antecedentes de hecho - Unión General de Trabajadores

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Roj: STSJ CAT 9530/2015 - ECLI:ES:TSJCAT:2015:9530
Id Cendoj: 08019340012015105731
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Sede: Barcelona
Sección: 1
Nº de Recurso: 4143/2015
Nº de Resolución: 6033/2015
Procedimiento: Recurso de suplicación
Ponente: SEBASTIAN MORALO GALLEGO
Tipo de Resolución: Sentencia
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA
CATALUNYA
SALA SOCIAL
NIG : 08019 - 44 - 4 - 2014 - 8003629
CR
Recurso de Suplicación: 4143/2015
ILMO. SR. SEBASTIÁN MORALO GALLEGO
ILMA. SRA. ASCENSIÓ SOLÉ PUIG
ILMA. SRA. LIDIA CASTELL VALLDOSERA
En Barcelona a 15 de octubre de 2015
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los/as Ilmos/as. Sres/
as. citados al margen,
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
S E N T E N C I A núm. 6033/2015
En el recurso de suplicación interpuesto por Emilio frente a la Sentencia del Juzgado Social 1 Barcelona
de fecha 13 de febrero de 2015 dictada en el procedimiento Demandas nº 40/2014 y siendo recurrido/a
Ministerio Fiscal, Fondo de Garantía Salarial y Seguridad L.P.M.,S.L.. Ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr.
SEBASTIÁN MORALO GALLEGO.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 15 de enero de 2014 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda
sobre Despido disciplinari, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó
procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a
trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 13 de febrero de 2015 que contenía el siguiente Fallo:
"Que, desestimando la demanda interpuesta por Don Emilio contra SEGURIDAD L.P.M., SL., habiendo
sido citado el Ministerio Fiscal y el Fondo de Garantía Salarial, debo absolver y absuelvo a la demandada de
las pretensiones en su contra ejercitadas."
SEGUNDO.- En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes:
"PRIMERO.- El actor ha estado prestando servicios para la empresa demandada, dedicada a la
actividad de vigilancia privada, en virtud de una subrogación empresarial producida en enero de 2013,
ostentando una antigüedad desde 4 de noviembre de 2008, con la categoría profesional de vigilante de
seguridad y con un salario diario bruto, incluida la parte proporcional de pagas extras, de 45,18 # de promedio
(informe de vida laboral, folios 127 a 143 y 166 y hojas de salario, folios 191 a 200 y 221 a 232).
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SEGUNDO.- Mediante comunicación escrita de fecha 29 de noviembre de 2013, entregada al actor el
mismo día, la empresa demandada le ha notificado la apertura de expediente disciplinario por unos hechos
ocurridos el día 19 de noviembre anterior, mientras prestaba servicio de vigilancia en la estación de RENFE
de Sabadell Sud. De manera cautelar y en tanto se resolviera el expediente, la empresa ha eximido al actor
de prestar su servicio, en régimen de permiso retribuido (comunicación obrante a folios 156-157, que se da
por íntegramente reproducida).
TERCERO.- Previa tramitación del expediente disciplinario, en el que parece que el trabajador formuló
escrito de descargos, que, sin embargo, no se ha aportado a las actuaciones, la empresa demandada ha
procedido a notificar al actor, mediante burofax remitido el día 13 de diciembre de 2013, comunicación de
resolución del expediente disciplinario, en virtud de la cual procede a su despido disciplinario, con efectos de
16 de diciembre de 2013 (burofax, a folios 151 a 153, resolución del expediente disciplinario, folios 154-155 y
su comunicación al Comité de empresa, folios 260 a 263, que se da por íntegramente reproducida).
CUARTO.- El día 19 de noviembre de 2013 el actor estaba prestando servicios de vigilancia en la
estación de RENFE de Sabadell Sud, siendo su turno de trabajo desde las 18:00 hasta las 6:00 horas. Sobre
las 22:30 horas acude el viajero Martin para coger el tren y le dice al actor que le abra la barrera para pasar
sin billete, dado que el día anterior lo había comprado y no pudo viajar porque había huelga, sin que nadie
le hubiera advertido sobre tal extremo antes de adquirir el billete. El actor propinó un puñetazo a la cara del
viajero y a continuación un segundo puñetazo y procedió a empujarlo (grabación de las cámaras de seguridad
de la estación de RENFE, obrante a folio 109, en cuyas imágenes el actor se ha reconocido como el vigilante
que procede a agredir al viajero).
