnmente por el niño en lengua materna. El objetivo fundamental para el alumno será el de finalizar un juego, mientras la adquisición de las formas lingüísticas respectivas se realiza en forma transversal e implícita. Por ejemplo, juegos simbólicos (construcción de historias y cuentos con imágenes a partir de un número limitado de palabras/imágenes), pone en juego, ante todo la fantasía, la inventiva y la capacidad de cooperación del niño que está dispuesto a aceptar la LE como regla de juego y a usarla para otro propósito, es decir, por el puro placer de usar la fantasía y la imaginación. Lo mismo podemos decir del role-play, Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 59 que si bien requiere concentrarse en el uso de la lengua para producir enunciados correctos en el nivel gramatical y pragmáticamente eficaces, la atención al hecho lingüístico estará subordinada al deseo de jugar con los compañeros, inventar un rol, cambiar identidad, construir materiales para la escena. Este recorrido de adquisición debe ser visto de manera flexible ya que el tiempo establecido para cada fase dependerá de la edad de los niños; es probable que con niños de 5 años se pueda extender la fase de focalización e introducir actividades de reflexión metalingüística al reutilizarse el material. 4.7. Síntesis En este apartado examinamos algunas cuestiones relativas a la dimensión metodológica de la GDP haciendo notar la importancia del conocimiento de las dimensiones adquisicional (cfr. 2) y lingüística (cfr. 3) para la definición de recorridos de adquisición temprana de una LE. a. delineamos un enfoque que parte de una concepción de la adquisición de la lengua asociada al desarrollo integral del alumno y precisa el aporte de la LE en la educación cognitiva, cultural, vincular y semiótica del niño (cfr. 4.1); b. establecimos algunos criterios para la definición de metas educativas y glotodidácticas y para la selección de contenidos lingüísticos por la aproximación temprana a la LE, destacando como estas decisiones se deben tomar a partir del conocimiento de las características neuropsicológicas del alumno y de las competencias lingüísticas y comunicativas que él ya maduró en lengua materna (cfr. 4.2 e 4.3); c. discutimos la oportunidad de una metodología lúdica fundamentada en el respeto de la neuropsicología infantil a través de la estimulación neurosensorial, operatividad y adquisición implícita (cfr. 4.4); d. desarrollamos algunas consideraciones sobre las técnicas glotodidácticas más adecuadas para la enseñanza temprana de la LE, refieriéndonos brevemente al hecho de que algunas técnicas 60 Michele Daloiso comúnmente utilizadas pueden promover sistemas de memoria distintos (cfr. 4.5 e 4.6); e. propusimos un modelo operativo, la Unidad de Adquisición, que responde a los límites y a las potencialidades neurológicas del alumno mediante un recorrido que se propone objetivos ya sea lingüísticos como formativos y que, por lo tanto, conduce al desarrollo integral de habilidades lingüísticas en LE y cognitivas (cfr. 4.6). Una aproximación temprana a la enseñanza de la lengua 61 Referencias Este “Documento” está destinado a expertos del área. Por este motivo no se consideró necesario citar las obras de Chomsky, Bruner, Krashen, conocidas en todo el mundo. Esta bibliografía está dividida en dos secciones: por una parte reunimos las obras de, o en colaboración, con la Escuela veneciana de glotodidáctica, en modo tal de ofrecer lecturas para la profundización de temas de interés; por otra, indicamos las obras italianas de neuropsicología y lingüística adquisicional que constituyeron uno de los fundamentos de esta publicación con el fin de destacar el aporte italiano a la investigación internacional en estas áreas científicas. a. Metodología de la enseñanza de la lengua Balboni P.E., 2006, La naturaleza epistemológica de la enseñanza de la lengua, Perugia, Guerra. Balboni P.E., 2002, Le sfide di Babele. Insegnare le lingue nelle società complesse, (Los desafíos de Babel. 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Sabbadini G., 1995, Neuropsicologia dell’età evolutiva (Neuropsicología de la edad evolutiva), Bologna, Zanichelli. 64 Michele Daloiso Finito di stampare nel mese di novembre 2007 da Guerra guru srl - Perugia Tel. +39 075 5289090 - Fax +39 075 5288244 e-mai:[email protected]