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TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MADRID
Sentencia 270/2013, de 5 de abril de 2013
Sala de lo Social
Rec. n.º 86/2013
SUMARIO:
Sentencia. Rectificación de errores materiales. Corrección en sentencia firme -tres años después de
haberse dictado- de un error aritmético atinente a la cuantía de la indemnización por despido
improcedente. Cabe la corrección mediante auto. El montante de la indemnización por despido
improcedente está tasado legalmente y gira en torno a dos parámetros: el tiempo de prestación de
servicios, de un lado, y el importe del salario regulador, de otro, por lo que siempre que no intervengan
otros elementos valorativos, cualquier equivocación que se produzca en su cuantificación debe reputarse
necesariamente de aritmética. La jurisprudencia ha considerado como errores materiales manifiestos
aquellos cuya corrección no implica un juicio valorativo, ni exige operaciones de calificación jurídica o
nuevas y distintas apreciaciones de la prueba, ni supone resolver cuestiones discutibles u opinables, por
evidenciarse el error directamente al deducirse, con toda certeza, del propio texto de la resolución judicial,
sin necesidad de hipótesis, deducciones o interpretaciones.
PRECEPTOS:
Ley Orgánica 6/1985 (LOPJ), art. 267.
PONENTE:
Don Juan Miguel Torres Andrés.
NIG : 28.079.34.4-2013/0058522
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MADRID
SALA DE LO SOCIAL - SECCIÓN PRIMERA
Recurso número: 86/13
Sentencia número: 270/13
K
Ilmo. Sr. D. JUAN MIGUEL TORRES ANDRÉS
Ilmo. Sr. D. IGNACIO MORENO GONZÁLEZ ALLER
Ilma. Sra. Dª. MARÍA JOSÉ HERNÁNDEZ VITORIA
En la Villa de Madrid, a CINCO DE ABRIL DE DOS MIL TRECE, habiendo visto en recurso de suplicación
los presentes autos la Sección Primera de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid,
compuesta por los Ilmos. Sres. citados, de acuerdo con lo prevenido en el artículo 117.1 de la Constitución
española de 27 de diciembre de 1.978,
EN NOMBRE DE S.M. EL REY
Y POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE
EL PUEBLO ESPAÑOL
ha dictado la siguiente
SENTENCIA
En el recurso de suplicación número 86/13 formalizado por el Sr/a. Letrado/a Dª. Teresa Aguirre García,
en nombre y representación de Dª Estela contra el auto del Juzgado de lo Social núm. 23 de los de MADRID de
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fecha 21 de mayo de 2.012, dictado en el procedimiento núm. 711/09, por el que se rectificó determinado error
aritmético referido a la cuantificación de la indemnización por despido improcedente que luce en la parte
dispositiva de la sentencia de 20 de julio de 2.009, seguido a instancia de la recurrente, contra la empresa
SOLUTIO OUTSOURCING, S.L., en materia de despido, siendo Magistrado-Ponente el Ilmo. Sr. D. JUAN
MIGUEL TORRES ANDRÉS, y deduciéndose de las actuaciones habidas los siguientes
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero.
Según consta en los autos, se presentó demanda por la citada parte actora contra la mencionada parte
demandada, siendo turnada para su conocimiento y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, tras
los pertinentes actos procesales de tramitación dictó auto.
Segundo.
En dicho auto recurrido en suplicación se consignaron los siguientes antecedentes de hecho
PRIMERO. En este procedimiento se ha dictado sentencia en fecha 20.07.09 que ha sido notificada a las
partes litigante.
SEGUNDO. En la referida resolución figura el siguiente párrafo: "..debía declarar como así declaro la
improcedencia del despido de que fue objeto la demandante y condeno a la empresa demandada a que a su libre
opción proceda a readmitir a la actora en su puesto de trabajo o alternativamente abonarle la cantidad de
15.177,60 euros, en concepto de indemnización..."