QUINTO.- Sobre las 23:00 horas del mismo día 19 de noviembre el actor llamó por teléfono a Victoriano
, inspector de seguridad, pero éste lo remitió al compañero que estaba de guardia, Marco Antonio , mando
intermedio de coordinación e inspección de la empresa demandada. El actor le solicitó ir a la Mutua, el superior
le pregunta si es algo grave, contestando el demandante que son sólo unos rasguños por una incidencia con
un viajero con el que se ha entablado una discusión y un forcejeo, habiendo acudido al lugar una dotación
de los mossos d'esquadra, que se han hecho cargo de la situación (testifical del mando intermedio Marco
Antonio , e informe de la incidencia elaborado por el testigo, que lo ha ratificado, obrante a folios 249-250,
que se da por reproducido).
SEXTO.- El día 21 de noviembre de 2013 el viajero Martin se pone en contacto telefónico con la
empresa demandada y pasan la llamada a Victoriano , inspector de seguridad de la demandada, a quien el
viajero manifestó que había sido agredido por el actor porque le había requerido que le dejara pasar sin billete
ya que el día anterior lo obtuvo y no pudo viajar con motivo de haber huelga. Asimismo, el viajero presentó
un escrito pidiendo que se guardaran las grabaciones de las cámaras de seguridad, que se remitió a RENFE,
propietaria de la cámaras (testifical de Victoriano , inspector de seguridad de la empresa, e informe de la
incidencia elaborado y ratificado por el testigo, a folios 249-250 y escritos presentados por el viajero ante la
demandada y ante RENFE, a folios 251 y 252, por reproducidos).
SÉPTIMO.- A raíz del incidente del actor, RENFE llamó a los mandos de la demandada y les exhibió
las grabaciones de las cámaras relativas al mismo, pidiéndoles que quitaran al actor del servicio en RENFE
(testifical de Marco Antonio y de Victoriano y grabaciones, a folio 109).
OCTAVO.- El día 20 de noviembre sobre las 11:17 horas, el viajero Martin acudió a las dependencias
de los mossos d'esquadra de Cerdanyola del Vallés y formuló denuncia contra el actor por los hechos ocurridos
el día anterior. Previamente había acudido al centro de atención primaria de la sanidad pública, donde se
emitió informe de que presenta lesiones erosivas en el codo y rodilla derechos, así como contractura cervical
(declaración, obrante a folios 171- 172 y 253 a 255 e informe médico, folio 173 y 258, que se dan todos ellos
por reproducidos).
NOVENO.- El día 20 de noviembre de 2013, sobre las 11:00 horas, el actor fue atendido en la Mutua
ASEPEYO, manifestando haber sufrido una agresión la noche anterior, presentando a la exploración dolor en
mano y antebrazo derecho, con movilidad completa y dolor a nivel de raquis dorsal, saliendo de la Mutua a
los pocos minutos, sin que se le extendiera baja laboral (parte de asistencia, folio 202, comunicación de parte
judicial, folio 203 y comunicación a la empresa, folio 204 y 269, todos ellos emitidos por la Mutua y aportados
hasta por cuadriplicado por la parte actora, folios 201 a 212, que se dan por reproducidos).
DÉCIMO.- El día 26 de noviembre de 2013, sobre las 20:30 horas, el actor acudió a las dependencias
de los mossos d'esquadra a fin de denunciar al viajero por el incidente del día 19 de noviembre anterior
(declaración incompleta, obrante a folio 177, por reproducida).
