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CONFERENCIA DE PRENSA
DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA
PRESENTACIÓN
DE LA PRESIDENCIA FRANCESA
DEL G20 Y DEL G8
Lunes, 24 de enero de 2011
PALACIO DEL ELÍSEO
DOSSIER DE PRENSA
INDICE
Pág.
LA PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20 EN 2011
Prioridades de la Presidencia francesa del G20 en 2011
1
Reformar el Sistema Monetario Internacional
3
Consolidar la regulación financiera
5
Luchar contra la volatilidad excesiva de los precios de las materias primas
7
Apoyar el empleo e impulsar la dimensión social de la globalización
9
Lucha contra la corrupción
11
Desarrollo
13
¿Qué es el G20?
15
PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20
PRIORIDADES DE LA PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20
EN 2011
Desde la creación de un G20 que congrega a jefes de Estado y de Gobierno, a finales de
2008, el grupo ha respondido de forma común y eficaz a la peor crisis vivida desde los años
treinta.
En 2011, el G20 tendrá que concluir los proyectos ya en marcha para enfrentarse de lleno a
la crisis, pero también ampliar su agenda a nuevos proyectos para mejorar de forma duradera
la estabilidad y la prosperidad mundiales.
Sólo el G20 dispone del peso, la legitimidad y la capacidad de decisión necesarios para
impulsar la indispensable puesta en marcha de los grandes proyectos económicos. Francia,
presidenta del G20 en 2011, ha definido 6 prioridades.
1. REFORMAR EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL (SMI)
Los últimos tiempos han estado marcados por una fuerte volatilidad de las divisas, el
agravamiento de los desequilibrios y la búsqueda de un aumento cada vez mayor de las
reservas de cambio por parte de los países emergentes, los cuales se enfrentan a retiradas
bruscas y masivas de capitales internacionales. La Presidencia francesa desea reformar el
sistema monetario internacional para responder de forma colectiva a estas disfunciones y
apoyar las profundas transformaciones que experimenta la economía mundial, en particular, el
peso creciente de los países emergentes. La construcción de un SMI más estable y más sólido
depende además de la reducción de los desequilibrios y la intensificación de la coordinación
de las políticas económicas en el seno del Marco para un Crecimiento Fuerte, Sostenible y
Equilibrado del G20.
2. CONSOLIDAR LA REGULACIÓN FINANCIERA
La Presidencia francesa velará por la aplicación efectiva de las normas decididas por el
G20 para fortalecer de forma duradera el control del sector financiero. Además, se centrará en
la consolidación de la regulación financiera en aquellos ámbitos donde siga siendo
insuficiente, como en el mercado de materias primas.
3. LUCHAR CONTRA LA VOLATILIDAD DE LOS PRECIOS DE LAS
MATERIAS PRIMAS
La Presidencia francesa desea alcanzar soluciones colectivas para reducir la volatilidad
excesiva de los precios de las materias primas, en particular energéticas y agrícolas, que
influyen en el crecimiento mundial y amenazan la seguridad alimentaria. Los Ministros de
Agricultura se reunirán el próximo mes de junio para proponer soluciones destinadas a
fortalecer la seguridad alimentaria y desarrollar la oferta agrícola.
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4. APOYAR EL EMPLEO E IMPULSAR LA DIMENSIÓN SOCIAL DE
LA GLOBALIZACIÓN
La Presidencia francesa del G20 promoverá cuatro objetivos prioritarios en este ámbito:
empleo de los jóvenes y de los más vulnerables; consolidación de las bases de la protección
social; respeto de los derechos sociales y laborales; mejor coherencia de las estrategias de los
organismos internacionales. Los Ministros de Trabajo y de Empleo se reunirán a finales de
septiembre en torno a esta agenda.
5. LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN
La acción del G20 en materia de lucha contra la corrupción se enmarca en la estrategia
global a largo plazo a favor de un saneamiento del entorno financiero, de la lucha contra la
evasión fiscal y del fortalecimiento del Estado de Derecho. La Presidencia francesa se
asegurará de que el Plan de Acción de Lucha contra la Corrupción adoptado en Seúl se
traduce en resultados concretos y avances efectivos a partir de 2011.