TERCERO. La mercantil SOLUTIO OUTSURCING SL en fecha 13.04.12 ha solicitado la aclaración de la
misma en el siguiente sentido: rectificar el error aritmético cometido en el fallo de dicha sentencia, al indicar que el
importe en concepto de indemnización por despido improcedente es 15.177,60 euros, siendo el importe correcto
de dicha indemnización 2.937,60 euros.
Tercero.
En dicha auto recurrido en suplicación se emitió el siguiente fallo o parte dispositiva:
"1- Estimar la solicitud de SOLUTIO OUTSOURCING SL de rectificación aritmética de la sentencia dictada
en este procedimiento con fecha 20.07.09 en el sentido que se indica a continuación.
En el párrafo primero del FALLO de la sentencia debe decir "... y condeno a la empresa demandada a que
a su libre opción proceda a readmitir a la actora en su puesto de trabajo o alternativamente abonarle la cantidad
de 2.937,60 euros, en concepto de indemnización..."
2- Incorporar esta resolución al Libro que corresponda y llevar testimonio a los autos principales."
Cuarto.
Frente a dicho auto se anunció recurso de suplicación por la parte demandante, formalizándolo
posteriormente; tal recurso fue objeto de impugnación por la contraparte.
Quinto.
Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales, en unión de la pieza separada de
recurso de suplicación, a esta Sala de lo Social de Madrid, tuvieron los mismos entrada en esta Sección Primera
en fecha 10 de enero de 2013 dictándose la correspondiente y subsiguiente providencia para su tramitación en
forma.
Sexto.
Nombrado Magistrado-Ponente, se dispuso el pase de autos al mismo para su conocimiento y estudio en
20 de marzo de 2013, señalándose el día 3 de abril de 2013 para los actos de votación y fallo.
Séptimo.
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En la tramitación del presente recurso de suplicación no se ha producido ninguna incidencia
A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de Sala los siguientes
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero.
Se alza en suplicación la actora contra el auto del Juzgado de instancia de fecha 21 de mayo de 2.012,
cuya parte dispositiva reza de este tenor: "1- Estimar la solicitud de SOLUTIO OUTSOURCING SL de rectificación
aritmética de la sentencia dictada en este procedimiento con fecha 20.07.09 en el sentido que se indica a
continuación. En el párrafo primero del FALLO de la sentencia debe decir '... y condeno a la empresa demandada
a que a su libre opción proceda a readmitir a la actora en su puesto de trabajo o alternativamente abonarle la
cantidad de 2.937,60 euros, en concepto de indemnización...' 2- Incorporar esta resolución al Libro que
corresponda y llevar testimonio a los autos principales" . Para ello, instrumenta un único motivo, con adecuado
encaje procesal y ordenando al examen del derecho aplicado en la resolución combatida, en el que denuncia
como infringido el artículo 236, sin más precisiones, de la Ley 36/2.011, de 10 de octubre, Reguladora de la
Jurisdicción Social, en relación con el 293.1 f) de la Ley Orgánica del Poder Judicial .
Segundo.
Desde ya, podemos anticipar que el motivo claudica. Nos explicaremos. Todo su discurso argumentativo
estriba en que, según la recurrente, el auto de rectificación de errores materiales o aritméticos frente al que se alza
no pudo variar el importe de la indemnización por despido improcedente fijada en la sentencia firme recaída en
autos el 20 de julio de 2.009, para lo que da a entender que, a tal fin, la empresa debió acudir en todo caso a la
reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración de Justicia por haberse producido lo que no duda
en calificar como un error judicial susceptible de indemnización, tesis que carece de la más mínima consistencia.
Tercero.