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UNDÉCIMO.- En fecha 30 de enero de 2014 se ha dictado sentencia en el procedimiento de Juicio de
faltas 955/2013, del juzgado de instrucción núm. 4 de Sabadell , en el que están implicados el actor y el viajero
Martin , ambos como denunciante/denunciado. En dicha sentencia se condena al demandante Emilio como
autor de una falta de lesiones a la persona del viajero Martin y se absuelve a éste de la falta de lesiones
que se le imputaba. En dicha sentencia se declara probado que el actor golpeó en la cabeza al viajero y le dio
diversos empujones, sufriendo éste lesiones. Y se declara que no se ha acreditado que el viajero agrediera al
actor. Esta sentencia ha sido confirmada por otra de la sección sexta de la Audiencia provincial de Barcelona,
de fecha 21 de abril de 2014 (sentencias obrantes a folios 178 a 182 y 244 a 248, que se dan por íntegramente
reproducidas).
DUODÉCIMO.- En fecha 29 de enero de 2013 el actor fue sancionado por la comisión de una falta muy
grave. Impugnada la sanción, la demanda correspondió al juzgado de lo social núm. 6 de Barcelona, autos
220/2013, no acudiendo el actor al acto del juicio, señalado para el día 7 de octubre de 2014, por lo que se le
tuvo por desistido de la demanda (folios 158 y 240 a 243, por reproducidos).
DÉCIMO TERCERO.- La papeleta de conciliación administrativa previa se presentó en fecha 9 de enero
de 2014, el intento conciliatorio tuvo lugar, sin avenencia, el día 11 de febrero de 2014 y la demanda origen
de estas actuaciones se presentó en fecha 15 de enero de 2014 (folios 21 y 1). "
TERCERO.- Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte actora, que formalizó dentro
de plazo, y que la parte contraria, la parte demandada Seguridad L.P.M., S.L., a la que se dió traslado impugnó,
elevando los autos a este Tribunal dando lugar al presente rollo.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Recurre en suplicación el trabajador, contra la sentencia de instancia que desestima la
demanda y califica como procedente el despido disciplinario objeto del litigio.
Al amparo de la letra b) del art. 193 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social se formula el
primer motivo del recurso, interesando la modificación del hecho probado cuarto para que se añadan diversas
puntualizaciones sobre el violento incidente que protagonizó el trabajador con un viajero del tren y que da
lugar al despido.
Pretensión que se sustenta en la grabación de las imágenes de las cámaras de vigilancia de la estación
de RENFE en la que tiene lugar el enfrentamiento del actor con uno de los viajeros, a las que ya se refiere de
forma expresa el cuarto de los fundamentos de derecho de la sentencia.
Lo que no puede ser acogido, conforme a la doctrina de la sala 4º del Tribunal Supremo, en la que se
considera que las grabaciones de audio y video no ostentan la condición de prueba documental a los efectos
de solicitar la revisión de los hechos probados en suplicación.
La sentencia del Tribunal Supremo de 26 de noviembre de 2012 (rec.- 786/12 ) nos dice sobre este
particular que : la grabación de audio y vídeo no tiene naturaleza de prueba documental, a efectos de fundar
una revisión de hechos probados , por las siguientes razones: 1º.- La disposición adicional primera apartado
1 de la Ley de Procedimiento Laboral y el artículo 4 de la LEC , proclaman el carácter supletorio de esta última
norma, en defecto de disposiciones en las leyes que regulen el proceso laboral, por lo que limitándose la LPL a
establecer en el artículo 90 que se admiten como prueba los medios mecánicos de reproducción de la palabra
de la imagen y del sonido, sin establecer cuál en su naturaleza y que tratamiento ha de dárseles, habrá que
acudir a los dispuesto en la LEC en este extremo. 2º.- La Ley 1-2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil,
en su artículo 299 enumera los medios de prueba de que se podrá hacer uso en juicio, diferenciando en su
apartado 1 : 1º. Interrogatorio de las partes; 2º. Documentos públicos 3º. Documentos privados; 4º. Dictamen
de peritos; 5º. Reconocimiento judicial y 6º. Interrogatorio de testigos.