6. OBRAR EN FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE
El G20 –que representa dos tercios de la población del planeta– debe aportar soluciones
concretas a los problemas de desarrollo, incluidos en la agenda del G20 desde la Cumbre de
Seúl, con la adopción del Plan de Acción Plurianual del G20 para el Desarrollo. La
Presidencia francesa se esforzará por fomentar las infraestructuras y garantizar la seguridad
alimentaria en los países más vulnerables. Asimismo, ésta debatirá en el G20 sobre la
financiación del desarrollo mediante las llamadas financiaciones innovadoras, en particular la
tasa sobre transacciones financieras.
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REFORMAR EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL
1. ¿POR QUÉ REFORMAR EL SMI?
El Sistema Monetario Internacional engloba el conjunto de mecanismos e instituciones que
organizan y regulan los intercambios monetarios internacionales, así como la organización de
los regímenes de tipos de cambio.
La economía mundial está experimentando profundas transformaciones, entre ellas, el auge
creciente de los países emergentes. El SMI actual no refleja el nuevo equilibrio resultante, y
de ello resultan una serie de disfunciones:
Un aumento de la volatilidad de los tipos de cambio. Esta volatilidad provoca la
incertidumbre de hogares y empresas a la hora de tomar decisiones económicas, como
muestran los recientes cambios en la paridad euro-dólar (en julio de 2008, 1 euro valía
1,60 dólares y hoy el euro oscila alrededor de 1,30 dólares), o del real brasileño, que se ha
apreciado un 29% frente al dólar estadounidense entre enero de 2009 y enero de 2011.
Una aceleración de las entradas/salidas de capitales. Estos movimientos de capitales
favorecen la aparición de crisis de liquidez que tienen violentas consecuencias en todo el
tejido económico. Este fenómeno penaliza sobre todo a los países emergentes que, entre
1990 y 2010, han tenido que enfrentarse a 42 reducciones drásticas del flujo de capitales.
Un riesgo de que estallen «guerras de monedas». Ante esta inestabilidad financiera,
algunos Estados pueden sentir la tentación de adoptar políticas económicas y de tipos de
cambio no cooperativas. Dichas estrategias penalizan a la economía mundial.
Aumento de los desequilibrios macroeconómicos. Entre 1998 y 2007, la suma de los
déficits y los excedentes de los países miembros del G20 ha pasado de 580 000 millones
de dólares (2,3% del PIB del G20) a 2,5 billones (5,6% del PIB del G20).
Proporcionalmente a la riqueza mundial, los desequilibrios de la balanza de pagos se han
duplicado. El sistema monetario internacional no permite la reducción espontánea de estos
desequilibrios, que debilitan el crecimiento mundial.
2. ¿CÓMO REFORMAR EL SMI?
En 2010, el G20 se comprometió a trabajar en la construcción de un SMI más estable y
más resistente.
La Presidencia francesa propondrá a sus socios centrar sus esfuerzos en las siguientes
líneas de actuación:
Reforzar la cooperación de las políticas macroeconómicas a través del Marco para un
Crecimiento Fuerte, Sostenible y Equilibrado, que constituye el instrumento de vigilancia
mutua de las políticas macroeconómicas del G20. En 2011, los países de G20 deberán
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adoptar un patrón común de apreciación de los desequilibrios mundiales conocido como
«directrices», con el fin de identificar con mayor precisión los desequilibrios
insostenibles. Antes de finales de año, cada país se comprometerá a adaptar sus políticas
económicas para reequilibrar el crecimiento mundial y hacerlo más fuerte y más sólido.
Reducir la necesidad de acumular reservas para resistir a las crisis. Se trata de
consolidar los instrumentos a disposición del FMI, que pueden activarse en favor de los
países vulnerables a una crisis de liquidez. Asimismo, será conveniente reforzar la
coherencia y la complementariedad entre los dispositivos regionales e internacionales de
gestión de crisis de liquidez.
Favorecer los flujos de capitales estables para financiar el crecimiento y el
desarrollo. La Presidencia francesa del G20 propondrá conferir al FMI una verdadera
facultad de control en este ámbito, algo que no contemplan sus estatutos actuales. Ello
podrá adoptar la forma de normas multilaterales que favorezcan la libertad de
movimientos de capital y que permitan, al mismo tiempo, la intervención de los Estados
en los fenómenos de entradas y salidas masivas de capitales.