Previamente, reseñar los presupuestos facticos más relevantes para la suerte del recurso, que pueden
resumirse así: Como consecuencia del cese de la demandante que la empresa le notificó el 1 de abril de 2.009, lo
que tuvo lugar, como pone de relieve el hecho probado tercero de la sentencia de instancia, merced a "carta
fechada, el 30 de marzo de 2009, comunicándole la extinción de su contrato de trabajo por el motivo de no haber
superado el periodo de prueba", se dictó sentencia por el Juzgado de procedencia en 20 de julio del mismo año,
cuyo fallo dice así: "(...) estimando la demanda promovida por DÑA. Estela, frente a la empresa SOLUTIO
OUTSOURCING S.L., debía declarar como así declaro la improcedencia del despido de que fue objeto la
demandante y condeno a la empresa demandada a que a su libre opción proceda a readmitir a la actora en su
puesto de trabajo o alternativamente abonarle la cantidad de 15.177,60 euros, en concepto de indemnización,
opción que deberá ejercitar en el plazo de cinco días desde la notificación de la sentencia, por escrito o mediante
comparecencia ante este Juzgado, con la advertencia que de no optar expresamente dentro del ese plazo se
entenderá que procede obligatoriamente la readmisión, con abono en ambos casos, sea cual sea el sentido de la
opción, de la cantidad de 14.361,60 euros, en concepto de salarios de tramitación devengados hasta la fecha, más
a abonar un haber diario de 130,56 euros, desde la fecha, hasta que se notifique la presente resolución", que fue
recurrida en suplicación por la referida mercantil.
Cuarto.
Con tal motivo, se dictó sentencia por esta misma Sección en 30 de abril de 2.010, en el recurso n.º
534/10, en la que se dispuso: "Desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por la empresa SOLUTIO
OUTSOURCING, S.L., contra la sentencia dictada en 20 de julio de 2.009 por el Juzgado de lo Social núm. 23 de
los de MADRID, en los autos núm. 711/09, seguidos a instancia de DOÑA Estela, contra la parte recurrente, en
materia de despido y, en su consecuencia, debemos confirmar y confirmamos en su integridad la resolución
judicial recurrida. Se decreta la pérdida del depósito que dicha empresa constituyó como requisito de
procedibilidad de la suplicación, al que se dará el destino legal, así como de la consignación del importe de la
condena. Se imponen las costas causadas a la recurrente, que incluirán la minuta de honorarios de la Letrada
impugnante, que la Sala fija en 500 euros (QUINIENTOS EUROS)", la cual fue declarada firme en auto de la Sala
Cuarta del Tribunal Supremo de 8 de marzo de 2.011, en el que, a la postre, se inadmitió el recurso de casación
para la unificación de doctrina que la demandada había interpuesto contra ella (recurso n.º 2.331/10).
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Quinto.
Después, tanto la certificación de las resoluciones judiciales citadas, como los autos de su razón, se
recibieron en el Juzgado de instancia el 24 de junio de 2.011, habiéndose acordado practicar la diligencia de
liquidación de intereses y costas, lo que dio pie a que la demandada se opusiera a ello en escrito formulado el 28
de diciembre siguiente, haciendo constar que se había producido un error material en el cálculo de la
indemnización legal por despido improcedente que luce en la parte dispositiva de la sentencia de instancia, lo que,
tras diversos avatares procesales, iteró en escrito presentado el 13 de abril de 2.012, cuestión de la que,
precisamente, trae causa el auto de rectificación de errores aritméticos y materiales de 21 de mayo del pasado
año frente al que se alza quien ahora recurre, al haber cifrado, de nuevo, su importe en 2.937,60 euros, en lugar
del inicialmente establecido de 15.177,60 euros, para lo que el Juez a quo razona: "(...) en este caso vista la
aclaración solicitada procede acceder a la misma por cuanto que existe un error aritmético en el cálculo de la
indemnización, el cálculo se realizó tomando como fecha de alta de la actora en la empresa el día 01.10.06,
siendo la correcta el día 01.10.08 (ver anexo I)", que, efectivamente, es la que aparece reflejada en el hecho
primero de la demanda rectora de autos y, asimismo, en igual ordinal de la versión judicial de los hechos de la
sentencia dictada por el Juzgado el 20 de julio de 2 . 009.
Sexto.
