Dividiendo la torta en Brasil: Distribución del Ingreso, Políticas Sociales y la Nueva Clase Media* Jens M. Arnold y João Jalles** La pobreza y la desigualdad han estado mejorando sustancialmente pero la desigualdad sigue siendo alta Un rasgo característico del progreso económico de Brasil desde la estabilización económica en la década del noventa es su dimensión social. La desigualdad del ingreso, que ha sido relativamente alta, ha tenido una marcada tendencia bajista a fines de la década del noventa, como lo evidencia la declinación de una medida común de desigualdad, el coeficiente Gini (Gráfico 1). Entre 1997 y 2011, la * Este trabajo fue publicado originalmente por la OCDE en inglés bajo el título: “Dividing the Pie in Brazil: Income Distribution, Social Policies and the New Middle Class”, OECD Economics Department Working Papers, No. 1105. Una versión de este documento apareció originalmente como Capítulo 2 en la Encuesta Económica de Brasil 2013 de la OCDE publicada en octubre de 2013 bajo la autorización del Comité de Revisión Económica y de Desarrollo. © 2014 OECD. Todos los derechos reservados. © 2014 Asociación Internacional de Presupuesto Público – ASIP, Argentina para su versión publicada en español. La calidad de la traducción y su coherencia respecto al texto en el idioma original son de única responsabilidad del (os) autor(es) de la traducción. En el caso de cualquier discrepancia entre el trabajo original y la traducción, el texto original debe prevalecer. ** Jens Arnold es Responsable de la sección Brasil/Portugal en el Departamento de Economía de la OCDE, João Jalles fue economista en la sección. Los autores agradecen a Pierre Beynet, Stijn Broecke, Christian Daude, Andrew Dean, Luiz de Mello, Robert Ford, Horacio Levy, Yuki Murakami, Marcelo Neri, Ricardo Paes de Barros, Michael Schoenstein, Richard Yelland, Felix Zimmerman y a los diversos funcionarios del gobierno por las valiosas discusiones, comentarios y sugerencias sobre borradores anteriores. Un especial agradecimiento para Anne Legendre por la asistencia estadística y a Sylvie Ricordeau por la asistencia editorial. 59 60 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... Gráfico 1 Desigualdad y pobreza a lo largo del tiempo 61 Gráfico 2 Crecimiento del ingreso real anual promedio 2003-11 por deciles Como porcentaje 35 0.62 30 0.6 12 12 25 0.58 10 10 20 0.56 0.54 8 8 15 0.52 9 9 0.5 4 4 2 2 Pobreza absoluta (por debajo de US$ 2 por día, escala izquierda) Pobreza relativa (por debajo del 50% del ingreso medio, escala izquierda) Coeficiente de GINI (escala derecha) 10 5 0.48 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 0 Cómo leer este gráfico: El número de personas bajo pobreza absoluta se refiere al porcentaje de población con ingreso hogareño per cápita por debajo de la línea de extrema pobreza fijada en las Metas de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas (US$ 2 por día). Pobreza relativa es el porcentaje de la población con ingreso per cápita por debajo del 50% en el ingreso medio. El coeficiente de Gini mide la desigualdad de distribución en una escala de entre 0 y 1, representando los valores más altos más desigualdad en el ingreso. 0 3 4 5 6 7 8 9 10 (Más ricos) Fuente: IPEA (2012) Gráfico 3 Desigualdad del ingreso en comparación internacional Coeficiente de Gini, último año disponible Fuente: IPEA. 0.7 0.7 0.6 0.6 0.5 0.5 0.4 0.4 0.3 0.3 0.2 0.2 0.1 0.1 0 0 Islandia Eslovenia Noruega Dinamarca República Checa Finlandia República Eslovaca Bélgica Austria Suecia Luxemburgo Alemania Holanda Suiza Francia Polonia Nueva Zelanda Estonia Italia Canadá Irlanda Australia Japón Grecia España India Reino Unido Portugal Indonesia Israel Estados Unidos Federación Rusa China Argentina Uruguay México Perú Chile Costa Rica Paraguay BRASIL Colombia Sudáfrica desigualdad del ingreso disponible ha caído por encima del 12%, y está en la actualidad en su nivel más bajo desde que hubo datos disponibles en la década del sesenta. Estas dinámicas son particularmente impresionantes en el contexto internacional dado que dos tercios de los países en el mundo experimentaron un incremento en la desigualdad del ingreso a pesar del sólido crecimiento entre 1990 y 2005 (Naciones Unidas, 2012; OCDE, 2011d). Gran parte de la reducción de la desigualdad proviene de aumentos en los ingresos de los más pobres de Brasil. Las tasas de pobreza han caído visiblemente, en particular desde 2003, independientemente de la exacta definición de la línea de pobreza empleada. Usando la definición de extrema pobreza de las Naciones Unidas, el porcentaje de población que vive por debajo de los US$ 2 por día cayó del 23,2% al 5,9% entre 2002 y 2012 (Gráfico 1). En consecuencia, Brasil alcanzó los objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG) de reducir la extrema pobreza para 2015 a un tercio de su nivel de 1990 en 2007, ocho años antes de lo planeado. Los ingresos han crecido visiblemente más fuerte para los estratos de bajos ingresos que para la población próspera durante los últimos años, cre- 0 1 2 (Más pobres) Nota: El últmo año disponible es 2010 para la mayoría de los países, 2012 para Brasil. Fuente: Base de datos de la desigualdad de la OCDE excepto para países noOCDE para los cuales la fuente es el Banco Mundial (2013): Argentina, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Indonesia, India, Paraguay, Perú, Federación Rusa, Sudáfrica, Uruguay. El último año disponible es 2010 para la mayoría de los países. Para Brasil, la fuente es IPEA (2013). 62 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... ciendo los ingresos del decil más pobre 3 veces más rápido que los del decil más próspero (Gráfico 2). Pero a pesar de este progreso, queda mucho por hacer. Brasil tiene todavía uno de los niveles de desigualdad más altos del mundo (Gráfico 3) y llevaría por lo menos 20 años al ritmo corriente alcanzar los niveles de desigualdad de los Estados Unidos, que es una de las economías más desiguales de la OCDE (Lopez-Calva y Lustig, 2010). Si bien América Latina es en sí misma una región que se caracteriza en general por altos niveles de desigualdad, Brasil tiene uno de los niveles de desigualdad más altos incluso entre sus pares regionales. Sin embargo, la última década ha visto a Brasil convergiendo hacia el promedio regional, con la desigualdad declinando casi dos veces más rápido que en el promedio regional (Lopez-Calva y otros, 2011; Bianchi y otros, 2012). La pobreza es todavía más alta que en algunos países latinoamericanos, pero significativamente más baja que en varios países asiáticos (Gráfico 4). Gráfico 4 Pobreza en comparación internacional Porcentaje de la población con ingreso per cápita por debajo de US$ 2 por día, último año disponible 0 India 10 0 Indonesia 10 Sudáfrica 20 China 30 20 Colombia 30 Paraguay 40 Ecuador 50 40 Costa Rica 50 BRASIL 60 Turquía 60 Chile 70 Argentina 80 70 Uruguay 80 63 res se han referido a ella como la emergencia de una “nueva” clase media. Estos hogares están disfrutando ahora de posibilidades de consumo que van mucho más allá de la satisfacción de las necesidades básicas, y han dado un impulso sustancial al crecimiento del consumo agregado. Alrededor del 53% de la población posee ahora un trabajo formal, disfruta del acceso al crédito y ha adquirido un automóvil o motocicleta (Neri, 2011). Siguiendo las definiciones de clase estándar usadas en la literatura, el número de personas que pertenecen a la clase C –que representa a la clase media– ha aumentado de 66 millones a 115 millones desde 2003, mientras que las clases más bajas D y E han disminuido (Gráfico 5). En la clase con ingresos más bajos, la dinámica ascendente ha sido particularmente rápida (Neri, 2011). Al mismo tiempo, los movimientos de la clase media a la clase alta han sido considerablemente más lentos que los de la clase baja a la clase media (SAE, 2012). Gráfico 5 Distribución de la población por clases de ingreso en Brasil (en millones) 250 Definiciones de clase: Ingreso mensual de Clase hogares (2011 BRL) ––––––––––––––––––––––––– A: >9745 B: 7475-9745 C: 1734-7475 D: 1085-1734 E: <1084 ––––––––––––––––––––––––– 200 150 100 50 0 2003 2009 2011 2014 (proyección) Fuente: IBGE, IPEA, Neri (2011). Nota: El último año disponible es 2011 dependiendo del país, 2012 para Brasil. Fuente: Banco Mundial (2013), IPEA. La nueva clase media Un gran número de hogares pudo dejar la pobreza atrás, la clase media se ha expandido en forma tan fuerte que muchos observado- Las tendencias distributivas que experimentó Brasil están en línea con desarrollos en algunos otros países de América Latina, si bien el desempeño de Brasil es bastante notable incluso en una comparación regional. Usando precios ajustados según el poder adquisitivo en una moneda común, la comparación regional en el Panel A del Gráfico 5 muestra el peso de la clase media de Brasil -64% de la población- en 64 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... Gráfico 7 Características de las personas que ingresaron a la clase media Porcentaje de personas pertenecientes a un grupo socioeconómico que ha ingresado a la clase media entre 2002 y 2012 Gráfico 6 Comparación de crecimiento y tamaño de la clase media en América Latina A. Composición de clase en países latinoamericanos seleccionados en 2009, en paridad de poder adquisitivo de US$ 2005. 65 25 100 Clase alta (> US$ 50 por día) 90 80 70 Clase media alta (US$ 10 a 50 por día) 60 50 40 Clase media baja (US$ 4 a 10 por día) 30 20 Ecuador BRASIL Perú Colombia Argentina Chile México Paraguay Costa Rica Uruguay El Salvador 0 Rep. Dominicana 10 Pobres (< US$ 4 por día) B. Crecimiento de la clase media en países latinoamericanos seleccionados, 2000-2009. En paridad de poder adquisitivo de US$ 2005. 