En el apartado 2 tal precepto dispone que "también se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta ley,
los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen , así como los instrumentos que permiten
archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines
contables, o de otra clase, relevantes para el proceso". La Ley 1/2000 ha procedido, a diferencia de lo que
sucedía en la anterior LEC, a dar un tratamiento autónomo a los medios de reproducción de la palabra, el
sonido y la imagen , diferenciándolos de la prueba documental.3º.- Consecuencia de la consideración de la
naturaleza autónoma de tales medios probatorios es el tratamiento diferenciado que recibe en la LEC a saber:El tratamiento independiente que la LEC da a la prueba documental a la que consagra los artículos 317 a 334
y a los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen , regulados en los artículos 382 a 384.
- El artículo 265 LEC al disponer los documentos, escritos u objetos que han de acompañar a la demanda
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distingue en el apartado 1º "los documentos en que las partes funden su derecho" y en el apartado 2º "los
medios e instrumentos a que se refiere el apartado 2 del artículo 299 -medios de reproducción de la palabra, el
sonido....- si en ellos se si en ellos se fundaran las pretensiones....". - Los artículos 267 y 268 LEC establecen
la forma de presentación de documentos públicos -copia simple y si se impugnara su autenticidad, mediante
original, copia o certificación- y de los documentos privados -original o copia autenticada, uniéndose a los
autos o dejando testimonio, con devolución de los originales o copias, o designación del archivo, protocolo
o registro donde se encuentren-, no resultando de aplicación a los medios de reproducción de la palabra, el
sonido y la imagen .- El artículo 270 LEC que regula la presentación en momento no inicial del proceso, se
refiere a la presentación no solo de documentos sino también de medios e instrumentos, diferenciando unos
de otros. - El artículo 273 LEC exige que todo escrito o documento que se aporte o que se presente ha de
acompañarse de tantas copias literales cuantas sean las otras partes, lo que no se exige en la aportación
de instrumentos de reproducción de la palabra, el sonido o la imagen , pues solo prevé la Ley - artículo 382
LEC - que se puede acompañar de una transcripción escrita de las palabras contenidas en el soporte de que
se trate, o de los dictámenes y medios de prueba instrumentales que la parte considere convenientes. - Los
documentos tienen un valor probatorio establecido legalmente, para los documentos públicos en el artículo
319 LEC y para los privados en el 326 LEC , en tanto las reproducciones de palabras, imágenes y sonidos
captadas mediante instrumentos de filmación, grabación u otros semejantes, han de valorarse según las reglas
de la sana crítica, a tenor del artículo 382.3 LEC . 4º.- En el proceso laboral la forma de práctica de una y
otra prueba es diferente. En efecto, mientras de la prueba documental que se presente ha de darse traslado
a las partes en el acto del juicio, tal y como dispone el artículo 94 LPL , la práctica de la prueba de medios de
reproducción de la palabra, el sonido y la imagen se realiza en último lugar, una vez se han practicado todas
las pruebas - artículo 300 LEC -, debiendo consignarse en acta los actos que se realicen para la práctica de
dicha prueba, donde se consignará cuanto sea necesario para la identificación de las filmaciones, grabaciones
y reproducciones. 5º.- La modificación operada en el artículo 90 LPL por Ley 13/2009, de 3 de noviembre ,
no ha dado nueva redacción al apartado 1 del precepto, que establece que son medios de prueba los medios
mecánicos de reproducción de la palabra, ni tampoco en el artículo 191 b ) que regula la revisión de hechos
probados , manteniendo que procede a la vista de las pruebas documentales y periciales practicadas. 6º.La idoneidad de la prueba de los instrumentos de reproducción de la palabra, la imagen o el sonido para
revisar los hechos declarados probados en la sentencia de instancia, al amparo del artículo 191 b) de la Ley
de Procedimiento Laboral , se enmarca dentro de un recurso de carácter extraordinario.
En efecto el recurso de suplicación tiene dicho carácter, tal y como resulta de su configuración legal,
expresamente reconocida en la exposición de motivos de la Ley de Bases de Procedimiento Laboral de 12
de enero de 1989, en su propia regulación y en las normas comunes a los recursos de casación y suplicación
que aparecen en la Ley de Procedimiento Laboral . Dicho carácter asimismo ha sido reconocido por el
Tribunal Supremo, desde la sentencia de 26 de enero de 1961 y por el Tribunal Constitucional, entre otras, en
sentencias 3/83, de 25 de enero de 1983 ; 17/86, de 13 de octubre de 1986 y 79/85, de 3 de julio de 1985 .