La cuestión radica, pues, en dirimir si estamos ante un verdadero error aritmético y, de ser así, si es
posible que casi tres años después de la sentencia de constante cita, que ganó firmeza tras ser rechazada por
esta Sala la suplicación entablada contra ella en la suya de 30 de abril de 2.010, y ser inadmitida por la Sala
Cuarta del Tribunal Supremo la casación unificadora preparada por la empresa contra esta última en auto de 8 de
marzo de 2.011, cabe que se corrija el error detectado mediante auto de rectificación de errores materiales y
aritméticos. Entiende la actora que lo anterior no es posible, debiendo, en su opinión, haber acudido la demandada
a la reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración de Justicia por error judicial, conceptos
jurídicos que difieren entre sí y, mucho más, del error aritmético. Una precisión previa: el auto impugnado tiene
acceso a la suplicación al formar parte integrante de la sentencia de despido dictada en la instancia, tal como
previene el artículo 214.4 de la Ley de Ritos Civil, a cuyo tenor: "(...) No cabrá recurso alguno contra la resolución
que decida sobre la aclaración o corrección, sin perjuicio de los recursos que procedan, en su caso, contra la
resolución a la que se refiera la solicitud o actuación de oficio".
Séptimo.
Pues bien, los otros tres apartados del referido artículo 214 disponen: "1. Los tribunales no podrán variar
las resoluciones que pronuncien después de firmadas, pero sí aclarar algún concepto oscuro y rectificar cualquier
error material de que adolezcan . 2. Las aclaraciones a que se refiere el apartado anterior podrán hacerse de
oficio, por el Tribunal o Secretario judicial, según corresponda, dentro de los dos días hábiles siguientes al de la
publicación de la resolución, o a petición de parte o del Ministerio Fiscal formulada dentro del mismo plazo, siendo
en este caso resuelta por quien hubiera dictado la resolución de que se trate dentro de los tres días siguientes al
de la presentación del escrito en que se solicite la aclaración. 3. Los errores materiales manifiestos y los
aritméticos en que incurran las resoluciones de los Tribunales y Secretarios Judiciales podrán ser rectificados en
cualquier momento " (los énfasis son nuestros), lo que despeja una de las dudas planteadas, tratándose de
mandatos que repiten los apartados 1 a 3 del artículo 267 de la Ley Orgánica del Poder Judicial .
Octavo.
La otra, esto es, si se trata de un error aritmético, o no, debe recibir igualmente respuesta afirmativa, ya
que el montante de la indemnización por despido improcedente está tasado legalmente, y gira en torno a dos
parámetros: el tiempo de prestación de servicios, de un lado, y el importe del salario regulador, de otro, por lo que
siempre que no intervengan otros elementos valorativos, lo que no ocurre en este caso, cualquier equivocación
que se produzca en su cuantificación debe reputarse necesariamente de aritmética. Nótese que nadie cuestiona la
antigüedad de la demandante, que data de 1 de octubre de 2.008, ni que el despido le fue notificado por su
empleador en 1 de abril de 2.009, así como que el salario regulador diario asciende a 130,56 euros, extremos que
tampoco las partes discutieron en suplicación.
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Noveno.
Como decíamos en nuestra sentencia de 30 de abril de 2.010 que rechazó el recurso de suplicación
interpuesto por la empresa Solutio Outsourcing, S.L. contra la de instancia de 20 de julio de 2.009: "(...) En
resumen, la estimación de la demanda obedeció a dos razones: una, porque el plazo de seis meses pactado como
período de prueba en el contrato individual de trabajo indefinido y a tiempo completo que las partes suscribieron
en 1 de octubre de 2.008, con vigencia desde este mismo día, contrariaba, según el Juzgador, los términos en que
esa figura jurídica aparece regulada en el Convenio Colectivo aplicable, al que luego volveremos; y la otra, porque,
aunque fuese correcta la duración de seis meses convenida, cuando la empresa notificó a la demandante la
extinción de su contrato de trabajo por no haber superado el período de prueba, ya había transcurrido el plazo
fijado".