35 30 25 Clase media alta 20 Clase media baja 15 10 5 0 -5 Ecuador BRASIL Perú Colombia Argentina Chile México Paraguay Costa Rica Uruguay El Salvador Rep. Dominicana -10 Nota: En lugar de 2009, el valor respectivo para México se refiere a 2010. Para Brasil, 2000 fue interpolado de los dos años adyacentes. Fuente: Ferreira y otros (2012). la escala superior de países, aunque por debajo de Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay. Dado que los últimos datos disponibles son de 2009 para esta comparación, es probable que la posición de Brasil haya mejorado en relación con otros pares, dado el crecimiento particularmente rápido de la clase media (Gráfico 6, Panel B). Una mirada más cercana a las características de la gente que ha ingresado a la clase media sugiere que incluso miembros de grupos socioeconómicos que tradicionalmente han estado en desventaja tenían bastantes posibilidades de moverse hacia la clase media 20 15 10 5 0 Área rural Etnia Negra Escolaridad Trabajadores básica informales incompleta o sin escolaridad Área urbana Escolaridad Trabajadores Escolaridad Alguna básica formales secundaria educación completa terciaria Fuente: SAE (2012). durante la última década, como por ejemplo habitantes de áreas rurales, minorías étnicas, trabajadores informales o gente con bajos niveles de educación (Gráfico 7). El fuerte rol de las mejoras en la educación que apuntalan el incremento de hogares de clase media (ver próxima sección) sugiere la sustentabilidad de su ascenso social, pero también hay riesgos. Muchos hogares de clase media financian una parte significativa de su consumo a través del crédito, que ha aumentado el apalancamiento y los costos de servicio de deuda. Los crecientes niveles de endeudamiento de los hogares ascienden al 44% del ingreso anual incluyendo deuda hipotecaria o 30% excluyendo las hipotecas, que no está fuera de línea con los niveles observados en México y Colombia (Gráfico 8). Sin embargo, dado que los hogares enfrentan tasas de interés más altas en Brasil (34% para créditos personales), los costos del servicio de esta deuda en relación con los ingresos son sustancialmente mayores, alcanzando el 21% del ingreso disponible. Este número es más alto que en los otros países de la región (FMI, 2012). Una serie de razones puede explicar el alto servicio de la deuda, incluyendo tasas de interés altas, vencimientos cortos y normas estrictas para el reembolso de la deuda de tarjetas de crédito. Los índices de precio de la vivienda importantes indican incrementos anuales de alrededor del 12% para las regiones metropolitanas principales. 66 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... Gráfico 8 Endeudamiento de hogares en economías seleccionadas, 2011 140 120 Nivel de deuda como % del ingreso disponible 100 Servicio de deuda como % del ingreso disponible Gráfico 9 Ingresos por mano de obra promedio per cápita y desigualdad por estado, 2011 25 Tasas de interés para el consumidor (%) Vencimiento en años (eje derecho) 20 80 15 60 10 Índice de Gini 40 de 0.436 a 0.473 de 0.473 a 0.510 de 0.510 a 0.547 de 0.547 a 0.584 5 20 0 Brasil1 Chile 67 México Colombia Perú EE.UU2 0 1. Los datos para Brasil son para 2013. Las tasas de interés son para créditos para hogares de fondos no asignados. 2. Los datos para Estados Unidos son para 2010. Ingreso mensual promedio per cápita (BRL) Fuente: FMI (2012), Banco Central de Brasil. 2,623 Las disparidades regionales han disminuido pero siguen siendo altas Las disparidades regionales de ingreso entre los estados de Brasil son muy altas (Gráfico 9). Los ingresos promedio del trabajo son 4,4 veces más altos en el Distrito Federal, (región de la capital de Brasil) que en el estado de Piauí, mientras que el PBI per cápita es más de 8 veces más alto. Pero ha habido una convergencia en los ingresos regionales en años recientes, impulsada principalmente por los crecientes niveles de ingreso en las regiones intensivas en recursos (Tocatins, Mato Grosso, Rondõnia, Espírito Santo y Maranhão), mientras que un número de otros estados parece haber sido excluido de este proceso de convergencia (Amapá, Pernambuco, Pará y Ceará). La desigualdad dentro de los estados tiende a ser mayor en regiones con ingresos per cápita promedio más bajos, habiéndose obtenido progresos particulares en Piauí y Maranhão en el noreste. Los estados más pobres también han podido sacar a un mayor número de personas de la pobreza, lo que implica una convergencia en los porcentajes de pobreza a través de los estados (Allwine y otros, 2012). 1,240 600 Nota: Basado en ingresos por mano de obra de personas empleadas mayores de 10 años Fuente: PNAD 2011. Las fuentes del progreso social Las políticas deliberadas para mejorar la distribución del ingreso han contribuido en forma significativa al progreso social El progreso social de Brasil desde la estabilización macroeconómica ha estado respaldado por un sólido desempeño del crecimiento, que ha incrementado el tamaño de la torta para toda la sociedad, pero es también el resultado de políticas deliberadas para distribuir la torta en forma más pareja. Para evaluar la contribución de las políticas a las mejoras observadas y tener una idea de su eficacia, un ejercicio útil es descomponer las respectivas contribuciones de la creciente torta y las mejoras en la distribución. La reducción de la pobreza del crecimiento económico entre 2001 y 2011 se puede aislar, usando datos de hogares, suponiendo que la distribución de los ingresos se mantuvo constante durante este pe- 68 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP ríodo y que todos los ingresos crecieron en forma proporcional al crecimiento del ingreso promedio durante el período. En cambio, mantener el nivel de ingresos constante mientras se aplica solamente el cambio en la distribución del ingreso a los datos de los hogares permite estimar en qué medida la redistribución sola contribuyó a la reducción de la pobreza. Tal descomposición revela que entre el 52% y el 56% de la disminución observada en la pobreza son el resultado directo del crecimiento económico, dependiendo de la definición de pobreza aplicada, mientras que la otra mitad se debe a políticas exitosas que mejoraron la distribución del ingreso. Si la distribución del ingreso hubiera permanecido sin cambio, la misma declinación observada en la pobreza hubiera requerido que los ingresos promedio se elevaran en 89%, en lugar del 32% observado entre 2001 y 2011 (IPEA, 2012). Las mismas simulaciones se han aplicado a analizar los determinantes de la creciente clase media (SAE, 2012). Entre 2002 y 2012, la clase media aumentó en un 14% de la población. Este aumento es el resultado neto del 21% de la población que ingresó a la clase media, y el 7% que salió de ella –la vasta mayoría de la cual ascendió. Aplicar la tasa de crecimiento de ingresos promedio durante la década a todos los hogares sin alterar la distribución hubiera llevado a un aumento neto en el tamaño de la clase media de sólo el 5% en lugar del 14% observado en la realidad. En otras palabras, aproximadamente dos tercios de la creciente clase media puede ser atribuido a mejoras en la distribución del ingreso, que se vio fuertemente afectado por políticas, mientras que sólo un tercio fue debido al crecimiento. La educación y las políticas del mercado laboral han mejorado la distribución de los ingresos del trabajo Las políticas han mejorado la distribución de los ingresos a través de una serie de canales. Los más efectivos de ellos han sido los efectos de la educación y las políticas del mercado laboral por un lado, y las transferencias sociales por el otro. Las mejoras en educación y los cambios en el mercado laboral han permitido que las personas pudieran obtener ingresos del trabajo más altos, mientras que los efectos benéficos de los aumentos en las transferencias son también claramente visibles en las encuestas de hogares. Las evidencias de los micro datos sugieren que el ingreso del trabajo aportó la mayor parte del 58% que cayó de la desigualdad en los ingresos disponibles entre 2001 y 2011 (Gráfico 10). Además del in- Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 69 Gráfico 10 Contribuciones de diferentes factores a la disminución de la desigualdad Otros Transferencias de efectivo condicionales Pensiones no contributivas Pensiones contributivas Ingreso por mano de obra Nota: Excluye hogares con ingreso desconocido y áreas rurales en la región norte. Basado en ingresos disponibles. Fuente: IPEA (2012). greso del trabajo, las transferencias sociales han alcanzado un creciente número de hogares y éste ha sido el segundo impulsor más grande de las mejoras en la distribución del ingreso, responsable del 23%, tomando en cuenta las pensiones contributivas como las no contributivas. Por último, las transferencias monetarias condicionadas son responsables el 13% de la declinante desigualdad, si bien Brasil gasta menos del 1% en ellas. Este es un primer indicio de cuán efectivas son las transferencias monetarias condicionadas en la lucha contra la desigualdad del ingreso, observación sobre la cual parece haber amplio consenso en la literatura (por ejemplo, Barros y otros, 2009, 2010). Para comprender aún mejor las fuentes de la desigualdad en disminución, el siguiente paso es analizar a su vez por qué los ingresos por transferencias y del trabajo se han distribuido en forma más igualitaria. Los datos de hogares para 2009 sugieren que casi la mitad de las diferencias en ingresos del trabajo se puede explicar por la educación medida por años de escolaridad, incluso después de controlar por otras diferencias (Ferreira de Souza, 2012). Esto indica que las mejoras en el acceso a la educación han jugado un papel significativo para la declinante desigualdad en los ingresos por mano de obra. Sin duda, los jóvenes están permaneciendo en la escuela más tiempo que antes, y los mayores cambios se han producido entre gente de los Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 50 40 40 30 30 20 20 10 10 0 0 1997 2002 2007 2009 1º 2º (más pobres) 3º 4º 5º (más ricos) C. Logros educativos en comparación internacional. Grupo etario 25-34 años, 2011 120 100 80 Por lo menos educación secundaria superior Por lo menos educación terciaria 60 40 20 Turquía México Portugal BRASIL España Italia Islandia Grecia Dinamarca Nueva Zelandia Holanda Bélgica Promedio OCDE Francia Luxemburgo Noruega Reino Unido Australia Irlanda Estonia Alemania Hungría Chile Austria Estados Unidos Suiza Israel Finlandia Suecia Canadá Federación Rusa Eslovenia Polonia Rep. Eslovaca Rep. Checa Corea 0 Gráfico 12 Logros educativos y rendimiento por habilidades Como porcentaje Fuente: IBGE (2012) y OCDE (2013c) y OECD Education at a Glance 2014 Secundaria completa Terciaria completa Retornos 16 16 15 15 14 14 13 13 42 12 12 40 31 11 11 38 29 10 10 27 9 9 25 8 8 39 37 Retornos privados para título secundario (eje derecho) 35 33 Proporción de la población de 15 a 64 años con educación terciaria completa (izquierdo) Retornos privados para título terciario (eje derecho) 50 48 46 44 36 Fuente: OCDE (2013b). 