Fomentar la internacionalización de las monedas emergentes, como reflejo de los
nuevos equilibrios económicos mundiales y del auge creciente de los grandes países
emergentes. Ello implica apoyar la internacionalización de las monedas de los grandes
países emergentes. En este sentido se estudiarán varias pistas, entre ellas, la evolución de
los regímenes de tipos de cambio o una gestión más cooperativa de las reservas. La
Presidencia francesa abrirá asimismo la reflexión sobre el papel de los Derechos
Especiales de Giro (DEG), instrumento de reserva creado por el FMI, y sobre el
calendario y las modalidades de evolución de la cesta de monedas que componen los
DEG.
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CONSOLIDAR LA REGULACIÓN FINANCIERA
1. LA SITUACIÓN ANTES DE LA CRISIS FINANCIERA
La reciente crisis ha estado provocada por la acumulación de riesgos en el sector financiero
que han escapado al control de los supervisores, dado que nuestros sistemas de regulación
presentaban numerosos defectos:
amplios segmentos del sector financiero como las agencias de calificación crediticia o
los hedge funds, no estaban sometidos a ningún control; algunos productos financieros
como los derivados OTC escapaban a cualquier tipo de vigilancia; las remuneraciones en
el sector financiero, factores de asunción de riesgos excesivos en las empresas, no eran
objeto de control alguno.
las normas eran incompletas. Las actividades de los bancos estaban reguladas por las
normas de Basilea II, cuya transposición seguía siendo incompleta cuando estalló la crisis
en 2007-2008. Nuestros sistemas de supervisión carecían de los instrumentos específicos
necesarios para luchar contra el riesgo sistémico, es decir, contra los fenómenos de
desbordamiento en el sector financiero.
las normas se aplicaban de forma demasiado desigual. Un gran número de
jurisdicciones no cooperativas se negaban a compartir la información necesaria para
luchar contra el fraude fiscal (paraísos fiscales) o el blanqueo de capitales. Ningún
organismo internacional se encargaba de coordinar la acción de los reguladores
internacionales y nacionales.
2. ¿QUÉ HA HECHO EL G20 HASTA AHORA?
En la Cumbre del G20 celebrada en noviembre de 2008 en Washington, los jefes de Estado
y de Gobierno llegaron al acuerdo de que todos los mercados, actores y productos financieros
fueran sometidos a un control apropiado.
El G20 amplió el ámbito de aplicación del control en el sector financiero.
Actualmente, las agencias de calificación crediticia y los hedge funds deben ser
registrados y sometidos a normas. Además, pueden ser sancionados en caso de infracción,
al igual que el resto de actores regulados. Los supervisores pueden exigir que los
productos financieros se estandaricen y se intercambien en mercados organizados y
tratados en las cámaras de compensación. Por último, las remuneraciones de los agentes
del mercado están reguladas por una serie de principios comunes dentro del G20.
El G20 ha reforzado las normas aplicables al sector financiero controlado, en
particular, a los bancos. A finales de 2010, el G20 alcanzó un acuerdo sobre un nuevo
marco supervisor para los bancos (Basilea III), que todos los Estados se comprometieron a
implementar dentro de un plazo breve. Este acuerdo fue alcanzado en dos años, lo que
representa un tiempo récord en relación con el marco anterior (Basilea II), que se adoptó
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tras diez años de negociaciones. El G20 también ha acordado un marco de tratamiento de
instituciones de importancia sistémica sobre la base de diferentes instrumentos
(supervisión, resolución, fondos propios reforzados, tasa sistémica: ciertos Estados
europeos como Francia ya han adoptado una tasa sistémica).
El G20 se ha dotado de medios para luchar contra las jurisdicciones no cooperativas
y el «dumping» reglamentario. En abril de 2009, el G20 pidió a la OCDE publicar una
lista de jurisdicciones no cooperativas (JNC) que no hubieran firmado al menos 12
acuerdos de intercambio de información en materia fiscal. Asimismo, instó a estas JNC a
que firmaran rápidamente estos acuerdos bajo pena de sanciones. Desde entonces se han
firmado casi 600 acuerdos de intercambio de información fiscal y se han creado
dispositivos similares para luchar contra el blanqueo de dinero y contra las jurisdicciones
no cooperativas en materia de supervisión. Por último se ha creado un consejo de
estabilidad financiera para coordinar la acción de los reguladores internacionales y
nacionales, luchar contra los comportamientos de dumping reglamentario y velar por que
no se produzcan fallos en el control del sector financiero.