Décimo.
Sentado canto antecede, y en el sentido apuntado de que el auto recurrido no entraña ataque de ninguna
clase al principio de intangibilidad de las sentencias judiciales, insistir en que se trata de la mera corrección de un
error aritmético atinente a la cuantía de la indemnización por despido improcedente, el cual se obtiene de aplicar
unos parámetros de cómputo definidos legalmente y, en este caso, no puestos en duda, y que, a la sazón del cese
de la recurrente, no eran otros que los que contemplaba el artículo 56.1 a) del Texto Refundido de la Ley del
Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1.995 de 24 de marzo, en redacción
entonces en vigor o, lo que es lo mismo, 45 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los
períodos de tiempo inferiores a un año, y hasta un máximo de cuarenta y dos mensualidades.
Undecimo.
En este sentido, citar la sentencia del Tribunal Constitucional 216/2.001, de 29 de octubre, que, en lo que
aquí interesa, señala: "(...) Delimitada en los términos expuestos la cuestión suscitada por la presente demanda de
amparo, es preciso traer a colación la reiterada doctrina de este Tribunal, que constituye ya un cuerpo
jurisprudencial consolidado, sobre el derecho a la intangibilidad, invariabilidad o inmodificabilidad de las
resoluciones judiciales como vertiente del derecho a la tutela judicial efectiva, recogida, entre las más recientes, en
las SSTC 69/2000, de 13 de marzo ; 159/2000, de 12 de junio ; 262/2000, de 30 de octubre ; 286/2000, de 27 de
noviembre ; 59/2001, de 26 de febrero ; 140/2001, de 18 de junio . a) Aunque la protección de la integridad de las
resoluciones judiciales firmes se conecta dogmáticamente con el principio de seguridad jurídica que nuestra
Constitución protege en su art. 9.3, que no se ha erigido por el texto constitucional en derecho fundamental de los
ciudadanos, ni se ha otorgado respecto a él la vía del amparo constitucional, existe una innegable conexión entre
la inmodificabilidad de las resoluciones judiciales y el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva del art. 24.1
CE, pues si éste comprende la ejecución de los fallos judiciales, su presupuesto lógico ha de ser el principio de la
inmodificabilidad de las resoluciones judiciales firmes, que así entra a formar parte de las garantías que el art. 24.1
CE consagra ( SSTC 119/1988, de 4 de junio ; 23/1996, de 13 de febrero )", añadiendo a renglón seguido: "(...) El
derecho a la tutela judicial efectiva asegura, por tanto, a los que son o han sido parte en el proceso que las
resoluciones judiciales dictadas en el mismo no pueden ser alteradas o modificadas fuera de los cauces legales
previstos para ello, de modo que, si el órgano judicial las modificara fuera del correspondiente recurso, establecido
al efecto por el legislador, quedaría asimismo vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva, puesto que la
protección judicial carecería de eficacia, si se permitiese reabrir un proceso ya resuelto por Sentencia firme. De
esta manera el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en el art. 24.1 CE actúa como límite, que impide a
los Jueces y Tribunales variar o revisar las resoluciones judiciales definitivas y firmes al margen de los supuestos y
casos taxativamente previstos por la Ley, incluso en la hipótesis de que con posterioridad entendiesen que la
decisión judicial no se ajusta a la legalidad ( SSTC 119/1988, de 4 de junio ; 231/1991, de 10 de diciembre ;
19/1995, de 24 de enero ; 48/1999, de 22 de marzo ; 218/1999, de 13 de marzo ; 111/2000, de 5 de mayo ;
262/2000, de 30 de octubre ; 286/2000, de 27 de noviembre ; 140/2001, de 18 de junio )".
Duodecimo.