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 34 2003 estratos de ingreso más bajos (Gráfico 11, Panel A). Entre los dos quintiles de ingresos más bajos, los porcentajes de inscripción de los que tienen entre 15 y 17 años se han más que duplicado para alcanzar el 42%. Para las edades de 6 a 14 años, más del 98% de los niños están en la escuela (PNAD, 2011). La mayor asistencia a la escuela también se ha traducido en resultados educativos más altos. Las proporciones de jóvenes de 19 años con educación secundaria inferior y superior completa se han duplicado aproximadamente en el término de una década (Gráfico 11, Panel B). Esto también ha permitido un incremento en las inscripciones terciarias de un 73% entre 2003 y 2011. Estas mejoras también han dejado su marca en las habilidades de los jóvenes brasileños, como lo demuestran los resultados de la en- Retornos Proporción de la población de 15 a 64 años con educación secundaria (eje izquierdo) 32 30 2011 60 50 2012 70 60 2010 80 2011 2009 2001 2008 70 2007 90 con educación secundaria completa con educación primaria completa 80 2006 90 2005 B. Inscripciones de personas de entre 15 y 17 años por quintil de ingreso familiar 2004 A. Proporción de gente de 19 años 71 cuesta PISA de la OCDE que sugiere que entre 2000 y 2009 los alumnos ganaron el equivalente de un año académico de matemática completo (OCDE, 2012a). Brasil pasó de ser uno de los países con más bajo desempeño en 2000 a ser uno de los 3 países que más mejoraron durante la última década, aunque en comparación con otros países los niveles continúan siendo bajos. Esto es a pesar del hecho de que más alumnos de los orígenes menos privilegiados han sido incluidos en el sistema de educación y las pruebas de habilidad. La salida de la pobreza ha estado muy correlacionada con los resultados educativos. Un poco más del 20% de los hogares pobres encabezados por una persona con menos que educación primaria salió de la pobreza entre 2003 y 2011, en comparación con el 50% de los hogares encabezados por una persona con educación primaria completada (Fruttero y otros, 2012). A medida que más gente alcanzaba mejor educación, ganaban acceso a trabajos mejor pagos. Dado los considerables rendimientos de la educación en Brasil en comparación internacional, esto ha tenido un gran impacto en muchos hogares. Una educación terciaria completa, por ejemplo, aumentaría los ingresos esperados en un 45% en 2003. Pero a medida que más gente alcanzaba niveles de educación más altos, la mano de obra calificada se ha hecho menos escasa y los rendimientos de la educación han disminuido en consecuencia (Gráfico 12). El premio salarial para una edu- 2003 Gráfico 11 Progreso en educación 2011 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP 2012 70 72 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... cación terciaria completa, por ejemplo, cayó al 31% en 2012. En cambio, esto significó que incluso gente que no estaba en condiciones de mejorar sus resultados educativos personalmente vio crecer sus oportunidades de ingreso con la emergencia de más mano de obra calificada. En otras palabras, mejorar el acceso a la educación ha tenido externalidades para personas con bajos niveles de educación. Además del papel jugado por la educación, otros adelantos en los mercados del trabajo también han apuntalado los crecientes ingresos en la parte más baja de la distribución del ingreso. Un fuerte crecimiento en el salario mínimo ha beneficiado los ingresos de los empleados de bajos ingresos. Durante la última década, el valor real del salario mínimo casi duplicó, mientras el salario real promedio aumentó el 25 % (Gráfico 13). Esta dinámica comprimió los salarios en el sector formal, y mejoró los ingresos relativos de los que recibían el salario mínimo. El nivel del salario mínimo de Brasil en relación con el ingreso de otros empleados se ha convertido en un caso atípico en la comparación internacional. En el 69% del salario mediano, el salario mínimo de Brasil es el segundo más alto en esa comparación entre los países de la OCDE y de los BRICS (detrás de Turquía, usando datos de 2011), siendo el promedio de la OCDE el 49%. Sin embargo, el nivel absoluto del salario mínimo sigue siendo bajo en comparación con los países de la OCDE (OCDE, 2013a). Mientras que el desempleo ha disminuido firmemente a lo largo de los años, la Gráfico 13 Salarios mínimos reales y salarios promedio Promedios móviles de 12 meses, Febrero 2003 = 100 180 Valor real del salario mínimo 170 160 Salario promedio real 150 140 130 120 110 100 90 80 2003 2004 Fuente: IBGE. 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 73 informalidad en el mercado del trabajo en las principales áreas metropolitanas ha caído del 55% en 2011 al 33% en 2013, respaldado por regímenes especiales de impuestos que hicieron más fácil para las pequeñas empresas declarar empleados formales con un mínimo de burocracia y una baja carga impositiva. Sin embargo, los crecientes salarios mínimos han estado asociados con un cambio estructural de la economía hacia los sectores no transables, lo que sugiere que la competitividad internacional se puede haber visto afectada por los fuertes aumentos en el salario mínimo, aun cuando el desempleo no aumentó (ver Capítulo 1). Los programas de transferencias sociales han jugado un papel importante Las transferencias han sido el segundo pilar del progreso social de Brasil. Las transferencias comprenden una amplia gama de políticas heterogéneas, diseñadas alrededor de varios objetivos políticos. Desde la perspectiva de la pobreza y la desigualdad, los más importantes son las pensiones y el programa de transferencias monetarias condicionadas Bolsa Familia que ahora forma parte de un paquete de políticas más amplio llamado Brasil Sem Miseria (Brasil sin miseria). Basado en un registro único a nivel nacional bastante completo de hogares pobres y sus condiciones de vida, Bolsa Familia fue diseñado para brindar transferencias monetarias (en oposición al apoyo en especie) a hogares cuyo ingreso per cápita mensual está por debajo de BRL 70 (Soares, 2012). Mientras que inicialmente algunos de los beneficios estaban disponibles sólo para hogares con hijos, los hogares sin hijos se han tornado ahora elegibles para todos los beneficios necesarios para sacarlos de la línea de pobreza. Los beneficiarios deben satisfacer una serie de condiciones, como por ejemplo mantener a sus hijos en la escuela y exámenes de salud regulares, lo que agrega un elemento de sustentabilidad para mantener el programa y fija las bases para que las familias salgan de la pobreza con el tiempo. Dado que la pobreza está muy concentrada en la región noreste, más del 50% de las transferencias de Bolsa Familia son pagadas en esta región, lo que también reduce las desigualdades regionales (OCDE, 2011b). A lo largo de los años, el programa se ha expandido en varias dimensiones (Cuadro 1) y ha demostrado ser una herramienta poderosa y bien dirigida para reducir la pobreza, con muy pocas pérdidas. Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... Esta es la razón por la cual su impacto en la incidencia de la pobreza ha sido tan notable, a pesar de costar menos del 1% del PBI. En particular, Bolsa Familia ha demostrado ser una herramienta muy efectiva para luchar contra la pobreza infantil (Alfonso y otros, 2011). Más allá de este tradicional programa anti pobreza, las pensiones –que ascienden a alrededor del 7% del PBI– también han contribuido a reducir la desigualdad y la pobreza. El objetivo primario del sistema de pensiones es actuar como un vehículo salvador y brindar ingresos a los jubilados por un vínculo entre los aportes individuales durante la vida laboral y las futuras pensiones. Sin embargo, el vínculo directo entre los aportes individuales y las pensiones pagas es quebrado en una serie de circunstancias, introduciendo un elemento redistributivo importante al sistema. Este es particularmente el caso de la gente que ha realizado bajos aportes al sistema durante su vida laboral y para los cuales el sistema tiende a ser más generoso que para aquellos con aportes más altos. Cuadro 1 Bolsa Familia, características a lo largo del tiempo Año 2004 Número de beneficiarios Valor promedio del beneficio Gasto como % del PBI 6.571.839 57 0.3 2005 8.700.445 63 0.3 2006 10.965.810 63 0.3 2007 11.043.076 75 0.4 2008 10.557.996 86 0.4 2009 12.370.915 95 0.4 2010 12.778.220 97 0.4 2011 13.352.306 120 0.4 2012 13.724.590 150 0.5 Fuente: Datos IPEA y Ministerio do Desenvolvimento Social e Combate à Fame (MDS). Para impedir que los ingresos de los jubilados queden detrás de los del resto de la población, la ley exige que el beneficio de jubilación mínimo a pagar por el sistema de seguridad social sea tan alto como el salario mínimo federal. Esto es excepcionalmente generoso medido por los estándares internacionales, dado que la mayoría de los 75 países de la OCDE tienen un nivel mínimo de jubilación más bajo que el salario mínimo. Esta norma también significa que cualquier revisión ascendente del salario mínimo tenga consecuencia fiscales inmediatas. De hecho, los cambios en el salario mínimo afectan más los