3. LA PRESIDENCIA FRANCESA PROSEGUIRÁ SUS ESFUERZOS EN
2011 EN TORNO A 2 EJES
Asegurarse de que las normas acordadas son aplicadas. La crisis se originó, en parte,
por una aplicación laxista de las normas existentes. La aplicación eficaz de las normas
acordadas por el G20, ya se trate de las normas aplicables a los bancos o del control de
las remuneraciones, es una cuestión de importancia capital.
Prevenir la emergencia de nuevos riesgos. Se trata de:
regular los mercados de materias primas;
asegurarse de que los riesgos no se transmiten a instituciones financieras no
cubiertas por la regulación financiera;
evitar que las innovaciones tecnológicas fomenten las distorsiones o los
abusos del mercado;
mejorar la protección de los consumidores de servicios financieros.
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LUCHAR CONTRA LA VOLATILIDAD EXCESIVA DE LOS
PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS
1. ¿QUÉ RETOS PARA LA ECONOMÍA MUNDIAL?
Los mercados de materias primas, en particular, los del petróleo y los productos agrícolas,
se caracterizan por:
Fuertes tensiones entre oferta y demanda ligadas al importante aumento de la
demanda mundial, en particular, dado el crecimiento de las economías emergentes.
Una financiarización creciente: los derivados de materias primas, que constituyen la
base de los instrumentos de cobertura contra el riesgo, se han convertido en
instrumentos de inversión de capital. Dichos instrumentos son objeto de volúmenes de
transacción considerables, careciendo a veces de conexión con los intercambios reales
de materias primas. En la bolsa de Chicago se intercambia anualmente en los mercados
de derivados un volumen equivalente a 46 veces la producción anual mundial de trigo y
24 veces la producción de maíz.
Una volatilidad exacerbada: el precio del petróleo, por ejemplo, pasó de 145 dólares el
barril en el primer semestre de 2008 a 36 dólares en el segundo semestre de ese mismo
año para volver a subir a casi 100 dólares a principios de 2011. Igualmente, el precio de
la tonelada de trigo pasó de 120 a 300 euros en seis semanas.
Estos fenómenos plantean un problema para el crecimiento económico. En concreto, la
volatilidad excesiva de los precios de las materias primas puede influir negativamente en las
decisiones de invertir y contratar.
En relación con los mercados agrícolas, ello pone en peligro la seguridad alimentaria
en los países más vulnerables, como muestran de forma drástica la crisis alimentaria de 20072008 y las numerosas revueltas del hambre asociadas, en especial, en Haití, Senegal y, más
recientemente, en Mozambique.
2. ¿CÓMO LUCHAR CONTRA LA VOLATILIDAD EXCESIVA DE LOS
PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS?
El G20 se presenta como el marco más apropiado para abordar este problema de
volatilidad, dado que sus miembros son importantes actores de los mercados del petróleo y de
productos agrícolas. Los países del G20 representan el 54% de la superficie agrícola en el
mundo, el 65% de las tierras arables y el 77% de la producción mundial de cereales en 2008.
La Presidencia francesa, centrándose particularmente en las materias primas energéticas y
agrícolas, desea hacer progresar la acción del G20 en lo que se refiere a cuatro aspectos
esenciales:
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¿Cómo mejorar la regulación de los mercados financieros de materias primas?
Estos mercados no están sometidos a una regulación armonizada o bien, en el caso de
algunos, no están dotados de normas básicas contra los abusos del mercado o las
manipulaciones de precios. Actualmente se estudia la cuestión en Estados Unidos y en
Europa. El objetivo de la Presidencia francesa es definir normas comunes tanto para los
mercados de materias primas como para los mercados financieros.
¿Cómo aumentar la transparencia en los mercados físicos de materias primas? La
falta de datos internacionales fiables sobre la evolución previsional de la oferta y la
demanda en los mercados de materias primas distorsiona la formación de los precios y
alimenta su volatilidad. La mejora de la información sobre el nivel de existencias de
materias primas también constituiría un avance decisivo.