Más adelante, pone de relieve: "(...) b) El principio de invariabilidad o inmodificabilidad de las resoluciones
judiciales opera, como es evidente, más intensa y terminantemente en los supuestos de resoluciones firmes que
en aquellos otros en los que el ordenamiento procesal ha previsto específicos medios o cauces impugnatorios que
permiten su variación o revisión. En este sentido el legislador ha arbitrado con carácter general en el art. 267
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LOPJ, y, por lo que al orden jurisdiccional civil se refiere para el caso que nos ocupa, en el art. 363 LECiv de 1881,
un mecanismo excepcional que posibilita que los órganos judiciales aclaren algún concepto oscuro, suplan
cualquier omisión o corrijan algún error material deslizado en sus resoluciones definitivas, mecanismo que ha de
entenderse limitado a la función específica reparadora para la que se ha establecido. Esta vía aclaratoria, como el
Tribunal Constitucional tiene declarado en reiteradas ocasiones, es plenamente compatible con el principio de
invariabilidad o inmodificabilidad de las resoluciones judiciales, puesto que, en la medida en que éste tiene su
base y es una manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva, y, a su vez, un instrumento para garantizar el
derecho a la tutela judicial efectiva, no integra este derecho el beneficiarse de oscuridades, omisiones o errores
materiales que con toda certeza pueden deducirse del propio texto de la resolución judicial ( SSTC 380/1993, de
20 de diciembre ), aunque tal remedio procesal no permite, sin embargo, alterar sus elementos esenciales,
debiendo atenerse siempre el recurso de aclaración, dado su carácter excepcional, a los supuestos taxativamente
previstos en la LOPJ y limitarse a la función específica reparadora para la que se ha establecido ( SSTC 119/1988,
de 20 de junio ; 19/1995, de 24 de enero ; 82/1995, de 5 de julio ; 180/1997, de 27 de octubre ; 48/1999, de 22 de
marzo ; 112/1999, de 14 de junio )" (las negritas son nuestras).
Decimotercero.
Y finaliza así: "(...) En este sentido conviene recordar que en la regulación del art. 267 LOPJ coexisten dos
regímenes distintos: de un lado, la aclaración propiamente dicha, referida a aclarar algún concepto oscuro o suplir
cualquier omisión que contengan las Sentencias y Autos definitivos (apartado 1); y, de otro, la rectificación de
errores materiales manifiestos y los aritméticos (apartado 2; SSTC 28/1999, de 8 de marzo ; 112/1999, de 14 de
junio ; 69/2000, de 13 de marzo ; 111/2000, de 5 de mayo ; 262/2000, de 30 de octubre ; 286/2000, de 27 de
noviembre ; 59/2001, de 26 de febrero ; 140/2001, de 18 de junio. c ) En relación con las concretas actividades de
'aclarar algún concepto oscuro' o de 'suplir cualquier omisión', que son los supuestos contemplados en el art.
267.1 LOPJ, este Tribunal tiene declarado que son las que menos dificultades prácticas plantean, pues por
definición no deben suponer cambio de sentido y espíritu del fallo, ya que el órgano judicial, al explicar el sentido
de sus palabras, en su caso, o al adicionar al fallo lo que en el mismo falta, en otro, está obligado a no salirse del
contexto interpretativo de lo anteriormente manifestado o razonado ( SSTC 23/1994, de 27 de enero ; 82/1995, de
5 de junio ; 23/1996, de 13 de febrero ; 140/2001, de 18 de junio ). Por lo que se refiere a la rectificación de los
errores materiales manifiestos, ha considerado como tales aquellos errores cuya corrección no implica un juicio
valorativo, ni exige operaciones de calificación jurídica o nuevas y distintas apreciaciones de la prueba, ni supone
resolver cuestiones discutibles u opinables, por evidenciarse el error directamente al deducirse, con toda certeza,
del propio texto de la resolución judicial, sin necesidad de hipótesis, deducciones o interpretaciones ( SSTC
231/1991, de 10 de diciembre ; 142/1992, de 13 de octubre ). Asimismo ha declarado que la corrección del error
material entraña siempre algún tipo de modificación, en cuanto la única manera de rectificar o subsanar alguna
incorrección es cambiando los términos expresivos del error, de modo que en tales supuestos no cabe excluir