ingresos de la población a través de su efecto sobre las transferencias sociales que a través de su efecto sobre los salarios. Durante la última década, el valor real del salario mínimo se había casi duplicado, y esto afectó la gran proporción de receptores de jubilados que reciben el beneficio de jubilación mínima. Como resultado de esta constelación, el sistema de jubilaciones paga beneficios promedios que son bastante generosos en comparación internacional, con las tasas netas de reemplazo para un asalariado promedio a 97%, en comparación con el promedio de la OCDE del 69% (Gráfico 14). Gráfico 14 Tasas netas de reemplazo de jubilación: asalariados promedio 125 125 100 100 75 75 50 50 25 25 0 0 Sudáfrica Indonesia México Irlanda Japón Reino Unido Nueva Zelanda Corea Estados Unidos Canadá Suecia Alemania Estonia Australia Francia Noruega Bélgica Suiza Chile Rep. Checa Finlandia Polonia OCDE Portugal Federac. Rusa India Rep. Eslovaca Italia Israel España Eslovenia China Dinamarca Austria Argentina Turquía Luxemburgo BRASIL Holanda Islandia Hungría Arabia Saudita Grecia 74 Fuente: OCDE (2011a). Además del sistema de jubilaciones contributivas, existen programas de jubilación más pequeños que permiten beneficios adicionales orientados hacia grupos específicos. Uno es el sistema de jubilación no contributiva compuesto por las jubilaciones de asistencia social y el programa de Seguridad Social Rural. Ambos programas extienden cobertura a personas mayores de 65 años que no pueden cumplir con los criterios de aportes habituales, y brindan beneficios de jubilación a nivel del salario mínimo. Las personas con discapacidades también están cubiertas por estos planes, cuya existencia explica la cobertura 76 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP casi universal de las personas mayores bajo el sistema de seguridad social de Brasil. El sistema de pensiones no contributivas cubre una parte bastante pequeña de los beneficiarios de pensiones (alrededor del 3% en 2009), pero tiene un alto impacto de reducción de pobreza. Al mismo tiempo, el sistema no retribuye a los trabajadores que han aportado durante su vida laboral mientras ganaban salarios mínimos, porque no reciben un beneficio de pensión adicional por encima de una persona que nunca aportó al sistema de seguridad social. Otros programas otorgan pensiones de sobreviviente al valor total de la jubilación pagada o a pagar a la persona fallecida. Estos beneficios se pueden acumular con el propio beneficio de jubilación del beneficiario, y casi la mitad de los beneficiarios cuenta con otras fuentes de ingreso (Mesquita y Neto, 2010). En consecuencia, el ingreso per cápita se eleva en general con el fallecimiento de un miembro de la familia. En 2011, Brasil gastó el 2,8% del PBI en beneficios de sobreviviente, que es casi un cuarto del gasto total de seguridad social. A fines comparativos, la mayoría de los países en Europa gastó alrededor del 1,6% del PBI en esta clase de pensiones. El sistema presenta grandes incentivos para el abuso. Por ejemplo, una persona joven que se casa con un jubilado o jubilada tendrá derecho a la pensión de su cónyuge durante el resto de su vida, incluso si el matrimonio sólo duró unos días y sin ningún medio de prueba. Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... tencial del sistema impositivo para reducir la desigualdad del ingreso, y a desarrollar mercados de crédito al consumo. Dentro de estas amplias áreas, puede haber lugar para repensar la asignación de recursos y la dependencia de una mezcla particular de políticas. Teniendo en cuenta cuánto ha cambiado Brasil a lo largo de los años, las autoridades no deben dar por sentado que lo que funcionó bien en el pasado dará mejores resultados en el futuro. Esto es particularmente cierto para la asignación de recursos en el área de transferencias sociales. Prestación de servicios públicos El sector público presta un número de servicios esenciales, y muchos de ellos han jugado roles clave para reducir la pobreza y la desigualdad, según se comenta en la sección anterior. La educación es probablemente el ejemplo más prominente de tales servicios públicos, pero otras áreas pueden jugar roles importantes también, inclusive políticas de salud y de transporte. A pesar de los progresos alcanzados, una parte significativa de la población de Brasil carece de acceso a los servicios esenciales. En 2011, casi el 22% de la población vivía en un hogar en el cual ninguno de sus residentes había completado por lo menos 8 años de escolaridad, aunque diez años antes esta proporción era casi dos veces tan alta (Gráfico 15). Asimismo, un Opciones políticas para sostener y acrecentar el progreso social Los logros sociales de Brasil han sido notables, y muchas buenas políticas han respaldado este progreso. Pero a medida que la gente sale de la pobreza, siempre existe el riesgo de volver a caer en ella, y las políticas futuras necesitarán asegurar que los adelantos positivos de la última década se tornen más sostenibles. Por otra parte, el considerable número de brasileños que todavía está luchando por satisfacer todas sus necesidades básicas requiere otros progresos a un ritmo aún mayor que en el pasado. Por cierto, muchos indicadores sugieren que en términos del nivel de inclusión social, queda mucho trabajo por hacer en Brasil. Las políticas deberían continuar enfocándose en el amplio conjunto de instrumentos que ha sido exitoso en el pasado: la mejora de los servicios públicos, como por ejemplo la educación, pero también los servicios de salud y transporte y transferencias sociales. Además, como se abordará más adelante, se podría prestar más atención al rol po- 77 Gráfico 15 Proporción de la población sin acceso a bienes y servicios básicos 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1999 Albergue adecuado 2001 Instalaciones Suministro de sanitarias agua segura Fuente: Bianchi y otros (2012). 2011 Electricidad Por lo menos 8 años de educación Niños asisten a la a la escuela Artefactos domésticos básicos Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP cuarto de los brasileños vive en lugares sin acceso a la red de cloacas o tanques sépticos, mientras que el 7% de las viviendas no tienen acceso a agua por cañerías o pozos. La calidad percibida de servicios públicos, en particular a la luz de la alta carga impositiva de Brasil (ver Capítulo 1), fue una de las cuestiones que alentaron a muchos brasileños a salir a las calles en junio de 2013, lo que pone de relieve la importancia de las mejoras en esta área. En el sistema federal de Brasil, muchos servicios públicos son prestados por autoridades estaduales o municipales, y las capacidades para prestar servicios públicos pueden variar sustancialmente a través de las jurisdicciones. Más allá de eso, para los servicios municipales, el tamaño de una municipalidad puede no coincidir necesariamente con la escala más eficiente a la cual prestar un servicio dado, en cuyo caso hay un alcance para mejorar la eficiencia del servicio haciendo que varias municipalidades unan sus manos para la entrega de servicios, pero esto involucra significativos desafíos de coordinación. Un ejemplo en donde se han encontrado modos exitosos para abordar tales desafíos es la iniciativa “Territorios de Ciudadanía” del gobierno central, lanzada en 2008 para apoyar el desarrollo en áreas rurales. Muchos proyectos en esta iniciativa han incrementado con éxito la capacidad a nivel municipal, una mayor participación y responsabilidad del ciudadano y aumentado la coordinación de las políticas sectoriales a nivel federal. Políticas educativas La educación ha jugado un papel clave para el progreso social en el pasado y continuará siendo primordial en el futuro. Siguiendo los adelantos en términos de acceso a la educación descriptos en la sección anterior, uno de los principales desafíos futuros será mejorar la calidad de la educación. Las competencias de los niños en edad escolar se han incrementado a lo largo de los años a medida que mejoraron los porcentajes de inscripción, pero comparado con referencias internacionales, los alumnos brasileños aprenden significativamente menos. El programa PISA de la OCDE evalúa las competencias de jóvenes de 15 años a lo largo de 70 países y permite las comparaciones directas (OCDE, 2012a). A pesar de un porcentaje de inscripción del 92% en educación hasta los 14 años, los jóvenes brasileños todavía tienen un desempeño menor que el de sus pares de otros países significativamente en términos de competencias (Gráfico 16). Esto Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 79 Gráfico 16 Puntajes PISA en lectura y matemática Promedio de puntajes en lectura y matemática, desvío de la media de la OCDE 60 60 40 PISA 2012 PISA 2003 40 20 20 0 0 -20 -20 -40 -40 -60 -60 -80 -80 -100 -100 -120 -120 -140 -140 Indonesia Colombia Argentina BRASIL Uruguay México Chile Tailandia Turquía Grecia Rep. Eslovaca Israel Federación Rusa Suecia Hungría España Portugal Italia Islandia Luxemburgo Estados Unidos Eslovenia Rep. Checa Reino Unido Noruega Dinamarca Francia Nueva Zelanda Australia Alemania Bélgica Irlanda Holanda Polonia Estonia Suiza Canadá Finlandia Japón Corea Hong Kong-China 78 Fuente: OCDE (2011a, 2013e). sugiere que el cuello de botella ya no es el acceso sino la calidad. La calidad de las escuelas secundarias públicas tiende a ser menor que el de las escuelas privadas, dando como resultado un acceso más fácil a la educación terciaria pública de alta calidad para los graduados de escuelas secundarias privadas. Sin embargo, una ley promulgada en 2012 reserva el 50% de los lugares en las universidades públicas para alumnos de escuelas secundarias públicas o con antecedentes desventajosos. Hay también fuertes disparidades geográficas, teniendo los alumnos en la región noreste –en donde el analfabetismo adulto es todavía cercano al 20%– un puntaje particularmente bajo en las pruebas. En cierta medida, la menor calidad de la educación es la consecuencia natural de un