¿Cómo mejorar la prevención y la gestión de las crisis alimentarias? El desarrollo
de la oferta agrícola en los países emergentes constituye una primera respuesta que será
impulsada por la Presidencia. No obstante, más allá de esta consideración, las últimas
crisis alimentarias han puesto de manifiesto la ausencia de una instancia internacional
que sea suficientemente reactiva para aportar una respuesta colectiva de los Gobiernos y
canalizar las medidas unilaterales (restricciones a la exportación) que pueden resultar
contraproducentes. La utilización de reservas estratégicas y de emergencia en la
prevención y el tratamiento de las crisis alimentarias merecería una mayor coordinación
a nivel internacional. A finales del primer semestre de 2011 se prevé la celebración de
una reunión de los ministros de Agricultura del G20 con el fin de ofrecer soluciones a
estas cuestiones esenciales.
¿Cómo consolidar los instrumentos de cobertura para proteger mejor a las
poblaciones más pobres contra la volatilidad excesiva de los precios? La Presidencia
francesa estudiará los medios para poner a disposición de los países más pobres los
nuevos instrumentos de seguridad financiera que les protejan frente a las subidas de
precios o a los fenómenos que afectan a las cosechas.
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APOYAR EL EMPLEO E IMPULSAR LA DIMENSIÓN
SOCIAL DE LA GLOBALIZACIÓN
El G20 afirmó en su reunión de Pittsburgh su compromiso con el empleo, la protección
social y la consolidación de la dimensión social de la globalización. En abril 2010 tuvo lugar
una primera reunión de los ministros de Trabajo y de Empleo del G20.
Sobre esta base, la Presidencia francesa del G20 se ha fijado 4 objetivos prioritarios:
1. FAVORECER EL EMPLEO DE LOS JÓVENES Y DE LOS MÁS
VULNERABLES
Se trata de:
Definir objetivos prioritarios comunes, tomando en consideración la diversidad de
situaciones de los países del G20.
Conceder el máximo protagonismo a las políticas de empleo en la corrección de los
desequilibrios mundiales, en línea con el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT.
2. MANTENER O DESARROLLAR MECANISMOS DE PROTECCIÓN
SOCIAL
La Presidencia francesa quiere impulsar una «Base de protección social» a nivel
internacional, destinada a:
Garantizar un acceso para todos los ciudadanos a servicios sociales esenciales como la
educación y la formación profesional, la sanidad o los servicios de empleo.
Garantizar a los ciudadanos transferencias sociales básicas con el fin de ofrecerles
medios de subsistencia y de financiación del acceso a servicios esenciales.
Esta «Base de protección social» incluye transferencias sociales a favor de niños, personas
activas que no disponen de ingresos mínimos y personas mayores o discapacitadas.
3. LOGRAR UN MAYOR RESPETO DE LOS DERECHOS SOCIALES Y
LABORALES
En la práctica, se trata de:
Promover el trabajo digno basado en el respecto efectivo de los principios y derechos
fundamentales en el trabajo, así como de las legislaciones laborales y sociales
nacionales.
Confirmar y respetar el compromiso de los países del G20 para que «la violación de los
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principios y derechos fundamentales en el trabajo no pueda invocarse ni utilizarse como
ventaja comparativa legítima y que las normas del trabajo no se utilicen con fines
comerciales proteccionistas» (Declaración sobre la justicia social adoptada por la OIT
en junio de 2008).
4. FAVORECER UNA MEJOR COORDINACIÓN ENTRE LAS
DIFERENTES ORGANIZACIONES INTERNACIONALES
Es necesario garantizar que cada organización internacional adopte el conjunto de valores
y objetivos que se fija la comunidad internacional. En la práctica, la Presidencia francesa
estudiará los medios que garanticen que la dimensión social de la globalización es tomada en
consideración por todas las organizaciones internacionales de carácter económico (OMC,
FMI, Banco Mundial, etc.).
La Presidencia francesa organizará en mayo en París una conferencia de alto nivel con los
responsables de las grandes agencias internacionales (FMI, BIT, Banco Mundial, OMC,
OCDE, PNUD), los ministros del G20 y los interlocutores sociales, con el fin de impulsar la
dimensión social de la globalización y la coherencia de la gobernanza económica mundial.
