Oficio 220-138241 Del 03 de Octubre de 2013 ASUNTO: INTERRUPCIÓN DEL TÉRMINO DE PRESCRIPCIÓN DENTRO DE UNA LIQUIDACIÓN JUDICIAL. Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 2013- 01- 352477, mediante el cual formula una consulta relacionada con la interrupción del término de prescripción dentro del proceso de la referencia en los siguientes términos: ¿El término de prescripción de la acción de cobro se interrumpe a favor de los deudores solidarios o garantes, no incluidos en el proceso de Liquidación Judicial, iniciado (o decretado) éste por el (al) deudor principal? Al respecto, este Despacho se permite hacer las siguientes precisiones de orden jurídico, a la luz de la Ley 1116 de 2006: a.- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 50 ibídem, “La declaración judicial del proceso de liquidación judicial produce: (…) 8. La interrupción del término de prescripción y la inoperancia de la caducidad de las acciones respecto de las obligaciones que contra el deudor o contra sus codeudores, fiadores, avalistas, aseguradores, emisores de cartas de crédito o cualquier otra persona que deba cumplir la obligación, estuvieren perfeccionadas o sean exigibles desde antes del inicio del proceso de liquidación judicial”. (El llamado es nuestro). b.- Del estudio de la norma antes transcrita, se desprende que la interrupción del término de prescripción es una de las reglas típicas de los procesos concursales y se justifica por tener carácter universal e impedir el ejercicio del derecho de ejecución individual o separada, razón por la cual, su inicio debe generar los mismos efectos que las demandas promovidas por los acreedores. c.- En este orden de ideas, tenemos que la norma consagra un típico caso de interrupción civil, y por tanto, la prescripción de las obligaciones objeto del proceso de liquidación judicial quedará interrumpida con la sola iniciación del proceso, sin que fuere menester el cumplimiento de cargas adicionales como las previstas por el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil. En relación con la caducidad, la mencionada disposición señala que no operará respecto de aquellas acciones que deban ventilarse dentro del proceso. Contrario sensu, aquellas acciones sobre las cuales el juez del concurso no tiene competencia, no gozarán del beneficio en mención, como sería el caso de la acción rescisoria por lesión enorme. d.- Ahora bien, la aludida norma introduce una innovación que puede ser objeto de discusión o de censura constitucional, pues la misma dispone que la interrupción de la prescripción y la no operancia de la caducidad se aplican también de las acciones que los acreedores del deudor concursado puedan ejercer contra sus codeudores, fiadores, avalistas, aseguradores, emisores de carta de crédito o cualquier otra persona que deba cumplir la obligación. Sin embargo, es de aclarar que si bien es cierto que la interrupción de la prescripción y la no operancia de la caducidad se justifican frente al deudor por el carácter universal del concurso y la imposibilidad consecuente de ejercer el derecho de ejecución individual o separada, cosa distinta sucede con las acciones respecto de terceros, ya que ellas no quedan cobijadas por el proceso concursal ni son objeto del fuero de atracción, y por ende, resulta inconveniente que la apertura del proceso de liquidación judicial de un deudor pueda beneficiar la inactividad del acreedor o acreedores que no persiguen el cobro de la obligación frente a otros sujetos. e.- Luego, en estas condiciones, se tiene que el término de prescripción de la acción de cobro se interrumpe no solo respecto del deudor concursado, sino también de los deudores solidarios o garantes, no involucrados dentro del proceso de liquidación judicial que adelanta el deudor principal. En los anteriores términos, damos respuesta a su consulta, no sin antes advertir que la misma tendrá el alcance del artículo 28 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo contencioso administrativo.