Consecuencia de tal carácter es la limitada revisión de hechos legalmente permitida, que únicamente puede
realizarse a la vista de la prueba documental o pericial practicada en la instancia, por lo que la interpretación
del concepto de prueba documental, a la vista del carácter del recurso, necesariamente ha de ser efectuada
de forma restrictiva".
Tras lo que el Tribunal Supremo concluye: "No empiecen las anteriores consideraciones la interpretación
jurisprudencial existente -parcialmente transcrita en el fundamento derecho tercero de esta resolución- que
consideraba que tales instrumentos tenían el valor de prueba documental, pues en la época en que tales
sentencias se dictaron no estaba aún en vigor la Ley 1/2000 de 7 de enero (EDL 2000/77463) que, como
anteriormente se ha razonado, procede a dar un tratamiento autónomo a este medio de prueba diferenciándolo
de la prueba documental. Tampoco se opone a las anteriores consideraciones la jurisprudencia de la Sala
Penal del Tribunal Supremo. A este respecto hay que señalar que, aunque con algunas vacilaciones iniciales
la Sala Segunda ha venido reconociendo el carácter de prueba documental a los instrumentos de reproducción
de la palabra, la imagen o el sonido, hábiles para fundar el motivo casacional amparado en el artículo 849.2º
LEcrim . "error en la apreciación de la prueba basado en documentos que obren en autos, que demuestren
la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos probatorios". Así la sentencia de 3
de octubre de 1997, recurso 2326/96 , ha señalado: "En torno al concepto de Documento como instrumento
casacional con eficacia demostrativa del error judicial cuya censura constituye la esencia del Motivo, las
Sentencias de éste Tribunal de 23-12- 96 , 4-3 y 145-4-97, entre otras, centran su extensión en los siguientes
términos: A Que exista un documento, lo que equivale:a) Que se trate de un documento en sentido estricto, y
ha de entenderse por tal el escrito, en sentido tradicional, o aquella otra cosa que, sin serlo, pueda asimilarse
al mismo, por ejemplo, un diskette, un documento de ordenador, un vídeo, una película, etc., con un criterio
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moderno de interacción de las nuevas realidades tecnológicas, en el sentido en que la palabra documento
figura en algunos diccionarios como cualquier cosa que sirve para ilustrar o comprobar algo (obsérvese que
se trata de una interpretación ajustada a la realidad sociológica, puesto que, al no haber sido objeto de
interpretación contextual y auténtica, puede el aplicador del derecho tener en cuenta la evolución social),
siempre que el llamado "documento" tenga un soporte material, que es lo que sin duda exige la norma penal.
(Por todas, SS.TS. 1.114/94, de 3 de junio , 1.763/1994, de 11 de octubre y 711/1996, de 19 de octubre ). En la
actualidad dicha fórmula jurisprudencial tiene adecuada correspondencia en la norma contenida en el artículo
26 del nuevo Código penal , según el cual A los efectos de este Código se considera documento todo soporte
material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de
relevancia jurídica.Sin embargo tal entendimiento del concepto de prueba documental no resulta de aplicación
al proceso laboral porque, en primer lugar, en el mismo opera como supletoria, en todo lo no expresamente
previsto la LEC , en la que se establece la diferenciación entre prueba documental y prueba por instrumentos
de reproducción de la palabra, la imagen o el sonido, como anteriormente se ha consignado.
En segundo lugar, en el proceso penal se realiza dicha interpretación amplia del concepto de documento
a la luz de lo establecido en el artículo 26 del Código Penal (EDL 1995/16398), que dispone que "A los efectos
de este Código se considera documentos todo soporte material que expresa o incorpore datos, hechos o
narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica".