Para ello, está previsto que los ministros de Trabajo y Empleo se reúnan a finales de
septiembre. Éstos contarán con el apoyo de expertos de alto nivel del G20 en el ámbito del
empleo, así como con los trabajos de las organizaciones internacionales (en particular, del
BIT, la OCDE, el FMI y el Banco Mundial). Los ministros trabajarán en concertación con los
interlocutores sociales.
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LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
1. CONTEXTO
La corrupción cuesta anualmente más de un billón de dólares a la economía mundial, según
el Banco Mundial. Es, además, un freno al crecimiento económico.
Desde hace unos quince años, esta lacra se extiende rápidamente, favoreciendo el
desarrollo de redes internacionales de crimen organizado como el narcotráfico, cuyo volumen
de negocios anual representa alrededor de 65 000 millones de dólares.
Más ampliamente, la corrupción amenaza la integridad de los mercados y representa un
freno al desarrollo. Asimismo, socava la confianza de los ciudadanos en sus Gobiernos y
debilita el Estado de Derecho.
Frente a este fenómeno, es indispensable una acción decidida por parte de toda la
comunidad internacional.
El G20, que representa el 85% de la economía mundial, constituye un marco perfectamente
adaptado para hacer frente a este reto. Los países del G20, en razón de su importancia dentro
del sistema internacional, deben dar ejemplo en la lucha contra la corrupción.
2. OBJETIVOS DE LA PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20
La Presidencia francesa quiere llevar a cabo una acción decidida en aras de la moralización
de la vida económica. Ello pasa, en particular, por el respecto de los compromisos contraídos
por el G20 en materia de lucha contra el blanqueo de dinero y por la puesta en marcha del
Plan de Acción de Lucha contra la Corrupción adoptado en Seúl.
Las acciones de la Presidencia francesa se articularán en torno a tres grandes prioridades:
Impulsar la ratificación de los grandes acuerdos internacionales de lucha contra la
corrupción (Convención de Naciones Unidas contra la corrupción, Convención de la
OCDE sobre la corrupción de los agentes públicos extranjeros en las transacciones
comerciales internacionales). Estos acuerdos incluyen un mecanismo de examen que
permite garantizar la plena aplicación y la consolidación de las políticas nacionales de
lucha contra la corrupción.
Hacer más partícipe al sector privado. La Presidencia francesa asociará
estrechamente al sector privado en la lucha contra la corrupción. En este sentido, prevé
la celebración, los días 27 y 28 de abril de 2011, de una conferencia sobre las buenas
prácticas de las empresas, que contará con el apoyo de la OCDE y la ONUDC. Con este
motivo, la Presidencia quiere invitar a las empresas a trabajar en la elaboración de una
base de compromisos comunes del sector privado que la reunión del «B20» de otoño
(«cumbre empresarial») podría asumir.
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Afianzar el compromiso de las organizaciones internacionales. Éstas deben dar
ejemplo y aplicar normas estrictas en materia de transparencia e integridad.
Cada Estado entregará un informe previamente a la Cumbre de Cannes con el fin de
realizar un primer balance de la lucha anticorrupción en el marco del G20 antes que finalice la
Presidencia francesa.
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DESARROLLO
1. ¿POR QUÉ UNA AGENDA PARA EL DESARROLLO EN EL G20?
A pesar de que los niveles de pobreza globales se han reducido considerablemente en las
dos últimas décadas, las necesidades no cubiertas en los países en desarrollo son,
todavía, colosales.
Los países en desarrollo hacen frente a desigualdades crecientes y a riesgos sociales
graves: sólo el 20% de la población mundial se beneficia de una cobertura social global.
El volumen total del gasto público en seguridad social se limita al 4,1% del PIB en los
países de renta baja frente al 19,4% en los países con altos ingresos (21% en Francia).
Le G20, primer foro de coordinación de políticas económicas globales, debe trabajar en
favor del crecimiento de los países en desarrollo y contra la pobreza. De este modo,
contribuirá a la prosperidad común, dado que los países en desarrollo pueden constituir
nuevas áreas de crecimiento.
