Sistema jurídico constitucional. Tema 27

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TEMA 27
SISTEMA JURÃ DICO CONSTITUCIONAL
EL MARCO POLÃ TICO DE LA ESPAÃ A DEL SIGLO XIX
27.1. LA CAÃ DA DEL ANTIGUO RÃ GIMEN.
Antiguo Régimen - perÃ−odo de tiempo, vertebrado polÃ−ticamente en torno a la MonarquÃ−a Absoluta,
que se extiende desde el siglo XV hasta el XVIII (en España XIX)
• desapareció con la llegada del Estado liberal, pero de una forma progresiva, desigual y no uniforme
en los distintos paises
• En España su recepción fue tardÃ−a y desigual mientras que en Francia la revolución francesa
precipitó un movimiento liberal radical y violento.
Liberalismo: Es una corriente de opinión que deriva de las ideas de la Ilustración, y las nacidas al calor de
el proceso de independencia americana y la Revolución francesa.
• EconomÃ−a: defendÃ−an la libertad de comercio y apoyaban el nacimiento de una incipiente
industria.
♦ El aumento de la población del siglo XVIII acrecentó la necesidad de productos
agrÃ−colas y lo que redundó en favor de la desvinculación de las tierras, con la oposición
de la nobleza e Iglesia.
♦ Entre las modificaciones más importantes del programa liberal está la abolición del
régimen señorial y de los mayorazgos, y la desamortización
• PolÃ−tica: defiende los principios de :
♦ la soberanÃ−a nacional,
♦ la separación de poderes,
♦ igualdad ante la ley
♦ algunos derechos básicos como la propiedad.
Pero el principio que habÃ−a de suponer una auténtica revolución en las normas jurÃ−dicas, fue el de
igualdad ante la ley, cuyo primer efecto es la igualdad de todos los súbditos de un Estado ante las normas
jurÃ−dicas, sin que haya clases o grupos sociales que tengan normas propias distintas de las de los otros
grupos.
♦ Este principio sin embargo estaba mediatizado ya que en realidad la defensa de la igualdad
estaba guiada por la idea de sustituir a los anteriores estamentos privilegiados por un nuevo,
la burguesÃ−a.
El cambio del Antiguo Régimen por el liberal supuso la pérdida de protagonismo de los hasta entonces
estamentos privilegiados como la nobleza y el clero a favor de una nueva clase, que pretendÃ−a el control de
la sociedad, la burguesÃ−a.
A este proceso se le conoce como revolución burguesa o liberal
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Liberalismo doctrinario: En España se desarrollo una variante conocida como liberalismo doctrinario
versión moderada y restringida del originario movimiento liberal.
El liberalismo doctrinario deriva del que se desarrolla en Francia por los liberales que apoyaban, en 1830, a la
monarquÃ−a francesa de Luis Felipe de Orleáns, para aglutinar en torno al rey a dos grupos antagónicos,
los defensores de un liberalismo radical y a los valedores del absolutismo.
Este movimiento implantó una serie de restricciones a los principios del liberalismo originario, que son:
• Introducir una interpretación restrictiva del principio de soberanÃ−a nacional que permitiese su
traslado a determinadas instituciones polÃ−ticas.
• Se elaboró el concepto de Constitución histórica, o interna basada en las instituciones
historicamente consolidadas en el pais. (En España: Corona y Cortes).
• Se elaboró la teorÃ−a de la MonarquÃ−a como poder moderador un cuarto `poder (B. Constant)
junto con los tres clásicos: Legislativo, Ejecutivo y Judicial
♦ Este poder estarÃ−a a la vez inmerso y por encima de los otros
♦ su fin principal serÃ−a mantener el equilibrio entre ellos.
♦ Esta posición destacada le hace el receptor idóneo de la soberanÃ−a
• el poder Legislativo debÃ−a articularse en un Parlamento bicameral de tal modo que siempre exista
una cámara alta de carácter hereditario que sirva de apoyo de la monarquÃ−a.