sistema educativo que se ha expandido rápidamente en los últimos años, y a medida que pasa el tiempo el sistema debería poder reclutar maestros mejor capacitados en cantidades suficientes. Sin embargo, lo que es esencial para que se realice esta mejora es optimizar la capacitación de los maestros y crear los incentivos de desempeño correctos ahora. Si bien la prestación de la educación es responsabilidad de los estados, el Ministerio de Educación (MEC) federal ha jugado un papel importante en este contexto. Con respecto a la capacidad de entrenamiento de los maestros, el 80 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP MEC ha creado un nuevo examen nacional para los que ingresan a la profesión docente y ha colaborado con las universidades federales para financiar 100.000 nuevos lugares de capacitación para maestros. Asimismo, ha exigido a los estados y municipalidades que establezcan un proceso de reclutamiento formal y plan de carrera para maestros, y que fijen un piso a nivel nacional para el pago a maestros en 2009. La capacitación, mientras prestan el servicio para mejorar las capacidades de los maestros existentes, se ha hecho más importante, y algunos estados han fundado escuelas específicas para capacitar a los maestros que están ejerciendo. Con respecto a los incentivos para el desempeño, el gobierno federal ha suministrado fondos adicionales para igualar y ampliar los fondos escolares por alumno a lo largo de las regiones, estados y municipalidades a través del programa FUNDEB, y muchos de estos fondos están aparejados con las mejoras en el desempeño. Brasil ha establecido un conjunto de pruebas de competencia para alumnos a nivel nacional después del 4º, 8º y 11º grado para permitir que casi todas las escuelas en el país sean evaluadas y esto ha demostrado ser tremendamente útil para introducir mecanismos de incentivo. Una reforma del sistema de evaluación escolar, con metas para resultados de aprendizaje hasta el nivel de las escuelas en todas las regiones, gratifica a las escuelas no sólo para mejorar los resultados sino también para retener alumnos, y esta reforma está comenzando a mostrar resultados. Algunos estados también han concebido prometedores mecanismos de incentivo propios. Por ejemplo, el estado de San Pablo ofrece pruebas de desempeño regulares a maestros con aumentos de sueldo condicionados a los resultados de las pruebas. Dos estados más también han adoptado procedimientos similares, que continúan siendo una excepción en un sistema en donde las escalas de sueldos están dominadas en gran parte por la antigüedad. La evidencia empírica temprana sugiere visibles mejoras en las aptitudes de los alumnos, con escuelas con objetivos más ambiciosos que logran más progresos (Bruns y Ferraz, de pronta aparición). Extender esa idea de sueldos basados en el desempeño a toda la nación sería una medida útil. Otro impedimento para mejorar la calidad de la enseñanza es la falta de instrumentos físicos, con muchos edificios escolares operando en varios turnos por día. La mayoría de los alumnos secundarios recibe sólo 4 horas de instrucción por día, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 7 horas (Banco Mundial, Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 81 2012). Sólo el 5,8% de los estudiantes hasta los 14 años tiene escolaridad durante todo el día (OCDE, 2011a). Asimismo, los maestros en Brasil emplean menos tiempo en actividades de enseñanza y aprendizaje concretas que en otros países (OCDE, 2013d, página 33). Los datos internacionales sugieren que aumentar el tiempo de instrucción tiene un efecto de desempeño positivo, siempre que el curriculum continúe enfocado en materias medulares (Glewwe y otros, 2011). Por lo tanto, deberían emprenderse inversiones adicionales en infraestructura adecuada para la educación, inclusive aulas, bibliotecas, laboratorios de ciencia e instalaciones para computación. Estas instalaciones se han hecho estándar en la mayoría de los países de la OCDE. Un aspecto del sistema de educación que es particularmente relevante desde un ángulo distributivo es el alto número de los que abandonan la escuela y el alejamiento de algunos grupos del sistema educativo. Casi el 10% de los alumnos abandonan la escuela secundaria en un año dado. En muchos casos, esto afecta a los jóvenes de categorías en desventaja, que se han visto expuestos a cuestiones sociales como por ejemplo inestabilidad familiar, involucramiento en pandillas o drogas, embarazo adolescente o déficits de desarrollo (Banco Mundial, 2012). Si estos jóvenes simplemente abandonan la escuela las futuras oportunidades de obtener ingresos para estos jóvenes en desventaja se reducen aún más. El número de jóvenes que abandonan la escuela se puede reducir a través de medidas en varias dimensiones que incluyen educación de la primera infancia, asistencia orientada durante la escuela primaria y secundaria y suficiente flexibilidad del curriculum incluyendo un enfoque vocacional más fuerte. La educación de la primera infancia tiene importantes efectos a corto y largo plazo sobre el desarrollo cognitivo, el comportamiento social y la capacidad de los alumnos para tener éxito en el sistema de educación y en los mercados laborales más adelante. En los Estados Unidos, tanto la experiencia temprana de la década del setenta que permite una evaluación a largo plazo como los datos más recientes del estado de Oklahoma sugieren fuertes beneficios asociados con la educación de la primera infancia (Heckman y Masterov, 2007). En realidad, los retornos marginales sobre el gasto parecen ser más altos que en cualquier otro lugar en el sistema educativo estadounidense. Cuando miramos cómo los niños de los programas de la educación de la primera infancia se desempeñan más tarde en la vida, las pruebas sugieren complementariedades entre la educación de la primera in- 82 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP fancia y posteriores inversiones en educación (Felicio y otros, 2012). Los niños pertenecientes a familias en desventaja que están en riesgo de recibir menos atención que otros durante sus primeros años de niñez se pueden beneficiar en forma particularmente importante de la inscripción en la educación de la primera infancia. Por esta razón, la educación de la primera infancia también mejora la igualdad de oportunidades y fortalece la movilidad social. Mientras que el 55% de los niños de 4 años se encuentra inscripto en programas de educación de la primera infancia en Brasil, el promedio de inscripción en la OCDE a esa edad es del 70% con un número de países alcanzando casi cobertura completa (Francia, Holanda, España, México, Bélgica, ver Gráfico 17). La falta de fondos es una de las razones para los bajos porcentajes de inscripción, si bien hay fondos federales disponibles para respaldar los gastos corrientes de los centros de guarderías que están funcionando y construir edificios para educación pre-escolar ha sido un elemento del programa de infraestructura PAC2. Asimismo, el programa federal Proinfancia brinda apoyo financiero para los costos de construir y equipar centros de guarderías. Hasta ahora también ha financiado más de 2000 centros y brindado recursos para equipar varios cientos Gráfico 17 Porcentaje de inscripción a los 4 años en la educación de primera infancia y en la educación primaria (2005 y 2011) Alumnos de jornada completa y jornada parcial en las instituciones públicas y privadas 120 100 80 2011 2015 60 40 20 Turquía Suiza Canadá BRASIL Finlandia Polonia Australia República Eslovaca Argentina Federación Rusa Chile Estados Unidos Corea Promedio de la OCDE República Checa Portugal Eslovenia Estonia Austria Japón Hungría Israel Suecia Luxemburgo Irlanda Nueva Zelandia Alemania Italia Islandia Noruega Reino Unido Dinamarca Bélgica Francia Holanda España México 0 Fuente: OCDE (Education at a Glance 2014. Para Argentina: Instituto de Estadística de la UNESCO (Programa Mundial de Indicadores de Educación). Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 83 más (Evans y Kosee, 2012). El apoyo federal para la educación de la primera infancia deberá ser continuado y expandido hasta alcanzar el ambicioso objetivo del nuevo Plan Nacional de Educación (PNE) para lograr la inscripción universal de los niños de 3 y 4 años para 2016. En comparación con los 40 países cubiertos en el estudio Education at a Glance (Panorama de la Educación) de la OCDE, Brasil está colocado en el cuarto inferior de países con respecto a gasto en la educación infantil temprana en relación con el PBI (OCDE, 2012a). Mientras que ampliar el acceso a los programas de educación de la primera infancia, en particular en áreas desventajosas, será la prioridad más inmediata, también se podría mejorar su calidad, inclusive a través de una capacitación y supervisión más intensa de los educadores (Early y otros, 2007). En Dinamarca, Francia y Suecia se requiere que una proporción considerable de trabajadores en educación infantil opere según un programa de aprendizaje a distancia para educadores de educación de la primera infancia llamado ProInfantil, sobre el cual construir esfuerzos para mejorar la capacitación. La observación regular en clase por parte de expertos aparejada con intercambio de ideas en tiempo real ha demostrado ser una herramienta útil en el programa PERA del estado estadounidense de Illinois. El Ministerio de Educación también podría respaldar a las municipalidades para aplicar mecanismos de evaluación como, por ejemplo, la “Escala de Calificación de Entorno de la Primera Infancia” desarrollado en los Estados Unidos. Si bien la educación de la primera infancia puede reducir los porcentajes de alumnos que abandonan la escuela abordando algunos de los problemas subyacentes antes de que se produzcan, el apoyo dirigido a aquellos que están en riesgo de abandonar el sistema de educación debería también estar disponible durante la educación primaria y secundaria. Las intervenciones correctivas útiles que son coherentes con las mejores prácticas