A todas estas consideraciones que por sí solas obligan a desestimar el primer motivo del recurso, debe
añadirse en el caso de autos la circunstancia de que la sentencia ya analiza específicamente, de manera
expresa y singularmente minuciosa y motivada, el contenido de esas grabaciones de imagen que han sido
visionadas durante el acto de juicio oral, para concluir que de las mismas no se desprenden datos y elementos
de juicio que permitan entender que el enfrentamiento del actor con el pasajero se produjo de forma diferente
a la que describe la sentencia.
SEGUNDO.- Idéntica solución desestimatoria merecen los motivos segundo y tercero, que denuncian
infracción del art. 54.2º Estatuto de los Trabajadores ; de la doctrina sobre la teoría gradualista; así como
vulneración del art. 79 de la Ley 10/2011 de la Generalitat de Cataluña , y doctrina jurisprudencial que se cita,
para sostener que el despido debe ser calificado como improcedente porque el comportamiento del actor no
puede considerarse de tanta gravedad como para merecer la sanción de despido, por más que sea tributario
de algún otro tipo de sanción disciplinaria de menor intensidad.
Pretensión que no puede ser acogida, cuando la sentencia declara probado que el recurrente, en su
condición de vigilante de seguridad de RENFE, ha agredido de forma grave a un pasajero, golpeándole
dos veces en la cara con el puño cerrado y empujándole, sin que conste que el viajero hubiere acometido
físicamente contra el trabajador; sin que tampoco se haya aportado ningún otro elemento probatorio que
permita considerar que el viajero había insultado verbalmente al actor; y sin que el parte de asistencia al día
siguiente en los servicios médicos de la Mutua revele ningún tipo de lesión, erosión o herida que pudiere
atribuirse a una posible agresión del pasajero, sino que tan solo refleja que el actor manifiesta dolor en la
mano y antebrazo, que como bien dice la sentencia, puede perfectamente imputarse a los propios puñetazos
que propinó al pasajero.
Siendo incluso que en el proceso penal se condenó al recurrente por lesiones al pasajero, con
absolución de este último, en sentencia que ha sido ya confirmada por la audiencia provincial.
Como bien se dice en la sentencia, aun cuando el recurrente pudiere haber recibido hipotéticamente
algún tipo de insulto o amenaza verbal de parte del pasajero, su agresiva reacción es manifiestamente
desproporcionada, e injustificablemente violenta, tratándose de un profesional de la seguridad privada que está
obligado a mantener la calma para controlar este tipo de situaciones que pueden producirse ordinariamente
en su actividad laboral, cuando la grabación de imágenes no demuestra que ni tan siquiera hubiere existido
una posible agresión física previa del pasajero en cuestión.
Y no se trata de que el vigilante de seguridad dejé de cumplir con su trabajo, si es que el pasajero había
subido al tren sin billete, sino de que lo haga de forma responsable, profesional y proporcionada en función
de las circunstancias del caso.
Lo que desde luego no sucede en el presente supuesto, en el que no hay ningún elemento que pudiere
justificar de ninguna forma la violenta actuación del actor.
Se solicita finalmente en el recurso la aplicación de la doctrina gradualista, con el argumento de que
se trata de un incidente aislado y fruto de un momento de ofuscación del recurrente en el contexto de
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una acalorada discusión, pero se olvida que no estamos ante el típico supuesto de peleas y disputas entre
compañeros de trabajo, sino ante la agresión de un vigilante de seguridad a un cliente de la empresa principal,
con la gravísima repercusión que esto tiene en la imagen y prestigio público no solo de su propia empresa,
sino también de la principal que ha subcontratad sus servicios, cuya continuidad puede quedar comprometida
para el futuro con este tipo de actuaciones de los trabajadores.
Por otra parte, tampoco estamos ante la típica situación en la que la disputa con un cliente se genere
en el contexto de una prestación laboral ordinaria, sino que el trabajo del actor como vigilante de seguridad,
consiste precisamente en la adecuada gestión y control de este tipo de incidentes, poniendo sosiego y
tranquilidad para su pacífica resolución.