• DefendÃ−a el sufragio censitario para la cámara baja, ya que sólo propietarios y grandes
comerciantes podÃ−an dar un voto libre e ilustrado, ya que eran los que más perjidicados podian
salir por una mala gestión de los asuntos públicos.
♦ Una variante que también se defendió fue el sufragio capacitario, que reconocÃ−a el
derecho a voto de aquellos que sin ser grandes comerciantes o propietarios destacaban por su
prestigio social o nivel de conocimientos.
Este liberalismo doctrinario francés fue firmemente aceptado en el siglo XIX español:
• conocido aquÃ− como moderantismo, sirvió de modelo teórico para la elaboración de las más
destacadas constituciones del siglo
• supuso una importante restricción del liberalismo radical, del que muchos postulados no llegaron a
atisbarse en España.
La Junta Central Suprema:
Carlos IV ascendió al trono en 1788, en 1789 estalló la Revolución Francesa y los acontecimientos
siguientes acabaron con el reinado de Luis XVI y llevaron al poder a Napoleón.
Tras un inicial enfrentamiento, Carlos IV lleva a cabo un acercamiento a Francia dirigido por su Primer
Ministro Godoy, hasta que decide ceder el trono a su hijo Fernando. Napoleón viendo peligrar su influencia
sobre España, en Abril de 1808, logra atraer a Bayona a la familia real, donde consiguió que Fernando
devolviese el trono a su padre, quien habÃ−a acordado con el francés la cesión de la Corona con dos
condiciones, mantener a España en la monarquÃ−a y de la religión católica.
Antes de salir para Bayona Fernando VII habÃ−a constituido una Junta Suprema de Gobierno, habilitándola
sólo para la toma de decisiones urgentes debiendo consultar el resto con el monarca.
A principios del verano, ante la crisis institucional y el vacÃ−o de poder, con Fernando VII cautivo en
Francia, surgió un movimiento revolucionario que alentó y consolidó gobiernos autónomos en diversos
puntos del paÃ−s, dirigidos por notables: las Juntas provinciales
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Este proceso culmina con la constitución, en Aranjuez, de la Junta Central que coordinaba a las juntas
provinciales, organizando la resistencia al ejército francés.
Las Juntas eran, por su origen, órganos de carácter revolucionario aunque por los miembros que las
componÃ−an y por la polÃ−tica que realizaron, contribuyeron a la consolidación de las ideas conservadoras.
• Este fenómeno contribuyó a la ruptura polÃ−tico administrativa de carácter revolucionario,
aunque socialmente fomentaron posturas contrarrevolucionarias
• Asimismo marca el comienzo del tránsito hacia el régimen constitucional
La Junta Central empezó a preparar una convocatoria de las Cortes, con la creación de una “Comisión de
Cortes” a la que se le asignó la tarea de preparar dicha convocatoria y la de consultar a instancias sociales
sobre los asuntos más urgentes que debÃ−an abordar
El Consejo de Regencia.
EL desgaste sufrido por sus enfrentamientos internos y los escasos logros militares, determina que en 1810, la
Junta Central decida disolverse, trasladando todos sus poderes a un Consejo de Regencia, quien en nombre
de Fernando VII promulgó la Constitución de 1812.
El tratado de Valencay puso fin a la guerra de independencia, reconociendo Napoleón a Fernando VII como
rey de España y de las Indias. Pero las Cortes y la Junta de Regencia no reconoció validez al tratado hasta
que Fernando VII no jurara la constitución de 1812.
Las Cortes de Cádiz realizaron una importante labor legislativa, pero su mejor legado fue el texto
constitucional que, con una vigencia entrecortada, inició la andadura constitucional en España,
extendiéndose a algunos reinos de Italia y Portugal.
27.2. LAS CRISIS LIBERALES Y ABSOLUTISTAS. (1814.1833)
La restauración absolutista (1814-1820)
Fernando VII vuelve a Madrid en 1814 con la idea de restablecer el absolutismo, intención secundada por un
grupo de diputados de las Cortes de Cádiz que se oponÃ−a frontalmente al régimen liberal que la
Asamblea practicaba.