globales incluyen la detección temprana y el apoyo a medida con clases particulares (Glewwe y otros, 2011; Guimaraes y Sampain, 2013). Incrementar la flexibilidad en el modo en que se adquieren los títulos podría atraer a más alumnos, como por ejemplo organizar los años escolares por semestre o adoptar sistemas de créditos (Barros y otros, 2012). Se debería introducir más elección de materias en la educación secundaria dado que el curriculum está muy estandarizado y enfocado académicamente (Schwartzman, 2010). Una reforma del curriculum podría integrar más componentes vocacionales para aquellos alumnos que estén menos inclinados académicamente (Bassi y otros, 2012). Algu- Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP nos de los intentos por abordar la cuestión parecen prometedores y deberían ser continuados, como por ejemplo el programa integral para la juventud ProJoven Integrade lanzado en 2008, que apunta a que los jóvenes en desventaja vuelvan a integrase al sistema educativo. La experiencia internacional sugiere que la repetición de grados tiene altos costos y dudosos beneficios (OCDE 2011a). Brasil tiene una de las proporciones más altas de alumnos que repiten el grado y números significativos de alumnos en un grado dado tienen más edad que lo habitual para ese grado, lo que constituye un desperdicio del tiempo de los alumnos y de los recursos del sistema. Ya en primer grado, los porcentajes de repetición son del 24,5% (Naciones Unidas, 2012). Más del 40% de los alumnos de 15 años han repetido de grado por lo menos una vez, comparado con un promedio de la OCDE del 13%. En países en los que más alumnos repiten de grado, el desempeño general tiende a ser más bajo y los antecedentes sociales tienen un impacto más fuerte en los resultados del aprendizaje que en los países en los que menos alumnos repiten de grado, aunque es difícil determinar la dirección dominante de la causalidad (OCDE, 2011b). La capacitación vocacional es otro modo de ofrecer oportunidades de educación a los alumnos que están alejados del sistema con un curriculum orientado académicamente. El número de alumnos inscriptos en programas de aprendizaje alternativos, como por ejemplo educación vocacional secundaria superior, se ha más que duplicado en los últimos 10 años. Sin embargo, todavía representa una pequeña fracción del total de inscripciones, por debajo del promedio de la OCDE, a pesar de indicios de que los retornos son altos y los resultados del mercado laboral resultan positivos (OCDE, 2012). El programa Pronatec lanzado en 2011 apunta a expandir y fortalecer la red federal de escuelas técnicas, invertir en cursos de aprendizaje a distancia, brindar plazas de capacitación gratis para jóvenes de origen humilde y dar apoyo financiero a través de préstamos y becas. Superar las restricciones de liquidez a través de becas es un pilar importante de la estrategia, dado que las razones financieras son una explicación común para no asistir o terminar los cursos de perfeccionamiento profesional o vocacionales (Ministerio de Educación, 2009, Neti, 2012). Políticas de salud Los servicios de salud básicos son prestados a la población por el Sistema Unificado de Salud (SUS) público sin cargo. La constitución Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 85 de 1988 estableció que la salud era un derecho fundamental y responsabilidad de los estados, lo que dio como resultado un mayor acceso al cuidado primario y de emergencia, además de lograr cobertura universal de vacunación y cuidado prenatal (Paim y otros, 2011). El SUS es financiado por los impuestos y los aportes sociales. La entrega del servicio está fuertemente descentralizada, lo que ha llevado a una fragmentación y desigualdades en la distribución de los recursos del sistema de salud, dado que no todas las municipalidades son capaces de entregar servicios a la gente y las economías de escala a menudo no están suficientemente explotadas. A pesar del éxito del SUS, el sistema de salud pública brasileño sufre de falta de financiación crónica. El sector público de Brasil invierte alrededor del 4% del PBI en salud, en comparación con casi el 6,5% del PBI en los países de la OCDE. En consecuencia, la infraestructura médica y el número de médicos y enfermeras son insuficientes, con 1,8 médicos y 0,9 enfermeras por 1000 habitantes en 2009, comparado con los promedios de la OCDE de 3,1 y 8,4, respectivamente (Gráfico 18). Esta escasez de personal médico lleva a un acceso insuficiente a los servicios básicos del cuidado de la salud. Alcanzar el promedio de la OCDE requeriría un aumento del 70% en el número de médicos y un aumento mucho mayor en el número Gráfico 18 Médicos por población de 1000 personas 2012 o año más cercano 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 1 1 0 0 Indonesia India Sudáfrica China Chile Turquía BRASIL Corea Polonia México Japón Canadá Estados Unidos Eslovenia Nueva Zelanda Irlanda Reino Unido Bélgica Hungría Luxemburgo Holanda OCDE Estonia Finlandia Israel Australia Francia República Eslovaca Dinamarca Islandia República Checa Noruega Suiza Alemana Suecia Portugal Italia España Austria Federación Rusa Grecia 84 Fuente: Datos de salud de la OCDE, 2014. 86 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP de enfermeras. A pesar de los recientes incrementos en la capacidad de entrenamiento, Brasil no está capacitando en la actualidad suficientes médicos y enfermeras para estar al día con la demanda. La medida de exigir que los nuevos graduados en medicina trabajen en el SUS durante dos años antes de que su título sea oficialmente válido –discutido en julio de 2013– puede resultar útil si se asegura la supervisión, dado que aumentaría el número de médicos disponibles para el sistema en el corto plazo. Sin embargo, la experiencia de los países de la OCDE sugiere que incrementar la oferta total de médicos no ayuda necesariamente a rectificar los desequilibrios geográficos. Es poco probable que los recientes intentos por reclutar médicos extranjeros hagan una diferencia notable, incluso si ellos pueden ser atraídos con éxito. De los 388.000 doctores estimados en Brasil, sólo alrededor del 0,6% de extranjeros son no brasileños capacitados en el exterior. Incluso un múltiplo de esta proporción –que es ambiciosa dada una similar escasez en países de habla portuguesa o hispana con la excepción de Cuba– tendría sólo un impacto poco importante sobre la escasez de médicos de Brasil. Además de la cantidad de profesionales de la salud, las enfermeras en los servicios de salud pública tienden a tener niveles de capacitación más bajos, lo que puede impedir la entrega de servicios de alta calidad. Más allá del número y nivel de capacidad de los profesionales de la salud, es necesario abordar las disparidades regionales y la falta de acceso a las especialidades. Las disparidades regionales en la disponibilidad de los recursos humanos son fuertes, estando las regiones sur y sudeste dos veces mejor atendidas que el resto del país. La capacidad de las municipalidades para entregar servicios de salud varía. Por lo tanto, la calidad y el tipo de servicios ofrecidos varían. Más allá del cuidado primario, hay un acceso limitado a los servicios de diagnóstico y al cuidado de especialistas dentro del sistema público, con largos tiempos de espera y altos recargos para los pacientes. Esto tiene claramente consecuencias negativas en términos de desigualdad dado que las partes pobres de la población no pueden acceder al costoso sistema de salud privada y padecen un servicio de salud de baja calidad. Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 87 botellamientos del transporte. Mientras que el sistema de subterráneos metropolitanos de San Pablo tiene 71 km de vías férreas, la ciudad de México tiene más de 200 km. Mejorar los sistemas de transporte urbano es uno de los enfoques del Programa de Aceleración del Crecimiento PAC2, que está destinado a financiar las inversiones en infraestructura en todo Brasil. Sin embargo, una falta de capacidad administrativa local y procedimientos administrativos complicados parecen estar retrasando el progreso. Fortalecer la capacidad de los gobiernos locales para ejecutar proyectos, como por ejemplo retirar fondos no utilizados más rápido y hacer pública dicha falla administrativa local, podría ser una de las soluciones. En la medida en que los gastos del usuario se reduzcan o no se permitan los aumentos programados en respuesta a las recientes protestas callejeras, es importante asegurar que el resultado no será mayores reducciones en los fondos disponibles para inversión. El costo de invertir en transporte urbano se podría reducir reconsiderando las restricciones de contenido local bajo el programa PAC2, que están en un 80% para el número de bienes fabricados como los ómnibus, por ejemplo. El futuro de las transferencias sociales Las transferencias sociales han jugado un papel significativo en la lucha contra la pobreza y para reducir la desigualdad del ingreso en el pasado, y continuarán siendo una importante herramienta política en el futuro. El principal desafío para el futuro será depender más de los instrumentos políticos que son más efectivos para abordar la pobreza y que entregan los mayores resultados en el gasto social. En particular, esto significa dar una prioridad mayor al aumento del gasto en Bolsa Familia y otros programas complementarios dentro del marco Brasil sem Miseria en lugar de mayores aumentos de pensiones. Los datos disponibles sugieren que el efecto de aumento marginal en los beneficios de Bolsa Familia sobre la desigualdad sería muchas veces mayor que los aumentos de pensiones (IPEA, 2012). Servicios de transporte urbano Manejando los aumentos de gastos en el sistema de pensiones El mal estado del transporte urbano en Brasil ha sido un factor para encender las recientes protestas callejeras, y por cierto, virtualmente todos los principales centros urbanos brasileños padecen graves em- Las pensiones han jugado sin duda un papel