cierta posibilidad de variación de la resolución judicial aclarada, si bien la vía de la aclaración no puede utilizarse
como remedio de la falta de fundamentación jurídica, ni tampoco para corregir errores judiciales de calificación
jurídica o subvertir las conclusiones probatorias previamente mantenidas, resultando igualmente inadecuada para
anular y sustituir una resolución judicial por otra de signo contrario, salvo que excepcionalmente el error material
consista en un mero desajuste o contradicción patente e independiente de cualquier juicio valorativo o apreciación
jurídica entre la doctrina establecida en sus fundamentos jurídicos y el fallo de la resolución judicial ( SSTC
23/1994, de 27 de enero ; 19/1995, de 24 de enero ; 82/1995, de 5 de junio ; 48/1999, de 22 de marzo ; 218/1999,
de 29 de noviembre ). No puede descartarse, pues, en tales supuestos 'la operatividad de este remedio procesal
aunque comporte una revisión del sentido del fallo, si se hace evidente, por deducirse con toda certeza del propio
texto de la Sentencia, sin necesidad de hipótesis, deducciones o interpretaciones, que el órgano judicial
simplemente se equivocó al trasladar el resultado de su juicio al fallo' (STC 19/1995). En esta línea el Tribunal
Constitucional ha señalado más recientemente que cuando el error material que conduce a dictar una resolución
equivocada sea un error grosero, manifiesto, apreciable desde el texto de la misma sin necesidad de realizar
interpretaciones o deducciones valorativas, deducible a simple vista, en definitiva, si su detección no requiere
pericia o razonamiento jurídico alguno, el órgano judicial puede legitimar y excepcionalmente proceder a la
rectificación 'ex' art. 267 LOPJ, aun variando el fallo" (los énfasis continúan siendo nuestros).
Decimocuarto.
Dicho esto, el auto de rectificación frente al que se alza la recurrente, por mucho que modifique el importe
de la indemnización por despido improcedente que luce en la parte dispositiva de la sentencia de instancia, no
incurre en exceso o extralimitación de ninguna clase en cuanto a la viabilidad de este medio de corrección en
casos como el actual, habida cuenta que la declaración de improcedencia del despido que fue notificado a la
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demandante el 1 de abril de 2.009 sigue incólume, al igual que las consecuencia legales derivadas de dicha
calificación, esto es, las contempladas en el artículo 56.1 del Estatuto de los Trabajadores en redacción entonces
en vigor. Lo único que sucede es que al computar los parámetros de cálculo previstos legalmente, es decir, el
salario regulador del despido y el tiempo de prestación de servicios, no obstante constar en el ordinal primero del
relato fáctico de la resolución recurrida, al igual que en el hecho primero de la demanda, que la antigüedad de la
trabajadora databa de 1 de octubre de 2.008, el iudex a quo erró tomando en consideración otra, o sea, la de 1 de
octubre de 2.006, de lo que se sigue que la rectificación de la suma dineraria resultante no sea sino pura
corrección de un error material, que no conceptual, ni valorativo, que acabó siendo aritmético, lo que nada tiene
que ver con el error judicial ni con la responsabilidad patrimonial a que se refiere la recurrente como títulos
habilitantes de su tesis, que en este supuesto en modo alguno concurren y se revelan, además, como un auténtico
dislate jurídico.
Decimoquinto.
Para terminar, el hecho de que el monto de la condena que la empresa consignó judicialmente como
requisito de procedibilidad de la suplicación abarcase la totalidad de la indemnización fijada inicialmente en el fallo
de la sentencia de instancia no puede servir para enervar cuanto acabamos de razonar, pues en aquel entonces
ninguno de los litigantes o, por lo menos, la demandada, se había percatado del error de cálculo producido a la
hora de cifrar la indemnización por despido improcedente, lo que es corregible "en cualquier momento". Por tanto,
este único motivo se rechaza y, con él, el recurso en su integridad, y sin que haya lugar, por último, a la imposición
de costas dada la condición laboral con que litiga la recurrente.