Estos diputados elevan al rey su oposición mediante el denominado “Manifiesto de los Persas”:
• en él se manifiestan a favor d ela monarquÃ−a absoluta
• proponen medidas para regresar al antiguo régimen, entre ellas la convocatoria de unas nuevas
cortes estamentales.
• puede considerarse la primera declaración programática de un grupo parlamentario.
Fernando VII apoyándose en este movimiento derogó la Constitución de 1812 y prácticamente toda la
obra legislativa de las Cortes por el Real Decreto del 4 de mayo de 1814. A partir de este momento los
liberales fueron eliminados de las instituciones y pasaron a la clandestinidad hasta el pronunciamiento de
Riego.
De todas formas el Rey no eliminó todas las reformas liberales, ya que para ganarse el apoyo de la
burguesÃ−a decidió mantener algunas libertades como la de comercio, amortiguando la persecución
polÃ−tica desde 1816.
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El trienio liberal (1820-1823)
A principios de 1820 en Sevilla el Teniente Coronel Riego proclamó nuevamente la constitución de 1812.
Ante el triunfó del movimiento, Fernando VII juró la constitución. Este perÃ−odo será el trienio liberal:
• se restauró la Constitución y toda la obra legÃ−tima de las Cortes
• se profundizó en las medidas liberalizadoras de la economÃ−a
• se restituyó la libertad de imprenta
• se crearon espontáneamente las “Sociedades Patriotas”.
La década ominosa (1823-1833)
El trienio liberal acabó con la ocupación del paÃ−s por un ejército de fuerzas conservadoras europeas,
los Cien mil hijos de San Luis, con la aprobación de Fernando VII.
Se declaró nula la constitución y restauró el absolutismo, aunque para ganar apoyos al régimen, y
buscando las simpatÃ−as del poder económico y financiero, no restableció la Inquisición y la represión
polÃ−tica fue cediendo y remitió hacia 1826
Esta actitud generó la enemistad de las fuerzas más conservadoras apareciendo una nueva oposición que
tomó como lÃ−der y aspirante al trono al infante Don Carlos que no reconocÃ−a los derechos de Isabel II y
pretendÃ−a poseer mejores derechos defendiendo la vigencia de la ley Sálica que impedÃ−a reinar a las
mujeres.
Los derechos de Isabel, indiscutibles según la Constitución de 1812,pero que estaba derogada, se
amparaban en la Pragmática Sanción que anulaba la ley Sálica. La negativa de don Carlos a la
aceptación de dicha ley dará lugar a tres guerras sucesorias o guerras carlistas.
El Ejercito continuó teniendo una gran actividad en la vida polÃ−tica, siendo en ocasiones el árbitro de la
situación.
27.3. LA CONSOLIDACIÃ N DEL RÃ GIMEN LIBERAL.
Tras el motÃ−n de la Granja de 1836 y siguiendo las reivindicaciones de los insurrectos se convocaron Cortes
extraordinarias (constituyentes) previa celebración de elecciones con el fin de que aquellas Cortes revisaran
los necesario de la restablecida constitución de 1812 o elaboraran otra más acorde con las circunstancias
polÃ−ticas.
Celebradas las elecciones los progresistas se alzaron con el triunfo, y las Cortes constituidas sobre unas bases
elaboradas por una comisión, redactaron una nueva constitución que fue aceptada y jurada por la Reina
Gobernadora, en nombre de su hija Isabel II el 18 de junio de 1837.
La regencia de Espartero (1841-1843)
Espartero, ganador de gran protagonismo polÃ−tico tras sus victorias militares, inició hacia 1840 una
polÃ−tica de presión sobre la Reina Gobernadora a favor de la implantación de los ideales progresistas.
Esta presión, unida a la sublevación de la “Milicia Nacional”en varias partes del territorio, y al
resurgimiento del fenómeno de las Juntas en varias localidades, logró que fuese nombrado Presidente.