significativo en la lucha contra la pobreza en la vejez, y han tenido mucho éxito en reducirla 88 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... muy por debajo del promedio de la población, según lo muestra la Gráfico 19 sobre la base de datos de 2009. En la actualidad, todos los beneficiarios de pensiones –y esto incluye a casi toda la gente de más de 65 años– reciben por lo menos el salario mínimo, que es casi 10 veces mayor que la línea de pobreza extrema de BRL 70. Es por ello que aumentos reales adicionales en el nivel de la pensión mínima no tendrán impacto alguno sobre la pobreza, mientras que, al mismo tiempo, la incidencia de la pobreza está significativamente por encima de la media entre los niños y jóvenes (Barros y otros, 2010). Aumentos adicionales en el nivel de la pensión mínima podrían reducir todavía la desigualdad dado que los beneficiarios de la pensión mínima tienen ingresos por debajo del promedio nacional, pero la reducción de la desigualdad que se podría lograr asignando los mismos fondos a los más pobres sería mucho mayor. Gráfico 19 Impacto sobre la pobreza de las transferencias públicas por grupo etario, 2009 Pobreza extrema (%) 50 45 Pobreza antes de las transferencias públicas 40 Pobreza después de las transferencias públicas 35 30 25 20 15 10 Promedio nacional a través de todas las edades 5 0 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 Edad Fuente: Barros y otros (2010). Será necesario cortar el vínculo automático entre la jubilación mínima y el salario mínimo para impedir que el sistema de jubilación absorba una cantidad creciente del gasto social que podría ser usado de modo más efectivo para combatir la pobreza. También ayudará a abordar desafíos fiscales de largo plazo para el sistema de jubilaciones relacionado con un creciente ratio de dependencia de la vejez. Abordar este problema cuanto antes hará que cualquier ajuste resulte 89 más fácil. Esto se debería hacer de modo que preserve el valor real de las jubilaciones, transfiriendo además parte del aumento de productividad logrados por la actual generación trabajadora. Preservar el poder adquisitivo de las jubilaciones se lograría indexando los aumentos de la jubilación mínima por lo menos a la tasa de inflación para los hogares de bajos ingresos, que ha estado levemente por encima de la inflación general del precio al consumidor en años recientes. Además de este ajuste por inflación, la cuestión política es cuánto de las ganancias de productividad logradas por la generación trabajadora actual debe ser transferido a los jubilados o, en otras palabras, en qué punto entre el ajuste por inflación y los incrementos de salarios promedios se debe colocar el factor indexación. La norma automática actual pasa el monto total de los aumentos de productividad logrados por la generación trabajadora actual a los jubilados con beneficios de jubilación mínimos. Una norma alternativa que transferiría sólo parte de estas ganancias de productividad, asegurando al mismo tiempo que el poder adquisitivo de las jubilaciones continúe elevándose, no haría crecer la pobreza, pero podría exacerbar la desigualdad del ingreso en el corto plazo. Sin embargo, si parte de los ahorros resultantes está dirigida hacia Bolsa Familia para elevar los niveles de beneficio y con ello los ingresos mínimos, según lo recomendado en este estudio, la desigualdad seguramente disminuiría. Una posibilidad sería escoger la mitad de esa escala, como la elección realizada por Suiza. Asimismo, el sistema de jubilaciones de Brasil, que es relativamente generoso en relación con los ingresos de la vida laboral aun si los niveles absolutos de beneficios son más bajos que los de los países de la OCDE, podrían ser traídos más en línea con la práctica corriente de los países de la OCDE y otras economías emergentes si se elevaran las edades de jubilación efectivas. Esto se podría lograr a través de la introducción de una edad mínima para la jubilación y mayores incentivos para jubilarse más tarde, como se recomendaba en el 2011 OECD Economic Survey of Brazil. Una reforma implementada con éxito del sistema de jubilaciones para empleados públicos fue un paso en la dirección correcta. También hay lugar para reducir los gastos de pensión sometiendo a prueba de medios a las pensiones de los sobrevivientes y definiendo algún ingreso máximo a partir del cual los sobrevivientes no pueden recibir una pensión de sobreviviente. Además, dadas las pruebas de abusos existentes en esta área (Gragnolati y otros, 2011), 90 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP las pensiones de sobrevivientes podrían someterse a un número mínimo de años de matrimonio o a aportes adicionales durante la vida laboral para asegurar a un cónyuge sobreviviente, según se practica en Suecia. Más allá de las implicancias de gastos sociales, continuar el ritmo corriente de los aumentos del salario mínimo también puede tener otros riesgos. Aunque la economía está actualmente en pleno empleo, el pasado reciente se ha caracterizado por un cambio estructural de la economía hacia los sectores no transables, que presentan menos alcance para ganancias por productividad. Un deterioro adicional de la competencia en el sector transable, en particular la manufactura, podría en cierto punto tener también más efectos visibles sobre el desempleo que lo que ocurre habitualmente. Una ventana de oportunidad para revisar la norma del salario mínimo se abrirá en 2014, último año para el cual se aplicará la norma automática actual que determina los aumentos del salario mínimo basado en el crecimiento del PBI real pasado. Reemplazar la norma actual, que va a vencer en 2015, por una que vincula el salario mínimo exclusivamente con el índice de precios al consumidor para hogares de bajos ingresos preservaría los niveles de vida y ayudaría a mejorar la competencia internacional. Los estados individuales que deseen fijar un salario mínimo más alto a nivel estadual están libres para hacerlo bajo la ley corriente actual. Dado que los salarios mínimos a nivel estatal no tienen efectos sobre los niveles de beneficio en el sistema de transferencia social, esto también promovería el objetivo de dar prioridad a los instrumentos de transferencia más efectivos. Expandir y mejorar el exitoso programa de transferencias monetarias condicionadas Bolsa Familia y los programas de asistencia social que pertenecen al programa de Brasil sem Miseria han conseguido apuntar muy bien a las familias pobres a través del uso del Registro Único de familias pobres, y esto ha dotado a Brasil con una herramienta política muy efectiva para combatir la pobreza. También ha reducido la pobreza entre los niños y los jóvenes, cuyos índices de pobreza están muy por encima del promedio total. La estructura administrativa del programa es tan efectiva que varios gobiernos estatales han decidido confiar en el Registro Único para concebir programas de asistencia específicos que van más allá de los beneficios federales. Por ejemplo, el estado Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 91 de Río de Janeiro decidió ampliar los beneficios de Bolsa Familia hasta el nivel de la línea de pobreza extrema, una política adoptada por el gobierno federal para todo el país en 2012. Todas las familias con ingresos per cápita de BRL 77 por persona están recibiendo ahora el monto de las transferencias necesario para aumentar sus ingresos a este nivel. Esto implica que, de acuerdo con la definición de BRL70, la extrema pobreza está casi erradicada en estos momentos, con la excepción de unos pocos hogares que no están cubiertos por Bolsa Familia, por ejemplo, porque todavía no han sido descubiertos por la política de búsqueda activa del Registro Único. Programas sociales adicionales incluidos en Brasil sem Miseria entregan otros servicios sociales a familias pobres de acuerdo con sus necesidades específicas, como, por ejemplo, educación de primera infancia, cuidado para miembros mayores de la familia, capacitación, asistencia para encontrar empleo o el otorgamiento de préstamos. Al abordar cuellos de botella específicos de familias individuales, estos programas están destinados a hacer que la salida de la pobreza sea más sostenible y permita a las familias apartarse de la dependencia de los ingresos de transferencias. A pesar del progreso, la integración de diferentes programas de asistencia y protección social se podría mejorar más. Además del gobierno federal, los estados y las autoridades municipales también operan programas de asistencia social y a veces estos programas se superponen, o los receptores elegibles no están al tanto de que podrían solicitar cierta clase de asistencia. Una iniciativa prometedora es el lanzamiento de Centros de Referencia para Asistencia Social (CRAS) a través de las municipalidades con una alta incidencia de la pobreza. Estos centros entregan servicios de asistencia a la familia, y podrían convertirse en el principal punto de entrega de todos los programas de asistencia, incluyendo programas federales bajo Brasil sem Miseria y programas estatales y municipales. En la actualidad, están institucionalmente separados de Brasil sem Miseria, y una integración total podría mejorar la toma de conciencia de los hogares acerca de los programas de asistencia social para los cuales son elegibles. Incrementar esta toma de conciencia podría disparar una fuerte demanda adicional para parte de los servicios de asistencia ofrecidos y llevar a un cuello de botella en su entrega, pero una integración mejoraría no obstante la transparencia de las políticas de asistencia social y ayudaría a identificar programas o municipalidades que deben recibir más recursos. 