Los países emergentes se han convertido en actores indispensables de la gobernanza
económica mundial y el desarrollo. Es responsabilidad del G20 mejorar la gobernanza
económica mundial y contribuir a la evolución de las instituciones responsables. Así,
China, 2ª economía del mundo, debería convertirse en 3er accionista del Banco Mundial
y uno de los principales proveedores de fondos multilaterales en favor del desarrollo. De
modo más general, la intensificación de la cooperación Sur-Sur contribuye a que la
ayuda al desarrollo deje de ser monopolio de los países avanzados.
Por ello, es fundamental que el G20 reúna alrededor de una mesa a los países
emergentes y a los países avanzados con el fin de coordinar las políticas de desarrollo.
Esta fue la decisión acordada en Seúl: nueve ámbitos de actuación para el desarrollo
fueron incorporados a un Plan plurianual del G20.
2. LAS 4 PRIORIDADES DE LA PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20
1. REFORZAR LAS INFRAESTRUCTIRAS EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO
En el África subsahariana, la insuficiencia de infraestructuras reduce el crecimiento en
más de dos puntos anuales. Según el Banco Mundial, la inversión en infraestructuras en
esta región cubre menos de la mitad de las necesidades anuales (45 de 93 000 millones de
dólares estadounidenses).
Para dar respuesta a esta situación, el G20 solicitará a un panel de alto nivel, que
reunirá a responsables públicos y privados internacionalmente reconocidos por sus
competencias, que identifique proyectos de infraestructuras y determine los medios para
financiarlos asociando a los sectores público y privado. El G20 también pedirá a los
principales bancos regionales y multilaterales de desarrollo que coordinen sus acciones en
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lo que respecta a varios proyectos de infraestructuras.
2. GARANTIZAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Para alimentar a una población mundial de alrededor de 9 000 millones de habitantes
en 2050, la producción agrícola en el mundo debería aumentar en un 70% y las
inversiones en los países en desarrollo, en 83 000 millones anuales. Según la FAO, el alza
de los precios de las materias primas, que llevó a las revueltas del hambre en los países en
desarrollo en 2008, podría repetirse en esos países a partir de 2011.
En este ámbito, la Presidencia francesa del G20 propondrá una serie de medidas
destinadas a estimular la oferta de producción agrícola y a promover las inversiones
agrícolas responsables. Por otra parte, se regenerará la gobernanza y la coherencia de las
políticas en el ámbito de los productos agrícolas con el fin de mejorar la prevención y la
gestión de las crisis. Por último, para luchar contra las consecuencias nefastas de la
volatilidad de los precios de los productos agrícolas, la Presidencia francesa instará a las
principales organizaciones internacionales a llevar a cabo un trabajo conjunto para
desarrollar una serie de instrumentos de cobertura del riesgo.
3. AMPLIAR LA PROTECCIÓN SOCIAL
La vulnerabilidad es uno de los principales obstáculos al desarrollo económico y
humano. La protección social también tiene un importante papel que desempeñar en los
países en desarrollo.
La Presidencia francesa pedirá a las organizaciones internacionales que enumeren las
mejores prácticas en materia de protección social con el fin de favorecer su difusión y
repetición.
4. MOVILIZAR RECURSOS EN FAVOR DEL DESARROLLO
El desarrollo exige disponer de fuentes de inversión internas. El G20 apelará a las
organizaciones internacionales para que trabajen en favor de la lucha contra la evasión
fiscal.
Asimismo, puede y debe movilizarse una financiación innovadora. La Presidencia
francesa del G20 lanzará una serie de trabajos, en concertación con el sector privado y la
sociedad civil, sobre la manera de ampliar los mecanismos de financiación ya existentes a
otras fuentes.
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¿QUÉ ES EL G20?
1. ¿POR QUÉ EL G20?
El G20 se creó en 1999 en respuesta a las crisis financieras en los países
emergentes. Se trataba en un principio de reunir una vez al año a los ministros de
Finanzas y a los gobernadores de los bancos centrales de los países industrializados y
los países emergentes, con el fin de facilitar la concertación internacional en materia
económica.