Entre las medidas defendidas por este gobierno se encontraba la de convertir la regencia de MarÃ−a Cristina
en una Regencia colegiada, corregencia, que suponÃ−a la merma de poder de la Reina Gobernadora. Esto
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provocó la renuncia y exilio de la Regente quedando Espartero como regente interino y único.
Espartero dirigió el paÃ−s hasta su caÃ−da en 1843 por las presiones de una coalición de moderados y
progresistas.
Ante la crisis las Cortes tomaron la decisión de adelantar un año la mayorÃ−a de edad de Isabel II.
La década moderada (1844-1854)
Tras la victoria electoral de los moderados, éstos elaboran una Constitución acorde a su programa,
proclamada en 1845.
Los moderados en el poder se propusieron lograr cierta modernización económica y administrativa, pero no
polÃ−tica, ni abordar el desarrollo de los derechos y libertades que la Constitución de 1845 habÃ−a
recogido.
Se produce una separación cada vez más grande entre gobierno y oposición, ya que en general, los
progresistas fueron marginados y reprimidos, lo que explica que busquen el acceso al poder a través de los
pronunciamientos militares. Este cisma se agravó pro temas puntuales como la reforma tributaria de Mon
que aumentaba extraordinariamente la contribución territorial.
Escisiones:
• del partido moderado: una fracción, la más conservadora, que creó el partido monárquico, de
posturas absolutistas y se distinguió también la denominada fracción puritana que defendÃ−a la
unión de todos los liberales.
• Del partido progresista se fraccionó un sector de inclinación republicana, a los que se denominó
demócratas, y se articuló como partido polÃ−tico a partir de 1849;.
La revolución y el bienio progresista (1854- 856)
Las conspiraciones de los progresistas fueron en aumento hasta que en 1854, triunfa una de ellas, poniendo
como hombres fuertes del pais a Espartero y O'Donnell.
Se promueven reformas económicas y polÃ−ticas.
En este periodo se convocan Cortes Constituyentes, conforme a la Ley Electoral de 1837, con sufragio
censitario.
La Unión Liberal (1856-1863)
Con la sustitución de Espartero por O´Donell, se puso fin al bienio progresista y se inicia una década de
gobierno de éste con ocasionales relevos de Narváez.
O'Donnell se sostenÃ−a en un partido de nueva creación: “La Unión Liberal” que aglutinaba a sectores
progresistas y moderados unidos por un mismo sentido pragmático de la polÃ−tica.
La primera medida fue el restablecimiento de la vigencia de la Constitución de 1845 completada con un Acta
Adicional en la que se recogÃ−an algunos preceptos de la Constitución nonata de 1856 por lo que parte de
ella tuvo vigencia efectiva.
O´Donell se mantuvo en el poder hasta 1863 gracias al eclecticismo y fraude electoral. Después de su
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caÃ−da se sucedieron varios gobiernos más, peor ya se podÃ−a considerar que el régimen estaba
seriamente dañado, con la oposición de Carlistas y el Partido Demócrata, y que el deterioro era
irreversible.
En 1864 se derogó la ley de Reforma de 1857, lo que supuso el restablecimiento Ã−ntegro de la
Constitución de 1845.
La crisis prerrevolucionaria (1863-1868)
Opositores al régimen:
• carlistas.
• Demócrata: proclives a la Revolución que diera fin a la monarquÃ−a acercándose a la república.
♦ Sus figuras tenÃ−an diferentes posiciones: Castelar defendÃ−a un republicanismo
individualista mientras que Pi y Margall propugnaba un socialismo federal; pero ambos
luchaban contra la dinastÃ−a.
♦ fueron apartados por los generales que lideraron la revolución Gloriosa de septiembre de
1868 que provocó la salida de Isabel II de España.
• Unión Liberal: La Unión Liberal de O´Donell se resiente primero tras la retirada de la confianza
de la reina en 1866
♦ a la muerte de su lÃ−der se une a la conspiración revolucionaria.
♦ La agrupación representaba una evolucion hacia un moderantismo más acorde con la
sociedad capitalista del último tercio del XIX
Todas las fuerzas se unen en una amplia oposición polÃ−tica convencida de la necesidadde acabar con el
régimen de Isabel II, pero no con la monarquÃ−a.