VISTOS los anteriores, y obligados por el artículo 120.3 de la Constitución española de 27 de diciembre de
1.978, razonamientos y argumentos, así como los mencionados preceptos y los demás de general y debida
aplicación, los Ilmos. Sres. Magistrados referenciados en el encabezamiento de esta sentencia, previos los actos
de dación de cuenta por quien de ellos fue designado Ponente, y conjuntas deliberación, votación y fallo,
FALLAMOS
Desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por DOÑA Estela, contra el auto del Juzgado de lo
Social núm. 23 de los de MADRID de fecha 21 de mayo de 2.012, dictado en el procedimiento núm. 711/09, por el
que se rectificó determinado error aritmético referido a la cuantificación de la indemnización por despido
improcedente que luce en la parte dispositiva de la sentencia de 20 de julio de 2.009, seguido a instancia de la
recurrente, contra la empresa SOLUTIO OUTSOURCING, S.L., en materia de despido y, en su consecuencia,
debemos confirmar, como confirmamos, el auto recurrido. Sin costas.
Incorpórese el original de esta sentencia, por su orden, al Libro de Sentencias de esta Sección de Sala.
Expídanse certificaciones de esta sentencia para su unión a la pieza separada o rollo de suplicación, que
se archivará en este Tribunal, y a los autos principales.
Notifíquese la presente sentencia a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Hágaseles saber a los antedichos, sirviendo para ello esta misma orden, que contra la presente sentencia
pueden, si a su derecho conviene, interponer recurso de casación para la unificación de la doctrina, que ha de
prepararse mediante escrito presentado ante esta Sala de lo Social de Madrid dentro del improrrogable plazo de
los diez días laborales inmediatos siguientes a la fecha de notificación de esta sentencia de acuerdo con los
establecido, más en concreto, en los artículos 220, 221 y 230 de la LRJS .
Asimismo se hace expresa advertencia a todo posible recurrente en casación para unificación de esta
sentencia que no goce de la condición de trabajador o de causahabiente suyo o de beneficiario del Régimen
Público de la Seguridad Social o del beneficio reconocido de justicia gratuita, deberá acreditarse ante esta Sala al
tiempo de preparar el recurso el ingreso en metálico del depósito de 600 euros conforme al art. 229.1 b) de la
LRJS y la consignación del importe de la condena cuando proceda, presentando resguardos acreditativos de
haber efectuado ambos ingresos, separadamente, en la cuenta corriente número 2826000000 n.º recurso que esta
Sección Primera tiene abierta en el Banco Español Crédito, sucursal número 1026, sita en la calle Miguel Ángel
17, 28010 de Madrid, pudiéndose, en su caso, sustituir dicha consignación en metálico por el aseguramiento de
dicha condena mediante el correspondiente aval solidario de duración indefinida y pagadero a primer
requerimiento emitido por la entidad de crédito.
Se advierte, igualmente, a las partes que preparen recurso de casación para la unificación de doctrina
contra esta resolución judicial, que, según lo previsto en la Ley 10/2012, de 20 de noviembre, modificado por el
RDL 3/13, de 22 de febrero, por la que se regulan determinadas tasas en el ámbito de la Administración de
Justicia y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, con el escrito de interposición del recurso de
casación para la unificación de doctrina habrán de presentar justificante de pago de la tasa por el ejercicio de la
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potestad jurisdiccional a que se refiere dicha norma legal, siempre que no concurra alguna de las causas de
exención por razones objetivas o subjetivas a que se refiere la citada norma; tasa que se satisfará mediante
autoliquidación según las reglas establecidas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en la
Orden HAP/2662/2012, de 13 de diciembre.
Una vez adquiera firmeza la presente sentencia, devuélvanse los autos originales, para su debida
ejecución, al Juzgado de lo Social de su procedencia, dejando de ello debida nota en los Libros de esta Sección
de Sala.
Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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