El G20 fue refundado a finales de 2008 bajo el impulso de Francia. Debiendo
enfrentarse a la crisis económica y financiera más grave desde la Segunda Guerra
Mundial, el G20 se transformó a finales de 2008, en una instancia de control económico
que reúne a los grandes responsables públicos al más alto nivel. Durante la Cumbre
fundacional celebrada en Washington en noviembre de 2008, los jefes de Estado y de
Gobierno acordaron un plan de acción excepcional para evitar el hundimiento del
sistema financiero y la economía mundial.
El G20 se ha convertido en la primera instancia de coordinación de las políticas
económicas. Desde finales de 2008, se ha reunido regularmente: en Londres, en abril
de 2009; en Pittsburgh, en septiembre de 2009; en Toronto, en junio de 2010, y en Seúl,
en noviembre de 2010. Está previsto que se reúna en Cannes los días 3 y 4 de noviembre
de 2011. El G20 se ha convertido en el primer foro de cooperación económica y
financiera destinado a garantizar un crecimiento mundial cimentado en bases sanas y
sólidas.
2. ¿QUIÉN ES MIEMBRO DEL G20?
Las principales economías emergentes y desarrolladas. El G20 representa el 85% de
la economía mundial y 2/3 de la población en el mundo. Lo componen: Sudáfrica,
Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur,
Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia,
Turquía y la Unión Europea. España es invitado permanente.
Cuenta con el apoyo de diversas organizaciones internacionales. Para llevar a cabo
sus trabajos, el G20 cuenta con la competencia técnica de organismos internacionales
como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de
Naciones Unidas (ONU) y el Consejo de Estabilidad Financiera.
Además, los miembros del G20 pueden decidir cada año invitar a sus cumbres a un número
limitado de otros países y organizaciones regionales.
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PRESIDENCIA FRANCESA DEL G20
3. ¿CÓMO FUNCIONA EL G20?
El G20 se basa en un sistema de presidencia rotatoria anual. Anualmente, un país
miembro del G20 se encarga de organizar y hacer avanzar, a lo largo de todo el año, las
negociaciones preparatorias de las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno. Francia
tiene el honor de asumir esta responsabilidad en 2011.
Durante el año se organizan reuniones ministeriales para preparar la Cumbre de jefes de
Estado y de Gobierno. Tradicionalmente, los ministros de Finanzas y los gobernadores
de los bancos centrales se reúnen varias veces al año. En 2011, la Presidencia francesa
del G20 ha decidido reunir también a los ministros de Agricultura, en junio, y a los de
Trabajo y Empleo, en septiembre.
4. ¿QUÉ RESULTADOS PARA EL G20?
Apoyar a la economía frente a la crisis. La acción concertada del G20 ha permitido
amortiguar el impacto de la crisis en el crecimiento y el empleo, y recobrar la confianza
antes de lo que pronosticaron los analistas. Los países del G20 han desplegado medios
inéditos para incentivar la economía mundial: planes de estímulo presupuestario
masivos y coordinados, inyección de liquidez por parte de los bancos centrales, medidas
de apoyo a las actividades crediticias de los bancos, refuerzo considerable de las
capacidades de ayuda de las organizaciones internacionales a los países emergentes o en
desarrollo.
Combatir las causas de la crisis. Esta crisis tiene un origen doble: la acumulación de
desequilibrios macroeconómicos mundiales y el mal funcionamiento de la regulación
financiera. Para reducir los desequilibrios mundiales, el G20 ha creado un Marco para
un Crecimiento Fuerte, Sostenible y Equilibrado, con el fin de reorientar las estrategias
nacionales en un sentido más cooperativo y más favorable a la economía mundial. El
G20 ha decidido poner en marcha un plan de regulación financiera sin precedentes a la
altura de la magnitud de la crisis financiera. Los resultados registrados hasta ahora son
excepcionales. El ámbito de aplicación del control y de la supervisión financiera se ha
ampliado a actores, productos, actividades o comportamientos de riesgo que hasta ahora
eran objeto de poca o ninguna vigilancia en el sector.
Reforzar la gobernanza mundial. El G20 ha contribuido a un cambio profundo en las
modalidades de toma de decisión económica a nivel mundial, en particular, al reformar
la gobernanza del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. A partir de
ahora, el G20 debe demostrar su capacidad de coordinar las estrategias de política
económica de los grandes países en un contexto de recuperación.
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