El sexenio revolucionario (1868 - 1874)
El 17 de septiembre de 1868 encabezado por Prim se produjo un pronunciamiento en Cádiz desde donde se
extendió provocando la dimisión del gobierno y el exilio de la reina.
Se constituyó en Madrid un gobierno provisional presidido por Serrano en el que Prim asumió el Ministerio
de la Guerra.
Este gobierno adoptó una postura más moderada de la que habÃ−an hecho gala las Juntas Revolucionarias,
pero la rapidez con que abordó las reformas disimuló la situación:
• regula mediante decreto las libertadas de enseñanza, reunión, y asociación
• toma medidas tendentes al restablecimiento de la libertad religiosa
• se reconoció el sufragio universal masculino.
Todo ello culmina el 2 de enero de 1869, con la convocatoria a Cortes Constituyentes, aprobando la
Constitución de 1869.
No se llega a lograr la estabilización de régimen debido a:
• Las guerras carlistas y cubana
• la oposición de los republicanos y de los alfonsinos (que reclamaban el trono para Alfonso XII)
• la desaparición de Prim
• la falta de conocimiento del paÃ−s de Amadeo de Saboya
• los titubeos gubernamentales.
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Ante la falta de apoyo Amadeo de Saboya se sintió incapaz de gobernar y abdicó dos años después.
El 11 de febrero de 1873 las Cortes, con las Cámaras reunidas, se declararon Asamblea Nacional Soberana y
se proclamó la I república, con un procedimiento de dudosa legalidad, lo que dañó ya de inicio el
régimen.
Tras las elecciones, la victoria correspondió a los republicanos federalistas, aunque desde el principio los
federales extremistas se opusieron al proyecto constitucional de 1873 y terminaron por retirarse de las Cortes,
produciéndose el levantamiento cantonal.
Castelar desde el gobierno inclinó la polÃ−tica hacia la derecha. Las Cortes fueron suprimidas hasta
septiembre de 1873 a enero de 1874, cuando volvieron a reunirse se produjo el pronunciamiento del general
PavÃ−a que dió el poder a Serrano que declara vigente la Constitución de 1869, aunque al mismo tiempo,
suspendió dicha vigencia alegando que el paÃ−s pensaba restablecer el orden público perdido.
27.4. LA RESTAURACIÃ N Y LA POLÃ TICA CANOVISTA.
Tras el fracasado intento de República, se produce la restauración monárquica, a través de la figura de
Cánovas del Castillo.
Cánovas adivinando que el proceso de desintegración de la república era irreconducible, y que la vuelta
de Isabel II era imposible, empezó a trabajar en la restauración borbónica en la persona del hijo de Isabel
II (Alfonso XII), comenzando por convencer a la reina de la necesidad de su abdicación.
Deseoso de recabar el apoyo más amplio para el nuevo rey, adoptó dos lÃ−neas de trabajo:
• Por una parte planeó presentar al paÃ−s un rey conocedor de los principios constitucionales,
instruyéndole en los principios del sistema parlamentario y del régimen constitucional y
también un rey soldado que sirviese de referente al ejercito dándole formación militar.
• Por otra parte, para Cánovas la única posibilidad de estabilidad radicaba en la articulación de un
sistema bipartidista, similar al inglés, en que dos partidos accedieran al poder mediante el
denominado turno pacÃ−fico.
Con ello se conseguÃ−a que estas dos formaciones polÃ−ticas no tuviesen que acudir a los
pronunciamientos militares para alcanzar el poder sin que simplemente debÃ−an de
esperar su turno en un marco constitucional amplio que les permitÃ−a desarrollar
polÃ−ticas de distinto signo.
El aspecto negativo de este turno de partidos fue que no se apoyó nunca en la opinión pública ni en el
resultado electoral que, durante la Restauración, fue sistemáticamente manipulado desde el Ministerio de la
Gobernación.
HISTORIA DEL DERECHO ESPAÃ OL
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