Si resulta ser que el vigilante de seguridad es el agresor, cuando no es de apreciar una actuación
por parte del ciudadano agredido que pudiere justificar mínimamente la reacción tan violenta del trabajador
despedido, estamos ante uno de los más graves incumplimientos de las obligaciones contractuales en el
que pueden incurrir los trabajadores de este sector de actividad, en la medida en que significa un enorme
menosprecio por los clientes, comprometiendo las relaciones comerciales de su empresa con el empresario
principal para el que se presta el servicio, a la vez que pone de manifiesto un abuso de autoridad que por su
enorme gravedad merece sin duda la sanción de despido.
Debemos ratificar en sus términos la sentencia que acertadamente califica el despido como procedente.
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente
aplicación,
FALLAMOS
Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por Emilio contra la
Sentencia de fecha 13 de febrero de 2015, dictada por el Juzgado de lo Social 1 de los de Barcelona , en el
procedimiento número 40/2014, seguido en virtud de demanda de despido formulada por el recurrente frente
a SEGURIDAD L.P.M SL, siendo parte el Ministerio Fiscal y Fondo de Garantía Salarial , y en consecuencia,
debemos confirmar y confirmamos dicha resolución en todas sus partes.
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña,
y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente
libro de sentencias.
Una vez adquiera firmeza la presente sentencia se devolverán los autos al Juzgado de instancia para
su debida ejecución.
La presente resolución no es firme y contra la misma cabe Recurso de Casación para la Unificación de
Doctrina para ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo. El recurso se preparará en esta Sala dentro de
los diez días siguientes a la notificación mediante escrito con la firma de Letrado debiendo reunir los requisitos
establecidos en el Artículo 221 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social .
Asímismo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 229 del Texto Procesal Laboral, todo el que
sin tener la condición de trabajador o causahabiente suyo o beneficiario del régimen público de la Seguridad
Social o no goce del beneficio de justicia gratuita o no se encuentre excluido por el artículo 229.4 de la Ley
Reguladora de la Jurisdicción Social , depositará al preparar el Recurso de Casación para la Unificación de
Doctrina, la cantidad de 600 euros en la cuenta de consignaciones que tiene abierta esta Sala, en BANCO
SANTANDER, Oficina núm. 6763, sita en Ronda de Sant Pere, nº 47, cuenta Nº 0937 0000 66, añadiendo a
continuación seis dígitos. De ellos los cuatro primeros serán los correspondientes al número de rollo de esta
Sala y dos restantes los dos últimos del año de dicho rollo, por lo que la cuenta en la que debe ingresarse
se compone de 16 dígitos.
La consignación del importe de la condena, cuando así proceda, se realizará de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 230 la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social , con las exclusiones indicadas en
el párrafo anterior, y se efectuará en la cuenta que esta Sala tiene abierta en BANCO SANTANDER (oficina
indicada en el párrafo anterior), cuenta Nº 0937 0000 80, añadiendo a continuación seis dígitos. De ellos los
cuatro primeros serán los correspondientes al número de rollo de esta Sala y dos restantes los dos últimos
del año de dicho rollo, por lo que la cuenta en la que debe ingresarse se compone de 16 dígitos. La parte
recurrente deberá acreditar que lo ha efectuado al tiempo de preparar el recurso en esta Secretaría.
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Podrá sustituirse la consignación en metálico por el aseguramiento de la condena por aval solidario
emitido por una entidad de crédito dicho aval deberá ser de duración indefinida y pagadero a primer
requerimiento.
Para el caso que el depósito o la consignación no se realicen de forma presencial, sino mediante
transferencia bancaria o por procedimientos telemáticos, en dichas operaciones deberán constar los siguientes
datos:
La cuenta bancaria a la que se remitirá la suma es IBAN ES 55 0049 3569 920005001274. En el campo
del "ordenante" se indicará el nombre o razón social de la persona física o jurídica obligada a hacer el ingreso
y el NIF o CIF de la misma. Como "beneficiario" deberá constar la Sala Social del TSJ DE CATALUÑA.
Finalmente, en el campo "observaciones o concepto de la transferencia" se introducirán los 16 dígitos indicados
en los párrafos anteriores referidos al depósito y la consignación efectuados de forma presencial.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Publicación.- La anterior sentencia ha sido leida y publicada en el día de su fecha por el Ilmo. Sr.
Magistrado Ponente, de lo que doy fe.
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