92 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... Empleando el sistema impositivo con objetivos de redistribución Si bien las transferencias y la prestación de servicios públicos parecen ser las herramientas más eficientes para reducir desigualdades, el sistema impositivo también puede contribuir a los objetivos de distribución, aunque, en algunos casos, impuestos más progresivos y eficiencia económica se contraponen. En realidad, en muchos países, la progresividad de los impuestos es un significativo instrumento de redistribución, aun cuando los gastos públicos en general representan tres cuartos del impacto redistributivo total en los países de la OCDE (Joumard y otros, 2012). En Brasil, sin embargo, el caso del sistema impositivo para la redistribución parece sub-explotado en comparación con otros países (Gráfico 20, también Immervoll y otros, 2009). Una mirada más estrecha a los efectos individuales de los impuestos y transferencias sobre la desigualdad confirma que las transferencias son una fuente clave de reducciones de la desigualdad, y Gráfico 20 Reducción de desigualdad a través de impuestos y transferencias 0.6 Reducción de la desigualdad a través de los impuestos Reducción de la desigualdad a través de las transferencias Coeficiente de Gini para el ingreso disponible 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 Suiza (2004) Rumania (1997) Noruega (2004) Dinamarca (2004) Suecia (2005) Canadá (2004) Austria (2004) Holanda (2004) Australia (2003) Finlancia (2004) Rep. Checa (2004) Bélgica (2004) Estados Unidos (2004) Francia (2004) Israel (2005) Alemania (2004) Reino Unido (2004) Irlanda (2004) Estonia (2004) Colombia (2004) Guatemala (2006) Brasil (2006) Polonia (2004) 0 Nota: La altura total de cada columna corresponde al coeficiente de Gini para el ingreso de mercado, es decir, entre impuestos y transferencias. Fuente: Base de datos del estudio de ingresos de Luxemburgo (LIS). 93 Gráfico 21 Efectos de los impuestos y las transferencias sobre la desigualdad Coeficiente de Gini, 2009 GINI basado en ingresos del mercado + transferencias de efectivo + impuestos directos + impuestos ndirectos + beneficios en especie 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 Fuente: IPEA (2011). esto se aplica tanto a las transferencias monetarias como a las transferencias en especie como el valor imputado de servicios de salud pública y educación. Mientas que el primero reduce la desigualdad en alrededor del 75%, el último la reduce en otro 16%. El sistema impositivo en su conjunto, es decir, tomando tanto los impuestos directos como indirectos juntos, incrementó acumulativamente el coeficiente de Gini en 2009, sugiriendo un efecto regresivo total de los impuestos (Gráfico 21). Esto, sin embargo, enmascara duras diferencias entre los impuestos directos e indirectos. Los impuestos directos –que representan alrededor del 45% de los ingresos por impuestos– tienen un efecto levemente progresivo, reduciendo el coeficiente de Gini en alrededor de 1,5 puntos porcentuales, que corresponde a más del doble de la disminución anual promedio durante la última década. Los países europeos logran un promedio de 4 puntos porcentuales de reducción de desigualdad a través de los impuestos directos (Atta-Darkuay y Barnard, 2010). Tomados en conjunto, las transferencias y los impuestos directos reducen la desigualdad en alrededor del 10%, que se compara bien con los estándares latinoamericanos, pero los países europeos logran una reducción de alrededor de un tercio a través de estos instrumentos (Higgins y Pereira, 2013). Dado que el nivel de impuestos de Brasil no está muy alejado de los niveles europeos, esta comparación sugiere 94 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP que se podría hacer más para elevar el efecto distributivo de los impuestos directos en Brasil. Las estimaciones de OCDE de la cuña fiscal promedio sobre el ingreso del trabajo ilustran la baja progresividad efectiva de los impuestos a las ganancias personales y los aportes a la seguridad social de los empleados en Brasil. Por ejemplo, resulta interesante compa- Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... rar la cuña fiscal sobre el trabajo, es decir, la diferencia entre lo que paga el empleador y lo que recibe el empleado, para una persona soltera con ingresos de 67% del salario promedio, con otra cuyos ingresos ascienden al 167% del salario medio. Esta cuña se incrementa en sólo una décima parte en Brasil, comparado con un incremento en la cuña fiscal de un tercio en el país OCDE promedio (Gandullia y otros, Recuadro 1 Resumen de recomendaciones Educación Transferencias sociales • Ampliar la educación temprana de primera infancia, y mejorar su nivel de calidad actual con entrenamiento más intenso y supervisión de los educadores. • • Reducir el uso de repetición de grados y enfocarse en la detección temprana y el apoyo a medida con clases de apoyo escolar para reducir el número de alumnos que abandonan. Incrementar la posibilidad de materias e integrar más contenido vocacional en la educación secundaria para estudiantes que están menos académicamente inclinados. Dar mayor prioridad a incrementar la Bolsa Familia y otras políticas bajo el programa Brasil Sem Miseria, en vez de los gastos de jubilaciones. Cortar el vínculo automático entre los aumentos de la jubilación mínima y el salario mínimo. Introducir una edad de jubilación mínima general y fortalecer los elementos disuasorios en contra de una jubilación temprana. • Proteger el poder adquisitivo del salario mínimo permitiendo una reducción gradual en relación con el salario mínimo, indexar los aumentos de salarios mínimos al índice de precios al consumidor para hogares de bajos ingresos durante algún tiempo. • Continuar expandiendo la capacitación de los maestros dentro de las escuelas así como el número de maestros que participan. • Extender a escala nacional la experiencia exitosa de algunos estados, inclusive San Pablo y Pernambuco, con el sueldo de los maestros basado en desempeño. • Asignar más recursos al programa de transferencias monetarias condicionadas Bolsa Familia y otros programas de asistencia social incluidos en Brasil sem Miseria. • Asegurar escolaridad de jornada completa a nivel nacional e invertir en edificios escolares donde la falta de edificios sea un obstáculo para la escolaridad de jornada completa. • • Reforzar la iniciativa Pronatec con más recursos para continuar expandiendo la capacitación vocacional y los aprendizajes. Trabajar para una integración plena de los programas de asistencia social y la entrega a través de centros locales para asistencia social (CRAS) para mejorar la toma de conciencia sobre los programas disponibles. Políticas de salud • Incrementar los fondos para los servicios de salud pública y crear más lugares de capacitación para doctores y enfermeras. Políticas de transporte urbano • Fortalecer los incentivos y la responsabilidad para que los gobiernos locales implementen proyectos de infraestructura, y retirar fondos no gastados más rápidamente. • Reconsiderar los requisitos de contenido local que aumentan el costo de inversiones en el transporte urbano. 95 Sistema impositivo • Incrementar la progresividad de los impuestos directos revisando las tasas impositivas, las exenciones y reconsiderando el tope sobre los aportes a la seguridad social pagados por los empleados. Eliminar la exención de los artículos de consumo básico de los impuestos indirectos y usar estos recursos en herramientas más efectivas para mejorar la distribución del ingreso, como por ejemplo transferencias monetarias condicionadas. 96 Asociación Internacional de Presupuesto Público - ASIP 2012). Los aportes a la seguridad social tienen un tope de alrededor dos veces el salario promedio, y esto podría ser reconsiderado para lograr más progresividad. En cambio, los impuestos indirectos –que representan el 55% de la recaudación en Brasil– son considerados en general levemente regresivos desde la perspectiva usual del ingreso disponible anual (aunque esto puede cambiar si consideramos en cambio el ingreso de por vida). Esto no es exclusivo de Brasil; en realidad los impuestos al consumo tienden a tener efectos distributivos menos favorables que los impuestos a los ingresos personales en la mayoría de los países. En muchos casos, sin embargo, hay fuertes argumentos a favor de la eficiencia para usar impuestos al consumo (Arnold y otros, 2011), aunque a la luz de la naturaleza fragmentada del sistema de impuestos indirectos de Brasil y su fuerte peso en la recaudación –los países de la OCDE obtienen alrededor de un tercio de los ingresos de los impuestos al consumo– está en duda hasta qué punto este resultado empírico obtenido en los países de la OCDE es válido para Brasil. Simplificar el sistema actual sería una primera prioridad en el área de los impuestos indirectos (ver Capítulo 1). Si se materializara cualquier pérdida de ingresos en el proceso de una simplificación, la misma podría ser reemplazada por un aumento moderado de impuestos a las ganancias más progresivos. Tasas impositivas más bajas para artículos consumidos por hogares de bajos ingresos pueden mejorar el impacto distributivo de los impuestos al consumo, pero a menudo lo hacen a costa de crear desperdicios significativos. Esto se aplica también a las recientes exenciones de los impuestos indirectos federales para alimentos y artículos de higiene personal, que incluyen artículos que son muy consumidos por hogares de altos ingresos. Si el objetivo es alcanzar a los hogares más pobres, los impuestos renunciados con estas exenciones podrían usarse en forma más efectiva para transferencias, como por ejemplo Bolsa Familia. Dividiendo la torta en Brasil: distribución del ingreso, políticas sociales y la ... 97 Bibliografía Afonso, L., P. Pereda, F. Giambiagi y S. Franco (2011), “O Salario Mínimo como Instrumento de Combate a Pobreza Extrema: Estariam Esgotados os Efeitos?”, Economia Aplicada, Vol. 15, No. 4, páginas 559-593. Allwine, M., L. Lopez Calva y J. Rigolini, (2012), “Poverty, Inequality and Growth in Brazil”, Documento de antecedentes para la dinámica de la pobreza en Brasil: Factores Asociados con Patrones y Desafíos Políticos, mimeografía, Banco Mundial. Arnold, J., B. Brys, C. Heady, A. 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